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Novena Epoca

Instancia: SEPTIMO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER


CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: VIII, Noviembre de 1998
Tesis: I.7o.C.19 C
Página: 498

ALIMENTOS. LA CARGA PROBATORIA DE LA NECESIDAD DE CONTINUAR


PERCIBIENDO ESA PRESTACIÓN, CUMPLIDA LA MAYORÍA DE EDAD Y
CONCLUIDOS LOS ESTUDIOS PROFESIONALES, RECAE EN EL ACREEDOR
ALIMENTARIO. El artículo 308 del Código Civil para el Distrito Federal, que impone la
obligación del deudor alimentista, la circunscribe respecto de los hijos, a la ministración de
comida, vestido, habitación, asistencia médica y gastos para la educación primaria y para
algún oficio, arte o profesión adecuados a su sexo; por lo tanto, con apego al precepto
indicado, la obligación del deudor se satisface cuando se ha cumplido con las hipótesis
previstas, esto es, al concluirse los estudios se cumple tal obligación de los padres para los
hijos; de donde se infiere que si al acreedor alimentario únicamente le falta el requisito
administrativo de la titulación de los estudios ya sufragados por el deudor, esa sola
circunstancia no puede ser considerada como parte integrante de la obligación aludida, por
lo que es al acreedor que ya terminó una carrera profesional, a quien corresponde demostrar
que todavía requiere de los alimentos, ya que en ese supuesto sobre él gravita la carga
probatoria.

SÉPTIMO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.

Amparo en revisión 1797/98. José Miguel Ángel Gutiérrez Cabrera. 10 de septiembre de


1998. Mayoría de votos. Disidente: Clementina Ramírez Moguel Goyzueta. Ponente:
Manuel Ernesto Saloma Vera.

Novena Epoca
Instancia: SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL DÉCIMO CUARTO CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: VI, Julio de 1997
Tesis: XIV.2o.51 C
Página: 348

ALIMENTOS. CUANDO EL ACREEDOR CONCLUYE SU PREPARACIÓN


PROFESIONAL Y PRETENDE ESTUDIAR UN POSGRADO, EL DEUDOR YA NO
TIENE LA OBLIGACIÓN DE PROPORCIONARLOS (LEGISLACIÓN DEL ESTADO
DE CAMPECHE). El dispositivo 336, fracción VI, del Código Civil del Estado de
Campeche establece que cesa la obligación de dar alimentos cuando los hijos adquieren la
mayoría de edad, pero que si se encuentran estudiando con provecho, a criterio del
juzgador, se les continuarán proporcionando alimentos hasta que concluyan sus estudios.
Ahora bien, es correcta la resolución que, haciendo uso del arbitrio judicial, determina que
el acreedor alimentista no tiene obligación de ministrar alimentos al mayor de edad que ya
se encuentra preparado profesionalmente para desempeñar un trabajo y procurarse por sí
mismo los medios necesarios para su subsistencia, por más que tenga el deseo de estudiar
un posgrado; ya que de acuerdo con el diverso numeral 324 del citado código, los alimentos
comprenden, entre otros, los gastos necesarios para la educación primaria del alimentista y
para proporcionarle algún oficio, arte o profesión honestos y adecuados a su sexo y
circunstancias personales.

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL DÉCIMO CUARTO CIRCUITO.

Amparo directo 216/97. Atahualpa Sosa López. 23 de mayo de 1997. Unanimidad de votos.
Ponente: Pablo V. Monroy Gómez. Secretaria: Maricela Bustos Jiménez.

Octava Epoca
Instancia: Tercera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: VI, Primera Parte, Julio a Diciembre de 1990
Tesis: 3a./J. 41/90
Página: 187

ALIMENTOS. CORRESPONDE AL DEUDOR ALIMENTARIO LA CARGA DE


PROBAR QUE LOS HIJOS MAYORES QUE ACREDITEN SE ENCUENTRAN
ESTUDIANDO UN GRADO ESCOLAR ADECUADO, NO LOS NECESITAN. Esta
Tercer Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la jurisprudencia publicada
con el número 141, en la página 236, de la Segunda Parte del Apéndice al Semanario
Judicial de la Federación de mil novecientos diecisiete a mil novecientos ochenta y ocho,
sostuvo el criterio de que la obligación de proporcionar alimentos a los hijos mayores de
edad no desaparece por el solo hecho de que lleguen a esa edad, en virtud de que su
necesidad no se satisface automáticamente por la realización de esa circunstancia, toda vez
que al igual que los hijos menores de edad, tienen la presunción de necesitar los alimentos,
salvo prueba en contrario, correspondiendo tal carga en esos casos al deudor, quien debe
justificar que el actor no los necesita, ya sea porque tiene bienes propios o porque
desempeña algún trabajo o alguna profesión, oficio o comercio; sin embargo, tal criterio
debe quedar limitado, para que prospere la acción de alimentos intentada por el hijo mayor
de edad que afirma estar estudiando, al hecho de que justifique además de su calidad de
hijo y de que el deudor tiene posibilidad económica para sufragarlos, el de demostrar que
efectivamente se encuentra estudiando y que el grado de escolaridad que cursa es adecuado
a su edad, pues atendiendo a que los alimentos deben ser proporcionados en razón a la
necesidad del que debe percibirlos, no sería jurídico ni equitativo condenar al padre o
deudor a proporcionar alimentos al hijo que cuenta con edad avanzada y estuviera
realizando estudios que no corresponden a su edad y situación.

Contradicción de tesis 16/90. Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Tercer
Circuito y la que sostienen el Primer Tribunal Colegiado del Séptimo Circuito y el Primer
Tribunal Colegiado (entonces Unico) del Décimo Séptimo Circuito. 5 de octubre de 1990.
Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Mariano Azuela Güitrón. Ponente: Sergio Hugo
Chapital Gutiérrez. Secretario: E. Gustavo Núñez Rivera.

Tesis de Jurisprudencia 41/90 aprobada por la Tercera Sala de este alto Tribunal en sesión
privada celebrada el veintidós de octubre de mil novecientos noventa. Unanimidad de
cuatro votos de los señores ministros: Presidente Sergio Hugo Chapital Gutiérrez, Mariano
Azuela Güitrón, Ignacio Magaña Cárdenas y José Antonio Llanos Duarte. Ausente:
Salvador Rocha Díaz.

Novena Epoca
Instancia: PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL SEPTIMO
CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XII, Noviembre de 2000
Tesis: VII.1o.C.64 C
Página: 858

ALIMENTOS. CESA LA OBLIGACIÓN DE PROPORCIONARLOS, CUANDO EL


ACREEDOR ALIMENTARIO HA TERMINADO UNA CARRERA PROFESIONAL Y
PRETENDE CURSAR ESTUDIOS DE POSGRADO (LEGISLACIÓN DEL ESTADO
DE VERACRUZ). El artículo 239 del Código Civil para el Estado de Veracruz establece,
en lo conducente, que respecto de los menores los alimentos comprenden, entre otros
elementos, los gastos necesarios para la educación primaria del alimentario y para
proporcionarle un oficio, arte o profesión honestos y adecuados a su sexo. Por tanto, la
interpretación lógica del citado numeral, aplicado a contrario sensu, conduce a establecer
que si el acreedor alimentario es mayor de edad, ha terminado una carrera profesional y
cursa estudios de posgrado, debe entenderse que el mismo posee la preparación suficiente
para emplearse y allegarse la alimentación necesaria para su subsistencia, así como para
procurarse los estudios de especialización que realiza o pretende efectuar, y por ende que el
deudor alimentista ha cumplido con la obligación que le impone el precepto invocado en
tratándose de los menores de edad, y no hay base legal para que tal carga subsista respecto
de quien ya está preparado profesionalmente para obtener los alimentos por sí mismo.

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL SÉPTIMO CIRCUITO.

Amparo directo 331/2000. Ángel Enrique Ascencio Vázquez. 6 de abril de 2000.


Unanimidad de votos. Ponente: Adrián Avendaño Constantino. Secretaria: Lilia Mariche de
la Garza.

Véase: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo VI, julio de
1997, página 348, tesis XIV.2o.51 C, de rubro: "ALIMENTOS. CUANDO EL
ACREEDOR CONCLUYE SU PREPARACIÓN PROFESIONAL Y PRETENDE
ESTUDIAR UN POSGRADO, EL DEUDOR YA NO TIENE LA OBLIGACIÓN DE
PROPORCIONARLOS (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE CAMPECHE).".

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