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Facultat de Psicologia.
Departament de Personalitat, Avaluació i
Tractaments Psicològics
TRABAJO DE INVESTIGACIÓN
1
INDICE
MARCO CONCEPTUAL.
1. INTRODUCCIÓN....................................................................................................5
2. EL DISPOSITIVO HISTÓRICO DE LA SEXUALIDAD..........................................14
3. EL CONCEPTO DE SALUD SEXUAL: PERSPECTIVA HISTÓRICA...................19
4. LA CONSTRUCCIÓN DE LA IDENTIDAD SEXUAL Y DE GÉNERO EN LA
ADOLESCENCIA...................................................................................................26
5. SALUD SEXUAL EN LA ADOLESCENCIA Y PERSPECTIVA DE GÉNERO:
EL EFECTO DE LAS NORMAS GENÉRICAS EN LA SALUD SEXUAL
ADOLESCENTE.....................................................................................................31
6. CONCLUSIÓNES.................................................................................................. 35
MARCO METODOLÓGICO.
OBJETIVOS DE INVESTIGACIÓN.............................................................................38
1. PARTICIPANTES.................................................................................................41
2. INSTRUMENTOS PSICOMÉTRICOS..................................................................44
3. HIPÓTESIS...........................................................................................................55
4. ANALISIS DE DATOS.
4.1.- ANALISIS DE DATOS DESCRIPTIVOS SOBRE SALUD SEXUAL E
INFORMACIÓN SEXUAL..............................................................................56
4.2.- ANALISIS DE DATOS DE LA ENCUESTA SOBRE SALUD SEXUAL
Y REPRODUCTIVA: CONOCIMIENTOS, ACTITUDES Y PRÁCTICAS
SEXUALES (ESSR). ....................................................................................64
4.3.- ANÁLISIS DE LAS RELACIONES ENTRE SALUD SEXUAL Y
REPRODUCTIVA Y OTROS CONSTRUCTOS PSICOLÓGICOS...............96
4.4.- CONTRASTE DE HIPÓTESIS.....................................................................110
ANÁLISIS CUALITATIVO...........................................................................................111
2
2. CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LOS GRUPOS DE DISCUSIÓN.........113
3. EJES ANALÍTICOS PARA EL ANALISIS DEL DISCURSO...............................115
3.1.- Eje analítico I. SEXUALIDAD Y SALUD. ...................................................115
3.2.- Eje analítico II. SEXISMO Y RELACIONES ENTRE LOS
SEXOS/PRÁCTICAS SEXUALES. Efectos identitarios: dominación
simbólica, relaciones sexuales y diversidades sexuales....................................127
DISCUSIÓN..............................................................................................144
CONCLUSIONES.....................................................................................................149
BIBLIOGRAFÍA. .......................................................................................................152
ANEXOS
1.- CUESTIONARIOS UTILIZADOS...............................................................................162
2.- GUIÓN PARA LOS GRUPOS DE DISCUSIÓN: REFLEXIONANDO SOBRE
EL SEXO.................................................................................................175
3.- CARTA PERMISO PARENTAL PARA LA PARTICIPACIÓN EN LOS
GRUPOS DE DISCUSIÓN..........................................................................................178
3
MARCO CONCEPTUAL
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1. INTRODUCCIÓN.
Ellos constituyen, por tanto, los cuatro ejes sobre los que se ha de
construir cualquier estrategia para la mejora de la salud sexual. En esta
investigación se pretende estudiar la sexualidad y las relaciones sexuales de
personas adolescentes, para poder profundizar en los procesos a través de los
5
cuales se construyen las identidades adolescentes y cómo, a pesar de las
transformaciones sociales, las normas culturales y los discursos sociales
relativos a la masculinidad/feminidad continúan justificando y manteniendo las
asimetrías de poder entre los sexos, dificultando y problematizando los
conocimientos actitudes y prácticas sexuales de chicos y chicas al estar
influenciados por un imaginario cultural sexista y poco tolerante frente a las
prácticas e identidades no normativas (homosexualidades, bisexualidades y
transexualidades), con actitudes y valoraciones no exentas de violencia
explícita y/o simbólica que inciden negativamente en la construcción de la
subjetividad adolescente.
Por tanto, será importante estudiar como inciden los discursos sociales
en la posibilidad de alcanzar una salud sexual en los y las adolescentes que
contemple los criterios establecidos por la OMS (2000). De hecho, una de las
hipótesis que se plantea en el presente trabajo es que el discurso social
hegemónico actual sobre la sexualidad es genitalista, androcéntrico y
heterosexista, produciendo, por tanto, subjetividades adolescentes cargadas de
violencia simbólica desde donde es difícil la existencia de una salud sexual
equitativa, igualitaria y corresponsable.
6
reflejo del contexto socio-cultural en el que se desenvuelven, al tiempo que
contribuyen en la construcción de su subjetividad.
7
coadyuvan a la subordinación sexual, social, legal, económica y familiar de las
mujeres. Además, tal y como plantea Bourdieu (2000), la existencia de un
sistema de relaciones y representaciones que argumenta la dominación del
varón pone la base que genera la violencia ejercida sobre las mujeres, tanto en
el orden simbólico como en el físico y social. Según Glick y Fiske (1996), el
sexismo benévolo es definido como un conjunto de actitudes interrelacionadas
hacia las mujeres que son sexistas en cuanto las considera de forma
estereotipada y limitada a ciertos roles, pero que tiene un tono afectivo positivo
(para el perceptor) y tiende a suscitar en éste conductas típicamente
categorizadas como prosociales o de búsqueda de intimidad. De este modo, la
tolerancia hacia la dominación masculina se instala en la cultura y se transmite
estimulando en los chicos y chicas modelos de sexualidad genitalista,
androcéntrica y heterosexista, donde lo que se valora es el éxito individual, la
competencia sexual en los chicos, y se estimula el modelo sexual del ideal de
belleza y atractivo sexual en las chicas. Como plantea Pastor (1992), el
ejercicio de la violencia reduce a las mujeres a objetos de consumo y posesión,
a partir de complejas fórmulas de apropiación y desposeimiento de la
subjetividad que impiden la toma de decisiones, la autonomía y la libertad como
sujetos.
8
desde posiciones asimétricas alrededor de la sexualidad. Uno de los objetivos
es analizar la representación de la sexualidad en los discursos dominantes y
hegemónicos que inciden en la construcción de la subjetividad en los y las
adolescentes, y qué posicionamientos se observan frente a él, así como frente
a otros discursos “heréticos” o minoritarios (Gómez, 2008)
9
(George et al. 2006, citado por Meave, 2008). Por otro lado, el consumo de
sustancias está asociado con un menor uso del condón, mayor cantidad de
parejas sexuales y con el intercambio de sexo por dinero o drogas (Petry 2000,
citado por Meave, 2008) entre otras conductas de riesgo.
10
mucho en el plazo de cuatro años. Además, hay que tener en cuenta que en
relación a la edad del embarazo no deseado, el mayor núcleo corresponde a
las adolescentes y a las mujeres de 21 a 24 años. En lo que se refiere a la
utilización de algún método anticonceptivo o profiláctico en la última ocasión
que han tenido relaciones sexuales, un 11% de los entrevistados entre 15 y 19
años no han utilizado ningún método (datos IJE-2008). Hernán, Ramos y
Fernández (2001) indican que todavía el 17% de los chicos y el 10% de chicas
usan el coito interrumpido como medida anticonceptiva y el 6% de las jóvenes
acude algunas veces a la píldora del día después.
11
necesarios para dirigirnos hacia estilos de vida más saludables, haciendo
hincapié en la responsabilidad individual para obtener salud, y esto requiere
programas de trabajo actitudinal a lo largo del tiempo y un concepto de salud
sexual que tienda al placer y al bienestar de las personas con la vivencia de su
sexualidad. Bataller (1995) plantea como objetivo de la educación sexual en la
infancia, adolescencia y juventud que se debería tender a la adquisición de
actitudes positivas y de respeto hacia las expresiones sexuales que den lugar a
comportamientos saludables tanto con uno mismo/a como en las relaciones
con los/las demás.
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marco conceptual que permitirá abordar la comprensión de la salud sexual de
chicos y chicas. Se atenderá, en un primer capítulo, a la importancia del
dispositivo histórico de la sexualidad, el cual establece una concepción de la
sexualidad como una construcción social y como un producto de fuerzas
históricas y sociales en oposición a cualquier otra idea de carácter esencialista
y naturalizada de la sexualidad. En el segundo capitulo, se establecerán los
criterios históricos y conceptuales que definen la salud sexual en base a la
Organización Mundial de la Salud, ya que, como concepto históricamente
construido, ha sufrido cambios significativos desde su primera formulación en
1974. El tercer capítulo pretende abordar como distintos autores entienden la
construcción de la identidad sexual y de género en la adolescencia desde dos
puntos de vista: el histórico y el psicológico. El último capítulo introduce la
importancia de las normas genéricas en la construcción e interiorización de la
salud sexual de chicos y chicas adolescentes.
13
2. EL DISPOSITIVO HISTÓRICO DE LA SEXUALIDAD.
14
Según Raquel Osborne (1995), esta perspectiva rompe con las teorías
de la sexualidad que tradicionalmente han dominado el panorama y que
afirmaban o bien que el sexo es algo peligroso, que sólo puede ser aceptado si
se canaliza en forma apropiada hacia el matrimonio, o bien que el sexo es
básicamente saludable y bueno, sólo que ha sido reprimido y negado por una
sociedad corrupta; aludiendo con esta afirmación a la denuncia de la “hipótesis
represiva” que formuló Michel Foucault en su Historia de la Sexualidad y que ha
contribuido, entre otras cosas, a desmitificar una era como la victoriana. Dicha
época, no representó meramente la represión de la sexualidad, sino que
comportó una amplia producción, categorización y multiplicación de los
discursos sobre la sexualidad. Es lo que Foucault denomina “el dispositivo de la
sexualidad”. Guiddens (1995) explica como Foucault ataca lo que llama “la
hipótesis represiva”, entendiéndola como que las instituciones modernas nos
obligan a pagar un precio por los beneficios que ofrecen, la civilización implica
disciplina y la disciplina implica control de los mecanismos internos, control que
para ser eficaz debe ser interno. En palabras de Guiddens (1995: 27), “el
‘poder disciplinar’ produce ‘cuerpos dóciles’, controlados y regulados en sus
actividades e incapaces de actuar espontáneamente a impulsos del deseo”. En
la Historia de la sexualidad I, la hipótesis represiva se presenta del siguiente
modo (Foucault, 1995:25): “(...) nombrar al sexo se habría tornado más difícil y
costoso. Como si para dominarlo en lo real hubiese sido necesario primero
reducirlo en el campo del lenguaje, controlar su libre circulación en el discurso,
expulsarlo de lo que se dice y apagar las palabras que lo hacen presente con
demasiado vigor. (...) mutismo que imponen el silencio a fuerza de callarse.
Censura”. Abandonar la hipótesis represiva de la explicación de la sexualidad
va a servir, como señala Jeffrey Weeks (1986), para intentar comprender los
múltiples mecanismos de poder en un momento histórico determinado,
mecanismos que no son dirigidos por una sola entidad o grupo sino que
responden a complejos procesos de relaciones e intereses de control social. En
síntesis, en lugar de reprimir un sexo original, el poder produce, por medio de
una red de prácticas y enunciados, que conforman el dispositivo de sexualidad,
la idea de “sexo”, con el fin de profundizar y de extender su control sobre el
conjunto de la sociedad. Por lo tanto, la sexualidad es una construcción
discursiva entre la economía del poder y los placeres del cuerpo.
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Gayle Rubin (1975) acuña la terminología de “sistema de sexo/género”
entendiéndolo como un conjunto de disposiciones por las que una sociedad
transforma la sexualidad biológica en productos de la actividad humana,
pretendiendo dotar de un instrumento conceptual que parecía describir
adecuadamente la organización social de la sexualidad como explicación de la
opresión de las mujeres, por medio de una reinterpretación de las teorías de
Levi-Strauss y su idea del intercambio de mujeres como base de la
organización social.
16
Foucault (1976: 142) el desarrollo de una ‘anatomía política del cuerpo
humano’, como tecnología de la gestión del cuerpo que pretende regular y
optimizar las capacidades del cuerpo, una ‘anatomia política’ que es –a su vez-
un foco de una área basada más ampliamente en el “biopoder”, y otro discurso
desde la búsqueda de un placer individual, sexual y “liberador”, que es
complemento de la hipótesis represiva, ya que va a funciona como dispositivo
regulador de un tipo de sexualidad desde el “ideal romántico” heterosexual,
funcionando como mecanismo de control social de las sexualidades
adolescentes.
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el establecimiento de relaciones de poder en las relaciones intersexuales de los
chicos y chicas, como se tratará de analizar en esta investigación.
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3. EL CONCEPTO DE SALUD SEXUAL: PERSPECTIVA HISTÓRICA.
19
Salud sexual es la integración de los elementos somáticos, emotivos,
intelectuales y sociales del ser sexual, por medios que sean positivamente
enriquecedores y que potencien la personalidad, la comunicación y el
amor.
Toda persona tiene derecho a recibir información sexual y a
considerar que las relaciones sexuales sirven para el placer además de
servir para la procreación”. (OMS, 1975: 6)
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En este periodo se da el camino que conduce a autonomizar la
reproducción del ámbito de la sexualidad, se llega al acuerdo de acuñar la
noción de salud reproductiva, lo que da más especificidad erótica y simbólica al
campo de la salud sexual. Se trata de aceptar el placer como criterio
legitimador básico de la experiencia sexual en términos saludables. Es a partir
de la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo (CIPD) realizada en
la ciudad de El Cairo en 1994 donde se asume la definición de salud
reproductiva, diferenciándola de la salud sexual, como: “Estado general de
bienestar físico, mental y social y no de mera ausencia de enfermedad, en
todos los aspectos vinculados con el sistema reproductivo y sus funciones o
procesos”. Se hace referencia más específica a aspectos procreativos,
enfatizando los derechos de mujeres y varones, y la provisión y calidad de los
servicios de concepción y anticoncepción.
21
vertiente sociopolítica, planteaba la idea del dispositivo histórico de la
sexualidad como un poder que controla el placer cotidiano y a través de él a
los sujetos, y Freud (1908), en la vertiente psicoanalítica, ya planteó la
importancia de la sexualidad humana como elemento estructurante y
determinante del psiquismo. Por otra parte, es interesante destacar respecto a
los derechos sexuales y reproductivos las implicaciones socioculturales
basadas en las construcciones de género. Es justo en esta Conferencia donde
el nuevo enfoque de salud sexual y reproductiva pone especial énfasis en dar
prioridad a la equidad e igualdad de género, como condición necesaria para
que las mujeres sean capaces de tomar sus propias decisiones y atender a su
propia salud y bienestar, sin ningún tipo de coacción o elemento represivo. Se
pretende, tal y como se plantea en la Conferencia, “empoderar” a las mujeres,
para modificar las condiciones de subordinación sociocultural a las que se han
visto sometidas y que han impedido que sean sujetos activos de sus decisiones
para su vida y la de su familia.
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y reproductivos de las mujeres, pero también de los hombres. Esta perspectiva
enfrenta a que el género es uno de los grandes factores que determinan la
salud, la enfermedad y la muerte.
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situaba desde finales del siglo XIX. Así, la salud sexual permite que la
ampliación hacia la diversidad sexual –frente al enfoque de las perversiones-
coloque la regulación social de las sexualidades en límites menos restrictivos,
ampliando los márgenes de “respeto” y disminuyendo “prohibiciones”. Como se
observa, el concepto de salud sexual es una construcción histórica, un ideal
contingente al tiempo y al espacio que pretende proporcionar una guía o
referencia a los sujetos a lo largo de su complejo discurso biográfico y que
depende a su vez de la importancia social asignada al sexo, conformando un
imaginario cultural. Como construcción de carácter social, configura un mapa
lleno de pautas, cuya función es prestar orientaciones a la gestión personal que
el sujeto lleva a cabo, para sí y para con los otros, de su sexualidad. De este
modo, la salud sexual es constituida en referencia a un marco social e
interiorizada, con mayor o menor dificultad, individualmente convirtiéndose en
una guía de las actuaciones sexuales de los hombres y las mujeres. Lo que
según Lipovestsky (1994) convierte al individuo actualmente en “administrador
de una sutil vigilancia higienista”, dentro del contexto de las sociedades
posmodernas.
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específica, que además acaba teniendo en la práctica efectos reales. Así, las
conductas de riesgo devienen un problema para la sociedad y, especialmente,
para los sistemas de control y orden epidemiológico, convirtiéndose en un
problema de salud pública. (Berga, 2003).
25
4. LA CONSTRUCCIÓN DE LA IDENTIDAD SEXUAL Y DE GÉNERO EN LA
ADOLESCENCIA.
26
interpersonales del chico o chica. El crecimiento corporal supone un cambio
cualitativo, de hecho, con la aparición de los caracteres sexuales secundarios
se da el consiguiente progreso en la diferenciación morfológica de ambos
sexos. Para Barberá (2000), la pubertad significa la culminación del proceso
biológico del dimorfismo sexual, adoptando su forma madura, de tal manera
que los dos sexos aparecen diferenciados en su aspecto físico. La maduración
de las glándulas sexuales, que da lugar a la menarquia y a las primeras
eyaculaciones espontáneas, convierte a los genitales en la zona erógena
dominante y la actividad hormonal induce un segundo florecimiento de la
sexualidad, tras un periodo de latencia. La importancia de todas estas
transformaciones en el ámbito psíquico explica que Freud (1905) hablara de
“metamorfosis de la pubertad”. Es en este periodo cuando la identidad infantil,
basada, por una parte, en los aspectos de dependencia y de inmadurez, y por
otra, en las identificaciones con los padres y madres u otras personas
significativas del entorno, se quiebra en la medida que aparecen cambios en la
imagen corporal, cambios en la forma de vivir la sexualidad, se empieza a
asumir el paso del tiempo y cambian las relaciones de la persona consigo
misma y con la familia. Esto constituirá el proceso de elaboración psíquica
adolescente desde el punto de vista de la subjetividad.
27
adultas. En esta misma línea, las ideas de Louise J. Kaplan (1991), establecen
que los niños a quienes se les da la oportunidad de crecer (de adoleceré,
según su terminología), tendrán que enfrentar los mismos dilemas y conflictos,
tratando de resolverlos para poder llegar a la adultez psicológica. Los dilemas a
los que esta autora hacia referencia eran el adiós a la infancia, el
desplazamiento del deseo sexual y la conciliación del deseo con la autoridad.
Resolver estos conflictos y dilemas intra-psiquicos establecerá el proceso de
construcción de la identidad sexual y de género en la adolescencia. Como
vemos, distintos autores hacen referencia a las dos vertientes, histórica y
psíquica, que delimitan y conforman la construcción de las identidades en la
adolescencia. Finalmente, una autora que integra estos dos puntos de vista de
manera sintética y clara, es T. Olmos (1996), quien entiende a la adolescencia
como un hecho individual, pero que transcurre en un medio cultural, social e
histórico determinado, que va a marcar las características de cada adolescente.
La autora, desde su trabajo como psicoanalista, establece que “nuestro trabajo
es ayudar al adolescente a deshacer la tapicería identificatoria infantil e
idealizada y permitirle tejer una nueva, si es posible".
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identificando los universos masculinos y femeninos como diferentes y aislados
el uno de otro. Para Barberá (2000), las diferencias entre chicos y chicas en
relación con sus inquietudes sobre la sexualidad serían imputables no a las
diferencias en la biología que dan soporte a la sexualidad genital, sino al
significado cultural que éstas adoptan en el proceso de desarrollo de la
identidad de género.
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adopta la sexualidad en la adolescencia, conocer cuáles son sus fuentes de
influencia, cuáles son las diferentes fuentes de información sobre sexualidad
que manejan los chicos y las chicas, y cómo éstas influyen en sus actitudes y
prácticas sexuales, así cómo analizar cuáles son las normas que buscan
regular la expresión de la sexualidad en los y las adolescentes y la repercusión
en su salud sexual.
30
5. SALUD SEXUAL EN LA ADOLESCENCIA DESDE LA PERSPECTIVA DE
GÉNERO.
31
convierte en objeto erótico, el pene (el falo) se trasforma en símbolo de poder,
se reglamenta el acceso al cuerpo femenino y a su sexualidad para lograr el
control de la reproducción social, y la normatividad se establece a pesar de que
tanto las mujeres como los varones son seres sexuados capaces de producir
placer en el otro.
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incidían directamente en la salud sexual y reproductiva. Esto explicaría la gran
cantidad de trabajos que al estudiar la sexualidad adolescente exageran los
problemas y riesgos que se pueden dar en este período evolutivo. Desde este
punto de vista, la mayoría de los trabajos publicados acerca de la sexualidad
adolescente están centrados en el “riesgo” de embarazo y parece que, en el
análisis de este tema, tenga mayor presencia la necesidad de controlar y de
cuestionar el ejercicio de la sexualidad, las prácticas sexuales, en este grupo
de población, que el deseo de conocer la dinámica real del fenómeno para
ayudar al bienestar de los/las propios adolescentes.
33
una forma de ponderar los diversos aspectos involucrados y avanzar en el
análisis integral de su realidad. Para investigar en la temática de la sexualidad
adolescente y de la impronta del género es necesario estudiar los ámbitos
sociales en que se desarrollan los y las jóvenes y adolescentes,
considerándolos como espacios de interacción generizados y como espacios
de ejercicio de poder. Es necesario desarrollar investigaciones desde la
perspectiva de género para encontrar las dimensiones materiales y simbólicas
y los aspectos intervinientes en las interrupciones voluntarias de embarazos,
las infecciones de transmisión sexual y sida entre adolescentes, la construcción
de las masculinidades y la violencia de género; y la existencia del sexismo
ambivalente, ya que esto contribuirá a delimitar con mayor certeza el entorno
social de los y las adolescentes posibilitando la generación de propuestas para
el desarrollo de políticas públicas y de intervención tanto en el ámbito educativo
como en el sanitario.
34
6. CONCLUSIONES.
35
riesgo para su salud y bienestar personal, o para los y las que les rodean,
teniendo en cuenta la importancia de la perspectiva de género en el proceso de
construcción de la subjetividad adolescente, y su incidencia en la vivencia de la
sexualidad y en el modo en que se interioriza cierta concepción de salud sexual
y las prácticas asociadas.
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MARCO METODOLÓGICO
37
OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN.
OBJETIVOS ESPECIFICOS.
38
identificación de chicos y chicas, de las formas en las que establecen
sus relaciones, de sus ideales de pareja y de sus posiciones ante las
diversidades sexuales.
Comprobar la prevalencia de nuevas formas de sexismo en la
adolescencia y su incidencia en el desarrollo de su salud sexual.
Evaluar la asimilación de los roles de género en los y las adolescentes y
su incidencia en la vivencia y posicionamiento frente a la sexualidad.
Analizar los discursos que actualmente configuran el imaginario
adolescente alrededor de la sexualidad, contrastando la postulada
hegemonía de un modelo genitalista, androcéntrico y heterosexista, con
la posible perpetuación de una dinámica relacional entre los y las
adolescentes marcadamente heterosexista y cargada de violencia
simbólica.
39
ANALISIS CUANTITATIVO.
40
1. PARTICIPANTES
Centro
41
- Nivel socio-económico-cultural medio-alto: El nivel socio-cultural (estudios
parentales), formado por estudiantes, cuyos padres (padre y madre), al menos
uno de ellos o ambos, tienen estudios universitarios. El nivel socio-económico
formado por estudiantes en los que las ocupaciones parentales exigen, en al
menos uno de ellos, titulación universitaria.
Edad
Porcentaje
N Porcentaje acumulado
Válidos 15 21 17,2 17,2
16 49 40,2 57,4
17 34 27,9 85,2
18 12 9,8 95,1
19 6 4,9 100,0
Total 122 100,0
Sexo
Porcentaje
N Porcentaje acumulado
Válidos CHICOS 69 56,6 56,6
CHICAS 53 43,4 100,0
Total 122 100,0
42
Estudios
Porcentaje
N Porcentaje acumulado
Válidos 4º ESO 64 52,5 52,5
BAT CIEN 30 24,6 77,0
BAT HUM 25 20,5 97,5
MOD ENF 3 2,5 100,0
Total 122 100,0
Ocupaciones parentales
Porcentaje
Frecuencia Porcentaje acumulado
Medio-bajo 79 64,8 64,8
Medio 36 29,5 94,3
Medio-alto 7 5,7 100,0
Total 122 100,0
Estudios parentales
Porcentaje
Frecuencia Porcentaje acumulado
Medio-bajo 69 56,6 56,6
Medio 37 30,3 86,9
Medio-alto 16 13,1 100,0
Total 122 100,0
Religión
43
Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje válido acumulado
Válidos No 79 64,8 64,8 64,8
Si 43 35,2 35,2 100,0
Total 122 100,0 100,0
2. INSTRUMENTOS PSICOMÉTRICOS.
44
En este trabajo de investigación se considera pertinente utilizar la
propuesta (adaptada a esta investigación) de la escala psicométrica sobre
conocimientos, actitudes y prácticas en salud sexual y salud reproductiva,
desarrollada en la investigación “La salud sexual y la salud reproductiva de la
población estudiantil de la Universidad Nacional” por Rodrigo Vargas Ruiz
(2007), en Costa Rica. Esta encuesta sobre Salud Sexual y Reproductiva
(ESSR) permite la recopilación de datos referidos a los conocimientos,
actitudes y prácticas sexuales (CAP) de la muestra de estudiantes, tanto
respecto a su salud sexual como reproductiva.
Según Vargas Ruiz (2007:41), “el proceso metodológico por medio del
cual se depuraron las escalas propuestas fue en primer lugar, a través de la
construcción de un instrumento que permitiera someter las escalas a la
consideración de personas expertas en la temática, con el fin de verificar su
validez aparente y, en segundo lugar, una vez que fueron construidas las
nuevas escalas, se procedió a hacer una prueba piloto con 161 estudiantes y a
realizar un análisis de validez y confiabilidad con miras a lograr una segunda
reducción que, en conjunto con otras variables, conformaron el instrumento que
se aplicó a los 943 estudiantes de la muestra. Finalmente, los análisis
estadísticos confirmatorios de validez y confiabilidad permitieron una nueva
reducción de la cantidad de ítems en cada una de sus categorías y
dimensiones (de 128 a 103)”. Esta última propuesta de la escala total es la que
se utilizará en la investigación presentada por el autor.
45
sobre conocimientos en las dimensiones de vih/sida/ITS y uso del preservativo
por no ser relevantes para la presente investigación. Sí se han analizado las
categorías de actitudes y prácticas en estas dimensiones por entender que
pueden estar directa o indirectamente relacionadas con las otras dimensiones y
variables. En esta investigación se entenderá por actitud, siguiendo a
Thurstone (1978), citado por Vargas Ruiz (2008:43), “la suma total de
inclinaciones y sentimientos humanos, prejuicios o distorsiones, nociones
preconcebidas, ideas, temores, amenazas y convicciones de las personas
acerca de cualquier asunto específico“. La actitud, por tanto, se concibe como
algo que media e interviene entre los aspectos del conocimiento y las
reacciones de las personas, es decir, sus prácticas. Desde el ámbito de la
Sexología, tal y como plantea García (2009), las actitudes cumplen una serie
de funciones como son: reducir la complejidad del medio, ordenar y estabilizar
la complejidad de aspectos que tienen que ver con el Hecho Sexual Humano
(HSH): informaciones, opiniones o valores que llegan relacionados con la
sexualidad. En función de poseer un “tipo” u otro de actitud sexual se
producirán distintos tipos de ordenación de los estímulos. En cualquier caso
permiten una percepción más estable, consistente y predecible del medio.
También permiten expresar tendencias y sistemas normativos, ayudan a
resolver conflictos internos. Las actitudes contribuyen a adaptarse al grupo
social, permitiendo identificarse y ser identificado como miembro de
determinado grupo social. Una determinada actitud será fruto de informaciones,
valoraciones e intenciones, permitirá que un chico o una chica tenga un
determinado “estar” frente a la sexualidad y a sus distintas manifestaciones.
46
- Prácticas: 1 = Siempre, 2 = Casi siempre, 3 = A veces, 4 = Casi nunca, 5
= Nunca; o 1 = Sí, 2 = No.
47
Propiedades psicométricas: En la investigación de Vargas Ruiz (2007), las
escalas fueron sometidas a un análisis de componentes principales con
rotación VARIMAX, limitándose la cantidad de factores (categorías) a tres. El
análisis de factores confirmó la organización de los ítems en cuatro
dimensiones y tres categorías (conocimientos, actitudes y prácticas) dentro de
cada dimensión. En términos generales, las categorías de la dimensión 1
(salud sexual) y de sus ítems respectivos explican el 25.0% de la variabilidad
de ésta, el 25.0% los de la 2 (salud reproductiva), el 23.2% los de la 3
(vih/sida/ITS) y el 26.5% los de la 4 (uso del condón). La escala presenta una
buena confiabilidad interna habiéndose obtenido en la dimensión sobre salud
sexual un Alfa de Cronbach de 0.8183, en la de salud reproductiva un valor de
0.8196, en la de vih/sida/ITS uno de 0.8545 y en la de uso del condón se
obtuvo 0.7729, todas superiores al valor mínimo requerido para confirmar su
consistencia interna. El coeficiente de confiabilidad para el total de la escala es
de 0.9290 (Vargas Ruiz, 2007).
48
Factores y contenido: En este estudio piloto se ha realizado un análisis
factorial exploratorio de componentes principales para el total de la muestra,
que siguiendo el principio de Kaiser mediante la técnica de componentes
principales y rotación varimax, permitió identificar 13 componentes en la
solución final que explican el 58.22 % de la varianza total, con saturaciones
superiores a 0,30, valores más que aceptables para muestras con más de 300
participantes. A partir de los 13 factores obtenidos en la primera factorización,
se realizó un análisis factorial de segundo orden, que produjo 3 componentes
que explican el 55,32% de la varianza total, con saturaciones superiores a 0,35.
Los factores obtenidos son los siguientes:
49
En la presente investigación se utilizarán estos factores, tanto los de
orden primario como los de orden secundario, para la creación de las variables
a utilizar en el posterior análisis e interpretación de los resultados obtenidos en
la muestra presentada.
50
El constructo sexismo que se pretende detectar con esta escala es
considerado una de las principales creencias que mantiene las desigualdades
entre sexos (Moya 2004, citado por De Lemus, 2008). La teoría del sexismo
ambivalente de Glick y Fiske (1996) está basada en la idea de que las actitudes
sexistas mantienen una doble valencia, dado que combinan juicios
abiertamente hostiles junto con otros más benevolentes hacia las mujeres y las
relaciones entre los sexos en la sociedad contemporánea. Según la teoría del
sexismo ambivalente, sexismo hostil y sexismo benevolente coexisten dentro
de la ideología de género constituyendo una potente combinación que
promueve la subordinación de las mujeres (Glick y Fiske 2001, citado por De
Lemus, 2008). Según los autores, el estudio del desarrollo evolutivo de las
actitudes sexistas ambivalentes tiene importantes implicaciones para la
reducción de las desigualdades de género y la adolescencia es uno de los
periodos donde la intervención socioeducativa es más necesaria y efectiva, ya
que es una de las etapas donde se da una mayor flexibilidad para la
asimilación de nuevos conceptos y mayor apertura a las influencias, antes de
que las actitudes queden consolidadas, es por esto que es necesario tener un
instrumento que permita evaluar el desarrollo de estas actitudes (De Lemus et
al, 2008).
51
Factores y contenido: En la investigación citada se llevó a cabo un análisis
factorial exploratorio para obtener evidencias sobre la estructura factorial del
ISA en adolescentes. Sucesivos análisis factoriales revelaron que la forma final
de 20 ítems agrupaban las cargas factoriales a los 10 primeros ítems en un
componente de sexismo hostil y los ítems 11 al 20 en el componente de
sexismo benévolo. Se observó una posible agrupación de los ítems 11 al 20 en
los tres componentes teóricos del sexismo benévolo, a saber: paternalismo
(ítems 11, 12, 13 y 14), intimidad heterosexual (ítems 18, 19 y 20) y
complementariedad de género (ítems 16 y 17). Por tanto, el ASI-Adolescentes
(De Lemus et al, 2008) se compone de un factor de Sexismo Hostil (SH) y tres
factores de Sexismo Benevolente (SB):
52
Por tanto, el ASI-Adolescentes es un instrumento que evalúa el sexismo
en expresiones que aparentemente son opuestas, pero complementarias, en el
sentido de que ambas asumen la dominación del varón y persiguen el control
sobre las mujeres de forma que les limita a ciertos papeles y espacios (madres
y esposas), bajo la justificación de su debilidad. Se puede decir que las
personas que mantienen actitudes sexistas ‘ambivalentes’ (con puntuaciones
elevadas en ambas escalas) tienen reacciones polarizadas hacia las mujeres
(De Lemus et al, 2008).
53
2.4.- INVENTARIO DE ROL SEXUAL DE BEM (BSRI) reducido a 20 ítems.
(Campbell et al, 1997)
Normas de corrección: Las mismas que para el BSRI original. Las respuestas
a cada uno de los ítems, valorados en una escala de 7 puntos, son sumadas en
las puntuaciones totales para cada una de las subescalas, promediándose
luego en función del número de ítems que la componen.
54
3. HIPÓTESIS.
H2.- Se puede postular una asociación significativa entre los factores obtenidos
en el CRS y las actitudes evaluadas en la ESSR y, en menor medida, con los
conocimientos y las prácticas sexuales.
H3.- Con relación al sexismo ambivalente medido a través del ISA-A, se postula
que las expresiones sutiles (Sexismo Benevolente-SB) tendrán una mayor
prevalencia en general, frente a las manifestaciones hostiles (Sexismo Hostil-
SH) del mismo, aunque probablemente existirá una interdependencia entre
ambas. También se espera que los chicos se muestren más sexistas que las
chicas en ambas expresiones del sexismo (SH y SB), lo que se podrá constatar
en diferencias significativas en el contraste entre sexos. En relación con la
ESSR, se espera que el sexismo hostil o benevolente correlacione
negativamente con los conocimientos y actitudes de la ESSR.
55
4. ANALISIS DE DATOS.
Por medio del programa de análisis de datos SPSS (versión 15.00 para
Windows) se ha realizado, en primer lugar, el análisis descriptivo de los datos
sociodemográficos y de información sexual recopilados en la investigación y,
en segundo lugar, se hallaron los porcentajes y promedios en función del sexo
para cada una de las dimensiones estudiadas en la Encuesta sobre Salud
Sexual y Reproductiva (Salud Sexual, Salud Reproductiva, vih/sida/ITS y Uso
del Preservativo) y sus respectivas categorías (Conocimientos, Actitudes y
Prácticas Sexuales), así como una serie de pruebas de diferencias de medias.
En los casos en los que se han obtenido diferencias significativas en los
análisis multivariados, se ha aplicado la prueba post hoc de Tukey. También se
han realizado análisis de correlación entre las distintas variables evaluadas.
56
4.1.2.- Satisfacción con la sexualidad: La valoración subjetiva de la
satisfacción con la sexualidad es “bastante” para el 81.5% de la muestra. El
77.9% de los chicos consideran que su sexualidad es bastante satisfactoria
frente al 86.3% de las chicas, como se muestra en la siguiente tabla:
Pareja actual
% de sexo
parejact
no si Total
sexo chicos 75,4% 24,6% 100,0%
chicas 54,7% 45,3% 100,0%
Total 66,4% 33,6% 100,0%
57
Conocimiento centros salud sexual
% de sexo
conocent
no si Total
sexo chicos 62,3% 37,7% 100,0%
chicas 52,8% 47,2% 100,0%
Total 58,2% 41,8% 100,0%
Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje válido acumulado
Edad en años
7 1 ,8 ,8 13,1
10 1 ,8 ,8 13,9
12 9 7,4 7,4 21,3
13 24 19,7 19,7 41,0
14 27 22,1 22,1 63,1
15 32 26,2 26,2 89,3
16 12 9,8 9,8 99,2
17 1 ,8 ,8 100,0
Total 122 100,0 100,0
58
4.1.6.- Hablar abiertamente de sexualidad: Con respecto a con quién pueden
hablar abiertamente de sexualidad, el dato más destacable es que el 91.8% de
los chicos y chicas hablan abiertamente de sexualidad con sus amistades,
dividiéndose en el 50.8% de chicos y el 41% de chicas del total de la muestra.
Le sigue en orden de preferencia la pareja siendo el 46.8% de la muestra total
de chicos y chicas (23.8% de chicos y 23% de chicas en el total de la muestra)
que dicen que hablarían abiertamente de sexualidad con sus parejas. También
sería destacable que el 89.4% de la muestra (53.3% chicos y 36.1% chicas) no
hablaría abiertamente de sexualidad con personal sanitario y con porcentajes
similares tampoco lo harían con el profesorado.
Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje válido acumulado
Válidos no 10 8,2 8,2 8,2
si 112 91,8 91,8 100,0
Total 122 100,0 100,0
sexo
chicos chicas
% del N válido % del N válido
Recuento de subtabla Recuento de subtabla
padre no 53 43,4% 48 39,3%
si 16 13,1% 5 4,1%
madre no 54 44,3% 37 30,3%
si 15 12,3% 16 13,1%
hermanos no 48 39,3% 41 33,6%
si 21 17,2% 12 9,8%
amistades no 7 5,7% 3 2,5%
si 62 50,8% 50 41,0%
pareja no 40 32,8% 25 20,5%
si 29 23,8% 28 23,0%
profesorado no 67 54,9% 49 40,2%
si 2 1,6% 4 3,3%
personal no 65 53,3% 44 36,1%
sanitario si 4 3,3% 9 7,4%
nadie blanco 68 55,7% 52 42,6%
si 1 ,8% 1 ,8%
59
4.1.7.- Recibir información sobre sexualidad: La información que reciben
sobre sexualidad viene principalmente a través de las amistades, siendo el
67.2% del total de la muestra (32.8% chicos y 34.4% chicas). Le sigue en orden
de importancia y, diferenciando entre chicos y chicas en el total de la muestra,
la información recibida a través de internet, para un 27% de chicos y un 13.9%
de chicas de la muestra total. Con respecto a la información recibida por
revistas, el 18.9 % de chicas dicen recibirla por esta vía frente al 11.5% de
chicos. Finalmente, el 14.8% de chicos frente al 1.6% de chicas usan la
pornografía como información sexual.
sexo
chicos chicas
% del N válido % del N válido
Recuento de subtabla Recuento de subtabla
padre no 49 40,2% 37 30,3%
si 20 16,4% 16 13,1%
madre no 47 38,5% 30 24,6%
si 22 18,0% 23 18,9%
hermanos no 60 49,2% 41 33,6%
si 9 7,4% 12 9,8%
amistades no 29 23,8% 11 9,0%
si 40 32,8% 42 34,4%
pareja no 56 45,9% 34 27,9%
si 13 10,7% 19 15,6%
profesorado no 53 43,4% 37 30,3%
si 16 13,1% 16 13,1%
personal no 56 45,9% 35 28,7%
sanitario si 13 10,7% 18 14,8%
libros no 54 44,3% 38 31,1%
si 15 12,3% 15 12,3%
revistas no 55 45,1% 30 24,6%
si 14 11,5% 23 18,9%
pornografía no 51 41,8% 51 41,8%
si 18 14,8% 2 1,6%
internet no 36 29,5% 36 29,5%
si 33 27,0% 17 13,9%
60
parte de la información que reciben les resulta poco útil, sólo destaca la
información de amistades con el 36% (18% chicos y 18% chicas), internet con
el 37.7% (24.6% chicos y 13.1% chicas), el personal sanitario para el 14.8% de
chicas y las revistas para el 13.9% de chicas en el total de la muestra.
sexo
chicos chicas
% del N válido % del N válido
Recuento de subtabla Recuento de subtabla
padre no 57 46,7% 43 35,2%
si 12 9,8% 10 8,2%
madre no 57 46,7% 40 32,8%
si 12 9,8% 13 10,7%
hermanos no 63 51,6% 44 36,1%
si 6 4,9% 9 7,4%
amistades no 47 38,5% 31 25,4%
si 22 18,0% 22 18,0%
pareja no 56 45,9% 46 37,7%
si 13 10,7% 7 5,7%
profesor no 61 50,0% 51 41,8%
si 8 6,6% 2 1,6%
personal no 59 48,4% 35 28,7%
sanitario si 10 8,2% 18 14,8%
libros no 53 43,4% 41 33,6%
si 16 13,1% 12 9,8%
revistas no 57 46,7% 36 29,5%
si 12 9,8% 17 13,9%
pornografia no 58 47,5% 52 42,6%
si 11 9,0% 1 ,8%
internet no 39 32,0% 37 30,3%
si 30 24,6% 16 13,1%
61
Necesidad de información sexual
% de sexo
necesinf
no si Total
sexo chicos 29,0% 71,0% 100,0%
chicas 20,8% 79,2% 100,0%
Total 25,4% 74,6% 100,0%
sexo
chicos chicas
% del N válido % del N válido
Recuento de subtabla Recuento de subtabla
padre no 60 49,2% 49 40,2%
si 9 7,4% 4 3,3%
madre no 62 50,8% 40 32,8%
si 7 5,7% 13 10,7%
hermanos no 66 54,1% 46 37,7%
si 3 2,5% 7 5,7%
amistades no 59 48,4% 47 38,5%
si 10 8,2% 6 4,9%
pareja no 61 50,0% 48 39,3%
si 8 6,6% 5 4,1%
profesorado no 66 54,1% 48 39,3%
si 3 2,5% 5 4,1%
personal no 64 52,5% 41 33,6%
sanitario si 5 4,1% 12 9,8%
especialistas no 25 20,5% 15 12,3%
sexólogos/as si 44 36,1% 38 31,1%
Con los datos anteriores se podría plantear que los chicos y chicas de la
muestra manejan fundamentalmente la información sobre sexualidad dentro de
su círculo de amistades, siendo sus fuentes de información, en el caso de las
chicas, las revistas dirigidas a adolescentes y la búsqueda en páginas de
62
internet y, en el caso de los chicos, la pornografía y la búsqueda de páginas de
internet. Por tanto, se puede esperar que parte de la información sobre
sexualidad que tienen sea una información que reproduce actitudes sexistas y
roles de género tradicionales y diferenciados en chicos y chicas, teniendo poca
información o ninguna de personal sanitario o de sexólogos/as que podrían
transmitir una visión de la sexualidad mas igualitaria y equitativa. El hecho de
que el 74.6% del total de chicos y chicas demanden más información de temas
relacionados con la sexualidad y que el 67.2% prefieran recibir esta información
de sexólogos/as podría estar indicando la necesidad de chicos y chicas de una
información veraz y especializada.
4.1.11- Temas de interés sobre sexualidad: En cuanto a los temas sobre los
que chicos y chicas de la muestra desearían tener más información sobre
sexualidad, destaca sobre el resto, el tema de “prácticas sexuales” en el que el
63.8% de chicos y el 62.3% de chicas solicitan mas información. Este dato
sobre prácticas sexuales contrasta con el tema de relaciones afectivas en el
que el 68.1% de los chicos y el 75.5% de las chicas no muestran interés por
tener una mayor información al respecto. Con respecto a los temas de
prevención y anticoncepción es de destacar que son más las chicas (60.4% y
49.1%, respectivamente) las que quisieran tener más información en estos
temas que los chicos (49.3% y 36.2%, respectivamente). Finalmente con
respecto al tema de diversidad sexual ni los chicos ni las chicas muestran un
gran interés al respecto (no interesa al 79.7% de los chicos y al 84.9% de las
chicas). Esto muestra claramente una tendencia genitalista y coital alrededor
de la salud sexual donde parece que sólo las prácticas sexuales son relevantes
para la vivencia de la salud sexual mostrando poco interés por los aspectos
relacionados con las relaciones afectivas y la diversidad sexual. También es
llamativo el menor interés de los chicos en los temas de prevención y
anticoncepción pudiendo explicarse desde una posición masculina asimétrica y
androcéntrica en la que los chicos no se implican con estas temáticas, quizás al
considerarlas de chicas.
63
Temas de interés sexual
TEMAS sexo
chicos chicas
% del N de % del N de
la columna la columna
Relaciones no 68,1% 75,5%
afectivas si 31,9% 24,5%
Prácticas no 36,2% 37,7%
sexuales si 63,8% 62,3%
Prevención no 50,7% 39,6%
si 49,3% 60,4%
Anticoncep no 63,8% 50,9%
ción si 36,2% 49,1%
Diversidad no 79,7% 84,9%
Sexual si 20,3% 15,1%
64
2002), y se observa en las expresiones libres y responsables de las
capacidades sexuales de las personas. De acuerdo con los resultados
obtenidos, los y las estudiantes de la muestra parecen enmarcar sus
conocimientos sobre salud sexual alrededor de estas consideraciones,
debido a que en los ítems afirmativos (ssr4, ssr6 y ssr7), que hacen referencia
a que la salud sexual incluye comprender las consecuencias de las acciones
que se tomen, la promoción de la igualdad entre hombres y mujeres y que en
una relación sexual es importante saber qué le gusta a la pareja, se sitúan en
unos porcentajes de respuesta afirmativa que oscilan entre 76.8% y 95.7% en
los chicos y entre el 71.2% y 96.2% en las chicas, como se puede observar en
la siguiente cuadro (Tabla 2).
65
lo mismo con respecto a las drogas frente a ninguna chica, siendo esta
diferencia entre sexos próxima a la significatividad estadística (p=0.064) para el
ítem ssr9. Estos resultados obtenidos en la evaluación de los conocimientos
sobre salud sexual son un poco más preocupantes para los chicos, pudiendo
entenderse, siguiendo a Stern et al (2003), desde la manera como se construye
la subjetividad masculina alrededor del concepto tradicional de masculinidad
que va de la mano de normas que llevan a conductas que se constituyen en
factores de riesgo para la salud y repercutiendo en una mayor dificultad para
interiorizar los conocimientos sobre salud sexual en el caso de los chicos.
66
(as30 y as31), habiendo una mayor proporción de mujeres que presentan
mayores niveles de desacuerdo en este ítem (as30=90.6%) siendo la diferencia
estadísticamente significativa (al nivel .05) en comparación con los hombres
(72.5%), lo que puede tener que ver con la mayor carga homofóbica que
presenta la construcción de la subjetividad masculina, como plantea Bonino
(2002) y Martínez Benlloch (2008). En niveles similares de desacuerdo se
encuentra la afirmación “no voy a tener relaciones sexuales hasta el
matrimonio” (as34), de que “masturbarse es pecado” (as35), y la posibilidad de
que chicos o chicas se sientan presionados directa o indirectamente para tener
relaciones sexuales (as36). En general no sienten vergüenza cuando hablan de
sexo (as28), aunque hay una tendencia a que sientan menos vergüenza las
chicas (71.7%) frente a los chicos (56.5%).
Con respecto a los ítems que hacen referencia al sentir temor de tener
relaciones sexuales por miedo a un embarazo o a infecciones de transmisión
sexual (as25, as26 y as27), es de destacar que las chicas presentan unos
porcentajes de acuerdo que oscilan entre 24 y 34%, siendo el temor al
embarazo (as25) estadísticamente significativo en comparación con los chicos,
el 34% de la chicas muestran temor frente al 13% de los chicos. La visión
androcéntrica de la relación sexual se ve reflejada en la consideración de que
el hombre necesita más las relaciones sexuales que la mujer (as24), estando
de acuerdo el 33.3% de los chicos y el 50% de las chicas, y la posición
genitalista queda reflejada en que el 31.9% de los chicos y el 30.8% de las
chicas piensan que la relación sexual siempre tiene que terminar con la
penetración coito vaginal (as32).
67
Tabla 3. ACTITUDES SOBRE SALUD SEXUAL POR SEXO. (PORCENTAJES)
Items. Sig sexo
chicos chicas
De Ni acuerdo En De Ni acuerdo En
acuerdo ni desacuerdo acuerdo ni desacuerdo
desacuerdo desacuerdo
as19 2,9% 21,7% 75,4% 7,5% 17,0% 75,5%
as20 5,8% 20,3% 73,9% 5,7% 15,1% 79,2%
as21 18,8% 24,6% 56,5% 24,5% 35,8% 39,6%
as22 5,8% 20,3% 73,9% 13,2% 20,8% 66,0%
as23 8,7% 23,2% 68,1% 11,3% 13,2% 75,5%
as24 33,3% 21,7% 44,9% 50,0% 18,0% 32,0%
as25 13,0% 14,5% 72,5% 34,0% 18,9% 47,2%
(.009)*
as26 14,7% 16,2% 69,1% 28,3% 17,0% 54,7%
as27 18,8% 20,3% 60,9% 24,5% 22,6% 52,8%
as28 (.078) 18,8% 24,6% 56,5% 5,7% 22,6% 71,7%
as29 13,0% 13,0% 73,9% 13,2% 13,2% 73,6%
as30 10,1% 17,4% 72,5% 3,8% 5,7% 90,6%
(.044)*
as31 8,7% 11,6% 79,7% 3,8% 11,3% 84,9%
as32 31,9% 23,2% 44,9% 30,8% 21,2% 48,1%
as33 29,4% 52,9% 17,6% 50,9% 30,2% 18,9%
(.028)*
as34 8,7% 0,0% 91,3% 7,5% 5,7% 86,8%
as35 5,8% 7,2% 87,0% 9,4% 13,2% 77,4%
as36 10,3% 16,2% 73,5% 7,5% 7,5% 84,9%
El estadístico de chi-cuadrado es significativo en el nivel 0.05.
68
menos experiencia, en el caso de las chicas; marcando posiciones desiguales
claramente sexistas y confirmando la posible existencia de relaciones
asimétricas entre chicos y chicas potencialmente generadoras de violencia
emocional y simbólica, y que, además, perpetúan los estereotipos de género.
69
Tabla 4. PRÁCTICAS SOBRE SALUD SEXUAL POR SEXO. (PORCENTAJES)
Item sexo
chicos chicas
ps69 Sí 63,2% 62,3%
No 36,8% 37,7%
70
Tabla 5. PUNTACIONES PROMEDIO EN CAP DE SALUD SEXUAL POR SEXO Y
EDAD
sexo grupo edad Media Desv. típ.
conocimientos salud sexual chicos jóvenes 6,375 1,5811
mayores 7,000 1,6931
Total 6,683 1,6542
chicas jóvenes 6,258 1,7121
mayores 6,944 1,4337
Total 6,510 1,6346
Total jóvenes 6,317 1,6346
mayores 6,980 1,5876
Total 6,607 1,6405
actitudes salud sexual chicos jóvenes 52,063 12,1255
mayores 55,516 12,7485
Total 53,762 12,4573
chicas jóvenes 50,194 9,4178
mayores 53,222 12,0565
Total 51,306 10,4447
Total jóvenes 51,143 10,8313
mayores 54,673 12,4221
Total 52,688 11,6341
prácticas salud sexual chicos jóvenes 3,875 2,0907
mayores 4,129 1,9104
Total 4,000 1,9919
chicas jóvenes 2,774 2,6421
mayores 2,222 2,1298
Total 2,571 2,4580
Total jóvenes 3,333 2,4230
mayores 3,429 2,1794
Total 3,375 2,3099
71
nivel de prácticas en salud sexual en los chicos en comparación con las chicas
(Prueba T para la igualdad de medias: p=.001). Como recuerda Vargas Ruiz
(2007), esto no significa que las chicas tengan malas prácticas en salud sexual
sino que, de acuerdo con las afirmaciones que se introdujeron en esta
categoría, son muy pocas las que se consideran sexualmente activas o se
masturban o hacen el sexo oral. Estos datos podrían hacer pensar que en el
caso de las chicas el componente genérico repercute en una posición pasiva
ante las prácticas autoeróticas o de masturbación, tal vez al no significarse el
placer corporal femenino de forma positiva desde el imaginario cultural.
72
actitudes salud sexual
a,b
HSD de Tukey
Subconjunto para alfa
= .05
Nivel estudios N 1 2
4º ESO 61 49,525
Bach HH 23 52,957 52,957
Bach CC 29 57,931
Sig. ,444 ,185
Se muestran las medias para los grupos en los subconjuntos
homogéneos.
a. Usa el tamaño muestral de la media armónica =
31,795.
b. Los tamaños de los grupos no son iguales. Se utilizará
la media armónica de los tamaños de los grupos. Los
niveles de error de tipo I no están garantizados.
73
actitudes salud sexual
a,b
HSD de Tukey
Subconjunto para alfa
= .05
Centro N 1 2
Pere 41 48,927
Bea 44 53,318 53,318
Veles 16 54,125 54,125
Cata 15 59,000
Sig. ,411 ,331
Se muestran las medias para los grupos en los subconjuntos
homogéneos.
a. Usa el tamaño muestral de la media armónica =
22,691.
b. Los tamaños de los grupos no son iguales. Se utilizará
la media armónica de los tamaños de los grupos. Los
niveles de error de tipo I no están garantizados.
74
conocimientos salud sexual
a,b
HSD de Tukey
Subconjunto para alfa
= .05
actividad N 1 2
no actividad 42 5,881
hetero 69 6,725 6,725
no normativo 11 7,545
Sig. ,187 ,204
Se muestran las medias para los grupos en los subconjuntos
homogéneos.
a. Usa el tamaño muestral de la media armónica =
23,218.
b. Los tamaños de los grupos no son iguales. Se utilizará
la media armónica de los tamaños de los grupos. Los
niveles de error de tipo I no están garantizados.
75
método efectivo para prevenir embarazos (ssr13), que hay días en que una
mujer tiene más posibilidades de quedar embarazada (ssr14) y que tienen
acceso a información sobre métodos anticonceptivos (ssr16) y acceso a
métodos anticonceptivos (ssr18). Más del 60% de los chicos y chicas piensan
que después de los 40 años los hombres deben hacerse un examen de
próstata (ssr15) y que tienen acceso a información sobre planificación familiar
(srr17). Sin embargo, es llamativo cómo el 34% de las chicas y el 44.9% de los
chicos no saben que la ducha vaginal no previene el embarazo (ssr12), así
como que el 56.6% de las chicas y el 50.7% de los chicos no saben si las
píldoras anticonceptivas causan cáncer (ssr11), esto podría tener que ver con
que este método de prevención de embarazos todavía se encuentre rodeado
de una amplia gama de mitos, falacias y errores científicos que ejercen
influencia sobre su no utilización. También, más chicas que chicos, el 43.4%
frente al 31.9% aseguran que la abstinencia es el único método anticonceptivo
ciento por ciento seguro (ssr10). Estos datos parecen corroborar una vez más
otras investigaciones, como la de Vargas Ruiz (2007) o la de Stern et al (2003),
en las que se establece que aún persiste la idea de que son las chicas las
encargadas de la salud reproductiva teniendo, por lo general, ellas más
información y más adecuada para llevar una vida sexual sana, responsable y
segura.
76
En lo referente a las actitudes sobre salud reproductiva (Tabla 7),
entre el 66% y el 94.3% de los chicos y chicas están de acuerdo o totalmente
de acuerdo en que tienen derecho a decidir en qué momento desean tener
hijos e hijas (as39), que pueden acudir a los servicios de salud sexual y
reproductiva sin temor (as41), y están en desacuerdo o totalmente en
desacuerdo el 69% de los chicos y chicas en que es la mujer quien debe tomar
medidas para no quedar embarazada (as40). Es de destacar, con diferencias
estadísticamente significativas (Prueba chi-cuadrado: p=.042), que muchas
más chicas (94.3%) que chicos (77.9%) consideran que tienen derecho a
decidir en qué momento tener hijos, de hecho un 14.7% de los chicos
consideran que están en desacuerdo o totalmente en desacuerdo con tener
este derecho. Con respecto a si la vasectomía deja al hombre con menor
deseo sexual (as37), sólo el 43.5% de los chicos y el 47.2% de las chicas están
en desacuerdo o totalmente en desacuerdo, siendo alto el porcentaje de chicos
(43.5%) y chicas (45.3%) que presentan una posición ambivalente en esta
cuestión, de hecho un 13% de los chicos piensa que sí afecta al deseo sexual,
siendo esto una distorsión o idea equivocada alrededor de la salud reproductiva
del hombre y fruto del desconocimiento de estos chicos del aparato sexual
masculino y su fisiología. Finalmente, el 39.7% de los chicos frente al 56.6% de
las chicas están en desacuerdo o totalmente en desacuerdo en que cuando
una mujer está menstruando no debe tener relaciones sexuales (as38), sobre
ser mayor el porcentaje de chicas que son conscientes de esta idea
equivocada y preconcebida, aún el 20.8% de las mismas y el 29.4% de los
chicos dicen estar de acuerdo con esta afirmación, constatando que todavía
existen prejuicios alrededor de la salud reproductiva que conviene trabajar y
mejorar en mayor medida con los chicos, pero también en las chicas.
77
Tabla 7. ACTITUDES SOBRE SALUD REPRODUCTIVA POR SEXO. (PORCENTAJES)
sexo
chicos chicas
Ni acuerdo ni En Ni acuerdo ni En
Items Sig. De acuerdo desacuerdo desacuerdo De acuerdo desacuerdo desacuerdo
as37 13,0% 43,5% 43,5% 7,5% 45,3% 47,2%
as38 29,4% 30,9% 39,7% 20,8% 22,6% 56,6%
as39 (.042)* 77,9% 7,4% 14,7% 94,3% 1,9% 3,8%
as40 11,6% 18,8% 69,6% 11,5% 19,2% 69,2%
as41 69,6% 18,8% 11,6% 66,0% 17,0% 17,0%
El estadístico de chi-cuadrado es significativo en el nivel 0.05.
78
desconocimiento en algunas mujeres de la anatomía y funcionalidad de los
genitales femeninos.
79
b). Comparación de las puntuaciones promedio en función del sexo y
otras variables sociodemográficas:
80
Tabla 9. PUNTUACIONES PROMEDIO EN CAP EN SALUD REPRODUCTIVA POR SEXO Y
EDAD
Sexo grupo edad Media Desv. típ.
conocimientos salud reproductiva chicos jóvenes 5,355 1,6643
mayores 6,625 2,2252
Total 6,000 2,0557
chicas jóvenes 5,929 1,8645
mayores 6,368 1,4610
Total 6,106 1,7097
Total jóvenes 5,627 1,7704
mayores 6,529 1,9632
Total 6,045 1,9079
actitudes salud reproductiva chicos jóvenes 12,935 3,1826
mayores 15,188 3,6495
Total 14,079 3,5845
chicas jóvenes 14,571 3,1083
mayores 15,316 3,1456
Total 14,872 3,1111
Total jóvenes 13,712 3,2273
mayores 15,235 3,4385
Total 14,418 3,3983
prácticas salud reproductiva chicos jóvenes 11,742 5,4831
mayores 13,594 6,1427
Total 12,683 5,8553
chicas jóvenes 14,071 5,4970
mayores 13,211 5,4730
Total 13,723 5,4442
Total jóvenes 12,847 5,5672
mayores 13,451 5,8491
Total 13,127 5,6813
81
Tukey) realizadas sí aparecen diferencias significativas entre las siguientes
variables estudiadas:
82
actitudes salud reproductiva
a,b
HSD de Tukey
Subconjunto para alfa
= .05
Nivel estudios N 1 2
4º ESO 62 13,226
Bach HH 24 14,708 14,708
Bach CC 30 15,867
Sig. ,166 ,331
Se muestran las medias para los grupos en los subconjuntos
homogéneos.
a. Usa el tamaño muestral de la media armónica =
32,920.
b. Los tamaños de los grupos no son iguales. Se utilizará
la media armónica de los tamaños de los grupos. Los
niveles de error de tipo I no están garantizados.
83
actitudes salud reproductiva
a,b
HSD de Tukey
Subconjunto para alfa
= .05
Centro N 1 2
Veles 16 12,438
Pere 43 13,651
Bea 44 14,886 14,886
Cata 16 16,438
Sig. ,064 ,388
Se muestran las medias para los grupos en los subconjuntos
homogéneos.
a. Usa el tamaño muestral de la media armónica =
23,394.
b. Los tamaños de los grupos no son iguales. Se utilizará
la media armónica de los tamaños de los grupos. Los
niveles de error de tipo I no están garantizados.
84
conocimientos salud reproductiva
a,b
HSD de Tukey
Subconjunto
para alfa = .05
actividad N 1
no actividad 42 5,405
no normativo 11 5,636
hetero 69 6,449
Sig. ,135
Se muestran las medias para los grupos en los subconjuntos
homogéneos.
a. Usa el tamaño muestral de la media armónica =
23,218.
b. Los tamaños de los grupos no son iguales. Se utilizará
la media armónica de los tamaños de los grupos. Los
niveles de error de tipo I no están garantizados.
85
(as42). Es de destacar en este ítem la diferencia estadísticamente significativa
(Prueba chi-cuadrado: p=.028) entre los sexos, siendo mucho más la actitud de
aceptación hacia las personas con vih por parte de las chicas que de los chicos,
que parece que tienen más dificultades en es sentido. De hecho, hay que
resaltar que un 14.5 % de los chicos estaría de acuerdo con excluir en algún
lugar especial a las personas con vih frente a un 3.8% de las chicas que
piensan lo mismo, y con respecto a poder abrazar a una persona que tiene el
vih (as47), aun cuando el 71% de los chicos y chicas estén de acuerdo o
totalmente de acuerdo, es de destacar que el 17.4% de los chicos están en
desacuerdo o totalmente en desacuerdo y en este caso también el 17% de las
chicas. También, llama la atención que solo el 36% de los chicos y chicas
estarían de acuerdo o totalmente de acuerdo con la posibilidad de entablar
amistad o tener contacto con personas que vivan con el vih (as44), mostrando
en estos casos actitudes que van desde la ambivalencia hasta el rechazo
directo hacia las personas seropositivas. Apesar de la cantidad de información
que reciben por las campañas realizadas al efecto, todavía se siguen
manteniendo prejuicios en los chicos y chicas, ratificando el axioma básico de
la educación para la salud en el que se plantea que la información por si sola
no es suficiente para el cambio actitudinal necesario en el ámbito de la
sexualidad humana. Estos datos son coincidentes con el informe de la
Sociedad Española Interdisciplinaria del Sida (SEISIDA) (en prensa; Fuster,
2009).
86
Tabla 10. ACTITUDES SOBRE VIH/SIDA/ITS POR SEXO. (PORCENTAJES)
Items Sig. sexo
chicos chicas
De Ni acuerdo ni En De acuerdo Ni acuerdo ni En
acuerdo desacuerdo desacuerdo desacuerdo desacuerdo
as42 (.028)* 14,5% 14,5% 71,0% 5,7% 3,8% 90,6%
as43 20,3% 18,8% 60,9% 15,1% 18,9% 66,0%
as44 36,2% 39,1% 24,6% 36,5% 38,5% 25,0%
as45 14,5% 11,6% 73,9% 9,4% 7,5% 83,0%
as46 11,6% 10,1% 78,3% 9,4% 15,1% 75,5%
as47 71,0% 11,6% 17,4% 71,7% 11,3% 17,0%
as48 (.054)* 13,0% 17,4% 69,6% 11,3% 3,8% 84,9%
El estadístico de chi-cuadrado es significativo en el nivel 0.05.
87
Con respecto a las prácticas en relación con el vih/sida/ITS, el 100%
de los chicos y chicas aseguran no tener en el presente (ssr71) ni haber tenido
en el pasado (ssr72) ninguna infección de transmisión sexual. En los mismos
términos, niegan haber pagado para tener relaciones sexuales (ssr74) y,
finalmente, el 97.1% niega haber tenido sexo con personas desconocidas por
presión de sus amistades (ssr73), como se observa en la tabla 11. Sólo dos
chicos de la muestra (2.9%) afirman haber tenido sexo en estas condiciones.
88
se va describiendo en el área actitudinal, los chicos obtiene unas puntuaciones
menos positivas en las distintas dimensiones estudiadas por la ESSR.
89
este ultimo grupo, como ya ocurría en las actitudes de salud sexual y
reproductiva.
actitudes VIH
a,b
HSD de Tukey
Subconjunto
para alfa = .05
Nivel estudios N 1
4º ESO 63 19,397
Bach HH 25 21,960
Bach CC 30 22,633
Sig. ,061
Se muestran las medias para los grupos en los subconjuntos
homogéneos.
a. Usa el tamaño muestral de la media armónica =
33,630.
b. Los tamaños de los grupos no son iguales. Se utilizará
la media armónica de los tamaños de los grupos. Los
niveles de error de tipo I no están garantizados.
90
de las chicas, piensan que si se conoce bien a la persona, no es necesario usar
el preservativo (as53) (Prueba chi-cuadrado: p=.053). Parece que, para un
grupo de los chicos de la muestra, el tener confianza, conocer o estar
enamorado de la persona con la que se van a tener relaciones sexuales
permiten prescindir del uso del preservativo, como si el amor y la confianza les
hicieran invulnerables ante las infecciones de transmisión sexual o los
embarazos no planificados.
Con porcentajes que oscilan del 50 al 80% para los chicos y del 64 al
92% para las chicas, dicen estar en desacuerdo o totalmente en desacuerdo en
que cuando se tiene pareja estable puede dejarse el uso del preservativo
(as49), que cuando se usa el preservativo no se siente nada (as51), que la
mujer que solicita el uso del preservativo significa que está muy experimentada
(as54) y que es un insulto para el hombre que una mujer le pida usar el
preservativo (as55). En todos los aspectos mencionados las chicas muestran
una mayor tendencia a tener unas actitudes más saludables que los chicos en
lo que se refiere al uso del preservativo.
91
Tabla 13. ACTITUDES SOBRE USO DEL PRESERVATIVO POR SEXO. (PORCENTAJES)
sexo
chicos chicas
Ni acuerdo
ni En Ni acuerdo ni En
Items Sig. De acuerdo desacuerdo desacuerdo De acuerdo desacuerdo desacuerdo
as49 24,6% 24,6% 50,7% 18,9% 17,0% 64,2%
as50 (.031)* 15,9% 4,3% 79,7% 1,9% 7,5% 90,6%
as51 10,1% 21,7% 68,1% 5,7% 18,9% 75,5%
as52 (.029)* 10,1% 13,0% 76,8% 0,0% 7,5% 92,5%
as53 (.053)* 20,3% 11,6% 68,1% 9,4% 3,8% 86,8%
as54 19,1% 16,2% 64,7% 7,5% 22,6% 69,8%
as55 11,6% 7,2% 81,2% 7,5% 9,4% 83,0%
as56 31,9% 36,2% 31,9% 23,1% 34,6% 42,3%
El estadístico de chi-cuadrado es significativo en el nivel 0.05.
Tabla 14. PRÁCTICAS SOBRE USO DEL PRESERVATIVO POR SEXOS (PORCENTAJES)
sexo
chicos chicas
Siempre o Nunca o Siempre o Nunca o
casi siempre A veces casi nunca casi siempre A veces casi nunca
ps65 74,2% 12,1% 13,6% 83,0% 1,9% 15,1%
ps66 15,4% 16,9% 67,7% 9,4% 17,0% 73,6%
ps67 69,7% 10,6% 19,7% 67,9% 9,4% 22,6%
ps68 60,6% 7,6% 31,8% 60,4% 1,9% 37,7%
92
b). Comparación de las puntuaciones promedio en función del sexo y
otras variables sociodemográficas.
93
Tabla 15. PUNTUNTUACIONES PROMEDIO EN AP DE USO DEL PRESERVATIVO
Sexo grupo edad Media Desv. típ.
actitudes condón chicos jóvenes 21,818 6,4974
mayores 25,484 6,0159
Total 23,594 6,4874
chicas jóvenes 25,424 4,6100
mayores 26,526 4,4142
Total 25,827 4,5276
Total jóvenes 23,621 5,8776
mayores 25,880 5,4385
Total 24,595 5,7785
prácticas condón chicos jóvenes 11,061 4,6833
mayores 12,161 4,0340
Total 11,594 4,3815
chicas jóvenes 12,061 4,0539
mayores 11,211 5,1162
Total 11,750 4,4408
Total jóvenes 11,561 4,3752
mayores 11,800 4,4493
Total 11,664 4,3896
94
- En relación a las actitudes hacia el uso del preservativo, se presentan
diferencias estadísticamente significativas entre los y las estudiantes de ESO y
Bachillerato de Ciencias (Pruebas post hoc. HSD de Tukey: p=.000) y de
Humanas (Pruebas post hoc. HSD de Tukey: p=.008), siendo mejores en estos
dos últimos grupos. Estas diferencias también se podrían explicar por las
edades diferentes entre ambos grupos como se acaba de comentar. En las
prácticas de uso del preservativo también existen diferencias entre los y las
estudiantes de ESO y Bachillerato de Humanas.
actitudes condón
a,b
HSD de Tukey
Subconjunto para alfa
= .05
Nivel estudios N 1 2
4º ESO 63 21,825
Bach HH 24 26,375
Bach CC 30 27,167
Sig. 1,000 ,843
Se muestran las medias para los grupos en los subconjuntos
homogéneos.
a. Usa el tamaño muestral de la media armónica =
33,013.
b. Los tamaños de los grupos no son iguales. Se utilizará
la media armónica de los tamaños de los grupos. Los
niveles de error de tipo I no están garantizados.
prácticas condón
a,b
HSD de Tukey
Subconjunto para alfa
= .05
Nivel estudios N 1 2
4º ESO 61 10,902
Bach CC 29 11,690 11,690
Bach HH 25 13,520
Sig. ,741 ,204
Se muestran las medias para los grupos en los subconjuntos
homogéneos.
a. Usa el tamaño muestral de la media armónica =
33,012.
b. Los tamaños de los grupos no son iguales. Se utilizará
la media armónica de los tamaños de los grupos. Los
niveles de error de tipo I no están garantizados.
- Existen diferencias estadísticamente significativas en las actitudes
hacia el uso del preservativo entre los estudiantes del IES Pere María Orts de
Benidorm comparado con el IES Beatriu de Benidorm (Prueba HDS de Tukey:
95
p=.001) y con el IES de Catadau (Prueba HDS de Tukey: p=.001), mejorando
las actitudes en estos dos últimos centros. Es llamativo que el IES de Catadau
suele puntuar más alto que el resto de Institutos en las actitudes sobre distintas
dimensiones. Quizá el hecho de ser un centro de carácter rural y con menor
población podría explicar estas diferencias, aunque habría que explorar otras
variables para poder entenderla diferencias encontradas.
actitudes condón
a,b
HSD de Tukey
Subconjunto para alfa = .05
Centro N 1 2 3
Pere 44 21,386
Veles 16 23,063 23,063
Bea 44 26,159 26,159
Cata 16 27,750
Sig. ,752 ,260 ,781
Se muestran las medias para los grupos en los subconjuntos
homogéneos.
a. Usa el tamaño muestral de la media armónica =
23,467.
b. Los tamaños de los grupos no son iguales. Se utilizará
la media armónica de los tamaños de los grupos. Los
niveles de error de tipo I no están garantizados.
96
2008). Con el fin de poder comparar nuestros resultados con los de la
investigación original, se ha calculado la prueba T de diferencias de medias
para los 13 factores de primer orden que conforman la prueba, así como para
los tres factores resultantes de la factorización de segundo orden realizada en
la investigación.
97
- Reconocimiento de la violencia. Hace referencia al reconocimiento de la
violencia (real o potencial) que hay en las relaciones, siendo la media mayor
para los chicos (p=.017).
98
Tabla 16. Factores CRS
Sexo Media Desviación
típ.
masculinidad convencional chicas 24,25 8,138
chicos 27,22 8,011
feminidad convencional chicas 31,21 6,313
chicos 26,54 5,789
homofobia chicas 15,85 6,350
chicos 18,73 6,331
relaciones de pareja (dominio-control) chicas 16,64 5,942
chicos 17,26 5,942
relaciones entre sexos (sumisión) chicas 16,19 5,848
chicos 15,59 5,889
experiencia de maltrato chicas 7,96 4,038
chicos 9,87 3,493
legitimación de la violencia chicas 9,87 3,794
chicos 10,58 3,541
inferiorización de las mujeres chicas 16,36 4,784
chicos 15,33 3,958
idealización amor vs sexo chicas 14,92 3,777
chicos 15,97 4,253
motivación afectiva chicas 12,09 2,857
chicos 11,35 2,630
reconocimiento violencia chicas 18,77 3,411
chicos 20,37 3,733
privatización conflictos chicas 6,27 2,106
chicos 7,20 2,800
derechos de las mujeres chicas 10,68 2,517
chicos 10,01 3,216
masculinidad hegemónica chicas 86,70 17,434
chicos 92,60 18,872
sumisión simbólica chicas 107,58 22,675
chicos 105,46 20,393
reconocimiento alteridad chicas 43,92 7,319
chicos 39,75 8,869
Con objeto de conocer las relaciones existentes entre CAP de SSR y las
actitudes hacia las relaciones entre los sexos, medidas en el CRS, se han
analizado las distintas correlaciones entre las dimensiones y categorías del la
ESSR y los factores primarios y secundarios del CRS (ver tablas 17 y 18 al final
99
del apartado). Todas las dimensiones de la ESSR (salud sexual, salud
reproductiva, vih/sida/ITS y uso del preservativo) guardan correlaciones
significativas con un número de factores primarios y secundarios del CRS, en
su mayor parte correlaciones alrededor de los conocimientos y las actitudes en
cada una de estas dimensiones. Las relaciones significativas que se establecen
entre las dos pruebas son las siguientes:
100
ayudan a reconocer las situaciones de violencia en la relaciones entre los
sexos, y viceversa.
101
relaciones entre los sexos más igualitarias, equitativas y menos violentas, y lo
mismo a la inversa.
102
Tabla 17. Correlaciones ESSR y CRS
actitudes prácticas conocimientos actitudes prácticas
conocimientos salud salud salud salud salud actitudes prácticas actitudes prácticas
salud sexual sexual sexual reproductiva reproductiva reproductiva VIH VIH condón condón
masculinidad -0,087 -0,128 -0,063 -0,167 -0,149 -0,053 -0,145 -0,041 -0,154 0,106
convencional 0,345 0,176 0,502 0,067 0,108 0,578 0,117 0,656 0,095 0,259
120 114 117 120 117 111 119 120 118 116
feminidad -,206(*) -0,098 -0,164 -0,019 0,107 0,005 0,053 -0,029 -0,044 0,098
convencional 0,023 0,296 0,076 0,835 0,246 0,955 0,565 0,752 0,636 0,292
122 116 118 122 119 113 121 122 120 118
homofobia -,290(**) -,359(**) -0,022 -0,113 -,294(**) -0,120 -,414(**) -0,122 -,406(**) -0,045
0,001 0,000 0,816 0,219 0,001 0,209 0,000 0,184 0,000 0,630
120 114 116 120 117 112 119 120 118 116
relaciones de -,224(*) -,310(**) -0,042 -,185(*) -,288(**) -0,142 -,315(**) -,209(*) -,259(**) 0,046
pareja 0,013 0,001 0,655 0,042 0,002 0,135 0,000 0,021 0,004 0,626
(dominio-
121 115 118 121 118 112 120 121 119 117
control)
relaciones -0,121 -0,158 -0,052 -0,038 -,226(*) -0,063 -,192(*) -0,092 -0,135 0,080
entre sexos 0,183 0,090 0,576 0,680 0,014 0,507 0,035 0,314 0,142 0,391
(sumisión) 122 116 118 122 119 113 121 122 120 118
experiencia de -0,169 -0,068 0,070 0,008 -0,164 -0,081 -0,176 -0,083 -,181(*) 0,026
maltrato 0,062 0,471 0,454 0,932 0,074 0,392 0,054 0,364 0,048 0,783
122 116 118 122 119 113 121 122 120 118
legitimación de -0,170 -0,102 -0,027 -0,065 -,204(*) -0,102 -0,136 -0,062 -,205(*) -0,130
la violencia 0,063 0,276 0,776 0,479 0,027 0,286 0,139 0,503 0,025 0,161
121 115 117 121 118 112 120 121 119 117
inferiorización -0,089 -,207(*) -0,032 -0,062 0,043 0,065 -0,060 -0,022 -0,081 0,007
de las mujeres 0,331 0,026 0,735 0,500 0,639 0,497 0,514 0,814 0,381 0,938
122 116 118 122 119 113 121 122 120 118
idealización -,207(*) -,195(*) -0,022 -0,079 -,216(*) -0,160 -0,164 -0,079 -0,176 -0,037
amor vs sexo 0,022 0,036 0,812 0,386 0,019 0,090 0,072 0,386 0,054 0,691
122 116 118 122 119 113 121 122 120 118
motivación ,179(*) 0,109 -0,110 0,119 0,114 0,122 0,124 0,032 0,146 0,161
afectiva 0,049 0,245 0,239 0,194 0,219 0,201 0,178 0,726 0,113 0,084
121 115 117 121 118 112 120 121 119 117
reconocimiento ,281(**) 0,171 ,201(*) -0,046 ,186(*) 0,103 0,121 0,078 0,055 -0,073
violencia 0,002 0,070 0,031 0,623 0,045 0,285 0,192 0,401 0,555 0,437
119 113 116 119 116 110 118 119 117 115
privatización -,214(*) -,206(*) -0,004 0,035 -,257(**) -0,008 -,229(*) -,188(*) -0,173 0,029
conflictos 0,019 0,028 0,962 0,707 0,005 0,935 0,012 0,039 0,060 0,754
121 115 117 121 118 112 120 121 119 117
derechos de 0,060 0,091 0,111 0,070 ,197(*) ,196(*) ,210(*) -0,009 ,182(*) 0,096
103
las mujeres 0,517 0,334 0,232 0,446 0,033 0,038 0,022 0,925 0,048 0,301
121 115 117 121 118 112 120 121 119 118
**. La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).
*. La correlación es significante al nivel 0,05 (bilateral).
104
más expresiones manifiestas de la dominación masculina, la cual se basa en el
rechazo, la negación y la minusvaloración de aquello que se define como
femenino. La prueba T de contraste de hipótesis informa que el sexismo hostil
presenta diferencias estadísticamente significativas entre chicos y chicas
(p=.005), que confirmaría la mayor tendencia de los chicos a tener actitudes
abiertamente hostiles hacia las mujeres, coincidiendo con los resultados de
otras investigaciones (Martínez Benlloch et al, 2008; Lameiras, 2002).
105
complementariedad de género (basada en la idea de que las características
diferenciales de las mujeres son un complemento positivo de las características
propias del varón) y viceversa.
106
4.3.3.- INVENTARIO DE ROL SEXUAL DE BEM (BSRI) reducido a 20 ítems
(Campbell et al, 1997)
En relación con las categorías de rol de género (ver tabla 22), obtenidas
a partir de las medianas de masculinidad y de feminidad en el total de la
muestra, los chicos y chicas se distribuyen mayoritariamente en el rol
andrógino con el 37.0%, seguido del rol indiferenciado con el 29.3%, el rol
masculino con el 17.2% y, finalmente el rol femenino con el 15.5%. Es llamativo
que tanto el rol andrógino (alta masculinidad, alta feminidad) como el rol
indiferenciado (baja masculinidad, baja feminidad) representen el 64% de las
categorías de rol de género de chicos y chicas de la muestra, haciendo pensar
en la indefinición del constructo que mide el BSRI, como se plantea en otras
investigaciones (Fernández et al, 2007). También se puede plantear que
actualmente chicos y chicas no se definen tanto en función de los estereotipos
asignados al rol tradicional de género masculino o femenino, habiendo
flexibilizado sus definiciones de rol de género, posicionándose más bien en la
aceptación o rechazo de todas o muchas de las características propuestas,
antes que en su diferenciación, por tanto se cuestiona el constructo
bidimensional de masculinidad y feminidad que el BSRI pretende medir.
107
Tabla 22. Rol de género
Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje válido acumulado
Válidos masculino 20 16,4 17,2 17,2
femenino 18 14,8 15,5 32,8
andrógino 44 36,1 37,9 70,7
indiferenciado 34 27,9 29,3 100,0
Total 116 95,1 100,0
Perdidos Sistema 6 4,9
Total 122 100,0
108
actitudes condón
a,b
HSD de Tukey
Subconjunto para alfa
= .05
rol de género N 1 2
masculino 20 21,900
indiferenciado 33 22,606
andrógino 44 25,636 25,636
femenino 17 27,353
Sig. ,126 ,740
Se muestran las medias para los grupos en los subconjuntos
homogéneos.
a. Usa el tamaño muestral de la media armónica =
24,714.
b. Los tamaños de los grupos no son iguales. Se utilizará
la media armónica de los tamaños de los grupos. Los
niveles de error de tipo I no están garantizados.
Por otro lado, con objeto de conocer las relaciones existentes entre los
CAP de SSR y el rol de género, se han analizado las distintas correlaciones
entre las dimensiones y categorías de la ESSR y los roles de género masculino
y femenino medidos con el BSRI 20. Sólo han aparecido correlaciones
significativas entre la feminidad y actitudes frente al vih/sida/ITS y ante el uso
del preservativo. Siendo el rol de género femenino un factor que correlaciona
positivamente con tener unas actitudes saludables en estas áreas.
109
4.4.- CONTRASTE DE HIPÓTESIS.
110
ANÁLISIS CUALITATIVO.
111
En este trabajo se pretende tener en cuenta las concepciones del
análisis social del discurso tomando como referencia la concepción
foucaultiana del discurso como práctica social e histórica. Como plantea
Gómez (2008:158), “Foucault parte de la consideración del carácter social del
discurso: el discurso sólo se vuelve inteligible en función del contexto social e
histórico en el que sé inserta. El discurso surge en un contexto determinado, es
parte de ese contexto y al mismo tiempo crea contexto. De ahí que, desde esta
perspectiva, analizar un discurso sea intentar reconstruir el sentido de los
discursos en su situación social de enunciación”. Al analizar los discursos de
los y las adolescentes alrededor de la sexualidad se intentará reconstruir el
sentido de los mismos en su situación social de enunciación, ya que estos
discursos van a representar no solo lo que chicos y chicas dicen en un contexto
social si no que también van a constituir a los y las adolescentes como sujetos.
Gómez (2008:159), lo expresa del siguiente modo: “En terminología foucaultina,
decir que la acción social esta mediada discursivamente significa recordar que
el discurso no se limita a representarla sino que la constituye de entrada y,
también que el discurso sólo existe como práctica al funcionar en el marco de
otras prácticas históricas.
Así pues, el análisis del discurso nos permitirá atender al espacio social
en el que los discursos de los y las adolescentes se insertan y como, al mismo
tiempo, estos discursos constituyen la posibilidad de conformarse como sujetos
con unas prácticas legitimadas por el propio discurso social, probablemente
sexistas y heteronormativas. Para Megías (2003:19), “Abordar la manera en
que los y las jóvenes se acercan al sexo, lo practican e imaginan, supondrá
adentrarnos en todo un entramado de valores, temores, expectativas, dudas y
convicciones, que contribuyen a dotar de significado a la forma en que se
entabla tal relación”. Por tanto, los discursos de chicos y chicas nos servirán
como pretexto para hacer interpretaciones respecto a los temas que nos
ocupan: por una parte, la vivencia de la sexualidad y sus relaciones con la
salud sexual y por otra, el sexismo y las relaciones entre los sexos en función
de la forma de comprender determinadas prácticas sexuales.
112
2. CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LOS GRUPOS DE DISCUSIÓN.
113
diversidades sexuales. En la formación de los grupos se ha identificado la
variable “nivel socio-cultural”, en función del nivel de estudios de la madre y del
padre. Se consideran de un nivel socio-cultural medio alto a los y las
estudiantes que están escolarizados en IES, cuyos padres (padre y madre)
tienen ambos como mínimo estudios medios o, al menos, uno de ellos estudios
universitarios. Así mismo, se consideran de un nivel socio-cultural medio bajo,
los grupos formados por estudiantes escolarizados en el IES, cuyos padres
(padre y madre) tienen como máximo estudios primarios. Todos los grupos de
estudiantes pertenecen a Institutos Públicos de Educación Secundaría de las
poblaciones de Grau de Gandia y Callosa d`en Sarriá. La distribución de los
grupos ha sido la siguiente:
114
adolescentes y jóvenes que son especialmente vulnerables a la presión del
grupo.
115
delimita la formación de una identidad sexuada, con carácter performativo, que
crea los marcos por los que chicos y chicas van a configurarse como individuos.
Se observa como los chicos establecen una clara separación entre sexo
y sentimientos, pudiendo esto ser el inicio de una conceptualización de las
chicas en dos tipos de vivencias diferenciadas, la mujer del amor romántico-
idealizado y la mujer prostituta. Guiddens (1995:49), plantea esta división de
esferas en los hombres muy claramente, lo expresa del siguiente modo: “Para
los hombres, las tensiones entre amor romántico y amour passion se
disolvieron separando el confort del entorno domestico de la sexualidad de la
querida o de la prostituta”. Estas vivencias diferenciadas conformarán dos
formas distintas de vivir la sexualidad en los chicos.
116
masculina donde lo relacional está contemplado desde el temor a una
dependencia del otro/a. La sexualidad se vive como algo relacionado casi en
exclusividad con la genitalidad, con una práctica sexual separada del aspecto
emocional, donde el cuerpo se convierte en una herramienta para sentir placer
desvinculada de las emociones y que, en ocasiones, les lleva a posicionarse
frente a un conflicto intersubjetivo de manera tajante, como obedeciendo a un
discurso masculino hegemónico.
117
de sentimiento que vaya más allá de la satisfacción inmediata del instinto,
problematizando la convergencia igualitaria con las chicas al posicionarse en
modelos sexuales diferentes. Parece que sigue existiendo en los chicos un
discurso para el sexo de orden físico, experimental y genital, y otro para el
amor de orden psicológico, emocional y afectivo. Son discursos divergentes
que problematizan las relaciones entre los sexos:
- “Yo cuando me acuesto con una tía que sales el sábado por la
noche...no es lo mismo que cuando te acuestas con tu novia...si
estás con tu novia es diferente...No es que disfrutes más con la
otra...porque yo disfruto a lo mejor lo mismo o a lo mejor más con mi
novia, pero lo que pasa es que con la otra tú pruebas cosas que
nunca...o has oído, o a lo mejor has visto...claro...hay más libertad
porque tienes miedo a perderla (a la pareja)...entonces con tu novia
no es que disfrutes menos...yo disfruto incluso más...pero porque con
mi novia hacer lo normal es ya hacerlo...yo creo que es porque hay
cariño...hay más...” (Chico 5, G3).
- “Pero eso es un tema psicológico”. (Chico 1, G3)
- “Es que a lo mejor tú el sábado por la noche disfrutas más
físicamente...y con tu novia disfrutas más psicológicamente porque
hay sexo y hay amor”. (Chico 4, G3)
118
que pueden repercutir en comportamientos de riesgo. La prevención la
entienden, mayoritariamente, por el peligro de tener una infección de
transmisión sexual, no tanto por el embarazo no deseado que será el aspecto
fundamental en las chicas; es un aspecto más vinculado al imperativo de
“cuidarse del otro/a”, como portador de un peligro potencial para la propia salud
personal, es una concepción biomédica de la salud sexual más orgánica y de
ausencia de enfermedades. También conceptualizan la satisfacción, el disfrute
y la diversión como elementos necesarios para tener salud sexual desde una
concepción individualista, genitalista y androcéntrica de las prácticas sexuales.
Lo expresan así en el siguiente dialogo del grupo 3.
- “Chico 2. Condones
- Chico 4. Prevención.
- Chico 1. Pero hay muchos...los condones no te previenen de todas
las enfermedades...las ladillas por ejemplo...ahí... ¿para que sirve el
condón?
- Chico 4. Para mi sería las enfermedades transmitidas por el sexo.
- Chico 5. Salud sexual, yo lo veo más con la prevención...
- Chico 3. Yo lo veo más como el problema de si una mujer tiene
orgasmos...si hay placer.
- Chico 5. Claro, yo cuando dices salud sexual no me refiero a tener
sida o no, me refiero a que si cuando lo hago me siento bien o no, si
tengo placer o no
- Chico 1. Para mí sería nada más que salud física...que tengas yo que
se...gonorrea
- Chico 4. Entonces lo que dicen ellos es que la salud es igual al placer
en el sexo...es que yo creo que incluye a la otra persona
también...porque si sientes sólo placer tú...es que tiene que ser algo
mutuo
- Chico 5. Pero, creo yo, que el mutuo no, sería placer para ti y para
ella no...pero para ti sí. La salud sexual no se refiere a los
dos...puede ser placer para ti pero para ella no...si tú lo estás
disfrutando. Yo lo que digo es que ahora mismo no, porque yo no me
sentiría bien si ella no estuviera disfrutando, pero si yo lo estoy
haciendo y la tía veo que no se esta divirtiendo...puedo llegar a no
divertirme...pero si me estoy divirtiendo...salud sexual para mi sería
buena...para ella no”.
119
salud sexual, alejándose este discurso de las posiciones más hegemónicas
alrededor de la masculinidad. Parece que el discurso social en el que los
jóvenes crean su concepción sobre salud sexual está relacionado con las
actividades que reciben en educación sexual, donde el sistema educativo
funciona como instancia socializadora productora de pautas de conducta y de
desarrollo de conocimientos, en este caso transmitiendo un discurso médico-
preventivo, más relacionado con los riesgos frente a la sexualidad que con una
visión placentera, corresponsable, y desgenitalizada de la salud sexual.
120
- Chica 4: No sé, tan amplio no creo que sería, no, más o menos
abarca lo que es...desde que empiezas a salir con alguien, que son
los besos, las caricias, con intenciones de otra cosa, no sé, sino, no
de sexualidad de que yo le acaricio a ella y le doy un beso y tal, sino
es....más abierto....
- Chica 2: Es, cuando te intentas acercar a una persona, ósea...
- Chica 1: Si, que te gusta...
- Chica 3: ...Y, antes muestras los sentimientos hacia la persona, eso
es sexualidad.
121
- “Lo que pasa es que yo creo que ahora, el sexo es importante para
uno mismo dentro de una relación, claro, depende de para qué, igual
a ti no te apetece tener sexo y pues no lo tienes y estás
estupendamente tengas la edad que tengas. Pero yo creo que en el
momento que hay ahora, como hemos pasado tanto, porque
tampoco hace tanto de tanta represión, hasta hace nada, o sea ha
habido como una explosión y ahora el sexo se ha convertido en un
aquí te pillo aquí te mato y yo creo que a mucha gente se le ha ido
de las manos, o sea en cuanto a...vale que el sexo es
importante...pero...” (Chica 2, G4).
122
Lo que se espera de las relaciones sexuales es el enamoramiento y se
considera una herramienta para conocer al otro/a, al tiempo que se considera
prescindible la satisfacción sexual y su descarga en las chicas, en el caso de
que no haya pareja. Probablemente porque la instancia socializadora del
sistema educativo y la familia les ha trasmitido esta posición androcéntrica
frente a la sexualidad, donde se puede entender la impulsividad sexual
masculina pero no se entiende en las chicas. Esto representa una posición
frente a la sexualidad femenina de marcado carácter pasivo, donde el modelo
hegemónico tradicional femenino coloca a las mujeres en el espacio de lo
doméstico y del “ideal romántico” en la vivencia de la sexualidad. Lo expresan
del siguiente modo:
123
igualitarias, equitativas y corresponsables. Chicos y chicas no hablan de lo
mismo, no tienen el mismo imaginario cuando hacen sexo y sus vivencias de la
sexualidad son diferentes, con lo que la comunicación de sus prácticas
sexuales pertenece a discursos contrapuestos. Desde el imaginario de los
chicos la sexualidad tiene que ver con el disfrute, la diversión y la
experimentación y el imaginario de las chicas la sexualidad tiene que ver con
las emociones, con el amor, con la existencia de una relación que justifique el
sexo. Esto es coincidente con el estudio de Megías (2003:22) sobre los jóvenes
y el sexo en el que plantea que el hecho de “que el sexo se afronte como mera
diversión o ponga también en juego elementos afectivos va a propiciar que la
forma de afrontar tales relaciones adquiera características bien distintas y no
solo relativas a las necesarias dosis de responsabilidad para adoptar las
medidas anticonceptivas adecuadas, sino también a los posibles sentimientos
de intranquilidad y a las dudas asociadas a algunas de las consecuencias de
consumar o no el acto sexual”
- “La cosa es que entre nuestra edad lo que más nos han inculcado es
que tienes que tener cuidado para no tener embarazos no deseados
porque somos jóvenes y no puedes hacerte cargo del niño, entonces,
eso si tú lo piensas, la gente te machaca mucho con eso y te
machaca menos con las enfermedades sexuales. Que realmente
entre la juventud sí que lo hacemos por no quedarnos embarazas,
pero tiene un fin mucho mas allá, la cuestión es que tampoco tengas
ninguna enfermedad de transmisión sexual”. (Chica 3, G4).
- “Pero igual es que de las enfermedades de transmisión sexual es que
somos menos conscientes, porque es que es lo que dice ella, mucha
124
gente práctica sexo oral y no utiliza preservativo y realmente con el
sexo oral te puedes contagiar o contraer una enfermedad igual que la
puedes coger practicando sexo”. (Chica 1, G4).
125
- Chico 5. Si te dejas llevar...pero después lo piensas y dices no
debería...no debería haberlo hecho...pero...
- Chico 6. Es que en ese momento estas pensando en otra cosa...
- Chico 5. Es que tienes más sangre en otro sitio y no piensas
(Ríen)...Eso es un poco culpa de los dos porque la otra persona
también tiene que decir...y a veces también pasa...
- Chico 1. Es que si la otra persona acepta...pues...
126
mucha piensa que una persona con sida tú la ves y dices, seguro que
esta drogada o tiene sida y eso seguramente muchísimas personas
que tu ves, la mar de normales pueden tener sida y tú puedes estar
súper confiada y decir...no hace falta que me ponga preservativo
porque seguro que no tiene sida, porque tú lo ves normal y realmente
puede tenerlo.
- Chica 4. También seria, aparte del nivel cultural, de que tú quieras
saber eso, es decir, si quieres seguir en la ignorancia....
- Chica 6. Y falta de información no es, porque hoy en día hay
información por todas partes.
- Chica 1. Tampoco se quieren enterar.
- Chica 6. Claro, no la quieren asimilar, porque la información esta ahí.
Pero si yo prefiero pensar que no va a pasar nada, que no te puedes
quedar embarazada, pues eso...
En este eje, se analizan las funciones que tienen los discursos de chicos
y chicas en el contexto en el que se producen, como generadores de efectos o
acciones dentro de un conjunto de prácticas. Se tratará de localizar cuáles son
las funciones que tienen los discursos en la producción y transformación de las
relaciones sociales y sexuales entre chicos y chicas. Es en este espacio donde
podemos encontrar las huellas de la dimensión simbólica de la dominación
masculina, atendiendo a los aspectos que generan efectos identitarios y que
performativizan la subjetividad de chicos y chicas con marcado carácter
androcéntrico y heterosexista. En las chicas, la asunción de una posición,
naturalizada y esencialista, donde la sexualidad femenina no es tan necesaria
como en los chicos, siendo incluso prescindible, negando la pulsionalidad
femenina, y la expectativa idealizada del amor heterosexual en pareja y para
siempre que expresan los chicos. Finalmente analizaremos el rechazo, implícito
o explicito, a las sexualidades no normativas.
127
Una de las áreas en las que aparece una tendencia a constatar los roles
tradicionales femeninos es en lo relacionado con el amor y con la pareja.
Como veíamos anteriormente en las concepciones de la sexualidad de las
chicas, estas justifican las relaciones sexuales en función de la importancia
que conceden al amor en el marco de la relación de pareja, entendido como un
ideal romántico exclusivamente heterosexual que es transmitido por los
agentes sociales como el cine, la televisión o la propia familia; enfrentándose,
en ocasiones el mandato de género con la realidad. Una chica lo expresaba del
siguiente modo:
- Cuando todavía eres virgen y todo el mundo está hablando del sexo
y ves películas, pero películas normales, y que ves que todo es super
bonito y super bien y que se lo pasan pipa....entonces tú puedes
pensar que cuando tú lo hagas vas a tener ese momento e igual ese
momento no tiene nada que ver con lo que tú tengas en la cabeza....
(Chica 3, G4)
128
- “Pero también a las mujeres, yo creo que no, que es super diferente,
que a lo mejor una mujer puede buscar, o sea, yo digo de nosotros
ahora de jóvenes y tal, luego cuando ya tengas tú marido, estés
casado y todo eso ya es super diferente, pero yo digo ahora, por
ejemplo, hay muchas chicas, no es mi caso, pero de amigas y de tal
que dicen ‘ay si me acuesto con este chico es como que ya es mi
novio’ y como que ya, si se acuesta con otra, le puedo decir que no
se vaya (con otra chica), es como también buscar propiedad o
posesión o sentirte mas cercano a la ......” (Chica 7, G4).
- Las mujeres somos más reservadas a la hora de hacerlo y los
hombres son más liberales a la hora de hacerlo, o sea más abiertos...
(Chica 4., G2).
- Es que las mujeres son más precavidas... (Chica 2, G2)
129
Con respecto a los efectos identitarios sobre la subjetividad femenina de
los discursos que niegan la pulsionalidad de la sexualidad de las chicas y la
consideran prescindible, aparece la vivencia genéricamente diferente del
autoerotismo o la masturbación. Las chicas relacionan una menor frecuencia
masturbatoria que los chicos colocando estas diferencias en el cuerpo, en las
hormonas, en los aspectos diferenciales entendidos de forma esencialista entre
hombres y mujeres. También lo conectan con la presión social, ya que una
mujer que se masturba quedaría mal vista, lo que les lleva a asumir una menor
necesidad sexual como algo natural en las chicas, desconociendo y negando la
sexualidad femenina y las formas de sentir placer a través del aparato sexual
femenino.
- Que yo pienso que tienen razón que los chicos lo hacen más y se lo
comentan entre ellos, pero es que resulta que nosotras si lo
comentáramos o lo dijéramos quedaría muy mal visto. (Chica 2, G4).
- La sociedad se ve como más natural, más así que se masturbe el
hombre que se masturbe la mujer. (Chica 7, G4).
- Yo creo que suele ser no necesidad, sino que lo vean como una
cosa más natural y que en el momento que les apetezca no les
importe masturbarse, pero es que las mujeres nos planteamos más
el momento ‘joder pero como voy a hacer esto’...no sé cuantos, no
sé quintos....y, podemos estar tiempo sin mantener relaciones
sexuales y a nadie le coge un ataque. (Chica 3, G4).
- Yo no me refiero a eso,...yo me refiero a que a la mujer a lo mejor
ella no necesita tener relaciones sexuales con un hombre o con una
mujer o lo que sea...yo digo que los hombres sí que necesitan tener
relaciones con otra persona.... (Chica 6, G4).
- Pero eso creo que también es por las hormonas y por... (Chica 7,
G4).
- Yo creo que las mujeres también pueden satisfacerse ellas solas y
no necesitan tanto el sexo con otra persona que al revés, que los
hombres necesitan tener.... (Chica 6, G4).
- Se trata con mucho más pudor el aparato sexual femenino, yo creo,
por presión social. (Chica 5, G4).
- Yo creo que, también,....ellos que dicen que se masturban más y
todo eso, yo creo que sería porque ya desde pequeños y desde
siempre ellos se tocan, se la tocan y tal y están más familiarizados
con su pene y tal. (Chica 4, G4)
130
generar asimetrías relaciónales. Esto va a conformar un sistema socio-
simbólico, que como planteaba Bourdieu (1999), es un instrumento de
dominación que impone una visión del mundo que resulta más acorde con los
intereses particulares de las clases y colectivos dominantes, en este caso la
negación de la pulsionalidad en la sexualidad femenina funciona como una
forma de sometimiento de las chicas por los grupos dominantes delimitando
una sexualidad pasiva y prescindible en la que no es necesaria la vivencia
placentera de la propia sexualidad femenina. Esta imposición se presenta con
todas las apariencias de lo natural y necesario y se llega a vivir, por los grupos
dominados, en este caso las chicas, como algo esencialista (será por las
hormonas, ellas no necesitan tanto el sexo), como diferencias que son
naturales y que hay que asumir. Estas disposiciones sociales, relegan a la
mujer a una posición subordinada en el ámbito sexual y relacional, dando lugar
a lo que Bourdieu denomina “violencia simbólica” y estructurando la
subjetividad femenina desde la negación de una pulsionalidad sexual que
convierte en un aspecto natural de su identidad (ellas no lo necesitan tanto) y
legitimando la sexualidad femenina sólo en el marco de la relación amorosa
heterosexual e idealizada. Esto no deja de ser una forma de seguir
manteniendo un control y regulación sobre la sexualidad de las chicas desde el
dispositivo histórico de la sexualidad.
131
pérdida del pene, que subroga la pérdida del poder, un poder asignado desde
el discurso androcéntrico y que se refleja en el estereotipo masculino
tradicional. Como plantea Welzer-Lang (2002), en la socialización masculina,
para ser hombre, hay que conseguir no ser asimilado a una mujer, lo femenino
se convierte en el elemento de rechazo central. También, en la misma línea, lo
plantea Luis Ortiz-Hernández (2004), al explicar que un varón desarrolla la
identidad y el rol masculino mediante tres negaciones que debe probar
constantemente que no es un bebé, que no es una mujer y que no es
homosexual. Desde el punto de vista del género, es de destacar que, en
general, los discursos de los chicos están menos cuestionados por ellos
mismos, desde la masculinidad patriarcal o machista su posición identitaria no
se cuestiona y, por tanto, disminuye la capacidad de autocrítica. Como plantea
Kimmel (1987), el género es invisible para los hombres de igual modo que la
raza es invisible para los blancos, porque los privilegios que se brindan a
quienes forman parte de los grupos hegemónicos desincentivan la revisión
crítica de la situación social en la que se encuentran.
132
para chicas según quien las practique, lo que mantiene roles aparentemente
más tradicionales a la hora de establecer una relación de pareja, el chico en
una vivencia más de posesión y control en el vínculo tradicional del matrimonio
y la chica en una vivencia más idealizada alrededor del la pareja. Es de
destacar cómo los chicos asumen del discurso social los estereotipos de
género llevándoles a una posición identitaria de superioridad con respecto a las
chicas, apelando a la represión de las chicas, por tanto considerando que su
posición es la adecuada (ellos son menos tímidos y no están tan reprimidos) y
reforzando el discurso androcéntrico y patriarcal donde la violencia simbólica es
ejercida, al no permitir relaciones desde la horizontalidad donde tanto ellos
como ellas pueden estar reprimidos o no en sus manifestaciones sexuales.
133
igualdad y horizontalidad con respecto a la mujer y produciendo efectos
genéricos en los chicos en función de la presión socialmente construida de
tener que mantener su potencia (erección) hasta el final y tener que ser un
experto en la relación sexual, teniendo que ocultar los temores a no dar la talla,
a no quedar bien, como miedos que, al no poder ser asumidos por los chicos
por la presión del estereotipo (costumbres sociales, como plantea un chico),
dificultan el manejo relacional interpersonal de una forma equitativa, o desde
posiciones similares para chicos y chicas.
- Yo creo que a las mujeres les importa más lo que es la primera vez o
las primeras veces que al hombre. Al hombre creo que le importa
menos...La mujer supongo que es porque está más insegura y
porque quiere estar en una relación de confianza con el hombre para
poder...yo que sé estar más tranquila y hacerlo con seguridad...
(Chico 8, G1)
- Yo creo que también es por miedo de la mujer...yo que sé...un fin de
semana no creo que...una chica si es virgen cualquier fin de semana
no va a decir voy perder la virginidad...Porque si con
cualquiera...tiene la impresión de y si me duele o lo que sea...creo...
(Chico 6, G1)
- Sí pero el chico tampoco sabe si le va a doler...si la tía tiene el
agujero pequeño o el frenillo corto a lo mejor le estira... (Risas).
(Chico 4, G1)
- Yo pienso que la primera vez también estás con la tensión de si le va
a doler o qué pasa... (Chico 7, G1)
- Pero es que la chica es si le duele o no le duele, pero es que el chico
tiene que quedar bien... (Chico 5, G1)
- De verdad...es que a veces eso es inestable y “pum” se te jode...
(Chico 4, G1)
- Yo creo que la presión está más en el hombre que en la mujer...yo
creo que cuando un chico y una chica son vírgenes...al perder la
virginidad los dos yo creo que el chico es más el que tiene que
llevar...no sé. (Chico 6, G1)
- Como si tuviera que ser el experto. (Chico 8, G1)
- Son costumbres sociales...la chica es acostarse y dejarse
hacer...después si tú quieres hacerlo y la chica se echa atrás es lo
más normal del mundo...ahora si tú empiezas a hacerlo y estas
haciéndolo y eres tú el que te sientes incomodo y te echas atrás
siempre es él el mal visto. (Chico 4, G1)
- Es que siempre es el chico el que tiene que aguantar hasta que la
chica llegue...y después si el chico se va antes, la chica se queda a
medias...Es que la presión ahí es para el chico que tiene que quedar
bien... (Chico 5, G1)
134
Otro elemento que problematiza la construcción de las subjetividades
masculinas tiene que ver con la dificultad del manejo emocional. Este aspecto
destaca cuando tienen que enfrentar la complejidad de su propia pulsionalidad
y emocionabilidad, donde la tendencia es a negar la existencia de estas
emociones (somos más simples, dirá un chico), ya que desde la presión del
discurso de la masculinidad hegemónica han de funcionar de manera
autónoma e independiente, han de valerse por sí mismos, no han de mostrar
debilidad, ocultando el complejo entramado de dependencias que los varones
desarrollan a lo largo de su vida, teniendo, o bien que negar o disimular las
emociones que puedan sentir, o bien asumir las emociones, pero
encontrándose con dificultades por la presión del estereotipo social de la
masculinidad para poder expresarlas de un modo saludable. No obstante, se
perciben construcciones identitarias entre los chicos más permisivas con las
emociones y que manifiestan la diversidad de construcciones identitarias que
existen mas allá de los encorsetados estereotipos genéricos.
135
Como discursos que establecen efectos sobre las subjetividades
masculinas es de destacar también la conceptualización de la pareja y del amor
para siempre, como un ideal romántico, al igual que en las chicas, que
perpetúa la idea del amor para toda la vida, convirtiendo la idealización de la
pareja y de la familia tradicional judeo-cristiana en el marco del discurso
normativo de una sexualidad en pareja heterosexual, garante de la salud
mental, normativizada y socialmente aceptada. Siendo esto origen de la
exclusión de los nuevos modelos de familia como ámbitos de las diversidades
identitarias y de la conformación de otros estilos de vida, en ocasiones con
menos estereotipos genéricos, tal y como plantea Gonzalez (2002) en su
estudio sobre el desarrollo infantil y adolescente en familias homoparentales.
Para García (2009), el tema del amor romántico es un elemento fundamental
en nuestra socialización y en nuestra educación sexual. Hay todo un discurso
que se apoya en una idea romántica clásica de las relaciones de pareja, la cual
nos convence de que la finalidad de la vida afectiva debe ser encontrar el amor,
un amor idealizado que casi nunca se parece a la vida real. En la época
adolescente ese discurso es especialmente intenso, reforzado desde todos los
mensajes que emiten las industrias culturales: música, moda, cine, literatura,
televisión…etc.
136
Las chicas con respecto a la homosexualidad tienen actitudes
aparentemente más igualitarias y donde cabe más la diversidad, el aspecto
diferencial con respecto a los chicos tiene que ver con el no sentir amenazada
su orientación por la orientación de los otros/as. Lo llegan a plantear como algo
que tiene que ver con la moda, como si la orientación sexual pudiera ser algo
intercambiable. En apariencia esto posibilita una mayor flexibilidad a la hora de
aceptar las identidades genéricas no normativas y la aceptación del placer en
sus múltiples manifestaciones. Sus actitudes alrededor de las diversidades
sexuales parecen positivas y saludables. Pero este aspecto es contradictorio
con la percepción del propio autoerotismo, desde la posición heterosexista, en
donde la negación del placer individual y su aceptación como un valor positivo
en las chicas niega la vivencia del autoerotismo o la masturbación como algo
necesario y placentero per se. Aspecto que sí valoran en las identidades no
normativas y que probablemente está relacionado con los estereotipos de
perversidad y promiscuidad que se atribuyen socialmente a las identidades
sexuales lésbicas. Así mismo, contrasta esta aceptación de la diversidad con la
ausencia de visibilidades lésbicas normalizadas de mujeres adultas en las que
las adolescentes pueden encontrar modelos positivos de identificación, tal
como plantea Olga Viñuales (2000) en su estudio sobre las identidades
lésbicas.
137
sociales con respecto a las sexualidades no normativas a los que hacen
referencia este grupo de chicas..
138
- Ay, a mí me parece bien... (Chica 3, G2)
- A mí también...a y si no estás a gusto con tu cuerpo y necesitas
cambiarlo...pues yo lo acepto...porque igual que yo no estoy de
acuerdo con mis tetas y me las operaría...pues si dijera yo no me
siento como mujer, tengo el cuerpo de mujer, pero no me siento
como mujer...pues me encantaría operarme y me encantaría que los
demás lo aceptaran, porque psicológicamente estas personas están
destrozadas y yo lo acepto...yo sí...(Chica 5, G2)
- Es que harán lo que sea para estar a gusto. (Chica 2, G2)
- Esta vida es sentirse bien siendo uno mismo y si tú te sientes bien
siendo mujer, pues eres mujer y si hombre, pues hombre. (Chica 3,
G2)
- Claro porqué tú no eliges cómo naces, entonces... (Chica 6, G2)
- Es cambiarte para poder vivir tranquila. Chica 4, G2).
Los chicos tienen una posición genérica más marcada alrededor del
temor a la homosexualidad, existiendo el efecto identitario, en función del
discurso masculino tradicional, de tener que desmarcarse y defenderse de ser
identificado como homosexual, aunque se perciben diferencias con respecto a
la edad y el nivel socio-cultural entre los chicos: los chicos de menor edad pero
de nivel socio-cultural medio alto muestran aspectos menos homófobos que los
chicos de mayor edad, pero de nivel sociocultural medio bajo (que, en parte
entienden tanto la homosexualidad como la transexualidad como
enfermedades o trastornos), lo que hace pensar en que el nivel de estudios
parentales y junto con la edad pueden estar produciendo efectos de cambio de
actitudes hacia las diversidades sexuales en los chicos. En el grupo de chicos
de 15 y 16 años lo expresaban así:
139
- ...y te sienta mal. (Chico 7, G1).
- No te sienta mal pero... o... (Chico 6, G1). .
- Pero es que hay mucha gente que a lo mejor te dicen que un hombre
es homosexual y ya no lo tiene como...no se acerca tanto por miedo
a que tire los trastos....y puedes tener una amiga y tampoco te tira los
trastos...que no...es que la gente lo mira como si fueran unos
salidos... (Chico 5, G1)
- Son paranoias sociales de ésas que...una chica te lleva a casa en el
coche y no pasa nada...un chico homosexual te lleva a casa en el
coche y la has liado...la has liado... (Ríen), (Chico 7, G1).
140
(2003), la orientación sexual heterosexual no garantiza la salud mental de las
personas y éste es un aspecto que, tanto los chicos como las chicas, tienen
introyectado en todos sus discursos sobre las diversidades sexuales,
colocándose en una posición de normalidad desde el heterosexismo dominante
en nuestro inconsciente colectivo.
141
saludable la construcción de las identidades adolescentes heterosexuales,
homosexuales, bisexuales o transexuales. Los problemas de adaptación a la
vida sexual homoerótica pueden ser los primeros síntomas que reflejan que,
socialmente, se sigue viendo la homosexualidad masculina y femenina con un
grado de valor distinto de la orientación sexual heterosexual.
142
- Es que es algo que no se ve tanto.... (Chico 6, G1)
- Gente que no ha nacido con el cuerpo que desea... (Chico 1, G1)
- Igual hay hombres que le gustan los hombres porque se sienten
mujer...no porque sea homosexual. Y yo creo que se les trata muy
mal (Chico 7, G1)
- Sí se les suele tratar mal...peor que a los gays y a las lesbianas...
(Chico 5, G1)
- Mucho peor...está peor visto si se sabe... (Chico 4, G1)
143
DISCUSIÓN.
144
han encontrado los siguientes resultados en las pruebas realizadas,
destacando:
145
ocasiones colisiona con otro discurso más “real”, es un discurso individual,
donde las emociones juegan un papel importante. En este discurso se habla de
sí mismo de manera más emocionable, sana y saludable. Estos dos discursos
en ocasiones se escinden, se separan, con la tendencia a negar el emocional,
siendo determinante el discurso social alrededor de lo que debería ser como
chico frente a sus iguales. Esta duplicidad de discursos que no se integran,
tiene mucho que ver con las dificultades de integrar en el psiquismo individual
aspectos de la propia identidad masculina y femenina que permitirían manejos
más saludables, igualitarios y equitativos en las relaciones interpersonales.
Esto puede explicar, en parte, lo que parece evidente en la investigación
alrededor de manejar las actitudes en sus relaciones consigo mismo y con
los/las demás de manera más problematizada por el estereotipo de género en
el caso de los chicos.
146
dificultades para conectar con su cuerpo como objeto de placer. Esto tensiona
y problematiza las relaciones interpersonales al no tener un mismo discurso
que legitime la diversidad de construcciones identitarias desde posiciones
horizontales, igualitarias y de reconocimiento de la alteridad, más allá del
encorsetamiento excluyente de las identidades de género masculinas o
femeninas. Las significaciones que tienen las adolescentes de la sexualidad
están ligadas fundamentalmente a los procesos reproductivos, existiendo una
tendencia a considerar “lo sexual” como negativo o peligroso, más relacionado
con los riesgos y consecuencias problemáticas de una práctica sexual; parece
que todavía es difícil para las chicas tener una visión positiva de la sexualidad
ligada a la calidad de vida, al ejercicio de la autonomía y los derechos de las
mujeres, el placer se convierte en un elemento válido y constitutivo de la
sexualidad masculina, pero no parece como deseable ni valido en la femenina.
Por tanto, como se confirma en otros estudios (Bataller, 1995; Barberá, 2000;
Pastor y Bonilla, 2000; Rodríguez, 2000; Stern et al, 2003; Lameiras, 2002;
Megías et al, 2005; Checa, 2005; Navarro-Pertusa et al 2005; Caricote, 2006;
Robledo et al, 2007; Vargas Ruiz, 2007; Pacheco- Sánchez et al, 2007; Ramos,
2006; Benlloch et al, 2008; De Lemus, 2008; Polanco et al, 2009) tanto chicos
como chicas adolecen de unas actitudes alrededor de la sexualidad y de las
diversidades sexuales que son reflejo de los discursos sociales heterosexistas,
y en gran medida androcéntricos.
147
actitudes y los irracionalismos respecto a la homosexualidad masculina o
femenina y respecto a la transexualidad”.
148
CONCLUSIONES.
Posibilitar una formación en salud sexual para los y las adolescentes educando
en actitudes positivas y respetuosas hacia la sexualidad y las relaciones
sexuales.
El trabajo con los mitos, prejuicios y falsas creencias alrededor del hecho
sexual humano y la sexualidad puede contribuir a disponer de herramientas
básicas y aplicadas para las intervenciones educativas necesarias para la salud
de los/las jóvenes y adolescentes.
149
buena salud sexual mejora la calidad de vida de las personas y da una mayor
longevidad.
150
necesidad de contacto, la actividad sexual, y las relaciones interpersonales
íntimas, son algunas de las necesidades básicas de cuya satisfacción depende,
en gran manera, el bienestar de las personas.
151
BIBLIOGRAFIA.
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160
ANEXOS.
161
ANEXO I
CUESTIONARIOS UTILIZADOS
162
TACHA LO QUE CORRESPONDA:
EDAD 15 16 17 18 19
MADRE PADRE
Qué PROFESIÓN u
OCUPACIÓN tiene
……………………... ……………………...
MADRE PADRE
Qué NIVEL DE
ESTUDIOS tiene
……………………... ……………………...
1 total desacuerdo;
2 bastante desacuerdo;
3 algo en desacuerdo;
4 ni de acuerdo ni en desacuerdo;
5 algo de acuerdo;
6 bastante de acuerdo;
7 totalmente de acuerdo.
1 2 3 4 5 6 7
163
1 2 3 4 5 6 7
11. A los chicos les gusta que su chica piense como ellos
quieren
14. Cuando las chicas protestan, los chicos a menudo dicen que
su pareja es histérica, egoísta, exagerada
20. Es comprensible que, por amor, las chicas dejen de lado sus
intereses y proyectos
164
1 2 3 4 5 6 7
37. Conozco a algún chico que, aunque sólo sea una vez, le ha
pegado una bofetada a su novia
40. Las chicas suelen ser más cariñosas y preocupadas por los
demás
44. Conozco a alguna chica que, aunque sólo sea una vez, le ha
pegado una bofetada a su novio
165
1 2 3 4 5 6 7
49. Alguna que otra vez, una chica tiene que ceder a las
demandas sexuales de su pareja aunque no le apetezca
166
ENCUESTA SSR
1. practico sexo
con hombres predominantemente
con mujeres exclusivamente
por igual
2. no he tenido relaciones sexuales
167
¿Tienes pareja en la actualidad?
Sí No
Sí No
¿En dónde encuentras información más útil sobre sexualidad? (puedes marcar varias):
Sí No
¿Sobre qué temas te gustaría saber más en relación con la sexualidad? (puedes marcar
varios):
168
Al lado de cada frase, marca el número en el círculo correspondiente de la escala
que mejor expresa tu opinión sobre esa frase.
Para cada una de las siguientes afirmaciones, indica si son ciertas, falsas o no sabe:
1 = cierto; 2 = falso; 8 = no sabe;
1 2 8
169
Para cada una de las siguientes afirmaciones, indica si estás o no de acuerdo,
teniendo en cuenta las siguientes opciones de respuesta:
1 totalmente de acuerdo;
2 de acuerdo;
3 ni de acuerdo ni en desacuerdo;
4 en desacuerdo;
5 totalmente en desacuerdo.
1 2 3 4 5
1 2 3 4 5
170
37. La vasectomía deja al hombre con menos deseo sexual
50. Pienso que cuando una persona le pide a la otra que use el
condón es porque no hay confianza
171
Para cada una de las siguientes afirmaciones, indica con qué frecuencia haces estas
cosas, teniendo en cuenta las siguientes opciones de respuesta:
1 siempre;
2 casi siempre;
3 a veces;
4 casi nunca;
5 nunca.
1 2 3 4 5
57. Me masturbo.
172
ASI – INSTRUCCIONES
A continuación se presentan una serie de frases referidas a los chicos y las chicas y a su relación mutua en
la sociedad actual. Por favor, indica el grado en que estás de acuerdo o desacuerdo con esas afirmaciones,
marcando al lado el número de la escala que mejor expresa tu opinión:
0 1 2 3 4 5
totalmente moderadamente levemente levemente moderadamente totalmente
en desacuerdo en desacuerdo en desacuerdo de acuerdo de acuerdo de acuerdo
0 1 2 3 4 5
173
BSRI – INSTRUCCIONES
1 2 3 4 5 6 7
2. Afectuoso/a
3. Independiente
8. Comprensivo/a
9. Enérgico/a – Vigoroso/a
10. Compasivo/a
14. Cálido/a
15. Dominante
16. Tierno/a
19. Agresivo/a
174
ANEXO II
175
GUIÓN GRUPOS DE DISCUSIÓN: REFLEXIONANDO SOBRE EL SEXO.
EJE TEMÁTICO I.
¿Qué hacéis para cuidar vuestra salud sexual o para tener placer?
(¿Cuáles son los riesgos que creéis que tienen que ver con vuestra
sexualidad?) (riesgo embarazos, riesgo ITS`s o riesgo afectivo).
¿Qué valor (importancia) dais al sexo los y las jóvenes de vuestra edad? ¿Qué
esperáis vosotros/as de las relaciones sexuales? ¿Qué es lo importante para
vosotros para disfrutar de las relaciones sexuales?
¿Por qué creéis que muchos/as jóvenes asumen riesgos en sus relaciones
sexuales y practican sexo sin protección?
¿Cómo pensáis que las mujeres se plantean o viven el sexo? ¿Qué esperan?
¿Cómo actúan?
¿Cómo pensáis que los hombres se plantean o viven el sexo? ¿Qué esperan?
¿Cómo actúan?
176
¿Cómo pensáis que las mujeres viven y se plantean las relaciones con sus
parejas?
¿Cómo pensáis que los hombres viven y se plantean las relaciones con sus
parejas?
177
ANEXO III
178
Valencia, mayo 2009
Estimados/as:
Por esto, solicitamos su consentimiento para que su hijo/a pueda participar en dichos grupos,
que tendrán lugar en el propio centro educativo y en horario escolar, en coordinación con el
equipo docente y/o servicio de orientación pedagógica del mismo. Para manifestar su
consentimiento, le rogamos firme más abajo el espacio destinado a este efecto.
Atentamente
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
CONSENTIMIENTO PARENTAL
Nombre y firma:
179
180