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INTERPRETACION Y ARGUMENTACION

La interpretación y la argumentación como tan son dos temas que van centrados en la
atención de los filósofos del derecho en una manera especial hacia destacar y que suscita
en polémica en la cuanto a la teoría general. En los enfoques sobre ambas que existen
muchos, pero teniendo como resultado cierta habilidad didáctica de Guastini, que se
caracteriza por tener un enfoque analítico insobornable, atento y muy preciso con
exposiciones largas o con escasas características intelectuales.
El libro inicia exponiendo cual es el objeto del estudio, señalando su preocupación básica
de abordad diferentes asuntos de la interpretación y sobre las diferentes fuentes del
derecho que serian, la constitución primeramente y las leyes y reglamentos, según lo
establece a partir de la pagina 21, teniendo la primera parte completada con las
correspondientes reflexiones sobre un tema que deriva del problema de la ambigüedad
interpretativa, devengando del un análisis de las disposiciones y de las diferentes clases, así
como de los tipos de interpretes de una autenticidad de la operación y que por ultimo de
un producto como consecuencia de estos.
Exponiéndolo de manera rigurosa y sin demerito por causa de su brevedad, queda desde el
principio del apartado, cuando es referente a los distintos conjuntos normativos, como por
ejemplo una norma jurídica sin importar cual es su formulación puede ser reconstruida,
como un enunciado condicional que según la lectura establece que se debe de omitir o
hacer si se verifican las circunstancias, las normas jurídicas no son prescripciones
categóricas si no hipotéticas o condicionales, siendo un aspecto esencial de la
interpretación en abstractos.
Todas las interpretaciones parten de la premisa de que la disposición no es lo mismo que la
norma, ya que la disposición es el objeto de la interpretación mientras que la norma es el
resultado y con ambas se crea una correspondencia biunívoca, continuando siendo fiel al
positivismo, resultando que la norma no precede a la disposición, ni es ontológicamente
distinta a ella ya que los significados no tienen una existencia independiente de lo que
expresan.
Recogiendo que la interpretación es una actividad mental en la que existen fuentes de
equivocidad como los intereses en conflictos y los sentimientos de justicia, teniendo la
vaguedad por otro lado y así la propiedad objetiva del lenguaje y solo se podrá reducir por
medio de definiciones, así como el juicio sobre las posibilidades de un análisis sociológico
que nos lleve a conocer las creencias de tipo moral en una sociedad, existiendo solo unos
subjetivos sentimientos morales del juzgador, que busca como justificar y que incluso se
puede recurrir a una excusa sociológica.
Teniendo también la interpretación doctrinal que puede ser cognitiva, decisoria o creadora,
pero la judicial es necesariamente de carácter decisorio, por lo que no existe una simple
aplicación de la ley, si no que se diferenciarían por ser en concreto hallando una distinción
en la separación de poderes como todos los textos normativos, exponiendo que son
equívocos de manera parcial ya que la interpretación judicial exige una elección entre
significados que se encuentran en conflicto.
Partiendo en que se centra también en los temas de reflexión de la ciencia jurídica, derivado
de la incorporación de valores morales en el derecho constitucional pues la operación debe
de considerar un rechazo ya que los conceptos predeterminados como morales son
utilizados para formular a partir de estos principios constitucionales que se ven
incorporados en un texto jurídico y que por eso son positivizados, perdiendo así la
identificación como una ética normativa.
Así como los términos de incorporación y el de reenvío son empleados injustificadamente
por no querer referirse a las relaciones como la del derecho internacional privado con los
diferentes ordenamientos jurídicos nacionales, teniendo como otro motivo oponerse a una
tesis rebatida, por lo que el autor insiste en la imposibilidad de que el juzgador conoce la
moral existente y por lo que resalta de nuevo el resultado de introducir su propia opinión.
Teniendo la intención en el presente libro señalar en las primeras paginas los limites
conceptuales que se encuentran en la interpretación que sirve no puede servir para
distinguir las diferentes interpretaciones que sean buenas y correctas o de cierta forma
aceptables de las interpretaciones malas o incorrectas, en cuestión valorativa o normativa,
ya sean de política del derecho o totalmente ajenas como la ciencia del derecho, sirviendo
para distinguir el ámbito en el que el derecho interpreta sobre la creación de normas
nuevas.

Maria Fernanda Klee Hurtado

Carnet: 20015157

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