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En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Meditemos en este rosario de oración a San José, sobre su vida, su fidelidad a Dios, su vida
interior, su misión de esposo de María y de Padre adoptivo del Hijo de Dios.

Oh San José, que con amor trabajaste la madera


para en esta vida, vida pasajera,
a tu familia el pan de cada día proveer.
Oh San José, ahora en el cielo con Cristo,
que extendido en el madero, vida eterna al hombre dio,
enséñanos a reconocer en el quehacer de cada día
el camino hacia Dios.

Primer Misterio: La Anunciación a José

(Mateo 1:18-21)
El nacimiento de Jesús, el Cristo, fue así: Su madre, María, estaba comprometida para casarse con
José, pero antes de unirse a él, resultó que estaba encinta por obra del Espíritu Santo. Como José,
su esposo, era un hombre justo y no quería exponerla a vergüenza pública, resolvió divorciarse de
ella en secreto.

Pero cuando él estaba considerando hacerlo, se le apareció en sueños un ángel del Señor y le dijo:
«José, hijo de David, no temas recibir a María por esposa, porque ella ha concebido por obra del
Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de
sus pecados.»
Padre Nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.


Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.Amén.

Amado San José, haz crecer en mí la fe, que en ella buscaré la esperanza y la caridad.

Oh San José, nuestro dulcísimo protector, ruega por nosotros.


Segundo Misterio: El nacimiento de Jesús.

(Lucas 2:1-20)
Aconteció en aquellos días que salió un edicto de César Augusto, para que se hiciera un censo de
todo el mundo habitado. Este fue el primer censo que se levantó cuando Cirenio era gobernador de
Siria.
Todos se dirigían a inscribirse en el censo, cada uno a su ciudad. También José subió de Galilea,
de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David que se llama Belén, por ser él de la casa y
de la familia de David, para inscribirse junto con María, comprometida para casarse con él, la cual
estaba encinta.
Sucedió que mientras estaban ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento.
Y dio a luz a su Hijo primogénito; lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no
había lugar para ellos en el mesón.

En la misma región había pastores que estaban en el campo, cuidando sus rebaños durante las
vigilias de la noche. Y un ángel del Señor se les presentó, y la gloria del Señor los rodeó de
resplandor, y tuvieron gran temor. Pero el ángel les dijo: «No teman, porque les traigo buenas
nuevas de gran gozo que serán para todo el pueblo; porque les ha nacido hoy, en la ciudad de
David, un Salvador, que es Cristo el Señor. Esto les servirá de señal: hallarán a un Niño envuelto
en pañales y acostado en un pesebre.
De repente apareció con el ángel una multitud de los ejércitos celestiales, alabando a Dios y
diciendo: «Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz entre los hombres en quienes Él se
complace».
Cuando los ángeles se fueron al cielo, los pastores se decían unos a otros: «Vayamos, pues, hasta
Belén y veamos esto que ha sucedido, que el Señor nos ha dado a saber»

Fueron a toda prisa, y hallaron a María y a José, y al Niño acostado en el pesebre. Cuando lo
vieron, dieron a saber lo que se les había dicho acerca de este Niño. Y todos los que lo oyeron se
maravillaron de las cosas que les fueron dichas por los pastores. Pero María atesoraba todas estas
cosas, reflexionando sobre ellas en su corazón.
Y los pastores se volvieron, glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, tal
como se les había dicho.

Padre Nuestro, que estás en el cielo,


santificado sea tu nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.


Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.Amén.

Amado San José, haz crecer en mí la fe, que en ella buscaré la esperanza y la caridad.

Oh San José, nuestro dulcísimo protector, ruega por nosotros.

Tercer Misterio: La circuncisión y la atribución del nombre de Jesús.


(Lucas 2:21)
Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidar al Niño, le pusieron por nombre Jesús, el
nombre dado por el ángel antes de que Él fuera concebido en el seno materno.

Padre Nuestro, que estás en el cielo,


santificado sea tu nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.


Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.Amén.

Amado San José, haz crecer en mí la fe, que en ella buscaré la esperanza y la caridad.
Oh San José, nuestro dulcísimo protector, ruega por nosotros.

Cuarto Misterio: La presentación en el Templo.

(Lucas 2:22-38)
Al cumplirse los días para la purificación de ellos, según la ley de Moisés, lo trajeron a Jerusalén
para presentar al Niño al Señor, (como está escrito en la Ley del Señor: «Todo varón que abra la
matriz será llamado santo para el Señor», y para ofrecer un sacrificio conforme a lo que fue dicho
en la Ley del Señor: «Un par de tórtolas o dos pichones».

Había en Jerusalén un hombre que se llamaba Simeón. Este hombre, justo y piadoso, esperaba la
consolación de Israel, y el Espíritu Santo estaba sobre él. Y por el Espíritu Santo se le había
revelado que no vería la muerte sin antes ver al Cristo del Señor. Movido por el Espíritu fue al
templo. Y cuando los padres del niño Jesús lo trajeron para cumplir por Él el rito de la ley, Simeón
tomó al Niño en sus brazos, y bendijo a Dios diciendo:

«Ahora, Señor, permite que Tu siervo se vaya


En paz, conforme a Tu palabra;
Porque mis ojos han visto Tu salvación
La cual has preparado en presencia de todos los pueblos;
Luz de revelación a los gentiles,
Y gloria de Tu pueblo, Israel».

Y los padres del Niño estaban asombrados de las cosas que de Él se decían. Simeón los bendijo, y
dijo a Su madre María: «Este Niño ha sido puesto para caída y levantamiento de muchos en Israel,
y para ser señal de contradicción, y una espada traspasará aun tu propia alma, a fin de que sean
revelados los pensamientos de muchos corazones».

Y había una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Ella era de edad muy avanzada, y
había vivido con su marido siete años después de su matrimonio, y después de viuda, hasta los
ochenta y cuatro años. Nunca se alejaba del templo, sirviendo noche y día con ayunos y oraciones.
Llegando ella en ese preciso momento, daba gracias a Dios y hablaba del Niño a todos los que
esperaban la redención de Jerusalén.

Padre Nuestro, que estás en el cielo,


santificado sea tu nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.


Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.Amén.

Amado San José, haz crecer en mí la fe, que en ella buscaré la esperanza y la caridad.

Oh San José, nuestro dulcísimo protector, ruega por nosotros.

Quinto Misterio: La huída a Egipto.


(Mateo 2:13-15)
Después que partieron los Magos, el ángel del Señor se le apareció a San José en sueños,
diciéndole: “Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto. Quédate allí hasta que te avise,
porque Herodes quiere matar al niño”. José se levantó, tomó de noche al niño y a su madre y se
retiró en Egipto.

Padre Nuestro, que estás en el cielo,


santificado sea tu nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.


Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.Amén.

Amado San José, haz crecer en mí la fe, que en ella buscaré la esperanza y la caridad.

Oh San José, nuestro dulcísimo protector, ruega por nosotros.

Sexto Misterio: El regreso a Nazaret.

(Mateo 2:23)
Cuando llegó, vivió en una ciudad llamada Nazaret, para que se cumpliera lo que fue dicho por
medio de los profetas: «Él será llamado Nazareno».

Padre Nuestro, que estás en el cielo,


santificado sea tu nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.
Dios te salve José, lleno de la gracia divina,
entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.


Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.Amén.

Amado San José, haz crecer en mí la fe, que en ella buscaré la esperanza y la caridad.

Oh San José, nuestro dulcísimo protector, ruega por nosotros.

Séptimo Misterio: El niño Jesús perdido y hallado en el Templo.

(Lucas 2:44-46)
José y María caminaron un día entero, pensando que Jesús iba entre los compañeros de viaje.
Después lo buscaron entre los familiares y conocidos, pero no lo encontraron. Entonces volvieron a
Jerusalén para buscarlo.

Al día siguiente encontraron a Jesús en el templo, en medio de los maestros de la Ley. Él los
escuchaba con atención y les hacía preguntas.

Padre Nuestro, que estás en el cielo,


santificado sea tu nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Dios te salve José, lleno de la gracia divina,


entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció,
bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.
San José, padre adoptivo de Jesús,
ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,
hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte.Amén.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.


Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.Amén.

Amado San José, haz crecer en mí la fe, que en ella buscaré la esperanza y la caridad.

Oh San José, nuestro dulcísimo protector, ruega por nosotros.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;


el Señor es contigo. Bendita Tú eres
entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;


el Señor es contigo. Bendita Tú eres
entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia;


el Señor es contigo. Bendita Tú eres
entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.Amén.

A ti, bienaventurado San José, acudimos en nuestra tribulación; y después de invocar el auxilio de
tu Santísima Esposa solicitamos también confiados tu patrocinio. Por aquella caridad que con la
Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, te tuvo unido, y por el paterno amor con que abrazaste al
Niño Jesús, humildemente te suplicamos vuelvas benigno los ojos a la herencia que con su Sangre
adquirió Jesucristo, y con tu poder y auxilio socorras nuestras necesidades.

Acuérdate, oh castísimo esposo de la Virgen María, San José, mi amable protector, que nunca se
oyó decir, que alguno de aquellos que invocaron tu protección e imploraran tu socorro, hubiese
quedado sin consuelo. Lleno de confianza, me presento ante ti y me encomiendo con fervor a tu
patrocinio. No desatiendas mis oraciones, oh padre adoptivo del Redentor, mas bien escúchalas y
acógelas. Amén.

Letanías a San José.

Señor, ten piedad de nosotros.Señor, ten piedad de nosotros.


Cristo, ten piedad de nosotros.Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo óyenos.Cristo óyenos.
Cristo escúchanos.Cristo escúchanos.
Dios Padre celestial, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Santa Trinidad, un solo Dios, ten piedad de nosotros.
Santa María, ruega por nosotros.
San José, ruega por nosotros.
Insigne descendiente de David, ruega por nosotros.
Luz de los Patriarcas, ruega por nosotros.
Esposo de la Madre de Dios, ruega por nosotros.
Casto guardián de la Virgen, ruega por nosotros.
Padre nutricio del Hijo de Dios, ruega por nosotros.
Celoso defensor de Cristo, ruega por nosotros.
Siervo de Cristo, ruega por nosotros.
Ministro de la Salvación, ruega por nosotros.
Jefe de la Sagrada Familia, ruega por nosotros.
José, justísimo, ruega por nosotros.
José, castísimo, ruega por nosotros.
José, prudentísimo, ruega por nosotros.
José, fortísimo, ruega por nosotros.
José, fidelísimo, ruega por nosotros.
Espejo de paciencia, ruega por nosotros.
Amante de la pobreza, ruega por nosotros.
Modelo de obreros y artesanos, ruega por nosotros.
Gloria de la vida doméstica, ruega por nosotros.
Custodio de Vírgenes, ruega por nosotros.
Amparo de las familias, ruega por nosotros.
Apoyo en la dificultad, ruega por nosotros.
Consuelo de los atribulados, ruega por nosotros.
Esperanza de los enfermos, ruega por nosotros.
Protector de los exiliados, ruega por nosotros.
Protector de los afligidos, ruega por nosotros.
Protector de los pobres, ruega por nosotros.
Patrono de los moribundos, ruega por nosotros.
Terror de los demonios, ruega por nosotros.
Protector de la Santa Iglesia, ruega por nosotros.
Padre de nuestra familia, ruega por nosotros.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo:perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo:escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo:ten misericordia de nosotros.

-Le nombró administrador de su casa.


- Y Príncipe de toda su posesión.

Protege, Providentísimo Custodio de la Sagrada Familia la escogida descendencia de Jesucristo;


aparta de nosotros toda mancha de error y corrupción; asístenos propicio, desde el cielo, fortísimo
libertador nuestro, en esta lucha con el poder de las tinieblas: y, como en otro tiempo librasteis al
Niño Jesús del inminente peligro de la vida, así ahora, defiende a la Iglesia Santa de Dios de las
asechanzas de sus enemigos y de toda adversidad, y a cada uno de nosotros protégenos con el
perpetuo patrocinio, para que, a tu ejemplo y sostenidos por tu auxilio, podamos santamente vivir y
piadosamente morir y alcanzar en el cielo la eterna felicidad.Amén.

San José, protector nuestro.


Ruega por nosotros.

Oremos: Oh Dios, que en tu inefable providencia, te dignaste elegir a San José por Esposo de tu
Santísima Madre: concédenos, te rogamos, que merezcamos tener por intercesor en el cielo al que
veneramos como protector en la tierra. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.Amén.

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