UNIÓN MEXICANA DE CHIAPAS

Sermón: Culto divino.

Ptr. Sergio Morales Díaz - Asociación Soconusco

ENCUENTRO CON LA DEIDAD

INTRODUCCIÓN
¿Existe Dios? ¿por qué no le podemos ver? Si Dios es amor, ¿por qué mueren las
personas, sufren los inocentes, hay secuestro, violaciones, asesinatos, robos, guerras;
por qué hay tanta injusticia?

DESARROLLO
I. La existencia de Dios.
Han pasado tantos años desde que el pecado hizo separación entre Dios y el hom-
bre. Ha transcurrido tanto tiempo de aquel momento cuando el hombre podía hablar
cara a cara con Dios. Esta separación nos conduce a la duda, al ateísmo, a la in-
credulidad, al escepticismo, nos conduce a realizarnos la siguiente pregunta ¿existe
Dios? ¿Será que Dios es un invento creado por la religión para controlar a las masas?
¿Existirá un ser Supremo que habita fuera de nuestro mundo y tiene el control de él?
¿Dios estará interesado en la humanidad? La Biblia es clara al abordar la existencia
de Dios. No trata de comprobar su existencia, simplemente la afirma, “Dios, en el
principio, creó los cielos y la tierra” (Gén. 1:1)
Existen dos fuentes de evidencia relativas a la existencia de Dios. La naturaleza y las
Escrituras.
El libro de la naturaleza revela la existencia de Dios. David escribió: “Los cielos cuen-
tan la gloria de Dios, el firmamento proclama la obra de sus manos.” Pablo declara:
“porque desde la creación del mundo las cualidades invisibles de Dios, es decir, su
eterno poder y su naturaleza divina, se perciben claramente a través de lo que él
creo, de modo que nadie tiene excusa” (Rom. 1:20).
Las escrituras no tratan de probar la existencia de Dios, ellas la confirmar. Sin equi-
vocación, ellas dicen, “Dios en el principio creó los cielos y la tierra” (Gén. 1:1).
No hay razón para dudar de la existencia de Dios, el existe, se ha auto revelado, hay
suficientes evidencias para creer en él. Desde luego se necesita fe: “sin fe es imposi-
ble agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a él crea que le hay, y
que es galardonador de los que le buscan” (Heb. 11:6).
Hoy te invita a ti a creer en Él. Te da suficientes razones para que no dudes de él, de
su poder, de su amor, de su tierno cuidado hacia ti. Eres muy valioso para Dios, tu
vida fue comprada con un precio infinito. Sal de la duda, sal del ateísmo, del escepti-
cismo que te ata a esta tierra y transciende creyendo en Dios por fe.

II. El Dios de las Escrituras.

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 Guía para Líderes de Gruos Pequeños 2022

Desde que el pecado entro a este mundo el hombre se ha separado de Dios. No

mantiene la misma convivencia que en el huerto del Edén. Tras la desobediencia el
ser humano se ha escondido de él: “¿dónde estás? El hombre contestó: Escuché que
andabas por el jardín, y tuve miedo porque estoy desnudo. Por eso me escondí” (Gén.
3:9-10).
El hombre corre de Dios, pero él le busca. En esa búsqueda Dios se ha auto revelado,
su auto revelación la encontramos en su Palabra.
1. Los nombres de Dios. En la Escritura los nombres son relevantes. Los nombres
de Dios, revelan su naturaleza, carácter y cualidades. Los nombres en el idioma
hebreo como Él y Elohim (Dios) revelan el poder divino de Dios. Elyon (Altisimo)
y Él Elyon (Dios Altisimo) enfocan su posición exaltada. Adonai (Señor) presenta
a Dios como el Gobernante Todopoderoso. Estos nombres enfatizan el carácter
majestuoso y trascendente de Dios.
Estos nombres revelan la disposición que Dios tiene para entrar en una relación
con los hombres. Shaddai (Todopoderoso) y Él Shaddai (Dios todopoderso) des-
criben a Dios como la fuente de bendición y bienestar. YHWH, traducido como
Jehová o Señor, hace énfasis en la fidelidad y la gracia de Dios relativas al pacto.
2. Las actividades de Dios. Los Escritores inspirados presentan a Dios como Crea-
dor (Gén. 1:1; Sal. 24: 1,2). Sustentador del mundo (Heb. 1:3). Redentor y Salva-
dor (Deut. 5:6; 2 Cor. 5:19). Hace planes (Is. 46:11), predicciones (Is. 46:10), y
promesas (Deut. 15:6; 2 Pe. 3:9). Perdona pecados (Éx. 34:7).
Sus acciones nos revelan que él es un Dios personal. No es un dios que viva en
la eternidad alejado de sus criaturas y sin interés por ellos, indiferente a lo que les
suceda. Quiere entrar en relación con sus seres creados.
3. Atributos divinos. ETERNIDAD. Dios es eterno (Rom. 16:26). La eternidad, como
una característica del ser de Dios, trata de la relación de Dios con el tiempo. La
filosofía griega concibe que entre eternidad y tiempo existe una diferencia cuali-
tativa insalvable. La eternidad es la ausencia absoluta de tiempo y de cualquier
cosa relacionada con el tiempo. Por lo tanto se cree que la eternidad de Dios
significa que el ser de Dios es completamente ajeno y está totalmente desvincu-
lado de cualquier cosa que sea temporal e histórica. Sin embargo bíblicamente
la eternidad de Dios tiene un claro significado temporal. La eternidad de Dios no
está ajena a nuestro tiempo. INMUTABILIDAD. Dios es inmutable, él no cambia
(Mal. 3:6; Sgo. 1:17). TRASCENDENCIA. Esta palabra básicamente significa “in-
dependencia de.” Dios creó el mundo, el mundo no es Dios, el mundo depende
de Dios. AMOR. Dios es amor (1Jn. 4:8). La Biblia revela a un Dios de amor (2
Cor. 13:11), y el amor de Dios (2 Cor. 13:14) hacia su creación. El Padre, el Hijo
y el Espíritu Santo expresan su amor no solo en los actos de crear el universo y
tener comunión con él, sino además de trazar un plan de salvación para rescatar
al hombre caído.

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III. La Soberanía de Dios

“Él hace según su voluntad… y no hay quien detenga su mano (Dan. 4:35). “Tu creas-
te todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas” (Apoc. 4:11). “Todo lo
que Jehová quiere, lo hace en los cielos y en la tierra” (Sal. 135:6).
Dios ejerce pleno control sobre el mundo, él es el Soberano. A pesar de su soberanía
no controla nuestras decisiones. Nos ha dado la capacidad de elegir. El Creador
“predestino” a los seres humanos para que fuesen hechos conforme a la imagen de
su Hijo (Rom. 8:29, 30), con el fin de adoptarlos como sus hijos, y permitirles obtener
una herencia (Efe. 1:4, 5, 11,12).
El verbo “predestinar” viene del griego proorizo y significa señalar de antemano. No
existe evidencia alguna de que Dios salve algunos y haga que se pierdan otros. Cada
uno toma decisiones de vida eterna o muerte eterna. Aunque Dios es Soberano res-
peta cada decisión.
Dios te invita que le aceptes, él quiere salvarte. Te ama tanto, que fue capaz de entre-
gar a su Hijo para que muriera en tu lugar: “Porque tanto amó Dios al mundo, que dio
a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida
eterna” (Jn. 3:16). Él solo te invita, quiere que le entregues tu vida para que te salve.

CONCLUSIÓN
Dios existe, es real, no es el causante del sufrimiento, todo lo malo surge como resul-
tado del pecado que mora en esta tierra. Dios es amor y está empeñado en salvar a la
humanidad, en su soberanía te ha elegido para que seas salvo, nunca te forzara, pero
sí te invita constantemente para que le aceptes. Decide hoy aceptar a su Hijo que vino a
morir por ti.

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