Mientras que el mundo se disponía para el cambio de milenio, en Venezuela
se desconocía lo que estaba a punto de ocurrir, una de las peores tragedias de su historia, el deslave de Vargas.
Las montañas del estado Vargas, llevaban semanas empapándose bajo
unas lluvias de una intensidad inusual, comenzaron a arrojar ríos de agua, lodo y piedras hacia la costa. El mismo día, en aquel entonces el presidente Hugo Chávez realizaba un llamado a los venezolanos para que asistieran a un proceso de votación referido a la modificación de la Constitución.
Árboles, carros, autobuses, fueron desplazados por el agua directamente
hacia los edificios de la zona, mientras que las casas fueron sepultados por la corriente, quedando completamente cubiertas por el lodo.
Las calles desaparecieron y la línea costera se agrandó. Un gran río de lodo
marrón cubrió toda la zona y dejando por debajo a un número incontable de personas que quizás no pudieron salir de sus hogares.
Hace casi 21 años, Venezuela se enlutaba debido al desastre que
estremeció al estado Vargas y en el cual se perdió la vida miles de venezolanos. Desde esta catástrofe muchas personas desaparecieron luego que el agua se llevase todo a su paso.
Después de dos décadas de este desastre natural, nunca se logró conocer
las cifras oficiales de la tragedia de Vargas. Sin embargo, las autoridades señalaron que entre 7.000 y 30.000 personas perdieron la vida.
Organizaciones internacionales certifican que la cantidad que se dió en
realidad es el triple de la estimada. Un gran número de personas aún continúan desaparecidas, probablemente sus cuerpos se perdieron en el mar o yacen bajo los suelos de Los Corales, Macuto y Carmen de Uria urbanizaciones de la zona.