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Revolución rusa (Fitzpatrick):

DATO: directamente resumí los subcapítulos de cada capítulo. Si se fijan,

todos empiezan con una introducción que engloba todos los temas, así que

eso lo dejé de lado. Espero les sirva.

Capítulo 2: 1917, las revoluciones de febrero y octubre.

Revolución de febrero y poder dual

En la última semana de febrero la crítica situación llevó a las calles una multitud que no

pudo ser disuelta por las autoridades. La respuesta ante esta crisis por parte del

Emperador Nicolás II (que estaba ausente) fue que estos desórdenes deberían repelerse

de inmediato, pero la policía se desintegraba y las tropas que debían controlar a la

muchedumbre en Petrogrado comenzaron a confraternizar con esta. Ante esta situación, el

comando del Ejército buscó junto con la Duma una solución política y esta fue sugerirle al

Emperador que abdicara, lo cual aceptó. Tras llegar a la capital, él y su familia fueron

puestos en arresto domiciliario, hasta que en 1918 con el estallido de la guerra civil él y su

familia fueron ejecutados.

Su hermano, el Gran Duque Miguel, había declinado la invitación de suceder a su

hermano, por lo que al no haber heredero Rusia había dejado de ser una monarquía. Se

decide entonces que la forma de una asamblea constituyente determinaría la nueva forma

de gobierno y que entre tanto un “gobierno provisional” se haría responsable. Este no

tenía mandato electoral y su autoridad derivaba de la ya extinguida Duma. Las potencias

aliadas lo reconocieron de inmediato. Sin embargo, este gobierno tenía un competidor. La

“revolución de febrero” había producido otra autoridad autoconstituida, el soviet de

Petrogrado. Así, surgió una relación de “poder dual” entre el gobierno provisional y el

soviet.
Durante los primeros meses, el gobierno provisional estaba integrado básicamente por

liberales, mientras que el soviet estaba dominado por intelectuales socialistas. Kerensky

actuaba de enlace entre ambas instituciones. Los socialistas del soviet pretendían ser

custodios del gobierno provisional, protegiendo los intereses de la clase trabajadora hasta

que la revolución burguesa concluyese. Se consideraba que el “poder real”, el del pueblo,

estaba en manos del soviet.

Relación entre ambas autoridades:

Aunque los líderes del soviet actuaban con cautela e incertidumbre ante esta unión con la

burguesía, los obreros, soldados y marineros que constituían sus filas no eran tan

cautelosos. Tan así que el 1 de marzo se propaló la “orden número 1” en nombre del

soviet de Petrogrado, la cual era un documento revolucionario que afirmaba el poder del

soviet. Esta afirmaba que ninguna orden del gobierno referida a las fuerzas armadas sería

considerada válida sin la aprobación del soviet. Este documento tenía fuertes

connotaciones de “guerra de clases” (ideología marxista) y presagiaba la forma menos

practicable de poder dual, ya que los reclutados para servir en las fuerzas sólo conocían la

autoridad del soviet, mientras que la oficialidad sólo reconocía a la del gobierno

provisional. El comité ejecutivo del soviet hizo cuanto pudo por no comprometerse con la

postura de la “orden número 1”.

Había conflictos recurrentes entre el comité ejecutivo del soviet y el gobierno provisional

en materia de política laboral y reclamos de tierras, como así también desacuerdos por la

participación de Rusia en la guerra. Mientras que el provisional continuaba comprometido

con el esfuerzo bélico, el comité del soviet adoptó una posición defensista, oponiéndose a

los objetivos bélicos anexionistas y tratados secretos. Dentro del soviet la postura era más

simple y drástica: basta de pelear, salir de la guerra, regresar las tropas a casa.

Durante la primavera y el verano la relación entre ambas autoridades fue intensa, íntima y
pendenciera. El vínculo logró estrecharse en mayo cuando el gobierno provisional se

transformó en una coalición de liberales y socialistas. Estos últimos no estaban ansiosos de

entrar al gobierno, pero consideraban que debían afianzar el régimen en un momento de

crisis nacional.

Ya a fines de la primavera la hostilidad popular hacia el gobierno provisional burgués

creció. Durante las manifestaciones callejeras comenzó a exigirse “todo el poder a los

soviets”.

Los bolches

Para el momento de la revolución rusa la mayoría de los bolches estaban en el exilio tras el

estallido de la guerra debido a su oposición a la participación de Rusia en la misma y su

idea de que una derrota rusa favorecería los intereses de la revolución (SU revolución).

Lenin y otros integrantes de la comunidad emigrada en la neutral Suiza estaban muy

ansiosos por volver. Hacia fines de marzo partieron hacia Rusia tras negociar con el

gobierno Alemán que le dio oportunidad de cruzar en un tren su territorio (a Alemania le

convenía permitir que revolucionarios rusos que se oponían a la guerra regresaran a Rusia

Antes del regreso de Lenin a Petrogrado un grupo de revolucionarios ya había

comenzado a reconstruir la organización bolchevique y a publicar un periódico.

Para muchos dirigentes del soviet (mencheviques y del SR) consideraban que Lenin podía

causar más de un problema y esperaban su regreso con intranquilidad. Esta fue justificada.

La evaluación que hizo Lenin de la situación política, conocida como las “tesis de abril”, era

belicosa e intransigente. Ya apuntaba a la segunda etapa de la revolución, al

derrocamiento de la burguesía. De ninguna manera se debía respaldar al gobierno

provisional. Predijo también que los soviets serían las instituciones clave en la

transferencia de autoridad de la burguesía al proletariado.

Pese a que los demás bolcheviques respetaban la visión y liderazgo de Lenin quedaron

conmovidos ante las “tesis de abril”. Pero en los meses siguientes, bajo la presión de Lenin,
adoptaron una postura más intransigente que los aisló de la coalición socialista. Pese a que

eran minoría en el congreso, los bolches ganaban cada vez más apoyo popular dada su

creciente fuerza en comités de fábricas, de soldados y marineros de las fuerzas armadas.

También crecía en forma espectacular la afiliación al Partido Bolchevique

Las crisis políticas del verano

Ante el fracaso de la ofensiva rusa en el frente de Galitzia (Polonia), la moral de las fuerzas

acabó por desintegrarse y comenzó un exitoso contraataque alemán que continuó durante

el verano y el otoño. La credibilidad en el gobierno provisional se vio muy dañada y se

tensó aún más la relación entre el gobierno y jefes militares.

A comienzos de julio se dio la retirada de los ministros liberales del gobierno provisional,

junto con la cabeza del mismo que era el príncipe Lvov.

Por su parte, Petrogrado fue escenario de una erupción de manifestaciones de masas en

las llamadas “jornadas de julio”. La multitud incluía grandes contingentes organizados por

marinos de Kronstadt (que tenían a bolcheviques entre sus líderes), soldados y obreros de

plantas. Estas jornadas indicaban la fuerte oposición popular al gobierno provisional y al

“poder dual”. A pesar de que se evidenciaba una vindicación a la posición intransigente de

Lenin, las jornadas de julio fueron un desastre para los bolches, ya que el comité central

bolchevique desautorizó a los bolches de Kronstadt a generar comenzar una

confrontación y una probable insurrección. Esto no sólo provocó la credibilidad de Lenin

como líder, sino que los bolches fueron culpados por las jornadas de julio por el gobierno

provisional y se emitieron las órdenes de arresto de varios bolches, entre ellos Lenin.

Antes esto, pasó a la clandestinidad y a comienzos de agosto se refugió en Finlandia.

A partir de julio el gobierno provisional comienza a ser encabezado por Kerensky, a quien

no consideraban ni muy confiable ni respetable, ya que era esencialmente un

intermediario y negociador de compromisos políticos. Cada vez parecía más posible la


caída del gobierno provisional, tanto de las facciones de izquierda como las de derecha. En

agosto finalmente fue intentado el golpe de la derecha, (comandado por el general

Kornilov) el cual falló dado lo poco confiables que eran las tropas y el enérgico accionar de

los obreros de Petrogrado. La posición de Kerensky se deterioró aún más y el gobierno

resultó debilitado. Y como la resistencia al golpe se organizó en gran parte por los

sindicatos y fábricas se dio un gran respaldo a los bolches, desplazando a la vieja dirección

menchevique-SR del soviet. La fuerza de los bolches radicaba en que eran el único partido

que no estaba asociado a la burguesía y al régimen de febrero, además de ser el más

identificado con las ideas de los obreros

contradictorio. Por un lado, insistía con la insurrección, y por otro, se quedaba semanas en

Finlandia (muy cagón) a pesar de que el momento en que había sufrido gran peligro había

pasado y que los bolches manejaban el soviet. Cuando finalmente regresó, probablemente

la primera semana de octubre, continuó escondido, incluso aislado de los bolches.

El 10 de octubre el comité central bolchevique acordó que en principio un alzamiento era

deseable, aunque muchos elegían llegar al poder de un modo cuasi legal y no violento.

Trostky (liberado recientemente de prisión luego de las jornadas de julio y ahora afiliado al

Partido Bolchevique) albergaba también sus dudas respecto a la insurrección, mientras

que dos camaradas de Lenin, Zinoviev y Kamenev presentaron fuertes objeciones ante

esta. Ambos expusieron sus argumentos, firmados con su nombre, en un diario NO bolche,

lo que se trataba de un anuncio público de que los bolches planeaban secretamente una

insurrección. Los bolches habían quedado entonces en una posición en la que sería difícil

no actuar. Pero Kerensky no adopto ninguna medida preventiva ante esto y por ende

resultó muy fácil para los bolches organizar el golpe, que además tenían el control del

comité militar-revolucionario del soviet de Petrogrado.

La insurrección comenzó el 24 de octubre cuando las fuerzas del comité militar-

revolucionario comenzaron a ocupar instalaciones gubernamentales clave. Casi no


encontraron resistencia violenta. La noche del 24-25 Lenin salió de la clandestinidad y

para la tarde del 25 el golpe prácticamente había triunfado y tarde por la noche cayó el

Palacio de Invierno, donde se albergaban los integrantes del gobierno provisional, los

cuales huyeron. El régimen de febrero había sido derrocado y el poder había pasado a los

triunfadores de octubre.

Durante el congreso de los soviets (que comenzó a sesionar antes de la caída del Palacio),

se anunció que las nuevas funciones del gobierno serían asumidas por un nuevo Consejo

de Comisarios del Pueblo con un padrón enteramente bolchevique. La cabeza del nuevo

gobierno era Lenin y Trostky sería el Comisario del Pueblo (ministro) de Asuntos

Exteriores. Se formó entonces un gobierno unipartidista. En noviembre el comité central

bolchevique discutió la posibilidad de pasar a una coalición socialista amplia, pero Lenin se

opuso. En las elecciones para designar la asamblea constituyente (que se celebró de todas

formas) los bolches quedaron por detrás de los SR, dado el voto de los campesinos que

eran sus votantes tradicionales. Sin embargo, apenas la asamblea demostró hostilidad, fue

disuelta.

Dada la derrota, los bolches indicaban que no pretendían representar a toda la población,

ya que ellos habían tomado el poder en nombre de la clase obrera. Y, justamente,

obtenían más votos de obreros que ningún otro partido.

ejecuciones, arrestos en masa y toma de rehenes al azar. Los bolches no ocultaban el

empleo del terror (“terror rojo”) y se enorgullecían de su dura actitud acerca de la

violencia.

Tanto el Ejército Rojo como la Cheka hicieron importantes contribuciones a la victoria

bolche en la guerra civil. También deben ser tomados en cuenta el respaldo activo y la

aceptación pasiva de la sociedad, aunque más allá de la clase obrera para los rojos y las

clases altas/medias respaldando a los blancos, fue el campesinado quien definió la


situación. Ambos ejércitos reclutaban campesinos de los territorios que controlaban, pero

los blancos tenían complicaciones más serias con sus conscriptos que los rojos, dado a que

no aprobaban la toma de tierras y respaldaban la posición de los antiguos terratenientes.

Comunismo de guerra (si tienen apuntes para esto mejor)

Muy poco tiempo después de la revolución de octubre, los bolches nacionalizaron la banca

y el crédito. Por diversas circunstancias extendieron el alcance de la nacionalización más

allá y comenzaron a expropiar plantas por cuenta propia. Ya para el verano de 1918

nacionalizaron toda la industria pesada y en noviembre de 1920 nacionalizó la industria a

pequeña escala. Por ende, todo el circuito de producción estaba en manos del poder

soviético.

Hacia fin de la guerra civil, los bolches tenían una prohibición casi absoluta del libre

comercio y una economía virtualmente carente de dinero. De sus predecesores habían

heredado el racionamiento en las ciudades y el monopolio estatal de granos, que

implicaba los campesinos debían entregar sus excedentes. Después de la revolución de

octubre intentaron aumentar la producción de grano ofreciendo a los campesinos bienes

manufacturados en vez de dinero a cambio de este. Nacionalizaron también el comercio

mayorista y prohibieron la venta minorista de alimentos y bienes manufacturados. Todas

estas medidas eran orientadas a manejar la crisis de alimentos en las ciudades y los

problemas de suministros del ejército.

Además, el trueque se convirtió en la forma básica de intercambio y los sueldos se

pagaban en especie. Los servicios urbanos ya no debían ser pagados por los usuarios

individuales.

Algunas características de este comunismo de guerra eran:

Salario: para maximizar la producción intentaron mantener las remuneraciones por

cantidad de trabajo producido en la industria, lo que los trabajadores consideraban no

igualitario e injusto.
 Fábricas: los bolches preferían que las fábricas fueran manejadas por

administradores designados por el estado que seguían ciertas directivas, aunque el

método más exitoso fue que estas fueran administradas por un trabajador o grupo de

trabajadores del comité o el sindicato local.

 Campesinos: la obtención de grano no mejoró ni con la proscripción de comercio

privado ni con la oferta de productos manufacturados como modo de pago. Los

campesinos se mostraban reticentes a entregar su producción, por lo que el estado no

tenía más opción que apoderarse de la misma mediante sus métodos. Adoptaron una

política de requisición de granos en la que brigadas de obreros y soldados eran

enviadas a encontrar el grano que escondían los campesinos. Buscaron también

dividir las aldeas en bandos opuestos y enfrentar a campesinos pobres contra

campesinos ricos, lo cual fracasó. Se destacó también la creación de granjas colectivas

en la que los campesinos trabajaban la tierra y comercializaban la producción en

forma colectiva.

recursos para aumentar la producción. Se instaba a exceder las metas más que cumplir con

ellas, ya que se pretendía avanzar la economía a cualquier costo. Las prioridades

cambiaban constantemente como respuesta a la crisis, a los desastres o las nuevas

elevaciones de metas. Pero sin embargo, pese al énfasis puesto en el aumento inmediato

de la producción, el verdadero propósito del plan era construir. La Unión Soviética debía

construir y producir más que ningún otro país. Sus plantas debían ser las más nuevas y

mayores del mundo. Debía superar el desarrollo económico de Occidente.

Colectivización
La cuestión de la industrialización estaba estrechamente vinculada a la cuestión de la

agricultura campesina. Con la crisis de 1927-28 quedó demostrado que los campesinos

podían tomar de rehén al estado en tanto existiera un mercado libre y los precios que el

estado el adjudicaba al grano fueran negociables en la práctica. Ya en enero de 1928 Stalin

había culpado a los kulaks por la crisis de suministros y alentaba la colectivización

campesina como el mecanismo de control que necesitaba el estado. Sin embargo, en 1928

y la primera mitad de 1929 se produjeron modestos resultados y los suministros

continuaron siendo una problemática aguda. También aumentaban los métodos

coercitivos que siguieron tensando la relación entre el régimen y el campesinado.

Para fines de 1929 el partido se comprometió con un programa absoluto de colectivización

de la agricultura campesina y a liquidación de los kulaks como clase. La colectivización era

un intento de reorganizar la vida campesina, estableciendo controles administrativos que

llegaran hasta las aldeas. El control y la obediencia eran los objetivos. La nueva política

requería que los funcionarios del campo forzaran un enfrentamiento con los kulaks. Se

agrupaban comunistas locales con una pequeña banda de campesinos pobres y procedían

a intimidar a los kulaks, expulsarlos de sus casas y confiscar sus propiedades. Además, los

funcionarios debían alentar a los campesinos a organizarse en comunas y llevaban a cabo

reuniones donde los campesinos eran amedrentados para inscribirse en el koljoz (granjas

colectivas que debían entregar cantidades fijas de granos y alimentos al estado), y una vez

que estos aceptaban, los iniciadores del nuevo koljoz debían hacerse con los animales de

los aldeanos (su principal mueble).

Esas acciones provocaron la indignación y caos en el campo. Algunos kulaks expropiados

se mudaban a las ciudades, pero otros se escondían y aterrorizaban las aldeas por la

noche. Ante esto, el régimen arrestó y deportó a los kulaks expropiados y revoltosos,, y

además, la dirigencia retrocedió algunos pasos del enfrentamiento con el campesinado a

medida que se acercaba el momento de la siembra de primavera. Este colapso del


proyecto fue, de todos modos, temporario. Para 1932, el 62% de los hogares aldeanos

habían sido colectivizados y para 1937 esta cifra ascendió a 93%.

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