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¿HACE LA SALVACIÓN UNA DIFERENCIA?

Parte 1 de 2
por David Cloud
EL PROFESANTE NO CAMBIADO

Señor, somos de la Iglesia Bautista Calle Principal y nos gustaría preguntarle sobre su relación con
el Señor. ¿Es usted salvo y en camino al cielo?

¿Salvo? Claro, yo soy salvo.

¿En qué está usted basando su esperanza de salvación?

Hace algún tiempo, alguien habló conmigo acerca de Jesús, y yo oré la oración del pecador y la
persona me mostró algunos versículos y me dijo que yo iba rumbo al cielo.

¡Grandioso! Nos da felicidad escuchar eso. ¿Camina usted ahora con el Señor?

Pues, realmente no. Supongo que no vivo como debería. Pero eso es entre Dios y yo. Hago lo mejor
que puedo como mucha gente que conozco. Usted no sabe lo duro que es para mi vivir para Dios.

¿Asiste usted a la iglesia y tiene comunión regularmente con el pueblo de Dios?

Pues, no, pero veo programas religiosos por T.V., algunas veces. Una persona no necesita ir a la
iglesia para estar bién con Dios, de cualquier forma.

Seguramente, entonces usted ahora que es salvo debe leer su Biblia.

Yo no leo la Biblia mucho. Paso ratos difíciles entendiendo la Biblia. Mis ojos no son muy buenos,
tampoco.

Señor, no queremos ser ásperos, pero, ¿está seguro de que es salvo y vá al cielo?

Escuche, mi relación con Dios es asunto mío. La Biblia dice algo acerca de no juzgar, ¿verdad? Yo
creo en Jesús y la Biblia tanto como usted, y me gustaría por ahora no hablar más de esto.

"Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento
del Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene
a ser peor que el primero. Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia,
que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado. Pero les
ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a
revolcarse en el cieno". 2 Pedro 2:20-22
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Con gran número de personas diciendo ser salvas, que no han experimentado un cambio espiritual,
ha venido a ser difícil para el hombre el saber qué es realmente la salvación. ¿La salvación en Cristo
Jesús significa algo? ¿Hace alguna diferencia?

Hay muchísima gente en Norteamérica y en otras partes del mundo que dicen confiar en Cristo,
pero no muestran amor por Dios, por Su libro, Su gente, o Sus caminos.

Algunas veces tienen la idea de que su aceptación mental hacia el hecho de que Cristo murió por
sus pecados, es el boleto para el cielo. Ellos están de acuerdo en que el cielo será un buen lugar para
ir cuando mueran y dicen que creen que Jesús murió por sus pecados, así que pueden ir allí algún
día. Más que esto, ellos no presentan interés espiritual en cuestiones espirituales.

El profesante vacio, parece aburrido o molesto cuando el evangelista trata de hablar con él acerca de
la Biblia. Algunas veces ni siquiera voltea su atención puesta en el programa de televisión que
estaba viendo antes de que el Cristiano tocara su puerta. La actitud del profesante, aunque
posiblemente amigable, transmite el hecho de que se sentirá mejor cuando el ganador de almas
parta.

Los hijos y familia, colaboradores y vecinos de este tipo de "creyente", tienen la idea de que la
salvación Cristiana debe no significar cosa alguna. Parece ahora que la salvación es sólo algo como
un tipo de oración que garantiza un boleto para el cielo, pero tiene poco o nada que ver con el diario
vivir. ¡Qué impresión tan equivocada es ésta!

¿Dónde está el arrepentimiento en todo esto? ¿Dónde está el sentimiento de la ira venidera para
encontrar el refugio en Cristo? ¿Dónde está el voltearse de los ídolos a Dios? ¿Dónde está el
convertirse en nueva criatura? ¿Dónde está la posición en la que el pecado no tiene más dominio?

No me sorprende que la gente se ría del Cristianismo, en lugares donde profesantes vacíos
prevalecen. Algunas veces, eso que se propone como salvación en Cristo, es ciertamente, digno de
risa.

No es maravilla, tampoco, que los cultos heréticos están teniendo tanto éxito.

El arrepentimiento, muy a menudo, no está siendo predicado. La salvación no es mostrada como


una transformación de dentro hacia afuera creada por el Espíritu Santo. La gente está contenta con
una "fe" que no ha traido celo por las cosas de Dios. Las falsas sectas vienen y apuntan que la
Biblia habla mucho de vivir correctamente. Por su puesto, están bién sobre ésto, pero equivocados
hasta la muerte acerca de obras de cualquier tipo teniendo lugar en la justificación del hombre ante
Dios.

La plataforma, pues, está puesta para que las sectas enseñen sus mentiras de que la fe y las obras
son los dos remos con los que el hombre navega su barco hasta el refugio seguro del cielo.

Desde que una doctrina desbalanceada de la fe divorciada del arrepentimiento es comunmente


creida, el terreno está fértil para que las sectas cultiven sus herejías, enfatizando las obras sobre -- o
junto con -- la fe.

Por causa de esto se ve la urgencia de sujetar públicamente la verdadera, Bíblica, salvación-


arrepentimiento para con Dios y fe en el Señor Jesucristo. Ambos aspectos son importantes, de
acuerdo a la Biblia.

Qué urgente es la necesidad de predicar el mensaje completo de la Biblia sobre la salvación--que se


predicase en su nombre el arrepentimiento y perdón de pecados en todas las naciones. Ambos
aspectos son partes esenciales del Evangelio. Éstos, no las lenguas Pentecosteses, ¡son el Evangelio
completo!

Los hombres necesitan ver una clara diferencia entre el salvo y el perdido. Éllos necesitan escuchar
y ver que la salvación significa algo; que hace una diferencia.

La cruz del Señor Jesucristo fue hecha para ser la herramienta de Dios para redimir al hombre de la
iniquidad, para que Él pueda "purificar para sí un pueblo propio". ¿Particular en qué sentido?
Particular en que son "celosos de buenas obras" (Tito 2:14). La cruz debe hacer una diferencia.

Este estudio es presentado para ayudar a marcar la linea de diferencia. Para ayudar a separar lo
verdadero de lo falso.

¿SON ÉLLOS SALVOS?

Mucha gente parece pensar que la doctrina de la Seguridad en Cristo promete seguridad a todo el
que hace una profesión de fe o al que ora una oración. Si una persona dice haber invocado al Señor
por salvación, no debemos dudar su salvación. Aún si el profesante no se interesa por las cosas de
Dios, no le interesa la Biblia, iglesia, o el compañerismo Cristiano. Aún si vive como un inconverso
y es un continuo reproche hacia el nombre de Cristo que él profesa; no debemos descontar su
salvación, ya que profesa haber recibido a Cristo.

Un amigo cristiano una vez compartió conmigo que él había recientemente aprendido algo acerca
de una de sus colaboradoras, en un departamento que no había conocido antes. Élla compartío con
él que había sido bautizada en una iglesia Bautista cuando era adolescente. Él dijo que no sabía
hasta ese momento que ella era una Cristiana. Yo pregunté si élla asistía a la iglesia, y él dijo que
pensaba que no. Pregunte si él pensaba que élla era realmente una persona salva. Él esperó un
momento, y luego contestó: "Bueno, supongo que algunos Bautistas no son salvos". ¡Ciertamente
suponemos! ¡Yo supongo, que muchos bautistas no son salvos! Las Profesiones de fe, bautismo,
membresía en una iglesia sana, son cosas maravillosas. Pero estas no son pruebas certeras de que
una persona ha realmente nacido de nuevo.

Considere nuevamente la práctica común de decir que dicha o dichas personas fueron salvas en una
cruzada de avivamiento, o en alguna otra reunión especial. Un evangelista recientemente escribió
que más de 800 personas fueron salvas por su ministerio el año pasado. ¿Qué quiso decir? Él quiso
decir que más de 800 gentes mostraron un interés por el Evangelio. Nosotros no podemos saber
cuantos de estos 800 fueron realmente nacidos de nuevo. Una mejor indicación sería el número de
los que fueron bautizados. Pero, aún esto no es una clara indicación de salvación. Una poco mejor
indicación sería, cuántos fueron bautizados, se añadieron a una iglesia sana y continuaron sirviendo
al Señor.

Hace algunos años, mi esposa y yo fuimos responsables de seguir el programa de visitación de


ganar almas del grupo de damas en cierta iglesia. Este programa fué establecido por un plan que se
enfoca en "tener decisiones", y tiene formas inteligentes de manipular a la gente a decir una oración
de salvación. No era poco común para las damas regresar de esta visitación y regocijarse de que
tres, cuatro, o diez "almas fueron salvas". El problema es que estas "almas salvas" usualmente no
tienen el mínimo interés en venir a la iglesia, el bautismo o cualquier otra cosa espiritual.

Muy a menudo usamos el término "salvos" cuando el término "profesaron a Cristo" debería ser más
apropiado. No confundamos profesión con posesión. Este es un error muy grave. La mayoría de los
predicadores fundamentales que conozco hacen una clara distinción entre estas dos cosas en sus
enseñanzas, pero muy a menudo caemos en la práctica de confundir el término cuando hablamos
sobre los resultados del ganar almas. ¿Es porque estamos deseosos de reportar números?

La práctica de dar seguridad a esos que han orado una oración de salvación es otra area
problemática. Después de que uno ha orado una oración para salvación, es común para algunos
tratar de darles una conciencia de seguridad. El trabajador personal dice al que ha orado: "Ahora, ¿a
dónde iría si muriera hoy? El nuevo profesante debe decir: "Yo iré al cielo". Pero, esto es algo digno
de temer. ¿Quiénes somos nosotros para darle a alguien seguridad? Sí, debemos decir a la gente que
Cristo ha prometido salvación eterna a aquellos que realmente se arrepienten y confían en El. Pero,
¿quiénes somos nosotros para saber con certeza si alguien se ha arrepentido y confiado en Cristo?
Alentemos a la gente de que HAY seguridad, pero no nos precipitemos en tratar de darles esa
seguridad. Ese es el trabajo del Espíritu Santo a través de la Palabra de Dios.

La Biblia no ofrece esperanza para profesantes no cambiados y tampoco debemos hacerlo nosotros.
Al enseñar claramente la seguridad del verdadero creyente en Cristo, las Escrituras no ofrecen dicha
seguridad hacia el mero profesante. Hay muchos motivos para venir a la iglesia y para profesar
salvación fuera de una sincera relación con Cristo.

NO HABLO ACERCA DE ADICIONES A LA GRACIA

Permítame enfatizar que no estoy hablando acerca de adiciones a la gracia. El Evangelio es que
Jesucristo murió por mis pecados, y yo soy salvo a través de Su sangre, por la gracia de Dios. Yo
soy salvo por confiar en Cristo. El mensaje del Evangelio es Mira y Vive. Mi crecimiento en justicia
no tiene ni siquiera algo que ver con mi salvación. Mi crecimiento Cristiano no me salva y no
ayudará a salvarme.

No quiero que alguien piense que estoy añadiendole al mensaje Bíblico de la Gracia. No hago eso.
Por lo que contiendo es que la Biblia enfatiza el arrepentimiento para salvación, y el cambio que
resulta de la salvación, y que nosotros no debemos dejar de enfatizar lo que Dios enfatiza.

NO HABLO ACERCA DE PERFECCIÓN CRISTIANA

Déjeme decir también que no estoy hablando acerca de algún tipo de perfección Cristiana.
Comprendo que algunos Cristianos crecen más rápido que otros. Algunos son más fructíferos que
otros. ES posible que un verdadero Cristiano nacido de nuevo sea carnal y mundano y apático.
PERO aún el Cristiano carnal evidenciará su salvación. ¡El será diferente! Como Cristo nos enseñó:
Algúnos dan fruto a treinta, otros a sesenta y ciento por uno. Lo que estoy enfatizando es que todos
los que son realmente salvos darán algo de fruto.

Las siguientes cinco verdades Bíblicas causarán a los Cristianos tener una carga por gente que
profesa ser salva, pero cuyas vidas no dan evidencia de salvación.

LA SALVACIÓN DEMANDA ARREPENTIMIENTO

"Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los
hombres en todo lugar, que se arrepientan". Hechos 17:30

Los evangelistas en el Nuevo Tstamento no buscaran meras profesiones; ellos buscaban


arrepentimiento, fe convicta, vidas cambiadas para la gloria de Dios. Su meta era hacer discípulos
en todas las naciones en obediencia a la Comisión de su Señor, de proclamar sin compromiso o
excusa el mensaje de arrepentimiento para con Dios y fe en el Señor Jesucristo.

Note a Juan el Bautista demandando arrepentimiento de esos que serían bautizados.

"Y decía a las multitudes que salían para ser bautizadas por él: ¡Oh generación de víboras! ¿Quién
os enseñó a huir de la ira venidera? Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, y no comencéis a
decir dentro de vosotros mismos: Tenemos a Abraham por padre; porque os digo que Dios puede
levantar hijos a Abraham aun de estas piedras. Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los
árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto se corta y se echa en el fuego" Lucas 3:7-9.
Note al Señor Jesus demandando arrepentimiento de todos los que serían salvos:

"Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente". Lucas 13:3

"No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento". Lucas 5:32

Note a Pablo y los otros Apóstoles predicando y demandando arrepentimiento de ambos Judíos y
Gentiles igualmente:

"Entonces, oídas estas cosas, callaron, y glorificaron a Dios, diciendo: ¡De manera que también a
los gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida!" Hechos 11:18

"Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los
hombres en todo lugar, que se arrepientan". Hechos 17:30

"Testificando a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro
Señor Jesucristo". Hechos 20:21

"Sino que anuncié primeramente a los que están en Damasco, y Jerusalén, y por toda la tierra de
Judea, y a los gentiles, que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de
arrepentimiento". Hechos 26:20

"El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para
con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento". 2
Pedro 3:9

El arrepentimiento significa un cambio de mente resultando en un cambio de vida. Esto se ilustra en


los creyentes de Corinto que cambiaron su mentalidad orgullosa e inicua que tenían sobre el pecado
en medio de éllos. Un miembro de su iglesia había estado viviendo en fornicación con su madrastra.
En lugar de enlutarse por esa iniquidad y la mancha del testimonio de la iglesia. Los Corintios
estaban "envanecidos" (1 Cor. 5).

El Apóstol, después de analizar la situación, les reprendió y demandó que pusieran al que había
pecado, lejos del compañerismo. En respuesta a la carta del Apósol, los creyentes de Corintio se
humillaron y corrigieron el problema. En la segunda epístola de Pablo a los hermanos, él hizo la
evaluación de que se habían "arrepentido" (2 Cor. 7:8-11).

Esta ilustración Bíblica muestra varias cosas sobre el arrepentimiento. Una.- El arrepentimiento
significa un cambio de mentalidad. Los Corintios habían cambiado su mentalidad sobre el pecado
en la asamblea. Dos.- El arepentimiento es observable. El apóstol vió el arrepentimiento en un
cambio de acción y actitud. "¡Qué solicitud produjo en vosotros, qué defensa, qué indignación, qué
temor, qué ardiente afecto, qué celo, y qué vindicación!". Tres.- El arrepentimiento es un producto
de la Palabra de Dios. La carta del Apóstol era Palabra de Dios, y fue esa Palabra la que causó a los
Corintios arrepentirse. Si queremos ayudar a los hombres y mujeres a arrepentirse, debemos usar la
Palabra de Dios; ninguna otra cosa es lo suficientemente poderosa para cambiar la mente del
pecador.

También aprendemos que el arrepentimiento tiene un lugar en la vida del creyente, aún después de
su conversión inicial. Nunca se vuelve a repetir el nuevo nacimiento que resulta del arrepentimiento
o cambio de mentalidad sobre Dios, el pecado y la vida. No se repite, porque a través de ésto uno
nace en la libertad de la familia de Dios. Pero, después del nuevo nacimiento, continúa la necesidad
de arrepentimiento entre los creyentes sobre cosas específicas en su vida, si quiere crecer en la
gracia.

La Biblia nos enseña que nadie puede ser salvo sin arrepentirse--un cambio de mentalidad sobre
Dios, la vida, el pecado, Jesucristo, etc., y esta mente cambiada siempre resultará en un cambio de
acciones, mientras el pecador arrepentido voltea hacia Dios para su salvación, y Dios le da vida
nueva en Cristo.

La meta del evangelista, de acuerdo a la Gran Comisión de Cristo, es hacer discípulos de todas las
naciones. El mensaje es "arrepentimiento y perdón de pecados", predicado en el nombre de
Jesucristo (Mateo 28:19-20; Lucas 24:46-47). La meta del ganador de almas es predicar el
Evangelio en tal manera que el hombre vea su pecado y necesidad ante Dios y sea traido al
arrepentimiento y fe. Es al pecador arrepentido, al que Dios da la salvación.

Una vida cambiada no es requisito para salvación. Dios realiza la salvación y el cambio de vida. Un
cambio de mentalidad es ciertamente requerido. La persona que nunca ha cambiado su mentalidad
sobre Dios, el pecado, Cristo y la Biblia, nunca ha sido salva. El individuo que profesa salvación
pero no evidencía una vida cambiada no es una persona que cae de la salvación; es una persona que
nunca ha poseido la salvación. Nunca se ha arrepentido. La vida cambiada es la evidencia y fruto
del arrepentimiento.

LA SALVACIÓN REQUIERE UN NUEVO NACIMIENTO

"Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede
ver el reino de Dios". Juan 3:3

"De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son
hechas nuevas". 2 Corintios 5:17

La regeneración es obra de Dios. El hombre no puede realizar el nuevo nacimiento, ni trabajar por
el. No puede siquiera trabajar por mantenerlo. Dios da el nuevo nacimiento como un regalo de
gracia. Pero, El sólo lo da a esos que se arrepienten y ponen la confianza total en el Señor
Jesucristo.

Esto muestra por qué muchos hacen profesiones, pero nunca parecen haber nacido de nuevo. Éllos
no se han arrepentido y nunca han sido regenerados. Éllos están aún perdidos. El nuevo nacimiento
es: Dios dándole a la persona, una nueva naturaleza: ¿Cómo podría esta nueva naturaleza fracazar
en el producir una vida nueva? ¿Podría Dios vivir en el corazón del individuo sin mostrar evidencia
en la vida diaria de esa persona?

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