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Trayectoria de las
CIENCIAS SOCIALES
EN AMERICA LATINA
In tro d u c c ió n
Los diversos estudios que han abordado el análisis del desarrollo de las cien
cias sociales en Am érica Latina coinciden en señalar que durante las décadas
de 1930 a 1970, la principal característica del desarrollo de las ciencias sociales
en la región fue su institucionalización y consolidación (Graciarena 1970,1974
y 1979; M urga Frassinetti y Boils M orales 1979; R atinoff 1979, entre otros).
El proceso de esta institucionalización se expresó prim ero de m anera inci
piente durante las décadas de 1930 a 1950, con la incorporación de las carreras
profesionales de economía, historia y sociología, la fundación de nuevas
escuelas para cubrir la form ación de profesionistas y la creación de algunos
centros de investigación en las principales universidades de M éxico, Argenti
na, Brasil y Chile.
A partir de la segunda mitad de la década de 1950 la institucionalización de
las ciencias sociales se volvió m ás intensa y se caracterizó, principalm ente, por
el crecim iento acelerado de la m atrícula estudiantil; la creación de nuevas
carreras com o antropología, ciencia política y trabajo social; la implantación
generalizada tanto de las disciplinas en las universidades de la región ( incluso
Centroam érica que hasta entonces había permanecido rezagada); la fundación
de instituciones de investigación disciplinaria y m ultidisciplinaria fuera de las
universidades; la consolidación de revistas especializadas; y, por último, la
creación de organism os internacionales de coordinación o prom oción de sus
actividades.
Entre los factores estructurales más generales que contribuyeron al desarro
llo institucional de las ciencias sociales en la región podem os destacar: primero,
a partir de la posguerra, el auge económico industrial im pulsado por la inserción
de las econom ías latinoamericanas al m ercado m undial y el impulso de
políticas de sustitución de importaciones, las transform aciones sociales y las
tensiones políticas asociadas, a la diversificación social ligada a este proceso.
Posteriorm ente, hacia la década de 1960, el agotam iento de dichos modelos de
industrialización y de crecim iento económ ico, la desm itificación de las ideo
logías liberales-nacionalistas, el incremento de la demanda de profesionistas y
de conocim ientos especializados vinculados con el desarrollo de programas
sociales de los gobiernos de la región, así como la propia consolidación de las
disciplinas.
En el seno de estos factores se generaron condiciones para form ar un
mercado académ ico y profesional en expansión, que m otivaron la transform a
ción de la estructura universitaria tradicional y la diversificación de las
instituciones con creación de centros de investigación especializados en
cuestiones del desarrollo y la planeación de las políticas económ icas y sociales.
Por efecto de estos procesos generalizados en la región, la evolución de la
institucionalización de las ciencias so ciales ha presentado rasgos com unes
tanto para los distintos países com o para las d iv ersas disciplinas. El análisis de
la sociología, una de las disciplinas m ás rep resen tativ as, ha perm itido rec o n s
truir su proceso de desarrollo.
D e acuerdo con la caracterización de la h isto ria de la sociología en A m érica
Latina elaborada por Jorge G raciarena (1970), Solari, Franco y Ju tkow itz
(1977) distinguen tres grandes etapas en la histo ria de los estudios del cam bio
social en A m érica Latina:
La prim era etapa, la de los “ p e n sad o res” , se rem onta al siglo X IX y
principios del presente. L a obra de los in telectu ales preocupados por in terp re
tar la realidad social com o un paso n ecesario p ara su transform ación, fue el
prim er esfuerzo de desarrollo de un co n o cim ien to científico de la realid ad la
tinoam ericana. E sta etapa, a ju ic io de G ra c ia ren a y Solari et al., se c aracterizó
por el em pleo del “ensayo” com o principal in strum ento de expresión y por el
interés en la institucionalización de la enseñ an za de la sociología en las cátedras
universitarias.
La segunda etapa del desarrollo de la cien cia social latinoam ericana se inició
durante la década de 1940 y se caracterizó p o r el interés de renovar la so cio lo g ía
o im pulsar una sociología “cien tífica” . E n ella se criticaron tanto el atraso
teórico y m etodológico com o el escaso papel que se había conferido hasta el
m om ento a la investigación em pírica. E n p a rtic u la r porque se reconoció que la
actividad intelectual se había o rientado a h a c er filosofía social m ás que a
producir una ciencia social que co n co rd ase con los parám etros d esarro llad o s
hasta el m om ento por los centros intelectuales de E uropa y N orteam érica.
Esta segunda etapa, siguiendo a Solari e t al., fue representada p o r los
trabajos de José M edina E chavarría Sociología: teoría y técnica de 1941, de
Gino G erm ani La sociología. A p u n te s p a r a su fiundam entación de 1956 y los
de Florestán Fernández E lem entos de so c io lo g ía teórica (1960) y A so cio lo g ía
tiuma era de revolugao so cia l (1963). En ello s, de acu erd o con el ju ic io del autor
m encionado, se postuló la legitim idad y la p o sib ilid ad de una ciencia social; se
destacó la centralidad de los problem as m eto d o ló g ico s y se hizo énfasis en el
racionalism o de la sociología para la co m p ren sió n de la realidad social y sen tar
las bases de la nueva sociedad.
Para G raciarena (1970) el contexto so cio -p o lítico en que tuvo lugar la in sti
tucionalización de las ciencias sociales en A m érica L atina a partir de la década
de 1930, estaba determ inado po r la crisis de consenso y de vacío de poder
derivado del colapso del E stablishm ent o lig árq u ico latinoam ericano y de la
em ergencia de nuevos grupos ascendentes g en erad o s en el proceso de in d u s
trialización y la m ovilización de grandes m asas u rbanas y rurales.
La situación de crisis social que en m arcab a la renovación de las ciencias
sociales, según G raciarena, se tradujo en una so cied ad m ás represiva b asad a en
un nuevo tipo de alianza de clases sociales y en una redefinición tecnocrática
del Estado y de los principales m ecanism os de decisión de la sociedad.
La legitim ación del nuevo estilo de dom inación tecnocrática requirió de una
concepción en la cual las alternativas políticas eran vistas com o “opciones
técnicas” que deberían fundarse en las consideraciones de los “expertos” o
“especialistas” .
Por ello, continúa Graciarena, el conocim iento científico era asum ido como
un factor estratégico para el funcionam iento del Estado, y la universidad
adquiría una posición central com o una de las fuentes generadoras y la principal
transmisora del conocim iento técnico-científico.
En este contexto, concluye nuestro autor, se produjo una reconversión de la
universidad m ediante la cual fue forzada a realizar dos funciones fundam enta
les para la continuidad del Estado tecnocrático y su m odelo de m odernización:
por una parte a entrenar recursos hum anos de alto nivel para form ar una capa
profesional orientada tecnocráticam ente por criterios de apoliticism o, profe
sionalism o, especialización y eficiencia. Y, por otra, a producir conocim ientos
científieos y técnicos determinados por las necesidades del estilo dom inante de
desarrollo.
2. L a r u p tu r a del p a ra d ig m a :
la p o lariza c ió n de las p e rsp ectiv as
B ib lio g ra fía