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Unidad II

Ciencias afines, aplicación. Emociones y sentimientos

Relación de la psicología con otras ciencias.

Sociología: La relación es muy íntima, pues la psicología estudia el


comportamiento del ser humano, así como sus trastornos y aptitudes. Y la
sociología estudia al ser humano en masa o grupos con ayuda de las bases de
la psicología, para determinar los comportamientos, de donde surgen y hacia
dónde van.

Las dos son disciplinas que tienen por objeto de estudio al ser humano, la
primera atendiendo a la psique, a la conducta o a las estructuras mentales,
problemas de aprendizaje, trastornos sociales, fobias, etc. La segunda estudia
al hombre en sociedad, en conjunto, con sus mecanismos de organización, etc.

Las enseñanzas de la sociología resultan de gran utilidad al psicólogo cuando


ha de estudiar las variables grupales que intervienen en la conducta de un
individuo, pues es innegable que los diversos grupos e instituciones a los que
los individuos pertenecen modelan en parte su personalidad y, en cierta
medida, determinan el modo de pensar y actuar.

Antropología: la Antropología se dedica al estudio de la cultura, de cómo la


sociedad cree y le da significado a algo, pero siempre como parte de una
sociedad, a diferencia de la psicología que asume que el individuo es parte de
una sociedad, pero sólo se dedica al estudio del ser humano como un ser
individual.

La Psicología y la Antropología tienen una estrecha relación, ya que la cultura


es el medio de inter-conducta. Los eventos psicológicos basan sus rasgos
conductuales en factores culturales que son: variables y de productos
estructuras orgánicas, referencias a objetos. además de reacciones a eventos y
sus respectivos productos.

Historia: Los acontecimientos históricos tienen su origen en la acción humana,


que siempre es un fenómeno individual. Sin embargo, es evidente que el sujeto
está siempre incluido en redes sociales, emocionales y de poder, que
determinan más o menos profundamente sus decisiones personales. Pero,
como ya señaló Durkheim “las necesidades y deseos que determinan la
formación de las sociedades han emanado del individuo; y si todo viene de él,
necesariamente todo ha de ser explicado por él”, de aquí “que las leyes
sociológicas sólo puedan ser un corolario de las leyes psicológicas generales”.

Biología: La relación entre psicología y biología es que la psicología estudia la


relación del ser humano y su psique, mientras que la biología es la relación del
ser humano con su entorno, la vida y su organismo. Tienen en común que
ambas estudian al ser humano en sus aspectos físicos y mentales

Áreas de estudio de la psicología.

Psicología básica: Se refiere a la teoría psicológica sobre la conducta y los


procesos mentales.

Psicología general: se encarga del estudio del comportamiento de los


organismos individuales, procesos afectivos e intelectuales y el sistema
psíquico.

Psicología Experimental: aplicación de técnicas de laboratorio, semejantes a


las de las ciencias naturales para el estudio del comportamiento y los
fenómenos psíquicos, entre los que se incluyen elementos de estudio
tradicionales de la psicología, como la percepción, la memoria, el pensamiento,
el aprendizaje y la resolución de problemas.

Psicofisiología: es una tendencia de la psicología experimental que considera


las funciones psíquicas desde el punto de vista fisiológico.

Psicología evolutiva: Psicología evolutiva o del desarrollo humano. Los


psicólogos denominan desarrollo al cambio psicológico que se da a lo largo de
la vida.

Psicología como ciencia. Campos de aplicación de la Psicología

Psicología Aplicada. Actividades profesionales de los psicólogos.

Psicología Educativa: Es una ciencia que se identifica con dos campos de


estudios: la psicología y las ciencias de la educación. Estudia los mecanismos
implicados en el aprendizaje de un sujeto y los factores que intervienen en los
centros educativos y que influyen de forma indirecta en la enseñanza y el
aprendizaje, encargándose no solo del aprendizaje positivo sino también del
negativo. El psicólogo de la educación suele desarrollar su actividad profesional
en los sistemas sociales dedicados a la educación en todos sus niveles y
modalidades, durante todo el ciclo vital de la persona. También interviene en
los procesos psicológicos que puedan afectar al aprendizaje o que deriven de
el, independientemente de su origen (personal, grupal, social, de salud, etc.) Se
responsabiliza de las implicaciones educativas de su intervención profesional, y
si lo necesita puede coordinarse con otros profesionales.

Psicología Clínica: La psicología clínica es la que se encarga del estudio,


diagnóstico o tratamiento de problemas o trastornos psicológicos o conducta
anormal. Se dedica al bienestar humano y se enfatiza en la búsqueda del
conocimiento. Las funciones del psicólogo clínico consisten en la prevención,
diagnóstico y tratamiento de todo tipo de trastornos de la conducta que pueda
presentar una persona. El campo de acción es muy grande se puede encargar
desde pequeños desajustes en la relación del individuo con su medio (neurosis,
fobias, timidez, etc.), hasta patologías que puedan destruir casi por completo la
personalidad del sujeto como por ejemplo la esquizofrenia. Los problemas
clínicos se formulan en términos de hipótesis para ser comprobadas a través
de los encuentros con los pacientes que dan cuenta de su estado mental. La
práctica clínica supone necesariamente la investigación.

Recursos Humanos: en la gestión de organizaciones, se llama recursos


humanos al conjunto de los empleados o colaboradores de esa organización.
Lo más común es llamar así a la función que se ocupa de adquirir, desarrollar,
emplear y retener a los colaboradores de la organización.

Psicología del Deporte: La psicología del deporte es el estudio científico de


los factores psicológicos que están asociados con la participación y el
rendimiento en el deporte.

Psicología cognitiva: Esta rama estudia los procesos internos de nuestra


mente, es decir, cómo pensamos, cómo percibimos nuestro entorno y a otras
personas, cómo nos comunicamos y cómo recordamos o aprendemos. Hay
determinados expertos que entienden que la psicología cognitiva es el estudio
de la inteligencia, puesto que la aplicación práctica de la psicología cognitiva
supone la utilización de herramientas para mejorar nuestra memoria, la
seguridad en la toma de decisiones o la manera de aprender.

Psicología familiar y de pareja: Las relaciones familiares pueden producir


problemas de comunicación y de relación entre los diversos miembros, así
como diversos trastornos psicológicos que, en ocasiones, deben ser analizados
por un psicólogo. Se tratan problemas de pareja, dificultades de adaptación,
comunicación inadecuada entre los miembros de la familia, patología de un
familiar, conflictos externos de los hijos y otros muchos aspectos que se
pueden producir en el seno de una familia.

Psicología laboral: La psicología laboral o del trabajo, también denominada


psicología de las organizaciones, es una de las ramas de la psicología que se
ocupa del entorno de trabajo y de las empresas. Un psicólogo del trabajo
estudia la mente y el comportamiento humano en el ámbito laboral. Por lo
general, los psicólogos del trabajo se encuadran dentro del área de recursos
humanos de las empresas, aunque no es preciso que todos los componentes
del área de recursos humanos sean psicólogos.

Psicología forense: La psicología forense supone la aplicación de la


psicología a la investigación criminal y a la evaluación de los posibles
delincuentes. Por lo general los psicólogos forenses elaboran informes sobre la
salud mental de una persona acusada de un delito y, posteriormente, deberán
defender y explicar dicho informe ante un tribunal. La necesidad de que el
psicólogo forense explique ante un tribunal los informes que elabora es lo que
más le diferencia de otro tipo de psicólogo dedicado a otras ramas de la
psicología, puesto que además de los conocimientos sobre psicología deberá
poseer una sólida comprensión de las normas legales y de cada situación
jurídica que se plante.

Psicología social: Los seres humanos somos seres sociales y como tales nos
relacionamos con otras personas en numerosos ámbitos de nuestra vida:
trabajo, pareja, familia, amigos. La psicología social estudia desde el punto de
vista científico la forma en que los pensamientos y comportamientos de una
persona se ven influidos por otra persona. Esta rama de la psicología también
estudia a las distintas organizaciones sociales para extraer patrones de
comportamiento de las diversas personas que forman cada grupo, los roles de
cada individuo o cómo cambia el comportamiento en función de las situaciones
que se produzcan.

Psicología de la personalidad: La psicología de la personalidad, otra de las


ramas de la psicología, estudia aquellos elementos o factores que nos
caracterizan como individuos; es decir, estudian la personalidad, los rasgos, los
tipos de conducta, etc.

Se centra en analizar por qué una persona se comporta de “X” forma, según su
tipo de personalidad, analizando las influencias recibidas. Además, evalúa y
describe cómo dicha personalidad se modifica a lo largo de la vida.

Definiciones. Manifestaciones fisiológicas.

Psicofisiología: es una tendencia de la psicología experimental que considera


las funciones psíquicas desde el punto de vista fisiológico.

La salud y la enfermedad son estados que se hallan en equilibrio dinámico, y


están co-determinados por variables de tipo biológico, psicológico y social,
todas ellas en constante mutación.

Por su parte, las emociones son procesos psicológicos que, frente a una
amenaza a nuestro equilibrio físico o psicológico, actúan para reestablecerlo,
ejerciendo así un papel adaptativo. Sin embargo, en algunos casos, las
emociones influyen en la contracción de enfermedades. La función adaptativa
de las emociones depende de la evaluación que haga cada persona del
estímulo que pone en peligro su equilibrio, y de la respuesta que genere para
afrontar el mismo.

Siendo la salud humana un complejo proceso de adaptación en el que


confluyen factores biológicos, psicológicos y sociales. La salud, ese estado de
bienestar físico, psicológico y social no es patrimonio ni responsabilidad
exclusiva de un solo grupo o especialidad profesional. El concepto salud viene
definido por el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, (en su
primera acepción), como el “estado en el que el ser orgánico ejerce
normalmente todas sus funciones”. La salud no es sólo la ausencia de
enfermedad, sino que ha de ser entendida de una forma más positiva, como un
proceso continuo que tiene mucho que ver con los comportamientos y el estilo
de vida de una persona o comunidad, por el cual el hombre desarrolla al
máximo sus capacidades, teniendo a la plenitud de su autorrealización como
entidad personal y como entidad social.

En una persona sana deben reunirse potenciales salutogénicos, tanto a nivel


mental como a nivel del soma en completa relación. Es por eso que no se debe
pasar por alto cómo influyen los procesos psicológicos de tipo emocional en la
salud. Tanto las emociones positivas (alegría, buen humor, optimismo) como
las negativas (ira, ansiedad) y el estrés, influyen en la salud.

Las emociones perturbadoras tienen, al parecer, un efecto negativo en la salud,


favoreciendo de esta manera la aparición de ciertas enfermedades, ya que
hacen más vulnerable el sistema inmunológico, lo que imposibilita su correcto
funcionamiento. Contrariamente, las emociones positivas representan un
beneficio para nuestra salud, ya que ayudan a soportar las dificultades de una
enfermedad y facilitan su recuperación.

Todos estos descubrimientos acerca de la intrínseca relación entre emociones


y salud tienen su aplicación en el tratamiento de las enfermedades desde una
propuesta holística y no reduccionista a enfoque biologicista, pues en la
actualidad se proponen tratamientos integrales, que consideren la recuperación
tanto de los factores físicos como de los factores psicológicos del paciente, en
estrecha relación de interdependencia.

Teorías sobre las emociones.

La emoción es una experiencia psicofisiológica compleja que experimentamos


como resultado de nuestras interacciones con el entorno.

Desde el punto de vista de la psicología, la emoción es un estado complejo de


sentimientos que da como resultado cambios físicos y psicológicos que influyen
en el pensamiento y el comportamiento. La emocionalidad se asocia con una
variedad de fenómenos psicológicos que incluyen el temperamento, la
personalidad, el estado de ánimo y la motivación.

Según David G. Meyers, profesor de psicología en Hope College en Michigan,


Estados Unidos, y autor de casi una veintena de libros, la emoción humana
implica “excitación fisiológica, conductas expresivas y experiencia consciente”.

Hay emociones positivas y emociones negativas. Estas emociones se pueden


relacionar con un objeto, un recuerdo, un pronóstico, etc. Algunas emociones
tendrían una pre-programación innata y serían universales, como amor,
cuidado, alegría, sorpresa, ira y el miedo. Estas son conocidas como
emociones primarias. Las emociones secundarias son aquellas que
aprendemos a través de nuestra experiencia, como el orgullo, ira, vergüenza,
negligencia, simpatía y horror.

A continuación, se hará un recorrido por las teorías de la emoción para


comprender la evolución de este tipo de experiencias.

Las principales teorías de la emoción pueden agruparse en tres


categorías:

Las teorías fisiológicas proponen que las respuestas dentro del cuerpo son
responsables de las emociones.

Las teorías neurológicas argumentan que la actividad dentro del cerebro


conduce a respuestas emocionales.

Las teorías cognitivas sugieren que los pensamientos y otras actividades


mentales juegan un papel esencial en la formación de emociones.

Teoría evolutiva de la emoción

El enfoque evolutivo se centra en el entorno histórico en el que se desarrollaron


las emociones. De acuerdo con la teoría evolutiva de la emoción, nuestras
emociones existen porque mejoran nuestra adaptación. Así, por ejemplo, nos
motivan a responder con rapidez a los estímulos en el entorno, lo que ayuda a
mejorar nuestras posibilidades de éxito y supervivencia.

Charles Darwin quien propuso que las emociones han sobrevivido a la


evolución porque son adaptativas y permiten a los humanos y animales
sobrevivir y reproducirse. Los sentimientos de amor y afecto llevan a las
personas a buscar pareja y reproducirse. Los sentimientos de miedo obligan a
las personas a luchar o huir de la fuente del peligro.

Identificar y comprender las emociones de los demás también juega un papel


crucial en la seguridad y la supervivencia. Al poder interpretar correctamente
las manifestaciones emocionales de otras personas podemos, por ejemplo,
responder antes y mejor al peligro.

La teoría de la emoción James-Lange

La teoría de la emoción de James-Lange fue propuesta de manera


independiente por William James y Carl Lange. La teoría de la emoción de
James-Lange sugiere que las emociones ocurren como resultado de
reacciones fisiológicas a los eventos.

Así, a medida que experimentamos diferentes eventos, nuestro sistema


nervioso desarrolla reacciones físicas a estos eventos. La reacción emocional
dependería de cómo se interpretasen esas reacciones físicas. Los ejemplos de
estas reacciones incluyen un aumento en la frecuencia cardíaca, temblores,
malestar estomacal, etc. Estas reacciones físicas, a su vez, generan otras
reacciones emocionales, como ira, miedo y tristeza.

La teoría de la emoción de Cannon-Bard

La teoría de la emoción de Cannon-Bard fue desarrollada por los fisiólogos


Walter Cannon y Philip Bard. Walter Cannon no estuvo de acuerdo con la
teoría de la emoción de James-Lange en varios aspectos.

Cannon sugirió que las personas pueden experimentar reacciones fisiológicas


vinculadas a las emociones sin sentir realmente esas emociones. También
sugirió que las respuestas emocionales ocurren demasiado rápido para que
sean simplemente productos de estados físicos.

Cannon primero propuso su teoría en la década de 1920 y su trabajo fue


ampliado posteriormente por el fisiólogo Philip Bard durante la década de 1930.
De acuerdo con la teoría de la emoción de Cannon-Bard, sentimos las
emociones y experimentamos las reacciones fisiológicas como sudar, temblar y
tensión muscular simultáneamente.

Más específicamente, la teoría de la emoción de Cannon-Bard sugiere que las


emociones se producen cuando el tálamo envía un mensaje al cerebro en
respuesta a un estímulo, lo que resulta en una reacción fisiológica. Al mismo
tiempo, el cerebro también recibe señales que activan la experiencia
emocional. La teoría de Cannon y Bard sugiere que la experiencia física y
psicológica de la emoción ocurre al mismo tiempo y que una no causa la otra.

Teoría de Schachter-Singer

La teoría de la emoción de Schachter-Singer fue desarrollada por Stanley


Schachter y Jerome E. Singer. Según esta teoría, el elemento de razonamiento
juega un papel importante en la forma en que experimentamos las emociones.

La teoría de Schachter y Singer se basa tanto en la teoría de James-Lange


como en la teoría de la emoción de Cannon-Bard. Al igual que la teoría de
James-Lange, la teoría de Schachter-Singer propone que las personas
deducen emociones basándose en respuestas fisiológicas. El factor crítico
serían la situación y la interpretación que las personas hacen de esas
respuestas.

La teoría de Schachter-Singer sugiere que, cuando un evento causa excitación


fisiológica, tratamos de encontrar una razón para esta excitación. Luego
experimentamos y etiquetamos la emoción. Al igual que la teoría de Cannon-
Bard, la teoría de Schachter-Singer también sugiere que respuestas fisiológicas
similares pueden producir emociones distintas.

Teoría de la evaluación cognitiva

Según las teorías de evaluación de la emoción, el pensamiento debe ocurrir


primero antes de experimentar la emoción. Richard Lazarus fue un pionero en
esta área de la emoción. Es por eso que esta teoría a menudo se conoce como
la teoría de la emoción de Lazarus.

De acuerdo con esta teoría, la secuencia de eventos implica primero un


estímulo, seguido por el pensamiento que luego conduce a la experiencia
simultánea de una respuesta fisiológica y la emoción. Por ejemplo, si
encuentras un oso en el bosque, puedes comenzar a pensar inmediatamente
que estás en gran peligro. Esto lleva a la experiencia emocional del miedo y las
reacciones físicas asociadas con la respuesta de lucha o huida.

Teoría de la emoción de retroalimentación facial

La teoría de la retroalimentación facial establece que el movimiento facial


puede influir en la experiencia emocional. Los partidarios de esta teoría
sugieren que las emociones están directamente relacionadas con los cambios
en los músculos faciales.

Por ejemplo, una persona podría mejorar su estado de ánimo sonriendo. Igual
que podría empeorarlo si frunce el ceño. Es decir, el corolario más
sorprendente de esta teoría es ese que nos dice que podríamos generar
emociones dibujando en nuestro rostro, de manera voluntaria, algunas de sus
expresiones más características.

Charles Darwin fue uno de los primeros en sugerir que los cambios fisiológicos
causados por una emoción tuvieron un impacto directo en lugar de ser solo la
consecuencia de esa emoción. Siguiendo con esta idea, William James
propuso que, contrariamente a la creencia común, la conciencia de los cambios
corporales activados por un estímulo es la emoción. Así, si no se sienten
cambios corporales, solo habría un pensamiento intelectual, desprovisto de
calidez emocional.

Las emociones y las enfermedades psicosomáticas.

La relación de la mente sobre el cuerpo es bien clara. Del mismo modo que las
enfermedades físicas influyen en nuestro estado de ánimo y nos provocan
temor, miedo o preocupación, muchos problemas psicológicos provocan
síntomas físicos.

Las enfermedades psicosomáticas son muy frecuentes; casi un 12% de la


población europea sufre estas molestias y se considera que una cuarta parte
de las personas que acuden médico de atención primaria presentan este tipo
de enfermedades.

Debido a la falta de tiempo en las consultas y al difícil diagnóstico de las


enfermedades somáticas, la Medicina tradicional tiende a centrarse casi
exclusivamente en los síntomas físicos de la enfermedad, olvidando la
verdadera causa del problema o aquello que lo puede estar manteniendo. Es
corriente encontrar personas que se quejan de haber recorrido varios médicos
sin que les encuentran nada; sin embargo, continúan sintiéndose mal y
presentando algunos de los síntomas antes comentados. En muchas de estas
ocasiones estamos ante problemas psicosomáticos.

A menudo los médicos tratan con fármacos a estos pacientes administrándoles


ansiolíticos, pero al cabo de un tiempo éstos vuelven con el mismo problema
sin resolver o con otros síntomas diferentes. Así pues, al final el médico deriva
a este tipo de pacientes al psicólogo alegando que todo es una cuestión de
“nervios”. Sin embargo, desde el punto de vista del paciente, el no encontrar
una causa física, le hace pensar que puede tener una enfermedad psicológica
y consecuentemente teme por su salud mental. De éste modo, las personas
que padecen estas dolencias no entienden muy bien qué les pasa y se
muestran reticentes a acudir a un psicólogo porque no comprenden cómo éste
profesional les puede ayudar. Tal vez, por este motivo, cada vez hay más gente
que busca una primera respuesta en medicinas alternativas que a larga
tampoco solucionan su problema. Actualmente la psicología de la salud y la
medicina conductual se encargan de estudiar esta la relación mente-cuerpo y
de tratar al individuo desde una perspectiva más amplia, teniendo en cuenta la
importancia tanto de los factores biológicos como los psicológicos y sociales en
el comienzo o el mantenimiento de algunas enfermedades.

A menudo las personas que padecen problemas psicosomáticos no han


logrado encontrar una causa orgánica a sus síntomas o tras realizar distintos
tratamientos médicos éstos no mejoran. Incluso, hay ocasiones en que los
fármacos les ayudan durante una temporada, pero entonces aparece un nuevo
síntoma. Las personas que se encuentran en esta situación, frecuentemente,
no creen tener un problema psicológico, y continúan acudiendo de médico en
médico para encontrar una respuesta física. Sin embargo, cuando se indaga un
poco en su rutina diaria, éstas personas tienden a darse cuenta de que hay
algo en sus vidas que les crea malestar o ansiedad. No se trata de tener un
trauma infantil ni nada por el estilo, simplemente, hay ocasiones en las que
algo nos supera y no sabemos cómo hacerle frente o bien llevamos un ritmo de
vida demasiado acelerado como para que nuestro cuerpo no se resienta.

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