Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Introducción. Querido estudiante, con el desarrollo de estas guías, te invito para que te motives e inicies
tus actividades con entusiasmo y responsabilidad. A continuación, encontrarás citas bíblicas, lecturas,
imágenes y mucho más. Es importante que las realices con dedicación, amor y entusiasmo.
SEMANA 1
SEMANA 2
Actividad. Colorea las hojas que nos unen con los demás.
SEMANA 4
Conceptualización.
Actividad. Colorear
SEMANA 5
Actividad.
SEMANA 6
Versículo: Conceptualización
“Ustedes son mis Jesús me conoce, soy importante para él porqué Jesús me ama. Jesús
amigos si hacen lo quiere lo mejor para mí y Jesús siempre está allí cuando lo necesito.
que yo les mando”.
San Juan 15:14 Para ser amigos de Jesús es necesario que nosotros hablemos de él a
nuestros amigos y ayudemos a los que nos necesitan. Cumplir los
mandamientos y leer las enseñanzas en las escrituras. Hablemos con Jesús
a través de la oración, amemos a las personas.
Actividad.
Con un familiar realiza la lectura del Buen Samaritano. Luego resuelve el laberinto.
SEMANA 7 y 8
Conceptualización.
“Jesús está presente en medio de una
comunidad viva en la fe y en el amor fraterno.
Allí Él cumple su promesa: “Donde están dos o
tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en
medio de ellos” (Mt18, 20). Está en todos los
discípulos que procuran hacer suya la
existencia de Jesús, y vivir su propia vida
escondida en la vida de Cristo (cf. Col 3, 3).
Actividad.
Descubre la palabra: cambia los números por letras. Escribe el mensaje completo.
Conceptualización.
La iglesia de Jesús:
Tiene por jefe a Cristo, cabeza de todo, el cuerpo formado por
los hombres unidos a Dios.
Lo que distingue a los miembros de la Iglesia es el Espíritu Santo
que habita en sus corazones y les da la dignidad y la libertad de
hijos de Dios.
La ley que rige dentro de la Iglesia es el mandamiento nuevo:
“amar a todos como el mismo Cristo nos amó”.
La misión de cada miembro de la Iglesia es ser sal de la tierra y
luz del mundo. Cada miembro de la Iglesia es una semilla de
salvación para todo el género humano.
Para formar parte de la Iglesia basta con volver a nacer de lo alto, por el agua y el Espíritu (Jn. 3, 3-5). Esto se
realiza en el bautismo, con el cual el hombre alejado de Dios vuelve a estar unido a Él y, por lo tanto, pasa a
formar parte del Pueblo de Dios.