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una editorial latinoamericana
Derechos© 2014 Renán Vega Cantor y Felipe Martín Novoa
Derechos © 2014 Ocean Press y Ocean Sur
Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida,
conservada en un sistema reproductor o transmitirse en cualquier forma o por cualquier medio
electrónico, mecánico, fotocopia, grabación o cualquier otro, sin previa autorización del editor.
ISBN: 978-1-925019-37-7
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sur
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A la memoria de Verónica Natalia Velázquez Ramírez, Soren Ulises
Avilés Ángeles, Juan González del Castillo y Fernando Franco
Delgado, jóvenes estudiantes de México, quienes fueron asesinados
por el Estado terrorista de Colombia en la lúgubre madrugada
del primero de marzo de 2008, en un cobarde ataque aéreo
en Sucumbías, Ecuador, realizado desde aviones que partieron
de una base militar de los Estados Unidos.
Índice
Presentación
Notas 249
Índice de mapas
Mapa No. 1. Biodiversidad y riqueza mineral
en .la brecha crítica del Pentágono 70
Mapa No. 2. La brecha crítica del Pentágono
y el despliegue militar de los Estados Unidos 72
Mapa No. 3. Comandos de los Estados Unidos
en el mundo 80
Mapa No. 4. Bases militares en Colombia según
Acuerdo de 2009 106
1
Mapa No. 5. Bases en Colombia y su influencia
en la zona Andina y el Caribe 108
Mapa No. 6. Presencia militar de los Estados Unidos
en Colombia 121
Mapa No. 7. Bases militares de los Estados Unidos
en Panamá 151
Mapa No. 8. Pasos para el reposicionamiento
geopolítico de los Estados Unidos
en América Latina 154
Mapa No. 9. Puntos calientes de biodiversidad
en América 170
Mapa No. 10. Proyecto trinacional de conservación 186
Presentación
Si así eran las cosas hace 70 años, es obvio que hoy son peores, por-
que debe considerarse que en asuntos de petróleo los Estados Uni-
dos dependen del mercado externo.
8 Colombia y el imperialismo contemporáneo ...
Por su parte, Ralph Peters, mayor retirado del Ejército de los Esta-
dos Unidos, afirmó en agosto de 2006, en Armed Forces Journal, una
revista mensual para oficiales y militares:
insectos y roedores. Chile Central (300 mil km 2) se dibuja como el ecosistema medi-
terráneo semiárido, sumando a la imagen del Cono Sur una variedad de especies de
plantas y fauna inusual.
Fuente: Giancarlo Delgado, Biodiversidad, desarrollo sustentable y militarización, Edi-
torial Plaza yValdés, México, 2004, pp. 50-51.
Varios países de América del Sur son fundamentales por los mine-
rales que se encuentran en sus suelos. Entre esos sobresalen Chile,
Perú y Bolivia. En estos países se encuentran las reservas más
grandes de cobre, de litio y de estaño. Chile y Bolivia son países
mineros desde fines del siglo XIX y ahora Perú ha sido incorporado
a la división internacional del trabajo como un nuevo país minero.
Posee unos 40 metales diferentes, siendo el tercer productor mun-
dial de cobre, zinc y estaño y el primer productor del mundo en
plata, quinto en oro y cuarto en plomo. Cori relación a toda América
Latina, Perú es el primer productor de oro, plomo, plata, zinc, ura-
nio y estaño y el segundo productor de cobre, después de Chile. En
cuanto a la plata, Perú posee el 30% de las reservas mundiales. Por
su parte, con un 37% de las reservas, Chile es el primer productor
y exportador mundial de cobre. Con estos datos queda claro que
América Latina no es poca cosa en la lucha mundial por los recursos
y de ahí la prioridad estratégica de los Estados Unidos por asegu-
rarse su control, cosa que hoy se ha tornado algo complicada por la
emergencia de ciertos gobiernos indóciles, que configuran lo que los
ideólogos de Washington denominan el «eje del mal», o «el arco de
la inestabilidad regional».
En estos momentos ha vuelto a cobrar importancia el esquema
colonial de división internacional del trabajo, que se basa en la
explotación minera, de tipo intensivo y depredador, de los países
de América Latina. Esto ha implicado que compañías multinacio-
nales provenientes de Canadá, Europa, China, se estén apoderando
como en los viejos tiempos de la colonia de grandes porciones terri-
toriales del continente, donde se encuentran yacimientos minera-
18 Colombia y el imperialismo contemporáneo ...
Ubre comercio
Una de las principales armas económicas de dominación mun-
dial del capitalismo contemporáneo es el libre comercio, que se
implantó en los últimos 20 años en más de 100 países en el mundo
de diversas formas: mediante los Planes de Ajuste Estructural, a
través de la deuda externa y del fomento de las economías prima-
rias de exportación, con la firma de Tratados de Libre Comercio
entre países imperialistas (encabezados por los Estados Unidos) y
algunos de sus súbditos del Sur.
Como parte del libre comercio sobresale la imposición de Planes
de Ajuste Estructural con sus cláusulas de apertura de mercados,
privatizaciones, desmantelamiento de los Estados, mercantiliza-
ción de todos los servicios públicos, desregulación financiera y vía
libre a las inversiones de las empresas multinacionales. Los Planes
de Ajuste suponen, además, la desindustrialización de los países y
la reprimarización de la economía con el regreso a una vieja divi-
sión internacional del trabajo que se creía superada y que se sus-
tenta en el dogma de las «ventajas comparativas».
El saqueo de los recursos materiales y energéticos de los países
dominados del Sur y del Este se ha institucionalizado a través del
América Latina y Colombia en la geopolítica imperialista 21
Guerra
La hegemonía imperialista de los Estados Unidos se sustenta en su
expansión militar como en ningún otro momento de la historia del
siglo anterior, como lo comprueban sus gastos militares, que doblan
a los de todos los otros países del mundo juntos. Esos gastos milita-
res implican más producción de armas, tanques de guerra, aviones,
armas no convencionales, financiación de servicios secretos, contra-
tación de mercenarios y establecimiento de «pactos» y «alianzas»
con muchos países de los cinco continentes, en los cuales se instalan
bases terrestres, marítimas y aéreas, que son directamente maneja-
das por las fuerzas armadas de los Estados Unidos.
El gasto militar de los Estados Unidos, que se incrementó des-
pués del 11 de septiembre del 2001, es indispensable para que ese
país preserve su condición parasitaria, pues solo mediante la inti-
midación militar puede subordinar y someter a sus potenciales y
reales adversarios, con el claro propósito de asegurar el flujo de
tributos de sus vasallos hacia el corazón del imperio. En estas con-
diciones, la guerra permanente se convierte en una lógica de super-
vivencia para mantener artificialmente su economía y preservar a
toda costa su cuestionada hegemonía. A su vez, ese gasto militar
se financia con la emisión de dólares sin ningún tipo de respaldo,
con los que puede inundar al planeta, para preservar una prospe-
ridad que no se corresponde con la decadencia de su aparato pro-
ductivo y con el predominio del capital financiero y especulativo. 15
En consecuencia, la guerra contra el «terrorismo» no es una política
26 Colombia y el imperialismo contemporáneo ...
sistemática el terror. Las cientos de fosas comunes hasta ahora admitidas por los
asesinos son el testimonio de la acción pacificadora de los intereses imperialistas
que explotan el petróleo y los recursos naturales de esta región.
La manera despiadada como se da muerte a las víctimas ha sido relatada, entre
otros, por un paramilitar que confiesa que allí, en el Putumayo, han despedazado a
sus víctimas con motosierras, han comido de sus carnes y han bebido de su san-
gre dizque para aumentar la ferocidad de estos "heroicos» combatientes contra la
población campesina. Es allí una de las regiones donde opera la Dyncorp, donde
tarnbién está la USAID con un programa que llama MIDAS (Más Inversión para el
Desarrollo Alternativo Sostenible), este nuevo rey rnidas que convierte en oro todo
lo que toca, pero que en su alquimia para convertir la biodiversidad en oro destroza
con motosierra los cuerpos de los pueblos campesinos mientras uno de los líderes
más visible habla en UNASUR de terrorismo.
Retornado a los territorios del sur de Colombia donde la USAID hace presencia
con megaproyectos como los corredores MIDAS de la USAID, con palma africana,
cacao, y demás cultivos que erradican la biodiversidad alimentaria de los pueblos
campesinos erradicando a su vez a los mismos habitantes, a sus gallinas, a sus
semillas, a sus niños y niñas, encontramos que es esta misma USAID la que siempre
ha estado INVIRTIENDO en procesos electorales, en partidos políticos, en organiza-
ciones de la sociedad civil, y en el fortalecimiento de regímenes políticos serviles
llamados "democráticos», tal como lo anuncia profusamente en sus propias páginas
en internet.
¿Es un hecho al azar el que las botellas de agua que se venden en la zona
controlada por los ejércitos mercenarios en el Putumayo, allí por donde empezó el
plan Colombia, lleven impresa la imagen corporativa de la USAID? Mientras la USAID
auspicia el embotellamiento de agua, las poblaciones recogen agua lluvia para el
consumo y carecen de servicio eléctrico y de alcantarillado.
Fuente: Humberto Cárdenas Mota, Colombia: la acumulación de capital y el
terrorismo de las motosierras, en (http://www.biodiversidadla.org/contenVview/
full/51986).
estar luchando con -no contra- los narcotraficantes. En realidad, laCIA parece
tener una afinidad irresistible con los capos de la droga.
Fuente: Declaraciones del militar estadounidense Stan Goff, quien por más de 20
años sirvió en tareas de entrenamiento de fuerzas especiales en países latinoame-
ricanos y que en 1992, en Tolemaida (Colombia), entrenó tropas en doctrina con-
trainsurgente. Citado en Deuda con la humanidad. Paramilitarismo de Estado en
Colombia, 1988-2003, Cinep, Bogotá, 2004, p. 433.
Hoy puede apreciarse con claridad que uno de los objetivos del
Plan Colombia era el de fortalecer la capacidad bélica del Estado
colombiano, no solo para enfrentar al movimiento insurgente sino
también para contar con uno de los ejércitos mejor armados del
continente, como lo es en la actualidad. Eso se puede mostrar con
unos pocos datos, de por sí muy reveladores: entre 1998 y 2008,
unos 72 000 militares y policías de Colombia fueron adiestrados
por personal de los Estados Unidos, lo que hace que Colombia sea
el segundo país del mundo, después de Corea del Sur, en recibir
este tipo de entrenamiento; en la actualidad operan en territorio
colombiano 1 400 militares y contratistas (un eufemismo de mer-
cenarios) de los Estados Unidos, cuando a comienzos del Plan
Colombia se había dicho que solamente serían 400; la Embajada de
los Estados Unidos ha crecido de tal manera en cantidad de per-
sonal administrativo, militar y de espionaje que es la quinta más
grande del mundo; el Plan Colombia había costado hasta el2008 66
126 millones de dólares, incluyendo el aporte de Estados Unidos y
el dinero dado por el gobierno de Colombia. 1
Esa fue la primera fase, el Plan Colombia propiamente dicho.
La segunda fase consistió en llevar la guerra interna de Colom-
bia más allá de nuestras fronteras para involucrar a los países
vecinos, como en efecto ha sucedido. Y la tercera fase es la de la
1
guerra preventiva, la típica doctrina nazi-estadounidense posterior
al 11 de septiembre, que se ha puesto en práctica en los últimos
años, y cuyo hecho más resonante fue el ataque aleve y criminal
Recuento histórico de las relaciones entre la oligarquía... 43
1
[... ]el Plan Colombia, y sus otros anexos, es el mayor proyecto
geoestratégico que se haya trazado para recolonizar América
Latina» y la militarizacióp ha sido «el mecanismo prioritario de
Recuento histórico de las relaciones entre la oligarquía... 45
1
grandes problemas que asediab~~a nuestra socieda~, principal-
mente los relacion~dos con el monopolio terrateniente del suelo.
Ante la creciente ola de inconformidad de los labriegos y colonos
pobres, que se organizaron en ejércitos de autodefensa campesina
para protegerse de las Fuerzas Armadas del Estado y de los sica-
rios privados, el régimen conservador reforzó su dependencia de
los Estados Unidos.~L3lc~~Y11!1:tl!r<lpropicia se presentó durante la
_ Guerrél_~e-~<:::_orea (19?0-195~l:_~~~!<Ot_~:~a.ción de un contingente que
__fg~~lJill!!I~_é!9g~C::()!l_~_l!21IlPr~.~<ie BéJ.tallón ColombiéJ. y el enví()__de~
S()lslados J:lacionales_élJ>elear atél.lllejéJ!laS ,t:~rras. A cambio de ese
hecho, avalado por su abierto anticoml!J:lis1n.o, los Estados Unidos
y el gobierno colombiano sellarol!c_ un~te~e.P.l:'..<?E>éléi!i~a mili~_éir,
que se manifestaría en lo sucesivo en la conversión de nu~~~<:)país_
en un peón incondicional del imperialismo. / ,· ~
hec~().S1l:!!~ra d 11ra:t:~:~_ml1Sh()_!i~g:tpg__ysQE.~ti!11Y~-u:r.t~..Yerdagera
calumnia, repetida como una letanía ciertos medios periodís-
ti~~;-~-~~t;~~i~~ada 9 de abril: Fidel Castro fue culpabilizacJ.c)1~1
haber participado en el asesinato de Gaitán, y presentaron como
prueba una foto suya en Bogotá, cuando como dirigente estudiantil
mg:tici:paba .~!l1,1!13!..r~1111i§J:l.~C·QDJ!1l~lltp.J.d~ e_stgd!ml!~~<:I!.:l~ ?~§l(Jl1i>.
en for~~Pa!~l~J~ a la Confere11cia Panamericana, e11 abril de 1948.5
La acción colombiana con relación a Cuba en el seno de la OEA
para lograr la expulsión de la isla irredenta fue tan vergonzosa que
todavía en algunas páginas de los periódicos latinoamericanos y de
Internet se pueden leer comentarios de este tenor:
dada por la mayor parte de países miembros del TIAR, pero no fue
apoyada por Colombia, Chile, Trinidad Tobago y, por supuesto,
el dueño del circo, los Estados Unidos, país que, como es apenas
obvio, respaldó a Gran Bretaña. Chile tenía litigios fronterizos con
Argentina, que casi los llevan a la guerra, y en plena dictadura de
Pinochet no iba a apoyar la solicitud hecha por su incomodo vecino
al TIAR. Trinidad Tobago se abstuvo por sus vínculos históricos
con el Reino Unido, de la que fue colonia durante mucho tiempo.
Pero Colombia, ¿qué podía argüir para oponerse a la solicitud de
la Argentina? Nada sustancial, solo su postración a los intereses de
los Estados Unidos, que se alinearon sin titubear con el gobierno
inglés de Margaret Thatcher. Por tal actitud, en ese momento a
Colombia le fue aplicado, con toda razón, el calificativo de «El Caín
de América Latina».9
Negar a una parte los elementos que no tiene y sin los cuales
no puede sostener su pretensión cuando la contraria abunda en
ellos es lo mismo que condenarla a que se someta, y en nuestra
guerra con España, es destinarnos al suplicio, mandarnos exter-
minar. El resultado de la prohibición de extraer armas y muni-
ciones califica claramente esta parcialidad.
Con este tratado se abrieron de par en par las puertas del Istmo a
los Estados Unidos, lo que significaba algo así como dejar la casa
al cuidado del ladrón, si se tienen! en cuenta los nefastos antece-
dentes de expansión agresiva de aquel país, que había arrebatado
Recuento histórico de las relaciones entre la oligarquía... 55
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A. E. Ceceña (compiladora), Hegemonías y emancipaciones en el siglo XXI, CLACSO, Buenos
Aires, 2004, p. 51.
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Fuente: Ana Ester Ceceña, «Estrategias de construcción de una hegemonía sin límites>>, en
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Aires, 2004, p. 51.
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La estrategia militar de los Estados Unidos... 81
los Estados Unidos; y, las bases micro, sitios de tránsito que se usan
para permitir el avituallamiento de los aviones, los que luego des-
pegan hacia sus objetivos, como ejemplo de lo cual puede mencio-
narse la base de !quitos, en el Perú. 20
Dada esta diversidad de bases, se genera el infundio que no son
de los Estados Unidos sino de los países y que los acuerdos mili-
tares son asunto bilateral entre dos Estados, aparentemente igua-
les, como lo formuló el entonces presidente de Costa Rica, Osear
Arnulfo Arias, al respaldar la imposición de las bases estadouni-
denses en suelo colombiano. Desde luego, este sofisma quiere dar
a entender que no hay una intervención imperialista que viola la
soberanía nacional de un país, tolerada por supuesto por las clases
dominantes de ese territorio, sino porque lo solicita el país receptor.
En esta perspectiva falaz, los Estados Unidos acuden al llamado
de ayuda para proteger a los países, con toda la magnanimidad y
espíritu de justicia que le caracteriza, del embate de los malvados
del mundo. Al margen de tal falacia, son bases estadounidenses
que controla y maneja personal de ese país, y en las cuales el grado
de intervención de las autoridades del país huésped es nulo, por no
decir que operan como simples sirvientes de sus amos militares del
imperialismo.
ros que no le hagan asco a ese verbo de cinco letras tan sucio y
desagradable: matar».4
Lo que se avizora en Colombia con la presencia de mercenarios
privados al servicio de las fuerzas armadas de los Estados Unidos
no es nuevo para los lugares más ultrajados del mundo, en donde
las guerras son el pan de cada día y el saqueo de sus bienes comu-
nes y de su población corre por cuenta de esos criminales. Al res-
pecto, en Sudáfrica, donde en el 2006 se prohibió la presencia de
mercenarios en su territorio, se afirmaba:
Mapa No. 4
Bases militares en Colombia según Acuerdo de 2009.
OceanoAtfántico
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Mapa No. S
Bases en Colombia y su influencia en la zona Andina
y el Caribe.
interés puede continuar por las rutas alternativas, lo cual requiere de una red de
bases militares con potencial de interacción.[ ... ] En los criterios para determinar la
posición geográfica de las bases en América del Sur, el Pentágono no solo considera
las operaciones de movilidad intra-continental sino también la inter-continental, en
cuanto al potencial transporte pesado de elementos bélicos desde el mismo territo-
rio continental de Estados Unidos, en este caso hacia Africa [... ]
La reactivación del USAFRICOM en combinación con la oportuna Guerra contra
el Terrorismo Global, y la instalación de las bases estadounidenses combinadas en
Colombia, sugiere que Africa y la región septentrional de América del Sur podría ser
vista como dos de las campañas de guerra, que requerirán una capacidad significa-
tiva de movilidad militar.
Fuente: Gustavo Herren, Colombia y la «movilidad» mi!ítar de Estados Unidos en
América del Sur y África, en (http://www.argenpress.info/2009/08/colombia-y-la-
movilidad-militar-de.html).
Radares de vigilancia
Se comenzaron a implementar por parte del Comando Sur, luego
de su salida de la base Howard, en Panamá, y el traslado de sus
cuarteles generales a Dade Country, Florida, en 1999. Para su ins-
talación, Estados Unidos recurrió al pretexto de necesitar un sis-
tema de vigilancia antinarcóticos, capaz de monitorear el Caribe y
el Pacífico. Después, con el Plan Colombia, el discurso antinarcóti-
cos se fue mezclando con la prédica antiterrorista como una típica
estrategia contrainsurgente. A partir de ese instante, los radares se
convirtieron en un sistema de vigilancia y monitoreo de los movi-
mientos de la guerra en Colombia y sus alrededores. A continua-
ción se describen los principales radares que se encuentran en
territorio colombiano:
• Isla de San Andres y Rioacha: radar que opera como parte del
programa de radares QBRN («Red de Radares de la Cuenca
del Caribe») y fue entregado 1al gobierno de Colombia al
cumplirse el vigésimo aniversario del acuerdo de coopera-
ción militar entre Washington y Bogotá -que fue suscrito
Colombia: un portaaviones terrestre de los Estados Unidos 117
• San José del Guaviare: este radar opera dentro del programa
de radares QBRN y fue entregado a Colombia en el2009.
• Radar y Base Subterránea de Leticia: en la década de 1990 se
empezó a utilizar esta área por la Fuerza Aérea de los Esta-
118 Colombia y el imperialismo contemporáneo ...
Mapa No.6
Presencia militar de los Estados Unidos en Colombia.
Fuente: (http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article53325).
122 Colombia y el imperialismo contemporáneo ...
afectaron el comercio entre los dos países, inclusive porque los Estados Unidos son
el principal mercado para la producción de energía de Venezuela. Pero constituye
motivo de preocupación, en Washington, el hecho de que Venezuela haya comen-
zado a exportar petróleo hacia China, que busca más y más fuentes de energía, a
fin de atender el impetuoso crecimiento económico, y se tornó su principal socio en
América del Sur.
Venezuela, Bolivia y Ecuador poseen importantes reservas de gas y petróleo.
De acuerdo con la Energy lnformation Administration, de los Estados Unidos, Vene-
zuela, uno de los diez mayores productores de petróleo del mundo, posee reservas
comprobadas de 80 mil millones de barriles y produjo cerca de 2,8 millones bpd,
en 2006. Bolivia posee la segunda mayor reserva de gas natural, en América del
Sur, después de Venezuela. Los recursos naturales en la región de Santa Cruz de
la Sierra, son estimados en 2,8 trillones de pies cúbicos de gas de los 26,7 trillo-
nes de reservas probadas de Bolivia. Sumadas a las probables, el volumen sube a
48,7 trillones de pies cúbicos. Las reservas de petróleo de Ecuador, el quinto mayor
productor sudamericano, son estimadas en 4,5 mil millones y sus exportaciones
sumaron 376 000 bpd, en 2006.
Fuente: Luis Alberto Moniz Bandeira, La importancia geopolítica de América del Sur
en la estrategia de los Estados Unidos, en (http://www.laondadigital.com/laonda/
laondal408/a3 .htm).
La reactivación de la IV Flota
Como si no le bastara con las bases y presencia directa en impor-
tantes regiones de América Latina, los Estados Unidos reactivó
la IV Flota para ampliar su injerencia directa en el continente. Es
significativo, como para tener en cuenta la importancia que los
Estados Unidos le atribuyen a América Latina, que esta flota haya
«revivido» después de 58 años, puesto que había sido desmante-
lada apenas finalizó la Segunda Guerra Mundial. Así, fue reestable-
cida el primero de julio de 2008 para operar en aguas y territorios
adyacentes de América Central y del Sur, incluyendo el Caribe.
En la justificación para restablecerla se señala que esta flota:
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del Norte, inte91'ada por México, Canadá y los Estados Unidos, con
el fin de «profundizar» el TLCAN), Iniciativa de Seguridad de la
Cuenca del Caribe (por medio de la cual los Estados Unidos con-
trolan a sus anchas el Mar Caribe, en aras de combatir el crimen),
aparecen representados en el Mapa No. 8, en donde pueden apre-
ciarse gráficamente todos los pasos geoestratégicos que han dado
los Estados Unidos con miras a su reposicionarniento en el centro y
sur del continente latinoamericano.
Mapa No. 8
Pasos para el reposicionamiento geopolítico de los Estados Unidos
en América Latina.
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Fuente: Ana Esther Ceceña et al., El Gran Caribe. Umbral de la geopolítica mundial, Observa-
torio Latinoamericano de Geopolítica, Quito, 201 O, p. 65.
Colombia, eslabón esencial de la estrategia militar... 155
Mapa No 9.
Puntos calientes de biodiversidad en América.
OCEANO
ATLÁNTICO
OCEANO
PACÍFICO
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l 2- BOSQUES MADREANO l
i 3- MESOAMÉRICA ~
¡4- TUMBES-CHOCÓ-MAGDALENA !
i 5- ANDES TROPICALES ¡
j 6- CHILE CENTRAL
l 7- MATA ATLÁNTICA O 2,000 mi
i 8- EL CERRADO O 2,000 km
por empresas implicadas con grupos paramilitares que están perfectamente iden-
tificadas.
El caso ilustra de buena manera la aplicación concreta de la política agraria
concebida como estrategia de control militar en cerca de 100 mil hectáreas. Esa
relación entre violaciones de derechos humanos, vía judicialización, y exacerbación
de los medios para lograr sus fines. Así, por ejemplo, el nombramiento de un espa-
cio territorial o nombrarlo equívocamente, posibilita ocultar la ocurrencia de críme-
nes de lesa humanidad. Hablar del Urabá, del Sur de Urabá, es obviar la criminalidad
estatal en los territorios colectivos, que es conocida nacional e internacionalmente.
Se asegura discursivamente las inversiones; es parte de la «confianza inversionista»
de la que habla Uribe.
Pero también, el uso del discurso verde, enmascara la violencia y la impunidad,
justificando la inversión empresarial. El crimen se viste «de verde>> en el agronego-
cio de los agrocombustibles que Uribe llama biocombustible o biodiesel. Tal dis-
curso verde encubre los daños ambientales en una región concebida conío Zona de
Reserva Forestal.
El discurso institucional se asienta en la idea del progreso, del desarrollo, ase-
gurado por la militarización, la confianza inv.ersionista en el «Estado comunitario>>.
Aquel estadio donde la comunidad se hace sujeto de deberes, de responsabilidad en
la seguridad y la economía, donde se usa de está, donde se coloniza su mente, su
voluntad para disponer de la existencia territorial para los agronegocios.
Desconociendo públicamente que durante los últimos 14 años se ha desatado
un plan sistemático de exterminio con la pretensión de que luego del despojo vio-
lento, se inició la colonización empresarial, protegida por el paramilitarismo y la
fuerza pública, con la finalidad de imponer una economía a gran escala, basada en
agronegocios de palma, de banano, de ganadería extensiva, extracción minera, y de
obras de infraestructura eléctrica y vial con altísimos costos humanos, el exterminio
de comunidades originarias, y con daños ambientales irreparables en la Zona de
Reserva Forestal del bajo Atrato
Fuente: <<Colombia: La obsesión de Uribe frente a la palma del Curbaradó y Jigua-
mandó>>, Redes Cristianas, Justicia y paz Colombia, 24 de mayo de 201 O.
Mapa No.10
A manera de conclusión
En este capítulo hemos mQstrado el funcionamiento práctico de
tres modelos relacionados en forma directa con las nuevas formas
de P.ominación imperialista. Para empezar, los grandes proyectos
de la industria agrícola mundial, bajo el discurso del desarrollismo
sostenible, generan un ordenamiento territorial en todo el orbe,
que está determinado por las políticas alimenticias del Banco Mun-
dial, que favorecen a las transnacionales agroindustriales y buscan
la implantación de inmensos monocultivos, como se ejemplifica en
la Orinoquía colombiana, en donde se habla de millones de hectá-
reas dedicadas a los agronegocios.
Esto, además, se vincula con la estrategia de privatización de la
tierra como fin del conflicto armado a través de la Política Nacio-
nal de Consolidación Territorial (PNCT) en áreas del Centro de
Coordinación y Atención Integral (CCAI) por intermedio del Con-
sejo Nacional de Seguriciad, liderado por el alto mando castrense.
En últimas, está en marcha la legalización de tierras obtenidas
mediante la violencia paramilitar, un hecho evidente a partir de
los programas de USAID y el Departamento para la Prosperidad
Social (antigua Acción Social), el acondicionamiento de población
desplazada a los proyectos agroindustriales en las diferentes regio-
nes del país como modelo de paz, como fue el caso del proyecto
214 Colombia y el imperialismo contemporáneo ...
continúa convirtiendo en oro todo lo que toca. Estos territorios hacen parte del corre-
dor Macizo/Putumayo, uno de los seis corredores MIDAS definidos por la USAID; en
otras palabras, además del molibdeno y tantas otras riquezas, un corredor de agua
y petróleo[ ... ]
Fuente: Humberto Cárdenas Mota, El amor a la humanidad de los hombres de
rapiña, 2007, copia a máquina, disponible en (http://www.bibliocomunidad.com/
web/libros/EI%20amor%20a%201a%20humanidad%20de%201os%20hombres%20
de%20rapina.pd~.
totat solo poseían el 1,7% de los predios. Todo esto puede resu-
mirse con un dato contundente de los últimos años: la monopoliza-
ción de la tierra, expresada en el coeficiente Gini, pasó del 0.83 en
2003 al 0.87 en 2009, lo que en buen romance quiere decir que cada
día se concentra más la propiedad de la tierra en menos manos. 3
Somos la nación más desigual del Suramérica. Le ganamos a Brasil, que tiene
favelas, y a Perú, que cuenta con carritos sangucheros y Tigresas del Oriente. Venci-
mos hasta a Ecuador, donde nos admiran como si fuéramos alemanes.
Y es una labor mancomunada donde se evidencia que en este país la lucha de
clases es más bien un trabajo en equipo. No habría desigualdad si los pobres no
pusieran lo suyo, que ya es hora de que les demos el crédito que se merecen. Si
no les pagáramos $20 000 pesos el día de trabajo a las empleadas de servicio, ni
menos del mínimo a los practicantes, este honroso tercer lugar no sería posible. ¿En
qué puesto estaríamos si hiciéramos una justa repartición de tierras y mejoráramos
el transporte público?
Tercer lugar, bronce mediocre. Desde ya nuestros bancos, nuestros empresa-
rios, nuestro Gobierno, trabajan por el oro. No será fácil, la liga española apunta a
lo mismo.
Fuente: Adolfo Zapata Durán, La copa del burro, 4 de noviembre de 2011, en (http://
www.lacopadelburro.com/2011 /11 /desiguales.html).
niebla>>. Esto se proyecta a los medios. Hoy tenemos un desafío para los estudiosos:
analizar cómo se ha proyectado ese imperio de «noche y niebla» en el mundo de la
«información», de la «comunicación».
Fuente: Javier Giralda, El paramílítarismo en Colombia, ayer y hoy, 19 de marzo de
2003, en (http:!/www.javiergiraldo.org/spip. php?article 77),
rido tales ribetes de impunidad que ahora para ser elegido a los
altos cargos del Estado no se necesita presentar una intachable hoja
de vida, sino tener un interminable prontuario criminal.
14. Damien Millet, Daniel Munevar & Éric Toussaint: Las cifras de la deuda
2012, Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo, s.f., p. 16.
(Un rnillardo equivale a mil millones de dólares).
15. Ramón Fernández Durán: Capitalismo financiero global y guerra permanente.
El dólar, Wall Street y la guerra contra Irak, Editorial Virus, Barcelona, 2003.
16. Naomi Klein: La doctrina del shock. El auge del capitalismo del desastre, Edito-
rial Paidós, Barcelona, 2007.
11. Citado en Philip Foner: Historia de Cuba y sus relaciones con Estados Unidos,
Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1973, tomo 1, p. 169.
12. José Antonio Páez: Memorias del general José Antonio Páez, autobiografía, Edi-
torial América, Madrid, 1916, pp. 455A56.
13. Citado en Germán A. de la Reza: <<El Congreso Anfictiónico de Panamá.
Una hipótesis complementaria sobre el fracaso del primer ensayo de inte-
gración Latinoamericana>>, en Araucaria, Revista Iberoamericana de Filosofía,
Política y Humanidades, No. 10, segundo semestre de 2004.
14. <<Tratado general de paz, amistad, navegación y comercio. Bogotá, 12 de
diciembre de 1846. Canjeadas las ratificaciones en Washington ellO de
junio de 1848. Promulgado el 16 de agosto de 1848>>, Gaceta Oficial, No.
1.001, agosto 27 de 1848. (Énfasis nuestro).
15. Ver: Renán Vega, Sandra Jáuregui y Luis Carlos Ortiz: El Panamá colom-
biano en la repartición imperialista, Ediciones Pensamiento Crítico, Bogotá,
2003.
16. Ovidio Díaz Espino: El país creado por Wall Street. La historia no contada
de Panamá, Editorial Planeta, Bogotá, 2003; Olmedo Beluche: La verdadera
historia de la separación de 1903. Reflexiones en torno al Centenario, Editorial
ARTICSA. Panamá, 2003.
17. Citado en Carlos Pereyra: Breve historia de América, Editorial Aguilar,
Madrid, 1930, pp. 662. (Énfasis nuestro).
18. Citado en José Fernando Ocampo: <<Estados Unidos y Colombia: raíces de
la actual injerencia norteamericana>>, en (http:/ jwww.moir.org.co >Blogs).
19. Citado por Jorge Sánchez Camacho: Marco Fidel Suárez, biografía, Imprenta
del Departamento, Bucaramanga, 1955, p. 125.
20. Jorge Eliécer Gaitán: La masacre de las bananeras, Editorial Pepe, Bogotá, s-f.
15. Citado por M. Chossudovsky, op. cit.; James M. Roberts and Ray Walter:
American Leadership Necessary to Assíst Haití After Devastatíng Earthquake,
Fundación Heritage, 14 de enero de 2010.
16. María Castro: <<Haití: el negocio capitalista de la <<reconstrucción»», en
(http:/ jwww.elmilitantecolombia.org/ ... j295~haiti-el-negocio-capita
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17. Félix Flores: <<Haití busca soluciones para dar aire a su arruinada econo-
mía>>, en (http:/ jwww.lavanguardia.es/ ... ).
18. María Castro, op. cit.
19. FRENADESO: <<Panamá: Mapa de las 11 bases aeronavales al servicio de
los gringos>>, en (http:/ jwww.kaosenlared.net/ .. .jpanama-mapa-11-ba-
ses-aeronavales-servicio-gringos).
20. <<EE.UU. inicia la ocupación militar de Costa Rica con el pretexto de la lucha
contra el narcotráfico. El gobierno costarricense traiciona a su pueblo>>, en
(http:/ jwww.liberacionahora.wordpress.com/ .. . j eeuu-inicia-la-ocupa-
cion-militar-de-costa-rica-con-el-pretexto-de-la-lucha-contra-el-narcotra-
fico-el-g ... ).
21. Atilio Boron: <<Otra ocupación militar de Estados Unidos. Costa Rica ¿Por
qué desembarcan los marines en Costa Rica?>>, en (http:j jwww.redjedi.
foroactivo.net/ centroamerica-militar ... j otra-ocupacion-militar-de-esta-
dos-unidos-costa-rica-t4245.htrn).
22. Citado en <<Nuestra guerra de cuarta generación>>, en (http: j / www.aporrea-
los.com/ forum/ viewtopic.php ?t=32861 ... ).
23. Nos hemos basado en Manuel Freytas: <<Guerra de Cuarta Generación:
Cuidado, su cerebro está siendo bombardeado-Parte!», en (http:/ jwww.
iarnoticias.com/ ... j 0019_guerra_cuarta_generacion_21mar06.htrnl-).
24. Ibíd.
25. Jutta Schmitt: <<Guerra de Cuarta Generación: Trastornando nuestras
mentes hacia la sumisión total», en (http:/ jwww.aporrea.org/tiburonj
a85399 .htrnl).
26. Eliades Acosta Matos: Imperialismo del siglo XXI: las guerras culturales, Casa
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Bibliografía básica 263
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ESTUDIANDO LA CONTRAINSURGENCIA DE ESTADOS UNIDOS
Manuales, mentalidades y uso de la antropología
Gilberto López y Rivas
El grotesco maquillaje cultural de la antropología contrainsurgente y la
política de violencia perpetrada por los aparatos estatales imperialistas,
con el propósito de infundir terror y violar las normas del derecho interna-
cional, son caracterizadas de forma magistral en las páginas de este libro.
88 páginas, 2013, ISBN 978+925019-04-9