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Hoy en día los seres humanos vivimos de modo muy diferente a aquellos que lo han hecho

hace cien años atrás y seguramente dentro de cien años quienes nos sucedan repetirán esta
misma frase.

La humanidad avanza en su existencia y con ellos nuestras necesidades van cambiando.

Gracias a la tecnología el ser humano ha sabido construir y a través de ella hemos sabido
cubrir necesidades o hacer un mundo mejor.

Pero hoy en día hemos llegado a un punto en el que a veces parecemos o “capturados” por la
misma tecnología que hemos creado. Cuando hablo de tecnología, me estoy refiriendo sobre
todo a aquella contemporánea, a la que utilizamos hoy en día y la cual precisa de electricidad y
de internet. Porque en su época un martillo también ha sido una tecnología, ha sido una
herramienta que nos ha ayudado a salir adelante como especie.

Conjuntamente con el avance de la tecnología, o tal vez gracias a ella, es que la ciencia
también ha dado grandes pasos. Cuando aplicamos la ciencia a la salud humana, el peso y la
importancia es aún mayor. Inmediatamente sentimos que nos hemos visto ampliamente
beneficiados como especie. Por citar un ejemplo hace varias décadas era imposible pensar que
una operación quirúrgica podría llevarse a cabo sin realizar una gran escisión en el cuerpo del
paciente. Sin embargo, en estos momentos hay muchas intervenciones quirúrgicas que se
realizan por video laparoscopia, es decir, a través de un pequeño agujerito los cirujanos
mirando una pantalla, se orientan para trabajar con sus instrumentales quirúrgicos dentro del
cuerpo del paciente. La ciencia avanza en función de las necesidades propias de cada época y
paradigma que nos toca vivir, creo que a veces va ciega en busca de algo más, aunque la
mayoría de las veces es la misma duda, las preguntas y el ensayo error que hace que los
científicos investiguen.

La tecnología y la ciencia se dan la mano. Actualmente podemos decir que una se alimenta de
la otra.

Pero considero que es importante detenerse a pensar en este punto. Surgen inevitables
preguntas, ya que el ser humano también avanza a base de cuestionarse su existencia, su
pasado y porvenir. Una de las preguntas que surgen son por el ejemplo“¿hasta dónde
podemos llegar?”.

Detrás de la técnica y de la ciencia están los profesionales que la crean, que la impulsan y que
la fomentan. Anteriormente he mencionado que existe un riesgo de quedar sujetos a merced
de los logros que el mismo avance implica. Quedar sometidos o atrapados y presos de la
misma tecnología y ciencia que hemos generado. Pero para que ello no suceda, no
deberíamos olvidar que hay una persona ejecutora y responsable detrás de lo creado. La
tecnología y la ciencia deberían servirnos para mejorar nuestra calidad de vida como sociedad
y no para generar un nuevo producto de consumo en beneficio de algunos. Es por eso que
pienso que la tecnociencia es un buen esclavo, pero un mal amo.

Cuando hacemos referencia a la palabra “científicos”, a veces caemos en el error de pensar


que se trata solamente de hombres y mujeres de batas blancas detrás de algo que está
relacionado con la medicina humana. Pero va mas allá, científicos hay en todas las ramas y
ámbitos, desde la naturaleza hasta de cosas totalmente intangibles como los átomos, por
ejemplo. De todos modos, voy a citar un ejemplo que tiene que ver con la medicina porque es
el más popular y el más sencillo de abordar.
Algunos países no invierten en ciencia y tecnología. Debido a eso muchos deben investigar
siendo financiados por empresas privadas ajenas a los gobiernos. Cuando esto sucede
obviamente los intereses de las investigaciones y desarrollos van a estar fundamentados por
los intereses de esas empresas particulares que quieren generar y vender sus productos, sean
cuales sean. Ese punto a veces puede generar cierta desconfianza en la población. ¿Hasta qué
punto el científico que trabaja para dicha institución quiere realmente investigar el objeto de
estudio sobre el que se trabaja o simplemente ese científico está a la orden y el servicio de esa
empresa privada que tiene sus intereses?. Esto me lo pregunto porque últimamente hay cada
vez más medicamento y cada vez hay más pastillas para todo tipo de dolencia, seguramente la
mayoría de ellas son muy importante para nuestra salud, pero intuyo que hay algunas que no
son de tal primera necesidad.

El ser humano siempre busca el bienestar, esto implica obviamente la sensación de estar bien,
de estar contentos y felices. Llegar a ser felices no depende únicamente de la ciencia y de la
tecnología, en este punto el mayor motor y propulsor de la felicidad es el propio ser humano.
Que, tal vez, haciendo uso de lo que la ciencia y la tecnología puedan brindarles, pueda
encontrar un camino más llano o más fácil para lograrlo.

La felicidad es un concepto diferente para cada sujeto, motivado por diferentes aspectos y
cambiante según la época y el paradigma socio cultural que le toque vivir. Estas son algunas de
las preguntas que los seres humanos pensantes nos hacemos. Nos preguntamos sobre nuestra
existencia observando el momento histórico y científico que nos ha tocado vivir. Por eso
podemos decir que en cierto punto existe una relación entre la ciencia y la filosofía. Cuando
nos preguntamos sobre nuestros deseos y sobre nuestra existencia (lo cual es una pregunta
filosófica por excelencia), tenemos que tener en cuenta los avances tecnológicos que han
alcanzado a nuestro tiempo. Seguramente no es lo mismo lo que se cuestionaba un
adolescente hace dos siglos atrás con lo que se puede cuestionar ahora y el modo en el cual
puede buscar y alcanzar o elaborar una repuesta. Para todo ello está la filosofía, que es una
inquietud permanente que nos impulsa a cuestionarnos todo.

La tecnología puede ayudarnos a ser más felices, o tal vez no. Eso depende de la persona, de
su búsqueda y de sus intereses. La tecnología es un medio y la filosofía un motor que impulsa.

La tecnología presenta nuevos escenarios que hace que siempre nos estemos preguntando. Tal
vez sea más importante la pregunta en sí, que la respuesta. Preguntarnos es lo que nos hace
humanos. La ciencia y la técnica por si solas no cuestionan nada, somos los seres humanos que
estamos detrás de ellas manipulándolas y usándolas a nuestro servicio para mejorar
nuestracalidad de vida, y así, tratar de ser felices un poco más.

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