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tica ia cri de la arquitectura Histor moderna Kenneth Frampton GG Traduccion de Jorge Sainz Amis padres indice Profacio a la cuarta edicién 7 ‘Tidia eaginat Introduecién 8 Modern architecture: A critical history Primera parte: Mowimientos culturales y técnicas propiciatorias, 1750-1939 Publicado por Thames and Hudson, Londres |, Transformaciones culturales: la arquitectura neoclisica, 1750-1900 12 2, Transformaciones territariaies: los desarrolios urbanos, 1800-1909 20 |. Transtormaciones tecnicas: la ingenieris estructural, 1775-1939 29. Revision bibliografica por Joaquim Romaguera i Ramid Disefio de la cubierta de Toni Cabré/Editorial Gustavo Gi Segunda parte: Una historia critica, 1836-1967 |. Noticias de ninguna parte: Inglaterra, 1836-1924 2 2. Adler y Sullivan: e| Audi m y la construccion en altura, 1886-1895, 5 1. Frank Lloyd Wright y el mito de la pradera, 1890-1916 ST 4. El racionalismo estructural y la influencia de Viollet-le-Duc: Gaudi, Horta, Guimard y Berlage, 1880-1910 64 5. Charles Rennie Mackintosh y la escuela de Glasgow, 1896-1916 ™ 0. Lo primavera sagrada: Wagner, Olbrich y Hoffmann, 1886-1912 79 J. Antonio Sant’Elia y la arquitectura futurista, 1909-1914 86 &. Adolf Loos y ta crisis de la cultura, 1896-1931 92 §. Henry van de Velde y Ia absteaccién de la empatia, 1895-1914 98 10, Tony Garnier y fa ciudad industrial, 1899-1918 102 1), Auguste Perret: la evolucién del racionalismo clasico, 1899-1925 107 12.£1 Deutsche Werkbund, 1898-1927 m 4 edicién ampliada, 3 tirada, 2012 13 La Cadena de Cristal: el expresionismo arquitecténico ouropeo, 1910-1925 118 14. Le Bauhaus: la evolucion de una idea, 1919-1932 125, 16. La nueva objeti Alemania, Holanda y Suiza, 1923-1933 132 ; i 16. De Stij: evolucion . Cualquier forma de reproduccién, distribucién, comunicacién publica o transformacién ire Corbusier y - Coon Wowveeu, Oras eet ist de esta obra solo puede ser realizada con la autorizacion de sus titulares, salvo excepcion 18. Mies van der Rohe y la signit jn de los hechos, 1921-1933. 163 prevista por la ley. Dirijase a CEDRO (Centro Espanol de Derechos Reprograficos, 19. La nueva colectividad: arte y arquitectura en a Union Soviética, 1918-1932 169 www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algun fragmenta de esta obra, 20, Le Corbusier y la Villa Radieuse, 1928-1946 180 2). Frank Loyd Wright y la ciudad en desaparicion, 1929-1963 1388 torial no se pronuncia, ni expresa ni implicitamente, respecto a la exactitud de la 22. Alvar Aalta y la tradicién nérdica: e| romanticismo nacionalista y ta eminem an cay bee aes a acinl o sued asuanirningertibe de sree eices Serienen: Yt Wer a} Letenpdesemedeh tober ree 29. Giuseppe Terragni y la arquitectura del racionalismo italiano, 1926-1943 208 responsabilidad en caso de error u omision. 24. Lo arquitectura y el Estado: ideologia y raprosemacién, 1914-1943 212 , Le Corbusier y la monumentalizacién de io verndculo, 1930-1960 226 26. Mies van der Roho y la manumentalizacién de Ia técnica, 1933-1967 234 © de la version castellana: Jorge Sainz, 1998, 2009 77 £1 eclipse del New Deal: Buckminster Fuller, Philip Johnson y Louis |, Kahn, 1934-1964 241 © 1980, 1985, 1992, 2007, Thames and Hudson Ltd., Londres y para la edicién castellana: © Editorial Gustavo Gili, SL, Barcelona, 1993, 2009 ‘Tercera parte: Valoracién critica y extension hacia el presente, 1925-1991 El Estilo Interacional: tema y variaciones, 1975-1965 252 El nuevo brutalismo y la arquitectura del estado del bienestar, Reino Unida, 1949-1959 266 Las vicisitudes de la ideologia: los CIAM y el Team X, critica y contracritica, 1928-1968. 273 teoria y préctica internacionales desde 1962 284 Printed in Spain El regionatismo critico: arquitectura moderna ¢ identidad cultural 318 a 333 topogratia, morfologia, ISBN: 978-84-252-2274-0 Depasito legal 8. 26.867-2010 La arquitectura mundial y la practica refle: 1 2. a. 4. Lugar, preduccién y escenagrs 6, 6. 7. La arquitectura en la era de la globalizaci Impresi6n: Graficas 92, SA, Rubi (Barcelona) sostenibilidad, materialidad, habitat y forma civice, 1976-2007 349 Wibtio gratia 395 ‘Agradecimientos 31 indice alfabetica 433 ados de ta llustracién, sina que mas bien han de convertirse en le encarnacién de los luga- tes habitables. En una sociedad fascinads por él consumismo, las condiciones de! equilibrio eco- ontold nuas; es decir, {ragmentos delimitados en los que puede prevalecer cierta simbiosis cultural y eco- légica a despecho del coos circundant La pérdida de la ciudad finita como objeto cul: tural significative sin duda explica parcialmente la delicuescencia del pensamiento vanguardista y el reconocimiento de que la arquitectura ya no puede intervenir a escala global. El vacio dejado por nuestra incapacidad para hacer realidad unos: ambitos urbanos claramente definidos, junto con las instituciones que en su momento. encarnaron, estuvo oculto hasta hace relativamente poco debido a las ilusiones optimistas del urbanismo operativo, una disciplina casi positivista cuya efi cacia en la gestion de ta economia consumista dependia del mantenimiento de cierta indiferen- ‘cia hacia la forma cultural. Frente a esto, el encia- ‘ve urbana $¢ reafirma ahora como una estrategia alternativa y factible, dado et fracaso del urbanis- mo come practica de proyectai Sin embargo, ¢! enclave es tan sdlo un ‘qué’ potencial en un momento en que la arquitectura ha de adopts id y profun- idad en relacién con el context global. Con ‘objeto de llegar a un método general viable para #1 ejercicio comploto de la arquitectura, al ‘cmo" se le debe conceder la misma categoria. Hay un momento —como ha seftalado Hans Sedimayr— en el que el lugar y la praduceién se funden para dar paso a esa cualidad del carscter de la que recibimas nuestra identidad. Come escribia ‘Christian Norberg-Schulz en su estudio de la abra de Portoghesi y Gigliotti, Alla ricerca dalt’architer- tura parduta (1975), ag Mientras que la orgenizacién espacial puede 4 eribicse sin hacer referencia # una sotucién ca concreta, el cardcter posiblemente no p separarse de! proceso de hacer. Ese es el cado de ta conocida afirmacién hecha por de que “Dios esté en los detaltes”. La técnica de los dktimos cien afios es, por t mis que una révolucién mersmente técnica, hecho, la tecnologia moderna no sdio sirve resolver problemas cuantitatives y econ sino que, bien entendica, puede a reemplazar las motivos devalusdos deb mo con formas que confieran cardcter a entorno y, de este modo, le ileven @ com en un auténtice lugar, El velo con que le fotolitogratia cubre li tectura no es neutral, Los procesos fotografie reproductives de alta velocidad son con lad no s6lo Ia economia politica dal signa, también un insidioso filtro a través del cual tro entorno tactil tiende a perder su Cusndo parte de los edificios moderos, su calidad génica queda desmentida por la pobreza y la talidad de los detalles, Una y otra vez, una cién cara y estentosa de estructura o forma traduce en el empabrecimiento de la intim| fen fo que Heidegger ha reconocide come la da de fa ‘cercania’. Qué raro es encontrar ‘obra moderna en Ia que la inflexion de una aida penetre en los lugares mig estructura, no como una fuerza tot sino como la declinaciGn de una sensibsl iculeda. Que la sociedad madera poseo. via cierta capacidad para semejante inf queda confirmado en las mejores obras de Visto bajo esta luz, el arte de la arquitect convierte —camo lo expresa Ignasi dé Sof les— en una especie de ‘reserva de reatidad lugar donde et hombre aun puede encontrar capar de resistir, como algo distinto, al deste vo asalte de la modemizacidn tecnolégica. a. La globalizacién del capital es, por supuesto, algo ‘eepuria, Sin embargo, es una importante innov: eidn ideoldgiea. El sistema capitalists sufre una specie de mutacién de su forma esencial, cuya ‘culminacién seria la completa (tedrica) capitalize widn de ta naturateza, en la que ya no quede ambito alguna que sea externe al capital. Esto equivale 4 suponer que no existe una naturaleza externa, La imagen ya no es 68a de Marx (o da los econamistas clasicos} en la que los seres huma- fos actuan sabre ta naturaleza externa pare pro- ducir valor. Mas bien es una imagen en la que los diversos elementos de ta naturaleza (incluyenda lv naturaleza humana) estén ellos mismos codifi- cados come capital. La naturaleza es capital o, mis bien, fa naturaleza se concibe a la imagen dal capital, La Idgica del sistema es, pues, e! somet miento de todas fos elementos de [a “naturateza considerada como capital” a la finalidad de la reproduccion extendida del capital. : Inmediatamente surgen dificultades teéricas como resultada del hecho de que éste es una integracién funcional en buena parte imaginaria Lo retdrica recalca Is armonizacién y Ia aptimiza- cidn; la realidad es desorden y conflicto. Como observa Jean Baudrillard, “todo es potencialmen- te funcional y nada fo es de hecho”. Dos fuentes tie contradicciones son inherentes al proceso de la capitalizacion de Ja cultura, to que nos propor- tiona justificaciones para proponer un cambio que pase de una perspectiva industrial a otra eco- logica ¥ maexista de la praduccién, del “even wal” @ “inevitable” hundimienta def capitatismo, y con ello de las condiciones de alguna clase de socialismo. La primera justificacion es af hecho de que ef planata es materialmente finite, una situacién que pone limites biofisicos al proceso de acumulacién, La segunda —que es sinérgica con fa primera— es el hecho de que ef capital ne La arquitectura en la era de la globalizacion: topografia, morfologia, sostenibilidad, materialidad, habitat y forma civica, 1975-2007 eontrola y ne puede controlar la reproduccion y modificacién de las condiciones “naturales” de preduceién del mismo mode que pretende regu- Jar la produccién de bienes industriates. Martin O'Connor “Is capitalism sustainable?”, 1994 Los diversos fendmenos que acompaiian # la gio- balizacién estén estrechamente asaciados al indi ce siempre creciente de la comunicacién ts matica y al incremento constante de los vuelos intercontinentales. Camo consecuoncia de ello, e! ejercicio profesional de Ia arquitectura es actual- mente tan global como local, como podemos juz- gar a partir de los célebres arquitectos.internacio. ales que cada vez actian més en todo el mundo, en respuesta directa al flujo de las inversiones de 363. Gehry, Museo Guggenheim, Bilbao. 1985. ug ‘capital. Nuestra susceptibilidad actual a las genes espectaculares es tal que hoy en dis la ién a escala mundial de un arquitecto se debe tanto a su talento iconografice come a su capacidad organizativa yio técnica, Este fenéme- no de émbito mundial se ha denominado et “etec- to Bilbao”, acufiade par el modo.en que, alo largo la década de 1990, ciudades de ambito provin absN unas con otras por tener un edifi © proyectado por al célebre arquitecto. nort americano Frank 0. Gehry, en gran medida fruto de la aclamacidn mediatica concedida a su sensa- cional Museo Guggenheim, realizado en Bilbao en 1995. Durante la década que siguid a este triunfo, 6! alcance de las colebridades arquitectonicas se amplié inconmensurablemente, y los arquitectos de firma viajaban por todo el globo con el fin de supervisar Ia realizacién de construcciones iconi- ‘cas, separadas miles de kilometros y en contextos 8 ¥ politicos totalmente diferentes. Hoy esto resulta particularmente evidente en Pekin, donde diversas estrellas de la arquitectura rivalizan entre si con la realizacién de un odificio de al Gran Teatro Andre, con sus tres s cobijados bajo una nice capula de titanio (2006), hasta el Estacko Nacional de Pekin y Su estructura sobredimensionada, de Jacques Herzog ¥ Pierre de Meuron, proyectado para los Juegos Olimpicos de 2008. Por su tamafo igualmente descomunal, su sudacia estructural y su forma caprichosa, seria dificil imaginar una construccion més espectacu- lar que la sede de 1a Television Chine (CCTV) en Pekin, de Rem Koolhaas, con sus setenta pisos y ‘Su perfil inclinado y trapezoidal corenado por un voladizo de 70 m a unos 230 m de altura, Tal ‘ostentaciOn tecnolégica recuerds la audacia de la torte Eiffel, junto con la propuesta dal Wolkenbii- el de El Lissitzky, de 1924, en los que la CCTV parece haberse inspirada. Sin embargo, total mente alejado sclalidad tanto de Eiffel como det “antirascacielos” de El Lissitzky, 8 naturaleza descompensada y asimétrica, ¥ la ubicacion arbitraria de la megaestructura tele va de Koolhaas te impiden tener una significacién urbanistica © simbélica, salvo camo una repre- Santacion descomunal del poder manipulador de Jos medios de comunicaciéa. Cuando esté termi- nado y totalmente operative, este edificio alber- {996 un total de 10.000 trabajadores dedicados a la programacién de unos 260 canales que emiti- rn para mil millones de porsonas a di Los rascacielos de mucha mayor altura son igualmente sintométicos de nuestra “sociedad del especticulo", en la que las ciudades. compi- en enire si por el dudoso honor de realizar el edi 350 ficio més alto del mundo. Por ahora es Dul aunque casino es una ciudad, el conten que va en cabeza, con ta torre Buri y sus 160 proyectada por Skidmore, Owin (SOM). Mientras qu con-cada vez mais irresistibles en capitales de to ‘el mundo desarrollado (pensemos en el os de Gazprom, proyectario para San Pet 0 en 2006}, las megaldpolis globsles estén ver més inundadas de gente empobrecida, p cularmente en el Tercer Mundo. En éste, las i des con infraestructuras ya congestio siquen hackindose mas dansas, de modo q poblacién de Ciudad de México ya alcanza los millones de habitantes; las de Pekin, Bombay, Paulo y Teheran estan en torno a los 20 rw ada una; la de Yakarta, 17 cas podemos anadir la alarmante prediceién que en los proximos quince afios, unos 300 nes de chinos del campo migrarén a ciud nuevas 0 ya existentes dentro de la Repti Popular 8610 servird para agravar el hecho de que las dades asiaticas estan entre las més contami del mundo: la calidad del aire en Pekin, por plo, €s actualmente seis veces peor que el pro ‘dio de las capitales europeas, Con unas consecuencias igualmente ‘ecandmicas en lo relativo al consumo de p 20, algunas civdades de Estados Unidos: Houston (5,3 millones de habitantes), {5 millones) y Phoenix (3,9 millones)— co perdiendo poblocion en sus centros urb pO que expanden constantemente su torio suburbano con una dotacién escasa o ny de transporte publico. Le negativa natu socioecoldgica de esos modelos de asents @s ya muy familiar. Sélo en Estados Unidos, de 1,2 millones de hectareas de terreno pierdien cada afo por la suburbanizacién, A situacion no ayuda el modele actual de gubernamental en Estacios Unidos, que se en proporcian de 4a 1 en favor de frante al transporte en tren 0 autobis. Pese a este panorama distépica de “motopia” en constante expansion, hemos reconocer ei impacto positive. del aumento d comunicacion medidtica en general, que haber provecado el efecto de etevar el Seneral de la praduccion arquitecténica act asi, aunque la dispersién urbana sigue siendo) entropica como siempre, las obras arquit eas excepcionales son posiblemente, a fi cuentas, de mayor calidad ahora que hace ahos. Hoy en dia, tos arquitectos parecen vale cada vez més su trabajo ante un nivel glol %e iI en constante mojora. A pesar de los caprichos de la mada, estas mejoras estén tan extendidas en la periferia come en el centro, y £8 dan tanto en obras loca- tes de pequana escala como en el ambito interna- sional, Dada la proliferacion de obras. de calidad por todo el mundo, se ha vuelto précticamente impo: uuitimos veinte ahos. Coma consecuencia de ello, me he visto obligado a adoptar una taxonomia de seis aspectos idontificablemente distintos de la eultura énica que pueden entenderse como tendencias significativas en la practice ecténica actual: topografia, morfologi idad, materialidad, habitat y forma civ cn. Aunque estos géneros no son mutuamente ‘exeluyentes, se supone que cada uno de sus cos de referencia justificars la inclusion de | obras reseiadas en cada categoria, y vicevers. A) mismo tiempo, pese al énfasis puesto en los diferentes aspectos de la produccion contempo- muchas de las obras citadas en esta vision general padrian usarse igual de fécilmente como ajemplos de mas da uno de los temas tomados en consideracion, Es mis, no todas estas catego: vias tienen ef mis i tras que la “tapogra don a practicas que en clerta medida se resisten a la mercantilizacién del entomo, la “morfologia” y la “materialidad” son tropos expresivos que 0 bien estan influidos arbitrariamente por los pro: cesos biomérficos de la naturaleza o bien, alter- nativamente, enfatizan ta expresividad de la superficie; y ambos sindromes ocurren de modo no poco frecuente a expensas de una aproplada articulacién de Ia forma arquitecténica en cuanto al espacio, la estructura o la funcién. Por til ‘| “habitat” y la “forma eivica” aluden a dos los géneros fundamentales y consagrados de la cultura adificatoria, en conereto 61 tojido residen- ial como modelo homeostitico del asentamien- to en el tertitoria y el edificia publico come con. texto esencial para Ia representacion y la ‘encamacién de la cultura eivie Antes de avanzar en lo sustancial de este repaso, hay que recanocar Ia influencia del arcul tocto aleman Gottfried Semper, cuyo trascenden- tal ensayo de 1851, ‘Die vier Elemente der Baukunst’ tomé la recién descubierta cabafia cari- bona como fundamento otnogr deducit los cuatro elements primordiales de toda la cultura edificatoria. Estos elementos eran: 1, e podio clevado o terraplén sobre el que des- cansaba la cabafa; 2, el armazén ¥ la cubierta, que proporcionaban él cobijo basico; 3, la pared tejida de cerramiento, que protegia la cabana di los agentes atmasfericos; y por ultimo, 4, el ‘hogar, que no sdlo era la fuente de calor y comida y el foco de ta relacién social, sino también el nucleo simbdlico de Ia sociedad, que presagiaba \a posterior aparicion de la forma aspiritual y civi- a. La explicacién de Semper sobre esos cuatro ‘elementos, junto con su relacion con la oposicion ‘entre ta “creacion de una cubierta” (roofwork! y la “modificacién del terreno” {earthworkl, pro: porcionaré en ocasiones un marco conceptual con él que anslizarlas obras tomadas en conside- racidn. Topografia Dos publicaciones trascendemales que datan de mediados de la década de 1969 y principins de ia década do 1970 anuncian ta aparicion de la topo- grafia y la sostenibilidad como los des metadis- yntales de nuestro tiempo; juntas infiuencia dominante no s6lo en ajista y urbano, sino también en campo de la arquitoctura en general, Los dos tex- tas en cuestion —E/ territario de fa arquitectura, 1966, de Vittorio Gregotti y Proyectar con fa natu- leza, 1971, d diferentes maneras la integracién significati a forma artificial con la superficie de la Tie Complementando el énfasis de Semper sobr cabaha primit egotti veia ef marcado del terrena como un acto primordial, emprendido con objeto de establecer un cosmos artificial fren- naturaleza; recalcaba la fabrica- te al caos de I blecer un lugar-forma de caracter piblico frente la nueva naturaleza creada por la aparicion d region urbanizada. Gregotti aplico por primera ver sus tesis en el proyecto para la Universita della Calabria, construida como una megaestru tura lineal en una gran franja de terreno agricol en Cosenza, en el sur de Italia, en 1973. Evitando {a intervencidn arquitectonica, la investigacion de McHarg se centraba mas en la necesidad de un planteamiento global con respecto a Is bios ra para facilitar y mantener la interdepender mutua de los ecosistemas: regionales en un fren- te amplio. Vistas en retrospective, ambos ento- ques eran intentos de hacer frente: expansion continua de la mogaldpolis por todo el munds. Hoy en dia, ambas se pueden seguir considarando estrategias viables con resistirs difusién ilimitada de objetos clonados, tan ajenos a las nece: bre como a los procesos dé la naturaleza, 351

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