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FACULTAD DE AGRONOMÍA
CARRERA INGENIERÍA AGRONÓMICA
TESIS DE GRADO
LA PAZ – BOLIVIA
2018
UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN ANDRÉS
FACULTAD DE AGRONOMÍA
ASESORES:
REVISORES:
Aprobada:
LA PAZ – BOLIVIA
2018
DEDICATORIA
Dedico este gran esfuerzo a la memoria de mi
querida hermana Claudia, quien es mi fortaleza
y su recuerdo vivirá por siempre en mi corazón.
En estas líneas quiero agradecer a todas las personas que hicieron posible esta
investigación y que de alguna manera estuvieron conmigo en los momentos difíciles,
alegres, y tristes. Estas palabras son para ustedes.
A mis padres Alfredo Choque Tusco y Victoria Choque Cruz (†) por haberme dado
tanto amor y haber infundido en mi valores y un sentido de constante superación
para poder construir un mejor futuro.
A mis dos angelitos Karla Victoria y Daniel Alejandro son el mejor regalo que haya
podido recibir de parte de Dios, son mi mayor tesoro y también la fuente más pura de
mi inspiración, por esto mismo agradecerles por cada momento de felicidad en mi
vida, el cual muy seguramente se ve reflejado en mi vida hoy en día. Gracias a ellos
por ser la felicidad de mi vida, gracia a ellos por permitirme ser cada día mejor a su
lado.
A mis asesores Ing. Ph.D Rene Chipana Rivera y Ing. Msc. Fanny Arragan Tancara,
por su asesoramiento y apoyo constante para la culminación del presente trabajo.
A mis tribunales Ing. M. Sc. Paulino Ruiz Huanca, Ing. Marcelo Tarqui D., Ing. M. Sc.
Juan José Vicente, por las revisiones, observaciones y sugerencias realizadas para
mejorar el presente trabajo.
A mis hermanos Rubén Mario, Gabino, Claudia (†), Gladys, Gustavo y Álvaro, que
han sido el apoyo fundamental para lograr los objetivos propuestos, ya que con su
ejemplo y amor profundo, me encaminaron a seguir con la propuesta investigativa
quienes, siempre me dieron esperanzas y tuvieron fe en mí.
Igualmente agradecer Abraham Tellez Flores, por todos aportes no solo para el
desarrollo de mi tesis, sino también para mi vida; a través de sus consejos, de su
amor, y paciencia me ayudo a concluir esta meta.
Así mismo, agradezco a mis queridos sobrinos Alan, Magaly, Bryan, Thamara, Dilan,
Gabriela, Neythan, Claudia y Eymi, que con sus palabras me hacían sentir orgullosa
de lo que soy y de lo que les puedo enseñar. Ojala algún día yo me convierta en su
fuerza para que puedan seguir avanzando en su camino.
A mis amigos B&G. Con todos los que compart dentro y fuera de las aulas. Aquellos
amigos de la facultad, María Elena Huanca y Miguel Flores, que se convierten en
amigos de vida y aquellos que serán mis colegas, gracias por todo su apoyo y
diversión.
ÍNDICE DE CONTENIDO
Pág.
ÍNDICE GENERAL............................................................................................... ii
ÍNDICE DE ANEXOS……………………………………………………..….……..…. xi
RESUMEN…………………………………………...………………………………. xiii
i
ÍNDICE GENERAL
Pág.
1. INTRODUCCIÓN................................................................................... 1
ii
3.12. Productividad del agua................................................................ 28
3.13. Eficiencia de uso del agua .......................................................... 29
3.14. Características climáticas del altiplano Boliviano ........................ 29
3.14.1.Temperatura en el altiplano .......................................................... 30
3.14.2. Consideraciones para la disminución de temperatura en el
altiplano....................................................................................... 30
3.14.3.Caracterización de las Heladas en La Paz ................................... 31
4. MATERIALES Y MÉTODOS ............................................................... 32
iii
4.5.2. Determinación de Velocidad de Infiltración Básica ..................... 44
4.5.3. Determinación de la textura y densidad aparente ....................... 47
4.5.4. Muestreo de horizontes del suelo ............................................... 47
4.5.5. Preparación del terreno............................................................... 47
4.5.6. Muestreo de suelo ...................................................................... 48
4.5.7. Siembra y abonamiento .............................................................. 49
4.5.8. Delimitación de la parcela ........................................................... 49
4.5.9. Registro de datos climáticos ....................................................... 50
4.5.10.Calculo de las láminas de riego .................................................... 51
4.5.11.Método de riego utilizado. ............................................................. 51
4.5.12.Determinación del estado hídrico del suelo .................................. 53
4.5.13.Determinación del estado hídrico de la planta .............................. 56
4.5.14.Labores culturales ........................................................................ 57
4.6.1. Variables agroclimáticas ............................................................. 58
4.6.2. Variables de riego ....................................................................... 59
4.6.4. Variables agronómica ................................................................. 60
4.6.4.1.Altura de la planta ........................................................................ 60
4.6.4.2.Longitud de hoja .......................................................................... 61
4.6.5. Variable comportamiento productivo de la papalisa .................... 62
4.6.5.1.Número de tubérculos por planta ................................................. 62
4.6.5.2.Peso del tubérculo por planta ...................................................... 62
4.6.5.3.Incidencia de la helada: IH = (N° de plantas dañadas/ N° total de
plantas) x 100%... ....................................................................... 63
4.6.5.4. Severidad de helada: SH =(N° de hojas dañadas / N° total de
hojas) x 100% ............................................................................. 63
5. RESULTADOS Y DISCUSIÓN............................................................ 64
iv
5.1.2. Comportamiento de Temperatura ............................................... 68
5.1.3. Comportamiento de la Humedad relativa .................................... 71
5.2. Características de los factores abióticos. .................................... 72
5.2.1. Propiedades físicas del suelo. .................................................... 72
5.2.2. Propiedades químicas del suelo ................................................. 74
5.3. Descripción de las características edáficas de la zona en estudio
.................................................................................................... 75
5.3.1. Descripción del perfil del suelo ................................................... 75
5.4. Análisis de agua .......................................................................... 76
5.5. Variables de riego ....................................................................... 77
5.5.1. Calculo de la velocidad de infiltración básica (VIB) ..................... 77
5.5.2. Total de agua aplicada, riego más precipitación efectiva ............ 79
5.5.3. Contenido de humedad en el suelo ............................................ 83
5.6. Determinación del potencial hídrico foliar ................................... 88
5.7. Variación de la humedad del suelo en todo el desarrollo el cultivo
.................................................................................................... 91
5.8. Resultados de las variables agronómicas ................................... 93
5.8.1. Variables fenológicas .................................................................. 93
5.8.1.1. Días a la emergencia .................................................................. 93
5.8.2. Variables agromorfológicas ......................................................... 94
5.8.2.1. Altura de la planta ....................................................................... 94
5.8.2.1.1. Comportamiento de la altura de planta frente a las temperaturas
mínimas ...................................................................................... 94
5.8.2.2. Longitud de hoja ......................................................................... 97
5.8.3. Variable del comportamiento productivo del cultivo de la papalisa
.................................................................................................... 99
5.8.3.1. Número de tubérculos por planta. ............................................... 99
5.8.3.2. Peso de tubérculos por planta .................................................. 102
5.9.1. Evaluación de las temperaturas bajas extremas ....................... 106
5.9.1.1. Incidencia ......................................................................................... 106
8. BIBLIOGRAFÍA................................................................................. 117
v
INDICE DE CUADROS
Pág.
Cuadro 1. Superficie cultivada de tubérculos andinos. ........................................ 5
Cuadro 2. Municipios de La Paz con riesgos de Heladas altas .......................... 31
Cuadro 3. Datos de las condiciones climáticas durante el ciclo del cultivo ........ 34
Cuadro 4. Factores y niveles de estudio ............................................................ 42
Cuadro 5. Distribución de los tratamientos ......................................................... 42
Cuadro 6. Propiedades físicas representativas de varios tipos de suelo ........... 46
Cuadro 7. Análisis físico del suelo en la parcela experimental de la Estación
Experimental de Choquenaira gestión 2017. .................................... 73
Cuadro 8. Se muestran los resultados del análisis químico del suelo ................ 74
Cuadro 9. Resultados del análisis químico del agua de riego ............................ 76
Cuadro 10. Aporte total de agua aplicada mediante el riego y la precipitación
efectiva en los diferentes tratamientos de investigación ................... 80
Cuadro 11. Volumen total de agua aplicada, riego más precipitación .................. 82
Cuadro 12. Análisis de varianza de altura de plantas ......................................... 94
Cuadro 13. Prueba de Duncan para diferentes aplicaciones de láminas en altura
de planta ........................................................................................... 95
Cuadro 14. Análisis de varianza de longitud de hoja ........................................... 97
Cuadro 15. Análisis de varianza Número de tubérculos por planta ..................... 99
Cuadro 16. Prueba de Duncan para diferentes aplicaciones de láminas en el
número de tubérculos por planta. ...................................................... 99
Cuadro 17. Prueba de Duncan para diferentes aplicaciones de láminas en el
número de tubérculos por planta ..................................................... 101
Cuadro 18. Análisis de varianza de peso por planta en papalisa .................... 102
Cuadro 19. Prueba de Duncan para diferentes aplicaciones de láminas en el peso
de tubérculos por planta .................................................................. 103
Cuadro 20. Análisis de varianza de peso por planta en papalisa .................... 104
Cuadro 21. Análisis de varianza de peso por planta en papalisa .................... 106
Cuadro 22. Análisis de varianza de severidad ocasionada por la
helada en hojas de papalisa ........................................................... 109
Cuadro 23. Análisis de varianza porcentaje de área de hoja dañada en planta en
papalisa ........................................................................................... 111
Cuadro 24. Prueba de medias para el porcentaje de área de hojas dañada ..... 111
vi
INDICE DE FIGURAS
Pág.
vii
Figura 21. Metodología de la aplicación de las láminas T1 100%, T2 75% y T3
50% del Riego Deficitario en la parcela experimental ....................... 52
Figura 24. A Tubo del PVC del sensor de humedad Diviner 2000 .................... 56
Figura 25. Medicion del potencial hídrico foliar con la Cámara de presión
Scholander. ......................................................................................... 57
Figura 29. Número de tubérculos por planta y clasificación por tamaño del
ecotipo amarillo. .................................................................................. 62
Figura 30. Peso de tubérculo por planta de los tres ecotipos (Jaspeado, Rojo y
Amarillo) .............................................................................................. 63
Figura 34. Datos de precipitación y ETo durante todo el desarrollo del cultivo .. 68
viii
Figura 38. Comportamiento de la velocidad del viento en m/s, registradas en la
gestión 2016 a 2017, en La Estación Experimental de Choquenaira. . 72
Figura 42. Volumen total de agua aplicada (Riego +Precipitación efectiva) ...... 81
(Cultivo de papalisa)........................................................................................... 96
ix
Figura 57. Datos promedios de números de tubérculos por planta en los tres
ecotipos de papalisa .......................................................................... 100
Figura 59. Datos promedios de peso por planta en los tres ecotipos de papalisa
103
Figura 61. Promedio del porcentaje de incidencia de la helada por Ecotipos .. 107
Figura 63. Promedio del porcentaje de severidad en los tres ecotipos ........... 110
Figura 64. Promedio del porcentaje del área de hojas dañadas por la helada en
Factor A (ecotipos) ............................................................................ 112
ÍNDICE DE ANEXOS
Pág.
x
Anexo 11. Índice de incidencia por la helada ......................................................... 8
Anexo 17. Instalación del Sensor de humedad FDR (Diviner 2000) ................... 10
Anexo 21.Daño causado por las heladas en todas las U.E. ................................. 10
Anexo 23. Peso de tubérculo por planta de los tres ecotipos (Jaspeado, Rojo y
Amarillo) ............................................................................................................... 10
xi
RESUMEN
xii
extremas registradas en los meses de marzo abril y mayo afecto a las variables
de producción no llegando a obtener los resultados esperados.
Para la evaluación del estrés hídrico se utilizaron los equipos F.D.R. (Diviner
2000) para medir la humedad del suelo, Cámara Scholander para determinar el
potencial hídrico foliar; se determinó que al existir un menor contenido de
humedad en el suelo, los valores del potencial hídrico foliar incrementan
provocando un estrés por falta de agua a las plantas. Mediciones realizadas entre
las 6:30 de la mañana con la Cámara Scholander mostraron valores de potencial
entre -0,1 MPa y -0,2 MPa, en cambio cerca de medio día 11:30 estos valores se
incrementaron entre -1,1 MPa y -0,3 MPa, lo que muestra que las plantas sufren
mayor estrés hídrico por el incremento de la radiación.
xiii
1. INTRODUCCIÓN
El uso de sensores para la determinación del contenido de agua del suelo para la
programación del riego en agricultura está ampliamente extendido. Su interés radica
en la posibilidad de conocer el estado hídrico del suelo y su evolución, pudiendo
monitorear los riegos y las lluvias, permitiendo detectar pérdidas por percolación
profunda y controlar la adecuada infiltración del agua de riego en el perfil enraizado
del suelo (Hidalgo et al., 2003). Todo ello buscando mejorar la eficiencia de
aplicación del riego, lo que conlleva ahorros de agua, fertilizantes y energía, y por
tanto intentar reducir los costos de producción y la contaminación actual
Cabe destacar que en climas semiáridos el riego suele ser la variable que más afecta
a la producción de los cultivos. Para su programación, el método más habitualmente
utilizado es el que divulga la Organización de las Naciones Unidas para la
Alimentación y la Agricultura (FAO), basado en la determinación de la demanda
evaporativa o evapotranspiración de referencia, ETo y del denominado coeficiente de
cultivo Kc, que engloba las características del cultivo (Allen et al., 1998 y Gasque et
al., 2011). Una de las principales dificultades de aplicación de esta metodología es el
desconocimiento de los coeficientes de cultivo, su variación espacial y su gran
dependencia en el estado fenológico. Por ello, resultan muy útiles las medidas del
agua útil del suelo.
1
contribuye a la diversidad de tubérculos andinos, de las familias rurales, adaptados
a alturas variables entre 3.000 - 4.000 m.s.n.m.
1.1. Antecedentes
El uso del agua ha crecido durante los últimos años a nivel mundial más del doble,
en comparación al crecimiento poblacional, provocando que en determinadas
regiones exista escasez creciente de agua y siendo cada vez más difícil responder a
las necesidades mínimas para el consumo humano.
2
Los métodos directos son muy precisos, pero tienen el inconveniente de que son
destructivos, requieren mucha mano de obra y son inservibles para el monitoreo de
la humedad del suelo en continuo. Por ello se utilizan para calibrar métodos
indirectos. Entre estos están las medidas de potencial matricial mediante
tensiómetros, con las desventajas de requerir un mantenimiento frecuente, pues hay
que ir rellenándolos periódicamente, y de tener un rango de medidas limitado (0–100
KPa).
Otro método indirecto de medida del contenido de agua de un suelo son las sondas
de neutrones. Fue uno de los primeros que se emplearon en medidas continuas
(años 70 y 80). Es muy exacto, pero está en cierto desuso, ya que por tratarse de un
aparato radiactivo requiere una autorización expresa, personal especializado y
elevadas medidas de seguridad. Hoy en día ha quedado relegado a centros de
investigación.
Uno de los métodos indirectos es el, FDR (Frequency Domain Reflectometry) que
fueron los empleados para este trabajo. Éstos miden el contenido volumétrico
indirectamente a través de la constante dieléctrica aparente del suelo, pero mediante
la medición del tiempo que tarda en cargarse un condensador que utiliza el suelo
como dieléctrico. Por ello se denominan también sensores capacitivos. Trabajan a
frecuencias de entre 10 y 100 MHz, lo que hace que las medidas sean muy rápidas y
más baratas que las TDR. Su mayor desventaja, además del pequeño volumen de
suelo explorado, es la sensibilidad a salinidad y temperaturas.
3
2. OBJETIVOS
3. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA
La papalisa, es una planta endémica de los Andes, de origen muy antiguo sin
embargo no se conoce la región exacta de su domesticación.
King y Gershoff (1986), menciona a Flannery, quien en el año 1973 afirma que el
melloco, está entre las plantas domesticadas durante la época prehispánica en los
Andes, alrededor del 5.500 A.C., además cita a Yacorleff y Herrera quienes en 1934
encontraron ilustraciones con representaciones policromas de cultivos andinos entre
ellos la papalisa en vasijas ceremoniales (cultura Wari). Según las consideraciones
se afirma que la Zona Andina es el lugar de origen de la papalisa, entre Perú, Bolivia,
y norte de Argentina. Tapia (1990).
4
(INE. 2003), la mayor superficie cultivada y la producción promedio se encuentra en
Cochabamba y Chuquisaca, el cual observamos en el cuadro 1.
INE (2003), a nivel nacional la superficie total cultivada con papalisa es de 3.166
hectáreas y la producción total 10.404 TM. En el mismo período los rendimientos
promedio llegaron a 2892 kg/ha siendo los más bajos de la región andina. Los 6
departamentos donde la papalisa rinde más, está en Cochabamba (3.825 kg/ha),
Santa Cruz (3.637 kg/ha), Tarija (3084 kg/ha) y La Paz (2816 kg/ha).
3.1.3. Taxonomía
5
Nombres comunes
6
Lo cual explica la poliploidía de la papalisa de Ecuador y Colombia son normalmente
de tubérculos grandes que los de Perú y Bolivia. Son taxonómicamente diferentes,
tienen el mismo número somático.
3.3.3. Hojas
7
3.3.4. Tallo
Los tallos de la papalisa son como suculentos y angulosos de 30-60 cm. de alto, en
condiciones de altiplano de Bolivia no se han encontrado tallos mayores a 30 cm.
Salen de tres a seis tallos aéreos de coloración verde oscuro a rojizo, con hábitos de
crecimiento erecto, rastrero y semi-rastrero, en algunos cultivares hay alargamiento
del tallo en la fase de floración (Cárdenas, 1989). Los entrenudos en el tallo son de
longitud muy variada, los más pequeños de 0.8 a 1.3 cm., los más grandes de 3.9 a
5.8 cm. (López y Hermann, 2004).
8
3.3.8. Características de los tubérculos de la papalisa
El color de los tubérculos presenta una gran variación. De acuerdo a los descriptores
estándar, existen 12 estados que van desde el blanco amarillento hasta el púrpura
rojizo, pasando por una gran gama de colores intermedios como el verde amarillento
(IPGRI/CIP, 2003).
Del alargamiento del tallo brotan estolones de la parte aérea del tallo, se transforman
pronto en tubérculos, sostenidos por pedicelos muy finos, se dirigen hacia abajo,
9
hasta alcanzar el suelo, estos tubérculos se forman hacia el final del período de
crecimiento y no logran su madures fisiológica (León, 1984 y Tapia).
3.4.1. Fenología
Las fases fenológicas son influenciados por diversos factores como: latitud y altitud
de la zona de cultivo, época en que se realizan las observaciones, tipo de suelo,
ecotipo o variedad empleado, entre otros.
Emergencia
Formación de estolones
10
tallos principales. En esta fenofase se inicia la formación de inflorescencias y
tubérculos (Vimos et al., 1993).
Inicio de la floración
Inicio de la Tuberización
El melloco para su crecimiento necesita de 11 a 12 horas de luz por día, brota entre
los 20 y 45 días después de la siembra y tarda entre los 110 y 160 días para formar
tubérculos, florecen entre los 85 y 130 días y llega a la cosecha entre los 160 y 260
días.
11
FORMACIÓN DE BOTÓN
EMERGENCIA FLORACIÓN TUBERIZACIÓN MADURACIÓN
ESTOLONES FLORAL
Morales (1998), indica que el potencial nutrido del Ulluco está basado principalmente
en su alto contenido de proteína, es una fuente de aminoácidos con excepción de
valina y el triptófano.
12
3.5.1. Usos tradicionales y Consumo de la papalisa
3.6.2. Temperatura
13
3.6.3. Requerimiento de agua
El altiplano y los valles de mayor altitud de Bolivia forman parte, de los "Andes de alto
riesgo climático", caracterizados por poca precipitación y extrema variabilidad
climática (Tapia, 1993).
14
3.6.4. Foto periodo
Según Lescano (1989), comparado con otros tubérculos andinos, la papalisa prefiere
para su desarrollo, días cortos, lo que favorece la formación de tubérculos, de 10 a
12 horas de luz tiene un crecimiento óptimo. Por otro lado, se observaron valores de
Eficiencia Energética de hasta 0,63 %, que pueden ser altos, considerando que esta
especie es una planta C3, lo que refleja la capacidad de adaptación del cultivo a las
condiciones de altura y de alta nubosidad, propios de la Zona Andina. (Vimos y Nieto,
1991).
Cadima et al., (2003). Indica que los factores que favorecen a la producción de este
cultivo son:
Según Condori et al. (2003), los factores que afectan la producción y conservación
del Olluco, causan su creciente marginación e incluso su reemplazo por otros cultivos
más rentables; favoreciendo así al monocultivo con consecuencias negativas para el
sistema de producción. A fin de revertir esta tendencia y proponer alternativas viables
de solución, es importante conocer los factores que originan la marginación de este
cultivo:
16
Limitantes socioeconómicas: Los agricultores de zonas productoras de Olluco
señalan que la comercialización es el limitante más importante, debido a los bajos
precios de venta de este cultivo por la poca promoción y demanda en el mercado.
Hillel (1990) citado por Nortes (1998), Cadahía (2005), García (2008) y Villalobos et
al. (2009), señalan que la programación de riegos es una metodología que ayuda a
determinar la frecuencia y dosis de agua a emplear a un cultivo determinado.
17
3.11. Métodos de cálculo del requerimiento hídrico
Para calibrar los métodos indirectos Villalobos (2009), manifiesta que se utiliza el
método gravimétrico para cotejar y luego calibrar. Este método consiste en sacar
muestras de suelo para luego pesarlas y secarlas en una mufla a 105 a 110 ºC por
24 horas y posteriormente volverlas a pesar Valverde, (1998) y Tarjuelo, (1999).
18
Figura 5. Disposición general de la unidad de visualización del Diviner 2000 y de la
sonda
Estos métodos están basados en el conocimiento del estado hídrico del cultivo, ya
que este refleja el balance entre factores de oferta (profundidad y densidad radicular,
contenido de agua en el suelo) y demanda de agua por las condiciones atmosféricas.
Entre estos métodos, se incluyen los que miden el potencial hídrico de la hoja (con la
bomba de presión), los que miden la temperatura de la cubierta vegetal (con
sensores de radiación infrarroja), el empleo de sistemas visuales de estrés hídrico
(color de las hojas, enrollamiento foliar, cambio de orientación de las hojas, etc.). Los
que miden la resistencia estomática, etc. Tarjuelo (2005).
Con base en esta teoría se sabe que el agua dentro del xilema está bajo tensión
debido a la transpiración de las plantas. Dicha tensión se debe al déficit de presión
19
de vapor en la atmósfera. La técnica consiste en medir la tensión generada en el
xilema y aplicar una presión generada por aire comprimido o un gas (nitrógeno). La
presión necesaria para mover las columnas de agua en el xilema y contrarrestar la
tensión equivale a la tensión original del agua en el xilema.
El potencial h drico (Ψ) integra todas las variables que determinan el estado h drico
de las cepas (riego, pluviometría, textura del suelo, demanda evaporativa, etc.), Es
un parámetro fisiológico que indica el balance entre los flujos de absorción y de
transpiración de agua por medio de la energía necesaria para extraer el agua
contenida en los tejidos foliares (Albuquerque, 1993), el potencial hídrico de la planta
(Ψw) consta de cuatro componentes (Barceló et al., 1987; Turner, 1981).
Ψw = Ψp + Ψs + Ψm + Ψg (6)
Dónde:
20
paredes celulares cuando el agua entra en la célula).
Ψm: Potencial matricial (fuerzas de capilaridad, absorción e hidratación
celular)
Ψg: Potencial gravitacional (fuerzas gravitacionales).
Nortes (2008), describe que estos métodos estiman las necesidades hídricas del
cultivo y se basan en el cálculo de la evapotranspiración de referencia (ETo) y en la
utilización del coeficiente del cultivo (Kc).Se conoce como evapotranspiración (ET) a
la combinación de dos procesos separados por los que el agua se pierde a través de
la superficie del suelo por evaporación y por otra parte mediante transpiración del
cultivo (Allen et al., 2006).
El método del balance del agua en el suelo según Villalobos et al. (2009), se calcula
mediante las variaciones de entradas y salidas del agua en el suelo, por otra parte
los componentes del balance hídrico son muy variados; Tarjuelo (1999) y Cadahia
(2005), aluden que las necesidades de riego se obtienen mediante la expresión que
se muestra a continuación.
Nn = ETc – P – Ac – Pp (1)
21
Dónde:
Nn = Es la necesidad neta de riego (mm).
Para los sistemas de riego tecnificado es fácil determinar la cantidad de agua que
ingresa por riego tan solo multiplicando la cantidad de emisores por el caudal
entregado en cada uno de estos. El agua que sale del sistema por percolación
profunda se puede determinar como la diferencia entre el agua aportada por riego y
la capacidad de retención del suelo. La cantidad de agua que escurre por la
superficie del suelo, en sistemas de riego por goteo, se considera despreciable, ya
que representa un valor menor en comparación con los otros componentes del
22
balance. La evapotranspiración, al igual que el agua que ingresa por precipitación, se
puede determinar a través de una estación meteorológica. Por otra parte los cambios
en el contenido de agua del suelo, se pueden determinar a través de diversos
sistemas, siendo los más usados: el sistema de Aspersión de Neutrones, el sistema
Time Domain Reflectometry (TDR) o más recientemente el sistema Frequency
Domain Reflectometry (FDR) (Hillel, 1971; Castillo y Castellví, 1996; FAO, 1998).
Nn = ETc – Pe (2)
Dónde:
Nn : Necesidad neta de riego (mm).
ETc : Evapotranspiración del cultivo (mm).
Pe : Precipitación efectiva (mm).
Chipana (2003), indica que del total de precipitación pluvial que ocurre en un
determinado período de tiempo, solo una parte es aprovechada por la planta,
mientras que el restante se pierde por escorrentía superficial, percolación profunda y
por evaporación desde el suelo o follaje de las plantas; por tanto, la precipitación
efectiva es aquella parte de la lluvia que tras llegar al suelo se almacena en la capa
radicular (Cadahía, 2005).
23
de la gravedad, el sobrante de agua, se dice entonces que el suelo se encuentra a la
capacidad de campo.
De acuerdo con Fuentes (1999), el agua disponible, es el agua que puede ser
absorbida por las plantas; esta misma corresponde a la porción comprendida entre la
CC y el PMP (Tarjuelo, 1999).
24
se han ido investigando estrategias tales como el Riego Deficitario Controlado (RDC)
el cual está fundamentado en Reducir el aporte de agua en aquellos períodos
fenológicos en los que un déficit hídrico controlado no afecte sensiblemente la
producción ni la calidad de la cosecha.
El RDC es una estrategia de aplicación de agua que se basa en la idea de reducir los
aportes hídricos en aquellos periodos fenológicos en los que un déficit hídrico
controlado no afecta sensiblemente a la producción y calidad de la cosecha y de
cubrir plenamente la demanda de la planta durante el resto del ciclo de cultivo.
Fabeiro y López (2005), mencionados por Ferreira et al., (2010), indican que el RDC
se debe aplicar conociendo el efecto que tiene sobre la rentabilidad del cultivo, de
forma que esta se mantenga o mejore. Para ello se deben conocer índices para
controlar el estado hídrico de la planta de manera de llevar a cabo de forma correcta
la utilización de esta estrategia.
25
precipitaciones importantes durante el período de restricción hídrica, ya que éstas
impedirían aplicar déficit en estos períodos.
26
solución, en suspensión o en estado coloidal, los cuales le confieren características
particulares que hacen que se diferencien un tipo de agua de otro Guevara (1996).
La calidad de agua para irrigación según Moya (2009) citado por Pérez (2011), está
determinado por la cantidad y por el tipo de sales que la constituyen, la presencia de
sales en el agua de riego llega a alterar y modificar el desarrollo de la estructura del
suelo, afectando también la disponibilidad de agua para el cultivo.
27
3.12. Productividad del agua
La productividad del agua en los cultivos (WP) se define como la cosecha producida
por unidad de agua consumida en la producción (Mg m -3 o kg m-3). El numerador
puede ser expresado en términos de rendimiento del cultivo, mientras que en el
denominador puede usarse la transpiración, la evapotranspiración, el agua aplicada o
agua total entre otros (Stewart et al., 1977; Molden, 1997; et. al., 2009,
mencionados por Gonzales et. al., 2010).
R: es el rendimiento (kg*ha-1)
28
L: es el volumen de agua aplicada (m-3)
De acuerdo con Micucci y Álvarez (2003), a la eficiencia de uso del agua (EUA), en
condiciones de secano, es el rendimiento o producción de biomasa por unidad de
agua consumida, como se muestra en la ecuación 5. El agua consumida puede
expresarse como transpiración, evapotranspiración o precipitación.
Dónde:
el objetivo de producción.
cultivo (mm).
Por su parte Medrano et al., (2007), Indican que la eficiencia en el uso del agua de
las plantas dependerá principalmente de dos tipos de factores: en primer lugar, de
aquellas características propias de la especie y variedad que tengan relación con la
capacidad de optimización de los procesos de asimilación de carbono y de
evapotranspiración de agua; y en segundo lugar, de las características del ambiente
en el que crece y se desarrolla la planta, morfológicos y, finalmente productivos.
Fernández (2002), sostiene que el Altiplano está sometido a sequedad de aire, efecto
severo de heladas y granizadas, vientos sequias e inundaciones, que son fenómenos
climáticos adversas para la agricultura, especialmente las heladas y granizadas que
causa mayor daño en cultivos de autoconsumo de familias campesinas.
29
3.14.1. Temperatura en el altiplano
Orsag (1989), indica que las temperaturas medias del Altiplano están comprendidas
entre los 7 y 12 ºC. Uno de los problemas más serios que presenta esta región es la
gran amplitud diaria de temperatura, debido a la intensa radiación solar a través de la
cubierta atmosférica muy clara, que origina altas temperaturas en las tardes, que se
pierden en las noches por las bajas presiones atmosféricas y bajas presiones de
vapor de agua, ligada a las frecuentes ausencias de nubes. Por lo tanto las
temperaturas nocturnas descienden, durante casi todo el año, a valores cercanos o
inferiores a cero grados centígrados.
30
3.14.3. Caracterización de las Heladas en La Paz
En el siguiente cuadro se enlistan los municipios con alto riesgo y muy alto riesgo de
ocurrencia de heladas dentro del departamento de La Paz. Se consideran municipios
de muy alto riesgo en base al número de días con helada durante una gestión, la
topografía del lugar y la intensidad de las temperaturas mínimas. Los municipios con
riesgo de helada alto tienen una frecuencia de días con helada de 150 – 185 días
con helada y que en general son comunidades se encuentran entre los 3500 - 3800
msnm. Los municipios con riesgo de helada muy alto tienen una frecuencia de 185 –
265 días con helada se encuentran entre 3800 – 4500 msnm.
Riesgos altos
Provincia Municipio Provincia Municipio
Aroma Sica Sica Camacho Mocomoco
Ayo Ayo Puerto Carabuco
Calamarca Escoma
Franz Tamayo Pelechuco Inquisiví Colquiri
Riesgo Muy Alto
Provincia Municipio Provincia Municipio
Ingavi Viacha Ingavi Jesús de Machaca
Bautista Curva Los Andes Pucarani
Saavedra Laja
Batallas
Camacho Puerto Acosta Omasuyos Achacachi
Humanata Huarina
Santiago de Huata
Gualberto San Pedro de Pacajes Coro Coro
Villarroel Curahuara Caquiaviri
Calacoto
Fuente: CONADARE, 2011
31
4. MATERIALES Y MÉTODOS
4.1. Localización
32
4.2. Descripción del área de Estudio
4.2.1. Fisiografía
4.2.2. Clima
Las variables climáticas entre los periodos 2016 a 2017, fueron la temperatura
promedio anual es 7.9 ºC, las precipitaciones son estacionales e irregulares en
intensidad y periocidad, en los últimos años las precipitaciones se concentran en los
meses de diciembre a marzo, alcanzando el 72 % de toda la precipitación.
Las plantas que predominan en las praderas nativas son las gramíneas y otras
especies de importancia forrajera que desarrollan de manera irregular en altura y
poco volumen de fito masa; en estos campos existen el sobrepastoreo del ganado
bovino, ovinos y camélidos.
33
Cuadro 3. Datos de las condiciones climáticas durante el ciclo del cultivo
Noviembre
Diciembre
Febrero
TOTAL
Marzo
Enero
Mayo
Abril
Parámetros
climáticos
Temperatura Máxima
18,4 21,4 18,9 20,7 20,7 18,1 17,9 21,4
Media (°C)
Temperatura Mínima
3,2 8,1 1,6 0,8 -0,7 -5,1 -8,3 -8,3
Media (°C)
Temperatura Media (°C) 10,8 14,7 10,25 10,75 10 6,5 4,8 14,73
Precipitación Pluvial
8,8 36,4 83 21,91 52,87 51,8 62,4 317,18
(mm/mes)
Humedad relativa media
68,92 65,4 76,37 74,50 77,41 75,59 66,50 86,251
(%)
Velocidad media del
2,90 2,2 1,81 1,18 1,32 1,30 1,56 102,46
viento (m/s)
ETo (mm/mes) 21,33 134,6 104,2 76,92 113,2 80,78 95,58 130,15
ETo (mm/día) 3,56 4,3 3,36 2,75 3,65 2,86 3,08 23,61
Radiación Solar 233,6 255,8 222,9 254,1 228,5 215,2 192,6 85,620
34
La fuente principal del agua de la Estación Experimental Choquenaira es de origen
subterránea y de pequeños manantiales, las precipitaciones pluviales son las
encargadas de la recarga de los acuíferos (Mamani y Céspedes, 2012).
4.2.4. Ganadería
4.2.5. Flora
35
quinua, forrajeras y entre especies silvestres esta la gama de especies nativas, está
mayormente compuesta por especies bajo una comunidad de pastizales nativos y en
otras formaciones arbustivas y arbóreas muy escasas.
4.3. Materiales
A B C
A) Ecotipo amarillo o q’illu ullucu B) Ecotipo jaspeado o q’illu ch’ixch’i C) E. rojo o wila api ullucu
36
4.3.1.1. Q’illu ullucu (ecotipo amarillo)
Presenta hojas ovadas cordadas, ápice redondeado, tallo de color verde, flor amarilla
de pulpa amarilla de forma ovada, redonda, fusiforme apical, el ciclo vegetativo varía
entre 190 a 200 días o mayor, con pocos tubérculos por planta (Callizaya,1998).
Presenta tallos de color verde oscuro a rojizo, hojas ovado cordadas de color verde
oscuro con ápice redondeado las flores en su mayoría son amarillo claro con jaspes
rosados, la piel presenta color amarillo con jaspes distribuidos en todo el tubérculo,
con pulpa amarilla, la forma de los tubérculos son redondas, ovaladas en su mayoría,
con ciclo vegetativo mayor a 200 días (Esquicia, 1992).
Presenta hojas ovado cordada, tallo de color verde oscuro a rojizo con el envés
verde rojizo no muy visible, ápice obtuso, flor amarilla con jaspes rojos en la corola
(mayor floración), la piel del tubérculo es rojo (fucsia) sin coloración segundaría con
pulpa amarilla, la forma del tubérculo son redondo, ovalado con menor presencia
falcados, con ciclo vegetativo varía entre 190 a 258 días (Esquicia, 1992).
► Pala ► Picota
► Lupa ► Vernier
37
► Huincha métrica ► Regadera
4.3.4. Equipos
4.4. Metodología
ientos de riego
Recolección de información en)
sobre la zona de estudio Determinación de la
curva de retención de
ientos de riego en) humedad del suelo)
Identificación de las fuentes hídricas
ego en)
Georreferenciación Preparación del suelo y Instalación de la estación
de la parcela de Establecimiento de los agroclimatológica en la
cultivo en) tratamientos de riego zona de riego en)
Realización de balances
Medición de las variables
hídricos a nivel semanal
de respuesta (Suelo /
Planta)
Sistematización y análisis
de información y
elaboración de una
propuesta de calendario
de riego
Figura 10. Proceso metodológico del trabajo de investigación
39
4.4.1. Selección del tubérculo
40
siembra), el pequeño de 2 a 3, los de tamaño muy pequeños poseen menor a dos
yemas”, lo cual se observó en el momento de la siembra.
41
4.4.5. Factores de estudio
4.4.6. Tratamientos
42
4.4.7. Dimensiones del área experimental
21 m
Figura 12. Croquis del experimento
43
4.4.9. Análisis Estadístico
44
Figura 13. Medidas y disposición de cilindros infiltrometros
𝐼 = 𝑎𝑡𝑏*( ) (7)
Donde:
45
Donde:
Donde:
46
4.5.3. Determinación de la textura y densidad aparente
47
para luego proceder al mullido, desterronado, posterior nivelado la preparación se vio
que el terreno presentaba una inclinación 5 %.
A B
Figura16. A muestreo de suelo B. cuarteo de suelo para toma de muestras
48
4.5.7. Siembra y abonamiento
49
Figura 18. Estaqueado y delimitación de la parcela experimental
Los datos climáticos fueron registrados automáticamente cada 30 minutos, por medio
de la Consola que almacena de datos climáticos, (consola inalámbrica) está a 15 m
aproximadamente de la parcela experimental.
La descarga de los datos climáticos registrados por la consola se realizó cada cinco
días a horas 14:30 de la tarde ya que la frecuencia de riego es de cinco días.
Pro2 Plus.
50
4.5.10. Calculo de las láminas de riego
R = ETo – Pe (10)
Dónde:
Al inicio del experimento el volumen de agua aplicado al cultivo fue similar en los tres
tratamientos hasta el brote uniforme de las primeras hojas, posteriormente, se
procedió a la reposición de las láminas de riego calculadas para cada tratamiento, las
mismas que estaban en base a la evapotranspiración de referencia (ETo), calculada
con el método de Penman-Monteith directamente por la estación agrometeorológica
automática (Vantage Pro). El Tratamiento 1 (L1) 100 %, Tratamiento 2 (L2) 75 %, y
Tratamiento 3 (L3) 50 % de la ETo, menos la precipitación efectiva (Pe). El valor de
Pe, fue estimado en base al 90 % de la precipitación diaria registrada por la estación
meteorológica debido a que el suelo fue removido completamente.
51
Figura 20. Aplicación de las Láminas de riego en la parcela experimental
T1
T2
T3
52
et al. 2006). Bajo casi todas las circunstancias, incluyendo los casos en que falten
datos climáticos.
( (11)
Dónde:
El contenido de agua del suelo se midió con sensores FDR, modelo “EnviroScan”
(Sentek Pty Ltd, Australia). Como ya se comentó en el apartado 3.15, son sensores
de medida indirecta, pues en realidad miden la constante dieléctrica aparente del
suelo (Ka) a través del tiempo que tarda en cargarse un condensador interno que
53
utiliza el suelo como dieléctrico. Es por ello que a este tipo de sensores se los
denomina de capacitancia.
C = Ka*A*S‐1 (12)
Como A y S son constante, el tiempo que tarda en cargarse el condensador es una función
lineal de la constante dieléctrica del suelo (Ka).
et/RC (13)
54
Donde:
V: voltaje de carga del condensador
Vi: voltaje inicial
Vf: voltaje aplicado
t: tiempo de carga
R: resistencia
C: capacitancia del condensador
Las sondas FDR funcionan a frecuencias de 10 a 100 MHz, lo que posibilita que
sean medidas rápidas. Su mayor desventaja es la sensibilidad a salinidad y
temperatura, pero las EnviroScan cuentan con ecuaciones de calibración internas
que minimizan sus influencias. El radio de influencia del campo eléctrico generado
entre las dos placas de un sensor es de 10 cm., vertical y horizontalmente,
concentrándose intensamente en los primeros 5 cm (Mounzer et al., 2010).
La medición de humedad del suelo se hizo con el equipo F.D.R. como se muestra en
la figura 23 primeramente se instalaron los tubos de acceso en cada tratamiento,
estos tubos son de plástico con una longitud de 0,60 m y para la instalación de los
mismos se utilizó un barreno. La frecuencia de lectura se realizó dos veces por
55
semana introduciendo la sonda del F.D.R. dentro de los tubos de acceso y
registrando el valor que mostraba en la consola.
Figura 24. A Tubo del PVC del sensor de humedad Diviner 2000
B Medición de la humedad del suelo con el sensor
56
Las lecturas se hicieron con lupa a simple observación en el momento que se
observa una gota de agua en la sección del pecíolo cortado que quedó fuera de la
cámara, se registra la presión alcanzada en el manómetro y esta se considera el
equivalente al potencial del agua de la planta. Después se libera la presión de la
cámara y se toma otra medición de la misma manera se trabajó con rapidez para
prevenir que el material pierda excesiva cantidad de agua por transpiración y esto
afecte el potencial de agua.
Las mediciones se hicieron una vez por semana y dos veces por día de medición, la
primera medición se realizó entre las 5:30 a 6:30 de la mañana y la segunda
medición entre las 12:00 a 13:00 del mediodía.
Figura 25. Medicion del potencial hídrico foliar con la Cámara de presión
Scholander.
a) Aporque y deshierbe
Se realizaron tres aporques manualmente a los 105 días después de la siembra con
la ayuda de una chuntilla, el segundo en el mes de abril y en la última semana del
mes de junio por inclemencias del tiempo (hubo granizo, precipitación fuerte en
menor tiempo y momentáneo), por estas causas se implementó un tercer aporque
57
más el respectivo deshierbe aislando las hierbas diferentes al cultivo para evitar la
competencia por nutrientes.
b) Control fitosanitario
Durante el ciclo del cultivo se constató la presencia del pulgón negro (Aphis fabae)
en el ápice de la planta en algunas unidades experimentales y en la fase de
formación del botón floral, para lo cual se realizó fumigaciones foliares preventivas
con el macerado de tarwi (semillas), a una dosis de 50 g/mochila de 20 L, (5 g. del
macerado para 2 L de agua). Por la ausencia de periodos de lluvias (sequía), en la
fase de emergencia, el cultivo fue atacado por la perdiz (p’isaqa), escarba diferentes
lugares del surco y deja al descubierto las raíces y formación estolones
58
Como datos de referencia a nivel regional según Le Tacon et al, 1992, en promedio
en el Municipio de Viacha se tiene que las probabilidades de tener 90 días libres de
heladas es del 82 %, lo que significa que el resto de días (275) se tendrán heladas.
Se midió cada semana con una “Cámara de presión tipo Scholander”, el cual
consistió en colocar hojas del papalisa en una cámara herméticamente cerrada y
aplicando presión a través de un tanque con Nitrógeno llegando un momento en el
que la hoja comienza a liberar agua a través del pecíolo. En este momento se
considera un equilibrio entre la cámara y la tensión de agua en la hoja.
4.6.3.1. Emergencia
La medición de datos del porcentaje de emergencia se realizó cuando más del 50%
de las plántulas emergieron a la superficie. Lo cual se registró a los 78-85 días
después de la siembra (DDS). Para determinar el porcentaje de emergencia se
realizó el recuento de plantas emergidas de cada unidad experimental (según
59
tratamientos), en relación al total de tubérculos sembrados en cada unidad
experimental, para luego transformarlos en porcentajes.
60
Figura 27. Medición variables fenológicas (altura de la planta)
61
4.6.5. Variable comportamiento productivo de la papalisa
Figura 29. Número de tubérculos por planta y clasificación por tamaño del ecotipo
amarillo.
62
Figura 30. Peso de tubérculo por planta de los tres ecotipos (Jaspeado, Rojo y
Amarillo)
Una vez observadas las plantas que fueron afectadas por la helada se hizo la
evaluación de la incidencia. Se contaron el número de plantas afectadas por helada y
el número total de planta por cada unidad experimental.
También se evaluó el porcentaje de área de hoja que fue dañada. Para tal caso se
tomó muestras al azar de 4 hojas por planta de las cinco muestras que se tenía en
cada unidad experimental. Posteriormente se determinó el área de la hoja total y el
área que fue afectada o dañada con la ayuda de papel milimetrado.
63
5. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
64
La temperatura media promedio del municipio varía de 4.8 °C a 10.8 °C, los
requerimientos del cultivo de papalisa oscila entre 8 °C a 14 °C, lo que significa que
se está por debajo de los requerimientos del cultivo, no obstante, se identificó que los
ecotipos seleccionados se adaptan a las condiciones climáticas del área de estudio
ya que se desarrolló el cultivo sin novedad hasta la fase fenológica de floración.
Por otro lado, la temperatura mínima extremas en los meses junio a julio es de -12.65
°C, periodo en los cuales se registran heladas las cuales no son favorables para el
desarrollo de los cultivos agrícolas, siendo los meses de noviembre a marzo el
periodo donde se registran temperaturas mínimas adecuadas para el desarrollo del
cultivo de papalisa. Con respecto a la temperatura máxima absoluta no se observa
grandes fluctuaciones en relación a los meses del año ya que esta varía alrededor de
18.6 °C a 20.8 °C, no incidiendo en el cultivo de manera negativa.
65
En la comunidad estudiada se puede identificar en la figura 32, el registro promedio
de heladas de los últimos 20 años, donde se percibe a la helada como el fenómeno
climático de mayor peligro registrando valores entre 64 – 91 % como
extremadamente peligroso, donde identificamos que los meses de mayo a
septiembre se registran mayor incidencia de heladas de 21 a 30 días al mes, siendo
los meses de junio y julio de 30 días con heladas , los meses de noviembre a marzo
tienen una menor incidencia de 0 a 5 días con heladas al mes, meses donde se
pueden desarrollar agricultura.
Entre los factores para que la helada sea considerada el fenómeno climático más
peligroso se encuentra la topografía de la zona de estudio, ya que es una planicie y
la ocurrencia de una helada afecta a grandes superficies.
Por otro lado, se ha registrado los máximos días con helada de 12 a 31 días de los
meses de abril a octubre, estos meses no son aptos para la producción agrícola por
tener mayor incidencia al mes, sin embargo, los medes de noviembre a marzo se
cuenta con una incidencia de noviembre a marzo la incidencia baja de 2 a 17 días
con helada, siendo estos los meses donde se pueden desarrollar las actividades
agrícolas.
66
5.1.1. Comportamiento de la Precipitación
67
observa que la precipitación pluvial se concentró entre los mes de enero y abril, esta
situación se atribuye a las características climáticas propias del lugar.
Figura 34. Datos de precipitación y ETo durante todo el desarrollo del cultivo
En la figura 34, se observa que el Eto del 25 al 30 de noviembre fue de 21,33 mm, en
el mes de abril fue de 80,78 mm, en el mes de febrero fueron inferiores los aportes
de la PP, con 6.2 mm, y que solo en enero hubo una PP de 83 mm cercano a la ETo
con un valor de 104.26 mm/mes lo cual favoreció al cultivo, pues este atravesaba la
fase de desarrollo que es una fase crítica de requerimiento hídrico.
68
Figura 35. Comportamiento de las temperaturas máximas y mínimas (ºC) registradas
en la gestión agrícola 2016 – 2017 en la comunidad de Choquenaira.
69
días) y no tuvo el tiempo necesario para la asimilación del abonamiento y riego
incorporado al suelo.
70
y junio alcanzando datos de hasta -8,3 ˚C bajo cero, estas bajas temperaturas que
se presentaron en las etapa de desarrollo del cultivo así mismo en la fase de inicio de
tuberización lo cual llego a afectar el desarrollo al cultivo causando la muerte foliar
en el mes de mayo.
71
Figura 38. Comportamiento de la velocidad del viento en m/s, registradas en la
gestión 2016 a 2017, en La Estación Experimental de Choquenaira.
Como se puede ver en la gráfica 38 los vientos predominantes en la zona tienen una
dirección de Nor- Este siendo secos y que corren a una velocidad media de 1.76 m/s.
La máxima velocidad del viento ocurrió en el mes de noviembre con 2.90 m/s,
mientras que la mínima se dio en el mes de abril con 1.30 m/s.
72
Cuadro 7. Análisis físico del suelo en la parcela experimental de la Estación
Experimental de Choquenaira gestión 2017.
Prof. (cm) 30
Arena (%) 22
Limo (%) 36
Arcilla (%) 42
Grava (%) 0,0
Clase textural Y
Dap (g/ml) 1,3
La clase textural del área experimental corresponde a una textura Franco arcilloso, al
respecto Villarroel (1998), los suelos formados por esta clase de textura, presentan
alta capacidad de retención de humedad. Por la presencia de altos contenidos de
arcilla y limo fino, suelos que presentan características poco deseables. Para
mantener alta productividad, requieren un manejo adecuado del suelo. En este tipo
de textura, no se recomienda usar implementos de labranza de discos, aparte de
destruir la estructura del suelo provoca dos efectos negativos al mismo tiempo:
- Formación acelerada de capas compactadas, por debajo del piso del arado los
mismos por acumulo del agua de la lluvia son trasladados a la parte baja del piso del
arado causando pobre aireación del suelo (tapado de poros), que en poco tiempo
compacta y permeabiliza el subsuelo. Estos dos procesos físicos, afectan al
desarrollo normal del cultivo.
73
5.2.2. Propiedades químicas del suelo
El cuadro 8, muestra los resultados del análisis químico del suelo, se observa que la
capa arable de la parcela experimental presento pH ligeramente alcalino de 6.54.
Según Orsag (2010), los suelos más fértiles presentan reacciones cercanas al valor
neutro (pH 5,5 – 7,5).
Presenta una conductividad eléctrica baja de 0,252 dS/m, valor que indica que no
existen problemas de sales que puedan causar daño al cultivo. Según Orsag (2010),
la CE por encima de 4 dS/m perjudica el crecimiento de las plantas, por tal motivo
suelos con una CE < 4dS/m presentan una mejor fertilidad natural, entonces
podemos decir que los suelos de la huerta de la vid son aptos para la
implementación de cultivos sin restricciones. Con buena capacidad de intercambio
catiónico de 15.47 meq/100 gr de suelo debido a la clase textural limoso arcilloso
porque la arcilla tiene mayor retención e intercambio de cationes, también mayor
retención de agua. El comportamiento del Porcentaje de Saturación de Bases donde
se muestra valor cercano al 100 %, con un valor de 99.43 %, correspondiendo a un
disponibilidad de nutrientes muy alto, lo que indica que un alto porcentaje de la CIC
74
está saturado con bases (Ca, Mg, K y Na) y no así con elementos de acidez (H, Al,
Fe y Mn) pues su valor es mayor al 50% (Orsag, 2010).
Ap: (0 - 0,40 m)
Bt: (0,40 - 1 m)
75
En la figura 39, se observan dos horizontes claramente diferenciados, los cuales se
describen a continuación:
Ap: (0 – 40 cm)
76
Parámetros Resultados Unidades
Carbonatos 38,25 mg/L
Bicarbonatos 0,00 mg/L
Sulfatos 51,45 mg/L
Solidos suspendidos 6,00 mg/L
Solidos totales 70,36 mg/L
Solidos disueltos 62,55 mg/L
Boro 0,70 mg/L
Esta lenta infiltración, puede atribuirse a que en el perfil del suelo, se encontraron
horizontes con una consistencia de plástica a muy plástica (horizontes Ap y Bt) y
77
también, puede atribuirse a la naturaleza y tamaño de los poros debido al alto
contenido de arcilla en las capas más profundas del terreno. Un bajo valor de
infiltración básica induce al aumento de la frecuencia de riego con láminas de agua
menor, para evitar escorrentía, esto es muy importante sobre todo para la viña que
requiere humedad en las capas superficiales del suelo.
78
En la Figura 40, se puede observar que la velocidad de infiltración es alta en los
inicios de la aplicación de agua para, posteriormente, disminuir y hacerse casi
constante hacia los 25 minutos, a partir de este tiempo, la infiltración comienza a ser
lenta. Por otra parte, la 45 altura de agua que se ha infiltrado desde el comienzo de
la aplicación (Infiltración acumulada), siempre aumentará variando solamente la
pendiente. De este modo, sabemos que si el agua está, por ejemplo, 25 minutos
mojando el suelo, se habrán infiltrado 6,8 cm, que equivalen a 6,8 l m-2 o a 68 m3 ha-
1
. A 120 minutos de riego, se llega a aplicar 14,4 cm o 14,4 l m-2. La correlación entre
la información recolectada en campo es de 1, lo que indica que existe una alta
correlación entre variables de lámina infiltrada y tiempo que toma esta para infiltrarse
al suelo. De la misma manera, se aprecia los límites de valides de la ecuación de
Kostiakov, mas no representa el verdadero fenómeno de la capacidad de infiltración
en ambos extremos de los tiempos, pero sí los representa en los tramos medios, lo
que significa que a medida que el suelo se va saturando, y la velocidad de infiltración
se acerca al valor de conductividad hidráulica del suelo saturado K, próximo a la VIB,
los valores dejan de representar el fenómeno de la infiltración. Es por ello que
Kostiakov, aconsejó usar su ecuación en rangos de velocidad de infiltración
instantánea “Li” superiores a "k". Los valores de humedad en base a masa y en base
a volumen en función de la tensión de la humedad del suelo.
79
Cuadro 10. Aporte total de agua aplicada mediante el riego y la precipitación efectiva
en los diferentes tratamientos de investigación
Nro. de R(100%) + R(75%) + R(50%) +
riegos Pe L1 100% L2 75% L3 50%
Pe Pe Pe
1 1,12 8,00 9,12 8,00 9,12 8,00 9,12
2 2,10 10,15 12,25 7,61 9,71 5,08 7,18
3 9,58 13,31 22,89 9,98 19,56 6,66 16,23
4 1,82 58,82 60,64 44,12 45,94 29,41 31,23
5 75,53
2,10 97,91 100,01 73,43 48,95 51,05
6
0,42 92,97 93,39 69,73 70,15 46,48 46,90
7
19,43 4,54 23,96 3,40 22,83 2,27 21,69
8
9 1,12 93,01 94,13 69,76 70,88 46,51 47,63
10 0,84 36,11 36,95 27,08 27,92 18,05 18,89
11 0,42 3,18 3,60 2,38 2,80 1,59 2,01
12 0,70 109,93 110,63 82,44 83,14 54,96 55,66
13 0,98 45,80 46,78 34,35 35,33 22,90 23,88
14 0,14 55,88 56,02 41,91 42,05 27,94 28,08
0,00 113,82 113,82 85,36 85,36 56,91 56,91
TOTAL 591,20
74.28 735,41 775,05 551,55 367,70 441,98
(L/m2)
TOTAL 5.911,96
7.354,07 7.750,48 5.515,55 3.677,03 4.419,80
(m3/ha)
Agua aplicada 76
respecto al T1 100 57
(%)
Disminución de agua 24
43
aplicada respecto al T1 (%)
Fuente: Elaboración propia
80
Figura 42. Volumen total de agua aplicada (Riego +Precipitación efectiva)
81
Figura 43. Volumen total de agua aplicada (Requerimiento de Riego)
La aplicación de riego al cultivo fue con una frecuencia de riego cada 5 días, de
acuerdo a sus necesidades hídricas, donde se tuvo programado 24 riegos y que por
consecuencia de las precipitaciones excesivas, que superaron a la ETo, en 10
oportunidades, se disminuyeron a 14 aplicaciones.
82
L2 L3
De acuerdo con el cuadro 11 y con la figura 44, el volumen total de agua aplicada
(R+Pe), para el tratamiento T1 (100% de lámina de riego calculada), fue de 7.750,48
m³/ha, el T2 (75 % de lámina de riego), alcanzó un valor de 5.911.96 m³/ha, y del T3
(50 % de lámina de riego) fue de 4.419,80 m³/ha. El volumen de aporte de agua por
la Pe, fue por igual para los tres tratamientos con un valor de 74.28 m³/ha.
83
riegos el contenido de humedad se encontró en el intervalo de CC a PMP, en la cuarta
evaluación se hicieron presentes las PP, de modo que antes de aplicar riego, el
contenido de humedad se encontró dentro del intervalo de humedad aprovechable, pero
no lo suficiente para cubrir el requerimiento de la ETo, y por consiguiente se aplicó riego,
incrementando el contenido de humedad.
30,00
25,00
20,00
15,00
31/12/16
30/01/17
04/02/17
01/03/17
06/03/17
31/03/17
05/04/17
05/01/17
10/01/17
15/01/17
20/01/17
25/01/17
09/02/17
14/02/17
19/02/17
24/02/17
11/03/17
16/03/17
21/03/17
26/03/17
10/04/17
15/04/17
20/04/17
Figura 45. Contenido de agua en el suelo (Humedad volumétrica), para el
tratamiento 1, evaluadas antes de riego y después de riego.
84
21.8 %, en la décimo segunda hasta la décimo cuarta evaluación las PP fueron
suficientes por lo que se procedió a no aplicar riego, la evaluación antes de riego se
encontraron en el intervalo de CC a PMP, en cambio para la evaluación después de
riego se incrementaron manteniéndose en el rango permitido a CC, en el registro de
la vigésima evaluación de la humedad considerando el intervalo de frecuencia de
riego, obtuvimos los siguientes datos el pre riego fue de 25% y post riego de 31%,
se prosiguió la vigésima cuarta evaluación antes del riego el contenido de
humedad alcanzó un valor de 21.1 % donde las PP y el riego aumentaron su
contenido de humedad a 30 %, resultó en los rangos de para nuestro cultivo y por
entrar a la etapa de la tuberización, con una precipitación pluvial de 62,4 mm.
85
En la segunda fase se realizaron dos evaluaciones, la tasación de humedad del
suelo antes de aplicar el cuarto riego alcanzó un valor de 18 % posterior al riego,
aumentó a 21 %. La aplicación del sexto riego fue necesaria debido a las PP no
fueron constantes, sin embargo se evaluó el contenido de humedad que se mantuvo
en el intervalo permitido CC.
Las condiciones de humedad del suelo antes de aplicar riego para la tercera fase la
décimo primera evaluación fue incrementando hasta la décimo octava evaluación
llegando a obtener una humedad de suelo de 34.98% por encima del rango de PMP
esto debió a la PP ocurrida en el mes de marzo la aplicación del riego no fue
necesaria, la humedad del suelo se mantuvo en ese rango gracias, la humedad del
suelo menguó en la vigésima evaluación, debido a las insuficientes PP por lo que se
procedió al riego, sin embargo se obtuvo un valor de 25.3 % de humedad volumétrica
antes del riego, y 34.7 % en post riego, para las evaluaciones posteriores el
contenido de humedad, se encontró en el intervalo de la humedad aprovechable para
pre y post riego, el comportamiento de la humedad del suelo antes de aplicar riego
manifestaron la permanencia en el intervalo de CC a PMP obteniendo valores de
humedades que requiere el cultivo de papalisa.
86
El comportamiento de la humedad en el suelo en toda la fase de desarrollo del
cultivo para el T3, (Figura 47) antes y después de realizado el riego en las nueve
primeras evaluaciones la humedad se encontraba en el intervalo de CC a PMP, para
la décima primera evaluación antes del riego la humedad decreció por debajo del
PMP, en la décimo segunda evaluación no fue necesario el riego, sin embargo la pre
evaluación señaló que la humedad se encontraba disponible para la formación de los
estolones , en cambio en la post evaluación la humedad aumentó debido a algunas
PP.
Según Pardavé (2004), las condiciones de humedad deben ser adecuadas para el
suelo, para obtener un mayor porcentaje de emergencia y un normal desarrollo de la
planta. La humedad excesiva, sin embargo reduce la aireación y en consecuencia
afecta al crecimiento de las raíces, estolones y los tubérculos, de ahí la importancia
de la humedad del suelo durante el ciclo del cultivo. En el caso de la comunidad
existió un déficit de humedad en ambas parcelas, lo que reflejó una importante
influencia de las heladas en el cultivo.
87
Al respecto Coca (2012), menciona que la humedad del suelo debe ser suficiente
para el cultivo; aunque resiste la aridez, en los terrenos secos las ramificaciones del
rizoma se alargan demasiado, el número de tubérculos aumenta, pero su tamaño se
reduce considerablemente. Además antes de la tuberización un ligero déficit hídrico
favorece el desarrollo de las raíces.
Para el análisis se presenta los datos obtenidos del potencial hídrico del xilema ya
que nos ayuda a conocer el contenido hídrico general de toda la planta. En MPa para
las Lamina 1 de riego 100% ETc, Lamina 2 de riego 75% ETc y Lamina 3 de riego
50% Etc. Con una relación con humedad volumétrica.
88
Los datos presentados corresponden a la medición en campo cerca de las 6:30 de la
mañana, donde se tiene un rango de mediciones de -0.1 a -0.2 MPa para los tres
tratamientos. Asimismo también se puede observar que cuando la humedad del
suelo es baja (entre 12 a 15%) el potencial registrado es de -0.15 MPa y menores a
este valor sugiriendo que el cultivo retiene agua en sus tejidos con mayor fuerza que
cuando existe mayor humedad en el suelo. Mayores valores de humedad producen
menores valores de potencial pues el cultivo no requiere retener con demasiada
fuerza el agua en sus tejidos
Con el fin de explorar la evolución del potencial hídrico foliar durante un día en los
tratamientos T2, T5 y T8 se observó la evolución del potencial. Como se observa
que los tres tratamientos obtuvieron comportamientos diferentes en sus valores de
89
potencial. En todos los casos el potencial del amanecer no fue alto alcanzando un
valor en el T2 de- 0.1 MPa a los 156 días, en el mismo T2 se observó un valor de -
0.63 siendo este el valor más, siendo así que los tratamiento T5 y T8 tuvieron valor
casi iguales como se observa en la figura 48, también se pudo observar que a
medida que va aumentando la temperatura gradualmente el potencial también va
incrementando, llegando a un punto de máximo estrés hídrico alrededor de las 13:30
de – 1.0 y 0.9 MPa para los mismos, posteriormente a medida que va reduciéndose
la temperatura, el potencial va disminuyendo nuevamente.
90
tendencia del movimiento de agua, características de capacitancia de los tejidos y el
balance entre el movimiento del agua dentro y fuera de la planta. Los factores como
temperatura, presencia de solutos, etc. determinan el potencial hídrico, por lo que
estos parámetros están interrelacionados y por lo general varían simultáneamente.
Esto significa que si el contenido de agua de una hoja disminuye debido a una alta
tasa de transpiración el potencial hídrico disminuye también, lo cual provoca un
incremento en la tendencia del flujo de agua a la hoja si es que existe agua en el
suelo, caso contrario la planta inicia su estado de estrés (Larqué, 1990).
El potencial hídrico foliar de la plantas llega a valores muy elevados, cosa que
demuestra que continúa extrayendo agua del suelo, hasta agotar las reservas más
profundas, lo cual es realizado por su gran fuerza radicular. El contenido relativo de
agua no disminuye ni siquiera bajo fuerte estrés hídrico, cosa que demuestra que la
planta no utiliza el agua de sus tejidos, cuando requiere humedad (García, 1991).
CC
PMP
Figura 51. Variación de la humedad del suelo mediante el método volumétrico para
el T1, T2 yT3
Según la figura 51, se observa las láminas (L1 100 %, L2 75% y L3 50%) de riego
aplicadas en el ecotipo E1 (jaspeado) durante el desarrollo del cultivo presenta un
comportamiento similar en la humedad de suelo, la diferencia se debe a la cantidad
91
de requerimiento hídrico que se le dio a los diferentes tratamientos, se puede
evidenciar que los últimos riegos la lámina 100% es superior a las otras láminas, sin
embargo las tres laminas se mantuvieron en una humedad adecuada
Figura 52. Variación de la humedad del suelo mediante el método volumétrico para
el T4, T5 y T6.
CC
PMP
Figura 53. Variación de la humedad del suelo mediante el método volumétrico para
el T7, T8 yT9.
Como se puede observar en la figura 53 la humedad del suelo varía bastante para
cada tratamiento, teniendo que todos los tratamientos poseen porcentajes elevados
de humedad, llegando algunos tratamientos alcanzando valores por encima de la
PMP y cubriendo el requerimiento hídrico del cultivo, en la evaluación el E3
(amarillo), obtuvo mayor aprovechamiento de la humedad suelo que se dio por las
PP y las diferentes laminas aplicadas, obteniendo un crecimiento diferenciado y un
mejor desarrollo.
También podemos mencionar que las variaciones de las tres figuras son debido al
riego deficitario aplicado más las precipitaciones ocurridas en la gestión. En las tres
92
figuras las humedades antes y después del riego se encuentran entre capacidad de
campo y punto de marchites permanente.
Presenta que no existen diferencias entre los niveles de riego aplicado para esta
variable. Ya que no se aplicó los niveles de riego 79 días después de la siembra
(dds).
Según la gráfica 54, los valores de los promedios del porcentaje de emergencia a los
79 días después de la siembra, en los tres ecotipos de papalisa, donde
numéricamente son diferentes muy distantes entre un valor a otro, los tratamientos
que tuvieron mayor porcentaje de emergencia fueron Ecotipo Amarillo (E3) con el
100 % de emergencia, seguido de los Ecotipo Jaspeado (E1), con 82.1% de
emergencia y Ecotipo Rojo (E2) con promedios entre 53.6 % de emergencia
respectivamente.
Al respecto Castillo y Tapia (1998), indica que la emergencia se presenta entre los 36
y 56 días después de la siembra y está en función de la precipitación, humedad,
93
temperatura, tamaño, madurez fisiológica del tubérculo semilla. Los días a la
emergencia tal vez se hubiese acercado al valor que presenta el investigador, lo cual
no fue posible por la ausencia de lluvias en esta fase fenológica de mayor
requerimiento de humedad, en el ensayo se prolongaron hasta los 79 días después
de la siembra (febrero y marzo de la primera semana) lo cual influyó en la
prolongación de la fase de emergencia.
Las condiciones del tubérculo - semilla están determinadas por el estado fisiológico
de los tubérculos, su tamaño y sus condiciones físicas. Las condiciones del suelo
están determinadas por su estructura, humedad y temperatura, como indica
Cortbaoui (1988).
F.V. SC GL CM Fc Pr>F
Bloque 20,53 2 10,26 1,05 0,3742 NS
Factor A (Ecotipo) 608,32 2 304,16 30,99 0,0001**
Error A 67,14 4 16,79
Factor B (Lamina) 39,03 2 19,51 2,61 0,115 NS
Ecotipo*lamina 25,98 4 229,19 0,66 0,6275 NS
Error 157.02 12 9,81
Total 850 26
C.V. 6.1%
94
Realizado el ANVA sobre la altura de plantas, este no presenta una diferencia
significativa entre bloques a las condiciones de humedad en la parcela, así también
existen diferencias altamente significativas (**) para el factor A= Ecotipos (E1:
Jaspeado, E2: Rojo y E3: Amarillo). Por otro lado no existen diferencias significativas
para el factor B= Laminas (L1-100%, L2-75% y L3-50% aplicación de láminas de riego),
en la interacción de los dos factores (ecotipos de papalisa * láminas de riego), el
análisis de varianza, indica que no hay diferencias significativas (ns), entonces la acción
conjunta factor A y factor B (variedades de papa * láminas de riego), no muestra
diferencias en la altura de planta, por tanto son efectos independientes.
En el cuadro 13, podemos ver según la prueba de Duncan, que el mejor promedio de
altura alcanzado fue del E3 (ecotipo amarillo) con 23.8 cm, así mismo se observó
que el E1 (ecotipo jaspeado) con un promedio de 15.49 cm es muy similar
estadísticamente al promedio resultante del E2 (ecotipo rojo), obteniendo una altura
promedio 12.6 cm siendo el promedio más bajo, esto se atribuye a que el ecotipo
utilizado tuvo influencia estadísticamente significativo al 5 % de probabilidad, en la
altura de la planta, con un CV del 6,1 %.
95
Figura 55. Alturas obtenidas en promedio, por cada ecotipo
(Cultivo de papalisa)
En la figura 55, se observa los datos promedios de altura de planta, donde el ecotipo
amarillo (E3) presenta el mayor promedio en altura con 23.8 cm con la aplicación de
lámina 2 (L75%), así mismo se detalla que el ecotipo jaspeado (E1) obtuvo un
promedio de altura de planta de 15,49 cm con la lámina (L50 %), y con menor
altura de plantas con un dato promedio el ecotipo rojo (E3) con 12,6 cm y una lámina
aplicada 1 (L100 %), los datos obtenidos en la investigación probablemente se debió
a que esta semilla (rojo y jaspeado) utilizada para la siembra es de procedencia de
climas más cálidos así también que la dormancia consta de un periodo más largo,
retardando el crecimiento en las hojas y en las fases fenológicas y también a la
ausencia de lluvias (octubre, noviembre y diciembre) en la fases iníciales de mayor
requerimiento de humedad. Así también se vio afectado por la presencia de bajas
temperatura (heladas) en los meses de Marzo y Abril lo cual afecto a esta variable.
96
Al respecto Cárdenas (1989), menciona que la altura de los tallos de papalisa es de
30 a 60 cm de alto y en condiciones de altiplano de Bolivia no se han encontrado
tallos mayores a 30 cm de altura. Las diferencias de altura de plantas de papalisa
entre el trabajo investigativo del año 1989 por Cárdenas y el actual trabajo se realizó
en condiciones diferentes probablemente se deba a los cambios climáticos adversos
y también a periodos prolongados de ausencia de lluvias y a la vez se cultivó en
suelos del anterior cosecha de papa, también por la respuesta de la planta a
sobrevivir y dejar descendencia a pesar de la influencias no favorables del clima.
F.V. SC GL CM Fc Pr>F
Bloque 18,36 2 9,18 2,28 0,135 NS
Factor A (Ecotipo) 6,26 2 3,13 0,78 0,477 NS
Error A 55,81 4 13,95 0,34 0,714 NS
Factor B (Lamina) 2,77 2 1,38 0,34 0,714 NS
Ecotipo*lamina 0,7 4 0,18 0,04 0,996 NS
Error B 64,57 12 4,04
Total 92,66 26
C.V. 8,5
97
Figura 56. Longitud de hoja de los tres ecotipos de papalisa
En la figura 56, se presentó los datos promedios de longitud de hoja de planta, donde
la mayor longitud fue a los 160 días presenta el E3 L2 (ecotipo amarillo* lámina 75
% ETc), con 10,51 cm, seguido del E2 L3 (ecotipo jaspeado*lámina 50%), con una
dato promedio de 9,86 cm, la menor altura de plantas es del E1 L1 (ecotipo
jaspeado* lámina 100% ETc) con 9.81 cm, siendo la de menor longitud de hoja en
promedio, los datos obtenidos en la investigación sobre longitud de hoja en papalisa
probablemente se debió al daño causado en el área foliar ocasionado por la
presencia de heladas en los meses de marzo, abril y mayo, estas bajas
temperaturas se manifestaron en el daño del follaje, limitando la actividad
fotosintética de la planta, y la absorción de nutrientes en las diferentes fases
fenológicas afectando al completo desarrollo de las hojas.
Solórzano et al. (1993) señalan que cuando la humedad del suelo es adecuada, los
requerimientos del cultivo son abastecidos a plenitud, la velocidad de absorción de
agua por las raíces es superior a la velocidad de transpiración, adelantándose el
desarrollo de los tallos y hojas en crecimiento. Se incrementa la fotosíntesis o
producción de materia seca.
98
5.8.3. Variable del comportamiento productivo del cultivo de la papalisa
F.V. SC GL CM Fc Pr>F(0.05)
Bloque 643,19 2 321,59 3,04 0,1572 NS
Factor A (Ecotipo) 2864,52 2 1432,26 13,56 0,0165 *
Error A 422,59 4 105,65
Factor B (Lamina) 213,41 2 106,7 6 0,0157 *
A*B 54,37 4 13,59 0,76 0,5687 NS
Error B 213,56 12 17,8
Total 4411,63 26
C.V.13, 57
A 88,78 9 Amarillo
B 73,33 9 Jaspeado
B 63,78 9 rojo
99
Figura 57. Datos promedios de números de tubérculos por planta en los tres
ecotipos de papalisa
Otra cualidad que resalta la planta de papalisa ante daños ocasionados al área foliar
y formación de tubérculos es la presencia de mucílago que está presente en todo los
órganos de la planta es un medio de protección y de adaptación ante fenómenos
climáticos adversos como en el caso del altiplano a mayores alturas a nivel del mar,
100
la otra posibilidad se atribuye al aporque oportuno realizado en tres oportunidades
(inicio de la formación de tubérculos, inicio de la formación de botones florales y en la
fase de mayor cobertura foliar), favoreciendo a la formación de tubérculos por planta.
A 77,56 9 75%
A 71,33 9 50%
B 67,51 9 100%
101
promedios se atribuyen a las buenas condiciones edáficas producidas por el riego a
una lámina L2, que de acuerdo con Yuan et al. (2003) indican, que el incremento de
riego aumenta el número y peso medio de los tubérculos. Esto genero un desarrollo
mayor en la altura y cobertura foliar que consiguientemente produjeron una mejor
fotosíntesis o producción de materia seca, que derivo en la formación de mayor
número de estolones y estos para formar los tubérculos.
Según el cuadro 18, los resultados del análisis de varianza para el peso de
tubérculos por planta a diferentes láminas y ecotipos, presentan significancia
estadística al 5 % para factor A y para la interacción ecotipo por láminas y no así
para las otras variables en estudio. El coeficiente de variación fue de 5.6 % lo cual
indica la confiabilidad en los datos.
F.V. SC GL CM Fc Pr>F(0.05)
Bloque 145452,74 2 72722,37 4,28 0,1013 NS
Factor A (Ecotipo) 62082,26 2 31041,59 18,28 0,0097 *
Error A 6791,26 4 1697,31
Factor B (Lamina) 1830,52 2 915,26 3,19 0,0776 NS
A*B 18542,15 4 4635,04 16,14 0,0001 **
Error B 3445,33 12 2871,44
Total 1072371,19 26
C.V. 5.6
102
Cuadro 19. Prueba de Duncan para diferentes aplicaciones de láminas en el peso de
tubérculos por planta
Figura 59. Datos promedios de peso por planta en los tres ecotipos de papalisa
Según el cuadro 19 y la gráfica 59 se observa que los valores promedios del peso
de tubérculos clasificados por planta significativos en los niveles del Factor A
(Ecotipos), donde el E3 (ecotipo amarillo) presenta mayor promedio en peso de
tubérculos por planta con 0,604 Kg, y los de menor peso son E1 y E2 (ecotipo
jaspeado y ecotipo rojo) con un peso de 0,293 kg y 0,238 kg, presentando tubérculos
por planta de tamaño mediano pequeño y muy pequeño en los tres ecotipos de
papalisa.
Al respecto Espinosa et al. (1996), según la investigación que realizó, menciona que
a menor número de aporques aumenta la cantidad de tubérculos pequeños y sin
aporques presento mayor porcentaje de tubérculos pequeños, mientras los
103
tratamientos con aporques produjeron menor cantidad de tubérculos pequeños, con
4 aporques no produjeron tubérculos pequeños (1-2 %).
Quispe (2012), Los resultados obtenidos en el peso de los tubérculos por planta
probablemente se atribuyan a la influencia a factores abióticos (granizo, vientos fríos
bruscos, sequía, fuerte radiación solar) y a características genéticas propios de cada
ecotipo.
104
Figura 60. Datos promedios de peso por planta en tratamientos en los diferentes
ecotipos de papalisa
Según la gráfica 60 la interacción promedio de peso por planta por láminas en los
tres ecotipos se observó que en el Factor B (laminas) en el eje de la X. Se aprecia
que los niveles del FB (Lamina) tienen comportamiento particular en niveles del FA
(ecotipos), donde, en el nivel L2 (ecotipo amarillo*lamina 75 %), presentan mayores
promedios en el peso por planta en niveles del ecotipo amarillo (E3) con 0,737 Kg
por planta seguidos por los ecotipos jaspeado y rojo (E1 y E2,) con 0,398 Kg y 0,212
kg peso por planta; en el caso del nivel de la Lámina 1 (Lamina 100 %) del Factor B,
los niveles del ecotipo amarrillo, jaspeado y rojo del factor A (FA) presentan valores
intermedios en promedio de peso por planta (0,651 Kg, 0,332 Kg y 0,225 Kg peso
por planta), en el nivel de la lámina 3 (factor B) los tres ecotipos del factor A
presentan menor peso, E3 con 0,227 kg, contrariamente fue E1 y E2 0,350 kg y
0,227 kg.
Con relación al peso de tubérculos por planta Wiersema (1987), menciona que el
peso de tubérculos producidos probablemente sea afectado por la densidad de tallos,
dependiendo a su vez de la competencia entre los tallos por los factores de
crecimiento como los nutrientes, el agua, la luz y a su vez el número, tamaño de
tubérculos está en función a otros factores de crecimiento de los tubérculos.
105
Asimismo las heladas críticas que se presentaron alcanzando una temperatura
mínima de -5.10 ºC, durante el periodo de tuberización y madurez de los tubérculos
fueron determinante en el rendimientos, con la obtención de pocos tubérculos por
planta.
Por otra parte Estrada (2009), indica que las especies con mayor resistencia a las
heladas, generalmente son de bajo rendimiento, pues usan toda su reserva
metabólica en la defensa del follaje y deja muy poca reserva para la tuberización.
5.9.1.1. Incidencia
F.V. SC GL CM Fc Pr>F(0.05)
Bloque 426,74 2 213,37 2,94 0,1640 NS
Factor A (Ecotipo) 530,07 2 265,04 3,65 0,1253 NS
Error A 290,37 4 72,59
Factor B (Lamina) 39,41 2 19,7 2,68 0,1091 NS
A*B 13,04 4 3,26 0,44 0,7753 NS
Error B 88,22 12 7,35
Total 1387,85 26
C.V. 3,11
En el cuadro 21, se puede observar que no existen diferencias significativas entre
bloques, ni para los factores A y B, ni para la interacción de las mismas. El coeficiente
de variación es de 3,11 % que indica que los datos están dentro del rango aceptable,
es decir los datos son confiables.
106
Figura 61. Promedio del porcentaje de incidencia de la helada por Ecotipos
Si hacemos una comparación en la figura 61, se puede observar que aunque las
diferencias no sean significativas estadísticamente, para esta variable muestra que
el E3 (Ecotipo amarillo) obtuvo un 81 % de incidencia en comparación con los
demás tratamientos en la que muestra una mayor incidencia el E2 (Ecotipo rojo) con
el 88,78 % el E1 (Ecotipo jaspeado) con el 91,44 %, el en que tuvo mayor incidencia,
lo cual nos indica que la aplicación de láminas de riego antes de la helada no tuvo
un efecto positivo en la tolerancia a la helada.
Torres (1995), sostiene que el grado de perjuicio ocasionado por una helada
depende principalmente de la fase vegetativa en la que se encuentra el cultivo
durante la ocurrencia del fenómeno.
107
Figura 62. Descripción de la temperatura (°C) y su incidencia en el cultivo de
papalisa en todos los tratamientos
En la figura 62. Observamos que el número de plantas afectadas por la helada se dio
por presencia de las bajas temperaturas extremas en Choquenaira empezando el 3
de marzo 2017 con -0,70°C donde el número de plantas afectadas fue E1 (Ecotipo
jaspeado) 13 plantas, siendo este el más afectado seguido del E3 (Ecotipo amarillo)
11 plantas y E2 (Ecotipo rojo) 7 plantas el cual fue el menos afectado, así mismo el
descenso de temperatura siguió, ocasionando mayor número de plantas afectadas
por presencia de heladas llegando a la temperatura más baja en el inicio de la
tuberización que se dio el 22 de abril 2017 con -5,10 °C, donde se registraron los
siguientes datos el ecotipo más afectado fue E2 (Ecotipo rojo) con 22 plantas,
seguido del E1 (Ecotipo jaspeado)con 22 plantas afectadas y de igual manera el E3
(Ecotipo amarillo) con 22 plantas . Esto afecto de gran manera a la parte foliar del
cultivo afectando la fase final de maduración de los tubérculos, ya que la presencia
de heladas continuo llegando a una temperatura baja extrema de -8,30°C en el mes
de mayo donde se registraron el total de plantas afectadas por causa de helada.
108
Según Fuentes (1987) y Román (1990), las heladas se presentan cuando el aire
nocturno es seco y el agua alcanza la temperatura de congelamiento antes que se
haya formado el rocío, causa daños en los órganos vegetales congelando el agua
intracelular y por el efecto de descongelamiento las plantas adquieren un color pardo
negruzco de donde viene el nombre de heladas negras; que en muchos casos puede
llegar al 100 % de destrucción de los cultivos.
5.9.1.2. Severidad
F.V. SC GL CM Fc Pr>F(0.05)
Bloque 99,96 2 49,98 0,75 0,5307 NS
Factor A (Ecotipo) 672,6 2 336,3 2,94 0,0812 NS
Error A 268,15 4 67,04
Factor B (Lamina) 6,61 2 3,31 0,15 0,8665 NS
A*B 39,7 4 9,92 0,44 0,7807 NS
Error B 273.53 12 22,79
Total 1360.54 26
C.V. 5,60
109
Figura 63. Promedio del porcentaje de severidad en los tres ecotipos
Una vez ocurrida la helada, de igual forma se aplicaron las láminas (dos
aplicaciones después de la helada), pero se observó que en las plantas y hojas con
daños en el cultivo no hubo recuperación, en el porcentaje de severidad el E1
(jaspeado) con un 85.33 % fue el más afectado , seguido de E2 (rojo) 83.88 % de
daño y el que obtuvo un menor porcentaje de daño fue el E3 (amarillo) con 73.53 %
siendo este ecotipo el que presento mayor números de tubérculos y peso por planta,
esto debido a que la semilla se la obtuvo de una zona con características similares al
lugar de estudio.
Hubo la necesidad del cálculo y el análisis correspondiente del área de hoja que fue
afectada por la helada, ya que se observó en campo que la mayoría de las hojas se
dañaron al 100 %.
F.V. SC GL CM Fc Pr>F(0.05)
Bloque 491,38 2 245.69 7,3 0,0462 NS
Factor A (Ecotipo) 1015,53 2 507,77 15,09 0,0137 *
Error A 134,59 4 33,65
Factor B (Lamina) 26,9 2 13,45 2,54 0,1201 NS
A*B 45,81 4 11,45 2,16 0,1350 NS
Error B 63,49 12 5,29
Total 1777,72 26
C.V. 3.07
Para esta variable el cuadro 23, muestra que no existen diferencias significativas
entre bloques, factor B (L1, L2 y L3) y para la interacción del factor A x B, sin
embrago se puede observar que si existe diferencias significativas al 5 % para el
factor A (Ecotipos) con un coeficiente de variación de 3.07 % que nos indica que los
datos son confiables.
A 80,66 9 rojo
A 73,33 9 jaspeado
B 66,5 9 amarillo
111
Figura 64. Promedio del porcentaje del área de hojas dañadas por la helada en
Factor A (ecotipos)
Respecto al riesgo de heladas Ramírez (2007) menciona que el efecto de las bajas
temperaturas se manifiesta en el daño que puede sufrir el follaje y en su efecto en el
suelo. Las heladas pueden ocasionar un daño tal al follaje, que se limite la actividad
fotosintética de la planta, limitándose por ende, la absorción de nutrientes. En este
caso, el ecotipo más resistente puede obtener una rápida respuesta que permitirá
que la planta se recupere más rápidamente de esta condición de stress.
112
6. CONCLUSIONES
113
afectaron drásticamente el desarrollo de la olluco, más bien reveló un ahorro del
agua en las mencionadas etapas. La presencia de las lluvias y la aplicación del
riego aportaron a la humedad en el suelo, condición favorable para los procesos
de fotosíntesis y de evapotranspiración en el cultivo de papalisa, sin embargo a
presencia de temperaturas bajas extremas afecto a la fase se madurez fisiológica
ya que la parte foliar se vio afectada en un 80 a un 90 % en todos los tratamiento
durante la madurez de los tubérculos.
La temperatura es determinante para el desarrollo de la investigación, los datos
registrados por la consola en las gestiones (2016-2017) muestran la presencia de
temperaturas bajas registradas desde los meses de marzo abril y mayo, con el
valor mínimo registrado que fue de -8,4 ˚C lo cual tuvo un efecto negativo al
desarrollo de cultivo. Un dato registrado en fecha 22/04/17 de -5,4ºC es la que
ocasionó un daño considerable a todos los tratamientos, estas condiciones
climáticas (heladas) se presentaron en las fase de floración, inicio de la
tuberización y antes de la madures fisiológica, causando daños en la parte foliar
(hojas), así mismo no se pudo evaluar las variables de producción.
Las heladas que se presentaron durante las etapas de: inicio de la estolonización
e inicio de la tuberización causaron daños de diferente proporción en los
cultivares, es así que el ecotipo E1 (Jaspeado) fue muy susceptible a la heladas
tuvo una mayor incidencia con 91.44 % y 85.33 % de severidad de daño en las
hojas, así ,mismo la incidencia en el ecotipo E2 (Rojo) con el 88.78 % fue
considerable ya que el daño ocasionado se reflejó en porcentaje de área foliar,
con un porcentaje de 80,66% siendo este el más afectado, en cambio el E3
(amarillo) presentó menor incidencia con 81 % y 73,53 % de severidad siendo este
último el que presenta mayor número de tubérculos, pero con tamaños que no
son requeridos comercialmente ya que no llego a la etapa de madurez fisiológica
por la presencia de bajas temperaturas extremas.
Por otra parte la restricción hídrica total durante toda la fase de formación de
estolones en todos los tratamientos y una reposición hídrica de un 50%, 75% y
100% en respuesta del requerimiento de la ETo en la etapa de inicio de la
floración hasta el inicio de tuberización en el T3, T2 y T1 respectivamente, no
114
afectaron drásticamente el desarrollo de la olluco, más bien reveló un ahorro del
agua en las mencionadas etapas. La presencia de las lluvias y la aplicación del
riego aportaron a la humedad en el suelo, condición favorable para los procesos
de fotosíntesis y de evapotranspiración en el cultivo de papalisa, sin embargo a
presencia de temperaturas bajas extremas afecto a la fase se madurez fisiológica
ya que la parte foliar se vio afectada en un 80 a 90 % en todos los tratamiento
durante el inicio de madurez de los tubérculos.
Ante eventos de escasez hídrica en la región o competencia del recurso con otros
cultivos, es posible disminuir hasta en un 43% el aporte de agua 4.419,80 m3/ha,
en cultivo de papalisa sin afectar variables de rendimiento aplicando L3 (lamina
50% ETc desde inicio del desarrollo hasta la tuberización), en cambio para el L2
(lamina75% de la ETc, desde inicio del desarrollo hasta la tuberización) fue de
5.911,96 m3/ha, lo que indica un ahorro de agua de 24 % con respecto al
tratamiento uno L1(lamina 100% desde inicio del desarrollo hasta la tuberización)
fue de 7.750,48 m3/ha.
Se observó que mediante la combinación de la información de la demanda
evaporativa de la atmósfera y la evolución del contenido de humedad del suelo es
posible desarrollar una programación del riego (dosificación, duración y frecuencia
del riego) con un elevado grado de eficiencia. De lo que se puede concluir que los
sensores del tipo FDR pueden ser una herramienta muy útil para la programación
del riego si se estudian las tendencias y variaciones de humedad relativas. A si
mismo pudiendo evaluar la dinámica del agua en el suelo.
Las mediciones de potencial realizadas con la cámara Scholander ayudan a
conocer el estado hídrico de la planta. Los resultados demostraron que la papalisa
se encuentra influenciada por la falta de agua al igual que otras especies
cultivadas y que el estrés hídrico produce una mayor retención de agua en sus
tejidos. Esto combinado con la reducción de la conductancia estomática produce
finalmente un menor rendimiento.
115
7. RECOMENDACIONES
116
8. BIBLIOGRAFÍA
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125
Anexo 1. Análisis físico – químicos del suelo
Anexo 2. Análisis químicos de agua
Anexo 3. Análisis bromatológico de las hojas de papalisa E3 – L1
Anexo 4. Análisis bromatológico de las hojas de papalisa E3 – L2
Anexo 5. Análisis bromatológico de las hojas de papalisa E3 – L3
Base de datos.
LAMINAS DE
RIEGO JUNIO Para un área de 5m
Base del pecíolo colocada en la cámara Observación con la lupa cuando se ve una
gota de agua en la sección del pecíolo cortado
Lectura del Potencial Hídrico con la cámara de Scholander
Anexo 23. Peso de tubérculo por planta de los tres ecotipos (Jaspeado,
Rojo y Amarillo)
Clasificación de tubérculos por tamaño de los tres ecotipos (Jaspeado, Rojo y Amarillo)
Provincia Viacha
Altura m/s/n/m: 3850Longitud Oeste: 68ş 16' 55"Latitud Sud: 16ş 39' 30"
AŃO ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC ANUAL
2000 98,5 88,4 102,8 4 5,2 18,7 0 1,5 2,5 53,2 7,5 75,7 458
2001 289,1 121,9 92,1 11,5 23,8 0 24 35 22,5 53,3 33,4 79,4 786
2002 101,1 88,7 121,4 48,4 8 0 27,8 19 21,2 42,4 47,2 69,5 594,7
2003 139,2 93,1 70,5 18,9 6,8 0 0 0 28,7 1,2 24,1 81,3 463,8
2004 189,3 105,2 67,5 16,5 4 1 20,5 23,8 1,8 14,7 43,9 54 542,2
2005 113,5 70,1 44,8 10,3 3,3 0 1,5 0 30,4 62 74,9 59,8 470,6
2006 145,6 108 92,9 15,1 0 0 0 9,6 15,9 52,8 53,5 51,1 544,5
2007 106,8 51,5 100,8 56,4 6,9 0 33,8 0 54,3 12,3 84,7 61,1 568,6
2008 162 40,2 73,3 0 4 4 0 1,5 3,2 31 21,1 143,8 484,1
2009 89,7 93,9 45,5 20,1 0 0 7,6 4,2 15,5 39,5 57,8 106,3 480,1
2010 151,5 128,9 31,9 22,2 14 0 9 7,8 5 66,6 10,3 70,6 517,8
2011 77,6 175,8 54,1 5,5 4,8 0 13,8 0 12,9 10,7 15,7 192,2 563,1
2012 104,4 94 88 14,5 0 0 8,7 0 0 14,2 41,8 92,6 458,2
2013 89,2 75,6 35,1 19,8 22,5 28,2 13,4 19 1 20 22,6 132,9 479,3
2014 147,7 55,3 51,5 47 22 0 0 12,5 27 59,2 27 94,7 543,9
2015 110,5 99,3 41,6 61,7 1,8 **** **** **** **** **** **** **** 314,9
Provincia Viacha
Altura m/s/n/m: 3850Longitud Oeste: 68ş 16' 55"Latitud Sud: 16ş 39' 30"
2000 6.2 7.4 6.8 4.0 18.7 0.0 1.5 2.5 6.6 7.5 6.9 73.3
5.2
2001 11.1 8.7 10.2 2.3 7.9 0.0 12.0 11.7 5.6 6.7 6.7 7.9 90.8
2002 7.2 5.9 12.1 6.0 2.7 0.0 7.0 4.8 5.3 4.7 5.9 7.7 69.3
2003 8.2 7.8 5.9 4.7 3.4 0.0 0.0 0.0 5.7 1.2 4.8 6.8 48.5
2004 10.0 7.0 8.4 2.8 2.0 1.0 5.1 4.8 1.8 4.9 6.3 7.7 61.8
2005 9.5 5.4 9.0 5.2 3.3 0.0 1.5 0.0 3.4 6.2 5.8 5.0 54.3
2006 7.3 10.8 6.6 3.8 0.0 0.0 0.0 3.2 8.0 8.8 5.9 4.6 59.0
2007 7.6 4.7 6.7 7.0 2.3 0.0 11.3 0.0 6.8 3.1 9.4 5.5 64.4
2008 7.4 4.0 8.1 0.0 4.0 4.0 0.0 1.5 3.2 4.4 3.5 9.0 49.1
2009 9.0 8.5 4.5 4.0 0.0 0.0 3.8 4.2 3.1 6.6 5.8 7.6 57.1
2010 11.6 6.8 4.0 7.4 4.7 0.0 9.0 7.8 5.0 7.4 5.2 4.7 73.6
2011 6.0 9.2 4.5 5.5 4.8 0.0 4.6 0.0 2.6 5.4 5.2 12.0 59.8
2012 8.0 5.5 11.0 4.8 0.0 0.0 4.4 0.0 0.0 4.7 4.6 5.4 48.4
2013 5.6 5.8 4.4 19.8 11.2 5.6 4.5 6.3 0.5 2.0 4.5 8.3 78.5
2014 7.0 5.5 5.7 11.8 7.3 0.0 0.0 4.2 3.0 11.8 13.5 7.3 77.1
2015 5.8 8.3 2.8 3.1 0.6 0 0 0 0 0 0 0 0
Provincia Viacha
Altura m/s/n/m: 3850Longitud Oeste: 68ş 16' 55"Latitud Sud: 16ş 39' 30"
1995 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0
1996 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0
1997 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0
1998 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0
1999 0.0 0.0 1.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 1.0
2000 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0
2001 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0
2002 2.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 2.0
2003 0.0 2.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 2.0
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2005 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0
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2007 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0
2008 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 1.0 0.0 1.0
2009 1.0 2.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 3.0
2010 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0
2011 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 1.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 1.0
2012 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0
2013 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0
2014 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0
2015 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 **** **** **** **** **** **** **** ****
Provincia Viacha
Altura m/s/n/m: 3850Longitud Oeste: 68ş 16' 55"Latitud Sud: 16ş 39' 30"
1995 0 2 1 18 29 30 31 31 19 22 6 4 193
1996 0 0 6 10 23 29 31 29 25 18 0 1 172
1997 0 1 1 19 28 30 31 28 18 16 2 2 176
1998 0 0 0 11 30 27 31 24 28 7 6 1 165
1999 0 0 0 7 24 30 30 31 22 9 2 2 157
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2001 0 0 0 11 24 30 31 28 13 10 2 2 151
2002 0 0 0 1 20 29 30 27 17 11 3 3 141
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