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Espacio de Aprendizaje: Derecho Agrario

Catedrática: Licda. Mirna Xiomara Perdomo Orellana

Sección: N° 1

Asignación: N° 3

Tema: Reseña Histórica

Estudiante: José David Torres Kattan

Cuenta: 110140187

Villanueva, Cortes 17 de Octubre 2021


INTRODUCCIÓN

Los procesos de reforma agraria de Honduras, ejecutados con cierta firmeza a partir de
la década de los años setenta, no solo han transformado el conjunto de la sociedad
nacional sino; sobre todo, el propio medio rural por el hecho de haber suscitado la
emergencia de mayores capacidades del sector campesino para producir alimentos y
diversos productos pecuarios.

Aunque son muy evidentes los problemas de inseguridad alimentaria y mayor fragilidad
de la agricultura de granos básicos, sin Reforma Agraria Honduras sería otro país, de
mayor vulnerabilidad y más expuesto a crisis cíclica de disponibilidad de alimentos. Con
la ley de modernización para el desarrollo del Sector Agrícola (LMDSA), en 1992, el
programa neoliberal emanado de los Organismos Financieros Internacionales y de los
gobiernos hegemónicos, vuelve a ocurrir la tragedia del Jefe indio Seattle, esta vez fuera
de las fronteras estadounidenses, pues los arreglos del marco legal permitirán que los
campesinos hondureños puedan vender sus tierras y de hecho varios miles de hectáreas
fueron vendidas a inversionistas locales y extranjeros.
RESUMEN

En nuestra legislación, tanto en la Constitución de la República, Ley de Propiedad, Ley


de Municipalidades, Leyes y Reglamentos Agrarios, podemos encontrar la clasificación
de los diferentes tipos de tierras que existen en Honduras, las cuales son:

Tierras Nacionales: Las que estando situadas dentro de los límites territoriales de la
República, no han sido legalmente tituladas por el Estado a favor de personas naturales
o jurídicas.
Tierras Ejidales Rurales: Estas tierras son las que la administración ha sido concedida
por el Estado a las corporaciones Municipales o aldeas determinadas para uso y goce
de los vecinos y que por ministerio de Ley pasan a disposición del INA.
Tierras del Estado: el dominio pertenece al Estado y que ha adquirido de terceros por
cualquier título traslaticio de dominio.
Tierras Rurales de Instituciones del Estado: el dominio o propiedad corresponde a
personas jurídicas de derecho público, cualquier que sea el grado de su
descentralización.
Tierras de Propiedad Privada: El dominio pleno o propiedad ha sido legalmente
transferido por el Estado a favor de personas naturales o jurídicas, o que originándose
en un título otorgado por el Estado, son objeto de tradición posterior conforme a la Ley.
Tierras Urbanas: tierras que sin importar su naturaleza, conforman a los planes de
crecimiento de las poblaciones destinadas para estos propósitos.
Tierras Forestales: estas son aquellas que por sus condiciones agrológicas o por su
capacidad de uso mayor, estén o sean señaladas de vocación forestal o protegidas por
la Administración Forestal del Estado.
Tierras Agrarias: Todas las tierras que sean susceptibles de uso agrícola o ganadero. La
reformas a la Ley de Reforma Agraria, pretende erradicar las figuras del Latifundio
(Persona natural o jurídica que posea más de 100 hectáreas de tierra), y el Minifundio
(Persona natural o jurídica que posea menos de 1 hectárea de tierra)

TIERRAS EJIDALES:

Al aprobar la Ley de Propiedad vigente, se estableció la necesidad de regular la


propiedad inmueble otorgando el dominio pleno, a los asentamientos humanos a los que
ya se les ha otorgado el derecho de dominio útil antes del 1 de enero de 1991 y que
cumpla los requisitos siguientes:

1. Que no sea posible establecerse quién es el legítimo propietario de un terreno, en


vista de alegarse varios títulos de propiedad; y/o,

2. Que la titularidad o validez de esos derechos de propiedad sea disputada, judicial o


extrajudicialmente, por terceros ajenos a estos asentamientos humanos.

Se debe presentar una solicitud ante la Alcaldía Municipal del lugar donde se encentra
al bien, dirigida a la Corporación Municipal.
Estas solicitudes deben de ir acompañadas de un plano, una fotografía aérea del mismo
y una carta poder. Adicional a esto, el terreno objeto de solicitud de regularización para
dominio pleno no debe exceder de 25 hectáreas en el área rural y de 1 hectárea en área
rural.

Una vez admitida la solicitud de dominio pleno, esta es revisada por los diferentes
departamentos de la Alcaldía, en la que cada departamento emite su dictamen. Al
obtener la aprobación de todas las instancias pertinente de la AMDC, esta otorga la
Escritura Pública de dominio pleno a favor del solicitante, para su posterior inscripción
ante el Instituto de la Propiedad, acompañando la escritura con un plano del terreno, dos
testigos de la comunidad y la tarjeta de identidad del solicitante.

TIERRAS NACIONALES

Son aquellas tierras que vienen a hacer ocupadas por personas naturales según nos
expresa el artículo 220 del Reglamento de la Ley de Propiedad. Se necesita una
consolidación de ocupación no menor a 10 años y que esta no exceda de 5 hectáreas.
Debe presentarse una solicitud acompañada por los siguientes documentos: Dos testigos
de la comunidad, identidad del solicitante y de los testigos propuestos y la respectiva
Constancia y plano extendidas por la Dirección General de Catastro y Geografía,
dependencia del Instituto de la Propiedad.

TIERRAS PRIVADAS

Esta tierras se pueden obtener según el artículo 91 de La ley de Propiedad a través de


prescripción adquisitiva y extintiva de derechos reales de acuerdo a los extremos
establecidos en los artículos 2286 y 2287 del Código Civil que establecen el tiempo de
prescripción ordinaria de 10 años con buena fe y justo título y la prescripción
extraordinaria por 20 años sin tener justo título ni buena fe.

Está deberá ser declarada por el Instituto de La Propiedad a petición del solicitante quien
deberá acreditar los extremos de la solicitud.

Los Requisitos son:

Dos testigos vecinos de la comunidad; Fotocopia de Identidad del solicitante y los


Testigos; Constancia y Plano extendido por la Dirección de Catastro y Geografía;
Documento Indubitado de la obtención del predio cuando la posesión sea de 10 años
cuando sea de buena fe.

La solicitud deberá publicarse en un diario de mayor circulación nacional y medios


radiales locales por dos (02) veces con intervalo de quince (15) días, acompañando a
estas publicaciones, 1 acta notarial a la publicación de periódico y otra acta notarial a la
publicación de radio, y una tercera acta notarial al vencimiento del plazo de oposición
que es de 15 días contados a partir de la última publicación. El total de actas notariales
que deben otorgarse son 3, ante distinto notario. Adicional a estos requisitos, deben
colocarse avisos en lugares públicos cercanos al inmueble, anunciando el interés en que
se declare la prescripción, así como la inspección “ in situ” de ingenieros del Instituto
de la Propiedad con declaración de los colindantes del predio a regularizar.

Realizadas las publicaciones, y se presente oposición, se dará traslado del expediente


de prescripción al Juez de Letras de lo Civil del lugar donde se encuentre el inmueble
para que las partes diriman el conflicto ante el juzgado. Declarada la prescripción
adquisitiva por el Juzgado de Letras, la sentencia servirá de título para su inscripción en
el registro correspondiente.

TIERRAS AGRARIAS

Las personas beneficiarias o adjudicatarios de la reforma agraria pueden ser:

Las personas naturales o individuales


El Sector Reformado (Empresas de Campesinos con personería jurídica)
Los Grupos Étnicos
Las personas naturales o individuales deben cumplir con los siguientes requisitos para
ser adjudicatarios:

1. Ser hondureña (o) por nacimiento, mayor de dieciséis años si es soltera, (o) de
cualquier edad si es casada (o), o tengan unión de hecho; o si es soltera (o) o viuda (o)
si tiene familia a su cargo.

2. Tener por ocupación habitual los trabajos agrícolas y residir en el área rural.

3. No ser propietaria (o) de tierras.

4. Tierra de vocación agrícola y ganadera


Conclusión

El INA requiere de un Proceso de reestructuración técnica y administrativa que permita


mejorar su nivel de funcionamiento a nivel regional y central. Este proceso de
reestructuración exige acompañarlo fuertemente de un componente de capacitación, ya
que la mayoría del personal es antiguo o bien, acorde al nivel académico, está mal
ubicado en sus funciones y no de acuerdo a las necesidades de la Institución.

 Se requiere un estudio que analice la estructura funcional de la Institución,


principalmente en lo relacionado a puestos y salarios, el reordenamiento de las escalas
salariales equiparándolas con otras instituciones del Estado. Los niveles salariales
actuales no son un incentivo para atraer personal calificado.

 Será necesario el organizar adecuadamente la Unidad de Cooperación Técnica


Internacional que brinde un mayor dinamismo en la gestión de recursos nacionales y
externos para la institución.

 El INA no tiene una ejecución excesiva en el gasto, sino que dichos gastos de
funcionamiento no han sido cubiertos presupuestariamente en la dimensión a los
compromisos fijos que se tienen desde hace varios años.

 La reestructuración es un proceso saludable para la Institución, en donde se le asigne


por lo menos los recursos mínimos para cubrir las necesidades operativas de la
institución, así como considerando y dando importancia al rol que debe cumplir el INA
para ofrecer a la población beneficiaria servicios más adecuado de asistencia técnica y
potenciar el aspecto productivo, la ejecución de proyectos y generación de empleo.

 En lo relativo a la compra de tierra, los conflictos agrarios siguen latentes, por lo que
se tendrá que destinar recursos logísticos y financieros para atender la demanda del
sector campesino y comunidades indígenas y afro-hondureñas.

 La atención del sector campesino y las etnias también exige que haya movilización de
brigadas para atender casos urgentes en conflictos por la tenencia de la tierra, lo cual
demanda recursos financieros, logísticos y humanos adicionales

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