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La Cueca

La cueca es un género musical y una danza de parejas sueltas mixtas de fines del siglo XVIII.
Los bailarines, quienes llevan un pañuelo blanco en la mano derecha, trazan figuras
circulares, con vueltas y medias vueltas, interrumpidas por diversos floreos. Generalmente, se
considera un baile de conquista del hombre a la mujer, aunque no necesariamente tiene un
motivo amoroso. Su origen está cuestionado y existen diversas teorías o corrientes sobre su
origen y evolución
El 6 de noviembre de 1979 fue oficialmente declarada danza nacional de Chile. En 1989 el
gobierno chileno declaró el 17 de septiembre como Día Nacional de la Cueca.

Origen
El origen de la cueca, descrita por el musicólogo Carlos Vega como «danza extraordinaria, la
más compleja del mundo en su género, la más profunda y noble de América», no está
totalmente definido y existen varias teorías o corrientes sobre él y su evolución. Entre sus
estudiosos, hay diversas opiniones: Pedro H. Allende y Vicente Salas Viú (1911-1967) indican
su origen español, el primero la deriva de la zambra y el segundo, del fandango, Pablo Garrido
Vargas (1905-1982) propone su origen negro y Eugenio Pereira Salas sugiere su ascendencia
peruana.
Una de ellas postula que sería posible considerarla una representación del cortejo entre
el gallo y la gallina: los pañuelos podrían simbolizar las plumas o las crestas, dentro de una
coreografía que se caracteriza por ser de «pareja suelta interdependiente», tal como lo indica
Carlos Vega.
Coreografía
La cueca es una danza de parejas sueltas mixtas, de bailarines con pañuelo blanco en la
mano derecha que trazan figuras circulares, con vueltas y medias vueltas, interrumpidas por
diversos floreos. Una cueca completa tiene tres pies, es decir, tres bailes, que empiezan
cuando un hombre invita a una mujer a la pista, paseando ambos del brazo en semicírculos.
Cuando empieza el canto, se efectúan etapas coreográficas establecidas, en el siguiente
orden:

 vuelta inicial, en círculo o en forma de ocho; desplazamientos de avance y


retroceso;
 segunda vuelta, con giro y cambio de lado de los bailarines; nuevamente
desplazamientos de avance y retroceso, con la mujer y el hombre con paso
escobillado;
 tercera vuelta; desplazamientos de avance y retroceso en que ambos zapatean; y
 vuelta final.
Si bien los pasos son frecuentemente como se indican, es atributo de los bailarines la libertad
de pasos, que pueden ser deslizados o laterales, valseados, escobillados y zapateados. Estos
últimas priman desde las últimas vueltas. Asimismo, dependiendo de las distintas regiones del
país las inflexiones en los pasos son distintas.

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