Walter Benjamin. “Tesis sobre la historia y otros fragmentos”.

Las reflexiones que postuló el autor van dirigidas hacia un pensamiento histórico y su
concepción, con el intento de crear un armazón teórico, levantando la imagen del
historicismo y establecer nexo causal entre distintos momentos de la historia, siendo
contrario a la idea del positivismo y sobre todo negando la concepción de la historia
determinada por sucesos aislados. Al igual, propone el uso de una historiografía
materialista, afirmando que era un principio constructivo, el entendimiento y estructura
de las clases sociales, tejiendo una historia universal a su progreso, replegando la
imagen dialéctica en que el pasado entra en el recuerdo obligado de la humanidad,
reforzando el tejido social de las masas. El filósofo apunta la idea acerca de la
distribución de diferentes relaciones de poder en una estructura social, el modo de vida
para poder entender la actualidad y el cambio que implica la totalidad de la historia.
Benjamin, sobre el concepto de historia >>esboza una crítica de los fundamentos
teóricos del discurso comunista o socialista, teniendo en cuenta como elemento de
referencia la versión “oficial” del mismo, la que desde finales del siglo XIX se conoció
como “teoría o marxismo de la social-democracia” y que, pasado el tiempo y sin
alteraciones verdaderamente sustanciales, pasó a ser “la teoría o el marxismo del
socialismo “realmente existente” << el cambio revolucionario está en el pasado.
Sumo una reflexión más en su escrito, acerca de la percepción del mundo en un eje
mesiánico y utópico, poner en pliego la cultura judía y la cultura occidental.
“La redención es el límite del progreso”, el escritor hace referencia en su subtitulo
“Temas Varios”, el problema de la tradición culpándola de la continuidad en una
historia, reteniendo lo mutable de los fenómenos. Nombra puntos acerca del progreso
apoyándose en el pensamiento Marxista como, por ejemplo, el desenvolvimiento de las
fuerzas productivas, la lucha de las clases sociales del proletariado y el interés de la
propia política revolucionaria del mismo, la marcha del desarrollo histórico y la
sociedad sin clases, remarcando que esta última no es el fin.
Engranaje en el pensamiento histórico, inspeccionando la vida común y cotidiana, capaz
de forzar el sentido común para imponer una revolución crítica acerca de entender el
pasado, los elementos y enlaces de la trascendencia de la historia, para crear una
estructura base a la condición de vida presente y futura.