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Newsletter No.

31 Marzo 2006

Flexibilidad y equilibrio entre


trabajo y vida familiar
por Arantxa Calvo Moyano

1.- Evolución histórica


Contenido
La falta de equilibrio entre la vida profesional y personal en las
1. Evolución histórica organizaciones es la causa del 21% del absentismo laboral, del 19%
2. Familia vs. Trabajo de las bajas por el estrés y del 30% de la rotación no deseada.
3. Caminando a una
solución El equilibro entre el trabajo y la vida privada es algo que,
actualmente, las empresas no pueden permitirse el lujo de ignorar
ya que el costo a pagar por ello podría ser muy caro.

Los cambios radicales en la composición de la mano de obra así como los cambios
habidos en las estructuras familiares y la evolución de la concepción de la perennidad
del puesto de trabajo, hacen que las relaciones entre el trabajo y los otros aspectos de
la vida de las personas, haya adquirido una importancia TAN grande que las empresas
deben de gestionar adecuadamente, si quieren atraer y retener, de una manera eficaz,
a los mejores. La compaginación de la familia y el trabajo ha de ser fuente tanto de
oportunidades como de progresos. Familia y empresa deben ir de la mano.

Actualmente, las excedencias para el cuidado de niños y progenitores ya es un hecho


en el 75% de las organizaciones. Y los despachos satélites, –trabajar fuera de la oficina–
evitando los desplazamientos, es una realidad, aunque no está tan implantado en
España como en el resto del mundo.

Por ejemplo, si se observan algunos aspectos relativos a la estructura del empleo y la


familia en USA, podemos sacar algunas conclusiones:

- Las mujeres constituyen, aproximadamente, la mitad de la fuerza de trabajo.


- Más de la mitad de las mujeres que trabajan, tienen un hijo de menos de un
año.
- Un número creciente de familias, tienen que ocuparse, en algún modo, de
personas mayores.
- A pesar del aumento de la participación de los hombres en las tareas de la
casa, las mujeres continúan asumiendo la parte más importante de las
responsabilidades domésticas y de la educación de los hijos.
- 9 ó 10 horas de trabajo al día son la norma para puestos de un cierto nivel.

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Estas mismas circunstanci as están dándose, en una buen parte, en Europa y todo ello,
supone una evolución de la sociedad, que no hace más que complicar las relaciones
entre el trabajo y la vida privada. Trabajar tiene un coste personal alto y es necesario
encontrar el punto medio. La conciliación es un problema de madurez social.

2 .- Familia vs trabajo
En la actualidad, contrariamente a lo que ocurría en generaciones anteriores, una gran
parte de las personas que trabajan y, en especial las mujeres se encuentran frente a la
necesidad, o al menos el dilema, de mantener una vida privada, de la mayor calidad
posible, tratando de desarrollar una carrera profesional, que absorbe buena parte de su
tiempo, pero que, al mismo tiempo, les proporcione unos buenos recursos económicos y
unas satisfacciones profesionales.

La familia no es una unidad productiva, hoy la realidad española – y mundial- ha


cambiado, y la familia cobra un papel distinto, es la base para el desarrollo de la
sociedad.

“La familia es la célula social más


importante”

Hace unos años, tal vez bastantes, en la estructura familiar el hombre se ocupaba,
mayoritariamente, de desarrollar un trabajo para sostener a la familia y la mujer
permanecía, también mayoritariamente, ocupándose del manejo del hogar y de los
hijos con un modo de vida bastante “standarizado” donde este tipo de cuestiones no se
planteaban o, a lo mejor, se ignoraban.

Si embargo, hoy en día las cosas han cambiado, la mujer y el hombre participan, a
través del trabajo profesional al sostenimiento de la familia y ambos tienen, las mismas
aspiraciones en cuanto al desarrollo de su carrera profesional.

Ello genera, unas tensiones entre el trabajo y la vida privada que deben encontrar el
equilibrio adecuado, para permitir que la persona pueda dar lo mejor de sí mismo y
cumplir sus obligaciones, en los dos ámbitos, el profesional y el de su vida familiar y
privada.

La conciliación es un cristal con distinta perspectiva para el empleador y el empleado,


que origina posiciones distintas, pero es necesaria para conseguir una sociedad más
justa. En esta línea, las empresas deben incorporar la conciliación como parte de la
cultura empresarial y verla como un objetivo estratégico ya que el capital humano es
un factor clave de las empresas que no siempre se mira.

Este “justo” equilibrio entre trabajo y vida familiar, es algo importante, desde el punto de
vista estratégico, para la empresa, si se quiere no sólo disponer del mejor talento, sino
también que éste tenga el máximo rendimiento al servicio de la empresa, ya que, si las
personas están bien en una empresa trabajarán por su desarrollo y crecimiento y se
sentirán implicadas en su Misión. La conciliación redunda en un mayor desempeño en el
puesto de trabajo.

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Cómo se logran organizaciones flexibles y a quién


atañe conseguirlo son cuestiones a debate. Es
necesario hablar con la dirección, con los
empleados y con la sociedad. Mientras no se
impulsen ciertos comportamientos no se llegará a
nada. Según diversos estudios, “el horario flexible es
la medida más frecuente, además de no suponer un
coste directo para las empresas, la única exigencia
para el gestor de personas es saber dirigir esa
flexibilidad”. El 51% de las empresas dispone en
alguna medida de esta política.

El problema no es nuevo y, de hecho, hay muchas


empresas que lo han abordado, integrando el
equilibrio entre el trabajo y la vida familiar de sus empleados en su visión estratégica y,
en consecuencia, desarrollando políticas y prácticas para crear recursos a la familia y
ayudar a sus empleados a alcanzar ese equilibrio en la medida de lo posible.

3 .- Caminando a una solución


En cualquier caso y aunque no hay fórmulas magistrales para abordar esta cuestión por
parte de las empresas, sí hay algunas cosas que son importantes para ello y que pueden
contribuir a encontrar soluciones:

La primera: tomar conciencia del problema,


incorporarlo en la cultura de la empresa e
integrarlo en las políticas y prácticas de
recursos humanos como un aspecto
estratégico de las mismas.

La segunda: hacer un esfuerzo de flexibilizar dichas


políticas y prácticas, en algunos de sus aspectos,
teniendo la imaginación y el coraje suficiente para
innovar en las mismas.

Esta innovación, necesaria para flexibilizar aspectos tales como duración de la jornada
y horarios, retribución, desarrollo de carreras, comunicación, formación, beneficios
sociales adicionales a los legales (permisos de maternidad o paternidad, por ejemplo),
hacen que algunas empresas se conviertan en las más deseadas para trabajar y, en
consecuencia sean capaces de atraer y retener al mejor talento.

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Y ello no es sólo cuestión de salario, la retribución es sólo


un elemento higiénico para la motivación de las personas
y frecuentemente, si no se maneja de modo adecuado
contribuye a desmotivar. Lo que importa es el “salario
psicológico”, es decir, la percepción que tienen los
empleados sobre cómo la empresa les retribuye y, en este
sentido, todo lo que contribuya a alcanzar ese equilibrio,
entre vida profesional y vida familiar, será muy apreciado
por las personas.

Las barreras que, más frecuentemente, se oponen a esta


flexibilización, en las empresas, pueden resumirse en tres
aspectos: falta de imaginación para innovar en materia
de recursos humanos, el temor al cambio ya que muchas
veces está ligado a contemplar estos recursos como un
coste y no como una inversión. Y, finalmente, la cultura ,
tanto del país como la de la propia empresa que
condicionan notablemente la visión y, en consecuencia,
las decisiones en esta materia, algo que puede ser normal
en un país, puede ser casi imposible en otro por razones
puramente culturales. Todos ellos están ligados entre sí.

Familia y empresa son dos realidades que deben ir juntas.


Es prácticamente imposible tener clientes satisfechos, si
antes no somos capaces de tener satisfechos a nuestros
empleados y esto que parece tan sencillo, hay todavía
muchas empresas que parecen ignorarlo.

Finalmente es importante señalar que sin la implicación


total de la dirección en estos procesos y sin la
comunicación constante de los avances al personal de la
empresa difícilmente pueden llevarse a cabo los mismos.
Las empresas que tengan éxito en el logro de mantener un
equilibrio entre el trabajo y la vida familiar y privada de sus
empleados, dispondrán de un equipo humano más
motivado que contribuirá a alcanzar una mayor
competitividad y, en consecuencia, a tener los mejores
resultados bajo el prisma de la responsabilidad

Arantxa Calvo Moyano


Dra de Marketing
CARDONA LABARGA
Centro de Estrategia y liderazgo

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