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IMPRIMIR LAS DOS PÁGINAS DE ESTE TRÍPTICO EN UNA HOJA POR LOS DOS LADOS

SEXTA PALABRA
Terminar como en la primera palabra.
TODO ESTÁ CUMPLIDO(JN. 19, 30)
Jesús amado, que por amor mío agonizas- Siete palabras
teis en la cruz y desde esta cátedra de ver- ORACIÓN
dad anunciasteis el cumplimiento de la A LA VIRGEN DOLOROSA de Cristo en la cruz
obra de nuestra Redención, por la que, de
hijos de ira y perdición, fuimos hechos hi- Madre Santísima de los Dolores, por el in-
jos de Dios y herederos del cielo; tened tenso martirio que sufristeis al pie de la
piedad de todos los fieles agonizantes y de Cruz durante las tres horas de agonía de Je-
mí en aquella hora postrera; y por los méri- sús, dignaos en nuestra agonía asistirnos a
tos de vuestra preciosísima Sangre, des- todos los que somos hijos de vuestros dolo-
prendednos por completo así del mundo res, a fin de que con vuestra intercesión,
como de nosotros mismos; y en el momen- podamos pasar del lecho de muerte a ser
to de nuestra agonía, dadnos gracia para vuestra corona en el santo Paraíso. Amén.
ofreceros de corazón el sacrificio de la vida
en expiación de nuestros pecados. V. De muerte súbita e imprevista.
Terminar como en la primera palabra. R. Líbranos, Señor.
V. De las insidias del diablo.
SÉPTIMA PALABRA R. Líbranos, Señor.
PADRE, EN TUS MANOS V. De la muerte eterna.
ENCOMIENDO MI ESPÍRITU (LC. 23,
46) R. Líbranos, Señor.
Jesús amado, que por amor mío agonizas-
teis en la cruz, y que en cumplimiento de Las siete palabras de Cristo en la cruz fueron recopila-
ESTE ES QUIÉN CARGÓ SOBRE SÍ LOS DOLORES DE TODOS. HE AQUÍ EL QUE
FUE MUERTO EN ABEL, ATADO EN ISAAC, EXILIADO EN JACOB, VENDIDO
tan grande sacrificio aceptasteis la voluntad das y analizadas en detalle por vez primera por el mon- EN JOSÉ. HE AQUÍ EL QUE FUE EXPUESTO A LAS AGUAS EN MOISÉS E
del Eterno Padre al encomendar en sus ma- je cisterciense Arnaud de Bonneval (+1156) en el siglo INMOLADO EN EL CORDERO. ESTE ES EL QUE SE ENCARNÓ EN EL SENO DE
XII. A partir de ese momento las consideraciones te- LA VIRGEN, EL QUE FUE CLAVADO EN LA CRUZ Y SE-
nos vuestro espíritu para enseguida inclinar ológicas o piadosas de esas palabras se multiplican. Pe- PULTADO EN LA TIERRA, EL QUE RESUCITÓ DE EN-
la cabeza y morir: tened piedad de todos ro fue san Roberto Berlarmino (Doctor de la Iglesia, TRE LOS MUERTOS Y SUBIÓ A LO ALTO DE LOS CIELOS. EL ES EL CORDERO
los fieles agonizantes y de mí en aquella 1542-1621) quién más impulsó su difusión y práctica QUE NO ABRE SU BO- CA, EL CORDERO INMOLADO, EL CORDERO QUE
hora postrera; y por los méritos de vuestra al escribir el tratado “Sobre las siete palabras pronun- NACIÓ DE MARÍA, CORDERA SIN MANCHA. EL RE-
ciadas por Cristo en la cruz”. Desde entonces se pro-
preciosísima Sangre, otorgadnos en nuestra pagó la costumbre de predicar el tradicional "sermón
SUCITÓ DE ENTRE LOS MUERTOS Y RESUCITA AL HOMBRE DE LA
PROFUNDIDAD DEL SEPULCRO.
agonía una perfecta conformidad a vuestra de las siete palabras" en la mañana o mediodía del
divina voluntad, a fin de que estemos dis- Viernes Santo MELITÓN DE SARDES
puestos a vivir o a morir según sea a Vos
más agradable; y que no suspiremos para DevocionarioCatólico
nada más que por el perfecto cumplimiento http://www.devocionario.com
en nosotros de vuestra adorable voluntad. Ejemplar gratuito para uso
privado

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PARA FORMAR EL TRÍPTICO: A) RECORTE LA HOJA POR EL INTERIOR DE LA LÍNEA DE PUNTOS; B) DOBLE LA HOJA DOS VECES USANDO LAS LÍNEAS VERTICALES IMPRESAS COMO GUÍA (LA PORTADA DEBE
QUEDAR DELANTE UNA VEZ PLEGADO EL TRÍPTICO).

Siete palabras asegurasteis el Paraíso: tened piedad de to- Jesús amado, que por amor mío agonizas-
dos los fieles agonizantes y de mi en aque- teis en la cruz y que, añadiendo sufrimiento
de Cristo en la cruz lla hora postrera; y por los méritos de vues- a sufrimiento, además de tantos dolores en
tra preciosísima Sangre, haced que revive el cuerpo, sufristeis con infinita paciencia
PRIMERA PALABRA en nuestro espíritu una fe tan firme y cons- la mas penosa aflicción de espíritu a causa
PADRE, PERDÓNALOS, PORQUE NO SABEN tante que no se incline a sugestión alguna del abandono de vuestro eterno Padre: te-
LO QUE HACEN (LC. 23,34) del demonio, para que también nosotros al- ned piedad de todos los fieles agonizantes
cancemos el premio del santo Paraíso. y de mi en aquella hora postrera; y por los
Jesús amado, que por amor mío agonizas- méritos de vuestra preciosísima Sangre,
teis en la cruz, a fin de pagar con vuestras Terminar como en la primera palabra. concedednos la gracia de sufrir con verda-
penas la deuda de mis pecados, y abristeis dera paciencia todos los dolores y congojas
vuestra divina boca para obtenerme el per- de nuestra agonía, a fin de que, unidas a las
dón de la justicia eterna: tened piedad de TERCERA PALABRA vuestras nuestras penas, podamos después
todos los fieles agonizantes y de mí en participar de vuestra gloria en el Paraíso.
aquella hora postrera; y por los méritos de MUJER, HE AHÍ A TU HIJO; HIJO, HE AHÍ A
vuestra preciosísima Sangre derramada por TU MADRE. (JN. 19, 26-27) Terminar como en la primera palabra.
nuestra salvación, concedednos un dolor Jesús amado, que por amor mío agonizas-
tan vivo de nuestras culpas que nos haga teis en la cruz y olvidando vuestros sufri-
morir en el seno de vuestra infinita miseri- mientos nos dejasteis en prenda de vuestro QUINTA PALABRA
cordia. amor vuestra misma Madre Santísima para TENGO SED (JN. 19,28)
Tres Gloria. que por su medio podamos recurrir confia-
damente a Vos en nuestras mayores nece- Jesús amado, que por amor mío agonizas-
Tened piedad de nosotros, Señor, tened sidades: tened piedad de todos los fieles teis en la cruz y que, no saciado aún con
piedad de nosotros. agonizantes y de mi en aquella hora postre- tantos vituperios y sufrimientos, quisierais
sufrirlos todavía mayores para la salvación
ra; y por el interior martirio de una tan de todos los hombres, demostrando así que
Dios mío, creo en Vos, espero en Vos, os amada Madre, reavivad en nuestro corazón
amo y me arrepiento de haberos ofendido todo el torrente de Vuestra Pasión no es
la firme esperanza en los infinitos méritos bastante para apagar la sed de vuestro amo-
con mis pecados. de vuestra preciosísima Sangre, a fin de roso Corazón: tened piedad de todos los
que podamos evitar la eterna condenación fieles agonizantes y de mí en aquella hora
que tenemos merecida por nuestros peca- postrera; y por los méritos de vuestra pre-
SEGUNDA PALABRA dos. ciosísima Sangre, encended tan vivo fuego
de caridad en nuestro corazón que lo haga
EN VERDAD, EN VERDAD TE DIGO: HOY Terminar como en la primera palabra. desfallecer con el deseo de unirse a Vos
ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAÍSO (LC. por toda la eternidad.
23,43.
Terminar como en la primera palabra.
Jesús amado, que por amor mío agonizas- CUARTA PALABRA
teis en la cruz y que con tanta prontitud y
¡DIOS MÍO, DIOS MÍO!, ¿POR QUÉ ME
liberalidad correspondisteis a la fe del buen
HAS ABANDONADO? (MC. 15, 34; MT.
ladrón que os reconoció por Hijo de Dios
27, 46)
en medio de vuestras humillaciones, y le

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