¿Quién sabe dónde acaban esas lágrimas que derramamos
tímidamente cuando sentimos la soledad? Esa soledad que cala hasta los huesos... la soledad que nos invade incluso cuando estamos rodeados de gente... Si limpias la lágrima con un pañuelo... ¿cual es su fin último? Si te la quitas con la mano... ¿en la mano queda? ¿Vuelve a ti? No sé dónde acaban, pero se que salen de mi corazón...
¿Cómo saber quién está junto a mí? No a mi lado... no
bebiendo una cerveza y riendo conmigo, ni tampoco en momentos de alegría... me refiero a esos momentos en que necesitas un oído que te escuche, una mano que te acaricie o una boca que te consuele con alguna palabra de las que quieres oír... ¿quién realmente está junto a mí? Antes de responder... ¿podría llamarte a cualquier hora y me escucharías?
Hay veces que el corazón grita pero el grito sólo resuena
dentro de mí, llega a mi cabeza y retumba... a veces, muy fuerte...