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Las dos son disciplinas que tienen por objeto de estudio al ser humano, la
primera atendiendo a la psique, a la conducta o a las estructuras mentales,
problemas de aprendizaje, trastornos sociales, fobias, etc. La segunda estudia
al hombre en sociedad, en conjunto, con sus mecanismos de organización, etc.
Psicología social: Los seres humanos somos seres sociales y como tales nos
relacionamos con otras personas en numerosos ámbitos de nuestra vida:
trabajo, pareja, familia, amigos. La psicología social estudia desde el punto de
vista científico la forma en que los pensamientos y comportamientos de una
persona se ven influidos por otra persona. Esta rama de la psicología también
estudia a las distintas organizaciones sociales para extraer patrones de
comportamiento de las diversas personas que forman cada grupo, los roles de
cada individuo o cómo cambia el comportamiento en función de las situaciones
que se produzcan.
Se centra en analizar por qué una persona se comporta de “X” forma, según su
tipo de personalidad, analizando las influencias recibidas. Además, evalúa y
describe cómo dicha personalidad se modifica a lo largo de la vida.
Por su parte, las emociones son procesos psicológicos que, frente a una
amenaza a nuestro equilibrio físico o psicológico, actúan para reestablecerlo,
ejerciendo así un papel adaptativo. Sin embargo, en algunos casos, las
emociones influyen en la contracción de enfermedades. La función adaptativa
de las emociones depende de la evaluación que haga cada persona del
estímulo que pone en peligro su equilibrio, y de la respuesta que genere para
afrontar el mismo.
Las teorías fisiológicas proponen que las respuestas dentro del cuerpo son
responsables de las emociones.
Teoría de Schachter-Singer
Por ejemplo, una persona podría mejorar su estado de ánimo sonriendo. Igual
que podría empeorarlo si frunce el ceño. Es decir, el corolario más
sorprendente de esta teoría es ese que nos dice que podríamos generar
emociones dibujando en nuestro rostro, de manera voluntaria, algunas de sus
expresiones más características.
Charles Darwin fue uno de los primeros en sugerir que los cambios fisiológicos
causados por una emoción tuvieron un impacto directo en lugar de ser solo la
consecuencia de esa emoción. Siguiendo con esta idea, William James
propuso que, contrariamente a la creencia común, la conciencia de los cambios
corporales activados por un estímulo es la emoción. Así, si no se sienten
cambios corporales, solo habría un pensamiento intelectual, desprovisto de
calidez emocional.
La relación de la mente sobre el cuerpo es bien clara. Del mismo modo que las
enfermedades físicas influyen en nuestro estado de ánimo y nos provocan
temor, miedo o preocupación, muchos problemas psicológicos provocan
síntomas físicos.