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PREVIO

SALUDOS

SERIE:
“CUERDAS DE AMOR”
TEJIENDO LAZOS QUE PERMANECEN PARA SIEMPRE

CUERDA N° 3:
EL PODER DEL COMPROMISO

LECTURA

(1 Samuel 18:3)

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CLIP BIENVENIDO A CASA

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INTRODUCCIÓN:

Una de las cosas que más me interesan de esta serie es aprender sobre cómo
se tejen los lazos o las cuerdas de escalada o de montañistas que deben ser
muy fuertes para sostener los deportistas, pero también muy flexibles para
facilitar dicho deporte.

De la misma manera, la propuesta que les hago responde a la pregunta:


¿Cómo construir relaciones que soporten el peso del tiempo, los problemas
obvios de todas las relaciones cercanas y además que sean flexibles que
faciliten la adaptación social?

¿Cómo tejer una soga que sea flexible, fuerte y no se reviente fácilmente?

VIDEO DE APOYO.
Este proceso de tejer un lazo fuerte requiere mucho trabajo mis amigos; de la
misma manera, las relaciones requieren trabajo para que sean duraderas.
Requieren compromiso.

Vamos a seguir tejiendo. La primera cuerda de amor que teníamos era la de


la Admiración. La segunda fue la cercanía. Dos cuerdas que juntas; bien le
podrían regalar bastante estabilidad a cualquier relación.

Intentemos estudiar la tercera cuerda que vamos a entretejer con las dos
anteriores. Es otra cuerda poderosa llamada “El Compromiso”.

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POPURRÍ JAIME MURRELL

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I. CUERDA N° 3: EL COMPROMISO

A. COMPROMISO: Obligación contraída por una persona que se


compromete a algo; acuerdo formal al que llegan dos o más partes tras
hacer ciertas concesiones cada una de ellas. David y Jonatán se estaban
obligando a sí mismos a cumplir con los compromisos contraídos. Nadie
los estaba obligando a comprometerse; fue algo que surgió como
resultado de la relación de amistad entre ellos. Ninguna relación
sobrevive sin obligarse a mantenerla. Estamos EN una época en la que les
estamos enseñando a los jóvenes a reclamar sus derechos, pero no
recuerdan sus deberes u obligaciones con la sociedad. Las relaciones no
fluyen; se construyen, se trabajan. Los hijos no reconocen las obligaciones
de los padres a favor de ellos, no agradecen esas obligaciones a pesar que
son para ellos. Hay muchos jóvenes que no desean tener hijos porque se
han dado cuenta que tener hijos cuesta. Cuesta dinero, cuesta tiempo,
cuesta sacrificio; cuesta sangre, sudor y lágrimas. Ellos han observado
correctamente y entienden que el amor cuesta. Máxime cuando
comprenden que aparentemente no reciben nada de vuelta. Si sus hijos
fueran como ellos, no querrían tener hijos, claro. Los hijos tampoco
asumen obligaciones. Para que una familia sea funcional, se requiere que
los hijos cumplan con sus deberes. Su deber es estudiar, su deber es
obedecer; su deber es asumir los oficios de la casa como levantar los
platos de la mesa y lavarlos, tender su propia cama, organizar su ropa,
cuidar las cosas que se les dan para su bienestar, tratar con cuidado y
respeto a sus padres, familiares y abuelos. Las parejas tienen obligaciones
adquiridas por su relación de amor. Sostenerse, cuidarse cuando están
enfermos, vestirse, buscar la felicidad del cónyuge. Son obligaciones
contraídas por el compromiso que significa ser familia. Igual los amigos,
igual los compañeros de trabajo, igual los empleados, igual los
empleadores. Las relaciones son una obligación mutua. La historia de
Jonatán nos contará que ellos cumplían con obligaciones auto impuestas.
“Sin compromiso no puede haber profundidad en nada”
B. Palabra dada, responsabilidad, convenio, fe empeñada. Uno se ata con las
palabras de su boca a las personas porque así funciona el ser humano.
Dios nos fabricó con la posibilidad de ligarnos con nuestras palabras. La
palabra debería ser la moneda de cambio para nuestras relaciones
interpersonales. Compromiso significa “en una promesa”. “El compromiso
es lo que convierte una promesa en realidad”. Nuestros hijos necesitan
saber que sus padres cumplen promesas. Las parejas se sostienen por la
palabra de su ser amado. Los padres necesitan creer a las promesas de sus
hijos. No hay otra manera de construir familias funcionales si la palabra no
vale nada porque la palabra es la que garantiza la unidad familiar. Jonatán
y David empeñaron su palabra y creyeron la palabra dada por el otro.
C. Compromiso es: “Atadura contraída” ¿Les gustaría estar atados en algún
lugar o en este caso, a una persona? Pues esa es la idea del compromiso
entre David y Jonatán. Fue una atadura contraída de manera voluntaria y
personal. Es establecer lazos fuertes que atan. El alma de Jonatán quedó
ligada a la de David como resultado del compromiso o pacto adquirido
entre ellos dos. Cuando admiramos a alguien, cuando nos acercamos a
alguien; el siguiente paso es contraer ataduras o cosas que nos atan. A la
familia nos ata la sangre; nada más ni nada menos. Tenemos
compromisos de respeto y admiración por los padres porque son los
padres. Los hermanos tienen compromisos de cuidado y respeto porque
son hermanos. Los hijos deben ser cuidados y promovidos porque son
hijos. No se respeta al abuelo porque tenga la razón, ni se respeta a la
mamá porque no se equivoca, no se respeta al padre porque cumple con
sus deberes, no se cuida a los hermanos porque ellos nos ayuden; NO. Es
porque es familia. Lo dice tu papá, tu mamá. Algunas veces no tenemos
más argumentos con nuestros hijos que ser sus padres. No somos amigos
de nuestros hijos, no podemos rebajarnos a esa condición; somos sus
padres y los lazos que nos unen son lazos de sangre, son lazos
emocionales, son lazos espirituales. En el caso de David y Jonatán ese lazo
los unió de generación en generación. David cuidó de los hijos de Jonatán
porque eran hijos de Jonatán y los exaltó y los enriqueció, y los honró. No
los conocía, no eran su familia, pero eran hijos de su amigo con el que
tenía lazos de unidad y los trató como familia. ¿Comprendemos lo que
estoy diciendo?
D. Pacto es convenio o un acuerdo entre dos. El pacto garantiza el
cumplimiento legal de las obligaciones contraídas. Algo ensamblado,
trabado, asegurado y establecido. Pacto en hebreo es: encadenar o
comer con. “Tenemos que reconocer que no puede haber relaciones a
menos que haya un compromiso”. “Un pacto bilateral entre personas que
voluntariamente aceptaban los términos del convenio”, en este caso, un
pacto de amistad entre David y Jonatán. Es necesario que los padres y los
hijos se sienten a conversar de cuáles serán sus acuerdos; cuáles serán las
reglas de juego en la familia. Ninguna relación sobrevive sin acuerdos o
normas establecidas. Son cosas que se respetarán. Me refiero a horarios
de llegada a la casa, de las maneras de hablarse, el tonito que se va a usar,
los protocolos que se van a seguir como la bendición, la forma como se
van a tomar las decisiones, quién va a hacer las compras etc.
E. Acordar es: “aproximar el corazón”. Esta es la definición más romántica
de todas las que hemos estudiado pero la más adecuada a nuestra serie,
porque une las dos cuerdas anteriores. Con la práctica de la habilidad de
la admiración y la cercanía; surge el compromiso. Una relación de cercanía
y admiración se refuerza con el compromiso. Sólo que el compromiso se
adquiere y se demuestra con el tiempo. Nadie se enlaza con otro
solamente porque toca; es el resultado de encontrar un lugar donde se le
reconoce y admira; donde se le quiere y se le acerca; un lugar en el que
uno paga las cuentas con agrado. Nadie se siente bien en un lugar donde
solamente le toca sacar dinero, cumplir compromisos, sacrificarse al
máximo y no recibe nada a cambio. El amor de familia es incondicional
hasta que el hambre lo mata. ¿A cuántos hombres se los llama para dar
dinero y para matar ratones y para poner puntillas, pero no se los llama
para comer? La gente se cansa de cumplir acuerdos cuando el acuerdo se
cumple desde una sola parte. ¿A cuántas mujeres se las obliga a cumplir
con sus deberes, pero pocas veces las llaman a pasear, a comprar, a
cuidarlas? Esto mis amigos, es como la pirinola; todos ponen. Qué bonito
cuando la pirinola dice: “Toma todo”. Pero si siempre tomas todo y no
pones nada, pronto se acaba el juego, porque quebraste a tu oponente.
Pues muchas mujeres han matado el amor de sus maridos porque se
vuelven exigentes, exprimidoras, demandantes; pero no quieren servir a
sus esposos o los manipulan con el sexo. Muchas madres de familia se
están muriendo porque nadie las considera y les toca trabajar enfermas,
debilitadas, sin descanso y mucho menos unas vacaciones. Los buenos
hijos que solamente reciben reprimendas, exigencias, cantaleta; pero no
reciben aprobación ni reconocimiento se cansan y se van.

DONACIONES

Dar no es apoyar a un ministro; porque alguien podría pensar que no tiene


dinero para “dar de comer a otro”, mientras que la Biblia dice hablando de
los pastores: el obrero es digno de su salario. Entonces, dar es honrar a Dios.

CONCLUSIÓN:

El texto dice que David “le amaba como a sí mismo”. Esta es la segunda vez
que menciona el amor propio de Jonatán. En todo el párrafo que estamos
estudiando, el que toma la iniciativa es Jonatán, no David. Porque el que
tenía algo que perder era Jonatán y no David. No se olviden que el heredero
al trono por derecho era Jonatán, mientras que David era una amenaza a la
estabilidad de la dinastía.

Era Jonatán el que admiraba a David; fue Jonatán el que recibió a David en su
casa. Es Jonatán quien asume un compromiso de por vida con David y
propone el pacto de amistad.

La gente segura de sí misma es la que puede ofrecer una relación de


compromiso. La gente insegura no se compromete porque mira las
relaciones como un negocio de perder o ganar. Jonatán no entendía que
perdía si se obligaba a sí mismo a asumir compromisos serios, era su manera
de ver la vida y las relaciones. ¿Puede una relación sobrevivir sin compromiso
de parte y parte? Obvio no.
Hay momentos en los que lo único que mantiene el matrimonio es el
compromiso en un papel delante de Dios. (Aunque mucha gente diga que un
papel no es importante y tienen razón. No es el papel, es lo que dice).

A veces, lo único que mantiene a los padres cuidando de sus hijos es el


compromiso. Haga de cuenta que su lazo familiar es uno tejido por tres
cuerdas. Se rompió la cuerda de la admiración porque mostramos el cobre y
la pareja no lo soporta. Se rompió la cuerda de la cercanía por la rutina. ¿Qué
nos queda? Una cuerda que sostiene el peso del hogar que se llama
compromiso. ¿Se romperá? Si. Pero se resiste a romperse porque se piensa
en el compromiso.

Cuando uno se hace creyente jura fidelidad a Dios hasta la muerte. Cuando
uno se bautiza, jura fidelidad a la iglesia. ¿De qué depende que esa relación
se mantenga? Del compromiso con el que se sienta amarrado a su iglesia y a
su fe.

Empresario estadounidense, presidente y consejero delegado de Starbucks


Coffee Company, una franquicia con una particular filosofía de los negocios
que cuenta con más de 10.000 establecimientos en todo el mundo. Él dijo:
“Cuando estás rodeado de personas que comparten un compromiso
apasionado en torno a un propósito común, todo es posible”.

Hay momentos en los que lo único que mantiene a una pareja es la cuerda
del compromiso ante Dios. Es necesario que se recuperen las dos cuerdas
anteriores, porque el compromiso soporta, pero no es eterno. El compromiso
por sí sólo hace las relaciones frustrantes, deprimentes, decepcionantes.
Pero el compromiso con cercanía y admiración hacen que esa relación sea
casi irrompible, indestructible.

“Únenos Padre con cuerdas que no se puedan romper”

Oración

Mis amigos, esta historia continuará… La próxima semana les daré la cuarta
cuerda para tejer lazos que permanecen para siempre.

Por ahora quiero invitarte a hacer a Jesús el Señor de tu vida: Restauración.


Si hiciste esta oración eres hijo de Dios. Si deseas, también puedes hacerte
hijo de esta casa. Escríbeme y te cuento cómo.

LA BENDICIÓN SACERDOTAL

Dar para el pobre no es apoyar al pobre, porque alguien podría pensar que
no sabe en qué usará el pobre ese dinero. La Biblia dice que dar al pobre es
prestar a Dios; o sea, dar es honrar a Dios.

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