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“Los hombres son los proveedores y protectores de las mujeres, porque se ha hecho que uno de

ellos supere al otro, y porque gastan de su propiedad para mantener a las mujeres”.

Coran. La ley islámica Sharia habla de la complementación, y las diferencias entre el papel de las
mujeres y los hombres, cuáles son sus derechos y obligaciones. El Corán y los hadices no
mencionan que las mujeres deban ser amas de casa. Las mujeres poseen en la mayoría de los
países musulmanes un conjunto de derechos respecto al casamiento, divorcio, derechos civiles,
estatus legal, códigos de vestimenta y educación, basados en distintas interpretaciones.

El Corán presenta dos visiones en cuanto al rol de la mujer. Ambas hablan de la igualdad de las
mujeres y los hombres ante Alá en cuanto a sus deberes religiosos y coloca a las mujeres bajo el
cuidado de los hombres, es decir, los hombres son los responsables del mantenimiento de sus
esposas.

“El contrato matrimonial es acordado entre el wali, o guardián, de la novia y el novio, no entre el
novio y la novia. El Wali es un pariente hombre de la novia, preferiblemente su padre. La
mayoría de los estudiosos de esta cultura sostienen que, si la novia es virgen, su padre o abuelo
paterno, pueden obligar a la novia a contraer matrimonio aun en contra de su deseo expreso”

Las costumbres en cuanto al matrimonio musulmán varían entre los diversos países. Las
costumbres culturales a veces son implantadas bajo el contexto del Islam. Sin embargo, la ley
islámica permite una poligamia limitada bajo determinadas circunstancias.

Si seguimos la Sharia, el matrimonio no puede nunca ser forzado. Los primeros contactos son
hechos generalmente por los padres y debe existir la condición básica del consentimiento libre de
los futuros cónyuges y ésta debe ser respetada. El Profeta aconsejó que la elección de los
cónyuges sea basada en la castidad, decencia y religiosidad.

“Durante el mes del ayuno os es lícito por la noche uniros con vuestras mujeres: son vestidura
para vosotros y vosotros lo sois para ellas”.

El Corán y el Hadiz aluden a la naturaleza de las relaciones sexuales como un medio de lograr
satisfacción mutua, acercamiento y compasión entre una esposa y su marido.

El concepto de satisfacción mutua se alude en un hadiz. Se aconseja a los maridos que hagan el
amor de manera que el juego permita a la mujer tener el orgasmo primero. El descontento sexual
es considerado como base legítima para solicitar el divorcio por parte de la esposa o del marido. El
celibato y la vida monacal son rechazados en el mundo musulmán, porque contradicen de forma
clara la naturaleza del ser humano.

¡Evitad la fornicación: es una deshonestidad! ¡Mal camino…de satisfacer el instinto sexual!"


”Flagelad a la fornicadora y al fornicador con cien azotes cada uno. Por respeto a la ley no uséis
de mansedumbre con ellos, si es que creéis en el último Día. Y que un grupo de creyentes sea
testigo de su castigo".

El sexo pre matrimonial está absolutamente prohibido en el Islam, no importa si es con una novia
o con una prostituta. El sexo prematrimonial es adulterio. Es una conducta sexual irresponsable
para la doctrina islámica al no existir responsabilidad en dicha relación.
“Y a Lot. Cuando dijo a su pueblo: ¿Cometéis una deshonestidad que ninguna criatura ha
cometido antes? Ciertamente, por concupiscencia, os llegáis a los hombres en lugar de llegaros a
las mujeres. ¡Si, sois un pueblo inmoderado!". Lo único que respondió su pueblo fue:
"¡Expulsadles de la ciudad! ¡Son gente que se las da de puros” Y les salvamos, a él y a su familia,
salvo a su mujer, que fue de los que se rezagaron! E hicimos llover sobre ellos una lluvia: ¡Y mira
cómo terminaron los pecadores!”.

En el sistema legal islámico, la homosexualidad y el lesbianismo son ambos delitos punibles contra
las leyes de Alá. En el caso de la homosexualidad, la parte activa será azotada cien veces si es
soltera y matado si está casada; mientras que la parte pasiva será matada sin atender a su estado
marital. En el caso del lesbianismo, las pecadoras serán azotadas cien veces si son solteras y
lapidadas hasta la muerte si están casadas.

“Bienaventurados los creyentes,…que custodian sus partes pudendas, salvo de sus esposas…,
mientras quienes desean más allá de eso (en la satisfacción sexual), ésos son los que violan la
ley”.

Cualquier satisfacción sexual fuera del matrimonio está considerada una transgresión de la ley de
Alá. La masturbación es un pecado, por el cual una persona también puede ser castigada por el
tribunal islámico. La naturaleza del castigo está bajo la discreción del juez.

Las relaciones sexuales pueden tener lugar obviamente entre cualquier pareja, consintiendo o
no. A causa de las implicaciones a que dan lugar las relaciones sexuales fuera de del matrimonio.

Los musulmanes creen, que Dios no prohíbe o permite conductas caprichosamente, sino que lo
hace en nuestro propio beneficio, alejándonos de conductas y situaciones potencialmente
destructivas y acercándonos a aquellas otras conductas y situaciones que nos permitan desarrollar
nuestro potencial humano. Por una razón similar, los musulmanes evitan el consumo de alcohol
debido a su fe en la sabiduría de Dios, Quien nos dice que los efectos negativos pesan más que los
positivos para el individuo y la comunidad en general.

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