Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Cuando era un niño, conocí en un restaurante algo que cambiaría mi vida. Nunca
imaginé que podía existir un platillo tan creativo y diferente. Mi asombro creció en
el momento en que nos vimos frente a frente por primera vez. Como dicen por ahí:
“la comida entra primero por los ojos y luego por la boca”. Este caso no era la
excepción, fue amor a primera vista, contemplaba cómo la superficie tenía un
rubor especial y a la vez un tono dorado opaco que daba la sensación de estar
observando un rostro delicado, bondadoso e inocente. Sin embargo, había mucho
más por conocer, como la amable fragancia que provenía de aquel platillo e
inundaba todo el restaurante con su delicioso aroma.