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Las cuatro direcciones PETRY UNC Ualel- Talos Caen ee a re I en ECan ne cae enn eRe Moen Ct ae. tae eet eae eee DC eo ean ec ne ee ie oo a cur i ee se eee eee es Cs Wat ane ene eee OTE Rese con Eee anaes Pe Uk i an Ocoee ot ee eee ee DLS Ic ne ee ee moe Ure ee PT oa LM ne a ee ee ee ene Cece ooo CRU ee eee a ees | ll | | ee an Las cuatro direcciones Daan van Kampenhout a we Pr Las cuatro direcciones Daan van Kampenhout 2 Peer) Las cuatro direcciones | Daan van Kampenhout & Indice Primer in M2018 Prog nanan . . : 7 - Introducciin “9 Dannon Kampen 1. Blsol 1B ts icome 2 Laluna. e 19 a kon 3. Uniendo el interior yc exterior 25 ee 4. Bl tiempo cileo : : mn a 5. Bleiclo dela vida nnn a cies eel, 6 Bncarnacién : al 7. Fandamentos — —_ 9 Adair y main 8 ELESt vn Sn ss “aver Vay Lin Pee 9. ELSur ke : a) 10, El Oeste 2 = ea Jeri erin 11, ELNorte - : cn 69 Seve Pin EMS A 12. Cuatro manera de mira. aati B 13. Tnvitaciones a 83 ape Et 14, Diferenias y colores 89 15, Los dlementos 95 Depitoked 46, Animales i 103 17, Oracién ——— as a 18, Moviendonos ao largo del 1 smsunmsee 19. Acontearelo BI 20, La personalidad 135 Laie de Mar. 21, Patologias 145 ‘Aya de Cer 215, F080 Bon 22, Caminos individuals - dae ctcrearn com 33. Rerando por los dems. : “159 rmulsbemnrnca 24, El cent ne os = 165 ‘Unas palabras de agradecimiento . = 169 Prélogo Los psiquiatras, psicélogos y psicoterapeutas de nuestro tiempo siguen reali~ ‘zando una actividad milenaria de sanaci6n del alma que antesiormente solo fue ejercida por sanadores, chamanes y sacerdotes, ocupiinddose de la necesidad fundamental del ser humano de sanar sus heridas anmicas. Hago hincapié cn esto porque en algunos psicélogos o en general en el mundo occidental se percibe un menosprecio cuando se trata de los métodos de sanacién tradicio- hales de otras culturas. En algunos aspectos, sin embargo, su comprension es ‘psicologia panta,y mis avanzada que los conocimientos modernos y recientes de Occidente. Como ya indica la etimologéa de la palabra, el psicoterspenta presta un servicio, a saber: sanar (¢berapeien) el alma (prch@) de su cliente. EL terapeuta se pone al servicio de Ia sanacién. Un chaman diria exactamente to mismo de su trabajo. Daan van Kampenhout trabaja desde hace un cuarto de siglo como cha- man, lo que no es lo mas cornin al ser holandés de nacimiento. Su vida le ha conducido por este camino, y seguramente fue incluso mis que una mera vo- acidn, pertonalmente tengo la impresién que no tuvo otra eleccién. En con~ Secuencia, tanto en su trabajo como en sus libros se hace obvio que son fruto den intenso encuentro entre una tradicién milenaria y una mente moderna y analitica, incluso cientifca, En lugar de simplemente copiar e imitar lo que le censefiaron sus maestros de otras culturts, procedentes de_tribus indigenas de Norteamérica y de Finlandia, él sent la necesidacl de integrar en si mismo, a través de un proceso de afios de experimentacion, investigacion y seflexién, testa sabiduria antigua junto con los conocimientos y el mundo de una persona fccdental nacida en la segunda mitad del siglo xx. Un ejemplo de esta integracién es lo que él denomina ‘critual sistémico” yy que es una integracién de dos enfoques a primera vista muy diferentes: el ‘chamanismo y las constelaciones familiares, Su_ trabajo resultante del ‘ritual sistémico’ es todo un logro personal yfruto de su incansable esfuerzo por inte- trarlas diferentes fuentes e inquietudes desu propio scr. En oto de sus libros, ‘Chamanismo y Constelaciones Familires, la sanacidn viene de afuers’ plasma sus reflexiones al respect. En ‘Las cuatro direcciones’ Daan van Kampenhout nos introduce en una comprension cicica de los fenémenos de la vida, tanto en ef mundo exterior ‘como en ef mundo interior de cada persona. Siguiendo las diferentes cualidades dl Este, del Sur, del Oeste y del Norte y la rueda resultant crea una brijula ‘spiritual que puede guiar al lector. En sus palabras: “Za rueda nos conecta con ipatronestemporales iliosy nos puede ayudar a penetrar en las regione internas de 1a pique y del alae as que les ils dela naturale som wna part demuestra ser.” 7 oe “Spaniel Bete A ana ‘no hombre occidental, para que pueda ade na hombre occidental pars que pda adenrane en ext agua aids y Peter Bourquin Introduccién ‘Muchos occidentales oyeron hablar por primera vez de las cuatro direeciones a ‘astrosprocedentes de diversas cultura nativas americanes. Aungue fueron oe maesttos nativos americanos los que presentaron la rueda a los ocidents- tes hay ots machos pueblos que conocen, o han conocido, la naturaleza de lee diecciones, Todas ls tribus chamsnicas de Siberia y Mongolia han tenido fu prpias versions de arued, En Europ, los chamanes del pueblo Sami de Laponiapintaban las cuatro direcciones en ss tmboressagradosy los druids de ls trbus celta conocian las cuatro drecciones que las modernas eseuelas de druidas ain, al menos parcalmente, ecuerdan, $i miramos con detent fniento, pronto-nos daremos cuenta de que todas las cultras pre-industriales } prescttianas asocaban a ls dreciones con poderesexpirtuales. Incluso {Sues de quese pena ln mayor parte 0 incluso todo el conacimientopricti~ fo tobre Ia naturaleza de los pores de las direcciones, puede que permanezca el recuerdo de ss importancia espirtual ‘Por ejemplo, elchal que ls religisos dios se ponen cada mafana mien- trac secitan sus oraiones manutinas tiene agujeros en las cuatro esquinas, De cada esquina se aca un hilo que se pasa por cada agujero y esas cuatro hebras Se unen'en una serie de nudos especiales. Cada ver que un judio ve las borlas, se acucrda de los mandamientos que nos dio el Creador. Estas lyes son lyes tspirtuales que mantenen atu ya las personas sans en sntonia con la ‘reacin, Las borlascuelgan de las “cuatro esquinas del mundo”, como a veces se les llaman alas exquinas del chal de oracin, recordando que i prestamos atencin a ls cuatro esquinas, as cuatro direcciones, encontraremos as leyes, Sgradas que gobieran nuestras vidas, Quizis, como el. conocimiento de las Cato direecones era algo comin a varios pueblos, muchos occidentales han teabido con entusiasmo ls ensenanzas de la eda de medicina dels culruras nativasamericanas. “Cémo aprendi yo acerca dela rueda? Fue un amigo nativo americano el quetne pan sobre pista, El me rei en su temascal para ezary escuchar Ibe cantos, pero sin darme ninguna explicacién. El no me ensetié los nom: tres de las direcciones en su idioma, Ni siguira sé qué fuereas expirituaes teneaman las dieeciones seg su conocimiento. Tampoco sé qué color usa st pueblo pura cada direcein, Yo nunca pregunté, y no porque no estuviera in~ feresado sino porque si hay algo que se aprende muy ripid cuando se est en Contacto con lideresespritwales nativos americanos es dejar de hacer pregun- tas. Este maestro me dijo que mejor seria que prestaraatencién ala naturleza {yver qué podia aprender de esa manera. El no meiba a introduce en su propia Ziturs, pero me dio la bienvenida a algunas de sus ceremonias para que algo 9 Lascut disones ‘mi propia alma se pudiera despertar. De ese modo pude empezar a aprender de mis propios ancestros, de las piedras, de los drboles, de mi propia terra. Si queria aprender de las cuatro direcciones,

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