Está en la página 1de 51

TEMA: ¿YAHVEH o JEHOVÁ? Los judíos no escribían ni pronunciaban el nombre de Dios.

En
su lugar usaban el tetragrama Y-H-W-H o la palabra Adonai o Elohim. En el Nuevo Testamento
tampoco aparece explícitamente ni "Jehová" ni "Yahveh" sino "Kyrios" (Señor) y otras.

 Ambas formas de escribir el nombre de Dios: Yahveh y Jehová pretenden ser la traducción del
tetragrama. Ninguno de estos dos nombres existen en el idioma hebreo ni aparecen en las Sagradas
Escrituras.
 La palabra "Jehová", error del siglo VII A.D.  En el siglo VII A.D. los maestros rabínicos de la
escuela del Tiberíades, llamados "masoretas" (masoreta es derivado de masora: tradición) quisieron
ponerle vocales a las palabras de las sagradas escrituras (pues se escribían sin vocales y aumentaba
cada vez mas la confusión sobre como pronunciarlas). En cuanto al tetragrama YHWH, como nunca
se pronunciaba, nadie sabía que vocales le correspondían. Tomaron entonces las vocales
correspondientes a la palabra ADONAI (a-o-a), que era la palabra que leían en substitución del
Tetragramma. La letra "i" al final de ADONAI no la contaron porque para los hebreos es
consonante y no vocal. Además, cambiaron la primara "a" por la letra "e" por razones de fonética
semítica (Según el sistema inventado por los masoretas, la consonante (Y) y primera letra del
Tetragrama, por ser consonante fuerte no puede llevar la vocal "a" que es débil, sino que debe
cambiarla por la vocal "e" que es una vocal fuerte). No obstante estos trabajos de los masoretas, el
nombre YHVH (YodHayVahHay) seguía remplazándose en las lecturas por "Adonai". (Cf.
Enciclopedia Británica, Micropedia, vol. 10).
 A partir del siglo XIV de nuestra era, se comenzó por primera vez a leer el nombre sagrado del
Tetragrama con las vocales que los masoretas le habían colocado según su invento, es decir, con las
vocales "e-o-a", lo cual dió como resultado YeHoVaH.  Esta versión errada se extendió a la
cristiandad.
 Algunos Protestantes y sectas insisten en la importancia de llamar a Dios "Jehová" como si esta
fuese la forma divinamente revelada del nombre divino.  (Los Testigos de Jehová).
 La palabra "YaHVéH".
En el siglo XX los exegetas bíblicos descubrieron el error.
 Pruebas:
1-Muchos de los nombres bíblicos llevan la partícula corta de YaHVéH: Ex.15, 6; 17, 16; Is.12,2;
Ps.68, 5; Cant.8, 6).  Por ejemplo:
Abdías: Abd Yah que quiere decir, siervo de YaHVéH.
Elías: El Yah que quiere decir, mi Dios es YaHVéH.
Jeremías: Jerem Yah que significa, sostiene YaHVéH.
Isaías: Isa Yah... salva YaHVéH. 
La exclamación litúrgica: "Hallel-u-Yah" significa: "Alabad a YaHVéH".  Por lo tanto, la primera
vocal no es la letra "e" como pensaban los masoretas sino la letra "a".

2- Clemente de Alejandría (siglo IV) y otros escritores muy anteriores a los inventos hechos por los
masoretas en el siglo VII AD, transcribieron en griego este nombre como "Yavé".

3-Teodoreto de Ciro, autor del siglo V, al comentar el libro del Exodo observa que aunque los
judíos nunca pronunciaban el Tetragrama, los samaritanos lo pronunciaban "IABE".  Los
samaritanos, desde su cisma con los judíos, rechazaron toda la evolución religiosa de estos. Hay que
reconocer que en la pronunciación de los samaritanos tenemos la pronunciación de los judíos del
siglo V a.C.
Conclusión
Los exegetas católicos consideran mas adecuado el nombre YaHVéH para vocalizar el tetragrama y
las Biblias católicas reflejan esto. Sin embargo, los católicos no nos aferramos a una u otra forma de
escribir el nombre de Dios. Jesucristo nos enseña más bien que a Dios le debemos llamar "Padre" y
El mismo nos da ejemplo.
 La religión no cambia por la forma que pronunciemos el nombre de Dios sino por lo que
conocemos de El y Su voluntad para nosotros por Su revelación.

TEMA: La Ramera del Apocalipsis, la Gran Babilonia


Los títulos bíblicos de "ramera" y "Gran Babilonia" NO se refieren a la Iglesia, ¡Al contrario!

- El Apocalipsis es un libro cargado de símbolos que no son fáciles de entender. Lo que sí es


fácil es caer en la tentación de manipularlos para justificar cualquier opinión y para atacar al
"enemigo". De esta manera algunos han querido interpretar que la Iglesia Católica es la ramera
y la Gran Babilonia del libro del Apocalipsis. Utilizan principalmente el Ap 17.
- "La Gran Babilonia" (v.5) es la gran ciudad del destierro de Israel en tiempos del Rey
Nabucodonosor. Simboliza el poder pagano y la tribulación del Pueblo de Dios.
- ¿Roma?
Cuando San Juan escribió el Apocalipsis Roma era el poder pagano que oprimía al pueblo de
Dios. Este pueblo es la Iglesia que ya estaba presente tanto en la ciudad de Roma como en
muchas otras ciudades del imperio. Roma era una ciudad impresionante por sus riquezas y sus
desenfrenos: "La mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, resplandecía de oro, piedras
preciosas y perlas; llevaba en su mano una copa de oro llena de abominaciones, y también las
impurezas de su prostitución." (v.4)
- Siguiendo esta hipótesis, Roma sería la ramera porque "con ella fornicaron los reyes de la
tierra" (v.2). Estos reyes, como Herodes, se prostituían con ella para obtener poder sobre
alguna provincia del imperio. Otras referencias también se aplican a Roma: "se sienta sobre
grandes aguas" (v.1), alusión a su dominio del mar Mediterráneo, considerado como el
principal mar del mundo. Las siete cabezas de la bestia son “siete colinas” (v.9). Roma está
asentada sobre siete colinas: Palatino, Capitolino, Quirinal, Viminal, Esquilino, Celio y
Aventino.
- ¿Jerusalén?
- San Juan no especifica cual es la "Gran Ciudad". Podría también referirse a Jerusalén, ya que,
mientras en Occidente “la ciudad de las siete colinas” se refería a Roma, en la cultura oriental a
la que pertenece San Juan, Jerusalén era conocida como “la ciudad de las siete colinas” (Pirke
de-Rabbi Eliezer, Sección 10). Estas colinas son: 1- "Escopus", 2-"Nob", 3-“el Monte de la
Corrupción” o “el Monte de la Ofensa” o “el Monte de la Destrucción” (2 Reyes 23,13), 4- El
original “monte Sión”, 5-la colina Suroeste también llamada "Monte Sión", 6- el "Monte Ofel",
y 7- “La Roca” donde se construyó la fortaleza “Antonia”.  El número siete significa
perfección. En los capítulos 15 y 16 del Ap. leímos sobre las siete plagas, las siete copas, los
siete ángeles...
- Otros pasajes del Apocalipsis también se refieren a Jerusalén como la Gran Ciudad en forma
condenatoria:
- Y sus cadáveres, en la plaza de la Gran Ciudad, que simbólicamente se llama Sodoma o Egipto,
allí donde también su Señor fue crucificado.  -Apocalipsis 11,8
- La ciudad donde "también su Señor fue crucificado" no puede ser sino Jerusalén. También en
Jerusalén la persecución de la Iglesia ocurría bajo la autoridad de Roma. Allí la ramera cometió
las más grandes abominaciones: la crucifixión del Redentor, la destrucción del Templo.
- San Juan no especificó cual era la ciudad, quizás porque en realidad el mensaje se aplica a la
dos ciudades y se puede aplicar también a otras: El mundo lucha contra la Iglesia. Esta sufre
pero prevalecerá. Sus mártires y santos son sus frutos.

- La Iglesia de Roma y la ramera o Gran Babilonia


- Los títulos de ramera y Gran Babilonia, lejos de referirse a la Iglesia, identifican a sus
enemigos. La Iglesia está en oposición a la ramera y sufre martirio en sus manos. El
Apocalipsis honra a la Iglesia por su fidelidad al Señor hasta dar su sangre en esta lucha.
- "Y vi que la mujer se embriagaba con la sangre de los santos y con la sangre de los mártires de
Jesús. Y me asombré grandemente al verla"  Apocalipsis 17,6.
- Hay un paralelo con la antigua Babilonia donde los judíos Sadrac, Mesac, Abegnego y Daniel
se mantuvieron fieles ante la amenaza del martirio. Ahora es la Iglesia la que sufre en sus
mártires.
- San Juan escribe en el año 95 AD, cuando Domiciano perseguía ferozmente a la Iglesia. En el
Apocalipsis presenta a la ramera asesina que lucha contra la Iglesia fiel que padece su
persecución. Se trata de una oposición entre el mal (la ramera) y el bien (la Iglesia fiel). La
"Gran Babilonia" nos recuerda al sufrimiento de Israel en el AT. Nos encontramos entonces
ante un paralelo entre Israel, víctima del poder de Babilonia y la Iglesia, víctima del poder de
Roma.
- Pero hay también diferencias. Mientras Israel, después de la opresión en Babilonia, debe
regresar a Jerusalén, la Iglesia, con el poder de Jesucristo, esta destinada a prevalecer sobre
Roma (Babilonia) y desde allí ha de propagar el Evangelio por el mundo entero. La Iglesia
tiene su sede en Roma pero es "católica": universal.
- Es cierto que en Roma (que representa al mundo) no ha cesado de existir pecado. Está todavía
dándose la lucha entre la ramera y la Iglesia. Es cierto también que el pecado del mundo
contamina incluso a los miembros de la Iglesia. No estamos todavía en la Nueva Jerusalén (el
cielo). Jesús advirtió que la cizaña crecería con el trigo y no sería arrancada hasta el fin del
mundo.
- En la visión Bíblica, los fieles viven una alianza de amor con Dios, un matrimonio místico. La
infidelidad a Dios es por tanto un acto de mujer ramera, de prostituta. El Apocalipsis es una
advertencia a los cristianos de no caer en esa infidelidad. Desde el principio, en la Iglesia hay
santos pero también hay quienes se han pasado al bando de la ramera, actuando con infidelidad.
En medio de esta lucha, la Iglesia continúa propagando el Reino de Dios y los que abren su
corazón reciben la gracia. El Apocalipsis presenta a los santos y mártires como testimonio y
fruto de la Iglesia que da nueva vida. En todos los siglos la Iglesia ha dado este fruto de
santidad que continuará hasta la segunda venida del Señor.
- Este mensaje corresponde al Evangelio. Los cristianos estamos llamados a la santidad,  a ser la
sal de la tierra y luz del mundo. La Iglesia es como el grano de mostaza, pequeñito pero que
crece y es capaz de prevalecer. Así la Iglesia prevalece sobre el imperio y crece hasta llegar a
los confines de la tierra.
- Es indiscutible que cuando San Juan escribió el Apocalipsis, ya la Iglesia estaba
establecida en Roma.
- 1- San Pedro, cabeza visible de la Iglesia, había escrito: 
- "Os saluda la que está en Babilonia, elegida como vosotros, así como mi hijo Marcos"
-1 Pedro 5,13
- ¿Quien es la que está en Babilonia y saluda? La Iglesia de Roma. Es de notar también que en
esta cita de la Biblia San Pedro llama a Marcos "mi hijo", haciendo referencia a la paternidad
espiritual de Pedro. 
- 2- San Pablo también había ya escrito su Carta a los Romanos
- 3- La Iglesia de Roma había ya sido coronada con el martirio de San Pedro y San Pablo.
También en Roma habían muerto ya los primeros sucesores de Pedro (Ver: Lino, 67-76 y
Cleto, 76-88, Papas).  
- Por otra parte, el Vaticano, sede de la Iglesia Católica, no ocupa ninguna de las siete colinas de
Roma (v.9), ya que se encuentra al occidente del río Tiber, mientras la antigua Roma con sus
colinas esta al este del río.
- Quienes interpretan a la ramera como si fuese la Iglesia católica no tienen el más mínimo
fundamento bíblico. Caen en una interpretación arbitraria de Lutero, siglo XVI, para justificar
su ruptura con la Iglesia. Es interesante notar que el mismo Lutero rechazó el libro del
Apocalipsis:
- “…A mi parecer [el libro del Apocalipsis] no tiene ningún signo de carácter apostólico o
profético…cada quien puede formar su propio juicio acerca de este libro; yo personalmente
siento antipatía por él, y eso para mi es razón suficiente para rechazarlo.”
-Sammtliche Werke, 63, pp. 169-170
- Si bien hemos visto que sería absurdo interpretar el Apocalipsis para condenar a la Iglesia de su
época como ramera, sería igualmente absurdo interpretar una condena contra la Iglesia en los
siglos posteriores, ya que se trata de la misma Iglesia y la misma lucha. Mas bien el texto
continua siendo una valiosa enseñanza que nos anima a mantenernos fieles a la Iglesia en
medio de los ataques que no cesan. Es una advertencia muy actual.
- Ante los ataques contra los que se mantienen fieles a la Iglesia fundada por Cristo y ante los
abusos de interpretación de los textos bíblicos, es importante atender a lo que el mismo capítulo
nos exhorta:
- "Aquí es donde se requiere inteligencia, tener sabiduría"
Ap. 17,9
- Apocalipsis 17
- (1) Entonces vino uno de los siete Ángeles que llevaban las siete copas y me habló: «Ven, que
te voy a mostrar el juicio de la célebre Ramera, que se sienta sobre grandes aguas, (2) con ella
fornicaron los reyes de la tierra, y los habitantes de la tierra se embriagaron con el vino de su
prostitución.» (3)  Me trasladó en espíritu al desierto. Y vi una mujer, sentada sobre una Bestia
de color escarlata, cubierta de títulos blasfemos; la Bestia tenía siete cabezas y diez cuernos.
(4)  La mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, resplandecía de oro, piedras preciosas y
perlas; llevaba en su mano una copa de oro llena de abominaciones, y también las impurezas de
su prostitución, (5)  y en su frente un nombre escrito - un misterio -: «La Gran Babilonia, la
madre de las rameras y de las abominaciones de la tierra.» (6)  Y vi que la mujer se embriagaba
con la sangre de los santos y con la sangre de los mártires de Jesús. Y me asombré grandemente
al verla; (7)  pero el Ángel me dijo: «¿Por qué te asombras? Voy a explicarte el misterio de la
mujer y de la Bestia que la lleva, la que tiene siete cabezas y diez cuernos. (8)  «La Bestia que
has visto, era y ya no es; y va a subir del Abismo pero camina hacia su destrucción. Los
habitantes de la tierra, cuyo nombre no fue inscrito desde la creación del mundo en el libro de
la vida, se maravillarán al ver que la Bestia era y ya no es, pero que reaparecerá. (9)  Aquí es
donde se requiere inteligencia, tener sabiduría. Las siete cabezas son siete colinas sobre las que
se asienta la mujer.

TEMA: El Infierno: Según las fuentes más confiables de la Iglesia Católica, con citas Bíblicas
¿Por que hablar del infierno? 
Porque nos lo piden los papas Juan Pablo II y Benedicto XVI

 Si hay un peligro mortal ante nosotros, el amor exige que quienes lo saben alerten a
todos cuanto antes. El infierno es no solo un peligro mortal sino también eterno. Es en
realidad la desgracia total y definitiva que nos puede ocurrir. “El que desprecia el
infierno o lo olvida, no escapará de él.”  -San Juan Crisóstomo.

Dios es amor.  "(Dios) quiere que nadie perezca, sino que todos lleguen a la conversión"
( 2 P. 3,9). Por ese amor infinito envió a su único Hijo, Quien se hizo hombre y murió
por nuestra salvación. Pero si no nos convertimos a El en el tiempo limitado que
tenemos en la tierra, si nos obstinamos en seguir viviendo en pecado mortal, entonces
iremos al infierno.  No podremos culpar a Dios. El ya lo hizo nos abrió las puertas del
cielo. Pero no nos forzará a entrar.
 Los que niegan el infierno no conocen la Palabra de Dios. Se dejan llevar por un mundo
que se burla u opta por ignorar las realidades más importantes. Pero les ocurrirá como a
los compatriotas de Noé que se reían mientras el construía el arca para sobrevivir el
diluvio. Todos los que se burlan también morirán y no podrán escapar la realidad.
 El temor al infierno. Los cristianos no debemos basar nuestra buena conducta en
miedo del infierno sino en el amor a Dios. Pero es saludable recordar que hay un justo
castigo. El temor nos ayuda a evitar aquello que nos causa daño. En momentos de
ceguera y debilidad, cuando la tempestad de la tentación es recia, pensar en el infierno
es saludable y provechoso, como también debemos pensar en el amor de Dios. El
cristiano debe reconocer la realidad. El temor es parte de la realidad humana que
debemos saber integrar sanamente en nuestra persona. Ignorar una realidad que
tememos solo logra postergarla hasta que esta ya no se pueda esconder y entonces nos
invade y domina. 
 Jesucristo habló claramente del infierno.
En el Nuevo Testamento se le llama "gehenna":
 Mateo 5:22 Pues yo os digo: Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo
ante el tribunal; pero el que llame a su hermano "imbécil", será reo ante el Sanedrín; y
el que le llame "renegado", será reo de la gehenna de fuego.

Mateo 5:29 Si, pues, tu ojo derecho te es ocasión de pecado, sácatelo y arrójalo de ti;
más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea
arrojado a la gehenna.
 Mateo 10:28 «Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma;
temed más bien a Aquel que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en la gehenna. 
 Mateo 23:33  «¡Serpientes, raza de víboras! ¿Cómo vais a escapar a la condenación de
la gehenna?

Santiago 3:6 Y la lengua es fuego, es un mundo de iniquidad; la lengua, que es uno de


nuestros miembros, contamina todo el cuerpo y, encendida por la gehenna, prende
fuego a la rueda de la vida desde sus comienzos. 
 Von Balthasar y Addrienne Von Speyr describieron el infierno como el estado del
hombre que experimenta una terrible e infinita soledad y falta de felicidad por haberse
separado de Dios.

El Catecismo de la Iglesia Católica


 1033 Salvo que elijamos libremente amarle no podemos estar unidos con Dios. Pero
no podemos amar a Dios si pecamos gravemente contra El, contra nuestro prójimo o
contra nosotros mismos: "Quien no ama permanece en la muerte. Todo el que
aborrece a su hermano es un asesino; y sabéis que ningún asesino tiene vida eterna
permanente en él" (1 Jn 3,15). Nuestro Señor nos advierte que estaremos separados
de El si omitimos socorrer las necesidades graves de los pobres y de los pequeños
que son sus hermanos (cf. Mt 25, 31-46). Morir en pecado mortal sin estar
arrepentido ni acoger el amor misericordioso de Dios, significa permanecer
separados de El para siempre por nuestra propia y libre elección. Este estado de
autoexclusión definitiva de la comunión con Dios y con los bienaventurados es lo
que se designa con la palabra "infierno".
 1034 Jesús habla con frecuencia de la "gehenna" y del "fuego que nunca se apaga"
(cf. Mt 5, 22.29; 13, 42.50; Mc 9, 43-48) reservado a los que, hasta el fin de su vida
rehúsan creer y convertirse, y donde se puede perder a la vez el alma y el cuerpo (cf
Mt 10, 28). Jesús anuncia en términos graves que "enviará a sus ángeles que
recogerán a todos los autores de iniquidad..., y los arrojarán al horno ardiendo" (Mt
13, 41-42), y que pronunciará la condenación:" ¡Alejaos de mí, malditos al fuego
eterno!" (Mt 25, 41).
 1035 La enseñanza de la Iglesia afirma la existencia del infierno y su eternidad. Las
almas de los que mueren en estado de pecado mortal descienden a los infiernos
inmediatamente después de la muerte y allí sufren las penas del infierno, "el fuego
eterno" (cf DS 76; 409; 411; 80 1; 858; 1002; 135 1; 1575; SPF 12). La pena
principal del infierno consiste en la separación eterna de Dios en quien únicamente
puede tener el hombre la vida y la felicidad para las que ha sido creado y a las que
aspira.
 1036 Las afirmaciones de la Escritura y las enseñanzas de la Iglesia a propósito del
infierno son un llamamiento a la responsabilidad con la que el hombre debe usar de
su libertad en relación con su destino eterno. Constituyen al mismo tiempo un
llamamiento apremiante a la conversión: "Entrad por la puerta estrecha; porque
ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los
que entran por ella; mas ¡qué estrecha la puerta y qué angosto el camino que lleva a
la Vida!; y pocos son los que la encuentran" (Mt 7, 13-14) :
 Como no sabemos ni el día ni la hora, es necesario, según el consejo del Señor, estar
continuamente en vela. Así, terminada la única carrera que es nuestra vida en la
tierra, mereceremos entrar con El en la boda y ser contados entre los santos y no nos
mandarán ir, como siervos malos y perezosos, al fuego eterno, a las tinieblas
exteriores, donde "habrá llanto y rechinar de dientes" (LG 48).
 1037 Dios no predestina a nadie a ir al infierno (cf DS 397; 1567); para que eso
suceda es necesaria una aversión voluntaria a Dios (un pecado mortal), y persistir en
él hasta el final. En la liturgia eucarística y en las plegarias diarias de los fieles, la
Iglesia implora la misericordia de Dios, que "quiere que nadie perezca, sino que
todos lleguen a la conversión" (2 P 3:9).
 EL INFIERNO
Tomado de Manual de Teología Dogmática por Ludwig Ott
 I. La Realidad del infierno
 Las almas de los que mueren en estado de pecado mortal van al infierno (de fe).
 El infierno es un lugar y estado de eterna desdicha en que se hallan las almas de los
réprobos. La existencia del infierno fue impugnada por diversas sectas, que suponían
la total aniquilación de los impíos después de su muerte o del juicio universal.
También la negaron todos los adversarios de la inmortalidad personal
(materialismo).
 El símbolo Quicumque confiesa: «Y los que (obraron) mal irán al fuego eterno»; Dz
40. El Papa Benedicto XII declaró en su constitución dogmática Benedictus Deus:
«Según la común ordenación de Dios, las almas de los que mueren en pecado mortal,
inmediatamente después de la muerte, bajan al infierno, donde son atormentadas con
suplicios infernales»; Dz 531 ; cf. Dz 429, 464, 693, 835, 840.
 El Antiguo Testamento no habla con claridad sobre el castigo de los impíos, sino en
sus libros más recientes. Según Dan 12, 2, los impíos resucitarán para «eterna
vergüenza y oprobio». Según Judith 16, 20s, el Señor, el Omnipotente, tomará
venganza de los enemigos de Israel y los afligirá en el día del juicio: «El Señor
omnipotente los castigará en el día del juicio, dando al fuego y a los gusanos sus
carnes, para que se abrasen y lo sientan para siempre»; cf. Is 66, 24. Según Sap 4, 19,
los impíos «serán entre los muertos en el oprobio sempiterno», «serán sumergidos en
el dolor y perecerá su memoria»cf. 3, 10; 6, 5 ss.
 Jesús amenaza a los pecadores con el castigo del infierno. Le llama gehenna (Mt 5,
29 s; 10, 28; 23, 15 y 33; Mc 9, 43, 45 y 47), gehenna de fuego (Mt 5, 22; 18, 9),
gehenna donde el gusano no muere ni el fuego se extingue (Mc 9, 46 s), fuego eterno
(Mt 25, 41), fuego inextinguible (Mt 3, 12; Mc 9, 42), horno de fuego (Mt 13,42 y
50), suplicio eterno (Mt 25, 46). Allí hay tinieblas (Mt 8, 12; 22, 13; 25, 30), aullidos
y rechinar de dientes (Mt 13, 42 y 50;24, 51 ; Lc 13, 28).
 San Pablo da el siguiente testimonio: «Esos [los que no conocen a Dios ni obedecen
el Evangelio] serán castigados a eterna ruina, lejos de la faz del Señor y de la gloria
de su poder» (2 Tes 1, 9; cf. Rom 2, 6-9; Heb 10, 26-31). Según Ap 21, 8, los impíos
«tendrán su parte en el estanque que arde con fuego y azufre»; allí serán
atormentados día y noche por los siglos de los siglos» (20, 10; cf. 2 Pe 2, 6; 7).
 Los Padres dan testimonio unánime de la realidad del infierno.
 Según SAN IGNACIO DE ANTIOQUIA, todo aquel que «por su pésima doctrina
corrompiere la fe de Dios por la cual fue crucificado Jesucristo, irá al fuego
inextinguible, él y los que le escuchan» (Ef 16, 2).
 SAN JUSTINO fundamenta el castigo del infierno en la idea de la justicia divina, la
cual no deja impune a los transgresores de la ley (Apol. II 9); cf. Apol. I 8, 4; 21, 6;
28, 1; Martyrium Polycarpi 2, 3; 11, 2; San Ireneo, Adv. Haer. iv, 28, 2.
 II. Naturaleza del suplicio del infierno
 La escolástica distingue dos elementos en el suplicio del infierno: la pena de daño
(suplicio de privación) y la pena de sentido (suplicio para los sentidos). La primera
corresponde al apartamiento voluntario de Dios que se realiza por el pecado mortal;
la otra, a la conversión desordenada a la criatura.
 La pena de daño, que constituye propiamente la esencia del castigo del infierno,
consiste en verse privado de la visión beatífica de Dios; cf. Mt 25, 41 : «¡Apartaos de
mí, malditos!»; Mt 25, 12: «No os conozco»; 1 Cor 6, 9: «¿ No sabéis que los
injustos no poseerán el reino de Dios?»; Lc 13, 27; 14, 24; Ap 22, 15; (San Agustín,
Enchir, 112).
 La pena de sentido consiste en los tormentos causados externamente por medios
sensibles (es llamada también pena positiva del infierno). La Sagrada Escritura habla
con frecuencia del fuego del infierno, al que son arrojados los condenados; designa
al infierno como un lugar donde reinan los alaridos y el crujir de dientes... imagen
del dolor y la desesperación.
 El fuego del infierno fue entendido en sentido metafórico por algunos padres (como
Orígenes y San Gregorio Niseno) y algunos teólogos posteriores, los cuales
interpretaban la expresión «fuego» como imagen de los dolores puramente
espirituales, -sobre todo, del remordimiento de la conciencia- que experimentan los
condenados. El magisterio de la Iglesia no ha condenado esta sentencia, pero la
mayor parte de los padres, los escolásticos y casi todos los teólogos modernos
suponen la existencia de un fuego físico o agente de orden material, aunque insisten
en que su naturaleza es distinta de la del fuego actual.
 La acción del fuego físico sobre seres puramente espirituales la explica SANTO
TOMÁS -siguiendo el ejemplo de San Agustín y San Gregorio Magno - como
sujeción de los espíritus al fuego material, que es instrumento de la justicia divina.
Los espíritus quedan sujetos de esta manera a la materia, no disponiendo de libre
movimiento; Suppl. 70, 3.
 III. Propiedades del infierno
 A. Eternidad
 Las penas del infierno duran toda la eternidad (dogma de fe).
 El Concilio IV de Letrán (1215) declaró: «Aquellos [los réprobos] recibirán con el
diablo suplicio eterno» Dz 429; cf. Dz 40, 835, 840.
 La Sagrada Escritura pone a menudo de relieve la eterna duración de las penas del
infierno, pues nos habla de «eterna vergüenza y confusión» (Dan 12, 2; cf. Sap. 4,
19), de «fuego eterno> (Judith 16, 21; Mt 18, 8; 25, 41;), de «suplicio eterno» (Mt
25, 46), de «ruina eterna» (2 Tes 1, 9). El epíteto «eterno» no puede entenderse en el
sentido de una duración muy prolongada, pero a fin de cuentas limitada. Así lo
prueban los lugares paralelos en que se habla de «fuego inextinguible» (Mt: 3, 12;
Mc 9, 42) o de la «gehenna, donde el gusano no muere ni el fuego se extingue» (Mc
9,46 s), e igualmente lo evidencia la antítesis «suplicio eterno - vida eterna» en Mt
25, 46. Según Ap 14, 11 (19, 3), «el humo de su tormento [de los condenados] subirá
por los siglos de los siglos», es decir, sin fin; (cf. Ap 20, 10).
 La «restauración de todas las cosas», de la que se nos habla en Hechos 3, 21, no se
refiere a la suerte de los condenados, sino a la renovación del mundo que tendrá
lugar con la segunda venida de Cristo.
 Los padres, antes de Orígenes, testimoniaron con unanimidad la eterna duración de
las penas del infierno: cf. San Ignacio de Antioquía, Eph. 16, 2, San Justino, Apol. 1
28, 1 ; Martyrium Polycarpi 2, 3; 11, 2; San Ireneo, Adv. Haer. IV 28, 2; Tertuliano,
De poenit. 12.
 La negación de Orígenes tuvo su punto de partida en la doctrina platónica de que el
fin de todo castigo es la enmienda del castigado. SAN AGUSTíN sale en defensa de
la infinita duración de las penas del infierno, contra los origenistas y los
«misericordiosos» que en atención a la misericordia divina enseñaban la restauración
de los cristianos fallecidos en pecado mortal; cf. De civ. Dei xxi 23; Ad Orosium 6,
7; Enchir. 112.
 La verdad revelada nos obliga a suponer que la voluntad de los condenados está
obstinada inconmovíblemente en el mal y que por eso es incapaz de verdadera
penitencia. Tal obstinación se explica por rehusar Dios, a los condenados, toda
gracia para convertirse.
 [¿Por qué razón las penas del infierno son eternas?
Dice Santo Tomás: “La pena del pecado mortal es eterna, porque por él se peca
contra Dios, que es infinito. Y como la pena no puede ser infinita en su intensidad,
puesto que la criatura no es capaz de cualidad alguna infinita, se requiere que, por lo
menos, sea de duración infinita” (45).]
 B. Desigualdad
 La cuantía de la pena de cada uno de los condenados es diversa según el diverso
grado de su culpa (de sentido común).
 Los concilios de Lyón y Florencia declararon que las almas de los condenados son
afligidas con penas desiguales, Dz 464, 693. Probablemente esto no se refiere
únicamente a la diferencia específica entre el castigo del solo pecado original y el
castigo por pecados personales, sino que también quiere darnos a entender la
diferencia gradual que hay entre los castigos que se dan por los distintos pecados
personales.
 Jesús amenaza a los habitantes de Corozaín y Betsaida asegurando, que por su
impenitencia, han de tener un castigo mucho más severo que los habitantes de Tiro y
Sidón; Mt 11, 22. Los escribas tendrán un juicio más severo; Lc 20, 47.
 SAN AGUSTÍN nos enseña: «La desdicha será más soportable a unos condenados
que a otros» (Enchir. III). La justicia exige que la magnitud del castigo corresponda
a la gravedad de la culpa.

 Visión del infierno de Santa Faustina Kowalska, según lo escribió en su diario:

"Hoy, fui llevada por un ángel a las profundidades del infierno. Es un lugar de gran
tortura; ¡qué imponentemente grande y extenso es! Los tipos de torturas que vi: la
primera que constituye el infierno es la pérdida de Dios; la segunda es el eterno
remordimiento de conciencia; la tercera es que la condición de uno nunca cambiará;
(160) la cuarta es el fuego que penetra el alma sin destruirla; es un sufrimiento
terrible, ya que es un fuego completamente espiritual, encendido por el enojo de
Dios; la quinta tortura es la continua oscuridad y un terrible olor sofocante y, a pesar
de la oscuridad, los demonios y las almas de los condenados se ven unos a otros y
ven todo el mal, el propio y el del resto; la sexta tortura es la compañía constante de
Satanás; la séptima es la horrible desesperación, el odio de Dios, las palabras viles,
maldiciones y blasfemias. Éstas son las torturas sufridas por todos los condenado
juntos, pero ése no es el extremo de los sufrimientos. Hay torturas especiales
destinadas para las almas particulares. Éstos son los tormentos de los sentidos. Cada
alma padece sufrimientos terribles e indescriptibles, relacionados con la forma en
que ha pecado. Hay cavernas y hoyos de tortura donde una forma de agonía difiere
de otra. Yo me habría muerto ante la visión de estas torturas si la omnipotencia de
Dios no me hubiera sostenido.
Debe el pecador saber que será torturado por toda la eternidad, en esos sentidos que
suele usar para pecar. (161) Estoy escribiendo esto por orden de Dios, para que
ninguna alma pueda encontrar una excusa diciendo que no hay ningún infierno, o
que nadie ha estado allí, y que por lo tanto nadie puede decir cómo es. Yo, Sor
Faustina, por orden de Dios, he visitado los abismos del infierno para que pudiera
hablar a las almas sobre él y para testificar sobre su existencia. No puedo hablar
ahora sobre él; pero he recibido una orden de Dios de dejarlo por escrito. Los
demonios estaban llenos de odio hacia mí, pero tuvieron que obedecerme por orden
de Dios. Lo que he escrito es una sombra pálida de las cosas que vi. Pero noté una
cosa: que la mayoría de las almas que están allí son de aquéllos que descreyeron que
hay un infierno. Cuando regresé, apenas podía recuperarme del miedo. ¡Cuán
terriblemente sufren las almas allí! Por consiguiente, oro aun más fervorosamente
por la conversión de los pecadores. Suplico continuamente por la misericordia de
Dios sobre ellos.

Oh mi Jesús, preferiría estar en agonía hasta el fin del mundo, entre los mayores
sufrimientos, antes que ofenderte con el menor de los pecados".

 ¿COMO SE ENTIENDE LA AUSENCIA DE DIOS EN EL INFIERNO SI


DIOS ESTA EN TODAS  PARTES?
 El infierno no ocurre por la ausencia de Dios sino porque el hombre se autoexcluye
definitivamente de la comunión con Dios. 
 Dios sostiene en vida a todos los condenados. Sin Dios nada puede existir. 
 Dios está en todas partes pero no es amado en todas partes. El infierno no es por
ausencia de Dios sino por la falta de comunión con El.

TEMA:¿LOS CATOLICOS ADORAN IMAGENES?


 Me preguntan por qué los católicos "adoramos imágenes".
Es absolutamente falso que los católicos adoremos imágenes. Decirlo es ignorancia o
malicia. Los católicos adoramos solo a Dios.
 Entonces, ¿porque tenemos imágenes?
 Estas son solo representaciones artísticas de Jesús, de María o de los santos. Nunca se adora
la imagen. Como una esposa guarda la foto de su esposo, el cristiano utiliza el arte para
representar a los que están en el cielo.  La foto del esposo no es una necesidad para la esposa
poder recordarlo. Es tan solo un signo que facilita el recuerdo. El cristiano tampoco necesita
imágenes para orar. Tan solo son una ayuda para elevar los sentidos. El hombre siempre ha
usado pintura, figuras, dibujos, esculturas, etc., para darse a entender o explicar algo. Estos
medios sirven para ayudarnos a visualizar lo invisible; para explicar lo que no se puede
explicar con palabras. 
 Santo Tomás de Aquino explica en su Summa Teológica:
 El culto de la religión no se dirige a las imágenes en sí mismas como realidades, sino que las
mira bajo su aspecto propio de imágenes que nos conducen a Dios encarnado. Ahora bien, el
movimiento que se dirige a la imágen en cuanto tal, no se detiene en ella, sino que tiende a
la realidad de la que es imágen. (Summa theologiae, II-II, 81, 3, ad 3.)
 ¿La Biblia prohíbe las imágenes?
 Cuando el hombre cayó por el pecado y perdió la intimidad con Dios, comenzó a confundir
a Dios con otras cosas y a darles culto como si fueran dioses. Este culto se representaba
frecuentemente con esculturas o imágenes idolátricas. La prohibición del Decálogo contra
las imágenes se explica por la función de tales representaciones idolátricas.
 El Primer Mandamiento: Puesto que no visteis figura alguna el día en que el Señor os habló
en el Horeb de en medio del fuego, no vayáis a prevaricar y os hagáis alguna escultura de
cualquier representación que sea... (Dt 4:15-16) (cf. Catecismo de la Iglesia Católica
#2129s.)
 Los Israelitas eran una minoría rodeada por pueblos idólatras.  Dios quiso protegerlos de
esas prácticas pero ellos frecuentemente caían. Los profetas, especialmente Oseas, Jeremías
y Ezequiel hablaron en nombre de Dios para prohibir la idolatría y se llevaron a cabo
muchas reformas para purificar las malas prácticas (cf. 2 R 23: 4-14).
 Sin embargo, ya en el Antiguo Testamento, Dios ordenó o permitió la institución de
imágenes que conducirían simbólicamente a la salvación por el Verbo encarnado.
 Ejemplos de imágenes permitidas por Dios en el AT:
La serpiente de bronce (cf. Nm 21,4-9; Sb 16,5-14; Jn 3,14-15)

Querubines, bueyes y otras imágenes en el Templo:


 Dios ordena poner grandes estatuas de querubines junto
al Arca de la Alianza. Estas obviamente no eran para
idolatría sino como símbolo de la adoración de los
ángeles invisibles allí presentes. Inspiraban temor de
Dios.
  "Harás, además, dos querubines de oro macizo; los
harás en los dos extremos del propiciatorio: haz el
primer querubín en un extremo y el segundo en el
otro. Los querubines formarán un cuerpo con el
propiciatorio, en sus dos extremos. Estarán con las
alas extendidas por encima, cubriendo con ellas el propiciatorio, uno frente al otro,
con las caras vueltas hacia el propiciatorio." Ex 25, 18-20
 "En el interior de la sala del Santo de los Santos hizo dos querubines, de obra
esculpida, que revistió de oro".
-II Crónicas 3,10 
 También en las paredes del Templo:

"Revistió la Sala Grande de madera de ciprés y la recubrió de oro fino, haciendo


esculpir en ella palmas y cadenillas" II Crónicas 3:5
 "esculpió querubines sobre las paredes". II Crónicas 3,7
 "Debajo del borde había en todo el contorno unas como figuras de bueyes, diez por
cada codo, colocadas en dos órdenes, fundidas en una sola masa. Se apoyaba sobre
doce bueyes; tres mirando al norte, tres mirando al oeste,
tres mirando al sur y tres mirando al este. El Mar estaba
sobre ellos, quedando sus partes traseras hacia
el interior. -II Crónicas 4,3-4
 "Las dos columnas; las molduras de los capiteles que
coronaban las columnas; los dos trenzados para cubrir las
dos molduras de los capiteles que estaban sobre las
columnas; las cuatrocientas granadas para cada trenzado"
-II Crónicas 4,12.
 Obviamente estas imágenes no eran idolátricas sino
símbolos que inspiraban al culto al verdadero Dios
creador de todas las cosas. La Virgen con el Niño y un
 Las imágenes y los cristianos. profeta.
 Las primeras comunidades cristianas representaban al Fresco, comienzo del siglo III
Salvador del mundo con imágenes del Buen Pastor; mas Catacumba Santa Priscila, Roma.
adelante aparecen las del Cordero Pascual y otros iconos ( Foto: Pont. Comm. Arch.)
representando la vida de Cristo. Las imágenes han sido
siempre un medio para dar a conocer y transmitir la fe en Cristo y la veneración y amor a la
Santísima Virgen y a los Santos. Testigo de todo esto son las catacumbas donde aun se
conservan imágenes hechas por los primeros cristianos. Estas imágenes dan testimonio
de su fe y del uso de las imágenes. La que ves a la derecha es la Virgen con el Niño y un
profeta. Es de la catacumba de Santa Priscila, principio del siglo III. 
 El Hijo de Dios, al encarnarse, inauguró una nueva economía de gracia
 Algunos objetan que la Iglesia cambió la enseñanza del Antiguo Testamento. No es cierto.
Mas bien es Jesucristo mismo quien tomó lo antiguo y le dio una interpretación mas perfecta
en su propia Persona.
 Mientras antes de Cristo nadie podía ver el rostro de Dios, ahora en Cristo, Dios se hizo
visible. Antes de Jesús las imágenes con frecuencia representaban a ídolos, se usaban para la
idolatría. En la plenitud de los tiempos, el verdadero Dios quiso encarnarse y así tener
imagen humana. Jesucristo es la IMAGEN visible del Padre.
 Nos dice el Catecismo # 476:
  "Como el Verbo se hizo carne asumiendo una verdadera humanidad, el cuerpo de
Cristo era limitado (cf. Cc. de Letrán en el año 649: DS 504). Por eso se puede
"pintar" la faz humana de Jesús (Ga 3,2). En el séptimo Concilio Ecuménico (Cc de
Nicea II, en el año 787:DS 600-603) la Iglesia reconoció que es legítima su
representación en imágenes sagradas.
 Juan 14:9 "Le dice Jesús: "¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me conoces
Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: "Muéstranos al Padre"?"
 El uso cristiano de las imágenes no es contrario al Primer Mandamiento que proscribe los
ídolos. En efecto, el honor dado a una imagen se remonta al modelo original. El que venera
una imagen venera en ella la persona que en ella está representada. El honor tributado a las
imágenes sagradas es una veneración respetuosa, no una adoración, que sólo le corresponde
a Dios.
 Fundándose en el misterio del Verbo Encarnado, el séptimo Concilio Ecuménico,
celebrado en Nicea en 787,  permitió la institución de imágenes (Este concilio no instauró
el uso de las imágenes, que como vimos se remonta al comienzo del cristianismo, mas bien
afirmó la práctica)
 Las imágenes de la Virgen Santísima y de los santos.
 La Iglesia Católica venera a los santos pero no las adora. Adorar algo o alguien fuera de
Dios es idolatría. Hay que saber distinguir entre adorar y venerar.  San Pablo enseña la
necesidad de recordar con especial estima a nuestros precursores en la fe.   Ellos no han
desaparecido en la nada sino que nuestra fe nos da la certeza del cielo donde los que
murieron en la fe están ya victoriosos EN CRISTO. 
 La Iglesia respeta las imágenes de igual forma que se respeta y venera la fotografía de un ser
querido. Todos sabemos que no es lo mismo contemplar la fotografía que contemplar la
misma persona de carne y hueso. No está, pues, la tradición Católica contra la Biblia. La
Iglesia es fiel a la auténtica interpretación cristiana desde sus orígenes. 
 No es sorprendente que algunos persistan en acusar a la Iglesia sin querer entender razones.
Ya ocurrió así con los fariseos hace 2000 años. Acusan a Jesús y sus discípulos por sus
prácticas sin querer ver la realidad. Acudían a El con muchas preguntas torcidas, acusándolo
de romper la ley, hasta de ser del demonio (Cf. Jn 8). Las explicaciones de arriba solo
servirán para los hermanos que sinceramente preguntan porque tienen dudas y quieren
entender. Con gusto les podemos explicar lo que los cristianos siempre hemos creído y
practicado.

¿Sábado o Domingo?
¿Cual es el día del Señor? 
Padre Jordi Rivero

 El domingo es el día de la resurrección de Cristo. Los católicos los celebramos con la


Santa Misa y cumplimos con el Tercer Mandamiento del Decálogo.
 Desde el tiempo del Nuevo Testamento (tiempos Apostólicos), el domingo remplazó al
sábado judío como día dedicado al Señor para darle culto y descansar de las labores.
La Iglesia católica no "cambia la Biblia", como dicen algunas sectas que se aferran al
sábado. Es un hecho histórico que desde el principio (desde el siglo I) los cristianos celebran
el día del Señor el domingo. La Iglesia es fiel a la doctrina de los Apóstoles. No fue hasta la
época moderna que algunas sectas, desconociendo la realidad histórica, se revirtieron a la
práctica judía de celebrar el sábado en vez del domingo.
 Evidencia Bíblica:
 -"El primer día de la semana, estando nosotros reunidos para la fracción del pan" -
Hechos 20,7. 
El "primer día de la semana" es el domingo.
 Evidencia de los Padres Apostólicos:
Estos vivieron en los dos primeros siglos y son testigos de la fe y la práctica de la Iglesia
recibida de los Apóstoles.
 San Ignacio de Antioquía (+107AD), discípulo de los Apóstoles, Padre de la Iglesia del
siglo I, enseña:
 Los que vivían según el orden de cosas antiguo han pasado a la nueva esperanza, no
observando ya el sábado, sino el día del Señor, en el que nuestra vida es bendecida
por El y por su muerte
-S. Ignacio de Antioquía, Magn. 9,1
  San Justino (+165AD)
 Y nos reunimos todos el día del sol, primero porque en este día, que es el primero de
la creación, cuando Dios empezó a obrar sobre las tinieblas y la materia; y también
porque es el día en que Jesucristo, nuestro Salvador, resucitó de entre los muertos.
 Razón por celebrar el domingo como día del Señor:
La transferencia del día del Señor del sábado, séptimo día, al domingo (día primero de la
semana) ocurrió en tiempo de los apóstoles (ver arriba) con motivo de la resurrección de
Jesucristo. El domingo Cristo resucita, vence la muerte y completa la obra redentora. Si bien
el séptimo día (sábado) Dios "descansó" al fin de la creación, el domingo es el día en que
todo es re-creado en Jesucristo. Ahora es posible el culto a Dios en espíritu y en verdad.  
 Además, el domingo es el día de Pentecostés, en que estaban reunidos los Apóstoles con
María Santísima en oración y se derramó el Espíritu Santo.  
 Al celebrar el domingo somos fieles a Jesucristo. El no vino a abolir el Antiguo Testamento
sino a darle cumplimiento con su muerte y resurrección. Todo se cumple en El. Vemos en
muchos textos como Jesucristo, para dar cumplimiento, presenta la ley antigua en una nueva
forma que sorprende a sus oyentes por su novedad y exigencia. La ley queda perfeccionada
en Cristo. Por ejemplo, Jesús dice en Mateo 5,27  "Habéis oído que se dijo:  "No cometerás
adulterio."   Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió
adulterio con ella en su corazón.". Jesús no está "cambiando la Biblia" sino revelando un
sentido mas profundo que solo podía conocerse por su enseñanza y por la gracia del Espíritu
que El nos da. 
 El antiguo y el nuevo Templo; antiguos corderos y El Cordero.
Los judíos iban a la sinagoga o al Templo el sábado. Es imposible continuar celebrando el
culto del sábado según el Antiguo Testamento. Aquel se centraba en el Templo de Jerusalén,
el cual fue destruido por los romanos en 70 A.D. Tampoco hay ya sacrificio de animales
como requería la antigua alianza. Todo eso encuentra su cumplimiento en Cristo. El mismo
es el Nuevo Templo, y el Cordero del Sacrificio y el Sacerdote Eterno. 
 Jesús dijo «Destruid este Santuario y en tres días lo levantaré.» -Juan 2,19. Muchos lo
entendieron en forma literal y se escandalizaron de Jesús. Pero Jesús hablaba del Nuevo
Templo que es Su propio Cuerpo, que resucitaría al tercer día: El domingo. El Templo de
Jerusalén fue destruido pero Cristo resucitado es el Nuevo Templo que jamás será destruido.
Por el bautismo los cristianos nos unimos a Cristo para ser miembros de su Cuerpo Místico,
Nuevo Templo que es la Iglesia. Los cristianos somos, en Cristo, templo espiritual y como
tal nos reunimos para celebrar la Santa Misa el domingo, el nuevo día del Señor.
 Es evidente que Jesús preparó a sus discípulos para un nuevo entendimiento del "Día
del Señor":
     Nadie cose un remiendo de paño sin tundir en un vestido viejo, pues de otro modo, lo
añadido tira de él, el paño nuevo del viejo, y se produce un desgarrón peor.
    Nadie echa tampoco vino nuevo en pellejos viejos; de otro modo, el vino reventaría los
pellejos y se echaría a perder tanto el vino como los pellejos: sino que el vino nuevo, en
pellejos nuevos.
    Y sucedió que un sábado, cruzaba Jesús por los sembrados, y sus discípulos empezaron a
abrir camino arrancando espigas.
    Decíanle los fariseos: «Mira ¿por qué hacen en sábado lo que no es lícito?»
    El les dice: «¿Nunca habéis leído lo que hizo David cuando tuvo necesidad, y él y los que
le acompañaban sintieron hambre, cómo entró en la Casa de Dios, en tiempos del Sumo
Sacerdote Abiatar, y comió los panes de la presencia, que sólo a los sacerdotes es lícito
comer, y dio también a los que estaban con él?»
   Y les dijo: «El sábado ha sido instituido para el hombre y no el hombre para el sábado.
   De suerte que el Hijo del Hombre también es Señor del sábado.» (Mc 2,21-28)
 Jesús se presentó a los Apóstoles el domingo de Resurrección y ellos le adoraron. Los
cristianos le damos a Dios Padre el culto mas perfecto: el mismo Jesucristo que se ofrece y
nosotros nos ofrecemos al Padre POR Cristo, Con El y En El.  
 Algunas sectas fundadas en EE.UU. hace poco mas de un siglo se han revertido al Sábado.
No entienden lo arriba mencionado, en gran parte porque carecen de conocimiento histórico
del cristianismo y la interpretación bíblica de los Padres. Para entender la Biblia hay que
situarse con la Iglesia en la mente de Cristo que interpreta el Antiguo Testamento de una
forma nueva y sin embargo mas fiel. Pero antes de discutir sobre cual es el día del Señor
hay que recordar lo mas importante de ese día: La Santa Misa, la cual es el culto mas
perfecto que le ofrecemos a Dios. ¿De qué vale pelear por el día del culto si ni siquiera se
acepta el culto mismo? 
 Juan Pablo II trata el tema del Día del Señor en profundidad en su encíclica "DIES
DOMINI". Para estudiar el sentido del día del Señor a profundidad le recomiendo que la
lea. Aquí solo presento el #59:
 Este aspecto festivo del domingo cristiano pone de relieve de modo especial la
dimensión de la observancia del sábado veterotestamentario. En el día del Señor,
que el Antiguo Testamento vincula a la creación (cf. Gn 2, 1-3; Ex 20, 8-11) y del
Éxodo (cf. Dt 5, 12-15), el cristiano está llamado a anunciar la nueva creación y la
nueva alianza realizadas en el misterio pascual de Cristo. La celebración de la
creación, lejos de ser anulada, es profundizada en una visión cristocéntrica, o sea, a
la luz del designio divino de «hacer que todo tenga a Cristo por Cabeza, lo que está
en los cielos y lo que está en la tierra» (Ef 1,10). A su vez, se da pleno sentido
también al memorial de la liberación llevada a cabo en el Éxodo, que se convierte
en memorial de la redención universal realizada por Cristo muerto y resucitado. El
domingo, pues, más que una «sustitución» del sábado, es su realización perfecta, y
en cierto modo su expansión y su expresión más plena, en el camino de la historia de
la salvación, que tiene su culmen en Cristo.
LA TRADICIÓN Y TRADICIONES

 "Tradición", definición
Etim.: Latín traditio, entregar, de tradere.
 Literalmente, la tradición es la enseñanza que se comunica de una generación a otra.
Tradición, con "T" mayúscula se refiere a la Palabra revelada por Dios que se transmite en la
Iglesia. Como tal, "Tradición" tiene dos significados estrechamente relacionados entre si.
"Tradición" es toda la revelación, desde el comienzo de la historia hasta el final de la era
Apostólica, transmitida por los fieles de generación en generación y preservada por la guía
divina del Espíritu en la Iglesia instituida por Cristo.  La Sagrada Tradición, mas
técnicamente, se refiere, dentro de la revelación, a aquella parte que no está contenida en las
Sagradas Escrituras porque no se escribió hasta mas tarde. El depósito de la fe, de la
revelación, está compuesto por las Sagradas Escrituras (Biblia) y la Tradición Apostólica. El
depósito de la fe fue revelado por Jesús a los Apóstoles y confiado a la Iglesia.
 "Fiel a dicho depósito, el pueblo cristiano entero, unido a sus pastores, persevera
siempre en la doctrina apostólica y en la unión, en la eucaristía y la oración, y así se
realiza una maravillosa concordia de pastores y fieles en conservar, practicar y
profesar la fe recibida" (DV 10).

 ¿Se aferra la Iglesia a "tradiciones"?

Recibimos una carta de un señor que dejó la Iglesia Católica alegando que ésta "se aferra a
las tradiciones". Según él, los católicos somos como San Pablo antes de su conversión: "[yo]
sobrepasaba en el Judaísmo a muchos de mis compatriotas contemporáneos, superándoles
en el celo por las tradiciones de mis padres" Gálatas 1,14.  Pablo, según el hermano que nos
escribe, abandonó esas tradiciones después de su conversión, como algo dañino a la fe. Se
apoya en Colosenses 2,8 "Mirad que nadie os esclavice mediante la vana falacia de una
filosofía, fundada en tradiciones humanas, según los elementos del mundo y no según
Cristo".
 Pero para hacer honor a las Sagradas Escrituras hay que tomarlas todas en contexto. No se
puede tomar un párrafo e ignorar otro (ver: hermenéutica). El mismo San Pablo habla bien
claro sobre la importancia de las auténticas tradiciones:
 I Corintios 11,2 "Os alabo porque en todas las cosas os acordáis de mí y conserváis las
tradiciones tal como os las he transmitido"
 II Tesalonicenses 2,15 "Así pues, hermanos, manteneos firmes y conservad las
tradiciones que habéis aprendido de nosotros, de viva voz o por carta"
 ¿Acaso San Pablo se contradice? Claro que no. El sabe discernir entre las tradiciones
humanas y la Tradición de origen divino. Esta última es revelada por Jesucristo y
transmitida por los Apóstoles.
 Los cristianos que no aceptan la doctrina de la Iglesia hacen su propia interpretación bíblica
de la cual deducen la doctrina de su Iglesia. Esta interpretación propia de su Iglesia es en
efecto lo que se llama tradición. De ahí la proliferación de sectas, todas ellas apelando a la
Biblia para justificar sus creencias. No se dan cuenta que mientras rechazan a la Iglesia
Católica por sus "tradiciones", las substituyen por las suyas propias. Esto es precisamente lo
que San Pablo condena.
 Este problema ya ocurría en el tiempo de San Pablo, por eso el condenó las tradiciones
humanas (interpretaciones bíblicas separadas de la Iglesia) que bloqueaban la verdad
revelada. Al mismo tiempo San Pablo alaba a Dios porque los corintios conservan las
"tradiciones tal como os las he transmitido" 1 Cor 11,2.
 Jesucristo fundó UNA Iglesia para que por todas las generaciones sus discípulos se
mantengan unidos en la auténtica enseñanza de los Apóstoles. Solo ésta es verdadera
Tradición porque viene de Jesucristo y es guardada en el Depósito de Fe por gracia del
Espíritu Santo. 
 Jesucristo prometió que el engaño del maligno no corrompería la verdadera Tradición que
los Papas enseñan: "Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi
Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella." Mateo 16:18

 Apócrifos

 Etim: del griego apokryphos, que significa "oculto."

 Ver también: Biblia

 Originalmente se llamaban apócrifos aquellos libros sagrados cuyo contenido era demasiado
sublime para que lo comprendiera el público en general. Pero el término "apócrifo" fue
tomando un matiz peyorativo, pues con mucha frecuencia resultaba discutible la ortodoxia
de estos libros.

 Dado que estos libros secretos eran a menudo escritos por herejes, los Padres de la Iglesia
llegaron a aplicar el término "apócrifo" a las obras heréticas. Su lectura no estaba permitida
en las iglesias.

 En tiempos de San Jerónimo (c.400), el término "apócrifo" adquirió un nuevo sentido.


Desde entonces se llaman apócrifos los libros que pretenden ser revelados pero que no
forman parte del canon bíblico. 

 Los católicos consideramos como "apócrifos" los libros pertenecientes al período bíblico o
que pretenden pasar como pertenecientes al mismo, pero que no han sido aceptados por la
Iglesia en el canon de las Sagradas Escrituras. Entre ellos hay evangelios pseudónimos que
llevan nombres de personajes famosos de la Iglesia primitiva (de La Virgen María,
Apóstoles, Nicodemo, etc.). Otras veces, el título se refiere al contenido de la obra
(Evangelio de la Verdad) o a su origen (evangelios atribuidos a Marción, a Cerinto).

 Estos evangelios pertenecen a distintas categorías y tratan de varios temas. Uno de los
favoritos temas de los círculos gnósticos es una aparición de Jesús resucitado a algún
personaje famoso de la Iglesia, a través del cual Jesús revela un camino secreto de
perfección. Por regla general, la revelación tiene poca semejanza con el pensamiento de
Jesús que nos presentan los evangelios canónicos.

 Otros libros apócrifos buscan suplir por los detalles de la vida de Jesús que no aparecen en
los Evangelios canónicos. La curiosidad de la gente hace que estos sean muy populares.
(Brown, R. : Apócrifos: CBSJ V, 101-102; 122).
 Lutero eliminó varios libros de la Biblia con el pretexto de que los consideraba
"apócrifos">>>. Es por eso que a la Biblia protestante le faltan libros.

LA SANTA MISA
Se le llama también Eucaristía

 La misa, el sacrificio y banquete de la Eucaristía, es acto central de la Iglesia católica y


el acto supremo de culto a Dios.
El mismo Cristo que se ofreció a si mismo una vez en el altar de la cruz, está presente y se
ofrece en la misa. No es otro sacrificio, no es una repetición. Es el mismo sacrificio de Jesús
que se hace presente. Es una re-presentación del Calvario, memorial, aplicación de los
méritos de Cristo.
 Cristo está presente en el cielo y también en el altar, y se entrega hoy al Padre como el
Viernes Santo.
 La Misa es un sacrificio de propiciación (aplaca la justicia divina) por nuestros pecados.
La Misa es un memorial: Se conmemora la muerte de Jesús, pero no como un recuerdo
psicológico, sino como una realidad mística. Cristo se ofrece a si mismo tan realmente como
lo hizo en el Calvario.
La Misa es un banquete sagrado: El mismo Cristo que se ofrece, lo recibimos la Eucaristía.
La Misa es el medio principal que Dios ha establecido para aplicar los méritos que Cristo
ganó en la Cruz para toda la humanidad.
 1.  La Eucaristía es prenda de la gloria futura. Es la fuente, el corazón y la cumbre de
toda la vida cristiana.
 2.  En ella se contiene todo el bien espiritual de la Iglesia: Jesucristo, que asocia a su
Iglesia, y a todos sus miembros, a su sacrificio pascual, ofrecido una vez por todas en la
cruz al Padre; y, por medio de este sacrificio, derrama la gracia de la salvación sobre su
Cuerpo que es la Iglesia.
 3.  La Santa Misa y el sacrificio de la Cruz son un único sacrificio, pues se ofrece una y la
misma víctima: Jesucristo. Sólo es diferente la manera de ofrecerse: Cristo se ofreció a sí
mismo una vez en la cruz de manera cruenta –con derramamiento de sangre–, mientras en
la Eucaristía se ofrece por el ministerio de los sacerdotes de modo incruento –sin
derramamiento de sangre–. Así, el sacrificio que Cristo ofreció de una vez para siempre en
la cruz, permanece siempre actual. Y cuantas veces se celebra la Eucaristía, se realiza la
obra de nuestra redención.
 4.  La Eucaristía es también el sacrificio de la Iglesia, porque ella es el Cuerpo de Cristo y
participa del sacrificio de su Cabeza.
 a.  Cristo es el actor principal e invisible que preside cada misa como sumo sacerdote de la
Nueva Alianza, intercede ante el Padre por todos los hombres.
 b.  La Iglesia se une a Cristo y se ofrece totalmente con El en la Misa  
 c.  La misa la celebra el obispo o el sacerdote –actuando “en persona de Cristo-cabeza”–,
representando a Cristo, preside la asamblea, predica la homilía, recibe las ofrendas, dice la
plegaria eucarística, consagra y reparte la comunión.
 d.   Sólo los sacerdotes válidamente ordenados pueden presidir la Eucaristía y consagrar
(invocar al Espíritu Santo para que el pan se haga el Cuerpo y el vino, la Sangre de
Jesucristo). Por eso la presencia del sacerdote es indispensable y esencialmente diferente.
 e.   En la celebración de la Eucaristía participan todos los fieles miembros de su Cuerpo.
Cada uno une en la Eucaristía su vida, su alabanza, su sufrimiento, su oración y su trabajo a
los de Cristo y a su total ofrenda.  
 f.  También se unen en la Eucaristía la Virgen María y los santos que están ya en la gloria
del cielo
 g.  En la misa oramos por las almas del purgatorio para que puedan entrar en la luz y la paz
de Cristo.
 5.  Después de la consagración, Jesús está realmente presente en la Eucaristía:

a.  En la consagración ocurre la “transubstanciación”, que significa “cambio de substancia”


del pan y el vino a ser verdaderamente la sustancia del Cuerpo y Sangre del Señor. La
Eucaristía aun tiene la apariencia de pan y vino pero nos es pan y vino. 
      Cristo está presente en la Eucaristía verdadera, real y substancialmente con todo su
Cuerpo, Sangre, alma y divinidad. Esta presencia se llama “real” porque es “substancial”, y
por ella Cristo, Dios y hombre, se hace totalmente presente.
     Cristo está todo entero en cada una de las especies y en cada una de sus partes, de
modo que la fracción del pan no divide a Cristo, que está real y permanentemente presente
en la eucaristía mientras duren sin corromperse las especies eucarísticas.
 6.   Para recibir bien la Sagrada Comunión son necesarias tres cosas:
 a.  saber a quién vamos a recibir,
 b.  Estar en gracia de Dios. Quien esta en pecado grave debe recibir el sacramento de la
Reconciliación antes de acercarse a comulgar. Ver: Eucaristía y divorciados y vueltos a
casar
 c.  Guardar el ayuno eucarístico, que consiste en no comer ni beber nada desde una hora
antes de recibir la Comunión.
 7.  Hagamos todo lo posible para poder recibir la comunión. Jesús nos dice «En verdad,
en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no
tendréis vida en vosotros».
 8.   La Sagrada Comunión produce frutos:
 a.       acrecienta nuestra unión íntima con Cristo;
 b.       conserva, acrecienta y renueva la vida de gracia recibida en el Bautismo;
 c.       purifica de los pecados veniales,
 d.       fortalece la caridad y nos preserva de futuros pecados mortales al fortalecer nuestra
amistad con Cristo;
 e.       renueva, fortalece y profundiza la unidad con toda la Iglesia;
 f.       nos compromete en favor de los más pobres, en los que reconocemos a Jesucristo; y se
nos da la prenda de la gloria futura.
 Para recibir todos los méritos disponibles es necesario participar con fe. Cuanto mas fe se
viva la Santa Misa, mayor gloria se le ofrece a Dios y mayor la gracia que se recibe, no solo
para los participantes sino para la humanidad.
 9.  En la misa expresamos nuestra fe en la presencia real de Cristo con un comportamiento
respetuoso, arrodillándonos durante la consagración en señal de adoración al Señor.
También es importante la actitud corporal (gestos, vestido…).
 10. La palabra "misa" viene del latín "missio" (enviar). Al final los fieles son enviados a
poner en práctica la Palabra de Dios con la gracia recibida.
 11. Al entrar y salir del templo, cuando pasamos frente al sagrario, manifestamos
nuestra fe y saludamos a Jesucristo presente en el Sagrario con una genuflexión, hincando la
rodilla derecha, en señal de respeto y adoración.
  
 Fuera de la Santa Misa también se honra al Señor con visitas al sagrario, con la exposición
del Santísimo y con procesiones Eucaristícas.

San Justino, C. 155 AD:

El día que se llama del sol se celebra una reunión de todos los que moran en las ciudades o en los
campos, y allí se leen, en cuanto el tiempo lo permite, los Recuerdos de los Apóstoles o los escritos
de los profetas.

Luego, cuando el lector termina, el presidente, de palabra, hace una exhortación e invitación a que
imitemos estos bellos ejemplos.

Seguidamente, nos levantamos todos a una y elevamos nuestras preces_ por nosotros mismos, por el
que acaba de ser iluminado y por todos los otros esparcidos por todo el mundo, suplicando se nos
conceda, ya que hemos conocido la verdad, ser hallados por nuestras obras hombres de buena
conducta y guardadores de lo que se nos ha mandado, y consigamos así la salvación eterna.

Terminadas las oraciones, nos damos mutuamente ósculo de paz.

Luego, al que preside a los hermanos se le ofrece pan y un vaso de agua y vino, y tomándolos él
tributa alabanzas y gloria al Padre del universo por el nombre de su Hijo y por el Espíritu Santo, y
pronuncia una larga acción de gracias, por habernos concedido esos dones que de Él nos vienen . Y
cuando el presidente ha terminado las oraciones y la acción de gracias, todo el pueblo presente
aclama diciendo: Amén.

Y una vez que el presidente ha dado gracias y aclamado todo el pueblo, los que entre nosotros se
llaman “ministros” o diáconos, dan a cada uno de los asistentes parte del pan y del vino y del agua
sobre que se dijo la acción de gracias y lo llevan a los ausentes.

 Las Partes de la Misa

“Y he aquí que yo estoy con vosotros todos días hasta el fin del mundo”. (Mt. 28, 20)
Vivamos la Eucaristía como un encuentro de amor con Cristo
  
 En su Hijo Jesús, el Cristo, Dios nos hizo el mayor regalo: nos entregó su propio
corazón, es decir, lo más profundo y puro de su amor. Con su vida, Jesús nos mostró
cuál es la vida que agrada a Dios: la que se abre a los demás en el servicio. Por eso
Jesús enseñó la Palabra de vida, perdonó pecados, curó enfermos, liberó a los que
estaban atados por las cadenas del mal y de la muerte y alimentó a los hambrientos.
Hoy podemos experimentar de nuevo todo esto, pues Jesús sigue vivo en la
Eucaristía. Por eso, queremos invitarte hoy a vivir la Eucaristía como un encuentro
de amor con Cristo, quien sólo espera que tú también le ames, porque el amor sólo
con amor se paga.
  
 1. ENTRADA: Dios nos recibe personalmente en la Eucaristía, nos llama y nos une
en comunidad con el simple y sencillo acto de la bendición.
“En el nombre del Padre”: Dios se nos presenta como papá, de él depende nuestra
existencia, nos ama y se preocupa por nosotros como el mejor de los papás.
 “… del Hijo”: Dios nos recuerda que por amor a nosotros se hizo hombre en Jesús,
el Hijo, para hacernos hijos suyos, hermanos en Cristo y enseñarnos a vivir como
hijos de Dios.
  “… y del Espíritu Santo”: el Espíritu es la presencia permanente de Dios con
nosotros, el fuego de su amor, que nos enseña, nos consuela y nos fortalece desde
nuestro propio corazón.

2. ACTO DE CONTRICCIÓN: ¡SEÑOR TEN PIEDAD! Dios nos invita a


comenzar nuestro encuentro con Él dejando en sus manos todo lo que nos aparta de
su amor. Esto requiere de nosotros una actitud de humildad: reconocer que hay
pensamientos, palabras y obras que obstaculizan nuestra relación con Dios, eso son
los pecados. La Palabra de Dios y la enseñanza de la Iglesia nos ayudan a ver cuáles
son esas situaciones; la humildad está también en dejarnos enseñar.

3. LAS LECTURAS: Limpios de corazón y en actitud de humildad podemos ahora


escuchar la Palabra de Dios y dejarnos moldear por ella. Desde los tiempos antiguos
del pueblo de Israel, Dios se ha manifestado al hombre por medio de la Palabra: en
ella le ha mostrado su rostro, le ha enseñado a vivir, le ha dado esperanza con sus
promesas, lo ha escogido y lo ha hecho su propiedad; más aún, ha despertado su fe y
ha encendido la llama de su amor. En las lecturas y el salmo Dios mismo se hace
presente y nos habla, despierta nuestra fe, reafirma nuestra esperanza y aviva nuestro
amor; es su Palabra, mensaje de amor, que espera nuestra respuesta. Dios quiere
conversar con nosotros, escuchemos primero lo que quiere decirnos para poder luego
responder a su amor.

4. EL ALELUYA: Viene ahora un canto de gozo y de júbilo: “¡Aleluya! ¡Cristo


vive, resucitó de entre los muertos! ¡Su victoria fue completa!”. Este canto prepara
nuestro corazón para meditar la vida, obra y enseñanzas de Jesús, que vienen
narradas a continuación en el Evangelio.

5. EL EVANGELIO: Es la lectura más importante de la Eucaristía, pues nos pone


en contacto con la persona y la vida de Jesús. Aprendemos directamente de Él, del
recuerdo de sus enseñanzas, de su vida y de sus obras. En el Evangelio Jesús nos
muestra su rostro, como se lo mostró a sus discípulos y a todas las personas que lo
conocieron en Galilea, donde vivió, nos habla y nos instruye personalmente. Si se lo
permitimos, con su Palabra despertará nuestra fe, nos dará esperanza y encenderá
nuestro amor. Por eso, antes de escuchar el Evangelio hacemos la Señal de la Cruz:
sobre nuestra frente, para que el Evangelio (presencia de Jesús) santifique nuestro
pensamiento y podamos comprenderlo; sobre nuestros labios, para que santifique
nuestra palabra y podamos transmitirlo; y sobre nuestro corazón, para que santifique
todo nuestro ser y vivamos como Cristo.

6. LA HOMILÍA: El sacerdote nos ayuda a comprender la Palabra de Dios, pues


Dios mismo lo utiliza como mensajero de su amor. Él nos comparte, por su
ministerio, lo que la comunidad de los creyentes (la Iglesia) ha comprendido de este
mensaje y también nos transmite su experiencia personal. Dios suscita en medio de
su pueblo pastores para guiarnos en nuestro camino espiritual y para explicarnos sus
enseñanzas. Es Cristo mismo quien nos habla a través de quienes nos predican su
Palabra.

7. LA PROFESIÓN DE FE: Una vez hemos escuchado las palabras de Jesús y
reflexionado sobre ellas viene el Credo, es decir, la expresión de nuestro
compromiso personal y comunitario con Dios Padre Creador, Dios Hijo Salvador y
Dios Espíritu Santificador: Él se nos ha revelado en la Palabra y ha despertado
nuestra fe, por eso, en el Credo profesamos la fe que nos motiva personalmente y
que nos congrega en comunidad. El Credo es nuestra respuesta al amor de Dios que
se nos ha manifestado primero, porque nuestra fe es la respuesta al encuentro con la
persona de Cristo, que nos ha llamado, nos ha congregado y nos ha mostrado su
rostro. Así como Jesús se encontraba con la gente, le predicaba el Evangelio o Buena
Nueva y la gente comenzaba a creer en Él y a seguirlo, así Jesús nos muestra su
rostro, nos llama,  nos habla y nos toca profundamente cada vez que leemos un trozo
del Evangelio, despertando nuestra fe y moviéndonos a seguirlo. Además, el Credo
precisa el contenido de nuestra fe, le da figura y rostro al Dios en quien creemos y a
la Iglesia, fundada en la fe, de la cual hacemos parte.

8. LA ORACIÓN DE LOS FIELES: En el Credo hemos expresado y precisado


nuestra fe personal y colectiva, por eso ahora, como comunidad de fe, nos dirigimos
a Dios, elevando nuestras súplicas, pidiéndole por todas nuestras necesidades y
pidiendo unos por otros. Nuestras súplicas, como nuestro acto de fe, son siempre, a
la vez, personales y comunitarias.

9. EL OFERTORIO: Como Iglesia, unidos en una misma fe, en un mismo corazón,
presentamos ahora la sencilla ofrenda que Dios mismo transformará en el cuerpo y la
sangre de su Hijo Jesucristo. Pan y vino son fruto de nuestro trabajo personal y
comunitario, y simbolizan las dimensiones más sencillas de nuestra vida diaria:
nuestro trabajo, nuestro sustento y nuestra alegría. Con el pan y el vino va incluida la
ofrenda de nuestra vida, de nuestro trabajo y de nuestro amor; nuestras penas, fatigas
y alegrías van a ser recibidas por Dios de las manos del sacerdote y, como el pan y el
vino, nuestro propio ser (cuerpo y alma) será también santificado y transformado con
la presencia viva y real de Jesucristo Eucaristía. En este momento unámonos al
sacerdote, entregándole a Dios nuestra vida, nuestra familia, nuestro trabajo, nuestra
oración, nuestras penas y alegrías, nuestro cuerpo, nuestra alma, nuestra mente con
todos sus pensamientos, nuestro corazón con todos sus sentimientos y deseos,
nuestros labios y todas nuestras palabras, nuestros amigos y seres queridos, incluso
los que no nos aman, en fin, toda la realidad humana material y espiritual de la que
somos parte, para que toda esa realidad sea transformada por Cristo, sea santificada,
sea cristificada; para que todos seamos hostias vivas, sagrarios de la presencia del
Espíritu Santo; y para que el mundo entero sea un altar para la gloria de Cristo Jesús.

10.  CANTO DEL SANTO: Hemos hecho ofrenda del pan y del vino, de nosotros
mismos y del mundo entero. Ahora esta ofrenda va a ser consagrada: la hostia se
transformará en el cuerpo de Cristo y el vino en su Sangre. Por esa consagración,
nosotros mismos seremos santificados y el mundo entero también. Nos unimos a los
santos y a los ángeles, que contemplan y gozan ya del fruto de estos misterios,
cantando a Dios: “Santo, santo, santo es el Señor, Dios del universo, llenos están los
cielos y la tierra de su gloria. ¡Hosanna en el cielo! ¡Bendito el que viene en el
nombre del Señor! ¡Hosanna en el cielo!” El cielo (los que ya gozan de la gloria de
Dios) y la tierra (los que estamos de camino hacia la gloria) cantan la santidad de
Dios, pues Él es el único verdaderamente santo y fuete de toda santidad.

11. CONSAGRACIÓN: En este momento, por el ministerio (por el encargo y el


don) que el sacerdote ha recibido, el pan y el vino son transformados en el cuerpo y
la sangre de Cristo. El sacerdote repite las palabras que Jesús pronunció en la última
cena, con las cuales Él mismo dio gracias y bendijo el pan y el vino, haciéndolos su
cuerpo y su sangre, para alimentar con su propio ser a sus apóstoles, y a través de
ellos y de la sucesión de sacerdotes a todos los creyentes. La Eucaristía, cuerpo y
sangre de Cristo, es el mayor regalo que hemos recibido de Dios: Él se ha quedado
para siempre con nosotros en la persona de Cristo, Él mismo toma nuestra realidad y
la transforma en su propio ser, para alimentar nuestra vida de fe. Sin este alimento
espiritual, es decir, sin la comunión real con su cuerpo y su sangre, nuestra vida de fe
sería árida y estéril, pura imitación exterior de Cristo, por nuestras propias fuerzas.
Pero como Él nos alimenta con su propia vida en la Eucaristía, podemos vivir como
Él, ser como Él, porque Él mismo, desde nuestro interior nos va transformando, nos
va consagrando, va haciendo de nuestra vida una constante Eucaristía, sólo si
nosotros le entregamos nuestro corazón y dejamos que su Espíritu actúe en nosotros.

12. EL PADRENUESTRO: Cristo se ha hecho presente en medio de nosotros, por


él hemos sido hechos todos hermanos en el Espíritu, hijos de un mismo Padre. Por
eso, ahora, juntos, podemos orar en compañía de Jesús al Padre, como el mismo
Jesús nos enseñó. En este momento, oramos con Jesús, presente realmente, la
oración al Padre: estamos unidos en oración Jesús, el Hijo Único, y nosotros, los
hijos adoptivos.

13. CORDERO DE DIOS-MOMENTO DE LA PAZ: Reconocemos ahora que


Jesús ha ofrecido su vida al Padre por nosotros en la Cruz, Él es el sacrificio vivo y
santo que nos ha reconciliado para siempre con Dios. Por Él nos ha llegado la paz
verdadera: la que da Dios y no la que da el mundo. La paz de Dios es la salvación
eterna, el perdón de los pecados, el amor que es capaz de entregarse a sí mismo en
sacrificio por aquellos que  ama. La paz del mundo es la ausencia de conflicto que le
permite a cada uno vivir según sus deseos. La paz de Cristo nos saca de nosotros
mismos y nos pone al servicio de los otros, mientras que la paz del mundo nos
sumerge en nuestro propio egoísmo, en nuestros gustos y rutinas.

14. LA COMUNIÓN: Este momento es absolutamente maravilloso, recibimos a


Jesús en la Eucaristía, su cuerpo, su sangre, su alma y su divinidad. Dios viene a
vivir en nosotros como en su propia casa, viene a transformarnos y a fortalecernos
desde nuestro interior. Como María en el momento en que recibió del Espíritu a
Jesús en sus entrañas, así nosotros, en la comunión, quedamos fecundados por el
Espíritu de Dios: realmente llevamos en nosotros a Cristo. Dios hace de su amor un
acto: se nos entrega todo entero en la forma más sencilla y humilde (un trocito de
pan) para que lo podamos recibir.  

15. ACCIÓN DE GRACIAS: Después de un regalo tan grande ¿qué podemos


hacer? Sólo abrir nuestros labios y nuestro corazón al agradecimiento. Tomar
conciencia de lo que hemos recibido y hacer de nuestra vida acción de gracias, es
decir, reflejo del amor de Dios que hemos recibido en Jesús Eucaristía. Él nos ha
tocado, nos ha besado con su amor y sólo nos queda hacer de nuestra vida beso,
caricia de amor a Jesús, mostrando su rostro en medio de nuestros hermanos.
Agradecer a Dios significa vivir como vivió Jesús: sirviendo, amando, sanando,
ayudando, enseñando, perdonando, entregando su vida por todos, sin excepción.
Misión difícil, casi imposible, pero no estamos solos, Cristo vive en nosotros y lo
que es imposible para los hombres es posible para Dios. La palabra misma dice lo
que tenemos que hacer: Eucaristía viene del griego y significa acción de gracias.

16. BENDICIÓN FINAL: Con el encargo de dejar vivir en nosotros a Cristo y


transmitirlo a los que nos rodean en acciones concretas de amor y servicio, somos
enviados al mundo con la bendición de Dios, para que nuestra tarea sea efectiva y
demos fruto abundante. Recibimos a Cristo Eucaristía para compartirlo con los que
nos rodean. Hemos sido bendecidos para que seamos bendición para los demás;
hemos entrado a la Eucaristía como harina y agua, y Dios ha hecho un pan que ha
consagrado para sí. Ahora somos hostias consagradas: llevamos en nosotros la
presencia de Jesús y tenemos la misión de reflejarla y transmitirla a los demás, para
que todos seamos transformados. La palabra Misa lo resume todo: viene del latín y
significa envío, es decir, los que recibimos a Jesús somos enviados a darle a conocer.
El fruto de la Eucaristía es que todos seamos misioneros, es decir, que llevemos a
Jesús a los demás.

CELIBATO
Etim.: Latín caelibatus, vida soltera

 DEFINICION: El no estar casado y, en el uso de la Iglesia, un compromiso de no casarse.


La Iglesia hace distinción entre el celibato de laicos y el celibato eclesial. En ambos casos se
escoge libremente, por razones religiosas, el no casarse.
 El celibato no es desprecio al matrimonio. Ambas vocaciones vienen de Dios, son
profundamente estimadas por la Iglesia y son caminos de amor y servicio.
 ¿Por qué el celibato?
La Iglesia siempre ha tenido el celibato en muy alta estima ya que Jesucristo fue célibe. El
es modelo de la perfección humana. Hay quienes objetan pensando que nosotros no
podemos imitarlo. Se equivocan. La verdad es que Jesucristo, siendo Dios, asumió
verdaderamente la naturaleza humana, siendo igual que nosotros en todo menos en el
pecado. El nos da la gracia para vivir, siendo hombres, su amor sobrenatural.
 Jesucristo claramente recomendó el celibato como entrega radical de amor por el
Reino de los Cielos:
 Porque hay eunucos que nacieron así del seno materno, y hay eunucos que se hicieron
tales a sí mismos por el Reino de los Cielos. Quien pueda entender, que entienda.  -
Mateo 19,12
 San Pablo era célibe y animaba a seguir esta forma de vida :
 Yo os quisiera libres de preocupaciones. El no casado se preocupa de las cosas del Señor, de
cómo agradar al Señor. El casado se preocupa de las cosas del mundo, de cómo agradar a su
mujer; está por tanto dividido. La mujer no casada, lo mismo que la doncella, se preocupa de
las cosas del Señor, de ser santa en el cuerpo y en el espíritu. Mas la casada se preocupa de
las cosas del mundo, de cómo agradar a su marido.
 Os digo esto para vuestro provecho, no para tenderos un lazo, sino para moveros a lo más
digno y al trato asiduo con el Señor, sin división. Pero si alguno teme faltar a la
conveniencia respecto de su novia, por estar en la flor de la edad, y conviene actuar en
consecuencia, haga lo que quiera: no peca, cásense.
 Mas el que ha tomado una firme decisión en su corazón, y sin presión alguna, y en pleno uso
de su libertad está resuelto en su interior a respetar a su novia, hará bien. Por tanto, el que se
casa con su novia, obra bien. Y el que no se casa, obra mejor. La mujer está ligada a su
marido mientras él viva; mas una vez muerto el marido, queda libre para casarse con quien
quiera, pero sólo en el Señor. Sin embargo, será feliz si permanece así según mi consejo;
que también yo creo tener el Espíritu de Dios.
-I Corintios 7,32-40
 El celibato laico se practicaba ya en la Iglesia primitiva. A los hombres célibes les
llamaban "los continentes" y a las mujeres, "vírgenes". También se les conocía como
ascéticos.
 El celibato eclesial fue un desarrollo lógico de las enseñanzas de Cristo sobre la continencia
(Mateo 19,10-12). Es uno de los consejos evangélicos.
 Los comienzos de la vida religiosa se encuentran en la práctica del celibato voluntario por el
Reino.  El celibato era una de las características de los primeros ermitaños y un requisito en
las primeras fundaciones monásticas bajo San Pachomius (c. 290-346).
 El Magisterio solemne de la Iglesia reafirma ininterrumpidamente las disposiciones sobre el
celibato eclesiástico.
 El Sínodo de Elvira (300-303?), en el canon 27, prescribe: «El obispo o cualquier otro
clérigo tenga consigo solamente o una hermana o una hija virgen consagrada a Dios; pero en
modo alguno plugo (al Concilio) que tengan a una extraña» (Enrique Denzinger, El
Magisterio de la Iglesia, ed. Herder, Barcelona 1955, n. 52 b, p. 22); y en el canon 33:
«Plugo prohibir totalmente a los obispos, presbíteros y diáconos o a todos los clérigos
puestos en ministerio, que se abstengan de sus cónyuges y no engendren hijos y quienquiera
lo hiciere, sea apartado del honor de la clerecía» (ib., 52 c).

También el Papa Siricio (384-399), en la carta al obispo Himerio de Tarragona, fechada el


10 de febrero de 385, afirma: «El Señor Jesús (...) quiso que la forma de la castidad de su
Iglesia, de la que él es esposo, irradiara con esplendor (...). Todos los sacerdotes estamos
obligados por la indisoluble ley de estas sanciones, es decir, que desde el día de nuestra
ordenación consagramos nuestros corazones y cuerpos a la sobriedad y castidad, para
agradar en todo a nuestro Dios en los sacrificios que diariamente le ofrecemos» (ib., n. 89, p.
34).
 San Ambrosio (siglo IV) escribe sobre el celibato: "Dios amó tanto a esta virtud que no
quiso venir al mundo sino acompañado por ella, naciendo de Madre virgen" (San Ambrosio,
Tratado sobre las vírgenes)
 El Papa Calixto II, en el Concilio de Letrán, en 1123, promulgó el celibato como
requisito para todo el clero del rito romano. (Los ritos maronitas y armenios, siendo
católicos orientales, aceptan a hombres casados para la ordenación sacerdotal, pero no
permiten que contraigan matrimonio los que ya han sido ordenados).
 El Concilio Vaticano Segundo llama al celibato "ese don precioso de la gracia divina dado
a algunos por el Padre, para que se dediquen más fácilmente sólo a Dios con un corazón
indivisible en virginidad o celibato. Este medio perfecto para el amor del reino del cielo ha
sido tenido siempre en gran estima por la Iglesia como un signo y un estímulo del amor, y
como una fuente singular de fertilidad espiritual en el mundo". (Constitución de la Iglesia,
42). También dijo que el celibato es el primero de los consejos evangélicos a ser puestos en
práctica por los religiosos y dijo que "es un símbolo especial de los beneficios celestiales, y
para los religiosos es un forma muy efectiva de dedicarse con todo el corazón al divino
servicio y a los trabajos del apostolado" (Decreto sobre la Renovación de la Vida
Religiosa,12).
 Célibes y casados se complementan
El Padre Cantalamessa, predicador del papa aboga por una sana integración de  los carismas
celibato y matrimonio, de manera que los casados y los célibes no vivan rígidamente
separados los unos de los otros, sino de forma que se ayuden y exhorten mutuamente a
crecer.  Dice: «No es cierto que la cercanía del otro sexo y de las familias, para quien no está
casado, sea siempre y necesariamente una insidia y una oscura amenaza. Puede serlo si no se
ha producido aún una aceptación libre, alegre y definitiva de la propia vocación, pero esto
también se aplica a quien esté casado».  «Lo más bello que podemos hacer ...es renovar
nuestro “Heme aquí” y nuestro “Sí”. No con una “resignada aceptación”, sino con el
“deseo” y la “impaciencia” de María en la Anunciación».
 "Cuando la sexualidad humana no se considera un gran valor dado por el Creador, pierde
significado la renuncia por el reino de los Cielos" (Juan Pablo II, Familiaris consortio)
 Ante las críticas contra el celibato
 Un artículo en el Miami Herald comentaba que el famoso boxeador Mohamad Alí, para
estar en mejor forma, se mantenía en abstinencia sexual por períodos hasta de un año. Es de
notar que, mientras el mundo admira ese compromiso hecho por el deporte, critica como
"anti-natural" el celibato sacerdotal, optado por el Reino de los cielos. Me parece entonces
que lo que se critica más bien no es el celibato sino el hecho de que haya quienes se tomen
su compromiso con Dios tan en serio. Por el boxeo todo es aceptable, pero si es por Dios se
considera fanatismo o peligroso para la mente.
 Es normal que el hombre mundano, que vive dominado por las pasiones, vea el celibato
como una represión y hasta como un peligro. Pero el celibato vivido santamente es una
donación total de nuestro amor por Dios y por todos. Sin fe y sin gracia no se puede vivir el
celibato, pero sin estas tampoco se debe ser sacerdote.
 MITOS
 1 -El celibato es causante del abuso sexual
El celibato no tiene relación causal con ningún tipo de abuso ni adicción sexual. El hecho es
que el abuso sexual igualmente ocurre entre hombres casados. (Jenkins, Priests and
Pedophilia). En la población general, la mayoría de los abusadores son hombres
heterosexuales que abusan de niñas. También hay mujeres que abusan de menores.
 El perfil del abusador sexual de menores no es el de un adulto normal atraído eróticamente
hacia niños por causa de la abstinencia. (Fred Berlin, "Compulsive Sexual Behaviors" in
Addiction and Compulsion Behaviors [Boston: NCBC, 1998]; Patrick J. Carnes, "Sexual
Compulsion: Challenge for Church Leaders" in Addiction and Compulsion; Dale O'Leary,
"Homosexuality and Abuse").

2 -Si permitieran el matrimonio de los sacerdotes se evitaría que estos cometan abusos
sexuales
No es mayor la incidencia de abuso sexual por célibes como quiere hacer creer la prensa.
Quienes cometen estos delitos no son aptos ni para ser sacerdotes y ni para ser casados.
¿Qué mujer querrá casarse con un hombre si sabe que es abusador sexual?. 

 La virginidad consagrada y el celibato sacerdotal:


Dos vocaciones fundamentales para el anuncio del Evangelio
Padre Raniero Cantalamessa, predica al Papa y a la curia romana, Adviento 6-XII-2002

La facilidad de las comunicaciones y de los viajes ha creado una situación nueva: televisión,
internet, publicidad, periódicos meten a chorros el mundo dentro de casa y, con frecuencia,
el mundo en su peor aspecto. Nos lo meten a la fuerza por los ojos, que es una forma de
violencia... Por eso, la salvaguarda de la propia castidad es confiada en gran parte al
individuo mismo y debe basarse en sólidas convicciones personales, tomadas de la Palabra
de Dios.

¿Qué palabra de Dios?, Ciertamente, para comenzar, la pronunciada por Jesús en el


Evangelio de Mateo, cuando habla explícitamente a los apóstoles de quienes se hacen
«eunucos por el Reino.... Esta vocación no es más perfecta que el estado conyugal, sino
simplemente algo más avanzada, pues refleja la imagen del hombre y la mujer en la vida
eterna.

Partiendo de este carácter profético de la virginidad y del celibato, podemos comprender la


ambigüedad y falsedad de la tesis, según la cual, este estado iría contra la naturaleza e
impediría al hombre y a la mujer realizarse plenamente, como hombre y mujer. Esta duda
pesa terriblemente sobre el espíritu de los jóvenes y es uno de los motivos que más aleja de
responder a la vocación.

El celibato y la virginidad no reniegan de la naturaleza humana, sino que más bien la


realizan a un nivel más profundo. El hombre, según la Biblia, no es sólo lo que es por
nacimiento, sino también lo que está llamado a ser. En el hombre, en otras palabras, hay una
chispa de vocación a la que tiene que responder.

Los vírgenes consagrados --hombres y mujeres--, son aquellos que han entendido esta
respuesta en su grado más elevado, entregándose por el Reino de Dios, cuya difusión ha
encontrado casi siempre en ellos el modelo de misioneros eficaces.

El anuncio del Evangelio y las misiones se han apoyado en buena parte en sus espaldas.
Dentro de la cristiandad, el progreso en la doctrina, en el pensamiento, ha dependido de
ellos, especialmente de algunas órdenes religiosas. Ellos han cultivado caminos nuevos en la
espiritualidad.

Si se mira al exterior, los vírgenes consagrados han instituido casi todas las instituciones
caritativas. Por tanto, la virginidad no significa esterilidad, sino por el contrario, la máxima
fecundidad.

 Comentario sobre el celibato


 ¿Es el hombre más inteligente que Dios?
Consultando con amigos católicos sobre sus normas que los gobiernan me llamó mucho la
atención que imponen a los curas padres, bueno todo aquel que tiene un cargo dentro de la
iglesia católica, apostólica y romana, el celibato.

La respuesta que recibí fue que el celibato no era una un mandamiento o una norma creada
por Dios si no que era una norma eclesiástica que habían creado las autoridades más altas de
la iglesia católica a fin de que los curas puedan "cumplir mejor su misión que es la de
pastorear el rebaño del señor y no se distraigan en cosas terrenales".

Díganme, ¿uds. creen que Dios en su infinita sabiduría se le pasó por alto este detalle?, ¿es
que acaso Dios no lo sabe todo?, y si así es entonces el sabía a lo que al hombre que decida
servir a la iglesia le esperaría y todas las tentaciones que lo agobiarían, y las
responsabilidades que debería asumir. Y como dice en las escrituras "...Dios no permitirá
que el diablo tiente a sus hijos mas allá de lo que puedan resistir...".

Entonces? es que acaso el hombre puede corregir las "omisiones" de Dios. 

Atentamente, (Nombre omitido)


 RESPUESTA
 Estimado hermano en Cristo
 Dios te bendiga
 Su pregunta sobre el celibato la respondo como sacerdote ordenado hace 19 años y MUY
feliz de poder imitar a Cristo célibe. Lo considero un don que no merezco.
 Primero, recuerda que para buscar la verdad hay que comenzar con no enredar las cosas. A
nuestro enemigo el diablo le gusta mucho torcer la verdad para engañar. Ya en el principio
la serpiente le dijo la mujer:
  «¿Cómo es que Dios os ha dicho: No comáis de ninguno de los árboles del jardín?» (Gen
3,1)
 Dios no había dicho de "ninguno" sino que podían comer de todos menos uno.  La
diferencia es grande. Pero el diablo quiso exagerar la prohibición para presentar a Dios
como un enemigo del hombre.
 Usted nos pregunta por qué la Iglesia "impone" el celibato a "todo aquel que tiene un cargo
dentro de la iglesia católica".  Es cierto que la jerarquía de la iglesia es célibe, pero hay
diáconos casados y además hay muchos laicos con cargos en la Iglesia sin ser célibes.
Además a nadie se le obliga a ser sacerdote ni a ser célibe. Escogimos y aceptamos
libremente ser sacerdotes con todo lo que la Iglesia requiere para esa vocación. 
 Un candidato al sacerdocio, aun cuando se sienta muy seguro, tiene muchos años de
seminario para pensarlo bien y tomar una decisión libre y madura. Yo lo acepto felizmente
porque sé que es Dios mismo quien me lo pide a través de la Iglesia. Soy célibe, no por una
imposición arbitraria sino por una llamada de Dios a la cual asiento con todo mi corazón y
con profundo agradecimiento y alegría. Dios me ha pedido una entrega y me ha dado más
que el 100 por uno, tal como lo prometió.
 Nos preguntas si creemos que a Dios se le pasó un detalle. "No, a Dios no se le pasó nada
por alto. Todo lo hizo perfecto. Es así que regaló al hombre el maravilloso don del
matrimonio, elevándolo a ser sacramento. Pero también quiso invitar a algunos al excelso
don del celibato. Así quiso enriquecer a su Iglesia con diversas vocaciones, todas
fundamentadas en el amor, todas para Su gloria. 
 ¿Por qué ser célibes? Comprendo que no se entienda desde la perspectiva de este mundo.
Hay que abrir el corazón a otra dimensión, pues somos capaces de un amor superior, un
amor que nos llama a la inmolación de los deseos carnales. Lo hacemos con alegría, no por
despreciar la creación de Dios (¡no somos maniqueos!) sino para entregarnos más de lleno a
Dios y ser más libres para servir a todos. El papa Benedicto XVI (cuando era cardenal) dijo:
"Ser vírgenes y saber practicar periódicamente el ayuno es atestiguar que la vida
eterna nos espera; más aún, que ya está entre nosotros. Sin virginidad y sin ayuno, la
Iglesia no es ya Iglesia; se hace intrascendente, sumergiéndose en la historia". 
 Imitación a Jesucristo. Cuando la Iglesia requiere a los sacerdotes del rito romano el
celibato nos está llamando a ser como Jesucristo quien fue célibe para entregar su corazón
igualmente por todos los hombres. San Pablo comprendió esto muy bien,  siendo él también
célibe y por eso lo recomendó como el mejor camino: "Por tanto, el que se casa con su
novia, obra bien. Y el que no se casa, obra mejor." I Cor 7, 38. ¿Fueron los 12 apóstoles
casados?. No lo sabemos con certeza. Ni siquiera sabemos si San Pedro estaba casado
cuando lo llamó el Señor. Sabemos que tenía suegra, pero podría haber sido viudo ya que su
esposa no se menciona.
 La Iglesia tiene la autoridad de Cristo. Es cierto que el requisito del celibato para los
sacerdotes es una disciplina eclesiástica y no un Mandamiento del Señor, y es cierto que en
la Iglesia Católica, en los ritos orientales, hay buenos sacerdotes casados. Pero la Iglesia
tiene la autoridad para establecer los requisitos de los candidatos al sacerdocio porque el
sacerdocio no es de derecho natural. Es decir nadie tiene "derecho" a ser sacerdote sino que
se trata de un llamamiento sobrenatural. 
 Hebreos 5,4-5
Y nadie se arroga tal dignidad, sino el llamado por Dios, lo mismo que Aarón. De igual
modo, tampoco Cristo se apropió la gloria del Sumo Sacerdocio, sino que la tuvo de quien le
dijo: Hijo mío eres tú; yo te he engendrado hoy. 
 Los católicos creemos que Cristo estableció una Iglesia y le prometió el Espíritu Santo para
que pudiese enseñar con autoridad la verdad. A sus pastores les otorgó autoridad para
gobernar y establecer la disciplina eclesiástica. Comprendo que quien no acepta la autoridad
de la Iglesia y piensa que se trata de un invento de los hombres, no puede apreciar lo que el
Espíritu enseña a través de ella. Creo que aquí radica la diferencia fundamental entre
nosotros. Pero al menos pienso que podría usted admirar que algunos cristianos quisieran
seguir la recomendación (ya citada) de San Pablo sobre el celibato para ser así imitadores de
Cristo.    
 ¿Y las tentaciones? A usted le parece que el celibato pone una carga que lleva a la
tentación. Comprendo que para muchos el celibato sea incomprensible. La mayoría de las
personas están llamadas al matrimonio, vocación más fácil de entender al nivel natural. El
celibato no se puede entender sin una gracia especial sin la cual sólo se ve aquello a lo que
se renuncia. Pero hay mucho más: se renuncia no para quedarse en el vacío sino porque
Dios quiere unir nuestro corazón al suyo que es todo amor. Es por El que renunciamos al
deseo natural de tomar esposa y tener una familia propia. Aunque es cierto que el celibato
libera para poder dedicarse más al apostolado, esa no es su razón principal. El celibato es
ante todo ofrenda a Cristo de un corazón indiviso. Lo hacemos impulsados por un amor loco
que se entregó por nosotros en la Cruz. Lo hacemos para ir más allá y vivir sólo para El y
como El. El celibato es entonces un signo de la vida del cielo donde el amor no es carnal
sino pura participación de la vida divina. 
 Mateo 22,29-30
Jesús les respondió: «Estáis en un error, por no entender las Escrituras ni el poder de Dios.
Pues en la resurrección, ni ellos tomarán mujer ni ellas marido, sino que serán como ángeles
en el cielo.
 Toda vocación requiere negación de sí por amor a Cristo y siempre el enemigo querrá hacer
ver que la felicidad está en no sacrificarse. El demonio hace ver como si fuera imposible ir
más allá de lo terreno, de lo natural. Entonces el celibato sería imposible. Por el contrario, la
fe nos lleva a confiar en que Cristo nos da la gracia  para una vida nueva, una entrega más
radical que sirva de signo para el mundo del amor del cielo. 
 Las tentaciones no se vencen huyendo de la vocación sino viviéndola bien, en profunda
gratitud y entrega. El sacerdote que vive bien su sacerdocio tendrá la asistencia divina para
una generosa entrega de su corazón. Primero en su relación personal con Dios y con la
Virgen nuestra Madre. Entonces, dándose en la pastoral, sirviendo como padre al pueblo de
Dios. ¡La mejor defensa está en vivir desde el Corazón de Jesús y de María nuestra
vocación!. ¡Le aseguro que felicidad igual no hay en este mundo! Pues la transformación en
Cristo, según la vocación de cada cual, comienza aquí en la tierra.  Por eso quien cree en el
poder transformador de Cristo y confía en El, será capaz de vivir felizmente célibe por el
Reino de los Cielos. 
 Si usted piensa que el sacerdocio está en crisis y que casarse resuelve la tentación, ¿cómo
se explica usted la crisis matrimonial que es aún mayor hoy día? Querido hermano, Jesús es
infinitamente poderoso y bueno. El nos da todas las gracias necesarias en la Iglesia: los
sacramentos, la doctrina, la riqueza de la comunión de los fieles. El problema no es la
vocación sino nuestra falta de fe. Si quitamos los ojos de Cristo, nos hundiremos en las
tormentas de la vida, tal como le ocurrió a Pedro cuando Jesús le llamó a caminar sobre las
aguas.
 Mi experiencia. Recuerdo que antes de tomar mi decisión por el sacerdocio, el celibato me
parecía una dura renuncia, pero una vez hecha la decisión me di cuenta de que no se podía
comparar el sacrificio con el gozo del tesoro escondido que encontré en mi vocación. Le doy
gracias a Dios de todo corazón por este regalo y comprendo que es sólo por El que puedo
sostenerme fiel.  Comprendo que otros, sin duda, podrán llegar a ser santos en el matrimonio
(cosa tampoco nada fácil). Mi experiencia es que a los casados, si aman a la Iglesia, Dios les
dará la apreciación de la importancia del celibato, como a nosotros los célibes nos da
apreciación del matrimonio. Pues ambos son caminos de Dios que se complementan y
enriquecen mutuamente en la gran comunidad que es la Iglesia.
 Mateo 19,29
Y todo aquel que haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o hacienda
por mi nombre, recibirá el ciento por uno y heredará vida eterna.
 En los Corazones de Jesús y María,

¿Por qué se impuso el celibato a los sacerdotes?


Leyendo las decisiones del Primer Concilio Ecuménico, me quedó una duda: En Nicea se
estableció que los sacerdotes deberían previamente casarse antes de tomar los hábitos y que los
sacerdotes, una vez ordenados no pueden volver a casarse. ¿Entonces por qué se impuso el
celibato en toda la Iglesia Latina, si el primer concilio autoriza el sacerdocio casado?

 RESPUESTA
Primero es necesario saber la diferencia entre una disciplina y una doctrina. Las disciplinas
pueden ser establecidas o abrogadas por la autoridad eclesiástica, pero no las doctrinas
porque estas son reveladas por Dios. Las disciplinas, sin embargo, también son objeto de
obediencia ya que Jesús dio autoridad a los apóstoles para establecerlas. Las disciplinas no
son arbitrarias sino aplicaciones prácticas de la vida evangélica. Para apreciar las razones del
celibato le refiero al artículo que encabeza esta página.
 En los Corazones de Jesús y María,

 ¿Razones económicas?
Estimados Señores:

He leído con detenimiento los argumentos que justifican según ustedes, la aplicación del
celibato sacerdotal. Leyendo también con detenimiento la historia, nos enteramos que la
principal razón para su aplicación, fue económica, para protección del patrimonio de la
iglesia. Los argumentos esgrimidos por ustedes pretenden forzar su justificación; pero eso
no quita que se originó por causas ajenas a las expresadas.

Mediador
Etim.: Latín: mediator, de mediare, pararse o dividir en el medio.
"Mediación": Que media o intercede por alguien; intermediario.

 Jesús es el único mediador y en esa mediación participan los santos


 Un Solo Mediador: Cristo Jesús
Jesucristo es único Mediador que reconcilió a Dios y los hombres.  Siendo Dios, Jesús
es uno con el Padre a quién los hombres ofendimos; siendo hombre, Jesús representa a
los que necesitaban reconciliación.  La mediación de Cristo única e insustituible.
 San Pablo: "hay un solo Dios, y también un solo mediador entre Dios y los hombres,
Cristo Jesús" (1 Tim 2,5). 
 Participación de María y los santos en la única mediación de Jesucristo
 1 Tim 2,5 enseña que Cristo es el único mediador. ¿Qué dice la Iglesia Católica?
La Iglesia católica siempre ha enseñado la mediación singular de Cristo, la cual no excluye
la colaboración de los santos.
 Recordemos que el Nuevo Testamento se escribió en griego. La palabra griega que
traducimos como "un" (1 Tim 2,5), en su original griego es "HEIS" que significa "uno" pero
en sentido no excluyente. San Pablo pudiese haber escogido "MONOS" que si es
excluyente. De manera que el texto citado por si solo no niega ni afirma la posibilidad de
que otros cooperen con Cristo en Su mediación. Debemos entonces recurrir al resto de la
Biblia para estar seguros de la doctrina. Comencemos con los cuatro versículos que le
preceden: (1Tim 2, 1-4): 
 Ante todo recomiendo que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por
todos los hombres; por los reyes y por todos los constituidos en autoridad, para que
podamos vivir una vida tranquila y apacible con toda piedad y dignidad. Esto es bueno y
agradable a Dios, nuestro Salvador, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al
conocimiento pleno de la verdad.  ( I Timoteo 2,1-4)
 Vemos que, junto a la enseñanza de la mediación única de Cristo, San Pablo
RECOMIENDA que oremos unos por otros. Plegarias y oraciones son actos de
mediación. Numerosos pasajes bíblicos confirman esta enseñanza sobre la intercesión>>>,
incluso la intercesión de los santos del cielo.
 San Pablo, como buen maestro, puso las cosas en orden. Nos enseña la importancia de
orar unos por otros y enseguida nos enseña que esa oración sólo es eficaz gracias a que
estamos unidos al único mediador: Cristo.  
 Jesús es el único mediador pero todos debemos cooperar como canales EN (unidos a)
SU mediación. La Virgen Santísima y los santos NO son otro camino de mediación, NO
son otra alternativa. Decimos que su mediación es posible porque están EN CRISTO,
porque son UNO con EL.
 La mediación de María y los santos no es otra separada de la mediación de Jesús sino
cooperación con la misma. Es por lo tanto una mediación en sentido secundario pero
importante por ser querida por Dios. Los santos son mediadores "por cooperar en
nuestra reconciliación, disponiendo y ministrando la unión de los hombres con Dios"
(Sto. Tomás de Aquino, Summa Theologica, III, 48,1). Toda persona, en cuanto
coopera con la gracia divina, participa en la única mediación de Jesús.
 Esta enseñanza es bíblica y pertenece a la Tradición Apostólica: Dios se place de que
sus hijos, por amor, colaboren en SU obra de salvación. Esto es precisamente
participar en la mediación de Jesús. Esa colaboración continúa en el cielo. Es así que
la Virgen, los santos y los ángeles en el cielo nos ayudan.
 Cristo continúa hasta el fin de los tiempos su obra de mediador, ya no para
meritar la gracia de perdón hacia los hombres sino para comunicar la gracia ya
ganada en la Cruz una vez para siempre. María y los santos NO ofrecen otra
mediación alterna sino que participan en la única mediación de Cristo. Cuando
Jesús envía a sus discípulos a evangelizar es El por medio de ellos. El único
mediador actúa a través de los miembros de su Cuerpo Místico, la Iglesia.
 ¿Por qué ir a los santos si podemos ir a Jesucristo?
Aclaremos:
1- Sólo por medio de Jesús podemos tener acceso al Padre.
2- La oración central de la Iglesia es la Santa Misa, la cual está dirigida directamente
al Padre por medio de Jesucristo.   
3- Los católicos bien formados saben que están llamados por el bautismo a vivir por
Cristo, con EL y en EL. La oración diaria es primariamente dirigida a Dios por
medio de Jesucristo.
4- Si vivimos en Cristo, somos conscientes de que Su Cuerpo Místico está
compuesto de una multitud de hermanos y hermanas. Dios es Padre y se complace en
que sus hijos se amen y se ayuden mutuamente.
5-Recurrir a los santos nunca sustituye nuestro recurso a Dios. Más bien sus vidas
nos enseñan cómo vivir el Evangelio y a relacionarnos auténticamente con Dios.
Además ellos desde el cielo rezan por nosotros.
6- Dios ha querido la comunión entre los santos. Jesús pidió que seamos UNO. Esta
unidad no es sólo una teoría sino que se manifiesta con AYUDA MUTUA que
expresa AMOR. Ese amor que nos une es manifestación del amor de DIOS. (Cf.
Jn17)

 7-Si bien existen excesos, personas que rezan a los santos aparte de Jesús, este grave
error no se corrige ignorando el plan de Dios que es la comunión de los santos en
Cristo.
 Oramos directamente a Jesucristo, pero unidos, ayudándonos unos a otros. La
oración más perfecta es la Santa Misa en la que nos unimos directamente al
sacrificio único de Cristo. En Cristo, nos unimos también con los santos.  
 Cristo todo lo puede por si solo pero ha querido valerse de sus santos para
continuar su enseñanza y su obra.
 «Quien a vosotros os escucha, a mí me escucha; y quien a vosotros os rechaza, a mí
me rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado.» Lucas 10,16 
 ¿Qué tal si San Pablo hubiese dicho: "Yo no rezo por los hermanos porque ya Jesús
reza por ellos"? 
¿Qué tal si San Pedro hubiese dicho: "yo no anuncio el Evangelio, porque Dios
puede hacerlo El mismo"?, ¿Hizo mal San Pablo al encomendarse a las oraciones de
las comunidades?
 -Dios quiso que colaborásemos. Esto ha sido siempre la fe de la Iglesia. Dice Jesús:
 "En verdad, en verdad os digo: el que crea en mí, hará él también las obras que yo
hago, y hará mayores aún, porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidáis en mi
nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo" (Juan 14,12-13) 
 La mediación de María y los Santos
Miller Yamith, joven colombiano

La palabra "mediación" puede entenderse de dos maneras


La primera la presento con un ejemplo sencillo: un niño rompe el vidrio de una casa;
el niño no tiene el dinero para reponer el costo o valor del vidrio, por lo cual su padre
paga del vidrio. Nuestro Señor Jesucristo pago por nuestros pecados, pues como dice
la palabra, no hay justo ni aún uno; por lo tanto todos somos necesitados de la gracia
"Gracia = Favor no ganado". Jesús dio su vida y nos ha salvado. Nadie puede pagar
hacer lo que hizo Jesús en la cruz. Nadie sino sólo Jesucristo puede ser mediador
entre Dios y los hombres y solo Jesús puede salvarnos y darnos vida eterna. Esta es
la fe de la Iglesia católica y en esto estamos de acuerdo con nuestros hermanos
separados.
 Ahora, existe otro tipo de mediación secundaria. Se presenta cuando alguien actúa
como vínculo entre la persona que necesita ayuda y la persona que puede darla.
Ejemplo: una pareja de novios va por la calle cogidos de la mano, como es de notar
él la quiere mucho, y es lógico que anhela su felicidad; se le acerca un niño a la
novia y le dice: - ¿Podría regalarme algo de comer?, no tengo dinero y no he comido.
La novia se conduele del niño y le dice a su novio: - Amor, si tienes dinero cómprale
algo y dáselo. El novio toma con gusto la petición de su amada y la cumple.
Esta mediación es diferente a la primera, más también cabe la palabra mediador.
 Mediación de los santos en la Biblia:
Utilizamos la Biblia protestante (Reina de Valera) para facilitar el diálogo con
nuestros hermanos protestantes:
 María en las bodas de Cana: Jn 2,1: y al tercer día hiciéronse unas bodas en Caná
de Galilea; y estaba allí la madre de Jesús. Y fue también llamado Jesús y sus
discípulos á las bodas. Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: Vino no tienen.
Y díjole Jesús: ¿Qué tengo yo contigo, mujer? aún no ha venido mi hora. Su madre
dice a los que servían: Haced todo lo que os dijere. (RVA).

Moisés intercede repetidas veces ante Dios por los israelitas cuando estos
pecaban

Ex 32,30:
Y aconteció que el día siguiente dijo Moisés al pueblo: Vosotros habéis cometido un
gran pecado: más yo subiré ahora á Jehová; quizá le aplacaré acerca de vuestro
pecado. Entonces volvió Moisés á Jehová, y dijo: Ruégote, pues este pueblo ha
cometido un gran pecado, porque se hicieron dioses de oro, que perdones ahora su
pecado, y si no, bórrame ahora de tu libro que has escrito. Y Jehová respondió á
Moisés: Al que pecare contra mí, a éste raeré yo de mi libro. Ve pues ahora, lleva á
este pueblo donde te he dicho:
he aquí mi ángel irá delante de ti; que en el día de mi visitación yo visitaré en ellos
su pecado. Y Jehová hirió al pueblo, porque habían hecho el becerro que formó
Aarón.

Nm 11,10: Y oyó Moisés al pueblo, que lloraba por sus familias, cada uno á la puerta
de su tienda: y el furor de Jehová se encendió en gran manera; también pareció mal á
Moisés. Y dijo Moisés á Jehová: ¿Por qué has hecho mal á tu siervo? ¿y por qué no
he hallado gracia en tus ojos, que has puesto la carga de todo este pueblo sobre mi?
¿Concebí yo á todo este pueblo?  ¿engendrélo yo, para que me digas: Llévalo en tu
seno, como lleva la que cría al que mama, á la tierra de la cual juraste á sus padres?
¿De dónde tengo yo carne para dar á todo este pueblo? porque lloran á mí, diciendo:
Danos carne que comamos. No puedo yo solo soportar á todo este pueblo, que me es
pesado en demasía. Y si así lo haces tú conmigo, yo te ruego que me des muerte, si
he hallado  gracia en tus ojos; y que yo no vea mi mal. (RVA)

Nm 14,19: Perdona ahora la iniquidad de este pueblo según la grandeza de tu


misericordia, y como has perdonado á este pueblo desde Egipto hasta aquí. Entonces
Jehová dijo: Yo lo he perdonado conforme a tu dicho.

Nm 21,5: Y habló el pueblo contra Dios y Moisés: ¿Por qué nos hiciste subir de
Egipto para que muramos en este desierto? que ni hay pan, ni agua, y nuestra alma
tiene fastidio de este pan tan liviano. Y Jehová envió entre el pueblo serpientes
ardientes, que mordían al pueblo: y murió mucho pueblo de Israel. Entonces el
pueblo vino á Moisés, y dijeron: Pecado hemos por haber hablado contra Jehová, y
contra ti: ruega á Jehová que quite de nosotros estas serpientes. Y Moisés oró por el
pueblo. Y Jehová dijo á Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre la
bandera: y será que cualquiera que fuere mordido y mirare á ella, vivirá. (RVA)

Dios mismo es quien pide se haga la mediación en el libro de Job.

Jb 42,7: Y aconteció que después que habló Jehová estas palabras á Job, Jehová dijo
á Eliphaz Temanita: Mi ira se encendió contra ti y tus dos compañeros: porque no
habéis hablado por mí lo recto, como mi siervo Job. Ahora pues, tomaos siete
becerros y siete carneros, y andad á mi siervo Job, y ofreced holocausto por vosotros,
y mi siervo Job orará por vosotros; porque de cierto a él atenderé para no trataros
afrentosamente, por cuanto no habéis hablado por mí con rectitud, como mi siervo
Job. Fueron pues Eliphaz Temanita, y Bildad Suhita, y Sophar Naamatita, é hicieron
como Jehová les dijo: y Jehová atendió á Job. (RVA)

En la epístola a los hebreos, se nos habla de los que ofrecen sacrificios por los
pecados de otros:

Hebreos 5,1
Porque todo pontífice, tomado de entre los hombres, es constituido á favor de los
hombres en lo que á Dios toca, para que ofrezca presentes y sacrificios por los
pecados: Que se pueda compadecer de los ignorantes y extraviados, pues que él
también está rodeado de flaqueza; y por causa de ella debe, como por sí mismo, así
también por el pueblo, ofrecer por los pecados. Ni nadie toma para sí la honra, sino
el que es llamado de Dios, como Aarón. Así también Cristo no se glorificó á sí
mismo haciéndose Pontífice, más el que le dijo: Tú eres mi Hijo, Yo te he
engendrado hoy; Como también dice en otro lugar: Tú eres sacerdote eternamente,
según el orden de Melchisedec. El cual en los días de su carne, ofreciendo ruegos y
súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fué oído por
su reverencial miedo. Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia;
y consumado, vino á ser causa de eterna salud á todos los que le obedecen;
nombrado de Dios pontífice según el orden de Melchisedec.
 Romanos 15:30
"Pero os suplico, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu
Santo, que luchéis juntamente conmigo en vuestras oraciones rogando a Dios por
mí"
 Efesios 6:18
"Siempre en oración y súplica, orando en toda ocasión en el Espíritu, velando juntos
con perseverancia e intercediendo por todos los santos"

Apocalipsis 5:8
Cuando lo tomó, los cuatro Vivientes y los veinticuatro Ancianos se postraron
delante del Cordero. Tenía cada uno una cítara y copas de oro llenas de perfumes,
que son las
oraciones de los santos.
Otras citas que muestran intercesión de los santos:

Hermanos, orad por nosotros. (1Tes 5,25)

Por lo demás, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra del Señor corra y sea
glorificada, así como lo fue entre vosotros (2Tes 3,1)

Porque testigo me es Dios, a quien sirvo en mi espíritu en el evangelio de su Hijo, de


que sin cesar hago mención de vosotros siempre en mis oraciones, (Rom 1,9)

no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones,
(Ef 1,16)

Damos siempre gracias a Dios por todos vosotros, haciendo memoria de vosotros en
nuestras oraciones, (1Tes 1,2)

Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de


gracias, por todos los hombres; (1Tim 2,1)

Porque los ojos del Señor están sobre los justos, Y sus oídos atentos a sus oraciones;
(1Pe 3,12)

Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos
se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de
incienso, que son las oraciones de los santos; (Ap 5,8)

Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio
mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro
que estaba delante del trono. Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el
humo del incienso con las oraciones de los santos. (Ap 8,3-4)

Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de
testigos.... (Heb 12,1)
 Jesús dijo que los suyos podrán hacer aun cosas mayores que El. Esto es posible solo
porque Jesús actúa por medio del los suyos.
 En verdad, en verdad os digo: el que crea en mí, hará él también las obras que yo
hago, y hará mayores aún, porque yo voy al Padre. - Juan 14,12
 Somos un solo Cuerpo: el de Cristo
(Ver también: Comunión de los Santos)
 Algunos dicen: ¿Si voy directo a Cristo, para qué necesito a los santos? Esa
dicotomía es falsa. María y los santos son uno con Jesús por ser miembros de Su
Cuerpo Místico. La unión con los santos no dificulta nuestra unión directa con
Cristo, al contrario, la fomenta. La mediación de los santos EN CRISTO se entiende
sólo cuando comprendemos la profunda unidad que hay en SU CUERPO
MÍSTICO.  
 Así también el cuerpo no se compone de un solo miembro, sino de muchos. Si dijera
el pie: «Puesto que no soy mano, yo no soy del cuerpo» ¿dejaría de ser parte del
cuerpo por eso? Y si el oído dijera: «Puesto que no soy ojo, no soy del cuerpo»
¿dejaría de ser parte del cuerpo por eso? Si todo el cuerpo fuera ojo ¿dónde quedaría
el oído? Y si fuera todo oído ¿dónde el olfato?  Ahora bien, Dios puso cada uno de
los miembros en el cuerpo según su voluntad. Si todo fuera un solo miembro ¿dónde
quedaría el cuerpo? Ahora bien, muchos son los miembros, mas uno el cuerpo. 1
Cor. 12,13-20
  Dios ha creado una comunión de personas y cada cual tiene su lugar en la gran
comunión que es la Iglesia. A Dios le place que nos ayudemos unos a otros, que
seamos hermanos, es más,  nos lo ordena.  
 La enseñanza sobre la unidad del Cuerpo es muy importante para comprender
nuestra vocación cristiana en que cada uno debe servir a los demás pues somos uno. 
Dios ha querido hacernos uno en El y llamarnos a participar en su obra redentora. 
Dios como Padre se complace en nuestra colaboración.  
 Para entender pensemos en una familia. ¿Si los hermanos se ayudan unos a otros,
acaso eso ofende la autoridad del padre?  Hay que entender que TODO viene de
Dios, aún la gracia necesaria para orar por otros. 
 En el Cuerpo Místico todos están unidos a Cristo y con Su poder se ayudan
mutuamente.
 San Pablo nos enseña la radical unidad entre Cristo y el cristiano:
 y no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí; la vida que vivo al presente en la
carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios que me amó y se entregó a sí mismo por mí
(Gálatas 2,20)
 Cuando San Pablo u otro santo predica, sana, hace milagros, sólo puede ser por la
única mediación de Cristo que vive en EL.
 Somos, pues, embajadores de Cristo, como si Dios exhortara por medio de nosotros.
En nombre de Cristo os suplicamos: ¡reconciliaos con Dios! ( II Corintios 5,20)
 Como Cuerpo Místico, participamos en la vida y la obra de Cristo: Es cierto
que Cristo es el único juez, el único pastor, el único rey, el único mediador, pero
los cristianos también son todo eso EN EL:
 1- Jesucristo es el único juez supremo y los cristianos serán jueces en el cielo. (Cf.
Mat. 19,28; Lucas 22,30; 1 Cor. 6,2-3).
2-Jesús es el único Pastor (Cf. Juan 10,16) y establece pastores (Cf. Juan 21,15-17;
Ef 4,11)
3-Jesús es el único Rey y nosotros Reinaremos con EL: (Cf. Apocalipsis  4,4, 10).
4-Jesús es el único Mediador y en El, los santos son mediadores (Cf. St 5, 16; Ap
5,8; 6,9; 8,3-4; 18,18-20)
 Jesús enseña que los suyos son mediadores para que otros crean y sean uno: 
 "No ruego sólo por éstos, sino también por aquellos que, por medio de su palabra,
creerán en mí, para que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos
también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. Yo les
he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno como nosotros somos uno: yo en
ellos y tú en mí, para que sean perfectamente uno, y el mundo conozca que tú me has
enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí" (Juan 17,20-23)
 Repetimos, no se trata de otra mediación sino la única de Jesús que se manifiesta
en los santos gracias a que son uno con El y forman Su Cuerpo Místico.
 También en el cielo los santos interceden por nosotros:
 Hemos dicho que sólo podemos interceder en cuanto estamos unidos a Cristo. Pues
bien, si entendemos que en el cielo los santos están más perfectamente unidos a
Cristo, también entenderemos que en el cielo la intercesión por nosotros es mucho
más poderosa.
 Los santos del cielo no están desconectados de nosotros sino que nos asisten, aun
mejor que nos asistimos unos a otros en la tierra.  En el cielo todo es amor, la Iglesia
es triunfante en Cristo. Todos los que están en el cielo son santos, pero algunos son
muy conocidos en la tierra porque la Iglesia los ha señalado por su santidad
extraordinaria, más que nadie a la Virgen Santísima siendo la Madre de Dios y
madre nuestra. Por eso desde los comienzos del cristianismo se la invoca como
poderosa intercesora.
 Cuando recurrimos a la Virgen María o a los santos y decimos que nos hizo un
milagro, se entiende que es con el poder de Dios. Si un amigo en la tierra nos
consigue un favor, le damos gracias y podemos decir: “fulano me hizo tal favor”. 
Sabemos, claro está, que lo puede hacer gracias a Dios. Igualmente si pedimos la
intersección de un santo, podemos decir: San Francisco me concedió tal cosa.
Ciertamente es importante recordarlo más a menudo: ¡¡¡¡¡¡¡¡¡TODO VIENE DE
DIOS!!!!!!!.
 San Pablo nos hace conscientes de que estamos en comunión con los santos:
 "Vosotros, en cambio, os habéis acercado al Monte Sión, a la ciudad de Dios vivo, la
Jerusalén celestial, y a miríadas de ángeles, reunión solemne y asamblea de los
primogénitos inscritos en los cielos, y a Dios, juez universal, y a los espíritus de
los justos llegados ya a su consumación, y a Jesús, mediador de una nueva
Alianza, y a la aspersión purificadora de una sangre que habla mejor que la de
Abel"  ( Hebreos 12,22-24)
 "Por tanto, también nosotros, teniendo en torno nuestro tan gran nube de
testigos, sacudamos todo lastre y el pecado que nos asedia, y corramos con fortaleza
la prueba que se nos propone" (Hebreos 12,1)
 También:
 "Vino un ángel con un incensario de oro, y se puso junto al altar. Le entregaron
muchos perfumes, para que aromatizara las oraciones de todos los santos sobre el
altar de oro situado delante del trono. Y por manos del ángel subió a la presencia de
Dios el humo de los perfumes, junto con las oraciones de los santos" Ap 8,3-4 (Ver
también Ap 5,8)
 Los santos piden por los hombres en la tierra, que se haga justicia: (Cf. Ap. 6,9;
18,18-20)
 Santiago 5,16 enseña: "Confesaos, pues, mutuamente vuestros pecados y orad los
unos por los otros, para que seáis curados. La oración ferviente del justo tiene
mucho poder."  Si aceptamos que los santos en el cielo son justos, y lo son más que
nosotros, entonces este pasaje también se aplica a ellos.
 Conclusión: La intercesión de los santos no remplaza ni compite con la oración
directa a Dios, más bien le da más fuerza por la comunión de amor con que se hace.
Es cuestión de poner las cosas en su lugar: Jesucristo es el único mediador; todos los
santos son de Cristo y, unidos a EL, colaboran en su mediación para extender su
reino. Somos familia de Dios EN CRISTO.    
 Los santos sobran
Jesús dijo: "Nadie viene al Padre si no es por mi". Entonces creo que sobran los
santos. ¡Es como hablar con el papá de mi novia en lugar de mi novia! Además creo
que la gloria es personal y que el día del juicio final no vendrán estos hombres que
sobresalieron por hacer el bien y abogarán por mi ya que ni ellos fueron justos. La
Biblia lo dice no hay ni un justo. Ellos fueron hombres.

RESPUESTA
Querido hermano: Tu ejemplo con el papá de tu novia sirve bien para ilustrar la
enseñanza de la Iglesia respecto a los santos. NADIE sobra en el plan de Dios.
Tampoco sobra tu suegro. Obviamente no debe tomar el lugar de tu novia, pero no
sobra. Si la amas a ella vas a tener que relacionarte con él porque es parte de su
familia. Igualmente en la familia que es la Iglesia. Es cierto que Jesús dijo: "nadie va
al Padre si no por mi". Sin embargo el mismo Jesús envió a los apóstoles a
evangelizar. De manera que ellos fueron instrumentos para que otros fueran al Padre.
Es Jesús el que hablaba cuando ellos hablaban, es Jesús a quien recibían quienes
escuchaban a los Apóstoles. Lo mismo nos ocurre con los santos. Al acudir a los
santos conocemos más a Jesús porque ellos son los mejores testigos del Evangelio.

Dios es Padre y quiso formarse una familia. Jesús es el UNICO salvador, pero EN
EL todos somos hermanos y Dios quiere que nos ayudemos. Mira como desde el
principio Pedro y Pablo evangelizaron y cuidaron de los cristianos. Dios podría
haber hecho el trabajo directamente PERO ha querido valerse de sus siervos.

Otro ejemplo: tu novia es hija de Dios. Su relación primordial en su vida debe ser
Jesús y NO TU. ¿Quiere decir por eso que tú sobras? Piénsalo.

En los corazones de Jesús y María,


 Es a todas luces evidente que Dios no reconoce a ningún otro mediador o
intercesor que Jesucristo pues así lo enseña la Biblia:
 "Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo
hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos".(1ª Timoteo 2,5)
  Además, ni hacen falta (gracias a Dios NUNCA HE NECESITADO DE
INTERCESORES). Yo puedo acercarme al Señor con toda confianza y sin temor a
no ser escuchado. Dios amorosamente siempre nos escucha y el argumento de que
Dios está muy ocupado para tratar con todos no tiene valía pues Dios es Dios, no un
hombre.
 "Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo
de Dios, retengamos nuestra profesión. Porque no tenemos un sumo sacerdote que
no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo
según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al
trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno
socorro" (Heb 4,14)
 No dice "acérquense con mis delegados y díganles que me insistan mucho para ver
si puedo atenderles"
 ¿Qué dicen los católicos en torno a estos versículos?, (porque son una piedra en el
zapato para los que defienden a la multitud de intercesores innecesarios)
 Respuesta:
 Ciertamente podemos y debemos acercarnos a Dios directamente y con toda
confianza, sabiendo que él siempre nos escucha. Todo buen católico debe hacerlo
constantemente. Al mismo tiempo, Dios nos manda a amar a nuestros hermanos y a
vivir en comunión con ellos ya que con ellos formamos el Cuerpo Cristo. Cristo
como cabeza realiza su mediación a través de sus miembros.
 Los versículos a que usted se refiere no son piedra en el zapato. Tan sólo hace falta
entenderlos correctamente a la luz de la misma Biblia. Le refiero a mi artículo
(arriba).
 Cuando los hermanos se ayudan ¿remplazan a los padres? No. Claro que Dios no
necesita a los santos. Tampoco Dios necesitó a Moisés ni a San Pablo PERO el
hecho es que QUISO que estos cumplieran una misión.  Dios pudiese haber
evangelizado a todo el mundo EL MISMO SIN AYUDA. PERO envió a los
Apóstoles. ¿Por qué? Porque Dios es Padre y se complace de que sus hijos cooperen
con EL.

Sobre la mediación de los santos

Pastor Jordi Rivero:

Primeramente, le pido disculpa si no le resulta correcto que le llame Pastor. Me resulta más
propicio, como hombre de Dios que lo considero, con la hermosa labor de cuidar y alimentar
espiritualmente al rebaño del Señor.

Estoy de acuerdo en que al ser nosotros el cuerpo de Cristo, siendo El la cabeza, es Él quien
actúa en nosotros. Tremenda afirmación y verdad. Coincidentemente, hoy, el Obispo de
Ciudad del Este (Paraguay) en una misa de la mañana estuvo dando el mismo mensaje. Me
causó muy grata impresión escuchar en un sacerdote el mensaje de que Cristo es el UNICO
mediador y quienes viven en Él pueden mediar ante el Padre.

Le agradezco sinceramente su aclaración. Es mas, en nuestras iglesias nosotros solicitamos a


otros hermanos que nos incluyan en sus oraciones, a lo que llamamos "la intercesión".
Cuando Dios nos concede la gracia de lo solicitado, toda la gloria y el honor es solo para
Dios. También agradecemos a los hermanos por interceder en sus oraciones a favor nuestro.
Esto sería una práctica parecida a "la mediación" de la iglesia Católica.

Lo peligroso sería acudir a una persona, o santo o incluso a la Virgen María y pedir que
"ellos" nos concedan alguna gracia, como si ellos fueran los dueños de la misma. Solo Dios
es el dador de la gracia.

Coincido plenamente con Ud. respecto a que Cristo es el ÚNICO mediador. Sería bueno
mayor aclaración respecto a este tema entre los feligreses católicos. Generalmente no se
tiene claro este tema y se acude a los Santos o a la Virgen María pediendo a ellos que
concedan alguna gracia y no que "solo" medien por ellos. Cuando reciben lo solicitado, se
glorifica a los mediadores y poco a Dios. En eso no deberíamos caer.
Tengo la esperanza que alguna vez podamos estar totalmente unidos en Cristo, dejando atrás
todas las discusiones que muchas veces no edifican para la gloria de nuestro Padre eterno.
Muchas bendiciones y amor en el Señor.

RESPUESTA
Comparto vuestra esperanza por la unidad de los cristianos, a la cual debemos
comprometernos con oración, honestidad y caridad ya que Jesús así lo desea (Cf. Jn17).
Creo que nuestro diálogo es un buen paso en esa dirección. Ha sido posible porque hay amor
a Dios y respeto mutuo como debe ser entre hermanos, aunque existan algunas diferencias.

 Hemos visto que podemos llegar a importantes acuerdos y la doctrina católica enseña
que hay un solo mediador: Jesucristo, que, como Cuerpo de Cristo, los santos
participan de esa mediación. Los santos no le quitan a Jesús, al contrario, proclaman
su gloria, como lo hace en otro grado toda la creación.
 Dios quiere la cooperación en el amor. Podemos y debemos ayudarnos unos a otros
hacia la salvación como lo hizo San Pablo y los otros grandes de la Biblia. En 1 Tim
2,6-7, San Pablo nos escribe que Jesús se dio como rescate, por lo que él (Pablo) es
ordenado predicador y apóstol. Vemos pues que la mediación de Cristo opera por
medio de Pablo, siendo él capaz de predicar y llevar a otros a la salvación NO POR
SI MISMO SINO POR ESTAR EL UNIDO A CRISTO QUIEN ACTUA EN EL. 

La Biblia nos enseña que él quiso formarse un pueblo santo, no de esclavos sino de
hijos que tienen PARTICIPACIÓN en su misión de llevar a los hombres a la
salvación. NADA podrían hacer los hijos fuera de la UNIDAD con el UNICO HIJO
natural que es Cristo. Nosotros somos adoptados, pero verdaderamente participantes
de la filiación divina gracias a Cristo.

Entonces, la enseñanza y el testimonio de Pablo concuerdan en que hay un solo


mediador: Cristo y que los santos participan de esa mediación con su vida y sus
obras, que son las de Cristo. Sólo los que están UNIDOS a EL pueden mediar ante el
Padre, pero no por autonomía propia sino precisamente en virtud de estar unidos a
Cristo, el único mediador. Es decir los que somos de Cristo ya no vivimos nosotros
sino que es Cristo quien vive en nosotros, quien actúa en nosotros su gracia. Esta es
la visión de ser cuerpo de Cristo, verdaderamente uno en El, ser Iglesia santa porque
estamos unidos a la cabeza: Cristo, sin la cual nada podemos hacer ni mediar.

Le honro por su apertura al ser capaz de reconocer que ambos deseamos ser fieles a
la verdad. Ese es un paso muy importante hacia la unión entre los cristianos, en el
respeto y el amor en Cristo.
 En cuanto a su dificultad en llamarme “padre”, por causa de la supuesta prohibición
de Jesús. Vea: Por qué les llamamos padres
 Dios le bendiga.

En los corazones de Jesús y María,


Padre Jordi Rivero
 La Biblia dice que Jesús es el único intercesor entre el Padre y los hombres y
usted comenta que también los santos interceden. 
 RESPUESTA: (Ver esta página, arriba).
 La Iglesia SIEMPRE ha creído firmemente que hay un solo mediador: Cristo.
Recuerde que fue la Iglesia la que canonizó los libros del Nuevo Testamento,
precisamente porque cree que toda la Sagrada Escritura es Palabra de Dios. Esa
misma Iglesia recibió la Tradición oral de los Apóstoles. Estas enseñanzas
Apostólicas en NADA contradicen la Biblia sino que la ponen en contexto para
poder entenderla. Por eso podemos entender el lugar de María y los santos, tal como
explico (arriba). Está en la Biblia pero hay que entenderla.  

 La Intercesión de los Santos y la Iglesia son invenciones de los hombres. Yo sólo


necesito a Cristo y no otro contexto para leer la Biblia
Me dice que si leo la Biblia pero no la interpreto porque estoy apartado de la iglesia
que el fundo. Le agradeceré me haga conocer en que LIBRO DE LA BIBLIA esta
contenido la iglesia que El fundó. En efecto el Espíritu Santo es quien da la
revelación e interpretación de la Palabra. 
Le envío Señor Rivero un afectuoso saludo en el amor de CRISTO.
Quito el PADRE porque "PADRE" solo hay uno y esta en los cielos.
 RESPUESTA
 En cuanto a la Iglesia, (vea>>>) donde podrá encontrar los textos bíblicos sobre la
fundación de la iglesia por Jesucristo. Es la misma Iglesia que ha existido por dos
milenios y que se evidencia en la historia sin interrupción. Si usted estudia la
doctrina de la Iglesia de los primeros siglos estará en contacto con la fe de los
discípulos de los Apóstoles. Entenderá la Biblia como ellos la entendieron. Ese es el
contexto. Verá que es la doctrina católica. Lea, por ej., a San Ignacio de Antioquia,
quien fue discípulo directo de San Juan y San Pablo. El nos habla de la Iglesia
Católica (SI, CON NOMBRE Y TODO), de la jerarquía, de los presbíteros
ordenados, los obispos, la Eucaristía, La Virgen María, la virtud de la virginidad
consagrada….   
 Por eso querido hermano, si estás apartado de la Iglesia, lees la Biblia pero no la
sabes interpretar. Tienes el texto pero te falta el contexto. Pídele al Espíritu Santo
que te ilumine y recuerda que Jesús le prometió a la Iglesia que el fundó que las
puertas del infierno no prevalecerán contra ella (Cf. Mt.16,18).  
 Somos el Cuerpo de Cristo. El Espíritu asiste a cada miembro pero no le da todo sino
que requiere que seamos humildes y recibamos del Cuerpo el conocimiento que nos
falta. Ver la enseñanza de S. Pablo sobre este tema (arriba>>) 
 En cuanto a su dificultad con llamarme "padre" Ver:>>>
 Dios le bendiga hermano en Cristo Jesús, único mediador.  Cuente con mis oraciones

PURGATORIO
Etim.: Del latín purgatio, purificar
 El purgatorio
 Estado transitorio de purificación necesaria para aquellos que, habiendo muerto en
gracia de Dios y teniendo segura su salvación, necesitan mayor purificación para llegar
a la santidad necesaria para entrar en el cielo. Esta purificación es totalmente distinta
al castigo del infierno. El purgatorio es doctrina de fe formulada en los Concilios de
Florencia (cf. DS 1304) y de Trento (cf. DS 1820; 1580).  Los que mueren en gracia y
amistad de Dios pero no perfectamente purificados, sufren después de su muerte una
purificación, para obtener la completa hermosura de su alma (Catecismo 1030).
 Dios creó los seres humanos para que disfruten de su Creador viéndole en la Gloria.
Sin embargo todos hemos pecado y en esa condición no se puede entrar en el cielo, pues
nada manchado puede entrar en el Cielo; por lo cual, todos necesitamos la redención
de Jesucristo para poder ir al cielo. Jesús nos purifica con el poder de su Sangre para
poder ser admitidos al cielo. La salvación es posible sólo por medio de Jesucristo. Si
morimos en gracia de Dios es porque hemos recibido esa gracia por los méritos de
Jesucristo que murió por nosotros en la cruz. La purificación del purgatorio también
es gracias a Jesuscristo.
 El purgatorio es necesario porque pocas personas se abren tan perfectamente a la
gracia de Dios aquí en la tierra como para morir limpios y poder ir directamente al
cielo. Por eso muchos van al purgatorio donde los mismos méritos de Jesús completan
la purificación. 
 Dios ha querido que nos ayudemos unos a otros en el camino al cielo. Las almas en el
purgatorio pueden ser asistidas con nuestras oraciones.
 Fundamento Bíblico
La doctrina de la Iglesia sobre el Purgatorio encuentra fundamento en la Biblia,
cuando esta se sabe interpretar correctamente:

El texto del 2 Macabeos 12, 43-46 da por supuesto que existe una purificación después
de la muerte.
 (Judas Macabeo) efectuó entre sus soldados una colecta... a fin de que allí se ofreciera
un sacrificio por el pecado... Pues... creían firmemente en una valiosa recompensa para
los que mueren en gracia de Dios... Ofreció este sacrificio por los muertos; para que
fuesen perdonados de su pecado.
 Los protestantes no reconocen que este libro es parte de la Biblia porque Lutero lo
quitó de su Biblia precisamente porque él sabía que se refería al purgatorio. (Ver
Desarrollo del canon) 
 Sin embargo el Nuevo Testamento hace referencia a 2 Macabeos. Por ejemplo, Hebreos
11,35
 "Unos fueron torturados, rehusando la liberación por conseguir una resurrección
mejor"
 Los únicos que en el Antiguo Testamento a quienes se aplica este pasaje es a los
mártires macabeos, que fueron torturados por conseguir la resurrección (2 Mac. 7:11,
14, 23, 29, 36).
 Asimismo las palabras de nuestro Señor:
 El que insulte al Hijo del Hombre podrá ser perdonado; en cambio, el que insulte al
Espíritu Santo no será perdonado, ni en este mundo, ni en el otro.  Mt 12,32.
 Cuando vayas con tu adversario al magistrado, procura en el camino arreglarte con él,
no sea que te arrastre ante el juez, y el juez te entregue al alguacil y el alguacil te meta
en la cárcel. Te digo que no saldrás de allí hasta que no hayas pagado el último
céntimo. Lucas 12,58-59
 En estos pasajes Jesús hace referencia a un castigo temporal que no puede ser el
infierno ni tampoco el cielo. 
 Se llega a semejante conclusión en la carta de San Pablo, 1 Corintios 3, 12-13:
 Pues la base nadie la puede cambiar; ya está puesta y es Cristo Jesús. Pero, con estos
cimientos, si uno construye con oro, otro con plata o piedras preciosas, o con madera,
caña o paja, la obra de cada uno vendrá a descubrirse. El día del Juicio la dará a
conocer porque en el fuego todo se descubrirá. El fuego probará la obra de cada cual:
si su obra resiste el fuego, será premiado; pero, si es obra que se convierte en cenizas, él
mismo tendrá que pagar. El se salvará, pero como quien pasa por el fuego".
 De manera que hay un fuego después de la muerte que, diferente al del infierno, es
temporal. El alma que por allí pasa se salvará. A ese estado de purgación le llamamos
el "purgatorio".
 1 Cor 15,29:  "De otro modo, ¿qué harán los que se bautizan por los muertos, si en
ninguna manera los muertos resucitan? ¿Por qué pues se bautizan por los muertos?"

La palabra "bautismo" es utilizada aquí como una metáfora para expresar


sufrimiento o penitencia (Mc 10,38-39; Lc 3,16; 12,50). Pablo escribe sobre una
práctica entre los cristianos de "bautizarse" por los difuntos. El no la condena, si no
que la exalta como válida porque demuestra fe en la resurreción.

Compare 1 Cor 15,29 con 2 Macabeos 12,44 y verá la similitud.


 Muchas almas a la hora de la muerte tienen manchas de pecado, es decir merecen
castigo temporal por pecados mortales o veniales, ya perdonados en cuanto a la culpa. 
La Iglesia entiende por purgatorio el estado o condición en que los fieles difuntos están
sometidos a purificación.
 Las almas de los justos son aquellas que en el momento de separarse del cuerpo, por la
muerte, se hallan en estado de gracia santificante y por eso pueden entrar en la Gloria.
El juicio particular les fue favorable pero necesitan quedar plenamente limpias para
poder ver a Dios "cara a cara". 
 El tiempo que un alma dure en el purgatorio será hasta que esté libre de toda culpa y
castigo. Inmediatamente terminada esta purificación el alma va al cielo. El purgatorio
no continuará después del juicio final.
 Las penas del purgatorio
Aunque no sea doctrina-definida, se mantiene como doctrina común que el sufrimiento
mayor del purgatorio consiste en la "pena de ausencia", porque las almas están
temporalmente privadas de la visión beatífica. Sin embargo, no hay comparación entre
este sufrimiento y las penas del infierno. El purgatorio es temporal y por eso lleva
consigo la esperanza de ver a Dios algún día cara a cara. Las almas lo llevan con
paciencia, pues comprenden que la purificación es necesaria. Lo aceptan
generosamente por amor de Dios y con perfecta sumisión a su voluntad.
 Las penas del purgatorio son proporcionales al grado de pecado de cada persona. Es
probable que las penas del purgatorio vayan disminuyendo gradualmente y aumente
en ellas la alegría de la cercana entrada en el cielo. Estas almas tienen total certeza de
la salvación y poseen fe, esperanza y caridad. Saben que ellas mismas están en amistad
con Dios, confirmadas en gracia. 
 Testimonios de los Padres
Son muchos. Aquí solo presentamos unos pocos:
  Cuenta San Agustín que su madre Santa Mónica lo único que les pidió al morir fue
esto: "No se olviden de ofrecer oraciones por mi alma".
 A San Agustín le preguntaron: "¿Cuánto rezarán por mí cuando yo me haya
muerto?". El respondió: "Eso depende de cuánto rezas tú por los difuntos. Porque el
evangelio dice que la medida que cada uno emplea para dar a los demás, esa medida se
empleará para darle a él".
 San Gregorio Magno: "Si Jesucristo dijo que hay faltas que no serán perdonadas ni en
este mundo ni en el otro, es señal de que hay faltas que sí son perdonadas en el otro
mundo. Para que Dios perdone a los difuntos las faltas veniales que tenían sin
perdonar en el momento de su muerte, para eso ofrecemos misas, oraciones y limosnas
por su eterno descanso".
  San Gregorio ofreció 30 misas por el alma de un difunto. Más tarde ese difunto se le
apareció en sueños a darle las gracias ya que por esas misas había logrado salir del
purgatorio.
 En otra ocasión,  San Gregorio, estando celebrando la Misa, elevó la Hostia y se quedó
con ella en lo alto por mucho tiempo. Sus ayudantes le preguntaron después por qué se
había quedado tanto tiempo con la hostia elevada en sus manos y el les respondió: "Es
que vi que mientras ofrecía la Santa Hostia a Dios, descansaban las benditas almas del
purgatorio".

 La Comunión de los Santos>>>


Los miembros del Cuerpo Místico pueden ayudarse unos a otros, mientras estén en la
tierra y después de la muerte. Toda persona en estado de gracia puede orar con
provecho por las benditas almas; probablemente es necesario, al menos, hallarse en
estado de gracia santificante para ganar las indulgencias por los difuntos.
 Nuestra oración por las almas de los difuntos sólo puede ayudar a los que están en el
purgatorio ya que la condición del infierno es irreversible y los que están en el cielo no
necesitan oración, pero, como no tenemos, la certeza si un alma está en el purgatorio o
no (excepto en el caso de los que han sido llevados a los altares) es recomendable orar
por todos los difuntos. Nuestras oraciones por las almas del purgatorio pueden reducir
sus penas en intensidad y duración. Cuando estas almas lleguen al cielo (antes no
pueden) sin duda rezarán por sus benefactores. 
 En las oraciones litúrgicas de la Iglesia, se invoca con frecuencia a los ángeles y a los
santos en favor de la Iglesia sufriente, es decir, por las almas del purgatorio. 
 El Concilio Vaticano II
El Concilio Vaticano Segundo hizo profesión de fe en la Iglesia Sufriente diciendo:
"Este Sagrado Concilio recibe con gran piedad la venerable fe de nuestros hermanos
que se hallan en la gloria celeste o que aún están purificándose después de la muerte".

 PURGATORIO EN EL CATECISMO DE LA IGLESIA CATOLICA


 LA PURIFICACION FINAL O PURGATORIO
 1030 Los que mueren en la gracia y en la amistad de Dios, pero imperfectamente
purificados, aunque están seguros de su eterna salvación, sufren después de su muerte
una purificación, a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en la alegría del
cielo. 
 1031 La Iglesia llama Purgatorio a esta purificación final de los elegidos que es
completamente distinta del castigo de los condenados. La Iglesia ha formulado la
doctrina de la fe relativa al Purgatorio sobre todo en los Concilios de Florencia (cf. DS
1304) y de Trento (cf. DS 1820; 1580). La tradición de la Iglesia, haciendo referencia a
ciertos textos de la Escritura, (por ejemplo, 1 Co 3,15; 1P1,7) habla de un fuego
purificador:
 Respecto a ciertas faltas ligeras, es necesario creer que, antes del juicio, existe un fuego
purificador, según lo que afirma Aquel que es la Verdad, al decir que si alguno ha
pronunciado una blasfemia contra el Espíritu Santo, esto no le será perdonado ni en
este siglo, ni en el futuro (Mt 12,31). En esta frase podemos entender que algunas faltas
pueden ser perdonadas en este siglo, pero otras en el siglo futuro.
 1032 Esta enseñanza se apoya también en la práctica de la oración por los difuntos, de
la que ya habla la Escritura: "Por eso mandó [Judas Macabeo] hacer este sacrificio
expiatorio en favor de los muertos, para que quedaran liberados del pecado" (2 M 12,
46). Desde los primeros tiempos, la Iglesia ha honrado la memoria de los difuntos y ha
ofrecido sufragios en su favor, en particular el sacrificio eucarístico, (cf DS 856) para
que, una vez purificados, puedan llegar a la visión beatífica de Dios. La Iglesia también
recomienda las limosnas, las indulgencias y las obras de penitencia en favor de los
difuntos:
 Llevémosles socorros y hagamos su conmemoración. Si los hijos de Job fueron
purificados por el sacrificio de su padre, (cf. Jb 1,5)  ¿por qué habríamos de dudar de
que nuestras ofrendas por los muertos les lleven un cierto consuelo? No dudemos, pues,
en socorrer a los que han partido y en ofrecer nuestras plegarias por ellos (San Juan
Crisóstomo, hom. in 1 Cor 41,5).
 El Purgatorio: Purificación necesaria para el encuentro con Dios
Catequesis de Juan Pablo II
Miércoles 4 de agosto 99
 1. Como hemos visto en las dos catequesis anteriores, a partir de la opción definitiva
por Dios o contra Dios, el hombre se encuentra ante una alternativa: o vive con el
Señor en la bienaventuranza eterna, o permanece alejado de su presencia.
 Para cuantos se encuentran en la condición de apertura a Dios, pero de un modo
imperfecto, el camino hacia la bienaventuranza plena requiere una purificación, que la
fe de la Iglesia ilustra mediante la doctrina del «purgatorio» (cf. Catecismo de la
Iglesia católica, nn. 1030-1032).
 2. En la sagrada Escritura se pueden captar algunos elementos que ayudan a
comprender el sentido de esta doctrina, aunque no esté enunciada de modo explícito.
Expresan la convicción de que no se puede acceder a Dios sin pasar a través de algún
tipo de purificación.
 Según la legislación religiosa del Antiguo Testamento, lo que está destinado a Dios
debe ser perfecto. En consecuencia, también la integridad física es particularmente
exigida para las realidades que entran en contacto con Dios en el plano sacrificial,
como, por ejemplo, los animales para inmolar (cf. Lv 22, 22), o en el institucional, como
en el caso de los sacerdotes, ministros del culto (cf. Lv 21, 17-23). A esta integridad
física debe corresponder una entrega total, tanto de las personas como de la
colectividad (cf. 1R 8, 61), al Dios de la alianza de acuerdo con las grandes enseñanzas
del Deuteronomio (cf. Dt 6, 5). Se trata de amar a Dios con todo el ser, con pureza de
corazón y con el testimonio de las obras (cf . Dt 10, 12 s).
 La exigencia de integridad se impone evidentemente después de la muerte, para entrar
en la comunión perfecta y definitiva con Dios. Quien no tiene esta integridad debe
pasar por la purificación. Un texto de san Pablo lo sugiere.
 El Apóstol habla del valor de la obra de cada uno, que se revelará el día del juicio, v
dice: «Aquel, cuya obra, construida sobre el cimiento (Cristo), resista, recibirá la
recompensa. Mas aquel, cuya obra quede abrasada, sufrirá el daño. Él, no obstante,
quedará a salvo, pero como quien pasa a través del fuego» (1Co 3, 14-15).
 3. Para alcanzar un estado de integridad perfecta es necesaria, a veces, la intercesión o
la mediación de una persona. Por ejemplo, Moisés obtiene el perdón del pueblo con
una súplica, en la que evoca la obra salvífica realizada por Dios en el pasado e invoca si
fidelidad al juramento hecho a los padres (cf. Ex 32, 30 y vv. 11-13). La figura del
Siervo del Señor, delineada por el libro de Isaías, se caracteriza también por su función
de interceder y expiar en favor de muchos; al término de sus sufrimientos, él «verá la
luz» y «justificará a muchos», cargando con sus culpas (cf. Is 52, 13-53, 12,
especialmente, 53, 11).
 El Salmo 51 puede considerarse, desde la visión del Antiguo Testamento, una síntesis
del proceso de reintegración: el pecador confiesa y reconoce la propia culpa (v. 6), y
pide insistentemente ser purificado o «lavado» (vv. 4. 9. 12 y 16), para poder
proclamar la alabanza divina (v. 17).
 4. El Nuevo Testamento presenta a Cristo como el intercesor, que desempeña las
funciones del sumo sacerdote el día de la expiación (cf. Hb 5, 7; 7, 25). Pero en él el
sacerdocio presenta una configuración nueva y definitiva. Él entra una sola vez en el
santuario celestial para interceder ante Dios en favor nuestro (cf. Hb 9, 23-26,
especialmente el v. 24). Es Sacerdote y, al mismo tiempo, «víctima de propiciación» por
los pecados de todo el mundo (cf. 1 Jn 2, 2).
 Jesús, como el gran intercesor que expía por nosotros, se revelará plenamente al final
de nuestra vida, cuando se manifieste con el ofrecimiento de misericordia, pero
también con el juicio inevitable para quien rechaza el amor y el perdón del Padre.
 El ofrecimiento de misericordia no excluye el deber de presentarnos puros o íntegros
ante Dios, ricos de esa caridad que Pablo llama «vínculo de la perfección» (Col 3, 14).
 5. Durante nuestra vida terrena, siguiendo la exhortación evangélica a ser perfectos
como el Padre celestial (cf. Mt 5, 48), estamos llamados a crecer en el amor, para
hallarnos firmes e irreprensibles en presencia de Dios Padre, en el momento de «la
venida de nuestro Señor Jesucristo, con todos sus santos» (1Ts 3, 12 s). Por otra parte,
estamos invitados a «purificamos de toda mancha de la carne y del espíritu» (2Co 7, 1;
cf. 1 Jn 3, 3), porque el encuentro con Dios requiere una pureza absoluta.
 Hay que eliminar todo vestigio de apego al mal y corregir toda imperfección del alma.
La purificación debe ser completa, y precisamente esto es lo que enseña la doctrina de
la Iglesia sobre el purgatorio. Este término no indica un lugar, sino una condición de
vida. Quienes después de la muerte viven en un estado de purificación ya están en el
amor de Cristo, que los libera de los residuos de la imperfección (cf. concilio ecuménico
de Florencia, Decretum pro Graecis: Denzinger-Schönmetzer, 1304; concilio
ecuménico de Trento, Decretum de justificatione y Decretum de purgatorio: ib., 1580 y
1820).
 Hay que precisar que el estado de purificación no es una prolongación de la situación
terrena, como si después de la muerte se diera una ulterior posibilidad de cambiar el
propio destino. La enseñanza de la Iglesia a este propósito es inequívoca, y ha sido
reafirmada por el concilio Vaticano 11, que enseña: «Como no sabemos ni el día ni la
hora, es necesario, según el consejo del Señor, estar continuamente en vela. Así,
terminada la única carrera que es nuestra vida en tierra (cf. Hb 9, 27), mereceremos
entrar con él en la boda y ser contados entre los santos y no nos mandarán ir, como
siervos malos y perezosos al fuego eterno, a las tinieblas exteriores, donde "habrá
llanto y rechinar de dientes" (Mt 22, 13 y 25, 30)» (Lumen gentium, 48).
 6. Hay que proponer hoy de nuevo un último aspecto importante, que la tradición de la
Iglesia siempre ha puesto de relieve: la dimensión comunitaria. En efecto, quienes se
encuentran en la condición de purificación están unidos tanto a los bienaventurados,
que ya gozan plenamente de la vida eterna, como a nosotros, que caminamos en este
mundo hacia la casa del Padre (cf. Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1032).
 Así como en la vida terrena los creyentes están unidos entre sí en el único Cuerpo
Místico, así también después de la muerte los que viven en estado de purificación
experimentan la misma solidaridad eclesial que actúa en la oración, en los sufragios y
en la caridad de los demás hermanos en la fe. La purificación se realiza en el vínculo
esencial que se crea entre quienes viven la vida del tiempo presente y quienes ya gozan
de la bienaventuranza eterna.
  

 Algunas preguntas y respuestas
 Si hay que purificarse en el purgatorio, ¿murió Jesús en vano?
Sr. Jordi Rivero
Su artículo del purgatorio me ha dejado confundido:
1- Mi Biblia, por razones ajenas a mi conocimiento, no tiene el libro de Macabeos, uno
de los que usted cita.
2- Si el purgatorio es un proceso donde el alma se purifica para poder entrar al cielo,
entonces de que sirvió que Jesús muriere en la cruz, si al final terminamos
purificándonos o siendo ayudados por los santos.
3-La Biblia dice que Jesús vendrá otra vez a darle a cada uno cuanto merece, pero si ya
fui al purgatorio y ya pagué.
4-Por eso yo no acepto el purgatorio.
 RESPUESTA
Querido hermano:
Dios te bendiga.
Si tienes reparo en llamarme "padre", te invito a que leas>>>.
Tratare de responder a cada pregunta:
1-Tu Biblia no tiene el libro de los Macabeos porque a las Biblias protestantes les
faltan los libros que Lutero quitó en el siglo XVI. Ver>>>>  
2-El alma sólo puede ser purificada por los méritos de Cristo que murió por nosotros
en la Cruz. El artículo de arriba lo enfatiza. Pero esa purificación requiere
cooperación, como lo vemos en la Biblia en muchos lugares. Jesús envió a sus Apóstoles
a evangelizar a todos para que se salven. Los cristianos desde el principio rezan unos
por otros. Esas ayudas no sustituyen la obra de Jesús sino que dependen de ella.
Cuando la persona muere no termina la oración por ella.  Ver "fe y obras", 
"reparación"  . 
3-La doctrina del purgatorio no contradice la doctrina del juicio final. Ambas han sido
siempre enseñadas por la Iglesia. Los condenados no van al purgatorio sino solo los
salvos que deben ser aun purificados por el mismo Jesús, como ya explique en el
numero 2
4-El criterio cristiano para aceptar las doctrinas no debe ser nuestro entendimiento de
ellas sino nuestra fe en Jesucristo. El encomendó sus enseñanzas a la Iglesia por medio
de los Apóstoles. Creemos porque es la fe de la Iglesia.

 ¿Novenas a las almas del purgatorio?
¿Cómo puede ser que existan novenas a las almas del purgatorio?
Que Dios lo bendiga.
 RESPUESTA
Las novenas no son "a las almas del purgatorio" sino "POR las almas del
purgatorio".  Pedimos a Dios por esas almas y se las encomendamos a María y los
santos.

 ¿Están dormidas las almas en el purgatorio?
Padre Rivero:
Dios le bendiga.
Padre, tengo una duda, al rezarle a las ánimas del purgatorio se dice que uno salva a
algunas con nuestras oraciones y claro está con el rosario.  Pero me dicen que ellas no
suben al cielo pues están dormidas, esperando a que EL SEÑOR vuelva a juzgar a
vivos y muertos, por favor estoy confundida.
 RESPUESTA
 La Tradición de la Iglesia afirma el valor de la oración por las almas del purgatorio y
que éstas pueden abreviar el tiempo de purgación para ir más pronto al cielo. Las
almas en el purgatorio no están "dormidas" sino sufriendo la purgación y anhelando ir
al cielo. Sobre el juicio temporal y el juicio final vea >>>.  Al llegar al cielo rezan
agradecidas por los que oraron antes por ellas. Las almas del purgatorio ya están
salvadas por los méritos de Jesucristo y tienen asegurado el cielo. Nosotros sólo
ayudamos con nuestras oraciones y penitencias a aplicar los méritos de Jesús para
apresurar su entrada en el cielo. Vea las explicaciones sobre el purgatorio, arriba.

En los Corazones de Jesús y María,


Padre Jordi Rivero

 Museo del Purgatorio en Roma
Dirección: Iglesia del Sagrado Corazón del Sufragio, Lungotevere Prati 12-Roma.
(junto al río Tevere)
 "El pequeño museo de las almas del Purgatorio" se encuentra en Roma, en la Iglesia
dedicada al Sagrado Corazón del Sufragio.
Allí se encuentran objetos con impresiones de fuego del purgatorio. El padre Vittore
Jouet los comenzó a recoger en 1897 para demostrar la existencia del más allá y el
sufrimiento de las almas del Purgatorio. 
 La Iglesia del Sagrado Corazón del Sufragio se construyó gracias al padre Vittore
Jouet, fundador de la asociación del Sagrado Corazón de Jesús para el Sufragio de las
almas del Purgatorio.  El museo ocupa lo que antes era una capilla consagrada a
Nuestra Señora del Rosario. El 15 de septiembre de 1897 se incendió y, cuando se
aplacó el fuego, los creyentes notaron sobre una pared la imagen de un rostro que se
dice es de un alma del Purgatorio. Esto inspiró al padre Jouet a viajar a través de
Italia y otros países para buscar otros testimonios sobre las almas purgantes.

También podría gustarte