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¿Por qué el grafito es tan diferente al diamante, si

ambos están compuestos de carbono puro?


¿Por qué es importante la estructura atómica?

Ahora: ¿importa de alguna manera la manera en que están dispuestos los átomos en un
sólido? La respuesta es ¡sí!

El mejor ejemplo de esto es el carbón. Sabemos que es uno de los elementos más importantes
en nuestro planeta: pues todos los seres vivos lo contienen. Conocemos el carbón puro en
forma de diamante, si está dispuesto de cierta forma en tres dimensiones, y como grafito, si
está dispuesto de otra.

En un diamante, todos los átomos de carbón tienen enlaces químicos fuertes con otros cuatro
átomos de carbón, y así forman tetraedros una y otra vez por todo el cristal.

Tanto los diamantes (izquierda) como el grafito (derecha) están constituidos por átomos de
carbono, pero dispuestos de diferentes formas. (Origen de la imagen)

En el grafito, todos los átomos de carbono tienen enlaces químicos firmes hacia otros tres
átomos de carbón, y forman así láminas que parecen malla de alambre; fuerzas débiles
mantienen las láminas unidas en grupos que pueden deslizarse unos sobre otros con facilidad.
Cuando escribimos con un lápiz sobre papel, son estas láminas las que se están deslizando y
separando para dejar los trozos de grafito que marcan el papel.

Es evidente que las propiedades de los diamantes y el grafito son muy diferentes. El diamante
es uno de los materiales más duros conocidos, es transparente a la luz y no conduce
electricidad. El grafito es suave, gris y puede conducir bastante electricidad. ¡Es increíble que
podamos observar propiedades tan distintas en dos sustancias que están compuestas de
exactamente los mismos tipos de átomos! ¡Y todo se debe a la forma en que está dispuestos
de los átomos! La capacidad de un sólido para existir en más de una configuración como esta
se conoce como polimorfismo.

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