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AHORRO DE ENERGIA EN ILUMINACION ARTIFICIAL.

Introducción

La iluminación artificial es una de las aplicaciones en las que prácticamente se


emplea exclusivamente la energía eléctrica. Técnicamente es un proceso
sencillo, ya que solamente requiere el empleo de una lámpara y una línea de
distribución de baja tensión.

El objetivo de la iluminación artificial es básicamente permitir la realización


de actividades humanas cuando o donde el nivel de luz natural es insuficiente.
El tipo de actividad a realizar condiciona el tipo de iluminación necesario en
dos aspectos: intensidad luminosa y calidad cromática de la luz emitida.

Por otro lado, condicionantes económicos pueden sugerir el empleo de


sistemas de iluminación menos cómodos, bien porque su tiempo de encendido
sea más largo (lámparas fluorescentes y de descarga), o bien porque la calidad
cromática sea peor (vapor de sodio o de mercurio).

Características de las distintas fuentes de iluminación.

En la siguiente tabla se indican algunos datos orientativos de las principales


lámparas.

Tipo de Iluminación Potencia Eficiencia Vida Tiempo de Aplicaciones


lámpara (lm) (W) (lm/W) media (h) encendido
Incandescente 1.200 100 12 1.000 Instantáneas Interiores
Incandescente 20.000 1.000 20 2.000 Instantáneas Interiores
Halógenas 50.000 2.000 25 4.000 Instantáneas Interiores
Inducción 6.000 85 70 60.000 Instantáneas Interiores
Fluorescente 4.500 70 64 12.500 Prácticamente Domésticas,
instantáneas oficinas
Fluorescente 5.000 62 80 13.500 Prácticamente Domésticas,
alta frecuencia instantáneas oficinas
Fluorescente 1.200 28 43 8.000 Prácticamente Interiores
compacto instantáneas
Vapor de 25.000 400 62 25.000 3-5 minutos Grandes
mercurio espacios
interiores
Haluro metálico 160.000 2000 80 11.000 2-4 minutos Alumbrado
público
Sodio baja 30.000 210 143 23.000 5-9 minutos Autopistas,
presión parkings y
exteriores
Sodio alta 25.000 250 100 23.000 3-5 minutos Parques y
presión jardines

Definiciones:

• Flujo luminoso,  , es la cantidad de luz (W) emitida por una fuente


luminosa en un determinado intervalo de tiempo (t);  = W/t. Se mide
en lumenes (lm).
• Eficiencia luminosa,  , es la relación entre el flujo luminoso ( ) y la
potencia eléctrica absorbida (P) por una lámpara y las eventuales
reactancias:  =  /P.

En la gráfica siguiente se muestra una comparación entre la eficiencia de las


distintas lámparas:

A continuación se expone una descripción de las principales las lámparas


empleadas en iluminación artificial:

Lámparas incandescentes.

Dan luz blanca apropiada para las más exigentes condiciones cromáticas.
Tienen una eficiencia muy baja, sólo un 5% de la energía que consumen se
transforma en luz, el resto se pierde en forma de calor.

Aplicación: iluminación de interiores, hogar, hoteles, tiendas, etc. (no son


adecuadas para el alumbrado público) y para casos especiales de muy buena
reproducción cromática.
Ventajas: encendido inmediato, sin que se requiera equipo auxiliar;
rendimiento cromático óptimo; factor de potencia unitario; variedad de
potencias; bajo coste de adquisición; facilidad de instalación.

Desventajas: baja eficiencia luminosa (elevado coste de explotación); notable


producción de calor; duración limitada (una duración media de 1000 horas,
correspondiente a un año de vida con un uso de 3 horas al día); elevada
luminancia (deslumbramiento).

Lámparas halógenas de tungsteno (incandescentes halógenas).

Son básicamente lámparas incandescentes convencionales a las que se le


añaden halógenos. Producen una luz brillante que hace que las superficies y
los colores resulten más brillantes. Proporcionan más luz que las bombillas
tradicionales, con el mismo consumo. Su vida es dos s tres veces mayor, pero
su precio es más elevado.

Aplicación: sustitución de las lámparas incandescentes para la iluminación de


interiores; alumbrado intensivo para tareas específicas; alumbrado decorativo;
viviendas, tiendas, oficinas, hoteles, restaurantes, etc.

Ventajas: las de las lámparas incandescentes con una ligera mayor eficiencia y
duración; reducido volumen (construcción compacta); la ampolla (de cuarzo)
no se ennegrece.

Desventajas: elevada luminancia; duración limitada (2000 horas); riesgo de


desvitrificación si es tocada con las manos con grasa; utilizan bajo voltaje (12
V) así que necesitan un transformador.

Lámparas de inducción.

De reciente aparición en el mercado (1991). Son lámparas de vapor de


mercurio a baja presión. En ellas, una bobina inductora alimentada por un
circuito electrónico genera un campo de alta frecuencia que excita a los
átomos de mercurio, produciendo una radiación ultravioleta que se transforma
en visible gracias al recubrimiento fluorescente del interior de la bombilla.

Se caracterizan por una larga vida útil (60.000 horas), esto es, 7 años
usándolas 24 h/día. En comparación, su duración es unas cinco veces mayor
que las de vapor de sodio. Su encendido es instantáneo.

De momento sólo hay de un tipo, con una potencia de 85 W y un flujo


luminoso de 6000 lm, o sea una eficiencia de 70 W/lm. Proporcionan una luz
blanca, con un elevado índice de reproducción cromática.
Aplicaciones: alumbrado público exterior; alumbrado industrial; aplicaciones
en lugares de difícil acceso.

Por ahora son caras.

Lámparas fluorescentes.

Son lámparas de descarga (de 16, 26 o 38 mm de diámetro). En su interior hay


vapor de mercurio a baja presión y una pequeña cantidad de gas inerte. Para
conseguir el arco eléctrico de encendido se necesita una sobretensión. Hace
falta una bobina de choque para limitar la intensidad eléctrica. Las dos
funciones las realiza una reactancia en serie y un cebador en paralelo (la
reactancia disipa calor).

Ventajas: presentan buenas condiciones cromáticas (gran variedad de


apariencias de color, buena reproducción de colores), apropiadas para trabajos
normales; tienen buena eficiencia luminosa; larga duración (12.000 horas);
bajo coste de adquisición; mínima emisión de calor. El 70% de toda la
iluminación artificial en el mundo está generado por lámparas fluorescentes.
Una lámpara fluorescente consume sólo la quinta parte de electricidad que una
lámpara incandescente ordinaria (p. ej. un tubo de 18 W proporciona más luz
que tres bombillas de 40 W y consume la quinta parte).

El factor de potencia es bajo (de 0,45 a 0,60); hace falta un condensador en


serie o en paralelo para corregirlo hasta 0,85 aproximadamente.

Aplicaciones: alumbrado de interiores (oficinas, tiendas, colegios, hoteles,


industria, etc.).

Observaciones: encender y apagar con frecuencia los tubos fluorescentes,


acortan su vida. Por ello, no conviene instalar este tipo de lámparas (tubos y
compactos) en sitios donde se apague y encienda la luz con mucha frecuencia.
Por otra parte, si se va a tener apagada una lámpara fluorescente menos de 20
minutos, es mejor dejarla encendida. Un encendido del fluorescente cada 10
minutos reduce su vida a menos de la mitad.

Lámparas fluorescentes de alta frecuencia.

Con el empleo de balastos o reactancias electrónicas se obtienen una serie de


ventajas:

• ahorros de energía de un 25% (mayor rendimiento luminoso y menor


disipación de calor)
• trabajan a alta frecuencia (30 kHz) con menor parpadeo y menor fatiga.
• Permiten regular el nivel de iluminación de forma manual con un
potenciómetro o automática.
• Se elimina el consumo de energía reactiva ya que el factor de potencia
sube hasta 0,97.
• Se incrementa la vida de la lámpara en un 50% (el arranque se produce
con una sola descarga).
• Menor potencia instalada.

Lámparas fluorescentes compactas (o lámparas electrónicas de bajo consumo,


LBC).

Generan luz igual que las lámparas fluorescentes. Se utilizan últimamente en


sustitución de las incandescentes. Consumen un 80% menos energía que las
lámparas incandescentes. Otras características son:

• Ahorran energía (su precio es superior, aunque el TRB  2 años).


• Mayor duración (usándolas una media de 3 horas al día pueden durar
unos 12 años).
• Una lámpara fluorescente compacta de 20 W viene a sustituir a una
incandescente de 100 W y puede reducir una media de 400 kg las
emisiones de CO2 durante su vida útil.
• Menor pico de demanda para las compañías eléctricas durante la noche.

Lámparas de vapor de mercurio a alta presión.

Con un color verde azulado. Sus características cromáticas las hacen


apropiadas para las necesidades normales de las plantas industriales y para
alumbrado de exteriores.

Aplicación: iluminación de vías públicas, plazas, jardines.

Ventajas: eficiencia luminosa buena; rendimiento cromático bueno;


luminancia de tipo medio; reducido tamaño y larga duración (unas 25.000
horas); amplia gama de potencias.

Desventajas: equipo auxiliar para arranque de la descarga; el encendido no es


inmediato; deben transcurrir varios minutos antes de obtener la máxima
emisión luminosa (de 4 a 10 minutos para reencendido). Factor de potencia
bajo (sobre 0,5), por tanto es preciso corregir la fase.

Lámparas de yoduros metálicos (halogenuros metálicos).

Producen color muy cercano al blanco, con una excelente percepción de


colores.

Aplicación: iluminación de campos de deporte, plazas, grandes espacios.


Ventajas: elevada eficiencia luminosa; rendimiento cromático óptimo;
dimensiones reducidas; duración media de 11.000 horas; gran variedad de
potencias.

Desventajas: requieren equipo auxiliar (reactancia y cebador); bajo factor de


potencia (sobre 0,50), por tanto es preciso corregir la fase.

Lámparas de sodio a baja presión.

Luz amarilla, aplicables para iluminación de exteriores.

Aplicación: iluminación de bifurcaciones, encrucijadas, túneles y para señalar,


en general, situaciones de peligro. Son óptimas para las zonas de niebla
frecuentes.

Ventajas: eficiencia luminosa elevada y buena duración (23.000 horas);


luminancia de tipo medio.

Desventajas: la luz emitida es monocromática (amarilla) y los colores de los


cuerpos iluminados resultan alterados desfavorablemente. Requieren equipo
auxiliar para la alimentación y solo transcurridos unos 10 o 15 minutos
después de la conexión inicial se alcanza un 80% de la emisión máxima; bajo
factor de potencia (sobre un 0,30), por lo que hay que corregir la fase;
dimensiones considerables.

Lámparas de sodio de alta presión.

Producen luz predominantemente amarilla con algo de rojo, azul y verde. El


resultado es un color dorado. Apropiadas para iluminación de áreas de
producción donde los colores no sean un factor crítico.

Aplicación: iluminación de grandes arterias, plazas y zonas aeropuertarias,


edificios y monumentos.

Ventajas: eficiencia luminosa óptima; larga duración (unas 23.000 horas);


buen rendimiento cromático; se pueden emplear sustituyendo a las de vapor
de mercurio cuando se requiere elevado nivel de iluminación y reducción de
potencia instalada.

Desventajas: empleo de equipo auxiliar para el encendido y la alimentación;


factor de potencia bajo (sobre 0,50), hay que corregir la fase.

Posibles medidas de ahorro en iluminación.

El consumo en iluminación puede representar un porcentaje elevado del


consumo total de energía en poblaciones, en empresas de servicios o en el
hogar. Algunas medidas que pueden contribuir a reducir ese consumo son las
siguientes:

• Reducir el nivel de iluminación al estrictamente necesario, iluminar con


baja intensidad el recinto y con lámparas puntuales los puntos de
trabajo.
• Emplear lámparas de alto rendimiento. Estudiar la relación coste de
explotación / coste de adquisición.
• Mantener las lámparas limpias (incluido luminarias, techos, paredes,
ventanas).
• Aumentar la reflectividad de los locales iluminados, por ejemplo
pintando los interiores con colores claros.
• En áreas que precisen distintos niveles de iluminación con periodicidad
variable, resulta aconsejable instalar reguladores de intensidad
luminosa.
• Emplear reactancias de elevado factor de potencia.
• Aprovechar y optimizar el uso de la luz diurna siempre que sea posible
(utilizar superficies reflectoras adyacentes a las ventanas, instalar
claraboyas, etc.).
• Sectorizar los circuitos de iluminación, de modo que se puedan
conectar solamente las lámparas necesarias en la zona de trabajo.
• Instalar interruptores de tiempo / células fotoeléctricas (interruptor
"crepuscular") para controlar el sistema de iluminación.

En la tabla siguiente se resumen algunas de estas medidas.

Por último, en la gráfica siguiente se observa el impacto sobre la reducción del


consumo de alguna de las medidas de ahorro.
Bibliografía:

• Guía Iberdrola para un buen uso de la energía eléctrica.

• Pere Esquerra Piza. Dispositivos y sistemas para el ahorro de energía.


Ed. Marcombo. Barcelona 1988.

• Revista Eficiència Energètica. Nº 116 Optimització Energètica en el


Camp de l’Enllumenat. Marzo 1994.

Páginas Web de distintas empresas: Endesa, Viesgo, Philips, Osram, Mazda,


Sylvania, Siemens, etc

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