En una época, la naturaleza se ha entendido preferentemente como el principio u
origen de la realidad que nos rodea, esta realidad que está sometida al cambio, es decir, que se transforma ya se por la generación y a la realidad del momento. En este sentido, a lo largo de la historia de la filosofía, la naturaleza ha sido entendida de distintos modos, tales como: una esencia, como un mecanismo, como espíritu o como historia, entre otras. Por ejemplo: en la actualidad, la reflexión filosófica sobre las concepciones de la naturaleza se ha visto transformada por los conocimientos científicos que, en sus distintas ramas (física, química, biología, etc.) asumen el estudio de la realidad, física o humana, desde posiciones claramente mecanicistas, es decir, explicando el cambio y la estructura constitutiva de la realidad yendo de la mano con las leyes que dependen exclusivamente de causas eficientes.