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Ana Valeria Pantaleón Morán 155375

Samantha Leticia Tapia Lozano 156589

“Principio de relatividad vs Principio de solidaridad”

Actualmente la economía del mercado ha tomado un papel muy importante en el


ámbito jurídico, ya que se ha vuelto esencial el conjunto de contratos, puesto que,
va dirigida por personas naturales o físicas con sede natural. Las empresas se han
comprometido a dar a conocer a fondo una sociedad mercantil-empresarial con el
fin de reflejar un sistema de obligaciones contractuales privadas, asimismo, el
sistema de traslación de derechos reales, mediante contratos de sociedad,
laborales, mercantiles, entre otros.

Un contrato de empresa debe tener eficacia relativa, de manera que


metodológicamente, se estudia el contrato, su origen romano y su concepción
contemporánea; también se analiza el principio de relatividad, con la finalidad de la
reciprocidad entre las partes y de la oponibilidad, así finalmente un estudio del
contrato y su principio de eficacia relativa se acatan las excepciones a la misma
regla general o máxima jurídica, y se da a conocer los efectos más significativos
de este; para finalizar, se cita la doctrina source of strength como un típico caso
del derecho contemporáneo.

Contractus deriva del término contractare, que significa pactar o convenir, en lo


legal, la responsabilidad de cualquier clase sobre toda responsabilidad personal y
no solo responsabilidad contractual.

Para el sistema del Derecho romano el contrato es una de las fuentes de


obligaciones civiles, con delitos, préstamos y estipulaciones, con la que se debía
regir la equidad para corregir las desigualdades entre las partes y para ajustar su
ejecución a la verdadera intención de cada una de las partes contratantes.

De manera que existía cierta obligación entre un acreedor que puede realizar una
reclamación, además, de un deudor que debe cumplir con su deuda, en otras
palabras, la parte obligada puede ejecutar una conducta llamada debitor, en tanto
que la otra parte esta facultada para el reclamo era denominada creditor, en el
sentido de que éste tenga la voluntad y capacidad para llevar a cabo lo pactado.

El término “obligación” es usado desde años atrás para referirse a una relación
con dos partes finalistas. Por lo que las fuentes de obligaciones en el Derecho
Romano provienen de actos perseguibles de la ley o del edicto pretorio, de
manera que las obligaciones penales, crediticias y estipulativas implican acciones
de estricto derecho, puesto que, se competía entre un acreedor y un deudor,
propio de obligaciones unilaterales.
La Lex privata tenia que producir efectos positivos, en tanto el pactum era la
renuncia total o parcial de los mismos, y la condicio la declaración por la que se
supeditaban los efectos del negocio al cumplimiento de un hecho futuro e incierto.
Existieron contratos en cuatro grupos: reales, verbales, literales y consensuales,
cada una con la finalidad de surgir la obligación y consentimiento de dos o mas
personas para ser fuente de obligaciones entre ellas, con partes contratantes que
los componen, unilatelares y bilaterales o mutilaterales asimismo llamadas
obligaciones recíprocas, mediante el principio de la buena fe.

Se le llama eficacia relativa del contrato a un acuerdo con el consentimiento


voluntario que infiere que sólo las partes de estos puedan demandar con base en
él. Es el aforismo latino res inter alios acta, el cual impide la extensión de la
predicha eficacia del contrato a personas ajenas a su formación, en otras
palabras, es es un axioma general recibido en dicha doctrina por el Derecho
romano que conlleva sentencias como: res inter alios acta, aliies neque nocere
neque prodesse potest; res inter alios acta aliis neque nocet neque prodest, y; res
inter alios acta vel iudicata alteri nec prodest nec nocet, la relatividas se
fundamenta aún en latines o latinajos, fue sacado por fragmentos del Derecho
romano, que con el paso del tiempo la versión del liberalismo individualista llegó a
formular el principio como un pensamiento absoluto. Por otro lado, existe una
circularidad llana en los contratos que es implícita y sobreentendida en la
generalidad de sus efectos, por lo cual se encuentra un esquema subjetivo
redondo conformado por el binomio parte-parte que debería ser binario, en
consecuencia de que nadie puede contratar consigo mismo, es decir, el principio
de la relatividad es un circulo cerrado, personal e íntimo, llamado el círculo
contractual.

En el mundo anglosajón es llamado privity of contract o parties-only rule. En el


cual privity da referencia a la conexión o relación entre dos partes, cada una de las
cuales ha reconocido un interés legal en el mismo asunto, por lo que existe un
interés mutuo.
En cambio privity of contract se refiere a la relación que hay entre las partes de un
contrato, accediendo a ellos demandar a cada otro previniendo a una tercera parte
de que si lo haga. De manera que la relatividad tiene como esencia la categoría
jurídica que esta contrapuesta con la idea de carácter absoluto.
En los contratos la reciprocidad y la relatividad es igual, en materia civil lo
contractual siempre es lo bilateral, sin embargo en realidad la relatividad no
siempre es lo mismo a la reciprocidad de las prestaciones implícitas en los
contratos, además que la bilateralidad no es siempre exclusiva.

Como se destaca en la presente lectura, el Derecho Contemporáneo se ha


socializado y a su vez solidarizado, pero cual es el propósito del principio de
solidaridad? Esta dominado fundamentalmente para evitar fallos naturales de los
mercados socializados en donde la lex pública es utilizada como instrumento
normativo general que sirve para imponer responsabilidades a las partes de un
contrato societario, a su vez favorece el fortalecimiento y el aumento de las
excepciones legales y jurisprudenciales ante lo mencionado con anterioridad, todo
esto dentro de los umbrales antes señalados: prevalece la voluntad particular de
las partes contratantes pero siempre sometida al funcionamiento óptimo de los
mercados.

Para hacer hincapié en cuanto a la relevancia de ambos principios; el de


solidaridad esta dominado fundamentalmente con el propósito de evitar los fallos
naturales de los mercados socializados; es la economización del Derecho lo que
ha hecho que el principio de eficacia personal o relativa de los contratos esté en
aparente declive, al menos en todas aquellas áreas con un alto componente de
regulación de los mercados sociales.

Como bien se ha observado a lo largo y evolución de nuestra historia, las cosas no


son iguales que antes y por consiguiente los conceptos, costumbres, ideologías,
estructuras e instituciones cambian para adecuarse a la actualidad y al parecer lo
mismo sucedió con los contratos, al transformarse el mundo neoliberal tal como lo
conocemos hoy muchos comenzaron a haber de la decadencia sobre la muerte
del contrato.

AFIRMACIONES
“Para el Derecho romano todo convenio obligacional era un contrato. La bona
fides contractual —bilateral recíproca— respecto a la fides, es decir, con atención
a la lealtad de la palabra dada, implicaba la consideración de una reciprocidad, la
que permitía al juez tener en cuenta las obligaciones mutuas entre dos partes
litigantes, básicamente para fijar la condena del demandado previa compensación
de lo que éste pudiera exigir al demandante en virtud de aquella misma relación
obligacional (compensatio ex fide bona)”.

“La estipulación en el Derecho romano era un acto formal y requería determinados


requisitos para su existencia, faltando los cuales se decía que la estipulación no
existía (nullius momento est). De este modo, era inicialmente inexistente la
estipulación hecha a favor de tercero.”

Principio de privacidad estricta, esto es, de exclusividad (excluyente) de los


sujetos y de las responsabilidades en los contratos, luego llamado de relatividad,
no era incluso necesario enfatizarlo, pues «los actos legales y sus efectos eran
vistos como una unidad.

“en un hipotético contrato no genuino a favor de tercero, los efectos legales se


originarían y existirían sólo entre las partes vinculadas y nunca fuera de ellas.”

“Contractus derivaba del término contractãre, que significaba pactar o convenir”

“El término pacto era aún más ambiguo. Pactum significaba pacto, acuerdo o
cláusula contractual y pars, partis eran precisamente las partes que realizaban o
suscribían dicho pacto, acuerdo o cláusula.”

“había cuatro contratos consensuales: emptio-venditio, conductio, mandatum y


societatis”

El contrato constituye, en virtud del principio de autonomía, la ley entre las partes
(legem contractus dedit)

un contrato unilateral es uno por el cual «una parte hace una promesa o se
obliga a un comportamiento

Además de que pact sunt servanda, semper, el principio de buena fe es también


fuente inmediata de normas obligatorias que son complementarias para el ejercicio
de la conducta debida por las partes en un contrato, pues dicho principio impone
siempre la obligación de comportarse leal y honestamente en el citado ejercicio de
los derechos y facultades
Un tercero es sujeto del contrato pero no es una parte del mismo, pues —como
se verá adelante— por medio del contrato un sujeto no parte de él sí puede ser,
empero, beneficiario del mismo.

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