La muerte de la ciudad, la imposición de lo urbano.
Desde grandes cambios en lo que se llama la definición de la ciudad, como grandes extensiones de masa y gran ocupación por poblaciones establecidas estratégicamente en diferentes puntos de esta consolidación definida como urbe. Pero a qué definimos como la muerte de la ciudad, todo texto y análisis de esto lo establece en como la imposición de lo urbano tiene que ver en esta problemática, se creyó que, por generar urbanización, grandes construcciones ya se hablan de ciudad, y este termino solo fue adaptado en una consistencia y repetición que todas las personas nos hacemos en nuestra día a día. Sera que las personas entienden un termino de urbanización como la consolidación de una ciudad, son demasiadas interpretaciones y decisiones que componen y establecen los conocimientos y términos que se usan en las urbes, ciudades y construcciones que se desarrollan con el pasar del tiempo y más hoy en día que nos establecemos en cambios de gran magnitud, expansiones veloces, desordenadas y con un sentido de bienestar económico el cual prima por el bienestar de las personas. “Si llamamos urbanidad al ajuste recíproco de una forma de tejido urbano y de una forma de convivencia, se puede, con toda razón, hablar de urbanidad haussmanniana. Ciertamente, el ensanchamiento de la escala de las vías, de las parcelas y de los edificios rompió el marco de relaciones sociales de proximidad característico de la ciudad preindustrial; pero sólo para sustituirlo por un nuevo marco de convivencia.” (Choay, 2005) Y en relación con términos de establecimiento urbano, las maneras más básicas para ser relacionadas con la ciudad se estiman en la necesidad de creación de estrategias de inclusión y compactación la cual desarrolle una perfecta armonía en espacios, relaciones e intervenciones urbano-estratégicas que generen el termino correcto de ciudad y no simplemente la intervención e imposición del urbanismo. “Las megalópolis son los nudos de la economía global, con sus funciones de dirección, de producción y de gestión planetarias: allí donde se anudan el control de los medios de comunicación, el poder fáctico -basado en los flujos bancarios- y la facultad para la invención de mensajes, de narraciones de cohesión: los nuevos mitos de los que se nutre nuestra era.” (Asua, 2020)
Referencias Asua, F. d. (2020). La arquitectura de la no-ciudad . Choay, F. (2005). El reino de lo urbano y la muerte de la ciudad . UPC.