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FILOSOFÍA DE LA NATURALEZA

ESCRITO SEGÚN LO VISTO EN EL CURSO

Para poder adentrarse al territorio de esta disciplina, es necesario, comprender


como principio necesario, las dos vertientes por las que el mundo natural puede
ser estudiado, esto es, la visión científica y filosófica, de donde la primera se
concentra en estudiar los fenómenos de origen natural, así como las causas de
las mismas; por otro lado la perspectiva filosófica se desarrolla con respecto al fin
último de las cosas, cuyo objeto es encontrar aquél principio por el cual todas las
cosas existentes y tienen un punto de partida.
Con lo anterior, la filosofía de la naturaleza persigue la comprensión de
aquello que desencadena todo cuanto es perceptible para el hombre, pero, de
igual modo, aquello que está más allá de sí mismo, puesto que el papel filosófico
es estudiar a la luz natural de la razón toda aquella realidad natural y física en sus
causas últimas.
Una vez comprendida estas perspectivas, cabe mencionar que el objeto de
la Filosofía Natural, en cuanto material, son los cuerpos que presentan existencia,
esto con forme a la necesidad de comprender la dirección que toma el desarrollo
filosófico natural.
Para partir y adentrarse propiamente en la materia, es deber necesario
tratar el concepto de continuo estático, el cual proporcionará características
propias de ser del mundo natural, así como los elementos que lo define como lo
que es, lo que acontece y en la manera en la que son y acontecen.
El continuo estático se refiera a la sucesión existente de los cuerpos y
cuyas características son medibles, es decir que es la forma en la que se concibe
la totalidad de los cuerpos y su forma o determinación de existir entre sí; para su
comprensión se habla de la esencia de la cantidad cuya relación se verifica con
respecto al cuánto (divisible), extenso (partes extra-partes) y el continuo (extremos
que constituyen unidad).
Ahora bien, entendido el mundo natural como aquello que es continuo y de
donde parte la necesidad de comprenderlo de igual modo como un cuanto, la
cantidad presenta aspectos particulares de los cuales se deriva lo accidental del
mundo, es decir, ante la evidencia del cuanto presente en la realidad, es necesario
aseverar su diferencia con respecto a la substancia, comprendiéndola como
aquello diferente y que proporciona la determinación de cada cosa existente.
La cantidad es concebida entonces como algo accidental y proporcionadora
de movimiento, el cual genera cambio y concede particularidad a lo existente, pero
sin alterar la substancia, que a su vez ésta es entendida como aquello que está
siendo concretamente y que es distinta a la esencia. Esto accidental requiere de
efectos necesarios para que se permita, es por esto por lo que se afirma la
existencia de efectos que determinan una particularidad, estos son: el efecto
formal primario, que hace referencia a aquello que no puede ausentarse puesto
que representaría una contradicción para la forma determinada y, por el contrario,
existe el efecto formal secundario, el cual no constituye la esencia y puede faltar
sin generar contradicción en la realidad.
La realidad, de igual modo, presenta en sí misma una localidad y una
ubicación, de las cuales se predica que la localidad es aquel lugar extrínseco e
inmóvil al cuerpo, mientras que la ubicación es una noción trascendental y la
determinación formal y última por la que algo puede estar de un lugar a otro. Cada
uno de los cuerpos existentes, son las realidades de los cuales se refiere estos
dos conceptos.
Por otra parte, esta serie de cuerpos existentes y de los cuales se refiere
cada uno de los conceptos ya mencionados, existen dentro de algo, y ese algo es
el espacio, del cual ha de entenderse la capacidad de recibir los cuerpos, este
espacio se caracteriza por ser infinito indivisible, inmóvil, es penetrable por los
cuerpos que recibe y no se le puede atribuir un principio ni un fin puesto que es
increado y singular. De igual modo es real porque existe y los cuerpos existen en
él y esta dotado de posibilidad por el carácter rellenable por cuerpos aun no
existentes; sin embargo, esta realidad y características dadas, no se le predica en
cuanto físico sino como ente de razón con babe en la realidad.
En la misma línea de entender toda esta realidad que envuelve al hombre,
puede asignársele un dinamismo, del cual, se derivan los diferentes tipos de
movimientos existentes dentro de ella. Estos movimientos pueden ser designados
como extrínsecos, los cuales se desarrollan fuera de algún cuerpo determinado y
que no son propios de sí; el movimiento intrínseco, por su parte, es aquel que
sufre un cuerpo de forma directa he interna de sí mismo (de niño a adulto) y que a
su vez se divide en propio (el que se dice de los cuerpos) e impropio (el que se
dice de la naturaleza divina).
Del mismo modo, existen tres divisiones del movimiento: físico (verificado
en los cuerpos), metafísico (verificado en los espíritus) y moral (el propio de la
voluntad). Para diferentes autores el movimiento representaba desde aquel
aspecto real, palpable así como aquel hecho ilusorio puesto que la concepción de
la realidad la tenían basada como un hecho estático e inmutable; sin embargo
Aristóteles es quien determina el movimiento como un acto sucesivo y real, por
medio de su teoría acto y la potencia, en donde el acto es una determinación
actual del ente y la potencia es aquello a lo que aspira el acto y en el momento en
el que se consigue lo aspirado, vuelve a un estado de potencia e manera
sucesiva, generando así, en cada sucesión un ser imperfecto.
Con respecto a este movimiento, Aristóteles desarrolla el Sistema
Hilemórfico, el cual se basa en la visión de Parménides, quien observa la
pluralidad de las cosas y que todas estas cosas convergían en un mismo ser, sin
embargo, fue Aristóteles quien clarifico las diferentes posturas surgidas en el
desarrollo. Este autor, afirma que existe una unidad entre los entes existentes y
que a causa de la relación o experiencia de los diferentes entes con el Uno es que
se da la mutabilidad en ellos. Cada cuerpo esta conformado de acto y potencia,
materia prima, forma substancial y privación.
Es así que de este modo, toda la naturaleza, todo este mundo “ […] es un
conglomerado de cuerpos que se hallan dispersos por los espacios inmensos,
colocado según una determinada disposición y vinculados entre sí con relaciones
de una múltiple dependencia” y dentro de esta aceveraión se comprende cada
cuerpo dotado de una materia y forma con cuya potencia y acto genera una
actividad constante de los cuerpos y advierte la mutabilidad de cada no de ellos de
tal forma que la suceción de cada uno de estos actos comprende el movimiento en
todo el mun, entendiendo el mundo no como aquel determinado como planeta
tierra sino más bien como el conjunto de todo lo existente.

Es de este modo, que a rasgos generales, considero que el estudio de la


naturaleza con todas las características vistas en el curso, aunque no asimiliadas
de manera concreta y eficiente, determinan una visión más allá del mundo y del
cual se puede predicar las cosas reales en cuanto existentes, físicamente así
como racionalmente y que permiten comprender la generación de los actos que
muchas veces parecen no tener una explicación racional así como aquellas que se
pueden creer irracionales y por tanto inexpicables; cuando en realidad, el
funcionamiento mismo de los cuerpos, de la naturaleza misma, permiten
vislumbrar ese abaníco de posibilidades.
En el estudio del desarrollo de esta ciencia encuentro la capacidad del
hombre y la insistencia constante de descubrir lo que lo rodea así como
descubrirse ante aqueloo que está màs allá de sí mismo, no con el fin último de
generar una comprensión de sí mismo como el ser único dotado de capacideades
extraordinarias o del cual dependan las cosas; sino más bien en el sentido de
conoser su unidad y armocía con el todo existente y que converje en aque que el
el fin último o principio de todo.

Realizó: Luis Alberto cano Kantún

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