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Escuela estructuralista.

Tiene como objetivo principal estudiar los problemas de las empresas y sus causas
prestando especial atención a los aspectos de autoridad y comunicación. Considera que
hay cuatro elementos comunes a todas las empresas: autoridad, comunicación, estructura
de comportamiento, estructura de formalización.
Esta corriente aparece a finales de los años cincuenta como consecuencia de la baja
productividad, ya que las corrientes científicas y del humano habían tomado en cuenta a la
productividad o al personal, pero en forma aislada y está integrada por un grupo de
psicólogos y sociólogos que se dedican a estudiar el comportamiento humano.
La corriente estructuralista, pretende equilibrar los recursos de la empresa, prestando
atención tanto a su estructura como al recurso humano.
En el caso del hemisferio americano, la CEPAL, se constituyó en 1948, durante el sexto
período de sesiones del Consejo Económico y Social. La Comisión pronto se constituyó en
un importante centro de debate y análisis. Su tarea inicial que se mantiene hasta ahora es
brindar un panorama actualizado de la evolución del desarrollo de los países y del
subcontinente, con una perspectiva global que, si bien destaca las diferencias y
disparidades entre las naciones, también apunta a las coincidencias y a las tendencias de
la región en su conjunto.
Dado que la CEPAL forma parte del sistema mundial de las Naciones Unidas, tiene
características institucionales que le permiten aceptar como miembros a países tanto del
área como fuera de ella. Las funciones de la Comisión, por tanto, tienen el objetivo central
de promover el desarrollo. Son de dos tipos: analíticas y operativas y su meta es influir en
los procesos de toma de decisiones y de formulación de políticas de desarrollo de los
gobiernos de la región.
1949-1960: teoría de la dependencia y deterioro de los términos del intercambio La
trayectoria intelectual de la CEPAL se inicia con la redacción por Prebisch, en 1949 y
1950, de tres documentos que contenían los elementos básicos que figurarían como la
gran referencia ideológica y analítica para los desarrollistas latinoamericanos y caribeños
(CEPAL, 1951, 1962, 1973). 1960 - 1980: estrategia de integración regional.
Dado el estado del avance tecnológico de esta época, que requería determinada escala
mínima de operación para que un proceso industrial fuese eficiente y rentable, pronto se
hizo evidente que en la mayoría de los países de la región no había demanda suficiente, lo
que asociaba a dos factores estructurales; el tamaño de los países, pues en la región
predominaban entonces las economías pequeñas y medianas, aunque con los años se
fueron incorporando nuevos estados independientes de tamaño pequeño. El otro factor, no
menos importante y más crítico en términos sociales, era la distribución del ingreso, que
impedía que la demanda efectiva se materializara en el mercado. 1980 – 1990: Estrategia
para superar la crisis: Endeudamiento e inserción externa. Ante la insuficiencia de
inversión, tanto privada nacional como externa, debido a la crisis internacional detonada en
1975 por la crisis del petróleo y el agravamiento de la caída de los ingresos por
exportaciones que experimento la región, los estados asumieron una enorme deuda
externa. Se negociaron esos recursos, algunos de tipo oficial y multilateral y otros de tipo
comercial y bilateral, que resultaban “baratos” en un momento de gran abundancia de
“petrodólares”.
1990 – 1995: retomar la senda del crecimiento y el desarrollo. Transformación productiva
con equidad social y regionalismo abierto. Se señalaba que mantener el modelo de las
ventajas comparativas basadas en la dotación de recursos naturales o en la mano de obra
barata y sin calificación ofrecía escasas posibilidades de sostenibilidad en el mediano y el
largo plazos.
La implantación de las reformas suscitó un acalorado debate ideológico con frecuencia
polarizado. La CEPAL de los años 1990 logró tomar posición con gran habilidad entre los
extremos. No se opuso a la marea de las reformas, pero subordinó su apreciación al
criterio de la existencia de una "estrategia reformista" que pudiera maximizar sus
beneficios y minimizar sus deficiencias a mediano y largo plazo. 1995 – 2000. Articulación
de las políticas macro y microeconómicas: el pacto social.
Un elemento importante al que la CEPAL da importancia es el tratamiento de las
diferencias entre los países de la región asociadas a su tamaño y desarrollo. Ello lleva a
plantear la necesidad de articular los avances en los procesos de reforma y ajuste, en el
plano macroeconómico, con adecuaciones de las estructuras e instituciones en los ámbitos
micro y meso económico.
Plantea en ese momento la CEPAL que las políticas que se sigan habrán de caracterizarse
por una efectiva interacción de los diversos actores institucionales participantes y deben
basarse de manera creciente en recursos provenientes tanto del ahorro público como de
inversiones privadas

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