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Las anomalías cromosómicas pueden heredarse de uno de los padres (tal como
una translocación) o ser "de Novo" (nueva al individuo).
enfermedades y tipo de anomalía cromosómica implicada
se presentan cuando ocurre un error en la división celular. Hay dos tipos de
división celular, la mitosis y la meiosis.
La mitosis da lugar a dos células que son duplicados de la célula original. Una
célula con 46 cromosomas se divide y se convierte en dos células con 46
cromosomas cada una. Este tipo de división celular ocurre en todo el cuerpo,
salvo en los órganos reproductivos. Ésta es la manera en la que la mayoría de
las células que forman nuestro cuerpo se elaboran y reemplazan.
La meiosis da lugar a células con la mitad del número de cromosomas, 23, en
vez del número normal de 46. Éste es el tipo de división celular que ocurre en
los órganos reproductivos, que da lugar a los óvulos y espermatozoides.
En ambos procesos, se prevé que las células producidas tengan el número
correcto de cromosomas. Sin embargo, errores en la división celular pueden dar
lugar a células que tengan demasiadas copias de un cromosoma o no
suficientes. También pueden ocurrir errores durante la duplicación de los
cromosomas.
Los siguientes son otros factores que pueden aumentar el riesgo de las
anomalías cromosómicas:
Edad materna: Las mujeres nacen con todos los óvulos que tendrán para toda la
vida. Algunos investigadores creen que pueden surgir errores en el material
genético de los óvulos a medida que envejecen. Las mujeres mayores de 40
años tienen un riesgo más alto que las mujeres más jóvenes de dar a luz a
bebés con anomalías cromosómicas. Debido a que los hombres producen
nuevos espermatozoides durante toda su vida, la edad paterna no aumenta el
riesgo de las anomalías cromosómicas.
Medio ambiente: Aunque no hay pruebas concluyentes de que factores
medioambientales específicos causen anomalías cromosómicas, todavía es
posible que el medio ambiente pueda desempeñar un papel en el surgimiento de
errores genéticos.
El síndrome de Down es una afección en la que la persona tiene un cromosoma
extra. Los cromosomas son pequeños “paquetes” de genes en el organismo.
Determinan cómo se forma el cuerpo del bebé durante el embarazo y cómo
funciona mientras se desarrolla en el vientre materno y después de nacer. Por lo
general, los bebés nacen con 46 cromosomas. Los bebés con síndrome de Down
tienen una copia extra de uno de estos cromosomas: el cromosoma 21. El término
médico de tener una copia extra de un cromosoma es ‘trisomía’. Al síndrome de
Down también se lo llama trisomía 21. Esta copia extra cambia la manera en que
se desarrollan el cuerpo y el cerebro del bebé, lo que puede causarle tanto
problemas mentales como físicos.
Aun cuando las personas con síndrome de Down pueden actuar y verse de
manera similar, cada una tiene capacidades diferentes. Las personas con
síndrome de Down generalmente tienen un coeficiente intelectual (una medida de
la inteligencia) en el rango de levemente a moderadamente bajo y son más lentas
para hablar que las demás.
Hay tres tipos de síndrome de Down. Por lo general no se puede distinguir entre
un tipo y el otro sin observar los cromosomas porque las características físicas y
los comportamientos son similares:
Otros problemas
Muchas personas con síndrome de Down tienen los rasgos faciales típicos y
ningún otro defecto de nacimiento mayor. Sin embargo, otras pueden tener uno o
más defectos de nacimiento mayores u otros problemas médicos. Algunos de los
problemas de salud más comunes entre los niños con síndrome de Down se
enumeran a continuación.2
Pérdida auditiva.
Apnea del sueño obstructiva, que es una afección en la que la persona deja
de respirar temporalmente mientras duerme.
Infecciones de oído.
Enfermedades de los ojos, como cataratas, y problemas de los ojos que
requieren anteojos.
Defectos cardiacos presentes desde el nacimiento.
Otros problemas de salud menos comunes entre las personas con síndrome de
Down incluyen:
Diagnóstico
Hay dos tipos básicos de pruebas disponibles para detectar el síndrome de Down
durante el embarazo. Las pruebas de detección son uno de los tipos, y las
pruebas de diagnóstico son el otro. Las pruebas de detección les pueden indicar a
la mujer y a su proveedor de atención médica si el embarazo tiene un riesgo
menor o mayor de estar afectado por el síndrome de Down. Por lo tanto, las
pruebas de detección ayudan a decidir si se podría necesitar hacer una prueba de
diagnóstico. Las pruebas de detección no proporcionan un diagnóstico absoluto,
pero son más seguras para la madre y para el bebé. Las pruebas de diagnóstico
por lo general pueden detectar si el bebé tendrá el síndrome de Down o no, pero
pueden implicar mayor riesgo para la madre y el bebé. Ni las pruebas de detección
ni las de diagnóstico pueden predecir el impacto completo que tendrá el síndrome
de Down en el bebé. Nadie puede predecir esto.
Pruebas de detección
Una nueva prueba que está disponible desde el 2010 para la detección de ciertos
problemas cromosómicos, incluido el síndrome de Down, analiza la sangre de la
madre a fin de detectar los pequeños pedazos del ADN del bebé en gestación que
circulan por la sangre de la madre. Esta prueba se recomienda para las mujeres
que tienen más probabilidades de tener un embarazo afectado por el síndrome de
Down. Esta prueba normalmente se lleva a cabo en el primer trimestre (los
primeros 3 meses del embarazo) y cada vez está más ampliamente disponible.
Pruebas de diagnóstico
Las pruebas de diagnóstico suelen hacerse para confirmar el diagnóstico de
síndrome de Down después de que se hayan obtenido resultados positivos en una
prueba de detección. Los tipos de prueba de diagnóstico incluyen:
Tratamientos
El síndrome de Down es una afección que dura toda la vida. Los servicios que se
proporcionan temprano suelen ayudar a los bebés y a los niños con síndrome de
Down a mejorar sus capacidades físicas e intelectuales. La mayoría de estos
servicios se centran en ayudar a los niños con este síndrome a desarrollarse a su
máximo potencial. Estos servicios incluyen terapia del habla, ocupacional y física,
y generalmente se ofrecen a través de los programas de intervención temprana de
cada estado. Los niños con síndrome de Down también podrían necesitar ayuda o
atención extra en la escuela, aunque a muchos de estos niños se los incluye en
las clases regulares.
Referencias