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Moral del Amor y la Sexualidad

4. MORAL SEXUAL FUNDAMENTAL


¿Cómo formular la normativa ética en el ámbito del comportamiento sexual?

I. JUSTIFICACIÓN Y PLANTEAMIENTO DE LA ÉTICA SEXUAL

A) EXISTENCIA NECESARIA DE LA ÉTICA SEXUAL

Todo comportamiento humano tiene una instancia ética, el comportamiento sexual no es


una excepción.

Sin la dimensión ética la sexualidad se desintegra y se deshumaniza.

La dimensión ética de la sexualidad es la configuración integradora de los elementos


inherentes a la realidad humana, en pro de la humanización que supera el narcicismo y el
puro instinto de reproducción, para alcanzar un nivel de comunión.

El ser humano será el criterio para la evaluación de las actividades


sexuales: su realización integral como humano y el establecimiento de
relaciones afectivas-efectivas

La maduración personal incluye y exige el conocimiento progresivo de la propia


sexualidad.

B) LAS FUENTES DE LA NORMATIVIDAD SEXUAL CRISTIANA

REVELACIÓN: en la media que ofrece una cosmovisión del ser humano y su realización
histórica.

 En cuanto a las normas concretas sobre sexualidad que aparecen en la Sagrada


Escritura, pueden ser un criterio normativo con tal de que sean sometidas a una
hermenéutica, de modo que se identifique sus raíces socioculturales. Estas normas
han de ser valoradas y discernidas.
 El Magisterio de la Iglesia ha transmitido con fidelidad sustancial la visión de la
Revelación en materia de sexualidad humana.

ANTROPOLOGÍA : lugar y fuente para la formulación de la moral sexual cristiana.

 Aporta los contenidos concretos de la eticidad en el comportamiento sexual.

Luis Antonio Arvayo Araiza IV Teología


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 Aporta la concreción para el compromiso moral.

Se ha de respetar la especificidad de cada uno y se han de asumir sus estructuras


autónomas en una síntesis superior.

II. MODELO MORAL DEL COMPORTAMIENTO SEXUAL

A) DIMENSIÓN POSITIVA DE LA SEXUALIDAD EN CUANTO TAREA MORAL


1. Críti ca a las formulaciones de la moral clásica: en forma de decálogo y en
forma de la virtud de la casti dad:

DECÁLOGO :

a. Se corre el peligro de hacer algo extrínseco a la moral sexual


desconectándola del apoyo antropológico de donde tiene que brotar.
b. Las formulaciones del sexto y noveno mandamiento llevan implicadas una
serie de configuraciones socioculturales que han sido superadas o están en
contraposición con la plenitud del Nuevo Testamento.
c. No puede alcanzar todo el amplio campo de una moral sexual cristiana para
el presente.

VIRTUD DE LA CASTIDAD :

a. Lleva el peligro de caer en formalismo.


b. Se basa en una concepción antropológica de la Edad Media (tomista).
c. Su negatividad se entiende como la no satisfacción del impulso sexual, de
ahí se pasa a la intención de suprimir ese impulso humano, por último, se
llega a una concepción de la castidad como frustración.
d. Es compulsiva. Se ve la sexualidad como algo prohibido o pecaminoso.
e. Puritanismo. Se entiende desde un dualismo cuerpo-espíritu: la castidad
representa el triunfo del espíritu sobre la carne.
f. Reduce la sexualidad a la genitalidad.
g. Se supra valora la virginidad, de modo que la vida matrimonial no es
considerada como castidad perfecta.

2. Una formulación más adecuada:

Debe basarse en una auténtica antropología sexual.

Hay un principio general: la personalización de la sexualidad dentro de las estructuras de


la personalidad humana.

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Un comportamiento sexual es bueno si personaliza al hombre, si está integrado dentro del


conjunto armónico de la persona.

No se trata de actos aislados, sino de una concepción integral de la persona humana y


cristiana.

Dos principio básicos para la moral sexual:

1. Diferenciación
2. Progresión

B) DIMENSIÓN NEGATIVA DE LA SEXUALIDAD EN CUANTO TAREA MORAL


1. El fallo sexual

Casuística:

- lujuria, placer desenfrenado


- procreación: pecado sexual
- reducción biológica externa

Nuevo punto de vista:

- sexualidad en el camino de maduración


- hay fallo cuando no logra integrarse
- egoísmo y narcisismo: ausencia de relaciones auténticas
- trabas en la dinámica oblativa de la sexualidad, no hay experiencia de amor

2. Gravedad del fallo sexual

Casuística:

- Todo es grave en materia sexual, obsesión en la genitalidad


- Ley de perfección, no progreso, sin distinción, conduce a la represión

Nuevo punto de vista:

- Amplitud de conceptos
- Dimensión personal en los comportamientos sexuales (gravedad)
- Toma en cuenta el nivel de madurez y otros elementos

III. NORMAS CONCRETAS DE ÉTICA SEXUAL

A) CRISIS DE LA MORAL SEXUAL: CRISIS DE LAS NORMAS SEXUALES

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Formulación de las normas a modo:

- Autoridad / obediencia
- Pensamiento limitado
- Abstracto con deducción de principios
- Absoluto, inmutable
- Prohibiciones

El contenido no siempre corresponde al valor real que tratan de salvaguardar las normas.

B) REPLANTEAMIENTO

Se debe precisar el sentido y la finalidad de las normas sexuales.

Son necesarias para el proceso de maduración y crecimiento personal.

No como una prohibición externa que oprime, sino como un camino de libertad del que la
persona se apropia con normalidad y coherencia, abraza la subjetividad personal, para
lograr con paciencia y sencillez la excelencia de la vocación de los fieles en Cristo.

La norma moral como la expresión del significado de la sexualidad a través de un modelo


moral que tenga una comprensión más amplia de esta dimensión humana.

IV. CRIETERIOS A SEGUIR EN LA ÉTICA SEXUAL

Gaudium et Spes

En la unidad de cuerpo y alma, el hombre, por su misma condición corporal, es una


síntesis del universo material (…) No debe, por tanto, despreciar la vida corporal, sino que,
por el contrario, debe tener por bueno y honrar a su propio cuerpo, como criatura de Dios
que ha de resucitar en el último día (…) La propia dignidad humana pide, pues, que
glorifique a Dios en su cuerpo y no permita que lo esclavicen las inclinaciones depravadas
de su corazón (14).

El principio, el sujeto y el fin de todas las instituciones sociales es y debe ser la persona
humana, la cual, por su misma naturaleza, tiene absoluta necesidad de la vida social (…) Es
cierto que las perturbaciones que tan frecuentemente agitan la realidad social proceden
en parte de las tensiones propias de las estructuras económicas, políticas y sociales. Pero
proceden, sobre todo, de la soberbia y del egoísmo humanos, que trastornan el ambiente
social. Y cuando la realidad social se ve viciada por la consecuencias del pecado, el
hombre, inclinado ya al mal desde su nacimiento, encuentra nuevos estímulos para el
pecado, los cuales sólo pueden vencerse con denodado esfuerzo ayudado por la gracia
(25).

Luis Antonio Arvayo Araiza IV Teología


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A) CRITERIOS INSUFICIENTES
1. La prohibición:

No es el esquema ideal, ha de usarse solo en caso de emergencia. Intenta proteger al


individuo.

Es mejor comunicar y actuar los valores admitidos como humanizadores.

La prohibición dura y desnuda subraya la importancia y la dificultad del encuentro


interpersonal, pues aparece como una norma heterónoma e impuesta al ser humano
desde una instancia autoritaria.

Puede engendrar una culpabilidad innecesaria en la experiencia personal.

Se favorece un infantilismo moral e impide la creación de un esquema axiológico propio y


armónicamente interiorizado.

2. Normati vidad de la naturaleza

La apelación a la ley natural para calificar determinados comportamientos sexuales tiene


el innegable valor de superar el subjetivismo, remite el juicio ético a la verdad última del
ser humano, mientras apela a una objetividad antropológica de los valores implicados en
la sexualidad.

Pero la apelación a una ley natural ha de evitar el riesgo de parecer demasiado fija o
ahistórica.

La evocación de la naturaleza no puede olvidar lo específicamente libre del ser humano.

En materia de sexualidad, la finalidad procreativa está notablemente enriquecida por la


finalidad unitiva.

La referencia a la naturaleza no puede suprimir lo que corresponde a un determinado


contexto sociohistórico, pues no se puede hacer pasar por natural lo que solamente es
cultural o políticamente correcto.

3. Criterios de la costumbre y de la ley

Evidencian la vigencia de los valores éticos, o al menos una comprensión de los mismos.

El criterio basado en tales comportamientos sociales ayudaría al ser humano a no sentirse


solo en medio de la multitud y a repensar el ideal de lo que se consideran metas morales
en su grupo de adscripción.

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No hay que olvidar que lo bueno no es necesariamente lo admitido por la mayoría.

Las costumbres tampoco son criterio de moralidad cuando, informando la opinión de la


mayoría, llegan a convertirse en el apoyo de un determinado ordenamiento legal.

Evangelium Vitae 71
Los valores humanos y morales esenciales y originarios, que derivan de la verdad
misma del ser humano y expresan y tutelan la dignidad de la persona. Son valores, por
tanto, que ningún individuo, ninguna mayoría, y ningún Estado nunca pueden crear,
modificar o destruir, sino que deben sólo reconocer, respetar y promover.

«En ningún ámbito de la vida la ley civil puede sustituir a la conciencia ni dictar
normas que excedan la propia competencia»

4. Apelación a la Revelación

La moral cristiana ha de acudir siempre a la Sagrada Escritura para buscar en sus páginas
un criterio de moralidad.

No debe ser el único criterio pues podría dar origen a una ética positivista y no favorecería
el diálogo.

Se ha de superar la letra de la Biblia para subrayar su espíritu y profecía.

Necesidad de una metodología hermenéutica.

Luis Antonio Arvayo Araiza IV Teología

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