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La dimensión de riesgo, para el caso de este estudio para el ordenamiento ecológico, está
condicionada por la actividad eruptiva del volcán Popocatépetl; es decir, hablamos de esta
dimensión en función de la probabilidad de ocurrencia de uno o varios episodios eruptivos en el
Popocatépetl, siendo preciso considerar el riesgo como una dimensión de análisis de riesgo a
desastre por erupción del viejo Gregorio.
Tal y como quedó establecido en el apartado Dimensión natural de esta entrega, interesa que el
análisis de la actividad eruptiva del Popocatépetl sea de alcance regional, y así se presenta a
continuación.
Otras erupciones del tipo pliniano de magnitud mediana ocurrieron hace 11, 9 y 7 mil años
(Siebe et al., 1996a). Las características y consecuencias de estas erupciones no se han estudiado
con detalle.
ANÁLISIS DE LAS TRES ÚLTIMAS ERUPCIONES PLINIANAS. Los estudios vulcanológicos más recientes se
enfocan al conocimiento y comprensión de las tres últimas erupciones plinianas. Mediante
dataciones de C-14 se identificaron tres erupciones plinianas recientes (Siebe et al., 1996b), las
cuales ocurrieron hace aproximadamente 3195 a 2830 a.C., 800 a 215 a.C y por último 675 a 1095
d.C. A estas erupciones las han llamado Secuencias Eruptivas Plinianas del Pre-Cerámico Superior,
del Cerámico Inferior, y del Cerámico Superior, respectivamente, nombres obtenidos por la
concordancia con los periodos del tiempo arqueológico del calendario mesoamericano (Siebe et al.,
1996a y 1996b).
FIGURA V.1. REPRESENTACIÓN DE UNA ERUPCIÓN PLINIANA
SECUENCIA ERUPTIVA PLINIANA DEL PRE-CERÁMICO (3195–2830 A. C.). Esta secuencia inició con eventos
menores de caída de ceniza seguida de explosiones hidromagmáticas que dieron origen a una serie
de flujos calientes y turbulentos llamados “surges”; éstos dejaron depósitos delgados de 2 a 10 cm
de espesor.
Después de estos eventos menores inició la fase principal de la erupción la cual produjo grandes
depósitos de pómez. La columna pliniana se dirigió hacia el Noreste cubriendo gran parte del flanco
Este del volcán Iztaccihuatl (ver figura adelante). La secuencia eruptiva terminó con flujos de
ceniza distribuidos en forma radial alrededor del volcán, los cuales fueron canalizados por la
topografía preexistente.
El material que se depositó en los flancos del volcán Popocatépetl y volcán Iztaccíhuatl durante
la erupción principal fue arrastrado por la lluvia formando lahares que se extendieron a más de 50
km de distancia.
SECUENCIA ERUPTIVA PLINIANA DEL CERÁMICO INFERIOR (800 ± 135 Y 215 ± 65 A. C.). La secuencia
eruptiva inició con pequeñas emisiones y flujos de ceniza; continuó con una fase principal que
produjo una gruesa y amplia dispersión de pómez cuyo espesor supera el 1.10 m cerca del poblado
de San Nicolás de los Ranchos (estado de Puebla) a 20 km del cráter.
FIGURA V.2. DISTRIBUCIÓN DE PÓMEZ DE LAS ÚLTIMAS ERUPCIONES PLINIANAS DEL VOLCÁN
POPOCATÉPETL
Entre la secuencia pliniana del cerámico inferior y la del cerámico superior se desarrolló una
pequeña secuencia eruptiva, a la que se le nombró “Secuencia eruptiva del cerámico intermedio”
(125 ± 175 y 255 ± 100 d.C.). Ésta se caracterizó por emplazamiento de lava, lahares, columnas
plinianas y flujos de ceniza.
FIGURA V.4. ALCANCE MÁXIMO DE LA AVALANCHA DE ESCOMBROS OCURRIDA HACE 23,000 AÑOS,
SECTOR SUR DEL VOLCÁN POPOCATÉPETL
FOTO V.1
Depósito volcánico con pedazos de troncos de madera calcinada. Km 2, camino Xalitzintla-Paso de Cortés. Autor:
aún no es posible afirmar que el volcán fue el causante directo de esos acontecimientos, aunque en
algo pudo influir.
V.2.4 ANÁLISIS DEL PELIGRO VOLCÁNICO EN EL ESTADO DE MORELOS
Con la finalidad de estimar los alcances de los peligros relacionados con la actividad explosiva
del Volcán Popocatépetl, se dividió la región en ocho sectores geográficos y cuatro franjas radiales
dentro de un radio de 30 km entorno al cráter (figura 1). Esta división permite asignar factores de
peso relacionados con la dirección preferencial de vientos (ver la sección de meteorología), y los
depósitos volcánicos observados en cada sector. A continuación se hace un análisis cualitativo de
los diferentes peligros que pueden alcanzar los 5 municipios del estado. Este análisis se basa en la
hipótesis de un evento con una intensidad mayor que la registrada el 22 de Enero del 2001, pues la
actividad de los primeros 10 años de reactivación ha sido de pequeña intensidad y magnitud donde
la zona de mayor peligro queda restringida al radio de 7 km (circulo rojo en la figura). El análisis se
basa en cuatro factores; localización del estado con respecto al cráter, distancia al cráter, peligros
históricos y actividad actual y sus peligros asociados.
FIGURA V.5. DISTANCIAS ESTIMADAS CON RESPECTO AL CRÁTER Y SECTORES GEOGRÁFICOS. VOLCÁN
POPOCATÉPETL
Círculo rojo; radio de 0 - 7 km. Círculo marrón; radio de 7 - 13 km. Círculo verde; radio de 13 - 20 km. Círculo amarillo;
radio mayor de 20 - 30 km. Sectores; Norte (N), Noreste (NE), Este (E), Sureste (SE), Sur (S), Suroeste (SW), Oeste (W), y
Noroeste (NW). Las líneas negras representan las divisiones municipales.
Fuente: Elaboración Cupreder
El análisis de los peligros se basa en cuatro factores; localización del estado con respecto al
cráter, distancia al cráter, peligros históricos y actividad actual y sus peligros asociados.
a) Ubicación del Estado de Morelos con respecto al Volcán Popocatépetl, b) Localización de los cinco municipios con respecto
a los radios de seguridad propuestos para el análisis de peligros.
Fuente: Elaboración Cupreder
FIGURA V.7. DISTRIBUCIÓN DE LOS PELIGROS ERUPTIVOS GENERADOS POR LAS ERUPCIONES
HISTÓRICAS DEL POPOCATÉPETL EN EL ESTADO DE MORELOS.
Color: Azul distribución de los Lahares, Café; depósito de Avalanchas, amarillo; flujos de lava, rojo distribución de los flujos
piroclásticos, verde; zona de impacto de proyectiles balísticos. Las líneas indican la distribución de pómez de caída. El
número sobre la línea indica el espesor del depósito.
Fuente: Elaboración Cupreder
Las siguiente muestran fotografías del relieve topográfico y la estructura interna de los
montículos (Hummock) generado por los depósitos de avalancha. Los estudios de campo sugieren
que por lo menos dos eventos de este tipo han ocurrido en los últimos 40 mil años. Los flujos
piroclásticos históricos alcanzaron distancias de hasta 17 km y se pueden observar en la parte norte
de los municipios de Ocuituco y Tetela del Volcán.
FOTO V.2.
Topografía irregular debido a los depósitos de avalancha generada por el colapso del cono volcánico hace 23 mil años en el
volcán Popocatépetl. Municipio de Tetela del Volcán.
Autor: Cupreder
Los flujos de lava encontrados en la zona de estudio no corresponden a eventos del volcán
Popocatépetl, las fuentes de emisión de estos flujos son pequeños conos que corresponden a la
extensión del campo monogénetico de la Sierra Chichinautzin.
FOTO V.3.
Composición típica de un montículo topográfico (Hummock) generado por una avalancha. Obsérvese la estructura interna de
piezas de rompecabezas, formada por los diferentes bloques que forman el montículo.
Autor: Cupreder
detectados por medio del monitoreo instrumental, el cual se puede emplear equipo electrónico
sofisticado y las técnicas de medición más avanzadas. Los indicadores generalmente pueden
comenzar a ocurrir semanas, meses, o hasta años antes del inicio de cambios a gran escala. En
este contexto, es importante mencionar que los indicadores de intranquilidad volcánica no siempre
terminan en erupción, pero deben ser tratados como posibles precursores eruptivos y vigilados
como tales (Tilling, 1989).
SISMICIDAD VOLCÁNICA. La sismicidad en un volcán activo es el producto del fracturamiento de
rocas sólidas adyacentes a un magma estacionado o en movimiento; también las vibraciones
sísmicas pueden ser originadas por el escape de gases volcánicos o por cambios de presión
asociados al calentamiento térmico de la roca encajante, del agua o del gas en todo el sistema
volcánico (Banks et al., 1989).
Los eventos sísmicos se han clasificado mediante la experiencia y estudio de varios tipos de
eventos asociados a erupciones volcánicas, por lo que se han agrupado en varias categorías según
el registro que dejan en el sismograma o a su mecanismo de fuente inferido. Entre estas
categorías podemos mencionar a los sismos de tipo A, de tipo B, sismos de periodo largo, sismos
de explosión y tremores volcánicos.
Banks et al. (1989) señalan que mediante la experiencia se ha podido interpretar que el número
de sismos volcánicos se incrementa a medida que el magma se acumula en un reservorio somero
(cámara magmática). Por otra parte, el incremento en la tasa de sismicidad volcánica, tal como la
ocurrencia de enjambres sísmicos, muchas veces indica intranquilidad del magma dentro del
edificio volcánico.
Sin embargo, los incrementos en la actividad sísmica no siempre terminan en una erupción,
pues en muchas ocasiones sólo indica la intrusión de magma al sistema magmático del volcán. Es
por eso que es necesario contar con el monitoreo de varios indicadores de tal manera que la
integración de éstos nos permita identificar los precursores relacionados a una erupción o intrusión
magmática y con esta identificación poder realizar pronósticos o predicciones más acertados sobre
la evolución de la actividad volcánica.
Esta área es la que lleva el mayor peso en las decisiones técnicas del Comité Científico Asesor
(CCA). Los primeros resultados de este monitoreo indican que la localización hipocentral de eventos
volcanotectónicos (VT) se halla entre los 9 y 4 km por debajo del cráter. Ahí ocurre un gran
intercambio de esfuerzos que provocan estos sismos y se debe probablemente a la existencia de un
sistema magmático, el cual está conectado a la superficie por medio de conductos delgados que
pueden almacenar pequeñas cantidades de magma y gas (Pomposo et al., 1999; Valdés et al.,
1999). Soto y Lermo (1999) estiman la longitud de estos conductos en 0.25 km, 1.11 km y 4.44
km. Por otro lado, proponen que la sismicidad registrada en la región de Atlixco es parte del
sistema de fallas La Pera, la cual fue reactivada por el proceso volcánico del Popocatépetl.
Otro aspecto importante en el monitoreo sísmico es la migración de la sismicidad hacia el
sureste. Esto se puede explicar como una zona de fragilidad en ese sector de tal manera que
permite el paso del fluido magmático a niveles superiores.
DEFORMACIÓN DE LA ESTRUCTURA VOLCÁNICA. Refleja ajustes de la superficie del volcán en
respuesta a los movimientos del magma en el interior. Estos movimientos bien pueden ser
originados en la parte interna del volcán (cámara magmática) o ser el producto del ascenso de
magma a niveles superiores. La deformación del volcán también se puede ver como un reflejo de la
presión y/o flujo de fluidos en el sistema geotérmico del mismo. Cualquiera que sea la causa de la
deformación, en la mayoría de los casos sólo es medible por medio de técnicas geofísicas o
geodésicas y con ayuda de equipo electrónico de precisión.
Debido a los avances tecnológicos, los métodos de monitoreo sísmico y deformación del suelo
son los más utilizados hasta la fecha y los que han proporcionado la base para muchos pronósticos
exitosos de erupciones volcánicas (Blanks et al., 1989).
Imagen de satélite que muestra la nube de ceniza que se elevó cerca de 10 km arriba del cráter durante la erupción del 22
de enero del 2001. La nube fue conducida por los vientos predominantes hacia los sectores este-noreste, ocasionando ligero
obscurecimiento y precipitación de ceniza en la Cd de Puebla (~40 km del cráter).
Fuente: www.cenapred.unam.mx
En los últimos diez años la actividad eruptiva ha presentado cinco eventos de moderada
magnitud en los cuales la distribución de tefra (ceniza) en el estado de Morelos no ha presentado
riesgos mayores debido a que los depósitos de este material han sido de tamaño milimétrico. Sin
embargo, en la siguiente se muestra la frecuencia de la distribución de este peligro en el estado.
FIGURA V.8. DISTRIBUCIÓN DE LA CAÍDA DE TEFRA EN MORELOS.
El color rojo representa el municipio con mayor frecuencia de caída de tefra en los últimos diez años. El color café
corresponde a una frecuencia moderada y el color amarillo representa los municipios con una baja frecuencia en la caída de
tefra.
Fuente: Cupreder
Entre los daños que este material puede ocasionar se mencionan: sepultamiento de cultivos,
daños al follaje de los árboles, colapso de techos de las casas, interrupción de vías de comunicación
y energía eléctrica, contaminación de depósitos de agua sin protección, suspensión del tráfico
aéreo. A las personas les puede ocasionar dermatitis, irritación de los ojos y en algunos casos
donde la inhalación sea muy alta se podrían tener brotes de silicosis debido a su alto contenido de
sílice. En estos primeros diez años de actividad eruptiva no se han reportado afectaciones en los
sectores agrícola, forestal, infraestructura y salud. El único sector afectado por este peligro ha sido
el tráfico aéreo en dos ocasiones (1997 y 2000).
PROYECTILES BALÍSTICOS: Es otro tipo de material de caída que, a diferencia del anterior, no es
afectado por la dirección de los vientos. La velocidad y alcance máximo de estos proyectiles está
directamente relacionado con la energía mecánica liberada por la erupción. Por lo general, los
grandes bloques (mayores de 2 metros) se impactan dentro de un radio de 4 km (figura), pero en
erupciones grandes (VEI > 4) los bloques de diámetro pequeño (3 a 5 cm) son capaces de alcanzar
distancias de hasta 13 a 15 km. En los eventos explosivos de los primeros diez años de reactivación
la zona de mayor peligro por impacto de proyectiles es el área que encierra el radio de 7 km (ver
figura).
En la siguiente figura se muestra el tamaño de los bloques y las huellas de los impacto dentro
del radio de los 4 km.
FOTOS V.5 Y V.6.
a b
a) Balístico observado a una distancia de ~2km del cráter. Las dimensiones superaban los 3 m de diámetro, pero se observa
que durante el impacto fue ampliamente fracturado, b) Huella de impacto de un proyectil de ~3 m de diámetro dentro del
radio de 3 km.
Autor: Cupreder
Los daños asociados a proyectiles balísticos son destrucción de cultivos y viviendas por impacto.
En estos primeros diez años de reactivación el único sector afectado ha sido el forestal, pues estos
han generado pequeños incendios forestales dentro del radio de los 7 km.
LAHARES: Son una mezcla de agua con depósitos volcánicos y escombros que se incorporan al
flujo. Por lo general, son uno de los peligros más destructivos en zonas volcánicas, debido a que
pueden alcanzar distancias de varias decenas de kilómetros. El poder destructivo de los lahares
depende de la alta concentración de sólidos y de la velocidad que estos alcancen. En estos
primeros diez años de reactivación no se tienen reportes de eventos de lahar hacia el sector
suroeste, los únicos eventos de lahar observados son los que bajaron por la Barranca Huiloac en el
sector NE-E en el estado de Puebla (ver figura).
(
( (
a) Barranca Huiloac; Depósito de aproximadamente 1.5 m de escombros que bajaron durante el evento del 22 de Enero del
2001., b) Bloques calientes arrastrados por el flujo de escombros. c) Por su alta cantidad de partículas gruesas en
suspensión los flujos de escombros son muy abrasivo, como se observa en la corteza del árbol.
Autor: Cupreder
FLUJOS PIROCLÁSTICOS: Son una mezcla de gas, bloques y ceniza que se desplazan a grandes
velocidades y altas temperaturas. Junto con los lahares son los peligros más devastadores de una
erupción volcánica. Un peligro adicional asociado a los flujos piroclásticos son las nubes ardientes
(Surges), éstas son una mezcla de ceniza y gas a temperaturas superiores a los 300 °C que viajan
con mayor velocidad que el flujo piroclástico y son capaces de superar las barreras topográficas. A
estos dos peligros también se les conoce como “corrientes piroclásticas de densidad”. En las
siguientes fotos se muestran diferentes aspectos del flujo piroclástico generado durante la actividad
explosiva del 22 de enero del 2001 en el volcán Popocatépetl. En estos primeros diez años de
reactivación no se tienen reportes de flujos piroclástiocs en el sector suroeste, el único evento de
flujo piroclástico se encuentra en el sector NE, el cual alcanzó una distancia horizontal de 6 km
respecto al cráter.
FOTOS V.10, V.11 Y V.12.
( ( (
Depósito de flujo piroclástico generado el 22 de enero del 2001 en el Volcán Popocatépetl., a) Depósito de bloques de
pómez y escorias., b) Árboles incorporados al flujo piroclástico., c) Follaje calcinado por el flujo piroclástico.
Autor: Cupreder
Los daños ocasionados por estas corrientes piroclásticas son: calcinación de todo lo que se
encuentra a su paso, los seres vivos que son alcanzados por estos mueren por asfixia.
FLUJOS DE LAVA: Son flujos de material magmático que se desplazan a baja velocidad por las
laderas del volcán. Debido a las características del magma en el volcán Popocatépetl, no es posible
que se presente este tipo de flujos, por consiguiente no representan un peligro. Sin embargo, el
volcán Popocatépetl en varias ocasiones ha acumulado magma dentro del cráter formando domos
(ver fotos), los cuales al destruirse han generado los diferentes eventos explosivos que se han
presentado en los últimos diez años.
( (
Emisiones de magma dentro del cráter del volcán Popocatepetl, a) Desgasificación alrededor del domo generado durante el
ciclo explosivo Sep00-Ene01, b) El punto negro observado dentro del cráter corresponde al domo generado entre abril y
diciembre del 2001.
Fuente: www.unam.cenapred.mx
SISMOS VOLCÁNICOS: Son vibraciones del terreno causados por el fracturamiento de la roca debido
al movimiento de magma. En el volcán Popocatépetl estos eventos se generan a poca profundidad
(3 a 8 km; ver figura) y las magnitudes son menores a los cuatro grados. En estos primeros diez
años de actividad volcánica la sismicidad principal se ha concentrado bajo el cráter, pero comienza
a observarse una migración hacia el sector sureste. Bajo este patrón de sismicidad los municipios
localizados en los sectores Sur, Sureste, Este, y Noreste presentan una mayor probabilidad de
sentir las vibraciones de estos eventos. Los daños asociados a los eventos sísmicos de mayor
magnitud son: daños a viviendas y obstrucción de vías de comunicación debido al deslizamiento de
tierras.
FIGURA V.10. SISMICIDAD REGISTRADA EN EL VOLCÁN POPOCATÉPETL DURANTE LOS PRIMEROS NUEVE
AÑOS DE SU REACTIVACIÓN
( (
a) Perfil que muestra la distribución a profundidad de los sismos en el Volcán Popocatépetl., b) Distribución de los epicentros
de los eventos sismos. La línea roja muestra la tendencia de la migración hacia el sureste. Los triángulos rojos muestran la
ubicación de las estaciones sismológicas.
Fuente: www.unam.cenapred.mx)
de baja y mediana intensidad se asociaban a domos de volumen pequeño (febrero del 2002, 2003,
y junio 2003).
El 9 de enero del 2005 se registró un evento explosivo, después de 20 meses de calma eruptiva
y sin presencia de domos (como se especificaba en los reportes del Cenapred). El evento tuvo una
duración de 15 min en su fase más intensa, seguida de tremores de alta frecuencia. Durante el
evento se registraron dos sismos VT de magnitud 2.5 y 2.6 a profundidades de 4.6 y 4 km
respectivamente, los epicentros fueron localizados ambos bajo el cráter. la erupción produjo una
columna eruptiva de 5 km que se dirigió al S-SW, ocasionando la caída de ceniza en las
comunidades de Tetela del Volcán, Yecapixtla, Cuautla, y Ocuituco en el estado de Morelos, así
como en Ecatzingo en el estado de México.
FOTO V.15.
Parte interna del cráter del volcán Popocatépetl. Se observa un llenado casi total con una pequeña depresión en la parte
central.
Foto tomada el 14 de enero del 2005. Autor:
Durante el transcurso del año 2005 se presentó un ligero incremento de la actividad eruptiva
produciendo moderadas exhalaciones de bajo nivel explosivo. A mediados del mes de noviembre se
reportó la presencia de un pequeño domo en la base del cráter.
FOTO V.16.
Domo en la base del cráter, reportado el 15 de noviembre del 2005. Imagen tomada de www.cenapred.unam.mx.
La presencia de este domo ocasionó un evento explosivo la mañana del 1 de diciembre de 2005
con una columna eruptiva de aproximadamente 8 km de altura arriba del cráter (ver figura), que
los vientos dispersaron hacia el NE-E, produciéndose caída de ceniza en la Cd de Puebla.
FOTOS V.17 Y V.18
Eventos explosivos de bajo nivel ocurridos en enero y febrero del 2006. . Imagen tomada de www.cenapred.unam.mx.
Con la presencia del domo reportado en noviembre y la secuencia de eventos explosivos de bajo
nivel se inicia un nuevo periodo de actividad eruptiva, por lo que es necesario enfocar los estudios
vulcanológicos hacia la comprensión de los mecanismos eruptivos; debido asimismo a los cambios
morfológicos que se han presentado en el interior del cráter (llenado casi total) es necesario
estimar nuevamente los alcances máximos de los principales materiales piroclásticos que pudieran
ser expulsados por las erupciones futuras del volcán Popocatépetl.
V.3.2 ANÁLISIS
Desde el punto de vista de los peligros volcánicos relacionados con el Popocatépetl, las
evidencias históricas presentan las diferentes manifestaciones eruptivas que pueden desarrollarse;
también nos han mostrado que los eventos catastróficos (plinianos de grandes proporciones) se
presentan con periodos recurrentes de mil a 3 mil años (Siebe et al., 1996b) y capaz de impactar
seriamente radios entre 80 y 100 km a la redonda. La actividad histórica muestra también que la
dispersión preferencial de la columna eruptiva es en dirección Este-Noreste (Siebe et al., 1996a y
1996b), y sólo en una ocasión se presentó hacia el noroeste. Por otro lado, los colapsos
gravitacionales prefieren el sector Sur.
Por otro lado, su actividad reciente se presenta con erupciones efusivas de gas, vapores de
agua, ceniza y esporádicas explosiones de tipo vulcaniano; que van desde pequeñas hasta
moderadas acompañadas con expulsión de material incandescente y columnas eruptivas de hasta
10 km sobre el nivel del cráter (30 de junio; Cupreder). De este tipo de erupciones el volcán
Popocatépetl ha presentado varios eventos, como lo muestra su historia (De la Cruz y Ramos,
1998). La identificación y estudio de estas pequeñas erupciones es difícil porque no dejan evidencia
geológica (grandes depósitos). Sin embargo, existen códices y reportes de personas que
presenciaron estos eventos. Con esos datos se estima un periodo de recurrencia de 70 años
(Delgado, 1999) para este tipo de erupciones de baja intensidad.
El estado de Morelos se localiza en el sector suroeste (SW) del volcán Popocatépetl. En los
eventos históricos este sector fue impactado por avalanchas de escombros, lahares, flujos
piroclásticos y espesores de hasta 1.5 m de material de caída (lapilli de pómez). Queda demostrado
históricamente que el principal evento que afectó el estado han sido los lahares, pues el 60 por
ciento de la superficie total del área de estudio es cubierta por depósitos de este tipo. Las
avalanchas de escombros cubren casi toda la parte NE de la zona de estudio (~15 por ciento del
área total de la zona de estudio). Los depósitos de material de caída forman espesores importantes
FIGURA V.11. LOCALIZACIÓN DEL MUNICIPIO DE TETELA DEL VOLCÁN CON RESPECTO A LOS RADIOS DE
SEGURIDAD Y SECTORES GEOGRÁFICOS
Polígono azul: área municipal. Círculo rojo: radio de 0-7 Km. Círculo marrón: radio de 7-13 Km. Círculo verde: radio de 13-20
km. Círculo amarillo; radio de 20-30 Km. Sectores: Norte (N), Noreste (NE), Este (E), Sureste (SE), Sur (S), Suroeste (SW),
Oeste (W), y Noroeste (NW). Las líneas negras representan las divisiones municipales.
Fuente:
ZACUALPAN
Por su posición geográfica el municipio se localiza en una zona de peligro volcánico de rango
bajo a moderado (ver figura) y los peligros que podrían afectar el municipio con mayor o menor
frecuencia se presentan en la tabla.
FIGURA V.12. LOCALIZACIÓN DEL MUNICIPIO DE ZACUALPAN CON RESPECTO A LOS RADIOS DE
SEGURIDAD Y SECTORES GEOGRÁFICOS
Polígono azul: área municipal. Círculo rojo: radio de 0-7 Km. Círculo marrón: radio de 7-13 Km. Círculo verde: radio de 13-20
Km. Círculo amarillo: radio de 20-30 Km. Sectores: Norte (N), Noreste (NE), Este (E), Sureste (SE), Sur (S), Suroeste (SW),
Oeste (W), y Noroeste (NW). Las líneas negras representan las divisiones municipales.
Fuente:
YECAPIXTLA
Por su posición geográfica el municipio se localiza en una zona de peligro volcánico de rango
bajo a moderado (ver figura) y los peligros que podrían afectar el municipio con mayor o menor
frecuencia se presentan en la tabla.
FIGURA V.13. LOCALIZACIÓN DEL MUNICIPIO DE YECAPIXTLA CON RESPECTO A LOS RADIOS DE
SEGURIDAD Y SECTORES GEOGRÁFICOS
Polígono azul: área municipal. Círculo rojo: radio de 0-7 Km. Círculo marrón: radio de 7-13 Km. Círculo verde: radio de 13-20
Km. Círculo amarillo: radio de 20-30 Km. Sectores: Norte (N), Noreste (NE), Este (E), Sureste (SE), Sur (S), Suroeste (SW),
Oeste (W), y Noroeste (NW). Las líneas negras representan las divisiones municipales.
Fuente:
OCUITUCO
Por su posición geográfica el municipio se localiza en una zona de peligro volcánico de rango
bajo a moderado (ver figura) y los peligros que podrían afectar el municipio con mayor o menor
frecuencia se presentan en la tabla.
FIGURA V.14. LOCALIZACIÓN DEL MUNICIPIO DE OCUITUCO CON RESPECTO A LOS RADIOS DE
SEGURIDAD Y SECTORES GEOGRÁFICOS
Polígono azul: área municipal. Círculo rojo: radio de 0-7 km. Círculo marrón; radio de 7-13 km. Círculo verde: radio de 13-20
km. Círculo amarillo: radio de 20-30 km. Sectores: Norte (N), Noreste (NE), Este (E), Sureste (SE), Sur (S), Suroeste (SW),
Oeste (W), y Noroeste (NW). Las líneas negras representan las divisiones municipales.
Fuente:
TEMOAC
Este municipio se localiza fuera del radio de 30 Km., por lo tanto, se encuentra en una zona de
bajo peligro volcánico (con base en la nomenclatura con la que hemos estimado el peligro en este
estudio, ver figura). Los peligros que en su momento pudieran afectar algún sector del municipio
serían la caída de ceniza y los lahares (tabla).
FIGURA V.15. LOCALIZACIÓN DEL MUNICIPIO DE TEMOAC CON RESPECTO A LOS RADIOS DE SEGURIDAD
Y SECTORES GEOGRÁFICOS
Polígono azul; área municipal. Círculo rojo: radio de 0-7 km. Círculo marrón: radio de 7-13 km. Círculo verde: radio de 13-20
km. Círculo amarillo: radio de 20-30 km. Sectores: Norte (N), Noreste (NE), Este (E), Sureste (SE), Sur (S), Suroeste (SW),
Oeste (W), y Noroeste (NW). Las líneas negras representan las divisiones municipales.
Fuente:
Como resultado del análisis del peligro volcánico con respecto a estos dos periodos de actividad
(histórica y actual), los municipios involucrados en un radio de 30 km con respecto al cráter
presentan el siguiente nivel de peligro:
Yecapixtla Bajo
Temoac Bajo (fuera del radio de 30 km)
Es necesario enfatizar que el análisis de peligros, fue realizado de manera descriptiva con la
información disponible y algunas verificaciones de campo, pero en ningún momento se realizaron
cálculos de probabilidades o simulaciones matemáticas, por lo tanto, dicho análisis es de carácter
cualitativo e informativo y se recomienda que se complemente con un análisis donde se establezcan
las probabilidades de ocurrencia de cada uno de los eventos peligrosos, así como también la
modelación matemática y computacional de sus alcances y áreas de impacto.
nada”, constituyen el obstáculo principal que impide dar cabida en la planificación de gobierno
(planes estatales, sectoriales y municipales) a la realidad de que el volcán Popocatépetl está activo
y es calificado como uno de los más peligrosos en el país, por su tamaño y por la cantidad de
asentamientos estratégicos que tiene en sus faldas.
En una encuesta sobre percepción del riesgo levantada por Cupreder-BUAP meses después
(septiembre de 2001) de los acontecimientos de 2000 pudimos evaluar la percepción social del
riesgo entre la población de todos los municipios del ordenamiento ecológico. A continuación,
ofrecemos los resultados correspondientes al estado de Morelos, de algunos reactivos relacionados
con su respuesta a la emergencia de ese primer diciembre del tercer milenio.
Interesa destacar de la presente encuesta el dato de que durante la mencionada emergencia
decretada por el gobierno federal, casi el 60 por ciento de los sujetos declararon no haber salido la
zona de peligro, y las razones más mencionadas son: el volcán no hace “nada”, cuidar los bienes y
no haber recibido una indicación al respecto.
En comparación, la mayoría dijeron haber escuchado del semáforo de alerta volcánico, el
principal instrumento concebido por el Cenapred para advertir de la peligrosidad del fenómeno
eruptivo; sin embargo, no hay claridad en cuanto a lo que este semáforo es, en dónde está y cómo
indica la actividad del Popocatépetl.
GRÁFICA V.1
49.3%
38.1%
10.0%
2.6%
0.0%
Encuesta sobre percepción del riesgo, 2001. Base: 430 casos en la subcuenca Cuautla-Yautepec
GRÁFICA V.2
¿Por qué no salió usted/ por qué no salió su familia? Sólo para los que aplicó.
Porcentajes
35.0%
24.1%
21.4%
10.5%
6.0%
1.1% 1.5%
0.4%
por cuidar mis para que no de todos porque no nos
el volcán no porque confío
cosas y me quiten mis modos no va a dieron la otro ns/nc
hace nada en Dios
animales tierras dar tiempo de orden de
Encuesta sobre percepción del riesgo, 2001. Base: 430 casos en la subcuenca Cuautla-Yautepec. Se refiere a la experiencia
de evacuación de diciembre de 2000.
GRÁFICA V.3
90.9%
9.1%
no sí
Encuesta sobre percepción del riesgo, 2001. Cupreder. Base: 430 casos, subcuenca Cuautla-Yautepec.
GRÁFICA V.4
¿Me puede decir qué es (el semáforo)? Sólo para los que aceptaron
haber oído del semáforo
31.7% 31.2%
12.9%
11.0%
7.8%
4.2%
1.5%
(1) Es una (2) Son (3) Son (5) Es un
(4) Es un
bandera de luces de luces para indicador (6) otro (7) ns/nc
aparato
trapo de colores que los del nivel de
relativos 31.7% 11.0% 1.5% 4.2% 31.2% 7.8% 12.9%
Encuesta sobre percepción del riesgo, 2001. Cupreder. Base: 430 casos. Subcuenca Cuautla-Yautepec
IMAGINARIOS DIVERGENTES EN TORNO A LAS ERUPCIONES. Los pueblos campesinos asentados en las
laderas del volcán Popocatépetl tienen una compleja composición cultural que ha resultado, por un
lado, de la persistencia siempre renovada de muy antiguas tradiciones y por otro, de la constante
aparición de nuevas prácticas, valores e ideas como consecuencia de una relación cada vez más
intensa con el moderno mundo urbano que los rodea.
La actividad del volcán Popocatépetl iniciada en diciembre de 1994 ha generado las más
diversas interpretaciones entre las que podríamos distinguir dos grandes campos: por un lado, el
sentido común moderno urbano cuya lógica se encuentra ordenada por ciertas nociones y
razonamientos de tipo científico; por otra parte, el sentido común tradicional rural cuya lógica se
ordena según ciertas nociones y razonamientos de tipo mítico y religioso.
Durante las semanas que siguieron a la gran emanación de ceniza ambos conjuntos de ideas
generaron, cada uno por su cuenta, una representación del riesgo volcánico y una actitud
consecuente con su visión de la vulnerabilidad. De este modo se organizaron misas, procesiones,
ofrendas al volcán, oraciones individuales y rogaciones colectivas preferentemente en el medio
rural, mientras en las ciudades se organizaban reuniones de científicos y funcionarios, congresos de
especialistas en vulcanología y prevención de desastres, ruedas de prensa, artículos y reportajes
periodísticos.
Es decir, mientras en la ciudad la comunidad científica generaba un discurso que casi de
inmediato se transformaba en la versión oficial de los hechos y se difundía a través de la radio, la
televisión y la prensa escrita, en el campo se generaba otro discurso de tipo mítico religioso
transmitido oralmente en todos los espacios sociales de que disponen los pueblos. Mientras el
primero tenía como propósito fomentar en la población una actitud de prevención ante el riesgo y
alentaba la evacuación de la zona de peligro, el segundo discurso, creado y difundido por la propia
población, se orientaba más a propiciar la resignación y a permanecer en su sitio.
El científico se enfrenta, por oficio, al problema de la verdad, en cambio, el tiempero, el
trabajador de las lluvias, el granicero, no la necesita porque un mito, como dice Gadamer, es
siempre sólo creíble y no “verdadero”. En este punto nos encontramos con la confrontación de dos
verdades sustentadas con toda legitimidad en dos tradiciones y dos razonamientos distintos: la
verdad científica y la verdad religiosa.
Otras formas míticas son las ilustradas por una gran cantidad de explicaciones que traducen la
actividad del volcán, y sobre todo las instrucciones emitidas por la autoridad gubernamental estatal
y federa, con los significados adquiridos colectivamente en otras experiencias de relación con estos
poderes. He ahí el florecimiento y pervivencia de la presencia del presidente Salinas de Gortari
como un culpable indirecto de la actividad del Popo, ya que “lo vendió” a los japoneses. Aquí se
traduce la desconfianza hacia un poder del que existe la experiencia de que “vende la tierra”,
probable alusión a los cambios constitucionales al artículo 27; está presente en el fondo también la
idea de que el volcán “padece”, como persona, las decisiones de otros, y que la erupción es la
expresión de ese padecimiento.
Estas caracterizaciones del comportamiento y el sentir social son consecuentes con la noción de
la región y el territorio como espacio no sólo para la actividad económica productiva, sino también
como la matria, tierra que es también madre y padre, hogar de los ancestros.
Lo que podríamos llamar imaginarios divergentes están colocados uno ante el otro con pocas
posibilidades de dialogar, cada uno pensando en la realidad que lo sustenta. El asunto es que,
como dice Marshall Sahlins, la realidad es un lugar agradable de visitar (filosóficamente hablando)
pero nadie ha vivido ahí. El trabajo de reducción de la vulnerabilidad deberá abarcar, además de la
mejora de las condiciones materiales de vida (se describe en el siguiente subtítulo), la búsqueda de
pautas para la construcción de un diálogo en torno a la actividad volcánica y a la posibilidad de
peligro que entraña.
GRÁFICA V.5
31.4%
43.7%
49.1%
61.9%
85.8%
88.8%
65.3%
54.9%
49.1%
35.1%
11.2%
6. Alguien metió un
1. Carlos Salinas 2. Los ovnis tienen 3.La erupción es un 4. Los aviones echan
5. En volcán el tanque de gas al
vendió el volcán a los que ver con lo que invento para robar algo para que saque
volcán hay oro volcán para que
japoneses hace el volcán tierras humo
explote
ns/nc 0.2% 1.6% 1.4% 3.0% 3.3% 3.0%
Encuesta sobre percepción del riesgo, 2001. Cupreder. Base: 430 casos.
GRÁFICA V.6
¿Usted lo cree? Sólo para los que aceptaron haber oído cada rumor
6.0%
10.4% 9.7%
17.5% 16.7% 14.6%
41.1% 27.8%
58.9%
39.8% 45.8%
65.6%
55.5%
49.2%
42.7% 39.6%
35.1%
24.1%
Encuesta sobre percepción del riesgo, 2001. Cupreder. Base: 430 casos. Sólo para los que aceptaron haber oído el rumor.