Como es de costumbre durante los días de la Semana
santa, es un tiempo para recordar la Pasión y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, días en los que las familias acuden a los templos religiosos para rezar, pedir o agradecer a Dios por los favores concedidos; este año no fue la excepción, sin embargo en un recorrido por las principales iglesias de las ciudad algunos feligreses aprovecharon la oportunidad para manifestar su inquietud en relación a las antiguas tradiciones, pues aseguran éstas se han ido perdiendo con las nuevas generaciones.
Según la mama Ruth , así la llaman cariñosamente sus familiares, hace más de treinta años los días de Semana Santa eran sagrados “las familias acostumbraban visitar la iglesia para adorar a Nuestro Dios a través de la Eucaristía, hoy en día puedo notar que la juventud no muestra el mismo fervor que sentíamos nosotros a esa edad y prefieren quedarse en casa para ver televisión salir o viajar ”, opinó.
Resaltó que la Semana Santa es considerado un tiempo de reflexión para orar por la Paz de la familia y la humanidad, y que así como ella existen otras personas de la tercera edad que tratan de mantener esas viejas tradiciones, a las que las nuevas generaciones no son muy receptivos hay que hacer lo posible para rescatar la cultura.
Por otro lado, Jova Berrios, comentó que durante su estadía en la iglesia pudo notar que gran cantidad de jóvenes que asistieron a la procesión, al parecer “no han entendido la grandeza y el significado que trae consigo la Semana Santa, algunos estaban concentrados con su celulares como si estuviera presente su cuerpo pero no su corazón y lo hacen por los trabajos de investigación que les dejan en sus colegios”, agregó.
Otro tema abordado por los encuestados tiene que ver con la comida que se consumía durante los Días Santos, donde la presencia del y pescado era lo que servía en los hogares, así como también recordaron que no se realizaba ninguna actividad física los días miércoles, jueves y viernes “para no molestar las costillas de Cristo”.
El mensaje que envía cada una de las personas consultadas a la colectividad, es que deben considerar la Semana Santa como unos días sagrados para reflexionar y asistir “con fe y amor” a la iglesia, sin dejar de lado las tradiciones “que nos hacen recordar quienes somos y de donde venimos”.