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/Magos vivian lejos uno del otro: B en el reino del medio, Gaspar al sur. — tres tenian alge que los unia: era la profecia a| Nirio Divino. Por Ellos hombres debian aprender 4 sino volver a mirar hacia el cielo. nabian olvidado de ver a Dios, de a Dios y hace! jas obras de El. Mientras eran nifios,- “ran aun capaces de ello, pero cuanto mas adultos se hacian, "tanto mas Se les cerraban los ojos del alma, y el afan por lo terrenal Se hacia mas grande que su amor a Dios. Los hombres ~ que querian hacer el bien veian con tristeza que aveces era mas sencillo hacer solo !o que les dabalas ganas hacer en cada momento. También los sabios reyes de oriente habian experimentado esto con dolor. Baltasar, el mas anciano de los tres, habia tenido durante mucho tiempo la capacidad de mirara Dios. Cuando la noche " estaba oscura elevaba SUS OJOS al cielo estrellado, pero ahora - en cuando veia solamente se sentia como UN. ciego, de vez puntos prillantes en lo alto, mas el cielo estaba vacioy mudo. Entonces se canso de hablar con Dios en la oracion. Melchor, el rey de! medio, no podia hacer otra cosa que amar alos hombres, pues sabia que eran criaturas de Dios: sOlo habia que encontrar la estrella en Sus OjOS. Pero una vez ocurrid, después de pasar una noche intranquila, que debio juzgar a un hombre que habia robado oro en la camara del. tesoro del reino. El rey se habia encolerizado tanto con él que habia olvidado buscar la estrella en el ojo del ladron y !0 habia condenado @ muerte. Su propio oro nabia sido mas importante para él que la estrella en el ojo del hermano. jos: ode! + ar no solo a Ja tierr que !0S hombres Se dia mismo se habla negado a sanar a die manos y se preguntaba si én sy enfermedad. iESe _Jeprosos. Ahora miraba sus vida podria volver a sana . Asi llego el momento en que se hizo de noche sobre los ~ castillos de los tres reyes. La tristeza habia entrado en sus almas antes tan felices y habian desaparecido de ellas las - dadivas celestiales de mirar a Dios, de amar alos hombresy - de sanar. En sus almas también era noche oscura. Pero cuando parecia que la oscuridad jamas iba a desaparecer, ” los tres reyes comenzaron a sonar con el Nifio Divino, cada= uno a su manera. ; Baltasar sofio que estaba junto aun rio caudaloso en el cual -nadaban estrellas brillantes en vez de peces. Por ese rio se acercaba un barco cuyo timén estaba en manos de un nino. Alrededor-de sus hombros flotaba un manto azul. Al pasal barco junto al rey Baltasar, el nino tom6 el manto y lo arrojo 4 laorilla donde estaba el rey. E! desperté tratando de atajat manto y vid que el manto celestial azul estaba junto * cama. & Melchor caminaba en sus suefios por un desierto cu quemaba como fuego a sus pies desnudos. De pronto se Be leon enorme sobre él; Melchor queria sacar una esP@ cuando vio brillar la estrella del amor en los ojos de !@ bey y abrio sus brazos en vez de matarlo. En ese instant yo sue 0 in mendigo leproso que estaba junto a las mur jydad, hambriento y despreciado por todos, en med viento helado. Hombres y mujeres pasaban a su lado in dignarse a darle un vaso de agua 0 un pedazo de pan. ‘aba mas cerca de la muerte que de la vida y casi no podia brir sus ojos. De pronto sintio dos fuertes brazos que lo syantaban cuidadosamente y lo envolvian en algo que lo invadia el perfume y la suavidad de un prado verde iluminado por sol. Toda enfermedad, toda pesadez, todo sufrimiento se maban y despert6. Sobre su cama habia un manto verde. Enlanoche después de los suenos y del regalo de jos mantos, los tres reyes vieron en el cielo una nueva estrella desde la cual les hablaba un Nifio radiante de luz: «Emprended el camino. Debéis buscarme y me encontraréis en Ja tierra». . Entonces los sabios eyes supieron quela vieja epoca _ de la oscuridad del alma estaban llegando a su fin . _ Reconocieron que comenzaba algo nuevo en el mundo y S® pusieron en camino para encontrar al Nifio Divino de la estrella,

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