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sobre el estado de la hélice con sus dos palas dobladas 10 % es razonable suponer que
aquélla, al colisionar contra los cables eléctricos y luego contra el suelo, giraría a un bajo
régimen de revoluciones del motor ya que de haber chocado en potencia la hélice presentaría
daños considerables o destruida. Agregó que como consta en el expediente administrativo,
como consecuencia de las lesiones padece de amnesia que le impide recordar los sucesos
previos y posteriores al momento del accidente, pero podría inferirse, que dirigiendo la
aeronave hacia el aeródromo, ésta haya entrado en emergencia, torciendo entonces el rumbo
en 180º para que la máquina enfrentara el viento y poder efectuar un aterrizaje de
emergencia en el campo inmediatamente posterior al tendido eléctrico. Concluyó que en la
disposición recurrida no se procedió a apreciar en su conjunto la (totalidad de las pruebas
valorándose en forma exclusiva las declaraciones testimoniales), con total olvido del
principio "in dubio pro reo", toda vez que las sanciones previstos por el dec. 2352/83 son de
naturaleza penal.
II. Que, corrido el traslado de ley, el Estado Nacional (Fuerza Aérea Argentina) presentó su
contestación a fs. 17/23, solicitando se desestime el recurso interpuesto por la actora por
extemporáneo e infundado.
Respecto de la extemporaneidad del recurso interpuesto señaló que el art. 215 del Cód.
Aeronáutico establece un plazo de 15 días para interponer un recurso como el de marras. De
las constancias administrativas surge que la disposición apelada le fue notificada al actor el
sábado 23 de febrero de 1985, por lo cual el plazo debe comenzar a computarse a partir del
primer día hábil judicial, o sea el lunes 25 de febrero venciendo el mismo el 15 de marzo.
Toda vez que conforme surge del sello fechador de fs. 8vta. el mismo fue presentado ante la
Cámara el 18 de marzo de 1985, solicitó se lo rechace por extemporáneo.
Subsidiariamente contestó el recurso. Sostuvo que siguiendo las reglas de la sana crítica
fueron evaluadas todas las pruebas producidas en el sumario y no en forma parcial e
incongruente como lo pretende el recurrente. Señaló que el actor ofreció prueba de descargo
en forma extemporánea conforme lo dispuesto por el art. 24 del dec. 2352/83 y en ningún
momento individualizó los testigos presenciales del accidente que avalaran sus dichos en el
sentido de que la aeronave presentaba fallas en el motor.
Hizo notar que después del accidente se probaron los motores y de las inspecciones
efectuadas a la aeronave se comprobó que no influyó en el evento falla alguna de material o
mantenimiento, habiéndose efectuado las inspecciones fijadas por el manual de fábrica.
Asimismo, conforme lo establece el Código Aeronáutico, le cupía al comandante de la
aeronave suspender el vuelo si consideró que existían fallas en el material o en el
mantenimiento y que estaba en condiciones de conocer por figurar asentado en las historiales
de la aeronave, documentación que obligatoriamente debía llevar a bordo (art. 10, Cód.
Aeronáutico).
Respecto a la avería de la hélice y su importancia, dicho hecho no tiene la relevancia que el
actor le pretende dar, ya que en accidentes como el de autos donde la máquina se clava de
punta, se da vuelta y capota, se modifican las bases generales, siendo probable que el piloto
al advertir que iba a tener un impacto disminuyó la velocidad produciéndose el golpe a
menor potencia, sufriendo las palas deterioros menores. De todo lo dicho deviene que la
aeronave era inspeccionada de acuerdo a su secuencia normal, que después del accidente no
presentaba fallas técnicas de material ni de motor, que el combustible era apto, lo que lleva a
concluir que el accidente se produjo por imprudencia, impericia o negligencia del piloto, ya
que el único aporte de que fallaron los motores lo hace el actor de un supuesto testigo que
nunca individualizó.
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Concluyó que el piloto estaba volando a bajos mínimos ya que si hubiera estado en la altura
correspondiente (150 metros desde el obstáculo más elevado) podría haber maniobrado para
esquivar los cables que se encontraban a 10 metros del suelo).
Agregó que la cuestión planteada se encuentra dentro de la actividad aeronáutica de gran
complejidad técnica y especialización y que el Estado Nacional para aplicar la sanción de
que se trata ha contado con la intervención obligada del organismo más especializado del
país para juzgar la conducta de los pilotos en casos de accidentes de aviación como es la
Junta de Investigaciones de Accidentes de Aviación Civil, ante quien el actor debió ofrecer
la prueba pericial técnica, para refutar las conclusiones arribadas.
III. Que, corrido el traslado respecto a la extemporaneidad del recurso, la actora lo contestó a
fs. 36/37. Sostuvo que conforme lo prevé el art. 43 del dec. 2352/83 los plazos que establece
la reglamentación "se contarán por días hábiles administrativos", siendo de aplicación
supletoria la ley nacional de procedimientos administrativos y su dec. reglamentario. Así, del
conjunto de ambos preceptos legales, se entiende que los actos y diligencias administrativas
deberán practicarse en días y horas hábiles administrativos, salvo disposición legal en
contrario o habilitación resuelta de oficio o a petición de parte y se computarán a partir del
día siguiente al de la notificación. Agregó que la notificación de la resolución 2/85 fue
recibida el sábado 23 de febrero de 1985. No siendo día hábil administrativo, la recepción de
la carta debe considerarse como efectuada el lunes 25 de febrero de 1985 comenzando a
computarse el plazo de 15 días a partir del día siguiente, venciendo en consecuencia el lunes
18 de marzo de 1985, fecha en la cual fue interpuesto el recurso en sede judicial, por lo que
debe considerarse que lo fue en término. Agregó que la notificación tampoco fue efectuada
por ninguno de los medios autorizados por el art. 41 del dec. 1759/72 por lo cual podría
interpretarse que su parte se notificó personalmente el 25 de febrero, comenzando, del
mismo modo el término para interponer el recurso, al día siguiente. Por todo lo manifestado
solicita que se rechace el planteo de extemporaneidad, con costas.
IV. Que, corresponde tratar en primer término la cuestión relativa al planteo de
extemporaneidad del recurso deducido.
La ley 19.549, aplicable supletoriamente al sublite, establece en su art. 1º, inc. d que los
actos, actuaciones y diligencias se practicarán en días y horas hábiles administrativos. Por su
parte el inc. e al referirse a los plazos prevé que éstos se contaran por días hábiles
administrativos y se computaran a partir del día siguiente al de la notificación.
De las constancias obrantes en el expediente administrativo surge que el actor recibió el
sábado 23 de febrero de 1985 una carta certificada con aviso de entrega en la que se dice que
se remite una copia de la disposición 2/85 del Comandante de Regiones Aéreas.
Conforme con la normativa antes mencionada la diligencia de que aquí se trata debió
efectuarse en días y horas hábiles administrativos ya que no consta que hayan sido
habilitados otros para efectuarlo; es por ello que debe considerarse que la diligencia se
efectúo el primer día hábil siguiente, esto es el lunes 25 de febrero de 1985, debiendo
comenzar a correr el término de 15 días que establece el art. 215 del Cód. Aeronáutico para
la interposición de recursos ante esta Cámara al día siguiente. De ello se concluye que
conforme la fecha insertada por el sello fechador a fs. 8 vta., el recurso fue interpuesto el 18
de marzo de 1985 por lo que se resuelve que el mismo lo fue en término.
V. Que en cuanto al fondo de la cuestión planteada, el apelante se agravia por entender que
existieron en el expediente administrativo diversas deficiencias en la producción de las
pruebas y una incorrecta apreciación y valoración de la misma.
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Sin embargo, tanto la resolución 107/84 dictada por el Presidente de la Junta de
Investigaciones de Accidentes de Aviación, como el dictamen 3235 (folio 70/75) previo al
dictado de la disposición 2/85 del Comandante de Regiones Aéreas, confirmatoria de la
anterior, realizan un examen y valoración de la prueba rendida en el expediente
administrativo núm. 5.094.489 (Fuerza Aérea Argentina).
VI. Que, de las constancias administrativas se desprende que el actor no aportó ninguna
prueba para tratar de desvirtuar las afirmaciones del departamento técnico en el sentido de
que "el material fue inspeccionado después del accidente por el técnico actuante,
comprobándose que no influyó en el hecho el material ni el mantenimiento de la aeronave".
En oportunidad de serle enviado el formulario de imputación y descargo previsto en el dec.
2352/83, no aportó nuevos elementos tendientes a demostrar que hubo algún tipo de falla en
el motor de la aeronave, pese a que cuando prestó declaración ampliatoria se le notificó que
a la mayor brevedad aportara los datos de los testigos que menciona y que dice que vieron
"cómo el motor fallaba".
VII. Que, como consecuencia, cabe consignar que en el expediente administrativo labrado
como consecuencia del accidente no se observen deficiencias que afecten la legalidad del
procedimiento. Si bien existen contradicciones en las declaraciones testimoniales prestadas
al folio 16 y 17 que no permiten concluir con total certeza que la aeronave siniestrada fuese
la misma que volaba a baja altura, las pruebas técnicas demostraron que no existieron fallas
en el material, ni en el mantenimiento y combustible de la aeronave que justificasen el
sobrevuelo a altura no permitida generando el riesgo que luego se materializara. De ello se
desprende que objetivamente se configuró la situación descripta y sancionada por el art. 4º,
inc. 24 del dec. 2352/83, y que no existe prueba alguna que medianamente demuestre los
dichos del recurrente. Además éstos se basan en simples suposiciones habida cuenta el
estado de amnesia que sufre.
A mérito de las consideraciones precedentes se rechaza el pedido de extemporaneidad en la
prestación del recurso interpuesto y se confirma la disposición 2/85 del Comandante de
Regiones Aéreas. Costas según los respectivos vencimientos.- Pedro A. Miguens. -
Guillermo P. Galli. - Tomás Hutchinson (según su voto). (Sec.: Laura Labarthe).
El doctor Hutchinson dijo:
Voy a coincidir con mis colegas con las conclusiones a que arriban: esto es desestimar el
pedido de extemporaneidad en la presentación del recurso y no hacer lugar al recurso
interpuesto. Coincido con los fundamentos dados para este rechazo pero disiento de los
argüidos para fundamentar aquél.
En esa línea de pensamiento diré que las horas y días hábiles administrativos son aquéllos de
funcionamiento de la administración (art. 1º, inc. "d", ley 19.549). Por aplicación de este
principio en las notificaciones hechas por el Correo son hábiles las del funcionamiento de
éste -que es el órgano administrativo encargado de su diligenciamiento-. Siendo así, el
recurso fue interpuesto el primer día hábil subsiguiente al vencimiento del plazo para
presentar el recurso.
No obstante ello, siendo que por aplicación del art. 24 del Cód. Civil, el actor tenía plazo
hasta la medianoche del día anterior para presentar su recurso. Como la administración no
funciona hasta esa hora, a los efectos de evitar que se conculque el derecho de los
particulares que dimana de aquel artículo se ha considerado aplicable a los trámites
administrativos el plazo de gracia del art. 124 del Cód. Procesal (Fallos, t. 300, p. 1070 -Rev.
LA LEY, t. 1979-B, p. 105-).
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En autos no existe constancia de la hora de presentación del recurso, por lo que debe
considerarse al mismo como presentado dentro de esas dos primeras horas (arg. art. 25, párr.
5º, dec. 1759/72, por aplicación analógica). Tomás Hutchinson.