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EL ARTE DE LA GUERRA

UNIVERSIDAD VERACRUZANA

CARRERA: INGENIERIA CIVIL

REGION: POZA RICA - TUXPAN

EE: DINAMICA

SEMESTRE: 2º GRUPO: “A”

ACADEMICO: RODOLFO HARO ROCHA

ALUMNO: RAMIREZ GONZALEZ PEDRO

MATRICULA: S21006070

TEMA: ENSAYO SOBRE EL LIBRO “EL ARTE DE LA

GUERRA”
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EL ARTE DE LA GUERRA

Este libro inspira a los líderes de empresas competitivas las cuales se asemejan a los conflictos

que se dan en las guerras. En el mundo corporativo el lenguaje toma muchas expresiones de la

guerra y las utiliza cotidianamente.

Sun Tzu tiene ideas que son convertidas en conceptos de negocios las cuales se ponen en

práctica para así obtener el éxito. La idea es tomar todos los ejemplos y pensamientos para

aplicarlos en estrategias para los negocios.

Ganar todo sin combatir es un principio estratégico donde someter al enemigo sin combatir es

el colmo de la habilidad. En el contexto de los negocios tomar intacto todo lo que hay bajo el

cielo para que la victoria sea total, significa que sus batallas por el dominio del mercado no deben

destruir la rentabilidad de la industria. Es mucho más productivo atacar los puntos débiles de su

competidor que atacar sus fortalezas; atacar la debilidad acorta el proyecto que conduce a la

victoria, atacar la fortaleza no alarga.

Debemos de tener la mayor información que podamos de los mercados, experiencias,

nombres, negociaciones, grado de riesgo, metas, entre más rápido lo hagamos nos dará pie para

que estén desequilibrados y estar en la punta, ya que si tenemos buenas iniciativas la competencia

se sentirá mal moralmente, además podremos fijar reglas como tiempo y lugar para enfrentar a la

competencia. Por lo tanto, cuando estamos capacitados para atacar, debemos parecer

imposibilitados para hacerlo; cuando estamos usando nuestras fuerzas, debemos parecer

inactivos; cuando estamos cerca, debemos hacer creer al enemigo que estamos lejos; cuando

estamos lejos, debemos hacerle creer que estamos cerca. ¡SIMULE DESORDEN Y

APLASTELO!

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El éxito en la guerra se obtiene adaptándonos cuidadosamente al propósito del enemigo.

Anticípate a tu oponente apoderándote de lo que el más aprecia y sutilmente contribuirás a apurar

su derrota. Así que cuando todo parezca a tu favor, deberíamos modificar los planes, porque así

puedo predecir quien tiene mayores posibilidades de ganar o perder. Lo mejor tratar de los

enemigos no se unan; el líder habilidoso vence a las tropas enemigas sin luchar, este es el método

de estrategia ofensiva; por lo tanto, que en la guerra que tu gran objetivo sea la victoria, no las

campañas duraderas. No podemos entrar en alianzas hasta no conocer perfectamente los planes

de nuestros vecinos.

Si estamos en igualdad de condiciones, podemos ofrecer batalla; si somos menos, podemos

evitar al enemigo; si somos desiguales en todas formas, podemos huir de él. Por lo general las

fuerzas pequeñas así realicen una lucha tenaz, lo más seguro es que será capturada por una fuerza

mayor. El método indirecto se puede utilizar para lanzarse a la batalla, pero se necesitarán

métodos indirectos para asegurar la victoria; sin embargo, ellos de en combinación dan como

resultado una serie interminable de maniobras. El control de una gran fuerza se rige por el mismo

principio que el control de unos pocos hombres: solamente es cuestión de dividir sus cantidades.

El combatiente inteligente anticipa el efecto de la energía combinada y no exige demasiado de los

individuos.

Si permanecemos invisibles al enemigo y descubrimos sus posiciones podemos mantener a

nuestras fuerzas concentradas, mientras que las de nuestros adversarios estarán divididas;

conociendo el lugar y la hora de la batalla que se acerca, podremos concentrarnos para la lucha

desde las distancias más lejanas.

Si tenemos planes, nuestros enemigos lo conocerán solo por otros hombres, es por esto que,

las relaciones con los espías deben ser más especiales o estrechas. En ningún otro asunto se

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debería preservar más celosamente el secreto: nuestros espías deben ser comisionados para

asegurarnos esos datos.

En la guerra, no hay condiciones constantes. Solamente aquel que conoce en detalle los males

de la guerra, podrá conocer exhaustivamente la manera provechosa de llevarla a cabo; impida que

sus competidores se una, en caso de ataque, primero separe a su competidor de sus aliados. En

todo negocio lo más importante es el liderazgo pensando en los objetivos de este y en el bienestar

de los hombres y no en las necesidades del líder. Estos líderes son excepcionales y difíciles de

encontrar por su disposición a anteponer las necesidades de los demás a las propias y poseer un

carácter fuerte y templado. Son la verdadera joya de la organización. La seguridad contar la

derrota implica tácticas defensivas; la habilidad para vencer al enemigo requiere tomar la

ofensiva. Quedarse a la defensiva indica falta de fuerza, atacar una súper.

En conclusión, hay que tener mucha concentración para evitar las dificultades o tirar la

victoria por la borda. Hay cinco puntos esenciales para la victoria ganara aquel que sepa cuando

luchar y cuando no hacerlo, ganara aquel que sepa cómo manejar tanto a las fuerzas superiores

como a las inferiores, ganar aquel cuyo ejército este animado por el mismo espíritu a través de

todos sus rangos, ganara aquel que esta esperando y preparado aguarde un poco más para tomar

al enemigo desprevenido, ganara aquel que tenga capacidad y no sufra interferencia alguna de

parte de su soberano. La mejor victoria es vencer sin combatir y esa es la única importante

distinción entre el hombre prudente y el ignorante. Con esta obra comprendemos los orígenes de

los conflictos y asimismo poder buscar las soluciones.

Bibliografía:

Tzu, S. (2008). El Arte de la Guerra. Cuauhtémoc, México: Editorial Porrúa

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