Caballero
El olvido que seremos es una experiencia. Héctor Abad Faciolince fue capaz de crear
un libro autobiográfico que no se siente como el típico monologo de doscientas paginas
donde lo mas interesante es cerrar el libro. Esta obra se siente ligera para el lector, cada
capitulo se llega a sentir personal, como si fuéramos nosotros mismos los que estamos
viviendo esa escena y de una manera sublime nos hace encariñar con cada uno de los
personajes que aparecen con el correr de los capítulos. Además de esto el libro es
perfecto para varios tipos de lectores, como el lector casual. Gracias a esa escritura nada
compleja y sin tecnicismos hace que cualquiera pueda disfrutar y tener esa mágica
experiencia con este libro. Y sería una buena recomendación para aquellos que están
empezando en el mundo de la lectura. Cabe aclarar que a pesar de que el libro no esta
lleno de tecnicismos o escrituras filosóficas enredadas no significa que la obra este
vacía de contenido. Es totalmente lo contrario, en muchas ocasiones detrás de los
consejos del padre de Héctor se esconden grandes criticas sociales y culturales de la
sociedad Colombia. Y siendo gracias a esto ultimo por lo cual es una recomendación y
casi obligación que el lector colombiano se encuentre con este libro. Estos últimos
meses las cosas en el país han estado patas arriba. La reforma tributaria y a la salud que
solo dejaría mas jodidos a las personas de la clase baja y media, el gran paro nacional,
el abuso de la ley en el paro, una pandemia que nadie esperaba y a la que nadie tomo
preparado y un presidente que ha cometido tantos errores que ni siquiera su mismo
partido político lo apoya son algunas de las cosas que han pasado en lo que llevamos de
año. Siendo por todo esto que consideramos que para el lector colombiano este libro es
necesario de leer. Quien mejor para hacer conciencia de nuestra realidad que otro
mismo colombiano. La obra está cargada de críticas sociales muy interesantes. Por
ejemplo, la desigualdad. En un capítulo el padre de Héctor lo regaño a él por decirle que
llamara a todos sus estudiantes y les avisara que no podía ir por que estaba enfermo. A
pesar de que esto fue el comentario de un niño inocente, hizo enfurecer a su padre el
cual le explico que él vivía en Colombia donde para esa época la mitad de Medellín no
recibía agua potable, ahora si iban a tener un celular. En esas tres líneas hay demasiada
critica. Como una de las principales ciudades del país iba a estar en esa condición y no
solo esto sino la pobreza de la ciudadanía de aquella época donde un pasaje de bus
significaba bastante para muchas familias y por esto era la preocupación del padre de
Héctor de que fueran a la universidad y perdieran la plata. Y así como este ejemplo hay
muchos mas de corrupción, xenofobia, amor a los padres y a la misma forma de actuar
de los colombianos. Siendo una gran opción para entender muchas cosas que suceden
hoy en día en nuestro país y generar conciencia ciudadana. Y para finalizar el libro es
perfecto para los lectores jóvenes y mas si son colombianos. Los jóvenes pueden que
sean el 20% o un poco más de la ciudadanía de los países, pero son el 100% de su
futuro. En nuestro país es demasiado importante que los jóvenes tengan una vista
amplia de las cosas que suceden en su nación, para que estos sean pro activos y busquen
maneras de construir un mejor país. El libro gracias a esa critica social que hace y la
facilidad de lectura que tiene es perfecto para los lectores jóvenes y lectores jóvenes
colombianos, siendo una guía perfecta de esos problemas con los que el país y en
muchas ocasiones varios países latinoamericanos han cargado por años, y una vez
reconozcan esos problemas será más fácil hacer un cambio.
En conclusión El olvido que seremos es una obra excelente, que no solo cuenta una
historia que a pesar de ser autobiográfica atrapa al lector y lo hace encariñarse con cada
uno de los personajes sino que además es un libro lleno de contenido crítico hacia
Colombia y su sociedad, el cual gracias a su estructura narrativa y las diferentes
situaciones y mensajes que deja el libro obtenemos una obra sin precedentes que a pesar
de ser un poco antigua sigue aplicando como si fuera lanzada hoy en día y genera un
impacto increíble.
2. ¿De qué manera Héctor Abad Gómez dejó huella en nuestro país?
Primero tenemos que saber quién fue Héctor Abad Gómez, para darnos cuenta de la
influencia que tuvo en el país y por ende entender de una mejor manera su legado.
Héctor Gómez empieza a escribir su historia como un reconocido médico, pionero en
salud pública y especializado en derechos humanos. Hecho que siempre lo hizo un
portavoz para su pueblo, para el cual también aportaba en temas culturales mediante
ensayos, periodismo e incluso temas políticos.
Héctor fue un forjador de ideas que buscaban mejorar la salud de los colombianos.
Dentro de sus más grandes obras que siguen hasta el día de hoy está la escuela nacional
de salud pública, de la cual es fundador, escuela que más tarde adoptaría su nombre
volviéndose, la Facultad Nacional de Salud Pública Héctor Abad Gómez. Entre sus
labores se encontraba la docencia, cargo que ejercería en la facultad de medicina de la
Universidad de Antioquia desde 1960 hasta su muerte en 1987. También durante su
época como periodista funda el periódico universitario U-235 y la revista El cocuyo,
espacios que permitirían a sus estudiantes entre otros expresarse de una mejor manera.
Aparte de que también tuvo cargos cómo diputado a la Asamblea de Antioquia y
representante a la Cámara por parte del partido liberal, todo eso sin contar sus
posesiones como columnista de opinión en El Tiempo, El Espectador y El mundo donde
constantemente se pronunciaba tocando temas como las condiciones de vida de la gente
marginada y sus condiciones de miseria. Estas ideas le generarían enemistades entre
colegas, compañeros de facultad y directivos de la época, hecho que lo llevo a buscar
empleo fuera del país generalmente asociados a la Organización Mundial de la Salud
(OMS). La cual le permitió ejercer labores en Manila, Filipinas sitio donde ayuda a
fundar una escuela de salud pública. Y también ejerce en Yakarta, Indonesia. Fue
también docente invitado de la UCLA en Los Ángeles (USA), y durante 1978 fue
ministro consejero de la embajada de Colombia en México.
Ahora bien, yéndonos al tema de la madre de Héctor, nos encontramos que esta lo cría
de una manera un poco más severa a como lo hacía Héctor Gómez. Aun así, fue ella
quien le dio la experiencia en la escritura apoyando al que hoy se convertiría en uno de
los grandes escritores de la región. Otro hecho importante de la madre de Héctor
Faciolince daba la pinta de una mujer conservadora pero siempre prosperando de
manera familiar e independiente siendo un gran ejemplo para conformación cultural.
La religión ya se vuelve un tema un poco más complicado pero que de igual manera es
importante hablar de ello. Puesto que tiene mucha tela de donde cortar, donde podría
incluso entrar el papel de la hermana de Marta, hermana de Héctor, quien
infortunadamente murió de cáncer a la edad de 17 años. Generando incertidumbre en la
familia de Abad