El hambre es el proceso fisiológico que moviliza al organismo a la ingesta de
alimentos con la intención de recibir los nutrientes que en ese momento se carecen. Cuando comemos el aumento de los niveles de glucosa aumentan actúa como una señal que el cerebro recoge para ordenar al páncreas que genere insulina necesaria para transportar a los órganos la glucosa y así sea utilizada como fuente de energía, cuando no se han repuesto los nutrientes este vuelve a pensar en comer, el estímulo es la falta de glucosa que inicia la señal de hambre. Los receptores responsables de recibir los estímulos están en el encéfalo y el hígado están conectados a través del nervio vago para estar conectados a través de estas necesidades. La hormona del hambre es la GRELINA esta sintetiza el estómago y se relaciona con la sensación de hambre, favoreciendo al metabolismo energético da la señal de hambre estimulando el hipotálamo su secreción aumenta antes de la comida y disminuye a lo largo de la ingesta, existe dos tipos de hambre: El hambre real y El hambre emocional. La primera consiste en que es fisiológico, puedes controlar cantidades al comer y no te sientes llena y la segunda consta de que ocurre de forma repentina, sientes culpabilidad y malestar y suelen ser alimentos de muchas calorías. La saciedad es un factor regulador que aparece después de comer para poner fin a la ingesta de alimentos, para no comer en exceso. En esta interviene la hormona LEPTINA es una hormona que accede al núcleo del hipotálamo y libera sustancias que reducen el apetito, los llamados Péptidos Anorexígenos que a su vez la insulina estimula receptores en le cerebro relacionadas con la saciedad, aumenta después de cada comida su cantidad de tejido adiposo, es decir que entre mas grasa mas insulina bloqueando algunas hormonas que estimulan el apetito. Llegando a la conclusión que una lesión en el hipotálamo provoca sobrealimentación y obesidad, que el hambre emocional se debe a trastornos de alimentarios con relación a conflictos emocionales como el estrés o la ansiedad. SED La sed al igual que el hambre, se considera uno de los impulsos fisiológicos de los organismos. El agua en el organismo existe un equilibrio orgánico en lo relacionado con la absorción y la perdida de agua. Se absorbe únicamente por medio de la bebida o de alimentos que contengan agua, o sea, la gran mayoría de ellos. Se pierde en tres formas diferentes. Por medio de la orina y las heces por la transpiración de la piel. Por evaporación durante el proceso de respiración el agua llega al estómago, pero no se absorbe ahí, sino que pasa al intestino. La mayor parte del agua se absorbe en el intestino delgado; la velocidad de absorción depende de la cantidad de iones presentes en el agua; las soluciones hipertónicas se absorben más lentamente que las soluciones con menor cantidad de iones (hipotónicas). La cantidad de agua en la sangre se mantiene relativamente constante a expensas del agua de los tejidos; cuando el organismo se priva de agua, las células que forman los tejidos la pierden, mientras que el agua de la sangre permanece constante. El agua pura y las soluciones hipotónicas se absorben en la sangre y proporcionan agua a los tejidos; por otra parte, las soluciones hipertónicas “sacan” agua de la sangre, lo cual aumenta la sed. Influencia de la hormona antidiurética la parte posterior de la hipófisis secreta una hormona, la ADH u hormona antidiurética, que tiene gran importancia en el balance de agua en el organismo. Hoy sabemos que no solamente esa porción posterior de la hipófisis secreta ADH, sino que también las neuronas que tienen sus cuerpos celulares en el núcleo supraóptico del hipotálamo tienen funciones secretoras. Ese núcleo supraóptico del hipotálamo tiene mucho que ver con la base neural de la sed; su alteración interfiere con la producción de ADH. La reducción de ADH en hombres o animales produce la diabetes insípida, que se caracteriza, entre otras cosas, por una gran polidipsia (sed anormalmente grande) y gran poliuria (excesiva necesidad de orinar). La falta de suficiente cantidad de ADH hace que se pierda demasiada agua en la orina. Este déficit de agua produce la sed excesiva. La sed que sigue a la reducción de ADH (sea por daño al hipotálamo o la hipófisis) es consecuencia y no causa de la excesiva necesidad de orinar. Por otra parte, cuando el cuerpo se deshidrata se aumenta la secreción de ADH. Este déficit que afecta la secreción de ADH, a su vez afecta la actividad secretora de los riñones. Los cambios de presión osmótica de la sangre, que son consecuencia de la deshidratación, estimulan las células secretoras del sistema hipotálamo-hipófisis. Existen 2 tipos de sed tipos de sed para que el organismo funcione en forma adecuada, debe regularse el volumen de dos compartimientos de líquidos: intracelular e intravascular. Existe la Sed osmótica la cual ocurre cuando aumenta la tonicidad (concentración de solutos) del líquido intersticial. Este aumento hace que salga agua de las células y estas disminuyen su volumen. El termino osmótico se refiere al hecho de que detectores en realidad responden a (miden) cambios a la concentración del líquido intersticial que los rodea. La osmosis es el movimiento del agua a través de una membrana semipermeable, de una región baja de solutos a una región de alta concentración. Y la sed volumétrica (o volemica) La sed volumétrica ocurre cuando el volumen de plasma sanguíneo, el volumen intravascular, se reduce. Al haber evaporación, se pierde agua de los tres compartimientos de líquidos intracelular, intersticial e intravascular. Así, la evaporación produce sed volumétrica y osmótica. Además, la pérdida de sangre, el vómito y la diarrea provocan pérdida del volumen sanguíneo (hipovolemia) sin agotar el líquido intracelular. APRENDIZAJE Investigadores que estudiaron la base fisiológica del aprendizaje y la memoria encontraron 2 principios en el aprendizaje. El primer principio fue el modelo reflejo del sistema nervioso que fue presentado como una aproximación a cómo el cerebro interviene en las respuestas a los estímulos. En este modelo se admiten conexiones simples en las sinapsis entre neuronas sensitivas aferentes, neuronas de asociación y neuronas motoras eferentes. Tales conexiones cerebrales son variables y por tanto varían las respuestas a los estímulos. A un estímulo sensitivo puede seguir una acción, debido a mero azar, y dicha acción puede ser, a su vez, gratificada. La respuesta gratificada se repite cuando el estímulo reaparece y las conexiones sinápticas entre estímulo y respuestas pueden perfeccionarse a través de su uso hasta que la relación estímulo-respuesta se haga automática, al igual que un reflejo. El segundo principio fue el correspondiente a la encefalización. Cuando se desarrollaron nuevas partes del cerebro a través de la evolución, llegaron a dominar la actividad de las partes más antiguas del mismo. En mamíferos tales como el hombre, la parte más reciente del cerebro es la corteza cerebral. Se admitió por tanto que la corteza cerebral había asumido la categoría filogenéticamente más nueva de función cerebral compleja: la formación de nuevas conexiones entre estímulo y respuesta a nivel de las sinapsis. En la actualidad se sabe que existen dos o tres áreas de proyección sensorial, destinadas a ciertos sentidos, así como dos o tres áreas de proyección motora y que se establecen multitud de conexiones corticales a través de centros cerebrales inferiores, más bien que directamente con otras áreas corticales. Sin embargo, el sencillo modelo de los primeros investigadores explica porque buscaban el engrama. Utilizaban el método de ablación, extirpando partes de la corteza y observando el efecto que ello provocaba en el aprendizaje y la memoria. Si la extirpación de una determinada porción de la corteza impedía el aprendizaje y la memoria, se admitía que las conexiones estímulo-respuesta correspondientes al hábito que se estaba estudiando, se realizaban corrientemente en aquella parte de la corteza que había sido objeto de una extirpación. Los Centros subcorticales de la corteza está verticalmente organizada, es decir: la mayoría de las células se conectan con otras a través principalmente de vías subcorticales, incluyendo al tálamo. De acuerdo con las lesiones del área talámica los efectos sobre el aprendizaje y la atención se asemejan la localización de las lesiones carecieron de importancia para el aprendizaje o la retentiva, pero lo que se reveló como de fundamental importancia fue la extensión de las lesiones. Cuando la información logro llegar a los niveles superiores del cerebro, pueden formarse las redes neuronales por la enseñanza y el aprendizaje y para que esto suceda debe activarse tres neurotransmisores indispensables que son la Serotonina, Noradrenalina, y la Dopamina