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Introducción al derecho

procesal (I)
PID_00266553

Teresa Armenta Deu


Con la colaboración de
Silvia Pereira Puigvert *

Tiempo mínimo de dedicación recomendado: 7 horas


© FUOC • PID_00266553 11 Introducción al derecho procesal (I)

1. Jurisdicción. Derecho procesal y función


jurisdiccional

El derecho procesal es el derecho de la función jurisdiccional (Carreras).

Dicha función jurisdiccional presenta varios aspectos: a) como potestad enco-


mendada al Estado y sus órganos; y b) como facultad de tutela y realización del
derecho objetivo. Ambos configuran un mismo concepto, aunque su análisis
enfatiza uno u otro aspecto.

1.1. Función jurisdiccional como potestad o poder judicial

La función jurisdiccional como potestad o poder judicial se centra en la pers-


pectiva de uno de los tres poderes de todo Estado democrático, enlazando su
estudio con los órganos dotados de jurisdicción y sus características, en rela-
ción con los de los restantes poderes, legislativo y ejecutivo.

1.2. Función jurisdiccional como facultad de tutela y realización


del derecho objetivo

La función jurisdiccional como facultad de tutela y realización del derecho


objetivo enfatiza el modo de alcanzar la tutela y realización del derecho obje-
tivo que no es otro que el proceso, es decir, en el estudio de la jurisdicción,
la acción y el proceso, como elementos centrales en la consecución de dicho
objetivo. O lo que es lo mismo, en la función de administrar justicia a partir de
unos órganos integrados en un poder, que llamamos jurisdiccional, por medio
de un único instrumento denominado proceso y en atención a la existencia
de un elemento que denominamos acción.

1.3. Función jurisdiccional y Administración de Justicia

Frecuentemente, también se hace referencia al término Administración de Jus-


ticia. Esta denominación no señala realidad diferente al poder judicial.

La Administración de Justicia no es sólo una rama de la Administración


que atiende al servicio de la justicia, sino más bien del ejercicio de la
citada potestad encomendada a órganos predeterminados legalmente a
los que se le atribuye la tutela y realización del derecho objetivo.
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2. Origen y antecedentes del concepto de jurisdicción


y derecho procesal

El largo camino recorrido hasta el concepto de jurisdicción y derecho�proce-


sal admite, asimismo, dos explicaciones que sólo difieren en el punto de vista
que se acoja: la evolución en la Administración de Justicia desde la autotutela
o ley del más fuerte, y la aparición y consolidación del poder judicial.

2.1. De la ley del más fuerte a la Administración de Justicia:


métodos autocompositivos y jurisdicción

A partir de la forma más primitiva de resolver los conflictos dejándolos a la


aplicación de la ley del más fuerte como variante elemental de autotutela, la
evolución sociojurídica ha pasado por la autocomposición, como mecanismo
que si bien representa una forma de solución en manos de las propias partes,
ésta no se impone por la fuerza sino que es fruto de un acuerdo de voluntades
en el que ambas conceden y renuncian a algo. Tal acuerdo puede remitir la
solución al acuerdo que adopten ambas partes o deferirlo a un tercero, como
en el caso de la mediación o la conciliación. Característica de estas fórmulas
autocompositivas es la situación del tercero en pie de igualdad con las partes.

En el siguiente escalón, la heterocomposición remite asimismo a la solución


a un tercero, si bien éste actuará supra�partes.

Enmarcada entre estos medios de resolución de conflictos, la abolición de la


justicia privada y sus peligros (conductas antijurídicas basadas en la fuerza;
reacciones desproporcionadas; falta absoluta de imparcialidad) corre paralela
a la creación de un derecho objetivo para cuya realización se articula una or-
ganización en la que unos sujetos públicos (órganos jurisdiccionales) caracte-
rizados por su imparcialidad, independencia y desinterés objetivo, actúan me-
diante una serie de actos jurídicos que conocemos como proceso.

La evolución histórica ha demostrado, cumplidamente, que a mayor


desarrollo de la jurisdicción, y con ello de la realización del derecho
objetivo, mayor protección de los derechos subjetivos y menor riesgo
de involuciones hacia métodos de autotutela.

Esta última consideración no significa, sin embargo, que no quepa un uso


legítimo de los métodos autocompositivos en el marco de las relaciones pri-
vadas informadas por el principio dispositivo. Se precisa tener en cuenta, no
obstante, que deben asumirse conscientemente, o cuando menos, conjurar al
máximo los riesgos que acompañan a dicha opción, singularmente: la escasa
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transparencia y publicidad; la falta de imparcialidad; y la renuncia a las reglas


jurídicas, que desembocan muchas veces en la aplicación de la lógica de las re-
laciones de fuerza económicas y sociales, así como las graves limitaciones que,
para la eficacia de la solución que se alcance, supone la carencia de poderes
coercitivos en los sujetos que resuelven. Estas y otras circunstancias deberán
ponderarse con la ventaja de informalidad y rapidez generalmente anudada
al recurso a tales métodos.

2.2. De Montesquieu a la potestad judicial

A partir de la idea revolucionaria de un juez sometido a la ley como forma Los jueces como
de garantizar la libertad del ciudadano frente al poder absoluto del monarca funcionarios

(Montesquieu), la potestad judicial se atribuía a personas elegidas por el pueblo La evolución histórica eviden-
durante un periodo, sometiendo su quehacer al imperio de la ley ("el juez es ció que el poder ejecutivo se
apoderaba de los jueces, que
la boca de la ley"). Esta configuración en realidad negaba la existencia de un eran unos funcionarios más de
la Administración y prestaban
poder judicial. un servicio: el de administrar
justicia.

Hasta que se consagra la inamovilidad judicial y, con ella, la independencia –


primero sólo en los textos legales, y después en la realidad práctica– no existe (1)
Constituciones de 1837, 1856,
1869 y 1978
un poder judicial, pese a que así se mencione en muchos de los sucesivos tex-
tos constitucionales españoles1. Es en la vigente Constitución donde se hace
mención expresa, en el artículo 117.3 CE, a lo siguiente: "La potestad de juzgar
y hacer ejecutar lo juzgado corresponde a los juzgados y tribunales". Con estas
premisas y otras características a las que después se hará referencia (monopo-
lio; exclusividad; juez ordinario predeterminado; gobierno judicial indepen-
diente, entre otras) se puede hablar ya de una verdadera potestad�judicial.
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3. La jurisdicción como potestad pública encaminada


a la realización del derecho en el caso concreto

Nota
La función jurisdiccional puede entenderse como aquella encaminada,
simplemente, a resolver conflictos o a tutelar derechos subjetivos o in- Ni toda resolución de conflic-
tos implica ejercicio de la fun-
tereses legítimos. O con una perspectiva más amplia, a no limitarse a ción jurisdiccional, ni se tute-
lan derechos subjetivos en los
dichos objetivos, sino a la tutela y realización del derecho objetivo. procesos penales.

Por si tales argumentos fueran poco, además, la Constitución, desarrollando el


mandato constitucional contenido en el artículo 117.3 CE (juzgar y hacer eje-
cutar lo juzgado) encomienda a este poder judicial las siguientes actividades:

(2)
• Tutela de los derechos de las personas2. Art. 24.1 CE y art. 7.3 LOPJ

(3)
• Art. 25 CE
Monopolio en la imposición de las penas3.

(4)
• Control de la potestad reglamentaria y de la legalidad de la actuación ad- Art. 106 CE y art. 8 LOPJ
4
ministrativa .
(5)
Art. 161 CE y art. 2 LOPJ

• Control de la constitucionalidad de las leyes5.


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4. La jurisdicción y el resto de las potestades del


Estado: Administración y legislación

A partir de una idea básica con arreglo a la cual el Poder Legislativo dicta nor-
mas jurídicas de carácter general, en tanto la Administración provee al bien
común y la jurisdicción realiza el derecho objetivo aplicando el derecho en
el caso concreto, pueden establecerse las precisiones que se observan en los
siguientes subapartados, al objeto de destacar la analogías y diferencias entre
las tres potestades del Estado.

4.1. Jurisdicción y Administración

La Administración también tutela el ordenamiento jurídico (adminis-


trativo), pero lo hace refiriéndose a una conducta propia, de la misma
Administración, y como instrumento para la consecución de las funcio-
nes que tiene encomendadas. En cambio, la jurisdicción tutela y realiza
un derecho siempre ajeno, como finalidad esencial y referida en todos
los casos a conductas ajenas. Es lo que se conoce como desinterés�ob-
jetivo.

A esta naturaleza corresponde la configuración de los órganos que actúan en


ejercicio de la función jurisdiccional y de la Administración. En tanto los ju-
risdiccionales lo hacen con absoluta independencia, tanto interna (ningún
órgano jurisdiccional puede dirigir órdenes a otro) como externa (ningún ór-
gano administrativo u otro poder pueden dirigir órdenes a los tribunales ni
inmiscuirse en sus funciones), los órganos administrativos operan con sumi-
sión jerárquica dentro de una escala de mando, siendo designados y removi-
dos libre y jerárquicamente.

Eso no impide, sin embargo, que ambos lo hagan con imparcialidad.


El órgano administrativo debe garantizar su imparcialidad, entendida
como desinterés subjetivo en el caso específico, aplicando la legalidad
estrictamente, e incurriendo de lo contrario en desviación de poder. El
órgano judicial aplicará también la ley y salvaguardará su independen-
cia, pero con las notas de independencia destacadas al inicio de este
párrafo.

Finalmente, sólo a las resoluciones jurisdiccionales se les reconoce la autoridad


de cosa juzgada, constituyendo la última instancia del ius dicere, mientras que
las resoluciones administrativas se someten a revisión jurisdiccional.
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4.2. Jurisdicción y legislación

No hay elementos para la confusión.

La potestad legislativa tiene como fin producir normas jurídicas de ge-


neral aplicación. El mandato contenido en las mismas es de carácter
abstracto y se proyecta sobre todos los ciudadanos que realicen la con-
ducta contemplada en la norma. El mandato contenido en una reso-
lución jurisdiccional es concreto, referido a la cuestión sometida a su
decisión. El legislativo innova el ordenamiento jurídico, añadiendo o
derogando normas de las características señaladas; la jurisdicción, no.

No cabe olvidar, además, que la función jurisdiccional esta sometida a la ley,


al mandato abstracto establecido por el poder legislativo. Sumisión que ope-
ra tanto en lo relativo a su organización como a la resolución en donde se
concreta el derecho objetivo que debe realizar (la sentencia ha de tener como
medida la ley) (De la Oliva).
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5. Principios constitucionales del Poder Judicial

El poder judicial en su conjunto, no cada uno de sus miembros, está sujeto por
la Constitución a la concurrencia de los principios de monopolio�estatal�de
la�jurisdicción; de unidad y de exclusividad, a los que se suma el juez�ordi-
nario�predeterminado�por�la�ley. Examinaremos los mismos brevemente, ya
que es objeto de análisis en otras asignaturas, centrando más nuestro interés
en los principios que informan a cada uno de los órganos que conforman di-
cho poder judicial y que hacen referencia a la imparcialidad, independencia,
sumisión a la ley y responsabilidad.

5.1. Principio de monopolio estatal de la jurisdicción

El principio de monopolio estatal de la jurisdicción significa que el Es-


tado monopoliza la jurisdicción frente a los particulares. El ejercicio de
la jurisdicción está fuera del alcance de los sujetos privados que no pue-
den organizar jurisdicciones privadas.

(6)
Por otra parte, es en virtud del mismo principio el hecho de que cada Estado Art. 93 CE y 4 LOPJ
fije el ámbito de su jurisdicción en el marco internacional, estableciendo el
(7)
ámbito territorial de la jurisdicción española6 o reconociendo jurisdicción a Tratados constitutivos de las Co-
munidades Europeas, 1951, 1957
tribunales de ámbito comunitario: Tribunal de justicia de la Unión Europea7; y Tratado de Niza del 2001 y Pro-
tocolo anejo sobre el Estatuto del
o internacional: Tribunal Europeo de Derechos Humanos8 y Corte Penal In- Tribunal de Justicia

ternacional9.
(8)
Convenio Europeo de Derechos
Humanos y su modificación (BOE
5.2. Principio de exclusividad de 26.6.1998)

(9)
El principio de exclusividad, también conocido como "principio de reserva de Convenio de Roma de 1998, ra-
tificado por España (BOE 27 de
jurisdicción", significa, en su sentido positivo, que sólo los juzgados y tribu- mayo del 2002)

nales pueden ejercer la potestad jurisdiccional10.


(10)
Art. 117.3 CE y 2.1 LOPJ

Sólo los órganos previstos en la LOPJ pueden tener jurisdicción.

No es un principio absoluto, en tanto la propia Constitución prevea atribuir


funciones jurisdiccionales a órganos que no forman parte del poder judicial
como sucede, de manera expresa, con el Tribunal Constitucional. Pero no es el
único caso: también ejercen funciones jurisdiccionales los tribunales interna-
cionales reconocidos en aplicación del artículo 9.3 CE, como singularmente
el Tribunal de justicia de las Comunidades Europeas.
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(11)
Art. 117.4 CE y 2.2 LOPJ
En su vertiente negativa, implica que los órganos jurisdiccionales sólo
pueden ejercer la función jurisdiccional11. Se contempla así una prohi- (12)
Art. 117.4 CE
bición constitucional de que jueces y tribunales se arroguen funciones
legislativas o ejecutivas, que sólo puede excepcionarse en aquellos casos
en que les sean atribuidas, por ley (reserva legal) funciones en garantía
de cualquier derecho12.

5.3. Principio de unidad jurisdiccional

Consagrado en el artículo 117.5 CE, el principio de unidad jurisdiccio-


nal se manifiesta en la distribución territorial del poder judicial y en la
organización interna del poder judicial.

Empezando por la unidad jurisdiccional como organización interna, significa


que el conjunto de los órganos jurisdiccionales están sometidos a un único
régimen jurídico, de manera que queda prohibida la existencia de tribunales
integrados por jueces que no formen parte de la jurisdicción ordinaria. Cir-
cunstancia que no impide la existencia de tribunales especializados, siempre
y cuando se contemple previamente en la LOPJ y sometan su estatuto a la
misma.

En su vertiente territorial, la unidad jurisdiccional atiende a la articulación


entre el Estado de las autonomías y el hecho de un único poder judicial y las
competencias para organizar éste.

(13)
Ampliando este último aspecto, a partir de la lectura del artículo 149.1.5.ª CE, 56 y 62/1990, de 29 y 30 de
marzo
donde se señala la "competencia exclusiva del Estado" en el ámbito jurisdic-
cional, conviene recordar la interpretación del Tribunal Constitucional en sus
célebres sentencias13 pronunciándose sobre el significado de "Administración
de Justicia" en el citado artículo 149.1.5.ª CE, y señalando que no comprende
todos los aspectos relacionados con la justicia, sino que, junto a la Administra-
ción de Justicia en sentido estricto (competencia exclusiva del Estado) existe
una "administración de la Administración de Justicia" cuya competencia pue-
de ser asumida por las comunidades autónomas.

Junto con esta doctrina, el TC sentó otra, conocida como "de la cláusula su-
brogatoria", en virtud de la cual, todas aquellas competencias atribuidas en
la LOPJ al Gobierno y que queden comprendidas en el ámbito de esa admi-
nistración de la Administración de Justicia eran competencias asumidas por
las CC. AA., siempre y cuando, además, así se contemplara en el respectivo
Estatuto de autonomía.
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En atención a la misma, a día de hoy (tras la reforma de la LOPJ/2003) y sin


detenernos en el régimen jurídico de cada una, las comunidades autónomas
que así lo hayan previsto en su correspondiente estatuto, pueden asumir las
siguientes competencias:

1) Dotación de medios materiales necesarios para el funcionamiento de la Ad-


ministración de Justicia.

2) La gestión del personal a excepción de jueces magistrados y letrados de la


Administración de Justicia.

3) Regular la normativa del régimen jurídico de ese mismo personal (Diez-


Picazo Jiménez).

Por otra parte, el Estado de las autonomías, desde la perspectiva que nos ocu-
pa, conlleva además la aplicación del artículo 152.1 CE, en atención al cual
existen:

1) Tribunales superiores de justicia.

2) Participación de las CC. AA. en la organización de las demarcaciones judi-


ciales en sus respectivos territorios.

3) El agotamiento de las instancias procesales ante órganos radicados en la CA


correspondiente.

5.4. El juez ordinario predeterminado por la ley

Contemplado en la Constitución como derecho fundamental de los justicia-


bles, también puede ser examinado como mandato sobre cómo ha de con-
formarse la organización de los juzgados y tribunales, de manera que quede
preestablecido por medio del instrumento legal adecuado, es decir, mediante
la LOPJ o la Ley de Planta y Demarcación, el "juez ordinario" concreto que
conocerá de un asunto determinado.

En otros términos, que el establecimiento de los criterios para fijar el


juzgador que conocerá unos hechos ha de estar establecido antes de que
éstos sucedan y mediante la previsión legal correspondiente, evitando
que pueda hacerse ex post, a medida del caso.

(14)
El objetivo es asegurar la imparcialidad e independencia del órgano jurisdic- Art. 117.6 CE
cional que conoce la causa concreta, evitando maniobras que eludan la inter-
dicción de la arbitrariedad, evitando simultáneamente, tanto los tribunales de
excepción14 como los mecanismos excepcionales en la determinación.
© FUOC • PID_00266553 20 Introducción al derecho procesal (I)

Para impedirlo, la garantía del juez ordinario abarca:

a) que la creación de órganos judiciales sólo puede tener lugar mediante ley
orgánica (la Ley Orgánica del Poder Judicial); y además,

b) la predeterminación legal de la demarcación y planta de los órganos judi-


ciales, como efectúa actualmente, la Ley 38/1988, de 28 de diciembre, de De-
marcación y Planta Judicial (LDyPJ);

c) la predeterminación de la composición personal del órgano judicial (qué


jueces integran el juzgado, el tribunal o la sala; o cómo se establece en régimen
de sustituciones; por ejemplo); y

d) la predeterminación de lo criterios de atribución de competencia.


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6. Gobierno autónomo del poder judicial: el Consejo


General del Poder Judicial y otros órganos de
Gobierno

Como forma de garantizar la independencia, los componentes gubernativos


o administrativos del poder judicial no se encomiendan –como había sucedi-
do antes de la Constitución– al Ministerio de Justicia, sino que se crea un ór-
gano de Gobierno específico ajeno al Poder Ejecutivo. El Gobierno queda así
desapoderado de sus competencias con relación al estatuto de jueces y magis-
trados, vedándose cualquier posibilidad de injerencia y encomendando el go-
bierno de jueces y magistrados a un órgano propio fuera del poder ejecutivo.

Otros órganos de gobierno judicial

El Consejo General del Poder Judicial no es el único órgano de gobierno judicial. Ejercen
también esta función, en el marco de sus competencias: las Salas de Gobierno del TS,
de la AN y de los TSJ; los presidentes de las salas de justicia; y los jueces decanos y las
juntas de jueces.

6.1. El Consejo General del Poder Judicial

A partir de la previsión constitucional, su regulación legal ha sido objeto de


atención en las diferentes modificaciones de la LOPJ, perdiendo alguna de las
atribuciones que originariamente le fueron reconocidas. También se ha modi-
ficado el sistema de elección de sus miembros en el sentido que después se se-
ñalará. Su configuración ha resultado un buen crisol de las tensiones surgidas
a la hora de renunciar a determinadas cuotas de poder por parte del Ministerio
de Justicia.

6.1.1. Composición y sistema de elección de los vocales del CGPJ

El Consejo General del Poder Judicial se compone de su presidente, que a la vez


lo es del Tribunal Supremo, y de veinte miembros, nombrados por un periodo
de cinco años.

De estos veinte miembros habrá:

• Doce escogidos entre jueces y magistrados de todas las categorías judicia-


les, en los términos que establezca la LOPJ.

• Cuatro a propuesta del Congreso de los Diputados, escogidos entre abo-


gados y otros juristas de reconocida competencia y con quince años de
ejercicio profesional, elegidos por mayoría de tres quintos de la cámara.
© FUOC • PID_00266553 22 Introducción al derecho procesal (I)

• Cuatro a propuesta del Senado, escogidos entre abogados y otros juristas


de reconocida competencia y con quince años de ejercicio profesional,
elegidos por mayoría de tres quintos de la cámara.

La CE establece que doce vocales tengan la condición de jurisdicentes y ocho


de juristas de otra clase, propiciando así la mayoría de miembros de la carre-
ra judicial pero concediendo un importante peso a los miembros juristas no
judiciales.

6.1.2. Atribuciones del CGPJ

El CGPJ es el órgano supremo por lo que se refiere a las funciones gubernativas


o administrativas que precisa el ejercicio de la jurisdicción. Esta función gené-
rica se concreta con detalle en los artículos 558 a 565 LOPJ, que establecen un
conjunto de competencias que pueden sistematizarse como sigue:

(15)
• Propuesta de ciertos nombramientos15: el CGPJ propone a su presidente, Art. 560 LOPJ

que a la vez lo será del TS, y de nombramiento de miembros del TC.

(16)
• De entre las atribuciones típicamente gubernativas16, destacan las siguien- Art. 560 LOPJ

tes:
– Inspección de tribunales.
– Selección, formación y perfeccionamiento de los jueces y magistrados.
– Provisión de destinos, ascensos, situaciones administrativas.
– Régimen disciplinario de los jurisdicentes.

(17)
• 17
Potestad reglamentaria . Que incluye el propio régimen de funcionamien- Art. 560.1.16º LOPJ

to del CGPJ, principalmente, las materias previstas en el artículo 560.1.16º


LOPJ, que le habilita para dictar normas reglamentarias para desplegar
la LOPJ, incluso –aunque de forma auxiliar, secundaria y no innovativa–
cuestiones relacionadas con el estatuto jurídico de los jueces y magistra-
dos.

(18)
• Competencias de informe18. El CGPJ habrá de informar de los anteproyec- Art. 561 LOPJ

tos de ley y disposiciones generales del Estado y las comunidades autóno-


mas relativos a ciertas materias (estatuto orgánico de jueces y magistrados,
legislación procesal y penal etc.). El CGPJ emitirá su informe en el plazo
improrrogable de treinta días. Si en la orden de remisión se hiciese constar
la urgencia del informe, el plazo será de quince días. Excepcionalmente,
el órgano remitente podrá conceder la prórroga del plazo atendiendo a
las circunstancias del caso. La duración de la prórroga será de quince días,
salvo cuando en la orden de remisión se haya hecho constar la urgencia
© FUOC • PID_00266553 23 Introducción al derecho procesal (I)

del informe, en cuyo caso será de diez días. Además, el Gobierno remitirá
dicho informe a las Cortes Generales en el caso de tratarse de anteproyec-
tos de ley.

6.1.3. Organización del CGPJ

(19)
Los órganos del CGPJ19 son: Art. 595 LOPJ

• El presidente Competencias de los


órganos del CGPJ
• El vicepresidente
• El Pleno Las competencias de cada uno
de los órganos del CGPJ apare-
• La Comisión Permanente cen detalladas en los artículos
597 a 610 LOPJ.
• La Comisión Disciplinaria
• La Comisión de Asuntos Económicos
• La Comisión de Igualdad

6.2. Otros órganos de gobierno: salas de tribunales y audiencias,


presidentes, jueces decanos y juntas de jueces

Además del CGPJ, la ley contempla la existencia de otros órganos que ostentan
funciones gubernativas. Estos otros órganos de gobierno de los jueces son los
siguientes:

• Salas de tribunales y audiencias


• Presidentes de tribunales y audiencias
• Jueces decanos
• Juntas de jueces

6.2.1. Las salas de gobierno de los tribunales y audiencias

Tienen Sala de Gobierno el TS, los TSJ de las comunidades autónomas y la AN.

Su composición es la siguiente:

• TS�y�AN. Está integrada por el presidente del tribunal, los presidentes de


las salas de justicia del tribunal y un número igual a éstos de magistrados,
escogidos por los propios magistrados que integran el tribunal.

• TSJ�de�las�comunidades�autónomas. En este caso, está integrada por el


presidente del tribunal, los presidentes de las salas de justicia, los presiden-
tes de las audiencias provinciales de la comunidad autónoma y un núme-
ro igual de jueces y magistrados escogidos por y entre los miembros de la
carrera judicial de todos los órganos judiciales radicados en el territorio de
la comunidad autónoma. Como mínimo, uno de estos miembros electivos
© FUOC • PID_00266553 24 Introducción al derecho procesal (I)

debe ser juez, a no ser que no haya candidatos de esta categoría. Además,
con la consideración de miembro electo, formarán parte los jueces deca-
nos liberados de tareas jurisdiccionales conforme al artículo 166.3 LOPJ.

(20)
En cuanto a las funciones20, puede destacarse: Art. 152 LOPJ

• Establecimiento de las normas de reparto de asuntos entre las secciones


del propio tribunal.

• La potestad disciplinaria respecto a ciertas clases de infracciones.

• Fijar con criterios objetivos los turnos para la composición de las salas y
secciones y las normas de asignación de ponencias.

• Completar provisionalmente, cuando sea necesario, la composición de las


salas.

Sala de Gobierno de los TSJ de las comunidades autónomas

En el caso de la Sala de Gobierno de los TSJ de las comunidades autónomas, se han de


añadir otras competencias:

• Aprobar las normas de reparto de asuntos entre los juzgados y las secciones de las
audiencias provinciales radicadas en el territorio de la comunidad autónoma. Excep-
cionalmente, de forma motivada, y cuando las necesidades del servicio así lo exigie-
ren, la Sala de Gobierno puede ordenar que se libere del reparto de asuntos, total o
parcialmente, por tiempo limitado, a una sección o a un juez determinado.

• Ejercer las funciones genéricas de la Sala de Gobierno respecto de todos los órganos
judiciales radicados en el territorio de su respectiva comunidad autónoma.

• Nombrar jueces de paz y seleccionar y nombrar los jueces de provisión temporal.

6.2.2. Presidentes de tribunales y audiencias

Los presidentes de tribunales y audiencias son nombrados por el CGPJ y tienen


atribuidas ciertas funciones gubernativas, previstas en el artículo 160 LOPJ,
entre las cuales se puede destacar:

• Convocar, presidir y fijar el orden del día de la Sala de Gobierno del tribu-
nal correspondiente.

• Dirigir la inspección de juzgados y tribunales.

• Ejercer la potestad disciplinaria respecto de infracciones leves.


© FUOC • PID_00266553 25 Introducción al derecho procesal (I)

• Ejercer los poderes encaminados a la buena marcha del tribunal.

6.2.3. Presidentes de sala de justicia y jueces

(21)
A los presidentes de sala de justicia y jueces21 les corresponde la dirección ad- Art. 165 LOPJ

ministrativa de la sala o juzgado correspondiente, que incluye ciertas funcio-


nes relativas a la inspección, cuestiones disciplinarias y relativas a la buena
marcha del órgano judicial y del personal que tiene adscrito. Se establecen con
más detalle en el artículo 165 LOPJ.

6.2.4. Jueces decanos y juntas de jueces

(22)
Hay un juez decano en aquellas poblaciones en las que exista más de un juz- Arts. 166 a 169 LOPJ
gado. Si son diez o más los juzgados de la población, el decano se escogerá
por y entre todos los jueces de la población. Sí hay menos de diez juzgados,
ejercerá las funciones de decano22 el de mejor posición en el escalafón.

Los jueces decanos ostentan la representación de los juzgados ante los poderes
públicos y tienen asignadas funciones tales como la supervisión del reparto de
asuntos entre los juzgados, velar por la buena utilización de los locales judi-
ciales y de los bienes materiales, tomar medidas urgentes respecto de los asun-
tos no repartidos, resolver en única instancia los recursos gubernativos que
quepa interponer contra las decisiones de los letrados de la Administración de
Justicia en materia de reparto, etc.

El juez decano está unido a las juntas de jueces que se regulan en los artículos
169 y 170 LOPJ. Éstas son de tres clases, en atención al ámbito territorial de
su cometido:

• Juntas de jueces de una población, presidida por el decano. Se tratan asun-


tos de interés común que afecten a los juzgados.

• Juntas de jueces de un orden jurisdiccional de la misma población, tam-


bién presididas por el decano. Les corresponde la importante función de
proponer a la Sala de Gobierno del respectivo TSJ las normas de reparto
de asuntos.

• Juntas de jueces provinciales o de una comunidad autónoma. Las convoca


el presidente del TSJ correspondiente y las preside el juez más antiguo.
© FUOC • PID_00266553 26 Introducción al derecho procesal (I)

7. Los órganos jurisdiccionales: principios


informadores

(23)
Analizados el poder judicial (la jurisdicción) y sus principios corresponde se- Art. 117.3 CE
23
guidamente a los órganos a los que se atribuye tal función y, más en con-
(24)
Art. 117.1 CE
creto, a las personas que aparecen como titulares de la misma24 los jueces y
magistrados.

Como titulares de la función jurisdiccional, los juzgados y tribunales


presentan características propias que los diferencian del resto de fun-
cionarios del Estado.

7.1. Independencia y sumisión a la ley. Inamovilidad

(25)
La independencia es atributo esencial de la jurisdicción, consagrada en la Arts. 117.1, 124.1 y 127.2
25 26 27
Constitución , en la LOPJ y en distintos tratados internacionales .
(26)
Arts. 1, 12, 13, 14 y título II del
libro IV

La independencia, o lo que es lo mismo, la ausencia de jerarquía en (27)


Arts. 6.1 CEDH y 14.1 PIDCP
el ejercicio de la función jurisdiccional, equivale a no estar sometido a
orden, instrucción o indicación alguna.
Actuar con arbitrio

La independencia no equivale
O lo que es lo mismo, los jueces juzgan y hacen ejecutar los juzgados con al ejercicio arbitrario de la fun-
ción jurisdiccional, en la medi-
absoluta independencia pero sometidos al imperio de la ley. da en que los jueces y tribuna-
les actúan con arbitrio pero no
con arbitrariedad.

La interacción entre ambas notas es sustancial para aprehender el con-


cepto de independencia judicial: son independientes porque están so-
metidos a la ley y están sometidos únicamente a la ley porque son in-
dependientes.

Así, a diferencia de otros poderes públicos como el legislativo o el ejecutivo,


que pueden legítimamente tomar discrecionalmente opciones políticas e im-
ponerlas a sus subordinados, los jueces ejercen su función en el marco exclu-
sivo de la ley que deben aplicar (Díez-Picazo Giménez). O expresando en otros
términos: los jueces son independientes para poder quedar sometidos sólo a
la ley: a todo el ordenamiento jurídico, sin sumisión alguna a tribunales su-
periores, ni a entidad alguna (poderes públicos, pero también particulares y
medios de comunicación).
© FUOC • PID_00266553 27 Introducción al derecho procesal (I)

Para garantizar la independencia, se establece:

a) En el artículo 13 LOPJ, que "todos están obligados a respetar la independen-


cia de los jueces y magistrados".

b) El artículo 12 LOPJ proclama la independencia interna (respecto de los res-


tantes órganos jurisdiccionales y de gobierno del poder judicial), prohibiendo
corregir la interpretación del ordenamiento jurídico, salvo en virtud de los re-
cursos establecidos por las leyes, y dictar instrucciones sobre la interpretación
del ordenamiento en el ejercicio de su función jurisdiccional.

c) El artículo 14 LOPJ contempla que los jueces y magistrados que se conside-


ren perturbados en su independencia lo pondrán en conocimiento del CGPJ,
dando cuenta de los hechos para que se siga el procedimiento adecuado, pu-
diendo practicar ellos mismos las diligencias indispensables para asegurar la
acción de la justicia y restaurar el orden público. El Ministerio Fiscal, por si lo
dicho, o a petición de aquello, promoverá las acciones pertinentes en defensa
de la independencia judicial.

Desde un punto de vista formal, con el que se quiere atender al conjunto de


los jueces y magistrados en el ejercicio de su función jurisdiccional, cabe decir
que también constituyen garantías de la independencia las siguientes:

(28)
a)�Reserva�de�ley�orgánica respecto al estatuto jurídico de jueces y magistra- Art. 122.1 CE
dos. Todo juez debe haberse nombrado con arreglo a las normas que figuran
en la LOPJ, pero además su estatuto jurídico como funcionario público debe
regularse por esta misma ley orgánica28.

b)�Existencia�del�CGPJ, competente para todas las competencias relativas al


estatuto jurídico de jueces y magistrados (selección, formación y perfecciona-
miento, provisión de destinos, ascensos, situaciones administrativas y régimen
disciplinario) con absoluta independencia del Ministerio de Justicia.

c)�Inamovilidad

Art. 117.2 CE
Desarrollo de la
inamovilidad
"Los jueces y magistrados no pueden ser separados, suspendidos, trasladados ni jubilados
sino por alguna de las causas y con las garantías previstas en la ley".
El desarrollo de la inamovili-
dad es una garantía que se en-
Conforme a esta garantía, fuera de las causas previstas en los preceptos señala- cuentra en los artículos 378 a
388 LOPJ, donde se regulan
dos, la inamovilidad es permanente, sin límite de tiempo y absoluta, es decir, las causas y los procedimientos
de separación, traslado, sus-
perteneciendo a la carrera judicial en la categoría y concreto destino que ocu- pensión, jubilación y rehabili-
tación.
pe. Expresado en otros términos: nadie puede obligar a un juez o magistrado
de carrera a abandonar el puesto que ocupa sin causa legal al efecto.
© FUOC • PID_00266553 28 Introducción al derecho procesal (I)

7.2. Imparcialidad

La función de realización del derecho objetivo, en el caso concreto, exi-


ge que el juez mantenga una posición neutral en relación con las partes;
que no sea ni actúe como parte. Pero asimismo que no admita influen-
cia alguna en su juicio de circunstancias ajenas al cumplimiento de su
función. Se habla en el primer sentido de imparcialidad objetiva y, en el
segundo, de imparcialidad subjetiva.

Para el control de la imparcialidad, y teniendo en cuenta que la imparcialidad Regulación de la


subjetiva es difícil o imposible de regular, la ley fija una serie de circunstan- abstención y de la
recusación
cias que si concurren pueden percibirse como manifestaciones de pérdida de
imparcialidad objetiva (parentesco, intereses comunes, etc.). A partir de ahí, La abstención se regula en los
artículos 217 y 221 y siguien-
se arbitra el mecanismo de la abstención y la recusación para su denuncia, de tes LOPJ, y la recusación, en
los artículos 223 y siguientes
manera que el juez que detecte su posible pérdida de imparcialidad, por con- LOPJ. Las causas, comunes, se
currir alguna de las causas señaladas en el artículo 219 LOPJ, deberá abstenerse establecen en el artículo 219
LOPJ.
de seguir conociendo. En su defecto, las partes podrán pedir su recusación con
idéntico resultado.

7.3. Apoliticidad

El artículo 127.1 CE establece que los jueces y magistrados, así como los fisca-
les mientras estén en activo, no podrán ejercer otros cargos públicos ni perte-
necer a partido político o a sindicatos. La prohibición de pertenencia a parti-
dos políticos o sindicatos no anula la ideología o puntos de vista que el juzga-
dor pueda mantener como ciudadano en materias políticas, sociales, etc. Con
todo, se considera que la desvinculación formal que exige el ordenamiento
jurídico facilita el necesario distanciamiento u objetividad de los jurisdicentes
en este sentido.

(29)
La prohibición de ejercer, simultáneamente, la función jurisdiccional y fun- En este último caso, se excluyen
ciertos cargos de confianza dentro
ciones de carácter político encuentra su concreción legal en el artículo 356.f)
del poder judicial, la carrera fiscal,
LOPJ al establecer que procederá declarar, en situación de excedencia volun- nombramientos en órganos supra-
nacionales, Tribunal Constitucio-
taria, al juez o magistrado que sea nombrado para cargo político o de confian- nal, etc., previstos en el artículo
351 LOPJ.
za29, o cuando se presente como candidato en elecciones para acceder a car-
gos públicos representativos en el Parlamento Europeo, Congreso de los Dipu-
tados, Senado, asambleas legislativas de las comunidades autónomas o corpo-
raciones locales. De no resultar elegido, deberá optar, comunicándolo así al
Consejo General del Poder Judicial, en el plazo de treinta días, por continuar
en la situación de excedencia voluntaria o por reingresar en el servicio activo.

Asociaciones profesionales de jueces y magistrados

Las prohibiciones que se imponen a los jueces y magistrados no les impiden que creen
o se integren en asociaciones profesionales (como por ejemplo, en la actualidad, Asocia-
ción Profesional de la Magistratura, Jueces para la Democracia o Francisco de Vitoria).
El artículo 127.1 CE, desarrollado por el 401 LOPJ, detalla el régimen de esta clase de
asociaciones de carácter apolítico (art. 401.I.1.ª LOPJ). Tras la reforma de la LOPJ llevada a
© FUOC • PID_00266553 29 Introducción al derecho procesal (I)

cabo por la LO 19/2003, de 23 de diciembre, en el artículo 401.1 LOPJ, el derecho de libre


asociación profesional corresponde únicamente a los jueces y magistrados integrantes de
la carrera judicial, con exclusión, pues, de las otras categorías de jueces y magistrados que
también ejercen la potestad jurisdiccional.

7.4. Responsabilidad

La responsabilidad constituye la otra cara de la moneda de la inamovibilidad y,


en tal medida, de la independencia: se es inamovible porque se es responsable.
Contenida en el artículo 117.1 CE, y artículo 1 de la LOPJ, se desarrolla en el
16 de la LOPJ, donde constan las tres clases de responsabilidad: penal, civil
y disciplinaria, si bien se ha eliminado la responsabilidad civil directa de los
jueces y magistrados.

7.4.1. Responsabilidad penal

(30)
La responsabilidad penal30 concurre por los delitos o delitos leves cometidos Arts. 405 a 410 LOPJ

por los jueces y magistrados en el ejercicio de la función jurisdiccional.

Puede solicitarla cualquier ciudadano, correspondiendo su conocimiento a


distintos órganos según aquel de quien se quiera reclamar la responsabilidad.

Conocimiento de la responsabilidad penal

Corresponde el conocimiento de la responsabilidad penal a varios órganos:

• Sala Especial del TS, si es contra presidentes de sala y magistrados del TS que la con-
forman.

• Sala de lo Penal del TS, si fuera contra el presidente del TS, presidente de la AN, de
sus salas y sus magistrados, presidente de TSJ y magistrados de este último.

• Sala de lo Civil y Penal del TSJ, cuando se trate de jueces y magistrados del territorio.

El proceso presenta las siguientes particularidades:

(31)
• Se inicia siempre mediante querella31. Art. 406 LOPJ

(32)
Art. 410 LOPJ

• Existe un control previo a la admisión de la querella32. Se persigue evitar


las querellas sin fundamento, controlando la existencia de una cierta ve-
rosimilitud en la imputación que excluya, en la medida de lo posible, in-
tenciones torticeras o de venganza.

7.4.2. Responsabilidad civil

Con la reforma de la LOPJ de 2015, se elimina la responsabilidad civil directa


de los jueces y magistrados, escasísimamente utilizada en la práctica. Con ello
se alinea la responsabilidad de los jueces con la del resto de los empleados
públicos y se da cumplimiento a las recomendaciones del Consejo de Europa
© FUOC • PID_00266553 30 Introducción al derecho procesal (I)

en esta materia. Esta exención de responsabilidad lógicamente no excluye que


la Administración pueda repetir, en vía administrativa, contra el juez o magis-
trado si este ha incurrido en dolo o culpa grave.

7.4.3. Responsabilidad disciplinaria

(33)
La responsabilidad disciplinaria es la responsabilidad cuya exacción corres- Arts. 414 a 427 LOPJ
33
ponde a los órganos gubernativos del poder judicial . Se trata de una respon-
sabilidad que comporta la imposición de una sanción; en este caso, de carácter
disciplinario, de naturaleza gubernamental, al haberse cometido una infrac-
ción o falta administrativa.

Las conductas sancionables (faltas) se tipifican en los artículos 417 a 419 LOPJ
y están clasificadas en tres apartados: faltas muy graves, faltas graves y faltas
leves. Las sanciones que corresponden a estas faltas están también concretadas
por la LOPJ en los artículos 420 a 422 (desde la mera advertencia hasta la
separación, pasando por la multa o el traslado forzoso).

(34)
Los órganos competentes para tramitar el procedimiento e imponer la sanción Ved al respecto el artículo 421
LOPJ
pertenecen al gobierno del poder judicial, y la competencia de cada un de ellos
se establece en función de la gravedad de la sanción34.

Ejemplos de órganos competentes

Las sanciones muy graves sólo puede imponerlas el pleno del CGPJ a propuesta de su
Comisión Disciplinaria, mientras que las de advertencia o multa las pueden imponer los
presidentes del TS, TSJ, AN y las salas de gobierno de dichos tribunales.

El procedimiento sancionador está regulado en los artículos 423 y ss. LOPJ.

Según el artículo 415 LOPJ, la incoación de un procedimiento penal no


impide la iniciación o continuación de un procedimiento disciplinario
por los mismos hechos. Ahora bien, en este caso, no podrá recaer re-
solución en el expediente disciplinario mientras no haya concluido en
firme el proceso penal. Además, los hechos declarados probados en la
resolución penal vincularán a la autoridad administrativa, sin perjuicio
de que realice una calificación jurídica diferente. Como principio, los
mismos hechos no pueden sancionarse a la vez penal y disciplinaria-
mente, a no ser que el fundamento jurídico que justifica ambas sancio-
nes no sea el mismo o que el bien jurídico protegido por la norma penal
y por la administrativa sancionadora sean diferentes (art. 415.3 LOPJ).
© FUOC • PID_00266553 31 Introducción al derecho procesal (I)

8. Clases de juzgados y tribunales. Los cuatro órdenes


jurisdiccionales

La jurisdiccional es ejercida por juzgados y tribunales, integrados por una serie Subsistencia de un órgano
de elementos personales y materiales. Entre los primeros, los jueces o magis-
Gracias a la forma mentis de un
trados ejercitan la función jurisdiccional individual o colectivamente. Cuando órgano se explica, por ejem-
se habla del órgano, se recurre a una especie de forma mentis o construcción plo, que pese a desaparecer
temporalmente la persona (fa-
jurídica compuesta de dos elementos: el oficio o función, y el funcionario o llecimiento de un juez, vaca-
ciones, ausencias etc.), aún
elemento personal que lleva a cabo aquella función. subsista el órgano.

La Ley acostumbra a designar con el vocablo juzgado aquel órgano jurisdiccio-


nal que tiene como elemento personal un solo juzgador o jurisdicente: el juez.
Tribunal, a su vez, suele designar el órgano jurisdiccional integrado por más
de un juzgador que, en este caso, recibe el nombre de magistrado. Ahora bien,
existe también una arraigada tradición de denominar tribunal a cualquier ór-
gano judicial, tanto si es de carácter unipersonal como si es de carácter pluri-
personal o colegiado, o para referirse al conjunto de los órganos judiciales ("los
tribunales de justicia"). Estas dos últimas acepciones también son plenamente
aceptables.

El artículo 26 LOPJ y otros preceptos prevén catorce juzgados (más cuatro tipos
de tribunales colegiados); en su exposición, los dividiremos en unipersonales
y colegiados.

8.1. Los cuatro órdenes jurisdiccionales

Todos los órganos se integran en la jurisdicción ordinaria. Esta jurisdic-


ción ordinaria se divide a su vez en una serie de ramas o divisiones, de-
nominadas órdenes jurisdiccionales. Con el fin de realizar una cierta di-
visión del trabajo o especialización de la tarea jurisdiccional, cada uno
de estos órdenes se ocupa de los asuntos relacionados con conjuntos de
materias jurídicas homogéneas.

Existen cuatro órdenes jurisdiccionales:

• Orden jurisdiccional civil


• Orden jurisdiccional penal
• Orden jurisdiccional contencioso administrativo
• Orden jurisdiccional social
© FUOC • PID_00266553 32 Introducción al derecho procesal (I)

Cada orden conoce de asuntos relacionados con las siguientes ramas o bloques
de materias del derecho sustantivo:

• El�orden�jurisdiccional�civil conoce asuntos relativos al derecho privado,


es decir, al derecho civil y derecho mercantil. Además, tal como dispone el
artículo 9.2 LOPJ, el orden jurisdiccional civil ejerce una suerte de facultad
residual, denominada vis attractiva, en virtud de la cual conoce de todas
las materias que no estén asignadas a otro de los órdenes jurisdiccionales.

(35)
• El�orden�jurisdiccional�penal tiene atribuido el conocimiento de las cau- Art. 9.3 LOPJ
sas y juicios criminales, con la excepción de los que correspondan a la ju-
risdicción militar35.

• El�orden�jurisdiccional�contencioso�administrativo conoce, según el ar-


tículo 9.4 LOPJ:
– De las pretensiones que se deduzcan en relación con los actos de las
administraciones públicas sujetos al derecho administrativo.

– De las pretensiones que se deduzcan en relación con las disposiciones


administrativas de rango inferior a la ley y con los decretos legislativos,
en los términos previstos en el artículo 82.6 CE.

– De las pretensiones que se deduzcan en relación con la responsabili-


dad patrimonial de las administraciones públicas y del personal a su
servicio, cualquiera que sea la naturaleza de la actividad o del tipo de
relación de la cual se derive.

– De los recursos contra la inactividad de la Administración.

– De los recursos contra las actuaciones materiales de las administracio-


nes que constituyan vía de hecho.

(36)
• El�orden�jurisdiccional�social conoce de las pretensiones que se promue- Art. 9.5 LOPJ
van dentro la rama social del derecho, tanto en conflictos individuales co-
mo colectivos, así como las reclamaciones en materia de seguridad social o
contra el Estado cuando la legislación laboral le atribuya responsabilidad36.

8.2. Juzgados unipersonales

Hay numerosos juzgados unipersonales:


© FUOC • PID_00266553 33 Introducción al derecho procesal (I)

• Juzgados de paz
• Juzgados de primera instancia e instrucción
• Juzgados de lo mercantil
• Juzgados de lo penal
• Juzgados de lo social
• Juzgados de primera instancia de lo contencioso administrativo
• Juzgados de menores
• Juzgados de violencia sobre la mujer
• Juzgados de vigilancia penitenciaria
• Juzgados centrales de instrucción
• Juzgados centrales de lo penal
• Juzgado central de menores
• Juzgados centrales de vigilancia penitenciaria
• Juzgados centrales de lo contencioso administrativo

8.2.1. Juzgados de paz

(37)
Art. 101.2 LOPJ
Los juzgados de paz existen en los municipios donde no tenga su sede
un juzgado de primera instancia e instrucción. Se trata de un órgano
judicial servido por jueces a los que no se exige reunir la condición de
juristas y que son elegidos por el pleno del ayuntamiento correspon-
diente con el voto favorable de la mayoría absoluta de sus miembros37.

Sus competencias abarcan cuestiones civiles y penales de escasa entidad. En Competencias de los
materia penal ya no tienen funciones propiamente jurisdiccionales, solamente juzgados de paz

funciones de auxilio judicial. En materia civil, el artículo 47


LEC atribuye a los juzgados de
paz competencia para conocer
8.2.2. Juzgados de primera instancia e instrucción de asuntos de cuantía no supe-
rior a 90 euros.

La base territorial de los juzgados de primera instancia e instrucción es


un partido judicial, demarcación que abarca el territorio de uno o varios
municipios. Constituyen el primer destino de la carrera judicial, por lo
que están servidos por jueces o magistrados.

Tienen competencia en materia civil y penal. Son juzgados de primera


instancia en cuanto órganos con competencia en materia civil, y juz-
gados de instrucción, en cuanto órganos judiciales que se ocupan de
cuestiones penales.

Juzgados en grandes poblaciones

En la mayoría de los casos, el mismo órgano asume competencias en materia civil y


penal, pero en poblaciones grandes existen, por una parte, juzgados de primera instancia,
exclusivamente dedicados a materias civiles, y por la otra, juzgados de instrucción, que
se ocupan de causas criminales.
© FUOC • PID_00266553 34 Introducción al derecho procesal (I)

En materia civil, los juzgados de primera instancia conocen de la primera ins-


tancia de la inmensa mayoría de los asuntos civiles, es decir, de la práctica
generalidad de los mismos con la excepción de las cuestiones atribuidas a los
juzgados de lo mercantil y a los jueces de paz.

En materia penal, los juzgados de instrucción enjuician los delitos leves y, con
carácter general, se ocupan de la instrucción de las causas criminales, con ex-
cepciones numéricamente escasas pero cualitativamente importantes: señala-
damente, la instrucción de las causas atribuidas a los jueces centrales de ins-
trucción (como más adelante se verá, se trata de graves delitos en materia de
terrorismo, narcotráfico, etc.) y las seguidas contra altos cargos representati-
vos, de la Administración y miembros del poder judicial, cuya instrucción se
atribuye a un magistrado del TS o de los TSJ de las comunidades autónomas.

8.2.3. Juzgados de lo mercantil (en el caso de los de Alicante


reciben la denominación de Juzgados de Marca
Comunitaria cuando conocen sobre asuntos relacionados
con dicha materia)

(38)
Art. 86.bis.2 LOPJ
El Juzgado de lo Mercantil es un órgano judicial cuya demarcación te-
rritorial abarca el territorio de una provincia y tiene su sede en la capi-
tal de la misma, sin perjuicio de que se creen también más juzgados de
dicha clase en poblaciones distintas de la capital de provincia cuando
resulte aconsejable atendidas la población, la existencia de núcleos in-
dustriales o mercantiles y la actividad económica38.

(39)
Se trata de un tipo de órgano judicial creado en el año 2003 para liberar a Ved el artículo 86 ter 2 LOPJ:
39 cuestiones relativas a la competen-
los jueces de primera instancia del conocimiento de ciertas materias y, sobre cia desleal, a la propiedad indus-
trial e intelectual, al derecho de
todo, para ocuparse globalmente del fenómeno concursal40, materia de singu- transporte, al derecho marítimo,
lar complejidad por presentar ramificaciones en diferentes campos jurídicos etc.

diferentes del civil y mercantil, como, señaladamente, el derecho laboral y el


(40)
de la seguridad social. Art. 86 ter 2 LOPJ

(41)
Art. 89 bis LOPJ
8.2.4. Juzgados de lo penal

En cada provincia, y con sede en su capital, habrá uno o varios juzgados


de lo penal, aunque también podrán establecerse juzgados de lo penal
cuya jurisdicción se extienda a uno o varios partidos de la misma pro-
vincia, conforme a lo que disponga la legislación sobre demarcación y
41
planta judicial, que ha de fijar la ciudad donde tendrán su sede .
© FUOC • PID_00266553 35 Introducción al derecho procesal (I)

(42)
En la actualidad, su competencia se extiende principalmente al conocimiento Art. 14.3 LECrim
y fallo de las causas por delitos (instruidas por los jueces de instrucción) a los
que la ley señale pena privativa de libertad de duración no superior a cinco
años o pena de multa cualquiera que sea su cuantía, o cualesquiera otras de
distinta naturaleza, bien sean únicas, conjuntas o alternativas, siempre que la
duración de éstas no exceda de diez años42.

8.2.5. Juzgados de lo social

El Juzgado de lo Social es un órgano judicial cuya demarcación coincide


con el territorio de una provincia y tiene su sede en la capital de la
misma. También pueden crearse juzgados de esta clase en otras ciudades
diferentes de la capital provincial cuando el volumen de trabajo así lo
justifique.

(43)
Se asigna a estos juzgados el conocimiento en primera o única instancia de la Art. 93 LOPJ
generalidad de los asuntos atribuidos al orden jurisdiccional social, es decir,
salvo que la ley la confiera la competencia a otros órganos de dicho orden,
son los juzgados de lo social los llamados a conocer de la primera o única
instancia43. Más en concreto, el artículo 6 LRJS establece que los juzgados de lo
social conocerán en única instancia de todos los procesos atribuidos al orden
jurisdiccional social, salvo los mencionados en los artículos 7 y 8 de dicha ley.

8.2.6. Juzgados de primera instancia de lo contencioso


administrativo

Con jurisdicción provincial y sede en su capital, habrá uno o más juz-


gados de lo contencioso administrativo, ampliables cuando el volumen
de asuntos lo requiera.

(44)
Asimismo, podrán crearse excepcionalmente juzgados de lo contencioso ad- Art. 90 LOPJ
ministrativo que extiendan su jurisdicción a más de una provincia dentro de
las mismas comunidades autónomas44.

Su ámbito competencial está concretado en el artículo 8 LRJCA y abarca as-


pectos muy variados, entre los que cabe destacar el conocimiento, en única o
primera instancia, de los recursos que se deduzcan frente a los actos de las en-
tidades locales (con excepción de las cuestiones urbanísticas); el conocimien-
to, en única o primera instancia de los recursos que se deduzcan frente a los
actos administrativos dictados por la Administración de las comunidades au-
tónomas (salvo los que procedan del respectivo Consejo de Gobierno) cuan-
© FUOC • PID_00266553 36 Introducción al derecho procesal (I)

do tengan por objeto ciertas cuestiones de personal, algunas sanciones admi-


nistrativas y reclamaciones por responsabilidad patrimonial cuya cuantía no
exceda de 30.050 euros.

8.2.7. Juzgados de menores

Juzgados pertenecientes al orden jurisdiccional penal, de base territorial


provincial, si bien el artículo 96 LOPJ permite que, dentro de una misma
provincia, se creen varios juzgados de menores o, incluso, que uno sólo
tenga competencia sobre más de una provincia.

(45)
Su competencia se extiende al conocimiento de los hechos cometidos por las Artículo 2 de la LO 5/2000, de
12 de enero, reguladora de la res-
personas mayores de catorce años y menores de dieciocho por la comisión de
ponsabilidad penal de los menores
hechos tipificados como delitos o delitos leves en el Código penal o las leyes
penales especiales, así como para hacer ejecutar las sentencias45.

8.2.8. Juzgados de violencia sobre la mujer

La creación de los juzgados de violencia sobre la mujer –mediante la


LO 1/2004, de 28 de diciembre– responde al propósito de abordar con
mayor eficacia y especialización el problema de la así llamada violen-
cia doméstica, así como al de conferir a dicha materia un tratamiento
unitario (civil y penal al mismo tiempo), evitando así la descoordina-
ción y otros inconvenientes propios de la intervención simultánea de
órganos judiciales distintos (juez de primera instancia y juez de instruc-
ción de circunscripciones diferentes). Estos juzgados, pues, tienen com-
petencias en materia penal y civil.

En el orden penal, en concreto, se ocupan, según el artículo 87 ter. 1 LOPJ


principalmente de:

a) De la instrucción de los procesos para exigir responsabilidad penal por los


delitos incluidos en los títulos del Código penal relativos a homicidio, aborto,
lesiones, lesiones al feto, delitos contra la libertad, delitos contra la integridad
moral, contra la libertad e indemnidad sexuales, contra la intimidad y el de-
recho a la propia imagen, contra el honor o cualquier otro delito cometido
con violencia o intimidación, siempre que se hubiesen cometido contra quien
sea o haya sido su esposa, o mujer que esté o haya estado ligada al autor por
análoga relación de afectividad, aun sin convivencia, así como de los come-
tidos sobre los descendientes, propios o de la esposa o conviviente, o sobre
los menores o personas con la capacidad modificada judicialmente que con él
© FUOC • PID_00266553 37 Introducción al derecho procesal (I)

convivan o que se hallen sujetos a la potestad, tutela, curatela, acogimiento o


guarda de hecho de la esposa o conviviente, cuando también se haya produ-
cido un acto de violencia de género.

b) De la instrucción de los procesos para exigir responsabilidad penal por cual-


quier delito contra los derechos y deberes familiares, cuando la víctima sea
alguna de las personas señaladas como tales en la letra anterior.

c) De la adopción de las correspondientes órdenes de protección a las víctimas,


sin perjuicio de las competencias atribuidas al juez de guardia.

d) Del conocimiento y fallo de los delitos leves que les atribuya la ley cuando
la víctima sea alguna de las personas señaladas como tales en la letra a) de
este apartado.

e) Dictar sentencia de conformidad con la acusación en los casos establecidos


por la ley.

f) De la emisión y ejecución de los instrumentos de reconocimiento mutuo de


resoluciones penales en la Unión Europea que les atribuya la ley.

g) De la instrucción de los procesos para exigir responsabilidad penal por el


delito de quebrantamiento previsto y penado en el artículo 468 del Código
penal cuando la persona ofendida por el delito cuya condena, medida cautelar
o medida de seguridad se haya quebrantado sea o haya sido su esposa, o mu-
jer que esté o haya estado ligada al autor por una análoga relación de afectivi-
dad, aun sin convivencia, así como los descendientes, propios o de la esposa
o conviviente, o sobre los menores o personas con capacidad modificada ju-
dicialmente que con él convivan o que se hallen sujetos a la potestad, tutela,
curatela, acogimiento o guarda de hecho de la esposa o conviviente.

En el orden civil, los juzgados de violencia sobre la mujer son competentes


respecto de cuestiones civiles relacionadas (del modo previsto en el artículo
87 ter. 3 LOPJ) con hechos delictivos referidos a la violencia doméstica.

Competencias de los juzgados de violencia sobre la mujer

En concreto, los juzgados de violencia sobre la mujer son competentes en ciertos procesos
de filiación, maternidad y paternidad, nulidad del matrimonio, separación y divorcio,
relaciones paterno-filiales; procesos que tengan por objeto la adopción o modificación de
medidas de trascendencia familiar; procesos que versen, exclusivamente, sobre guarda y
custodia de hijos e hijas menores o sobre alimentos reclamados por un progenitor contra
el otro en nombre de los hijos e hijas menores, etc.

Según el artículo 87 bis LOPJ, en cada partido judicial habrá uno o más juzga-
dos de violencia sobre la mujer, con sede en la capital de aquél y jurisdicción
en todo su ámbito territorial, aunque también podrán establecerse, excepcio-
nalmente, juzgados de violencia sobre la mujer que extiendan su jurisdicción
a dos o más partidos dentro de la misma provincia.
© FUOC • PID_00266553 38 Introducción al derecho procesal (I)

8.2.9. Juzgados de vigilancia penitenciaria

Según el artículo 94 LOPJ, en cada provincia habrá uno o varios juzgados


de vigilancia penitenciaria, que tendrán las funciones jurisdiccionales
previstas en la Ley General Penitenciaria en materia de ejecución de pe-
nas privativas de libertad y medidas de seguridad, control jurisdiccional
de la potestad disciplinaria de las autoridades penitenciarias, amparo de
los derechos y beneficios de los internos en los establecimientos peni-
tenciarios y demás que señale la ley.

Cabe, además, establecer juzgados de vigilancia penitenciaria que extiendan Nota


su jurisdicción a dos o más provincias de la misma comunidad autónoma, e
Con frecuencia, los jueces de
incluso podrán crearse juzgados de vigilancia penitenciaria cuya jurisdicción vigilancia penitenciaria son,
no se extienda a toda la provincia. El artículo 94.5 LOPJ aclara también que el al mismo tiempo, titulares de
otro órgano judicial.
cargo de juez de vigilancia penitenciaria es compatible con el desempeño de
otro órgano del orden jurisdiccional penal.

8.2.10. Juzgados centrales de instrucción

(46)
Ved art. 65 LOPJ
Los juzgados centrales de instrucción instruyen las causas penales se-
guidas por delitos cuyo enjuiciamiento corresponde a los juzgados cen-
trales de lo penal o a la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional46.

Se trata, en todos los casos, de graves tipos delictivos que suscitan gran alarma
o sensación en la colectividad: delitos contra el titular de la Corona, su con-
sorte, su sucesor, altos organismos de la nación y forma de Gobierno; falsifica-
ción de moneda, delitos monetarios y relativos al control de cambios; defrau-
daciones y maquinaciones para alterar el precio de las cosas que produzcan
o puedan producir grave repercusión en la seguridad del tráfico mercantil, en
la economía nacional o perjuicio patrimonial en una generalidad de personas
en el territorio de más de una audiencia; tráfico de drogas o estupefacientes,
fraudes alimentarios y de sustancias farmacéuticas o medicinales, siempre que
sean cometidos por bandas o grupos organizados y produzcan efectos en lu-
gares pertenecientes a distintas audiencias, etc.

8.2.11. Juzgados centrales de lo penal

(47)
Los juzgados centrales de lo penal conocen, en los casos en que así lo esta- Art. 14.3 LECrim
blezcan las leyes procesales, de las causas por los delitos a que se refiere el ar-
(48)
tículo 65 LOPJ (que acabamos de especificar al tratar sobre los jueces centrales Art. 89 bis 3 LOPJ

de instrucción) y de los demás asuntos que señalen las leyes. Concretamente,


los juzgados centrales de lo penal tienen competencia para enjuiciar aquellos
© FUOC • PID_00266553 39 Introducción al derecho procesal (I)

delitos cuando la ley les señale una pena privativa de libertad no superior a
cinco años o pena de multa que no exceda de los diez47. Con sede en Madrid,
tienen jurisdicción en toda España48.

8.2.12. Juzgados centrales de menores

Los juzgados centrales de menores se ocupan, por expresarlo a grandes trazos,


de exigir la responsabilidad derivada de la comisión de los delitos previstos
en los artículos 571 a 580 CP (delitos de terrorismo), cuando hayan sido per-
petrados por menores.

(49)
Tienen su sede en Madrid, y su competencia se especifica en la Disposición Art. 96.2 LOPJ
Adicional 4.ª de la LO 5/2000, de 12 de enero, reguladora de la responsabilidad
penal de los menores49.

8.2.13. Juzgados centrales de vigilancia penitenciaria

Las funciones de los juzgados centrales de vigilancia penitencia son las ya re-
feridas respecto de los juzgados de vigilancia penitenciaria, en relación con los
delitos competencia de la Audiencia Nacional.

En todo caso, la competencia de estos juzgados centrales será preferente y ex-


cluyente cuando el penado cumpla también otras condenas que no hubiesen
sido impuestas por la Audiencia Nacional.

Creados por LO 5/2003, de 27 de mayo, que introdujo el actual apartado 4.° del
artículo 94 LOPJ, tienen su sede en Madrid y están investidos de jurisdicción
para todo el territorio del Estado.

8.2.14. Juzgados centrales de lo contencioso administrativo

(50)
Los juzgados centrales de lo contencioso administrativo son competentes pa- Art. 90.4 LOPJ
ra conocer, en primera o única instancia, de los recursos contencioso admi-
nistrativos contra ciertas disposiciones y actos emanados de autoridades, or-
ganismos, órganos y entidades públicas con competencia en todo el territorio
del Estado, especificados en el artículo 9 LRJCA. Tienen sede en Madrid, y su
ámbito territorial se extiende al conjunto del Estado50.

8.3. Tribunales colegiados

Existen cuatro tipos de tribunales colegidos:

• Audiencias provinciales.
• Tribunales superiores de las comunidades autónomas.
• Audiencia Nacional.
© FUOC • PID_00266553 40 Introducción al derecho procesal (I)

• Tribunal Supremo.

8.3.1. Audiencias provinciales

Las audiencias provinciales tienen competencia en materia civil y penal. Co-


nocen principalmente de la segunda instancia de los procesos civiles y, en ge-
neral, de los recursos de apelación contra resoluciones dictadas por los jueces
de primera instancia. En el orden penal, les corresponde principalmente el co-
nocimiento de los recursos de apelación interpuestos contra resoluciones de
los jueces de instrucción y el enjuiciamiento de los procesos por delito casti-
gado con pena superior a cinco años. En la sección o secciones de la Audiencia
Provincial de Alicante especializadas en cuestiones de marca comunitaria, re-
ciben la denominación de "tribunales de marca comunitaria" cuando conocen
sobre asuntos relacionados con dicha materia.

8.3.2. Tribunales superiores de las comunidades autónomas

Los tribunales superiores de las comunidades autónomas poseen competencia


en materia civil, penal, contencioso administrativa y social. Muy a grandes
trazos, la competencia del tribunal es la siguiente:

(51)
• En materia penal51, conocen sobre la instrucción y enjuiciamiento de las Art. 73 LOPJ

causas penales contra ciertas altas autoridades del ámbito de la respectiva


comunidad autónoma.

(52)
• En materia civil52, se ocupan, sobre todo, de los recursos de casación fun- Art. 73 LOPJ

damentados en el derecho civil propio de la comunidad autónoma.

(53)
• En materia contencioso administrativa53, su competencia se extiende al Arts. 99 y 101 LRJCA

conocimiento en primera instancia de recursos contencioso administrati-


vos contra algunos actos y disposiciones de órganos administrativos de la Lectura recomendada

comunidad autónoma respectiva y de las corporaciones locales de su terri- Podéis ver, para mayor deta-
torio (siempre que la competencia no se atribuya a los juzgados de lo con- lle, el artículo 74 LOPJ y los
artículos 10, 99 y 101 LRJCA.
tencioso administrativo), así como, en algunos supuestos, de órganos de la
Administración del Estado. Conocen también de los recursos de apelación
contra resoluciones dictadas por los juzgados de lo contencioso adminis-
trativo de la comunidad autónoma y, del recurso de casación, cuando se
fundamenta en normativa autonómica.

(54)
• En materia social54, conocen, en única instancia, de los procesos que la ley Art. 75 LOPJ

establezca sobre controversias que afecten a intereses de los trabajadores y


empresarios en ámbito superior al de un juzgado de lo social y no superior
al de las comunidades autónomas, y de los recursos que establezca la ley
© FUOC • PID_00266553 41 Introducción al derecho procesal (I)

contra las resoluciones dictadas por los juzgados de lo social de la comu-


nidad autónoma, así como de los recursos de suplicación y los demás que
prevé la ley contra las resoluciones de los juzgados de lo mercantil de la
comunidad autónoma en materia laboral, y las que resuelvan los inciden-
tes concursales que versen sobre la misma materia.

8.3.3. Audiencia Nacional

A la Audiencia Nacional se le atribuye competencia penal, contencioso admi-


nistrativa y social. En materia penal, le corresponde el enjuiciamiento de los
delitos previstos en el artículo 65 LOPJ (terrorismo, narcotráfico a gran esca-
la, etc.); en materia contencioso administrativa, conoce en primera instancia
sobre recursos contencioso administrativos contra ciertos actos y disposicio-
nes emanados por autoridades administrativas de ámbito estatal, y en vía de
recurso, contra ciertas resoluciones dictadas por los juzgados centrales de lo
contencioso administrativo (art. 66 LOPJ); en materia social, conoce en única
instancia de los procesos especiales de impugnación de convenios colectivos
cuyo ámbito territorial de aplicación sea superior al territorio de una comuni-
dad autónoma, y de los procesos sobre conflictos colectivos cuya resolución
haya de surtir efecto en un ámbito territorial superior al de una comunidad
autónoma (art. 67 LOPJ).

8.3.4. Tribunal Supremo

Situado en la cúspide de la estructura judicial española, el acceso al Tri-


bunal Supremo tiene lugar mediante el recurso de casación, regulado
de forma diferente en cada uno de los órdenes jurisdiccionales por las
correspondientes leyes de procedimiento (LEC, LECrim, LRJS y LRJCA)
y con un fin común de unificar la doctrina jurisprudencial.

Tiene competencia en materia civil, penal, contencioso administrativa


y social, y cuenta incluso con una sala, la militar, que corresponde a una
jurisdicción especial, diferente de la ordinaria. Para conocer con detalle
la competencia de las diferentes salas del tribunal y del Gabinete Técni-
co (como órgano de asistencia a la Presidencia del Tribunal Supremo y
a sus diferentes salas en los procesos de admisión y en la elaboración de
informes y estudios), ved los artículos 53 a 61 sexies LOPJ.
© FUOC • PID_00266553 42 Introducción al derecho procesal (I)

8.4. Tribunales especiales

Se incluyen, en el apartado de tribunales especiales, una serie de tribu-


nales que, tanto por su naturaleza como sus funciones, constituyen una
excepción al principio de unidad jurisdiccional consagrado en el artícu-
lo 117. 5 CE: "El principio de unidad jurisdiccional es la base de la orga-
nización y funcionamiento de los tribunales. La ley regulará el ejercicio
de la jurisdicción militar en el ámbito estrictamente castrense y en los
supuestos de estado de sitio, de acuerdo con los principios de la Cons-
titución" (art. 3.1 LOPJ y art. 4 LOPJ).

Se comprenden en este apartado: el Tribunal Constitucional; el Tribunal de


Cuentas; los tribunales militares; los tribunales consuetudinarios; el Tribunal
Europeo de Derechos Humanos; el Tribunal de justicia de las Comunidades
Europeas y la Corte Penal Internacional.

8.4.1. Tribunal Constitucional

(55)
El Tribunal Constitucional ejerce verdaderas funciones jurisdiccionales, refe- Ved arts. 161 CE y 2 LOTC
ridas sobre todo al control de constitucionalidad de las leyes y al recurso de
amparo55.

En esta última faceta, deben mencionarse muy brevemente los continuos con-
flictos entre al propio Tribunal Constitucional y el Tribunal Supremo al hilo
del pronunciamiento sobre determinados derechos. El Tribunal Constitucio-
nal ha sido creado para funcionar como tribunal que aplica únicamente el
"Derecho de los derechos fundamentales"; cometido recordado una y otra vez
por el propio TC. Ahora bien, lo cierto es que no siempre resulta sencillo de-
limitar el ámbito propio de la jurisdicción constitucional y el de la ordinaria
cuando se trata de dictaminar sobre la vulneración de derechos subjetivos.

TC y derechos fundamentales

En todo caso, debe quedar claro que aunque la Constitución (y por tanto, las normas
sobre derechos fundamentales) sea una norma directa y primordialmente aplicable por la
jurisdicción ordinaria, el TC es el intérprete supremo en materia de derechos fundamen-
tales y que, al resolver al respecto, no se puede descartar que deba interpretar cuestiones
de legalidad ordinaria, cuando de esta interpretación dependa la resolución sobre si se
ha vulnerado o no el derecho fundamental objeto del recurso de amparo.
© FUOC • PID_00266553 43 Introducción al derecho procesal (I)

8.4.2. Tribunal de Cuentas

Como dice el artículo 136.1 CE, el Tribunal de Cuentas es el supremo órgano Regulación del Tribunal de
fiscalizador de las cuentas y de la gestión económica del Estado, así como del Cuentas

sector público. Tiene, pues, asignadas en esta materia ciertas facultades que La LO 2/1982, de 12 de mayo,
revisten naturaleza jurisdiccional. Sus miembros disfrutan de independencia y la Ley 7/1988, de 5 de abril,
regulan el Tribunal de Cuentas
y de un estatuto parecido al de jueces y magistrados. desarrollando el artículo 136
CE.

8.4.3. Tribunal del Jurado

Artículo 125 CE

"Los ciudadanos podrán [...] participar en la Administración de Justicia mediante la ins-


titución del Jurado, en la forma y respecto a aquellos procesos que la ley determine".

Hubieron de transcurrir diecisiete años desde la entrada en vigor de la Cons-


titución para que el legislador español, mediante la LO 5/1995, de 22 de mayo
(en lo sucesivo, LOTJ) se decidiera a dar efectividad a las previsiones constitu-
cionales implantando el Tribunal del Jurado. Se compone de nueve jurados
legos titulares, es decir, no profesionales en materias jurídicas y escogidos me-
diante sorteo; de dos suplentes (también legos); y de un magistrado-presidente.

Los jurados emiten el veredicto sobre culpabilidad y, al magistrado-presidente, Delitos juzgados por el
como jurista, le corresponde determinar la pena correspondiente a los hechos Tribunal del Jurado

de los cuales los jurados han considerado culpable al condenado, aplicando El Tribunal del Jurado cono-
la legislación vigente. Este tribunal se constituye en el ámbito de la Audiencia ce delitos de homicidio, deli-
tos cometidos por funcionarios
Provincial, el Tribunal Superior de justicia de la comunidad autónoma y del públicos, etc.
Tribunal Supremo, según los casos. El Tribunal del Jurado conoce únicamente
de ciertas clases de delitos, concretamente, los señalados en los artículos 1.1
y 1.2 LOTJ.

8.4.4. Tribunales consuetudinarios y tradicionales

El artículo 125 CE se refiere a los tribunales consuetudinarios y tradicionales,


admitiendo, pues, su constitucionalidad; y el artículo 19.3 LOPJ reconoce esta
condición al Tribunal de las Aguas de la Vega de Valencia y al Consejo de
Hombres Buenos de la Huerta de Murcia.

8.4.5. Tribunales militares

Contemplados en el artículo 117.5 CE y los artículos 3.2 y 9.2 LOPJ, los tribu- Regulación de los
nales militares representan una opción del constituyente, que quiso conser- tribunales militares

var una rama jurisdiccional para conocer de las cuestiones castrenses y de la Los tribunales militares están
situación de estado de sitio. principalmente regulados en
la LO 4/1987, de 15 de julio,
de la Competencia y Organiza-
ción de la Jurisdicción Militar.
La estructura de la jurisdicción militar culmina en la Sala 5.ª del Tribunal Su-
premo. Se trata realmente de una situación singular, al insertarse en un órgano
de la jurisdicción ordinaria una sala (es decir, un órgano jurisdiccional) que no
© FUOC • PID_00266553 44 Introducción al derecho procesal (I)

(56)
le pertenece. Los tribunales militares se ocupan, fundamentalmente, de juzgar Art. 12 de la LO 4/1987
sobre los delitos tipificados en el Código penal militar y de los cometidos du-
rante el estado de sitio56.

8.5. Conflictos de jurisdicción; conflictos de competencia y


cuestiones de competencia

A pesar de que el ámbito objetivo de conocimiento de cada orden jurisdiccio-


nal resulta establecido por ley, resulta inevitable que se planteen conflictos
y situaciones de incertidumbre en casos particulares. Por esta razón, la LOPJ
ha previsto una serie de mecanismos o sistemas para resolver las situaciones
conflictivas relacionadas con la distribución de tareas dentro de la jurisdicción
y de la jurisdicción con otros poderes o autoridades estatales. Los conflictos
que se susciten podrán ser positivos o negativos, en función, respectivamente,
de que los órganos en conflicto se consideren, al mismo tiempo, titulares de
la atribución discutida (positivo) o, contrariamente, uno de ellos la decline a
favor de otro y éste, a su vez, estime que no le compete o corresponde aquella
atribución (negativo).

8.5.1. Los conflictos de jurisdicción

(57)
Puede haber, en concreto, hasta cuatro clases de conflicto de jurisdicción57: Arts. 38 y 39 LOPJ y LO 2/1987,
de 18 de mayo, de conflictos juris-
diccionales, en adelante LOCJ
a)�Entre juzgados o tribunales y la Administración58. En tal caso, los resuelve
(58)
un órgano colegiado al que se denomina Tribunal de Conflictos de Jurisdic- Arts. 38 LOPJ y 1 a 21 LOCJ

ción, integrado por el presidente del Tribunal Supremo, que lo presidirá, y por
cinco vocales, de los que dos serán magistrados de la Sala de lo Contencioso
Administrativo del Tribunal Supremo, designados por el Pleno del Consejo
General del Poder Judicial, y los otros tres serán consejeros permanentes de
Estado, y actuará como secretario el de Gobierno del Tribunal Supremo.

(59)
b)�Entre juzgados o tribunales y los órganos judiciales militares59. La resolu- Arts. 39 LOPJ y 22 a 29 LOCJ

ción corresponderá a la Sala de Conflictos de Jurisdicción, integrada por el


presidente del Tribunal Supremo, que la presidirá, dos magistrados de la Sala
del Tribunal Supremo del orden jurisdiccional en conflicto, y dos magistrados
de la Sala de lo Militar, todos designados por el Pleno del Consejo General del
Poder Judicial.

(60)
c)�Conflictos de jurisdicción entre los juzgados o tribunales de la jurisdicción Art. 30 LOJC
60
militar y la Administración . Siguen el mismo régimen que en el anterior
caso a), y por lo tanto, corresponde su resolución al Tribunal de Conflictos de
Jurisdicción.
© FUOC • PID_00266553 45 Introducción al derecho procesal (I)

61 (61)
d)�Conflictos de jurisdicción con la jurisdicción contable . Siguen el régimen Art. 31 LOJC

del anterior caso a), y por lo tanto corresponde su resolución al Tribunal de


Conflictos de Jurisdicción.

8.5.2. Los conflictos de competencia

(62)
Art. 42 LOPJ
Los conflictos de competencia son los conflictos de atribuciones que
pueden surgir entre juzgados o tribunales de diferente orden jurisdic- Ejemplo
62
cional .
Un conflicto de competencia
se puede dar entre un juzgado
de primera instancia e instruc-
ción y un juzgado de primera
instancia de lo social.
Los conflictos de competencias se resuelven por una sala especial del
Tribunal Supremo, presidida por el presidente e integrada por dos ma-
(63)
gistrados, uno por cada orden jurisdiccional en conflicto, que serán de- Art. 43 LOPJ

signados anualmente por la Sala de Gobierno.

Se podrán promover –de oficio, a instancia de parte o del Ministerio Fiscal–


mientras el proceso no haya concluido por sentencia firme, a no ser que el
conflicto suscitado se refiera a la ejecución de lo que se haya resuelto63.

El orden jurisdiccional penal recibe en esta materia un tratamiento singular, Regulación del
puesto que, como dispone el artículo 44 LOPJ, es siempre preferente, lo que procedimiento

significa que ningún juzgado o tribunal podrá plantear conflicto de compe- El procedimiento para tramitar
tencia a los órganos de aquel orden jurisdiccional. el conflicto de competencia,
con las vicisitudes que pueden
suceder en su sustanciación,
está regulado en los artículos
8.5.3. Las cuestiones de competencia 45 a 50 LOPJ.

Las cuestiones de competencias son los conflictos que se pueden plan-


tear entre juzgados y tribunales de un mismo orden jurisdiccional. Serán
resueltos por el órgano inmediato superior común, de conformidad con
las normas que establezca cada ley procesal (LEC, LECrim, LRJCA, LRJS).

El artículo 52 LOPJ especifica que no podrán suscitarse cuestiones de compe-


tencia entre jueces y tribunales subordinados entre sí. El juez o tribunal supe-
rior fijará, en todo caso y sin posibilidad de recurso, su propia competencia,
una vez escuchadas las partes y el Ministerio Fiscal.
© FUOC • PID_00266553 46 Introducción al derecho procesal (I)

9. Elemento subjetivo del Poder Judicial: personal al


servicio de la Administración de Justicia y personal
colaborador

El análisis se centra ahora en las personas que conforman la organización ju-


dicial del Estado y aquellos que colaboran a los efectos de ejercer la función
jurisdiccional. Tradicionalmente, éstos se clasificaban en dos grupos:

• Personal al servicio de la Administración de Justicia, que comprendía el


personal jurisdicente (quienes administran jurisdicción: jueces y magistra-
dos) y quienes no (letrados de la Administración de Justicia y otros fun-
cionarios a los que nos referiremos después).

• Personal e instituciones que colaboran con la Administración de Justicia.

En atención a las funciones de los primeros, se sometían a la autoridad judicial,


en tanto los segundos colaboraban con plena autonomía.

Oficina Judicial

La Oficina Judicial es la organización de carácter instrumental que sirve de soporte y


apoyo a la actividad jurisdiccional de jueces y tribunales (art. 435.1 LOPJ). Su elemento
estructural básico es la unidad, que en atención a sus funciones se dividen en: unidades
procesales de apoyo directo y servicios comunes (art. 436.1 LOPJ). La unidad procesal
asiste directamente a jueces y magistrados en sus funciones, realizando las actuaciones
necesarias para el exacto y eficaz cumplimento de las resoluciones que dicte (art. 437.1
LOPJ). El servicio común no está integrado en un órgano judicial concreto y asume la-
bores centralizadas de gestión y apoyo derivadas de la aplicación de las leyes procesales
(art. 438.1 LOPJ).

9.1. Personal jurisdiccional: jueces y magistrados. La carrera


judicial

Los jueces y magistrados pueden ser de tres clases y pertenecer o no a


la carrera judicial. Así, conviene diferenciar los siguientes tipos: juez,
magistrado y magistrado del Tribunal Supremo, por una parte; y jueces
de paz, sustitutos y de provisión temporal o de carrera, por otro.

Son jueces de carrera los siguientes:

• Juez. Constituye el elemento personal de un juzgado, es decir, de un ór-


gano judicial unipersonal.
© FUOC • PID_00266553 47 Introducción al derecho procesal (I)

• Magistrado. Supone un grado en la carrera judicial y puede corresponder


tanto a un juez unipersonal como (más frecuentemente) a un miembro de
un órgano colegiado.

• Magistrado� del� Tribunal� Supremo. Es una categoría específica que co-


rresponde sólo a los magistrados que integran este tribunal.

Son jueces no integrados en la carrera judicial los siguientes:

(64)
• Los jueces�de�paz son jueces legos (no juristas) elegidos por el pleno del Arts. 101 a 103 LOPJ y Rgto.
3/1995 del CGPJ
ayuntamiento del municipio correspondiente por un periodo de cuatro
años, retribuidos y sujetos a las causas de incompatibilidad de los jueces
ordinarios, salvo poder desempeñar actividades profesionales64.

(65)
• Los jueces�sustitutos se nombran para cubrir provisionalmente la baja de Art. 212.2 LOPJ
un juez en los casos de vacante, licencia, servicios especiales u otras causas
que lo justifiquen65.

(66)
• Los jueces�de�provisión�temporal cubren las vacantes de jueces que ha- Arts. 428 a 433 LOPJ
yan quedado desiertas en los concursos, hasta que no se cubran por los
procedimientos ordinarios66.

• Los denominados jueces�de�adscripción�territorial se designan por el pre-


sidente del TSJ correspondiente, con el objeto de suplir plazas vacantes,
de refuerzo de órganos judiciales o cubrir ausencias superiores a un mes
(art. 347 bis LOPJ).

• Los magistrados�suplentes son los llamados a formar sala en los términos


de los artículos 200 a 202 LOPJ.

9.2. Jueces y magistrados de carrera. El cuerpo único. Régimen


jurídico: garantías, derechos y deberes

Integrados en un cuerpo único para todo el Estado, los jueces y magistrados


de carrera conforman una carrera que hace referencia a un curso o itinerario
profesional, reglamentado desde el ingreso hasta la salida del cuerpo, pasan-
do por las numerosas vicisitudes intermedias posibles: ascensos, cambios de
destino, etc.
© FUOC • PID_00266553 48 Introducción al derecho procesal (I)

9.2.1. Aspectos más destacables de la carrera judicial

Los aspectos más destacables de la carrera judicial son el ingreso a la carrera


judicial, el ascenso de categoría y la provisión de plazas.

Ingreso�a�la�carrera�judicial

Se puede acceder a la carrera judicial de cuatro maneras diferentes:

(67)
1)�Oposición�libre67. Si se supera, se accede al curso teórico-práctico en la Es- Art. 301 LOPJ

cuela Judicial del CGPJ y, una vez superado, se ingresa a la carrera judicial con
(68)
la categoría de juez. La convocatoria para el ingreso en la carrera judicial se Art. 301.4 LOPJ

realiza conjuntamente con la de ingreso en la carrera fiscal. Los candidatos


aprobados, de acuerdo con las plazas convocadas, optarán, según el orden de
la puntuación obtenida, por una u otra carrera en el plazo que se fije por la
Comisión de Selección68. También se reservará en la convocatoria un cupo
no inferior al 5% de las vacantes para ser cubiertas entre personas con disca-
pacidad en grado igual o superior al 33%, siempre que superen las pruebas
selectivas y que acrediten el grado de discapacidad y la compatibilidad para
el desempeño de las funciones y tareas correspondientes en la forma que se
determine reglamentariamente.

(69)
2)�Concurso�de�méritos. Mediante este sistema, se accede a la carrera judicial Arts. 301.5 y 311.3 LOPJ
con la categoría de magistrado. De cada cuatro vacantes de plazas de magis-
trado, una debe ser cubierta por juristas de reconocida competencia con más
de diez años de ejercicio profesional69.

(70)
3)�Salas�de�lo�Civil�y�Penal�de�los�TSJ. Una de cada cuatro vacantes se designa Arts. 330.4 y 331 LOPJ, y 13.2
LDyPJ
a partir de terna presentada por la Asamblea Legislativa de la comunidad autó-
noma correspondiente. Tiene que tratarse de juristas de reconocido prestigio
con más de diez años de ejercicio profesional en la comunidad autónoma. En
el caso de existir las secciones de apelación, una de ellas conocerá de manera
exclusiva de las causas de violencia contra la mujer en sus diversas formas,
y las plazas de dicha sección se cubrirán por magistrados o magistradas que
ostenten la condición de especialistas en violencia sobre la mujer70.

(71)
4)�Salas�del�TS. Una de cada cinco vacantes en las salas del TS se elige entre Arts. 343 y 345 a 347 LOPJ
juristas de reconocido prestigio especialistas en las ramas jurídicas correspon-
dientes a cada sala71. Designación discrecional

El acceso a la carrera judicial,


Ascenso�de�categoría por medio de las Salas Civil y
Penal de los TSJ y mediante las
salas del TS, es una designa-
ción discrecional por el CGPJ.
Hay tres sistemas de ascenso de categoría:
© FUOC • PID_00266553 49 Introducción al derecho procesal (I)

• Antigüedad. Es la forma más frecuente de pasar de la categoría de juez a


la de magistrado.

• Pruebas�selectivas�o�de�especialización.

• Decisión�discrecional�del�CGPJ. De cada cinco plazas de magistrado va-


cantes en una sala del TS, cuatro se deben cubrir con miembros de la ca-
rrera judicial (como hemos visto, la quinta es de acceso directo a la carrera
judicial para juristas de reconocido prestigio). El ascenso a esta categoría
se produce mediante nombramiento discrecional por el CGPJ.

Provisión�de�plazas

La norma general para proveer plazas vacantes es el criterio de la antigüedad,


con ciertas matizaciones en algunos supuestos (como es el caso de las plazas de
juzgados que deban ser ocupadas por magistrados, las plazas de los juzgados
de menores o del orden jurisdiccional contencioso administrativo) en los que
también se valora la realización de pruebas de especialización. La provisión
puede ser a puestos jurisdiccionales o gubernativos.

9.2.2. Régimen jurídico: garantías (independencia e


inamovilidad). Derechos y deberes

Independencia

Los sujetos cuya función tiene carácter jurisdiccional gozan de la independen-


cia a la que se hizo mención al tratar de las garantías del Poder Judicial. En
esta sede, dicha independencia se desgrana en relación con cada uno de los
sujetos concretos:

(72)
• Las condiciones�de�acceso72 a la carrera judicial. Art. 302 LOPJ

(73)
Art. 303 LOPJ

• Régimen�de�incapacidades73 para el ingreso en la carrera.

(74)
• Régimen�de�incompatibilidades, que abarca desde no poder desempeñar Art. 389 LOPJ
74
cargos públicos , no actuar en determinados casos en que aparecen rela-
(75)
Arts. 391, 392 y 394 LOPJ
ciones de parentesco75, o no desempeñar su cargo en situaciones en que
peligre su imparcialidad76. (76)
Art. 393 LOPJ

Relación de incompatibilidades

El artículo 127.2 CE relaciona las incompatibilidades a que están sometidos jueces y ma-
gistrados con la independencia. La regulación de las incompatibilidades y prohibiciones
para ejercer la función jurisdiccional se encuentra en los artículos 389 a 397 LOPJ. Se trata
© FUOC • PID_00266553 50 Introducción al derecho procesal (I)

de impedir ciertas concurrencias o simultaneidades que pueden perjudicar la necesaria


neutralidad de los órganos judiciales. Con arreglo a la lista que figura en el artículo 389
LOPJ (cargos de elección popular, asesoramiento jurídico, actividades mercantiles...) se
percibe claramente que el ejercicio de funciones jurisdiccionales es incompatible prácti-
camente con cualquier otra actividad, a excepción de la docencia o investigación jurídi-
ca, la creación literaria, etc.

(77)
• Régimen� de� prohibiciones, en virtud del cual jueces y magistrados no Art. 395 LOPJ
pueden: pertenecer a partidos políticos, sindicatos o tener empleo a ser-
vicio de los mismos; tomar parte en las elecciones más allá de votar; o
dirigir a los poderes, autoridades o funcionarios públicos o corporaciones
oficiales, felicitaciones o censuras por sus actos, o concurrir como miem-
bros del Poder Judicial a actos o reuniones públicas que no tengan carácter
judicial77.

Inamovilidad

Sin perjuicio de las garantías citadas respecto del Poder Ejecutivo, se hace hin-
capié ahora en las garantías internas, en el seno del mismo Poder Judicial. A
tal efecto, y actuando el Consejo General del Poder Judicial como garante, ca-
be citar:

• Inaplicación de reglamentos o cualquier disposición contrarios a la CE, a


la ley o al principio de jerarquía normativa (art. 6 LOPJ). El CGPJ no podrá
dictar instrucciones a sus inferiores sobre la aplicación o interpretación del
ordenamiento jurídico (art. 12 LOPJ).

• La separación, traslado, suspensión y jubilación de jueces y magistrados se Lectura complementaria


regirán estrictamente por las causas fijadas en la LOPJ.
Arts. 379; 383; 385 a 387
LOPJ, y LO de 20 de noviem-
bre de 1992

Derechos�y�deberes

El deber fundamental proviene del mismo ejercicio de su función y no es otro


que otorgar la tutela judicial efectiva del artículo 24.1 CE.

Otros deberes

En este deber se incluyen otros que en ejemplos de Montero son:

• Resolver atendiendo al sistema de fuentes establecido (art. 1.7 CC).


• Resolver sin poder negarse so pretexto de oscuridad, insuficiencia o silencio legal (art.
448 CP).
• No retrasar maliciosamente la Administración de Justicia (art. 449.1 CP).
• De sumisión al horario de trabajo (art. 189 LOPJ).
• Otros que atañen a la responsabilidad disciplinaria (arts. 417 a 419 LOPJ).

Entre los derechos, destacan:


© FUOC • PID_00266553 51 Introducción al derecho procesal (I)

• De asociación profesional, contemplado en el artículo 401 LOPJ y que ac-


túa como contrapeso de la prohibición de pertenecer a partidos políticos
y sindicatos.

• De inmunidad judicial, en los términos señalados por los artículos 398 a


400 LOPJ.

(78)
• De independencia económica mediante una retribución adecuada a la dig- Art. 402 LOPJ
78
nidad de la función jurisdiccional . El régimen retributivo debe fijarse por
(79)
Art. 403.6 LOPJ
ley79.

9.3. Personal no jurisdiccional: personal al servicio de la


Administración de Justicia. Letrados de la Administración
de Justicia. La oficina judicial. Personal auxiliar (I)

Con los jueces y magistrados, el funcionamiento de la Administración


de Justicia precisa la intervención de una serie de profesionales no ju-
risdiccionales entre los cuales unos desarrollan sus funciones con de-
pendencia respecto de los órganos judiciales (el denominado personal
auxiliar al servicio de la Administración de Justicia) y otros lo hacen sin
aquella dependencia, con plena autonomía (el denominado personal
colaborador con la Administración de Justicia).

La reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial, de 23 de diciembre del 2003,


regula este personal en dos sedes diferentes. Por una parte, lo relativo a los
letrados de la Administración de Justicia (arts. 440 a 469); y por otra, el libro
VI con sus nueve títulos (arts. 470 a 540 LOPJ), que regulan los denominados
Cuerpos de Funcionarios al Servicio de la Administración de Justicia. Aunque
no todos, la mayoría de estos profesionales prestan sus servicios integrados en
la Oficina Judicial.

Cuerpos de Funcionarios al Servicio de la Administración de Justicia

Los siguientes son Cuerpos de Funcionarios al Servicio de la Administración de Justicia:


cuerpos de médicos forenses, de facultativos del Instituto Nacional de Toxicología y Cien-
cias Forenses, de gestión procesal y administrativa, de técnicos especialistas del Instituto
Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, de tramitación procesal y administrativa y
de auxilio procesal, de ayudantes de laboratorio.

Aspectos de los Cuerpos de Funcionarios al Servicio de la Administración


de Justicia

De la regulación dedicada a esta materia cabe destacar ciertos aspectos comunes:

• Los Cuerpos de Funcionarios al Servicio de la Administración de Justicia tendrán el


carácter de "cuerpos nacionales" (arts. 440 y 470.2 LOPJ), expresión con la que se da
a entender que se trata de cuerpos funcionariales únicos para todo el Estado.

• Como no ejercen funciones jurisdiccionales, estos profesionales no dependen de los


órganos de gobierno del Poder Judicial, sino del Ministerio de Justicia o, en algunos
© FUOC • PID_00266553 52 Introducción al derecho procesal (I)

aspectos, del órgano correspondiente de la Administración de las CC. AA. con com-
petencias en la materia.

• Por idéntico motivo, el personal auxiliar puede ejercer libremente y sin limitaciones
específicas los derechos de sindicación y huelga.

En el estatuto de estos funcionarios no se incluye la nota de independencia


que, estrictamente, resulta innecesaria para desempeñar sus funciones.

9.3.1. Letrados de la Administración de Justicia

Acceso

(80)
Pueden acceder al cuerpo de letrados de la Administración de Justicia los li- Art. 442 LOPJ
cenciados o graduados en Derecho que superen la correspondiente oposición,
aunque también, con carácter excepcional, cabe acceder mediante el sistema
de concurso-oposición80.

Funciones

Se trata de una categoría de profesional de la justicia, regulada en los artículos


440 a 469 LOPJ, y cuyas funciones han sido objeto de reforzamiento tras la
reforma de la LOPJ operada por la LO 19/2003, la Ley 13/2009, de 3 de no-
viembre y la Ley 19/2009, de 23 de noviembre. Se contemplan en los artículos
452 a 462 LOPJ y son las siguientes:

1)�Fe�pública�judicial, expidiendo certificaciones o testimonios de las actua-


ciones judiciales no declaradas secretas ni reservadas a las partes; y dejando
constancia fehaciente de la realización de actos procesales en el tribunal o an-
te éste y de la producción de hechos con trascendencia procesal mediante las
oportunas actas y diligencias.

2)�Función�de�documentación y formación de los autos y expedientes, de-


jando constancia de las resoluciones que dicten los jueces y magistrados, o
ellos mismos cuando así lo autorice la ley.

3)�Organización,�gestión,�inspección�y�dirección�del�personal�en�aspectos
técnicos�procesales, asegurando en todo caso la coordinación con los órganos
de Gobierno del Poder Judicial y con las comunidades autónomas con com-
petencias transferidas.

4)�Disposición�de�la�información que soliciten sobre el estado de las actua-


ciones judiciales no declaradas secretas ni reservadas, a las partes interesadas
y a cuantos manifiesten y justifiquen un interés legítimo y directo.

5) Promoción del empleo de los medios técnicos, audiovisuales e informáticos


de documentación con que cuente la unidad donde prestan sus servicios.
© FUOC • PID_00266553 53 Introducción al derecho procesal (I)

6) Dación de cuenta, que se realizará en los términos establecidos en las leyes


procesales.

7)�Impulso�del�proceso en los términos que establecen las leyes procesales. A


tal efecto, dictará las resoluciones necesarias para la tramitación del proceso,
salvo aquellas que las leyes procesales reserven a jueces o tribunales.

8)�Ejecución�de�resoluciones�judiciales, salvo aquellas competencias que ex-


ceptúen las leyes procesales por estar reservadas a jueces y magistrados.

9)�Jurisdicción�voluntaria, asumiendo su tramitación y resolución, sin per-


juicio de los recursos que quepa interponer.

10)�Conciliaciones, llevando a cabo la labor mediadora que les sea propia.

11) Tramitación y, en su caso, resolución de los procedimientos monitorios

12) Mediación

13)� Dirección� en� el� aspecto� técnico-procesal� al� personal integrante de la


Oficina Judicial, ordenando su actividad e impartiendo las órdenes e instruc-
ciones que estime pertinentes en el ejercicio de esta función.

14) Llevanza del Archivo Judicial de Gestión.

15) Llevanza de los libros de registro por medio de las aplicaciones informáti-
cas correspondientes y, en su defecto, manualmente, impartiendo las oportu-
nas instrucciones al personal dependiente de él.

16) Responsabilidad sobre el depósito de los bienes y objetos afectos a los ex-
pedientes judiciales, así como del de las piezas de convicción en las causas
penales.

17) Colaboración con la Administración tributaria en la gestión de los tributos


que les sea encomendada en la normativa específica.

18) Estadística judicial.

Incompatibilidades,�abstención,�recusación�y�régimen�disciplinario

(81)
Están sujetos a las mismas incapacidades, incompatibilidades y prohibiciones Art. 445.2 LOPJ
que los jueces y magistrados, excepto en lo que se refiere a la actividad políti-
(82)
ca81. También pueden ser recusados y tienen el deber de abstenerse de oficio82 Art. 446 LOPJ

cuando corresponda.
© FUOC • PID_00266553 54 Introducción al derecho procesal (I)

(83)
Reproduciendo la exposición de motivos de la reforma de la LOPJ operada por Art. 468 y sigs. LOPJ
la Ley orgánica 7/2015, se incorpora en el Libro de Letrados de la Administración
de Justicia un régimen disciplinario propio, en el que, entre otros aspectos, se
incluye la sanción de multa para facilitar la graduación de las sanciones que se
deben imponer y se realiza una referencia expresa al principio de proporcio-
nalidad entre la gravedad del hecho constitutivo de la infracción y la sanción
aplicada83.

Secretarios�de�Gobierno�y�secretarios�coordinadores�provinciales

El artículo 464 LOPJ establece que habrá un secretario de Gobierno en el Tribu-


nal Supremo, en la Audiencia Nacional, y en cada Tribunal Superior de justicia,
así como en las ciudades de Ceuta y Melilla, elegido entre miembros integran-
tes del cuerpo de letrados de la Administración de Justicia que, como mínimo,
hayan prestado servicio durante diez años en puestos de segunda categoría,
el cual ejercerá además las funciones de Secretario de la Sala de Gobierno del
respectivo tribunal. El secretario de Gobierno ostentará, como superior jerár-
quico, la dirección de los letrados de la Administración de Justicia que prestan
sus servicios en las oficinas judiciales dependientes de dichos tribunales y en
las ciudades de Ceuta y Melilla; para ello, ejercerá las competencias que esta
ley orgánica les reconoce, así como todas aquellas que reglamentariamente se
establezcan.

(84)
El nombramiento y remoción corresponde al Ministerio de Justicia. Dicho Art. 464.3 LOPJ
nombramiento se realizará a propuesta del órgano competente de las comuni-
dades autónomas cuando estas tengan competencias asumidas en materia de
administración de justicia, que también podrán proponer su cese84. Sus com-
petencias se detallan en el artículo 465 LOPJ.

9.3.2. La oficina judicial

A efectos de proveer de una nueva estructura organizativa el funcionamiento


de los órganos judiciales, la LOPJ, tras la reforma operada por la LO 19/2003,
de 23 de diciembre, crea la denominada Oficina Judicial.

Según la definición, del artículo 435.1 LOPJ, la Oficina Judicial es la


organización de carácter instrumental que sirve de soporte y apoyo a la
actividad jurisdiccional de jueces y tribunales.

Su actuación está inspirada en las siguientes directrices y postulados:

• Unidad: "La estructura básica de la Oficina judicial, que será homogénea


en todo el territorio nacional como consecuencia del carácter único del
Poder al que sirve" (art. 435.2 LOPJ).
© FUOC • PID_00266553 55 Introducción al derecho procesal (I)

• Principio de jerarquía (art. 435.2 LOPJ).

• Principio de división de funciones (art. 435.2 LOPJ).

• Principio de coordinación (art. 435.2 LOPJ).

• Criterios de funcionamiento: agilidad, eficacia, eficiencia, racionalización


del trabajo, responsabilidad por la gestión, coordinación y cooperación
entre administraciones, de manera que los ciudadanos obtengan un servi-
cio próximo y de calidad, con respeto a los principios recogidos en la Carta
de derechos de los ciudadanos ante la Justicia (art. 435.3 LOPJ).

• Las plazas que la integran habrán de ser cubiertas con personal de los Cuer-
pos Funcionariales al Servicio de la Administración de Justicia.

(85)
La Oficina Judicial puede prestar su apoyo a órganos de ámbito nacional, de Art. 436.4 LOPJ
comunidad autónoma, provincial, de partido judicial o de municipio, y su
(86)
ámbito competencial se extiende al de los órganos a los que presta su apoyo, Art. 436.5 LOPJ
85
aunque su ámbito competencial también podrá ser comarcal . Las unidades
que componen la Oficina Judicial pueden desempeñar sus funciones al servi-
cio de órganos de una misma jurisdicción, de varias jurisdicciones o a órganos
especializados86.

(87)
El elemento organizativo básico de la Oficina Judicial es la unidad. Concreta- Art. 436.2 LOPJ
87
mente, se prevén dos tipos de unidades :

1) Unidades procesales de apoyo directo

(88)
Art. 437.1 LOPJ
Se entiende por una unidad de este tipo "aquella unidad de la Oficina
Judicial que directamente asiste a jueces y magistrados en el ejercicio de
las funciones que les son propias, realizando las actuaciones necesarias
para el exacto y eficaz cumplimiento de cuantas resoluciones dicten88".

Como recuerda el artículo 436.6 LOPJ, los jueces y magistrados pueden reque-
rir en todo momento a los funcionarios responsables de la Oficina Judicial
la información que consideren necesaria respecto de las causas sobre las que
conocen.

(89)
La dirección técnico-procesal de estas unidades corresponde a un letrado de Arts. 437.3 y 457 LOPJ
89
la Administración de Justicia y existirán tantas como juzgados, salas o, en
(90)
su caso, salas o secciones de tribunales estén creados y en funcionamiento, Art. 437.2 LOPJ

integrando junto a sus titulares el respectivo órgano judicial90.


© FUOC • PID_00266553 56 Introducción al derecho procesal (I)

91 (91)
2) Servicios procesales comunes. Se entiende por servicio común procesal to- Art. 438.1 LOPJ

da aquella unidad de la Oficina Judicial que, sin estar integrada en un órgano


(92)
judicial concreto, asume labores centralizadas de gestión y apoyo en actuacio- Podéis ver, al respecto, el ar-
tículo 438.3 LOPJ
nes derivadas de la aplicación de las leyes procesales. Tales labores de gestión92
pueden ser de registro y reparto, actos de comunicación, auxilio judicial, eje-
cución de resoluciones, jurisdicción voluntaria, mediación y ordenación del
procedimiento.

(93)
Como en el caso de las unidades procesales de apoyo directo, estos servicios Art. 438.5 LOPJ
93
también serán dirigidos por un letrado de la Administración de Justicia .

En aquellos partidos judiciales en que el escaso número de órganos judiciales


lo aconseje, el mismo letrado de la Administración de Justicia de la unidad
procesal de apoyo directo podrá estar al frente de los servicios comunes proce-
sales que se constituyan con las funciones señaladas supra (art. 438.5.II LOPJ).

Gestión de los recursos humanos de la Oficina Judicial

Aunque no están integradas en la Oficina Judicial, el artículo 439 LOPJ prevé la existencia
de unidades administrativas, que se constituyen en el ámbito de la organización de la
Administración de Justicia para la jefatura, ordenación y gestión de los recursos humanos
de la Oficina Judicial sobre los que se tienen competencias, así como sobre los medios
informáticos, nuevas tecnologías y demás medios materiales.

9.3.3. Personal auxiliar: cuerpos generales; cuerpos


especiales. Personal laboral y personal funcionario de
administraciones públicas

Regulados en los artículos 470 a 540 LOPJ, comprenden los denominados


Cuerpos de Funcionarios al Servicio de la Administración de Justicia. Se clasi-
fican, según el artículo 475 LOPJ, del modo siguiente:

1)�Cuerpos�generales, cuando su cometido consista esencialmente en tareas


de contenido procesal, sin perjuicio de la realización de funciones administra-
tivas vinculadas a las anteriores. Son cuerpos generales:

a) Cuerpo de gestión procesal y administrativa

Corresponde al cuerpo de gestión procesal y administrativa la actividad


procesal de nivel superior, así como la realización de tareas procesales
propias. Sus funciones aparecen detalladas en el artículo 476 LOPJ. La
titulación exigida para el acceso a este cuerpo es la de diplomado uni-
versitario, ingeniero técnico, arquitecto técnico o equivalente.

b) Cuerpo de tramitación procesal y administrativa


© FUOC • PID_00266553 57 Introducción al derecho procesal (I)

El cuerpo de tramitación procesal y administrativa realiza cuantas acti-


vidades tengan carácter de apoyo a la gestión procesal, según el nivel
de especialización del puesto desempeñado, bajo el principio de jerar-
quía y de conformidad con lo establecido en las relaciones de puestos
de trabajo. Sus funciones aparecen detalladas en el artículo 477 LOPJ.
Para el acceso a este cuerpo, se exigirá estar en posesión del título de
bachiller o equivalente.

c) Cuerpo de auxilio judicial

Le corresponde al cuerpo de auxilio judicial efectuar cuantas tareas ten-


gan carácter de auxilio a la actividad de los órganos judiciales. Sus fun-
ciones aparecen detalladas en el artículo 478 LOPJ. Para el acceso al mis-
mo, se exige estar en posesión del título de graduado en ESO o equiva-
lente.

2)�Cuerpos�especiales, cuando su cometido suponga esencialmente el desem-


peño de funciones objeto de una profesión o titulación específica. Son cuer-
pos especiales:

a) Cuerpo de médicos forenses

Las funciones de los médicos forenses son, según el artículo 479.2 LOPJ,
la asistencia técnica a juzgados, tribunales, fiscalías y oficinas del Regis-
tro Civil en las materias de su disciplina profesional, tanto en el campo
de la patología forense y prácticas tanatológicas como en la asistencia
o vigilancia facultativa de los detenidos, lesionados o enfermos, que se
hallaren bajo la jurisdicción de aquéllos, en los supuestos y en la forma
que determinen las leyes, entre otras. Para el acceso al cuerpo de médi-
cos forenses, se exige estar en posesión de los títulos oficiales de licen-
ciado o graduado en Medicina y de especialista en Medicina Forense.

b) Cuerpo de facultativos del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Fo-


renses

Las funciones del cuerpo de facultativos del Instituto Nacional de Toxi-


cología y Ciencias Forenses aparecen en el artículo 480.2 LOPJ. Para el
acceso al cuerpo de médicos forenses se exige estar en posesión de los
títulos oficiales de licenciado o graduado en Medicina y de especialista
en Medicina Forense.
© FUOC • PID_00266553 58 Introducción al derecho procesal (I)

c) Cuerpo de técnicos especialistas del Instituto Nacional de Toxicología y


Ciencias Forenses. Sus funciones aparecen en el artículo 480.3 LOPJ.

d) Cuerpo de ayudantes de laboratorio del Instituto Nacional de Toxicología


y Ciencias Forenses. Sus funciones aparecen en el artículo 480.4 LOPJ.

e) Como novedad, se establece que los institutos de medicina legal y ciencias


forenses contarán con unidades de valoración forense integral, de los que po-
drán formar parte los psicólogos y trabajadores sociales que se determinen pa-
ra garantizar, entre otras funciones, la asistencia especializada a las víctimas
de violencia de género y doméstica, a los menores, a la familia y a las perso-
nas con discapacidad. Asimismo, podrá incorporarse a estos institutos el resto
de profesionales que integran los denominados equipos psicosociales, esto es,
psicólogos, trabajadores sociales y educadores sociales, que prestan servicios a
la Administración de Justicia, incluyendo los equipos técnicos de menores.

3)�Personal�laboral�y�personal�funcionario�de�administraciones�públicas
distintas�de�la�Administración�de�Justicia

El artículo 473.1 LOPJ señala que pueden prestar servicios en la Administra-


ción de Justicia funcionarios de otras administraciones que, con carácter oca-
sional o permanente, sean necesarios para auxiliarla en el desarrollo de activi-
dades concretas que no sean las propias de los cuerpos de funcionarios a que
se refiere este "libro" y que requieran conocimientos técnicos o especializados.

Y asimismo, el apartado 2.° del mismo artículo dispone que, cuando no exis-
tan cuerpos o escalas de funcionarios cuyos miembros tengan la preparación
técnica necesaria para el desempeño de determinadas actividades específicas
o para la realización de actividades propias de oficios, así como de carácter
instrumental, correspondientes a áreas de mantenimiento y conservación de
edificios, equipos o instalaciones u otras análogas, podrá prestar servicios re-
tribuidos en la Administración de Justicia personal contratado en régimen la-
boral.

9.4. Personal colaborador con la Administración de Justicia

El personal colaborador con la Administración de Justicia, no jurisdic-


cional, no depende ni orgánica ni funcionalmente de jueces y magistra-
dos. Actúa sin dependencia orgánica ni funcional y sin subordinación
alguna respecto de los órganos judiciales.

9.4.1. Ministerio Fiscal

Función�y�encuadramiento�institucional
© FUOC • PID_00266553 59 Introducción al derecho procesal (I)

(94)
El Ministerio Fiscal es una institución del Estado regulada en los artículos 124.1 Reformado por Ley 24/2007,
de 9 de octubre.
CE y 541.1 LOPJ y en el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal (EOMF), apro-
bado por Ley 50/1981, de 30 de diciembre94.

La misión del Ministerio Fiscal es promover la acción de la justicia en


defensa de la legalidad, de los derechos de los ciudadanos y del interés
público tutelado por la ley, de oficio o a petición de los interesados, así
como velar por la independencia de los tribunales y procurar ante éstos
la satisfacción del interés social. Estas funciones son objeto de mayor
concreción en la enumeración no cerrada del artículo 3 EOMF.

Funciones del Ministerio Fiscal

La persecución o promoción del interés social consagrado en las leyes le lleva a interve-
nir, por ejemplo, en los procesos civiles en los que se ventila un interés público (como es
el caso de los procesos de familia, incapacitación etc.), en los procesos de amparo ante
el Tribunal Constitucional, en ciertos procesos ante el orden jurisdiccional contencioso
administrativo, etc. Pero, en la práctica, la presencia y actuación del Ministerio Fiscal re-
sulta más frecuente e intensa en el proceso penal. De hecho, el nacimiento del Ministerio
Fiscal aparece vinculado a la supresión del proceso penal inquisitivo, donde el juzgador
asumía simultáneamente la función de acusar y la de sentenciar. La institución ha ido
evolucionando y, en la actualidad, se ocupa de más funciones que las estrictamente pe-
nales y, dentro de éstas, su cometido no se limita al ejercicio de la acusación, sino que se
extiende al marco más amplio de la investigación.

Su encuadramiento institucional no se sitúa en el Poder Judicial. Colabora, sí,


en la actividad jurisdiccional con el ejercicio de sus funciones. Pero no tiene
encomendada la función de juzgar.

Dependencia del Ministerio Fiscal

El Ministerio Fiscal no tiene encomendada la función de juzgar. De ahí que resulte desa-
certada y engañosa la redacción del artículo 2.1 EOMF, donde se dice que el Ministerio
Fiscal está integrado con autonomía funcional en el Poder Judicial. De hecho, su orga-
nización jerárquica o piramidal demuestra claramente que el legislador no ha querido
conferirle la nota de independencia, de la que estrictamente no precisa para el desempe-
ño de sus funciones.

Organización

Según los artículos 12 y 13 EOMF, el Ministerio Fiscal cuenta con los siguientes
órganos:

• Fiscal General del Estado: lo nombra el Rey a propuesta del Gobierno, una
vez oído el CGPJ (art. 124.4 CE) y puede ser cesado del mismo modo (art.
29.1 EOMF). Le corresponde la dirección superior del Ministerio Fiscal.

• Consejo Fiscal.

• Junta de Fiscales de Sala.

• Inspección Fiscal.
© FUOC • PID_00266553 60 Introducción al derecho procesal (I)

• Secretaría Técnica de la Fiscalía General del Estado.

• Fiscalía del Tribunal Supremo.

• Fiscalía ante el Tribunal Constitucional.

• Fiscalía del Tribunal de Cuentas.

• Fiscalías de la AN, de los TSJ y de las AP.

• Fiscalías especiales: sobre todo, la Fiscalía Especial para la Prevención y Re-


presión del Tráfico ilegal de Drogas, y la Fiscalía Especial para la Represión
de los Delitos Económicos relacionados con la Corrupción.

Categorías�profesionales

Las categorías profesionales en el Ministerio Fiscal son tres, en total paralelis-


mo con las categorías de la carrera judicial:

• Abogado fiscal, equiparado a juez.

• Fiscal, equiparado a magistrado.

• Fiscal de Sala del TS, equiparado a magistrado del TS.

Principios

Podemos tener en cuenta los siguientes principios:

1) Principios orgánicos

a) Unidad

Existe sólo un Ministerio Fiscal para todo el Estado, bajo la dependencia


del fiscal General del Estado y los mismos órganos de Gobierno.

b) Dependencia
© FUOC • PID_00266553 61 Introducción al derecho procesal (I)

(95)
Art. 22.2 EOMF
No cabe afirmar, jurídicamente, que el Ministerio Fiscal dependa del
Gobierno. Legalmente, éste tan sólo puede interesar del Ministerio Fis-
cal que promueva ante los tribunales las actuaciones pertinentes. Aho-
ra bien, el fiscal General del Estado (nombrado con arreglo al artículo
124.4 EOMF) ostenta la jefatura superior del Ministerio Fiscal y su re-
presentación, e imparte las órdenes e instrucciones convenientes al ser-
vicio y orden de la institución, así como la dirección e inspección del
Ministerio Fiscal95. Además, el fiscal general del Estado es nombrado por
el Rey, a propuesta del Gobierno y oído el CGPJ.

(96)
Y, por no extendernos, en todos los juzgados y tribunales hay uno o varios Arts. 22.3 a 28 EOMF
representantes del Ministerio Fiscal, si bien sometidos a las directrices del jefe
único de la fiscalía adscrita oficialmente a tal órgano judicial. A su vez, el fis-
cal jefe de cada órgano actúa siempre en representación de la fiscalía bajo la
autoridad del fiscal general del Estado96.

2) Principios de actuación

a) Legalidad

En aras a alcanzar la finalidad institucional de perseguir con objetividad


el interés social plasmado en las leyes, la actuación del Ministerio Fis-
cal ha de estar siempre regida por la estricta legalidad, sin que quepan
márgenes de discrecionalidad.

b) Imparcialidad

Como la actuación del Ministerio Fiscal ha de estar exclusivamente


orientada a la persecución del interés social reflejado en el ordenamien-
to jurídico, su actuación ha de ser exquisitamente imparcial.
© FUOC • PID_00266553 62 Introducción al derecho procesal (I)

(97)
Aunque la citada falta de independencia no contribuya al efecto, el artículo 7 Art. 28 EOMF
EOMF lo contempla así, garantizándolo mediante la posibilidad de la absten-
ción pero no de la recusación97. Imparcialidad subjetiva

Nótese que la imparcialidad en


este caso es subjetiva, del con-
creto fiscal que actúa. La ob-
Una consecuencia directa de los principios de legalidad e imparcialidad jetiva, propia de jueces y ma-
que rigen en la actuación del Ministerio Fiscal es que éste no ha de apa- gistrados, resulta difícilmente
cohonestable con su calidad
recer en el proceso penal necesariamente como acusador, sino que está de parte en los procesos en los
que interviene.
obligado a pedir la absolución o la reducción de la condena solicitada
por las otras acusaciones si considera que la aplicación de la legalidad
conduce a este resultado. O incluso a interponer contra la sentencia
condenatoria los recursos procedentes para intentar aquellas absolución
o reducción de la condena impuesta.

9.4.2. La policía judicial

Pese a que la LOPJ incluya a la policía judicial entre el personal colaborador


(junto al Ministerio Fiscal, abogados, etc.), tanto el dictado del artículo 550.1
LOPJ como la realidad ponen de relieve que, al menos funcionalmente, ope-
ran bajo la dirección de juzgados y tribunales. De ahí que se incluyan en este
subapartado.

El artículo 126 CE no establece mandato alguno respecto a un modelo


policial propio que dependa exclusivamente de los tribunales o del Po-
der Judicial; o poner al servicio de los tribunales unidades de los cuerpos
policiales dependientes de las administraciones públicas; se limita a es-
tablecer que la policía judicial depende de los tribunales (y del Ministe-
rio Fiscal) con respecto a la investigación del delito y el descubrimiento
y el aseguramiento del delincuente. A partir de este hecho, la regulación
que se adoptó al publicar la Ley Orgánica de Fuerzas y Cuerpos de Se-
guridad del Estado optó por un modelo que, aunque funcionalmente
(es decir, a la hora de las actividades concretas), depende del juez, orgá-
nicamente lo hace de sus superiores y del cuerpo administrativo al que
pertenece (ejecutivo). En resumen, se pone a disposición de los tribuna-
les unidades de los cuerpos policiales de las administraciones públicas.

(98)
Unido a ello, la policía judicial no está únicamente al servicio de los tribuna- Ved los artículos 769, 770, 771,
772 y 796, todos de la LECrim.
les, sino también del Ministerio Fiscal, en una clara manifestación de inten-
ciones sobre la dirección de actividades como la instrucción penal. Por otra
parte, es innegable la relevancia de sus actividades en el proceso penal y muy
singularmente en el juicio rápido98.

Las�unidades�orgánicas�de�la�policía�judicial
© FUOC • PID_00266553 63 Introducción al derecho procesal (I)

(99)
Como principio general, cualquier cuerpo policial de los existentes en el Es- Art. 29 de la LO 2/1986, de 13
de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de
tado español, en el ámbito territorial de la Administración pública a que per-
Seguridad del Estado, en lo sucesi-
tenezca, incluso las policiales locales, puede actuar como policía al servicio vo LOFCSE.

de los tribunales cuando sean requeridas a tal efecto por un órgano judicial
(art. 547 LOPJ). No obstante, el artículo 548 LOPJ dispone la creación de las
denominadas unidades orgánicas de policía judicial, integradas por miembros
de las Fuerzas de Seguridad del Estado, aunque también puede cooperar, como
colaborador, el personal de las policías autonómicas y locales99.

Estas unidades deben revestir carácter permanente y estable, contar con la de- Unidades orgánicas y
bida especialización y son principalmente de ámbito provincial, sin perjuicio policías autonómicas

de que se organicen unidades de ámbito superior si lo requiere la persecución La interpretación del término
de ciertos delitos. colaborador se ha hecho de
tal modo que se han acaba-
do formando unidades orgá-
nicas integradas únicamente
Dependencia�funcional�y�orgánica�de�la�policía�judicial por miembros de las policías
autonómicas de Euskadi y Ca-
taluña (Ertzaintza y Mossos
Cabe destacar la doble dependencia de la policía judicial: d'Esquadra).

• funcional (con respecto a las funciones que llevan a cabo por encargo de
los órganos judiciales) del tribunal que le encomienda las diligencias; y

• orgánica (con respecto a su adscripción, encuadramiento administrativo,


carrera y situación profesional, etc.) al cuerpo de policía del que provie-
nen, y por lo tanto, a la administración correspondiente (Gobierno cen-
tral, autonómico o corporación local) (art. 126 CE).

Esta doble dependencia genera notables dudas en torno a eventuales interfe-


rencias de las administraciones públicas en las tareas jurisdiccionales. El legis-
lador trata de mitigar este peligro estableciendo dos garantías, consistentes en
una cierta exclusividad e inamovilidad.

Inamovilidad

Los artículos 550.2 LOPJ y 34 LOFCSE establecen que los funcionarios de las
unidades de la policía judicial no pueden ser removidos o apartados de la in-
vestigación concreta que se les haya encomendado hasta que no haya finaliza-
do ésta o la fase del procedimiento judicial que la originó, si no es por decisión
o autorización del juez o fiscal competente. Con esta prevención, se persigue
eludir que la Administración ponga obstáculos a investigaciones no deseadas.

Exclusividad
© FUOC • PID_00266553 64 Introducción al derecho procesal (I)

Conforme al artículo 549.2 LOPJ, en caso alguno podrá encomendarse a los


miembros de aquellas unidades la práctica de actuaciones que no sean las pro-
pias de la policía judicial o derivadas de éstas. El objetivo aquí es evitar obs-
táculos a la investigación judicial, dirigidos a que las fuerzas policiales puedan
llevarla a término con la debida dedicación sin ocuparse en otras misiones.

Art. 33 LOFCSE

El artículo 33 LOFCSE introdujo una disposición ciertamente inquietante, al contener un


redactado que podría perjudicar esta exclusividad: "Los funcionarios adscritos a las uni-
dades de policía judicial llevarán a cabo esta función con carácter exclusivo, sin perjuicio
de que puedan desarrollar también las misiones de prevención de la delincuencia y otras
que se les encomienden, cuando las circunstancias lo requirieran".

Funciones

El artículo 549.1 LOPJ atribuye a la policía judicial las siguientes funciones:

• Averiguar los responsables y circunstancias de los hechos delictivos y la


detención de los primeros, dando cuenta de ello a la autoridad judicial y
fiscal.

• Auxiliar a la autoridad judicial y fiscal en todas las actuaciones que se ten-


gan que practicar fuera de su sede y requieran la presencia judicial.

• La realización material de las actuaciones que exijan el ejercicio de la coer-


ción.

• La garantía del cumplimiento de las órdenes y resoluciones de la autoridad


judicial o fiscal.

• Cualquier otra de la misma naturaleza que sea necesaria para auxiliar a la


autoridad judicial o fiscal.

9.4.3. Asistencia jurídica a las administraciones públicas:


abogados del Estado y servicios jurídicos de las
comunidades autónomas y de los entes locales

Se trata en todos los casos de asumir la representación y defensa procesal de las


administraciones públicas. La legislación básica en esta materia se encuentra
en el artículo 551 LOPJ y en la Ley 52/1997, de 27 de noviembre, de Asistencia
Jurídica al Estado e Instituciones Públicas (LAJEIP). Con respecto al Estado, el
artículo 447.1 LOPJ dispone que su representación y defensa, así como las de
los órganos constitucionales corresponde a los letrados de los servicios jurídi-
cos del Estado.

Con respecto a los organismos autónomos, su representación y defensa pro-


cesal también corresponde a los servicios jurídicos del Estado, a no ser que
sus disposiciones autoricen otra cosa. El artículo 1.1 LAJEIP precisa que esta
© FUOC • PID_00266553 65 Introducción al derecho procesal (I)

función corresponde, concretamente, a los abogados del Estado integrados en


el Servicio Jurídico del Estado, que integran un antiguo cuerpo estatal, creado
por Real Decreto de 10 de marzo de 1881.

La actividad de los abogados del Estado no se reduce a la defensa del


Estado como tal y de sus organismos, sino que abarca, según el artículo
551.1 LOPJ, también la representación y defensa a los restantes orga-
nismos y entidades públicos, sociedades mercantiles estatales y funda-
ciones con participación estatal, en los términos previstos en la LAJEIP;
y puede extenderse a la defensa de autoridades y empleados públicos,
cuando los procedimientos se sigan por actos u omisiones relacionadas
con el cargo (art. 2 LAJEIP).

En cuanto a las entidades gestoras y a la tesorería general de la Seguridad So-


cial, su representación y defensa se atribuyen a los letrados de la Administra-
ción de la Seguridad Social, sin perjuicio que reglamentariamente se autori-
ce encomendar estas tareas a abogados colegiados designados a estos efectos
(arts. 551.1 LOPJ y 1.2 LAJEIP).

Según el artículo 551.2 LOPJ, la representación y defensa de las comunidades


autónomas y de los entes locales corresponde a sus servicios jurídicos, aunque
también pueden designar abogados colegiados que asuman estas funciones,
sin necesidad de crear un cuerpo o servicio especial. El hecho es que todas
las comunidades autónomas han acabado creando sus servicios propios, que
reciben denominaciones variadas ("servicio", "asesoría", "cuerpo", etc.) y que
se organizan de formas diferentes (con funcionarios con dedicación completa
en ciertos casos, en otros mediante relación laboral, etc.). Los abogados de los
servicios jurídicos del Estado también pueden asumir la asistencia letrada de
las comunidades autónomas, en los términos reglamentariamente estableci-
dos (arts. 551.2 LOPJ y 1.3 LAJEIP).

9.4.4. Abogados, procuradores y graduados sociales

El ordenamiento procesal contempla la necesidad de personarse en el proceso


representado por un abogado y asistido por procurador. Se trata de una inter-
mediación que acostumbra a justificarse en beneficio de los propios justicia-
bles y del correcto funcionamiento de la Administración de Justicia, pues se
presupone, de un lado, que aquellos, al no ser profesionales del derecho, no
pueden asumir adecuadamente su defensa sin la asistencia de profesionales
conocedores del intrincado ordenamiento jurídico; y de otra parte, porque se
considera que la actuación y funcionamiento de los tribunales se vería fatal-
mente lastrado si, en las actuaciones, operaran personas no adiestradas profe-
sionalmente en las tareas judiciales. Esta justificación es mayor en el caso de
los abogados al incorporar su representación en el derecho de defensa.
© FUOC • PID_00266553 66 Introducción al derecho procesal (I)

Abogados

La profesión de abogado está regulada principalmente en los artículos 542 y


544 a 546 LOPJ, y en el Estatuto general de la abogacía (EGA), aprobado por
Real Decreto 658/2001, de 22 de junio.

Con arreglo al artículo 542 LOPJ, cuyo texto recoge el 6 EGA, corresponde en exclusiva
la denominación y función de abogado al licenciado en Derecho que ejerza profesional-
mente la dirección y defensa de las partes en toda clase de procesos, o el asesoramiento y
consejo jurídico. Dirección y defensa de las partes son, por tanto, las funciones esenciales
para con las partes en el proceso.

En el ámbito procesal, la intervención del abogado resulta legalmente obliga- Excepciones a la


da, si bien con algunas excepciones puntuales. intervención del abogado

La intervención del abogado


en el ámbito procesal resulta
legalmente obligada, excep-
Es importante entender, con respecto al ámbito del proceso, que el abo- to en el denominado procedi-
gado no asume la representación de las partes, sino su dirección en el miento monitorio, ciertos jui-
cios verbales y los juicios de
proceso, es decir, el diseño y el despliegue de la conducta y la estrategia delitos leves, etc.
procesal de las partes. La representación ante los órganos judiciales se
atribuye, como veremos, a los procuradores. (100)
Art. 1.1 EGA

Relación con el colegio de


Ejercicio�de�la�profesión
abogados

El abogado que preste sus ser-


La abogacía es una profesión libre e independiente100, cuyo ejercicio exige la vicios profesionales en el terri-
torio de un colegio diferente al
incorporación a alguno de los colegios de abogados del Estado español. A di-
que pertenece deberá comuni-
ferencia del anterior, el actual Estatuto general de la abogacía establece que carlo a éste. La comunicación
produce los efectos desde su
la incorporación a cualquier colegio de abogados del Estado autoriza a ejer- presentación (art. 17.3 EGA).
cer libremente la abogacía en todo el territorio español, sin que el colegio de
abogados de la circunscripción donde ejerza sus funciones pueda exigir al pro-
fesional ninguna clase de habilitación ni el pago de contraprestaciones eco-
nómicas distintas a las que se exigen habitualmente a sus colegiados por las
prestaciones de que sean beneficiarios y que no estén cubiertas por la cuota
colegial (arts. 17.1 y 2 EGA).

(101)
Entre las incompatibilidades que afectan al ejercicio de la abogacía destacan Art. 22.2.a EGA
la de ejercer, en cualquier concepto, cargos, funciones o puestos de trabajo
públicos en el Estado y en cualquier Administración pública, sean estatales,
autonómicas, locales o institucionales, cuya propia normativa así lo especifi-
que101, el ejercicio de las profesiones de procurador, graduado social, agente
de negocios o gestor administrativo (art. 22.2.b EGA).

Derechos�y�obligaciones

El Estatuto profesional de los abogados comprende, básicamente, los siguien-


tes derechos y obligaciones:
© FUOC • PID_00266553 67 Introducción al derecho procesal (I)

(102)
• Derecho de actuar con libertad e independencia
102
, sin otras limitaciones Art. 33 EGA

que las impuestas por las leyes y por las normas éticas y deontológicas.

(103)
• Derecho a la libertad de expresión y defensa103. Art. 542.2 LOPJ y art. 41 EGA

(104)
Arts. 33.1 y 38 EGA

• Derechos inherentes a la dignidad de su función104.

(105)
• Derecho a sus honorarios105. Los honorarios de los abogados son libremen- Art. 44.1 EGA

te convenidos con el cliente. Como referencia y con carácter supletorio, en


la fijación de los honorarios pueden tenerse en cuenta los baremos orien-
tadores del colegio correspondiente.

Y entre las obligaciones, cabe destacar:

(106)
• Secreto profesional106, de todos los hechos o noticias de que tenga cono- Art. 542.3 LOPJ y 32 EGA

cimiento en razón del ejercicio de sus funciones, sin que puedan ser obli-
gados a declarar sobre ellos.

(107)
• Actuación de buena fe107. Art. 542.2 LOPJ

(108)
Art. 42 EGA

• Actuación diligente en interés de su cliente108.

• Asistencia jurídica gratuita: los abogados asumen la defensa de los litigan-


tes que tengan reconocido el derecho a litigar gratuitamente y aquellos
que soliciten, en el proceso penal, un abogado de oficio o no designen
abogado. Es un deber que compete a las corporaciones de abogados, no a
los abogados individualmente.

(109)
• Sujeción a la disciplina colegial109 en el ejercicio de sus funciones, cuya Art. 546.3 LOPJ y 80 a 93 EGA

trasgresión puede dar lugar a las sanciones disciplinarias colegiales opor-


(110)
tunas. Además, los abogados pueden incurrir en responsabilidad civil y Art. 546.2 LOPJ y 78-79 EGA

penal110 con ocasión del ejercicio de su función.


© FUOC • PID_00266553 68 Introducción al derecho procesal (I)

Procuradores

La profesión de procurador también tiene el carácter libre e indepen-


diente, estando regulada en los artículos 543 a 546 LOPJ y en el Estatu-
to general de los procuradores de España (EGP), aprobado por el Real
Decreto 1281/2002, de 5 de diciembre.

La función principal de los procuradores consiste en la representación


de las partes en el proceso (la denominada "representación técnica"),
otorgada mediante el correspondiente apoderamiento (también cono-
cido con otros nombres como "poder a procurador", "poder para plei-
tos"...).

A semejanza de los abogados, como norma general y a excepción de ciertos


casos establecidos en las leyes procesales (por ejemplo, los procesos laborales),
la comparecencia de las partes ante los tribunales suele requerir apoderar o
conferir la representación a un procurador.

Derecho de postulación

Conferir la representación a los procuradores les convierte en los titulares de la facultad


de dirigirse a los órganos judiciales (ius postulationis, derecho de postulación), de suerte
que la comparecencia de las partes, las solicitudes y escritos que éstas, aconsejadas por su
abogado, dirijan a los tribunales tan sólo son atendibles si se realizan bajo la representa-
ción de un procurador.

Los actos de comunicación (notificaciones, citaciones, emplazamientos, etc.)


del tribunal no se dirigen habitualmente a las partes directamente ni a su abo-
gado, sino al procurador que, a su vez, es quien debe comunicarlos a aquellos.
De hecho, el abogado es para el tribunal en cierto modo fungible: a diferencia
del procurador, puede cambiar tantas veces como sea durante las actuaciones
sin necesidad de comunicarlo al tribunal.

Incremento de las funciones de comunicación

Las funciones de comunicación se han visto incrementadas a partir de la entrada en vi-


gor de la LEC de 2000, especialmente ahora que la propia reforma de la LEC efectúa una
decidida apuesta por el uso de las nuevas tecnologías, imponiendo su uso obligatorio a
todos los profesionales de la justicia para la presentación de escritos y documentos, y la
realización de actos de comunicación procesal. Para este propósito, la propia exposición
de motivos confía decididamente en la figura del procurador como representante de la
parte con conocimientos técnicos, reforzando el elenco de sus atribuciones y obligacio-
nes, como se puso de relieve en la disposición adicional duodécima de la Ley 18/2011, de
5 de julio, de uso de las tecnologías de la información y la comunicación en la Adminis-
tración de Justicia, con el ilustrativo título de “Relaciones de colaboración con los cole-
gios de procuradores”. De hecho, en los preceptos relativos a la aportación de documen-
tos, copias y demás se distingue entre que las partes actúen representadas por procurador
o estos no intervengan (arts. 274 y 276 LEC).

El ejercicio de la profesión de procurador exige también la previa incorpora-


ción a un colegio profesional con la correspondiente sumisión a la disciplina
de aquel. A diferencia de los abogados, la retribución de los procuradores se
realiza mediante arancel.
© FUOC • PID_00266553 69 Introducción al derecho procesal (I)

Acceso�a�la�profesión:�la�Directiva�98/5/CE�del�Parlamento�Europeo�y�del
Consejo�de�16�de�febrero�de�1998�y�el�acceso�a�las�profesiones�de�abogado
y�procurador�(breve�mención)

Según dispone la Directiva 98/5/CE del Parlamento Europeo y del Consejo


de 16 de febrero de 1998, destinada a facilitar el ejercicio permanente de la
profesión de abogado en un Estado miembro distinto de aquel en el que se
haya obtenido el título, cualquier ciudadano de la Unión Europea que ostente
el título de abogado obtenido conforme a la normativa de su propio Estado
puede ejercer su profesión en cualquier otro de la Unión.

La Ley 34/2006, de 30 de octubre, sobre el Acceso a las Profesiones de Abogado


y Procurador de los Tribunales, modificada por la Ley 5/2012, establece que:

1) Tendrán derecho a obtener el título profesional de abogado o el título pro-


fesional de procurador de los tribunales las personas que se encuentren en po-
sesión del título universitario de licenciado en Derecho, o del título de grado
que lo sustituya de acuerdo con las previsiones contenidas en el artículo 88 de
la Ley Orgánica 6/2001, de 21 de diciembre, de Universidades y su normativa
de desarrollo y que acrediten su capacitación profesional mediante la supera-
ción de la correspondiente formación especializada y la evaluación regulada
por esta Ley.

2) La formación especializada necesaria para poder acceder a las evaluaciones


conducentes a la obtención de estos títulos es una formación reglada y de
carácter oficial que se adquirirá a través de la realización de cursos de forma-
ción acreditados conjuntamente por el Ministerio de Justicia y el Ministerio
de Educación y Ciencia a través del procedimiento que reglamentariamente
se establezca.

3) Los títulos profesionales regulados en esta Ley serán expedidos por el Mi-
nisterio de Justicia.

Añadiendo, por otra parte, y como "régimen transitorio" en la Disposición


Adicional Octava:

Los títulos profesionales que se regulan en esta ley no serán exigibles a quienes LAPAP
obtengan un título de licenciado en Derecho con posterioridad a la entrada en
La LAPAP entró en vigor a los
vigor de la misma, siempre que en el plazo máximo de dos años, a contar desde cinco años de su publicación
el momento en que se encuentren en condiciones de solicitar la expedición del en el Boletín Oficial del Estado
(es decir, el 31 de octubre del
título oficial de licenciado en Derecho, procedan a colegiarse, como ejercientes 2011).

o no ejercientes.

Graduados�sociales
© FUOC • PID_00266553 70 Introducción al derecho procesal (I)

En los procedimientos laborales y de Seguridad Social, la representación téc-


nica podrá ser ostentada por un graduado social, al que le serán de aplicación
las obligaciones inherentes a su función, de acuerdo con lo dispuesto en su
ordenamiento jurídico profesional. La colegiación de los graduados sociales
será obligatoria para actuar ante los juzgados y tribunales y estarán sujetos a
responsabilidad civil, penal y disciplinaria en el ejercicio de su profesión.
© FUOC • PID_00266553 71 Introducción al derecho procesal (I)

10. La acción

Con el concepto de acción, se enlazan los conceptos de jurisdicción y


proceso. En términos inicialmente muy simplificados, a la jurisdicción
se accede mediante el ejercicio de una acción; y dicha acción se vehicula,
necesariamente, a través del proceso.

La acción atiende a la situación del ciudadano ante ese poder jurisdic-


cional al que ha encomendado la potestad jurisdiccional. Como la ju-
risdicción no es sólo una potestad soberana del Estado, sino también
una actividad que los ciudadanos tienen derecho a obtener para procu-
rarse aquella protección o tutela, corresponde ahora examinar cómo se
configura este derecho al que denominaremos acción.

La configuración de este concepto puede hacerse por medio de dos caminos.


Uno que diferencie dos perspectivas: por una parte, como derecho básico res-
pecto a la jurisdicción, por el simple hecho de existir y de ser la titular de la
función jurisdiccional; y por otra, en el caso concreto, cuando el justiciable
acude a jueces y magistrados para obtener tutela. Y otro que englobe ambas,
diversificando a partir de ahí entre el "derecho al proceso", "la acción" y "la
pretensión".

En definitiva, se trata de la existencia de dos planos:

1) el que se sitúa en un marco más abstracto y pretende explicar por qué inician
su actividad los órganos jurisdiccionales y desarrollan hasta el final un proceso
(teoría abstracta de la acción); y

2) el que descendiendo al plano más concreto, persigue explicar las relaciones


entre el derecho material (subjetivo) que alega el justiciable y ese mismo pro-
ceso (teoría concreta de la acción).

Nota

Como en tantas otras cuestiones jurídicas, más que corresponder a posiciones acertadas o
erróneas en términos absolutos, adoptan o inciden en perspectivas diversas, y de ahí que
ofrezcan una explicación aparentemente más satisfactoria según de cuál de las cuestiones
abordadas se trate.
© FUOC • PID_00266553 72 Introducción al derecho procesal (I)

10.1. Breve mención a los antecedentes históricos

El derecho romano se articulaba como sistema de acciones: a falta de derecho


objetivo y desconociéndose el concepto de derecho subjetivo, se tenía derecho
si el pretor reconocía la existencia de acción ("se entiende por deudor aquel
a quien se puede exigir una cantidad a la fuerza"). Es lo que se conoce como
"concepción monista de la acción" (sólo hay una relación: derecho-acción).

En una segunda etapa histórica, hasta el siglo XIX, sigue predominando esa
concepción, pero invertida: primero son los derechos subjetivos y después la
acción, como aspecto bajo el que aparece la acción cuando ha sido violado
(Savigny), o "el derecho en pie de guerra" (Puchta).

La ruptura con las teorías monistas se produce a partir de una célebre polémica
entre dos autores alemanes (Windscheid-Mutter) a partir de la cual la acción
se configura como un derecho a la tutela jurídica por parte del Estado, distin-
guiéndose dos relaciones:

• la derivada del derecho subjetivo material que se dirige contra un particu-


lar y tiene naturaleza privada; y

• la que se dirige contra el Estado personalizado en sus órganos jurisdiccio-


nales y tiene naturaleza pública (la acción).

A partir de los antecedentes históricos citados, los sucesivos autores se han


manifestado partidarios de una "concepción concreta de la acción" o de una
"concepción abstracta de la acción" que representan posturas opuestas en la
medida en que inciden más o menos en una u otra perspectiva, lo que siendo
significativo no evidencia sin embargo tanta oposición como aparenta.

10.2. Teoría abstracta de la acción

Quienes defienden que la relación del justiciable con la jurisdicción en-


traña un derecho de acceder a ella, persiguiendo que se diga el derecho,
se tutele, aplique o lo realice, configuran un derecho abstracto que co-
necta con el deber de actuación de los órganos jurisdiccionales.

A tenor de los diferentes autores que la han elaborado, la acción se con-


cibe como el derecho a la actividad jurisdiccional, abarcando que llegue
a dictarse sentencia sobre el fondo con independencia de si es favorable
o no, es decir, tanto si reconoce como si no, el derecho subjetivo alega-
do por el justiciable.
© FUOC • PID_00266553 73 Introducción al derecho procesal (I)

El contenido de esta acción es sujetar al demandado al proceso, derecho que se


enraíza en la previa renuncia del justiciable a la autotutela y el traslado de ésta
por medio del proceso a los órganos jurisdiccionales. Así, cuando se estima
vulnerado un derecho subjetivo, justiciable, tiene acción para que jueces y
tribunales incoen y desarrollen un proceso para la declaración del derecho y
la realización forzosa, siempre que estimen fundado el derecho que se alegó
por el titular de la acción.

10.3. Teoría concreta de la acción

Sin negar la validez de la teoría abstracta a determinados efectos, como por


ejemplo a los del proceso penal o a los del derecho fundamental reconocido en
la Constitución, la teoría concreta de la acción denuncia su insuficiencia. O lo
que es lo mismo, sin negar el derecho de los justiciables al acceso y desarrollo
de la jurisdicción, la acción así concebida resulta insuficiente.

Los partidarios de un derecho concreto defienden que, dándose deter-


minados presupuestos jurídico-materiales, los justiciables no sólo tie-
nen el derecho abstracto a pedir, sino un verdadero derecho subjetivo
concreto a obtener una resolución de contenido específico. Este es el
contenido de la acción.

Ahora bien, derecho subjetivo y acción no son caras de una misma moneda.
Hay acciones que no se corresponden con ningún derecho subjetivo privado
(no existe el derecho subjetivo a divorciarse, sólo la acción). Hay derechos
subjetivos privados a los que no se reconoce ninguna acción, o ésta puede
enervarse sin perder los derechos (las obligaciones naturales, por ejemplo, las
acciones de cuyo ejercicio se desiste o la obligación prescrita) y, final y sustan-
cialmente, que los sujetos, el contenido y los efectos del derecho subjetivo y
de la acción son diferenciables. Así, el derecho se tiene frente al deudor pero se
ejercita ante los órganos jurisdiccionales, quienes deben, en su caso, condenar
al deudor.
© FUOC • PID_00266553 74 Introducción al derecho procesal (I)

Es importante percibir que, en tanto el derecho subjetivo existe y puede


ser reconocido fuera del proceso, la acción, no. De ahí que, quienes
defienden un concepto concreto de la acción, arrostren dos aparentes
obstáculos que sólo se salvan aceptando dos consecuencias claramente
conectadas: a) que existen resoluciones erróneas donde no se reconoce
la efectiva existencia de un derecho subjetivo; y b) que la existencia de
los derechos subjetivos no resta únicamente en manos de los jueces.

En todo caso, aun cuando el derecho material que se ejercite tenga na-
turaleza jurídico-privada, la acción será siempre un derecho de carác-
ter público. Así, se explica también que el derecho procesal sea siempre
una rama del derecho público, aun cuando preste efectividad al derecho
privado y que sus normas tengan casi siempre carácter irrenunciable e
indisponible.

10.4. La acción en el proceso penal

Cuando se acomete el proceso penal, varían diferentes circunstancias:


la falta de derechos subjetivos de naturaleza privada, que obstaculiza,
impidiendo de hecho la aplicación de la teoría concreta de la acción; así
como la apoyatura de la teoría en el derecho objetivo –de configuración
tan distinta a la del derecho civil– cambian la perspectiva, obligando a
olvidar todos los antecedentes y teorías citados previamente, para cen-
trarse en la configuración legal de la Ley de Enjuiciamiento Criminal en
torno al papel de los diferentes sujetos del proceso penal.

La Ley de Enjuiciamiento Criminal reconoce acción a tres sujetos en atención


a razones diferentes:

1) el Ministerio Fiscal, como ejercicio de un deber, consustancial a su función;


2) al particular ofendido, en atención a su condición y al interés en la perse-
cución del delito específico; y
3) a cualquier ciudadano español (con alguna excepción) o extranjero (si es
el perjudicado por el delito) en atención a la existencia de un interés general
en la persecución penal.

Cita

Esta pluralidad de condiciones y razones impide ir mas allá de lo que De la Oliva define
como "la existencia de un poder jurídico, atribuido al Ministerio Fiscal como inherente a
su función pública y a los particulares en razón de su excepcional papel de promotores de
algunos procesos o de colaboradores formales en la generalidad de las causas criminales".

Gómez Orbaneja definió la acción penal como un ius ut procedatur, un derecho a que se
proceda, "el poder de iniciativa procesal y de constituir la obligación del juez de compro-
bar la situación de hecho que se le somete, de declarar si constituye un delito y funda-
menta la responsabilidad y cuál es la sanción correspondiente a aquella responsabilidad".
© FUOC • PID_00266553 75 Introducción al derecho procesal (I)

No existe un derecho subjetivo público a obtener una tutela judicial penal


concreta. Ni tampoco realmente un derecho al "derecho al proceso", tanto por
la posibilidad de iniciar un proceso de oficio, cuanto porque su continuación
se somete a la pervivencia de apariencia delictiva.

10.5. La acción y el derecho fundamental a obtener una tutela


judicial efectiva: Contenido y virtualidad del derecho
fundamental del artículo 24.1 CE

La inclusión del artículo 24.1 CE parece elevar el derecho a obtener la efecti-


vidad de los derechos subjetivos a rango constitucional.

Artículo 24.1 CE

"Todas las personas tienen derecho a obtener la tutela efectiva de los jueces y tribunales
en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos".

No es exactamente así. El constituyente configura un derecho funda-


mental diferente del derecho de acción que hemos examinado hasta
ahora. Diferencia que se denota a primera vista en cuanto:

1) abarca todos los órdenes jurisdiccionales,


2) a personas físicas y jurídicas, públicas y privadas,
3) en que en su configuración constitucional se une a la prohibición de
indefensión, y
4) se encamina rectamente a contemplar un abanico de derechos cuya
vulneración abre la vía de acceso al recurso de amparo.

Entrando ya en el contenido y efectividad del derecho, la tutela judicial efec-


tiva comprende un elenco de derechos, elevados a la categoría de derechos
fundamentales, que, identificados en primer término con el "derecho al pro-
ceso", la jurisprudencia del TC, hoy por hoy prácticamente inabarcable, ha
extendido más allá, englobando o incluso explicitando este derecho al proce-
so, como sigue:

• Se garantiza la posibilidad de acceso�a�la�justicia sin que quepan exclu-


siones no voluntarias o derivadas de controles o autorizaciones de otros
poderes.

• Existe derecho�a�una�resolución�sobre�el�fondo con independencia de


ser favorable o no, ya que de lo contrario, el Tribunal Constitucional sería
la última instancia de la legalidad ordinaria.

• El derecho a una sentencia sobre el fondo está supeditado a la no existencia


de óbices procesales o a la concurrencia de presupuestos procesales.
© FUOC • PID_00266553 76 Introducción al derecho procesal (I)

• El derecho�a�una�sentencia�congruente se incluye en la tutela propiciada


por el artículo 24.1 CE, en tanto la incongruencia implique vulneración de
la exhaustividad omitiendo un pronunciamiento de fondo, o se produzca
un pronunciamiento por exceso que vulnere, simultáneamente, el princi-
pio dispositivo y de aportación de parte (SSTC 169/1988 y 34/1992).

• Se comprende el derecho�a�una�resolución�motivada, a tenor de lo pre-


visto en el artículo 120.3 CE.

• El papel de la indefensión, como piedra de toque de la virtualidad de


derechos y garantías procesales se reduce, para evitar un auténtico colapso
del TC, a constituir "una indefensión constitucionalmente relevante", es
decir, con efectiva producción de un efecto de negación del derecho de
defensa (SSTC 199/1992, de noviembre y 64/1993, de 1 de marzo).

• La firmeza,�invariabilidad�y�la�cosa�juzgada también se ha incluido entre


los derechos garantizados, en el caso de la firmeza y la invariabilidad de
las sentencias que ponen fin al proceso al afectar a la necesidad de poner
fin al debate entre las partes y a la seguridad jurídica (STC 12/1989).
En el de la cosa juzgada, como vinculación o autoridad consistente en que
lo juzgado en dicha resolución vincula a todos los poderes públicos (tri-
bunales o de cualquier otra clase), de una parte, a no modificar ni alterar
lo allí dispuesto y a actuar con pleno acatamiento a lo que el tribunal ha
resuelto (la denominada función positiva o prejudicial de la cosa juzgada);
y de otra, a abstenerse de volver a resolver sobre el objeto procesal ya juz-
gado en firme por un órgano judicial (efecto excluyente), forman parte
también, según el TC, del derecho a la tutela judicial efectiva del artículo
24.1 CE (ved SSTC 23/1994 y 245/1991). De lo contrario, es decir, si los
poderes públicos pudieran actuar contra la tutela judicial concedida con
una resolución firme, aquella tutela ya no sería efectiva.

• La ejecución�de�lo�juzgado, o lo que es igual, el derecho al efectivo cum-


plimiento de lo acordado jurisdiccionalmente forma parte indiscutida de
los derechos contenidos en el repetido artículo 24.1 CE (SSTC 32/1982 y
15/1986).
Introducción al
derecho procesal
(II)
El proceso
PID_00266551

Teresa Armenta Deu


Con la colaboración de
* Silvia Pereira Puigvert

Tiempo mínimo de dedicación recomendado: 8 horas


© FUOC • PID_00266551 9 Introducción al derecho procesal (II)

1. Elementos básicos del proceso

Estudiadas la jurisdicción y la acción, corresponde ahora el análisis del tercer


elemento sobre el que descansa este módulo: el proceso como vehículo de
ejercicio de la acción y forma esencial de manifestación de la jurisdicción.

El proceso se erige en un instrumento básico para la jurisdicción y la


acción, más allá de constituir una mera sucesión de actos ordenados.

Su análisis se centrará en su naturaleza y función instrumental, los principios


que lo informan y las garantías a las que debe supeditar su funcionamiento.

1.1. Naturaleza y función del proceso

Las preguntas sobre la naturaleza del proceso marcan el inicio de la "ciencia


del derecho procesal". A partir de las diferentes respuestas que siguen a estas
líneas, el derecho procesal se ha independizado de la ciencia jurídica sustantiva
correspondiente: el derecho civil y el derecho penal, y también el laboral y el
administrativo, así como de su configuración primitiva que lo reducía al rito
y al procedimiento.

Sobre la naturaleza del proceso se han formulado varias teorías, unas superadas
hoy en día definitivamente y otras que aún siguen discutiéndose, en la medida
en que sólo ofrecen respuestas parcialmente satisfactorias.

1) Entre las superadas en la actualidad, destaca la concepción del proceso como


contrato de litiscontestatio o cuasilitiscontestatio.

Concebida la "litiscontestatio" como un contrato por el que las partes se com-


prometen a someterse a la sentencia que el juez dicte, esta tesis se desarrolló al
amparo de la enorme influencia del derecho romano. Hoy, deja sin respuesta
cuestiones tan elementales como el poder del juez, que no puede provenir del
acuerdo de voluntades de las partes, como señalaba la "litiscontestatio".

2) Desechada la naturaleza contractual, el proceso aparece como una serie o


sucesión de actos concatenados dirigidos a obtener el acto de tutela jurídica.

Esta concepción, básicamente procedimentalista, que sin más, poco o nada


añade, ha sido analizada y enriquecida por relevantes autores, agrupados en
torno a tres teorías: el proceso como relación jurídica, el proceso como situa-
ción jurídica y el proceso como institución jurídica. Junto con ellas, y ante
© FUOC • PID_00266551 10 Introducción al derecho procesal (II)

la insatisfacción de una respuesta completa a todos los interrogantes que se


formulan, aparece la configuración del proceso como concepto jurídico autó-
nomo.

a) El proceso�como�relación�jurídica fue defendido, con distintas modula-


ciones, por tres autores alemanes: Von Bülow, Kohler y Hellwig.

En síntesis, sostuvieron que el proceso configura una relación jurídico-proce-


sal diferente a la que establece el derecho civil respecto de la relación jurídica
privada o material discutida en el proceso. Esto explica, entre otros temas ca-
pitales, que pueda existir la primera, aun cuando al final la sentencia resulte
desfavorable, y que, por ende, se niegue la existencia o validez de la segunda.

La relación jurídica procesal vendrá condicionada por la presencia de los pre-


supuestos procesales; y la relación jurídica de fondo, por la existencia y co-
rrespondiente alegación y prueba de los presupuestos de derecho material. En
la primera relación, el juez es parte esencial; en la segunda, no. Y lo mismo
sucede con el contenido; la cuestión de fondo será el objeto sobre el que ver-
se la resolución, pero no es el contenido de la relación jurídico-procesal, ya
que puede no existir tal relación jurídico-material y, sin embargo, tener que
llegarse a dictar sentencia sobre el fondo, porque existe y está correctamente
constituida la relación jurídico-procesal.

b) El proceso� como� situación� jurídica fue la tesis defendida por Goldsch-


midt. A partir de las carencias detectadas en la teoría del proceso como relación
jurídica, destaca en el proceso su naturaleza de situación jurídica, al mismo
tiempo siempre existente y siempre cambiante. El autor señala que el proceso,
desde que nace hasta que termina, "determina una expectativa jurídicamente
fundada, a una sentencia favorable o desfavorable, y consecuentemente, el re-
conocimiento, como jurídicamente fundada o infundada, de una pretensión
que se ha ejercitado". La situación jurídica procesal no depende sólo ni princi-
palmente de la existencia de unos hechos y de la aplicabilidad a éstos de unas
normas jurídicas, sino que, suponiendo que las partes esgrimirán lo que con-
sideran que apoya sus pretensiones, la situación jurídica procesal dependerá
de los actos procesales que las partes realicen o dejen de realizar, obteniendo
una ventaja o liberándose de una carga (es decir, de una consecuencia desven-
tajosa o perjudicial).

c) La tesis del proceso�como�institución�jurídica ha sido defendida por Guasp


y Couture. Destaca en esta concepción la apreciación de una idea común y
objetiva que aglutina un conjunto de actividades, adheridas a las distintas
voluntades particulares de los sujetos de quienes procede aquella actividad.
© FUOC • PID_00266551 11 Introducción al derecho procesal (II)

d) Finalmente, la teoría del proceso�como�concepto�jurídico�autónomo no


hace sino constatar la insuficiencia de todas las tesis anteriormente expuestas.
En dicho concepto deben comprenderse una serie de ideas: sucesión de actos,
regulados jurídicamente, que sirven para ejercer la función jurisdiccional y
decir y realizar el derecho en el caso concreto (De la Oliva).

1.2. Proceso, procedimiento y juicio

Diferenciar entre procedimiento y proceso ha sido una de los avances relevan-


tes en el desarrollo de la ciencia procesal. Durante siglos, hasta el XIX, se había
reducido el estudio del proceso al de los diferentes procedimientos desde su
perspectiva práctica, sin acceder a una teoría general propia.

Paralelamente, ha resultado común utilizar los términos proceso y procedimiento


refiriéndose, indistintamente, a la realidad genérica o al conjunto de los actos
que lo conforman; aplicándolos tanto a realidades jurídicas como a otras de
diferente naturaleza (procedimiento de elaboración del uranio enriquecido,
por ejemplo).

Señalando de antemano que todo lo que afecta al derecho procesal se


circunscribe a la realidad jurídica del quehacer jurisdiccional, conviene
precisar, además, que siempre que se haga referencia al procedimiento
se designará la realidad exterior de las actuaciones, el orden o sucesión
de las mismas; como cuando se señalan las diferentes fases de un jui-
cio declarativo: demanda, audiencia previa, fase oral y resolución, por
ejemplo. Mientras que se hablará de proceso para citar otra realidad su-
perior de la cual el procedimiento es un aspecto: proceso civil, proceso
penal, proceso laboral o proceso administrativo, etc.

Juicio es también una palabra que aparece muy vinculada a las de proceso y
procedimiento. Etimológicamente, "juicio" designa una operación intelectual y
volitiva ("juzgar", es decir, un sentido próximo a discernir, decidir, resolver...).
Juicio es en este sentido la acción o efecto de juzgar: del ius dicere como opera-
ción sustancial de la jurisdicción. Ahora bien, no conviene olvidar que, junto
con esta acepción genérica, tiene otra más específica o técnica cuando se ha-
bla, por ejemplo, de "juicio oral" como acto realizado ante un tribunal, en el
que las partes exponen sus alegaciones y se practican las pruebas, en virtud de
las cuales el tribunal acabará dictando la sentencia.

Por otro lado, puede apreciarse un carácter instrumental del proceso respecto
al juicio en cuanto el proceso constituye un instrumento del juicio, al preparar
el pronunciamiento jurisdiccional de aplicación de la ley al caso concreto. Y,
paralelamente, un carácter instrumental del juicio respecto del proceso, en
© FUOC • PID_00266551 12 Introducción al derecho procesal (II)

cuanto el desarrollo del proceso está plagado de múltiples juicios (conceder


o denegar un concreto medio de prueba o la condición de parte a un sujeto,
celebrar o no una fase no preceptiva, etc.).
© FUOC • PID_00266551 13 Introducción al derecho procesal (II)

2. Proceso declarativo y proceso de ejecución. Las


medidas cautelares

Al tratar la función jurisdiccional, se habla de decir y realizar el derecho; re-


cogiendo esta idea, el artículo 117.3 CE se refiere a "juzgar y hacer ejecutar lo
juzgado". Siguiendo esta línea, se mencionan dos subfunciones desarrolladas
por medio del proceso de declaración y del proceso de ejecución.

2.1. Proceso declarativo

En el proceso declarativo, se aplica el derecho al caso concreto: se "dice


o declara" el derecho, si bien de tres formas diferentes, originadas a su
vez por el ejercicio de tres acciones distintas.

Las tres acciones distintas son:

• Por medio de una acción y una sentencia�mero�declarativa, cuyo conte-


nido se limita a declarar lo que se ajusta a las normas jurídicas (existencia
o inexistencia de un derecho subjetivo, de una relación o de una situación
jurídica), y que, precisamente por ello, no necesita para alcanzar la tute-
la efectiva de ninguna actividad posterior (sentencia mero declarativa de
dominio, por ejemplo).

• Mediante una acción y sentencia�constitutiva, que solicite y obtenga la


creación, modificación y extinción de un estado, relación o situación ju-
rídica, cuya mera consecución satisface por sí misma la tutela solicitada
(sentencia de separación).

• Por sentencia� de� condena, donde además de declarar, se extienda un


mandato a una de las partes para que haga, omita o soporte algo, y cuya
efectiva consecución abre una nueva fase que conocemos como proceso de
ejecución para conseguir la efectiva tutela solicitada (sentencia condenan-
do al pago de 54.000 euros).
© FUOC • PID_00266551 14 Introducción al derecho procesal (II)

2.2. Proceso de ejecución

Mediante el proceso de ejecución, se trata de dar cumplimiento o efecti-


vidad a una declaración judicial contenida en una sentencia de conde-
na. Pero también a declaraciones extrajudiciales a las que la ley recono-
ce fuerza ejecutiva (pólizas de crédito, letras de cambio, cheques, etc.).

La ejecución o realización efectiva de lo juzgado justifica la utilización de la


fuerza o compulsión estatal, con el objeto de doblegar las voluntades refrac-
tarias al cumplimiento de la resolución judicial, sustituyendo al deudor a la
hora de realizar aquello que hubiera debido hacer si hubiera querido cumplir
la obligación.

Clases de actuaciones ejecutivas

Las actuaciones ejecutivas pueden ser de muy variada clase, puesto que la efectividad de
la sentencia puede implicar medidas ejecutivas también muy diversas, en atención a la
peculiaridad de la condena que ha de hacerse cumplir.

Simplificando mucho las cosas, los actos ejecutivos pueden consistir en lo si-
guiente:

• Si se trata de sentencias�que�condenen�al�pago�de�dinero, la ejecución Entrega directa de dinero


consistirá en localizar, señalar y afectar bienes y derechos del deudor para
En el caso de las sentencias
convertirlos en dinero, por medio, sobre todo, de una subasta pública o que condenan al pago de di-
de una venta extrajudicial, con el fin de satisfacer al acreedor la cantidad nero, por supuesto, si se en-
cuentra dinero del deudor, no
que se le adeuda. será necesario ningún tipo de
venta o subasta, sino que se
le entregará directamente al
acreedor.

• Otra�clase�de�condenas (a entregar cosas, a realizar o abstenerse de reali-


zar una cierta conducta o actividad, etc.). En estos casos, la ejecución pue-
de consistir en muy diferentes medidas previstas por la Ley para forzar al
condenado a acatar o cumplir la sentencia.

Ejemplos de otras clases de condenas (1)


Ved al respecto los artículos
710.2 y 711 LEC.
Otras clases de condenas pueden ser imponer multas a quien realice la actividad que una
sentencia le condenaba a no realizar, pongamos por caso, abstenerse de competir o con-
currir en una cierta actividad mercantil con un antiguo socio1, o decretar la entrada en el
domicilio del condenado a entregar cosas muebles determinadas (un cuadro, unas joyas),
con el fin de arrebatárselas y ponerlas a disposición del beneficiado por la sentencia.
© FUOC • PID_00266551 15 Introducción al derecho procesal (II)

2.3. Las medidas cautelares

Las medidas cautelares son actuaciones judiciales que tratan de asegurar,


durante el curso del proceso, la efectividad de la sentencia estimatoria
que, eventualmente, pueda dictarse y adoptarse antes o junto con el
inicio de la ejecución.

(2)
Si se inicia un proceso para reclamar el pago de un crédito, y mientras pende O incluso poco antes de iniciar-
lo: cfr. art. 730.2 LEC
el proceso el deudor vende o traspasa a terceros sus bienes y derechos, ¿de qué
servirá la eventual sentencia que el acreedor pueda obtener a su favor?: sería
del todo inefectiva por inejecutable, puesto que el deudor quedaría sin bienes
que pudiesen ser transformados en dinero. Si, en cambio, nada más iniciado
el proceso2, el acreedor solicita, como medida cautelar, el embargo preventivo
de los bienes del deudor, estos bienes quedarán afectados a la ejecución, por
mucho que se transmitan a terceras personas. Ocasionalmente, las medidas
cautelares adelantan el fin de la ejecución haciéndola innecesaria.

No necesidad de la ejecución

Puede ser que las medidas cautelares adelanten el fin de la ejecución haciéndola innece-
saria. Piénsese, por ejemplo, en una medida cautelar consistente en que no se permita
entrar a las cámaras de televisión para la retransmisión de una final de futbol.
© FUOC • PID_00266551 16 Introducción al derecho procesal (II)

3. Proceso y órdenes jurisdiccionales: proceso


civil, proceso penal, proceso laboral y proceso
contencioso administrativo

La referencia a proceso civil, proceso penal, proceso laboral y proceso conten-


cioso se efectúa atendiendo a los órdenes jurisdiccionales. Si bien el núcleo de
la disciplina, y con ello la elaboración de gran parte de sus categorías –juris-
dicción y competencia, legitimación, el objeto del proceso, cosa juzgada, etc.–
se han desarrollado en el marco del proceso civil y penal, el surgimiento de un
proceso especializado que atendiera los conflictos surgidos en las relaciones
laborales y la existencia de un procedimiento para atender a las especialidades
del proceso administrativo hace que se hable, asimismo, de proceso laboral y
proceso contencioso administrativo.

La clave diferencial de todos ellos reside en el carácter instrumental del


proceso respecto de la materia sustantiva a la que sirve, de manera que
la reducción a una unidad del derecho procesal encuentra las dificulta-
des previsibles a la hora de homogeneizar la tutela del derecho civil y
penal o los privilegios de la Administración, por limitarnos a un ejem-
plo concreto.

Ello no impide, sin embargo, que la Ley de Enjuiciamiento Civil3 resulte de


aplicación supletoria para la Ley Reguladora de la Jurisdicción Social y Con-
tencioso Administrativa. La razón está en que las categorías básicas son comu-
nes (jurisdicción; competencia; legitimación; objeto del proceso; ejecución;
medidas cautelares; cosa juzgada, etc.) y se van adaptando con las especiali-
dades requeridas a tenor de las singularidades del derecho sustantivo corres-
pondiente.

(3)
La Ley 36/2011, de 10 de octubre, reguladora de la Jurisdicción Social y su Disposición
Final Cuarta, establece que: en lo no previsto en esta Ley regirá como supletoria la LEC
y, en los supuestos de impugnación de los actos administrativos cuya competencia co-
rresponda al orden social, la Ley de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa, con la
necesaria adaptación a las particularidades del proceso social y en cuanto sean compati-
bles con sus principios.

El derecho procesal atiende a estos cuatro tipos de procedimiento, con dife-


rente intensidad, mayor como es natural en lo relativo al procesal civil y pro-
cesal penal.
© FUOC • PID_00266551 17 Introducción al derecho procesal (II)

3.1. El proceso civil

Ser la rama del derecho procesal que ha sido objeto del tratamiento científico Ley de Enjuiciamiento Civil
más desarrollado obedece, entre otros motivos, al alto grado de elaboración
El proceso civil está regula-
que experimentó en el derecho romano y a la atención que, desde entonces, do en la Ley de Enjuiciamien-
ha recibido por parte de la doctrina; y por otra parte, al hecho de que el tra- to Civil (Ley 1/2000, de 7 de
enero). De esta manera, la ra-
tamiento científico del derecho sustantivo, en el caso del derecho penal, o el ma del derecho procesal más
antigua cuenta con una ley
nacimiento de la propia rama jurídica, en el caso del derecho del trabajo y del moderna,, que ha sustituido a
la anterior de 1881.
derecho administrativo, son muy posteriores a los del derecho del Derecho
civil.

Interesa, en este momento, centrar la exposición en describir superficialmente


la estructura general de los procedimientos civiles.

1)�Fase�de�alegaciones

a)�Demanda. Todos los procesos civiles se inician mediante demanda. Se trata Regulación de la demanda
de un acto procesal escrito mediante el cual el actor (o demandante) formula
Los artículos 399 y 437 LEC se
sus pretensiones frente al demandado y las fundamenta fáctica y jurídicamen- ocupan de regular la forma, el
te, delimitando así el objeto del proceso. contenido y otros aspectos de
la demanda.

b)�Contestación�escrita�u�oral�de�la�demanda. En el juicio ordinario, la de-


(4)
Art. 405 LEC
manda se contesta por escrito4; en el juicio verbal, el demandado, en su escrito
de contestación, deberá pronunciarse, necesariamente, sobre la pertinencia de
la celebración de la vista.

Juicio ordinario y juicio verbal

El juicio ordinario es un procedimiento por el cual se resuelven los asuntos de mayor


importancia económica, mientras que el juicio verbal es un procedimiento que la LEC
acostumbra a reservar para los asuntos de menor importancia económica.

(5)
c)�Audiencia�previa�al�juicio. En el juicio ordinario, y sólo en él, existe una Arts. 414 a 430 LEC
5
comparecencia previa al juicio con el fin de prepararlo: se trata de sanear el
procedimiento de impedimentos e irregularidades procesales que puedan obs-
taculizar la sentencia sobre el fondo, se procura delimitar el objeto del proceso
con la máxima precisión posible, se proponen medios de prueba, etc.

2)�El�juicio:�prueba�y�conclusiones

Contestada la demanda y celebrada la audiencia previa (en el caso del juicio


ordinario) o contestada la demanda y pronunciándose, necesariamente, sobre
la pertinencia de la celebración de la vista (en el caso del juicio verbal), se
convoca a las partes a juicio o vista del juicio verbal, salvo que ambas partes
se pronuncien en contra de la vista o posteriormente coincidan en que la dis-
crepancia afecta a cuestiones meramente jurídicas. Allí se practica la prueba
© FUOC • PID_00266551 18 Introducción al derecho procesal (II)

que aquéllas aduzcan para acreditar los hechos controvertidos (testigos, peri-
tos, etc.) y se exponen sus conclusiones, poniendo en relación las pretensiones
que sostenían con el resultado de las pruebas practicadas.

3)�Sentencia,�recursos�y�cosa�juzgada

(6)
Dictada la sentencia, el derecho español permite la apertura de una segunda Arts. 455 a 467 LEC
instancia para revisar la sentencia. Esta segunda instancia tiene lugar por me-
(7)
dio del recurso de apelación6. Tras la segunda instancia, en ocasiones aún pue- Arts. 477 a 489 LEC

de existir la oportunidad de interponer contra la sentencia un recurso extra-


(8)
Arts. 468 a 476 LEC
ordinario, si concurren ciertos motivos tasados previstos por la ley. Se trata,
concretamente, de los recursos de casación7 del que puede conocer, según se
Régimen transitorio del
trate o no de derecho autonómico, el TS o los TSJ; o del denominado recurso recurso de casación

extraordinario por infracción de ley procesal8, ante el TSJ que corresponda.


La Disposición Final 16 de la
LEC regula el régimen transi-
torio del recurso de casación
Si la sentencia no se recurre, o cuando se hayan agotado ya todos los recursos, hasta que se produzca la refor-
ma mediante la que se confie-
deviene firme y queda revestida de la autoridad de la cosa juzgada9. ra su resolución a los TSJ.

4)�Ejecución (9)
Art. 222 LEC

Firme la sentencia de condena, puede iniciarse el proceso de ejecución, que Ejecución provisional
presentará importantes diferencias según se trate de ejecutar condenas pecu-
La LEC del 2000 convierte la
niarias o de otra clase. Es importante resaltar la posibilidad de que, con ciertas ejecución provisional (arts. 524
salvedades, las sentencias sean ejecutadas provisionalmente, es decir, antes de a 537 LEC) en un efecto casi
connatural al hecho de haber-
que hayan adquirido firmeza, mientras se tramita un recurso contra ellas y se dictado sentencia condena-
toria en primera instancia.
sin necesidad de que el beneficiado por la sentencia preste fianza o caución
alguna para obtener la ejecución.

3.2. Proceso penal

El proceso penal está regulado en la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECrim),


una ley promulgada por el Real Decreto de 14 de septiembre de 1882, prece-
dida por una excelente Exposición de Motivos, altamente aleccionadora sobre
los problemas centrales del proceso penal, y que ha sido objeto de sucesivas
reformas de singular importancia y valoración desigual.

Los procedimientos penales son fundamentalmente tres (aunque también se


regulan el procedimiento para el enjuiciamiento rápido, el procedimiento por
aceptación de decreto y otros procedimientos con especialidades, como, por
ejemplo, el procedimiento de habeas corpus):

• el proceso ordinario por delitos graves, que aunque se configura como


procedimiento penal tipo o básico es cuantitativamente inferior al proce-
dimiento abreviado;
© FUOC • PID_00266551 19 Introducción al derecho procesal (II)

(10)
• el procedimiento abreviado
10
y Arts. 779 a 803 LECrim

(11)
Arts. 962 a 982 LECrim

• 11
el juicio por delitos leves .

Empezando por el último: el juicio� por� delitos� leves es el que presenta la


estructura más sencilla, al estar ideado para juzgar delitos leves, es decir, los
ilícitos penales menos graves. Su estructura se reduce a una comparecencia de
las partes, una vez formulada la querella o denuncia, en la que se celebra el
juicio.

El procedimiento�ordinario�por�delitos�graves y el procedimiento�abrevia-
do son el cauce procesal dirigido a tramitar las causas por delito. El primero
está concebido para los delitos más graves (homicidio, violaciones, etc.) y el
segundo, para el resto (es decir, para la práctica totalidad) de las causas penales
por delito que se ventilan en los tribunales. Pese a las importantes diferencias,
los dos presentan cierta similitud estructural:

1)�Fase�de�instrucción. Se encamina a investigar unos hechos que revisten


apariencia de delito para averiguar si existe suficiente fundamento para soste-
ner la acusación contra una persona determinada. Consecuentemente, la in-
vestigación se dirige a recoger los elementos que suministrarán o servirán para
preparar la prueba en un eventual juicio oral.

Bajo la dirección del juez instructor y la supervisión del Ministerio Fiscal, en la


instrucción participa el procesado a partir de adquirir esa condición de proce-
sado, no antes, solicitando del instructor la práctica de los actos o diligencias
de investigación que crean convenientes y alegar lo que consideren adecuado.
Para la práctica de todas estas actuaciones, se cuenta con el auxilio de la poli-
cía judicial, que actúa bajo la dependencia funcional del juez y también del
Ministerio Fiscal.

En el procedimiento por delitos graves, la fase de instrucción recibe el nombre


de "sumario"; en el procedimiento abreviado, se denomina fase de "diligencias
previas".

(12)
2)�Fase�intermedia. En esta fase, las partes personadas (fiscal o querellante) Art. 641 LECrim
han de decidir si piden el sobreseimiento o archivo de las actuaciones o for-
(13)
mulan acusación, en función del resultado de las diligencias o actos de inves- Art. 637 LECrim

tigación practicados en la instrucción. Si nadie acusa, el juez ha de acordar


el sobreseimiento. Si alguien acusa, debe decidir si considera o no fundada la
acusación. En el caso afirmativo, declara la apertura del juicio oral. De lo con-
trario, dicta el correspondiente sobreseimiento o archivo de las actuaciones,
que puede ser provisional12 o definitivo13, dando así lugar al final de la activi-
© FUOC • PID_00266551 20 Introducción al derecho procesal (II)

dad de persecución del delito mientras no aparezcan nuevas pruebas; o bien


a la terminación definitiva del proceso, en el segundo caso, en forma equiva-
lente a la absolución por sentencia, con la consiguiente fuerza de cosa juzgada.

3)�Juicio�oral�o�plenario. El juicio oral o plenario, concebido como el autén- Diferenciación de jueces


tico proceso, al menos teóricamente, y formulada ya la acusación, tiene como
El juez que conoce del juicio
objetivo esencial practicar la prueba. Con fundamento en las alegaciones acu- y dicta la sentencia debe ser
satorias y de la defensa y las pruebas practicadas en el juicio o preconstituidas siempre diferente del que ins-
truyó, a fin de que no se perju-
en la investigación y después incorporadas al juicio oral, el tribunal dicta su dique su imparcialidad.

sentencia.

4)�Sentencia,�recursos�y�cosa�juzgada. En materia penal, es preceptivo esta-


blecer la posibilidad de someter la sentencia condenatoria a revisión por parte
de otro tribunal. Agotados todos los recursos o no utilizados en tiempo y for-
ma, la sentencia deviene firme y pasa a la autoridad de la cosa juzgada.

3.3. Proceso contencioso administrativo

(14)
El proceso contencioso administrativo se rige por lo dispuesto en la Ley Art. 4 LEC, la Disposición Final
Primera de la LRJCA
29/1998, de 13 de julio, reguladora de la Jurisdicción Contencioso Adminis-
trativa (LRJCA). Es el proceso mediante el cual se impugnan los actos de las
administraciones públicas ante los órganos jurisdiccionales. La LRJCA estable-
ce un procedimiento ordinario para tramitar el recurso contencioso adminis-
trativo y una serie de procedimientos especiales con relación a determinadas
materias. Caracteriza este proceso que la Administración siempre es parte y su
calidad está acompañada de numerosos privilegios procesales en atención a
motivos más fundados en unas cuestiones que en otras. La LRJCA no contiene
una regulación minuciosa de todo el procedimiento, puesto que dispone la
aplicación supletoria de la LEC14.

3.4. Proceso laboral

La regulación del proceso laboral se encuentra en la Ley 36/2011, de 10 de


octubre, reguladora de la jurisdicción social. En el proceso laboral, se tramitan
las pretensiones relativas a la denominada rama social del derecho, es decir,
las relacionadas con el ámbito propiamente laboral y las que se refieren a la
Seguridad Social.

La característica más significativa del proceso laboral es la búsqueda de la má-


xima celeridad y simplificación procedimental en atención a los intereses pe-
rentorios o urgentes que frecuentemente se ventilan (por ejemplo, cobro de
unas mensualidades de sueldo no percibidas). En materia laboral, lo dicho es
posible en muy mayor medida que en el ámbito del proceso civil a causa de
la tipicidad de los asuntos que ocupan la mayor parte de la actividad de los
tribunales del orden jurisdiccional social.
© FUOC • PID_00266551 21 Introducción al derecho procesal (II)

(15)
Los principios básicos que informan el procedimiento son los mismos que Art. 4 LEC y la Disposición Final
Cuarta de la Ley 36/2011
los del procedimiento civil y la regulación de muchas cuestiones del proceso
laboral se remite a la LEC, que es de aplicación supletoria15.

La Ley 5/2012, de 6 de julio, de Mediación en Asuntos Civiles y Mercantiles,


excluye de su ámbito de aplicación la mediación en el proceso laboral.
© FUOC • PID_00266551 22 Introducción al derecho procesal (II)

4. Los principios del proceso: algunas consideraciones


generales

Los principios del proceso son proposiciones jurídicas de carácter gene-


ral y abstracto que inspiran a las normas jurídicas, y a falta de éstas,
pueden resolver directamente los conflictos (Cardozo; Esser).

4.1. Fuentes de referencia para los principios informadores del


proceso

La Constitución de cada país reconoce derechos que condicionan, decisiva-


mente, la estructuración del proceso y la vigencia de determinados principios.
Con sentido semejante, los tratados internacionales contienen mandatos de
naturaleza procesal de obligado cumplimiento.

Pertenecen al primer grupo: a) los derechos que informan cualquier proceso


comprendidos en el artículo 24 CE; y, b) los derechos contemplados en el título
VI de la propia CE y que el Tribunal Constitucional ha engarzado con los del
artículo 24 CE.

Y al segundo: los derechos incorporados al ordenamiento español por la rati-


ficación de tratados internacionales ("Declaración de Derechos del Hombre y
del Ciudadano" y "Pacto Internacional de Derechos Civiles"; Declaración Uni-
versal de Derechos Humanos de 10 de diciembre de 1948 (arts. 8, 9, 10 y 11), y
con mayor concreción, el artículo 6 del "Convenio Europeo de Derechos Hu-
manos", de 4 de noviembre de 1950; y el artículo 14 del Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos, que consagran derechos como el derecho a la
igualdad ante los tribunales y cortes de justicia; a la audiencia ante un tribunal
competente e imparcial predeterminado por la ley; a un proceso público, a
estar presente en el proceso; a interrogar o hacer interrogar a los testigos; a que
el fallo condenatorio sea sometido a un tribunal superior, etc.

4.2. Clasificación de los principios

La clasificación que seguiremos en la exposición agrupa los principios según:

• Informen�de�cualquier�tipo�de�proceso, por su carácter general, propio


de un Estado de Derecho:
– el principio de dualidad de posiciones;
– el principio de contradicción o audiencia y el derecho de defensa; y
– el principio de igualdad.
© FUOC • PID_00266551 23 Introducción al derecho procesal (II)

• Correspondan� al� derecho� material al que sirve el proceso en cuestión


(civil o penal, pero también contencioso o laboral, aunque no los analice-
mos) la opción de cada uno de los siguientes pares:
– legalidad-oportunidad;
– dispositivo-oficialidad;
– aportación de oficio-aportación a instancia de parte; y
– valoración legal-valoración libre.

• Atiendan�a�la�estructuración�del�procedimiento:
– oralidad y escritura;
– mediación y concentración;
– publicidad;

• Constituyan�derechos�y�garantías�contemplados�en�la�CE:
– el derecho de defensa y sus garantías (prohibición de indefensión; de-
recho a ser informado de la acusación formulada; derecho a no decla-
rar contra uno mismo y a no declararse culpable; y derecho a la auto-
defensa, a la asistencia de letrado y a la de un intérprete; derecho a
utilizar todos los medios pertinentes para la defensa);
– el derecho a la presunción de inocencia;
– el derecho a la revisión de la sentencia condenatoria;
– el principio de proporcionalidad; y
– el derecho al juez ordinario predeterminado por la ley.

4.3. Principios que informan de todos los procesos

Constituyen principios que informan cualquier tipo de proceso aquellos


que resultan consustanciales a la configuración de un proceso con todas
las garantías, independientemente del derecho material al que sirvan.

4.3.1. Principio de dualidad de posiciones

Para que exista el proceso, se necesitan dos intereses opuestos.

Esta sencilla afirmación condensa la esencia del principio de dualidad de po-


siciones, que explica, por ejemplo, que el proceso deba finalizar cuando los
intereses de una de las partes acaban coincidiendo con los de la otra.
© FUOC • PID_00266551 24 Introducción al derecho procesal (II)

La dualidad corresponde a la situación en una de las posiciones: del


actor, en el proceso civil, laboral y contencioso, o del acusador en el
proceso penal; y en la posición contraria, al demandado en el proceso
civil, laboral y contencioso, o el acusado, en el proceso penal.

4.3.2. Principio de audiencia o contradicción y derecho de


defensa

En este subapartado, trataremos el principio de audiencia en los distintos pro-


cesos judiciales.

Principio de audiencia en el proceso civil

Este principio de audiencia, resumido en la frase "nadie puede ser condenado


sin ser oído y vencido en juicio", constituye uno de los grandes avances en la
erradicación de una justicia primaria.

Estrechamente relacionado con el derecho de defensa, comprende tan-


to el mandato al legislador para configurar el proceso garantizando el
conocimiento, el acceso y la actuación en el proceso de la parte, cuanto
su efectiva tutela mediante los medios procesales correspondientes.

En tal sentido, abarcará la posibilidad –se aproveche después o no– de conocer


la existencia del proceso y, con ello, la regulación y aplicación de todo tipo de
comunicaciones entre el tribunal y las partes, debiendo garantizarse el citado
conocimiento. Y con idéntica importancia, el acceso efectivo al conocimiento
de todos los materiales que se discutan en el proceso, preservando siempre la
efectiva contradicción por quien ostenta la posición opuesta. La adquisición
de conocimiento se refiere tanto a las aportaciones de la contraparte como a los
resultados de una actividad de investigación si ésta última se prevé legalmente.

Forma parte de las exigencias derivadas del principio de contradicción la


posibilidad de formular alegaciones y peticiones, así como la posibilidad
de probar las alegaciones.

En relación con el desarrollo del proceso civil, destacan –entre otras, que elu-
diremos– varias cuestiones:

• En primer lugar, la posibilidad de celebrar el proceso civil en rebeldía, cir-


cunstancia que no vulnera el principio de audiencia en tanto se garantice
que se agotaron los instrumentos de notificación.
© FUOC • PID_00266551 25 Introducción al derecho procesal (II)

• En segundo lugar, el proceso de ejecución y las medidas cautelares, ya que


la ejecución se despacha inaudita parte debitoris, es decir, sin conocimiento
del deudor, y las medidas cautelares pueden adoptarse de manera seme-
jante.

Sobre el proceso de ejecución y las medidas cautelares

En el proceso de ejecución no existe quebranto del principio de audiencia. La ejecución


se despacha en atención a una apariencia jurídica (la contenida en el título jurídico) y
va seguida inmediatamente de la posibilidad de oposición del deudor, confiriéndole así
la oportunidad de conocer el proceso de ejecución en marcha, propiciar la contradicción
y salvaguardar el derecho de defensa.

(16)
Razonamiento semejante sirve para excluir las dudas sobre las medidas caute- Art. 733.1 LEC
lares, primero por la exigencia de que concurra para su adopción una aparien-
(17)
cia de derecho y un peligro en la demora; y segundo, porque la previsión legal Art. 733.2 y 739 ambos de la
LEC
ordinaria es que las medidas cautelares se adopten con audiencia16 y, sólo ex-
cepcionalmente, y concurriendo los requisitos al efecto se contempla la adop-
ción de medidas cautelares sin audiencia, contemplándose de inmediato la
posibilidad de oposición del demandado para salvaguardar la contradicción17.

Audiencia y derecho de defensa: la prohibición de indefensión


(breve referencia)

La relación entre el principio de contradicción o audiencia y el derecho


de defensa es palmaria. No coinciden, sin embargo, puesto que el prin-
cipio de audiencia se vulnera cuando no se ha podido intervenir en ab-
soluto en el proceso, aunque, además, ello haya impedido defenderse.

Así, puede afirmarse, con De la Oliva, que si bien toda infracción del principio
de audiencia ocasiona indefensión y lesión del derecho de defensa (si no se
conoce el proceso difícilmente se podrá proponer prueba, por ejemplo); no
toda indefensión constituye infracción del principio de audiencia (como por
ejemplo sucedería si, comparecida una parte, se le deniega injustificadamente
la prueba o un medio en concreto, esencial para su defensa).

Esta diferencia no se reconoce por el Tribunal Constitucional, que a la hora


de elaborar una doctrina sobre la "prohibición de indefensión" se remite a la
"indefensión constitucionalmente relevante", exigiendo:

• Que se haya infringido una norma procesal (requisito necesario pero no


suficiente).

• Que exista privación o limitación de oportunidades de defensa, entendien-


do por tales las consistentes en realizar alegaciones o en proponer y prac-
ticar pruebas.
© FUOC • PID_00266551 26 Introducción al derecho procesal (II)

• Que la indefensión no sea imputable al que la sufre, de modo que la prue-


ba de la indefensión corre a cargo de quien la sufre; asimismo, debe deter-
minarse en cada caso el grado de diligencia exigible al justiciable o a su
abogado o procurador.

• Que la privación o limitación de la defensa no haya quedado posterior-


mente sanada.

• Que se ponga de manifiesto no sólo la limitación o privación, sino además


el contenido que hubiera tenido lo preterido, esto es, que se demuestre la
indefensión material.

• Que la privación o limitación haya tenido incidencia efectiva en el fallo.

Principio de audiencia en el proceso penal

También, en el proceso penal, el principio de audiencia o contradicción


cumple una función esencial, procurando la erradicación de todo ves-
tigio inquisitorial.

Históricamente, ha pasado de tener una vigencia claramente diferenciada en


las dos fases del proceso penal (de investigación y de enjuiciamiento) a una
situación como la actual, en donde –al igual que ocurre con el de igualdad– su
aplicación en una y otra es tendencialmente equiparable.

(18)
Durante la instrucción, orientada a la investigación y preparación del juicio, Art. 841 LECrim
la necesidad, por una parte, de que las actuaciones lleguen a buen fin, com-
(19)
pensando la teórica "delantera" que lleva el delincuente, conducen a que éstas STC 186/1990

se desarrollen "inaudita parte", así como a que la rebeldía del procesado18 no


suspenda las mismas. Ello no obstante, la influencia de la doctrina tendente a
preservar al máximo el derecho de defensa, también en la fase de instrucción,
origina el deber para el órgano jurisdiccional de informar sobre la adquisición
de la condición de procesado19.

(20)
Art. 786 LECrim
El principio de audiencia rige en toda su plenitud en la fase de enjui-
ciamiento o de juicio oral. Ésta no podrá iniciarse sin la existencia de (21)
Art. 841 en relación con el art.
20 784.4 LECrim
un acusado, que además esté a disposición del órgano enjuiciador . En
caso de declaración de rebeldía, el juicio debe suspenderse21. La enfer- (22)
Art. 746.5 LECrim
medad del procesado es causa de suspensión e incluso de interrupción
del juicio22.
© FUOC • PID_00266551 27 Introducción al derecho procesal (II)

Sentencias en ausencia del acusado

Sólo se contemplan dos excepciones a la regla que impide dictar sentencia en ausencia
del acusado. La primera es la prevista en el artículo 786.1.II LECrim conforme a la cual, si
se cumplen determinados requisitos –entre ellos, que la pena solicitada no puede exceder
de dos años de privación de libertad–, cabe celebrar el juicio en ausencia del acusado.

La segunda extiende la posibilidad de enjuiciamiento en rebeldía al juicio por delitos


leves para los supuestos del artículo 962 LECrim, es decir, para aquellos delitos leves que
permiten el juicio inmediato en el propio juzgado de guardia (art. 963 LECrim). Y lo
mismo sucede en los casos del artículo 964, en que también se produce un enjuiciamiento
inmediato en la guardia. En estos casos, de juicio en la guardia, se pormenoriza la forma
de realizar las citaciones, como garantía frente a eventuales indefensiones (art. 962.4 y
art. 964.3, todos de la LECrim).

Fuera de las excepciones a la regla que impide dictar sentencia en ausencia


del acusado, la necesidad de presencia de éste determina la búsqueda por re-
quisitoria del acusado que no se encuentre a disposición del juzgado, y si al
término del plazo fijado en la misma no es habido o no comparece, ha de ser
declarado en rebeldía y el proceso se suspende.

(23)
Ante la cuestión de si el rebelde puede personarse en el sumario en defensa SSTC 87/1984 y 149/1986
de sus derechos, el Tribunal Constitucional exige la comparecencia personal
del declarado rebelde23.

(24)
En la fase de preparación del juicio oral, el artículo 780.2 LECrim refuerza la Art. 780.2.III LECrim
necesidad de contradicción y el derecho de defensa al exigir de forma expresa
el traslado de las actuaciones al procesado, una vez se han practicado las dili-
gencias indispensables que solicitaron las partes acusadoras24.

4.3.3. Principio de igualdad

El principio de igualdad no se menciona expresamente en el artículo 24 CE,


ni el TC lo entiende incluido en el 14 CE, sino que sostiene que debe conec-
tarse con el derecho a la tutela efectiva, el derecho de defensa e incluso con
el derecho a un proceso con todas las garantías; esto es, lo incardina en el ar-
tículo 24 CE.

El principio de igualdad es principio informador común, de manera que


debe orientar toda interpretación o utilizarse para colmar lagunas de
cualquier tipo de proceso. Sucede que admite matices en los procesos
civil y penal, a los que concretaremos nuestra referencia.
© FUOC • PID_00266551 28 Introducción al derecho procesal (II)

El principio de igualdad en el proceso civil

En atención al principio de igualdad, las partes no deben ser iguales,


sino tener las mismas oportunidades, de manera que cualquier actua-
ción u oportunidad debe verse acompañada de otra semejante para
quien ocupa la posición opuesta.

Ejemplo del principio de igualdad

Si a una demanda corresponde la contestación, a la reconvención deberá seguir la opor-


tunidad de contestar a la misma, y los plazos otorgados a cada una de estas actuaciones
deberán respetar escrupulosamente la citada igualdad.

En la fase declarativa del proceso, la Ley de Enjuiciamiento Civil pone de re-


lieve una atención singular para preservar este principio por medio de mani-
festaciones como: la imposibilidad de realizar actuaciones procesales fuera del
tiempo previsto; la prohibición de modificar el objeto del proceso tras el escri-
to de contestación del demandado; el paralelismo en cuanto a las actividades
probatorias de ambas partes; o las numerosas normas que regulan que por ca-
da acto de alegación de hechos y exposición de argumentos jurídicos de una
parte procesal, surge necesariamente otra semejante para la parte contraria.

(25)
En el proceso de ejecución, su inicio inaudita parte debitoris quedó explicado Judicial, si fue tras el proceso
25 declarativo; o extrajudicial, si se
por la existencia de un título ejecutivo , porque en definitiva ya se ha deci- trata de alguno de los contempla-
dido sobre el titular del derecho; pero, además, la articulación del embargo, dos en el artículo 517.2 LEC.

que incorpora al ejecutado al proceso permitiendo que se oponga a la primera


resolución despachando la ejecución y el posterior desarrollo de la realización
forzosa, otorgan cumplidas oportunidades de actuación al ejecutado.

El principio de igualdad en el proceso penal

La igualdad entre las partes es esencial para la configuración triangular


del sistema acusatorio, en el que dos partes iguales contienden frente
a un juez imparcial.

Como sucede con otros principios, la vigencia de éste admite modulaciones


en las diferentes fases del proceso.

(26)
En la fase instructora, la LECrim partía en su concepción originaria de una pa- Ved la Exposición de Motivos
de la LECrim
tente desigualdad, provocada por el presunto criminal y de la que él era consi-
derado como único responsable26. En la actualidad, la creciente incorporación
del derecho de defensa y de la contradicción en esta fase va diluyendo esta idea
primitiva, acrecentando la igualdad entre las partes acusadoras y la acusada, a
partir del momento en que esta última adquiere la condición de parte.
© FUOC • PID_00266551 29 Introducción al derecho procesal (II)

Adquisición de la condición de procesado

Esta última circunstancia abunda en la relevancia de la adquisición de la condición de


procesado. La ley regula, en tal sentido: la obligatoriedad de la defensa técnica a partir
del momento en que se impute el delito a una persona (art. 118 LECrim); el derecho
del detenido y del preso provisional a comunicarse con su abogado (art. 523 LECrim);
la posibilidad de instar diligencias de investigación en su descargo (art. 302 LECrim); o
la asistencia a la práctica de determinados actos de investigación (arts. 333, 569 y 584
LECrim). La reforma de la LECrim de 2002 recoge tales mandatos en los artículos 767
(asistencia letrada desde la detención o la imputación) y 775 (información de los hechos
que se imputan y entrevista previa reservadamente del investigado con su letrado antes
o después de declarar ante el juez de instrucción).

A despecho de la tendencia equiparadora entre las partes procesales en


la fase instructora, esta línea no se mantiene respecto de las partes acu-
sadoras entre sí. Las últimas reformas de la LECrim y, más aún, la juris-
prudencia constitucional más reciente, justifican la desigualdad de las
diferentes partes acusadoras, que se traduce en una "mejor" posición del
MF respecto de los particulares.

Muestra esclarecedora de lo dicho se encuentra en la vigente redacción del


artículo 780.2.I y II LECrim, otorgando facultades bien diferentes al Ministe-
rio Fiscal y a las restantes partes acusadoras, y consagrando así una evidente
diferencia de trato.

Diligencias indispensables

Con arreglo al mismo, si en el plazo de diez días concedido para presentar el escrito de
acusación, el Ministerio Fiscal manifiesta la imposibilidad de presentar tal escrito por
falta de elementos esenciales para la tipificación de los hechos, podrá instar, con carácter
previo, la práctica de diligencias indispensables, en cuyo caso acordará el juez lo solicitado
(780.2.I LECrim). Si la solicitud proviene de la acusación o acusación personadas, el juez,
en cambio, acordará lo que estime procedente (art. 780.2.II LECrim). Tal como ya hiciera
la citada STC 186/1990, que resolvió a favor de la constitucionalidad del antiguo artículo
790.2 LECrim, los argumentos utilizados en la tramitación parlamentaria han apelado a
la mayor atención que debe prestarse a quien defiende el interés público (sic: el MF, esto
es, el Ministerio Fiscal) frente a los acusadores particular y popular cuyo ánimo puede
sustentarse en afanes retributivos y de venganza.

Otra muestra de trato diferente es el otorgado al acusador oficial y al acusado


a la hora de presentar sus respectivos escritos de acusación y de defensa.

Escrito de acusación y de defensa

La ausencia de presentación del escrito de defensa provoca, a tenor del reformado artícu-
lo 784.1.II LECrim que se tenga por presentado su escrito en el plazo de diez días. La
situación parangonable para la acusación –la presentación del escrito de acusación– es
objeto de un tratamiento diferente en el procedimiento abreviado y en la modalidad de
enjuiciamiento rápido. En el primero, además de poder solicitar una prórroga del plazo,
justificadamente (art. 781.2 LECrim), el juez deberá requerir a su superior para que, en
el plazo de otros diez días, presente el escrito, dando razón de los motivos de su falta de
presentación en plazo.

En la modalidad de enjuiciamiento rápido, si el Ministerio Fiscal no presenta su escrito


de acusación en un periodo reducido a dos días, el artículo 800.5 LECrim dispone que
se requiera inmediatamente al superior jerárquico del fiscal, para que en el plazo de dos
días, presente el escrito. Si el superior jerárquico tampoco presentara el escrito en dicho
plazo, se entenderá que no pide la apertura del juicio oral y que considera procedente
el sobreseimiento libre.
© FUOC • PID_00266551 30 Introducción al derecho procesal (II)

(27)
Art. 788.3 LECrim
En la fase de juicio oral, por el contrario, la igualdad debe respetarse
escrupulosamente, tanto entre parte acusadora y acusada, cuanto entre
las diferentes partes acusadoras. Así, por ejemplo, el requerimiento a la
acusación y la defensa para que ratifiquen o modifiquen sus conclusio-
nes27.

4.4. Principios específicos del proceso correspondiente

Los principios específicos son principios que informan, necesariamente,


de un proceso en atención al derecho material a cuyo servicio existen
y se estructuran.

Representan originariamente la opción entre dualidades opuestas, de manera


que el proceso civil, por ejemplo, se regirá por la aplicación del principio de
oportunidad, el dispositivo, el principio de aportación de parte y la valoración
legal de la prueba. El proceso penal se regirá por sus pares: legalidad, oficiali-
dad, etc.

Matización

La opción entre dualidades opuestas, no obstante, está sujeta hoy en día a alguna mati-
zación: la cambiante realidad y las interinfluencias entre sistemas y países, singularmen-
te el de Estados Unidos, desdibujan algunas líneas divisorias, y ponen de manifiesto la
incorporación de principios propios del proceso penal opuesto, como pone de relieve,
entre otros ejemplos posibles, la conformidad (manifestación del principio de oportuni-
dad y de una determinada disponibilidad) en el proceso penal.

Pertenecen a este grupo los siguientes principios agrupados en las correspon-


dientes dualidades:

• principio de legalidad-principio de oportunidad;


• principio dispositivo-principio de oficialidad;
• principio de actuación de oficio-principio de aportación a instancia de
parte;
• valoración legal de la prueba-valoración libre de la prueba.

4.4.1. Principio de legalidad y principio de oportunidad

La oposición entre estos principios adquiere mayor relevancia en el proceso


penal, en la medida en que el principio de legalidad se dirige a los sujetos
públicos ciñendo su conducta a lo preceptuado previa y concretamente en la
ley.
© FUOC • PID_00266551 31 Introducción al derecho procesal (II)

Principio de legalidad

Con arreglo al principio�de�legalidad, los sujetos públicos se someten


al dictado de la ley, sin abrir huecos a ámbitos de discrecionalidad en el
ejercicio de sus funciones. La ley enmarca su conducta, garantizando la
aplicación idéntica a todos los sujetos, y con ello la seguridad jurídica.

Denominado también "principio de necesidad", responde al hecho de que la


realización efectiva del derecho "necesita" del proceso, tal y como sucede en
el proceso penal en el que la aplicación del derecho penal (la imposición de
una pena por la comisión de un delito) sólo puede realizarse por medio del
proceso penal.

Por el contrario, el principio�de�oportunidad supone el libre ejercicio


de los derechos, con discrecionalidad absoluta, sin necesitar del proceso
para su existencia y eficacia.

Ejemplo del principio de oportunidad

Tal sería el caso de la propiedad o cualquier derecho de crédito, que pueden existir y tener
plena eficacia jurídica, aunque nunca sean objeto de discusión en un proceso. El acceso
al proceso reside en la discrecionalidad del titular, que lo reclamará o no en el libre uso
de su autonomía de voluntad.

En el proceso civil, reconocida a los particulares la libre disposición sobre sus


derechos e intereses y su autonomía de voluntad, sólo puede imperar el prin-
cipio de oportunidad.

En el ámbito del derecho privado, al referirnos a la conducta de los particu-


lares, no se dice que estos últimos se encuentren sometidos al principio de
legalidad, sino, cuestión diferente, al cumplimiento de la ley. No se precisa
de ninguna garantía frente al poder que puedan ejercitar estos particulares,
ya que éste termina en el ámbito de sus bienes y derechos, donde impera el
principio dispositivo. Gozan de derechos subjetivos, como poder confiado al
miembro de la comunidad, cuyo ejercicio permanece a su arbitrio.
© FUOC • PID_00266551 32 Introducción al derecho procesal (II)

La oportunidad de acudir a la jurisdicción para su tutela jurisdiccional perma- Instrumentos de


nece en manos de los titulares de los derechos subjetivos correspondientes, a resolución de conflictos

los que se reconoce también el interés para actuar. En el derecho privado, puede
renunciarse a la jurisdicción re-
curriendo a otros instrumentos
de resolución de conflictos co-
El principio de legalidad, en su manifestación procesal penal, atiende a mo el arbitraje, la mediación o
la conciliación.
la ideología del estado de derecho, en cuanto pretende el sometimiento
de los poderes públicos a la ley. Las formulaciones clásicas, concreción
de este principio en el ámbito penal (nullum crimen sine poena; nulla poe-
na sine lege; nulla poena sine judicio), son claros exponentes de esta idea,
cuyos destinatarios son los poderes públicos. De ahí que sus destinata-
rios en el proceso penal sean el juez, el Ministerio Fiscal y la Policía Judi-
cial. En este sentido, el principio de legalidad constituye una exigencia
no solo de la seguridad jurídica que permite la posibilidad del conoci-
miento previo de los delitos y de las penas, sino también la garantía po-
lítica de que el ciudadano no podrá verse sometido por parte del Estado
ni de los jueces a penas que no admita el pueblo. El Ministerio Fiscal
y el juez deberán perseguir el hecho aparentemente delictivo solo –pe-
ro siempre– ante la percepción de indicios racionales de criminalidad,
continuando hasta la resolución que se contempla en la LECrim.

Vigente el principio de legalidad, el único fundamento admisible de la deci-


sión de no proceder ha de ser tan legal y bien fundado en derecho como su
contrario. No hay margen para valoraciones de conveniencia (Andrés Ibáñez).
Tal es el caso contemplado en el artículo 779.1 LECrim.

El criterio del órgano de la acusación debe ser siempre y exclusivamente


el de la ley. Se afirma, en tal sentido, que es dicho principio el que mejor
garantiza la legalidad estricta de la justicia punitiva, correspondiendo
a toda época histórica preocupada, fundamentalmente, por la constitu-
ción del Estado de Derecho y de las garantías del mismo.

Principio de oportunidad

El principio de oportunidad supone el libre ejercicio de los derechos,


con discrecionalidad absoluta y sin necesitar del proceso para su exis-
tencia y eficacia.

En el proceso civil resulta, como se ha dicho, el principio consustancial a la


configuración de los derechos en nuestro derecho, de carácter privado, y por
ende, sometido, en el ejercicio para su tutela, a la oportunidad o, lo que es lo
mismo, al criterio que libremente disponga su titular, tanto por respeto a la au-
tonomía de voluntad cuanto por no necesitar del proceso para su realización.
© FUOC • PID_00266551 33 Introducción al derecho procesal (II)

Por el contrario, en el ámbito penal, el sometimiento al principio de legalidad


no excluye, en principio, la concurrencia de discrecionalidad, entendida co-
mo necesidad de interpretación y decisión en un ámbito contemplado por la
propia ley. El problema de la fundamentación de la acción es una cosa y otra
bien distinta es el de la oportunidad de una acción fundada. Es completamente
diferente determinar, por ejemplo, conforme a las normas del derecho penal
sustantivo, si un hecho es constitutivo de delito que abstenerse de acusar por
hechos que sean constitutivos de delito (Gómez Orbaneja).

Existen dos concepciones del principio de oportunidad: una amplia y otra es-
tricta. Conforme a la primera, se entiende como aplicación del principio de
oportunidad todo tratamiento penal diferenciado del conflicto social repre-
sentado por el hecho delictivo, esto es, tanto las técnicas despenalizadoras
como las específicamente procesales o los delitos perseguibles únicamente a
instancia de parte (Plagiero; Bacigalupo). Con arreglo a un sentido estricto, el
principio de oportunidad se limita, en el aspecto subjetivo, a los sujetos pú-
blicos, y desde el objetivo, al marco del proceso, abarcando las excepciones a
la obligación de incoación ante todo conocimiento de una notitia criminis a
la finalización del proceso a través de una resolución, según lo previsto en la
ley procesal penal.

La negociación y el llamado “principio de consenso”

A partir de la reforma operada por la LO 7/1988 –que introdujo el procedi-


miento abreviado– y de una interpretación “posibilista” del tenor literal de
los antiguos artículos 791.3 y 793.3 LECrim, así como la posterior instrucción
1/1989 de la Fiscalía General del Estado, comenzó a utilizarse la expresión
“principio del consenso” para referirse a la forma de terminación del proceso
penal mediante un acuerdo de “conformidad” entre las partes acusadoras y
el acusado.

Los mecanismos de consenso son una de las posibles opciones para procurar
un proceso penal más rápido. No es la única. Junto a ella se ha optado, en paí-
ses como Portugal, Italia o Alemania, por el monitorio penal o la concesión de
ámbitos de discrecionalidad que permitan al órgano acusador oficial ejercitar
o no la acción penal o prescindir de la fase instructora por resultar innecesaria.

Cabe aceptar el uso de tales mecanismos, pero no sin admitir, simultánea-


mente, que suponen la renuncia a importantes derechos, como por ejemplo
el de defensa, expresión, a su vez, de relevantes garantías, así como aceptar
que acarrean la inevitable merma de todo efecto de prevención general. Para-
lelamente, toda solución de “conformidad” implica una aplicación desigual
de la manifestación de la autonomía de la voluntad por parte del fiscal y del
investigado o encausado (que, conviene no olvidar, negocia con su libertad).
© FUOC • PID_00266551 34 Introducción al derecho procesal (II)

En este sentido, adquiere singular relevancia la garantía judicial sobre si tal


manifestación es libre y con efectivo conocimiento de las consecuencias que
comporta (véase art. 787.4 LECrim).

Aunque la aplicación de este principio, por una parte, contribuye a una nota-
ble simplificación y aceleración de los procesos penales, es fuente, a su vez,
de algunas reflexiones críticas en torno a la enervación del principio de lega-
lidad. De otro lado, al incorporar el mecanismo de la negociación a cuestiones
penales (cuya especial naturaleza justifica, por ejemplo, que un órgano como
el Ministerio Fiscal (MF) tenga encomendado el ejercicio oficial de la acción
penal), se olvida o se deja de lado no solo la naturaleza indisponible del ius
puniendi, sino también la diferente posición de las partes negociadoras: el MF,
otros acusadores, la víctima y el presunto delincuente.

Con todo, resulta imparable la incorporación de diferentes variantes del prin-


cipio de oportunidad, del mismo modo que las soluciones consensuadas “han
llegado para quedarse”. Frente a este hecho incontestable no deben dejar de
plantearse algunas cuestiones siquiera en síntesis.

Argumentos a favor y en contra del principio de oportunidad

La excepción a la regla general –que sería el sometimiento al principio de legalidad–


encuentra argumentos favorables y contrarios. Forman parte de los primeros:

1) Que el principio de oportunidad atiende a razones de interés social o utilidad pública


en una doble vertiente:

a) porque permite reaccionar de forma proporcional a la falta de interés público en la


persecución de ciertos delitos, en aquellos casos en que conlleven una escasa lesión social;
y b) porque estimula la pronta reparación de la víctima.

2) Que el principio de oportunidad favorece el derecho a un proceso sin dilaciones in-


debidas.

3) Que el principio de oportunidad constituye el único instrumento –desde una perspec-


tiva eminentemente práctica– que permite tratar, de forma diferenciada, los hechos pu-
nibles que deben ser perseguidos en todo caso, y aquellos otros en los que se considera
que la mínima lesión social debe conducir a su no persecución.

En contra del principio de oportunidad se aducen, esencialmente, tres motivos:

1) Que la implantación del principio de oportunidad lesiona el principio de igualdad,


dado que la respuesta al delito no sería la prevista en la ley para todos los imputados,
sino que ello dependería del criterio del fiscal en cada caso concreto.

2) Que así se ponen en peligro los logros que conlleva la estricta sujeción al principio
de legalidad; especialmente, el efecto conminatorio de la sanción penal o la seguridad
jurídica implícita en la certidumbre de que todo hecho que revista los caracteres de delito
será perseguido en términos de igualdad.

3) Que la incorporación del principio de oportunidad deja sin cobertura el riesgo de que
el órgano al que se atribuye la facultad discrecional de incoar o no un proceso penal sea
quien decida, en definitiva, sobre la realización del derecho penal (dado que no puede
haber pena sin proceso).
© FUOC • PID_00266551 35 Introducción al derecho procesal (II)

4.4.2. Principio dispositivo y de oficialidad

En este subapartado se tratan los principios dispositivos y de oficialidad, que,


como se verá, determinan a quién corresponde la disponibilidad sobre el pro-
ceso, su objeto y su continuación o finalización.

Principio dispositivo

El principio dispositivo consiste en la disponibilidad sobre el interés


privado y su libre disposición sobre la conveniencia de reclamar su tu-
tela judicial en toda su extensión, desde el inicio hasta su desarrollo.
Responde al aforismo nemo iudex sine actore, significando: que ni el pro-
ceso puede iniciarse sin un actor que lo incoe ni puede continuar. Ese
mismo poder de disposición fundamenta que el objeto del proceso se
determine por el actor, y que esa misma extensión enmarque el ámbito
del pronunciamiento judicial.

Así, son notas o manifestaciones del principio dispositivo en el proceso decla-


rativo:

(28)
• El actor, al presentar la demanda, fija el objeto del proceso que terminará Arts. 399, 400 y 405 LEC (juicio
28 ordinario)
de delinearse a tenor de la respuesta del demandado . Arts. 437 y 438 LEC (juicio verbal)

• Idéntica disponibilidad hace que, como señala el propio artículo 19 LEC,


"los litigantes estén facultados para [...] renunciar, desistir del juicio, alla-
narse, someterse a arbitraje o mediación y transigir sobre lo que sea objeto
del mismo".

(29)
• La resolución dictada por los tribunales debe ser congruente con lo some- Art. 218 LEC
29
tido a su conocimiento. De lo contrario se incurre en incongruencia .

En el proceso de ejecución, las manifestaciones del principio dispositivo son


constantes, pudiendo el ejecutado poner fin a la actividad ejecutiva a lo largo
del mismo en múltiples etapas, previo cumplimiento de su obligación y pa-
gando las costas e intereses devengados.

Principio de oficialidad

La vigencia del principio de oficialidad, antagónico del dispositivo, correspon-


de a la presencia de intereses públicos, ya de forma exclusiva, ya preponde-
rante.
© FUOC • PID_00266551 36 Introducción al derecho procesal (II)

En los procesos regidos por el principio de oficialidad, se discute sobre


derechos que quedan fuera del poder de disposición de los sujetos pri-
vados y donde impera el interés público resultando indisponibles. El
ejemplo más claro es el proceso penal, pero también se manifiesta en
los procesos civiles que afectan al estado y condición de las personas.

Son notas o manifestaciones del principio de oficialidad:

• El inicio de la actividad jurisdiccional no depende de la voluntad de un


particular, sino de un órgano público que lo ejercita en nombre del interés
público y con carácter oficial (el Ministerio Fiscal, generalmente).

• La determinación del objeto no es facultad de las partes, sino que corres-


ponde a previsiones legales objetivas.

• La indisponibilidad del objeto impide poner fin al proceso por mera vo-
luntad de las partes.

(30)
En el proceso penal por aplicación de este principio, ante el conocimiento de Arts. 303 y 308 LECrim
30
la "notitia criminis", el juez debe incoar sumario o diligencias equivalentes
para averiguar si concurren o no circunstancias delictivas.

(31)
En la fase procesal destinada a la investigación de los hechos para determinar Art. 284 LECrim
si constituyen o no un supuesto delictivo y a la identificación del delincuente,
(32)
la vigencia del principio de oficialidad es prácticamente total. El tan repetido Art. 773.2 LECrim

interés público obliga a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado a inves-
(33)
tigar los extremos señalados, de manera que, en cuanto de esa actividad surja Arts. 303.1 y 306 LECrim

la probable existencia de un hecho aparentemente delictivo, la Policía31 y la (34)


Art. 308; art. 773 y 777 LECrim
Fiscalía32 tienen el deber de ponerlo en conocimiento del juez. El juez debe
dirigir dicha actividad instructora "ex officio" con la colaboración del fiscal,
quien desarrolla labores de inspección33. Es también manifestación de la ofi-
cialidad, en esta sede, la posibilidad de iniciar "ex officio" el proceso penal, así
se tenga conocimiento de la "notitia criminis" y dando cuenta inmediata de
ello al fiscal34.

En la fase de enjuiciamiento (también llamada de juicio oral) la vigencia de la


oficialidad se diluye notablemente debido al principio acusatorio, conforme a
la cual, frente a la especial naturaleza del "ius puniendi" y a que la búsqueda
de la verdad material es uno de los fines del proceso penal, se entiende que
cualquier actividad del órgano judicial le hace perder su posición de tercero
imparcial.
© FUOC • PID_00266551 37 Introducción al derecho procesal (II)

(35)
Como excepciones, o más bien casos donde ambos principios no rigen en to- Arts. 804 y siguientes LECrim
da su extensión, figuran los procesos civiles relativos a la capacidad de las per-
sonas, paternidad, maternidad, etc., donde existen manifestaciones de oficia-
lidad, en atención, precisamente, a la concurrencia de interés público en su
objeto (el estado y condición de las personas) interviniendo el Ministerio Fis-
cal (art. 749 LEC) y señalando límites a la disponibilidad sobre el objeto del
proceso (art. 751 LEC). Paralelamente, entre los procesos penales, el de por
injurias y calumnias presenta manifestaciones del principio dispositivo: sólo
puede iniciarse por querella; y el perdón del ofendido extingue la responsabi-
lidad penal, poniendo fin al proceso35.

4.4.3. Principio de aportación de parte y de investigación de


oficio

En los procesos regidos por el principio dispositivo, rige normalmente el prin-


cipio de aportación de parte, como corolario de aquél.

Al igual que los sujetos disponen de sus derechos, les corresponde intro-
ducir los hechos y los medios probatorios (iudex iudicet secundum allegata
et probata partium). El órgano jurisdiccional debe atenerse a los hechos
incorporados y admitidos por las partes, sin incorporar o intervenir en
actividad probatoria que no haya solicitado alguna de las partes.

Al introducir los hechos, las partes determinan el objeto del proceso, de


manera que principio dispositivo y de aportación de parte se solapan.

Intervención del juez

En cuanto a la iniciativa probatoria, la aplicación rigorista del principio excluye la inter-


vención judicial, circunstancia que no se ha respetado del todo en la LEC al regular una
clara intervención del juez en la proposición de prueba a tenor del artículo 429 LEC, y
posteriormente en las diligencias finales (art. 435 LEC).

Con arreglo al principio de oficialidad y a la investigación de oficio, es


el juez (u otro órgano oficial) quien introduce los hechos, delimita el
objeto del proceso y determina los medios probatorios y su práctica.

(36)
En la instrucción, corresponde al juez bajo la inspección directa del fiscal la Art. 306 LECrim
36
introducción del material de hecho , mediante cualquiera de las diligencias
reguladas en los títulos IV y V del libro II de la LECrim.
© FUOC • PID_00266551 38 Introducción al derecho procesal (II)

(37)
Junto con él, le corresponde practicar las "primeras diligencias" a cualquier au- Arts. 13, 307 y 499 LECrim
37
toridad judicial a quien se trasmita la "notitia criminis ", así como a la policía
(38)
Art. 282 y 295 LECrim
judicial, quien debe llevar a cabo las llamadas "diligencias de prevención38"
o los actos investigadores previstos en el artículo 28 del RD 769/1987, de 19
de junio.

(39)
El Ministerio Fiscal, por su parte, puede ordenar la práctica de cualquier acto de Art. 5.2 EOMF, Ley 50/1981, de
30 de diciembre
investigación, siempre que no sea limitativo de derechos fundamentales y no
haya asumido la instrucción el juez39; practicar él mismo u ordenar a la policía (40)
Art. 773.2.I y II LECrim
que practique las diligencias que estime pertinentes para la averiguación del
delito o de la persona del delincuente; decretar el archivo, comunicándolo al
perjudicado u ofendido; y hacer comparecer ante sí a cualquier persona en los
términos establecidos para la citación judicial40.

(41)
En la fase de juicio oral, la vigencia del principio acusatorio impone la apor- Art. 650.1 y 781.1 LECrim
tación de parte. Los hechos son los establecidos por las partes en sus escritos
acusatorios, con una importante limitación: la de que deben haber sido deter-
minados en el sumario o instrucción, única forma de evitar acusaciones sor-
presivas41.

(42)
En cuanto a la actividad probatoria, en los mismos escritos de calificación y Arts. 656 y 728 LECrim
42
defensa se proponen las pruebas de que intenta valerse cada parte . Al hilo de
esta facultad, tradicionalmente se ha destacado como característica propia del
proceso penal y de los tan repetidos fines específicos del mismo (entre ellos, la
búsqueda de la verdad material: arts. 701.VI y 726 LECrim), la posibilidad de
excepcionar el principio de aportación de parte, mediante la facultad del juez
de proponer nuevos medios de prueba, a tenor del artículo 729.2 LECrim.

4.4.4. Sistema acusatorio formal y principio acusatorio: la


singularidad del proceso penal

En nuestro proceso penal, la existencia de un interés público en la persecución


de los delitos y la necesidad de configurar un proceso alejado de una configu-
ración inquisitiva –que niega por sí mismo la existencia de un proceso (Mon-
tero)– ha conducido a la adopción de un sistema�acusatorio�formal, enten-
diendo por tal aquel en el que se reconoce el interés público en la persecu-
ción por medio de garantizarla mediante su ejercicio por el Ministerio Fiscal y
otros acusadores; simultáneamente, se abandona toda nota inquisitorial, pre-
servando que quien investiga y acusa no puede juzgar. Esta última nota y sus
manifestaciones es la que se denomina principio�acusatorio.

El principio acusatorio se resume en una idea, importante, pero bien


simple: "no hay proceso sin acusación"; y esto, si bien se piensa, com-
prende que "quien acusa no puede juzgar".
© FUOC • PID_00266551 39 Introducción al derecho procesal (II)

Son manifestación de este principio acusatorio:

1) Necesidad de la existencia de una acusación

La acusación es presupuesto del juicio y de la condena. Esto exige, en


primer término, el previo conocimiento de la acusación formulada. La
acusación, además de conocida por el acusado, debe existir ineludible-
mente para poder abrir la fase enjuiciadora y ha de ser sostenida a lo
largo de ésta por un órgano distinto del enjuiciador. Desde esta perspec-
tiva, el órgano juzgador ve circunscrito el ámbito de su conocimiento
y decisión al marco estricto –sujeto y hechos– que delimitan la acción,
esto es, su sentencia debe ser congruente, lo que en términos del proce-
so penal se denomina correlación entre acusación y sentencia.

2) Correlación entre acusación y sentencia (la congruencia en el proceso penal)

La sentencia no puede condenar por hecho punible distinto del que fue
objeto de la acusación, ni a sujeto diferente de aquel a quien se imputó
y posteriormente se acusó, según la delimitación formal de la acusación
en los escritos de calificación o acusación.

3) La prohibición de "reformatio in peius"

La necesidad de una acusación se extiende a las diferentes instancias, sin


que pueda apreciarse que la existente en la primera sirva a tales efectos,
exigiéndose así, también, la formulación de acusación en esta segunda
instancia, abierta a través del recurso de apelación.

Es la impugnación de una sentencia lo que opera la investidura del juez supe-


rior, determinando la posibilidad de que éste desarrolle los poderes que tiene
atribuidos, con la limitación determinada por la pretensión de las partes. Así,
salvo las expresas excepciones previstas por la ley, el efecto devolutivo de la
apelación se limita a los puntos objeto del recurso.

Ejemplo

Si A es condenado a X y presenta recurso contra la sentencia condenatoria, el tribunal de


apelación sólo podrá ratificar la sentencia o absolver, pero no condenar a A a una pena X
+ Y. Si, en cambio, también recurre alguna parte acusadora, solicitando X + Y, el tribunal
puede aumentar la pena impuesta en primera instancia.
© FUOC • PID_00266551 40 Introducción al derecho procesal (II)

4.4.5. Valoración legal y valoración libre de la prueba

Introducidos los hechos y practicada la actividad probatoria, hay que deter-


minar mediante qué reglas o principios valorará el tribunal los resultados ob-
tenidos por cada medio.

El sistema de prueba legal responde a procurar la seguridad jurídica derivada


de atribuir a cada medio probatorio un valor previamente señalado en la nor-
ma procesal correspondiente. Pero también ha servido históricamente para li-
mitar las facultades del juez penal en el proceso inquisitivo. En todo caso, las
normas de valoración legal de la prueba constituyen máximas de la experien-
cia recogidas en preceptos positivos (Stein).

(43)
Art. 741 LECrim
El sistema de valoración libre de la prueba deja al juez la valoración
del valor que cabe otorgar a cada medio de prueba; ahora bien, eso no
significa que pueda hacerlo arbitrariamente. Todas las fórmulas utiliza-
das por la ley, al referirse a las "reglas de la sana crítica" y al "criterio
racional", contienen de hecho la necesidad de motivar suficientemente
la valoración efectuada. La valoración libre va ligada a la inmediación
en la medida en que, para valorar libremente, ha de haberse estado pre-
sente al practicarse la prueba correspondiente (testifical, pericial, etc.).

El sistema español del proceso civil combina ambos sistemas, estable-


ciendo las reglas correspondientes al regular cada uno de los medios de
prueba. En el proceso penal, se consagra de manera absoluta el sistema
de libre valoración43.

4.5. Principios del procedimiento

Los principios del procedimiento se refieren a la concreta forma que adopte el


mismo. Se trata de los siguientes principios:

• oralidad y escritura

• mediación y concentración

• publicidad

Nota

Se incluyen en este subapartado aquellos principios que, afectando prioritariamente a la


forma que adopte el procedimiento o alguna de sus fases (oral o escrita; con inmediación
o no; con publicidad o sin ella), no resultan, como los anteriores, esenciales o generadores
de características intrínsecas o nucleares del proceso.
© FUOC • PID_00266551 41 Introducción al derecho procesal (II)

Estos principios resultan conexos entre sí, de forma que la sujeción a


uno suele acarrear la de otro y viceversa. Así, un proceso oral exigirá de
la inmediación y la concentración, acarreando la publicidad del mismo.
En tanto otro escrito favorece la ausencia de inmediación, no exige la
concentración y resulta perfectamente compatible con la falta de publi-
cidad.

4.5.1. Oralidad y escritura

Se entiende por oralidad la forma procedimental que implica funda-


mentar la resolución judicial, únicamente, en el material aportado por
las partes por medio de la palabra hablada, y en especial, en la prueba
desarrollada oralmente ante el órgano judicial. El principio de escritura,
por el contrario, informa un proceso en el que la resolución se funda-
menta en los datos deducidos o alegados por las partes por escrito.

Proceso oral y proceso escrito

Nos encontramos ante un proceso oral cuando el proceso acaba con una vista oral en la
que el juez toma contacto directo con las pruebas personales y con las partes, aunque
dicha audiencia haya sido preparada por actos escritos.

Será escrito cuando las actuaciones determinantes sean escritas, operando las orales, de
haberlas, con carácter absolutamente accesorio.

Hoy en día, no obstante, no existe procedimiento que sea radicalmente oral o


escrito, de manera que la configuración procedimental a estos efectos termina
por ser una cuestión de preeminencia, más que de opción.

(44)
Descendiendo ya a un plano concreto, el artículo 120.2 CE incorpora la ora- Arts. 650 y 732.2 LECrim
lidad al marco constitucional, especialmente en el proceso penal ("el procedi-
(45)
miento será predominantemente oral, sobre todo en materia criminal"). Dicha Art. 668 LECrim

mención, sin embargo, no es imperativa, de manera que no se opone al pre-


cepto constitucional el establecimiento de una fase o de determinados actos
inspirados en el principio de la escritura: así, por ejemplo, los escritos de cali-
ficaciones44, o los artículos de previo pronunciamiento45, o el régimen de la
prueba documental diseñado por el artículo 726 LECrim.

(46)
En términos generales, por tanto, nuestro proceso penal está informado por Arts. 701 a 730 LECrim
46
el principio de oralidad en sus aspectos esenciales: la práctica de la prueba ,
(47)
Arts. 734 a 737 LECrim
los informes de acusación y defensa47, la última palabra al acusado48 y, espe-
cialmente, que el juez dicte sentencia con arreglo a las pruebas practicadas en (48)
Art. 739 LECrim
49
el juicio .
(49)
Art. 741 LECrim
A esta regla le cabe una excepción expresa: la celebración de las sesiones de
juicio a puerta cerrada cuando lo exijan razones de seguridad u orden público,
o la adecuada protección de los derechos fundamentales de los intervinientes,
© FUOC • PID_00266551 42 Introducción al derecho procesal (II)

en particular, el derecho a la intimidad de la víctima, el respeto debido a la


misma o a sus familias, o resulte necesario para evitar a las víctimas perjuicios
relevantes (art. 681 LECrim). Esta restricción no se aplica al Ministerio Fiscal, a
los encausados, al acusador privado, al actor civil y a los respectivos defensores,
a excepción de tratarse de la declaración de una víctima menor de edad o con
discapacidad o necesitados de especial protección (arts. 681.3 y 707 LECrim).

Más determinante para la vigencia del principio de oralidad es su adecuación


al ir acompañado de la de otros principios que son su consecuencia: la inme-
diación, el de concentración y el de publicidad.

4.5.2. Inmediación y mediación. Concentración

El principio de inmediación es consecuencia del triple fundamento del proce-


so liberal que surgió como reacción al sistema de justicia secreta (publicidad,
oralidad y juicio por jurados).

El juicio debe realizarse oralmente para que cualquiera pueda verlo, oír-
lo y entenderlo, y por ende, los jueces sólo pueden acceder a una prueba
practicada ante ellos.

Según el principio de inmediación, y el de oralidad al que lógicamente


acompaña, el juez que resuelva el proceso debe haber asistido a la prác-
tica de las pruebas "con inmediación", apreciando las declaraciones y
observando directamente los restantes medios de prueba.

El principio de inmediación es, asimismo, la consecuencia necesaria de elimi- Importancia del principio
nar la prueba tasada, imperante en el antiguo proceso secreto. de inmediación

El Tribunal Constitucional
En los procesos españoles orales, la inmediación es una consecuencia, de ahí se ha referido a la importan-
cia del principio de inmedia-
que la posibilidad de práctica de prueba ante juez distinto del que dicte sen- ción en las sentencias: SSTC
31/1998 y 64/1993, entre las
tencia es excepcional50. fundamentales al efecto.

(50)
Arts. 193.3, 199 y 200 LEC

(51)
En el proceso penal, sobre todo en su fase oral, impera la inmediación51. La Arts. 701 y 734 a 739 LECrim
52
actividad probatoria y los informes han de realizarse ante el tribunal . La sen-
(52)
Arts. 688.2 y 683 LECrim
tencia ha de discutirse inmediatamente después de celebrado el juicio53, en
tres días si se trata de delito y el mismo día o al siguiente si fuera un delito (53)
Art. 149 LECrim
54 55
leve . Además, en caso de suspensión dilatada del juicio , se declarará la nu-
(54)
lidad del juicio, iniciándose otra vez el juicio oral56. Arts. 741 y 203 LECrim

(55)
En la fase instructora, sin embargo, en parte porque al menos teóricamente no Arts. 746.4 y 5 LECrim

hay fase probatoria alguna, y porque en todo caso quien instruye no juzgará
posteriormente, la inmediación no tiene la relevancia que presenta en la fase
© FUOC • PID_00266551 43 Introducción al derecho procesal (II)

(56)
enjuiciadora, operando la escritura y la mediación sin mayores dificultades. A Art. 749 LECrim
estos efectos debe recordarse la frecuencia con la que determinadas activida-
des, originariamente instructoras, devienen posteriormente pruebas precons-
tituidas, lo que origina la necesidad de integrar este principio en aquella ac-
tuación, normalmente realizada en ausencia del órgano judicial, o en todo
caso de aquel que después debe resolver.

Así se prevé, a título de ejemplo, en el caso de la prueba testifical en los artícu-


los 777.2 y 797.2 LECrim.

Excepciones al principio de inmediación (57)


Precisamente, lo que se pre-
vé en los citados artículos 777.2 y
Se reconocen casos de excepción a la vigencia del principio –o quizás mejor, supuestos 797.2 LECrim.
en que la ausencia de inmediación debe ser contrapesada con otras garantías– en los
siguientes casos:
(58)
Art. 710 LECrim
• el testimonio de alguien muerto o desaparecido ;57

• prescindir de la comparecencia de peritos pertenecientes a organismos oficiales, como


se prevé en el procedimiento abreviado; o
• el testimonio de referencia58.

La ausencia de inmediación constituye un obstáculo a la hora de articular la


llamada "doble instancia" en el proceso penal, entre otros aspectos sobre los
que se volverá al tratar este tema específico más adelante, por la dificultad del
juez de apelación para cumplimentar los principios de oralidad e inmediación
a la hora de resolver sobre determinadas pruebas practicadas en primera ins-
tancia, para la que, como en el caso de la testifical o la confesión, la inmedia-
ción resulta ineludible.

4.5.3. Publicidad y secreto

La publicidad hace referencia a la posibilidad de que las actuaciones


sean presenciadas por la sociedad, en general, y por el público asistente,
en particular, por medio de la conocida "audiencia pública".

Cuestión diferente es la llamada "publicidad interna", que se refiere a las


partes en el proceso, y cuyo estudio corresponde al análisis del derecho
de defensa y de la prohibición de indefensión.

El derecho a un proceso público tiene una proyección más amplia que las
partes, extendiéndose también a terceros.

Este principio se encuentra, actualmente, constitucionalizado en los artículos


24.2 y 120 de la Norma Fundamental y en los artículos 14.1 PIDCP y 6.1 CEDH.
© FUOC • PID_00266551 44 Introducción al derecho procesal (II)

STC 96/1987

El Tribunal Constitucional resalta la importancia de este principio en atención a su doble


finalidad59: "Por un lado, proteger a las partes de una justicia sustraída al control público,
y por otro, mantener la confianza de la comunidad en los tribunales, constituyendo en
ambos sentidos tal principio una de las bases del debido proceso y uno de los pilares del
Estado de Derecho".

(59)
También puede examinarse la principal doctrina emanada del TEDH en los siguientes
casos: "Le Compte", "Van Leuven" y "De Meyere", de 28 de junio de 1981; "Albert y Le
Compte", de 10 de febrero de 1983; "Pretto", de 8 de diciembre de 1983; y "Axen", de 10
diciembre de 1983.

Por garantizar precisamente la publicidad externa, la aplicación de este prin-


cipio presenta distinta intensidad en las dos fases del proceso penal.

(60)
En la fase de investigación prevalece el secreto de las actuaciones60, aunque Art. 301 LECrim

significativamente paliada respecto de las partes personadas y las diligencias


(61)
que se practiquen una vez adquieran tal condición, salvo que se declare secreto Arts. 302 LECrim y 234 LOPJ

el sumario61.

En el juicio oral, la exigencia de publicidad es absoluta, constituyendo su in-


fracción motivo de nulidad absoluta conforme al artículo 680.I.° LECrim y al
artículo 238 LOPJ.

Dos cuestiones merecen una atención especial, aunque breve: el secreto del
sumario y la intervención de los medios de publicidad y aparatos de reproduc-
ción en los juicios.

Secreto del sumario

(62)
Entendiendo por "secreto externo del sumario" aquel que conforme al artículo STC 13/1985
301 LECrim rige frente al público en general, el TC ha elaborado una doctrina
que, a la par que lo justifica (resulta procedente prohibir llevar a cabo una
revelación indebida transmitiendo datos de los que se han conocido por el
sumario), proclama que su contenido y extensión deben interpretarse restric-
tivamente, de forma que si el hecho se conoce por otra vía que no sea la reve-
lación indebida, el secreto no afecta a los hechos, pudiendo revelarse en uso
de la libertad de información. Lo contrario, se aduce, sería crear una atípica e
62
ilegítima materia reservada .

(63)
STC 64/1994 y ATC 270/1994
En cuanto al conocido como "secreto interno del sumario", aquel que
excepcionalmente puede imponerse a las partes, el TC ha recordado su
interpretación sobre el principio de publicidad interna, que se excluye
–como se ha señalado– del derecho a un proceso público y se entiende
comprendido en el derecho de defensa63.
© FUOC • PID_00266551 45 Introducción al derecho procesal (II)

(64)
El Tribunal Constitucional sienta la siguiente doctrina: el proceso penal puede Art. 301 LECrim
tener una fase sumaria amparada por el secreto y, en cuanto tal, limitativa de
(65)
la publicidad y de la libertad. Ahora bien, como el secreto se configura como Art. 301.2 LECrim

impedimento al conocimiento de las actuaciones seguidas en esta etapa del


(66)
SSTC 13/1985, 176/1988 y
proceso penal64, dicho secreto implica que no puede trasgredirse la reserva so- 18/1999
bre su contenido por medio de revelaciones indebidas65 o a través de un cono-
cimiento ilícito y su posterior difusión. Fuera de este ámbito, no cabe arrebatar
uno o varios elementos de la realidad social a la libertad de información sin
crear indebidamente una materia reservada66.

Intervención de los medios de comunicación

(67)
SSTC 30/1982, 13/1985,
El TC ha comprendido, en los artículos 14.1 PIDCP y 6 CEDH, la po- 128/1988 y 66/2001

sibilidad de que los medios de comunicación proyecten al exterior los


juicios, más allá del círculo de las personas presentes en los mismos67.

(68)
El principio de la publicidad de las actuaciones68 conduce a establecer, como Art. 121 CE

único límite, el deber de no condicionar los procesos ni desautorizar las re-


(69)
STEDH Prager y Oberschlick
soluciones judiciales ni insultar69. A partir de ahí, existe plena libertad de in- frente a Austria, de 26 de abril de
formación sobre procesos en curso, siempre que se respete el requisito de ve- 1995

racidad y la presunción de inocencia, de forma que las posibles restricciones


(70)
STDEH Sunday Times frente
han de justificarse por la existencia de salvaguardar otro bien jurídico, como
al Reino Unido, de 26 de abril de
la protección del honor o la infancia70. 1979; Du Roy frente a Francia, de
3 de octubre del 2000; SSTC 30/
1986; 36/ 1991

El derecho a la libre comunicación de una información veraz no es ab- (71)


STS 3703/2000
soluto. Junto con la posibilidad de decretar el secreto del sumario, exis-
ten otros límites como:

• la protección del derecho al honor y a la propia imagen, o

• la protección de la juventud e infancia, que permite celebrar el "jui-


cio a puerta cerrada" sin vulnerar el derecho a la publicidad de las
actuaciones71.

Retransmisión de los juicios a través de medios de comunicación

Cuestión especialmente sensible es la retransmisión de los juicios a través de medios de


comunicación, singularmente la televisión, tanto por la colisión entre los derechos a la
intimidad y a la propia imagen y el que nos ocupa, cuanto a otro efecto, como el de los
conocidos como "juicios paralelos". Surge así el conflicto en torno a la presencia de los
medios de comunicación en las salas de los tribunales, sobre las que se pronunciaron
diferentes sentencias del Tribunal Supremo (SSTS 25 de junio de 1990; 13 de noviembre
de 1990; o 14 de febrero de 1995) y que generaron el Acuerdo de la Sala de Gobierno del
Tribunal Supremo de 12 de septiembre de 1995 sobre "Normas sobre acceso al Palacio sede
del Tribunal Supremo", a su vez objeto posterior de recurso resuelto por la Sala de lo CA
© FUOC • PID_00266551 46 Introducción al derecho procesal (II)

del TS, el 9 de julio de 1999. Juicios de clara incidencia mediática, así como el desarrollo
de programas televisivos de "corte judicial" que alcanzaron su punto álgido con el "caso
Alcàsser", no han hecho sino poner de relieve la dificultad de resolver los intereses en
conflicto. Por otra parte, la protección de la víctima y de sus familiares permite al juez
adoptar una serie de medidas:

a) Prohibir la divulgación o publicación de información relativa a la identidad de la víc-


tima, de datos que puedan facilitar su identificación de forma directa o indirecta, o de
aquellas circunstancias personales que hubieran sido valoradas para resolver sobre sus
necesidades de protección.

b) Prohibir la obtención, divulgación o publicación de imágenes de la víctima o sus fa-


miliares. Esta prohibición será absoluta en el caso de víctimas menores de edad o víctimas
con discapacidad necesitadas de especial protección, en cuanto a los datos que puedan
facilitar su identificación directa o indirecta, o de aquellas circunstancias personales que
hubieran sido valoradas para resolver sobre sus necesidades de protección, la obtención
o divulgación de imágenes suyas o de sus familiares (art. 681.2 y 3 LECrim).

4.6. Derechos y garantías constitucionales

Con un tratamiento desigual e ineludiblemente limitado, se incluyen en este


subapartado diferentes derechos y garantías, derivados de la Constitución, que
tienen singular relevancia para la configuración del proceso penal, aunque
algunos resulten también aplicables al proceso civil, como el derecho a utilizar
todos los medios pertinentes para la defensa o el derecho al juez ordinario
predeterminado por la ley.

Vaya por delante que algunos, como el derecho de defensa o, dentro del mis-
mo, el derecho a conocer la acusación formulada, podrían examinarse, desde
otro punto de vista, como principios inherentes a un sistema acusatorio. Y lo
mismo sucede con la presunción de inocencia o el derecho a una revisión de la
condena penal condenatoria –mal llamada doble instancia penal–, que puede
estudiarse desde la perspectiva del derecho a los recursos o de la del derecho
de acceso a la jurisdicción.
© FUOC • PID_00266551 47 Introducción al derecho procesal (II)

4.6.1. El derecho de defensa y sus garantías

(72)
Art. 24.1
Desde una perspectiva amplia, la prohibición de indefensión, que es la
contemplada en la Constitución72, es la formulación negativa del de-
recho de defensa, comprendiendo en este último otros derechos cuyo
respeto resulta ineludible para salvaguardar el derecho de defensa sin
generar indefensión (derecho a conocer de la acusación formulada; de-
recho a no declarar contra sí mismo y a no declararse culpable; derecho
a la defensa y a la asistencia de letrado, y derecho a utilizar todos los
medios pertinentes para la defensa), y que son los que centrarán nuestra
atención tras una breve mención al concepto y configuración constitu-
cional de la prohibición de indefensión.

Al mandato del artículo 24 de la Constitución se une hoy la transposi-


ción en el ordenamiento interno de la Directiva 2013/48/UE, sobre el
derecho a la asistencia de letrado en los procesos penales y en los proce-
dimientos relativos a la orden de detención europea, y sobre el derecho
a que se informe a un tercero en el momento de la privación de libertad
y a comunicarse con terceros y con autoridades consulares durante la
privación de libertad.

La prohibición de indefensión

(73)
Alegar indefensión es un recurso reiterado a la hora de acudir al Tribunal Cons- SSTC 48/84, 175/87, 155/88,
205/88, 35/ 89 y 112/89, entre
titucional en amparo. Tanto es así que, después de muchos titubeos, el TC pa-
otras muchas
rece haber establecido una doctrina consolidada sobre este etéreo concepto,
que remite a la "indefensión constitucionalmente relevante", que no coincide
con la indefensión jurídico-procesal. Aquélla hace referencia a un resultado
efectivamente producido, lo que dependerá, a la postre, de las circunstancias
en que la infracción se produzca, del resultado final del proceso y de la con-
ducta procesal de las partes73.
© FUOC • PID_00266551 48 Introducción al derecho procesal (II)

(74)
Requisito necesario pero no su-
La indefensión constitucionalmente relevante presenta unos rasgos bá- ficiente, SSTC 13/1981 y 18/1983.

sicos que deben concurrir y que recaen sobre los siguientes elementos:

• que se haya infringido una norma procesal74;

• que exista privación o limitación de oportunidades de defensa, en-


tendiendo por tales las consistentes en realizar alegaciones o en pro-
poner y practicar pruebas;

• que la indefensión no sea imputable al que la sufre, de modo que la


prueba de la indefensión corre a cargo de quien la sufre; asimismo,
debe determinarse en cada caso el grado de diligencia exigible al
justiciable o a su abogado o procurador;

• que la privación o limitación de la defensa no haya quedado poste-


riormente sanada;

• que se ponga de manifiesto no sólo la limitación o privación, sino


además el contenido que hubiera tenido lo preterido, esto es, que
se demuestre la indefensión material; y

• que la privación o limitación haya tenido incidencia efectiva en el


fallo.

Derecho a ser informado de la acusación formulada

(75)
Arts. 2, 118 y 520 LECrim
El derecho a ser informado de la acusación formulada está contempla-
do, expresamente, en el artículo 24.2 CE. El contenido del derecho es (76)
Arts. 652 y 784.1 LECrim, cfr.
diverso en la fase instructora y en la de juicio oral. SSTC 135/1989 y 100/1996, entre
otras

En la fase de instrucción se proyecta sobre el hecho punible del que se


le considera autor con todas sus circunstancias y de los derechos que le
asisten75. Y en la de juicio oral lo hace respecto de la acusación formal,
por medio de los escritos de calificaciones provisionales o de acusación,
en primer término, y de los de conclusiones definitivas, después, de los
que se debe dar traslado y conocimiento al titular con tiempo suficiente
para articular su defensa76.

(77)
La proyección de este derecho llega a momentos preprocesales, en relación Arts. 17.3 CE y 520.2 LECrim
con la detención y la necesidad de información sobre los derechos y la razón
de la detención77, y a situaciones anteriores a la propia formulación de la acu-
© FUOC • PID_00266551 49 Introducción al derecho procesal (II)

sación, lo que permite hablar con más propiedad de un derecho a conocer


de la existencia de un proceso penal y de un concepto más amplio que el de
acusación, llamado imputación.

Imputación (78)
STC 186/1990, entre otras mu-
chas
La imputación, concepto que se ampliará al tratar del sujeto pasivo del proceso, es con-
dición imprescindible para poder formular acusación desde el momento en que, según
doctrina constitucional consolidada, no cabe formular acusación contra quien previa- (79)
Arts. 118.I y II y 775 LECrim
78
mente no haya adquirido la condición de procesado . Tal situación –que determina el
momento inicial para ejercitar el derecho de defensa– surge, bien desde el primer acto (80)
Art. 775 LECrim
de iniciación del proceso en que se determine al procesado79, bien desde la detención o
adopción de cualquier otra medida cautelar, bien desde el procesamiento o la primera
comparecencia ante el juez80. No vulnera tal derecho, sin embargo, la falta de traslado (81)
STC 100/1996
de la admisión de la querella al querellado, siempre que no se efectúen diligencias que
limiten su derecho de defensa y la primera declaración judicial se haga en calidad de
imputado, no de testigo, y asistido de letrado81. En la Reforma parcial de la Ley de En-
juiciamiento Criminal del 2002, esta necesidad se atiende especialmente en los artículos
775, 797.1.3.ª y 967, todos de la LECrim, respecto al procedimiento abreviado, al enjui-
ciamiento rápido y al juicio de delitos leves respectivamente.

(82)
SSTC 163/1986, 168/1990,
Junto con este contenido esencial del derecho, se consideran diferentes 47/1991 y 100/1992; más re-
cientemente, SSTC 19/2000 y
manifestaciones externas, que constituyen en definitiva requisitos for- 118/2001.
males que deben observarse. Se trata de las siguientes:
(83)
Conclusiones definitivas en el
1) la formulación de la acusación debe ser explícita y efectiva, informán- proceso ordinario por delitos gra-
ves (arts. 649, 650.1 y 732 LE-
dole de los derechos contenidos en el artículo 520.2 LECrim en un len-
Crim (SSTC 44/85 y 135/1989);
guaje comprensible y que resulte accesible al destinatario, adaptándose el escrito de acusación en el pro-
cedimiento abreviado (art. 784.1
a su edad, grado de madurez, discapacidad y cualquier otra circunstan- y 5 LECrim) (SSTC186/1990 y
cia personal de la que pueda derivar una limitación de la capacidad para 54/1991); o en el propio acto del
juicio oral en el juicio de por deli-
entender el alcance de la información que se facilita82; tos leves, siempre y cuando el acu-
sado pueda defenderse en el cita-
do juicio (SSTC 34/1985, 54/1987,
2) se consignará en distintos escritos según el proceso de que se trate83; 72/1991, 182/1991, 11/1992 y
56/1994).
3) la Constitución no impone un mismo grado de exigencia a la acusa-
(84)
ción en sentido estricto (la contenida en el escrito de conclusiones o STC 20/87 y, entre las más
completas, STC 41/1998
calificaciones definitivas) que a la que da lugar al inicio de una investi-
84
gación o a sus medidas de aseguramiento ;

4) se prohíbe la llamada "inculpación tardía" (SSTC 100/96, 41/98,


87/2001, 118/2001);

5) la inculpación ha de reiterarse en cada una de las instancias (SSTC


53/1987, 168/1990, 100/1992).

En síntesis, se recuerda que la posibilidad de ejercicio de defensa contradictoria


se comprende en tres reglas:

1) nadie puede ser acusado sin haber sido, con anterioridad, declarado judi-
cialmente imputado (SSTC 273/1993 y 14/1999; 87/2001);
© FUOC • PID_00266551 50 Introducción al derecho procesal (II)

2) nadie puede ser acusado sin haber sido oído con anterioridad a la conclusión
de la investigación; y

(85)
3) no se debe someter al imputado al régimen de las declaraciones testificales, SSTC 18/90, 128/93, 23/93,
277/94, 149/97, 14/99, 19/2000 y
cuando de las diligencias practicadas pueda fácilmente inferirse que contra
87/2001
él existe sospecha, ya que la imputación no puede retrasarse más allá de lo
estrictamente necesario85.

(86)
SSTC 273/1993 y 87/2001
En conclusión, el derecho a conocer de la acusación formulada, como
parte del derecho de defensa, supone a efectos de su vulneración cons-
titucional, que la necesidad de dar entrada al imputado en el proceso
desde su fase preliminar lo es a efectos de evitar que puedan producir-
se, en esta última, situaciones materiales de indefensión, esto es, que la
citada comisión exige una relevante y definitiva privación de las facul-
tades de alegación, práctica de diligencias y contradicción86.

Derecho a no declarar contra sí mismo y a no declararse culpable

(87)
Recogidos asimismo con carácter expreso en el artículo 24.2 CE, tanto uno SSTC 36/1983, 127/1992 y
197/1995
como otro –que en realidad constituyen dos caras de una misma moneda– son
garantías o derechos instrumentales del genérico derecho de defensa87.

En atención a los mismos, los órganos judiciales deben ilustrar desde


el primer acto procesal que se dirija contra una persona concreta, de su
derecho a no prestar declaración en su contra y a no declararse culpable.

Tal información debe realizarse antes de la toma de declaración, lo que impli- Ved también
ca, por una parte, que si se estaba declarando en condición de testigo (por
Ved a este respecto lo señala-
ejemplo) y se advierte que su condición debe ser la de imputado, se vulne- do en el subapartado 4.6.1, re-
rará el derecho de defensa en estas dos manifestaciones si no se suspende la lativo a la conexión con el de-
recho a conocer de la acusa-
declaración y se le advierte de estos dos derechos y de su nueva condición. ción formulada, el derecho de
defensa, así como la jurispru-
Consecuentemente, además, lo declarado previamente no podrá ser utilizado dencia allí citada.
en su contra.

El derecho a guardar silencio y a no declarar contra sí mismo se recoge en el art.


7 de la Directiva (UE) 2016/343, de 9 de marzo de 2016, por la que se refuerzan
en el proceso penal determinados aspectos de la presunción de inocencia y el
derecho a estar presente en el juicio.

Derecho a la autodefensa, a la asistencia de letrado y a un intér-


prete; derecho a que se ponga en conocimiento de un familiar o
persona que desee su privación de libertad y el lugar de custodia;
derecho a comunicarse telefónicamente con un tercero de su elec-
ción, y derecho a acceder a todos los elementos de las actuaciones
© FUOC • PID_00266551 51 Introducción al derecho procesal (II)

esenciales para impugnar la legalidad de la detención o privación


de libertad y a ser examinado por el médico forense

Se tratan seguidamente un conjunto de derechos, corolario imprescindible de


aquel otro más genérico que sirve de título a este apartado.

1) La autodefensa

La autodefensa alude al derecho a defenderse por uno mismo.

Interpretación restrictiva del derecho de autodefensa

Contemplado en los artículos 24 CE y 6.3 c) y 14.d) del Convenio Europeo para la Pro-
tección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales (CEDH), el derecho
de autodefensa ha sido objeto de una interpretación restrictiva del TC en atención, pre-
cisamente, a no limitar el derecho de defensa.

Señala el TC que, en el artículo 24 CE, se reconoce tanto un derecho a la de-


fensa técnica o mediante abogado, cuanto a la autodefensa o defensa privada.

Sin embargo, no existe un derecho constitucional a la autodefensa con


virtualidad para excluir la defensa técnica en aquellos casos en que el
legislador haya optado por establecer la obligatoriedad de la defensa
técnica. El contenido del derecho a defenderse por sí mismo no se ex-
tiende a la facultad de prescindir de la preceptiva defensa técnica.

Defensa técnica

Corresponde al legislador, en definitiva, establecer para cada proceso si la autodefensa es


una alternativa o si la defensa técnica es obligatoria (SSTC 42/1982, 181/1994 y 29/1995).
En todo caso, el contenido de la defensa técnica es mayor ya que, si bien la asistencia
letrada puede ser impuesta pero nunca excluida, la autodefensa puede ser permitida pero
nunca impuesta.

En el juicio por delitos leves, este derecho conduce a reconocer el derecho del denunciado
a interrogar directamente a los testigos de cargo (STC 143/2001).

2) Derecho a la defensa y asistencia de letrado


© FUOC • PID_00266551 52 Introducción al derecho procesal (II)

(88)
STC 196/1987
El derecho a la defensa y asistencia de letrado se trata de un derecho de
doble proyección que garantiza tanto la asistencia letrada al detenido Obligación jurídico-
(art. 17.3 CE) como la asistencia letrada al imputado o acusado (art. 24.2 constitucional

CE), y cuyo contenido, a veces solapado (cuando el detenido adquiere


La designación de letrado
la condición de imputado), no es idéntico sino mucho más amplio en se torna en una obligación
jurídico-constitucional que
el segundo de los casos88. incumbe singularmente a
los órganos jurisdiccionales
(SSTC 47/1987, 135/1991,
El derecho de asistencia letrada, en cuanto derecho subjetivo, tiene co- 132/1992 y, entre otras,
229/1999).
mo finalidad asegurar la efectiva realización de los principios de igual-
dad de las partes y de contradicción. Ahora bien, en ocasiones, cons-
tituye, asimismo, una exigencia estructural del proceso y garantía del
correcto desarrollo del mismo.

(89)
Forma parte del contenido de este derecho el de poder designar a un aboga- Art. 14.3 d) P.I.D.C.P. y art. 6.3
c) C.E.D.H. y STC 196/1987
do de libre elección, desechando la posibilidad de que se le imponga uno de
oficio89.

Abogado de libre elección

La designación de un abogado de libre elección es aplicable a la asistencia letrada del


artículo 24.2 CE, pero no a la del 17.3 CE (STC 196/1987).

(90)
STC 229/1999
El alcance de este derecho garantiza la asistencia del letrado en todas
las diligencias policiales y judiciales, pero no su ineludible asistencia a
todos y cada uno de los actos instructores90.

(91)
En particular, se ha reclamado en la detención y en la práctica de prueba su- SSTC 42/1982, 150/1989,
91 206/1991 y 229/1999, entre otras
marial anticipada . y art. 520.5 LECrim

3) El derecho al intérprete

Ligado con el derecho a la asistencia letrada, la adecuada defensa y asistencia


exige el previo requisito de la comunicación inteligible. De ahí el mandato de
ser asistido gratuitamente por un intérprete, tanto en el caso de extranjeros
que no comprendan o hablen el castellano o la lengua oficial de la actuación
de que se trate, como en el caso de personas sordas o con discapacidad audi-
tiva, así como otras personas con dificultades auditivas (art. 520.2.h). La asis-
tencia de intérprete se extiende a informarle sobre el plazo máximo legal de
duración de la detención hasta la puesta a disposición de la autoridad judicial
y del procedimiento por medio del cual puede impugnar la legalidad de su
detención en aquellos casos en que no se disponga de una declaración de de-
rechos en una lengua que comprenda el detenido.
© FUOC • PID_00266551 53 Introducción al derecho procesal (II)

Exigencias para el intérprete

El artículo 762 regla 8.ª LECrim recoge la necesidad de nombrar intérprete con arreglo a
lo dispuesto en los artículos 398, 440 y 441 (LECrim), si bien excluyendo la exigencia de
que el intérprete tenga titulación oficial.

4) Derecho a acceder a todos los elementos de las actuaciones esenciales para


impugnar la legalidad de la detención o privación de libertad y a ser exami-
nado por el médico forense

O su sustituto legal y, en su defecto, por cualquier otro dependiente del Estado


o de otras administraciones públicas (art. 520.2 i LECrim).

5) Derecho a que se ponga en conocimiento de familiar o persona que desee,


sin demora injustificada, su privación de libertad y el lugar de custodia en que
se halle en cada momento, y derecho a comunicarse telefónicamente con un
tercero de su elección

Tratándose de un extranjero, las circunstancias de su detención y localización


se comunican a la oficina consular de su país (art. 520.2.e y 520.3 LECrim).

La comunicación telefónica, por su parte, se celebrará en presencia de un fun-


cionario de policía o del funcionario que designe el juez o el fiscal.

Derecho a utilizar todos los medios pertinentes para la defensa

El derecho a utilizar todos los medios pertinentes para la defensa, constitucio-


nalizado como el anterior en el artículo 24 CE, y aplicable, asimismo, tanto al
proceso penal como al civil, presenta unos caracteres tan amplios que deben
irse matizando con las múltiples delimitaciones que ha ido señalando el Tri-
bunal Constitucional.

El contenido básico del derecho a utilizar todos los medios pertinentes


para la defensa comprende, a su vez, tres derechos:

1) a proponer la práctica de medios de prueba;

2) a obtener un pronunciamiento motivado sobre la inadmisión de al-


guno o de todos los medios de prueba propuestos; y

3) a la práctica de la prueba propuesta.

A partir de estas bases, el ejercicio de cualquiera de ellos, como derecho


de configuración legal que es, se encuentra sometido al cumplimiento
de las normas procesales que regulan la prueba en el proceso correspon-
diente.

Baste resaltar aquí las siguientes notas:


© FUOC • PID_00266551 54 Introducción al derecho procesal (II)

(92)
• la existencia de un derecho genérico a la prueba no se traduce, sin embar- STC 33/2000
go, en un derecho absoluto y automático a ella, en todos los procesos y
en cualquiera de sus grados92;

(93)
• la inadmisión, siempre que esté motivada y razonada, de un medio de SSTC 147/1987 y 52/1989, en-
93 tre otras muchas
prueba no vulnera este derecho fundamental ;

• el concepto de "pertinencia" es más amplio que el utilizado generalmente


en la técnica procesal, abarcando no sólo la pertinencia en sentido estricto,
sino la utilidad/necesidad de la prueba y la licitud de la misma;

(94)
• para que la falta de práctica de una prueba ya admitida vulnere este dere- STC 246/1994
cho fundamental no es suficiente el dato de esa falta de práctica en sí, pues
se exige, además, que la ausencia de práctica probatoria no sea imputable
al justiciable y que su inejecución no derive de la aplicación motivada y
razonable de una causa legal que lo permita94;

(95)
• la inadmisión o falta de práctica del medio de que se trate debe haber STC 1/1996
95
provocado efectiva indefensión , con arreglo a los parámetros señalados
líneas más arriba.

4.6.2. El derecho a la presunción de inocencia

Lectura complementaria
El derecho a la presunción de inocencia ofrece diferentes vertientes:
Armenta�Deu,�T. (2018). Lec-
• como criterio estructural de la justicia penal (esto es, como concepto ciones de Derecho Procesal Pe-
nal (11.ª ed.). Madrid: Mar-
en torno al que se construye un determinado modelo procesal); cial Pons.

• como regla de tratamiento del imputado durante el proceso penal


(el imputado es inocente hasta el final y las medidas restrictivas de
sus derechos deben ser mínimas); y

• como regla del juicio fáctico de la sentencia penal (Vegas Torres). Es


este último aspecto es el que nos interesa desarrollar aquí.

La presunción de inocencia como regla de tratamiento del investigado/encau-


sado se recoge en el art. 520.1 LECrim cuando establece que la detención y la
prisión provisional deberán practicarse en la forma que menos perjudique al
detenido o preso en su persona, reputación y patrimonio. Quienes acuerden
© FUOC • PID_00266551 55 Introducción al derecho procesal (II)

la medida y los encargados de practicarla así como de los traslados ulteriores,


velarán por los derechos constitucionales al honor a la intimidad e imagen de
aquellos. Dicho respeto no debe enervar el derecho fundamental a la libertad
de información, con el que deberá equilibrarse.

Se recoge así el mandato de la Directiva (UE) 2016/343, de 9 de marzo de


2016, por la que se refuerzan en el proceso penal determinados aspectos de
la presunción de inocencia y el derecho a esta presente en el juicio, en los
arts. 4 y ss., que señala la obligación de los Estados de preservar “determinados
aspectos de la presunción de inocencia en el proceso penal”, adoptando las
medidas necesarias que las declaraciones públicas no sean de condena o de
culpabilidad, sin que ello impida divulgar información sobre el proceso penal
cuando sea necesario por motivos relacionados con la investigación penal o
el interés público (art. 4). La presentación de los sospechosos o acusados no
debe hacerse mediante medios de coerción, sin perjuicio de que se recurra a
ella ante el peligro de fuga o entrar en contacto con terceras personas (art. 5).

Se refiere a las declaraciones públicas efectuadas por autoridades públicas o


resoluciones judiciales, que vulnerarían el derecho a la presunción de inocen-
cia, al referirse a un sospechoso o acusado como culpable mientras no se haya
probado aquella conforme a la ley. Sin perjuicio de divulgar la información
que resulte estrictamente necesaria sobre el proceso penal, que siempre deberá
acompañarse de la mención a la repetida presunción, y por supuesto del nece-
sario equilibrio con la libertad de información, señala la incompatibilidad de
la presunción de inocencia con la aparición de sospechosos o acusados enma-
nillados, “enjaulados” [sic] o cualquier otra forma que menoscabe la repetida
presunción.

Menciona también la carga de la prueba, la oficialidad en la búsqueda de ele-


mentos probatorios, el derecho a no declarar contra sí mismo y el derecho
a guardar silencio; refiriéndose expresamente al derecho a estar presente en
el juicio como parte del derecho a un juicio justo, solo excusable de manera
excepcional y justificada.

La citada Directiva UE 2016/343, de 9 de marzo, acomete este aspecto de la


presunción de inocencia al referirse a la imposibilidad de valorar las declara-
ciones de sospechosos o acusados o pruebas obtenidas vulnerando el derecho
a guardar silencio o el derecho a no declarar contra sí mismo, respetando el
derecho de defensa y equidad; acogiendo la doctrina del TEDH, conforme a
la cual, las declaraciones obtenidas como resultado de tortura u otros malos
tratos como prueba infringiendo el art. 3 CEDH privaría de equidad a todo
el proceso.

La presunción de inocencia en su faceta de regla del juicio fáctico establece


una serie de requisitos que deberán cumplirse para alcanzar, legítimamente,
un juicio de culpabilidad del acusado en el proceso penal.
© FUOC • PID_00266551 56 Introducción al derecho procesal (II)

De la abundantísima doctrina constitucional pueden extraerse, resumidamen-


te, las siguientes reglas:

1) Sólo la actividad probatoria de cargo, debidamente practicada, puede con-


ducir al juzgador al convencimiento de la certeza de la culpabilidad. Si no se
produce tal convencimiento, debe operar la presunción de inocencia.

Inversión de la carga de la prueba

Esta configuración, calificada por el TC en distintas ocasiones como "inversión de la carga


de la prueba" o "presunción iuris tantum", no se corresponde, sin embargo, ni con el
correcto entendimiento de carga o de la inversión de la misma, ni con el de presunción
(en el primer sentido, SSTC 31/1981, 107/1983, 17/1984 y 70/1985; en el segundo, STC
76/1990).

2) La prueba practicada debe constituir una "mínima actividad probatoria de


cargo".

Significa este presupuesto que debe existir una mínima actividad probatoria
acusadora, objetivamente incriminatoria, que después, sometida a valoración
judicial, conduzca a la íntima convicción de la culpabilidad. Así, la actividad
probatoria de cargo es necesaria para arrumbar el principio "in dubio pro reo",
pero no conduce inexorablemente a la condena si, posteriormente, no se va-
lora como suficiente por sí misma o cuando existen pruebas de descargo que
vuelven a dejar operativa la presunción de inocencia.

Motivación del juicio fáctico de la sentencia penal

Esta configuración, que cohonesta la presunción de inocencia con la regla de libre valo-
ración de la prueba, exige, empero, la necesidad de un amplio razonamiento judicial,
comúnmente denominado como motivación del juicio fáctico de la sentencia penal: su-
pone que el juez no puede enumerar simplemente los hechos probados, sino que debe
expresar las razones que fundamentan la valoración de la prueba realizada, exteriorizan-
do la convicción del tribunal (STC 6/1987).

3) La prueba, con las características reseñadas, debe haberse obtenido y prac-


ticado con todas las garantías.

La convicción judicial no sólo debe basarse en una mínima actividad probato-


ria de cargo formulada como se acaba de señalar, sino que las pruebas, además,
deben haberse practicado con todas las garantías.
© FUOC • PID_00266551 57 Introducción al derecho procesal (II)

Prueba preconstituida
Tales garantías constituyen un glosario que puede sintetizarse como si-
gue: Las garantías del derecho a la
presunción de inocencia admi-
ten algunas modulaciones, co-
• la prueba debe practicarse en el juicio oral; mo son los supuestos de prue-
ba preconstituida o prueba
• su práctica ha de realizarse con inmediación, oralidad, concentra- anticipada (SSTC 209/1999 y
ción y publicidad; 33/2000). Existe una prolija
doctrina constitucional sobre
• está sometida a contradicción; y la prueba preconstituida, las
diligencias de valor incontesta-
• la prueba no puede haberse obtenido con vulneración de derechos ble y los actos de mera consta-
tación.
fundamentales.

4.6.3. El derecho a la revisión de resolución condenatoria

Forma parte de las notas características de un sistema acusatorio, un


proceso de instancia única. Se entiende por tal aquel proceso que, con
independencia de los recursos extraordinarios que puedan articularse,
no está sujeto a juicio revisor por medio del recurso de apelación.

El sistema de instancia única fue el que se instauró en la Ley de Enjuiciamiento


Criminal y había pervivido para el proceso ordinario por delitos graves, cuya
resolución era susceptible únicamente de recurso de casación. Esta nota resul-
ta la apropiada a un proceso en el que también rigen los principios de libre
valoración de la prueba y de oralidad. El proceso abreviado –introducido en
1988– incorporó la doble instancia a través del recurso de apelación frente a
las resoluciones tramitadas por este procedimiento y resueltas por el juez de
lo penal (arts. 790 y ss. LECrim). También existe doble instancia en el proce-
dimiento especial para el enjuiciamiento rápido de determinados delitos (art.
803 LECrim) y para el juicio por delitos leves (art. 976 LECrim). Ya la LO de
23 de diciembre de 2003, de modificación de la Ley Orgánica 6/1985, de 1 de
julio, del Poder Judicial, efectuaba las oportunas previsiones orgánicas para la
generalización de la segunda instancia en el proceso penal.

La llamada “segunda instancia” se consagra a partir de la reforma de la Ley de


Enjuiciamiento Criminal de 2015 estableciendo la misma regulación prevista
para la apelación de las sentencias dictadas por los juzgados de lo penal en el
proceso abreviado, si bien con alguna adaptación –señala la exposición de mo-
tivos– a exigencias tanto constitucionales como europeas, en materia de error
en la apreciación de la prueba como fundamento del recurso y al contenido
de la sentencia que el órgano ad quem podrá dictar por exigencias derivadas
del principio de inmediación; limitando las facultades del órgano ad quem a
declarar la nulidad si fuera procedente, fijando el alcance de esa declaración
(por afectar exclusivamente al órgano a quo) o pudiendo extenderse al juicio
oral y, en tal caso, requiriendo una nueva composición a ese órgano para ga-
rantizar su imparcialidad (arts.790.2 y 792 ambos de la LECrim).
© FUOC • PID_00266551 58 Introducción al derecho procesal (II)

4.7. Otros derechos y principios derivados de la Constitución


relacionados con el proceso penal

Las líneas que siguen se dedican a una breve mención de un conjunto de de-
rechos y principios que, repartidos a lo largo del proceso penal, completan
la configuración del mismo y a los que no se ha hecho referencia expresa al
estudiar los principios, derechos y garantías. Quiere significarse, así, que algu-
nos como el derecho de acceso se omitirán en la medida en que ya han sido
mencionados, aunque desde un punto de vista diferente. Ello explica, además,
que las referencias se hayan reducido al mínimo, en la medida en que serán
objeto del oportuno y pormenorizado análisis en los apartados dedicados al
momento o institución procesal correspondiente, bastando ahora la remisión
procedente.

4.7.1. El principio de proporcionalidad y la limitación de


derechos fundamentales

El principio de proporcionalidad, cuyos orígenes se sitúan en el dere-


cho administrativo de policía en Alemania, es una técnica tendente a
que la consecución de los intereses públicos no se haga a costa de los
derechos e intereses de los particulares, debiendo buscarse un equilibrio
(una proporción).

Referido esencialmente a las medidas limitativas de derechos fundamentales,


consiste en la ponderación a tenor de tres parámetros:

1) La idoneidad como adecuación objetiva y subjetiva de la causalidad de la Ejemplo de idoneidad


medida limitativa en relación con sus fines, de modo que las injerencias sean
Se entiende cualitativamente
adecuadas cualitativa, cuantitativamente y en su ámbito subjetivo de aplica- adecuado acordar la entrada y
ción. registro en un domicilio para
recoger pruebas, conforme al
artículo 546 LECrim.

2) La necesidad –o "alternativa menos gravosa" o "intervención mínima"– que


implica la manifestación externa y comparativa de la proporcionalidad, com-
parando la medida restrictiva que se pretende adoptar con otras posibles, de-
biendo acogerse la menos lesiva para los derechos de los ciudadanos.

3) La proporcionalidad�"stricto�sensu". Con la misma, se hace referencia a


la necesidad de ponderar los intereses en conflicto a la hora de limitar el ejer-
cicio del derecho fundamental de que se trate, de manera que se sopesen los
intereses individuales (los del titular del derecho fundamental, generalmente)
con el interés estatal que se pretende salvaguardar con la limitación.
© FUOC • PID_00266551 59 Introducción al derecho procesal (II)

Una visión más extensa de este principio se verá en otra asignatura, cuando Ejemplos de
se traten las medidas limitativas de derechos fundamentales y prueba ilícita, proporcionalidad

respectivamente. Ejemplos de proporcionalidad


son los conflictos entre el de-
recho al honor y a la libertad
4.7.2. La prohibición de tortura y tratos degradantes y las de expresión; o la tensión en-
tre el derecho a la presunción
intervenciones corporales de inocencia del imputado y el
derecho a la libertad de infor-
mación.

Consagrado en el artículo 15 CE y en el 3 CEDH, el derecho a la integri-


(96)
dad física y moral, la prohibición de tortura y tratos degradantes es una Art. 11.1 LOPJ

consecuencia obligada. En relación con el proceso, la repetida prohibi-


ción se extiende a eventuales conductas policiales en la detención o en
los interrogatorios, y constituye, caso de que se produzca, un supuesto
de prueba ilícita96.

En cuanto a las intervenciones corporales, conectarán con el proceso en cuan-


to se adopten como medida de investigación.

Doctrina constitucional sobre intervenciones corporales

La doctrina constitucional básica se encuentra en las SSTC 37/1989 y 207/1996, resultan-


do exigible resolución judicial y aplicación del ya citado principio de proporcionalidad.
Tales intervenciones corporales concurren, en ocasiones, con limitaciones del también
derecho fundamental a la intimidad corporal.

Recuérdese la publicación de la Directiva (UE) 2016/343, del Parlamento Eu-


ropeo y del Consejo, de 9 de marzo, por la que se refuerzan en el proceso pe-
nal determinados aspectos de la presunción de inocencia y el derecho a estar
presente en el juicio, que hace expresa referencia a la doctrina del TEDH, con-
forme a la cual las declaraciones obtenidas como resultado de tortura u otros
malos tratos infringiendo el art. 3 CEDH como prueba, privaría de equidad a
todo el proceso.

4.7.3. La libertad personal (prisión provisional, derechos del


detenido y "habeas corpus")

El artículo 17 CE y el 5 CEDH consagran el derecho a la libertad y seguridad, en


tanto el segundo apartado establece que nadie puede ser privado de su libertad,
sino con la observancia de lo establecido en el mismo artículo y en los casos
y forma previstos en la ley. Expresado en otros términos: toda privación de
libertad, para ser lícita, debe estar prevista legalmente y practicarse siguiendo
el correspondiente procedimiento.

El propio precepto dedica los números 2 y 3 a la detención preventiva, y el


cuarto a la previsión de un procedimiento de "habeas corpus".
© FUOC • PID_00266551 60 Introducción al derecho procesal (II)

4.7.4. Los derechos a la inviolabilidad del domicilio y al secreto


de las comunicaciones entre otros derechos fundamentales

Los derechos a la inviolabilidad del domicilio y al secreto de las comu-


nicaciones, contemplados en los artículos 18.2 y 3 CE, se configuran co-
mo garantías formales de intangibilidad, de forma que el espacio (domi-
cilio) o la actividad (comunicaciones) son de acceso reservado en cuan-
to a tales. De esta característica compartida se desprende: la reserva de
jurisdicción (necesidad de autorización judicial expresa en el marco de
un proceso penal) y la ilicitud de las pruebas obtenidas con violación
de dichos derechos (Diez-Picazo Giménez).

4.7.5. El derecho al juez ordinario determinado por la ley

El derecho a un juez ordinario predeterminado por la ley se reconoce en el


artículo 24.2 CE, constituyendo en último término una de las garantías de la
imparcialidad e independencia judicial. Su objetivo es evitar manipulaciones
en la Administración de la Justicia, intentando evitar que, cambiando el ór-
gano judicial que ha de conocer, pueda influirse en el resultado del proceso.
En su aspecto material, significa que la delimitación a partir de las reglas de
jurisdicción y competencia debe estar fijada antes de iniciarse el proceso. En
aquel otro aspecto formal, exige que dicha determinación previa se ha de fijar
por ley y no por cualquier otro tipo de norma.
© FUOC • PID_00266551 61 Introducción al derecho procesal (II)

5. Actos procesales

En este apartado se analizan los actos que componen el proceso. Tanto las ac-
tuaciones del órgano judicial como las de las partes, están sometidas a requi-
sitos de índole diversa que permiten, en definitiva, salvaguardar los principios
del proceso que se estudiaban en el apartado anterior. La validez y la eficacia de
los actos, que dependen del cumplimiento de dichos requisitos, determinan,
a la postre, la validez y la eficacia del proceso, y por ende, el éxito o el fracaso
de las pretensiones de las partes.

5.1. Consideraciones iniciales. Hechos y actos procesales.


Declaraciones de ciencia, declaraciones de voluntad y
manifestaciones de voluntad

Se ha definido el proceso como el conjunto o sucesión de actos por los


cuales se ejerce la función o potestad jurisdiccional. Corresponde ahora
estudiar el régimen jurídico al que se someten estos actos.

En primer lugar, se ha de distinguir el acto procesal del hecho procesal.


Acto�procesal es una acción o conducta de alguno de los individuos que
participa en el proceso (fundamentalmente, del órgano jurisdiccional o
de las partes) dirigido a producir un efecto jurídico (presentar una de-
manda, notificar una resolución judicial, dictar una sentencia). Cuando
hablamos de acto queremos significar una acción voluntaria, conscien-
temente dirigida a la producción de aquella consecuencia prevista por
el derecho.

Los hechos�procesales, en cambio, son acontecimientos independien-


tes de la voluntad humana a los que el ordenamiento jurídico enlaza
ciertas consecuencias jurídicas: la muerte de una de las partes en el pro-
ceso da lugar a la sucesión procesal (art. 16 LEC), el transcurso del tiem-
po provoca la extinción o desaparición de ciertas oportunidades proce-
sales, etc.

Los actos procesales se dividen en: declaraciones de voluntad, declaraciones


de ciencia y manifestaciones de voluntad.

Las declaraciones�de�voluntad son expresiones de voluntad o voliciones ex-


teriorizadas, en forma oral o escrita, por los sujetos que intervienen en un pro-
ceso, y a las que el derecho anuda ciertos efectos.
© FUOC • PID_00266551 62 Introducción al derecho procesal (II)

Ejemplos de declaraciones de voluntad

Los siguientes son algunos ejemplos de declaraciones de voluntad: la presentación de la


demanda, el allanamiento del demandado a las pretensiones del actor, la interposición
de un recurso, la proposición de prueba, etc.

Las declaraciones�de�ciencia son actos mediante los cuales no se expresa una


resolución de la voluntad o una volición con trascendencia jurídica, sino unos
conocimientos, como por ejemplo la declaración de un testigo, el interroga-
torio de las partes, etc.

Manifestaciones�de�voluntad son actos que revelan o, si se prefiere, que el


derecho interpreta como resoluciones de la voluntad en un determinado sen-
tido. Así, no cuestionar la autenticidad de un documento privado equivale,
según el artículo 326.1 LEC, al reconocimiento de su autenticidad; o el hecho
de interponer la demanda ante un cierto tribunal puede ser considerado por
el derecho como voluntad de someterse a la jurisdicción de aquel órgano ju-
dicial (art. 56 LEC).

Regulación de los actos procesales

La regulación de los actos procesales se encuentra en diferentes cuerpos normativos, esen-


cialmente la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ), y otras leyes procesales, singular-
mente la LEC (LECrim, LRJCA y LRJS). Como regla general, las disposiciones de la LOPJ
valen para todos los procesos y, por lo tanto, serán analizadas con carácter prioritario en
la exposición que sigue, sin perjuicio de señalar inmediatamente que la LEC contiene
la regulación más elaborada y extensa sobre los actos procesales y, sobre todo, que esta
regulación es de aplicación supletoria a todas las leyes procesales particulares (art. 4 LEC).
De ahí que su interés afecta al derecho procesal en general.

5.2. Requisitos de los actos procesales

Podemos clasificar los requisitos de los actos procesales en requisitos de lugar,


requisitos de tiempo y requisitos de forma.

5.2.1. Requisitos de lugar

(97)
Art. 268 LOPJ
Las actuaciones judiciales han de practicarse en la sede del órgano ju-
risdiccional, lo que no impide que éste pueda constituirse en cualquier
lugar del territorio de su jurisdicción para desarrollar alguna actuación
cuando así convenga a la buena administración de la justicia97, como
por ejemplo para inspeccionar u observar el lugar de un accidente sobre
el que versan las actuaciones procesales.

Juicios o vistas fuera de la sede del órgano judicial

El artículo 269 LOPJ prevé que los juzgados y tribunales solo podrán celebrar juicios o
vistas de asuntos fuera de la población de su sede cuando así lo autorice la ley. Sin em-
bargo, el Consejo General del Poder Judicial, cuando las circunstancias o el buen servicio
de la Administración de Justicia lo aconsejen, y a petición de las salas de gobierno de los
tribunales superiores de justicia, podrá disponer que los juzgados y las secciones o salas
de los tribunales o audiencias se constituyan en población distinta de su sede para despa-
char los asuntos correspondientes a un determinado ámbito territorial comprendido en
la circunscripción de aquellos. Igualmente, las salas de gobierno de los tribunales supe-
riores de justicia, previa determinación del número de causas que justifican los traslados
© FUOC • PID_00266551 63 Introducción al derecho procesal (II)

de los tribunales fuera de su sede y siempre que su desplazamiento venga justificado por
una mejor administración de la justicia, dispondrán que los jueces de lo penal, asistidos
del letrado de la Administración de Justicia, se constituyan para celebrar juicios orales
en las ciudades donde tengan sede los juzgados que hayan instruido las causas de las
que les corresponde conocer. Los juzgados de instrucción y los funcionarios que en ellos
sirvieren prestarán en estos casos cuanta colaboración sea precisa.

En esta materia, es conveniente consultar también el artículo 129 LEC, que contiene
previsiones parecidas a las anteriores.

5.2.2. Requisitos de tiempo

En los requisitos de tiempo de los actos procesales, han de tenerse en cuenta


los días y horas hábiles y el cómputo de términos y plazos.

Días y horas hábiles

(98)
Art. 184.1 LOPJ
Según el artículo 182 LOPJ, son inhábiles para la realización de actua-
ciones judiciales los sábados y domingos, los días 24 y 31 de diciembre,
los días de fiesta de ámbito estatal y los festivos a los efectos laborales
en la respectiva comunidad autónoma o localidad.

El mes de agosto también es inhábil para la práctica de actuaciones ju-


diciales, excepto para aquellas que la ley califique como urgentes.

Horas hábiles son desde las ocho de la mañana hasta las ocho de la
noche, a no ser que la ley disponga lo contrario98. Según el artículo
130.3.II LEC, para los actos de comunicación y ejecución también se
considerarán horas hábiles las que transcurran desde las ocho hasta las
diez de la noche.

Para la instrucción penal no existe restricción temporal: cualquier día


y hora es hábil.

Incluso fuera de este supuesto, el tribunal podrá habilitar días y horas en prin-
cipio inhábiles (art. 184.2 LOPJ). De conformidad con el artículo 131 LEC, los
tribunales, de oficio o a instancia de parte, podrán habilitar los días y horas
inhábiles, cuando hubiere causa urgente que lo exija. Tal habilitación se reali-
zará por los letrados de la Administración de Justicia cuando tuviera por objeto
la realización de actuaciones procesales que deban practicarse en materias de
su exclusiva competencia, cuando se tratara de actuaciones por ellos ordena-
das o cuando fueran tendentes a dar cumplimiento a las resoluciones dictadas
por los tribunales (art.131.1 LEC).
© FUOC • PID_00266551 64 Introducción al derecho procesal (II)

Cómputo de los términos y plazos

(99)
Art. 185 LOPJ y 133.2 LEC
El sistema procesal de cómputo es el mismo que el previsto en el artículo
5 CC, con la diferencia de que los días inhábiles quedan excluidos del
cómputo99.

Si el último día del término o plazo fuese inhábil, se entenderá prorrogado al


primer día hábil siguiente.

El artículo 133.1 LEC especifica que los términos o plazos empezarán a correr
desde el día siguiente a aquel en que se hubiera llevado a cabo el acto de co-
municación del que la ley haga depender el inicio del término o plazo, y se
contará en ellos el día del vencimiento, que expirará a las veinticuatro horas.

Lo actuado por las partes fuera de término o plazo es nulo en virtud de


la preclusión. En cambio, la preclusión no afecta a los actos del órgano
jurisdiccional realizados fuera de término o plazo, sin perjuicio de que
genere responsabilidad disciplinaria o civil, como recuerda el artículo
132.3 LEC.

(100)
Si no se establece término o plazo para la realización de un acto procesal, se Art. 132.2 LEC
100
entiende que ha de llevarse a efecto sin dilación .

(101)
Los plazos establecidos por la ley son improrrogables, y sólo podrán interrum- Art. 134.2 LEC
pirse por causa de fuerza mayor apreciada por los letrados de la Administración
de Justicia mediante decreto, de oficio o a instancia de la parte que la sufrió,
con audiencia de las demás101.

Finalmente, el artículo 135 LEC establece que los escritos y documentos


se presentarán en soporte papel cuando los interesados no estén obli-
gados a utilizar los medios telemáticos y no hubieren optado por ello,
cuando no sean susceptibles de conversión en formato electrónico y en
los demás supuestos previstos en las leyes. La presentación de escritos
y documentos, cualquiera que fuera la forma, si estuviera sujeta a pla-
zo, podrá efectuarse hasta las quince horas del día hábil siguiente al del
vencimiento del plazo.

5.2.3. Requisitos de forma

En los requisitos de forma de los actos procesales, han de tenerse en cuenta


la oralidad o escritura, la lengua oficial, la publicidad y el uso de las nuevas
tecnologías en la ejecución de las actuaciones procesales.
© FUOC • PID_00266551 65 Introducción al derecho procesal (II)

Oralidad o escritura

(102)
Los artículos 120.2 CE y 229.1 LOPJ disponen que la oralidad debe predomi- Arts. 145 y 146 LEC
nar en la práctica de las actuaciones procesales, sobre todo cuando se trata
del proceso penal. La forma oral de las actuaciones no excusa, sin embargo,
de la necesidad de que quede constancia escrita o documental por medio de
actas y diligencias función que se atribuye al letrado de la Administración de
Justicia102.

Y además de estas actas escritas, el artículo 146.3 de la LEC dispone que los
tribunales pueden emplear medios técnicos de documentación y archivo de
sus actuaciones y de los escritos y documentos que reciban.

Artículo 147 LEC

En este sentido, el artículo 147 LEC se refiere a la documentación de las actuaciones


mediante sistemas de grabación y reproducción de la imagen y el sonido, estableciendo
que

“las actuaciones orales en vistas, audiencias y comparecencias celebradas ante los jueces o
magistrados o, en su caso, ante los letrados de la Administración de Justicia, se registrarán
en soporte apto para la grabación y reproducción del sonido y la imagen, y no podrán
transcribirse.

Siempre que se cuente con los medios tecnológicos necesarios, el letrado de la Adminis-
tración de Justicia garantizará la autenticidad e integridad de lo grabado o reproducido
mediante la utilización de la firma electrónica reconocida u otro sistema de seguridad
que, conforme a la ley, ofrezca tales garantías. En este caso, la celebración del acto no
requerirá la presencia en la sala del letrado de la Administración de Justicia, salvo que
lo hubieran solicitado las partes al menos dos días antes de la celebración de la vista o
que excepcionalmente lo considere necesario el letrado de la Administración de Justicia
atendiendo a la complejidad del asunto, al número y naturaleza de las pruebas a practi-
car, al número de intervinientes, a la posibilidad de que se produzcan incidencias que no
pudieran registrarse o a la concurrencia de otras circunstancias igualmente excepcionales
que lo justifiquen. En estos casos, el letrado de la Administración de Justicia extenderá
acta sucinta en los términos previstos en el artículo anterior.

Las actuaciones orales y vistas grabadas y documentadas en soporte digital no podrán


transcribirse, salvo en aquellos casos en que una ley así lo determine.

El letrado de la Administración de Justicia deberá custodiar el documento electrónico


que sirva de soporte a la grabación. Las partes podrán pedir, a su costa, copia de las
grabaciones originales”.

Lengua oficial

(103)
El castellano es lengua de conocimiento y uso obligatorio para los jueces y Art. 231 LOPJ y 142 LEC
magistrados, fiscales, letrados de la Administración de justicia y otros funcio-
narios al servicio de los tribunales103.
© FUOC • PID_00266551 66 Introducción al derecho procesal (II)

Otras lenguas
Ello no obstante, cabe utilizar la lengua propia de la comunidad autó-
noma si ninguna parte se opone alegando un desconocimiento que ge- Respecto de los actos orales y
de los documentos redactados
nere indefensión. En cuanto a las partes, a sus representantes, a los tes- en lengua diferente del caste-
llano o de la propia de una na-
tigos y a los peritos, los actos procesales, orales y escritos que se lleven a cionalidad o región incluida en
término en la lengua propia de su comunidad autónoma tendrán plena el Estado español, consultad
los artículos 143 y 144 LEC.
eficacia y validez jurídica sin necesidad de traducción. La traducción só-
lo se llevará a cabo cuando la documentación tenga que producir efectos
fuera de la comunidad autónoma (salvo el caso de una comunidad con
lengua oficial coincidente, como sucede con Cataluña y las islas Balea-
res o Euskadi y Navarra), así lo disponga la ley o se alegue indefensión.

Publicidad

(104)
Las actuaciones procesales son públicas104. Excepcionalmente, por razones de Art. 232 LOPJ

orden público y de protección de los derechos y libertades, los jueces y tribu-


nales, mediante resolución motivada, podrán limitar el ámbito de la publici-
dad y acordar el carácter secreto de todas o parte de las actuaciones.

Artículos 138.2 LEC y 680 y 681 LECrim

Ved al respecto lo que disponen los artículos 138.2 LEC y 681 LECrim, que hacen refe-
rencia a la protección de los derechos fundamentales, de la vida privada de las personas,
de los intereses del Estado o de los menores, de las víctimas con discapacidad, etc.

Uso de las nuevas tecnologías en la realización de las actuaciones


procesales

El artículo 230 LOPJ dispone que

“1. Los juzgados y tribunales y las fiscalías están obligados a utilizar cualesquiera medios
técnicos, electrónicos, informáticos y telemáticos, puestos a su disposición para el desa-
rrollo de su actividad y ejercicio de sus funciones, con las limitaciones que a la utiliza-
ción de tales medios establecen el capítulo I bis de este título y la normativa orgánica
de protección de datos personales.Las instrucciones generales o singulares de uso de las
nuevas tecnologías que el Consejo General del Poder Judicial o la Fiscalía General del
Estado dirijan a los jueces y magistrados o a los fiscales, respectivamente, determinando
su utilización, serán de obligado cumplimiento.

2.Los documentos emitidos por los medios anteriores, cualquiera que sea su soporte,
gozarán de la validez y eficacia de un documento original siempre que quede garantizada
su autenticidad e integridad y el cumplimiento de los requisitos exigidos por las leyes
procesales.

3. Las actuaciones orales y vistas grabadas y documentadas en soporte digital no podrán


transcribirse, salvo en los casos expresamente previstos en la ley.

4. Los procesos que se tramiten con soporte informático garantizarán la identificación


y el ejercicio de la función jurisdiccional por el órgano que la ejerce, así como la confi-
dencialidad, privacidad y seguridad de los datos de carácter personal que contengan en
los términos que establezca la ley.

5. Las personas que demanden la tutela judicial de sus derechos e intereses se relaciona-
rán obligatoriamente con la Administración de Justicia, cuando así se establezca en las
normas procesales, a través de los medios técnicos a que se refiere el apartado 1 cuando
sean compatibles con los que dispongan los juzgados y tribunales y se respeten las ga-
rantías y requisitos previstos en el procedimiento que se trate.

6. Los sistemas informáticos que se utilicen en la Administración de Justicia deberán


ser compatibles entre sí para facilitar su comunicación e integración, en los términos
que determine el Comité Técnico Estatal de la Administración de Justicia Electrónica.
© FUOC • PID_00266551 67 Introducción al derecho procesal (II)

La definición y validación funcional de los programas y aplicaciones se efectuará por el


Comité Técnico Estatal de la Administración de Justicia Electrónica”

Y el artículo 271 LOPJ establece que:

“Los actos de comunicación se practicarán por medios electrónicos cuando los sujetos
intervinientes en un proceso estén obligados al empleo de los sistemas telemáticos o
electrónicos existentes en la Administración de Justicia conforme a lo establecido en las
leyes procesales y en la forma que estas determinen. Cuando los sujetos intervinientes
en un proceso no se hallen obligados al empleo de medios electrónicos, o cuando la
utilización de los mismos no fuese posible, los actos de comunicación podrán practicarse
por cualquier otro medio que permita la constancia de su práctica y de las circunstancias
esenciales de la misma según determinen las leyes procesales”.

En el caso del proceso civil, en virtud del artículo 273.3 LEC, estarán obligados
a intervenir a través de medios electrónicos con la Administración de Justicia,
al menos, los siguientes sujetos:

a) las personas jurídicas;

b) las entidades sin personalidad jurídica;

c) quienes ejerzan una actividad profesional para la que se requiera colegiación


obligatoria para los trámites y actuaciones que realicen con la Administración
de Justicia en ejercicio de dicha actividad profesional;

d) los notarios y registradores;

e) quienes representen a un interesado que esté obligado a relacionarse elec-


trónicamente con la Administración de Justicia, y

f) los funcionarios de las Administraciones Públicas para los trámites y actua-


ciones que realicen por razón de su cargo.

La LEC ha introducido en esta materia otras disposiciones mucho más preci-


sas y útiles. Así, el artículo 135 LEC establece que los escritos y documentos
se presentarán en soporte papel cuando los interesados no estén obligados a
utilizar los medios telemáticos y no hubieren optado por ello, cuando no sean
susceptibles de conversión en formato electrónico y en los demás supuestos
previstos en las leyes.

El artículo 162 LEC hace referencia, en concreto, a que

“cuando las oficinas judiciales y las partes o los destinatarios de los actos de comunica-
ción estén obligados a enviarlos y recibirlos por medios electrónicos, telemáticos, info-
telecomunicaciones o de otra clase semejante que permitan el envío y la recepción de
escritos y documentos, de forma tal que esté garantizada la autenticidad de la comunica-
ción y de su contenido y quede constancia fehaciente de la remisión y recepción íntegras
y del momento en que se hicieron, o cuando los destinatarios opten por estos medios,
los actos de comunicación se efectuarán por aquellos, con el resguardo acreditativo de
su recepción que proceda.

En cualquiera de los supuestos a los que se refiere este artículo, cuando, constando la
correcta remisión del acto de comunicación por dichos medios técnicos, salvo los practi-
cados a través de los servicios de notificaciones organizados por los colegios de procura-
© FUOC • PID_00266551 68 Introducción al derecho procesal (II)

dores, transcurrieran tres días sin que el destinatario acceda a su contenido, se entenderá
que la comunicación ha sido efectuada legalmente, desplegando plenamente sus efectos.

Se exceptuarán aquellos supuestos en los que el destinatario justifique la falta de acceso


al sistema de notificaciones durante ese periodo. Si la falta de acceso se debiera a causas
técnicas y estas persistiesen en el momento de ponerlas en conocimiento, el acto de co-
municación se practicará mediante entrega de copia de la resolución. En cualquier caso,
la notificación se entenderá válidamente recibida en el momento en que conste la posi-
bilidad de acceso al sistema. No obstante, caso de producirse el acceso transcurrido dicho
plazo pero antes de efectuada la comunicación mediante entrega, se entenderá válida-
mente realizada la comunicación en la fecha que conste en el resguardo acreditativo de
su recepción.

No se practicarán actos de comunicación a los profesionales por vía electrónica durante


los días del mes de agosto, salvo que sean hábiles para las actuaciones que corresponda”.

Para asegurar la autenticidad de las comunicaciones de esta clase, resulta esen-


cial la utilización de técnicas criptográficas, en especial la denominada firma
electrónica (y especialmente la denominada firma digital, basada en la cripto-
grafía asimétrica o de doble clave), que cuenta en derecho español con una re-
gulación legislativa la Ley 59/2003, de 19 de diciembre, de Firma Electrónica.

5.3. Ineficacia de los actos procesales

La ineficacia de los actos procesales es una materia que está regulada en los
artículos 238 a 243 LOPJ y en los artículos 225 a 231 LEC.

5.3.1. La nulidad de pleno derecho y el incidente extraordinario


de nulidad de actuaciones

Se distingue una categoría específica de ineficacia de los actos procesales: la


nulidad de pleno derecho.

La nulidad de pleno derecho, el máximo grado de irregularidad en que


puede incurrir un acto procesal, se produce en los casos tasados por los
artículos 238 LOPJ y 225 LEC.

El artículo 225 LEC establece siete casos de nulidad de pleno derecho, que
recogen en esencia los previstos en el 238 LOPJ añadiendo otro (el número 6).
De conformidad con este precepto de la LEC, los actos procesales son nulos
de pleno derecho en los casos siguientes:

1) Cuando los produzca un tribunal o se produzcan ante un tribunal con falta


de jurisdicción o de competencia objetiva o funcional.

2) Cuando se efectúen bajo violencia o intimidación.

3) Cuando se prescinda de las normas esenciales del procedimiento, siempre


y cuando, por esta causa, se haya podido producir indefensión.
© FUOC • PID_00266551 69 Introducción al derecho procesal (II)

4) Cuando se efectúen sin la intervención de un abogado, en los casos en que


la ley la establezca como obligatoria.

5) Cuando se celebren vistas sin la preceptiva intervención del letrado de la


Administración de Justicia.

6) Cuando se resolvieran mediante diligencias de ordenación o decreto cues-


tiones que, conforme a la ley, hayan de ser resueltas por medio de providencia,
auto o sentencia.

7) En los otros casos en que esta ley lo establezca.

(105)
Art. 240 LOPJ y 227 LEC
La peculiaridad de los actos afectados de nulidad de pleno derecho ra-
dica en lo siguiente: aparte de la posibilidad de conseguir su anulación
mediante un recurso, el propio órgano judicial puede decretar de oficio
la nulidad, antes de que haya recaído sentencia definitiva105.

Los artículos 240.1 y 2 LOPJ y 227.1 y 2 LEC prevén, en este punto, un régimen
prácticamente idéntico:

• La nulidad de pleno derecho, en todo caso, y los defectos de forma en los


actos procesales que impliquen la ausencia de los requisitos indispensables
por lograr su fin o determinen una indefensión efectiva, deben hacerse
valer por la vía de los recursos que establece la ley contra la resolución de
que se trate.

• Sin perjuicio de esto, el tribunal, de oficio o a instancia de parte, antes


de que se haya dictado resolución que ponga fin al proceso, y siempre y
cuando no sea procedente la subsanación, puede declarar, con la audiencia
previa de las partes, la nulidad de todas las actuaciones o de alguna en
particular.

• El artículo 227.2.II LEC, finalmente, añade que el tribunal no puede en


ningún caso, con ocasión de un recurso, decretar de oficio una nulidad de
las actuaciones que no haya sido solicitada en dicho recurso, a no ser que
aprecie falta de jurisdicción o de competencia objetiva o funcional o que
se haya producido violencia o intimidación que afecte a aquel tribunal.

5.3.2. Subsanación de los actos irregulares

(106)
Junto con la nulidad, el artículo 11.3 LOPJ contempla la subsanación de los Arts. 11.3 y 243 LOPJ y 231
106 LEC
actos irregulares , es decir, impedir que se dejen sin efecto actos procesales
con irregularidades que podrían ser enmendadas o corregidas, de suerte que
lo actuado se pueda aprovechar al máximo. Más problemático es determinar,
© FUOC • PID_00266551 70 Introducción al derecho procesal (II)

caso por caso, cuándo un defecto vicia un acto procesal de forma irreversible e
irremediable o, contrariamente, puede conservarse con la debida subsanación
o corrección. La ley y la doctrina del TC se inclinan por favorecer al máximo
la conservación de los actos procesales defectuosos mediante su subsanación.

Valoración de subsanabilidad

El artículo 231 LEC establece que "el tribunal y el letrado de la Administración de Justicia
cuidarán de que puedan ser subsanados los defectos en que incurran los actos procesales
de las partes".

De todos modos, la valoración de subsanabilidad ha de analizarse caso por caso. La juris-


prudencia del TC es, en este sentido, muy extensa e interesante, puesto que la anulación
de un acto procesal puede producir la pérdida de importantes oportunidades de defensa
(inadmisión de una solicitud por falta de un documento, por ejemplo) o, incluso, del
acceso a la tutela jurisdiccional, como sucede en los supuestos de inadmisión de una de-
manda, de una querella o de un recurso por no concurrir ciertos requisitos.

5.3.3. Conservación de los actos procesales

Los artículos 243.1 LOPJ y 230 LEC disponen, con un tenor literal, que
la nulidad de un acto no implica la de los sucesivos que sean indepen-
dientes de aquél, ni la de aquellos cuyo contenido no podría haber si-
do diferente aun cuando no se hubiese cometido la infracción que dio
lugar a la nulidad.

Además, la nulidad de una parte de un acto no implica la nulidad de las


otras del mismo acto que sean independientes de aquélla.

5.3.4. El incidente de nulidad de actuaciones

Los vicios de los actos procesales (nulidad, anulabilidad e irregularidad) se re-


suelven dentro del propio proceso a través de dos medios que sirven para de-
clarar la nulidad:

1) los recursos admitidos contra la resolución de que se trate; o


2) la declaración del propio tribunal de dicha nulidad, ya sea "ex officio", ya a
instancia de parte, sin que resulte preciso acudir a otro procedimiento.

Ahora bien, ambos remedios precisan que el proceso no sea firme, de manera
que, una vez ha adquirido firmeza, la nulidad precisa de otro instrumento
procesal, que es el que veremos a continuación.
© FUOC • PID_00266551 71 Introducción al derecho procesal (II)

El tratamiento de la nulidad una vez firme al proceso ha sido sometido, histó- Carácter excepcional
ricamente, a diferentes reformas, siempre al hilo del recurso de amparo, que
La actual redacción del artículo
había sido tradicionalmente la última vía de acceso a los tribunales para decla- 241.1 LOPJ mantiene la confi-
rar la nulidad, provocando frecuentemente un incremento de sus funciones guración del incidente de nuli-
dad de actuaciones con carác-
hasta situaciones límite. Eso quizás explique que la última reforma del artícu- ter excepcional: "No se admi-
tirán con carácter general inci-
lo 241 LOPJ, de 24 de mayo del 2007, se contiene en la Ley de reforma del dentes de nulidad de actuacio-
nes".
Tribunal Constitucional, concretamente en la Disposición Final Primera (LO
6/2007 de modificación de la LO 2/1979, del Tribunal Constitucional).

Naturaleza y motivos

Unido a la función de control de los vicios procesales, se recurrirá al incidente


de nulidad de actuaciones como forma de consagrar la protección y garantía
de los derechos fundamentales, también por parte de los tribunales ordina-
rios. Así, la reforma del artículo 241.1 LOPJ, extiende los dos supuestos tasados
(indefensión e incongruencia) a "cualquier vulneración de un derecho funda-
mental de los referidos en el artículo 53.2 CE".

Exposición de motivos de la reforma de la LOPJ

"Esta ampliación del incidente de nulidad de actuaciones previo al amparo busca otorgar
a los tribunales ordinarios el papel de primeros garantes de los derechos fundamentales
en nuestro ordenamiento jurídico".

Se exige, y por ende debe acreditarse, que la vulneración no haya podido de-
nunciarse antes de recaer la resolución que ponga fin al proceso, y que dicha
resolución no sea susceptible de recurso ordinario ni extraordinario.

Si hubiera sido objeto de denuncia o recurso, el tratamiento se hubiera articu-


lado por medio del tratamiento ordinario de los vicios procesales al que se hizo
mención (nulidad, anulabilidad e irregularidad) y que acaece dentro del pro-
ceso (recursos y/o declaración del tribunal "ex officio" o a instancia de parte).

En cuanto a las resoluciones susceptibles de anularse, teniendo presente el


carácter extraordinario del remedio procesal, esto es, que debe haberse agotado
la vía ordinaria, parece reducirse a las sentencias no susceptibles de recurso,
bien por ser en única instancia, bien por ser de segunda excluidas de recurso
extraordinario.

Presupuestos y plazos

(107)
La competencia para conocer del incidente se atribuye al mismo órgano juris- Arts. 241 LOPJ y 228.1.II LEC
107
diccional que dictó la resolución que hubiera adquirido firmeza .

Podrán interponer este incidente quienes hayan sido parte o hubieran debido
serlo, exigiéndose en todo caso la instancia de parte.
© FUOC • PID_00266551 72 Introducción al derecho procesal (II)

Plazos de interposición

Los plazos de interposición son dos:

1) uno absoluto de cinco años "desde la notificación de la resolución o sentencia"; y


2) otro relativo, de veinte días, "desde la notificación de la resolución o, en todo caso,
desde que se tuvo conocimiento del defecto causante de indefensión".

Procedimiento, resolución y efectos

Admisión�a�trámite�y�efectos. Se resuelve, mediante providencia, que si es


de inadmisión no será susceptible de recurso alguno (art. 241.1.III LOPJ; art.
228.1.III LEC). Si se admite el incidente, no se suspende la ejecución. Esta
regla puede excepcionarse, mediante acuerdo expreso, cuando de suspenderse
el incidente pierde su finalidad.

Traslado�y�alegaciones. El escrito, junto con los documentos que preceptiva-


mente deben acompañar al mismo, caso de ser necesarios, se trasladan a las
restantes partes, abriéndose un plazo común de cinco días para que formulen
sus alegaciones, que también deberán acompañarse de los correspondientes
documentos, en su caso (arts. 241.2 LOPJ y 228.2 LEC).

Resolución, efectos y recursos

Como efecto propio de toda nulidad, la resolución que estime tal nulidad re-
pondrá las actuaciones al estado inmediatamente anterior al defecto que la
haya originado, siguiendo a partir de ahí el procedimiento legalmente esta-
blecido.

Si la resolución es desestimatoria, el auto condenatorio impondrá las costas del


incidente a quien lo instó, añadiéndose una multa a 90 a 600 euros, cuando
además se aprecia la existencia de temeridad.

Sea cual sea el contenido de la resolución, contra ésta no cabe recurso alguno.

Incidente de nulidad de actuaciones

Con la actual redacción del artículo 228 LEC, parece resuelto que es preceptivo haber
acudido al incidente de nulidad de actuaciones antes de recurrir en amparo ante el TC,
cualquiera que sea el derecho infringido en el proceso.

5.4. Las resoluciones judiciales

Las resoluciones judiciales son una categoría específica de actos procesales,


concretamente aquellos mediante los que los órganos judiciales adoptan cier-
tas decisiones con eficacia limitada al propio proceso o que trascienden a éste
y producen consecuencias jurídico-sustantivas.
© FUOC • PID_00266551 73 Introducción al derecho procesal (II)

En este subapartado no trataremos sólo, como podría sugerir su título, las reso-
luciones dictadas por el órgano judicial. Como veremos, el letrado de la Admi-
nistración de Justicia puede también emitir ciertas resoluciones que, sin cons-
tituir actos de ejercicio de una potestad jurisdiccional que no poseen, tienen
efectos en cuanto al impulso de las actuaciones judiciales.

5.4.1. Resoluciones del juez o tribunal

Podemos clasificar las resoluciones del juez o tribunal en resoluciones no ju-


risdiccionales y resoluciones jurisdiccionales.

Resoluciones no jurisdiccionales: los acuerdos

(108)
Los acuerdos108 son decisiones de carácter gubernativo, ciertamente de jueces Art. 244 LOPJ

o magistrados, pero no en cuanto que titulares de la potestad jurisdiccional,


sino como titulares de una potestad gubernativa o de organización dentro de Ejemplos de acuerdos

la estructura y del complejo orgánico del Poder Judicial. El acuerdo de una sala de Go-
bierno de un Tribunal, la san-
ción disciplinaria de un presi-
Resoluciones jurisdiccionales dente de sala a un miembro
del personal al servicio del tri-
bunal, etc. son ejemplos de
Los siguientes son resoluciones jurisdiccionales: acuerdos.

1)�Providencias109 (109)
Arts. 245.1.a) y 248.1 LOPJ

La providencia es la clase de resolución judicial que debe dictarse cuan-


do lo que se haya de decidir tenga como objeto la ordenación material
del proceso. No es necesario que estén motivadas.

En el ámbito del proceso civil, según el artículo 206.1.1.ª LEC, se debe dictar
providencia cuando la resolución se refiere a cuestiones procesales que requie-
ren una decisión judicial, porque lo establece la ley, siempre y cuando en estos
casos no se exija expresamente la forma de auto.

(110)
2)�Autos110 Arts. 245.1.b) LOPJ y 248.2
LOPJ

El auto es la clase de resolución judicial que ha de dictarse cuando se de-


cidan recursos contra providencias, cuestiones incidentales, presupues-
tos procesales, nulidad del procedimiento o cuando, según las leyes de
enjuiciamiento, deban revestir esta forma. Deben ser siempre motiva-
dos y estar redactados con la estructura prevista por el artículo 248.2
LOPJ.
© FUOC • PID_00266551 74 Introducción al derecho procesal (II)

En el ámbito del proceso civil, según el artículo 206.1.2.ª LEC, debe dictarse
auto cuando se deciden recursos contra providencias o decretos, cuando se
dicte resolución sobre la admisión o la inadmisión de la demanda, la recon-
vención y la acumulación de acciones, sobre presupuestos procesales, la ad-
misión o la inadmisión de la prueba, la aprobación judicial de transacciones y
convenios, anotaciones e inscripciones del registro, medidas cautelares, nuli-
dad o validez de las actuaciones y cualesquiera cuestiones incidentales, tanto
si tienen señalada en la LEC una tramitación especial como si no la tienen.
También revisten la forma de auto las resoluciones que pongan fin a las actua-
ciones de una instancia o recurso antes de que concluya su tramitación ordi-
naria, salvo que, respecto de estas últimas, la ley hubiera dispuesto que deban
finalizar por decreto.

(111)
3)�Sentencias111 Arts. 245.1.c) LOPJ y 248.3
LOPJ

La sentencia es la clase de resolución judicial que debe dictarse cuando


se decida, definitivamente, el pleito o causa en cualquier instancia o
recurso, o cuando, según las leyes procesales, las resoluciones deban
revestir esta forma. Han de ser siempre motivadas y redactarse con la
estructura prevista por el artículo 248.3 LOPJ.

En el ámbito del proceso civil, según el artículo 206.1.3 LEC, hay que dictar
sentencia para poner fin al proceso, en primera o segunda instancia, una vez
ha concluido la tramitación ordinaria prevista en la ley. También se resuelven,
mediante sentencia, los recursos extraordinarios y los procedimientos para la
revisión de sentencias firmes.

Forma de las resoluciones judiciales

La forma o estructura que han de observar las resoluciones judiciales está regulada en los
artículos 248 LOPJ y 208 y 209 LEC, el último de los cuales prevé un conjunto de reglas
especiales sobre la forma y el contenido de las sentencias.

El artículo 245.2 LOPJ establece que podrán dictarse sentencias oralmente cuando la ley
lo autorice. Es, sin embargo, el 210 LEC el que se ocupa con detalle de las resoluciones
orales y establece que las resoluciones que deban dictarse en la celebración de una vista,
una audiencia o una comparecencia ante el tribunal han de pronunciarse oralmente en
el mismo acto, a no ser que la ley permita diferir el pronunciamiento. Aun así, el precepto
prohíbe que las sentencias en el proceso civil se dicten oralmente.

Cuando se dicta una resolución judicial en forma oral, es necesario redactarla y funda-
mentarla (a excepción de las providencias) posteriormente.
© FUOC • PID_00266551 75 Introducción al derecho procesal (II)

Invariabilidad de las resoluciones judiciales definitivas

(112)
Arts. 267.1 LOPJ y 214.1 LEC
La resolución definitiva es aquella que ha sido firmada por el órgano
judicial. Desde este momento resulta invariable, es decir, no puede ser
modificada por el propio órgano que la dictó. Para modificarla, es ne-
cesario que alguna parte haga valer el recurso o el mecanismo procesal
que la ley prevea en cada caso a tales efectos112.

Aclaración y corrección de las resoluciones judiciales

La subsanación y el complemento de autos y sentencias defectuosas o incom-


pletas: aunque una resolución judicial sea definitiva, las partes (sin que se trate
de un recurso) pueden pedir al órgano judicial que aclare algún concepto os-
curo, supla alguna omisión, o rectifique errores materiales manifiestos o arit-
méticos (arts. 267.1, 2 y 3 LOPJ). El órgano judicial también lo puede hacer de
oficio. Se prohíbe, sin embargo, alterar sustancialmente la resolución judicial.
Para esto, como ya se ha dicho, era necesario que las partes interpusiesen un
recurso.

Los artículos 214 y 215 LEC regulan, respectivamente, la aclaración y correc-


ción de resoluciones judiciales y la subsanación y complemento de autos y
sentencias defectuosas o incompletas. En estos preceptos, se detalla el procedi-
miento a seguir en los casos en los que las partes pidan o el órgano judicial dis-
ponga de oficio la subsanación, aclaración o complemento que corresponda.

Firmeza y cosa juzgada

La firmeza es la situación en la que deviene una resolución judicial defi-


nitiva cuando contra ella no quepa recurso alguno (bien porque se han
agotado o no se han utilizado, o bien por que la ley no prevé ninguno).

Sentencias firmes según la LEC

A la firmeza de las sentencias se refiere el artículo 245.3 LOPJ. En consonancia con éste,
el 207.2 LEC establece que son resoluciones firmes aquellas contra las que no se puede
interponer ningún recurso porque no lo prevé la ley, o bien porque, aun estando pre-
visto, ha transcurrido el plazo legalmente fijado sin que ninguna de las partes lo haya
presentado.

Los dos apartados siguientes de este último precepto establecen que, transcurridos los
plazos previstos para recurrir contra una resolución sin haberla impugnado, queda firme
y reviste la autoridad de la cosa juzgada.
© FUOC • PID_00266551 76 Introducción al derecho procesal (II)

La autoridad de la cosa juzgada se puede predicar de cualquier resolu-


ción judicial. Se habla entonces de la cosa juzgada formal, consistente
en que el tribunal del proceso en el que se dicta la resolución habrá de
estar en todo caso a lo que se disponga en ella (arts. 207.3 y 4 LEC).
Se trata de una vinculación intraprocesal, circunscrita al tribunal y al
procedimiento en que se dicta. La cosa juzgada de las sentencias firmes
sobre el fondo produce otra clase de vinculación, que afecta a todos los
órganos judiciales y que consiste en la prohibición de dictar resolución
que contradiga lo resuelto con dicha autoridad. Es la denominada cosa
juzgada material, de la cual trata específicamente el artículo 222 LEC,
que será objeto de singular atención en el estudio del proceso civil.

Ejecutoria

(113)
Art. 245.4 LOPJ
La ejecutoria es el documento público y solemne en el cual se consigna
una sentencia firme113.

5.4.2. Resoluciones del letrado de la Administración de Justicia

(114)
Las siguientes son las resoluciones del letrado de la Administración de Justi- Art. 206.2 LEC
114
cia :

1) Decretos, cuando se admita a trámite la demanda, cuando se ponga término


al procedimiento del que el letrado de la Administración de Justicia tuviera
atribuida competencia exclusiva y, en cualquier clase de procedimiento, cuan-
do fuere preciso o conveniente razonar lo resuelto.

2) Diligencias. Dentro de éstas, se distingue:

a) Diligencias de ordenación, cuando la resolución ha de dar a los autos el


curso que la ley establezca.

b) Diligencias de constancia, comunicación o ejecución a los efectos de reflejar


en autos hechos o actos con trascendencia procesal.

Cuando la ley no exprese la clase de resolución que haya de emplearse, se


observarán las siguientes reglas:

• Se dictará diligencia de ordenación cuando la resolución tenga por objeto


dar a los autos el curso que la ley establezca.
© FUOC • PID_00266551 77 Introducción al derecho procesal (II)

• Se dictará decreto cuando se admita a trámite la demanda, cuando se pon-


ga término al procedimiento del que el letrado de la Administración de
Justicia tuviera atribuida competencia exclusiva y, en cualquier clase de
procedimiento, cuando fuere preciso o conveniente razonar lo resuelto.

• Se dictarán diligencias de constancia, comunicación o ejecución a los efec-


tos de reflejar en autos hechos o actos con trascendencia procesal.

5.4.3. Actos de comunicación

Podemos distinguir los siguientes actos de comunicación: los del tribunal con
otros órganos, los del tribunal con órganos públicos pero no jurisdiccionales,
y los de los tribunales con las partes y otras personas que intervienen en el
proceso (testigos, peritos, etc.).

Los actos de comunicación del tribunal con otros órganos

Normalmente, a los actos de comunicación del tribunal con órganos jurisdic-


cionales se les denomina exhortos. Los exhortos, a su vez, pueden producirse
en estos dos supuestos:

• Peticiones�de�auxilio�judicial. Son los casos en que un órgano judicial se


dirige a otro órgano judicial español requiriendo su colaboración para te-
ner una determinada actuación, como por ejemplo pedir al órgano judicial
exhortado que lleve a cabo el reconocimiento o inspección de unas obras
ruinosas objeto de litigio, situadas en otro partido judicial (arts. 169.2 LEC;
273 a 275 LOPJ; 169 a 176 LEC; 183 a 192, 195 y 196 LECrim).

• Cooperación�jurisdiccional. Se trata de solicitar la colaboración de órga-


nos judiciales extranjeros para la realización de actuaciones judiciales, co-
mo por ejemplo que se tome declaración como testigo a un ciudadano del
país correspondiente (arts. 276 a 278 LOPJ; 177 LEC; 193 y 194 LECrim).

Los actos de comunicación del tribunal con órganos públicos pe-


ro no jurisdiccionales

Podemos destacar los siguientes actos de comunicación del tribunal con órga-
nos públicos no jurisdiccionales:

• Peticiones�de�cooperación�internacional. Se trata, en este caso, de soli-


citar la colaboración de autoridades no judiciales extranjeras para la reali-
zación de actuaciones judiciales (arts. 276 a 278 LOPJ).

• Mandamientos. El artículo 149.5.° LEC indica que los mandamientos son


actos de comunicación que sirven para ordenar la entrega de certificacio-
nes o testimonios y la práctica de cualquier actuación cuya ejecución co-
© FUOC • PID_00266551 78 Introducción al derecho procesal (II)

rresponda a los registradores de la propiedad, mercantiles, de buques, de


venta a plazos de bienes muebles, notarios o funcionarios al servicio de la
Administración de Justicia. Por ejemplo, cuando el órgano judicial embar-
ga bienes inscritos en el Registro de la Propiedad, expide un mandamien-
to al registrador para que haga constar el embargo mediante la correspon-
diente anotación preventiva (art. 629 LEC). El artículo 167 LEC concreta
los detalles sobre la manera de practicar los mandamientos.

• Oficios. El artículo 149.6.° LEC indica que los oficios son los actos por
los cuales se realizan las comunicaciones con autoridades no judiciales y
funcionarios diferentes de los especificados para los mandamientos. Como
en el caso de estos últimos, el artículo 167 LEC concreta los detalles sobre
la manera de practicarlos.

Los actos de comunicación de los tribunales con las partes y otras


personas que intervienen en el proceso

Los actos de comunicación de los tribunales con las partes y otras per-
sonas que intervienen en el proceso (testigos, peritos, etc.) se conocen
a menudo en el lenguaje corriente como notificaciones. Si se examinan
los textos legales que regulan la materia (LOPJ, LEC, LECrim y otros le-
yes procesales) se concluye, sin embargo, que es preferible ceñirse a la
terminología legal, que reserva el vocablo notificación para el acto me-
diante el cual se da noticia o conocimiento de resoluciones, diligencias
o actuaciones (arts. 270 LOPJ y 149.1.ª LEC; 167 a 174 LECrim).

Forma de practicar los actos de comunicación

La forma de practicar los actos de comunicación de los tribunales con las partes y otras
personas que intervienen en el proceso no es igual en todas las clases de procedimiento.
La LEC tiene sus reglas propias (arts. 149 a 168); y la LECrim, por su parte, también
contempla algunas normas particulares (arts. 166 a 182).

Estas son las clases de actos de comunicación de los tribunales con las partes
y otros sujetos que intervienen en el proceso, siguiendo la clasificación y la
finalidad que se les asigna el artículo 149 LEC:

• Notificaciones, cuando tengan como objeto comunicar una resolución o


una actuación.

• Emplazamientos, para personarse y para actuar dentro de un plazo.

• Citaciones, cuando determinen el lugar, la fecha y la hora para comparecer


y actuar.
© FUOC • PID_00266551 79 Introducción al derecho procesal (II)

• Requerimientos, para ordenar, en conformidad con la ley, una conducta


o una inactividad.

Interesa aquí ocuparnos del régimen de estos actos de comunicación en la


LEC (arts. 149 a 168). El interés estriba, por una parte, en que la LOPJ no
contiene –tampoco le corresponde– ninguna regulación al respecto, y la LEC
es supletoria del resto de leyes de enjuiciamiento, que tampoco prevén una
disciplina detallada en esta materia.

Según el artículo 152.2 LEC, los actos de comunicación se practicarán por me-
dios electrónicos cuando los sujetos intervinientes en un proceso estén obli-
gados al empleo de los sistemas telemáticos o electrónicos existentes en la Ad-
ministración de Justicia, o cuando aquellos, sin estar obligados, opten por el
uso de esos medios, con sujeción, en todo caso, a las disposiciones conteni-
das en la normativa reguladora del uso de las tecnologías de la información
y la comunicación en la Administración de Justicia. No obstante, los actos de
comunicación no se practicarán por medios electrónicos cuando el acto vaya
acompañado de elementos que no sean susceptibles de conversión en formato
electrónico o así lo disponga la ley.

Los actos de comunicación se efectuarán en alguna de las formas siguientes:

1) Mediante procurador, si se trata de comunicaciones a quienes ya están


personados en el proceso con representación del procurador.

Como dice el artículo 153 LEC, la comunicación con las partes personadas en
el juicio se hará a través de su procurador cuando este las represente. El procu-
rador firmará las notificaciones, emplazamientos, citaciones y requerimientos
de todas clases que deban hacerse a su poderdante en el curso del pleito, in-
cluso las de sentencias y las que tengan por objeto alguna actuación que deba
realizar personalmente el poderdante.

2) Remisión de lo que se deba comunicar mediante correo, telegrama o cual-


quier� otro� medio� técnico que permita dejar en las actuaciones constancia
fehaciente de la recepción, de su fecha y del contenido de lo comunicado.

El artículo 156 LEC se refiere a las averiguaciones que debe realizar el letrado
de la Administración de Justicia cuando el demandante manifieste la imposi-
bilidad de designar un domicilio del demandado, y que consisten en dirigirse
a diferentes registros, organismos, entidades, etc., para tratar de obtener infor-
mación.
© FUOC • PID_00266551 80 Introducción al derecho procesal (II)

Como señala el artículo 164 LEC,


Ved también
“cuando, practicadas en su caso las averiguaciones a que se refiere el artículo 156, no
pudiere conocerse el domicilio del destinatario de la comunicación, o cuando no pudiere Sobre la posibilidad de llevar
hallársele ni efectuarse la comunicación con todos sus efectos, conforme a lo establecido a cabo actos de comunica-
ción mediante soportes infor-
en los artículos anteriores, o cuando así se acuerde en el caso a que se refiere el apartado
máticos, ya se analizó en el
2 del artículo 157, el letrado de la Administración de Justicia, consignadas estas circuns- subapartado 5.2.3.
tancias, mandará que se haga la comunicación fijando la copia de la resolución o la cé-
dula en el tablón de anuncios de la oficina judicial de conformidad con la Ley 18/2011,
de 5 de julio, reguladora del uso de las tecnologías de la información y la comunicación
en la Administración de Justicia, salvaguardando en todo caso los derechos e intereses de
menores, así como otros derechos y libertades que pudieran verse afectados por la publi-
cidad de los mismos. Tal publicidad podrá ser sustituida, en los términos que reglamen-
tariamente se determinen, por la utilización de otros medios telemáticos, informáticos
o electrónicos.

Solo a instancia de parte, y a su costa, se publicará en el Boletín Oficial de la provincia, en


el de la comunidad autónoma, en el Boletín Oficial del Estado o en un diario de difusión
nacional o provincial”.

3) Mediante entrega al destinatario de copia�literal�de�la�resolución que se le


ha de notificar, del requerimiento que el tribunal o el letrado de la Adminis-
tración de Justicia le dirige o de la cédula de citación.

Como dispone el artículo 158 LEC, las comunicaciones se realizarán de esta


manera cuando las partes no actúen representadas por un procurador o se trate
de la primera citación y se haya intentado sin éxito realizar la comunicación
por remisión a su domicilio.

El artículo 161 LEC regula con detalle las vicisitudes que pueden acaecer cuan-
do la comunicación se practique de esta manera (en el caso de que el destina-
tario no sea hallado, de que se niegue a recibir la comunicación, etc.).

Los actos de comunicación de las partes con las otras partes y el


tribunal: la presentación de escritos y documentos y sus traslados

La Ley de Enjuiciamiento Civil diferencia entre estar o no representados por


procurador.

No estando representados por procurador, la firma y traslado se realiza con-


forme a lo dispuesto en el artículo 274 LEC.

Estando representados por procurador, corresponde a este trasladar las copias y


documentos por medios telemáticos a los procuradores de las restantes partes
a través del servicio de recepción de notificaciones a que alude el artículo 28.3
LEC (art. 276 LEC).

Si la presentación de escritos y documentos se hizo telemáticamente, el tras-


lado se adecuará a lo dispuesto en el artículo 276.1 y 2 LEC.

El traslado de copias de los escritos y documentos presentados de forma tele-


mática se hará por medios telemáticos de forma simultánea a la presentación,
y se entenderá efectuado en la fecha y hora que conste en el resguardo acre-
© FUOC • PID_00266551 81 Introducción al derecho procesal (II)

ditativo de su presentación. En caso de que el traslado tenga lugar en día y


hora inhábil, a efectos procesales conforme a la ley se entenderá efectuado el
primer día y hora hábil siguiente.

En los supuestos de presentación en soporte papel, el procurador deberá tras-


ladar de forma telemática y con carácter previo a los procuradores de las res-
tantes partes las copias de los escritos y documentos que haya que presentar
al tribunal.

Cuando el acto del que se haya dado traslado determine la apertura de un


plazo para llevar a cabo una actuación procesal, el plazo comenzará su curso
sin intervención del tribunal y deberá computarse desde el día siguiente al de
la fecha que se haya hecho constar en las copias entregadas o al de la fecha
en que se entienda efectuado el traslado, siempre que se utilicen los medios
técnicos a que se refiere el artículo 135 LEC (art. 278).

Inexactitud de una copia entregada a un litigante

El artículo 280 LEC se ocupa de la denuncia de inexactitud de una copia entregada a


un litigante, es decir, de la discrepancia entre el escrito original presentado al tribunal
y la copia entregada al servicio de recepción de notificaciones. En este caso, el tribunal,
oídas las otras partes, declarará la nulidad de las actuaciones a partir de la entrega de
la copia si su inexactitud ha podido afectar a la defensa de la parte, sin perjuicio de la
responsabilidad en que incurra quien presente la copia inexacta.

5.5. El derecho a la asistencia jurídica gratuita

El derecho a la asistencia jurídica gratuita es un derecho muy relacionado con


el derecho de defensa proclamado en el artículo 24.1 CE y con el imperativo
de igualdad entre las partes de un proceso, que también se deriva de aquel pre-
cepto. La falta de asistencia o ayuda de un profesional jurídico mínimamente
competente puede, en efecto, equivaler a dejar un ciudadano en la más abso-
luta indefensión o situarlo en un plano de injusto desequilibrio respecto de
su adversario procesal.

La gratuidad de la justicia ya aparece contemplada en el artículo 119 CE.

Artículo 119 CE

"La justicia será gratuita cuando la ley lo disponga así, y, en todo caso, respecto aquellos
que acrediten insuficiencia de recursos para litigar".

Se trata, pues, de un derecho con fundamento constitucional que ha sido desa-


rrollado por el legislador mediante la Ley 1/1996, de 10 de enero, de Asistencia
Jurídica Gratuita (en lo sucesivo LAJG), y su Reglamento, aprobado por RD
996/2003, de 25 de julio.
© FUOC • PID_00266551 82 Introducción al derecho procesal (II)

5.5.1. Contenido del derecho a la asistencia jurídica gratuita

Según el artículo 6 LAJG, el derecho a la asistencia jurídica gratuita com-


prende las siguientes prestaciones:

1) Asesoramiento y orientación gratuita previos al proceso, así como


información sobre la posibilidad de recurrir a la mediación u otros me-
dios extrajudiciales de solución de conflictos.

2) Asesoramiento y orientación gratuitos en el momento previo a la in-


terposición de la demanda o querella a víctimas de violencia de género,
de terrorismo y de trata de seres humanos, así como a los menores de
edad y a las personas con discapacidad intelectual o enfermedad mental.

3) Asistencia gratuita al detenido o preso respecto a las diligencias poli-


ciales que no formen parte de un proceso penal en curso o en su primera
comparecencia ante el órgano judicial. Igualmente, será de aplicación
dicha asistencia letrada a la persona reclamada y detenida como conse-
cuencia de una orden de detención europea.

4) Inserción gratuita de anuncios o edictos en el curso del proceso que,


preceptivamente, tengan que ser publicados en periódicos oficiales.

5) Exención en el pago de depósitos necesarios para la interposición de


recursos.

6) Asistencia pericial gratuita, en los términos establecidos en el precep-


to.

7) Obtención gratuita de ciertos documentos notariales (copias, testi-


monios, instrumentos y actas).

8) Reducción del 80% de los derechos arancelarios que correspondan


por el otorgamiento de escrituras públicas y por la obtención de copias y
testimonios notariales no contemplados en el apartado anterior, cuando
tengan relación directa con el proceso y sean requeridos por el órgano
judicial en su curso o sirvan para la fundamentación de la pretensión
del beneficiario de la justicia gratuita.

9) Reducción del 80% de los derechos arancelarios que correspondan


por la obtención de notas, certificaciones, anotaciones, asientos e ins-
cripciones en los Registros de la Propiedad y Mercantil, cuando tengan
relación directa con el proceso y sean requeridos por el órgano judicial
en su curso o sirvan para la fundamentación de la pretensión del bene-
ficiario de la justicia gratuita.
© FUOC • PID_00266551 83 Introducción al derecho procesal (II)

5.5.2. Quiénes pueden disfrutar del derecho a la asistencia


jurídica gratuita

Según el artículo 2 LAJG, y siempre que cumplan los requisitos del artículo 3
o 5 LAJG, pueden ser titulares del derecho a la asistencia jurídica gratuita:

1) Los ciudadanos españoles, los nacionales del resto de Estados miembros de


la Unión Europea y los extranjeros que residan legalmente en España, cuando
acrediten insuficiencia de recursos para litigar.

2) Las entidades gestoras y servicios comunes de la Seguridad Social, en todos


los casos.

3) Las personas jurídicas siguientes cuando acrediten insuficiencia de recursos


para litigar:

a) Asociaciones de utilidad pública, previstas en el artículo 32 de la LO 1/2002,


de 22 de marzo, reguladora del Derecho de Asociación.

b) Fundaciones inscritas en el registro administrativo correspondiente.

4) También, en el orden jurisdiccional social, para la defensa en juicio, los


trabajadores y los beneficiarios del sistema de Seguridad Social.

5) En el orden jurisdiccional penal, tienen derecho a la asistencia letrada y a la


defensa y representación gratuitas, los ciudadanos extranjeros que acrediten
insuficiencia de recursos para litigar, aun cuando no residan legalmente en el
territorio español.

Recuérdese la publicación de la Directiva (UE) 2016/1919 del Parlamento Eu-


ropeo y del Consejo de 26 de octubre de 2016 relativa a la asistencia jurídica
gratuita a los sospechosos y acusados en los procesos penales y a las personas
buscadas en virtud de un procedimiento de orden europea de detención.

6) En el orden contencioso administrativo, así como en la vía administrativa


previa, los ciudadanos extranjeros que acrediten insuficiencia de recursos para
litigar, aunque no residan legalmente en el territorio español, tendrán derecho
a la asistencia letrada y a la defensa y representación gratuita en todos aquellos
procesos relativos a su solicitud de asilo.

7) En los litigios transfronterizos en materia civil y mercantil, las personas fí-


sicas que sean ciudadanos de la Unión Europea (excepto Dinamarca) o nacio-
nales de terceros países que residan en uno de los Estados miembros.

8) Con independencia de la existencia de recursos para litigar, se reconoce el


derecho de asistencia jurídica gratuita, que se les prestará de inmediato, a las
víctimas de violencia de género, de terrorismo y de trata de seres humanos
© FUOC • PID_00266551 84 Introducción al derecho procesal (II)

en aquellos procesos que tengan vinculación, deriven o sean consecuencia de


su condición de víctimas, así como a los menores de edad y las personas con
discapacidad intelectual o enfermedad mental cuando sean víctimas de situa-
ciones de abuso o maltrato. Este derecho asistirá también a los causahabientes
en caso de fallecimiento de la víctima, siempre que no fueran partícipes en
los hechos.

5.5.3. Requisitos para el reconocimiento del derecho a la


asistencia jurídica gratuita

El artículo 3 LAJG condiciona el reconocimiento del derecho a la asistencia


jurídica gratuita a los siguientes requisitos:

1) Si se trata de personas físicas que careciendo de patrimonio suficiente cuen-


ten con unos recursos e ingresos económicos brutos, computados anualmente
por todos los conceptos y por unidad familiar, que no superen los siguientes
umbrales:

a) Dos veces el indicador público de renta de efectos múltiples (IPREM) vigen-


te en el momento de efectuar la solicitud cuando se trate de personas no inte-
gradas en ninguna unidad familiar.

b) Dos veces y media el IPREM vigente en el momento de efectuar la solicitud


cuando se trate de personas integradas en alguna de las modalidades de unidad
familiar con menos de cuatro miembros.

c) El triple del IPREM cuando se trate de unidades familiares integradas por


cuatro o más miembros o que tengan reconocida su condición de familia nu-
merosa.

El artículo 5 LAJG permite que se reconozca el derecho a la asistencia jurídica


gratuita, aun cuando se superen los límites señalados en el art. 3 LAJG, siempre
y cuando no excedan del quíntuplo del IPREM en atención a las circunstancias
familiares del solicitante, número de hijos o familiares a su cargo, estado de
salud, otras obligaciones económicas que pesen sobre él, etc.

Así como en el caso contemplado en este artículo 5 LAJG resulta razonable


reconocer el derecho a la asistencia gratuita pese a no cumplirse los requisitos
objetivos inicialmente establecidos por la ley, podría suceder también que al-
guien se ajustase a aquellas exigencias pero disfrutase de una sólida posición
económica que haría difícilmente justificable el reconocimiento de aquel de-
recho, como sería el caso de quien, pese a cumplir los requisitos mencionados,
fuese propietario de valiosos bienes inmuebles. De ahí que el artículo 4 LAJG
disponga que, en el momento de valorar si el solicitante de asistencia jurídica
gratuita padece efectivamente insuficiencia de recursos para litigar, hayan de
© FUOC • PID_00266551 85 Introducción al derecho procesal (II)

tenerse en cuenta también los signos externos que manifiestan su capacidad


económica real y, en consecuencia, que se le deniegue el derecho a litigar gra-
tuitamente si disfruta de medios suficientes.

2) Que se litigue en defensa de derechos o intereses propios.

3) Cuando se trate de las asociaciones de utilidad pública y de las fundaciones


referidas en el artículo 2.c) LAJG, habrá insuficiencia de recursos para litigar
cuando el resultado contable de la entidad en cómputo anual fuera inferior a
la cantidad equivalente al triple del IPREM.

5.5.4. Órgano competente y procedimiento de reconocimiento


del derecho a la asistencia jurídica gratuita

En cada capital de provincia en que haya uno o más partidos judiciales, ha


de constituirse una Comisión de Asistencia Jurídica Gratuita, como órgano
responsable de realizar el reconocimiento del derecho que nos ocupa.

Las Comisiones de Asistencia Jurídica Gratuita estarán presididas por un


miembro del Ministerio Fiscal, designado por el fiscal en jefe del Tribunal Su-
perior de Justicia o de la Audiencia Provincial, e integradas, además, por el
decano del Colegio de Abogados y el del Colegio de Procuradores, la persona
que éstos designen, y por dos miembros que designen las administraciones
públicas de las que dependen, actuando uno de ellos como secretario.

El reconocimiento del derecho se solicita en el Colegio de Abogados del lugar


en que se encuentre el juzgado o tribunal competente para conocer del proceso
en cuestión o ante el juzgado del domicilio del peticionario que, entonces,
deberá comunicarlo al Colegio de Abogados competente.

El Colegio de Abogados debe comprobar que el solicitante queda dentro del


ámbito definido por el artículo 2 LAJG y, en caso afirmativo, hará una desig-
nación provisional de abogado y lo comunicará al Colegio de Procuradores
que corresponda para que éste también designe un procurador que asuma la
representación (art. 15 LAJG).

El reconocimiento o denegación definitivos del derecho de asistencia jurídica


gratuita lo llevará a cabo la Comisión de Asistencia Jurídica Gratuita corres-
pondiente.

Turno de oficio

Tal como establece el artículo 24 LAJG, los colegios profesionales establecerán sistemas
de distribución objetiva y equitativa de los turnos y medios para la designación de los
abogados que hayan de prestar la asistencia gratuita. Se trata del denominado turno de
oficio, de los abogados o procuradores de oficio. El Ministerio de Justicia ha de establecer
los requisitos generales mínimos de formación y especialización necesarios para que estos
profesionales puedan prestar los servicios de asistencia jurídica gratuita con el fin de
asegurar su capacidad y solvencia profesional. Los colegios de abogados, salvo aquellos
en los que por la reducida dimensión de la actividad no sea necesario, contarán con
un turno de guardia permanente para la prestación del servicio de asistencia letrada al
© FUOC • PID_00266551 86 Introducción al derecho procesal (II)

detenido y otro para la prestación de los servicios de asesoramiento previo y de asistencia


letrada para las víctimas de violencia de género, terrorismo, trata de seres humanos y de
menores de edad y personas con discapacidad intelectual o enfermedad mental que sean
víctimas de situaciones de abuso o maltrato.

El artículo 32 LAJG se refiere a la insostenibilidad de la pretensión del beneficiario del


derecho a litigar gratuitamente como razón que puede justificar la negativa de un abo-
gado designado según lo dispuesto en la LAJG. Finalmente, es la Comisión de Asistencia
Jurídica Gratuita la que habrá de pronunciarse sobre la sostenibilidad de la pretensión, y
si esta resolución es positiva, el abogado designado quedará obligado a asumir la defensa
pese a las prevenciones que manifestó en su día.

5.5.5. Condena en costas

El artículo 36 LAJG se refiere a la condena de costas. Muy sintéticamente es-


tablece, sobre todo, estas reglas:

1) Si en la resolución que ponga fin al proceso hubiera pronunciamiento sobre


costas a favor de quien obtuvo el reconocimiento del derecho a la asistencia
jurídica gratuita o de quien lo tuviera legalmente reconocido, la parte contraria
deberá abonar las costas causadas en la defensa y representación de aquella.

2) Cuando en la resolución que ponga fin al proceso fuera condenado en cos-


tas quien hubiera obtenido el reconocimiento del derecho a la asistencia ju-
rídica gratuita o quien lo tuviera legalmente reconocido, este quedará obliga-
do a pagar las causadas en su defensa y las de la parte contraria si dentro de
los tres años siguientes a la terminación del proceso viniere a mejor fortuna,
quedando mientras tanto interrumpida la prescripción del artículo 1.967 del
Código civil. Se presume que el sujeto ha venido a mejor fortuna cuando sus
ingresos y recursos económicos por todos los conceptos superen el doble del
módulo previsto en el artículo 3 LAJG y se hubieran alterado sustancialmente
las circunstancias y condiciones tomadas en cuenta para reconocer el derecho.

3) Cuando la sentencia que pone fin al proceso no se pronuncie expresamente


sobre las costas y hubiera vencido el pleito el beneficiario del derecho a litigar
gratuitamente, éste tendrá que pagar las costas causadas en su defensa, siempre
y cuando no pasen de la tercera parte de lo que haya obtenido en el pleito. Si
exceden de dicha cantidad, se reducirán al importe de aquella tercera parte.

4) Una vez que los profesionales designados de oficio hayan obtenido de la


persona defendida o representada el pago conforme a las reglas ahora mencio-
nadas, quedarán obligados a devolver las cantidades que eventualmente ha-
yan percibido a cargo de los fondos públicos.
© FUOC • PID_00266551 87 Introducción al derecho procesal (II)

6. Métodos alternativos a la jurisdicción

Los mal llamados "métodos alternativos" constituyen una apelación recurrente


cuando se critica la falta de eficacia de la justicia. De hecho, su éxito suele
acompañar a una referencia, no siempre suficientemente justificada, al fracaso
de aquélla. Mejor sería considerarlos "complementarios".

(115)
La apelación a los mismos, y no digamos su uso creciente, es uno más de los Siglas en inglés de alternative
dispute resolution.
frutos de la innegable influencia de la cultura jurídica americana. Muestra de
ello es que las siglas con que se conocen corresponden a su denominación en
inglés, sin necesidad de traducción alguna (ADR115). Con todo, ADR no es un
término tan fácil de conceptuar. Las siglas se utilizan, en realidad, para desig-
nar un movimiento (no sólo jurídico) surgido formalmente en Estados Unidos
a partir de la Pound Conference en 1976, y más en concreto, la conferencia
pronunciada por Roscoe Pound, uno de los fundadores del derecho americano,
ante la American Bar Association sobre The Causes of Popular Dissatisfaction
with the Administration of Justice.

Como se ha señalado en un completo análisis de la aparición del fenómeno


en Estados Unidos, obedece a un fenómeno complejo en el que la sobrecarga
de los tribunales opera como excusa, pero no es el único motivo. Junto a éste,
operaba en buena medida el frenar el activismo de los jueces en materias sen-
sibles como los derechos civiles, la tutela de los consumidores y la protección
del medio ambiente. Junto a ellos existía un sustrato social especialmente ade-
cuado, y no sólo por constituir un mercado de más de trescientos millones de
personas, donde todo se deshecha, se compra y se vende, sino por ser una so-
ciedad multicultural con costumbres bien distintas, y en muchos casos ajenas
con métodos de resolución de conflictos muy similares a lo que conocemos
como ADR.

En tanto en Estados Unidos el sistema es relativamente antiguo y, por lo tanto,


ha sido objeto de estudios que han puesto de relieve sus aspectos críticos, en
muchos países de Europa se acoge con entusiasmo, a veces exento de perspec-
tiva analítica o crítica.

Resulta imposible enumerar, siquiera aproximadamente, el gran y heterogéneo


número de instrumentos que se comprenden en la amplia denominación de
ADR. Sí conviene, no obstante, agruparlos en dos modelos:

1)�Modelos�conciliadores. Modelos que se orientan a decidir la controversia


mediante acuerdo de las partes.
© FUOC • PID_00266551 88 Introducción al derecho procesal (II)

2)�Modelos�valorativos. Modelos que difieren la controversia a un sujeto im-


parcial no jurisdiccional.

Los modelos conciliadores argumentan a su favor la preferencia por la gestión


privada de los conflictos, por el elemento de pacificación que supone; porque
el acuerdo alcanzado de esta forma adelanta, en todo caso, el resultado que
con derroche de tiempo y dinero se obtendría mediante un proceso; y por
la aceptación de la solución alcanzada que genera un cumplimiento de los
sujetos en conflicto.

Frente a esta valoración, se han recordado dos serios inconvenientes: la ausen-


cia de la función garantizadora del fairness del procedimiento que desarrolla
el juez, y que la afirmada "vocación de resolución definitiva" de los ADR se
efectúa a costa de negar la revisión y corrección de aquélla. Éstos se unen a
las críticas comunes sobre:

1) perpetuar las desigualdades que, durante años, se han invocado como el


origen de que a muchos se les niegue el acceso a los tribunales, singularmente
la falta de medios económicos suficientes;

2) la duda sobre la libertad del consenso prestado por la parte más débil; y

3) renunciar a garantías esenciales (independencia e imparcialidad del órgano


enjuiciador "alternativo"; falta de transparencia de los procedimientos; renun-
cia frecuente a la asistencia letrada).

En cuanto a los medios valorativos: arbitraje y mediación frente al reclamo que


supone una rápida resolución de la controversia (se fijan plazos imperativos
para emitir la correspondiente resolución) y otras justificativas de auge inicial
que hoy vuelve a resultar cuestionado, ofrecen peculiares características que
obligan a no perder de vista que su funcionamiento depende casi siempre de
la concurrencia de algunos condicionantes: las exigencias específicas de las
empresas en el arbitraje comercial internacional o las singularidades de los
conflictos en materia laboral, por ejemplo, pero, sobre todo, en atención a su
singular relevancia en el marco penal, la necesidad de libre disponibilidad de
los derechos que se discuten en las situaciones jurídicas a las que pretenden
aplicarse.

No resulta uniforme la valoración en torno a estos instrumentos. A favor, por


citar únicamente las razones más frecuentemente invocadas de los ADR, se
señala:

• que la justicia ordinaria es formalista, mientras que los ADR valoran el


fondo de las relaciones; que la justicia ordinaria no soluciona definitiva-
mente los conflictos en tanto que los ADR los elimina;
© FUOC • PID_00266551 89 Introducción al derecho procesal (II)

• que los ADR son accesibles, en tanto la justicia ordinaria no; que el método
negociador siempre es mejor que el de la contestación; y que la mediación
o pacto entre las partes resulta más positivo que una sentencia.

En contra, deben añadirse algunos límites e innegable problemas, entre los


que cabe destacar:

• la escasa transparencia y publicidad que suele concurrir en ellos, lo que


ocasiona que la tan loada "desformalización" se traduzca a la postre en
ausencia de muchas de las garantías que en cualquier proceso judicial se
estimarían como mínimas;

• la falta de imparcialidad del organismo al que se confía el procedimiento,


quien muy frecuentemente es nombrado y representa los intereses de una
de las partes;

• la forma de configuración de la solución del conflicto, apartándose de las


reglas jurídicas y desembocando muchas veces en la aplicación de la lógica
de las relaciones de fuerza económicas y sociales, y

• las graves limitaciones que, en orden a la eficacia, supone la carencia de


poderes coercitivos en los sujetos que resuelven, lo que impide dictar me-
didas cautelares o iniciar procedimientos ejecutivos.

Entre tales elementos valorativos, debe poderse elegir con libertad garantizada,
evitando, por ejemplo, la inclusión de cláusulas en contratos de adhesión.

Actualmente, en el marco de la justicia civil, excluido el proceso penal, se pre-


vén el arbitraje (Ley 60/2003, de 23 de diciembre) y la mediación (Ley 5/2012,
de 6 de julio), potenciada, en el caso de la mediación, incluso iniciado ya el
proceso, en el seno de la audiencia preliminar del juicio ordinario o vista del
juicio verbal (art. 414.1, 415.1.III y 440 LEC).
© FUOC • PID_00266551 90 Introducción al derecho procesal (II)

Resumen

El proceso es el tercer elemento básico de la disciplina. Es el elemento que


permite enlazar la acción, es decir, los derechos de los justiciables ante la Ad-
ministración de Justicia, con la potestad jurisdiccional.

Es mediante el proceso como los ciudadanos pueden hacer efectivo su derecho


a la tutela judicial efectiva, y es sólo por medio del proceso como los órganos
judiciales pueden ejercer la potestad jurisdiccional.

La existencia de diferentes ramas del derecho, de la misma manera que deter-


minan la existencia de diferentes órdenes judiciales, hacen necesaria la exis-
tencia de procesos diferentes, tanto por el tipo de tutela judicial que se puede
obtener, como por el tipo de derecho material que se ventila.

Estos diferentes tipos de procesos, por su parte, comparten algunos principios


comunes, mientras que en determinados aspectos están regidos por principios
antagónicos.

Las diferencias entre estos principios nacen y cobran sentido en la diferencia


existente entre la tutela judicial de intereses que afectan el ámbito privado e
intereses más propios del ámbito público.

El proceso también se puede entender como una sucesión ordenada de actos.


Estos actos, para ser válidos, es decir, para producir los efectos que la ley les
otorga, se tienen que ceñir a determinados requisitos. Los requisitos de los ac-
tos procesales, con contadas excepciones o variaciones en función del proceso
de que se trate, son comunes a todos los procesos. La nueva regulación del uso
de las nuevas tecnologías en la Administración de Justicia ha supuesto modi-
ficar las disposiciones relativas a la presentación de documentos, la realización
de actos de comunicación, la protección de datos personales en el ámbito de
la Administración de Justicia y el reforzamiento de la figura del procurador.

También común a todos los procesos es el desarrollo del derecho a la asisten-


cia jurídica gratuita, que pretende evitar que nadie se vea privado de la tutela
judicial por motivos económicos. Este derecho se encuentra sujeto a determi-
nados requisitos y presupuestos, y es objeto de una detallada regulación tanto
legal como reglamentaria.

En este bloque, asimismo, se habla de los llamados “métodos alternativos a la


jurisdicción”, es decir, aquellos sistemas de resolución de conflictos al margen
del proceso. La constante apelación a sus ventajas no elude el hecho de que
presentan también inconvenientes que no pueden dejarse de lado.
© FUOC • PID_00266551 91 Introducción al derecho procesal (II)

Finalmente, determinadas leyes citadas en este módulo se han visto reforma-


das, y estas reformas responden a la lectura de los preceptos de las siguientes
directivas europeas: Directiva 2010/64/UE, sobre el derecho a la interpretación
y traducción en los procesos penales; Directiva 2011/36/UE, relativa a la pre-
vención y lucha contra la trata de seres humanos y a la protección de las víc-
timas; Directiva 2012/13/UE, sobre el derecho de información en los procesos
penales; o la Directiva 2013/48/UE, sobre el derecho a la asistencia de letrado
en los procesos penales y en los procedimientos relativos a la orden de deten-
ción europea, y también relativa al derecho a que se informe a un tercero en el
momento de privación de libertad y a comunicarse con terceros y con autori-
dades consulares durante la privación de libertad, la Directiva 2016/343/UE
por la que se refuerzan en el proceso penal determinados aspectos de la pre-
sunción de inocencia y el derecho a estar presente en el juicio, o la Directiva
2016/1919/UE, sobre la asistencia jurídica gratuita a los sospechosos y acusa-
dos en los procesos penales y a las persones buscadas en virtud de un procedi-
miento de orden europea de detención.
Los presupuestos
procesales y el objeto del
proceso civil declarativo
PID_00266549

Teresa Armenta Deu


Con la colaboración de
* Susanna Oromí Vall-llovera

Tiempo mínimo de dedicación recomendado: 8 horas


© FUOC • PID_00266549 11 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

1. Introducción y características generales del proceso


civil

Sabemos que el derecho procesal es el derecho de la función jurisdiccional,


entendiendo por tal el derecho a la tutela y realización del derecho objetivo,
mediante una forma jurídicamente regulada de la protección del ordenamien-
to privado por el Estado (el proceso).

El derecho privado (civil y mercantil) atribuye a los sujetos derechos


y deberes, que por regla general son reconocidos y satisfechos espontá-
neamente. Si no sucede así, el acreedor tiene dos caminos: tomar por su
mano lo que se le debe, o acudir a alguien con el poder suficiente para
hacer cumplir coactivamente.

Estos dos caminos se han recorrido a lo largo de la historia. El primero dio


lugar a la llamada "justicia privada"; el segundo, al proceso. Este es el mandato
del artículo 117.3 CE cuando atribuye en exclusiva, a jueces y magistrados, la
potestad jurisdiccional de juzgar y hacer ejecutar lo juzgado.

Importa retener, junto con todo lo expuesto, que el derecho procesal civil –en
la medida que sirve para realizar el derecho objetivo del caso concreto, derecho
que será casi siempre de naturaleza privada, y por ende, dispositiva–, deberá
adecuar su estructura y desarrollo a tal objeto, al igual que el derecho procesal
penal viene marcado por la naturaleza del derecho penal, a cuya realización
está orientado.
© FUOC • PID_00266549 12 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

2. Naturaleza jurídica del proceso

Las preguntas sobre la naturaleza del proceso marcan el inicio de la "ciencia


del derecho procesal". A partir de su formulación y de las distintas respuestas
formuladas, el derecho procesal se ha independizado de la ciencia jurídica sus-
tantiva correspondiente: el derecho civil, el penal, etc.

Como respecto de otros tantos conceptos nucleares, sobre el proceso se han


formulado diferentes teorías; unas superadas hoy en día definitivamente y
otras que aún siguen discutiéndose, en la medida que sólo ofrecen respuestas
parcialmente satisfactorias.

1) Entre las superadas en la actualidad, destaca la concepción del proceso co-


mo contrato�de�litiscontestatio�o�cuasilitiscontestatio. Concebida la litiscon-
testatio como un contrato por el que las partes se comprometen a someterse
a la sentencia que el juez dicte, esta tesis se desarrolló al socaire de la enorme
influencia del derecho romano.

Litiscontestatio

La concepción del proceso como contrato de litiscontestatio o cuasilitiscontestatio deja sin


respuesta cuestiones tan elementales como el poder del juez, que no puede provenir del
acuerdo de voluntades de las partes, como señalaba la litiscontestatio.

2) Desechada la naturaleza contractual, el proceso aparece como una serie o


sucesión de actos concatenados dirigidos a obtener el acto de tutela jurídica.

Esta concepción, básicamente procedimentalista, que sin más, poco o nada


señala, ha sido analizada y enriquecida por relevantes autores, agrupados en
torno a tres teorías: del proceso como relación jurídica; del proceso como si-
tuación jurídica y del proceso como institución jurídica.

3) Junto a ellas, y ante la insatisfacción de una respuesta completa a todas


las interrogantes que se formulan, aparece la configuración del proceso�como
concepto�jurídico�autónomo.

Profundización en las teorías sobre el proceso

El proceso�como�relación�jurídica fue defendido, con distintas modulaciones, por tres


autores alemanes: Von Bülow, Kohler y Hellwig. En síntesis, defendieron que el proceso
configura una relación jurídico-procesal diferente a la que establece el derecho civil en
cuanto a la relación jurídica privada o material. Esto explica, entre otros temas capitales,
que pueda existir la primera aún cuando al final la sentencia resulte desfavorable, y que
por ende, se niegue la existencia o validez de la segunda.

La relación jurídica procesal vendrá condicionada por la presencia de los presupuestos


procesales; la relación jurídica de fondo, por la existencia y correspondiente alegación y
prueba de los presupuestos de derecho material. En la primera relación, el juez es parte
esencial; en la segunda, no. Y lo mismo sucede con el contenido, la cuestión de fondo
que será el objeto sobre el que verse la resolución, pero no es el contenido de la relación
jurídico procesal, ya que puede no existir tal relación jurídico-material y sin embargo
© FUOC • PID_00266549 13 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

tener que llegarse a dictar sentencia sobre el fondo, porque existe y está correctamente
constituida la relación jurídico-procesal.

El proceso�como�situación�jurídica fue la tesis defendida por Goldschmidt. A partir de


las carencias detectadas en la teoría del proceso como relación jurídica, destaca en el pro-
ceso su naturaleza de situación jurídica, al mismo tiempo siempre existente y siempre
cambiante. El proceso desde que nace hasta que termina –señala– "determina una expec-
tativa jurídicamente fundada, a una sentencia favorable o desfavorable, y consecuente-
mente el reconocimiento, como jurídicamente fundada o infundada, de una pretensión
que se ha ejercitado".

La situación jurídica procesal no depende sólo ni principalmente de la existencia de unos


hechos y de la aplicabilidad a éstos de unas normas jurídicas, sino que, suponiendo que
las partes esgrimirán lo que consideran que apoya sus pretensiones, la situación jurídica
procesal dependerá de los actos procesales que las partes realicen o dejen de realizar, ob-
teniendo una ventaja o liberándose de una carga (es decir, de una consecuencia desven-
tajosa o perjudicial).

La tesis del proceso�como�institución�jurídica ha sido defendida por Guasp y Couture.


Destaca en esta concepción la apreciación de una idea común y objetiva que aglutina un
conjunto de actividades, adheridas a las diferentes voluntades particulares de los sujetos
de quienes procede aquella actividad.

Finalmente, la teoría del proceso�como�concepto�jurídico�autónomo no hace sino cons-


tatar la insuficiencia de todas las tesis anteriormente expuestas. En dicho concepto, de-
ben comprenderse una serie de ideas: sucesión de actos, regulados jurídicamente, que
sirven para ejercer la función jurisdiccional y decir y realizar el derecho en el caso con-
creto (De la Oliva).
© FUOC • PID_00266549 14 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

3. Diferentes formas de proceso. Breve recordatorio

A tenor de la forma de tutela solicitada, el proceso civil puede ser decla-


rativo, de ejecución o cautelar.

El proceso�declarativo puede limitarse a declarar lo que se ajusta o no a las


normas jurídicas (sentencia meramente declarativa). También puede, además
de declarar lo jurídico, dirigir un mandato para que se haga, omita o soporte
algo (sentencia declarativa de condena). Y, asimismo, puede decir el derecho,
creando, modificando o extinguiendo un estado o situación jurídica (senten-
cia constitutiva).

El proceso�de�ejecución consiste en llevar al propio proceso una serie de actos


encaminados a transformar el mundo externo, de manera que se realice con-
cretamente la condena que figura en la sentencia.

Como el proceso, tanto en su fase declarativa como en la de ejecución, con-


sume un tiempo en ocasiones excesivo, surge la necesidad de adoptar una se-
rie de medidas que garanticen la efectividad de la sentencia de condena que
eventualmente se pronuncie. Aparecen, así, las medidas�cautelares. Dado que
tales medidas son onerosas y que se adoptan cuando aún no consta el derecho
concreto, se exige una apariencia sobre este último, lo que se denomina "fu-
mus boni iuris" o apariencia de buen derecho.
© FUOC • PID_00266549 15 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

4. La jurisdicción de los tribunales civiles

Jurisdicción, elemento
El concepto de jurisdicción tiene dos acepciones. Por una parte, se re- delimitador
fiere a la potestad ejercida por los juzgados y tribunales determinados
Desde la perspectiva del ar-
por las leyes, según las normas de competencia y procedimiento que tículo 24.2 CE, la jurisdicción
constituye el primer elemento
las mismas establezcan (art. 117 CE). Por otra, define uno de los presu- delimitador del derecho cons-
puestos procesales, que debe concurrir en el órgano jurisdiccional que titucional al juez ordinario pre-
determinado por la ley.
conoce de un asunto.

La determinación del órgano ante el que debe interponerse la demanda surge


tras la aplicación de dos grandes criterios (jurisdicción y competencia) del que
el segundo es concreción del primero, y que corresponden a diferentes situa-
ciones a las que hay que dar respuesta.

Criterios para determinar el órgano judicial

La jurisdicción�o�competencia�judicial�internacional�de�los�tribunales�españoles per-
sigue señalar si, en atención a circunstancias personales o del objeto de la pretensión,
debe conocer un tribunal español o el de otro Estado de la comunidad internacional.

La jurisdicción�por�razón�de�la�materia responde a qué tribunal, de entre los diversos


órdenes jurisdiccionales en que se organizan los tribunales ordinarios y los especiales, y
de entre los cuatro órdenes que comprende la jurisdicción ordinaria (civil, penal, social
y contenciosa administrativa) debe conocer.

La competencia�objetiva, ya en el plano de los tribunales ordinarios civiles, señala, de


entre todos los órganos que tienen una competencia genérica para conocer en primera
instancia, cuál de ellos es el adecuado para ese caso concreto.

La competencia�territorial, identifica el órgano concreto entre los numerosos que hay


en el territorio (por ejemplo, de primera instancia en toda España).

Finalmente, la competencia�funcional sirve para conocer el órgano jurisdiccional que


debe conocer de toda una serie de cuestiones de carácter derivado, es decir, que surgen
necesariamente una vez aplicados el resto de los criterios (quién conoce de las cuestiones
incidentales; quién ejecuta la resolución; quién resuelve de los recursos, etc.).

4.1. Extensión y límites de la jurisdicción de los tribunales


españoles: criterios de atribución y tratamiento procesal

Desde la perspectiva del artículo 24.2 CE, la jurisdicción constituye el primer


elemento delimitador del derecho constitucional al juez ordinario predeter-
minado por la ley.

4.1.1. Criterios de atribución de jurisdicción internacional de los


tribunales españoles en materia civil

El criterio de atribución preferente son las normas de los convenios interna-


cionales ratificados por España. En su defecto, se aplica el artículo 22 LOPJ.
© FUOC • PID_00266549 16 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

En líneas generales, los convenios internacionales pueden ser de muy diversa


clase: convenios multilaterales sobre materias específicas, que obligan a mu-
chos países en una materia común, como el Convenio de la Haya sobre re-
conocimiento y ejecución de sentencias; convenios bilaterales, que obligan a
dos países, o convenios multilaterales sobre materias genéricas, como el Con-
venio de Bruselas sobre competencia judicial internacional y reconocimiento
y ejecución de sentencias en materia civil y mercantil, de 27 de septiembre de
1968, en su versión última de 1995. Este último, unido al Reglamento (CE)
número 44/2001 del Consejo, de 22 de diciembre de 2000, relativo a la com-
petencia judicial, el reconocimiento y la ejecución de resoluciones judiciales
en materia civil y mercantil, eran los de mayor aplicación en el marco comu-
nitario. A partir de 2015 entró en vigor el Reglamento (UE) número 1215/2012
del Parlamento Europeo y del Consejo, de 12 de diciembre de 2012, relativo
a la competencia judicial, el reconocimiento y la ejecución de resoluciones
judiciales en materia civil y mercantil.

Conforme al mismo, debe existir una conexión entre los procedimientos a los
que se aplique el presente Reglamento (RUE), de manera que: salvo lo dispues-
to en el presente RUE, las personas domiciliadas en un Estado miembro esta-
rán sometidas, sea cual sea su nacionalidad, a los órganos jurisdiccionales de
dicho Estado. A las personas que no tengan la nacionalidad del Estado en que
están domiciliadas, les serán de aplicación las normas de competencia judicial
que se apliquen a los nacionales de dicho Estado miembro (art. 4.1 y 2 RUE).

No obstante, para garantizar la protección de consumidores y trabajadores,


salvaguardar la competencia exclusiva y respetar la autonomía de las partes,
determinadas normas sobre competencia deben aplicarse con indepedencia
del fuero general del domicilio del demandado.

1)�Competencias�exclusivas

A tenor del artículo 24 del Reglamento UE1215/2012, determinados asuntos


se atribuyen con carácter exclusivo a los tribunales del Estado con los que
existan las conexiones establecidas en dicho artículo. Como consecuencia de
este carácter excluyente, el órgano jurisdiccional de un Estado miembro que
conozca a título principal de un litigio para el que los órganos sean exclusiva-
mente competentes en virtud del artículo 24 se declarará de oficio incompe-
tente (art. 27 RUE).

2)�Prórroga�de�la�competencia

Como forma de prorrogar la competencia, se contemplan las clásicas formas


de sumisión que el propio RUE describe.

a)�Sumisión�expresa
© FUOC • PID_00266549 17 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

Si las partes, con independencia de su domicilio, han acordado que un órgano


sea competente, tal órgano será competente, a menos que el acuerdo sea nulo
de pleno derecho en cuanto a su validez material según el derecho de dicho
Estado miembro (art. 25 RUE). El acuerdo atributivo de competencia deberá
celebrarse conforme a lo previsto en el propio artículo 25 RUE.

b)�Sumisión�tácita

Con independencia de los casos en que la competencia resulte de otras dispo-


siciones de este Reglamento, será competente el órgano jurisdiccional de un
Estado miembro ante el que comparezca el demandado, salvo que la compa-
recencia tenga por objeto impugnar la competencia o exista competencia ex-
clusiva conforme al artículo 24 RUE (art. 26 RUE).

3)�Competencias�especiales

Una persona domiciliada en un Estado miembro podrá ser demandada en otro


Estado miembro en las materias y circunstancias que figuran en los articulos
7, 8 y 9 (contratos, delitos, derecho de propiedad, etc.).

También se contemplan competencias especiales en materia de seguros (arts.


10 a 16 RUE); contratos celebrados por los consumidores (arts. 17 a 19 RUE),
y contratos individuales de trabajo (arts. 20 a 23 RUE).

4)�Fuero�general

El domicilio del demandado opera como criterio general por su previsibilidad.


En el caso de las personas jurídicas, debe definirse el domicilio de manera
autónoma para evitar conflictos de jurisdicción e incrementar la trasparencia
de las normas comunes.

El foro del domicilio del demandado debe completarse con otros foros alter-
nativos.

5)�Litispendencia�y�conexidad

Para reducir al máximo la posibilidad de juicios paralelos y evitar que se dic-


ten en Estados miembros resoluciones contradictorias, se prevé un mecanismo
para resolver los casos de litispendencia y conexidad, que persigue, además,
mejorar los acuerdos exclusivos de elección de foro y evitar las prácticas liti-
giosas abusivas, previendo una excepción a la norma general de litispendencia
que resuelva una situación particular en la que se desarrollen procedimientos
paralelos (arts. 29 a 34 RUE).
© FUOC • PID_00266549 18 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

A falta de convenio internacional aplicable, la atribución a los tribunales es-


pañoles viene establecida por los criterios del artículo 22 a 22 nonies LOPJ,
conforme a los criterios siguientes:

a) Competencias exclusivas, en todo caso y con carácter preferente (art. 22


LOPJ). Se trata, entre otros, de:

1) Derechos reales y arrendamientos de bienes inmuebles que se hallen en


España.

2) Constitución, validez, nulidad o disolución de sociedades o personas jurí-


dicas que tengan su domicilio en territorio español, así como respecto de los
acuerdos y decisiones de sus órganos.

3) Validez o nulidad de las inscripciones practicadas en un registro español.

4) Inscripciones o validez de patentes, marcas, diseños o dibujos y modelos y


otros derechos sometidos a depósito o registro, cuando se hubiera solicitado
o efectuado en España el depósito o el registro.

5) Reconocimiento y ejecución en territorio español de sentencias y demás


resoluciones judiciales, decisiones arbitrales y acuerdos de mediación dictados
en el extranjero.

b) Sumisión expresa. Siempre que no se trate de una de las materias exclusivas,


la LOPJ establece en segundo lugar las reglas de sumisión expresa y táctica.
Se entenderá por sumisión expresa aquel pacto por el cual las partes deciden
atribuir a los tribunales españoles el conocimiento de ciertas o todas las con-
troversias que hayan surgido o puedan surgir entre ellas respecto a una deter-
minada relación jurídica, contractual o no. La competencia se extenderá a la
propia validez del acuerdo de sumisión y deberá constar por escrito, mediante
cláusula en un contrato o acuerdo independiente, verbalmente o por escrito,
según los usos comerciales o cuando resulte de transmisión efectuada por me-
dios electrónicos que proporcione registro duradero, así como si el acuerdo
escrito está consignado en un intercambio de escritos de demanda y contes-
tación dentro del proceso iniciado en España, en los cuales la existencia sea
firmada por una parte y no negada por la otra (art. 22 bis.1 y 2 LOPJ).

c) Sumisión tácita. Se produce cuando el demandado comprarezca ante los


tribunales españoles, con independencia de los casos en que su competencia
resulte de otras disposiciones, salvo si la comprarecencia tiene por objeto im-
pugnar la competencia (art. 22 bis.3 LOPJ).

d) En defecto de fuero exclusivo y no existiendo sumisión, la jurisdicción es-


pañola es procedente cuando el demandado tenga su domicilio en España o
así venga establecido por los fueros del art. 22 ter.
© FUOC • PID_00266549 19 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

Se entenderá que una persona está domiciliada cuando tenga fijada su resi-
dencia en España o, siendo persona jurídica, esté domicialida o radique en
ella su sede social, su centro de administración o de actividad principal (art.
22 ter LOPJ).

e) En defecto de lo anterior, la LOPJ establece varios fueros especiales para atri-


buir la jurisdicción a los tribunales españoles: las materias que figuran en el
artículo 22 quáter se refieren a ausencia y fallecimiento, capacidad de las per-
sonas, relaciones personales, filiación y relaciones paterno-filiales, adopción,
alimientos, etcétera, cuando el fallecido, incapaz, los cónyuges o el hijo resi-
dieran en España o hubieran tenido en España su última residencia habitual.
Las correspondientes al artículo 22 quinquies, se aplican, también en defecto
de sumisión y aunque el demandado no tenga su domicilio en España, cuan-
do se trate, por ejemplo, de obligaciones contractuales y la obligación se haya
cumplido o deba cumplirse en España; de obligaciones extracontractuales y
la obligación deba cumplirse en España; de las acciones relativas a derechos
reales sobre bienes muebles, si estos se encontraran en territorio español en el
tiempo de la interposición de la demana, y así hasta seis supuestos con diversas
matizaciones en lo relativo a seguros y contratos celebrados con consumidores
en los términos señalados en el artículo 22 quinquies.I.e y II. Fueros especiales
en materia de adopción de medidas provisionales y aseguramiento respecto
a personas que se hallen en España (art. 22 sexies). Y materia concursal (art.
22 septies).

Se incorpora, además, un apartado que contempla la falta de competencia de


los tribunales españoles en aquellos casos en los que los fueros de competencia
previstos en las leyes españolas no contemplen dicha competencia (art. 22
octies).

4.1.2. Tratamiento procesal de la jurisdicción o competencia


internacional

Por el carácter de orden público de las normas que fijan los criterios de atri- Improrrogabilidad
bución de la jurisdicción, se prescribe su tratamiento de oficio. Este mismo
La improrrogabilidad es la no
carácter conlleva la nota de improrrogabilidad consagrada en el artículo 9.6 disponibilidad por las partes.
LOPJ. Junto al mismo, se contempla otro a instancia de parte.

1)�Examen�de�oficio

Los tribunales españoles apreciarán de oficio su competencia, de conformidad


con las normas vigentes y las circunstancias concurrentes en el momento de
presentación de la demanda. Se declararán incompetentes si su competencia
no estuviera fundada en las disposiciones de las leyes españolas, de conformi-
dad con lo previsto en las leyes procesales (art. 22 octies.2 y 3 LOPJ).
© FUOC • PID_00266549 20 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

No podrán abstenerse o declinar su competencia cuando el supuesto litigioso


presente vinculación con España y los tribunales de los distintos estados co-
nectados con el supuesto hayan declinado su competencia o cuando se trate
del reconocimiento y ejecución de resoluciones judiciales, decisiones arbitra-
les o acuerdos de mediación dictados por los tribunales extranjeros (art. 22
octies.2 y 3 LOPJ).

(1)
2)�Denuncia�a�instancia�de�parte. Para poner de manifiesto el desacuerdo Art. 39 LEC
en la aplicación de los criterios señalados, el demandado debe utilizar la de-
(2)
clinatoria1. Como este instrumento procesal es común a todos los tipos de ju- Art. 64.1 LEC

risdicción o competencia, su tramitación se estudiará al final. Baste por ahora


señalar que la declinatoria siempre se interpone ante el órgano que está cono-
ciendo, señalando que debe "declinar" dicho conocimiento2.

4.2. Jurisdicción por razón de la materia

La jurisdicción por razón de la materia determina los asuntos atribuidos a los


tribunales de cada orden jurisdiccional entre los contemplados por el artículo
9 LOPJ (civil, penal, contencioso administrativo y social).

Jurisdicciones especiales

A partir del principio de unidad de jurisdicción (art. 3.1.° LOPJ), se contemplan como
únicas especialidades la jurisdicción militar en los límites que fija el artículo 3.2 LOPJ y la
competencia del Tribunal de Cuentas. Fuera de estos dos casos, los juzgados y tribunales
ejercen su jurisdicción en los ámbitos que señalan los cinco apartados del artículo 9 LOPJ
(orden civil, art. 9.2; orden penal, art. 9.3; orden contencioso administrativo, art. 9.4; y
orden social, art. 9.5 LOPJ).

4.2.1. Tratamiento procesal de la jurisdicción por razón de la


materia

Podemos distinguir tres tratamientos procesales:

(3)
1)�Examen�de�oficio. El tratamiento de oficio prescribe la necesaria absten- Art. 37.1 LEC
ción del órgano de la jurisdicción civil que aprecie su falta de jurisdicción,
(4)
ya sea por considerar que debe conocer a la jurisdicción militar, Tribunal de Art. 37.2 LEC

Cuentas3, etc., ya por valorar que corresponde conocer a los tribunales de otro
orden jurisdiccional4 dentro de la propia jurisdicción ordinaria, a árbitros o
mediadores.

Contra el auto absteniéndose de conocer por falta de competencia internacio-


nal, por pertenecer el asunto a un tribunal de otro orden jurisdiccional o por
haberse sometido el asunto a arbitraje o a mediación, cabrá recurso de apela-
ción (art. 66 LEC).
© FUOC • PID_00266549 21 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

(5)
Como en la jurisdicción o competencia internacional, el órgano jurisdiccional Art. 38 LEC
convocará en audiencia contradictoria a las partes y al Ministerio Fiscal, y re-
(6)
solverá mediante auto5. La resolución motivada indicará el orden jurisdiccio- Art. 9.6 LOPJ

nal que estime competente6.

2)�Denuncia�a�instancia�de�parte. El tratamiento a instancia de parte se arti-


cula por medio del expediente general de la declinatoria. El artículo 39 señala:
el demandado podrá denunciar mediante declinatoria la falta de jurisdicción
por pertenecer el asunto a otro orden jurisdiccional o por haberse sometido a
arbitraje o mediación la controversia. Prescripción que debe completarse con
lo dispuesto en el art. 63.1 LEC.

3)�Conflictos�de�jurisdicción�y�de�competencia. Cuando un tribunal del or-


den jurisdiccional civil inicie un proceso y un tribunal de otro orden o un
tribunal especial aprecie (por sí o a instancia de parte) que se invade su com-
petencia, puede plantear un conflicto. Éste podrá ser:

(7)
• Conflicto� de� jurisdicción: se produce cuando uno de los tribunales en Arts. 42 a 50 LOPJ
conflicto es un tribunal militar (art. 39 LOPJ) y se rige por los arts. 22 y 29
(8)
Ley de Conflictos Jurisdiccionales. El conflicto será resuelto por la Sala de Arts. 37.2 LEC y art. 31.2 Ley de
Conflictos Jurisdiccionales
Conflictos de Jurisdicción, cuya composición establece el art. 39 LOPJ.

• Conflicto�de�competencia: acontece cuando se trata de tribunales de di-


ferentes órdenes jurisdiccionales7. A estos efectos el Tribunal de Cuentas se
considera como parte del orden contencioso-administrativo8. El conflicto
se resolverá por la Sala Especial de Conflictos de competencia constituida
en el Tribunal Supremo a tenor del artículo 42 LOPJ.
© FUOC • PID_00266549 22 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

5. La competencia

Determinada la jurisdicción de los tribunales españoles, y el orden civil con-


forme a lo señalado en los artículos 9.2 LOPJ y 37 de la LEC, corresponde se-
guidamente dilucidar qué órgano jurisdiccional de los de este orden debe co-
nocer del proceso. Para ello se consideran tres criterios (objetivo, territorial y
funcional) que atienden a diferentes aspectos.

5.1. Competencia objetiva

La competencia objetiva determina qué órgano debe conocer del proceso en


primera instancia en atención al objeto del proceso, con carácter exclusivo y
excluyente. A tal efecto, se utilizan dos criterios que operan sucesivamente.
En primer lugar, la materia que se suscite en la demanda, y en su defecto, la
cuantía del pleito.

La competencia objetiva en el orden civil se reconoce en términos generales a


los jueces de primera instancia; a los jueces de paz; a los juzgados de violencia
contra la mujer; y a los juzgados de lo mercantil, conforme a lo establecido en
los artículos 45 LEC, 49 bis LEC y 86 ter LOPJ. A ellos se añade, en supuestos
específicos, la Sala Civil del TS (ex art. 56.2 y 3 LOPJ) y la Sala Civil y Penal de
los TTSSJJ de las CCAA (ex art. 73.2 a) y b) LOPJ).

Los juzgados de primera instancia, finalmente, ostentan la competencia�resi-


dual�o�vis�atractiva, o lo que es lo mismo, conocen de todos los asuntos no
atribuidos expresamente a otros tribunales.

5.1.1. Competencia objetiva por razón de la materia: juzgados de


primera instancia; juzgados de lo mercantil; juzgados de
violencia contra la mujer y juzgados civiles especializados

El art. 45 LEC atribuye la competencia objetiva por razón de la materia a los


juzgados de primera instancia, juzgados de lo mercantil y juzgados de violen-
cia contra la mujer, distribuyendo su conocimiento a tenor de su objeto y di-
ferenciando, a partir de aquí, entre los procesos que siguen los trámites del
juicio ordinario (los procedimientos contemplados en el art. 249.1 LEC) o los
del juicio verbal (aquellos comprendidos en el art. 250.1 LEC). Conocerán,
además, de aquellos asuntos, cuestiones o recursos que les atribuya la LOPJ
y de los concursos de persona natural que no sea empresario (art. 45.2 LEC).
Dicho de otra forma, la competencia genérica corresponde a los juzgados de
primera instancia; ahora bien, el proceso deberá desarrollarse por los cauces
del proceso ordinario o del juicio verbal, según la materia que se dilucide.
© FUOC • PID_00266549 23 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

1) A los juzgados de primera instancia hay que añadir los juzgados de lo mer-
cantil y de la marca comunitaria.

La LO 8/2003, de 9 de julio, para la reforma concursal y sus posteriores refor-


mas modifica la LOPJ encomendando de manera exclusiva y excluyente el co-
nocimiento de las materias que figuran en la misma, a excepción de los con-
cursos de persona natural que no sea empresario (art. 85.6 LOPJ).

Con la introducción de estos órganos se rompe una tendencia unificadora,


consagrando la especialización judicial en atención esencialmente a la atribu-
ción al juez del concurso del conocimiento de materias pertenecientes a dis-
tintas disciplinas jurídicas (civiles, sociales y administrativas). Paralelamente,
se aprovecha la creación de estos órganos para armonizar e incorporar el man-
dato de dos reglamentos comunitarios: el número 40/1994, sobre la “marca
comunitaria”, y el número 12/2003, relativo a la aplicación de las “normas
sobre competencia previstas en los artículos 81 y 82 del Tratado de la Unión
Europea”.

A tales efectos, el reformado artículo 86 ter LOPJ atribuye a los juzgados de


lo mercantil cuantas cuestiones se susciten en materia concursal, a tenor de
lo previsto en la ley reguladora y sin perjuicio de lo previsto para la persona
natural (art. 85,6 LOPJ), con carácter excluyente en las materias señaladas en
los apartados 1.º a 6.º del artículo 86 ter.1 LOPJ, así como de cuantas cuestio-
nes sean de la competencia civil respecto de las materias contempladas en el
artículo 86 ter.2 LOPJ (competencia desleal, propiedad industrial e intelectual
y publicidad, transportes, acciones colectivas relativas a condicones generales
de la contratación, etc.). Asimismo, serán competentes para el reconocimien-
to y ejecución de sentencias y demás resoluciones extranjeras cuando versen
sobre materia de su competencia, salvo tratado o norma internacional en con-
trario (art. 87 ter.3 LOPJ).

El artículo 86.4 bis LOPJ atribuye a los juzgados de lo mercantil de Alicante,


además, el conocimiento exclusivo y extensivo a todo el ámbito nacional de
los litigios relativos a la marca comunitaria (dibujos y modelos comunitarios),
por lo que son conocidos como como “juzgados de marca comunitaria”.

2) La LO 1/2004, de medidas de protección integral contra la violencia de


género, crea los juzgados de violencia contra la mujer como órgano mixto, es
decir, con competencias civiles y penales que conocen:

• En el orden penal, de las materias señaladas en los apartados a) a g) del


artículo 87 ter.1 LOPJ (incluyendo los delitos contra la intimidad, el dere-
cho a la propia imagen y el honor de la mujer, así como el delito de que-
brantamiento previsto y penado en el artículo 468 CP cuando la persona
ofendida haya sido su esposa y otros grados de parentesco).
© FUOC • PID_00266549 24 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

• En el orden civil, de los que figuran en el apartado 2 del mismo precepto,


haciéndolo de manera exclusiva y excluyente cuando concurran simultá-
neamente las circunstancias del apartado 3 (art. 87 bis LOPJ).

En caso de colusión con los juzgados de familia, se recurre a lo dispuesto en


el artículo 49 bis LEC, y, para la inhibición por pérdida de la competencia en
casos de violencia sobre la mujer, se aplicarán asimismo las reglas del artículo
49 bis LEC.

En todos los casos está vedada la mediación (art. 87 ter.5 LOPJ).

3) Finalmente, junto a los criterios expuestos, los artículos 98 LOPJ y 46 LEC


permiten atribuir, de entre los diversos juzgados de primera instancia de una
misma población, el conocimiento específico de determinados asuntos a al-
guno de ellos de manera exclusiva y excluyente, en atención a razones de
oportunidad. Son los llamados “juzgados especializados”.

En aplicación de este precepto, cabe disponer, por ejemplo, que habiendo va-
rios juzgados de primera instancia, pese a las reglas ordinarias de atribución
objetiva, uno o varios de esos juzgados conozcan únicamente de todos los
procesos relativos a arrendamientos urbanos, de los juicios ejecutivos o proce-
sos hipotecarios, o, como ha sucedido en la realidad, algunos juzgados se es-
pecialicen en la ejecución de sentencias de un orden jurisdiccional. El acuerdo
debe ser adoptado por el Consejo General del Poder Judicial, previo informe
favorable del Ministerio de Justicia, oídas las salas de gobierno y, en su caso,
la comunidad autónoma, y será publicado en el BOE (art. 98 LOPJ).

5.1.2. Competencia objetiva por razón de la cuantía

(9)
En defecto de criterio de atribución preferente por razón de la materia, se acu- Art. 47 LEC
dirá al criterio de la cuantía. Desde el punto de vista de la competencia obje-
tiva, tal criterio sólo distingue entre juzgados de primera instancia, que cono-
cerán de todo proceso cuya cuantía sea superior a los 90 euros, mientras que
si es inferior vendrá atribuida a los juzgados de paz9.

Juicio ordinario o juicio verbal

Como sucedía con la competencia objetiva por la materia, la cuantía sirve a su vez para
que el proceso se desarrolle por medio de un juicio ordinario, si es superior a los 6.000
euros, o por los cauces de un juicio verbal si es inferior (arts. 249.2 y 250.2 LEC).

5.1.3. Tratamiento procesal de la competencia objetiva

(10)
Podemos distinguir dos tratamientos de la competencia objetiva10: Arts. 48 y 49 LEC

(11)
1)�Tratamiento�de�oficio. Conforme a su naturaleza de cuestión de orden pú- Art. 48.3 LEC

blico, el artículo 48 LEC señala que la falta de competencia objetiva se apre-


ciará de oficio, tan pronto como se advierta por el propio tribunal que conozca
© FUOC • PID_00266549 25 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

del asunto. En tal caso, lo notificará así al Ministerio Fiscal en atención a la


naturaleza de orden público a la que se acaba de hacer referencia y a las partes
comparecidas11.

Falta de competencia

Escuchadas las partes comparecidas se resolverá en diez días, mediante auto, esto es, re-
solución motivada, que caso de declarar la falta de competencia objetiva deberá indicar
la clase de tribunal al que corresponde el conocimiento del asunto (art. 48.4 LEC, que
recoge, en este último extremo, la doctrina sentada por el Tribunal Constitucional en su
STC 26/1991).

Idéntica facultad corresponde al tribunal que conozca del proceso en segunda instancia o
en trámite de recurso extraordinario de casación o por infracción procesal, cuando apre-
cie que el tribunal que conoció de la primera instancia lo hizo con falta de competencia
objetiva, lo que por otra parte acarreará su propia falta de competencia.

(12)
2)�Tratamiento�a�instancia�de�parte. El tratamiento procesal a instancia de Arts. 49 y 63 LEC
parte, cuando se impugna directamente la competencia objetiva, se remite al
planteamiento de la declinatoria, siguiéndose la tramitación12 y efectos que
más adelante se señalan.

3)�Pérdida�de�competencia�cuando�se�produzcan�actos�de�violencia�sobre
la�mujer. Cuando un juez, que esté conociendo en primera instancia de un
procedimiento civil, tuviese noticia de la comisión de un acto de violencia
de los definidos en la LOMPIVG, que haya dado lugar a un proceso penal
o a una orden de protección, deberá inhibirse remitiendo los autos al JVM
competente, tras verificar la concurrencia de los requisitos del art. 87 ter LOPJ,
salvo que se haya iniciado el juicio oral (art. 49 bis LEC).

Otros casos de remisión son los contemplados en sendos párrafos, 2.3 y 5, del
citado art. 49 bis.

La inhibición, como la remisión, trae causa de la competencia exclusiva y ex-


cluyente de los JVM (art. 49 bis.5 LEC).

5.2. Competencia territorial

Una vez se ha determinado que son los tribunales españoles (compe-


tencia internacional) y del orden jurisdiccional civil (jurisdicción por
razón de la materia) los competentes para conocer de la demanda, y
concretada la clase de órgano judicial de entre los que integran el or-
den jurisdiccional civil competente para conocer del pleito en primera
instancia (juzgados de primera instancia e instrucción, habitualmente),
aún es necesario dar otro paso con el objetivo de averiguar cuál de los
órganos de aquella clase existentes en el territorio del Estado español
es, concretamente, el que se tiene que ocupar del caso. Las normas de
competencia territorial sirven para realizar esta determinación.
© FUOC • PID_00266549 26 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

5.2.1. Criterios de atribución de competencia territorial

Los parámetros que sigue la LEC pueden clasificarse como fueros imperativos
y fueros no imperativos, en atención, entre otros aspectos, al tratamiento pro-
cesal que reciben cada uno de los mismos.

Fueros legales imperativos

Caracterizadas por excluir la disponibilidad de las partes sobre la competencia


territorial, o, lo que es lo mismo, por constituir normas de derecho cogente
(ius cogens), su observancia debe garantizarse de oficio.

Entre los fueros legales imperativos se distinguen:

(13)
1) los fueros especiales13; y Arts. 52 y 54.1 LEC

(14)
2) los fueros especiales en caso de acumulación de acciones y de litisconsorcio Art. 53 LEC

pasivo14.

La sumisión tácita y la sumisión expresa

En todos aquellos casos en los que no se contemplen fueros imperativos, la


competencia territorial es disponible, o lo que es equivalente, las partes pue-
den convenir el tribunal territorialmente competente para conocer de su caso.
Esta facultad se articula mediante la sumisión tácita o la sumisión expresa:

1)�Sumisión�tácita

Artículo 56 LEC

A tenor del artículo 56 LEC, se entienden sometidos tácitamente:

"1. El demandante, por el mero hecho de acudir a los tribunales de una determinada
circunscripción interponiendo la demanda o formulando petición o solicitud que haya
de presentarse ante el tribunal competente para conocer de la demanda; y 2. El deman-
dado, por el hecho de hacer, después de personado en el juicio tras la interposición de la
demanda, cualquier gestión que no sea la de proponer en forma la declinatoria. También
se considerará tácitamente sometido al demandado que, emplazado o citado en forma,
no comparezca en juicio o lo haga cuando haya precluido la facultad de proponer la
declinatoria".

(15)
2)� Sumisión� expresa. Se entiende por sumisión expresa la pactada por los Art. 55 LEC
interesados designando con precisión la circunscripción a cuyos tribunales se
someten15.
© FUOC • PID_00266549 27 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

Fueros legales no imperativos

En el caso de que el asunto objeto de la demanda no se encuentre incluido


en las reglas anteriores, el órgano judicial territorialmente competente será el
que resulte de la aplicación de los artículos 50 y 51 LEC, que generalmente
atribuyen la competencia al tribunal del domicilio del demandado, sea perso-
na física o jurídica.

Existen dos clases de fueros legales no imperativos: los especiales y los gene-
rales, operando estos últimos en defecto de los primeros.

1)�Fueros�especiales. Son los contenidos en el art. 50.3 LEC para empresarios


y profesionales respecto de litigios derivados de su actividad profesional, en
cuyo caso, tal es el lugar adecuado.

2)�Fueros�generales. El fuero general de las personas físicas que determina la


competencia territorial corresponderá al tribunal del domicilio del demanda-
do, y si no lo tuviera en el territorio nacional, será el juez competente el de su
residencia en dicho territorio (art. 50 LEC).

En el caso de las personas jurídicas dicho fuero será, el de su domicilio social


o el del lugar donde la situación o relación jurídica a que se refiera el litigio
haya nacido o deba surtir efecto, siempre que se tenga establecimiento abierto
al público o representante autorizados en el mismo (art. 51 LEC).

5.2.2. Tratamiento procesal de la competencia territorial

Si bien el carácter prorrogable de las normas de atribución de la competencia


territorial conduciría a que existiera un único tratamiento a instancia de parte,
la existencia de fueros imperativos impone un tratamiento de oficio.

(16)
1)�Examen�de�oficio. Cuando la competencia territorial venga fijada por re- Art. 58 LEC
glas imperativas, el letrado de la Administración de Justicia examinará de ofi-
cio la competencia territorial inmediatamente después de presentada la de-
manda, previa audiencia del Ministerio Fiscal y de las partes personadas16.

Si el letrado de la Administración de Justicia entiende que el tribunal carece de


competencia territorial para conocer del asunto, el letrado de la Administra-
ción de Justicia dará cuenta al juez para que resuelva lo que proceda mediante
auto, remitiendo, en su caso, las actuaciones al tribunal que considere territo-
rialmente competente. Si fuesen de aplicación fueros electivos, se estará a lo
que manifieste el demandante, tras el requerimiento que se le dirigirá a tales
efectos (art. 58 LEC).

2)�A�instancia�de�parte:�la�declinatoria,�proposición�y�efectos
© FUOC • PID_00266549 28 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

Fuera de los casos en que la competencia territorial venga fijada por la ley
en virtud de reglas imperativas, la falta de competencia territorial solamente
podrá ser apreciada cuando el demandado o quienes puedan ser parte legítima
en el juicio propusieren en tiempo y forma la declinatoria (art. 59 LEC).

La declinatoria se habrá de proponer dentro de los diez primeros días del plazo
para contestar a la demanda y surtirá el efecto de suspender, hasta que sea re-
suelta, el plazo para contestar y el curso del procedimiento principal, suspen-
sión que declarará el letrado de la Administración de Justicia (art. 64.1 LEC).

Según el artículo 60.1 LEC, si la decisión de inhibición de un tribunal por fal-


ta de competencia territorial se hubiere adoptado en virtud de declinatoria o
con audiencia de todas las partes, el tribunal al que se remiten las actuaciones
estará a lo decidido y no podrá declarar de oficio su falta de competencia te-
rritorial.

5.3. La declinatoria

(17)
La declinatoria ha devenido el tratamiento procesal único para denunciar la Art. 63.1 LEC
17
falta de jurisdicción y todo tipo de competencia . Mediante la declinatoria,
el demandado podrá denunciar la falta de jurisdicción ante quien se interpu-
so la demanda por corresponder el conocimiento a tribunales extranjeros, a
órganos de otro orden jurisdiccional, a árbitros o mediadores, excepto en los
supuestos en que exista un pacto previo entre un consumidor y un empresa-
rio de someterse a un procedimiento de resolución alternativa de litigios de
consumo y el consumidor sea el demandante.

5.3.1. Procedimiento

El procedimiento de la declinatoria es el siguiente:

(18)
1)�Interposición. Deberá proponerse ante el mismo tribunal que esté cono- Art. 63.2 LEC
18
ciendo del pleito y al que se considere carente de jurisdicción o competencia .

2)�Plazo�y�efectos�de�la�interposición. La interposición deberá efectuarse en


el plazo de los diez primeros días para contestar a la demanda, o en los cinco
primeros días posteriores a la citación para vista (en el juicio verbal).

Efecto de la interposición

El efecto inmediato de la interposición será la suspensión del plazo para contestar o el


cómputo para el día de la vista, y el curso del procedimiento principal (art. 64.1 LEC);
si bien el juez podrá adoptar medidas de aseguramiento de prueba y cualesquiera otras
cautelares para evitar perjuicios, salvo que respecto a estas últimas se preste fianza para
responder de una declinatoria carente de fundamento (art. 64.2 LEC).

A la interposición deberán acompañarse los documentos o principio de prueba en que


se funde la falta de jurisdicción o competencia.
© FUOC • PID_00266549 29 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

(19)
3)�Traslado. Se da traslado por cinco días a las restantes partes, quienes podrán Art. 65.1 LEC
alegar y aportar lo que estimen conveniente para sostener la jurisdicción o
competencia del tribunal19.

(20)
4)�Resolución�y�efectos. Expirado el plazo que se acaba de citar, se resolverá Art. 65.1.i.f. LEC
20
en cinco días , produciendo diferentes efectos según el presupuesto afectado:

(21)
a) Competencia internacional. Si la competencia corresponde a tribunales de Art. 65.2 LEC
otro Estado, deberá abstenerse de conocer, dictando auto en tal sentido y so-
breseyendo el proceso21.

(22)
b) Si se estima la falta de competencia por la existencia de una cláusula de Art. 65.2.1 LEC
arbitraje, se dictará, como en el caso anterior, auto declarándolo así, sobrese-
yendo el proceso22.

(23)
c) Jurisdicción o competencia por razón de la materia. Estimándose su falta, Art. 65.3 LEC
en el auto de abstención se señalará a las partes ante qué órganos han de re-
producir su petición23.

5)�Competencia�territorial. Como su estimación puede obedecer a apreciar


la existencia de un fuero imperativo o no, hay que distinguir:

(24)
• Tratándose de fuero imperativo, si se planteó "ex officio" con audiencia Por ejemplo, que se resolviera
antes de emplazar a uno de los de-
de las partes y del MF, el tribunal designado como competente no podrá
mandados, algo no frecuente (art.
declarar de oficio su falta de competencia, salvo casos muy especiales24. 65.5 LEC).

• Si la falta de competencia territorial no obedece a la mala aplicación de


reglas imperativas, se estimará la declinatoria inhibiéndose a favor del ór-
gano designado y acordando remitirle los autos con emplazamiento de las
partes.

5.4. Competencia funcional

A tenor del artículo 61 LEC, el tribunal competente para conocer de un plei-


to, lo es también para resolver sobre sus incidencias y ejecutar las sentencias,
transacciones, convenios, etc.

Competencia funcional para conocer de los recursos y para la ejecución


provisional y definitiva

El legislador se refiere, específicamente, a la competencia funcional para el conocimiento


de los recursos en la regulación del artículo 62 LEC, tal como se señala seguidamente
o en materia de ejecución (art. 524.2 –ejecución provisional– o 545.1 LEC –ejecución
definitiva-).
© FUOC • PID_00266549 30 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

5.4.1. Tratamiento procesal de la competencia funcional

Debido a su carácter improrrogable, el tratamiento que la ley señala es de ofi-


cio, si bien hace referencia expresa, únicamente, al conocimiento de los recur-
sos. El artículo 62 LEC prescribe, en primer término, la inadmisión a trámite
de los recursos para cuyo conocimiento se estima falta competencia funcional.

Admisión del recurso

Si no obstante la prescripción que hace el artículo 62 LEC, se admite el recurso y se apre-


cia la ausencia de tal competencia, el tribunal que hubiera conocido del mismo deberá
abstenerse, previa audiencia por diez días a las partes personadas, omitiéndose curiosa-
mente a este respecto la intervención del Ministerio Fiscal, sin mayor justificación, ya
que, al igual que la competencia objetiva o la jurisdicción, tiene naturaleza de orden pú-
blico (art. 62.1 LEC).

Notificado dicho auto, las partes disponen de cinco días para interponer correctamente
el recurso, so pena de confirmación de la resolución recurrida.

5.5. Improrrogabilidad de jurisdicción e inderogabilidad de


normas atributivas de jurisdicción y competencia

La nota de improrrogabilidad conduce a su examen de oficio, y a que antes


de decidir sobre la competencia el juez deba escucharse siempre al Ministerio
Fiscal; circunstancias, que por analogía, se extiende a los casos de competen-
cia territorial en los que debe aplicarse un fuero imperativo. Se predica de la
jurisdicción, así como de la competencia objetiva y funcional.

Por su parte, la nota de inderogabilidad de la jurisdicción y la competencia


objetiva y funcional supone que, amén del tratamiento procesal ya estudiado,
pueda denunciarse la vulneración de los criterios atributivos, por las partes y
a través de los recursos ordinarios o por los demás medios que establezcan las
leyes procesales, al constituir un caso de nulidad de pleno derecho conforme
a lo dispuesto en los arts. 238.I.1° y 241.1.° LOPJ, y 225.I.1° y 228 LEC.

5.6. El reparto

Establecido el tribunal competente según las normas estudiadas, puede que el


órgano jurisdiccional que debe conocer no esté definitivamente determinado.
Surge entonces la necesidad de acudir al reparto.

Novedad que supone el reparto

El reparto constituye, desde otro punto de vista, una novedad en la regulación legal de
la competencia, que lo incorpora presumiblemente por la trascendencia constitucional
en cuanto a la correcta determinación del juez ordinario predeterminado por la ley (art.
24.2 y 117.3 CE y STC 47/1983).

(25)
El reparto se hace con arreglo a lo dispuesto en los artículos 69 y 70 LEC. El Art. 68.3 LEC
artículo 68 LEC establece su tratamiento�procesal del que se excluye expre-
samente la declinatoria25.
© FUOC • PID_00266549 31 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

6. Las partes del proceso civil. Concepto de parte.


Capacidad y comparecencia en el proceso

Como presupuesto procesal que es, para que se pueda entrar a dictar sentencia
sobre el fondo, los comparecientes deben tener calidad de parte. Tal condición
se divide en capacidad para ser parte y capacidad procesal.

6.1. La capacidad para ser parte

La capacidad para ser parte es la aptitud para ser titular de todos los
derechos procesales y para asumir las cargas y responsabilidades inhe-
rentes al proceso.

La LEC detalla quiénes disponen de capacidad para ser parte. El artículo 6,


cuyo título incorpora el propio concepto "capacidad para ser parte", ofrece una
relación pormenorizada de ocho sujetos distintos. Se reconoce capacidad para
ser parte a:

1) Las personas físicas.


2) El concebido no nacido para todos los efectos que le sean favorables.
3) Las personas jurídicas.
4) Las masas patrimoniales o los patrimonios separados que carezcan transi-
toriamente de titular, o cuyo titular haya sido privado de sus facultades de
disposición y administración.
5) Las entidades sin personalidad jurídica a las que la ley reconozca capacidad
para ser parte.
6) El Ministerio Fiscal, respecto de los procesos en que, conforme a la ley, haya
de intervenir como parte.
7) Los grupos de consumidores o usuarios afectados por un hecho dañoso
cuando los individuos que lo compongan estén determinados o sean fácil-
mente determinables. Para demandar en juicio, será necesario que el grupo se
constituya con la mayoría de los afectados.
8) Las entidades habilitadas conforme a la normativa comunitaria europea
para el ejercicio de la acción de cesación en defensa de los intereses colectivos
y de los intereses difusos de los consumidores y usuarios.

Por exclusión, quienes no se encuentren en alguno de estos apartados carecen


de capacidad para ser parte y precisarán, por ende, de alguien que los repre-
sente.
© FUOC • PID_00266549 32 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

6.2. La capacidad procesal

La capacidad procesal, también llamada capacidad para comparecer en


juicio, presupone la capacidad para ser parte y consiste en la aptitud
para realizar válidamente actos procesales.

A la capacidad procesal se refieren los artículos 7 y 8 de la LEC, diferenciando


en distintos ordinales la manera en que han de comparecer en juicio:

1) Las personas naturales con capacidad plena, y las personas naturales sin
capacidad plena de actuación procesal, así como los medios de integración de
su capacidad.

2) Las personas jurídicas y las entidades que, pese a no tener reconocida per-
sonalidad, la ley reconoce capacidad para actuar en juicio conforme al artículo
6.2 LEC.

6.2.1. Comparecencia en juicio de las personas naturales

(26)
Como sabemos, las normas del Código civil señalan que tienen capacidad de Arts. 322 y 323.II CC
obrar todas las personas mayores de edad en quienes no concurra una causa
de incapacidad declarada judicialmente, y los menores de edad que se hallen
emancipados26. Estos sujetos no precisan de representación alguna para com-
parecer en juicio.

Entre quienes carecen de capacidad de obrar, tal falta puede ser absoluta o
limitada, lo que obliga a diferenciar, para conocer cómo han de comparecer
en juicio, entre:

• incapacidad procesal o de obrar absoluta y


• capacidad procesal restringida o limitada.

(27)
En tanto el incapaz no puede comparecer, la capacidad procesal disminuida o Art. 8.1 y 2 LEC
limitada no requiere que nadie asuma la representación de quienes se encuen-
tren en esta situación; los incapaces limitadamente sólo precisarán ser asisti-
dos para comparecer y actuar en juicio por aquella persona que disponga la
sentencia en la que se acuerde dicha incapacidad27, en su caso.

A las personas físicas que no estén en pleno ejercicio de sus derechos y no


tengan quien las represente o asista para comparecer en juicio, el tribunal les
nombrará defensor judicial que las asistirá hasta que se designe su legal repre-
sentante. Hasta entonces, el Ministerio Fiscal asumirá su representación y de-
fensa. En todo caso, se suspenderá el proceso hasta que no conste la interven-
ción del Ministerio Fiscal (art. 8 LEC).
© FUOC • PID_00266549 33 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

6.2.2. Comparecencia de personas jurídicas y entidades a las que


se reconoce capacidad para actuar en juicio

(28)
Las personas jurídicas, cuya capacidad para ser parte se recoge en el artículo Art. 7.4 LEC
38 CC, comparecen y actúan en juicio mediante las personas que legalmente
las representen28. Se conoce como representación necesaria para visualizar la
necesidad de un "soporte físico" para la persona jurídica.

Aquellas entidades a las que, pese a no tener personalidad, la ley les reconoce
capacidad para actuar en juicio, son representadas por los sujetos pormenori-
zados en los números 5 a 7 del artículo 7 LEC. Se trata, asimismo, de un caso
de representación necesaria.

6.2.3. Falta de de capacidad procesal

En el proceso civil, las partes no necesitan acreditar que poseen las cualidades
necesarias para actuar en juicio. Así, si comparece en juicio una persona sin
estar debidamente representada o sin la asistencia, autorización, habilitación
o defensa exigidos por la ley (en los casos de capacidad restringida o limitada),
corresponde a la otra alegar y probar su falta de capacidad (plena o relativa).

La falta de capacidad procesal puede originarse por diferentes motivos:

1) que comparezca en juicio una persona incapaz sin estar debidamente repre-
sentada, asistida, autorizada o defendida;

2) que no se acredite, o no se haga suficientemente, a juicio de quien la im-


pugna, la representación legal o necesaria, que se dice tener al comparecer en
juicio; y,

3) que se alegue, por parte de quien ha sido demandado, que ha sido llamado
al proceso en virtud de una representación que realmente no ostenta, o como
sucesor de alguien, sin serlo verdaderamente.

Estas son las circunstancias que determinan la necesidad de un tratamiento


procesal.

6.3. Tratamiento procesal de la capacidad para ser parte y de la


capacidad procesal

En líneas generales, deben realizarse una serie de consideraciones previas:

1) Uno de los objetivos prioritarios de la LEC es el control de los presupuestos


procesales de manera efectiva, evitando una resolución absolutoria en la ins-
tancia. A tal efecto, se articula un triple instrumento: atribuir al órgano juris-
diccional potestades de dirección procesal que permitan un control de oficio
de la concurrencia de requisitos procesales; establecer la subsanabilidad de los
© FUOC • PID_00266549 34 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

defectos procesales que por su naturaleza lo permitan; y potenciar el carácter


saneador de la audiencia previa al juicio ordinario o la fase inicial del juicio
verbal.

En aplicación cabal de dichas técnicas, el tratamiento procesal de la capacidad


para ser parte y procesal se diferencia según la falta de personalidad, sea origi-
naria o sobrevenida, el tratamiento sea "ex officio" o a instancia de parte, y se
plantee en un juicio ordinario o en un juicio verbal.

(29)
2) A partir de la exigencia de que tanto el actor como el demandado deben Art. 7.2 LEC
29
comparecer mediante la representación exigida por la ley si así lo necesitan,
el artículo 264.2° LEC exige que a la demanda y contestación acompañen los Nota

documentos acreditativos correspondientes. El tratamiento procesal versará


sobre los casos siguientes: si el
representante del actor no pre-
3) La falta de capacidad opera de forma diferente para cada una de las partes. senta los documentos acredita-
tivos, o presentados; si el juez
Tratándose del actor constituye un presupuesto procesal, en tanto para el de- (si es de oficio) o el demanda-
mandado no es tal, sino que constituye un requisito de admisión de su perso- do no los estima suficientes.

nación, cuyo incumplimiento impide que ésta sea eficaz.

La falta de capacidad para ser parte y la procesal se articulan como sigue:

1) El artículo 9 LEC formula expresamente la facultad jurisdiccional de apre-


ciar de oficio, tanto la falta de capacidad para ser parte, cuanto la capacidad
procesal, en cualquier momento del proceso.

2) El tratamiento a instancia de parte debe distinguir si la denuncia proviene


del actor o del demandado y si se plantea en un proceso ordinario o en un
juicio verbal.

(30)
a) El actor no denunciará la falta de capacidad en la demanda porque iría con- Art. 399.4 LEC
tra sus propios actos, lo que no impide que se contemple para casos especia-
les30.

(31)
b) El demandado, en cambio, puede denunciar la falta de capacidad de quien Art. 405.3 LEC y 416.1.1.ª LEC
31
le ha demandado en la contestación a la demanda .
(32)
Arts. 416 y 417 LEC

3) En el juicio ordinario, se resolverá en la audiencia previa32.

Apreciación de la falta de capacidad para ser parte o de la capacidad


procesal

Si no se subsanaron los óbices procesales, por no ser viable o simplemente por no llevarlo
a cabo, la pervivencia del óbice procesal acarreará dictar un auto que ponga fin al proceso
(art. 418.2 LEC). La resolución podrá ser oral, en la propia audiencia previa, o mediante
un auto que deberá dictarse en los cinco días siguientes a su celebración, si hubiera más
presupuestos procesales sobre los que pronunciarse (art. 417.2 LEC).

Perviviendo la falta de capacidad en el actor, se dará por concluida la audiencia y se


dictará auto poniendo fin al proceso (art. 418.2 LEC); si se trata del demandado, es preciso
volver a diferenciar: si no se ha personado o no integra correctamente su capacidad, se
© FUOC • PID_00266549 35 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

le declarará en rebeldía (art. 418. 3 LEC); si no ostenta la calidad de representante que se


le atribuye, se resolverá con arreglo a lo señalado en el apartado 6).

(33)
4) En el juicio verbal, la única mención expresa a la capacidad para ser parte y Art. 443.2 y 3 LEC
33
a la capacidad procesal se efectúa al regular la vista oral . Las cuestiones que
afecten a la personalidad o representación de uno u otro se resolverán en la
propia vista, si es posible.

(34)
5) Falta sobrevenida de capacidad para ser parte. Si la falta de este presupuesto Art. 393.1 LEC
tuviera lugar por hechos ocurridos después de la audiencia previa, o que haya
sobrevenido con posterioridad a tal momento, se produce la falta sobrevenida
de capacidad para ser parte. Ante esta situación, el artículo 391 LEC contem-
pla el planteamiento de una cuestión de previo pronunciamiento, que queda
limitada, no obstante, en el juicio ordinario por la iniciación del proceso y en
el verbal, por la admisión de la prueba34.

(35)
6) La representación legal o necesaria que el actor atribuya al demandado. Si Art. 418.2 LEC
el demandado no acredita su representación legal o necesaria sólo él sufrirá
las consecuencias (declaración en rebeldía, como se ha visto). Ahora bien, si
la cuestión no es ésa, sino que el actor le atribuye una de la que carece, parece
lógico que el derecho prevea un sistema para que se ponga de manifiesto. Así
se podrá llevar a cabo por medio de la excepción procesal correspondiente en
la contestación a la demanda, resolviéndose en la audiencia previa a través de
una resolución que ponga fin al proceso frente a la persona a la que se atribuye
tal calidad35.

(36)
7) El poder al procurador. Finalmente, no hay que olvidar que, en la inmensa Art. 23 LEC
36
mayoría de los supuestos, las partes deben comparecer con procurador , lo
que de hecho traslada muchas cuestiones al tratamiento procesal de la postu-
lación.
© FUOC • PID_00266549 36 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

7. Representación procesal y defensa técnica

La capacidad para ser parte y la capacidad procesal, tanto si se tiene original-


mente como si se integra con la correspondiente representación (legal o nece-
saria), no resulta suficiente para comprarecer y actuar válidamente en el pro-
ceso, salvo alguna excepción. Se requiere integrar la denominada representa-
ción técnico-procesal otorgando poder a un procurador, así como servirse de
la defensa técnica en los términos que veremos seguidamente.

La representación técnico-procesal viene exigida por la complejidad interna


del proceso y por la necesidad de garantizar la mayor agilidad en la tramita-
ción y resolución del proceso. Y mucho más ahora que la propia reforma de
la LEC efectúa una decidida apuesta por el uso obligatorio de las nuevas tec-
nologías, imponiendo su uso obligatorio a todos los profesionales de la jus-
ticia para la presentación de escritos y documentos y la realización de actos
de comunicación procesal. Para ello, la propia exposicición de motivos confia
decididamente en la figura del procurador como representante de la parte con
conocimientos técnicos reforzando el elenco de sus atribuciones y obligacio-
nes, como ya quedó puesto de relieve en la disposición adicional duodécima
de la Ley 18/2011, de 5 de julio, de uso de las tecnologías de la información
y la comunicación en la Administración de Justicia, con el ilustrativo titulo
de “Relaciones de colaboración con los colegios de procuradores”. De hecho,
en los preceptos relativos a la aportación de documentos, copias y demás, los
preceptos distinguen entre que las partes actúen representadas por procurador
o no lo hagan (arts. 274 y 276 LEC).

La defensa técnica resulta consustancial al derecho consagrado en la Consti-


tución, solo excusable en casos singularmente sencillos.

Los siguientes apartados se dedican a la configuración legal de los casos en los


que no resulta preceptiva su intervención, y a la relación jurídica en el caso
de la representación técnico-procesal y de la defensa técnica.

Recordar, además, la existencia de la plataforma Lexnet, dedicada al intercam-


bio seguro de información entre los órganos judiciales y los operadores jurídi-
cos que necesitan, en su trabajo diario, intercambiar documentos judiciales.
Utilizada ya por los procuradores, entró en funcionamiento el día 1 de enero
de 2016 para la presentación de todas las demandas y escritos que no sean
tramitadas por procurador.
© FUOC • PID_00266549 37 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

7.1. Representación técnico-procesal: carácter preceptivo de la


intervención de procurador y excepciones

Como principio general, la comparecencia en juicio será por medio de procu-


rador, legalmente habilitado para actuar en el tribunal que conozca del juicio
(art. 23 LEC).

No obstante, los litigantes pueden comparecer por sí mismos en los siguientes


supuestos:

1) Juicios verbales, cuando la cuantía no exceda de dos mil euros (arts. 23.2.1.º
y 437.2) o para la petición inicial de los procesos monitorios conforme a lo
previsto en dicha ley.

2) Juicios universales, si la intervención se limita a la comparecencia y presen-


tación de títulos de crédito o de derechos, o a concurrir a juntas.

El procurador habilitado podrá comparecer sin necesidad de abogado cuando


lo realice a los solos efectos de oír y recibir actos de comunicación y compare-
cencias de carácter no personal de los representados solicitadas por el tribunal
o el letrado de la Administración de Justicia (art. 23.3 LEC).

Funciones�del�procurador:

Corresponde a los procuradores la práctica de los actos procesales de comuni-


cación y la realización de tareas de auxilio y cooperación con los tribunales
(art. 23.4 LEC).

Para la realización de los actos de comunicación, ostentarán “capacidad de


certificación” y dispondrán de las credenciales necesarias (art. 23.5 LEC).

Actuarán de forma personal e indelegable, sin perjuicio de poder ser sustitui-


dos por otro procurador en atención a lo dispuesto en la LOPJ (título II). Su
actuación será impugnable ante el letrado de la Administración de Justicia,
conforme a lo previsto en los artículos 452 y 453 LEC (recurso de resposición).
Contra el decreto resolutivo se pondrá interponer recurso de revisión.

Para la práctica de los actos procesales y demás funciones atribuídas los cole-
gios de procuradores, organizarán los servicios necesarios (art. 23.6 LEC).

7.1.1. El poder

La preceptiva intervención de procurador se articula a través del poder. Con-


siste en un mandato representativo atípico, en la medida en que faculta al
procurador para realizar de modo válido, en nombre del poderdante, todos los
actos comprendidos ordinariamente en la tramitación de un proceso.
© FUOC • PID_00266549 38 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

El poder, que ha de otorgarse al procurador conforme al artículo 24, debe Clases de poder
acompañar al primer escrito que presente el procurador o efectuarse al tiempo
Hay dos clases de poder: ante
de dicha primera actuación. notario o "apud acta".

El poder puede ser general37 o especial, en los tres casos enumerados en el (37)
Art. 25.1 LEC
artículo 25.2 LEC.

(38)
El poder constituye un mandato representativo clásico que se entiende acep- Artículo 26.1 LEC en relación
38 con el 27 LEC, donde se establece
tado por el hecho de usar de él . la aplicación supletoria de las nor-
mas establecidas en el Código civil
para el contrato de mandato.
El artículo 32 bis de la Ley 18/2011, de 5 de julio, de uso de las tecnologías de la
información y la comunicación en la Administración de Justicia (en adelante
LUTI y CAJ), regula la existencia de “archivos electrónicos de apoderamiento
apud acta”, de los que se dispondrá en las oficinas judiciales con funciones de
registro, donde deberán inscribirse dichos apoderamientos otorgados presen-
cial o electrónicamente por quien ostente la condición de interesado en un
procedimiento judicial a favor de representante para actuar ante la Adminis-
tración de Justicia. Ello no impedirá la existencia de archivos electrónicos de
apoderamientos apud acta en cada oficina judicial para la realización de los
trámites específicos en cada una de estas.

La copia electrónica del poder notarial de representación, informática o digi-


talizada, se acompañará con el primer escrito que presente el procurador (art.
24.2 LEC).

El otorgamiento apud acta por comparecencia personal o electrónica deberá


efectuarse con la presentación del primer escrito o, en su caso, antes de la pri-
mera actuación sin necesidad de que a dicho otorgamiento concurra el pro-
curador. Este apoderamiento podrá acreditarse mediante la certificación de su
inscripción en el archivo electrónico de apoderamiento apud acta de las ofici-
nas judiciales (art. 24.3 LEC).

7.1.2. El procurador: acceso y responsabilidad, representación y


deberes, provisión de fondos y cuenta del procurador

Acceso y responsabilidad

Los procuradores, antes de iniciar su ejercicio profesional, prestarán juramen-


to o promesa de acatamiento a la Constitución y al resto del ordenamiento
jurídico. Su colegiación será obligatoria para actuar en los juzgados en los tér-
minos fijados por la ley y los colegios profesionales, salvo que actúen al servi-
cio de las administraciones públicas (art. 544.1 y 2 LOPJ).
© FUOC • PID_00266549 39 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

Salvo que la ley disponda otra cosa, las partes designarán libremente a su pro-
curador. Se designará de oficio a quien lo solicite o se niegue a nombrarlo,
ya que su intervención es preceptiva, y tendrá carácter gratuito para quien
acredite insuficiencia de recursos para litigar en los términos fijados en la ley,
como obligación de los poderes públicos (arts. 545.1 y 3 y 546.1 LOPJ).

En el ejercicio de su profesión están sujetos a responsabilidad civil, penal y


disciplinaria, según proceda (art. 546.2 LOPJ).

Representación y deberes

La representación que confiere el poder se relaciona en el artículo 28 LEC, cen-


trándose fundamentalmente en la práctica de los actos procesales de comuni-
cación y la realización de tareas de auxilio y cooperación con los tribunales ya
citadas, y las que se señalan en otros preceptos (recepción de emplazamientos,
citaciones, requerimientos y notificaciones de toda clase, hasta la ejecución
de la sentencia), así como las que constituyen sus deberes. Tales actuaciones
poseen eficacia semejante a las realizadas con el poderdante, excepto los tras-
lados, emplazamientos y demás actuaciones cuando la ley disponga que se
practiquen en la persona del litigante (art. 28.4 LEC).

Cabe que el procurador legalmente habilitado pueda comparecer en cualquier


tipo de procesos sin necesidad de abogado cuando lo realice a los solos efectos
de oír y recibir actos de comunicación y efectuar comparecencias de carácter
no personal de los representados que hayan sido solicitados por el juez, el
tribunal o el letrado de la Administración de Justicia. Al realizar dichos actos,
no podrá formular solicitud alguna. El ejercicio simultáneo de las profesiones
de abogado y procurador de los tribunales es incompatible (art. 23.3 LEC).

La propia LEC contempla la instauración de un servicio de recepción de no-


tificaciones, organizado por el Colegio de Procuradores (art. 28.3 LEC), para
facilitar y agilizar la importante labor representativa que la nueva Ley de en-
juiciamiento claramente potencia.

Resalta la importancia que el legislador otorga al traslado de copias y docu-


mentos señalados en el artículo 276 de la propia LEC.

Aceptado el mandato, el artículo 26 LEC prescribe los deberes del procurador.

• Trasmitir al abogado los documentos, antecedentes, instrucciones, etc.

• Mantener al abogado y al poderdante al corriente del curso del asunto.

• Recoger del abogado que cese las copias de escritos y documentos.


© FUOC • PID_00266549 40 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

• Comunicar al tribunal la imposibilidad de cumplir alguna actuación en-


comendada.

• Trasladar los escritos de su poderdante y de su letrado a los procuradores


de las restantes partes en la forma prevista en el artículo 276 LEC.

(39)
A esta relación, se añaden dos últimos cometidos: por un lado, pagar los gastos Art. 26.2.7.° LEC
que se causaren a su instancia. No le corresponde, sin embargo, el pago de los
honorarios de abogados y peritos, salvo que se le haya entregado los fondos
necesarios al efecto39. Por otro lado, la Ley 13/2009 añade, como deber, la
realización de los actos de comunicación y otros actos de cooperación con la
Administración de Justicia que su representado le solicite, de conformidad con
lo previsto en las leyes procesales (art. 26.2.8.° LEC).

Provisión de fondos

(40)
En clara correlación con los deberes citados –y derivado del contrato de man- Art. 29.1 LEC
40
dato–, el poderdante debe proveer de fondos al procurador .

Caso de no efectuarse tal provisión, la propia LEC contempla una tramitación


acelerada, ante el propio tribunal, que, como veremos, sigue la técnica moni-
toria.

Deducida la pretensión, el letrado de la Administración de Justicia dará trasla-


do al poderdante, resolviendo mediante decreto y fijando en su caso la canti-
dad que estime necesaria y el plazo en que deba entregarse bajo apercibimien-
to de apremio (art. 29.2 LEC).

Si los gastos y derechos ya se han suplido por el procurador, se deberá pre-


sentar la cuenta detallada y justificada de las cantidades que reclame ante el
letrado de la Administración de Justicia del asunto que conoce del pleito. El
procedimiento, que sustituye al de cuenta jurada, se desarrolla en el artículo
34.2 LEC (para el caso de oposición) y en el artículo 34.3 LEC (cuando no
exista oposición del poderdante). No es preceptiva la intervención de abogado
ni procurador.

7.1.3. Cese del procurador

Los cuatro apartados del artículo 30.1 LEC contemplan muchos motivos en
virtud de los cuales cesará el procurador:

1) revocación expresa o tácita del poder, así conste en los autos;

2) renuncia voluntaria, cese en el ejercicio de la profesión, o ser sancionado


con la suspensión en el ejercicio de ésta, a partir de la acreditación en los autos
de las respectivas circunstancias;
© FUOC • PID_00266549 41 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

3) fallecimiento del poderdante o del procurador; o, finalmente,

4) separarse el poderdante de la pretensión o la oposición (según su posición


actora o demandada), o terminar el asunto o el acto para el que se hubiera
otorgado el poder, si éste fuera determinado para él.

7.1.4. Tratamiento procesal de la representación técnico-procesal

El artículo 24.2 LEC establece que “la escritura de poder o la comprarecencia


electrónica acompañarán al primer escrito que el procurador presente, o, en su
caso, al realizar la primera actuación”, salvo poder apud acta. El apoderamiento
podrá igualmente acreditarse mediante la certificación de su inscripción en el
archivo electrónico de apoderamiento apud acta de las oficinas judiciales (art.
24.3 LEC). Esta obligación se recoge, después, en el artículo 264.2 LEC.

Se requerirá el tratamiento procesal cuando el poder no se presente o, presen-


tándose, la parte contraria entienda que no es legal o resulta insuficiente.

a) En el primer caso, el juez y el letrado de la Administración de Justicia acu-


dirán al artículo 231 LEC requiriendo la subsanación de la omisión.

b) Si na vez presentado se estima insuficiente o ilegal, el cauce es alegar defecto


de representación (art. 416.1.ª en relación con el art. 418 LEC).

Nótese que los defectos del poder suelen provenir de la incapacidad del otor-
gante o de la insuficiente acreditación de la representación. De hecho, el re-
presentante legal o necesario debe acreditar que lo es al otorgar el poder y de
tal acreditamiento se debe dejar constancia. De ahí que resulte aconsejable
denunciar también las faltas de capacidad o el no acreditamiento de la repre-
sentación.

7.2. Defensa técnica

A tenor del mismo principio general que informa la representación pro-


cesal, "los litigantes serán dirigidos por abogados habilitados para ejercer
su profesión en el tribunal que conozca del asunto. No podrá proveerse
a ninguna solicitud que no lleve la firma de abogado" (art. 31.1 LEC).

7.2.1. Excepciones a la necesidad de defensa técnica

Excepcionalmente, no obstante, la propia Ley de enjuiciamiento civil contem-


pla dos excepciones: los juicios verbales cuya cuantía no exceda de 2.000 euros
y la petición inicial de los procedimientos monitorios.
© FUOC • PID_00266549 42 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

7.2.2. Efectos de la intervención no preceptiva de abogado y


procurador, cuando ésta se produce

En previsión de las dificultades interpretativas que han ido surgiendo respecto


de los juicios en los que la intervención de abogado y procurador no es pre-
ceptiva, como el juicio verbal del automóvil, y sin embargo, una de las partes
comparece con letrado, la misma Ley de Enjuiciamiento Civil regula sus dos
fundamentales repercusiones:

(41)
1) en cuanto a la posición de la otra parte41, y Art. 32.1 LEC

(42)
Art. 32.5 LEC
2) respecto a la condena en costas42.

7.2.3. Designación de abogado

(43)
Al igual que acontece respecto del procurador, el abogado lo designa la parte, Art. 33.1 LEC
salvo los casos de designación de oficio conforme a la Ley de Asistencia Jurídica
Gratuita43.

Quienes no tengan derecho a la asistencia jurídica gratuita podrán pedir que


se les designe abogado: cuando la intervención sea preceptiva o cuando, aun
no siéndolo, la parte contraria haya comunicado al tribunal que acudirá con
ambos profesionales. En el supuesto de que la petición se realice por el de-
mandado, deberá formularla en el plazo de los tres días siguientes a recibir la
cédula de emplazamiento o citación (art. 33.2.II LEC).

Solicitudes

Las solicitudes se harán y decidirán conforme a la Ley de Asistencia Jurídica Gratuita


(arts. 12 a 21 y 27 a 36 de la Ley 1/1996, de 10 de enero, de Asistencia Jurídica Gratuita)
y deberán contener el compromiso de pagar los honorarios y derechos del abogado (o
procurador) que le nombren (art. 33.2.1 y 2 LEC).

7.2.4. Honorarios de los abogados

Eximido el procurador del deber de pago de los honorarios de abogado, la ley


contempla un mecanismo procesal que satisfaga al abogado por los servicios
prestados al litigante, recurriendo al trámite más expedito de la técnica mo-
nitoria.

Dicho procedimiento se regula en el artículo 35 de la Ley de enjuiciamiento


civil.

Se inicia mediante la presentación de minuta detallada y manifestación expre-


sa de que tales honorarios le son debidos y no han sido satisfechos. No será
preceptiva la intervención de abogado ni procurador.
© FUOC • PID_00266549 43 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

Presentada la reclamación, el letrado de la Administración de Justicia requiere


al deudor para que pague o impugne la cuenta, en el plazo de 10 dias, bajo
apercibimiento de apremio si no formulare impugnación.

Si se impugnan los honorarios por indebidos, la ley se remite al procedimiento


regulado en el artículo 34.2.2.º y 3.º LEC.

Si se impugnan por excesivos, el letrado dará traslado al abogado por 3 días


para que se pronuncie sobre la impugnación. Si no aceptara la reducción pro-
puesta por el letrado, procederá previamente a su regulación conforme a lo
previsto en los artículos 241 y siguientes (tasación de costas), salvo que el abo-
gado acredite la existencia de presupuesto previo aceptado por el impugnante,
dictando decreto para fijar la cantidad debida bajo apercibimiento de apremio
si no pagase en los 5 días siguientes a la notificación.

Dicho decreto no será recurrible, pero no prejuzgará, ni siquiera parcialmente,


la sentencia que pudiera recaer en juicio ulterior (art. 35.2 LEC).

Si el deudor de los honorarios no formulase oposición en el plazo establecido,


se despacha ejecución por la cantidad a la que asciende la minuta (art. 35.3
LEC).
© FUOC • PID_00266549 44 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

8. Legitimación y sucesión procesal

8.1. Legitimación

(44)
La legitimación depende de la existencia o no de determinada vinculación de Art. 10 LEC
quienes aparecen como partes en la situación procesal cuestionada en el jui-
cio. El contenido de la pretensión contenida en la demanda determinará, ini-
cialmente, no sólo quién es parte, sino quién aparece legitimado activamente,
y quién legitimado pasivamente44.

8.1.1. Clases de legitimación

La primera y más sencilla clasificación atiende a la posición de las partes en el


proceso, distinguiendo entre legitimación activa para referirse a quien ejercita
una determinada acción o pretensión, y legitimación pasiva al citar aquel frente
a quien se solicita.

Se habla, asimismo, de legitimación de personas privadas y legitimación de perso-


nas públicas, legitimación de personas físicas y legitimación de personas jurídicas.

Pero quizás la clasificación más ilustrativa es aquella que distingue entre legi-
timación ordinaria y legitimación extraordinaria a tenor de los apartados del ar-
tículo 10 LEC. Se habla de legitimación ordinaria para comprender los supues-
tos que caben en el artículo 10.1 LEC, y de legitimación extraordinaria para
los comprendidos en el artículo 10.2, 11 y 11 bis LEC.

8.1.2. Legitimación ordinaria

El artículo 10 de la LEC señala: serán considerados partes legítimas quienes


comparezcan y actúen en juicio como titulares de la relación jurídica u objeto
litigioso. Se conecta así legitimación y titularidad.

Ahora bien, como ya advierte el propio precepto en su segundo párrafo, titu-


laridad y legitimación no van siempre unidas.

En unos casos, simplemente porque no hay derecho subjetivo alguno, sino


una determinada situación que genera un interés legítimo en obtener la tutela
que se solicita [los cónyuges en los procesos matrimoniales; los hijos en los de
filiación (arts. 764 y 765 LEC); determinados parientes en los de incapacitación
y reintegración de la capacidad (art. 757.1 LEC)].
© FUOC • PID_00266549 45 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

En otros, porque la concreta determinación dependerá de circunstancias espe-


cíficas, como en la acción mero declarativa de dominio en que la legitimación
pasiva no se identifica con la condición de "obligado", sino que debe tratarse
de quien amenace, inquiete o perturbe el ejercicio del dominio.

Cualquiera de los supuestos señalados son casos de legitimación directa, esto


es, de legitimación que se predica directamente de un determinado sujeto y
para una específica acción. No constituyen, empero, los únicos tipos de legi-
timación. Junto a ellos existen otros de legitimación indirecta y aun otros de
difícil clasificación.

La legitimación ordinaria deriva, por tanto, de la comparecencia y afirmación


de la titularidad de la relación jurídica que se debate. Ahora bien, la voz legiti-
mación se utiliza también en algunos casos para referirse a la persona a la que la
ley señala para ejercitar determinado tipo de acciones [nulidad de matrimonio
(arts. 74 a 76 CC), separación (art. 81 CC) divorcio (arts. 86 y 88 CC), filiación
(arts. 131 y ss. CC) o incapacitación (art. 759 LEC)]. En todos estos casos, se
señala que sólo podrán actuar determinadas personas (el cónyuge, el hijo, etc.)
y se separa claramente el concepto de legitimación del fondo, ya que una cosa
es el ejercicio de la pretensión y otra diferente si la acción se reconocerá o no.
Es decir, que si quien insta la incapacidad, por ejemplo, no es ninguno de los
previstos en el artículo 759 LEC, no se entrará a resolver sobre el fondo, se
señalará simplemente la falta de legitimación.

8.1.3. Legitimación extraordinaria

A tenor del segundo párrafo del citado artículo 10 LEC, "se exceptúan los casos
en que por ley se atribuya legitimación a persona distinta del titular". En otros
términos, si bien se considera legitimado a quien comparezca y afirme ser el ti-
tular de una determinada relación, cabe que la ley atribuya legitimación a per-
sona distinta de aquél. Éste es el legitimado indirecta o extraordinariamente.

a)�Legitimación�extraordinaria�e�intereses�particulares

Por lo general, la legitimación indirecta –también llamada "por sustitución"–


se ha utilizado para referirse a los supuestos en que un determinado precepto
legitima a un sujeto que actúa en el proceso en interés propio, afirmando, sin
embargo, desde un principio, que la tutela que pretende se fundamenta en un
derecho ajeno. Se preserva, en estos casos, un interés privado al que se persigue
proteger otorgándole una legitimación de la que carecería ordinariamente por
no ser el titular de la relación jurídica objeto del proceso.

Ejemplos recurrentes de esta legitimación son los de la acción subrogatoria


(art. 1.111 CC); el acreedor prendario del artículo 1.869 CC; o el ejercicio por el
usufructuario de acciones fundadas en los créditos vencidos que formen parte
del usufructo, bajo la condición de prestar fianza (art. 507 CC).
© FUOC • PID_00266549 46 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

Con arreglo al artículo 1.111 CC, el acreedor puede demandar al deudor de su


deudor, ejercitando el crédito de éste, si previamente ha perseguido los bienes
que se encuentren en poder de su deudor. El acreedor prendario, por su parte,
puede ejercitar las mismas acciones que corresponderían al dueño de la cosa
pignorada "para reclamarlas contra un tercero".

b)�Legitimación�extraordinaria�e�intereses�supraindividuales

Junto con los intereses individuales, la complejidad y la masificación de las


relaciones sociales y económicas hacen que una cantidad creciente de activi-
dades afecten, no al individuo, sino a colectividades o grupos o categorías de
personas simultáneamente, adquiriendo carácter supraindividual; aparecen,
así, los intereses supraindividuales.

La protección de intereses supraindividuales obliga a diferenciar entre intere-


ses colectivos e intereses difusos.

• Se habla de interés colectivo cuando sea determinable el grupo de personas


que se encuentran de forma común y simultánea en una misma situación
jurídica con respecto a un bien que todos ellos disfrutan, conjunta y soli-
dariamente, y respecto del que experimentan una común necesidad, exis-
tiendo normalmente una vinculación jurídica de los miembros del grupo
con un tercero o entre sí.

• En tanto se habla de interés difuso si se trata de una comunidad de sujetos


amplia e indeterminada o muy difícilmente determinable. El nexo en este
supuesto no será jurídico, sino circunstancias fácticas contingentes.

En el caso de intereses colectivos, y siempre sin perjuicio de la legitimación


individual, se reconoce legitimación a las asociaciones o entidades legalmente
constituidas o a los propios grupos de afectados.

En el caso de intereses difusos, precisamente por la dificultad en determinar


a los sujetos, sólo se reconoce legitimación a las asociaciones que conforme a
la ley sean representativas.

También se reconoce a las entidades habilitadas conforme a la normativa eu-


ropea para el ejercicio de la acción de cesación en defensa de los intereses co-
lectivos y difusos de los consumidores y usuarios, así como al Ministerio Fiscal
para ejercitar cualquier acción en defensa de los intereses de los consumidores
y usuarios (art. 11.4 y 5 LEC).

Ejemplo de estos supuestos de legitimación son:

1) Defensa de los consumidores y usuarios.


a) Legitimación del consumidor o usuario afectado (art. 11.1 LEC).
© FUOC • PID_00266549 47 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

b) Legitimación de las asociaciones de consumidores y usuarios (art. 11.1 LEC).


c) Legitimación de las asociaciones de consumidores y usuarios, a las entidades
legalmente constituidas y a los propios grupos de afectados, si los afectados
están perfectamente determinados.
d) Legitimación sólo a las asociaciones de consumidores y usuarios, si no están
determinados, ni son fácilmente determinables.
e) Legitimación del Instituto Nacional de Consumo y los órganos correspon-
dientes de las comunidades autónomas y corporaciones locales, asociaciones
de consumidores y usuarios que reúnan los requisitos establecidos en el RDL
1/2007, de 16 de noviembre, o la correspondiente normativa autonómica en
defensa de los consumidores y usuarios y del MF para la acciones de cesación
de la Ley 2/2009 de 31 de marzo.

2) Defensa de la igualdad entre mujeres y hombres.


a) Legitimación a sindicatos y asociaciones legalmente constituidos cuyo fin
primordial sea la defensa de la igualdad de trato respecto de sus afiliados y
asociados, siempre con su autorización. Este supuesto atiende a los intereses
colectivos y se asemeja más a un caso de representación que de legitimación
(de ahí la necesidad de autorización), pero la ley lo comprende en el artículo
11 bis.1 LEC.
b) Legitimación exclusiva a los organismos públicos con competencias en esta
materia (Instituto de la Mujer, por ejemplo) a los sindicatos más representati-
vos y a las asociaciones de ámbito estatal cuyo fin primordial sea la igualdad,
cuando los afectados sean una pluralidad de personas indeterminadas o de
difícil determinación, es decir, cuando se trate de intereses difusos (art. 11 bis.
2 LEC).

3) Entidades de gestión de la Ley de Propiedad Intelectual, al referirse a los


derechos encomendados a su gestión.

El art. 150 de la Ley de Propiedad Intelectual legitima específicamente a las


entidades de gestión en los términos que resulten de sus propios estatutos,
para ejercer los derechos confiados a su gestión y hacerlos valer en toda clase
de procedimientos administrativos o judiciales.

Para acreditar dicha legitimación, la entidad de gestión únicamente deberá


aportar al inicio del proceso copia de sus estatutos y certificación acreditativa
de su autorización administrativa. El demandado solo podrá fundar su oposi-
ción en la falta de representación de la actora, la autorización del titular del
derecho exclusivo o el pago de la remuneración correspondiente.

8.1.4. Legitimación de personas públicas

Los supuestos de legitimación de personas públicas serán escasos, como co-


rresponde a un proceso como el civil, encaminado esencialmente a tutelar in-
tereses privados.
© FUOC • PID_00266549 48 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

Cabe citar los supuestos en que el EOMF atribuye la función de promover la


acción de la justicia en defensa de la legalidad y del interés público. Otros
supuestos como el Estado, las comunidades autónomas, las corporaciones pú-
blicas, etc., conducen a examinar sus normas reguladoras (Ley de Asistencia
Jurídica al Estado e Instituciones Públicas, de Régimen Jurídico de las Admi-
nistraciones Públicas y Procedimiento Administrativo Común, o sin ánimo de
exhaustividad, la Ley de Haciendas Locales.

8.1.5. Tratamiento procesal de la legitimación

A diferencia de la capacidad para ser parte y de la capacidad procesal, que como


sabemos se examinan al inicio del proceso, de manera que si se observa algún
defecto pueda subsanarse si es subsanable o acarreará el archivo del proceso, la
legitimación constituye una cuestión de fondo que, en definitiva, sólo quedará
establecida cuando se obtenga una resolución favorable de tal naturaleza.

Esta diferente naturaleza conduce a establecer la regla general, conforme a


la cual: la determinación de la legitimación se debe remitir en todo caso al
final del proceso; lo que no impide, sin embargo, que al igual que sucede con
muchas reglas generales, tenga sus correspondientes excepciones, o por mejor
expresarlo, alguna matización y determinadas precisiones.

Hay ciertos casos en que se exige una actividad de parte al inicio del proceso,
orientada a presentar la legitimación como probable.

Se trata de los supuestos contemplados en los cinco apartados del artículo 266
LEC, que obligan a aportar, junto a la demanda, una serie de documentos
de los que cabe inferir una apariencia de legitimidad, un principio de prueba
sobre la fundamentación de la acción. Esa apariencia, por serlo, no impide
que el desarrollo del proceso pueda conducir a determinar que quien aparece
como legitimado, no lo está. Ahora bien, desde el momento en que la falta
de adición de tales documentos determinará la no iniciación del proceso o
que éste no continúe, no cabe aplicar a este caso la regla general de remitir el
análisis sobre la legitimación a la decisión de fondo.

Junto con estos casos cabe añadir aquellos, como los procesos de incapacita-
ción, en los que la no acreditación inicial de ser alguno de los especialmente
legitimados legalmente, permite, asimismo, inadmitir la demanda, en aten-
ción a una circunstancia que afecta en realidad al fondo.
© FUOC • PID_00266549 49 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

8.2. Interés legítimo

La existencia de interés es un presupuesto de la acción que resulta in-


trínseco a las acciones de condena y constitutivas. No lo es tanto, sin
embargo, en el caso de las acciones mero declarativas o en las condenas
de futuro. De ahí que se le dedique una mención específica.

Por otro lado, el interés puede desaparecer, o devenir no legítimo. A esta cir-
cunstancia hacen referencia los artículos 22 y 423 de la LEC, que establecen
el final del proceso, cuando por circunstancias sobrevenidas a la demanda o
a la reconvención, dejare de haber interés legítimo por satisfacción extrapro-
cesal u otra circunstancia semejante; el artículo 258 LEC, al exigirlo a la hora
de adoptar diligencias preliminares, y los artículos 414.3 y 4 y 442.1 LEC que
cifran en el interés legítimo del demandado la continuación de la audiencia
previa ante la ausencia del actor o de su abogado.

8.3. Sucesión procesal

La sucesión procesal, también conocida como "cambio de partes", con-


siste en la sustitución, a lo largo del proceso, de alguno de los sujetos
procesales que iniciaron el pleito.

(45)
La LEC diferencia tres supuestos: sucesión procesal por muerte45; sucesión pro- Art. 16 LEC

cesal por transmisión46 del objeto litigioso; y sucesión procesal por interven-
(46)
Art. 17 LEC
ción provocada47.
(47)
Art. 18 LEC
8.3.1. Sucesión procesal por muerte de la parte originaria

A tenor de la propia literalidad del artículo 16.1 LEC, cuando lo que sea objeto
del juicio se transmita "mortis causa", la persona o personas que sucedan al
causante podrán continuar ocupando en dicho juicio la misma posición que
éste, a todos los efectos. En tal supuesto:

1) Si quien comunica la muerte del litigante es el propio sucesor –instando


que se le tenga por parte y previa suspensión del proceso por el letrado de
la Administración de Justicia– se dará traslado a las otras partes y, una vez
acreditada la sucesión, se le confirmará su calidad de parte.

2) Cuando conste al tribunal la defunción del litigante y no se persona el su-


cesor en el plazo de los cinco días siguientes, el letrado de la Administración de
Justicia, por medio de diligencia de ordenación, permitirá a las demás partes
pedir, con identificación de los sucesores y de su domicilio o residencia, que
se les notifique la existencia del proceso, emplazándoles para comparecer en
© FUOC • PID_00266549 50 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

el plazo de diez días. En la misma resolución del letrado de la Administración


de Justicia acordará la suspensión del proceso hasta que comparezcan los su-
cesores o finalice el plazo para la comparecencia (art. 16.2 LEC).

3) Cuando fallece el demandado y no se localiza al sucesor o sucesores o no


comparecen, el proceso seguirá declarándose en rebeldía del demandado.

4) Cuando el fallecido es el demandante, la ley distingue. Ante la no identifi-


cación o localización del sucesor o sucesores, se entenderá que se produce el
desistimiento, a menos que el demandado se oponga. Si lo que se produce es
la incomparecencia, se interpreta que se renuncia a la acción.

8.3.2. Sucesión por transmisión del objeto litigioso

(48)
Quien adquiere un bien litigioso, puede solicitar que se le tenga por parte. La parte contraria tiene un pla-
48 zo de diez días para plantear la
Si no hay oposición de la parte contraria , el letrado de la Administración oposición.
de Justicia dicta decreto disponiendo la sucesión y alzando la suspensión del
(49)
proceso decretada con la solicitud49. Art. 17 LEC

Si existe oposición se decidirá mediante auto.

Negación de la sucesión

La LEC limita la posibilidad de sucesión en este caso, es decir, contempla como supues-
tos de negación de la sucesión cuando la parte que se opone acredite que le competen
derechos o defensas que sólo pueden hacer valer contra el transmitente, un derecho a
reconvenir, que pende una reconvención, o que la sucesión dificulta sustancialmente la
defensa.

8.3.3. Sucesión por intervención provocada

El artículo 14 LEC contempla las reglas a seguir en el supuesto de que se pro-


duzca la "litis denuntiatio", es decir, la comunicación a un tercero de la pen-
dencia del proceso para que se incorpore al mismo. La iniciativa corresponde,
en este caso, a quienes ya son parte en el proceso (actor o demandado) y no
al tercero que intervendrá. La intervención de este tercero al que se llama en
virtud de la "litis denuntiatio" constituye un supuesto de sucesión, el previsto
concretamente en el artículo 18 LEC.

La sucesión sigue diferentes trámites según si quien llame al proceso es el de- Ved también
mandante o el demandado.
Sobre los trámites que su-
fre la sucesión, podéis ver el
subapartado 9.2.2.
© FUOC • PID_00266549 51 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

9. Pluralidad de partes: litisconsorcio e intervención


de terceros

9.1. El litisconsorcio

Aunque parece habitual que las partes en el proceso sean un actor y un


demandado, cabe que alguna o las dos posiciones vengan ocupadas por
más de un sujeto; surge así la "pluralidad de partes".

La Ley de Enjuiciamiento contempla la pluralidad de sujetos en dos sedes dis-


tintas. La primera en su artículo 12 y, posteriormente, en el 72.

9.1.1. Presupuestos

(50)
Para ampliar las partes en el proceso, se exige una conexión objetiva50 (un Art. 72.2 LEC

nexo por razón del título o causa de pedir).

Ello no obstante, como toda acumulación subjetiva (litisconsorcio) implica


una objetiva (acumulación de acciones), el litisconsorcio se encuentra some-
tido a la concurrencia de los presupuestos de admisibilidad del artículo 73
LEC para la acumulación objetiva de acciones, que se analizarán a fondo en el
apartado 10, y que ahora simplemente se citan:

1) El tribunal que entienda de la acción principal debe poseer jurisdicción y


competencia objetiva para conocer de la acción acumulada.

2) Las acciones, en atención a su materia, deben ventilarse en juicios del mis-


mo tipo.

3) La ley no debe prohibir la acumulación en razón de su materia o el tipo de


juicio que se haya de seguir.

9.1.2. Forma de litigar de los litisconsortes

La LEC no contiene precepto alguno respecto a la forma en que deben actuar


procesalmente los litisconsortes, ni necesarios, ni mucho menos voluntarios.
Ello no obstante, debe entenderse vigente la regla conforme a la cual los actos
individuales favorables aprovechan a todos los litisconsortes, en tanto los des-
favorables no perjudican ni siquiera al que los efectuó. Unido a ello, todo acto
© FUOC • PID_00266549 52 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

que implique poder de disposición sobre el objeto del proceso (allanamiento,


transacción, renuncia al ejercicio de los recursos...) o sobre el proceso en sí,
necesita la efectiva participación de todos los litisconsortes.

9.1.3. Efectos del litisconsorcio

(51)
Además del efecto propio del litisconsorcio, consistente en que dos o más pre- Art. 71.1 LEC
51
tensiones son resueltas en una única sentencia , desde el punto de vista de las
consecuencias que el litisconsorcio comporta, la ley establece expresamente
dos:

(52)
1) su incidencia en la cuantía final del pleito52, y Art. 252 LEC

(53)
Art. 53.2 LEC
2) la fijación de la competencia territorial53.

9.1.4. Litisconsorcio voluntario y litisconsorcio necesario

El litisconsorcio voluntario depende, exclusivamente, de la voluntad de las


partes; el necesario viene impuesto por la Ley en los términos señalados en el
artículo 12 LEC. Ambos comparten el régimen general expuesto, de manera
que para su procedencia se requerirá que concurran las exigencias de los ar-
tículos 12.1 y 72 LEC, y que así lo decida quien interpone la demanda.

9.1.5. Clases de litisconsorcio necesario

La doctrina distingue entre "litisconsorcio necesario propio" e "impropio".

El litisconsorcio�necesario�propio se presenta cuando la ley establece la ne- Supuestos


cesidad de pluralidad en las partes, ante la exigencia de que determinadas re-
No existen muchos supuestos
laciones jurídicas sólo pueden ser objeto de pronunciamiento jurisdiccional en nuestro derecho, más allá
en presencia de todos sus titulares. de los citados clásicamente:
obligaciones indivisibles (art.
1139 CC); acción de nulidad
de matrimonio ejercitada por
El litisconsorcio�necesario�impropio constituye una creación de la jurispru- el MF (art. 74 CC); o impug-
nación conjunta de la filiación
dencia, ante determinados supuestos. paterna o materna.

Así, a mero título ejemplificativo:

a) Cuando se ocasione conjuntamente un daño y no sea posible distribuir el


quantum deberá demandarse conjuntamente a los dos o más causantes (art.
1.591 CC; STS de 17 de marzo de 1993).
© FUOC • PID_00266549 53 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

b) En los supuestos de responsabilidad por hecho ajeno, en que cabe exigir


litisconsorcio, debiendo demandarse al causante material cuando se deman-
da a quien responde por él (art. 1903 CC); pero que no permite declarar la
responsabilidad de quien responde (asegurador, por ejemplo) si el responsable
directo (asegurado) no responde (STS, de 31 de octubre de 1984).

En dichos supuestos de responsabilidad�por�hecho�ajeno no siempre hay li-


tisconsorcio necesario: Para que el empresario responda por la vía del 1903
CC, es necesario que el empleado responda por la del 1902 CC. Y en los casos
de acción directa contra el asegurador, solo responde si el cliente es verdade-
ramente responsable.

Fundamento�del�litisconsorcio�necesario�impropio

Para fundamentar la exigencia del litisconsorcio, la jurisprudencia ha recurrido


a los siguientes fundamentos:

1) el riesgo de sentencias contradictorias si las acciones siguen procesos sepa-


rados;

2) la eventual vulneración del principio de audiencia (condenar a quien no ha


sido parte) aunque, de hecho, no ser parte impide que le afecte la cosa juzgada;

3) la naturaleza de la relación jurídica subyacente [Auto AP MD (S. 28, de 19


de diciembre de 2011]; o

4) la ya citada «efectividad» que señala el tenor literal del art. 12 LEC y que
traslada la razón determinante del litisconsorcio pasivo necesario impropio a
la posibilidad de ejecutar o no la resolución que se dicte.

9.1.6. Tratamiento procesal del litisconsorcio

En una línea semejante a la señalada para el tratamiento procesal de los pre-


supuestos procesales relativos a las partes, la Ley de Enjuiciamiento Civil re-
coge la reciente doctrina jurisprudencial, incorporando expresamente el tra-
tamiento del litisconsorcio a la regulación de la "audiencia previa al juicio" en
el juicio ordinario.

Este es el caso del artículo 416.1.3° LEC cuando contempla la falta del debido
litisconsorcio, como tercera causa entre aquellas que pueden obstar a la pro-
secución del proceso.

A partir de la falta de litisconsorcio en el demandado, el artículo 420 LEC, de-


dica un precepto específico al tratamiento de dicha falta, diferenciando según
el actor esté o no de acuerdo con la necesidad de constituir regularmente la
litis:
© FUOC • PID_00266549 54 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

(54)
1) Si ante la alegación del demandado, él esta de acuerdo y el tribunal lo estima Art. 420.1 LEC
54
procedente, se emplaza a los nuevos demandados .

2) Si el actor se opone a la falta de litisconsorcio aducida por el demandado,


se contemplan, a su vez, dos eventualidades:

(55)
a) Que oídas las partes sobre este punto, y entendiendo el tribunal que procede Arts. 420.3 y 404 LEC
el litisconsorcio, el actor, en el plazo que se le conceda (no inferior a diez días)
constituya la litis regularmente, suspendiéndose el curso de las actuaciones
hasta tanto los nuevos demandados contesten en el plazo de veinte días55.

(56)
b) Que, transcurridos los citados diez días, el actor no integre regularmente la Art. 420.5 LEC
litis, en cuyo supuesto se pone fin al proceso por medio de auto, archivándose
definitivamente las actuaciones56.

Cabe que la dificultad o complejidad del asunto hicieran difícil o inconvenien-


te la resolución judicial sobre la existencia o no de litisconsorcio, con arreglo
a los plazos establecidos. A tal efecto, el artículo 420.2 LEC señala que, oídas
las partes, el tribunal podrá resolver mediante auto en el plazo de cinco días
siguiente a la audiencia; audiencia que proseguirá, en todo caso, para sus res-
tantes finalidades.

(57)
En cuanto al juicio verbal, se aplica, "mutatis mutandi", lo señalado líneas Arts. 443.2 y 3 LEC
arriba respecto al tratamiento procesal de la capacidad para ser parte y la ca-
pacidad procesal57.

Finalmente, respecto de la posibilidad de la apreciación "ex officio" de la repe-


tida constitución irregular de la litis, la más reciente jurisprudencia de la Sala
Primera del TS, insistía en su carácter de cuestión de orden público procesal,
reclamando –sobre todo en el proceso de menor cuantía– que se pusiera de
manifiesto y se subsanase en la comparecencia previa del mismo.

9.2. La intervención de terceros

"Tercero" es, por definición, alguien ajeno al proceso. Ocurre, sin embargo,
que la complejidad de determinadas relaciones jurídicas obliga a considerar
la eventualidad de incorporar a alguien ajeno hasta entonces al proceso para
evitar los perjuicios que se le originarían al resultar afectado por el resultado
del proceso.

La intervención procesal aparece regulada en los artículos 13 y 14 de la Ley


de Enjuiciamiento Civil: el primero, dedicado a la intervención adhesiva, y el
segundo, a la intervención provocada, encabezado con la rúbrica "pluralidad
© FUOC • PID_00266549 55 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

de partes". Se introduce, así, una institución que subviene a la necesidad de


incorporar al proceso a aquellos sujetos que tienen un determinado interés en
el resultado del mismo, pero carecen de la calidad de parte.

9.2.1. La intervención de sujetos originariamente no


demandantes ni demandados

(58)
En virtud de la intervención adhesiva simple, se introduce en el proceso un Art. 13 LEC
sujeto que no podría haber sido demandante o demandado inicialmente, al
no ostentar la titularidad de la relación jurídica objeto del juicio para poderse Ejemplo
58
constituir un objeto procesal acumulable al primero . Ejemplo típico de intervención
de sujetos originariamente no
demandantes ni demandados
Mediante la intervención litisconsorcial, el tercero se introduce en una rela- es el del subarrendatario ante
la demanda de desahucio del
ción procesal que él mismo podría haber constituido inicialmente como litis- arrendador frente al arrendata-
consorte, necesario o voluntario. rio.

Presupuestos de la intervención adhesiva


Ejemplo de intervención
litisconsorcial
A tenor de la literalidad del primer párrafo del artículo 13 LEC, la intervención
Un ejemplo de intervención
adhesiva requiere: litisconsorcial es el caso del
acreedor solidario que no de-
mandó o el deudor solidario
1) que exista un proceso pendiente; y que no fue demandado (art.
13 LEC).

2) que quien quiera intervenir como demandante o demandado acredite un


interés directo y legítimo en el resultado del pleito.

El interés en incorporarse al proceso variará según se trate de un caso de inter-


vención adhesiva litisconsorcial o simple. En el primer caso, el interviniente
litisconsorcial trata de defender derechos propios, sin ejercitar una pretensión
diferente a la ya ejercitada por el demandante. El interviniente adhesivo sim-
ple, por su parte, persigue evitar los perjuicios que la derrota de una de las
partes le pueda irrogar a causa de los efectos reflejos de la cosa juzgada.

Facultades del interviniente: El interviniente como parte

Artículo 13.3 LEC

"Desde que sea admitida la intervención, el interviniente será considerado parte en el


proceso a todos los efectos".

(59)
La consideración de parte que se establece en el artículo 13.3 LEC le permite Art. 13.3.I in fine LEC
defender las pretensiones formuladas por su litisconsorte o las que el propio
interviniente formule, cuando tenga oportunidad de hacerlo, y ello aunque
su litisconsorte renuncie, se allane, desista o se aparte del procedimiento por
otra causa59.
© FUOC • PID_00266549 56 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

1) La facultad del interviniente para formular pretensiones propias. El artículo


13.3 LEC establece que, admitida la intervención, no cabe retroceder en el
curso de las actuaciones, de forma que el interviniente acepta el proceso en
el estado en que se halle.

2) El interviniente como parte en los recursos. Entre las facultades que inte-
gran la condición de parte procesal del interviniente y reconoce expresamente
el artículo 13.3.3 LEC, se encuentra la de interponer recursos contra las reso-
luciones que se dicten en el curso del procedimiento y, en concreto, contra la
sentencia que le ponga fin.

Solicitud y tramitación de la intervención

El artículo 13.2 LEC dispone que la intervención deberá ser solicitada, enten-
demos que por escrito, ante el órgano ante quien pende el proceso, sin que
provoque la suspensión de éste último.

(60)
La LEC no especifica ningún trámite más, pero en aplicación de las normas Art. 451.2 LEC
generales y del principio de audiencia, deberá darse traslado de la solicitud a
(61)
las partes, permitiéndoles pronunciarse sobre su procedencia. El tribunal re- Art. 455.1 LEC

solverá, y frente a dicha resolución, cabrá recurso de reposición, si accede a la


intervención60, y de apelación, si la rechaza61.

9.2.2. La intervención provocada

El artículo 14 LEC contempla las reglas a seguir en el supuesto de que se pro-


duzca la "litis denuntiatio", es decir, la comunicación a un tercero de la pen-
dencia del proceso para que se incorpore al mismo. La iniciativa corresponde,
en este caso, a quienes ya son parte en el proceso (actor o demandado) y no
al tercero que intervendrá.

La intervención provocada, a diferencia de la adhesiva, debe estar pre-


vista por la ley, como sucede en los siguientes casos.

El usufructuario llama al propietario cuando ejercen alguna acción contra el


bien dominical (art. 511 CC).

Los herederos deben satisfacer las deudas del causante con carácter solidario
(art. 1.084 CC, STS de 30 de diciembre de 1993). Hecha la partición, los acree-
dores pueden exigir por entero el pago del crédito a cualquiera de los herede-
ros (STS de 26 de noviembre de 1993).

El comprador puede llamar al vendedor cuando se le discute judicialmente su


dominio sobre el bien comprado (art. 1.482 CC).
© FUOC • PID_00266549 57 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

El licenciatario puede comunicar al titular de una patente que ha iniciado un


pleito relativo a dicha licencia (art. 124.3 LP).

El demandado (arquitecto, por ejemplo) puede comunicar a cualquiera de los


que han intervenido en el proceso de construcción que se ha iniciado un pro-
ceso reclamando determinados desperfectos o incumplimientos (Disposición
Adicional Séptima LOE).

La norma diferencia entre si la iniciativa corresponde al demandante o al de-


mandado, como se señala seguidamente.

Intervención a instancias del demandante

Este supuesto faculta al demandante a llamar a un tercero para que intervenga


en el proceso colaborando o sustituyéndole, prescribiéndose que la solicitud
deberá realizarse en la demanda, salvo que la ley disponga otra cosa.

(62)
Una vez el tribunal admite la entrada, el tercero dispone de las mismas facul- Art. 14.1 LEC
62
tades de actuación que la ley concede a las partes . Teniendo en cuenta el
momento procesal de su incorporación, la equiparación de su condición a la
de parte no presenta problemas en cuanto a la asunción de las actuaciones
ya desarrolladas, como ocurre en el caso de la intervención adhesiva "ex art.
13.3 LEC".

Intervención a instancias del demandado

Si es el demandado quien quiere que el tercero intervenga, el segundo apartado


del citado artículo contiene una serie de reglas:

1) El demandado solicitará al tribunal que sea notificada al tercero la penden-


cia del proceso en el plazo otorgado para contestarla (art. 14.2.1.ª LEC).

2) El letrado de la Administración de Justicia ordenará la interrupción del pla-


zo para contestar a la demanda y acordará oír al demandante en 10 días, re-
solviendo el tribunal mediante auto lo que proceda (art. 14.2.2.ª LEC).

3) El plazo concedido al demandado para contestar a la demanda se reanudará


con la notificación al demandado de la desestimación de su petición o, si es
estimada, al expirar el plazo concedido al tercero para contestar la demanda
(art. 14.2.3.ª LEC).

4) Si comparecido el tercero, el demandado considerase que debe sucederle en


su posición, se procederá conforme al artículo 18 LEC (intervención provoca-
da). Esto es, otorgado el traslado por el letrado de la Administración de Justicia
para alegaciones en 5 días, el tribunal decide mediante auto si procede o no
la sucesión (art. 14.2.4.ª LEC).
© FUOC • PID_00266549 58 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

5) Caso de que en la sentencia resultare absuelto el tercero, las costas se podrán


imponer a quien solicitó su intervención conforme a los criterios generales del
artículo 394 LEC (art. 14.2.5.ª y STS 26 de septiembre de 2012).

Intervención�en�procesos�para�la�defensa�de�derechos�de�los�consumidores
y�de�defensa�de�la�competencia

1)� Intervención� de� consumidores� en� procesos� iniciados� por� los� órganos
legitimados�para�reclamar�la�protección�de�intereses�colectivos�y�difusos

Cuando promuevan el proceso entidades constituidas para la protección de


los derechos e intereses de consumidores y usuarios o grupos de afectados, el
letrado de la Administración de Justicia llamará a quienes tengan la condición
de perjudicados para que hagan valer su derecho individual, publicando la ad-
misión de la demanda en medios de comunicación con difusión en el ámbito
territorial en que se haya manifestado la lesión (art. 15.1 LEC).

A partir del llamamiento general, la intervención se diferencia según se trate de


intereses�colectivos (los perjudicados estén determinados o sean fácilmente
determinables) o difusos (los perjudicados no son determinables).

a) Si se trata de intereses colectivos, el demandante o demandantes deberán


haber comunicado su propósito de presentar la demanda a todos los interesa-
dos. En tal caso, los perjudicados (terceros intervinientes) intervienen a partir
de cualquier momento, limitándose a realizar como siempre los actos no pre-
cluidos (art. 15.2 LEC).

b) Cuando se trate de intereses difusos, el llamamiento suspenderá el proceso


por un plazo máximo de dos meses, que el letrado de la Administración de
Justicia determinará en atención a las circunstancias del caso y a las dificul-
tades de comunicación. Transcurrido el plazo no se admitirán más interven-
ciones, sin perjuicio de acudir a la protección de sus derechos en lo previsto
en el art. 221 y 519 LEC, esto es, en la medida en que pueda beneficiarse del
resultado conforme a lo prescrito en dichos artículos, bien por la extensión de
la cosa juzgada (221 LEC), bien por incorporarse a la ejecución (519 LEC); pero
sin poder volver a ejercitar la acción ejercitada para proteger dichos intereses
difusos (art. 15.3 LEC) . No se contempla en nuestro derecho el beneficio se-
cumdum eventum litis.

La acción de cesación se excluye por expresa disposición legal (art. 15.4 ).

2)�Intervención�en�procesos�de�defensa�de�la�competencia

Sin constituir propiamente un supuesto de intervención en la medida en que


no se adquiere la condición de parte, el art. 15 bis LEC prevé que la Comisión
Europea, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia y los órga-
nos competentes de las comunidades autónomas en el ámbito de sus compe-
© FUOC • PID_00266549 59 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

tencias podrán intervenir en los procesos de defensa de la competencia y de


protección de datos, sin tener la condición de parte, por propia iniciativa o
a instancia del órgano judicial, mediante la aportación de información o pre-
sentación de observaciones escritas sobre cuestiones relativas a la aplicación
de los artículos 101 y 102 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea
o los artículos 1 y 2 de la Ley 15/2007, de 3 de julio, de Defensa de la Com-
petencia. Con la venia del correspondiente órgano judicial, podrán presentar
también observaciones verbales. A estos efectos, podrán solicitar al órgano ju-
risdiccional competente que les remita o haga remitir todos los documentos
necesarios para realizar una valoración del asunto del que se trate. La aporta-
ción de información no alcanzará a los datos o documentos obtenidos en el
ámbito de las circunstancias de aplicación de la exención o reducción del im-
porte de las multas previstas en los artículos 65 y 66 de la Ley 15/2007, de 3
de julio, de Defensa de la Competencia. La Comisión Europea, la Comisión
Nacional de los Mercados y la Competencia y los órganos competentes de las
comunidades autónomas aportarán la información o presentarán las observa-
ciones previstas en el número anterior diez días antes de la celebración del
acto del juicio al que se refiere el artículo 433 o dentro del plazo de oposición
o impugnación del recurso interpuesto. Lo dispuesto en los anteriores aparta-
dos en materia de procedimiento será asimismo de aplicación cuando la Co-
misión Europea, la Agencia Española de Protección de Datos y las autoridades
autonómicas de protección de datos, en el ámbito de sus competencias, con-
sideren precisa su intervención en un proceso que afecte a cuestiones relativas
a la aplicación del Reglamento (UE) 2016/679 del Parlamento Europeo y del
Consejo, de 27 de abril de 2016.
© FUOC • PID_00266549 60 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

10. El objeto del proceso: sus elementos delimitadores

El objeto del proceso es aquello sobre lo que el proceso trata, la cuestión que
somete a la decisión judicial. La teoría del objeto del proceso sirve y se enca-
mina a identificarlo, distinguiéndolo de otros, en la medida en que será sobre
ése en concreto sobre el que se resolverá.

Esa teoría, de cierta complejidad, se centra singularmente en la determinación


de los elementos que conforman el objeto de ese proceso concreto, tres, como
se verá.

10.1. Elementos delimitadores del objeto del proceso; la demanda

(63)
El objeto del proceso, la cosa sobre la que trata el proceso lo deben fijar las Art. 399 LEC
partes (el actor, siempre; el demandado, sólo si reconviene) en los escritos ale-
gatorios iniciales (demanda o escrito reconviniendo), como corresponde a la
vigencia en el proceso civil de los principios dispositivo y de aportación de
parte que rigen este proceso63.

De este modo, en el escrito de demanda se hará constar:

• los sujetos (datos y circunstancias de identificación de actor y demanda-


do);
• el "petitum" (lo que se pida); y
• la "causa petendi".

Igual prescripción contiene el artículo 406.3 LEC respecto de la reconvención


formulada en la contestación a la demanda.

Estos elementos delimitan e individualizan una concreta acción (pretensión u


objeto procesal); deben constar con claridad y precisión en la demanda (acto
procesal idóneo y preclusivo), y no pueden ser alterados en esencia a lo largo
del proceso (prohibición de la "mutatio libelli"). Su modificación o alteración,
en la resolución final del proceso, provoca incongruencia e impide tanto el
libre ejercicio del derecho de defensa como el acceso a una tutela judicial efec-
tiva. Es, además, la clave para fijar la cosa juzgada.

El objeto del proceso lo forman un elemento subjetivo (sujeto) y otro objetivo


(objeto), dividido, este último, a su vez, en dos: el "petitum" y la "causa peten-
di". A partir de ahí, el siguiente cometido consiste en dilucidar:

• cómo se identifica este objeto del proceso;


• qué elementos son los determinantes, y
© FUOC • PID_00266549 61 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

• cómo se identifican estos últimos.

10.1.1. Elemento subjetivo

Sujetos del proceso (partes) son las personas sobre las que recaerán los efectos
del proceso, aquellas a quienes afectará de forma directa el pronunciamiento
del tribunal, sea cual sea el contenido: actor y demandado en los supuestos
más sencillos, litisconsortes en el caso de pluralidad de partes, e intervinientes
si han sido admitidos como partes.

10.1.2. Elementos objetivos: petitum

La identificación del "petitum" viene establecida por dos órdenes de cuestio-


nes. Por una parte, la resolución que se solicita del juez: la condena del de-
mandado, la mera declaración del derecho, o el cambio jurídico (acción cons-
titutiva). Por otra, la concreta pretensión que se solicita del demandado.

En función del "petitum", las acciones se clasifican en declarativas, ejecutivas


y cautelares (art. 5 LEC).

Entre las declarativas, a su vez, se pueden distinguir tres categorías:

1) merodeclarativas, si se pide una tutela consistente en la afirmación de exis-


tencia o inexistencia de un derecho o de una determinada relación jurídica
que se muestra incierta;

2) constitutivas, cuando la tutela que se solicita va dirigida a la creación, mo-


dificación o extinción de un derecho, estado o relación jurídica que no es po-
sible lograr sin la intervención de los tribunales; y,

3) de condena, cuando lo que se pide es la declaración de existencia de un


derecho a prestación por parte del demandado y la orden de condena a su
cumplimiento.

Precisamente porque, de una parte, un mismo derecho o relación jurídica (el


dominio) puede dar lugar a diferentes peticiones (la mera declaración de do-
minio, por ejemplo, o la condena a entregar la posesión), y de otra, las distin-
tas peticiones dimanantes de un mismo derecho o relación jurídica, podrían
dar lugar a varias acciones (mero declarativa de dominio; reivindicatoria) u
objetos procesales. Es necesario que, en la demanda, se exprese con claridad
esa concreta petición, tanto la específica clase de tutela (la declaración de un
derecho, la constitución de una relación jurídica, la condena del demandado)
como el singular bien jurídico respecto del que se pide tal tutela.
© FUOC • PID_00266549 62 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

(64)
Paralelamente, si lo que se pide son varios pronunciamientos judiciales, ha- Art. 399.5 LEC
brá varios objetos procesales. Tal acumulación de acciones, sobre la que luego
se volverá, exige que cada concreta petición se exprese con la debida separa-
64
ción .

La Ley de Enjuiciamiento Civil contempla este extremo en el artículo 5.1.

Artículo 5.1. LEC

"Se podrá pretender de los tribunales la condena a determinada prestación, la declaración


de la existencia de derechos y de situaciones jurídicas, la constitución, modificación o
extinción de estas últimas, y [...]".

Y, descendiendo a un plano más concreto, el artículo 399.1 y 5 LEC (demanda)


y 406.1 y 3 LEC (reconvención), por remisión, prescriben la necesidad de fijar
con claridad y precisión lo que se pida.

Unido a ello, el art. 416.1.5.ª LEC configura como "defecto legal en el modo de
proponer la demanda", la falta de claridad en la determinación de las petición
que se deduzca. Tal circunstancia, ya sea por denuncia del demandado en la
contestación a la demanda, ya del propio actor en la misma audiencia, ya de
oficio, puede y debe ser subsanada en dicha audiencia previa.

(65)
De no ser así, se sobreseerá el pleito, únicamente, si no es posible en absoluto Art. 424 LEC
determinar en qué consisten las pretensiones del actor, del demandado en la
reconvención, en su caso, y frente a qué sujetos se formulan las pretensiones65.

10.1.3. La "causa petendi": teorías de la sustanciación y de la


individualización

Se define la "causa de pedir" como aquella situación de hecho, jurídicamente


relevante, y susceptible, por tanto, de recibir la tutela jurídica solicitada (Tapia
Fernández).

Cómo se delimita y establece esta situación ha sido objeto secular de inter-


minables discusiones, decantadas finalmente en dos tendencias: una que en-
tiende que lo determinante es el elemento fáctico, y otra que añade a dicho
elemento fáctico el elemento jurídico que subyace a toda pretensión. Según se
incida en uno u otro surgen dos teorías que, sin resolver realmente el proble-
ma, han servido para explicar determinados casos frecuentes:

• Teoría�de�la�sustanciación: defendida por quienes se muestran partidarios


de reducir la causa de pedir a la sola fundamentación fáctica, el conjunto
de hechos, las circunstancias concretas o el relato histórico sobre los que
el actor basa su petición.
© FUOC • PID_00266549 63 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

• Teoría�de�la�individualización: propiciada por quienes consideran que la


causa de pedir está integrada por dos elementos: el fáctico (conjunto de
hechos, relato histórico) y, además, el elemento jurídico o normativo (el
título jurídico en virtud del que se pide; la subsunción de los hechos en
una norma jurídica que otorga la eficacia que el actor pretende).

La LEC no se adscribe expresamente a ninguna de estas posiciones, como que-


da de manifiesto seguidamente:

En efecto, si repasamos los preceptos que afectan directamente a la demanda,


a la prohibición de cambio de demanda, a la litispendencia, a la congruencia
o a la cosa juzgada; es decir, a los institutos procesales directamente afectados
por la delimitación del objeto del proceso, comprobaremos que subsiste la
posibilidad de ambas interpretaciones.

1) El artículo 399 LEC, al determinar el contenido de la demanda, en sus pá-


rrafos 3 y 4 prescribe: "Los hechos se narrarán de forma ordenada y clara. En
los fundamentos de Derecho, además de los que se refieran al asunto de fondo
planteado, se incluirán [...]."

(66)
2) El demandado en la contestación a la demanda, que se redacta en los mis- Art. 405.1 LEC
mos términos que aquélla, habrá de negar o admitir los hechos aducidos por
(67)
el actor, alegando las excepciones materiales que estime convenientes y expo- Art. 406.3 LEC
66
niendo los fundamentos de su oposición a las pretensiones del actor . En la
contestación cabe, asimismo, que el demandado reconvenga. En tal hipótesis,
la reconvención se propondrá a continuación de la contestación, acomodán-
dose a lo que para la demanda se establece en el artículo 399, expresando con
claridad la concreta tutela judicial que se pretende obtener respecto del actor
y en su caso, de otros sujetos67.

(68)
3) Los hechos no pueden se objeto de modificación alguna. Establecido lo Art. 412 LEC
que sea "objeto del proceso" en la demanda, contestación y reconvención,
(69)
en su caso: las partes no pueden alterarlo posteriormente68. Esta prohibición Art. 412.2 y 426.1 LEC

de cambio de demanda, que deja a salvo la facultad de formular alegaciones


complementarias, no afecta a la delimitación del objeto del proceso69.

Alegaciones de los litigantes

En la audiencia, los litigantes, sin alterar sustancialmente sus pretensiones ni los funda-
mentos de éstas expuestos en sus escritos, podrán efectuar alegaciones complementarias
en relación con lo expuesto de contrario.

4) En cuanto a la congruencia, el artículo 218 LEC, en su primer apartado


segundo párrafo, después de prescribir la necesidad de que las resoluciones
sean exhaustivas y congruentes, precisa: "El tribunal, sin apartarse de la causa
de pedir acudiendo a fundamentos de hecho o de Derecho distintos de los
© FUOC • PID_00266549 64 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

que las partes hayan querido hacer valer, resolverá conforme a las normas
aplicables al caso, aunque no hayan sido acertadamente citadas o alegadas por
los litigantes".

Finalmente, el artículo 72.2 LEC, refiriéndose a la acumulación subjetiva de


acciones, señala expresamente que se entenderá que el título o causa de pedir
es idéntico o conexo cuando las acciones se funden en los mismos hechos.

Como se adelantaba antes, de lo expuesto no podemos deducir si la nueva


ley estima identificada la "causa petendi" sólo por los hechos, como cabría
percibir en alguno de los preceptos, o por la conjunción de dichos hechos
más un elemento jurídico o normativo, entendido este último como el título
jurídico en virtud del cual se pide. Tampoco parece que esta norma requiera
una conclusión definitiva al respecto. Sí conviene, no obstante, añadir alguna
reflexión sobre dos cuestiones conexas y de singular significado, en el siguiente
subapartado.

10.2. Extensión de las facultades judiciales y objeto del proceso

Resulta pedagógicamente adecuado añadir una breve reflexión en torno a dos


extremos relacionados frecuentemente con la determinación del objeto del
proceso: la extensión de las facultades judiciales a la hora de dicha delimita-
ción y la necesaria distinción entre el objeto actual y el llamado "objeto vir-
tual" del proceso a efectos de diferenciar dos tipos de objetos del proceso.

10.2.1. Extensión de las facultades judiciales

La extensión de las facultades se refiere al alcance de la libertad del juez en la


selección de la norma que hay que aplicar para resolver (lo que se entiende
como "iura novit curia"), sin que dicha elección traspase los límites que fijan
la "causa petendi" como elemento configurador del objeto del proceso; extra-
limitación que, de producirse, daría lugar al vicio de incongruencia, y vulne-
raría el principio dispositivo.

El artículo 218.1.II LEC delimita la necesidad de exhaustividad y congruencia


de la sentencia, con una redacción tal que ha originado opiniones variadas,
según el significado que se otorga a su literalidad al prescribir textualmente:
"... sin apartarse de la causa de pedir acudiendo a fundamentos de hecho o
de Derecho".

Sin ser el momento adecuado para entrar en mayores consideraciones, sí con-


viene retener que se acoja la interpretación que exige no apartarse ni de los
hechos ni de los fundamentos de derecho, o tan sólo de los primeros para
evitar la incongruencia; lo esencial es preservar la contradicción y el derecho
de defensa. De manera que, en todo caso, habría que preservar que toda reso-
lución, apartándose de alguno o de ambos elementos, debería estar precedida
© FUOC • PID_00266549 65 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

del traslado a las partes y la celebración de la correspondiente audiencia en


la que se advirtiera de tal variación, permitiendo recomponer la posición de
cada una.

10.2.2. Casos complejos a la hora de delimitar el objeto del


proceso: extensión de las facultades judiciales, la
preclusión del artículo 400 LEC, y acciones constitutivas y
concurso de acciones

Entre las dificultades que surgen a la hora de delimitar correctamente el obje-


to del proceso, singularmente en lo que a la causa petendida se refiere, cabe
destacar los siguientes temas.

Extensión de las facultades judiciales

Con esta expresión se hace referencia al alcance de la libertad del juez en la Contenido
selección de la norma que hay que aplicar para resolver (lo que se entiende complementario

como iura novit curia), sin que dicha elección traspase los límites que fijan el Recuérdese: a) que son las par-
objeto del proceso y, singularmente, la causa petendi por ser lo más comple- tes quienes delimitan libre-
mente el objeto del proceso
jo, extralimitación que, de producirse, daría lugar al vicio de incongruencia y en la demanda y contestación,
y b) que el juez debe resolver
vulneraría el principio dispositivo. con arreglo a derecho (iura no-
vit curia) y “prohibición de non
liquet” (art. 11.3 LOPJ).
El artículo 218.1.2 LEC delimita la “necesidad de exhaustividad y congruencia
de la sentencia”, o lo que es lo mismo, hasta dónde se debe llegar para cumplir
con el deber de exhaustividad y cuáles son los límites definidos por el deber de
congruencia. A tenor de la propia redacción legal (el tribunal, “sin apartarse
de la causa de pedir acudiendo a fundamentos de hecho o de derecho distin-
tos...”).

Sin ser el momento adecuado para entrar en mayores consideraciones, sí con-


viene asegurar que se acoja la interpretación que exige no apartarse ni de los
hechos ni los fundamentos de derecho, o solo de los primeros para evitar la
incongruencia; lo fundamental es garantizar la contradicción y el derecho de
defensa. En todo caso, debe destacarse que la resolución, para apartarse de al-
guno o de ambos elementos, debe haber estado precedida del traslado a las
otras partes, y de la celebración de la correspondiente audiencia, en la que se
advierta de la modificación efectuada, permitiendo recomponer la posición
de cada una de las partes.

En este último sentido, el artículo 218.1.2 LEC se hubiera visto notablemente


mejorado si hubiera obligado a la celebración de una audiencia en la que las
partes, conocidos los nuevos fundamentos de hecho o de derecho, hubieran
alegado lo que a su derecho correspondiera.
© FUOC • PID_00266549 66 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

La incidencia de la norma de preclusión del artículo 400 LEC en


la delimitación del objeto del proceso

La delimitación de la causa de pedir, se aplique una u otra teoría a tal efecto, se


completa con lo dispuesto en el artículo 400 LEC, aspecto irrelevante en aque-
llos casos –mayoritarios– en que la teoría de la sustanciación resulta suficiente
para identificar el elemento objetivo del objeto del proceso. Ahora bien, en
aquellos otros en que conviene recurrir a la teoría de la individualización por-
que un mismo derecho puede originar diferentes tutelas jurídicas, los efectos
del artículo 400 LEC son determinantes. En efecto, conforme a este precepto,
se extiende la obligación de identificar la causa de pedir a todos los hechos
y fundamentos jurídicos posibles cuando lo que se pida pueda fundarse en
varios hechos o fundamentos de derecho. Se crea así una regla de preclusión
que constituye una carga de alegación para el actor.

En efecto, el artículo 400 LEC señala:

“Cuando lo que se pida en la demanda pueda fundarse en diferente hechos o fundamen-


tos jurídicos, habrán de aducirse en ella cuantos resulten conocidos o puedan invocarse
al tiempo de interponerla [...] a efectos de litispendencia y de cosa juzgada, los hechos
y los fundamentos jurídicos aducidos en un litigio se considerarán los mismos que los
alegados en otro juicio anterior si hubieran podido alegarse en este (art. 400.1 y 3 LEC)”.

De esta manera, a efectos de cosa juzgada, a la identidad del objeto, con arreglo
al artículo 222 LEC, más las excepciones del demandado relativas a la compen-
sación y a la nulidad de los negocios jurídicos (art. 408 LEC), deben añadirse
los hechos y los fundamentos jurídicos que, aunque no se hubieren alegado
en el proceso en que la cosa juzgada se produjo, hubieren podido alegarse (art.
400.2 LEC).

La inclusión legal de esta “norma de cierre” lo único que hace es imponer al


actor la carga procesal de alegar en su demanda cuantos hechos y razonamien-
tos jurídicos pudieran desencadenar la pretensión de tutela que solicita, de tal
modo que, si no los alega, la cosa juzgada operará también sobre ellos.

Acciones constitutivas, concurso de acciones y concurso de nor-


mas

1)�Acciones�constitutivas

En las acciones constitutivas, la causa de pedir está integrada por el conjunto


de hechos al que legalmente se vincula el efecto constitutivo, con el matiz que
seguidamente se señalará. Así, pedida la incapacitación alegando un estado
psíquicofísico de una persona en un periodo temporal determinado, una va-
riación de dicho estado supone una causa de pedir distinta que impide alegar
la existencia de cosa juzgada (art. 761 LEC). O en los casos de petición de ali-
mentos ex artículo 146 CC, ocurre lo propio cuando varía el patrimonio del
obligado o las necesidades de quien los solicita.
© FUOC • PID_00266549 67 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

Por contra, la declaración de nulidad matrimonial (art. 73 CC) patentiza la


dificultad a la hora de elegir entre entender que la mera petición de nulidad
identifica el objeto del proceso, sin ser necesario hacer referencia al conjunto
de hechos que contempla el artículo 73 CC, o entender que se requiere añadir
una causa específica, de forma que será esta, y no otra, la que, identificando
el objeto del proceso, quedará comprendida en la cosa juzgada. A tenor del
artículo 400 LEC, esta segunda opción resulta la correcta.

E igual dificultad surge en el caso de las acciones constitutivas extintivas, co-


mo las diferentes causas de resolución de un contrato de arrendamiento (im-
pago, cesión inconsentida, daños dolosos en la finca, etc.; arts. 27 y 28 LAU).
Alegadas varias causas en varias demandas, no existiría litispendencia y, por
ende, desestimada la petición por alguna de las causas, no hay cosa juzgada
respecto a las otras (resolución por subarriendo inconsentido y por falta de
uso, por ejemplo). Al menos, así se interpreta por la jurisprudencia (STS de 20
de octubre de 1959).

2)�Concurso�de�acciones

El concurso de acciones supone unos hechos parcialmente idénticos o comu-


nes, la posibilidad de varias calificaciones jurídicas según los hechos diferen-
ciales que destaquen en la alegación, y, además, que la consecuencia jurídica
derivada de los hechos es solo una, de forma que, estimada la petición basada
en una de las posibles configuraciones de la causa de pedir, no cabe obtener
nueva tutela basada en las otras. Por ejemplo, sería el caso de la culpa contrac-
tual y la culpa extracontractual; en ese caso, se entiende que existe pluralidad
de objetos porque existen varias causas de pedir. Por una parte, los hechos que
determinaron causación –negligente o no– de un daño (art. 1.902 CC) y, por
otra, la existencia y vigencia de un contrato en cuya virtud alguien venía obli-
gado a observar diligencia que se solapa con la descrita en el citado artículo
1.902 CC. Así entendido, aun reclamando lo mismo, se está reclamando algo
distinto (STS de 7 de abril de 2004).

3)�Concurso�de�normas

En el concurso de normas, los hechos son idénticos y fundan una misma pe-
tición, pero pueden ser jurídicamente calificados con arreglo a diferentes nor-
mas. Coherentemente, como solo varía la calificación jurídica, no hay diver-
sidad de objetos procesales.
© FUOC • PID_00266549 68 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

11. Pluralidad de objetos procesales: acumulación de


acciones y acumulación de autos

Cuando existe pluralidad de objetos procesales en un único procedimiento se


habla de acumulación. Tal fenómeno procesal, basado en la conexión, persi-
gue la resolución en una única sentencia de acciones o procesos que, de otra
manera, se hubieran tramitado y resuelto separadamente. Si se trata de acu-
mulación de pretensiones o de acciones, podrá ser inicial o sucesiva, según se
produzca al interponerse la demanda o después, hasta el término preclusivo
que se formula en el artículo 412 LEC. Si se trata de procesos (denominada
también "acumulación de autos"), será posible hasta que finalice alguno de los
procesos, con arreglo a lo dispuesto en el artículo 433 LEC.

11.1. Acumulación de acciones: características generales

En la actual regulación, destaca:

• la distinción entre "acumulación objetiva" y "subjetiva de acciones";


• la consagración expresa de la acumulación eventual;
• la regulación de la competencia territorial en caso de acumulación de ac-
ciones;
• el contemplar casos especiales de acumulación necesaria; y,
• finalmente, prever el tratamiento procesal de la indebida acumulación de
acciones.

11.1.1. Acumulación de acciones simple y eventual

(70)
El artículo 71 de la LEC contempla la llamada acumulación�simple o exclu- Arts. 71.1 y 71.2 LEC
sivamente�objetiva, esto es, el ejercicio de diferentes acciones en una misma
demanda para que sean objeto de una resolución común70.

(71)
Se exige conexidad por identidad en los sujetos (la "causa petendi" y el "peti- Art. 71.3 LEC
tum" pueden ser diversos), estableciendo como único límite a dicha acumu-
lación la incompatibilidad entre las acciones ejercitadas. En este sentido, la
LEC define como acciones de ejercicio incompatible aquellas que se excluyan
mutuamente o son contrarias entre sí, de suerte que la elección de una impida
o haga ineficaz el ejercicio de la otra u otras71.
© FUOC • PID_00266549 69 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

Junto con la acumulación exclusivamente objetiva, se hace referencia a la acu-


mulación�objetiva�eventual, precisamente, como excepción a la prohibición
de acumular acciones cuyo ejercicio resulta incompatible, de manera que que-
pa la posibilidad de ejercitarlas eventualmente, es decir, entendiendo ejercita-
da la acumulada eventualmente.

(72)
Si el tribunal considera que la principal no es procedente, y siempre que se Art. 71.4 LEC
exprese cuál es la acción principal y cuál o cuáles se ejercitan sólo para el
evento de que la principal no se estime fundada72.

La expresa mención legal de estos dos tipos de acumulación inicial de acciones


permite deducir la exclusión taxativa de la llamada acumulación�alternativa.
Tal modalidad se daría cuando el actor ejercita dos o más acciones, con la
particularidad de que la petición no se extiende al conjunto de los dos objetos,
ni a uno en defecto de la admisión de otro, sino sólo a uno u otro, debiendo
pronunciarse el juez sobre alguno de ellos.

La acumulación eventual (propia o subsidiaria) comporta la aplicación de de-


terminadas reglas específicas:

1) La competencia objetiva por razón de la cuantía no se determina por la


suma del valor de las pretensiones; de ahí que el artículo 252.1.° LEC establezca
que, para la acumulación eventual, debe estarse a la cuantía de la acción de
mayor valor. E igual criterio sirve para determinar el procedimiento adecuado.

2) La competencia territorial se fijará con arreglo a la acción principal, la que


se ejercita en primer lugar y es "fundamento de las demás" a tenor del artículo
53.1 LEC.

(73)
3) Se excepciona la compatibilidad de las pretensiones como presupuesto de Art. 74.1 LEC
la acumulación, en cuanto ordinariamente tales pretensiones serán incompa-
tibles73.

11.1.2. Requisitos generales de toda acumulación de acciones

El artículo 73 LEC determina los requisitos de carácter procesal que deben


concurrir para que proceda la acumulación de acciones. Su aplicación se ex-
tiende a todos los supuestos de este tipo de ampliación del objeto del proceso,
salvo excepciones muy concretas, como las que se acaban de señalar para la
acumulación de acciones eventual.

1) El tribunal debe poseer jurisdicción y competencia para conocer de las ac-


ciones acumuladas, con arreglo a los criterios que determinan una y otra:
© FUOC • PID_00266549 70 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

a) Jurisdicción por razón del objeto y del territorio; competencia objetiva. En


virtud de esta exigencia, el artículo 73.1.1.°; la Ley 29/1998 de 13 de julio, de
la LRJCA, y el artículo 2 LOPJ, excluye la acumulación de demandas por res-
ponsabilidad extracontractual dirigidas conjuntamente frente a un particular
y a la Administración pública.

En el mismo sentido, por medio de la acumulación no cabe modificar las nor-


mas de competencia internacional, salvo aplicación de fueros de competencia
internacional como los del Convenio de Bruselas o de Lugano.

En cuanto a la competencia objetiva, debe diferenciarse si la atribución de ésta


proviene de la materia o de la cuantía. Si la determinación de la competencia
objetiva se hizo atendiendo a la cuantía, el artículo 73.1 LEC permite la acu-
mulación de juicios verbales a juicios ordinarios. Cuando la determinación de
la competencia objetiva se hizo atendiendo a la materia, no.

b) Competencia territorial. Se determinará con arreglo a los fueros señalados


en el artículo 53.1 LEC, esto es, será competente el del lugar correspondiente a
la acción que sea fundamento de las demás; subsidiariamente, el lugar donde
corresponda mayor número de acciones acumuladas; o en su defecto, el del
lugar que corresponda a la acción más importante cuantitativamente.

2) Las acciones deben ventilarse por juicios del mismo tipo. O dicho en otros
términos, los procesos deben ser homogéneos, salvo la excepción contempla-
da en el artículo 73.1.1.° LEC.

11.1.3. Acumulación de acciones en el juicio verbal

Como regla general no se admitirá en los juicios verbales acumulación objetiva


de acciones (art 438.3 LEC). A esta regla le caben tres excepciones:

a) La acumulación de acciones basadas en unos mismos hechos, siempre que


proceda, en todo caso, el juicio verbal;

b) La acumulación de la acción de resarcimiento de daños y perjuicios a otra


acción que sea prejudicial de ella, y

c) La acumulación de las acciones en reclamación de rentas o cantidades análo-


gas vencidas y no pagadas, cuando se trate de juicios de desahucios de finca
por falta de pago o por expiración legal o contractual del plazo, con indepen-
dencia de la cantidad que se reclame. Asimismo, también podrán acumular-
se las acciones ejercitadas contra el fiador o avalista solidario previo requeri-
miento de pago no satisfecho.

d) La acumulación de la acción de división de la cosa común respecto de los


bienes que tengan en comunidad ordinaria indivisa y la de los procedimientos
de separación, divorcio o nulidad y en los que tengan por objeto obtener la
© FUOC • PID_00266549 71 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

eficacia civil de las resoluciones o decisiones eclesiásticas (437.4.4.ª LEC). Si


hay varios bienes en régimen de comunidad ordinaria indivisa y uno de los
cónyuges lo solicita, el tribunal puede considerarlos en conjunto a los efectos
de formar lotes o adjudicarlos.

11.1.4. Tratamiento procesal de la indebida acumulación de


acciones

La denuncia de la indebida aplicación de las normas de la acumulación puede


ser de oficio o a instancia de parte:

1)�De�oficio. El artículo 73.4 LEC dispone el requerimiento "ex officio" al actor


para que subsane el defecto en el plazo de cinco días, manteniendo las accio-
nes cuya acumulación fuera posible. Si transcurre el término sin subsanarse
el defecto o permanece la causa que obsta a la acumulación, dará cuenta al
tribunal para que por el mismo se resuelva sobre la admisión de la demanda.

(74)
2)�A�instancia�de�parte. Junto con tal tratamiento, cabe que el demandado se Art. 402 LEC
74
oponga a la acumulación en la contestación a la demanda , lo que se decidirá
(75)
en la audiencia previa, continuándose ésta y el proceso respecto de la acción Art. 419 LEC

o acciones que se estimen acumulables75.

11.1.5. Acumulación sucesiva: ampliación de la demanda y


reconvención

En la acumulación sucesiva, existe un proceso iniciado al que se une


una o varias acciones que hubieran podido tramitarse en diferentes pro-
cedimientos. La acumulación puede efectuarse por el actor (ampliación
de la demanda) o por el demandado (reconvención).

(76)
En ambos supuestos, deben observarse los presupuestos de admisibilidad se- Art. 73 LEC
76
ñalados para la acumulación inicial de acciones , con las particularidades que
brevemente se indicarán.

Ampliación de la demanda

(77)
Como sabemos, la contestación a la demanda es el momento preclusivo para Art. 401.1 LEC
77
toda acumulación de acciones . Excepcionalmente, la ampliación de la de-
(78)
manda permite la adición de una o varias pretensiones a las ya ejercitadas en Art. 401.2 LEC

un proceso o la ampliación de la pretensión a más demandados78.

Los presupuestos son semejantes a los casos de acumulación inicial de acciones


(art. 73 LEC); se observan, no obstante, las siguientes reglas especiales:
© FUOC • PID_00266549 72 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

(79)
1) provoca una interrupción en el plazo para contestar a la demanda, que se Art. 402.II LEC
79
volverá a contar desde el traslado de la ampliación de la demanda ; y,

2) la acumulación no podrá afectar a la competencia objetiva por razón de


la cuantía, ni a la adecuación del procedimiento, que se determinaron inicial-
mente.

La reconvención

Esta última modalidad de acumulación de acciones supone la introduc-


ción por el demandado en la contestación de nuevas acciones, para que
se sustancien conjuntamente con la ejercitada por el actor en la deman-
da y se resuelvan en una única sentencia.

La LEC dedica dos preceptos específicos, los artículos 406 y 407, donde se
regula el contenido y la forma, a quién debe dirigirse y cómo han de contestar
los destinatarios.

Destacan tres notas: requerir que se trate de acciones conexas; exigir que la
reconvención sea expresa, erradicando así las dificultades ocasionadas por la
admisión de la reconvención tácita; y permitir que la reconvención pueda
dirigirse también contra sujetos no demandantes:

1)�La�exigencia�de�conexión�entre�las�acciones. La conexión entre la acción


objeto de la demanda principal y la que se ejercita de modo reconvencional
constituye una reclamación inveterada. En la LEC, se consagra en el artículo
406.1, añadiendo prescripciones relativas a la competencia, que no son sino
repetición de lo establecido como requisitos de admisibilidad.

2)�La�reconvención�debe�formularse�expresamente. El artículo 406.3 LEC


requiere que se formule con claridad la concreta petición de tutela judicial que
se pretende obtener, respecto del actor y de otros sujetos, en su caso; impidien-
do asimismo entender formulada reconvención, si el escrito de contestación
a la demanda finaliza con la petición de simple absolución.

Debe atenderse especialmente a la distinción entre formular reconvención y


contestar a la demanda. Los elementos para la distinción son:

a) la súplica de la contestación a la demanda: si el demandado pide algo más


que la mera absolución, y siempre que ese algo más no esté implícito en la
absolución, se tratará de reconvención; y,
© FUOC • PID_00266549 73 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

b) la extensión de la cosa juzgada: si lo que el demandado alega y pide en la


contestación quedara cubierto por la cosa juzgada, en su caso, aun cuando no
se hiciera petición expresa, no existe reconvención porque no hay ampliación
del objeto del proceso. En caso contrario, sí.

3)�La�posibilidad�de�reconvenir�frente�a�sujetos�no�demandantes. El artícu-
lo 407 LEC establece la posibilidad de dirigir la reconvención contra sujetos no
demandantes, siempre que puedan considerarse litisconsortes voluntarios o
necesarios del actor reconvenido. No se menciona expresamente, por el con-
trario, la posibilidad de que la acción se dirija frente a otros codemandados.

4)�Especialidades�de�la�reconvención�en�torno�a�los�presupuestos

(80)
a) En materia de competencia objetiva, no se admitirá la reconvención cuan- Art. 406.2.II. LEC
do el juzgado carezca de competencia objetiva por razón de la materia o de la
cuantía o cuando la acción que se ejercite deba ventilarse en juicio de diferente
naturaleza. Esta prohibición se levanta cuando la acción con la que se recon-
viene debiera tramitarse, por razón de la cuantía, por medio de juicio verbal80.

Por lo que respecta a la competencia territorial, se modifica a favor del tribunal


que conozca de la pretensión inicial.

(81)
b) En cuanto al presupuesto de la homogeneidad procedimental, rige en toda Art. 406.2 LEC
81
su extensión . Cabrá reconvención entre pretensiones que deban ventilarse
por los juicios ordinarios, con la limitación ya señalada de la competencia,
pero no es posible cuando una pretensión se tramite por el juicio ordinario y
la otra por un procedimiento especial.

(82)
Este proceso –en atención a su tramitación fundamentalmente, es decir, por Art. 438.3 y 1 LEC
la ralentización inicial que toda acumulación conlleva– contiene una serie de
reglas limitativas de la acumulación de acciones82.

Respecto de la acumulación inicial –que inicialmente se rechaza– la contempla


de forma excepcional, siempre que:

• las pretensiones se basen en los mismos hechos y proceda, en todo caso,


el juicio verbal;

• la acción ejercitada sea la de resarcimiento de daños y perjuicios y se acu-


mule otra que resulte prejudicial respecto de aquélla; y, finalmente,
© FUOC • PID_00266549 74 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

• que se trate de reclamación de rentas o cantidades análogas vencidas y no


pagadas, con independencia de la cantidad que se reclame, cuando se tra-
te de desahucio por falta de pago. Asimismo, también podrán acumularse
las acciones ejercitadas contra el fiador o avalista solidario previo requeri-
miento de pago no satisfecho (art. 437.4.3 LEC).

(83)
La acumulación subjetiva (litisconsorcio) no presenta especialidades83. Art. 438.4 LEC

La reconvención sí presenta también especificidades. En principio, se rechaza


radicalmente para los procesos que finalicen sin cosa juzgada.

A partir de tal negativa, en los demás juicios verbales cabe reconvención siem-
pre que:

• se notifique al actor al menos cinco días antes de la vista;


• no determine la improcedencia del juicio verbal; y
• exista conexión entre las pretensiones de la reconvención y las que sean
objeto de la demanda principal.

11.1.6. Efecto de la acumulación de acciones

(84)
La acumulación de acciones produce, como efecto propio y común, tanto en Art. 71.1 LEC
la inicial cuanto en la sucesiva, que las mismas se discutan en un solo proce-
dimiento y se resuelvan en una misma sentencia84.

Tal reunión no significa, naturalmente, ni que la contestación a la demanda


o la proposición de prueba deba ser única, ni que la resolución de la senten-
cia contenga un pronunciamiento uniforme, de manera que aunque se trate
de una sola sentencia los pronunciamientos deberán referirse a las diferentes
pretensiones, concretándose respecto de cada uno de ellos.

El examen de la concurrencia de los requisitos procesales se realizará indivi-


dualizadamente. Desde el punto de vista del derecho material, las excepciones,
legitimación y demás temas de fondo pueden afectar a una o varias acciones y
no a otra u otras. Los actos de disposición operarán respecto de cada una de las
acciones, así como la carga de alegación y prueba, admisibilidad y eficacia de
los respectivos medios de prueba, e incluso los trámites, si bien serán únicos,
conservarán su virtualidad para cada acción acumulada.

Así como las reglas transcritas operan en toda su extensión en el caso de la


acumulación simple, en los supuestos de acumulación eventual debe matizar-
se. En éstos, la exigencia de exhaustividad y congruencia debe acomodarse a
su especificidad, de manera que sólo desestimando la acción principal deberá
existir pronunciamiento sobre la acción acumulada eventualmente.
© FUOC • PID_00266549 75 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

11.2. La acumulación de autos

(85)
Art. 74 LEC
En virtud de la acumulación de autos dos o más procesos, se unirán y
resolverán en una sola sentencia85.

11.2.1. Legitimación para solicitar la acumulación de autos y


acumulación de oficio

Estarán legitimados para solicitar la acumulación quienes sean parte en cual-


quiera de los procesos (art. 75 LEC).

Asimismo, cabe acordar la acumulación de oficio por el tribunal (art. 75 in


fine LEC). Esta modalidad será objeto de alguna especialidad, como en el caso
de la improcedencia de la acumulación del artículo 78.2, que no rige para la
acumulación de oficio. O en el caso de acumulación de juicios verbales (art.
80.2 LEC).

Se extiende así, tras una larga tradición contraria, la regla imperante para la
acumulación de juicios universales (art. 98 LEC), que ya se había incorporado
a la LEC en el caso de los procesos incoados para la protección de los derechos
e intereses colectivos o difusos de consumidores y usuarios, cuando la diver-
sidad de esos procesos no se hubiera podido evitar mediante la acumulación
de acciones o la intervención prevista en el artículo 15 de esta ley (arts. 78.4
y 76.2.1.º LEC).

11.2.2. Causas de acumulación de autos

Las causas de acumulación son dos generales:

1) Que la resolución de uno de los procesos produzca efectos prejudiciales


sobre otro.

2) Que entre los procesos cuya acumulación se pida exista una conexión tal
que, de seguirse los autos por separado, pudieran obtenerse pronunciamien-
tos contradictorios, incompatibles o mutuamente excluyentes sobre aquellas
identidades en que dichos objetos coincidan.

A las que se añaden dos supuestos específicos:

3) Tratarse de procesos incoados para la protección de derechos e intereses


colectivos o difusos de consumidores y usuarios, que siendo susceptibles de
acumularse con arreglo al artículo 76.1.1.° LEC (es decir, la resolución de uno
© FUOC • PID_00266549 76 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

produzca efectos prejudiciales en el otro) y a lo dispuesto en el artículo 77 LEC,


no hubieran podido ser objeto de previa acumulación de acciones o interven-
ción conforme al artículo 15 LEC (art. 76.2.1.° LEC).

4) Que el objeto de los procesos a acumular fuera la impugnación de acuerdos


sociales adoptados en una misma junta o asamblea o en una misma sesión de
órgano colegiado de administración (art. 76.2.2.° LEC).

5) Cuando se trate de procesos en los que se sustancie la oposición a las reso-


luciones administrativas en materia de protección de un mismo menor, tra-
mitados conforme al artículo 780 LEC, siempre que en ninguno de ellos se
haya iniciado la vista (art. 76,2,3º LEC).

La LEC diferencia, completamente, la acumulación en función de la vis atrac-


tiva de los procesos universales de los supuestos de reunión de procesos por
conexión (art. 98 LEC).

11.2.3. Improcedencia de la acumulación de autos

Pero la LEC no termina con señalar taxativamente las causas de acumulación.


A ellas añade la prohibición expresa de dos específicos supuestos de acumula-
ción de procesos, que se completan con las excepciones a tal interdicción, en
caso de protección de los intereses de consumidores y usuarios.

No cabrá acumular procesos:

a) Cuando el riesgo de sentencias con pronunciamientos contradictorios, in-


compatibles o mutuamente excluyentes pueda evitarse mediante la excepción
de litispendencia.

b) Cuando no se justifique que, con la primera demanda o, en su caso, con


la ampliación de ésta o con la reconvención, no pudo promoverse un proce-
so que comprendiese pretensiones y cuestiones sustancialmente iguales a las
suscitadas en los procesos distintos, cuya acumulación se pretenda. En otros
términos, si se pudo acudir a la acumulación de acciones, no cabrá posterior-
mente acumular los procesos en que éstas se ejercitaron.

La primera interdicción debe interpretarse en relación con la praxis jurispru-


dencial que permitía un uso alternativo entre la excepción de litispendencia
y la acumulación de autos, en virtud del artículo 161.2 LECA en los términos
antedichos. Con la previsión legal actual, si se pudo oponer la excepción de
litispendencia, no procederá acumular los procesos.

En lo relativo a los apartados 2 y 3 del artículo 78 LEC, parece que el legislador


ha querido impedir la posibilidad de optar entre la acumulación de acciones y
la de autos. En otras palabras, si las pretensiones de los procesos presentan tal
conexión que hubieran podido ejercitarse acumulando las acciones (inicial-
© FUOC • PID_00266549 77 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

mente, ampliando la demanda o reconviniendo) se deberá acreditar que fue


imposible. Si tal acreditación no es efectiva, no se dará lugar a la acumulación
de los procesos. A esta afirmación deben añadirse dos consideraciones.

a) En el supuesto de tener que acreditar que, con la primera demanda, se pudo


promover mediante la acumulación de acciones lo que ahora se pretende con
la de los procesos (art. 78.2 LEC), la improcedencia sólo afecta a la acumulación
a instancia de parte, lo que abre algunos interrogantes.

b) Si los procesos cuya acumulación se pretenda fueren promovidos por el


mismo demandante o por demandado reconviniente, sólo o en litisconsorcio,
se entenderá, salvo justificación cumplida, que pudo promoverse un único
proceso en los términos del apartado anterior y no procederá la acumulación.

Las disposiciones anteriores se excepcionan en el caso de acumulación de pro-


cesos para la protección de los derechos e intereses colectivos o difusos que
las leyes reconozcan a consumidores y usuarios en idéntico supuesto, es decir,
cuando la diversidad de procesos no se hubiera podido evitar mediante la acu-
mulación de acciones o la intervención prevista en el artículo 15 de esta LEC.

11.2.4. Presupuestos de la acumulación de autos

En términos generales, los artículos 77 y 79 LEC contemplan los presupuestos


de la acumulación de autos, referidos a la competencia y tipo de proceso, situa-
ción procesal de los juicios y órgano que conoce de los procesos acumulados.

a)�Competencia�y�tipo�de�proceso

Sólo se acumulan procesos de declaración siempre que no suponga pérdida de


derechos procesales, como en el caso de acumular un juicio ordinario a uno
verbal (art. 77.1 LEC). No cabe acumulación de procesos de ejecución, salvo
lo dispuesto en el artículo 555 LEC.

No existirá pérdida de derechos procesales cuando se acuerde la acumulación


de un juicio ordinario y un juicio verbal, que proseguirán por los trámites
del juicio ordinario, ordenando el tribunal en el auto por el que acuerde la
acumulación, y de ser necesario, retrotraer hasta el momento de admisión de
la demanda las actuaciones del juicio verbal que hubiere sido acumulado, a
fin de que siga los trámites previstos para el juicio ordinario (art. 77.1.II LEC).

b)�Situación�procesal�de�los�juicios

Los procesos habrán de estar en la misma instancia procesal, y no deberán


haber finalizado el juicio a que se refiere el artículo 433 LEC.

c)�Órgano�que�conoce�de�los�procesos�acumulados
© FUOC • PID_00266549 78 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

Conoce de los procesos acumulados el tribunal del proceso más antiguo y que
deberá ser competente, tanto por razón de la materia cuanto por la cuantía (art.
77.2 LEC). La antigüedad se establece por la presentación de la demanda. Si la
competencia territorial del proceso que se quiere acumular vino determinada
con carácter inderogable, se prohíbe que la acumulación lo derogue (art. 77.3
LEC). Si no se cumple este presupuesto, el letrado de la Administración de
Justicia dictará decreto inadmitiendo la solicitud (art. 79.1 in fine LEC).

11.2.5. Acumulación de juicios verbales

Prevista para la acumulación de procesos ante un mismo tribunal remite a lo


dispuesto en los artículos 81 y ss. LEC.

Si la acumulación no se solicitó anteriormente, se hará de forma oral en


la vista, manifestando también oralmente las restantes partes su acuerdo o
desacuerdo y resolviéndose a continuación.

Si la acumulación se promueve de oficio, el tribunal, cuando no lo hubiera


realizado anteriormente, dará traslado a las partes para que se pronuncien en
alguno de los sentidos que se acaban de indicar.

11.2.6. Procedimiento: la ausencia de efectos suspensivos de la


solicitud y sus excepciones

Con carácter general, los procesos no se suspenderán hasta que se produzca


la acumulación (arts. 81.2 y 86 LEC) o hasta que se concluya para sentencia,
momento en el que se suspenderá el plazo para dictarla en tanto se decida
sobre aquélla (art. 88 LEC).

Cabe, sin embargo, acordar la suspensión del acto del juicio o de la vista pa-
ra evitar que su celebración afecte al resultado y desarrollo de las pruebas a
practicar (art. 88.2 LEC).

Acumulación�ante�un�mismo�órgano�judicial

La tramitación de este incidente es bien sencilla. Se inicia por petición funda-


da, que deberá expresar con claridad:

a) Los procesos que pretenden acumularse y el estado procesal en que se en-


cuentran, entendiendo este último extremo referido a todas las cuestiones con-
tenidas en los artículos 77 y 79 LEC (homogeneidad, competencia, estar en
primera instancia, solicitarse ante el más antiguo...).

b) A ello deberán unirse las razones que justifican la acumulación. Esto es,
concurrencia de alguna de las dos causas contempladas en el artículo 76 LEC;
que con la primera demanda, la ampliación de ésta o con la reconvención no
pudo promoverse un proceso que solventara en un solo proceso lo que ha sido
© FUOC • PID_00266549 79 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

objeto de varios (art. 78.2 LEC) o que, pese a ser los sujetos contemplados en
el artículo 78.3 LEC los mismos (incluidos litisconsortes y reconvenientes) en
los procesos que se quieren acumular, no se pudo promover la causa en un
único proceso.

La solicitud abre un incidente que se articula con la máxima atención a la


salvaguarda de la contradicción entre las partes (art. 83 LEC).

La resolución del incidente adopta la forma de auto (arts. 81 y 82 LEC) otor-


gando (arts. 82 y 83.2 LEC) o denegándola (art. 85.2 LEC).

En los dos primeros supuestos, el tribunal ordenará que los procesos más mo-
dernos se unan a los más antiguos a los efectos propios de toda acumulación:
continuar sustanciándose en el mismo procedimiento y decidirse por una mis-
ma sentencia. Si no estuvieran en la misma fase, el letrado de la Administra-
ción de Justicia acuerda la suspensión del más avanzado hasta que se le unan
los restantes (arts. 84.1 y 2 LEC).

Si se rechaza la acumulación se sustanciarán separadamente, es decir, seguirán


su tramitación, condenando al solicitante al pago del incidente (art. 85.2 LEC).

Acumulación�de�procesos�pendientes�ante�distintos�tribunales

Se inicia con el requerimiento a quien solicite la acumulación para que indi-


que el tribunal ante el que penden los otros procesos cuya acumulación se
pretende. Con idéntica finalidad, el letrado de la Administración de Justicia
da noticia al otro tribunal para que se abstenga de dictar sentencia hasta la
decisión sobre la acumulación (art. 88.3 LEC).

a) Si se acepta el requerimiento de acumulación, se notifica de inmediato a


quienes fueron partes en el proceso ante el tribunal requerido para que se
personen en diez días ante el tribunal requirente. Además, se le remiten a este
último los autos para que sigan su curso ante él, en su caso (art. 92.1 LEC). Una
vez alcanzado el acuerdo sobre la acumulación, sí se produce la suspensión del
más avanzado hasta que el otro llegue a tal estado procesal (art. 92.2 LEC).

b) Si, por el contrario, se rechaza el requerimiento de acumulación, sólo podrá


haberse hecho por entender que es ante el requerido ante quien debe produ-
cirse ésta, lo que comunicará al órgano requirente. Siendo así, se produce un
conflicto positivo que debe ser resuelto por el órgano superior común, al que
ambos tribunales deben deferir el conocimiento (art. 93 LEC).

La discrepancia se sustancia conforme a lo establecido en el artículo 94 LEC.


© FUOC • PID_00266549 80 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

Estimada la acumulación, se comunicará al tribunal y se emplaza a las partes


para que comparezcan en diez días (art. 96 en relación con el 92, ambos de
la LEC).

Si se desestima la acumulación, los procesos deberán seguir su curso por sepa-


rado, y el letrado de la Administración de Justicia levantará la suspensión para
dictar sentencia (art. 95.2 LEC).

Acumulación�de�más�de�dos�procesos.�Requerimientos�múltiples�de�acu-
mulación

El artículo 96 LEC contempla dos supuestos bien diferentes que quizás mere-
cerían regularse en dos preceptos diferenciados. Su primer párrafo se refiere a
la circunstancia que acaece cuando se solicita la acumulación de más de dos
juicios, cuya tramitación debe acomodarse a la comentada hasta ahora.

El segundo nos sitúa en la posición de un juez que conoce de un juicio, cuya


acumulación se solicita por más de un órgano judicial. En esta hipótesis, el
artículo da por planteado el conflicto y remite su solución a los artículos 94
LEC ("Sustanciación de la discrepancia ante el tribunal competente") y 95 LEC
("Decisión de la discrepancia").

Prohibición�de�un�segundo�incidente�de�acumulación

Para terminar, el artículo 97 LEC sanciona, con la inadmisión decretada por


el letrado de la Administración de Justicia, o con la nulidad, el planteamiento
de un segundo incidente de acumulación, cuando el que la inste hubiera sido
quien iniciare el juicio que se intente acumular.

Acumulación�en�función�de�la�vis�atractiva�de�los�juicios�universales

El legislador no se ha sustraído a citar este tipo de acumulación de procesos,


cuya finalidad y tramitación resulta ajena a la acumulación examinada hasta
ahora.

En términos necesariamente muy generales, un único artículo, el 98 LEC, re-


gula brevemente los casos en que procederá tal tipo de acumulación –proceso
concursal y proceso sucesorio (arts. 98.1.1.° y 2.° LEC)– y las especialidades del
caso en esta materia. Estas últimas son:

a) La remisión a la legislación concursal de los supuestos de proceso de esta


clase al que se halle sujeto el caudal contra el que se haya formulado o formule
cualquier demanda (art. 98.1.º LEC).
© FUOC • PID_00266549 81 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

b) Respecto del proceso sucesorio, la incorporación, también a la acumulación


en función de la vis atractiva, de la prohibición de acumular los procesos de
ejecución en que únicamente se persigan bienes hipotecados o pignorados
(art. 98.1.2º LEC).

c) Y, la modificación del requisito del órgano ante el que se debe solicitar la


acumulación, que en este supuesto será siempre quien conozca del proceso
universal, con independencia de la antigüedad (art. 98.2 LEC).
© FUOC • PID_00266549 82 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

Resumen

El órgano judicial podrá dictar, únicamente, una sentencia sobre el fondo del
asunto si se cumplen los siguientes presupuestos:

1) Que el tribunal ostente competencia internacional, jurisdicción por razón


de la materia, competencia objetiva, competencia territorial y, eventualmente,
competencia funcional para conocer del proceso.

La existencia de competencia internacional, de jurisdicción por razón del ob-


jeto, de competencia objetiva y de competencia funcional, son apreciables por
el juez tanto de oficio cuanto a instancia de parte. La competencia territorial,
en cambio, no siempre es apreciable de oficio; en algunos casos, sólo es posible
comprobar su concurrencia a instancia de parte. La declinatoria es el único
instrumento para el control, a instancia de parte, de estos presupuestos.

2) Que el actor y el demandado tengan capacidad�para�ser�parte y capacidad


procesal para actuar en el proceso. Estos presupuestos tienen un tratamiento
procesal prácticamente idéntico.

3) Que el demandante y el demandado, asimismo, tienen la carga de compa-


recer, si es preceptivo, con la debida asistencia de abogado (defensa�técnica)
y la imprescindible representación por medio de procurador (representación
procesal).

4) Que las partes deben acreditar su carácter de sucesor�procesal cuando el


derecho en el que fundamentan su pretensión no haya sido adquirido de for-
ma originaria; se trata de los casos de sucesión por muerte, de sucesión por
transmisión del objeto litigioso y de sucesión por intervención provocada.

5) Que la legitimación es un presupuesto de la acción que afecta directamente


al fondo, por lo que debe ser puesta en relación con el objeto del proceso y, si
concurre con el interés, determinará una sentencia sobre el fondo.

En algunas ocasiones, la posición procesal de actor o de demandado está ocu-


pada por una pluralidad de sujetos. Esta circunstancia puede ser originaria o
sobrevenida. En el primer supuesto, varias personas actúan conjuntamente
desde un inicio; uno lo hace frente a varios, o varios frente a varios. Se trata
del llamado litisconsorcio, que puede tener un carácter voluntario (se habla de
litisconsorcio voluntario), o puede venir exigido por la ley o la jurisprudencia
(se habla de litisconsorcio necesario). En el segundo caso, el de pluralidad de
sujetos sobrevenida, una vez iniciado el proceso otro sujeto se incorpora en la
© FUOC • PID_00266549 83 Los presupuestos procesales y el objeto del proceso civil declarativo

posición de demandante o de demandado. Surge la intervención�de�terceros


en el juicio. Ésta puede ser de dos clases: intervención de sujetos originaria-
mente no demandantes ni demandados e intervención provocada.

La LEC regula el objeto�del�proceso�civil en varios lugares, con el propósito de


resolver problemas concretos. Los elementos delimitadores de este objeto del
proceso son: los sujetos o elemento subjetivo, el "petitum" y la "causa petendi"
o causa de pedir. Junto con estos elementos, que deben armonizarse con las
garantías procesales, se establece una regla de preclusión de alegaciones de
hecho y de fundamentos jurídicos.

En el mismo proceso civil pueden existir diferentes objetos procesales. Esta


pluralidad de objetos pretende la economía procesal y evitar la complejidad
de los litigios. Se puede dar, desde el mismo momento en que se presenta la
demanda (acumulación�inicial�de�acciones) o se puede originar con poste-
rioridad a la demanda (acumulación�de�procesos, ampliación�de�la�deman-
da, reconvención).
El proceso civil
de declaración en
primera instancia.
La prueba
PID_00266552

Teresa Armenta Deu


Con la colaboración de
Silvia Pereira Puigvert *

Tiempo mínimo de dedicación recomendado: 10 horas


© FUOC • PID_00266552 15 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

1. El proceso civil en primera instancia: reglas para


determinar el juicio correspondiente

Esta materia, circunscrita a los procesos de declaración (el juicio ordinario y


el juicio verbal) abarca varios aspectos:

1) Las reglas para determinar cuándo corresponde cada uno de los citados
juicios.

2) Lo que podríamos denominar "la articulación formal del proceso", que a su


vez comprende:

a) las actuaciones preparatorias del proceso (conciliación);

b) la demanda, como vehículo de actuación de la parte actora, precedidas


eventualmente de diligencias previas; y

c) las posibles actuaciones del demandado frente a dicha demanda.

3) Con ello, llegamos a la determinación de los hechos y la prueba como ele-


mentos de fondo del juicio en primera instancia.

1.1. La determinación del proceso correspondiente; tipos de


tutela declarativa

(1)
Arts. 248.1, 249 y 250 de la LEC
El otorgamiento de la tutela declarativa puede articularse por procesos
ordinarios y procesos especiales. En la LEC, los juicios ordinarios son
los llamados "ordinario" y verbal1. Los procesos especiales son los con-
tenidos en el libro IV de la LEC.

(2)
Siendo dos los procesos ordinarios, debe determinarse cuál es aquel que la Reclamación de cantidad, solici-
tud de divorcio, etc.
propia ley señala como adecuado para solicitar la tutela de que se trate. A tales
efectos, se han utilizado secularmente dos criterios, la cuantía y la materia que
se dilucide en el mismo2.

La materia opera como criterio especial y, por tanto, de aplicación preferente,


en tanto la cuantía constituye el criterio general al que se acude a falta de
utilización del criterio especial.
© FUOC • PID_00266552 16 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

1.1.1. La materia como criterio especial

(3)
La materia, criterio preferente, se ajustará a una doble escala: en primer lugar, Art. 248 LEC
3
a la existencia de un proceso especial sobre dicha materia.
Procesos especiales

En segundo término, no concurriendo el primero, se acudirá a lo señalado en Algunos ejemplos de procesos


los artículos 249 y 250, ambos de la LEC, donde se indican aquellas materias especiales son la capacidad,
el matrimonio, los menores,
que deben tramitarse por el juicio ordinario o por los trámites del juicio ver- la división judicial de patrimo-
nios y la liquidación de régi-
bal4. men matrimonial monitorio y
cambiario.

1.1.2. La cuantía, criterio general


(4)
Las del art. 249.1.° LEC

(5)
En defecto de materia que tenga atribuida un proceso especial o alguno de los Arts. 249.2 y 250.2 LEC
ordinarios específicamente, cuando el valor económico no exceda de 6.000
euros, se seguirán los trámites del juicio verbal. A partir de 6.000 euros, procede
el juicio ordinario5.

Corresponde también al actor aplicar las reglas que señalan el procedimiento


a seguir.

(6)
La primera establece la obligación de determinar en la demanda tal cuantía, Art. 253 LEC
en defecto de lo cual, o más bien ante la imposibilidad de que así se realice,
se señala el juicio ordinario como adecuado6.

La segunda fija reglas generales y especiales que deberán aplicarse para la re-
petida determinación. Son generales las que figuran en el artículo 251 LEC
para casos como reclamación de cantidad, condena de dar bienes muebles o
inmuebles, usufructo, servidumbre, prestaciones periódicas, arrendamientos
de bienes, prestaciones de hacer, etc. Son especiales las del artículo 252 LEC
para diferentes variantes de acumulación de pretensiones.

1.2. Tratamiento procesal de la inadecuación de procedimiento

1.2.1. Tratamiento "ex officio"

(7)
Como regla general, el juez dará al proceso la tramitación que señale el actor Art. 254.1.I LEC
7
en la demanda . Ahora bien, si a la vista de las alegaciones de la demanda
(8)
el letrado de la Administración de Justicia advierte que el juicio elegido por Art. 254.1.II LEC

el actor no corresponde al valor señalado o a la materia a que se refiera la


misma demanda, acordará mediante diligencia de ordenación dar al asunto la
tramitación que legalmente corresponda8.
© FUOC • PID_00266552 17 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

Contra esta diligencia cabrá recurso directo de revisión ante el tribunal, que
no producirá efectos suspensivos.

(9)
Esta facultad no impide la aplicación de la regla general, con arreglo a la cual Art. 254.4 LEC
el juez no puede inadmitir la demanda porque entienda inadecuado el proce-
dimiento por razón de la cuantía9. La vigilancia "ex officio" del letrado de la
Administración de Justicia comprende tan solo rectificaciones de lo indicado
en la demanda, siempre que tales rectificaciones se funden en el contenido de
ese acto inicial y no impliquen un prejuicio del tribunal sobre el fondo.

(10)
Cabe que se corrijan de oficio los errores matemáticos en la determinación de Art. 254.3 LEC
10
la cuantía o los de selección de la regla adecuada para calcularla ; e incluso
(11)
Conforme a lo dispuesto en el
estimar el error del actor cuando no apreció que la cuantía era inestimable11. artículo 254.2 LEC

(12)
Junto con ello se prevé, únicamente, que si la demanda no cumple con la obli- Arts. 254.4.I y II LEC
gación de señalar claramente la cuantía o se aprecia que la fijada es incorrecta
y no hay elementos para dilucidarla, se concederá un plazo de diez días para
subsanar el defecto, y en caso de no hacerlo, se archivará la demanda12.

1.2.2. A instancia de parte: la excepción de procedimiento


inadecuado

(13)
El artículo 255 LEC contempla la impugnación de la cuantía, cuando se en- Art. 255.1 LEC
tienda que su correcta aplicación hubiera conducido a un juicio diferente, un
cambio de procedimiento en definitiva, o cuando permita el acceso a la casa-
ción13. No procede la impugnación cuando no se comparte la cuantía concreta
a la que se ha llegado originariamente o por variación de oficio del juez, tema
que atañe al fondo del proceso.

(14)
El instrumento procesal es una excepción interpuesta en el juicio ordinario Arts. 422.1 y 2 LEC
al contestar a la demanda y que se resolverá en la audiencia previa, y en el
verbal, en la vista14.

La alegación de procedimiento inadecuado puede fundarse, asimismo, en la


aplicación errónea de las reglas que atienden a la materia, correspondiendo en
tal hipótesis el trámite del artículo 423 LEC.

(15)
Si por cualquiera de las alegaciones se estima inadecuado el juicio ordinario, se Arts. 422.2 y 423.3 LEC, respec-
tivamente
reconduce el juicio a los trámites del verbal, citando a las partes para la vista,
salvo caducidad de la acción15.

Si la alegación prosperase en la vista del juicio verbal, la LEC no señala nada


específicamente, pero parece plausible sobreseer el juicio verbal para reiniciar
el proceso por los trámites del juicio ordinario para evitar toda indefensión.
© FUOC • PID_00266552 18 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

2. La preparación del proceso

Si bien el proceso comienza mediante la interposición de la demanda,


con cierta frecuencia, no es esta la primera actividad que tiene lugar.
Con anterioridad pueden desarrollarse, bien preceptivamente, bien de
manera voluntaria, una serie de actuaciones cuya característica común
es la falta de carácter jurisdiccional, aunque en ocasiones se desarrollen
en presencia de un órgano jurisdiccional.

Algunas de tales diligencias se contemplan en la propia LEC, antes de iniciar Ved también
el desarrollo del proceso de declaración. Y la conciliación se encuentra en la
La conciliación se estudia en
Ley 15/2015, de 2 de julio, de la Jurisdicción Voluntaria. este apartado; las diligencias
preliminares, en el subaparta-
do 2.3.
2.1. Reclamación administrativa previa

La reclamación administrativa previa ha sido suprimida por la Ley 39/2015,


de 1 de octubre.

2.2. La conciliación previa

Esta actividad preprocesal no jurisdiccional tiene carácter potestativo, esto es,


no es obligatoria.

La Ley de jurisdicción voluntaria, de 2 de julio de 2015, deroga los artículos


460 a 480 de la Ley de enjuiciamiento civil de 1881 (LECA), incorporando en
sus artículos 139 a 148 un nuevo régimen legal.

2.2.1. Concepto y características generales

La conciliación consiste en la actividad que desarrollarán las partes delante de


un tercero (en este caso, un juez de paz o un letrado de la Administración de
Justicia ) a los efectos de lograr un acuerdo que haga innecesario el proceso.
Como notas generales de la conciliación cabe señalar:

1) La conciliación tiene carácter potestativo. El artículo 139 de la la Ley de


jurisdicción voluntaria (LJV) señala expresamente que “se podrá intentar”.

2) Su finalidad no debe ser utilizada con otros fines que supongan manifiesto
abuso de derecho o entrañen fraude de ley o procesal. Si así se entendiera,
tendrá como consecuencia la inadmisión de plano de la petición (art. 139 1.II
LJV).
© FUOC • PID_00266552 19 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

3) No se admitirán a trámite las peticiones de conciliación que se formulen


en general sobre materias no susceptibles de transacción ni compromiso (art.
139.2 LJV).

2.2.2. Tramitación y efectos de la conciliación previa

La conciliación se contempla en los artículos 139 a 148 LJV y presenta la si-


guiente regulación legal y desarrollo:

1)�Competencia

Se atribuye competencia objetiva a los juzgados de paz o al letrado de la Ad-


ministración de Justicia del juzgado de primera instancia o de del juzgado de
lo mercantil, cuando se trate de materias de su competencia, del domicilio del
requerido. Si no tuviera el domicilio en España, el de su última residencia en
España. No obstante lo anterior, si la cuantía es inferior a seis mil euros y no
se trata de cuestiones atribuidas a la competencia del juzgado de lo mercantil,
la competencia corresponderá a los jueces de paz (art. 140.1.I y II LJV).

Si se suscitaran cuestiones de competencia o recusaciones, se tendrá por in-


tentada la comprarecencia sin más trámites (art. 140.2 LJV).

2)�Tramitación

No es preceptiva la intervención de abogado y procurador (art. 141.3 LJV).

El procedimiento se inicia mediante la solicitud por escrito conforme a lo pre-


visto en el artículo 141 LJV. Cabe utilizar impresos normalizados la solicitud
puede ir acompañada por aquellos documentos que el solicitante considere
oportunos (art. 141.1.II y 2 LJV).

En los cinco días hábiles siguientes, el letrado o el juez de paz admitirá la


solicitud y citará a los interesados, señalando día y hora para la conciliación.
Entre citación e intento de conciliación deben mediar al menos cinco días y
el intento no podrá demorarse más de diez días (art. 142.1 y 2 LJV).

La presentación y ulterior admisión interrumpen la prescripción, adquisitiva


y extintiva. El plazo de prescripción vuelve a computarse desde que recaiga el
decreto del letrado o el auto del juez de paz.

3)�Comparecencia

Las partes pueden comprarecer por sí mismas o por medio de procurador, con-
forme a lo previsto en las normas sobre representación de la LEC.
© FUOC • PID_00266552 20 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

Si no comprarece el solicitante ni alega justa causa, se le tendrá por desistido


y se archivará el expediente (art. 144.2 LJV). Si el requerido de conciliación no
comprareciere ni alegara justa causa, se pondrá fin al acto, teniéndose la con-
ciliación por intentada a todos los efectos legales. Si son varios los requeridos
y concurre alguno, se celebrá el acto con él.

4)�Celebración�de�la�conciliación

Expuesta la reclamación y los fundamentos que la apoyan y habiendo contes-


tado el requerido, si no hubiere avenencia, el letrado o el juez de paz procura-
rá avernirlos, permitiendo replicar y contrarreplicar. Alegada alguna cuestión
que impida la válida prosecución, se dará por terminado (art. 145.1 y 2 LJV).

Si hubiere conformidad en todo o en parte, se hará constar detalladamente en


un acta lo que acuerden y que el acto terminó con avenencia, y los términos
de la misma. Deberá ser firmada por los comparecientes. Si no hubo acuerdo,
se hará constar que el acto terminó sin avenencia (art. 145.3 LJV). El desarrollo
se registrará, si fuera posible, en soporte apto para la grabación y reproducción
del sonido y de la imagen, conforme a lo previsto en la LEC (art. 145.4 LJV).

5)�Testimonio,�gastos�y�ejecución

Las partes podrán solicitar testimonio del acta que ponga fin a la conciliación.
Los gastos correrán por cuenta de quien la promoviera. El testimonio del acta,
junto con el decreto del letrado o el auto del juez de paz haciendo constar la
avenencia de las partes, llevan aparejada ejecución, conforme a lo dispuesto
en el artículo 517.2.9.º LEC (art. 147.1 LJV). Será competente para la ejecución
el juzgado donde se tramitó la conciliación cuando corresponda a su compe-
tencia. De no ser así, será el que hubiera sido competente para conocer la de-
manda (art. 147.2 LJV).

A otros efectos, lo convenido tendrá el valor y eficacia de un convenio con-


signado en documento público y solemne (art. 147.1.II LJV).

6)�Impugnación.�Acción�de�nulidad

Contra lo convenido en conciliación solo podrá ejercitarse la acción de nuli-


dad por las causas que invalidan los contratos. La demanda se interpondrá
en quince días desde que se celebró la conciliación ante el tribunal competen-
te. Acreditado su ejercicio, quedará en suspenso la ejecución de lo convenido
hasta la resolución sobre la acción (art. 148 LJV).
© FUOC • PID_00266552 21 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

2.3. Las diligencias preliminares

El proceso civil se inicia, inexcusablemente, mediante la demanda (prin-


cipio dispositivo). Ahora bien, con anterioridad pueden realizarse, en
este caso, eventualmente, las llamadas "diligencias preliminares".

Nota

También existen unas medida de acceso a las fuentes de prueba que se pueden solicitar
antes de la incoación del proceso, en la demanda o durante la pendencia del proceso, sin
limitación de ninguna clase en los supuestos de reclamación de daños por infracción del
derecho de la competencia (art. 283 bis LEC).

Constituyen una serie de actividades taxativamente enumeradas en la LEC que


pueden tener lugar antes de iniciarse el proceso con el objeto de prepararlo.

Carecen de carácter jurisdiccional, constituyendo actos de jurisdicción volun-


taria aunque tengan lugar en presencia judicial. Su inclusión en la vigente LEC,
a diferencia de las otras actuaciones previas, solo se explica por la necesidad
urgente de mejorar la regulación contenida en los artículos 497 y siguientes
LECA.

2.3.1. Tipos de diligencias preliminares

El tipo de diligencias es muy variado y su única nota común es preparar el


proceso, ya sea aclarando algún elemento desconocido, ya despejando las du-
das sobre determinadas titularidades.

Tienen carácter de "numerus clausus", de manera que solo cabe adoptar aque-
llas que figuran en el artículo 256 LEC. Se trata de las siguientes:

1)�Declaración�de�hechos�o�exhibición�de�documentos�en�donde�conste
la�capacidad,�representación�o�legitimación. Esta será la medida adecuada
cuando se dude que aquel a quien se pretende reclamar tiene capacidad; o
cuando resulte incierto quién está legitimado pasivamente o quién es el suce-
sor, por ejemplo.

2)�Exhibición�de�cosa�mueble. Se tratará de la medida a adoptar cuando se


pretenda una medida cautelar de depósito, por ejemplo, y se quiera tener con
certeza la efectiva posesión de la misma.

3)�Exhibición�del�acto�de�última�voluntad. Consiste en la petición del do-


cumento sucesorio por parte de quien se considere heredero, coheredero o le-
gatario, quien deberá acreditar, únicamente, la efectiva muerte del causante.

4)�Exhibición�de�documentos�y�cuentas�entre�socios�y�comuneros
© FUOC • PID_00266552 22 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

5)�Exhibición�de�la�historia�clínica

6)�Exhibición�del�contrato�de�seguro�de�responsabilidad�civil Documentación para


reclamar

7)�Concreción�de�las�personas�integrantes�de�un�grupo�de�afectados. Es- En los supuestos 4 y 6, se tra-


ta diligencia tendrá sin duda gran utilidad en los casos en que, como señala tará de obtener determinados
documentos para reclamar, en
el precepto, se trate de un proceso futuro para la defensa de los intereses co- el supuesto 6, ante la asegura-
dora, por ejemplo.
lectivos de consumidores y usuarios. Como la ley diferencia entre grupos de
afectados determinados o fácilmente determinables e indeterminados, quien
inicia el proceso puede estar interesado en que se concreten los afectados. El
tribunal acordará las medidas oportunas para dicha determinación, de acuer-
do con las circunstancias del caso y conforme a los datos suministrados por
el solicitante, incluyendo el requerimiento al futuro demandado para que co-
labore en la determinación.

8)�Diligencias�de�obtención�de�datos�sobre�el�posible�infractor,�el�origen�y
redes�de�distribución�de�las�obras,�mercancías�o�servicios�que�infringen�un
derecho�de�propiedad�intelectual�o�de�propiedad�industrial y, en particular,
los siguientes:

a) Los nombres y direcciones de los productores, fabricantes, distribuidores,


suministradores y prestadores de las mercancías y servicios, así como de quie-
nes, con fines comerciales, hubieren estado en posesión de las mercancías.

b) Los nombres y direcciones de los mayoristas y minoristas a quienes se hu-


bieren distribuido las mercancías o servicios.

c) Las cantidades producidas, fabricadas, entregadas, recibidas o encargadas, y


las cantidades satisfechas como precio por las mercancías o servicios de que se
trate y los modelos y características técnicas de las mercancías.

9)�Diligencias�y�averiguaciones�que�para�determinados�derechos�se�pre-
vean�en�determinadas�leyes.

10)�Identificación�del�prestador�de�un�servicio�de�la�sociedad�de�la�infor-
mación sobre el que concurran indicios razonables de que está poniendo a
disposición o difundiendo de forma directa o indirecta contenidos, obras o
prestaciones objeto de tal derecho sin que se cumplan los requisitos estableci-
dos por la legislación de propiedad industrial o de propiedad intelectual, con-
siderando la existencia de un nivel apreciable de audiencia en España de dicho
prestador o un volumen, asimismo apreciable, de obras y prestaciones prote-
gidas no autorizadas puestas a disposición o difundidas. Petición, de quien
pretenda ejercitar una acción por infracción de un derecho de propiedad in-
dustrial o de un derecho de propiedad intelectual, para que se identifique al
prestador de un servicio. La solicitud estará referida a la obtención de los da-
tos necesarios para llevar a cabo la identificación y podrá dirigirse a los pres-
tadores de servicios de la sociedad de la información, de pagos electrónicos
© FUOC • PID_00266552 23 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

y de publicidad que mantengan o hayan mantenido en los últimos doce me-


ses relaciones de prestación de un servicio con el prestador de servicios de la
sociedad de la información que se desee identificar. Los citados prestadores
proporcionarán la información solicitada, siempre que esta pueda extraerse
de los datos de que dispongan o conserven como resultado de la relación de
servicio que mantengan o hayan mantenido con el prestador de servicios ob-
jeto de identificación, salvo los datos que exclusivamente estuvieran siendo
objeto de tratamiento por un proveedor de servicios de Internet en cumpli-
miento de lo dispuesto en la Ley 25/2007, de 18 de octubre, de conservación
de datos relativos a las comunicaciones electrónicas y a las redes públicas de
comunicaciones.

11)�Solicitud,�formulada�por�el�titular�de�un�derecho�de�propiedad�inte-
lectual�que�pretenda�ejercitar�una�acción�por�infracción�del�mismo, de que
un prestador de servicios de la sociedad de la información aporte los datos ne-
cesarios para llevar a cabo la identificación de un usuario de sus servicios con
el que mantengan o hayan mantenido en los últimos doce meses relaciones
de prestación de un servicio, sobre el que concurran indicios razonables de
que está poniendo a disposición o difundiendo, de forma directa o indirecta,
contenidos, obras o prestaciones objeto de tal derecho sin que se cumplan los
requisitos establecidos por la legislación de propiedad intelectual, y mediante
actos que no puedan considerarse realizados por meros consumidores finales
de buena fe y sin ánimo de obtención de beneficios económicos o comerciales,
teniendo en cuenta el volumen apreciable de obras y prestaciones protegidas
no autorizadas puestas a disposición o difundidas.

2.3.2. Competencia, postulación y defensa

(16)
La competencia corresponde al tribunal del domicilio que debe llevar a ca- Declarar, exhibir, etc.
16
bo la conducta en que consiste la diligencia . solo si se trata de determinar
los integrantes de un grupo de afectados, como es imposible cumplir con el
fuero citado, se tratará de aquel ante el que haya de presentarse la demanda
determinada.

Por lo que hace al tratamiento�procesal de la competencia, se contempla la


revisión de oficio del propio juez, quien, si se inhibe, deberá señalar el juzgado
de primera instancia que considere competente.

(17)
Junto con dicho fuero, se prohíbe expresamente la declinatoria17. Art. 257.2 LEC

(18)
Será necesaria la representación del procurador y de la defensa técnica del Arts. 23.2.3.° y 31.2.2.° LEC

letrado, salvo que se acredite la urgencia de la medida18.


© FUOC • PID_00266552 24 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

2.3.3. Procedimiento

Con arreglo al artículo 256.2 LEC, debe presentarse una solicitud escrita en la
que se expresarán sus fundamentos, con referencia circunstanciada al asunto
objeto del proceso que se quiere preparar.

Examen y decisión; recurso y oposición

(19)
Si concurren o no los presupuestos exigidos según la medida de que se trate, el Art. 258.1 LEC
tribunal estima o rechaza esta, siempre que exista además justa causa e interés
legítimo, o no considere justificada la medida. El plazo para tal decisión es de
cinco días19. Si acuerda la diligencia, la resolución no es susceptible de recurso.
Si la rechaza, contra la misma cabe recurso de apelación.

(20)
Acordada la medida, el afectado solo puede actuar mediante la oposición a la Art. 260 LEC
misma. Dicha oposición se articula por medio de un escrito que presentará al
recibir la citación para la práctica de la diligencia20.

La oposición se resuelve contradictoriamente; el solicitante y quien se opone


comparecen en una vista donde alegan sus razones, y el tribunal resuelve me-
diante auto.

Si desestima la oposición, es decir, confirma la procedencia de la medida, con-


tra el auto no cabe recurso alguno. Si estima la oposición, rechazando la prác-
tica de la diligencia, cabe recurso de apelación.

Práctica de la medida y negativa a llevarla a cabo

(21)
La ejecución de la medida varía a tenor del contenido concreto21 de la misma. Art. 259 LEC

(22)
Ante la negativa del requerido, se procura remediar por diferentes medios, que Art. 261 LEC
van desde la coerción, o tener por respondidas afirmativamente las preguntas,
hasta la entrada o el registro o las medidas de intervención22 necesarias.

Gastos y caución

En clara relación con la eficacia buscada, y como contrapunto al gran refuerzo


en la ejecución de las diligencias y la eventualidad de que se soliciten sin su-
ficiente fundamento u ocasionen perjuicios desproporcionados, la LEC con-
templa dos temas específicamente.

En primer lugar, el solicitante corre con las costas que origine la medida.
© FUOC • PID_00266552 25 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

(23)
En segundo lugar, el solicitante debe ofrecer caución para responder de los da- Art. 256.3.I if LEC
ños y perjuicios que puedan originar las medidas si, después de practicada en el
(24)
plazo de un mes, no se interpone la demanda sin justificación suficiente23 o el Art. 262.1 LEC

juez decide aplicarla en atención a la justificación que alegue el perjudicado24.


© FUOC • PID_00266552 26 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

3. La demanda

La demanda constituye el instrumento procesal adecuado para iniciar


un proceso civil.

3.1. Concepto

De la demanda se predica un concepto formal o técnico que corresponde a la


idea que se acaba de señalar, esto es, el acto que inicia el proceso.

Ahora bien, existe otro que atiende al contenido de la misma: ser vehículo de
ejercicio de la acción que se afirma, delimitando el objeto del proceso y con-
teniendo una concreta petición. A este último corresponde, en mayor medida,
la estructura de la demanda contenida en el artículo 399 LEC.

3.2. Estructura de la demanda y documentos que han de


acompañarla

El artículo 399 LEC, después de recordar que "el juicio principiará por deman-
da", dedica sus cinco párrafos a señalar los elementos subjetivos y objetivos
que se exigen determinar en la demanda.

3.2.1. Elementos subjetivos: órgano jurisdiccional, partes,


procurador y abogado, en su caso

Aunque no se señala de forma expresa, la demanda debe dirigirse "al


juzgado", de donde se infiere la necesidad de determinar el órgano ju-
risdiccional competente con arreglo a los criterios señalados en el mó-
dulo 3.

(25)
Seguidamente, se identificará y localizará al actor y demandado y el domicilio Arts. 399.1 y 153 a 155 LEC
25
o residencia en que puedan ser localizados .
(26)
Art. 399.2 LEC

Junto a tales extremos, se harán constar el nombre y apellidos del procurador


y del abogado, cuando intervengan26.

3.2.2. Elementos objetivos: hechos, fundamentos de derecho y


petición

Con arreglo a los párrafos 3, 4 y 5 del artículo 399 LEC, se enumerarán:


© FUOC • PID_00266552 27 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

• Los hechos, ordenada y claramente, y los documentos, medios e instru-


mentos que se aporten en relación con los hechos que fundamenten las
pretensiones, así como las valoraciones sobre estos, si parecen convenien-
tes.
Tales hechos serán el supuesto de la norma cuya alegación hace el deman-
dante como fundamento de la consecuencia jurídica que se pide (los que
constituyen la entrega cuyo precio se reclama, por ejemplo; los denomi-
nados "constitutivos" porque "constituyen" el derecho del actor).

• Los fundamentos� de� derecho, naturalmente los relativos al fondo; pe-


ro, además, indica el precepto, las alegaciones que correspondan sobre
los "fundamentos procesales" (jurisdicción, competencia, capacidad de las
partes, representación de las partes, clase de juicio) y, en general, cualquier
hecho del que pueda depender la validez del juicio y la procedencia de
una sentencia sobre el fondo.

• La petición, ya sea directamente, ya con la debida separación, si se trata de


varios pronunciamientos judiciales o se efectuaron peticiones subsidiarias
(art. 399 LEC en relación con el art. 71 LEC).

Junto a estos requisitos que señala el artículo 399 LEC, hay que añadir:

• la necesidad de determinar el tipo de juicio en atención a la materia o a


la cuantía, en su caso; y,

• las peticiones o declaraciones accesorias

El artículo 400 LEC prescribe la necesidad de alegar los diferentes hechos o


fundamentos o títulos jurídicos en que pueda fundarse lo que se pida, sin que
quepa reservarlos para un proceso posterior.

Con esta disposición, se extienden los efectos de cosa juzgada, de manera que,
si se solicita la nulidad de un negocio jurídico y existen diferentes causas, no
cabe alegar alguna y reservar otra para otro proceso por si no prosperara, por-
que en virtud del artículo 400 LEC se comprenderá en la cosa juzgada aun a
pesar de no haber sido enjuiciada.

3.2.3. Estructura formal

La LEC se caracteriza por su falta de exigencia formalista. Ello no obstante,


la práctica ha elaborado un "formato" de demanda que plasma el contenido
señalado anteriormente y sigue el siguiente orden:

1) encabezamiento, al juzgado correspondiente y demás datos de los elemen-


tos subjetivos,
© FUOC • PID_00266552 28 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

2) hechos,
3) fundamentos de derecho,
4) suplico,
5) otrosíes, y
6) fecha y firma.

3.2.4. La demanda sucinta del juicio verbal

El juicio verbal se iniciará mediante demanda, con el contenido y forma pro-


pios del juicio ordinario, y será de aplicación lo dispuesto para dicho juicio en
materia de preclusión de alegaciones y litispendencia (art. 437.1 LEC).

No obstante, en los juicios verbales en que no se actúe con abogado y procu-


rador, el demandante podrá formular una demanda sucinta, donde se consig-
narán los datos y circunstancias de identificación del actor y del demandado y
el domicilio o los domicilios en que pueden ser citados, y se fijará con claridad
y precisión lo que pida, concretando los hechos fundamentales en que se basa
la petición. A tal fin, se podrán cumplimentar unos impresos normalizados
que se hallarán a disposición del demandante en el órgano judicial correspon-
diente (art. 437.2.I y II LEC).

“Si en la demanda se solicitase el desahucio de finca urbana por falta de pago de las rentas
o cantidades debidas al arrendador o por expiración legal o contractual del plazo, el de-
mandante podrá anunciar en ella que asume el compromiso de condonar al arrendatario
toda o parte de la deuda y de las costas, con expresión de la cantidad concreta, condi-
cionándolo al desalojo voluntario de la finca dentro del plazo que se indique, que no
podrá ser inferior a quince días desde que se notifique la demanda”. Igualmente, podrá
interesarse en que se tenga por solicitada la ejecución de lanzamiento en la fecha y hora
que se fije por el juzgado a los efectos del art. 549.3 LEC (art. 437.3 LEC).

3.2.5. Documentos que han de acompañarla; carga y momento


de su aportación; sanciones ante la falta de aportación en
tiempo

Aunque el artículo 399 LEC no señale nada al respecto, los artículos 264, 265
y 266, todos de la LEC, prescriben la necesidad de acompañar la demanda de
una serie de documentos calificados en los propios preceptos de: procesales,
relativos al fondo y exigidos en casos especiales.

Documentos procesales

Los documentos procesales se refieren a una serie de extremos que pueden


concurrir o no, según el supuesto y que deberán presentarse: con la demanda,
con la contestación o en la comparecencia del juicio verbal, según afecten
a actor o demandado y a uno u otro de los procesos ordinarios. A tenor del
artículo 264 LEC, se trata de los siguientes:

• el poder notarial a procurador, si no se otorga "apud acta",


• la acreditación de la representación que se atribuya el litigante, y
© FUOC • PID_00266552 29 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

• la acreditación, pericial o de otro orden, del valor de la cosa litigiosa, a


efectos de comparecencia y procedimiento.

Documentos atañentes al fondo

El artículo 265 LEC remite a aquellos documentos en que la parte funde su Documentos atañentes al
derecho a la tutela judicial pretendida. Seguidamente, añade que también se fondo

presentarán con la demanda: Los documentos atañentes al


fondo son los que la parte ale-
gue para fundar su derecho,
• Los medios de reproducción de la palabra, el sonido o la imagen, y los ins- certificaciones o asientos regis-
trales, etc.
trumentos que permiten archivar y conocer y reproducir palabras, datos,
cifras y operaciones matemáticas;

• las certificaciones y notas sobre asientos registrales o sobre el contenido


de libros, registros, actuaciones o expedientes de cualquier clase.

• dictámenes periciales, cuando las partes quieran servirse de este medio de


prueba extrajudicial; y

(27)
• los informes elaborados por profesionales de la investigación privada le- Art. 265.2.1 LEC
galmente habilitados, sobre hechos en que se fundamenten sus pretensio-
nes designando los archivos27.

(28)
Se pretende, de este modo, que existiendo estas pruebas preconstituidas, se Art. 269.I if LEC
aporten y conozcan tan pronto sea posible, por pura economía procesal. De
ahí que su falta de aportación no constituya un óbice de carácter procesal, sino
que acarree la preclusión de la posibilidad de incorporarlos al proceso28.

La preclusión se excepciona, como veremos, en los supuestos enumerados en


el artículo 270 LEC.

Documentos en casos especiales

(29)
Se trata de una serie de documentos cuya aportación viene exigida por distin- Art. 266 LEC
tos preceptos, como requisito inicial para determinadas solicitudes de tutela
que anteriormente conformaban procesos especiales29. Procesos especiales

La responsabilidad de jueces
Forma y tiempo de aportación de los documentos y magistrados, alimentos, re-
tracto, sucesión "mortis cau-
sa", etc., son ejemplos de soli-
Debe destacarse que la propia ley prescribe la "forma de presentación de los citudes de tutela que, anterior-
mente, conformaban procesos
documentos", distinguiendo entre públicos30 y privados31. Los primeros, por especiales.

copia simple o en los términos del artículo 267 LEC; los privados, mediante
(30)
Art. 267 LEC
© FUOC • PID_00266552 30 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

(31)
original o copia autenticada por el fedatario público, conforme al artículo 268 Art. 268 LEC
LEC. E idéntica prescripción se aplica a los documentos atañentes al fondo ex
art. 265.2 LEC.

(32)
Asimismo, se regula pormenorizadamente el momento de la aportación de Los citados artículos 264 a 268
32 LEC
cualesquiera documentos, que se pretende sea inicial, como norma común ; o
posterior, de manera excepcional y reglada en las circunstancias que se señalan
en los artículos 269, 270 y 271 LEC, todos de la LEC.

(33)
Los documentos deben incorporar tantas copias literales cuantas partes haya33; Art. 273 LEC

requisito subsanable conforme a lo previsto en el artículo 275 LEC.

Se presentarán en soporte papel los escritos y documentos que expresamente


señale la ley, en cuyo caso se acompañarán de tantas copias literales como sean
las otras partes (art. 273.6 LEC).

Presentación telemática o electrónica y excepciones

Todos los profesionales de la justicia están obligados al empleo de los sistema


telemáticos o electrónicos existentes en la Administración de Justicia para la
presentación de escritos, iniciadores o no, y demás documentos, de forma tal
que esté garantizada la autenticidad de la presentación y quede constancia
fehaciente de la remisión y recepción íntegras, así como la fecha en que estas
se hicieren (art. 273.1 LEC).

Quienes no estén representados por procurador podrán elegir si actúan a través


de de medios electrónicos o no, salvo que estén obligados. Lo están, al menos,
los siguientes sujetos (art. 273.3 LEC):

a) Las personas juridicas.

b) Las entidades sin personalidad jurídica.

c) Quienes ejerzan una actividad profesional colegiada para los trámites en


ejercicio de la misma.

d) Los notarios y registradores.

e) Quienes representen a un interesado obligado a relacionarse electrónica-


mente.

f) Los funcionarios de las administraciones públicas para los trámites y actua-


ciones en relación con su cargo.

Cuando las partes no actúen representadas por procurador, firmarán las copias
de los escritos y documentos que presenten, respondiendo de su exactitud, y
dichas copias se entregarán por el Letrado de la Administración de Justicia a
© FUOC • PID_00266552 31 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

la parte o partes contrarias. Si la presentación se hace por medios telemáticos


por obligación u opción, si cumplen los presupuestos y requisitos, el traslado
se realizará por la oficina judicial por el medio que proceda (art. 274 LEC).

Se deberán presentar por escrito, en todo caso, los escritos y documentos que se
presenten por vía telemática o electrónica para el emplazamiento,�citación�y
requerimiento�del�demandado�o�ejecutado, o de cualquier escrito que pueda
originar la primera comparecencia en juicio, en los tres días siguientes, con
tantas copias literales cuantas sean las otras partes (art. 273.4.I y II LEC).

El procurador acompañará copias de escritos y documentos y el lAJ ejecutará


el traslado conforme a los arts. 273 y 274 LEC.

Incumplimiento del deber de uso de las tecnologías

El incumplimiento del deber de uso de las tecnologías es subsanable en un


plazo de cinco días a instancias del letrado de la Administración de Justicia.
La falta de subsanación determina la preclusión y no tener por presentados
los documentos (art. 273.5 LEC).

Traslado a las otras partes. Efecto del traslado y cómputo de pla-


zos

La ley diferencia entre estar representados por procurador o no estarlo.

Cuando no se está representado por procurador, la firma y traslado se realiza


conforme a lo dispuesto en el artículo 274 LEC.

Si se está representado por procurador, corresponde a este trasladar las copias y


documentos por medios telemáticos a los procuradores de las restantes partes,
a través del servicio de recepción de notificaciones a que alude el artículo 28.3
LEC (art. 276.1 y 2 LEC).

Si la presentación de escritos y documentos se hizo telemáticamente, el tras-


lado se adecuará a lo dispuesto en el artículo 276.1 y 2 LEC.

Cuando el acto del que se haya dado traslado determine la apertura de un


plazo para llevar a cabo una actuación procesal, el plazo comenzará su curso
sin intervención del tribunal y deberá computarse desde el día siguiente al de
la fecha que se haya hecho constar en las copias entregadas o al de la fecha en
que se entienda efectuado el traslado cuando se utilicen los medios técnicos a
que se refiere el artículo 135 LEC (art. 278 LEC).
© FUOC • PID_00266552 32 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

Sanción ante la falta de aportación en tiempo: los diferentes su-


puestos

Como corresponde a la diferente naturaleza de los documentos señalados an-


teriormente y a las circunstancias temporales ordinarias o extraordinarias para
su entrega, la sanción, ante su falta de incorporación en el momento que la
ley señala, varía, sin perjuicio de la regla general de inadmisión contenida en
el artículo 272 LEC (art. 269.1 y 2 LEC).

• Si se trata de documentos�procesales, la ausencia de presentación con la


demanda pone de relieve un óbice procesal que acarreará las consecuencias
correspondientes a su naturaleza, generalmente la falta de acreditación del
cumplimiento del presupuesto procesal de que se trate (representación,
postulación, procedimiento adecuado, etc.).

• En los casos� especiales de aportación de documentos con arreglo a los


artículos 266 LEC o 403 LEC (juicio ordinario) o 439 LEC (juicio verbal),
estos operan como requisitos de admisibilidad de la demanda, de forma
que la falta de aportación determina la no admisión a trámite de aquella
(arts. 403.3 y 439.5 LEC).

• En cuanto a los documentos�relativos�al�fondo�del�asunto, en principio


no deberían ser exigibles al inicio, ya que su aportación como medio de
prueba es la base del juicio que reconocerá o negará la pretensión, esto es,
dará o negará la razón al actor. El fundamento de esta temprana incorpo-
ración al proceso es advertir al demandado de su existencia en manos del
actor, de manera que facilite que se allane, transija o se oponga.

En este caso, la sanción es la preclusión de su incorporación al proceso. O


lo que es lo mismo desde otra perspectiva, la declaración de inadmisibilidad
por extemporánea (art. 272 LEC). En definitiva, se viene a señalar: si se tienen
tales documentos, deben aportarse; si no se hace así, no podrá hacerse poste-
riormente.

Ahora bien, para impedir las situaciones indeseables que pudiera ocasionar
una aplicación rígida de esta norma, se contemplan una serie de excepciones
a la aportación no inicial de documentos en los términos del artículo 270 LEC.

Y como contrapunto, el 271 LEC señala una preclusión definitiva (después de


la vista o juicio) con una única excepción.
© FUOC • PID_00266552 33 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

3.3. Admisión e inadmisión de la demanda

La demanda se presenta en el día y hora hábiles en la secretaría del juzgado


competente. Si solo hay uno, no hay especialidad: si existen varios de primera
instancia, "se turnará", esto es, se presentará en el decanato para que este la
reparta según las normas señaladas en el artículo 68 LEC.

El letrado de la Administración de Justicia, examinada la demanda, dictará


decreto admitiendo esta y dará traslado de ella al demandado para que la con-
teste en el plazo de veinte días si se trata de un juicio ordinario (art. 404.1 LEC)
y de diez días para el juicio verbal (438.1 LEC).

Esta atribución de funciones al letrado de la Administración de Justicia tiene


dos excepciones, que determinan que el letrado de la Administración de Jus-
ticia de cuenta al tribunal para que este resuelva sobre la admisión:

a) cuando estime falta de jurisdicción o competencia del tribunal, o


b) cuando la demanda adoleciese de defectos formales y no se hubiesen sub-
sanado por el actor en el plazo concedido por el letrado de la Administración
de Justicia (art. 404.2 LEC).

En el juicio verbal, contestada la demanda y, en su caso, la reconvención o


el crédito compensable o transcurridos los plazos correspondientes, el letrado
de la Administración de Justicia, cuando haya de celebrarse vista conforme al
artículo 438.4 (pronunciamiento expreso en tal sentido), citará a las partes a
tal fin dentro de los cinco días siguientes, debiendo tener lugar en el plazo
máximo de un mes.

A ellas se suma la previsión en caso de procesos en los que sea de aplicación


los artículos 81 y 82 del Tratado de la Comunidad Europea o los artículos 1 y 2
de la Ley de Defensa de la Competencia, en los que el letrado de la Adminis-
tración de Justicia dará traslado a la Comisión Nacional de la Competencia de
la resolución admitiendo la demanda (art. 404.3 LEC).

La inadmisión de la demanda es el supuesto excepcional previsto en los casos


ya citados en el art. 404.2 LEC. Por otra parte, la inadmisión puede derivar de
motivos de fondo y de motivos procesales. La inadmisión acarrea que el LAJ
remita el asunto al juez para que este decida (art. 403 LEC).

3.3.1. Inadmisión por motivos de fondo

Inadmitir una demanda, de inicio, y por motivos de fondo, supone adelantar el


enjuiciamiento sobre el fundamento o no de la tutela solicitada. Por otra parte,
dicha conducta, salvo justificación excepcional, atenta directamente contra el
derecho de acceso incluido en el derecho a la tutela judicial que se comprende
en el artículo 24 CE.
© FUOC • PID_00266552 34 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

Siendo así, el principio de normalidad conduce a la admisión y solo se excep-


cionan aquellos casos, ciertamente extraordinarios, en que el propio ordena-
miento niega la posibilidad de accionar para obtener determinadas pretensio-
nes (niega la accionabilidad). Se trata, por ejemplo, del artículo 42 CC, que re-
chaza la admisión a trámite de la demanda en que se solicita el cumplimiento
de la promesa de matrimonio; o del artículo 1.798 CC, que niega la acción
para reclamar lo obtenido en juegos de suerte, envite o azar.

Por las razones expuestas, esta competencia no podría entenderse atribuida al


letrado de la Administración de Justicia, de forma que aun a falta de cita legal
expresa, el letrado debe dar cuenta al juez para que este decida.

3.3.2. Inadmisión por motivos procesales

Junto a la regla general contenida en el artículo 403 LEC y que conduce a la


admisión, no existe otra norma que contemple con dicho carácter genérico
los motivos de inadmisión en atención a la presencia de óbices procesales.

Aparecen, no obstante, varios preceptos referidos a presupuestos procesales


que deben controlarse ex officio: la jurisdicción, competencia objetiva y com-
petencia territorial cuando esta última sea improrrogable (arts. 36.2, 37.2, 38,
48.1, 58 y 404 LEC), la capacidad para ser parte y la capacidad procesal (arts.6
y 7 LEC), la postulación o la defensa técnica cuando sean preceptivas (art.23
y 31 LEC) o, sin ánimo de exhaustividad, la falta de aportación de las copias
de la demanda, entre los restantes.

En todo caso se debe, en primer término, intentar la subsanación (así, por


ejemplo, en el caso de la aportación de copias o de la aportación del poder a
procurador). Subsanación, que resultará imposible, empero, en supuestos de
defectos de jurisdicción o competencia o de capacidad para ser parte.

La admisión o inadmisión dictada por el letrado de la Administración de Jus-


ticia mediante decreto contra el que cabrá recurso de reposición, en la medida
en que no pone fin ni impide la continuación del procedimiento. Al igual que
la inadmisión del letrado acarrea remitir el asunto al juez para que este decida
(art. 403 LEC).

El auto del tribunal será susceptible de apelación, recibiendo tramitación pre-


ferente cuando inadmita demandas por falta de requisitos que la ley exija para
casos especiales (arts. 455.1 y 3 LEC).

Si se admite a trámite la demanda, el letrado de la Administración de Justicia


ordenará que se dé traslado de ella al demandado, emplazando a este para
que la conteste. En el juicio verbal, el letrado de la Administración de Justicia,
cuando haya de celebrarse vista, citará a las partes a tal fin dentro de los cinco
© FUOC • PID_00266552 35 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

días siguientes. La vista habrá de tener lugar dentro del plazo máximo de un
mes (art. 440.1 LEC). Si se inadmite se remite al tribunal para que decida al
efecto (art. 403 LEC).

3.4. Efectos de la demanda: la litispendencia

La litispendencia constituye el conjunto de efectos –de derecho procesal


y de derecho material– que produce la existencia de un proceso.

(34)
Cuando hay que entender que un proceso está pendiente34, lo específica clara- El dies a quo de la litispenden-
cia.
mente el artículo 410 LEC, conforme al cual "la litispendencia [...] se produce
desde la interposición de la demanda, si después es admitida". Es decir, todos
los efectos que iremos describiendo deben empezar a correr a partir del día de
presentación de la demanda, siempre y cuando esta resulte admitida.

(35)
En cuanto al término final35, no ha sido objeto de diferencias. Existe acuerdo El dies ad quem

en entender que los efectos del proceso finalizan cuando la sentencia o reso-
lución que ponga fin al proceso alcance firmeza.

3.4.1. Efectos de derecho procesal

Son los que afectan, propiamente, a la materia que nos ocupa. Los efectos de
derecho material atañen y se estudian por el derecho civil.

Los efectos de derecho procesal se regulan en los artículos 410 a 413 LEC.
Se trata de: la excepción de litispendencia; la perpetuatio iurisdictionis; la no
apreciación de lo introducido en el proceso posteriormente (ut lite pendente
nihil innovetur; y la prohibición de cambio de demanda (mutatio libelli).

Excepción de litispendencia

Considerado por muchos el efecto procesal más relevante, supone la "antesala"


de la cosa juzgada, desde el momento en que los procesos en que se produce
la litispendencia serán procesos en los que posteriormente cabrá la excepción
de cosa juzgada. Iniciado un proceso con un determinado objeto, si se incoa
otro semejante, el segundo debe desaparecer, lo que se articula procesalmen-
te por medio de la interposición de la excepción de litispendencia. La razón
para que ese segundo desaparezca es clara: por un lado, procurar la economía
procesal; por el otro, evitar que sobre el mismo objeto pudieran recaer resolu-
ciones contradictorias o simplemente inejecutables.

La excepción de litispendencia exige absoluta identidad en los sujetos, la "cau-


sa petendi" y el "petitum" (es decir, en el objeto del proceso); no basta la mera
conexión. Concurre únicamente en procesos en la misma instancia y del mis-
mo orden jurisdiccional. Finalmente, no depende de la posición de las partes
© FUOC • PID_00266552 36 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

en los distintos procesos; cabe que el actor devenga demandado en el segundo


proceso y viceversa, por ejemplo, en dos procesos de divorcio iniciados cada
uno por uno de los cónyuges.

La excepción de litispendencia, precisamente porque busca cercenar un se-


gundo proceso que se valora como inútil, recibe un tratamiento procesal tem-
prano.

(36)
En el juicio ordinario, el artículo 421 LEC determina que, en la audiencia pre- Art. 416 y 417 LEC
via, si el tribunal aprecia –de oficio o a tenor de lo señalado por el demandado
en la contestación a la demanda– la existencia de proceso pendiente idéntico –
es decir, conforme a lo dispuesto en los artículos 222.2 y 3 LEC– deberá dictar,
en cinco días, auto de sobreseimiento. El examen de este óbice procesal viene
priorizado por la propia LEC: estando precedido únicamente por el análisis
sobre la capacidad de los litigantes36. De ser posible, se resolverá en la misma
audiencia. Si la complejidad del caso recomienda un examen más detenido, el
apartado 3.° del propio artículo 421 LEC prevé un aplazamiento de la decisión
de cinco días, pasados los cuales se resolverá mediante auto.

(37)
Si el tribunal considera inexistente la litispendencia, lo declarará motivada- Art. 421.2 LEC
37
mente en el acto y la audiencia proseguirá para sus restantes finalidades .

(38)
En el juicio verbal, se dilucidará al inicio de la vista38. Art. 443.2 LEC

"Perpetuatio iurisdictionis"

Tal como señala con toda claridad el artículo 411 LEC, una vez iniciado el
proceso, las alteraciones que se produzcan en aquellas circunstancias que de-
terminan la jurisdicción y competencia no inciden en estas porque la juris-
dicción ha quedado fijada. En otros términos, los cambios en el domicilio o
la situación de la cosa y el objeto del juicio no afectan; la jurisdicción y la
competencia se determinan según lo acreditado en el momento inicial de la
litispendencia.

"Ut lite pendente nihil innovetur"

(39)
Paralelamente a la fijación de los criterios de jurisdicción y competencia, y Art. 22 LEC
como un efecto más de la seguridad jurídica consagrada en el artículo 9.3 CE
y de la prohibición de indefensión del 24 CE, el artículo 413 LEC señala que
la litispendencia fija el estado de las cosas y las personas que dieron origen a
la demanda, de manera que la sentencia no podrá tener en cuenta las posibles
variaciones acontecidas a este respecto, con una única excepción, que la inno-
vación privare definitivamente de interés legítimo las pretensiones deducidas,
por haberse satisfecho extraprocesalmente o cualquier otra causa. Cuando es-
© FUOC • PID_00266552 37 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

to último suceda, se pondrá de manifiesto dicha circunstancia y, si hubiera


acuerdo de las partes, se decretará, por el letrado de la Administración de Jus-
ticia, la terminación del proceso39.

(40)
Esta formulación clásica es objeto, pese a lo dicho, de varias excepciones, con Hechos anteriormente descono-
cidos, hechos nuevos, etc.
las que se atiende a circunstancias cuyo olvido provocaría auténticas injusti-
cias40.

Alegaciones complementarias

El artículo 400.1 II LEC señala la posibilidad de efectuar alegaciones complementarias


a las efectuadas en la demanda; el artículo 286 LEC se refiere al escrito de ampliación
de hechos; o el artículo 270 LEC permite la presentación de una serie de documentos
que acreditan hechos nuevos o desconocidos y que se permiten incorporar al proceso si
concurren las circunstancias en él señaladas.

Prohibición de cambio de demanda (mutatio libelli)

(41)
Por las mismas razones de seguridad jurídica41 y prohibición de indefensión42 Art. 9.3 CE

que ocasionarían los cambios en el objeto del proceso, a partir de un determi-


(42)
nado momento, el artículo 412 LEC consagra la prohibición de modificar el Art. 24 CE

citado objeto del proceso, a partir de la litispendencia.

También, la radicalidad de la prohibición debe acomodarse a una serie de ma-


tices.

(43)
De inicio, el artículo 412 LEC indica que la regla de la prohibición de transfor- Art. 426 LEC
mar la demanda debe entenderse, sin perjuicio de la facultad de alegaciones
complementarias, a tenor de lo señalado en la propia LEC43.

(44)
Por otra parte, como se recordará, el artículo 401.2 LEC permite que antes de Acumulación inicial de accio-
nes.
la contestación a la demanda el actor la amplíe acumulando acciones a las
ejercitadas44. Si así se hace, se alargará asimismo el plazo para la contestación,
excepcionando obviamente la prohibición que nos ocupa.

(45)
A partir de ahí, surgen supuestos en los que, sin llegar a existir una excepción Art. 271.2 LEC
en términos tan claros, sí constituyen relevantes modulaciones, como la am-
pliación de hechos del artículos 286 LEC o la incorporación de sentencias o
resoluciones judiciales o administrativas, dictadas o notificadas en fecha pos-
terior al momento de formular conclusiones45.

Con todo, y valorando estos últimos siempre como circunstancias excepcio-


nales –lo que no impide que sean frecuentes–, la tendencia es a entender fija-
dos los términos de la discusión en atención a aquellos que se presentaron en
la demanda y en su caso, en la reconvención.
© FUOC • PID_00266552 38 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

3.4.2. Efectos de derecho material

Junto con los analizados efectos de derecho procesal, nacen los de derecho
material. Estos efectos no derivan, en realidad, directamente de la litispenden-
cia, sino que se trata, en mayor medida, de que el ordenamiento, fundamen-
talmente civil, establece como supuesto de hecho de determinada consecuen-
cia jurídica la existencia de la demanda.

Así sucede en los siguientes supuestos, con independencia incluso de cuál sea
después el resultado del proceso:

(46)
• la interrupción de la prescripción civil extintiva46; Art. 1973 CC

(47)
• Arts. 1291.4 y 1535 CC
los bienes se convierten en litigiosos47;

(48)
• la deuda solidaria solo puede pagarse al acreedor demandante48. Art. 1142 CC

En tanto en otros, solo si la pretensión es estimada, con efectos "ex tunc":

(49)
• la constitución en mora del deudor49; Arts. 1100 y 1101 CC

(50)
• la obligación de pagar intereses legales cuando no se hubiesen pactado Art. 1109 CC

otros50;

(51)
• la restitución de frutos al deudor de mala fe51; y Arts. 451 y 1945 CC

(52)
• Art. 1945 CC
la interrupción de la prescripción adquisitiva o usucapión52.
© FUOC • PID_00266552 39 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

4. Posibles conductas del demandado ante la


demanda. Alegaciones posteriores a la contestación
a la demanda y fijación inicial de los hechos

(53)
Presentada la demanda y admitida, se procede al emplazamiento del deman- Arts. 155 y siguientes LEC
53
dado .
(54)
La falta absoluta de respuesta e
incluso de comparecencia.
Recibida copia de la demanda, y siguiendo un esquema de Gómez Orbaneja,
el demandado puede llevar a cabo toda una serie de actuaciones que van desde (55)
Reconvenir
54 55
la mínima reacción posible hasta la máxima, el contraataque .

En una ilustrativa relación, pueden señalarse las siguientes:

• no comparecer: rebeldía;
• comparecer y
• no contestar a la demanda;
• contestar a la demanda, con varios contenidos:
– allanarse
– admitir los hechos, pero negar las consecuencias jurídicas aducidas
– oponer excepciones procesales y/o materiales
– reconvenir

En términos generales, cada una de estas actitudes no es compatible con las


otras. Si no se comparece, no se contesta. Si se contesta y se allana, no cabe
oponer excepciones, etc. solo la alegación de excepciones procesales y mate-
riales, simultáneamente, es compatible e incluso frecuente.

Tras la demanda y la contestación, el objeto del proceso queda fijado. El actor


no puede acumular acciones, y el demandado no puede añadir excepciones o
formular reconvención (prohibición de la "mutatio libelli"). Eso no significa,
empero, que las partes no puedan realizar ninguna alegación más.

(56)
Cerrado el plazo preclusivo señalado, cabe introducir "alegaciones comple- Art. 426 LEC
mentarias", e incluso alegar hechos nuevos, siempre que acaecieran con pos-
terioridad al término preclusivo señalado, o aunque fueran anteriores, resul-
taran conocidos tras aquél56.

(57)
A tales efectos, la propia LEC articula diferentes trámites en distintos momen- Art. 426
57
tos: en la audiencia previa del juicio ordinario o en el desarrollo del acto del
(58)
Art. 433.1.II LEC
juicio verbal58.
© FUOC • PID_00266552 40 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

Y por otra parte, en la propia regulación general de la prueba, el artículo 286


LEC prevé la posibilidad de formular el denominado "escrito de ampliación de
hechos", cuando precluidos los actos de alegación, ocurrieran o se conocieran
hechos de relevancia.

De tal escrito se dará traslado a la otra parte, y si los hechos resultan contro-
vertidos, se propondrá y practicará prueba sobre ellos.

Sobre este extremo, se volverá al analizar la audiencia previa al juicio.


© FUOC • PID_00266552 41 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

5. La rebeldía

Es la situación jurídico-procesal en que incurre el demandado por la


incomparecencia a un proceso en el que ha sido emplazado. O lo que
es igual: si emplazado el demandado no comparece en forma, en la fe-
cha o plazo señalado en la citación o emplazamiento, el artículo 496
LEC señala que será declarado rebelde. La declaración se efectúa por el
letrado de la Administración de Justicia, salvo los supuestos que la ley
atribuye al tribunal.

Recuérdese que se exige la designación del domicilio o del lugar en que debe
ser emplazado el demandado (art. 399.1 LEC). A partir de ahí, las vicisitudes
dependen de si se comparece con procurador (arts. 153 y 154 LEC), o se acu-
de al domicilio designado (arts. 161 a 165 LEC, según los casos). De no ser
preceptivo el procurador, se aplicarán los artículos 155 y 156 (averiguaciones
sobre el domicilio del demandado); se comunicará mediante entrega directa o
a testigos empleados, etc. (arts. 158 y 159 LEC). Y en defecto de otro medio,
se recurrirá a la comunicación por edictos (art. 164 LEC).

5.1. Efectos de la declaración de rebeldía

La situación de rebeldía no impide, a diferencia del proceso penal, continuar


el proceso so pena de vulnerar el principio de audiencia y provocar indefen-
sión. Al contrario. El proceso civil puede desarrollarse totalmente en rebeldía,
lo que no significa que de tal situación no deriven consecuencias. En princi-
pio, la declaración de rebeldía –que no se equipara ni al allanamiento ni a la
admisión de hechos– procede con independencia de que la no comparecen-
cia sea voluntaria o involuntaria. Esta última circunstancia, no obstante, tiene
influencia decisiva tanto en la segunda instancia, como singularmente, a la
hora de poder articular la rescisión de la sentencia y la audiencia al rebelde
(arts. 497 y ss. LEC).

Caracteriza a la rebeldía el ser inicial y total, así como afectar únicamente


al demandado, ya que si el actor ha presentado la demanda se le tiene por
comparecido.

5.2. Carga de la comparecencia: efectos

La comparecencia es una carga. Es decir, comparecer no es un deber cuyo in-


cumplimiento origine una sanción; pero sí genera una serie de consecuencias
negativas.
© FUOC • PID_00266552 42 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

a) En primer lugar, acarrea la preclusión de alegaciones y aportación de documen-


tos. El demandado que comparece posteriormente no podrá realizar aquellas
actuaciones ya desarrolladas (art. 499 LEC). La incorporación del rebelde con-
lleva aceptar el proceso en el estado en que se encuentre, con la única excep-
ción del declarado rebelde por motivo que no le sea imputable, circunstancia
que admite la práctica de todos los medios de prueba que convenga al derecho
del rebelde, cuando este comparece transcurrido el periodo de prueba en pri-
mera instancia (art. 460.3 LEC).

b) En segundo lugar, origina un régimen particular de notificación de las resolu-


ciones que se van produciendo en el juicio (arts. 497 y 498 LEC).

La resolución que declara la rebeldía se notificará al demandado por correo en


su domicilio, si es conocido; y si no lo es, por medio de edictos. Hecha esta
notificación, no se llevará a cabo otra, excepto la resolución que ponga fin al
proceso. Esta última se notificará personalmente, a tenor de lo dispuesto en
el artículo 161 LEC.

Si el demandado se encuentra en ignorado paradero, o carece de domicilio,


las notificaciones pertinentes se efectúan también mediante edictos. No obs-
tante, así se tenga noticia de su paradero, de oficio o a instancia de parte, se
le notificará la existencia del proceso. Llegado el momento de la resolución
final, si sigue en la situación de paradero desconocido, la notificación se hará
por edicto publicado en el BO de la comunidad autónoma o en el BOE o por
los medios telemáticos, informáticos o electrónicos referidos en los artículos
497.2 y 3 LEC.

No será necesaria la publicación de edictos en el BOCA o en el BOE en los


procedimientos en que la sentencia no tenga efectos de cosa juzgada, bastando
la publicidad de edicto en el tablón de anuncios de la Oficina Judicial (art.
497.3 LEC).

La publicación puede sustituirse por la utilización de medios telemáticos, in-


formáticos o electrónicos conforme al artículo 236 LOPJ (art. 497.4 LEC).

c) Finalmente, y en lo que afecta a los recursos, el rebelde puede hacer uso


de los ordinarios que quepan contra la sentencia, con una singularidad: los
plazos de interposición se computan de manera diferente según la notificación
hubiera sido personal o por edictos (art. 500 LEC). Además, el rebelde que ha
permanecido así por fuerza mayor o desconocimiento de la demanda, tiene
a su disposición un método extraordinario de rescisión de la cosa juzgada, la
denominada "audiencia al rebelde."
© FUOC • PID_00266552 43 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

5.3. Tratamiento procesal de la rebeldía

En cuanto a su tratamiento procesal, es siempre de oficio. Ante la falta de


comparecencia en tiempo y forma, el letrado de la Administración de Justicia
declarará la rebeldía del demandado, salvo los casos en que dicha declaración
corresponda al tribunal: artículo 496.1 LEC (para el juicio ordinario) y artículo
442.2 LEC (para el juicio verbal).
© FUOC • PID_00266552 44 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

6. La contestación a la demanda

Ved también
Como se pone de relieve de una simple lectura de los artículos 405, 406
y 408 LEC, personándose y contestando, al demandado se le abren un El allanamiento será objeto de
una mayor atención posterior-
abanico de posibles actuaciones: allanarse total o parcialmente; admitir mente; la reconvención se ana-
lizó en el módulo "Los presu-
los hechos alegados por el actor; oponer excepciones procesales; oponer puestos procesales y el objeto
excepciones materiales; o formular reconvención. La primera, utilizan- del proceso civil declarativo",
junto con los restantes tipos
do una imagen muy gráfica, equivale a la rendición total, la última, al de acumulación de acciones.
A ellas nos remitimos, centrán-
contraataque. donos seguidamente en las
restantes posibilidades.

En el juicio verbal, para aquellos casos en que sea posible actuar sin abogado
ni procurador, se indicará así en el decreto de admisión y se comunicará al de-
mandado que en el juzgado tiene a su disposición unos impresos normaliza-
dos que puede emplear para la contestación a la demanda (art. 438.1.II LEC).

También en el juicio verbal, el demandado, en su escrito de contestación, de-


berá pronunciarse necesariamente sobre la pertinencia de la celebración de
vista. De la misma forma, el demandante deberá hacerlo en los tres días si-
guientes desde el traslado de la contestación. Si ninguna parte la solicitase y
el tribunal no considera necesaria su celebración, dictará sentencia sin más
trámites (art. 438.4.I LEC).

Prescindiendo del allanamiento y la reconvención, en la contestación a la de-


manda se declara, paladinamente, la voluntad del demandado de no ser con-
denado, con arreglo a la petición del actor. Esta negativa, no obstante, com-
prende actitudes muy distintas, tal como se adelantaba antes.

6.1. Admisión de hechos o efectos jurídicos

(59)
El artículo 405.2 LEC59 prescribe que, en la contestación a la demanda, deben En la audiencia previa del juicio
ordinario.
negarse o admitirse los hechos aducidos por el actor. Igual mandato figura en
el artículo 407.2 LEC para el juicio verbal, que remite al anteriormente citado.

El demandado puede admitir los hechos incluidos en la demanda, total o par-


cialmente, y de manera tácita o expresa.

La admisión expresa fija los hechos como ciertos, sin prueba y más allá incluso
de la propia convicción judicial.

La admisión tácita se produce por la ausencia total de pronunciamiento, in-


cluso negándolos, de los hechos introducidos por el actor.
© FUOC • PID_00266552 45 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

(60)
Incluso si la cuestión queda reducida a discrepancias sobre la cuestión jurídica, Art. 428.3 LEC
60
el tribunal puede prescindir de la prueba y dictar sentencia .

La admisión de los hechos sin alegar hechos nuevos reduce la cuestión a la


pura controversia jurídica, esto es, al ámbito donde opera el principio "iura
novit curia". Ya no se trata, así, de un tema que deba someterse a prueba, sino
que habrá de analizarse por el órgano jurisdiccional competente, quien deter-
minará la interpretación que considera adecuada.

Algo parecido al acuerdo sobre hechos que puede tener lugar a tenor del ar-
tículo 428.3 LEC.

Con idéntica finalidad, el artículo 426.6 LEC regula la facultad del juez en
la audiencia previa de pedir aclaraciones o precisiones acerca de los hechos
alegados; y si no se realizaran, el tribunal podrá advertir que cabe tener los
hechos por conformes en relación a los aducidos por la parte contraria, es
decir, que no los contradicen.

(61)
Un límite fundamental a la admisión de hechos es la indisponibilidad sobre la Referido a los procesos sobre
61 capacidad, filiación, matrimonio y
materia del proceso. Así, el artículo 752.2 LEC señala, entre las especialidades menores.
fundamentales de estos procesos, que la conformidad de las partes sobre los
(62)
hechos no vincula al tribunal, pudiendo decretar de oficio las pruebas que Art. 752.1.II LEC
62
estime pertinentes .

6.2. Negación de hechos

(63)
El demandado se limita a negar los hechos alegados por el demandante, sin Art. 281.3 LEC
introducir ninguno nuevo. La negación convierte los hechos en controverti-
dos, y por ende, necesitados de prueba63.

(64)
La ausencia de negación expresa de los hechos puede ser considerada como Art. 405.2 LEC
admisión implícita, al igual que las respuestas evasivas pueden ser estimadas
como admisión de hechos en la sentencia64.

6.3. Excepciones procesales y excepciones materiales

La excepción ha supuesto, históricamente, la forma de defensa propia del de-


mandado. Ha ocurrido, sin embargo, que el término ha tenido tantas, y en
ocasiones tan contradictorias acepciones, que la confusión ha acompañado el
concepto hasta hoy.
© FUOC • PID_00266552 46 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

Actualmente, por empezar por la más clara, las excepciones son procesales
o materiales, entendiendo por las primeras aquellas que ponen de relieve la
existencia de un óbice de carácter procesal que, de subsistir, impedirá al juez
entrar a conocer del fondo del asunto o, en otros términos, conducirá a una
sentencia absolutoria en la instancia.

Las excepciones�materiales, por su parte, se refieren al fondo. Su esti-


mación conduce a una sentencia favorable sobre el fondo del asunto.
No se dirigen como los procesales a impedir un pronunciamiento sobre
el fondo, sino a que este sea desfavorable al actor.

Las excepciones�procesales atacan la válida constitución de la relación


jurídico-procesal, en tanto las excepciones materiales atacan la relación
jurídica objeto del proceso.

Excepciones en sentido estricto son solo las materiales, no las procesales.

6.3.1. Excepciones procesales

(65)
La excepción procesal es el instrumento por el que el demandado pone de Defecto en el modo de propo-
ner la demanda.
manifiesto la ausencia de algún presupuesto procesal, ya sea de alguno relativo
a actos procesales iniciales65, u otro que configure la válida relación procesal66 (66)
Capacidad para ser parte, capa-
67 cidad procesal.
o los que, por cualquier otro motivo, impiden dictar sentencia sobre el fondo .

(67)
Litispendencia, cosa juzgada.
Tales cuestiones pueden ser solventadas, teóricamente, de dos formas. Al ini-
ciarse el proceso, lo que si bien ralentiza el inicio del mismo, deja garantizado
posteriormente que no habrá una sentencia que se limite a señalar la impo-
sibilidad de entrar a conocer del fondo del asunto. O al final del juicio, desa-
rrollada ya la fase probatoria; opción que permite una tramitación más fluida,
pero no evita la sentencia absolutoria en la instancia.

Prescindiendo de una referencia histórica más larga, hay que destacar que, an-
te la alternativa referida en el párrafo previo, la LEC se ha decantado radical-
mente por un sistema en el que:

• existe un claro tratamiento previo de la falta de presupuestos procesales,


bien en la audiencia previa del juicio ordinario, bien al inicio de la vista
del juicio verbal;

• se establece la subsanabilidad como regla, en todas las cuestiones que así


lo permitan; y
© FUOC • PID_00266552 47 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

• se incrementan las potestades de control de oficio del órgano judicial, sin


llegar, no obstante, a considerar tales faltas de presupuestos como cuestión
de orden público procesal.

(68)
Entrando ya en la regulación procesal concreta, y salvo lo referente a la juris- Art. 416.2 LEC
dicción y competencia, que deberá ser puesto de manifiesto, siempre median-
te la declinatoria de jurisdicción68, el artículo 405.3 LEC señala la necesidad
de que el demandado aduzca, en la contestación a la demanda, las "excepcio-
nes procesales y demás alegaciones que pongan de relieve cuanto obste a la
válida prosecución y término del proceso mediante sentencia sobre el fondo".
Idéntico mandato figura en el artículo 443.2 LEC para el juicio verbal.

(69)
Siguiendo las líneas generales reseñadas, los óbices procesales se pretenden sol- Arts. 416 y siguientes LEC
ventar al inicio del proceso, de manera que se pueda llegar al fondo y resolver.
En este sentido, en el juicio ordinario, el juez debe resolver tras oír a las partes
en la audiencia previa al juicio, bien oralmente en la propia audiencia, bien
cinco días más tarde, por escrito, si la complejidad del tema así lo requiere69.

La orientación general incorpora la doctrina favorable a la subsanabilidad de


los defectos de carácter procesal. Del mismo modo que para el escrito de de-
manda, el artículo 405.4 LEC, en la redacción dada por la Ley 13/2009, pre-
vé la posibilidad de subsanación de posibles defectos del escrito de la contes-
tación de la demanda, señalando el letrado de la Administración de Justicia
plazo para ello. En tal sentido, habrá que diferenciar entre las excepciones que
ponen de manifiesto defectos subsanables, como determinadas faltas de capa-
cidad o representación o el defecto legal en el modo de proponer la demanda,
y otras, como la litispendencia o la cosa juzgada, que no los son. La falta de
subsanación, como el carácter insubsanable, determina que se dicte un auto
poniendo fin al proceso, sin entrar, naturalmente, sobre el fondo.

Tratamiento�procesal�de�las�excepciones�procesales;�en�especial,�la�audien-
cia�previa�del�juicio�ordinario

Las excepciones procesales en la LEC reciben un tratamiento claramente ini-


cial, encaminado a sanear el proceso de posibles óbices procesales desde el
principio, procurando que, al llegar la hora de entrar y resolver sobre el fondo,
no lo impida la presencia de aquellos.

Este tratamiento se articula de diferente manera en los dos procesos ordina-


rios, como inmediatamente veremos, en atención a la existencia en el juicio
ordinario de una fase procesal específica a este efecto, entre otros, la audiencia
previa, que pasamos a analizar seguidamente.
© FUOC • PID_00266552 48 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

Tratamiento de las excepciones procesales en la audiencia previa


del juicio ordinario

A tenor del artículo 416.1 LEC, el tribunal resolverá sobre cualquier circuns-
tancia que pueda impedir la válida prosecución y término del proceso median-
te sentencia sobre el fondo.

(70)
Estas circunstancias, a excepción de la jurisdicción y la competencia que han Arts. 39, 49, 59 y 63 a 65, to-
70 dos de la LEC
de ser planteadas por el demandado por medio de la declinatoria , son objeto
de examen en la repetida audiencia previa, una vez el juez ha intentado sin
éxito que las partes lleguen a un acuerdo (primer objetivo, acordaos, de esta
fase procesal).

Entre los posibles óbices procesales, cuyo control se ha examinado ya, figuran:

(71)
1) la capacidad y representación71 Art. 418 LEC y concordantes

(72)
Arts. 71 a 73, 402 y 419, todos
2) la acumulación inicial de acciones72 LEC

(73)
3) la constitución irregular de la litis73 Litisconsorcio necesario
Arts. 72 y 420 LEC

4) la litispendencia74 (74)
Art. 421 LEC

5) la inadecuación de procedimiento

6) la demanda defectuosa

Todas ellas se resuelven según se ha ido exponiendo en el apartado correspon-


diente.

A ellos hay que añadir, a modo de norma residual de aplicación general, el


de las circunstancias procesales análogas, que, en virtud del artículo 425 LEC,
bien denunciada por las partes o puestas de manifiesto de oficio, han de quedar
resuelta en la audiencia previa, acomodándolas a las reglas establecidas para
situaciones análogas.

6.3.2. Excepciones materiales

El demandado que opone excepciones materiales no pretende discutir


la relación jurídico-procesal, sino el fondo del asunto; persigue una sen-
tencia absolutoria que se pronuncie sobre el objeto del proceso.
© FUOC • PID_00266552 49 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

Las excepciones materiales implican la introducción de hechos nuevos que,


fijados como ciertos, según los instrumentos (admisión, prueba, etc.) impiden,
excluyen o extinguen los hechos alegados por el actor. De ahí que se hable de:

1)�Hechos�impeditivos: aquellos que impiden, desde el inicio, que los hechos Hechos impeditivos
constitutivos desplieguen sus efectos jurídicos; los que, sin negar la existencia
Los vicios de consentimiento
y verosimilitud de los hechos constitutivos, constituyen otros hechos que im- son un ejemplo de hechos im-
piden que estos provoquen el efecto jurídico deseado. peditivos.

Quien alega un vicio de consentimiento no niega los hechos constitutivos


de la obligación; solo señala que, simultáneamente a aquellos, se produjeron
otros que han impedido su eficacia.

2)�Hechos�extintivos: aquellos posteriores a los hechos constitutivos que ex- Hechos extintivos
tinguen o suprimen la eficacia jurídica de los mismos.
La caducidad o el pago son
ejemplos de hechos extintivos.
No se niega, en este caso, que los hechos constitutivos existieran y desplegaran
su eficacia; se afirma que ahora esta ha sido extinguida por otros hechos.

3)�Hechos�excluyentes: son hechos también posteriores que otorgan un con- Hechos excluyentes
traderecho al demandado para enervar la eficacia de los hechos constitutivos.
Ejemplos típicos de hechos ex-
cluyentes son la prescripción o
4) Amén de estas líneas generales, la LEC otorga un tratamiento especial a dos el pacto de no pedir.

excepciones materiales, denominadas "excepciones� reconvencionales" por


(75)
la ampliación del objeto que suponen: la compensación y la nulidad75. Art. 408 LEC

Conocidas como excepciones "reconvencionales" por la ampliación del objeto


que suponen reciben un tratamiento legal específico (art. 408 LEC).

Cuando el demandado opone la compensación puede hacerlo: a) como simple


excepción; o b) solicitando, además, la condena por el exceso del actor.

Paralelamente, cuando el demandado alega en su defensa la nulidad del negocio


jurídico en que funda su pretensión el actor, el juez debe pronunciarse ineludi-
blemente sobre todos los extremos, tal como sucedería si la nulidad se hubiera
formulado como fundamento de una reconvención, aunque no haya sido así
expresamente.

Debido a la especial naturaleza de estas excepciones, cuyo planteamiento, de


hecho, implica ampliar la cuestión al marco de una reconvención, cuyo con-
tenido sería: en el caso de la compensación la condena al saldo favorable, y en
el de la declaración de nulidad, la expresa declaración de validez del negocio;
los dos primeros apartados del artículo 408 tutelan la igualdad de las partes en
el debate sobre los hechos relevantes, al establecer:
© FUOC • PID_00266552 50 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

1) si el demandado ha opuesto la existencia de crédito compensable, que el


actor pueda controvertirla en la forma prevenida para la contestación a la re-
convención; y eso aunque el demandado solo hubiera pretendido su absolu-
ción (art. 408.1 LEC), y

2) si el demandado alega hechos determinantes de la nulidad, que el actor


conteste a dicha alegación de nulidad en el plazo para contestar a la recon-
vención; y eso aunque hubiera dado por válida la declaración al presentar la
demanda. La petición de contestar la interpone el actor ante el letrado de la
Administración de Justicia, quien resolverá mediante decreto (art. 408.2 LEC).

Y, además, coherentemente con dicho planteamiento, el artículo 408.3 LEC


señala que la sentencia resolverá todos los extremos, haciendo recaer, en su
caso, la cosa juzgada sobre el saldo favorable y la declaración de nulidad. Esta
es, de hecho, la razón de conceder al actor la oportunidad de alegar lo que
convenga a su derecho.

En otros términos, sin tal extensión de la cosa juzgada, aunque la excepción


de compensación determinara la absolución del demandado, la existencia y
exigibilidad del crédito esgrimido por el demandado requieren un pronuncia-
miento con cosa juzgada, para evitar que el acreedor demandado cobre dos
veces (al ser absuelto y en virtud de un segundo proceso).

Y paralelamente, en cuanto a la nulidad, discutida esta o la validez, la decisión


sin cosa juzgada permitiría al demandado, en un nuevo proceso, solicitar la
expresa declaración de nulidad.

En el juicio verbal, el demandado podrá oponer también crédito compensable,


siendo de aplicación lo dispuesto en el artículo 408 LEC. Si la cuantía de dicho
crédito fuese superior a la que determine que se siga el juicio verbal, el tribunal
tendrá por no hecha tal alegación en la vista, advirtiendolo así al demandado,
para que use su derecho ante el tribunal por los trámites que correspondan
(art. 438.3 LEC).

6.4. Determinación inicial de los hechos: los escritos iniciales;


excepciones

Resueltas eventualmente las cuestiones procesales, el proceso se encamina a


un juicio en el que a ciertos supuestos fácticos (hechos) se aplicará una nor-
ma, y de ahí se derivarán unas consecuencias jurídicas. Determinar los hechos
constituye, así, la primera, y en ocasiones, principal cuestión a la que se enca-
minan las siguientes actuaciones procesales.
© FUOC • PID_00266552 51 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

(76)
La regla general es la determinación de los hechos en los escritos iniciales. En Principio dispositivo, art. 399
LEC
el apartado relativo a la demanda, y en el presente al tratar sobre las posibles
conductas del demandado ante la misma, hemos señalado que corresponde a (77)
Aportación de parte, art. 216
76
las partes introducir los hechos , así como aportar los medios o instrumentos LEC

que sirvan para fundar la veracidad de los mismos77.

(78)
Como ampliaremos en el apartado siguiente, también corresponde a las par- Art. 282 LEC
78
tes la iniciativa de la actividad probatoria . solo en el caso de que concurra
un interés de carácter público, cabrá que se actúe con arreglo al principio de
oficialidad, como veremos al analizar determinados procesos especiales como
los matrimoniales, la filiación, la incapacitación, etc.

Por otra parte, al estudiar el tratamiento procesal de las excepciones procesa-


les, hemos hecho referencia a la "audiencia previa" y sus finalidades. Entre es-
tas, la que el artículo 414 LEC cita en tercer lugar, es, paladinamente, fijar con
precisión dicho objeto (sic: el del proceso) y los extremos, de hecho o de de-
recho, sobre los que exista controversia entre las partes. También para tal fin,
por tanto, deben irse fijando los hechos. Y a objetivo semejante se encaminan
las actuaciones primeras del acto del juicio oral en el juicio verbal, a tenor del
artículo 443.1.2 LEC.

(79)
Asimismo, estando el proceso civil informado por el principio de preclusión, Arts. 410 a 413 LEC
esta introducción y aportación debe efectuarse no solo en forma, sino también
en tiempo. Hemos apuntado que, en una primera aproximación, ese tiempo
es el comprendido entre la demanda (para el actor) y la contestación a la de-
manda (para el demandado), plazo en el que se considera fijado el objeto del
proceso y surge la prohibición del cambio de demanda79.

(80)
Estas reglas, como casi todas, tienen su excepción (o excepciones) que la con- Art. 426 LEC
firman. Tras el plazo preclusivo señalado, cabe introducir "alegaciones com-
plementarias", e incluso alegar hechos nuevos, siempre que acaecieran con
posterioridad al término preclusivo señalado, o aunque fueran anteriores, re-
sultaran conocidos tras aquél80.

(81)
Incluso, dentro ya de la regulación general de la prueba, el artículo 286 LEC Arts. 286, 435 y 436, todos de
la LEC
prevé la posibilidad de formular el denominado "escrito de ampliación de he-
chos" cuando, precluidos los actos de alegación, ocurrieran o se conocieran
hechos de relevancia. Del escrito de ampliación de hechos se dará traslado a la
otra parte, y si los hechos resultan controvertidos, se propondrá y practicará
prueba sobre ellos81.
© FUOC • PID_00266552 52 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

7. La audiencia previa en el juicio ordinario

La audiencia previa es una fase inicial y exclusiva del juicio ordinario que tiene
diversas finalidades de extraordinaria importancia.

1) Intentar una conciliación o transacción entre las partes que ponga fin al
proceso (art. 415 LEC).

2) Examinar todas las cuestiones procesales que pudieran impedir en su mo-


mento dictar una resolución sobre el fondo (arts. 416 a 425 LEC). Es decir,
todos aquellos temas que se han examinado en este mismo módulo (apartado
III.3).

3) Delimitar del objeto del proceso y de la posición de las partes ante los ex-
tremos, de hecho y de derecho, controvertidos (art. 426 a 428 LEC).

4) Proponer y admitir la prueba (art. 429 LEC).

5) Fijar fecha de inicio del proceso.

Algunas tienen carácter eventual y otras, necesario. Así, intentar la concilia-


ción o la transacción es algo que corresponde a una determinada tendencia de
política legislativa, al igual que el tratamiento previo de los óbices procesales.
De ahí precisamente que no se requiera de la presencia de las partes, salvo
para determinados actos dispositivos y que, como corresponde al concepto de
“carga de la comparecencia”, de la ausencia de las partes se derive únicamente
la preclusión para realizar determinadas actuaciones procesales. Por el contra-
rio, su presencia es necesaria en la proposición y admisión de la prueba y para
la fijación de inicio del proceso.

Desde la perspectiva de la posición de las partes y del órgano jurisdiccional,


la audiencia previa contiene diversas y diferentes manifestaciones de la inter-
vención judicial en el transcurso del proceso, que alcanza incluso la correcta
determinación de los hechos e incluso la sugerencia de medios probatorios
idóneos (art. 429.1, II LEC).

7.1. La audiencia previa: naturaleza

Se trata de un trámite procesal complejo que cumple muy diversos cometidos


y que debe ser observada con perspectiva global, alcanzando al conjunto del
proceso y de los principios que lo informan, sin dejar de examinar que mu-
chas de las actuaciones que se desarrollan en la misma lo hacen equilibrando
o compensando otras, como la imposibilidad de responder al demandado (de-
© FUOC • PID_00266552 53 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

sigualdad) o el juego de las normas de prescripción relativas singularmente a


la exigencia de acompañar a la demanda determinados documentos, informes
o dictámenes periciales.

La audiencia previa opera en clara conexión y equilibrio, con la demanda y


contestación de un lado, y con la apertura del juicio de otro.

En el primer sentido, no puede desligarse del contenido de la demanda y


contestación, completando cuestiones como las contenidas en las alegaciones
complementarias, equilibrando la posición de la parte actora con lo expuesto
por el demandado en la contestación; ahora bien, sin constituir un trámite
para subsanar lo omitido en demanda y contestación.

En el segundo sentido, la audiencia previa se encamina a fijar los hechos que


permanecen controvertidos tras demanda, contestación y diligencias comple-
mentarias, sin haber sido admitido por la parte correspondiente, y en la me-
dida en que esto es así, sirve para la proposición de los medios de prueba y
la admisión de estos y de los documentos, informes y pericias que se acompa-
ñaron a la demanda (art. 265 LEC). Solo si la controversia se ciñe a los aspec-
tos jurídicos (art. 428.3 LEC) el tribunal podrá dictar sentencia inmediata. De
otro modo, deberá citarse a las partes, testigos y peritos, en su caso, para la
celebración del juicio.

7.2. Finalidad conciliadora: acuerdo intraprocesal y potestativa


remisión a la mediación

Tratándose de un proceso sujeto al principio dispositivo, el art. 19.1 LEC per-


mite poner fin al proceso anticipadamente, salvo en casos en que se opongan
al interés general u opere en perjuicio de terceros (art. 6.2 CC). Es más, existe
una clara tendencia a promover las resoluciones consensuadas, como se per-
cibe en que el juez informará, si no lo ha hecho antes, de la posibilidad de
recurrir a una negociación, incluido el recurso a una mediación, en cuyo caso
las partes indicarán en la audiencia su decisión al respecto y las razones de la
misma (art. 414.1,I LEC). Invitación que se reitera, ha de entenderse que al
final de la audiencia previa (art. 414.1,III LEC).

La transacción judicial se regula en el art. 19.2 y 3 LEC y puede tener lugar a


lo largo de todo el proceso hasta la ejecución de sentencia. El desistimiento
seguirá los presupuestos recogidos en el art. 20 y siguientes LEC. Pero también
cabe que se solicite la suspensión del proceso de conformidad a lo dispuesto en
el art. 19.4 LEC para someterse a mediación o arbitraje (art. 415.1 y 3 LEC). Si
la suspensión fue para acudir a la mediación, terminada la misma, cualquiera
de las partes puede solicitar que se alce la suspensión y se señale fecha para la
continuación de la audiencia previa (art. 415.3, II LEC).
© FUOC • PID_00266552 54 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

En tales supuestos el tribunal debe examinar la concurrencia de los requisitos


de capacidad jurídica y poder de disposición de las partes o de sus represen-
tantes debidamente acreditados (art. 415.1 y 3 LEC).

7.3. Finalidad saneadora del proceso

Si no se llegó al acuerdo, la audiencia previa continúa con el fin de procurar


que se eliminen los óbices procesales que pudieran existir y se subsanen la
falta de presupuestos o requisitos.

Se tratará de las cuestiones, enumeradas en el art. 416 LEC, relativas a:

• la capacidad y representación de las partes,


• el litisconsorcio necesario,
• la litispendencia o la cosa juzgada,
• la inadecuación del procedimiento, o
• la demanda defectuosa.

A las que se añade cualquier circunstancia procesal análoga (art. 425 LEC).
Muy resumidamente, ya que gran parte de estas cuestiones han sido o serán
examinadas detenidamente en otras lecciones, cabe señalar:

1)�Jurisdicción�y�competencia

En la audiencia, el demandado no podrá impugnar la falta de jurisdicción o


de competencia del tribunal, que hubo de proponer en forma de declinatoria
según lo dispuesto en los artículos 63 y siguientes de la LEC. Lo dispuesto
ahora se entiende sin perjuicio de lo previsto en la ley sobre apreciación por
el tribunal, de oficio, de su falta de jurisdicción y competencia (arts. 38, 48,
58 y 62).

2)�Capacidad�y�representación

El tribunal examinará de oficio la capacidad y representación (art. 9 LEC) o


el demandado mediante la excepción prevista en los arts. 416.1.ª LEC. Si el
defecto es subsanable concederá 10 días para subsanar suspendiendo la AP.
Si no se subsana hay que distinguir: afectando al actor conlleva dictar auto,
poniendo fin al proceso; si se trata del demandado acarrea la declaración en
rebeldía. Cuando el defecto sea insubsanable, el tribunal da por concluida la
audiencia previa y dicta auto poniendo fin al proceso (art. 418. 2 LEC).

3)�Acumulación�inicial�de�acciones

El tribunal examinará la oposición del demandado (art. 402 LEC), en la AP,


resolviendo en esta oralmente sobre su procedencia o no (art. 419 LEC).
© FUOC • PID_00266552 55 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

4)�Litisconsorcio�necesario

Cuando el demandado opuso en la contestación la excepción de irregular


constitución de la litis, el tribunal da traslado al actor, que si esta conforme
podrá presentar un escrito dirigiendo la demanda contra los nuevos sujetos, y
si el tribunal estima su procedencia, lo declarará oralmente ordenando empla-
zar a los nuevos demandados para que contesten, suspendiendo la audiencia
previa (art. 420.1 LEC). La nueva demanda contra los litisconsortes no puede
alterar la causa de pedir (art. 420.1, II LEC).

Cuando el actor rechace la excepción del demandado –o la apreciación de


oficio del juez– el tribunal oirá a las partes resolviendo en 5 días. Si se estima
la irregular constitución de la litis, se concederá un plazo no inferior a 10 días
para que dirija la demanda a los litisconsortes, y de no hacerlo así dictará auto
poniendo fin al proceso y archivando las actuaciones (art. 420.4 LEC). Si se
desestima, la audiencia previa y el proceso continuarán (art. 420.2 LEC).

5)�Litispendencia�o�cosa�juzgada

Tanto si se proponen de oficio como si fueron opuestas como excepción por


el demandado al contestar a la demanda, en la audiencia previa se resolverá,
incluso oralmente en la misma audiencia previa o en 5 días mediante auto. La
estimación de cualquiera provoca el fin de la audiencia previa y del proceso
(auto de sobreseimiento, art. 421.1, I LEC), salvo efecto de cosa juzgada posi-
tiva (art. 421.1, II LEC).

La desestimación de que la audiencia previa siga con las restantes finalidades


(art. 421. 2 LEC).

6)�Inadecuación�de�procedimiento

Regulado en el artículo 423, su desarrollo se pormenoriza en la lección diez,


en el apartado 1.2.

7)�Demanda�defectuosa

Regulado en el art. 416.1, 5.ª LEC se circunscribe a la falta de claridad o pre-


cisión en la determinación de las partes o de la petición, y en el art. 424 se
prevé tan solo si puede ser saneado o no. Si no se efectúan tales aclaraciones,
el tribunal solo decretará el sobreseimiento si no fuera posible en absoluto de-
terminar en qué consisten las pretensiones o frente a qué sujetos jurídicos se
formulan (art. 424.2 LEC).

8)�Cuestiones�procesales�análogas
© FUOC • PID_00266552 56 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

Entre las que cabría señalar: conciliaciones, requerimientos, reclamaciones o


consignaciones antes de interponer la demanda o la tasa judicial.

7.4. Finalidad delimitadora

Determinación inicial de los hechos, alegaciones complementarias, controver-


sia exclusiva sobre cuestiones jurídicas. Efectos.

Si pese al mandato contenido en el art. 399 y 405, el actor o el demandado


(o el reconveniente) no han satisfecho las necesidades de exhaustividad, cla-
ridad y consistencia, la audiencia previa ofrece una segunda oportunidad para
formular nuevas alegaciones que complementen aquellas, aclaren conceptos
o resuelvan contradicciones.

El objeto perseguido es diverso, pudiendo deslindarse las siguientes modali-


dades:

• Que se presenten nuevas alegaciones fácticas o jurídicas, se corrijan las


presentadas y se formulen nuevas peticiones de carácter complementario
o accesorio (art. 426 LEC).

• Aportación probatoria complementaria derivada de las alegaciones inicia-


les del demandado y pronunciamiento de las partes respecto a lo aportado
por la contraria (art. 427 LEC).

• Alegar hechos nuevos, siempre que acaecieran con posterioridad al tér-


mino preclusivo, o aunque fueran anteriores, resultaran conocidos tras
aquel (art. 426 LEC).

Con todas estas actuaciones la audiencia previa continúa para fijar los hechos
sobre los que existe conformidad y disconformidad. A partir de lo cual, en pri-
mer lugar el tribunal exhorta nuevamente a que las partes lleguen a un acuer-
do, desistiendo, homologándolo judicialmente o sometiéndose a un arbitraje
o a una mediación (art. 428.1 y 2 y 415.1 y 3 LEC).

Cuando no se llegue a ninguna de estas soluciones, si la discrepancia solo lo


es respecto a cuestión o cuestiones jurídicas, no existe objeto necesitado de
prueba, en realidad, por lo que el tribunal dictará sentencia en 20 días a partir
de la terminación de la audiencia previa (art. 428.3 LEC).

7.5. Finalidad delimitadora de la prueba

Fijados los términos del objeto controvertido, las partes, que debieron aportar
los diversos medios probatorios con la demanda y la contestación (art. 265
LEC) deben indicar los medios de los que pretenden servirse, y el juez pronun-
ciarse sobre su pertenencia, utilidad y legalidad en la AP. A tal efecto el art. 429
LEC, será preciso tener presente los hechos admitidos (los fijados) y los medios
© FUOC • PID_00266552 57 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

de prueba propuestos, que si son documentos no impugnados o dictámenes


periciales que no precisan de intervención de los peritos en el juicio permiten
que se dicte inmediatamente sentencia (art. 429.8 LEC).

Es también en este momento cuando el juez puede hacer uso de las facultades
del art. 429.1,II, a un doble efecto:

a) poniendo de manifiesto a las partes la insuficiencia de las pruebas propues-


tas, e

b) indicar el hecho o hechos que podrían verse afectados por la insuficiencia


señalando el o los medios probatorios cuya práctica considere conveniente,
siempre que se ciña a las fuentes probatorias existentes en los autos.

7.6. Señalamiento del juicio

Admitidas las pruebas pertinentes y útiles, debe fijarse fecha para el juicio a
celebrar en el plazo de 1 mes (429.2 LEC). Si se puede hacer en la misma AP, lo
hará el juez. De no ser así, lo fijará el letrado de la Administración de Justicia
conforme a lo dispuesto en el art. 182.4 LEC.

Si concurren los presupuestos para la prueba anticipada, la ley quiere que se


acuerde la práctica de esta. Recuérdese que el valor de la prueba se supedita a
la interposición de la demanda en los dos meses siguientes (art. 295.3 LEC).
La documentación quedará bajo la custodia del letrado de la Administración
de Justicia hasta el inicio del proceso o hasta el momento en que haya de co-
nocerse y valorarse (art. 296.1 LEC). Así como, si finalmente resultara posible
practicar la prueba en el momento adecuado, en el juicio puede repetirse si
alguien lo solicita (art. 295 LEC).

Las partes deberán indicar qué testigos se comprometen a presentar en juicio


y cuáles han de ser citados. También qué declaraciones requieren del auxilio
judicial (art. 429.5 LEC).

Y finalmente, si las sesiones se extenderán más allá de una sola sesión.

7.7. Procedimiento: convocatoria y presencia de las partes

La audiencia previa la convocará el letrado de la Administración de Justicia


una vez contestada la demanda y, en su caso, la reconvención, dentro del tercer
día, celebrándose en el plazo de veinte días desde la convocatoria (art. 414
LEC).En esta convocatoria, si no se hubiera realizado antes, se informará a las
partes de la posibilidad de recurrir a una negociación para intentar solucionar
el conflicto, incluido el recurso a una mediación, en cuyo caso estas indicarán
en la audiencia su decisión al respecto y las razones de la misma.
© FUOC • PID_00266552 58 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

Comparecidas las partes, el tribunal declarará abierto el acto y comprobará si


subsiste el litigio entre ellas (Art. 415.1 LEC). Si las partes no hubiesen llegado a
un acuerdo o no se mostrasen dispuestas a concluirlo de inmediato, la audien-
cia continuará según lo previsto en los artículos siguientes (art. 415.3 LEC).
Cuando se hubiera suspendido el proceso para acudir a mediación, terminada
la misma, cualquiera de las partes podrá solicitar que se alce la suspensión y
se señale fecha para la continuación de la audiencia”.

La convocatoria no tiene carácter discrecional desde el momento en que a la


función saneadora se le une otra tan decisiva como la delimitación del objeto
del proceso o la proposición y admisión de la prueba. Sin embargo, la presencia
de las partes no es imprescindible. El art. 414.1 LEC prescribe la convocatoria
a las partes, es decir, a los procuradores de estas, debiendo asistir acompañadas
de su abogado (art. 414, 2, I LEC). Ahora bien, la incomparecencia de las partes
acarrea diferentes consecuencias, según el sujeto que no comparezca.

a) Si no comparecieran ambas partes, el tribunal dictará auto de sobreseimien-


to.

b) Si no comparece el actor o su abogado, dependerá de la voluntad del de-


mandado. Si no pide la continuación del proceso, se dictará auto de sobresei-
miento del proceso. Si el demandado solicita la continuación del proceso, ale-
gando interés, continuará la audiencia y el proceso solo con el demandado.

c) Si es el demandado o su abogado quien no comparece, el proceso seguirá,


sin que se equipare aquí la inasistencia al allanamiento o a la admisión de
hechos. Simplemente, no podrá proponer prueba.
© FUOC • PID_00266552 59 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

8. La vista en el juicio verbal

La vista tendrá lugar salvo que ambas partes hayan coincido en expresar su
innecesariedad (art. 438.4.I LEC). De otra forma, bastará con que una sola par-
te lo solicite para que el letrado de la Administración de Justicia señale día
y hora para su celebración en los cinco días siguientes. No obstante, en cual-
quier momento posterior, previo a la celebración de la vista, cualquiera de las
partes podrá apartarse de su solicitud de celebración por considerar que la dis-
crepancia afecta a cuestiones meramente jurídicas. Previo traslado por 3 días,
si la otra parte no formula alegaciones o manifiesta su oposición, quedarán los
autos conclusos para dictar sentencia (art. 438.4.II LEC).

8.1. Citación para la vista: contenido y efectos de la asistencia o


inasistencia

Contestada la demanda y, en su caso, la reconvención o el crédito compensa-


ble o trascurridos los plazos correspondientes, el letrado de la Administración
de Justicia citará a las partes dentro de los cinco días siguientes. La vista debe
tener lugar en el plazo máximo de un mes (art. 440.1.I LEC).

En la citación se fijará el día y hora de celebración, y se informará a las partes


de la posibilidad de recurrir a una negociación, incluida la mediación, en cuyo
caso estas indicarán en la vista su decisión y las razones (art. 440.1.II LEC).

Se hará constar, asimismo, que la vista no se suspenderá por inasistencia del


demandado, continuándose el proceso (arts. 440.1.III y 442.2 LEC).

Si el demandante no asistiese a la vista y el demandado no alegara interés


legítimo en la continuación del proceso para dictar sentencia sobre el fondo, se
tendrá por desistido a aquel de la demanda, imponiéndole las costas causadas
y condenándolo a indemnizar al demandado comparecido si este lo solicitare
y lo acreditare (art. 442.1 LEC).

8.2. Desarrollo de la vista

Comparecidas las partes y abierto el acto, el tribunal comprueba si subsiste el


ligitio.

1) Si se llegó a una avenencia o se manifiestan dispuestas a llegar a una, po-


drán desistir del proceso o solicitar del tribunal que homologue lo acordado.
El acuerdo homologado surte los efectos atribuidos a la transacción judicial,
ejecutándose y pudiendo recurrirse por los trámites previstos al efecto (art. 19
LEC) (art. 443.1.I y II LEC).
© FUOC • PID_00266552 60 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

2) De común acuerdo, las partes pueden solicitar la suspensión del proceso


para someterse a mediación o arbitraje, ex artículo 19.4 LEC. En tal caso el tri-
bunal examinará la capacidad dispositiva de las partes o de sus representantes
debidamente acreditados (art. 443.1.IV LEC).

3) Si no hubieran llegado a un acuerdo o no se mostrasen dispuestas a con-


cluirlo de inmediato, el tribunal resolverá sobre las circunstancias que puedan
impedir la válida prosecución y término del proceso mediante sentencia sobre
el fondo (óbices procesales) de acuerdo con los artículos 416 y siguientes LEC
(art. 443.2 LEC).

4) Cuando no se hubieren suscitado cuestiones procesales o una vez formula-


das se hubiera resuelto la continuación del pleito, se dará la palabra a las partes
para realizar aclaraciones y fijar los hechos sobre los que exista contradicción.
Si no hubiese conformidad sobre todos ellos, se propondrán las pruebas, pu-
diendo completarse a tenor de lo dispuesto en el artículo 429.1 LEC (propues-
ta del tribunal) (art. 443.3.I y II LEC). Las pruebas admitidas se practicarán
seguidamente (art. 443.3 LEC).
© FUOC • PID_00266552 61 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

9. La prueba (teoría general)

La prueba es una actividad que tiene lugar ante el órgano judicial y que se
encamina a que este adquiera el convencimiento sobre la veracidad o la con-
vicción judicial de unos hechos controvertidos.

La actividad�probatoria presenta las siguientes notas características:

1) Los hechos han de haber sido alegados por alguna de las partes y resultar
controvertidos.

2) Su realización debe haberse propuesto por la partes y admitirse por el tri-


bunal.

3) La práctica debe cumplimentar determinados requisitos:

• Empezando por su objeto, la prueba ha de ser necesaria (o útil), pertinente


y lícita.

• Ha de desarrollarse a través de un procedimiento que se atenga a lo pre-


visto en la ley: desde cumplir los principios contenidos en el art. 289.1
LEC (practicarse contradictoriamente en vista pública, o con publicidad y
documentación similares si no se desarrollan en sede del tribunal), hasta
los requisitos de tramitación, tiempo y forma.

9.1. Introducción: determinación de hechos y necesidad de la


prueba

Como se adelantó en el apartado anterior, la determinación o fijación de los


hechos es un elemento imprescindible para poder aplicar la norma correspon-
diente y dictar la resolución en consecuencia.

Hasta el momento, hemos examinado cómo se determinan inicialmente tales


hechos, así como aquellas circunstancias excepcionales que permiten incor-
porar otros posteriormente.
© FUOC • PID_00266552 62 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

Ved también
Corresponde ahora exponer cómo se determinan o fijan los hechos a la
hora de resolver. A tal efecto, hay que partir de la siguiente diferencia: A los hechos que necesitan
prueba se aplican los subapar-
tados 9.3 y siguientes.
1) Hechos que quedan fijados, por su naturaleza, sin ninguna actividad
de prueba, más allá, claro está, de incorporarlos al proceso. Se trata de los
hechos admitidos y los hechos notorios; los llamados "hechos exentos
de prueba".

2) Hechos que necesitan de prueba.

9.2. Hechos exentos de prueba: hechos admitidos y hechos


notorios

La prueba como instrumento básico para determinar la existencia y veracidad


de los hechos aportados en la demanda y la contestación (o en la reconven-
ción, en su caso) o incluso posteriormente, de forma excepcional, no siempre
es ineludible. Algunos hechos pueden entenderse fijados sin necesidad de rea-
lizar actividad probatoria. Veamos por qué.

9.2.1. Hechos admitidos

Son aquellos hechos propios y perjudiciales que las partes admiten en


las alegaciones (o en la contestación a la demanda, respecto de los ex-
presados en la misma) o en cualquier oportunidad de alegación, según
el proceso de que se trate.

El fundamento de la regla que exonera de probar tales hechos es doble. Por


una parte, la máxima de la experiencia con arreglo a la cual, si alguien admite
un hecho y le resulta perjudicial, será porque es cierto. Por otra parte, el pro-
pio principio dispositivo, con arreglo al cual la disposición sobre los derechos
comporta también la disposición sobre los hechos.

De este último fundamento se infiere el único límite legal a esta regla: que la
materia sobre la que se admite un hecho resulte disponible para los litigantes.
Si no es disponible, no se entenderán exentos de prueba, porque las partes no
pueden disponer de los hechos de manera alguna.

(82)
La admisión puede ser expresa o tácita. Esta última se deduce por la ley frente Arts. 405.2 y 426.6 LEC
al silencio de una parte ante alegaciones fácticas de la contraria o la negativa a
responder, o la respuesta evasiva. Lo que es lo mismo, ante el incumplimiento
de lo dispuesto en los citados artículos 405.2 y 407.2 LEC82.
© FUOC • PID_00266552 63 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

9.2.2. Hechos notorios

El artículo 281.4 LEC prescribe, como el subapartado previo, la exención


de prueba de los hechos que gocen de notoriedad absoluta y general.

Las dificultades prácticas a este respecto no recaen en discutir la necesidad o


no de prueba, sino más bien en acordar "qué" es notorio.

El concepto de notoriedad es siempre relativo, varía en el tiempo y el espacio.


De ahí que, en muchas ocasiones, resulte especialmente relevante determinar
en la propia audiencia previa la aceptación del hecho como notorio porque,
si no se efectúa en esta fase inicial, se corre el riesgo de dejar de probarlo por
cualquier medio de prueba al entenderlo exento y que el juez posteriormente
no lo considere "notorio".

La exención de prueba, en este caso, no es tan taxativa. Existe acuerdo a la


hora de admitir la posibilidad de que la parte contraria a la beneficiada por la
consideración de un hecho como notorio pruebe la falta de notoriedad en sí
misma o la veracidad de lo tenido por falso y notorio.

9.3. La prueba: concepto y características generales

Como se ha indicado antes, excepto los hechos notorios y admitidos, el resto


de los hechos controvertidos deben ser objeto de prueba.

La prueba es una actividad que tiene lugar ante el órgano judicial y que
se encamina a que aquél adquiera el convencimiento sobre la veracidad
de unos hechos controvertidos.

La actividad probatoria presenta las siguientes notas características:

• los hechos han de haber sido alegados por alguna de las partes y resultar
controvertidos;

• su realización debe haberse propuesto por la partes y admitirse por el tri-


bunal;

• la práctica debe cumplimentar determinados requisitos, empezando por


su objeto: la prueba ha de ser: necesaria (o útil), pertinente y lícita; y desa-
rrollarse por medio de un procedimiento que se atenga a lo previsto en
© FUOC • PID_00266552 64 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

la ley, desde cumplir los principios contenidos en el artículo 289.1 LEC


hasta los requisitos de tramitación, tiempo y forma que se estudian en los
subapartados finales de este apartado.

9.4. Fuentes legales de la prueba civil

Toda la materia probatoria se encuentra en los capítulos V (Disposiciones Ge-


nerales) y VI (Ordenación de los distintos medios de prueba y las presuncio-
nes) del título I, libro II, de la LEC.

9.5. Objeto de la prueba

A tenor del artículo 281.1 LEC, la prueba tendrá como objeto los hechos que
guarden relación con la tutela judicial que se pretenda obtener en el proceso.
Es decir, como idea inicial: hechos o alegaciones fácticas, y no alegaciones de
derecho. Recuérdese que el derecho debe ser conocido por el juez ("iura novit
curia").

Excepcionalmente, por las razones que se explicarán, el subapartado siguiente


añade que también serán objeto de prueba la costumbre y el derecho extran-
jero.

La doctrina adiciona a estos tres objetos indiscutibles las máximas de la expe-


riencia.

Todo aquello que no pueda incluirse en uno de los tres elementos no debe
constituir objeto de prueba, o, lo que es lo mismo, no puede ser "admitido"
como prueba.

9.5.1. La costumbre y el derecho extranjero como objeto de


prueba

(83)
La costumbre puede ser objeto de prueba83. El propio precepto añade que di- Art. 281.2 LEC

cha prueba no será necesaria si las partes están conformes en la existencia y


contenido de una determinada costumbre. solo se exceptúa de la exención de
prueba el que se trate de una cuestión de orden público.

En sentido similar, cuando para la resolución de un determinado asunto debe


aplicarse una norma material extranjera, el mismo artículo 281.2 LEC prescri-
be: "El derecho extranjero deberá ser probado en lo que respecta a su conteni-
do y vigencia".

Los artículos 33 a 36 de la Ley 29/2015, de 30 de julio, de cooperación jurídica


internacional, empiezan por señalar que la prueba del contenido y vigencia
del derecho extranjero se someterán a las normas de la LEC y demás disposi-
ciones aplicables en la materia (art. 33.1). Los órganos jurisdiccionales espa-
© FUOC • PID_00266552 65 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

ñoles determinarán el valor probatorio de la prueba practicada para acreditar


el contenido y vigencia del derecho extranjero de acuerdo con las reglas de
la sana crítica (art. 33.2). Con carácter excepcional, cuando no haya podido
acreditarse el contenido y vigencia del derecho extranjero, podrá aplicarse el
español (art. 33.3).

Con todo, ningún informe o dictamen, nacional o internacional, sobre el de-


recho extranjero tendrá carácter vinculante para los órganos jurisdiccionales
españoles (art. 33.4 de la Ley 29/2015).

La información del derecho extranjero se regula en los artículos 34 a 36 de la


repetida Ley de cooperación jurídica internacional.

9.5.2. Las máximas de la experiencia como objeto de prueba

Máximas de la experiencia
En definición de Stein, se trata de "definiciones o juicios hipotéticos
de contenido general, desligados de los hechos concretos que se juzgan Son máximas de la experien-
cia, por ejemplo: "actuación
en el proceso, procedentes de la experiencia, pero independientes de diligente", "agua potable o po-
tatibilidad", "construcción se-
los casos particulares de cuya observación se han inducido y que, por gún la técnica adecuada", etc.
encima de esos casos, pretenden tener validez para otros nuevos".

Estas máximas ejercen cada día mayor influencia sobre el resultado del proce-
so, en la medida en que las leyes son cada vez más técnicas.

(84)
Se habla de ellas, específicamente, como objeto de prueba, cuando su conte- Art. 281.2 LEC
nido no forma parte del acervo cultural general atribuible a cualquier juez; no
como cuestión integrante del "iura novit curia", sino como norma de la que
tiene conocimiento por sus estudios privados y a la que cabría aplicar el deber
del tribunal de investigar de oficio el derecho84.

9.6. Admisión de las pruebas. El problema de la prueba ilícita

(85)
Las pruebas, o más correctamente los medios de prueba que se quiere utilizar, Art. 282 LEC
85
deben practicarse a instancia de parte . Se consagra, de esta manera, el princi-
(86)
pio de aportación de parte, aunque se contempla la posibilidad genérica de al- Art. 282 in fine LEC

guna excepción en la que se aplica la oficialidad, si así está previsto en la ley86.

Oficialidad de la prueba

Excepcionalmente, rige la oficialidad en los siguientes supuestos: 1) los procesos espe-


ciales sobre capacidad, filiación, matrimonio y menores; y 2) las llamadas "diligencias
finales".

(87)
Propuestas por las partes en la audiencia previa del juicio ordinario, o en la Arts. 429 y 443.3 en relación
87 con el 284, todos de la LEC
vista en el juicio verbal , el tribunal resolverá sobre las propuestas.
© FUOC • PID_00266552 66 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

Han de admitirse las pruebas que no sean impertinentes o inútiles. Paralela-


mente, deben rechazarse las que se califiquen de tales.

9.6.1. Impertinencia e inutilidad de la prueba; necesidad de


prueba

Es prueba impertinente la que no guarda relación con el objeto del pro-


ceso, de ahí que tal prueba no deba admitirse. Lo indica claramente el
artículo 283.1: "no deberá admitirse ninguna prueba que, por no guar-
dar relación con la que sea objeto del proceso, haya de considerarse im-
pertinente".

Prueba inútil o inconducente es aquella que, "según reglas y criterios razona-


bles y seguros, en ningún caso pueda contribuir a esclarecer los hechos contro-
vertidos". Por similar razón, tal tipo de prueba ha de ser, asimismo, inadmitida.

(88)
Propuesta la prueba, el juez debe resolver. La resolución, se admita o deniegue, Art. 285.2 LEC
88
es susceptible de recurso de reposición, que se resolverá en el acto . Se aban-
dona así la regla de la irrecurribilidad de la admisión de pruebas. Contra la
desestimación de la reposición no se contempla recurso alguno, sin perjuicio
de la formulación de protesta a efectos de hacer valer el derecho en apelación.

9.6.2. Prueba obtenida ilegalmente y prueba ilícita: dos casos y


tratamientos diferentes

Sin figurar en el rótulo del artículo 283.3 LEC, a la pertinencia y utilidad se


une un tercer requisito de admisibilidad de toda prueba, la legalidad, cuando
se dispone: "nunca se admitirá como prueba cualquier actividad prohibida
por la ley". Toda actividad tendente a acreditar un hecho contrario a la ley –
a cualquier ley– resulta prohibida, de manera que deberá inadmitirse como
prueba.

Este supuesto no coincide con la ilicitud de la prueba, concepto como veremos


restringido a la prueba obtenida vulnerando derechos fundamentales. Se trata
aquí de rechazar –inadmitir– la prueba propuesta de manera diferente a como
prescribe la ley o mediante un medio rechazado para ese proceso concreto.

En estos supuestos u otros equiparables, el efecto que provoca a dicha aprecia-


ción es la inadmisión de la prueba, por realizarse la actividad probatoria fuera
de los límites que marca la ley.
© FUOC • PID_00266552 67 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

9.6.3. La prueba ilícita: su tratamiento procesal en la LEC

La LEC incorpora el tratamiento de la prueba ilícita al ordenamiento


procesal civil, sujetándolo a la doctrina recaída sobre el artículo 11.1
LOPJ. El 287 LEC, rotulado precisamente como "ilicitud de la prueba",
regula el tratamiento procesal ante dicha situación: "Cuando alguna de
las partes entendiera que en la obtención u origen de alguna prueba
admitida se han vulnerado derechos fundamentales".

El repetido artículo 287 LEC regula un tratamiento que, a tenor del objeto
protegido, puede ser "ex officio" o a instancia de parte.

(89)
De la denuncia sobre la ilicitud se da traslado a las demás partes, abriéndose Art. 287.I.2 LEC
una fase contradictoria que tiene lugar en el acto del juicio (en el proceso
ordinario) o al comienzo de la vista (en el juicio oral89).

El juez resolverá mediante un auto, de forma oral. Si se admite la ilicitud, no se


practicará el medio de prueba concreto. De no admitirse la ilicitud, seguirá el
juicio, desarrollando la correspondiente actividad probatoria a través, asimis-
mo, del medio cuestionado.

9.7. La configuración del derecho a la prueba desde el punto de


vista constitucional

(90)
Desde un punto de vista constitucional, el derecho a utilizar todos los medios Art. 24.2 CE
90
pertinentes para la defensa comprende, tanto el derecho a que se admitan las
pruebas pertinentes como a que estas efectivamente se practiquen. Su práctica
deberá adecuarse a la concurrencia de los requisitos procedimentales que se
contienen en la ley:

• preservar los principios contenidos en el artículo 289.1 LEC;

• atención a los requisitos formales de propuesta, admisión y práctica; y

• realización en tiempo. Principios del artículo


289.1 LEC

Los principios contenidos en


La doctrina constitucional añade a esta exigencia la necesidad de indefensión; el mencionado artículo son la
contradicción, la publicidad
es decir, para entender vulnerado el derecho consagrado en el artículo 24.2 se y, eventualmente, la inmedia-
ción.
debe haber provocado efectiva indefensión.
© FUOC • PID_00266552 68 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

9.8. Medios de prueba

Son aquellas diferentes actividades que tienen lugar en el proceso y a


través de las cuales se introducen las fuentes u objetos de la prueba,
conduciendo al juez a adquirir la certeza positiva o negativa de las afir-
maciones de hecho.

El artículo 299 de la LEC enumera, en su primer apartado, seis diferentes me-


dios de prueba a los que añade, en el segundo párrafo, una referencia concreta
a "medios de reproducción de palabra, sonido e imagen, e instrumentos que
permitan archivar y conocer o reproducir palabras, datos, cifras y operaciones
matemáticas llevadas a cabo con fines contables o de otra clase". Y en el terce-
ro, otra remisión más genérica a "cualquier otro medio no expresamente pre-
visto en los apartados anteriores" que permita obtener certeza sobre hechos
relevantes.

9.9. Carga de la prueba

A las partes corresponde la alegación de los hechos que considere apoyan su


pretensión, así como la aportación de los datos y medios de prueba necesarios
a dicho efecto. Las partes, sin embargo, no tienen la obligación de probar;
tienen la carga de la prueba.

El concepto de carga responde, como sabemos, al constreñimiento a realizar


una conducta (positiva o negativa) que un sujeto procesal experimenta como
consecuencia de los inconvenientes o perjuicios que la no realización de tal
conducta comporta legalmente o a causa de las ventajas que puede perder por
no realizarlas (Goldschmidt).

Con arreglo a este concepto, el no ejercicio de un derecho no provoca sanción


ni responsabilidad, pero sí acarrea consecuencias desfavorables. En otros tér-
minos, la falta de alegación y prueba de determinados hechos conduce a que
estos no se tengan por probados, y de ahí, según la naturaleza de los mismos,
pueden derivarse perjuicios para una de las partes.

El concepto de carga de la prueba, o por mejor expresarlo, la necesidad de re-


currir a él, surge ante la circunstancia de que, después de practicada la prueba,
determinados hechos permanezcan dudosos, sin que por ello quepa dejar de
dictar sentencia (prohibición del non liquet). En tal situación, debe determi-
narse a quién perjudica la falta de prueba sobre tales hechos.

Como señaló Rosemberg, la teoría de la carga de la prueba es la teoría de las


consecuencias de la falta de prueba.
© FUOC • PID_00266552 69 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

La determinación de qué hechos corresponde a cada parte, se realiza con arre-


glo a un criterio razonable y unánimemente admitido. A partir de la clasifica-
ción de hechos en "constitutivos", "impeditivos", "extintivos" y "excluyentes",
se establece la carga de alegación y prueba de los hechos constitutivos al actor
y de los restantes al demandado.

9.9.1. Criterios generales

Los criterios generales para atribuir la carga de la prueba figuran en los apar-
tados 1 a 3 del citado artículo 217 LEC. Tal regla de atribución proviene de la
aplicación de un doble criterio:

1) suponer que, dado un hecho constitutivo, los impeditivos, extintivos y ex-


cluyentes no existen, salvo que se aleguen y prueben. Y, también, que resulta
más fácil probar las afirmaciones de los hechos positivos que los negativos, y

2) que la carga se adjudica a aquel sujeto que estará más próximo a los hechos
de que se trate y a quien resultarán, por tanto, más sencillo de probar.

9.9.2. Criterios especiales

Los criterios especiales obedecen a la acomodación a la realidad que proviene


de muy distintos factores y en virtud de los cuales se aplicarán las reglas gene-
rales de distribución de la carga de la prueba, salvo que una disposición legal
expresa establezca precisamente criterios especiales (art. 217.6 LEC).

Con los criterios especiales el legislador persigue facilitar la prueba a alguna de


las partes, como contrapeso a diferentes realidades y en atención a criterios de
política legislativa o para allanar las dificultades inherentes al caso, como ocu-
rre precisamente en la lucha contra la discriminación de género, atendiendo
a circunstancias específicas.

Las reglas especiales abarcan un amplio abanico de situaciones que distribuyen


la repetida carga siguiendo distintas técnicas como las contempladas en los
apartados 4 y 5 del repetido artículo 217 LEC.

En los procesos en materia de competencia desleal, corresponde al demandado


la carga de la prueba de la exactitud y veracidad de las indicaciones y mani-
festaciones realizadas. Y, paralelamente, en procesos de materia de publicidad
corresponde al demandado la carga de la prueba de la exactitud de los datos
materiales que la publicidad exprese (art. 217.4 LEC).

En los procesos en los que se denuncie la existencia de discriminación por razón


del sexo, corresponde al demandado probar la ausencia de discriminación en
las medidas adoptadas y su proporcionalidad (art. 217.5 LEC).
© FUOC • PID_00266552 70 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

9.9.3. Disponibilidad y facilidad probatorias

La previsión general y también las especiales se completan con la norma de


cierre contenida en el último apartado del propio precepto, facultando al tri-
bunal para tener presente la disponibilidad y facilidad probatoria que corres-
ponde a cada una de las partes del litigio (art. 217.7 LEC).

Se tratará de situaciones como la mayor proximidad o la disponibilidad de las


fuentes de prueba, como en el caso de responsabilidad médica en el que los
protocolos médicos siempre estarán en manos del doctor a quien se reclama.

Esta regla atemperadora puede presentar una importancia decisiva en las situa-
ciones de una realidad compleja, derivada de los avances técnicos o las varia-
bles relaciones jurídicas en materia de responsabilidad y riesgo, por ejemplo.

9.9.4. Momento para aplicar las reglas de la carga de la prueba,


presupuestos y efectos

La aplicación de tales reglas no es inmediata. Hay que llegar a una situación de


duda. Quiere resaltarse con ello que, hasta fijar unos hechos como dudosos,
el camino a recorrer puede atravesar varias etapas.

1) Debe haberse comprobado la existencia de hechos exentos de prueba, que


permiten fijar los hechos admitidos expresa o tácitamente, sin necesidad de
prueba alguna. Y lo mismo respecto de los hechos notorios.

Habrá que examinar las pruebas propuestas y los hechos que se han fijado
mediante la correspondiente práctica de la prueba.

2) Efectuados estos pasos, solo si uno o varios hechos de relevancia permane-


cen dudosos, se recurrirá a las reglas de la carga de la prueba; esto es, a deter-
minar a quién corresponde probarlos, mediante el establecimiento de a quién
resulta razonable que perjudique su falta de certeza.

Si lo que quedó dudoso son los hechos constitutivos de la obligación, parece


razonable dictar una sentencia absolutoria para el demandado. Si la duda re-
cae, por seguir con el ejemplo anterior, sobre si existió o no el pago, parece
sensato pensar que este no se produjo. Esta es la idea que casi literalmente se
incluye en el artículo 217.6 LEC.

Naturalmente, debe recordarse aquí que la clasificación de los hechos puede


variar según el tipo de acción que se ejercite. La condición de un hecho impe-
ditivo de la minoría de edad y consecuente falta de capacidad de obrar puede
ser opuesta como tal por el demandado; pero también servir de base como
hecho constitutivo de una acción.
© FUOC • PID_00266552 71 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

9.10. Valoración de la prueba

Es la actividad jurisdiccional en virtud de la cual el juez determina el


valor concreto que ha de atribuirse a cada uno de los medios de prueba
practicados.

Teóricamente, dicho valor puede venir prescrito por la propia ley (prueba legal
o tasada) o, sin que existan criterios legalmente establecidos, se encomiende
al criterio razonado del juez (libre valoración).

Con arreglo al sistema de prueba legal o tasada, el juzgador debe aplicar una Aplicación de una norma
norma positiva a la actividad realizada para probar un determinado hecho, positiva

extrayendo las consecuencias jurídicas que la propia norma le señala. Los artículos 319.1 y 326.2.II
LEC, en relación con los docu-
mentos públicos y los privados
A tenor del sistema de libre valoración, el juez decide si la actividad realizada no impugnados, son un ejem-
plo de la aplicación de una
para probar el hecho le ha convencido o no de la certeza del mismo. El criterio, norma positiva para probar un
determinado hecho.
que no puede implicar arbitrariedad alguna, se aplicará con arreglo a las "reglas
de la sana crítica" y ha de razonarse suficientemente91.
(91)
Los casos son mucho más nu-
merosos: artículos 316, 326.2.II,
La valoración de la prueba es una operación que aplica "máximas de la expe- 348, 376 y 384, todos de la LEC.
riencia" de distinta naturaleza: psicológico-formal, científica, técnica, etc. Si
la prueba es legal, la máxima se positiviza; si la prueba se valora libremente,
la ley deja al juez que aplique las máximas que ha adquirido por su propia ex-
periencia, y caso de que la máxima sea muy especializada, le permite servirse
de la prueba pericial.

9.10.1. Valoración conjunta de la prueba y motivación de la


sentencia

A la hora de resolver el proceso, resulta frecuente acudir a la llamada


"valoración conjunta de la prueba". Este instrumento procesal sirve para
reunir varias o todas las pruebas practicadas en una valoración conjunta
sobre la que se sustenta el fallo.

Sobre su uso conviene tener presente dos consideraciones opuestas. Por un Valoración conjunta de la
lado, que resulta ineludible, o simplemente, más conveniente en determinadas prueba

ocasiones. La valoración conjunta de la


prueba resulta más convenien-
te cuando: los testimonios so-
Por otro lado, el uso de la valoración conjunta de la prueba para eludir la va- bre un mismo hecho son con-
tradictorios; cuando hay dife-
loración concreta sobre cada medio practicado provoca varias consecuencias rentes dictámenes periciales
sobre el mismo objeto; e inclu-
indeseables; singularmente, limitar o vulnerar el deber de motivar las senten- so diversos medios de prueba
cias y/o desconocer el valor legal de determinadas pruebas92. sobre un mismo objeto.
© FUOC • PID_00266552 72 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

(92)
9.11. Procedimiento probatorio Art. 120.3 CE

Aunque cada medio de prueba presenta sus propias peculiaridades procedi-


mentales, existen determinadas normas de común aplicación que la propia
LEC añade a las ya analizadas y referidas: el objeto y necesidad de la prueba,
admisión, y carga y valoración.

Referidas en su mayoría a la forma y tiempo, abarcan además dos temas cone-


xos, el aseguramiento y la anticipación de la prueba, y la prueba de hechos
nuevos o de nueva noticia.

9.11.1. Forma de la prueba

El artículo 289.1 LEC consagra los principios esenciales que deben in-
formar la práctica de la prueba: la contradicción, la publicidad y la in-
mediación o, en su caso, la documentación.

A esta configuración normativa general deben añadirse dos matices:

1) En primer lugar, que la presencia judicial (inmediación) se exige taxativa-


mente solo en los casos contemplados en el número 2 y 3 del mismo precepto,
esto es, en el interrogatorio de las partes y de testigos, en el reconocimiento
judicial y en la reproducción de palabras, sonidos e imágenes, cifras y datos,
así como en las explicaciones, impugnaciones y rectificaciones o ampliaciones
de los dictámenes periciales.

(93)
2) En segundo lugar, cabe que la actividad se desarrolle ante el letrado de la Art. 289.3 LEC
Administración de Justicia en los siguientes casos: la presentación de docu-
mentos originales o copias auténticas, la aportación de otros medios o instru-
mentos probatorios, el reconocimiento de la autenticidad de un documento
privado, la formación de un cuerpo de escritura para el cotejo de letras y la
mera ratificación de una prueba pericial93.

9.11.2. Tramitación

(94)
El trámite de recibimiento a prueba ha desaparecido, aunque no de manera Art. 429.1 LEC.
expresa. La proposición se lleva a cabo, en el juicio ordinario, oralmente, al
(95)
final de la audiencia previa94 sin perjuicio de aportar en el acto escrito detalla- Art. 429.5.II LEC

do de la misma, pudiendo completarlo durante la audiencia. La omisión de


la presentación de dicho escrito no dará lugar a la inadmisión de la prueba,
quedando esta condicionada a que se presente en el plazo de los dos días si-
guientes. En el mismo, se expresará separadamente cada medio de prueba y
cómo deben practicarse95.
© FUOC • PID_00266552 73 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

(96)
En el juicio verbal, al concentrarse los actos en la vista, será en ella donde se Art. 443.3 LEC
96
agruparán la proposición, admisión o inadmisión y, en su caso, práctica .

9.11.3. Tiempo de la prueba

El objetivo de la ley es que la prueba se practique en unidad de acto, es decir,


en el juicio y, por ende, oralmente. Aun así, se recogen algunas excepciones:

(97)
a) pruebas practicadas en lugar distinto a la sede del tribunal, ya sea en la Art. 291 LEC
97
propia circunscripción, ya en otra ; y,
(98)
Arts. 290 y 429.4 LEC
b) prueba practicada en momento distinto98.

1)�Prueba�anticipada

En relación con el tiempo, surge ocasionalmente la necesidad de anticipar la


prueba. Acontece en aquellos supuestos en que, por el temor fundado de no
poder practicar pruebas en el momento oportuno, por causa de las personas
o de las cosas, se solicita su práctica anticipada, antes del proceso o iniciado
este. En definitiva, se asegura tanto la fuente como el medio de prueba.

La excepcionalidad de este supuesto se cohonesta con las exigencias de la prác- Exigencias de la práctica
tica de la prueba a través del cumplimiento de los requisitos consignados en de la prueba

los artículos 293 a 296 LEC. Contradicción, oralidad, inme-


diación, etc.

La proposición seguirá los trámites señalados en el artículo 294 LEC, en tanto


la contradicción –aspecto fundamental– se articula mediante lo dispuesto en
el 295. 1 y 2 LEC.

(99)
El valor de la prueba se supedita a la interposición de la demanda en los dos Art. 295.3 LEC
99
meses siguientes . La documentación quedará bajo la custodia del letrado de
(100)
la Administración de Justicia hasta el inicio del proceso o hasta el momento Art. 296.1 LEC

en que haya de conocerse y valorarse100.

(101)
Si finalmente resultara posible practicar la prueba en el momento adecuado, Art. 295.4 LEC
101
el juicio puede repetirse si alguien lo solicita .

2)�Aseguramiento�de�la�prueba

A diferencia de la prueba anticipada, con este instrumento procesal no se per-


sigue la práctica, sino el aseguramiento de la fuente de prueba para que la
prueba se pueda practicar en el momento ordinario al efecto. Se asegura la
fuente de prueba para que sea posible practicar el medio de prueba.

Como se deduce del propio artículo 297 LEC, lo que se quiere evitar es la des-
trucción o alteración de objetos materiales o estados de cosas; situación que
puede provocarse tanto por conductas humanas como por acontecimientos
© FUOC • PID_00266552 74 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

naturales. De ahí que las medidas consistirán en las disposiciones que permi-
tan conservar cosas o situaciones o que hagan constar, fehacientemente, su
realidad y características.

Las medidas de aseguramiento pueden pedirse por el futuro demandante o por


cualquiera de los litigantes una vez iniciado el proceso.

La concurrencia de la medida se supedita a la concurrencia de los requisitos


que figuran en el artículo 298 LEC:

1) que la prueba asegurada sea pertinente y útil;

(102)
2) que exista "periculum in mora102" y Razones para creer que será
imposible la incorporación de esa
fuente de prueba.
3) que el beneficio que se obtenga a través de la medida que se propone sea
proporcional a los eventuales perjuicios que quepa irrogar.

En el último sentido señalado, cabe que el solicitante proponga y el juez acep-


te, garantía sobre los daños y perjuicios que la medida pueda ocasionar. Parale-
lamente, cabe que el sujeto pasivo de la medida ofrezca caución como garantía
para responder de la práctica de la prueba cuyo aseguramiento se persigue.

9.12. Práctica y obtención de prueba en el ámbito internacional

La cooperación jurídica internacional en materia de práctica y obtención de


prueba se regula en la Ley 29/2015, de 30 de julio, de cooperación jurídica
internacional, sin perjuicio de tratados específicos existentes en esta materia.

Se aplica a la práctica y obtención de pruebas en el extranjero para que surtan


efecto en un procedimiento judicial en España, o en España para que surtan
efecto en un proceso extranjero. La prueba tiene que tener relación directa
con un proceso ya iniciado o futuro y deberá respetar las garantías previstas
en la legislación española, practicándose conforme a la normativa procesal
española cuando, practicada en España, haya de surtir efectos en un proceso
extranjero (art. 29.1.2 y 4 de la Ley de cooperación internacional).

Además de los requisitos generales de contenido mínimo de las solicitudes de


cooperación previstas en el art. 10 de la repetida ley, deberán reunir la infor-
mación que se comprende en los apartados a-c del art. 30 (LCJI).

9.13. El interrogatorio de las partes

El interrogatorio de las partes, que es un medio de prueba, sustituye a la anti-


gua confesión en juicio.
© FUOC • PID_00266552 75 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

9.13.1. Concepto

A tenor del artículo 301 LEC, el interrogatorio es la declaración de las


partes o de terceros, sobre hechos y circunstancias de las que tengan
noticia y que guarden relación con el objeto del juicio.

9.13.2. Sujetos

Impera, en este medio de prueba, el principio general de aportación de parte.


Aplicando este principio, no a la relación jurídica controvertida, sino a quien
puede formular las preguntas (sujeto activo) y quien puede ser preguntado
(sujeto pasivo), cabe señalar:

9.13.3. Sujetos activos

(103)
La posibilidad de interrogar (formular preguntas) se concede tanto a cada par- Art. 301.1 LEC
te como al propio colitigante, cuando existe conflicto de intereses entre am-
bos103.

(104)
Excepcionalmente, se concede la posibilidad de que interrogue el propio juez Art. 306.1.II LEC
104
a los meros efectos de obtener aclaraciones y adiciones .

(105)
Las preguntas se formulan, formalmente, por el abogado de cada parte, salvo Art. 306.2 LEC
que su actuación no sea preceptiva, en cuyo supuesto, con la venia del tribu-
nal, pueden hacerse recíprocamente las preguntas y observaciones que esti-
men pertinentes105.

9.13.4. Sujetos pasivos

Se ha ampliado el número de sujetos que pueden ser objeto del interrogatorio.


Cabe interrogar, así, a las otras partes, a los colitigantes y a terceros, o a una
persona jurídica.

1) Interrogar a la parte contraria será el supuesto ordinario, el más frecuente.


Tratándose del colitigante, precisará, como se señaló, que exista un conflicto
de intereses entre ambos.

2) Si el interrogado es un tercero, se tratará ordinariamente de hechos que no


afectan personalmente a la parte. Tal situación puede provenir de:

a) que la parte legitimada no sea el sujeto de la relación jurídica controvertida,


en cuyo caso el artículo 301.2 LEC permite interrogar al sujeto titular (sustituto
procesal);
© FUOC • PID_00266552 76 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

(106)
b) que, interrogada la parte sobre tales hechos no personales, propone que Art. 308.1 LEC
conteste a las preguntas un tercero, aceptando las consecuencias de la decla-
(107)
ración106. Esta sustitución deberá ser aceptada por quien propuso la prueba; de Art. 308.II LEC

no ser así, el declarante podrá solicitar que el tercero comparezca como testigo,
decidiendo el tribunal lo que estime conveniente107.

3) Si se trata de una persona jurídica, podrá responder quien represente a dicha


persona en las circunstancias prescritas en el artículo 309 LEC.

9.13.5. Práctica de la prueba

(108)
Solicitada la prueba con arreglo a lo dispuesto en las normas generales: propo- Art. 429.1 LEC
108
sición oral al final de la audiencia previa en el juicio ordinario o en la vista
(109)
109 Art. 443.4 LEC
del juicio verbal , la práctica del interrogatorio presenta algunos extremos
destacables.

9.13.6. El interrogatorio: las preguntas

El artículo 302 LEC pone especial cuidado en señalar cómo deben ser las
preguntas: orales, formuladas en sentido afirmativo y suficientemente
claras y precisas, sin que incorporen valoraciones ni calificaciones.

(110)
Deberán referirse a los hechos controvertidos que han sido admitidos como Art. 302.2 LEC
objeto del interrogatorio, y además habrán de ser declaradas admisibles por el
juez en el mismo acto tras su formulación110.

(111)
El declarante y/o su abogado podrán impugnar en el acto las preguntas, al igual Art. 303 LEC
que formular protesta por su contenido y las valoraciones o calificaciones que
contengan111.

9.13.7. Actuaciones de la parte interrogada

En una gradación de posibles actuaciones de menos a más, puede acontecer:

(112)
1) Que la parte citada para el interrogatorio no comparezca, en cuyo caso se le Art. 292 LEC
112
impondrá una multa ; además, el tribunal podrá considerar reconocidos los
(113)
Art. 304 LEC
hechos, siempre que sean propios y perjudiciales113.

(114)
2) Que la parte citada comparezca, pero se niegue a declarar. En tal caso, se le Art. 307.1 LEC
advertirá de la aplicación de la ficta confessio, o lo que es lo mismo, de que debe
considerar reconocidos los hechos si, como en el caso anterior, son propios y
perjudiciales114.
© FUOC • PID_00266552 77 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

3) Que la parte citada comparezca y conteste, pero solo con respuestas evasivas
o inconcluyentes, en cuyo caso se le apercibirá de lo mismo que en el caso 2).

Finalmente, si la parte decide contestar, el artículo 305 LEC prescribe que de-
berá hacerlo por sí misma, sin valerse de ningún borrador de respuestas, lo que
no impide consultar en el acto documentos y notas o apuntes si el tribunal
lo estima conveniente.

(115)
Las respuestas, como las preguntas, deberán ser afirmativas o negativas, preci- Art. 305.2 LEC
sas y concretas. Se permite al declarante agregar las explicaciones que estime
convenientes, siempre que guarden relación con las cuestiones planteadas115.

9.13.8. Especialidades de la práctica de este medio de prueba

1)�Interrogatorio�cruzado

La nueva regulación legal ha introducido esta modalidad, que permite, una


vez respondidas las preguntas formuladas por el abogado de quien solicitó la
prueba, que los abogados de las demás partes puedan formular nuevas pregun-
tas; igual facultad se concede a las partes si la intervención de abogado no es
preceptiva.

Incluso el propio tribunal puede interrogar para obtener declaraciones y adi-


ciones.

2)�Incomunicación�de�los�declarantes

(116)
A efectos de preservar la espontaneidad y veracidad de los declarantes, si exis- Art. 310 LEC
ten varios que deben declarar sobre unos mismos hechos, se adoptarán las me-
didas necesarias para que no se comuniquen y puedan conocer previamente
el contenido de las preguntas y respuestas116.

3)�Interrogatorio�domiciliario

Se incorpora la posibilidad de excepcionar la norma general de practicar la


prueba en la sede judicial. Las razones pueden ser por enfermedad o por otras
circunstancias especiales de la persona que haya de contestar.

9.13.9. Valoración del interrogatorio de las partes

El artículo 316 LEC contempla un doble supuesto:

1) Los hechos reconocidos por cada parte se considerarán como ciertos siempre
que se interviniera en ellos personalmente, resulten perjudiciales y no vengan
contradichos por otras pruebas.
© FUOC • PID_00266552 78 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

(117)
2) Más allá de tales hechos, los tribunales valorarán libremente con arreglo a Arts. 304 y 307 LEC
117
las reglas de la sana crítica y sin perjuicio de aplicar la "ficta confessio ".

3) El titular no actuante y el sujeto de la relación jurídica son terceros llamados


al proceso en calidad de parte por la íntima relación que tienen con los he-
chos controvertidos. El reconocimiento de hechos perjudiciales por el tercero
tendrá los mismos efectos que el de las partes, considerándose prueba legal
si no es contradicho con el resultado de otras pruebas. Su incomparecencia o
negativa a declarar permitirá aplicar la ficta admissio.

9.14. Dictamen de peritos

9.14.1. Concepto y finalidad

La prueba de peritos es la actividad por la que una o varias personas ex-


pertas aportan sus conocimientos especializados en materia no jurídica,
de manera que puedan conocerse y apreciarse determinados hechos y
circunstancias fácticas. Así se deduce del artículo 335.1 LEC.

La finalidad de esta prueba se orienta a permitir la valoración de hechos o


circunstancias o adquirir certeza sobre ellos, cuando su naturaleza precisa para
aprehenderlos de la intervención de sujetos con conocimientos especializados.

El instrumento, a tales efectos, es el dictamen pericial.

9.14.2. El perito

(118)
El perito es aquella persona, física o jurídica, ajena a los hechos sobre los que Científicos, artísticos o prácti-
118 cos.
emite su informe, que posee unos conocimientos técnicos especializados,
de relevancia para la resolución del juicio.

9.14.3. Clases

Las clasificaciones de peritos pueden realizarse desde varios puntos de vista:

• personas físicas o jurídica

• titulados o no titulados

No obstante, la clasificación más relevante, a tenor de la regulación legal de


la LEC, es aquella que diferencia entre los peritos designados por las partes o
por el juez.
© FUOC • PID_00266552 79 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

El informe pericial puede encomendarse por igual a una persona física o a una
jurídica; de hecho, el artículo 340.2 LEC contempla este último supuesto.

En cuanto a la exigencia de titulación, hay que matizar. La ley quiere garan-


tizar la emisión de conocimientos mediante la posesión de título oficial, de
manera que, en caso de materias sobre las que existe dicho título oficial, se
deberá estar en posesión del mismo; no obstante, si se trata de materia no
comprendida en titulación alguna, cabe nombrar perito, pero deberán hacerlo
personas entendidas en aquellas materias (art. 340.1 LEC).

La distinción entre peritos designados por las partes o por el órgano jurisdic-
cional opera, esencialmente, a la hora de la recusación y tacha. En tanto los
peritos designados por las partes pueden ser objeto de tacha, pero no de recu-
sación, los designados por el juez pueden ser recusados pero no tachados. No
existe diferencia, empero, ni en las obligaciones, la exigencia de responsabili-
dad, o las funciones que desempeñan.

9.14.4. Perito: auxiliar del juez o medio de prueba; perito y


testigo

Se ha discutido si el perito es un auxiliar del juez o un medio de prueba. A Lectura complementaria


favor de la primera concepción se alega que el perito no suministra hechos,
Armenta,�D.�T.�Lecciones de
sino máximas de la experiencia, que inciden fundamentalmente en el juicio derecho procesal civil (11.ª ed.).
jurídico del órgano judicial (Gómez Colomer). A favor de la segunda, que la Madrid: Marcial Pons.

pericia no puede ser ordenada de oficio por el juez, como así sería si el perito
fuera auxiliar del mismo, y unido a ello, que aun pudiendo aportar datos que
son máximas de la experiencia, constituyen novedades fácticas que debe pro-
yectarse sobre hechos concretos (De la Oliva).

Una segunda polémica surge en torno a la diferencia entre el testigo y el pe-


rito. La raíz de la discusión es que tanto el testigo como el perito emiten de-
claraciones fácticas, precedidas de algún conocimiento previo. La diversidad
se centra, fundamentalmente, en el carácter de ese conocimiento previo, en
su naturaleza especializada. De ahí que el testigo sea infungible, en tanto el
perito es fungible por cualquier otro con iguales conocimientos técnicos.

9.14.5. Designación de peritos; aceptación y nombramiento

(119)
La LEC contempla la aportación de dictámenes periciales con la demanda y Arts. 336, 337 y 338 LEC
119
contestación, o posteriormente en circunstancias especiales .

En tales hipótesis, la designación del perito habrá sido efectuada por la parte,
cuando solicitó, a título particular, el peritaje cuya documentación adjunta a
la demanda o contestación, o posteriormente.
© FUOC • PID_00266552 80 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

Es posible, no obstante, que demandante o demandado soliciten la designa- Designación de perito por
ción de perito por el juez. el juez

La designación del perito por


Efectuada la designación, el perito deberá aceptar o rechazar el cargo. En caso el juez es la que, lógicamente,
regula la LEC en sus artículos
afirmativo, se realiza el nombramiento y el perito deberá manifestar, bajo ju- 339, 341 y 342.
ramento o promesa de decir verdad, que ha actuado o actuará, con la mayor
objetividad posible, tomando en consideración lo que pueda favorecer y lo
que pueda ocasionar perjuicio, y que conoce las sanciones penales si incumple
su deber como perito.

9.14.6. Abstención, recusación y tacha de peritos

Los peritos designados por el tribunal pueden abstenerse o ser recusados. Con Regulación legal de los
este mecanismo, se procura la imparcialidad de los peritos a semejanza de lo peritos

que ocurre con los jueces, magistrados, miembros del MF, letrados de la Ad- La regulación legal de los pe-
ministración de Justicia y demás funcionarios que intervienen en la Adminis- ritos es la misma que la de los
jueces, magistrados, miembros
tración de Justicia. del MF, letrados de la Admi-
nistración de Justicia y demás
funcionarios que intervienen
en la Administración de Justi-
Las causas de abstención y recusación son comunes, en parte, a las de los jueces cia: capítulo I, del título IV, li-
y magistrados120, a las que hay que añadir las contempladas en el artículo 124.3 bro I, artículos 99 y siguientes
LEC.
LEC.

(120)
Art. 219 LOPJ
Los peritos aportados por las partes no pueden ser recusados. solo pueden ser
objeto de tachas. Las causas de tacha son las previstas en el artículo 343.1.I
LEC.

En cuanto al procedimiento�de�las�tachas y, más en concreto, a su proposi-


ción, varía según el tipo de juicio y el momento en que se aportó el dictamen.

Si se trata de un juicio ordinario, y el dictamen se aportó con la demanda


o contestación, se propondrá –junto con los medios de prueba que lo justifi-
quen, excepto la testifical– en la audiencia previa.

(121)
En el juicio verbal, se podrán formular en cualquier momento, siempre antes Art. 343.2.I LEC
121
de la vista .

9.14.7. Derechos y deberes del perito

(122)
En compensación por los deberes que asume, el perito puede solicitar, en los Art. 342.3.I LEC
tres días siguientes a su nombramiento, la provisión de fondos que considere
(123)
necesaria, que será a cuenta de la liquidación final122. Quien haya propuesto Art. 342.3.I if LEC

la prueba pericial dispone de cinco días para abonar la cantidad fijada en la


Cuenta de Depósitos y Consignaciones del Tribunal, salvo que se tenga dere-
cho a la asistencia jurídica gratuita123.
© FUOC • PID_00266552 81 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

(124)
En cuanto a los deberes, lo esencial es elaborar el dictamen guardando los cri- Arts. 335.2 LEC y concordan-
tes
terios de atención a la verdad, rigor e imparcialidad anteriormente menciona-
dos124.

(125)
Para ello, comparecerá al juicio o vista para el que haya sido citado125. Arts. 292.1 y 440.1.II LEC

9.14.8. Desarrollo procedimental

Novedad fundamental, a este respecto, es la diferencia entre el peritaje a ins-


tancia de las partes, incorporado desde el inicio del proceso y valorado como
el ordinario, y el peritaje designado por el juez, subsidiario del anterior y que
salvo en materia de familia también debe ser instado por alguna de las partes.

Dictamen�de�peritos�aportado�por�las�partes

Si las partes estiman necesarios o convenientes para la defensa de sus derechos


la aportación de dictámenes periciales, deberán incorporarlos al proceso. Tal
circunstancia puede tener lugar en tres momentos:

(126)
1) En el juicio ordinario, junto con la demanda o contestación126. Art. 336.1 LEC

Los dictámenes se formularán por escrito, acompañados, en su caso, de los


demás documentos, instrumentos o materiales adecuados para exponer el pa-
recer sobre lo que haya sido objeto de la pericia.

2) Tras la contestación, cuando ya se conozca la imposibilidad inicial de apor-


tar los dictámenes.

(127)
Si es así, se anunciará la imposibilidad en la demanda y contestación, expre- Arts. 336.1 y 337.1 LEC
sando, además, los dictámenes de que se trate y que habrá de aportar en cuan-
to se disponga de ellos, pero, en todo caso cinco días, antes de la audiencia
previa del juicio ordinario o la vista del juicio verbal127.

Aportados los dictámenes, las partes manifiestan si desean que los peritos com-
parezcan, expresando si deberán exponer o explicar el dictamen o responder
preguntas, objeciones o intervenir para entender y valorar el dictamen. Se in-
tegra así la contradicción.

(128)
3) Posteriormente, si la necesidad del dictamen se pone de manifiesto a causa Art. 338 LEC
de alegaciones del demandado en la contestación a la demanda o de las alega-
ciones o manifestaciones complementarias admitidas en la audiencia, cabrá,
también, incorporar dictámenes periciales, siempre que se haga antes de los
cinco días previos a la apertura del juicio128.
© FUOC • PID_00266552 82 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

Aspecto fundamental a los tres casos señalados es la preclusión. Esto es, el


efecto en virtud del cual a partir de un determinado momento ya no es posible
desarrollar una determinada actividad, en este caso, incorporar los dictámenes
periciales, y que se ve excepcionado en los supuestos señalados.

Dictamen�de�peritos�designados�por�el�tribunal

(129)
La designación de peritos por el tribunal puede ser: a instancia de parte, bien Art. 339.1 LEC
129
porque se sea titular del beneficio de justicia gratuita , bien porque lo esti-
(130)
130 Art. 339.2 LEC
men conveniente para sus intereses ; o "ex officio" cuando la pericia sea per-
tinente en procesos sobre declaración o impugnación de la filiación, paterni- (131)
Art. 339.5 LEC
dad y maternidad, sobre la capacidad de las personas o en procesos matrimo-
niales131.

Salvo que se refiera a alegaciones o pretensiones no contenidas en la demanda,


no se podrá solicitar con posterioridad a la demanda o contestación informa-
ción pericial elaborada por perito designado judicialmente (art. 339.2.II LEC).

La designación de perito judicial se realizará en cinco días desde la presen-


tación de la contestación a la demanda en los términos pormenorizados en
el artículo 339.2.III LEC, tras las alegaciones o pretensiones complementarias
permitidas en la audiencia del juicio ordinario o en la vista del juicio verbal
(art. 339.3.I y II LEC).

El artículo 345 LEC prevé la posibilidad de intervención de las partes en las


eventuales operaciones del peritaje.

(132)
El perito designado emitirá su dictamen y lo hará llegar al tribunal dentro del Art. 346 LEC
132
plazo que se le haya señalado, y en todo caso, antes de la vista .

Contradicción�(posible�actuación�de�los�peritos�en�la�vista)

A efectos de integrar el principio de contradicción, el artículo 347 LEC esta-


blece: el tribunal solo denegará las solicitudes de intervención que, por su fi-
nalidad y contenido, hayan de estimarse impertinentes o inútiles, o cuando
existiera un deber de confidencialidad derivada de la intervención del perito
en un procedimiento de mediación anterior entre las partes.

Se admite la intervención, cualquiera que haya sido el origen de la interven-


ción de los peritos, aportados por las partes o designados por el tribunal.

El contenido de la intervención no está reglada; sin embargo, sí se señalan


una serie de actuaciones específicas: las comprendidas en los seis apartados
del artículo 347.1.I LEC.
© FUOC • PID_00266552 83 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

(133)
Finalmente, se faculta al juez para formular preguntas a los peritos y requerir Art. 347.2 LEC
de ellos explicaciones sobre el objeto del dictamen. No cabrá, empero, acordar
de oficio ampliar el dictamen, salvo que se tratara de peritos designados a tenor
133
del artículo 339.5 LEC .

9.14.9. Valoración de la prueba pericial

El artículo 348 LEC es escueto, pero claro.

Artículo 348 LEC

"El tribunal valorará los dictámenes periciales según las reglas de la sana crítica".

9.14.10. Finalidad de la prueba pericial

La prueba pericial no puede sustituir a la función judicial de enjuiciamiento y


valoración (STS 925/2012, de 8 de noviembre, entre otras muchas).

El perito no suplanta al juez ni sustituye al testigo. El juez puede solicitar in-


formes sobre credibilidad afianzada sólidamente o sobre veracidad, valoran-
do la veracidad en una escala de “determinación imposible”, “probablemente
creíble” o “increíble”. A tal efecto también contribuye la declaración del perito
en la vista, a instancia de parte o del juez (art. 346 LEC).

9.15. La prueba testifical

9.15.1. Concepto

(134)
La prueba testifical es un medio de prueba por el cual un tercero declara sobre Arts. 299.1 y 360 LEC
las percepciones sensoriales en relación con hechos controvertidos y determi-
nantes del proceso134.

9.15.2. El testigo

(135)
El testigo es, por definición, un tercero (nullus testis in re sua). Se trata de una Art. 361.I LEC
persona física, no necesariamente dotada de capacidad de obrar, aunque sí de
capacidad para percibir y dar razón de su percepción 135.

A diferencia del perito, el testigo efectúa declaraciones sobre hechos concretos


o detalles históricos puntuales, en razón de la propia percepción, tanto directa
(por sí) como indirecta (relato de otros testigos directos).

A diferencia, asimismo, del perito, no puede ser una persona jurídica o corpo-
ración. Y tampoco, como sí acontece con el perito, puede ser recusado.
© FUOC • PID_00266552 84 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

El testigo no se elige; el perito sí. Paralelamente, el testigo está obligado a de-


clarar, en tanto el perito puede rechazar el encargo de emitir el dictamen.

(136)
La ley limita el número de testigos, no en cuanto a la posibilidad de declarar, Art. 363 LEC
sino en lo relativo al pago; los gastos de los que excedan de tres por cada hecho
serán de cargo de quien los presente, independientemente de la declaración
sobre costas136. El segundo párrafo de este precepto incorpora normativamen-
te la tesis jurisprudencial sobre la "prueba necesaria". Como es sabido, en vir-
tud de la misma no cabe alegar lesión del derecho a utilizar todos los medios
pertinentes para la defensa, si aun habiendo admitido una prueba, el resultado
obtenido en ese momento convierte la práctica de otra u otras en innecesaria,
así, por ejemplo, el décimo testigo sobre el mismo hecho.

9.15.3. Derechos y deberes

Los testigos tienen derecho a obtener de la parte que les propuso una indemni-
zación por los gastos y perjuicios que su comparecencia les haya originado. El
importe lo fijará el letrado de la Administración de Justicia mediante decreto,
teniendo en cuenta los datos y circunstancias. Si la parte que debe indemnizar
no lo hace en el plazo de diez días desde la firmeza de la resolución, el testigo
podrá acudir directamente a la vía de apremio. Dicho de otra manera, el auto
constituye título ejecutivo para la ejecución.

Los testigos, que no se comunicarán entre sí ni podrán asistir unos a las decla-
raciones de los otros, están obligados a comparecer y declarar, previa presta-
ción de promesa o juramento de decir verdad y en la forma que se examinará
más adelante.

Frente al deber de declarar, puede existir un "deber de secreto" sobre los hechos
en torno a los que verse el interrogatorio. El artículo 371 LEC recoge dos tipos
de secreto: a) el inherente al estado o profesión, o b) el derivado de la materia
clasificada como de carácter reservado o secreto. En el primer caso, puesto en
conocimiento del tribunal, resolverá mediante providencia. En el segundo, se
aplicará lo señalado en el artículo 371.2 LEC.

9.15.4. Práctica de la prueba testifical

(137)
Propuesta y admitida con arreglo a las normas generales137, el artículo 362 LEC En la audiencia previa del jui-
cio ordinario o en la misma vista
exige, específicamente, que al proponer la prueba se exprese la identidad de del juicio verbal.
los testigos, indicando, cuando sea posible, el nombre y apellidos de cada uno,
su profesión y su domicilio o residencia.

Si se propone más de un testigo respecto de un mismo hecho, se ha de indicar


el orden por el que se pretende que declaren.
© FUOC • PID_00266552 85 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

En cuanto al lugar, se practicará ordinariamente en la sede judicial. Práctica de la prueba


testifical

Interrogatorio�de�los�testigos Excepcionalmente, por enfer-


medad o alguno de los moti-
vos del artículo 169.4 LEC, ca-
La LEC no señala el orden en que deban declarar los testigos, hayan sido pro- be la "declaración domiciliaria"
conforme a lo dispuesto en el
puestos por el actor o por el demandado. artículo 364 LEC.

Sí se precisa que, cuando fue propuesto por ambas partes, se comenzará por (138)
Art. 370.1 LEC
las preguntas formuladas por el demandante138.

(139)
En todo caso, habrán de prestar previamente el juramento o promesa de decir Art. 365 LEC
139
verdad, conminándolas con las penas señaladas para el falso testimonio .

(140)
Se formulan, de inicio, las preguntas "generales de la ley140". Tales preguntas Art. 367 LEC

serán de las partes, pero el juez puede interrogar al testigo sobre tales extremos,
(141)
Art. 367.2.II if LEC
especialmente a los posteriores efectos de valoración141.

Seguidamente, se formularán al testigo las preguntas concretas, comenzando


por el abogado del proponente de la prueba o la propia parte, si la asistencia
letrada no es preceptiva.

(142)
Las preguntas se formularán oralmente, con claridad y precisión142. Art. 368.1 LEC

(143)
El tribunal decidirá sobre la admisibilidad de las preguntas, oralmente, en el Art. 368.2 LEC

mismo acto, admitiéndolas o inadmitiéndolas143.

(144)
La contradicción en la práctica probatoria se articula de varias maneras. En Art. 369.1 LEC
primer término, mediante la intervención de las partes, quienes podrán im-
pugnar su admisión y hacer notar las valoraciones y calificaciones que estimen
procedentes y que, a su juicio, deberían tenerse por no realizadas144.

(145)
La parte disconforme con la inadmisión de las preguntas, de otro lado, podrá Art. 369.2 LEC
145
manifestarlo así y pedir que conste en acta .

(146)
En segundo término, las otras partes pueden intervenir en el interrogatorio, Art. 372.1 LEC
formulando sus propias preguntas, una vez la parte que propuso la prueba
haya terminado su turno de preguntas146.

(147)
Finalmente, un tercer mecanismo es el careo entre testigos y el careo entre Art. 373 LEC
147
testigos y partes, cuando los testigos incurran en graves contradicciones .

(148)
El testigo deberá responder por sí mismo, de palabra y sin valerse de ningún Art. 370.2 LEC
148
borrador para las respuestas . solo si hacen referencia a cuentas, libros o do-
cumentos, se permitirá su consulta.
© FUOC • PID_00266552 86 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

(149)
Se prescribe que el testigo dé "razón de ciencia" de lo que declare. Este concepto Lo vio, lo leyó, etc.
149
corresponde a la fuente del conocimiento de su declaración .

(150)
El testigo puede ser interrogado, seguidamente, por las otras partes sobre los Art. 372 LEC
mismos hechos, debiendo pronunciarse el juez sobre la pertinencia también
en esta ocasión150.

(151)
Las declaraciones testificales deberán documentarse conforme a lo previsto en Art. 374 LEC
151
el artículo 146.2 LEC .

El�caso�especial�de�respuesta�por�escrito�y�el�interrogatorio�acerca�de�he-
chos�que�consten�en�informes�escritos

Se contemplan aquí dos supuestos diferentes.

El primero hace referencia a la exigencia ya sentada de que el testigo es una


persona física. No puede ser de otra manera, atendida la necesidad de una
percepción sensorial específica. No obstante, el artículo 381 LEC contempla la
posibilidad de que resulte pertinente solicitar a personas jurídicas o entidades
públicas –en cuanto tales– que respondan por escrito declarando sobre hechos
relevantes del proceso.

(152)
Recibidas las respuestas por escrito, se trasladan a las otras partes. Cabe que se Art. 381.3 LEC
aprecie, de oficio o a instancia de parte, la necesidad de que comparezca alguna
persona física de la entidad para aclarar algún extremo concreto. Asimismo,
que se proponga prueba que contradiga la declaración escrita152.

(153)
Esta respuesta escrita no será de aplicación a las entidades públicas si los datos Art. 381.4 LEC
153
son susceptibles de aportarse documentalmente .

Diferente es el caso de los "informes escritos" de los artículos 265.1, 5.° y 380,
ambos de la LEC. Se trata de informes elaborados por profesionales de la in-
vestigación privada legalmente habilitados. Habitualmente, se acompañarán
a la demanda o a la contestación, si las partes fundan en ellos sus pretensiones.

Ahora bien, si los hechos que se afirmen no han sido reconocidos como ciertos
por todas las partes a quienes pueden perjudicar, el artículo 380 LEC establece
que se interrogará como testigos a los autores de tales informes.

(154)
Para tal interrogatorio se seguirá el régimen común, si bien con algunas espe- Art. 380.2 LEC
154
cialidades .
© FUOC • PID_00266552 87 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

9.15.5. Valoración de la prueba testifical. La tacha de testigos

Al igual que las pruebas precedentes, y a tenor del artículo 376 LEC, la prueba
testifical se valora libremente.

La tacha de testigos es un instrumento de control de la imparcialidad que


opera con independencia de la duda sobre su ausencia; aspecto este último
que pueden formular las partes según el artículo 367.2 LEC.

(155)
Cada parte puede tachar a los testigos propuestos por la otra parte155. Asimis- Art. 377.1 LEC

mo, la propia parte proponente puede tachar al testigo que propuso si, con
(156)
posterioridad a la aprobación, llegase a su conocimiento la existencia de algu- Art. 377.2 LEC

na de las causas de tacha legalmente previstas156.

En la valoración de la tacha formulada por quien propone al testigo se aten-


derá, como una máxima de la experiencia, a los móviles, espurios o no, que
impulsan a quien formula la tacha.

Las tachas se formulan desde el momento en que se admite la prueba testifical


hasta que comience el juicio o la vista. Con la alegación deben proponerse las
pruebas que justifican la concurrencia de la causa, excepto la testifical. Cabrá,
asimismo, una oposición a la tacha, también con posible prueba al respecto.

(157)
Si no se formula oposición a la tacha, se entiende que se reconoce su funda- Arts. 379.3 y 344.2 LEC
157
mento .

Como ya se ha señalado, el resultado de la tacha operará a la hora en que el


juez deba valorar la prueba testifical.

La tacha no inhabilita al testigo ni excluye su testimonio, pero si concurre con


la declaración de otro testigo falto de tacha, se dará prevalencia al no tachado
por aplicación del art. 376, motivándolo.

9.16. El reconocimiento judicial

La regulación legal del reconocimiento judicial se contiene en los artículos


353 a 359 LEC.

9.16.1. Objeto y finalidad e iniciativa para acordarlo

(158)
Como la propia ley señala, el reconocimiento judicial se acordará cuando, para Art. 353.1 LEC
el esclarecimiento y la apreciación de los hechos, sea necesario o conveniente
el examen por el propio tribunal de algún lugar, objeto o persona158.
© FUOC • PID_00266552 88 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

(159)
El reconocimiento judicial debe ser propuesto por alguna de las partes. Quien Art. 353.2 LEC
lo solicite expresará los extremos principales a los que quiere que se extienda
el reconocimiento, indicando, en su caso, si pretende concurrir al acto con
159
alguna persona técnica o práctica en la materia .

9.16.2. Tramitación procedimental: práctica de la prueba

La LEC no se refiere, de manera expresa, al momento de proposición; sin em-


bargo, no parece existir obstáculo en aplicar la norma general, esto es, su pro-
posición en la audiencia previa del juicio ordinario o la demanda o contesta-
ción del juicio oral.

(160)
La práctica de la prueba se desarrolla en el acto del juicio o en la vista160, sin Art. 300.1 LEC

perjuicio de llevar a cabo las actuaciones precisas al efecto, como ordenar la


(161)
entrada en el lugar que deba reconocerse o en que se halle el objeto o persona Art. 354.1 LEC

que se deba reconocer161.

(162)
La contradicción se articula por medio de la posibilidad, para la otra parte, de Art. 353.2.II LEC
proponer otros extremos del mismo que le interesen o su intención de acudir al
(163)
reconocimiento con algún experto162. Unido a ello, las partes, sus procuradores Art. 354.2 LEC

y abogados pueden concurrir al reconocimiento y hacer al tribunal, de palabra,


las observaciones que estimen oportunas163.

Del reconocimiento practicado se levantará acta por el letrado de la Adminis-


tración de Justicia, consignándose en ella con claridad las percepciones y apre-
ciaciones del tribunal, así como las observaciones de las partes y personas re-
feridas en el artículo 354 LEC.

9.16.3. Especialidades del reconocimiento de personas y de la


concurrencia del reconocimiento judicial con la pericia y
la prueba por testigos

El artículo 355 LEC se dedica, expresamente, al supuesto especial de que el


reconocimiento�judicial�lo�sea�de�personas, en cuyo caso –garantizando el
respeto a la dignidad e intimidad de la persona– se practicará a través de inte-
rrogatorio realizado por el tribunal y en el que podrán intervenir las partes,
siempre que el tribunal no lo considere perturbador para el buen fin de la di-
ligencia.

(164)
Finalmente, se prevé que el juez considere conveniente la práctica�en�un�solo Art. 356 LEC
acto�del�reconocimiento�judicial�y�el�pericial, sobre el mismo lugar, objeto
o persona, en cuyo supuesto lo acordará así164.
© FUOC • PID_00266552 89 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

(165)
Y similar previsión se contempla para la eventualidad de examinar los testigos Art. 357 LEC
y acto seguido el reconocimiento judicial, cuando ello pueda contribuir a la
claridad del testimonio165.

9.17. Prueba documental

9.17.1. Concepto y regulación legal

La prueba documental constituye el conjunto de actividades consisten-


tes en la apreciación de objetos que incorporan la expresión escrita de
pensamientos o actos humanos, encaminadas a convencer de la certeza
positiva o negativa de unos hechos.

La regulación legal de la prueba documental en la LEC es la única que no ha


derogado expresamente las disposiciones del Código civil, a excepción, por su
parte, del artículo 1226 CC.

La dualidad normativa que se deriva de este hecho debe interpretarse en el


sentido de preservar la eficacia material y procesal de los artículos del Código
civil, siempre y cuando, en la vertiente procesal, no entren en contradicción
con lo contemplado en la LEC. Si así sucediera, debería prevalecer esta última.

9.17.2. Los documentos; concepto y clases

Sobre el concepto de documento existen dos percepciones, una amplia y otra


más estricta:

1) Con arreglo a una concepción estricta, resulta consustancial a la idea de


documento el hecho de constituir un objeto material que incorpora la expre-
sión escrita de un pensamiento o acto humano. Sería esencial, así, la materia-
lización, por medio de escritura, lo que dejaría fuera los planos, videos, etc.

2) Un concepto más amplio de documento no comprende solo el soporte –


que puede prescindir de la escritura– sino que abarca tanto los pensamientos
o actos humanos como los estados de cosas.

Las ventajas de un concepto amplio, que comprende un mayor número de


instrumentos calificables como tales documentos, presenta, empero, serias di-
ficultades a la hora de controlar un aspecto esencial: la autenticidad. De ahí
que, si en algo existe acuerdo, es en que el soporte debe ser cosa mueble, fá-
cilmente trasladable a presencia judicial.

La regulación legal diluye, en gran medida, la discusión al regular:


© FUOC • PID_00266552 90 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

1) En su artículo 333 LEC, los documentos que no incorporen predominante-


mente textos escritos, como fotografías, planos y mapas.

2) En el artículo 299 y siguientes LEC un nuevo medio de prueba –por tanto,


diferente a la documental– al aludir a los denominados medios de reproduc-
ción de la palabra, el sonido y la imagen, a los que nos referiremos después.

El artículo 317 LEC explicita qué documentos deben considerarse públicos a


efectos de prueba.

Documentos privados a efectos de prueba, a tenor del artículo 324 LEC, son
aquellos�que�no�se�hallen�en�ninguno�de�los�casos�del�artículo�317�LEC.

9.17.3. Obtención de la prueba documental; los casos específicos


de exhibición

La obtención de documentos ha originado, durante el largo periodo de vigen-


cia de la LECA, diferentes problemas, de entre los que cabe destacar, en aten-
ción singularmente a cómo han sido afrontados en la nueva LEC, dos:

1) La exhibición de documentos, ya sea entre partes, en poder de un litigante


distinto, de un sujeto ajeno al proceso, de entidades oficiales.

2) La obtención de documentos que provengan de archivos, protocolos, expe-


dientes administrativos o registros públicos.

(166)
a) Empezando por este último caso, los documentos que puedan obtenerse de Art. 265.2 II LEC
archivos, protocolos, expedientes administrativos o registros públicos y de los
que se puedan pedir y obtener copias fehacientes; se obtendrán solicitando
que se expidan dichas copias fehacientes, sin que sea admisible alegar la im-
posibilidad de aportarlos por las partes al proceso166.

b) El deber de exhibición, por otro lado, se contempla en la LEC, como se ha


adelantado, referido a las partes entre sí, a los documentos en poder de terceros
y a las entidades oficiales. No se agotan aquí, empero, las posibilidades de
obtener exhibición de documentos. En sede de diligencias preliminares, y por
ende, antes de iniciarse el proceso, cabe solicitar como tal diligencia preliminar
la exhibición de los documentos señalados en el artículo 256 LEC. Por tanto,
hay que diferenciar tres casos.

Deber�de�exhibición�de�documentos�entre�partes

Según el artículo 328.1 LEC, cada parte podrá solicitar de las demás la exhi-
bición de documentos que no se hallen a disposición de ella, siempre que se
refieran al proceso o a la eficacia de los medios de prueba. Con la solicitud de-
© FUOC • PID_00266552 91 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

be acompañarse copia simple del documento, y de no existir o no disponerse


de ella, se indicará el contenido del citado documento en los términos más
precisos.

La parte que recibe la solicitud puede exhibir el documento o negarse. La ne-


gativa puede estar motivada o no, y la motivación entenderse justificada o no.
En caso de negativa injustificada, el tribunal puede optar: o bien atribuir valor
probatorio a la copia simple o a la versión que del contenido del documento
se hubiese efectuado, siempre que tal valoración concuerde con el resto de las
restantes pruebas; o bien, requerir nuevamente al destinatario de la solicitud
para que los documentos sean aportados al proceso.

Deber�de�exhibición�de�documentos�por�terceros

A la hora de exigir la exhibición de documentos por terceros y pese a que, de


una primera lectura del artículo 330.1 LEC, pudiera deducirse una interpreta-
ción restrictiva, lo razonable es entender que, en este caso como en el anterior,
el tribunal debe velar celosamente por la necesidad de aportación de dichos
documentos para la resolución del litigio.

(167)
Si así lo aprecia, ordenará mediante providencia la comparecencia personal Art. 330.1.II LEC
del tercero en cuestión y, tras oírle, resolverá lo procedente. Tal resolución es
irrecurrible167.

Ante la negativa, aunque la ley nada dice, parece factible requerir nuevamente
al tercero para comparecer y aportar el documento. No resulta plausible, em-
pero, aplicar la valoración del supuesto de documentos entre partes.

Deber�de�exhibición�de�entidades�oficiales

(168)
Las dependencias estatales, de comunidades autónomas y demás entidades Arts. 332.1 y 2 LEC
oficiales, están obligadas a exhibir, expedir certificaciones y testimonios de los
documentos que obren en sus dependencias y archivos, con la única excepción
de que se trate de documentación legalmente declarada, reservada o secreta168.

9.17.4. Notificación y traslado de documentos judiciales y


extrajudiciales extranjeros

Los actos de notificación y traslado de documentos judiciales que deban remi-


tirse desde España al extranjero o desde un estado extranjero a España segui-
rán los trámites establecidos en los artículos 20 a 27 de la Ley 29/2015, de 30
de julio, de cooperación jurídica internacional en materia civil.

Tratándose de documentos extrajudiciales, se aplicará lo dispuesto en el ar-


tículo 28 del mismo texto legal.
© FUOC • PID_00266552 92 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

9.17.5. Presentación de la prueba documental: tiempo y forma

Si bien alguno de estos aspectos fue analizado previamente, su relevancia y


repercusión en este medio probatorio aconseja un repaso concreto.

La prueba documental tiene el siguiente procedimiento: presentación del do-


cumento por la parte y cuando la parte no disponga del mismo podrá acudir
a la exhibición documental.

También hay que tener presente la obligatoriedad de presentación de escritos


y documentos por medios telemáticos (arts. 162 y concordantes).

Tiempo�de�aportación�de�los�documentos

En líneas muy generales, hay una regla general y varias excepciones.

La regla general es bien simple: los documentos han de presentarse con los
escritos iniciales de alegaciones.

A esta regla le cumplen las siguientes excepciones:

• que no se disponga del documento en el momento de las alegaciones;

• que el interés o relevancia se ponga de manifiesto a consecuencia de las


alegaciones de la parte contraria; y

• que los documentos sean posteriores a la audiencia previa por su fecha o


por el conocimiento del propio documento.

(169)
Como sabemos, la carga de aportación tempestiva de los documentos conlleva Art. 269.1 y 272 LEC
169
la preclusión de la oportunidad de introducirlos en el proceso . Consecuen-
(170)
temente, la parte contraria ostenta la facultad de denunciar la extemporanei- Art. 272 LEC

dad y solicitar la inadmisión del documento170.

Forma�de�aportar�los�documentos

Se diferencia en la LEC entre documentos públicos y documentos privados,


singularmente en lo relativo a efectos probatorios.

a) Tratándose de documentos públicos, si los documentos se aportan al pro-


ceso en original o por copia o certificación fehaciente, harán prueba plena del
hecho, acto o estado de las cosas que documente, fecha e identidad del feda-
tario y demás personas que intervengan (art. 319.1 LEC).
© FUOC • PID_00266552 93 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

Ahora bien, cabe asimismo que se presenten mediante copia simple, ya sea
en soporte electrónico por medio de imagen digitalizada incorporada como
anexo que habrá de ir firmado mediante firma electrónica reconocida, en cuyo
supuesto su eficacia viene supeditada a que no se impugne su autenticidad
(arts. 267 y 318 LEC).

La copia simple la dan los notarios sin garantía por la trascripción de los do-
cumentos de su protocolo.

b) Los documentos privados pueden ser aportados al proceso en original, pero


cabrá presentar copia autenticada por el fedatario público o copia simple que
se unirán a los autos o se dejará testimonio o copia fehaciente. También po-
drán ser presentados mediante imágenes digitalizadas, incorporadas a anexos
firmados electrónicamente (art. 268 LEC).

c) Cuando se trate de dibujos, fotografías, croquis, planos, mapas y otros do-


cumentos que no incorporen predominantemente textos escritos, si solo exis-
tiese el original la parte podrá solicitar que en la exhibición se obtenga copia,
en presencia del letrado de la Administración de Justicia, que dará fe de ser fiel
y exacta reproducción del original. Si estos documentos se aportan de forma
electrónica, las copias realizadas por medios electrónicos por la oficina judicial
tendrán la consideración de copia auténtica (art. 333.I y II LEC).

En general, para ambos tipos de documentos, cabe añadir la posibilidad de


presentación de documentos empleando "medios técnicos", conforme a lo dis-
puesto en el artículo 135.5 LEC. A efectos de prueba que exijan disponer de
los documentos originales o de copias fehacientes, se estará a lo previsto en el
artículo 162.2 LEC (art. 135.5.II LEC).

Por otra parte, hay que tener presente la designación de archivos, protoco-
los, expedientes o registros, cuando los documentos no obren en poder de las
partes, o la eventualidad de presentar copias fehacientes de los mismos (art.
265.2.I y II LEC).

9.17.6. Valoración de la prueba y eficacia de los documentos

El efecto probatorio es, como se ha señalado, el origen fundamental de dife-


renciar en la LEC entre documento público y documento privado.

No obstante, existe un aspecto común que debe valorarse, en primer término,


respecto de ambos tipos de documentos: la autenticidad.

Así, en tanto la autenticidad del documento público se supone, correspon-


diendo a quien se opone impugnarla por la vía penal, la autenticidad del do-
cumento privado ha de ser acreditada por quien la aporta, si la otra parte la
cuestiona.
© FUOC • PID_00266552 94 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

1)�Valoración�legal�de�los�documentos�públicos

La valoración legal de los documentos tiene el alcance señalado en el artículo


319 LEC, mediante una regla general y varias especialidades:

• Regla�general. Los documentos enumerados en el artículo 317 LEC, 1.° a


6.° hacen prueba plena si se aportan al proceso:
– por copia o certificación fehaciente, o
– si habiendo sido aportado por copia simple, en soporte papel o imagen
digitalizada conforme a lo previsto en el artículo 267 LEC, no se ha
impugnado su autenticidad (art. 318 LEC).

• Especialidades. Ciertos documentos administrativos parcialmente equi-


parables a los públicos se tienen por ciertos, a los efectos de la sentencia
que se dicte, salvo que otros medios de prueba desvirtúen la certeza.
– Los documentos en el supuesto especial de la usura, serán valorados
libremente por el juez.

– Con arreglo al artículo 752.2 LEC, los documentos públicos en los pro-
cesos sobre capacidad, filiación, matrimonio y menores se valorarán
libremente.

El valor de prueba plena abarca, en los dos primeros casos, los hechos, actos
o estados de cosas que documenten la fecha y la identidad de las personas. La
veracidad de las declaraciones efectuadas en el documento puede ser desvir-
tuada mediante otro medio de prueba.

2)�Valoración�legal�de�los�documentos�privados

(171)
Como regla�general, el valor de los documentos privados es el que el juez les Art. 326.2.II in fine LEC
171
atribuye, conforme a las reglas de la sana crítica . Ahora bien, harán prueba
(172)
Art. 326.1 LEC
plena si su autenticidad no es impugnada por la parte a quien perjudiquen172.
Igual eficacia tendrá si fue oportunamente impugnado y se acreditó mediante
otros medios públicos. Su fecha carecerá de este valor legal respecto de terce-
ros mientras no se acredite fehacientemente mediante alguna de las formas
mencionadas en el art. 1227 CC o mediante otros medios probatorios.

Cuando la autenticidad del documento privado sea cuestionada por el litigan-


te contrario, el artículo 326.2 LEC establece que, quien aportó el documento,
podrá proponer el cotejo de letras u otro medio de prueba dirigido a probar
su autenticidad.

Si no se proponen tales medios de prueba, o los propuestos no alcanzan el


efecto deseado, el juez valorará libremente el documento privado.
© FUOC • PID_00266552 95 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

A estas reglas generales cabe añadir tres�casos�específicos:

1) Documentos privados unilaterales que, con arreglo al artículo 1288 CC,


"hacen prueba contra el que los ha escrito en todo aquello que conste con
claridad; pero el que quiera aprovecharse de ellos habrá de aceptarlos en la
parte que le perjudican".

(173)
2) Documentos contables, cuya eficacia se remite a las leyes mercantiles, es Arts. 31 a 33 Ccom
173
decir, a las reglas generales del derecho .

3) Copias reprográficas que, según dispone el artículo 334.1 y 2 LEC: "Si la


parte a quien perjudique el documento presentado por copia reprográfica im-
pugnare la exactitud de la reproducción se cotejará con el original, si fuese
posible y, no siendo así, se determinará su valor probatorio según las reglas
de la sana crítica, teniendo en cuenta el resultado de las demás pruebas". Esta
norma es aplicable a dibujos, fotografías, pinturas, croquis, planos, mapas y
documentos semejantes.

9.17.7. Incidencia de la impugnación de la autenticidad del


documento; el cotejo

La impugnación de la autenticidad puede realizarse tanto respecto de docu-


mentos públicos cuanto de documentos privados. Los efectos, sin embargo,
son diferentes.

La impugnación de la autenticidad de un documento�público pone en duda


que sea el fedatario público quien lo haya elaborado, lo que se articula a través
de un proceso penal por falsedad documental.

Cuando se solicita el cotejo respecto de tales documentos públicos, lo que se


ataca es, más bien, que su tenor coincida con el original. Se busca mediante
el mismo la exactitud de las copias. Este es, sin duda, el objeto del artículo
320 LEC.

El cotejo�de�letras se regula en la sección correspondiente a la prueba pericial,


concretamente, en los artículos 349 a 351 LEC.

La parte que solicite el cotejo de letras designará el documento o documentos


indubitados a los efectos de cotejar las letras.

En el artículo 350 LEC, apartado segundo, se citan los cuatro tipos de docu-
mentos a los que la ley atribuye la consideración de indubitados:

1) documentos que reconozcan como tales todas las partes a las que pueda
afectar esta prueba pericial;
© FUOC • PID_00266552 96 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

2) escrituras públicas y los que consten en los archivos públicos relativos al


DNI;

3) documentos privados cuya letra o firma haya sido reconocida en juicio por
aquel a quien se atribuya la dudosa; y

4) escrito impugnado, en la parte que reconozca la letra como suya aquel a


quien perjudique.

(174)
A falta de los documentos señalados, la parte a la que se le atribuya el docu- Arts. 350.3 I y II LEC
mento o la firma, podrá ser requerido a instancia de la contraria, para que
forme un cuerpo de escritura que le dictará el tribunal o el letrado de la Ad-
ministración de Justicia. Si el requerido se niega, el documento impugnado se
considerará reconocido174.

(175)
El cotejo�de�documentos�públicos se hace a partir de los originales o registros Arts. 320.1.1.° y 2.° LEC
175
que el fedatario público conserva .

En cuanto a los documentos� privados, cuando se niega la autenticidad se


solicita el cotejo, denominado cotejo de letras, y de características distintas del
de documentos públicos. Este cotejo de letras es una verdadera prueba pericial,
que no excluye la práctica de otros medios de prueba a efectos de constatar la
citada falta de autenticidad.

Regulado en los artículos 349 y siguientes LEC, el cotejo se realiza por expertos
o peritos calígrafos y se endereza a comprobar si la letra o firma manuscritas
de un documento corresponden a quien aparece como su autor.

La valoración de este dictamen pericial se realiza conforme a lo dispuesto en


los artículos 348 y 350.4 LEC, es decir, libre valoración.

9.18. La reproducción de la palabra, el sonido y la imagen y de


los instrumentos que permitan archivar y conocer datos
relevantes para el proceso

9.18.1. Objeto, finalidad y práctica de la prueba

Los artículos 382 a 384 LEC contemplan varias fuentes de prueba:

(176)
1) los medios de reproducción de la palabra, el sonido y la imagen176; Películas, cintas de video, case-
tes de grabación, etc.
2) los instrumentos que sirven para archivar, conocer o reproducir palabras,
datos, cifras y operaciones matemáticas177. (177)
Disquetes flexibles y discos du-
ros de ordenador, CD-Rom y DVD,
correo electrónico, etc.
© FUOC • PID_00266552 97 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

En el primer supuesto, medios de reproducción de la palabra, el sonido y la


imagen, el medio de prueba será la reproducción ante el tribunal de las pala-
bras, imágenes y sonidos captados mediante los citados instrumentos. Tam-
bién lo será, si se utiliza, como prevé la propia LEC, los dictámenes y medios
de prueba instrumentales que la parte considere conveniente y el tribunal ad-
mita.

(178)
La documentación de la práctica de la prueba se realiza mediante acta, como Art. 383.1 LEC
en el reconocimiento judicial, donde se consignará cuanto sea necesario para
(179)
la identificación de las filmaciones, grabaciones y reproducciones llevadas a Art. 383.1.II LEC

cabo178. Incluso se contempla la posibilidad de transcribir literalmente las pa-


labras y voces filmadas o grabadas, siempre que se estimen de relevancia. Esta
trascripción se unirá al acta179.

(180)
En todo caso, el material que contenga la palabra, imagen o sonido, es decir, Art. 383.2 LEC
la fuente de prueba, habrá de conservarse por el letrado de la Administración
de Justicia, con referencia a los autos del juicio, de modo que no sufra altera-
ciones180.

En el segundo supuesto, los instrumentos que permitan archivar, conocer y


reproducir datos relevantes, la fuente probatoria, parece consistir en los datos,
cifras y operaciones matemáticas llevadas a cabo con fines contables o de otra
clase, contenidas o recogidas en instrumentos o soportes aptos para archivar-
las, darlas a conocer o reproducirlas.

(181)
Los medios de prueba serán aquí los conocidos como "medios audiovisua- Los también denominados "so-
181 portes informáticos".
les ", pero pueden ser otros que surjan a raíz de avances técnicos.
(182)
Artículo 24 de la Ley 34/2002,
182 de 11 de julio, de Servicios de la
Los archivos informáticos que recojan el texto de un contrato , así como
Sociedad de la Información y del
aquellos cuyos datos estén firmados electrónicamente183, serán admitidos en Comercio Electrónico
el proceso como prueba documental.
(183)
Artículo 3, apartados 5 y 8 de
la Ley 59/2003, de 19 de diciem-
La importancia del documento firmado electrónicamente se ve potenciada por bre, de Firma Electrónica
el DNI electrónico, el nuevo Reglamento de Organización y Régimen del No-
tariado (RD 45/2007, de 19 de enero), la regulación de la factura electrónica
(Orden EHA/962/2007, de 2 de abril), la implantación en la Administración de
Justicia del sistema informático de telecomunicaciones Lexnet (RD 84/2007,
de 2006), así como por la vigencia de la Ley 18/2011, de 5 de julio, reguladora
del uso de las tecnologías de la información y la comunicación en la Adminis-
tración de Justicia.
© FUOC • PID_00266552 98 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

9.18.2. Valoración de este medio de prueba

Artículo 382.3 LEC

"El tribunal valorará las reproducciones a que se refiere el apartado primero de este ar-
tículo según las reglas de la sana crítica".

Idéntico parámetro figura en el artículo 384.3 LEC respecto a los instrumentos.

La valoración de los archivos informáticos firmados electrónicamente, que se


incorporan al proceso como prueba documental, se rige por lo establecido en
el artículo 3 de la Ley 59/2003, de 19 de diciembre, de Firma Electrónica, y
el artículo 326.3 LEC. Pese a la profusa y alambicada regulación legal, rige el
principio de libre valoración de la prueba.

La asimilación con la valoración otorgada a la prueba mediante documento


privado no impugnado por falta de autenticidad, no parece rechazable, siem-
pre que se tratara de instrumentos y medios en los que las imágenes y sonidos
consistiesen en símbolos o signos expresivos de una realidad contrastable.
© FUOC • PID_00266552 99 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

10. Las presunciones: naturaleza y concepto

Con arreglo a lo expuesto, la demanda y contestación son la forma inicial de


incorporar hechos al proceso mediante las alegaciones y documentos aporta-
dos con las mismas.

A partir de ahí, los hechos se van fijando, bien mediante determinadas reglas
que permiten entender tal fijación de los hechos exentos de prueba por admi-
sión o notoriedad o la existencia de una presunción, bien a través de la prueba.

Junto con ello, se trató la posibilidad de incorporar hechos nuevos en casos


expresamente previstos en la LEC.

(184)
Las presunciones no son un medio de prueba. Constituyen un método de fi- La 9.ª, arts. 385 y 386 LEC
jación de los hechos, si bien no de carácter autónomo, ya que precisan de la
previa fijación (por admisión o por prueba) de un hecho (el llamado indicio)
del que cabe inferir otro hecho, el presunto. La LEC regula las presunciones en
el capítulo correspondiente a la prueba, pero no junto a los restantes medios,
sino en una sección diferente184.

Se acude a las presunciones como instrumento para fijar los hechos que, a
su vez, son imprescindibles para poder decidir. Ocurre que la técnica de las
presunciones opera de forma diferente según el tipo de presunción de que se
trate, porque, en esencia, cada una obedece a una finalidad perseguida con
diferente intensidad.

Las presunciones (o más bien, los hechos presuntos) no puedan figurar, jun-
to a los hechos admitidos y los hechos notorios, entre los hechos exentos de
prueba. La existencia y el contenido de las presunciones tienen lugar una vez
practicada la prueba y a partir de hechos que no la necesitaron o que se re-
construyeron mediante prueba, en tanto el análisis sobre hechos notorios y
admitidos es anterior a la prueba, y precisamente a raíz del mismo se percibe
la ausencia de necesidad de practicarla.

En definición de De la Oliva, las presunciones son operaciones intelectuales,


imperadas o autorizadas por el derecho positivo o consentidas por el buen
sentido de un hombre experimentado, que consisten en tener como cierto un
hecho (el hecho presunto) a partir de la fijación formal como cierto de otro
hecho (el hecho indicio o base).
© FUOC • PID_00266552 100 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

10.1. Mecánica de las presunciones

La existencia de una presunción permite la fijación del hecho –denominado


presunto– y que no es objeto de prueba, a partir de otro hecho –denomina-
do indicio– que se considera fijado, bien porque ha sido admitido o resulta
notorio, bien porque de la práctica de cualquier medio de prueba así permite
valorarlo, bien porque así se deduce "ex lege" (presunción "iure et de iure").
Además, excepto en el caso de las presunciones "iure et de iure", la fijación del
hecho no debe verse enervada por la prueba de lo contrario.

Esta última circunstancia, la prueba en contrario, constituye una carga de la


contraprueba. Es decir, quien se oponga a que el hecho presunto se entienda
fijado, tiene la carga de probar la falsedad de dicho hecho, aun a pesar de la
existencia del hecho indicio.

10.2. Clases de presunciones

Es frecuente hablar de presunciones legales y presunciones judiciales, y


dentro de las primeras, de presunciones "iuris et de iure" y presunciones
"iuris tantum".

10.2.1. Presunciones legales

Las presunciones�"iuris�et�de�iure" son aquellas que anudan una determinada


consecuencia jurídica a un concreto supuesto de hecho (el hecho indicio), que
sustituye o se añade a otro supuesto de hecho (el hecho presunto).

La característica esencial en este caso es la voluntad del legislador para que


no se pueda practicar prueba en contrario, por razones morales, sociales o de
otra índole. En la medida en que las normas que establecen la presunción no
permiten destruir esta mediante prueba en contrario, estas presunciones han
sido asimiladas a las "ficciones legales" (Gény).

Actualmente, este tipo de presunciones es tan infrecuente que resulta difícil,


si no imposible, encontrar ejemplos en las normas vigentes. Ello no obstante,
el artículo 385 LEC las contempla en su último apartado.

Artículo 385 LEC

"Las presunciones establecidas por la ley admitirán la prueba en contrario, salvo en los
casos en que aquélla expresamente lo prohíba."

Esta última referencia contempla las presunciones "iure et de iure" y han de


mencionarse, como se acaba de citar, expresamente en la ley.
© FUOC • PID_00266552 101 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

(185)
Las presunciones�legales�"iuris�tantum" son aquellas que, sobre la base de Art. 385.2 LEC
situaciones o hechos considerados significativos, establecen una verdad que
admite prueba en contrario. Como en el caso de las presunciones "iure et de
iure", se persigue garantizar unos valores (técnicos o ideológicos), pero no se
fijan unos hechos incontestablemente, sino que se establece un enlace o nexo
lógico entre el indicio y la afirmación o hecho presumido, fijado en una nor-
ma, que se tendrá por fijado salvo prueba en contrario185.

A partir de que los conflictos deben ser resueltos y que en ocasiones fijar deter-
minados hechos es muy dificultoso, se facilita la fijación imponiendo norma-
tivamente que, establecido un hecho, hay que considerar una situación como
verdadera salvo que se demuestre lo contrario.

(186)
Habrá, pues, un hecho indicio admitido, notorio o probado186 y un hecho pre- Art. 385.1.II LEC

sunto, que se fijará como cierto, salvo que se demuestre su incertidumbre. Co-
(187)
mo la propia ley señala, cuando se establezca una presunción "iuris tantum", Art. 385.2 LEC

la prueba en contrario puede encaminarse, bien a demostrar la falsedad del


hecho presunto, bien a la inexistencia del enlace entre el hecho que se presu-
me y el hecho probado o admitido que funda la presunción187.

La presunción

Como ejemplo, el artículo 436 CC establece la presunción de que la posesión se sigue


disfrutando en el mismo concepto en que se adquirió, mientras no se pruebe lo contrario.
El hecho indicio –que debe ser admitido, notorio o probado– es la posesión. El hecho
presunto, aquel que el propio CC enlaza al indicio, es el concepto en que se disfruta de tal
posesión y la relación entre esa doble apariencia de derecho (posesión y disfrute en igual
concepto). A diferencia de las presunciones "iuris tantum", se admite probar lo contrario.

(188)
Para que la presunción opere se necesita tanto la evidencia del indicio por Aunque frecuentemente ese
concepto de posesión no varía, en
cualquiera de los medios señalados, cuanto la ausencia de enervación de la
ese específico caso sí.
fijación del hecho presunto. Tal enervación o prueba en contrario se puede
obtener, bien probando la falsedad del hecho presunto (el concepto no es el
inicial, sino otro), bien la inexistencia de la relación entre hecho indicio y
presunto, que en ese caso no es cierta188.

10.2.2. Presunciones judiciales u "hominis"

Las presunciones judiciales u "hominis" son aquellas en las que el enlace o


nexo lógico no viene establecido en la ley, sino que puede ser apreciado di-
rectamente por el juez, según las reglas del criterio humano. Es decir, cuando
se reconoce como demostrado un hecho que, según las reglas de la experien-
cia, ha existido porque también ha existido otro que está acreditado mediante
pruebas concluyentes.
© FUOC • PID_00266552 102 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

(189)
La clave diferencial en estas presunciones es que el fundamento de la conclu- De la posesión de mechas en-
cendidas, la provocación del fue-
sión presumida no es una norma jurídica, sino la existencia de unas reglas o
go, por ejemplo.
"máximas de la experiencia" que reflejan regulaciones empíricamente obser-
189
vadas y permiten conectar el hecho conocido con el desconocido .

Quien pretende deducir de un hecho indicio otro hecho presunto debe dirigir
sus esfuerzos a obtener dos objetivos:

• fijar el hecho indicio, por medio de prueba o de los repetidos medios de


admisión o notoriedad; y

• convencer al juez de la existencia de un enlace preciso según las reglas del


criterio humano, de forma que, aplicando una máxima de la experiencia,
del hecho indicio debe deducirse la producción del hecho presunto.

Las presunciones judiciales se diferencian de las legales "iuris tantum" en que,


así como en estas últimas la conexión o el enlace entre el hecho indicio y el
presunto viene establecida por la ley –lo que significa que quien pretende be-
neficiarse de la presunción le basta con alegar el precepto donde se establece–,
en las presunciones judiciales no basta la alegación del enlace, ya que si no
resulta convincente para el juez o la otra parte, deberá realizarse la actividad
probatoria pertinente sobre las reglas de criterio humano que fundamentan
el enlace.

A tenor del propio artículo 386.1 II LEC: "La sentencia en la que se aplique
el párrafo anterior deberá incluir el razonamiento en virtud del cual el tribu-
nal ha establecido la presunción". Si esta norma se incumple, se infringirán
las normas que rigen la sentencia, lo que constituye un motivo de infracción
procesal.
© FUOC • PID_00266552 103 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

11. Fijación definitiva de los hechos. Generalidades

El artículo 433 LEC resume brevemente las actuaciones del acto del juicio:
eventual examen de las alegaciones vertidas en torno a la posible prueba ilícita;
oír y decisión sobre la práctica de prueba en el caso de haberse introducido
hechos nuevos; y, finalmente, práctica de las pruebas admitidas.

Desarrolladas las mismas, y tal como se señala en el artículo 431 LEC, se for-
mularán las conclusiones. Tales conclusiones, añade el artículo 433.2 I LEC,
"se verterán sobre los hechos controvertidos, exponiendo de forma ordenada,
clara y concisa, si, a su juicio, los hechos relevantes han sido o deben consi-
derarse admitidos y, en su caso, probados o permanecen inciertos".

11.1. Conclusiones e informes de las partes

(190)
Las conclusiones suponen la última posibilidad de alegar hechos, si bien nunca Arts. 431 y 433, apartados 2 a
4 LEC
hechos nuevos. Los informes, por el contrario, son la última exposición de los
argumentos jurídicos que apoyan las pretensiones de las partes190.

La práctica de unas y otros figura con notable detalle en el artículo 433.2 LEC.

(191)
Los informes se configuran con carácter potestativo191. Expuestas las conclu- Art. 433.3 LEC

siones sobre los hechos controvertidos, cada parte puede informar sobre los
argumentos jurídicos en que apoyen sus pretensiones.

El precepto recuerda la imposibilidad de modificar el fundamento jurídico,


interdicción elemental, pero que no debe asimilarse a impedir la aclaración de
extremos derivados de la práctica de la prueba, con el límite señalado.

(192)
Se utilice o no la eventualidad de los informes, y siempre que el tribunal con Art. 433.4 LEC
las conclusiones e informes no se considere suficientemente ilustrado sobre
el caso, podrá conceder a las partes la palabra cuantas veces estime necesario,
para que informen sobre las cuestiones que se les indique192.

11.2. Conclusiones e informes en el juicio verbal

Practicadas las pruebas, el tribunal podrá conceder a las partes un turno de


palabra para formular conclusiones oralmente. Se dará por terminada la vista y
el tribunal dictará sentencia en los diez días siguientes. Se exceptúan los juicios
vebales en que se pida el desahucio de finca urbana, en que se citará en los
© FUOC • PID_00266552 104 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

cinco días siguientes, convocando a las partes en el acto de la vista en la sede


del tribunal para recibir la notificación el día más próximo posible dentro de
los cinco días siguientes al de la sentencia (art. 447.1 LEC).
© FUOC • PID_00266552 105 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

12. Diligencias finales

Terminado el juicio –tras las conclusiones e informes–, el artículo 434.1 LEC


señala el plazo de veinte días para dictar sentencia. Excepcionalmente –y con-
viene resaltar el carácter de excepción–, el propio artículo 434 LEC prevé la
posibilidad de suspender dicho plazo, para acordar diligencias finales.

El artículo 435 LEC, donde se regulan aquellas, configura, sin embargo, dos
supuestos distintos en cada uno de sus párrafos, atendiendo a su vez a dos
causas: en el primero la práctica de nuevos medios, siguiendo la regla general,
solo cabe a instancia de parte, en tanto el segundo puede ser de oficio; en el
primero, la excepción proviene de haber ocurrido diversos imponderables que
seguidamente veremos, en tanto la excepción del 435.2 LEC permite la prác-
tica de nuevos medios de prueba porque el juez considera que así se adquirirá
certeza sobre hechos relevantes.

1) Las causas que permiten que, a instancia de parte, se practiquen nuevos


medios de prueba por medio de tales diligencias finales se comprenden en tres
apartados:

(193)
a) aquellas pruebas que no hubieran podido proponerse en tiempo y forma, Sugerencia del tribunal a la vis-
193 ta de las propuestas en la audien-
incluido el supuesto del artículo 429 LEC ; cia previa.

b) pruebas admitidas no practicadas por causas ajenas a quien solicita la dili-


gencia final; y

c) la que recaiga sobre los hechos nuevos o de nueva noticia contemplados


en el artículo 286 LEC.

2) Las causas del apartado segundo –más excepcional dado que puede acor-
darse de oficio– requieren: la concurrencia de tres circunstancias:

a) los hechos: ceñidos a los que sean relevantes y además hayan sido oportu-
namente alegados por las partes;

b) los propios medios de prueba, circunscritos a aquellos respecto de los que


quepa sostener, fundadamente, que contribuirán a adquirir certeza sobre los
hechos que restan inciertos; y,

c) la circunstancia de que la falta de eficacia de las pruebas practicadas no sea


imputable a la voluntad o falta de diligencia de las partes, así como que las
circunstancias que hayan impedido tal eficacia hayan desaparecido, y que las
nuevas actuaciones permitirán adquirir certeza sobre los mismos.
© FUOC • PID_00266552 106 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

(194)
En el auto en que se acuerde la práctica de las diligencias se expresarán deta- Art. 435.2.II LEC
194
lladamente tales circunstancias y motivos .

12.1. Adopción, forma y efectos

(195)
Las diligencias acordadas como finales se llevarán a cabo, en el plazo de veinte Art. 436.1 LEC
días, y en la fecha que señala a tal efecto, de resultar necesario, el letrado de
la Administración de Justicia, y en la forma correspondiente al medio de que
se trate195.

Practicadas las mismas, las partes disponen de cinco días para presentar un
escrito en el que se resuma y valore el resultado.

(196)
A partir de los cinco días señalados anteriormente, vuelven a transcurrir el Art. 436.2 LEC
plazo de los veinte días para dictar sentencia que quede suspendido a tenor
del artículo 434.2 LEC196.
© FUOC • PID_00266552 107 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

Resumen

Para delimitar el proceso civil de declaración en primera instancia que corres-


ponda, la LEC establece dos reglas cuyo punto de partida es el tipo de tutela
declarativa�solicitada. Nótese que la tutela puede ser declarativa, ejecutiva
o cautelar, y en la declarativa cabe diferenciar la condena a una determinada
prestación, la declaración de la existencia de derechos o relaciones jurídicas o
la constitución, modificación o extinción de dichas situaciones jurídicas (art.
5 LEC).

A tales efectos, la LEC prevé dos reglas�para�determinar�el�juicio�correspon-


diente:

• el criterio especial de la materia, de aplicación preferente al criterio general


de la cuantía;

• el criterio general de la cuantía, cuyo límite es sencillo: cuando el valor


económico del proceso no exceda de 6.000 euros, se seguirán los trámites
del juicio verbal, y, a partir de 6.000 euros, procede el juicio ordinario.

Antes del inicio de un proceso y, por tanto, antes de presentarse la demanda,


cabe llevar a cabo ciertas actividades jurisdiccionales encaminadas a facilitar, o
incluso eliminar, el futuro juicio. Se trata de la conciliación y las diligencias
preliminares.

El proceso propiamente dicho empieza con la presentación de la demanda.


Al actor corresponde cerciorarse de que su demanda cumple todos los requisi-
tos y la estructura exigida legalmente, y que se presenta acompañada por los
documentos procesales y materiales previstos por la LEC.

Desde el momento en que se interponga la demanda, siempre y cuando esta


sea después admitida, se origina la litispendencia. Al mismo tiempo, se pro-
ducen sus efectos procesales y materiales.

Notificada la demanda al demandado, queda emplazado y puede adoptar di-


ferentes conductas:

1) No comparecer o permanecer en rebeldía.

2) Comparecer realizando alguna de las siguientes actuaciones:

a)�no�contestar�a�la�demanda;
© FUOC • PID_00266552 108 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

b)� contestar� a� la� demanda. Dicha contestación a la demanda puede tener


varios contenidos:

• formular un allanamiento;
• reconocer la existencia de los hechos afirmados en la demanda, negando
las consecuencias jurídicas aducidas por el actor;
• negar los hechos alegados por el demandante;
• proponer excepciones procesales y materiales;
• presentar una reconvención.

Las partes pueden formular sus alegaciones en la demanda, en el escrito de am-


pliación de la demanda, en la contestación a la demanda y en la reconvención.
Son los llamados "escritos de alegaciones iniciales". La LEC prevé, empero, la
posibilidad de que los litigantes puedan realizar alegaciones�complementa-
rias�y�de�hechos�nuevos�o�de�nueva�noticia y puedan presentar precluidos
los actos de alegación, el llamado "escrito�de�ampliación�de�hechos", cuando
tales hechos tuvieran cierta relevancia para resolver el conflicto. Se produce
así la fijación inicial de los hechos.

A este respecto, en el juicio ordinario, tiene gran importancia la audiencia


previa�al�juicio. En esta audiencia, además de intentarse un acuerdo o transac-
ción entre las partes que ponga fin al proceso, de examinarse las cuestiones
procesales que pudieran obstar la válida prosecución de este y proponerse y
admitirse la prueba, cabe realizar alegaciones complementarias y de hechos
nuevos o de nueva noticia con la finalidad de fijar con precisión el objeto del
proceso.

Después de la fase de alegaciones, se origina la fase�de�prueba. En esta, las


partes tienen la oportunidad de acreditar que, efectivamente, se han produci-
do los hechos cuya existencia se afirmó en los escritos de alegaciones iniciales.

En primer lugar, se determina la llamada "teoría general de la prueba". En este


sentido, la proposición de la actividad probatoria debe realizarse por las partes
y el tribunal tiene que admitirla. Estas reglas sobre la iniciativa probatoria y
sobre su admisibilidad se delimitan conforme a los criterios de pertinencia y
utilidad, al que ha de añadirse el de licitud.

Por otro lado, en cuanto a la actividad probatoria, se analizan las siguientes


materias:

1) el objeto de la prueba,
2) la carga de la prueba,
3) la valoración de la prueba,
4) el procedimiento probatorio,
5) la prueba de hechos nuevos o de nueva noticia.
© FUOC • PID_00266552 109 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

En el resto de apartados del presente módulo didáctico se examinan los di-


ferentes medios de prueba. Se empieza por el interrogatorio� de� las� partes,
que sustituye a la antigua confesión. Esta declaración ha de versar sobre las
preguntas formuladas de manera clara y precisa, en sentido afirmativo y sin
introducir valoraciones o cualificaciones.

Sobre el dictamen�de�peritos, la LEC se inclina por entenderlo como medio de


prueba a los efectos del proceso. Por ello, se introduce el dictamen de peritos
designados por las partes y se reserva la designación de perito por el tribunal
para los casos en que así lo soliciten las partes o resulte estrictamente necesa-
rio. Los peritos aportados por las partes solo podrán ser objeto de tacha y no
podrán ser recusados.

En cuanto al interrogatorio�de�testigos, se regula de forma parecida a la de-


claración de las partes, de forma que, igual que en el resto de pruebas, se ga-
rantice la contradicción y la inmediación en la práctica de la prueba. Se acepta
la posibilidad que las respuestas se realicen por escrito y el caso especial del
interrogatorio acerca de hechos que consten en informes escritos.

Se analiza, asimismo, el reconocimiento�judicial que se acordará cuando, pa-


ra el esclarecimiento de los hechos, sea necesario o conveniente que el propio
tribunal examine algún lugar, objeto o persona.

Se acoge también, entre los medios de prueba, los mecanismos que permitan
la reproducción de la palabra, el sonido y la imagen y los instrumentos que
permitan archivar y conocer datos relevantes para el proceso.

Respecto a la prueba�documental, se otorga una específica fuerza probatoria


a los documentos públicos, que deriva de la confianza depositada en la inter-
vención de distintos fedatarios legalmente autorizados o habilitados, de la que
no gozan los documentos privados, por lo que, salvo en algún supuesto, que-
dan sujetos a la valoración libre.

Las presunciones no son medios de prueba, sino que constituyen un método


de fijar la certeza de determinados hechos. Se habla de presunciones legales
y de presunciones judiciales, y dentro de las primeras se distingue entre pre-
sunciones "iuris et de iure" (no admiten prueba en contrario) y presunciones
"iuris tantum" (se admite prueba en contrario).

En el juicio o vista, se practican las pruebas propuestas y admitidas y se for-


mulan conclusiones sobre esta, finalizando con informes sobre los aspectos
jurídicos, salvo que todas las partes prefieran informar por escrito o el tribunal
lo estime oportuno. En este momento, se produce la fijación definitiva de los
hechos.
© FUOC • PID_00266552 110 El proceso civil de declaración en primera instancia. La prueba

En la parte final del proceso, se pueden plantear diligencias�finales que solo


serán admisibles si se refieren a pruebas, debidamente propuestas y admitidas,
que no se hubieren podido practicar por causas ajenas a la parte que las hubiera
solicitado, o que el juez, de oficio, entienda que deben practicarse cuando
concurran determinados requisitos.
Terminación del
proceso: recursos
y cosa juzgada.
Juicio ordinario y
juicio verbal
PID_00266550

Teresa Armenta Deu


Con la colaboración de
Silvia Pereira Puigvert *

Tiempo mínimo de dedicación recomendado: 9 horas


© FUOC • PID_00266550 11  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

1. Terminación normal del proceso: la sentencia

(1)
Art. 434 LEC
La forma ordinaria de finalizar un proceso, la esperable, en general, es
la sentencia, tanto para el juicio ordinario1 como para el juicio verbal2. (2)
Art. 447.1 LEC

La sentencia, en la sede que nos ocupa, pone fin al proceso en primera ins-
tancia, resolviendo sobre el fondo, es decir, sobre la pretensión ejercitada en
su inicio.

Esta conclusión del proceso, expuesta de manera tan aparentemente sencilla,


comporta, sin embargo, un número relevante de cuestiones en torno a la sen-
tencia, empezando por su formación interna y siguiendo por los requisitos que
la LEC le impone, singularmente, las exigencias de congruencia y motivación.

La sentencia abarca así un verdadero abanico de cuestiones. Estas serán el ob-


jeto de los próximos apartados, aclarando de antemano que todas las referen-
cias se ciñen a la sentencia de fondo y de primera instancia.

El artículo 209 LEC señala la forma y el contenido externo que debe adoptar
la sentencia, y que corresponde al contrapunto necesario, mutatis mutandi, de
los requisitos exigidos en los artículos 399 y 405 LEC para la demanda y la
contestación.

1.1. La formación interna de la sentencia

La formación interna de la sentencia se refiere al camino que debe recorrer el


órgano jurisdiccional para llegar a la resolución específica que pronuncia.

La sentencia, a partir de un conocido trabajo de Calamandrei, se ha dicho que


es un silogismo en el que la premisa mayor está constituida por las normas
jurídicas aplicables y la menor por los hechos subsumibles en dicha norma,
conduciendo al fallo, que es la conclusión del silogismo.

A partir de un esquema en cascada de De la Oliva, que utiliza a su vez adecuán-


dolos los propuestos por Calamandrei y Gómez Orbaneja, señala los siguientes
pasos, cuyas cuestiones, al ir recibiendo respuesta positiva, dejan expedito el
tránsito al siguiente y la formulación de la cuestión posterior. A su tenor, este
sería el razonamiento que se hace el juez antes de resolver:
© FUOC • PID_00266550 12  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

1) Si el efecto jurídico pretendido tiene, en general, base en el derecho. O


expresado en otros términos si lo pedido se contempla como una tutela posible
en el ordenamiento. No lo sería, por ejemplo, solicitar el cumplimiento de un
contrato de esponsales.

(3)
2) Si existe la norma alegada y si de ella, o de otra aplicable sin incurrir en Art. 218.1 II LEC
incongruencia, se deriva el efecto jurídico pretendido. Si la norma existe, pero
de ella no se deriva el efecto pretendido, el juez podrá buscar otra norma que
lleve anudados tales efectos, siempre y cuando "no se modifique sustancial-
mente la causa de pedir3".

(4)
3) Si los hechos alegados pueden estimarse como ciertos, positiva o negativa- Arts. 304 y 307 LEC
mente, o permanecen dudosos, y hay que recurrir a las reglas de la carga de
la prueba. En otras palabras: repasar todo el proceso con que se iniciaba es-
te apartado: hechos exentos; hechos controvertidos (analizar cada medio de
prueba; valorar cada medio de prueba; aplicar la "ficta confessio4".

4) Si los hechos determinados como ciertos o dudosos son subsumibles en el


supuesto de hecho de la norma aplicable; y,

5) Determinación de la consecuencia jurídica.

Desde el punto de vista temporal, este razonamiento lógico-deductivo tendrá Requisitos internos
lugar una vez practicada la prueba y presentadas las conclusiones.
La Ley de Enjuiciamiento Civil
regula los cinco pasos, es de-
Estos dos preceptos establecen, siguiendo esta vez un esquema de Tapia Fer- cir, el razonamiento del juez
antes de resolver, bajo el nom-
nández, el iter expuesto, del modo siguiente, que correspondería a un momen- bre común de "requisitos inter-
nos" de la sentencia, en la sec-
to posterior al razonamiento seguido a la hora de dictar sentencia: ción 2.ª del capítulo VIII, títu-
lo V del libro I, y más específi-
camente en los artículos 217 y
• El juez ha de "agotar" el pronunciamiento, es decir, tiene que responder a 218.

todas las cuestiones planteadas por la sentencia (exhaustividad de la sen-


tencia5). (5)
Art. 218.1 if LEC

(6)
• Al dar esta respuesta, el juez tiene que respetar los límites queridos por las Art. 218.1 I y II LEC
6
partes (congruencia ).

(7)
• En tal respuesta, el juez no puede dejar de juzgar por dudas en la veracidad Art. 217 LEC
7
de los hechos alegados (deberá aplicar las reglas de carga de la prueba ).

(8)
• El órgano judicial debe plasmar su razonamiento en la resolución que pro- Art. 218.2 LEC
8
nuncie (exigencia de motivación ).
© FUOC • PID_00266550 13  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

• El fallo debe ser claro y preciso.

Los requisitos de exhaustividad, congruencia, claridad y precisión se prescri-


ben en el artículo 218.1 y 3 LEC. La exigencia de motivación de la sentencia se
prevé en el número 2 del artículo 218, que desarrolla el 120 CE. La apreciación
y valoración de las pruebas viene establecida en el artículo 217 LEC.

1.2. Motivación de la sentencia

La exigencia de congruencia y motivación se regulan en los apartados 1 y 2,


del artículo 218 LEC. A la exhaustividad se hace mención expresa al final del
párrafo 1 del mismo precepto.

(9)
Junto al mandato del artículo 120 CE y toda la abundante jurisprudencia re- STC 14/1991, de 28 de enero,
9 entre otras
caída en materia de recursos de amparo , la LEC ha regulado este requisito
interno, disponiendo:

Artículo 218.2 LEC

"Las sentencias se motivarán expresando los razonamientos fácticos y jurídicos que con-
ducen a la apreciación y valoración de las pruebas, así como a la aplicación e interpre-
tación del derecho. La motivación deberá incidir en los distintos elementos fácticos y
jurídicos del pleito, considerados individualmente y en conjunto, ajustándose siempre a
las reglas de la lógica y de la razón".

Esta norma casi repite el tenor literal del artículo 209 LEC en el que se fijan
las reglas especiales sobre forma y contenido de la sentencia.

1.2.1. Fundamento

(10)
La exigencia de motivación obedece a la necesidad de acreditar la racionalidad Calamandrei
de las decisiones, o lo que es lo mismo, que el ejercicio discrecional del poder
representado por una sentencia no es arbitrario. En este sentido, la motivación
es el signo más importante y típico de racionalización de la función judicial10.
Y constituye, por otro lado, una exigencia propia de un Estado de Derecho.

De hecho, en la sociedad actual, el uso del poder por parte del juez reside en
buena medida en la aceptabilidad de sus decisiones, más que en la posición
formal del poder que pueda ostentar. La decisión judicial, concebida como la
conclusión de un silogismo práctico, lleva a que su justificación consista en
mostrar la corrección del razonamiento lógico que conduce de las premisas a
la conclusión. Ahora bien, ahí no se agota la necesidad de motivar: también
es preciso motivar las premisas de las que se parte. Esta distinción se establece
entre la justificación interna y la justificación externa. Se acude a la justifica-
ción interna cuando ni la premisa normativa ni la fáctica plantean problemas,
cuando se agota, en definitiva, en mostrar la corrección del razonamiento ló-
© FUOC • PID_00266550 14  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

gico que lleva de premisas a conclusión. Hay que recurrir a la justificación ex-
terna cuando las premisas normativas o las fácticas exigen nuevas argumen-
taciones (Gascón Abella).

Desde el punto de vista formal, al ubicar la motivación en la estructura formal


de la sentencia, parece que deberá realizarse en el apartado correspondiente al
juicio de hecho o al de derecho, según se refieran a los antecedentes de hecho
o a los fundamentos de derecho.

1.2.2. Alcance del deber de motivación: suficiencia de la


motivación

A tenor de la jurisprudencia constitucional, la motivación, que puede ser su-


cinta o concreta, debe indicar suficientemente que la decisión adoptada res-
ponde a una manera específica de entender qué hechos resultan probados y
cómo se interpreta la norma aplicable. En este sentido, es motivación suficien-
te, la que permite conocer la razón de decidir impidiendo la arbitrariedad ju-
dicial.

1.2.3. Suficiencia de la motivación y declaración de hechos


probados

La suficiencia de la motivación, generalmente restringida a la motivación de


los fundamentos jurídicos, debe extenderse, asimismo, a la declaración� de
hechos�probados.

Tal necesidad de motivación responde a tres órdenes de razones:

1) mostrar el esfuerzo judicial en el juicio de hecho, facilitando así un control


externo o público;

(11)
2) facilitar el control interno de las decisiones por medio, singularmente, de Control endo-procesal
11
los recursos ;

3) respecto del propio juez, que al venir obligado a motivar estará en mejor
situación a la hora de advertir sus propios errores.

La STS de 16 de junio de 1998 indica que debe deducirse de la sentencia los


hechos que por estar probados justifican, con motivación suficiente, la apli-
cación de la normativa que realiza. En igual sentido, las SSTS de 14 de marzo
de 2011 y de 17 de octubre de 1990.
© FUOC • PID_00266550 15  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

(12)
En otro orden de cosas, conviene recordar que la exigencia de motivación se STC 217/1989, F.J.5
extiende a todas las pruebas, sin que quepa acudir al secular argumento justi-
ficativo de la ausencia de motivación en relación con la valoración conjunta12
de la prueba y la inmediación.

El artículo 248.3 LOPJ exige la declaración formal de hechos probados, única-


mente, en el ámbito penal y laboral, de forma que en el marco civil y admi-
nistrativo, tal requisito se entiende que opera tan solo desde el punto de vista
material.

Finalmente, el artículo 209.I.2ª LEC señala que, con independencia de su or-


den, en las sentencias se consignarán los hechos probados.

(13)
Sobre todo, si el juicio de hecho abarca13: Montero

• la aplicación de normas legales de valoración de la prueba;

• si, conforme a la previsión legal expresa, el conjunto de las pruebas des-


virtúa un mecanismo de fijación de los hechos como ciertos;

• cuando la certeza positiva de unos hechos se alcanza mediante su enlace


con otros, sin existir presunción legal, o aplicando una presunción judi-
cial;

• cuando se ha planteado cuestión acerca de la ilicitud originaria de deter-


minadas pruebas (art. 11.1 LOPJ).

1.3. Congruencia: cuestiones generales

La congruencia exige al juez que su pronunciamiento en la sentencia se co-


rresponda al objeto del proceso establecido por las partes en los términos es-
tudiados al estudiar su determinación. Así lo exige el carácter dispositivo del
proceso civil y la aplicación del principio de aportación de parte.

Las posibles quiebras de dicha exigencia se comprenden en tres tipos de incon-


gruencia tradicionalmente denominadas: incongruencia por "extra petitum"
"ultra petitum" y "omisión de pronunciamiento".

1.3.1. Incongruencia por "ultra petitum" o exceso

Se produce, en términos llanos, cuando se otorga más de lo que se pide, par-


tiendo de la concesión inicial de lo solicitado.

Se requiere, por tanto:


© FUOC • PID_00266550 16  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

• que se haya concedido todo lo pedido y algo más; y

• que se trate, estrictamente, de "algo más", no de "algo diferente".

Generalmente, tendrá un claro componente cuantitativo.

1.3.2. Incongruencia por "extra petitum"

(14)
La incongruencia por "extra petitum" acaece, cuando sin omitir algunos de los De la Oliva
pronunciamientos exigidos por los litigantes, ni otorgar más de lo pedido, se
resuelve sobre algo que no es ni se corresponde con las pretensiones deducidas
por los litigantes14.

A diferencia de la incongruencia por "ultra petitum", en este caso no se precisa


que hayan concedido todo lo solicitado a algún litigante (y algo más).

Siguiendo el hilo analítico del autor citado, la no siempre fácil estructuración


de este tipo de incongruencia exige relacionarla con tres institutos procesales
básicos: el objeto del proceso; la regla "iuxta allegata et probata" y la también
regla "iura novit curia".

1)�Incongruencia�"extra�petita"�y�objeto�del�proceso

Percibir la existencia de incongruencia "extra petitum" precisa de una correcta


delimitación del objeto del proceso en toda una serie de aspectos no siempre
diáfanos: el petitum, los elementos subjetivos (en todas sus variantes) y los
elementos fácticos y jurídicos.

La incongruencia "extrapetita" surgiría, por ejemplo, en casos en que solicita-


da un sentencia merodeclarativa, se condena; o en aquellos otros en los de
sentencia en que se condena a un no demandado.

2)�Incongruencia�"extra�petita"�y�regla�"iuxta�allegata�et�probata"

La citada regla obliga al juez a resolver con arreglo a lo alegado y probado por
las partes, estrictamente. Tal es la norma consagrada en el artículo 216 LEC.

En relación con la incongruencia que nos ocupa, deberá prestarse atención a:


las alegaciones extemporáneas; la relevancia de los hechos; la existencia de
máximas de la experiencia; la existencia de hechos admitidos, o finalmente, a
los hechos que se pueden entender fijados por aplicar la "ficta confessio".
© FUOC • PID_00266550 17  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

Los juicios fácticos que son las máximas de la experiencia, o los hechos que
cabe entender admitidos ante el silencio de una parte, no forman parte de la
congruencia. O lo que es lo mismo, no necesitan pronunciamiento expreso, o
la ausencia de este no acarrea incongruencia.

3)�Incongruencia�"extra�petita"�y�regla�"iura�novit�curia"

La regla "iura novit curia" se consagra en el artículo 218.1.II LEC.

Artículo 218.1.II LEC

"El tribunal, sin apartarse de la causa de pedir acudiendo a fundamentos de hecho o de


derecho distintos de los que las partes hayan querido hacer valer, resolverá conforme a
las normas aplicables al caso, aunque no hayan sido acertadamente citadas o alegadas
por los litigantes".

No significa, empero, que las partes quedan liberadas de alegar los fundamen-
tos jurídicos de sus pretensiones. Lo que se quiere evitar es que se sorprenda a
alguna de las partes con unos argumentos jurídicos inesperados que el tribu-
nal acoge. Se debe respetar, por tanto, no solo el principio dispositivo, sino
además, el de contradicción, en cuanto condenar o absolver en atención a una
causa de pedir no discutida, impide la necesaria contradicción a ese respecto,
provocando indefensión.

La regla "iura novit curia"

Con ejemplos de De la Oliva, el respeto a tal regla no permite, salvo incongruencia:

• sustituir la norma o normas en que se basa explícita o implícitamente la pretensión;

• sustituir los principios alegados por otros u otras normas jurídicas, cuya aplicación
no haya sido solicitada;

• sustituir el negocio jurídico o situación jurídica efectivamente esgrimida por otra


diferente, tampoco aducida por la parte.

La regla "iura novit curia", frecuentemente mal entendida, ha sido clarificada


por la jurisprudencia en el siguiente sentido:

• El derecho no tiene que ser probado, salvo derecho extranjero o costum-


bre.

• El tribunal puede y debe aplicar el derecho, sin modificar la causa de pedir.

1.3.3. Incongruencia por omisión de pronunciamiento y falta de


exhaustividad de las sentencias

Si bien tradicionalmente se contemplaba la omisión de pronunciamiento co-


mo el tercer tipo de incongruencia y su contenido estaba equiparado a la falta
de exhaustividad, esta asimilación no es exacta.
© FUOC • PID_00266550 18  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

La falta de exhaustividad se refiere a la ausencia de pronunciamiento sobre


alguno de los puntos sometido a debate, en cuanto la exigencia de exhausti-
vidad deriva del principio dispositivo o de justicia rogada.

La omisión de pronunciamiento, por su parte, roza peligrosamente con la fi-


gura de la prevaricación del artículo 448 CP y constituye una clara violación
del derecho a la tutela judicial efectiva. Este es el caso claro cuando la falta
de pronunciamiento alcanza a una petición de fondo del demandante, vulne-
rando el derecho fundamental a la tutela judicial efectiva.

Las dudas surgen en torno a:

• los pronunciamientos sobre las excepciones;

• las desestimaciones tácitas;

• que enlazan a su vez con la previsión legal de subsanación prescrita en el


artículo 215 LEC.

En cuanto a las excepciones�materiales�o�procesales, su omisión en el pro-


nunciamiento difícilmente constituye una denegación de tutela judicial efec-
tiva, en la medida en que sí hay sentencia. Cosa distinta será que esta resolu-
ción haya incumplido normas ordinarias que determinan el contenido de la
sentencia.

Respecto a la desestimación� tácita, el artículo 209.I.4ª LEC dispone que el


fallo contendrá numerados los pronunciamientos correspondientes a las pre-
tensiones de las partes, "aunque la estimación o desestimación de todas o al-
gunas de dichas pretensiones pudiera deducirse de los fundamentos jurídicos".

(15)
La desestimación tácita debe ceñirse a supuestos de acumulación de acciones Retener y recobrar, por ejem-
plo.
en los que la elección de una de las acciones conlleva la desestimación de la
otra15. La acumulación resulta accesoria, de manera que al desestimar la acción
principal, aquella se ve automáticamente desestimada. Idéntica situación se
produce en la acumulación de acciones incompatibles, por idénticos motivos
al primer caso.

(16)
La falta de exhaustividad no debe reducirse a la falta de pronunciamiento sobre Montero
una petición de fondo del actor, comprende los casos en que la sentencia no se
pronuncia sobre todo lo que ha sido objeto de debate en el proceso16 (acciones
y excepciones).
© FUOC • PID_00266550 19  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

En cuanto a la subsanación y complemento� de� sentencia, el artículo 215


LEC contempla la manera de evitar forzar los límites naturales del recurso de
aclaración e impedir, simultáneamente, recursos ordinarios o extraordinarios
fundados exclusivamente en incongruencia por omisión de pronunciamiento.

(17)
• Ante las omisiones o defectos que impiden llevar a efecto la resolución17, Art. 215.1 LEC

la propia norma remite al mecanismo de la aclaración y corrección del


artículo 214 LEC.

(18)
• Cuando se trate de omisiones manifiestas de pronunciamiento18, el tribu- Art. 215.2 LEC

nal, a solicitud escrita de la parte, en cinco días a partir de la notificación


(19)
de la resolución, y previo traslado de dicha solicitud a las otras partes, para Art. 215.3 LEC

que manifiesten sus alegaciones en otros cinco días, dictará auto por el
que resolverá completar la resolución. Facultad semejante se le reconoce
al tribunal de oficio, aunque en tal caso sin modificar lo acordado19.

(20)
• No cabrá recurso contra los autos que completen o denieguen completar Art. 215.5 LEC
20
las resoluciones señaladas anteriormente .

1.3.4. Elementos para determinar la existencia de congruencia

En una primera aproximación, cabe afirmar que para determinar la exis-


tencia de incongruencia debería compararse lo pedido por las partes y
lo resuelto por el juez.

Esta simplificación resulta, sin embargo, excesiva. El examen debe ampliarse,


tanto en cuanto a lo pedido por las partes, cuanto respecto de lo resuelto.

• En cuanto a lo pedido por las partes, comprenderá:


– los sujetos (actor y demandado) que han sido parte en el proceso;
– el "petitum" en su doble acepción de tipo de tutela y de concreto bien
que se reclama. Si además son varios pronunciamientos, comprenderá
todos y cada uno de ellos;
– la causa de pedir o fundamento de la petición;
– las excepciones propias del demandado;
– las excepciones de compensación y nulidad del negocio, en su caso;
– la acción reconvencional, asimismo, en su caso; y,
– todas y cada una de las acciones, si existió acumulación.
© FUOC • PID_00266550 20  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

• Respecto a lo resuelto, abarcará tanto la parte dispositiva de las senten-


cias, cuanto los antecedentes y fundamentos jurídicos, incorporando las
siguientes matizaciones.

Estos últimos (antecedentes y fundamentos, que no figuran en la parte dispo- Ved también
sitiva) son de enorme importancia a la hora de examinar si se ha desestima-
Otra cuestión, sobre la que no
do una excepción propuesta en forma, resolviendo en tal caso incongruente- procede entrar ahora, es si to-
mente. dos los elementos citados de-
ben quedar comprendidos o
quedan, de hecho, comprendi-
dos en la cosa juzgada. Sobre
• Son casos especiales, merecedores de mención expresa, los siguientes: tal extremo, ved el apartado 9
de este módulo.
– Ampliación de la demanda. Si ésta no se ajustó en su formulación a lo
previsto en el artículo 401.2 LEC, la pretensión no debe ser admitida
(21)
por el tribunal, y si, inadmitida, se resolviera, la sentencia incurriría en Art. 426.3 LEC
incongruencia por "extra o ultra petitum". Si la ampliación se admite,
(22)
pero no se resuelve sobre ella, habrá incongruencia por omisión de Condicionabilidad, incompati-
bilidad, eventualidad, etc.
pronunciamiento.

– Pretensiones accesorias que se pueden formular en la audiencia pre-


via al juicio21 y a las que se aplicará regla similar a la anteriormente
expuesta.

– Acumulación de acciones. Que precisará de un pronunciamiento sobre


cada pretensión, teniendo presente la conexión entre la principal y las
restantes22.

– En el caso de renuncia a la acción o acciones, todo pronunciamiento


diferente a la sentencia absolutoria incurre en incongruencia. Si la re-
nuncia es parcial, habrá que tener presente la relación entre las accio-
nes renunciadas y las que no, a tenor de lo señalado en el apartado
anterior.

– En la hipótesis de allanamiento del demandado, la sentencia con-


gruente debe ser condenatoria, total o parcialmente.
© FUOC • PID_00266550 21  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

1.4. La liquidez de la sentencia: su relación con el contenido de


las sentencias en supuestos especiales (sentencias ilíquidas;
condenas de futuro; y sentencias favorables a asociaciones
de consumidores y usuarios)

(23)
Arts. 399.1 if y 405.1 LEC
Que la sentencia sea líquida obedece, por una parte, a una elemental
coherencia con las exigencias de concreción de lo pedido en la demanda
y la contestación23; y por otra, a necesidades de la ejecución: para poder
ejecutar una sentencia, el contenido del fallo ha de ser líquido.

A partir de esta idea, el artículo 219 LEC señala que, cuando se reclame en
juicio el pago de una cantidad de dinero determinada o de frutos, rentas, uti-
lidades o productos de cualquier clase, la sentencia no se limitará a declarar el
derecho a percibirlos, dejando su determinación a la fase de liquidación, sino
que deberá precisar la cantidad líquida.

1.4.1. Liquidez de la sentencia

(24)
La regla general es, por tanto, que la sentencia de condena establecerá el im- Art. 219.2 LEC
porte exacto o fijará con claridad y precisión las bases para su liquidación, de
forma que ésta deberá consistir en una operación aritmética que se efectuará
en la ejecución24.

El cumplimiento de esta regla supone que ya en la propia demanda, cuando


se reclame el pago de una cantidad de dinero determinada o de frutos, rentas,
utilidades o productos de cualquier clase, el actor no puede limitarse a solici-
tar una sentencia mero declarativa del derecho a percibirlos, sino que deberá
solicitar la condena al pago, bien cuantificando exactamente el importe, bien
fijando claramente las bases de liquidación.

Dicho de otra manera. Se excluyen las sentencias con reserva de liquidación,


es decir, aquellas que precisan acudir al incidente de liquidación de sentencia
regulado en los artículos 712 y siguientes LEC, salvo las excepciones que se
estudian seguidamente.

1.4.2. Sentencias con reserva de liquidación; condenas de futuro


y sentencias favorables a asociaciones de consumidores y
usuarios

Excepcionando el artículo 219 LEC, o atendiendo a necesidades especiales,


cabe dictar sentencia líquida en tres supuestos:
© FUOC • PID_00266550 22  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

(25)
1) Cuando se solicite la reserva�de�liquidación�como�única�pretensión, sien- El contenido en el citado artícu-
lo 712 y siguientes LEC
do la condena al pago de cantidades de frutos,�rentas,�utilidades�o�produc-
tos. Se permite así esta resolución, claramente inejecutable, que pospone a
25
otro proceso la liquidación concreta de las cantidades .

2) Cuando se reclame el pago�de�intereses�o�de�prestaciones�periódicas. La


sentencia podrá incluir la condena a satisfacer los intereses o prestaciones que
se devenguen con posterioridad al momento en que se dicte. Se trata de las
conocidas como "condenas de futuro".

Este tipo de sentencias de condena adolece de la exigibilidad, en la medida en


que la prestación no es debida en el momento en que se dicta la resolución.
Tratándose del pago de intereses, el artículo 220 LEC no hace sino recoger una
práctica habitual: la sentencia incluye la condena a satisfacer los intereses de-
vengados con posterioridad a la sentencia. En el caso de las prestaciones pe-
riódicas, se extiende el pronunciamiento sobre los plazos vencidos a los que
vencerán con posterioridad. Esta norma debe ponerse en relación con el ar-
tículo 578 LEC.

Como supuesto específico, cuando la acción de reclamación de rentas periódi-


cas se acumule a la acción de desahucio por falta de pago o por expiración legal
o contractual del plazo, y el demandante lo hubiere interesado expresamente
en su escrito de demanda, la sentencia incluirá la condena a satisfacer también
las rentas debidas que se devenguen con posterioridad a la presentación de la
demanda hasta la entrega de la posesión efectiva de la finca, tomándose como
base de la liquidación de las rentas futuras, el importe de la última mensuali-
dad reclamada al presentar la demanda (art. 220.2 LEC).

3) En el caso de sentencias dictadas a consecuencia de demandas�interpues-


tas�por�asociaciones�de�consumidores�o�usuarios, en atención a la legitimi-
dad reconocida en el artículo 11 de la propia LEC. A este respecto, el artículo
221 LEC establece unas reglas especiales sobre la eficacia subjetiva de dicha
sentencia.
© FUOC • PID_00266550 23  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

Artículo 221 LEC

Frente al principio general, con arreglo al cual los límites de la congruencia exigen la
extensión de los efectos de la sentencia únicamente a las partes en el proceso, en los casos
citados de consumidores y usuarios se aplicarán las siguientes reglas especiales:

• "Si se hubiere pretendido una condena dineraria, de hacer, no hacer o dar cosa espe-
cífica o genérica, la sentencia estimatoria determinará individualmente los consumi-
dores y usuarios que, conforme a las leyes sobre su protección, han de entenderse
beneficiados por la condena.
Cuando la determinación individual no sea posible, la sentencia establecerá los datos,
características y requisitos necesarios para poder exigir el pago y, en su caso, instar la
ejecución o intervenir en ella, si la instara la asociación demandante".

• "Si, como presupuesto de la condena o como pronunciamiento principal o único,


se declarara ilícita o no conforme a la ley una determinada actividad o conducta, la
sentencia determinará si, conforme a la legislación de protección a los consumidores
y usuarios, la declaración ha de surtir efectos procesales no limitados a quienes hayan
sido partes en el proceso correspondiente".

• "Si se hubieren personado consumidores o usuarios determinados, la sentencia habrá


de pronunciarse expresamente sobre sus pretensiones".

La ley 39/2002, de 28 de octubre, añadió un apartado 2 al artículo 221 LEC.

Apartado 2 del artículo 221 LEC

"En las sentencias estimatorias de una acción de cesación en defensa de los intereses
colectivos y de los intereses difusos de los consumidores y usuarios el tribunal, si lo estima
procedente, y con cargo al demandado, podrá acordar la publicación total o parcial de la
sentencia o, cuando los efectos de la infracción puedan mantenerse a lo largo del tiempo,
una declaración rectificadora".
© FUOC • PID_00266550 24  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

2. Terminación del proceso sin sentencia o con


sentencia no contradictoria (terminación anormal
del proceso)

La denominación "terminación anormal del proceso" abarca toda una


serie de fenómenos cuya característica común es que el proceso no ter-
mina por una sentencia de fondo susceptible de alcanzar cosa juzgada
formal y material, precedida de un proceso con plena contradicción.

A partir de ahí, como veremos, la naturaleza y configuración de los diversos


casos es diferente.

Se comprenden los siguientes:

• Procesos que terminan sin sentencia, mediante resolución diferente (como


un auto, generalmente): desistimiento; la transacción y la caducidad.

• Procesos en los que no ha existido contradicción relevante (renuncia y


allanamiento).

• Procesos en los que la resolución final no se pronuncia sobre su objeto


(caducidad de la primera instancia y desistimiento).

• Procesos que no acceden a la cosa juzgada material: desistimiento.

• Procesos que terminan por sobreseimiento, diferentes al desistimiento y


la transacción.

• Procesos que terminan por desaparición del interés legítimo (por satisfac-
ción extraprocesal u otras causas).

2.1. Desistimiento

Desistir es la declaración del demandante encaminada a poner fin al


proceso sin entrar a resolver sobre en el fondo del proceso, es decir, sin
resolución que sea cosa juzgada.
© FUOC • PID_00266550 25  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

El desistimiento proviene de la disponibilidad sobre el objeto del proceso, co-


mo el arbitraje, la mediación o la transacción, y tiene como límite que se prohí-
ba legalmente o se limite por razones de interés general o en beneficio de ter-
ceros.

El contenido de esta manifestación de voluntad, sin embargo, implica varias


consecuencias e impide otras. En este último sentido, el demandante puede
volver a plantear idéntica cuestión. En el primer caso –y precisamente a con-
secuencia del anterior– se exige la bilateralidad del desistimiento; es decir, que
debe existir acuerdo del demandado en terminar el proceso por medio del
desistimiento. La razón es casi evidente: el demandado puede preferir llegar
hasta el final a verse expuesto a otro proceso idéntico.

La LEC permite el desistimiento unilateral hasta un momento determinado, a


partir del cual el demandado no podrá, sin más, decidir unilateralmente. En
tal sentido, el artículo 20.2 LEC dispone que el desistimiento será unilateral
hasta que el demandado sea emplazado para contestar a la demanda.

Cabe desistimiento unilateral también en los juicios en rebeldía.

A partir del emplazamiento para contestar o la citación para la vista, del escrito
de desistimiento se dará traslado al demandado por un plazo de diez días.

(26)
Si el demandado está de acuerdo con el desistimiento o no se opone en los Art. 20.3 II LEC
diez días siguientes, el letrado de la Administración de Justicia dictará decreto
acordando el sobreseimiento26.

Si se formula oposición�al�desistimiento, el artículo 20. 3 III LEC prescribe


que el juez resolverá lo que estime oportuno.

(27)
El desistimiento, en atención a su naturaleza y efectos, requiere poder espe- Art. 25.2 LEC
27
cial .

En lo relativo a las costas, el artículo 396 LEC diferencia entre desistimiento


unilateral o bilateral. Si es unilateral, se condenará en costas al actor. Si es
bilateral, no se condenará en costas.

El desistimiento�en�segunda�instancia�o�en�recursos�ulteriores varía sustan-


cialmente. La razón es clara. Quien desiste en segunda instancia no pretende
un pronunciamiento que no afecta al fondo, sino de manera muy diferente
que la resolución recurrida adquiera firmeza. En estos casos, y precisamente,
porque el recurrido no puede verse perjudicado por el desistimiento, no se
exige la bilateralidad. Paralelamente, quien desiste del recurso correrá con las
costas.
© FUOC • PID_00266550 26  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

2.2. Caducidad de la instancia

(28)
Arts. 237-240 LEC
Se produce este fenómeno cuando los procesos terminan por el mero
transcurso de determinados periodos de tiempo sin que se registre nin- (29)
Art. 236 LEC
28
guna actuación procesal . De hecho, la caducidad se regula tras la regla
(30)
que establece el impulso procesal de oficio29 cuando, a pesar de este, no Art. 237.1 LEC

se produce actividad alguna de las partes en determinados plazos30.

Tales periodos de tiempo son diferentes, según la instancia en que se encuen-


tre el proceso: dos años, en primera instancia; y uno, en segunda instancia o
pendiente de recurso de casación o de infracción procesal.

El plazo se empieza a contar a partir de la última notificación a las partes.

(31)
Como efecto anudado a la inactividad de las partes, no se produce cuando tal Art. 238 LEC
inactividad sea imputable a fuerza mayor o cualquier otra causa que no derive
de la voluntad de las partes31.

(32)
También se excluye la caducidad en el proceso de ejecución32, aunque en este Art. 239 LEC

caso, el motivo es no impedir la actuación sobre los bienes presentes y futuros


del deudor debido a que el transcurso de tales plazos acarree la caducidad.

(33)
La caducidad debe declararse por medio de decreto y de oficio. Contra dicho Art. 237.2 LEC
33
decreto solo cabe recurso de revisión .

El efecto�de�la�caducidad varía según la instancia en que se produzca.

(34)
Cuando se produce en primera instancia, se entiende producido el desisti- Art. 240.2 LEC
miento, quedando imprejuzgada la acción, de manera que podrá volver a ejer-
citarse, salvo que caduque ella misma34.

(35)
Si tiene lugar en segunda instancia o en fase de recursos extraordinarios, se Art. 240.1 LEC
tendrá por desistida la apelación o tales recursos, y por firme la resolución
recurrida, devolviendo las actuaciones al tribunal del que procediera35.

(36)
En cuanto a las costas, la declaración de caducidad no provoca declaración Art. 240.3 LEC
36
expresa, de forma que cada parte pagará las suyas y las comunes por mitad .
© FUOC • PID_00266550 27  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

2.3. Sobreseimiento del proceso

El auto de sobreseimiento es una resolución judicial que da por termi-


nado el proceso, generalmente por la aparición de óbices procesales que
impiden un pronunciamiento sobre el fondo.

Son casos legales de sobreseimiento:

(37)
• Cuando el tribunal entiende que carece de la denominada competencia Art. 65 LEC
37
internacional o que el asunto ha sido sometido a arbitraje o a mediación .

(38)
• Si no comparece ninguna de las partes a la audiencia previa o solo compa- Art. 414 LEC
rece el demandado o no acude el abogado del demandante, siempre que,
el demandado no alegue interés legítimo en que continúe el proceso38.

• Si se estima la litispendencia o la cosa juzgada.

(39)
• Si aparecen defectos procesales no subsanables o que no se subsanan en Art. 418 LEC
39
la audiencia previa .

(40)
• Si se aprecia la ausencia de determinados requisitos procesales como los Arts. 422 y 423.3 II LEC
40
esenciales de la demanda o ésta es especialmente defectuosa .

Los efectos�del�sobreseimiento no afectan a la cuestión de fondo que, por la


propia naturaleza de las causas que lo provocan, impide un pronunciamiento
de tal índole. La posibilidad de volver a incoar un nuevo procedimiento debe
examinarse a tenor del óbice procesal concreto. No cabrá, por ejemplo, si se
trató de la litispendencia o la cosa juzgada, resultando procedente caso de
subsanación de defecto de tal naturaleza.

2.4. Renuncia del actor

(41)
Art. 19.1 LEC
A diferencia de los medios analizados hasta ahora, la renuncia afecta a
la acción, al fondo del proceso.

La LEC reconoce el poder de disposición de las partes sobre el derecho


que sustenta su pretensión, siempre con el fundamento y límite que
marca el artículo 6.2 CC41.
© FUOC • PID_00266550 28  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

(42)
La renuncia debe ser expresa; no se admite la renuncia tácita. Además, como Art. 25.2.1.° LEC
42
en los restantes medios, precisa de poder especial al efecto .

Puede ser total o parcial, afectando en este último caso a los supuestos de plu-
ralidad de objetos procesales. Por otra parte, la renuncia parcial será posible o
no, según la conexión entre las diferentes acciones, en los casos de pluralidad,
o si afecta tan solo a cantidades perfectamente cuantificables por separado, en
la hipótesis de unidad de objeto.

(43)
El actor puede renunciar en cualquier momento de la primera instancia o de Art. 19.3 LEC
43
los recursos o de la ejecución de la sentencia .

(44)
En cuanto al objeto�de�la�renuncia, el artículo 20.1 LEC señala que cabe re- Renunciar al derecho o renun-
ciar a la acción.
nunciar "a la acción ejercitada o al derecho en que el actor funde su preten-
sión". Esta distinción, si, de un lado, significa un claro avance, adolece, sin
embargo, de un defecto: no clarificar el alcance de cada uno de los supuestos44.

2.5. Allanamiento del demandado

Consiste en la declaración de voluntad del demandado, reconociendo el fun-


damento de la pretensión del actor.

(45)
Como acto de disposición que también es, precisa de la misma disponibilidad Art. 6.2 CC
45
que hemos señalado respecto de la renuncia a la acción , así como de poder
(46)
Art. 25.2.1.° LEC
especial46. La resolución que se pronuncie afecta al fondo del proceso, provo-
cando una resolución con fuerza de cosa juzgada.

El allanamiento conlleva una sentencia de carácter condenatorio, salvo que


la materia afectara al orden público o resultara perjudicial para un tercero: el
artículo 21.1 LEC señala expresamente, como excepción a la vinculación del
juzgador el allanamiento del demandado, el fraude de ley, la renuncia contra-
ria al interés general o la efectuada en perjuicio de tercero.

(47)
En los casos de pluralidad objetiva (acumulación de acciones) el allanamiento Art. 21.2 LEC
parcial es posible en la medida en que la conexión entre las diferentes accio-
nes permita un pronunciamiento claramente disociado. No sería factible, por
ejemplo, si el pronunciamiento sobre una prejuzga el contenido restante47.

(48)
En cuanto a las costas, por motivos semejantes a los señalados respecto a la Art. 395.1 LEC
renuncia, el allanamiento supone la condena del demandado, salvo que se
produzca antes de contestar a la demanda y siempre que el juez no aprecie
mala fe en el demandado48. La mala fe se infiere, según este mismo precepto, de
que antes de la demanda se hubiera formulado al demandado el requerimiento
fehaciente y justificado de pago, o si se hubiera iniciado procedimiento de
mediación o dirigido contra él solicitud de conciliación (art. 395.1.II LEC).
© FUOC • PID_00266550 29  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

2.6. Transacción

La transacción se regula en el artículo 1809 CC y en el 19.2 y 3 LEC.


Se define como el contrato por el cual las partes, dando, prometiendo
o reteniendo cada una alguna cosa, evitan la provocación del pleito o
ponen término al proceso ya comenzado.

Esta definición abarca los dos tipos de transacción: la judicial y la extrajudicial.


La primera tiene lugar en el proceso y se dirige a ponerle fin. La transacción
extrajudicial se produce antes del proceso y pretende evitarlo, o acaece en el
mismo, pero sin que se resuelva en él, por medio de una negociación que tiene
lugar fuera.

El artículo 19.2 y 3 LEC admite la transacción�judicial en diferentes momen-


tos del proceso, en primera o segunda instancia o pendiente recurso extraor-
dinario por infracción procesal o de casación.

(49)
En el juicio�ordinario, el acuerdo entre partes se contempla en dos momentos Art. 415 LEC
de la audiencia previa, con consecuencias diferentes según la voluntad de las
(50)
partes. Cabe al inicio49 y al final de dicha audiencia50. Art. 428 LEC

(51)
Según se produzca en uno u otro las partes pueden optar entre desistir bilate- Art. 517.2.3.° LEC
ralmente del proceso, asimilándose al desistimiento, esto es, quedando impre-
juzgada la acción; o solicitar la homologación judicial, en cuyo caso se equi-
para a la transacción judicial. Si se produce dicha homologación, lo pactado
se equipara a un título ejecutivo, llevándose a efecto por los trámites previstos
para la ejecución de sentencias y convenios judiciales aprobados51.

Quien transige debe tener capacidad suficiente y poder especial. El objeto de Artículo 751 LEC
la transacción debe ser, por su parte, disponible y no figurar en aquellos ca-
El artículo 751 LEC establece
sos en que determinadas normas delimitan la posibilidad o prohibición de la prohibición de transigir en
transacción los procesos sobre capacidad,
filiación y matrimonio.

El auto que recoge la transacción no tiene efecto de cosa juzgada. De ahí que,
(52)
Montero
de alegarse en un proceso posterior, como hecho constitutivo o como impedi-
tivo, lo transigido determinará el contenido de la sentencia que deba dictarse
pero no impedirá dicho proceso52.

La transacción extrajudicial se celebra fuera del ámbito procesal y se rige por


lo dispuesto en el Código civil.
© FUOC • PID_00266550 30  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

2.7. Desaparición del interés legítimo por satisfacción


extraprocesal de las pretensiones u otras causas. El caso
especial de la enervación del desahucio

La LEC ha incorporado, en su artículo 22, esta forma de finalizar el pro-


ceso atendiendo a la desaparición durante el mismo del interés legítimo
tutelable, generalmente por satisfacción extraprocesal de la pretensión,
pero también "por cualquier otra causa".

La desaparición del interés debe ser puesto de manifiesto al tribunal. Si las


partes están de acuerdo, se decretará por el letrado de la Administración de
Justicia la terminación del proceso, sin que proceda la condena en costas.

(53)
Si alguna de las partes manifiesta la subsistencia de interés legítimo en con- Art. 22.2 I LEC
tinuar el proceso, negando motivadamente que se haya dado satisfacción ex-
traprocesal, el letrado de la Administración de Justicia convocará a las partes
a una comparecencia ante el tribunal, en el plazo de diez días53. Terminada
la comparecencia, el tribunal resolverá, también mediante auto, si procede o
no continuar el proceso, imponiendo las costas a quien vea rechazada su pre-
tensión.

(54)
Contra el auto que ordene la continuación, no procede recurso alguno. Contra Art. 22.3 LEC
54
el que la rechace, cabe recurso de apelación .

2.7.1. La enervación del desahucio

Los procesos de desahucio de finca urbana o rústica por falta de pago de las
rentas o cantidades debidas por el arrendamiento terminarán mediante decre-
to dictado por el letrado de la Administración de Justicia cuando, requerido el
demandado para que en el plazo de 10 días:

a) desaloje el inmueble,

b) pague al actor, o si pretende la enervación, pague la totalidad de lo que se


deba o ponga a disposición de aquel en el tribunal o notarialmente el importe
de las cantidades reclamadas en la demanda y el de las que adeude en el mo-
mento de este pago enervador, o

c) en otro caso, comparezca y alegue sucintamente, formulando oposición, las


razones por las que, a su entender, no debe, en todo o en parte, la cantidad
reclamada o las circunstancias relativas a la procedencia de la enervación (art.
440.3 LEC).
© FUOC • PID_00266550 31  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

Si el demandante se opone a la enervación por no concurrir los requisitos, se


citará a las partes a una vista tras la que el juez dictará sentencia, bien ener-
vando la acción, bien estimando la demanda y habiendo lugar al desahucio
(art. 22.4 LEC).

No se enervará el desahucio cuando el arrendatario ya lo hubiera enervado en


una ocasión anterior, excepto que el cobro no hubiera tenido lugar por causas
imputables al arrendador, ni cuando se hubiera requerido de pago al arrenda-
tario con al menos un mes de antelación a la presentación de la demanda y
el pago no se hubiere efectuado al tiempo de dicha presentación (art. 22.4.II
LEC).
© FUOC • PID_00266550 32  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

3. Crisis procesales

3.1. Crisis procesales en general. Significado de "crisis procesal"

Con la expresión "crisis procesales" se comprenden un amplio abanico


de situaciones procesales, de naturaleza diversa y cuya nota común es
suponer una paralización, dilación o suspensión del normal desarrollo
del proceso.

Se hará referencia a las más relevantes, sin perjuicio de que, dado lo amplio
de la definición, pudiera quedar fuera algún fenómeno que, directa o indirec-
tamente, acarree las consecuencias señaladas en el proceso. Se tratarán aquí:
la prejudicialidad, los incidentes y la suspensión del proceso.

3.2. La prejudicialidad: concepto; clases y regulación legal

Se habla de "prejudicialidad" siempre que, a lo largo de un proceso, una


cuestión debe ser decidida lógicamente antes que la cuestión principal,
o cuando tal antecedente lógico ha sido decidido ya en otro proceso
terminado con cosa juzgada.

Sobre las cuestiones prejudiciales, nombre con el que también se designa la


prejudicialidad, existen diferentes clasificaciones, de las que citaremos dos:

1) Con arreglo al tribunal que puede conocer de ellas, se habla de cuestiones


prejudiciales�devolutivas y no�devolutivas. Las primeras deben ser resueltas
por un tribunal distinto del que conoce de la cuestión principal. Las cuestiones
prejudiciales no devolutivas pueden ser resueltas por el mismo tribunal con
carácter previo a entrar en la cuestión principal.

2) En atención a la naturaleza de la cuestión prejudicial, se diferencia entre


cuestiones prejudiciales de la misma naturaleza y cuestiones prejudiciales de
distinta naturaleza. En este sentido, encontraremos prejudicialidad�civil�en
el�proceso�civil, prejudicialidad�penal y prejudicialidad�social o adminis-
trativa, o prejudicialidad�constitucional o comunitaria.

La regulación legal de la prejudicialidad

La regulación legal de la prejudicialidad se contempla en distintos textos normativos.


Como regla general, el artículo 10 LOPJ. Como reglas específicas, las que figuran en los
artículos: 40-43 LEC; 163 CE; 5.2 LOPJ y 35ss LOTC; y 177 TCEE.
© FUOC • PID_00266550 33  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

Con carácter general, el artículo 10 LOPJ establece la prejudicialidad no devo-


lutiva. De este modo, salvo disposición en contrario, y en atención a la econo-
mía procesal, cuando aparezca una cuestión que deba ser resuelta previamen-
te, el propio juez entrará a resolverla.

La excepción a esta regla figura en el apartado segundo del propio artículo 10


LOPJ referida al ámbito penal. En efecto, las cuestiones prejudiciales penales
tienen carácter devolutivo, salvo que la propia ley excepcione esta excepción
y vuelva a regir la regla general (no devolución).

3.2.1. Prejudicialidad penal en el proceso civil

La LEC empieza por distinguir entre hechos con apariencia delictiva y


prejudicialidad penal.

Ante los primeros, el artículo 40 LEC establece la obligación del tribunal de


poner en conocimiento del Ministerio Fiscal la existencia de un hecho que
presente los caracteres de delito, por si hubiera lugar al ejercicio de la acción
penal. Esta circunstancia, sin embargo, no es suficiente para que surja la pre-
judicilidad penal.

Para la prejudicialidad penal se requiere, además:

• que exista un proceso penal ya pendiente sobre tales hechos; y

• que la calificación penal de los hechos tenga influencia decisiva en la de-


cisión del pleito.

Si hay prejudicialidad penal, es devolutiva y suspensiva, en los términos que


inmediatamente se señalan.

1)�Suspensión�del�procedimiento�civil

Los párrafos 2 a 6 del citado artículo 40 LEC se dedican a la suspensión, si


concurren las circunstancias reseñadas como 1.ª y 2.ª en el apartado 40.2 LEC:
que haya incoación de causa penal pendiente. y que la decisión del tribunal
penal acerca del hecho por el que se procede en causa penal, pueda tener in-
fluencia decisiva en la resolución del asunto civil.

2)�Momento�de�la�suspensión
© FUOC • PID_00266550 34  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

(55)
En términos generales, los autos se suspenden una vez estén conclusos para Art. 40.3 LEC
55
sentencia , lo que evitará la perniciosa práctica de suspender los procesos ante
la mera noticia de la querella admitida, salvo la excepción del artículo 40.3
y 4 LEC.

3)�Finalización�de�la�suspensión

Se prevé en dos supuestos:

• cuando concluye el proceso penal por sentencia o sobreseimiento libre; y

• cuando se paralice el procedimiento por motivo que haya impedido su


normal terminación, como en el supuesto de sobreseimiento provisional.

En tales casos, el letrado de la Administración de Justicia acordará el alzamien-


to de la suspensión.

4)�Recursos

(56)
Si la suspensión se deniega, contra la resolución cabe recurso de reforma, aun- Art. 41.1 LEC
que puede reproducirse la reclamación en segunda instancia, en el recurso de
infracción procesal y en el recurso de casación56.

(57)
Si la suspensión se adopta, cabe recurso de apelación y contra la resolución de Art. 41.2 LEC
57
ésta, en su caso, el extraordinario de infracción procesal .

Contra la resolución del letrado de la Administración de Justicia que acuerde


el alzamiento de la suspensión cabe recurso directo de revisión (art. 41.3 LEC,
añadido por Ley 13/2009, de 3 de noviembre).

3.2.2. Prejudicialidad no penal (administrativa o social) en el


proceso civil

(58)
A partir de una referencia expresa a la prejudicialidad administrativa y social, Art. 42.1 y 3 LEC
58
se extiende ésta a la propia Administración y al Tribunal de Cuentas .

Como regla�general, siguen siendo no devolutivas y no suspensivas. Los tri-


bunales civiles conocen de ellas, aunque la decisión no surtirá efecto fuera del
proceso civil en que se produzca.

(59)
Excepcionalmente, si la ley lo establece o las partes lo acuerdan, el letrado de Art. 42.3 LEC
la Administración de Justicia suspenderán el curso de las actuaciones, antes
de que se dicte sentencia. En tal caso, los tribunales civiles quedan vinculados
por lo decidido por los otros órganos jurisdiccionales59.
© FUOC • PID_00266550 35  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

3.2.3. Prejudicialidad civil en el proceso civil

Se planteará excepcionalmente esta cuestión cuando sea imprescindible la sus-


pensión del proceso civil y la decisión por otro órgano también civil. Esto es
así porque la regla general será que el propio órgano civil resuelva los temas
prejudiciales sin necesidad de suspensión.

El artículo 43 LEC se centra, por tanto, en el caso específico en el que para


resolver sobre el objeto del litigio sea necesario decidir acerca de alguna cues-
tión, objeto principal asimismo de otro proceso, y no quepa la acumulación
de procesos, por no darse alguno de sus requisitos.

(60)
En tal supuesto, cabrá decretar la suspensión a instancia de parte, y hasta que Art. 43.1 LEC
60
finalice el pleito que tenga por objeto la cuestión prejudicial .

Se precisará que lo soliciten ambas partes, o una de ellas oída la otra.

(61)
Contra el auto que deniega la petición de suspensión, cabrá recurso de repo- Art. 43.II LEC
61
sición. Contra el auto que la otorgue, cabrá recurso de apelación .

3.2.4. Prejudicialidad constitucional (breve mención de la


cuestión de inconstitucionalidad)

(62)
La cuestión de inconstitucionalidad se planteará cuando un órgano jurisdic- Arts. 35.1 LOTC y 5.2 LOPJ
cional considere que una norma –necesariamente postconstitucional– con
rango de ley aplicable al caso de que se trate y de cuya validez dependa el fa-
llo, pueda ser contraria a la Constitución. Ante dicha situación, el órgano en-
juiciador eleva al Tribunal Constitucional la cuestión de inconstitucionalidad
62
para que este se pronuncie .

3.2.5. Cuestión prejudicial sobre derecho comunitario (breve


mención)

Consiste en la elevación al Tribunal Europeo de Justicia de una cuestión, para


que este sea el único que interprete los temas citados en el artículo 234 del
Tratado de la Unión; es decir, las siguientes:

• la interpretación del propio Tratado;

• la validez e interpretación de los actos adoptados por las instituciones de


la Comunidad; y,

• la interpretación de los estatutos de los organismos creados por un acto


del Consejo, cuando dichos estatutos así lo prevean.
© FUOC • PID_00266550 36  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

El planteamiento suspende el proceso.

3.3. La cuestión incidental. Procedimiento incidental

(63)
Art. 387 LEC
Son cuestiones incidentales todas aquellas que requieren de una deci-
sión judicial específica y distinta de la que resuelve sobre el objeto u ob-
jetos principales del proceso, por suscitarse sobre asuntos relacionados
con dicho objeto o con la concurrencia de presupuestos y requisitos del
proceso o de sus actos63.

El planteamiento y resolución de tales cuestiones incidentales puede estar pre-


visto, específicamente, en la propia LEC o en otra ley. En todo caso, la misma
LEC regula un procedimiento incidental que se aplicará a la resolución de to-
das las cuestiones incidentales que carezcan de tratamiento legal específico.

3.3.1. Clases de cuestiones incidentales

Las cuestiones incidentales pueden ser de previo pronunciamiento o de espe-


cial pronunciamiento.

(64)
Son cuestiones incidentales de especial�pronunciamiento las que exigen que Art. 389 LEC
el tribunal decida sobre ellas separadamente en la sentencia, antes de entrar a
resolver sobre lo que sea objeto principal64.

(65)
Reciben el nombre de cuestiones incidentales de previo� pronunciamiento Art. 390 LEC
aquellas que, por su naturaleza, suponen un obstáculo a la continuación del
juicio por sus trámites ordinarios65. Además de aquellas que la ley señale ex-
presamente, el artículo 391 incluye como tales cuestiones las siguientes:

• las relativas a la capacidad y representación de cualquiera de los litigantes,


por hechos ocurridos después de la audiencia regulada en los artículos 414
y siguientes;

• aquellas que atañen al defecto de algún presupuesto procesal o a la apari-


ción de un óbice de la misma naturaleza, siempre que hayan sobrevenido
después de la audiencia prevista en los artículos 414 y siguientes; y

• las que afecten a cualquier otra incidencia que ocurra durante el juicio y
cuya resolución sea absolutamente necesaria, de hecho o de derecho, para
decidir sobre la continuación del juicio por sus trámites ordinarios o su
terminación.
© FUOC • PID_00266550 37  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

3.3.2. Procedimiento incidental

Con carácter subsidiario, esto es, si no existe norma específica el respecto, el


procedimiento incidental seguirá los trámites descritos en los artículos 392 y
393 LEC. Entre los mismos, cabe destacar:

(66)
• El planteamiento se hará por escrito. Al mismo se acompañarán los do- Art. 392.2 LEC
cumentos pertinentes, proponiéndose la prueba e indicando, a juicio de
(67)
quien propone la cuestión, si ha de suspenderse o no el proceso. Art. 393.1 LEC

• El tribunal admite o rechaza la cuestión: por auto, si la inadmite, y por


providencia sucintamente motivada, si la admite. Contra esta providencia
cabe recurso de reposición. El tribunal inadmitirá la cuestión cuando:
– El objeto de la cuestión no es propio de un incidente66.
– Se plantea en el juicio ordinario, una vez iniciado el juicio; o en el
juicio verbal, una vez admitida la prueba propuesta67.
– No se cumple los requisitos procesales que rigen el planteamiento de
la cuestión incidental.

• Admitido el escrito, procede el traslado a las demás partes, quienes con-


testarán lo que estimen oportuno en un plazo de cinco días. Pasado este
tiempo, el letrado de la Administración de Justicia cita a las partes a una
comparecencia ante el tribunal que se celebrará conforme a lo dispuesto
para la vista del juicio verbal.

(68)
• Si se trata de una cuestión de previo pronunciamiento, se resolverá me- Art. 393.4 y 5 LEC
diante auto; y si se acuerda poner fin al proceso, contra el mismo cabrá
recurso de apelación. Si se decide la continuación del proceso, el auto es
irrecurrible68. Si la cuestión es de especial pronunciamiento, se resolverá
separadamente en la propia sentencia del pleito.

3.4. Suspensión del proceso por acuerdo de las partes

Esta forma de crisis procesal se regula en el artículo 19.4 (transacción) y más


en general, en el 179.2, ambos de la LEC.

(69)
Se contempla esta posibilidad como manifestación del poder de disposición Art. 179.1 LEC
de las partes, excepcionando el "impulso procesal", esto es, la facultad judicial
de desarrollar el proceso según sus trámites, sin necesidad de que los insten
las partes69.

(70)
Precisa del acuerdo de todas las partes70. Art. 19.4 LEC
© FUOC • PID_00266550 38  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

La suspensión se acordará por el letrado de la Administración de Justicia me-


diante decreto, salvo que perjudique el interés general o el de terceros, y que
el plazo de suspensión supere los sesenta días.

(71)
Transcurrido el plazo por el que se acordó la suspensión, alguna de las partes Art. 179.2 LEC
debe solicitar la reanudación del proceso. Si ninguna de las partes insta la
reanudación, se archivarán provisionalmente los autos y permanecerán en tal
situación mientras no se solicite la continuación del proceso o se produzca la
caducidad de la instancia71.
© FUOC • PID_00266550 39  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

4. Disposiciones generales en materia de recursos

Los recursos son actos de impugnación de las partes dirigidos a atacar


una resolución judicial de cualquier clase, que pretenden provocar su
anulación o su reforma.

El fundamento de los recursos es múltiple: la falibilidad humana, la posibili-


dad de que los órganos jurisdiccionales pueden incurrir en errores de distin-
ta índole. Junto con esta justificación, se añaden otras como la insatisfacción
subjetiva de la parte que se ha visto perjudicada por la resolución, o en deter-
minados supuestos, la necesidad de unificar la doctrina.

4.1. Configuración constitucional del derecho a los recursos

No existe, sin embargo, un fundamento constitucional, en el sentido de razón


que conduzca al legislador a establecer recursos específicos en las leyes proce-
sales. El Tribunal Constitucional ha señalado, reiteradamente, que el artículo
24 de la Constitución española no obliga a establecer recursos, ni tal mandato
se deriva del derecho a la tutela judicial efectiva, donde este se incardina.

Veamos ahora cómo se articula legalmente este acceso a los recursos.

4.2. Presupuestos generales de los recursos

Como característica general, o sea, independientemente de los más específicos


que puedan exigirse para la interposición de cada concreto recurso, existen
algunos que operan como presupuestos generales. Se trata de los siguientes:

(72)
• Que el recurso se interponga ante el órgano competente72. Art. 62 LEC

• Que la resolución sea recurrible.

• Que quien interponga el recurso haya sufrido un gravamen, entendido


como perjuicio respecto a lo pretendido en la instancia.

(73)
• Que medie instancia de parte73 y se tenga legitimación, exigencia unida a Art. 448.1 LEC

la condición de parte o tercero o a tratarse de determinadas instituciones


públicas.
© FUOC • PID_00266550 40  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

(74)
• 74
Que se interponga en el plazo previsto legalmente . El transcurso de tal Art. 448.2 LEC

plazo determinará, en otro caso, que la resolución devenga cosa juzgada


(75)
Art. 207.4 LEC
formal75.

• Que se cumplimenten los diferentes requisitos formales que el legislador


haya establecido. Dentro de estos, la Disposición Adicional Decimoquinta
de la LOPJ generaliza, con contadas excepciones, la necesidad de constituir
depósito para la interposición de recursos ordinarios y extraordinarios, la
revisión y la rescisión de sentencia firme a instancia del rebelde, y siempre
y cuando la interposición deba tramitarse por escrito, tal como veremos
en los siguientes apartados.

4.3. Requisitos legales y acreditaciones especiales

La existencia de unos condicionantes legalmente establecidos corresponde al


concepto de requisitos. En el caso de los recursos, a tenor de la legislación pro-
cesal civil vigente, pueden dividirse en requisitos generales, como la necesidad
de constituir un depósito, y requisitos especiales, para casos más concretos.

a)�La�constitución�del�depósito. La constitución del depósito para recurrir se


exige para la admisión de todos los recursos en el orden civil excepto para la
del recurso de revisión y siempre que se interpongan por escrito (Disposición
Adicional 15.ª LOPJ). La cuantía del depósito atiende a dos variables: el tipo
de recurso y que la resolución ponga fin al proceso impidiendo su continua-
ción, conforme a los casos y cantidades que figura en la Disposición Adicional
15ª.1.3 LOPJ.

La resolución de que se trate indicará la necesidad de constituir el depósito


y no se admitirá a trámite ningún recurso cuyo depósito no esté constituido,
concediéndose dos días para la subsanación en caso de omisión o error (Dis-
posición Adicional 15.ª.7 LOPJ).

El depósito pretende actuar, por una parte, como instrumento disuasorio de la


temeridad a la hora de recurrir, de manera que resuelto el recurso el depósito
se devolverá si se estima total o parcialmente; en tanto la pérdida del recurso
acarrea la del depósito. Por otra parte, el depósito persigue contribuir a soste-
ner el derecho a la justicia gratuita, la modernización de la justicia y de la Ad-
ministración de Justicia en las CC. AA. que han asumido tales competencias,
por lo que las cantidades recaudadas se destinan a los citados fines (Disposi-
ción Adicional 15.ª, 10 y 11 LOPJ).

b)�Acreditaciones�especiales. Tienen carácter especial determinadas acredi-


taciones que deben efectuarse antes de interponer el recurso de apelación, el
extraordinario por infracción procesal o el de casación. Estas son: tener satis-
© FUOC • PID_00266550 41  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

fechas las rentas vencidas en los procesos que lleven aparejada ejecución, o
el depósito del importe de la condena más los intereses y recargos exigibles,
a la hora de interponer los mismos recursos en los procesos en que se preten-
da la condena a indemnizar los daños y perjuicios derivados de la circulación
de vehículos de motor, o en el caso de pago de cantidades debidas por un
propietario a la comunidad de vecinos, en el que, antes de interponer dichos
recursos, debe consignar la cantidad líquida a la que se contrae la sentencia
condenatoria (art. 449 LEC).

4.4. Efectos de los recursos

Interponer un recurso produce el efecto esencial de impedir la firmeza de la


resolución, o lo que es igual de la producción de cosa juzgada formal de la
resolución impugnada.

En determinados casos, el legislador ha previsto que junto a aquel propio de


todo recurso (suspender la firmeza) se suspendan además los efectos jurídicos
propios de la resolución que se impugna; es el conocido como efecto�suspen-
sivo. Necesita previsión legal específica al efecto.

4.5. Clases de recursos

De las muchas clasificaciones existentes, nos circunscribimos a citar las dos


que se consideran más útiles.

4.5.1. Recursos ordinarios y extraordinarios

Son recursos ordinarios aquellos que pueden interponerse sin limitación en


cuanto a las resoluciones recurribles y los motivos alegables. El recurso ordi-
nario tipo es el de apelación y el de reforma. Extraordinarios son el de casación
y queja.

4.5.2. Recursos devolutivos y no devolutivos

(76)
Son recursos devolutivos76 aquellos que deben ser resueltos por un órgano Los recursos devolutivos son la
apelación, casación y queja.
diferente y superior del que conoció la resolución objeto del recurso.
(77)
Un recurso no devolutivo es el
77 de reposición.
Los recursos no devolutivos son resueltos por el mismo órgano que dictó la
resolución recurrida.

4.6. Disposiciones generales de los recursos: características


generales; reglas de cómputo; requisitos en casos especiales y
desistimiento de los recursos

Como características generales se exigen:


© FUOC • PID_00266550 42  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

a) La existencia de gravamen en el sentido señalado, esto es, como perjuicio


a raíz de la resolución que se recurre.

b) La constitución del depósito para recurrir se exige para la admisión de todos


los recursos en el orden civil, excepto para la del recurso de revisión y siempre
que se interpongan por escrito (disp. ad. 15.ª LOPJ).

La cuantía del depósito atiende a dos variables: el tipo de recurso y que la


resolución ponga fin al proceso impidiendo su continuación.

1) Si la resolución que se recurre pone fin al proceso impidiendo su continua-


ción, se depositarán: 30 euros (recurso de queja) o 50 euros (recurso de apela-
ción, rescisión de sentencia firme a instancia del rebelde; infracción procesal
y revisión) (disp. ad. 15.ª1.3 LOPJ).

2) Si no ponen fin al proceso ni impiden su continuación, el depósito será


de 25 euros, e igual cantidad corresponderá cuando se recurra en revisión las
resoluciones dictadas por el letrado de la Administración de Justicia.

Quedan excluidos del depósito: el recurso de reposición previo al recurso de


queja y los que interpongan el Ministerio Fiscal, el Estado y las comunidades
autónomas.

La resolución de que se trate indicará la necesidad de constituir el depósito


y no se admitirá a trámite ningún recurso cuyo depósito no esté constituido,
concediéndose dos días para la subsanación en caso de omisión o error (disp.
ad. 15.ª7 LOPJ).

El depósito únicamente deberá consignarse para la interposición de recursos


que deban tramitarse por escrito.

Asimismo, para la interposición de recursos contra resoluciones dictadas por


el juez o tribunal que no pongan fin al proceso ni impidan su continuación en
cualquier instancia, será precisa la consignación como depósito de 25 euros.
El mismo importe deberá consignar quien recurra en revisión las resoluciones
dictadas por el letrado de la Administración de Justicia.

La admisión del recurso precisará que, al interponerse este si se trata de re-


soluciones interlocutorias, a la presentación del recurso de queja, al presen-
tar la demanda de rescisión de sentencia firme en la rebeldía y revisión, o al
anunciarse o prepararse el mismo en los demás casos, se haya consignado en
la oportuna entidad de crédito y en la cuenta de depósitos y consignaciones
abierta a nombre del juzgado o del tribunal, la cantidad objeto de depósito, lo
que deberá ser acreditado. El letrado de la Administración de Justicia verificará
la constitución del depósito y dejará constancia de ello en los autos.
© FUOC • PID_00266550 43  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

Si el recurrente hubiera incurrido en defecto, omisión o error en la constitu-


ción del depósito, se concederá a la parte el plazo de dos días para la subsana-
ción del defecto, con aportación en su caso de documentación acreditativa.

De no efectuarlo, se dictará auto que ponga fin al trámite del recurso, o que
inadmita la demanda, quedando firme la resolución impugnada.

El depósito pretende actuar, por una parte, como instrumento disuasorio de la


temeridad a la hora de recurrir, de manera que resuelto el recurso el depósito
se devolverá si se estima total o parcialmente, en tanto la pérdida del recurso
acarrea la del depósito. Por otra parte, el depósito persigue contribuir a sos-
tener el derecho a la justicia gratuita, la modernización de la justicia y de la
Administración de Justicia en las comunidades autónomas que han asumido
tales competencias, por lo que las cantidades recaudadas se destinan a los ci-
tados fines (disp. ad. 15.ª, 10 y 11 LOPJ).

El cómputo del plazo para recurrir se establece en el artículo 448.2 LEC con
carácter general para todos los recursos. Se contará desde el día siguiente al de
la notificación de la resolución que se recurra, o, en su caso, a la notificación
de su aclaración o de la denegación de ésta.

El artículo 449 LEC determina, finalmente, requisitos del recurso en casos espe-
ciales, como en los casos de de condena a indemnizar los daños y perjuicios
derivados de la circulación de vehículos de motor, donde debe acreditarse ha-
ber constituido depósito del importe de la condena (art. 449.3 LEC). O en los
procesos de condena al pago de las cantidades debidas por un propietario a la
comunidad de vecinos, que precisará de acreditar haber satisfecho o consig-
nado la cantidad líquida debida (art. 449.4 LEC).

4.6.1. El desistimiento de los recursos

A diferencia del desistimiento en primera instancia, es un acto procesal del


recurrente por el que pide que se ponga fin al recurso que él mismo interpuso,
provocando el levantamiento de la suspensión de la cosa juzgada y, por ende,
la firmeza de la resolución impugnada. Por consiguiente, no cabe iniciar un
proceso posterior con el mismo objeto (art. 450.1 LEC).

Si son varios recurrentes, y solo alguno desistiera, la resolución recurrida no se-


rá firme en virtud del desistimiento, pero se tendrán por abandonadas las pre-
tensiones de impugnación que fueran exclusivas de quienes hubieran desisti-
do (art. 450.2 LEC).

El efecto del desistimiento es la firmeza de la resolución. Las costas correspon-


den a quien desista.
© FUOC • PID_00266550 44  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

5. El recurso de reposición

Es un recurso ordinario, no devolutivo cuya decisión se atribuye al mismo ór-


gano que dictó la resolución recurrida: letrado de la Administración de Justicia
o tribunal civil. Carece de efecto suspensivo ("se llevará a efecto lo acordado"
en la resolución impugnada) (art. 451.3 LEC). Y se presenta contra las diligen-
cias de ordenación y decretos no definitivos del letrado de la Administración
de Justicia y las providencias y autos no definitivos dictados por los tribunales
(arts. 451.1 y 2 LEC).

5.1. Interposición

Es necesario que se cumplan dos requisitos en la interposición del recurso:

• el plazo para presentar el recurso es de cinco días;

• el recurrente deberá expresar la infracción en que la resolución hubiera


incurrido.

5.2. Admisión

Admitido el recurso de reposición por el letrado de la Administración de Jus-


ticia, las demás partes tienen un plazo de cinco días para impugnarlo por es-
crito. Transcurrido este plazo de impugnación, si no se cumplen los requisitos
se inadmitirá, mediante providencia, la reposición interpuesta frente a provi-
dencia y autos no definitivos, y mediante decreto directamente recurrible en
revisión la formulada contra diligencias de ordenación y decretos no definiti-
vos (art. 452.2 LEC).

5.3. Resolución, efectos y recursos

El artículo 454 de la LEC establece que "salvo los casos en que proceda el re-
curso de queja, contra el auto que resuelve el recurso de reposición contra re-
soluciones judiciales no cabrá recurso alguno, sin perjuicio de reproducir la
cuestión objeto de la reposición al recurrir, si fuere procedente, la resolución
definitiva".

Contra el decreto que resuelve la reposición de resoluciones procesales tam-


poco cabe recurso alguno, sin perjuicio de reproducir la cuestión al recurrir la
resolución definitiva en la primera audiencia ante el tribunal tras la toma de
decisión o, si no fuera posible, antes de que se dicte resolución definitiva para
que se solvente con ella (art. 454 bis LEC).
© FUOC • PID_00266550 45  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

6. Recurso de revisión

Recurso ordinario que procede contra los decretos de los letrados de la Admi-
nistración de Justicia por los que se ponga fin al procedimiento o se impida su
continuación o contra las diligencias de ordenación y decretos no definitivos
previstos expresamente (art. 454 bis I, II y III; 451.1, 41.3 o 254.1 de la LEC).

Carece de efectos suspensivos y no se puede actuar en sentido contrario a lo


resuelto (art. 454 bis, 2 LEC).

6.1. Interposición

En un plazo de cinco días, mediante escrito y señalando la infracción que se


recurre.

6.2. Admisión

Corresponde al propio letrado de la Administración de Justicia mediante di-


ligencia de ordenación. En ella, concederá a las demás partes personadas un
plazo común de cinco días para impugnarlo. Si no se cumplen los requisitos,
el tribunal lo inadmitirá mediante providencia (art. 454 bis, 2.2.ª LEC). Contra
las resoluciones admitiendo o inadmitiendo, no cabe recurso.

6.3. Resolución, efectos y recursos

El tribunal resolverá mediante auto en cinco días. Contra el auto solo cabrá
recurso de apelación cuando ponga fin al procedimiento o impida su conti-
nuación (art. 454 bis.3 LEC).
© FUOC • PID_00266550 46  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

7. Recurso de apelación

7.1. Apelación y segunda instancia

(78)
Arts. 41 y 43 LEC
No hay segunda instancia sin apelación. El recurso de apelación abre la
segunda instancia. Ambas afirmaciones, siendo ciertas, no deben llevar (79)
Arts. 258.2 y 260.4 LEC
al inveterado error de asimilarlas sosteniendo que toda apelación supo-
ne una segunda instancia. En otros términos: el recurso de apelación
no conduce siempre a la apertura de una segunda instancia, como tam-
poco sucede en el proceso de ejecución, ni en determinados supuestos
del proceso declarativo, aunque ésta sea la regla general (apelación solo
contra el auto o sentencia que pone fin al proceso). Paralelamente, la
apelación es posible contra los autos que acuerdan la suspensión del
proceso civil por prejudicialidad penal o civil78, o los que denieguen di-
ligencias preliminares79.

Al intervenir dos órganos jurisdiccionales distintos –el de la resolución recu-


rrida y aquel que debe resolver–, se denomina tribunal�a�quo al primero y
tribunal�ad�quem al segundo.

Los recursos devolutivos son la apelación y la queja, entre los ordinarios; y el


de infracción procesal y de casación, entre los extraordinarios.

7.2. El recurso de apelación en la LEC

(80)
El recurso de apelación es un recurso ordinario y devolutivo que procede con- Art. 455 LEC
tra las sentencias dictadas en toda clase de juicio, autos definitivos y aquellos
otros que la ley señale expresamente80.

Procede así:

• contra las sentencias que ponen fin al proceso en primera instancia, salvo
las recaídas en juicio verbal que no supere los 3.000 euros (art. 455.1 LEC).

(81)
• los autos definitivos, es decir, las resoluciones que ponen fin a las actua- Art. 206.1.2.ª LEC
81 Los que estiman ausencia de pre-
ciones de una instancia antes de que concluya su tramitación ordinaria ; y supuestos procesales; los que dan
lugar a terminación anticipada del
proceso, etc.
© FUOC • PID_00266550 47  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

(82)
• los autos no definitivos que la ley señala expresamente .
82
Arts. 41.2 y 43.2 LEC
Por ejemplo, el auto que acuerda
la suspensión del proceso por pre-
judicialidad.

Contra el auto que resuelve un recurso de reposición no cabe apelación directa,


pero la parte podrá reproducir la cuestión objeto de reposición al recurrir la
sentencia definitiva.

7.3. Efectos del recurso de apelación

(83)
Art. 456 LEC
El efecto común de cualquier recurso es suspender la firmeza de la reso-
lución y, simultáneamente, dejar en suspenso la competencia del tribu-
nal "a quo" para seguir operando sobre ese proceso, salvo que se haya so-
licitado y obtenido la ejecución provisional de la resolución recurrida83.

(84)
El artículo 456.2 LEC señala que la apelación carecerá de efectos suspensivos. Arts. 524 y siguientes LEC
Si la recurrida es una resolución desfavorable en primera instancia, en realidad
no hay pronunciamiento alguno que ejecutar. Cuando se trata de resolución
de primera instancia favorable, habrá que estar a lo solicitado y resuelto sobre
la ejecución provisional84.

7.4. Especificidades del recurso de apelación en la LEC: las


alegaciones en segunda instancia y la celebración de prueba
en segunda instancia

La configuración mixta de nuestra segunda instancia presenta dos caracterís-


ticas especiales:

1) Tratarse de una apelación limitada.


2) Comprender cuestiones procesales. Ello obliga a desglosar el análisis en dos
diferentes aspectos: el objeto de la segunda instancia, que comprende a su vez
las alegaciones, su objeto y naturaleza, y la existencia excepcional de prueba
en segunda instancia.

7.4.1. El objeto procesal en segunda instancia

El objeto en segunda instancia resulta delimitado por las alegaciones objeto de


recurso y, en su caso, además, por el contenido de la impugnación indepen-
diente. Este objeto sometido puede variar según recurra solo una parte, las dos
o el apelado formule impugnaciones independientes. Veámoslo.
© FUOC • PID_00266550 48  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

Alegaciones en segunda instancia. Oposición a la apelación y ale-


gaciones o impugnaciones independientes

(85)
Con arreglo al artículo 456 LEC, las alegaciones de quien recurre marcan el Art. 458 LEC
límite objetivo del recurso de apelación sin que modifique la "causa petendi"
formulada en la instancia. Tales alegaciones se formulan, inicialmente, en el
escrito de interposición85; ahora bien, pueden no ser las únicas.

(86)
En efecto, del escrito de interposición se debe dar traslado al hasta ahora re- Art. 461 LEC
currido para que, bien se oponga a la apelación, bien formule impugnación
(87)
independiente por su parte. Si impugna independientemente, se convertirá Art. 465.4 LEC

respecto de esta última en apelante y el primitivo apelante (llamado "apelante


principal") en apelado86. Esa impugnación independiente integra también el
objeto del proceso en segunda instancia, incorpora un objeto contingente que
amplía el objeto inicial y produce importantes efectos en la prohibición de
"reformatio in peius87", como veremos.

En la hipótesis de que el recurrido solo se oponga, no se amplía el objeto del


proceso. Quien se opone solo persigue que la apelación termine por entenderla
infundada. Quien impugna independientemente, busca que la apelación con-
tinúe, pero no para pronunciarse sobre el perjuicio que legitima al apelante
principal, sino para que se haga, además, sobre el que él mismo incluye en
esta impugnación.

Alegaciones de fondo y alegaciones procesales

La apelación se concibió, originalmente, para el tratamiento de las cuestiones


de fondo, reservando al campo de las nulidades las cuestiones procesales. A
partir del siglo XIX, no obstante, se admitió que la apelación podía servir para
el control de la legalidad en la tramitación procesal, circunstancia que hoy
pervive en nuestro proceso.

1)�Alegaciones�procesales

Quien formula las alegaciones pone de manifiesto la infracción de una norma


o garantía procesal en la primera instancia; circunstancia que puede haberse
producido en la tramitación o en la sentencia. Esta diferencia provoca efectos
diferentes.

• Infracciones procesales producidas en la tramitación.

Con carácter inicial, el artículo 459 LEC exige acreditar haber denunciado la
infracción oportunamente; a partir de ahí, hay que diferenciar entre infraccio-
nes procesales que originan la nulidad radical de las actuaciones y las que no.
© FUOC • PID_00266550 49  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

(88)
En el primer caso (nulidad radical), el tribunal lo declarará así mediante pro- Art. 465.4 LEC
videncia, reponiendo las actuaciones al estado en que se hallasen cuando la
infracción se cometió. Si, por el contrario, el vicio o defecto procesal puede ser
subsanado en la segunda instancia, no se declarará la nulidad, procediéndose
a la subsanación, para, posteriormente, dictar sentencia sobre el fondo previo,
en su caso, oír a las partes y practicar la prueba admisible88.

(89)
• Si la infracción procesal se produjo en la sentencia de primera instancia, se Art. 465.2 LEC
revocará la sentencia apelada y se resolverá sobre la cuestión o cuestiones
que fueran objeto del proceso89.

2)�Alegaciones�de�fondo

Resolver sobre las alegaciones de fondo corresponde al concepto originario de


recurso, esto es, revisar lo decidido sobre el fondo. Con todo, la configuración
de la LEC presenta la peculiaridad de limitar el objeto de la segunda instancia,
bien en cuanto a las alegaciones expuestas en el escrito de interposición, bien
si se añaden a ellas las incluidas en el escrito de impugnación independiente
del primitivo apelado.

7.4.2. La prueba en segunda instancia

La configuración de nuestro recurso de apelación no constituye una segunda


instancia, como se ha visto; excluyendo inicialmente la prueba. Excepcional-
mente, sin embargo, la Ley de Enjuiciamiento Civil contempla tal eventuali-
dad en los siguientes supuestos:

(90)
1) Cuando se aporten documentos que se encuentren en alguno de los casos Documentos de fecha posterior
90 a la demanda; documentos cono-
contemplados en el artículo 270 LEC y concordantes . cidos tras aquella, etc.

2) Cuando se pida la práctica de la prueba indebidamente denegada en la pri-


mera instancia, siempre que se intentara la reposición de la resolución dene-
gatoria o se formulara la correspondiente protesta.

3) Cuando se solicite la práctica de la prueba propuesta y admitida en la pri-


mera instancia, que no hubiera podido practicarse, ni como diligencia final, a
excepción de que tal hecho sea imputable a quien la solicita.

4) Cuando se demande prueba sobre hechos relevantes para la decisión del


pleito ocurridos después del comienzo del plazo para dictar sentencia en pri-
mera instancia, o incluso antes de este, si la parte justifica que conoció el he-
cho con posterioridad.
© FUOC • PID_00266550 50  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

5) Cuando lo solicite el demandado rebelde, personado en la segunda instan-


cia, siempre que lo haya sido con carácter involuntario.

El primer supuesto limita la prueba al medio, es decir, solo la documental en


los casos propuestos.

El caso 5) permite todo medio de prueba.

Los puntos 2) a 4) permiten solo aquellos medios en los que concurran las
circunstancias citadas: haber sido indebidamente denegados; no haberse po-
dido practicar aun habiendo sido propuesta o admitida; o versar sobre hechos
relevantes que no se conocieron o sobre los que no pudo proponerse prueba.

7.5. Procedimiento

7.5.1. Tribunal competente

El artículo 455.2 LEC establece que conocerán del recurso de apelación:

(91)
• Los juzgados de primera instancia, cuando las resoluciones apelables ha- Art. 47 LEC
91
yan sido dictadas por los juzgados de paz de su partido ; y

(92)
• Las audiencias provinciales, cuando las resoluciones apelables hayan sido Art. 82.2.1 LOPJ
92
dictadas por los juzgados de primera instancia de su circunscripción .

(93)
La atribución de esta competencia no impide que la preparación y la interpo- Arts. 457 y 458 LEC
93
sición del recurso se realicen ante el tribunal "a quo ".

7.5.2. Tramitación

(94)
En términos generales, cabe distinguir dos partes: la que se realiza ante el tri- Quién conoció de la resolución
94 recurrida.
bunal "a quo ": interposición y oposición e impugnación independiente; y
aquella que transcurre ante el tribunal "ad quem95": vista, en su caso, y reso- (95)
Quién resuelve sobre el recurso.
lución.

1)�Interposición

Ha de realizarse en el plazo de veinte días. Comprenderá las alegaciones en


que se basa la impugnación, esto es:

• la eventual infracción de normas que contienen garantías procesales (re-


cuérdese tanto las producidas en la tramitación como las cometidas al dic-
tar la sentencia de primera instancia); y/o
© FUOC • PID_00266550 51  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

• las que contienen las normas materiales o de fondo, tanto si atienden a


cuestiones de hecho como a cuestiones de derecho.

Si este escrito no se presenta, el artículo 458 LEC dispone que se entenderá


desierto el recurso y se levantará la suspensión de la cosa juzgada, deviniendo
la resolución firme.

2)�Oposición�al�recurso�e�impugnación�de�la�sentencia

Del escrito de interposición se da traslado a las demás partes, a quienes se


emplaza para que en diez días presenten escrito de oposición, y en su caso, de
impugnación independiente.

3)�Oposición�a�la�impugnación�independiente

(96)
En la hipótesis de impugnación independiente se debe dar traslado de la mis- Art. 461.4 LEC
ma al apelante principal, quien dispone de diez días para manifestar lo que
entienda por conveniente96.

4)�Remisión�de�los�autos

El letrado de la Administración de Justicia ordenará la remisión de los autos


al tribunal competente para resolver la apelación, con emplazamiento de las
partes por término de 10 días.

(97)
Si se ha solicitado la ejecución provisional, quedará en el órgano de primera Art. 463.2 LEC
instancia el correspondiente testimonio. Si la ejecución provisional se solicita
cuando ya se han remitido los autos, el solicitante deberá obtener previamente
dicho testimonio97.

5)�Eventual�celebración�de�vista�y�plazo�para�dictar�sentencia

Del tenor del artículo 464 LEC se deduce, claramente, que la celebración de
vista no se contempla como necesaria ni consustancial. Cabe, por tanto, dife-
renciar:

(98)
• Se celebrará vista: en los únicos supuestos en que se ha propuesto y admi- Art. 464 LEC
tido prueba; lo ha solicitado expresamente alguna de las partes y el tribu-
nal lo ha valorado como necesario; o el tribunal de oficio así lo ha estima-
do. En tal caso, se dispone de diez días para presentar algún documento o
propuesto alguna prueba; se acordará lo que proceda sobre su admisión,
© FUOC • PID_00266550 52  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

y si debe practicarse prueba, se señalará día y hora al efecto. La vista se


celebra conforme a lo dispuesto para el juicio verbal98. En un plazo de diez
días se dictará la sentencia.

(99)
• Si no se ha propuesto prueba o toda la propuesta ha sido inadmitida, el Art. 464.2 LEC
tribunal puede acordar la no celebración de vista, disponiendo de un mes
para dictar sentencia99.

7.5.3. La sentencia en segunda instancia. Congruencia y


prohibición de "reformatio in peius"

La congruencia en segunda instancia se parangona con la especial delimita-


ción del objeto del proceso en esta segunda instancia, a partir de las alegacio-
nes vertidas en el recurso de apelación y eventualmente la existencia de ale-
gaciones independientes del apelado.

Sobre este extremo, se proyecta la prohibición de "reformatio in peius", es de-


cir, el principio en virtud del cual el ejercicio del recurso no puede perjudicar
por sí mismo a quien lo interpone. O expresado en términos más gráficos:
quien recurre no puede verse privado de lo que ya obtuvo en primera instancia.

Unido a todo ello, la circunstancia de poder interponer apelación en atención


a vicios procesales o vicios de fondo obliga a diferenciar la congruencia, o más
bien, el contenido de la sentencia en ambos supuestos.

1)�Sentencia�que�resuelve�sobre�alegaciones�de�infracciones�procesales

Como ya se ha mencionado, la LEC diferencia entre si la infracción se produjo


al dictar sentencia o en las resoluciones interlocutorias:

(100)
• Si la infracción procesal se produjo en la sentencia de primera instancia, se Art. 465.2 LEC
revocará la sentencia apelada y se resolverá sobre la cuestión o cuestiones
que fueran objeto del proceso100.

(101)
• Si la infracción se produjo en la tramitación, y la infracción determina la Art. 465.4.II y III LEC
nulidad radical, el tribunal de segunda instancia lo declarará así y repon-
drá las actuaciones al estado en que se hallaren cuando la infracción se
cometió. De no presentarse tal nulidad radical, o lo que es lo mismo, si
se trata de un vicio subsanable en segunda instancia, así se hará, dictán-
dose seguidamente sentencia sobre el fondo, previa audiencia y práctica
de prueba, en su caso101.
© FUOC • PID_00266550 53  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

2)�Sentencia�sobre�el�fondo�en�segunda�instancia

(102)
La sentencia que se dicte en segunda instancia deberá pronunciarse, exclusiva- Art. 465.5 LEC
mente, sobre los puntos y cuestiones planteados en el escrito de interposición
de recurso (de cualquiera de las partes perjudicadas por la resolución de pri-
mera instancia), y en su caso en el escrito de impugnación102 independiente.

(103)
La sentencia debe ser exhaustiva y congruente103. Además de integrar en este Art. 218 LEC

aspecto el contenido de los artículos 216 y siguientes de la LEC, deben tenerse


presente las siguientes consideraciones:

• Que los pronunciamientos se limiten no al objeto determinado en la de-


manda de primera instancia, sino a los pronunciamientos de la primera
instancia que fueron recurridos.

(104)
• Asimismo, respecto del objeto planteado por el apelado en el escrito de Art. 461.1 if LEC
oposición, la congruencia vendrá marcada por aquello a lo que aquél se
oponga y formule como impugnación de la resolución en lo que le resulte
desfavorable104.

(105)
• La sentencia de apelación no podrá perjudicar a quien recurre105. Prohibición de "reformatio in
peius".
© FUOC • PID_00266550 54  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

8. Los recursos extraordinarios en el sistema procesal


civil

Los recursos extraordinarios, y particularmente el más relevante entre ellos,


el recurso de casación, cumple las características propias de todo recurso ex-
traordinario: limitación de motivos que limitan el conocimiento del órgano
"ad quem", y limitación, asimismo, de resoluciones contra las que es posible
su interposición.

Del recurso de casación se han predicado tres posibles fines: la protección del
"ius litigatoris", de los derechos en interés de las partes; y la protección del
"ius constitutionis", que se subdivide, a su vez, en dos, defensa objetiva del
ordenamiento y creación de jurisprudencia.

El recurso de casación sigue teniendo hoy una orientación discutida, de forma


que limitaremos el análisis a la regulación positiva, en espera de una reforma
en profundidad ya anunciada.

8.1. El recurso extraordinario por infracción procesal

Recurso devolutivo y extraordinario que procede contra determinadas senten-


cias de segunda instancia dictadas por las audiencias provinciales, por enten-
der el recurrente que se cometió una infracción procesal de las tasadas legal-
mente.

Competencia de la Sala Primera del Tribunal Supremo, presenta las siguientes


notas características.

8.1.1. Resoluciones recurribles

(106)
Sentencias y autos dictados por las audiencias provinciales que pongan fin a la Art. 468 LEC
106
segunda instancia , siempre que se hayan infringido norma procesal, según
los motivos tasados que se establecen en el artículo 469 LEC.

8.1.2. Motivos

Se ciñen a los señalados en el artículo 469.1 LEC, esto es:

• Infracción de las normas sobre jurisdicción y competencia objetiva o fun-


cional.

• Infracción de las normas procesales reguladoras de la sentencia.


© FUOC • PID_00266550 55  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

• Infracción de las normas legales que rigen los actos y garantías del proceso,
cuando la infracción determinare la nulidad conforme a la ley o hubiere
podido producir indefensión.

• Vulneración, en el proceso civil, de derechos fundamentales reconocidos


en el artículo 24 CE.

El elenco en este caso se amplía notablemente, desde el derecho a la tutela


judicial efectiva y todos los que el TC ha integrado en este, hasta el derecho a
un proceso sin dilaciones indebidas, el derecho a utilizar todos los medios de
prueba pertinentes para la defensa, etc.

8.1.3. Presupuestos de admisibilidad

Con carácter general, el artículo 469.2 LEC requiere que se hayan denunciado
la vulneración en primera o segunda instancia, de ser posible, y si se trataba
de un defecto subsanable, que se haya intentado asimismo la subsanación en
su momento.

8.1.4. Procedimiento

El desarrollo se divide en dos fases, una de interposición ante el tribunal "a


quo" y otra de admisión, sustanciación y decisión ante el tribunal "ad quem".

Interposición

(107)
También ante el órgano que dictó la resolución recurrida y en los veinte días Arts. 471 y 472 LEC
siguientes a tener por preparado el recurso, se presentará el escrito de interpo-
sición107. En él, deben constar razonadamente:

• los motivos en que se funda y cómo influyeron las infracciones en el re-


sultado del proceso;

• la solicitud de la práctica de prueba que estime imprescindible para de-


mostrar la infracción; y

• la solicitud de vista, en su caso.

(108)
La AP dispondrá de cinco días para remitir los autos originales a la Sala Primera Art. 472 LEC
del TS, con emplazamiento de las partes ante ella por término de treinta días.
El transcurso de los veinte días sin que se interponga el recurso determina que
el letrado de la Administración de Justicia lo declare desierto108.
© FUOC • PID_00266550 56  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

Admisión

(109)
Ya ante el órgano "ad quem", una vez recibidos los autos, se resolverá sobre la Art. 473 LEC
109
admisión o inadmisión .

(110)
La inadmisión procederá por las mismas causas que hubieran determinado lo Art. 473.2.2.° LEC
propio ante el tribunal "a quo"; es decir, la falta de alguno de los requisitos
establecidos en los artículos 467, 468 y 469 LEC. Junto a ellas se introduce otra
causa específica que faculta al tribunal para realizar un examen preliminar de
la viabilidad del recurso, de manera que pueda inadmitirlo si aprecia que no
podrá dar lugar a una sentencia estimatoria110.

Sustanciación

Se distingue en esta fase una actuación imprescindible, las alegaciones de las


partes y, otra eventual, la vista y práctica de prueba.

(111)
• Alegaciones (oposición). Las restantes partes del proceso deberán efectuar Art. 474 LEC
sus alegaciones trascurridos veinte días desde la entrega de la copia del
escrito de interposición. Será el momento para manifestarse sobre los mo-
tivos, las causas de inadmisibilidad no rechazadas ya por el tribunal y la
solicitud de vista y prueba en su caso. La forma de tales alegaciones se ar-
ticula por medio del escrito de oposición111.

(112)
• Eventual vista y prueba. Corresponde al tribunal decidir sobre la necesidad Art. 475.2 LEC
de la vista en consideración a una mejor impartición de justicia. Solo que-
(113)
da fuera de esta valoración, el supuesto en que se haya admitido la práctica Art. 475.3 LEC
112
de pruebas propuestas por las partes . La vista se celebra en los treinta
días siguientes y se desarrollará por lo dispuesto para los juicios verbales113.

Decisión. Sentencia y efectos

Se resolverá en los veinte días posteriores a la celebración de la vista o al día


señalado para votación o fallo. Su contenido y efectos varían según se estime
o desestime y en el primer caso, según el motivo que se acoja.

(114)
• Si la sentencia es desestimatoria, se devolverán las actuaciones al tribunal Art. 476.2 III LEC
"a quo" y la sentencia devendrá firme.

• Entre las sentencias estimatorias, cabe discriminar entre los motivos rela-
tivos a jurisdicción y competencia, que deben ser examinados y decididos
en primer lugar, y los demás, que solo serán examinados si se desestiman
los anteriores. A su vez, dentro de las infracciones de normas de jurisdic-
ción o competencia objetiva, funcional o territorial en caso de normas im-
perativas, se distingue:
© FUOC • PID_00266550 57  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

– Si la infracción consistió en actuar con falta de jurisdicción o de com-


petencia, en cuyo caso la sala declarará la nulidad de todo lo actuando,
casará la sentencia, quedando a salvo el derecho de las partes a ejerci-
tar las pretensiones que correspondan.

– Si la infracción consistió en haber apreciado erróneamente esa falta


de jurisdicción o competencia, la sala devolverá las actuaciones, orde-
nando al tribunal competente que continúe el procedimiento114.

• Si la sentencia es estimatoria, por cualquier otro de los motivos, se retro-


traerán las actuaciones al estado y momento en que se hubiera cometido
la infracción.

8.2. El recurso de casación

Recurso devolutivo y extraordinario que procede contra determinadas


sentencias dictadas en segunda instancia por las audiencias provincia-
les, por entender el recurrente que, en la sentencia, el tribunal ha co-
metido un error de derecho al resolver el objeto del proceso.

8.2.1. Competencia

Viene atribuida a la Sala Primera del Tribunal Supremo, salvo que corresponda
a los tribunales superiores de justicia, en aquellos supuestos que el correspon-
diente Estatuto de autonomía así lo haya previsto, ya se trate de sentencias
de audiencias provinciales de su demarcación y el recurso se funde, exclusiva-
mente o junto a otros motivos, en la infracción de normas del derecho propio
de la CA.

8.2.2. Resoluciones recurribles

(115)
Se circunscriben a las sentencias dictadas por las audiencias provinciales en Art. 477.2 LEC
115
segunda instancia siempre que, además:

• Se hayan dictado en procesos que tuvieran por objeto la tutela civil de


derechos fundamentales, excepto los que reconoce el artículo 24 CE.

La exclusión de los derechos del artículo 24 CE se corresponde con su tutela


por medio del recurso por infracción procesal.
© FUOC • PID_00266550 58  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

• La cuantía del asunto exceda de 600.000 euros.

• La cuantía no exceda de los 600.000 euros o se haya tramitado por razón de


la materia, siempre que, en ambos casos, la resolución del recurso presente
interés casacional (art. 477.2.3 LEC).

Este es el motivo esencial para acceder a la casación. La concurrencia de este


interés no es algo que el legislador deje a la discrecionalidad de los tribunales,
sino que lo reconoce expresamente en los siguientes casos.

Se considerará que existe interés casacional:

• Cuando la sentencia recurrida se oponga a doctrina jurisprudencial del TS,


o resuelva puntos o cuestiones sobre los que exista jurisprudencia contra-
dictoria de las audiencias provinciales.

• Cuando la sentencia recurrida aplique normas que no lleven más de cinco


años en vigor, siempre que en este último caso no existiese doctrina juris-
prudencial del TS relativa a normas anteriores de igual o similar contenido.

Si se trata de recurso de casación del que deba conocer un TSJ, el interés ca-
sacional concurrirá, asimismo, si la sentencia se opone a la doctrina jurispru-
dencial o no existe doctrina del TSJ sobre las normas de derecho específico
de la CA.

8.2.3. Motivo del recurso

El artículo 477.1 LEC contempla un único motivo del recurso.

Artículo 477.1 LEC

"... la infracción habrá de fundarse en la infracción de normas aplicables para resolver


las cuestiones objeto del proceso".

8.2.4. Procedimiento

Con una tramitación prácticamente idéntica a la del recurso por infracción


de procedimiento, la única diferencia es la falta de prueba en el recurso de
casación.
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Interposición y remisión de los autos

En el plazo de veinte días, desde que se tenga por preparado el recurso, se


presentará escrito de interposición ante el tribunal "a quo". En este escrito, se
efectuará todo el razonamiento sobre la concurrencia de causas de casación,
así como solicitar en su caso la celebración de vista.

Si transcurre el plazo sin que se haya presentado escrito de interposición, el


letrado de la Administración de Justicia lo declara desierto, imponiéndose las
costas, si procediere.

Presentado en tiempo y forma, la AP dispone de cinco días para remitir los


autos al tribunal que debe decidir sobre la admisión.

Admisión del recurso

Recibidos los autos por el tribunal "ad quem", cabe diferenciar una doble ac-
tuación.

En primer término, el artículo 484 LEC determina que la sala examinará su


competencia, antes de pronunciarse sobre la admisibilidad. De no considerarse
competente, previa audiencia de las partes y en el plazo de diez días, acuerda
la remisión de los autos y cita a las partes, en otros diez días, ante la sala que
estime competente.

En segundo lugar, o si se estima competente, pasa al juicio sobre la admisión


del recurso. La LEC señala hasta cuatro causas de inadmisión:

1) Si pese a haberse tenido por preparado el recurso, la sentencia no fuera


recurrible o concurriera cualquier otro defecto de forma en la preparación.

2) Si el escrito de interposición no cumpliera los requisitos establecidos.

3) Si el asunto no alcanzase la cuantía requerida o no presentara interés casa-


cional.

4) En los casos de recurso ante el TSJ, si este considera que ha sentado doctrina
sobre la norma que se alega como infringida o sobre otra anterior de contenido
similar.

Si la sala entiende que puede concurrir alguna de las citadas causas de inadmi-
sión, lo pondrá de manifiesto a las partes, quienes disponen de diez días para
formular alegaciones. Cuando, tras este trámite, mantenga su juicio, dictará
auto declarando la existencia de tal causa de inadmisión y la firmeza de la
resolución recurrida. La inadmisión puede ser parcial, en atención a alguno
de los motivos, pero no todos.
© FUOC • PID_00266550 60  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

El auto que resuelve sobre la admisión es irrecurrible.

Sobre la admisión del recurso de casación, circunstancia que actúa como ele-
mento regulador del acceso al recurso existen dos importantes Acuerdos No
Jurisdiccionales del Pleno: el primero, de 30 de diciembre de 2011; y el segun-
do, de 27 de enero de 2017, donde se añaden nuevos criterios en cuanto a
forma, extensión y estructura de los recursos determinantes de la admisión.

Sustanciación

Transcurre en tres fases:

1) las alegaciones de las otras partes;

2) la eventual celebración de vista, si las partes lo solicitaron o si el tribunal


lo estima conveniente, en el plazo de treinta días tras el plazo de presentación
de los escritos de las demás partes; y

3) la decisión sometida a un plazo de veinte días a partir de la vista o del día


señalado para votación y fallo.

Decisión y efectos

Desestimado el recurso, la sentencia deviene firme.

(116)
Estimado, su contenido y efectos varían en atención al fundamento que se Art. 487 LEC
116
aprecie :

• Si se consideran infringidas normas aplicables al fondo por sentencias dic-


tadas en procesos para la protección civil de derechos fundamentales, o
existe infracción en pleito de cuantía superior a los 600.000 euros, se ca-
sará la sentencia en todo o en parte, entrando a conocer sobre el fondo
del asunto.

• Si se estima que la sentencia recurrida se opone a la doctrina jurispruden-


cial anterior del TS, resuelve puntos o cuestiones sobre las que hubiera ju-
risprudencia contradictoria de las AP, o aplica normas con menos de cin-
co años de vigencia careciéndose de jurisprudencia interpretativa del TS
sobre ella o normas anteriores similares, la sentencia casará la recurrida y
resolverá declarando lo que corresponda según los términos en que se ha-
ya producido la oposición a la doctrina jurisprudencial o la contradicción
o divergencia de la jurisprudencia.
© FUOC • PID_00266550 61  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

Tanto si la sentencia estima como si desestima, cuando el motivo fuera la exis-


tencia de interés casacional, deberá expresar cuál es la línea jurisprudencial
correcta.

(117)
Los pronunciamientos no afectarán a las situaciones jurídicas creadas por las Art. 487.3 LEC
117
sentencias, distintas de la impugnada, que se hubieran impugnado .

8.3. Sustanciación de los recursos extraordinarios cuando los


litigantes de un mismo pleito opten por distinto recurso

(118)
Si bien ningún litigante puede interponer, ni simultánea ni sucesivamente, Arts. 488 y 489 LEC
recurso por infracción procesal y recurso de casación, la LEC no impide que
distintos litigantes de un mismo proceso opten cada uno por distinto tipo de
recurso extraordinario. En tal supuesto, la LEC distingue en función de que el
recurso de casación deba resolverse por el TS o un TSJ118.

8.3.1. Ante el Tribunal Supremo

(119)
El recurso extraordinario por infracción procesal deberá tramitarse preferen- Art. 488.2 LEC
temente. Ello no obstante, la tramitación del recurso de casación se iniciará
(120)
y continuará hasta que se decida sobre su admisión, quedando en suspenso. Art. 488.3 LEC

Si el recurso por infracción procesal es desestimado, se comunicará al TS, que


alzará la suspensión y continuará su sustanciación119. Si el recurso por infrac-
ción es estimado, el recurso de casación queda sin efecto120.

8.3.2. Ante el Tribunal Superior de Justicia

Ambos recursos se acumularán, sustanciándose y decidiéndose en una misma


resolución. No obstante, el TSJ solo se pronunciará sobre el recurso de casa-
ción (por vulneración de normas de derecho propio de la CA) si previamente
desestimó el de infracción procesal.

8.4. Derecho transitorio

La Ley 37/2011, de octubre, de Medidas de Agilización Procesal, entró en vi-


gor el día 31 de octubre del 2011. Los procesos que estuvieran en trámite en
cualquiera de sus instancias a la entrada en vigor de la presente Ley, continua-
rán sustanciándose hasta que recaiga sentencia en dicha instancia conforme
a la legislación procesal anterior (disposición transitoria única). Los recursos
que se interpongan frente a las sentencias de segunda instancia que se hayan
dictado a partir de esa fecha se rigen por los preceptos de la LEC modificados
por la Ley 37/2011.

La Disposición Final Decimosexta de LEC, modificada por la citada Ley de


Agilización Procesal establece el siguiente régimen transitorio: En tanto las
Salas de lo Civil y Penal de los Tribunales Superiores de Justicia carezcan de
© FUOC • PID_00266550 62  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

competencia para conocer de los recursos de infracción procesal, no serán de


aplicación los artículos 466, 468 y 472, 488 a 493 y el apartado 4 del artículo
476. Lo dispuesto en el art. 476,2 no será de aplicación en los casos en que se
estime el recurso extraordinario por infracción procesal fundado en el motivo
2º del apartado primero del art. 469 o en vulneraciones del art. 24 CE que
únicamente afectarán a la sentencia recurrida.

Por otra parte, la Sala Primera del Tribunal Supremo ha publicado un "Acuer-
do no jurisdiccional", de fecha 30 de diciembre del 2011, que pese a carecer
de fuerza normativa, ilustra el desarrollo de esta Disposición a partir de las si-
guientes líneas generales interpretativas que pueden completarse, en su caso,
con el texto del citado acuerdo:

a) Las referencias a los Tribunales Superiores de Justicia, contenidas en el art.


472 LEC se entenderán hechas a la Sala que sea competente para conocer del
recurso de casación.

b) Para la interposición y resolución del recurso extraordinario por infracción


procesal se seguirán las siguientes reglas:

1.ª Será competente para conocer del recurso extraordinario por infracción
procesal la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo, pero en los casos en que la
competencia para el recurso de casación corresponde a las Salas de lo Civil y
Penal de los Tribunales Superiores de Justicia, las resoluciones recurridas po-
drán también impugnarse por los motivos previstos en el artículo 469 de la
presente Ley.

2.ª Solamente podrá presentarse recurso extraordinario por infracción proce-


sal sin formular recurso de casación frente a las resoluciones recurribles en ca-
sación a que se refieren los números 1.º y 2.º del apartado segundo del artículo
477 de esta Ley.

3.ª Cuando un litigante pretenda recurrir una resolución por infracción pro-
cesal y en casación, habrá de interponer ambos recursos en un mismo escrito.
A la interposición de dichos recursos y a la remisión de los autos, les serán de
aplicación los plazos establecidos en los artículos 479 y 482, respectivamente.

4.ª Siempre que se interpongan contra una misma resolución recurso por in-
fracción procesal y recurso de casación, se tramitarán ambos en un único pro-
cedimiento. Cuando se trate de recursos presentados por distintos litigantes,
se procederá a su acumulación.

5.ª Si se tramitaren conjuntamente recurso por infracción procesal y recurso


de casación, la Sala examinará, en primer lugar, si la resolución recurrida es
susceptible de recurso de casación, y si no fuere así, acordará la inadmisión del
recurso por infracción procesal. Cuando el recurso por infracción procesal se
hubiese formulado fundando exclusivamente su procedencia en el número 3.º
© FUOC • PID_00266550 63  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

del apartado segundo del artículo 477, la Sala resolverá si procede la admisión
o inadmisión del recurso de casación, y si acordare la inadmisión, se inadmi-
tirá, sin más trámites, el recurso por infracción procesal. Solo en el caso de
que el recurso de casación resultare admisible, se procederá a resolver sobre la
admisión del recurso extraordinario por infracción procesal.

6.ª Admitidos los recursos a que se refiere la regla anterior, se resolverá siempre
en primer lugar el recurso extraordinario por infracción procesal, y solo cuan-
do este se desestime, se examinará y resolverá el recurso de casación. En tal
caso, la desestimación del recurso por infracción procesal y la decisión sobre
el recurso de casación se contendrán en una misma sentencia.

7.ª Cuando se hubiese recurrido la sentencia por infracción procesal al ampa-


ro del motivo 2.º del apartado primero del artículo 469, la Sala, de estimar el
recurso por ese motivo, dictará nueva sentencia, teniendo en cuenta, en su
caso, lo que se hubiere alegado como fundamento del recurso de casación. Del
mismo modo resolverá la Sala si se alegare y estimare producida una vulnera-
ción del artículo 24 de la Constitución que solo afectase a la sentencia.

8.ª Contra las sentencias dictadas resolviendo recursos extraordinarios por in-
fracción procesal y recursos de casación no cabrá recurso alguno.

8.5. El llamado "recurso" en interés de la ley

Este expediente procesal, impropiamente denominado "recurso", se


contempla en la ley a efectos de unificar la jurisprudencia en torno a
infracciones procesales. A partir de la atribución del recurso extraordi-
nario por infracción procesal a los diferentes TTSSJJ, y ante el riesgo de
la falta de criterio unitario, se legitima al MF, al Defensor del Pueblo y
ciertas personas jurídicas de derecho público para acudir a la Sala Pri-
mera del TS en busca de la deseable unificación jurisprudencial.

La impropiedad del término "recurso" se pone de manifiesto por el hecho de


que la sentencia que resuelve este expediente no afecta en ningún caso al fallo
de la sentencia recurrida. La sentencia estimatoria se limita a fijar la doctrina
jurisprudencial sobre las cuestiones procesales objeto del recurso.

8.5.1. Resoluciones recurribles

(121)
Procede frente a las sentencias que resuelvan recursos extraordinarios por in- Art. 490.1 LEC
fracción de ley procesal, poniendo de relieve discrepancias en la interpretación
de normas procesales121.
© FUOC • PID_00266550 64  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

Se excluyen, expresamente, las sentencias que son objeto de recurso de amparo


ante el TC.

8.5.2. Legitimación, interposición y sustanciación

(122)
Se reconoce legitimación al MF, al Defensor del Pueblo y a las personas jurídi- Art. 491 LEC
cas de derecho público que, por las actividades que desarrollen y las funciones
que tengan atribuidas, acrediten interés legítimo en la unidad jurisprudencial
sobre las cuestiones procesales objeto del proceso122.

En cuanto a la tramitación, se dispone de un plazo de un año desde que se dictó


la sentencia más moderna. La interposición debe efectuarse directamente ante
la Sala Primera del TS.

El escrito de interposición se acompañará de:

• copia certificada o testimonio de las resoluciones que pongan de manifies-


to la discrepancia que se alegue; y

(123)
• la certificación del TC de que no se ha interpuesto amparo contra ninguna Art. 491 LEC
123
de las resoluciones .

(124)
Efectuado el traslado por el letrado de la Administración de Justicia a quienes Art. 492.3 LEC
se hubieren personado como partes, dispondrán de veinte días para formular
alegaciones expresando los criterios jurídicos que consideren más fundados124.

8.5.3. Sentencia

(125)
La resolución que se dicte fijará en el fallo la doctrina jurisprudencial, publi- Art. 493 LEC
cándose en el BOE y completando a partir de entonces el ordenamiento jurí-
dico, y en tal sentido vinculando a todos los jueces y tribunales diferentes del
TS. En ningún caso, como se ha adelantado, afectará a las situaciones jurídicas
creadas por las resoluciones recurridas125.
© FUOC • PID_00266550 65  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

9. Recurso de queja

(126)
Art. 494 LEC
El recurso de queja instrumenta la posibilidad de revisar el juicio sobre la
admisión o no de un recurso devolutivo al órgano superior. En la medida
en que todos los recursos devolutivos se interponen ante el órgano que
dictó la resolución, si no existiera la queja, el órgano "a quo" sería el
único que controlase la admisibilidad de los recursos interpuesto frente
a sus propias resoluciones126.

Artículo 494 LEC

"Contra los autos en que el tribunal que haya dictado la resolución denegare la tramita-
ción de un recurso de apelación, extraordinario por infracción procesal o de casación, se
podrá interponer recurso de queja ante el órgano al que corresponda resolver del recurso
no tramitado. Los recursos de queja se tramitarán y resolverán con carácter preferente.

No procederá el recurso de queja en los procesos de desahucios de finca urbana y rústica,


cuando la sentencia que procediera dictar en su caso no tuviese la consideración de cosa
juzgada".

Su tramitación, a tenor del artículo 495 LEC, es muy sencilla.

(127)
Se prepara mediante escrito, en el que se recurre en reposición el auto que Art. 495.1 LEC
denegó la tramitación del recurso devolutivo, añadiendo, para el caso de que
la reposición no sea estimada, testimonio de ambas resoluciones127.

(128)
Denegada la reposición, el tribunal ordena que, en el plazo de cinco días, se Art. 495.1 LEC
facilite testimonio a la parte interesada, quien dispone de diez días para pre-
sentar la queja, aportando el citado testimonio128.

(129)
El órgano "ad quem" resuelve en el plazo de cinco días. Si estima bien dene- Art. 495.2 LEC
gada la tramitación del recurso, ordena ponerlo en conocimiento del tribunal
correspondiente. Si la estima mal denegada, ordena al tribunal que continúe
con la tramitación del recurso129.

Contra el auto que resuelve la queja no cabe recurso alguno.


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10. La cosa juzgada

La cosa juzgada es una institución básica para el derecho procesal que


responde a una elemental necesidad de seguridad jurídica, en una doble
vertiente:

• para que una discusión jurídica no se prolongue indefinidamente


y/o que vuelva a entablarse sobre algo ya resuelto por los órganos
jurisdiccionales; y

• para evitar que puedan producirse sentencias contradictorias, reite-


rativas o de imposible ejecución.

10.1. Cosa juzgada formal

(130)
Es el efecto interno de toda resolución, en virtud del cual ésta deviene firme, Art. 207.2 y 4 LEC
o en otros términos: la vinculación jurídica que produce lo resuelto "dentro
del mismo proceso" para el juez y las partes. Equivale, por tanto, a la firmeza
y tiene lugar, inmediatamente, si contra la resolución no cabe recurso alguno
o una vez transcurrido el tiempo concedido para la interposición del recurso
sin haberlo realizado130.

La cosa juzgada formal, como efecto interno, puede predicarse de todas


las resoluciones del proceso, a excepción de aquella que lo pone fin.
Tales resoluciones pueden convertirse en firmes y producirán eventual-
mente efectos de cosa juzgada material, pero su eficacia intraprocesal
ha finalizado con el proceso.

10.2. Cosa juzgada material

Es el efecto externo de una resolución firme (generalmente sentencia)


consistente en la vinculación, negativa y positiva, de los restantes órga-
nos judiciales y de las partes, a lo allí decidido.

La cosa juzgada material se predica únicamente de las resoluciones firmes, es


decir, de aquellas que ya poseen fuerza de cosa juzgada formal o firmeza y en
tal sentido la presupone. Y aún entre estas, como veremos –y matizaremos–
más adelante, solo respecto de las que resuelven sobre el fondo del asunto.
© FUOC • PID_00266550 67  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

10.2.1. Función positiva y función negativa de la cosa juzgada


material

La vinculación que supone la cosa juzgada material se proyecta de dos formas


perfectamente diferenciables.

Se habla de función� negativa para referirse a la vinculación excluyente, a


la exclusión de un segundo proceso sobre el mismo objeto ya juzgado; en
la formulación clásica "ne bis in idem". Si se presenta un segundo proceso
idéntico al juzgado, la vinculación del segundo tribunal obliga a ponerle fin
a la mayor brevedad posible.

La función�positiva consiste en la vinculación a la hora de atenerse a lo ya


juzgado en un primer proceso, cuando en un segundo se dilucida sobre cues-
tión de la que aquél es condicionante o prejudicial. Se trata aquí de evitar dos
resoluciones contradictorias, en la medida en que una de ellas es presupuesto
de la otra, de manera que para resolver sobre la segunda habría que enjuiciar
la primera, habiéndolo sido ya por resolución firme que debe vincular en este
segundo proceso.

Desde el punto de vista de la regulación legal, la función negativa se consagra


en los párrafos 1 a 3 del artículo 222 LEC, en tanto a la función positiva se
dedica el cuarto párrafo del mismo precepto.

10.2.2. Identidad o conexión de los objetos de procesos distintos.


Funciones de la cosa juzgada

La identidad se predica, así, de la equivalencia entre los sujetos, el "petitum"


y la "causa petendi", y es, claramente, la función recogida en el artículo 222,
1 a 3 LEC.

La conexión consistirá en la identidad entre alguno o algunos elementos y la


diversidad respecto del otro o de los otros.

Esta relación de conexión es la contemplada en el artículo 222.4 LEC.

Artículo 222.4 LEC

"Lo resuelto con fuerza de cosa juzgada en la sentencia firme que haya puesto fin a un
proceso vinculará al tribunal de un proceso posterior cuando en este aparezca como an-
tecedente lógico de lo que sea su objeto, siempre que los litigantes de ambos procesos
sean los mismos o la cosa juzgada se extienda a ellos por disposición legal".

10.2.3. Teorías sobre la cosa juzgada

Dejando de lado otras tesis vertidas en torno a la cosa juzgada, cabe afirmar
que la doctrina actual se divide entre dos mayoritarias:
© FUOC • PID_00266550 68  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

• La�teoría�jurídico-material�de�la�cosa�juzgada. En términos simplificados


pero gráficos, para los partidarios de esta teoría, la cosa juzgada "hace"
el derecho entre las partes; el tribunal queda vinculado posteriormente
porque las relaciones jurídicas son tal como las establece la sentencia de
la que se predica tal cosa juzgada. La sentencia "crea" el derecho del caso
concreto.

• La�teoría�jurídico-procesal. Desarrollada ante las importantes carencia de


la teoría anteriormente expuesta, parte de la distinción entre lo material y
lo procesal, señalando que la sentencia firme sobre el fondo no afecta, de
ordinario, al derecho material y se limita a vincular, en atención a criterios
de conveniencia política, más concretamente a exigencias de necesidad de
seguridad jurídica: que los litigios tengan un final y que no se produzcan
sentencias contradictorias.

10.2.4. Delimitación de la cosa juzgada: resoluciones y elementos


delimitadores (límites subjetivos, objetivos y temporales)

(131)
De las muy diferentes resoluciones que se producen a lo largo del proceso, Providencia; auto; sentencia.
131 132
tanto por su naturaleza como por la cuestión que resuelve , no todas son
(132)
susceptibles de producir cosa juzgada. Cuestiones procesales; resolu-
ciones de determinados procesos,
como los sumarios.
Y entre aquellas que sí sientan cosa juzgada, hay que dilucidar cómo se delimi-
(133)
ta la existencia o no de la identidad o conexión necesarias para poder provocar Pronunciamientos; razona-
mientos "ratio decidendi"; excep-
el repetido efecto, el alcance de la cosa juzgada desde la perspectiva objetiva, ciones.
esto es, lo comprendido en la propia resolución133, y, finalmente, el elemento
temporal de la cosa juzgada, o lo que es lo mismo, los límites temporales de
la cosa juzgada.

Resoluciones que pueden producir cosa juzgada. Materias suscep-


tibles de cosa juzgada

A diferencia de la cosa juzgada formal, la cosa juzgada material se produce solo


en cuanto a la sentencia definitiva sobre el fondo, tal como se desprende del
artículo 222 LEC.

Al hilo de que la resolución debe ser sobre el fondo, surgen dos cuestiones en
torno a si es predicable de ellas la fuerza de cosa juzgada:

• la resolución sobre cuestiones procesales, que naturalmente no resuelve


sobre el fondo; y

• la resolución que recaiga en los juicios sumarios, en los que se produce


una sentencia definitiva, pero sobre un objeto limitado.
© FUOC • PID_00266550 69  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

Ante la pregunta sobre si las resoluciones en torno a las cuestiones procesales


que ponen fin al proceso son susceptibles de tener fuerza de cosa jugada, la
respuesta es negativa. De hecho, si tras la resolución absolutoria en la instancia
tornara a incoarse un proceso reproduciendo el mismo óbice procesal, el efecto
sería semejante (no poder entrar en el fondo) sin que parezca aportar nada
sustancial una pretendida fuerza vinculante por la decisión anterior.

En cuanto a los procesos sumarios, estos se caracterizan por dos notas: tener
el objeto de enjuiciamiento y/o la prueba limitada, y derivado de lo anterior,
limitar la tutela judicial que se proporciona, ya que determinados aspectos
pueden ser objeto de un proceso plenario posterior. En atención a esta doble
circunstancia, el artículo 447.2 a 4 LEC establece claramente la ausencia de
cosa juzgada de las sentencias que pongan fin a dichos juicios.

Ámbito y límites subjetivos

A partir de una regla general que determina que la cosa juzgada abarca a quie-
nes han sido parte en el proceso, la propia LEC señala los supuestos en que la
cosa juzgada se extiende a determinados terceros y "erga omnes".

1) Regla general

Según el viejo aforismo "res iudicata inter partes" (cosa juzgada entre partes), la
cosa juzgada despliega su eficacia entre quienes han sido partes en el proceso,
y solo entre ellos.

Esta regla, cuyo fundamento es la salvaguarda del principio de audiencia (na-


die puede ser condenado sin ser oído y vencido en juicio) deriva, asimismo,
del hecho frecuente conforme al cual la diversidad de sujetos acarrea diversi-
dad de objetos procesales.

Desde el punto de vista normativo, la LEC la recoge en el párrafo tercero del


artículo 222, en los siguientes términos: "La cosa juzgada afectará a las partes
del proceso en que se dicte".

Por "parte" debe entenderse el concepto material, es decir, la parte sobre la que
recae el efecto jurídico. Así, la cosa juzgada desde el punto de vista subjetivo
afecta al representado y no al representante, al sucesor, al sustituto, etc.

2) Extensión a determinados terceros

La regla general acabada de comentar tiene importantes excepciones, en cuan-


to extiende su eficacia subjetivamente a quienes no han participado en el pro-
ceso. Gran parte de tales excepciones se recogen en el propio artículo 222.3
LEC, teniendo un fundamento distinto según el caso de que se trate:
© FUOC • PID_00266550 70  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

• Herederos y causahabientes. Que herederos y causahabientes se equiparen


a quienes han sido parte en el proceso es razonable, en la medida en que
la sucesión les coloca en situación semejante a la de aquellos, debiendo
aceptar los resultados procesales de un litigio en el que no se fue parte,
al igual que se acepta el resultado de los negocios jurídicos en los que no
se intervino.

• Sujetos titulares de determinados derechos. El 222 LEC continúa: "[sic: la


cosa juzgada afectará] a los sujetos, no litigantes, titulares de los derechos
que fundamenten la legitimación de las partes conforme a lo previsto en el
artículo 11 de esta ley". Se trata de los supuestos de legitimación indirecta:
los casos de sustitución en los que la cosa juzgada se extiende al sustituido,
aunque fuera el sustituto quien intervino en el proceso; y lo mismo acaece
con las asociaciones de consumidores, a quienes se extiende los efectos,
en virtud del artículo 15 LEC y su llamada al proceso.

• Todos los socios en la impugnación de acuerdos sociales.

3) Extensión "erga omnes"

El artículo 222.3 LEC establece la extensión de la eficacia de cosa juzgada en


"las sentencias sobre estado civil, matrimonio, filiación, paternidad, materni-
dad e incapacitación y reintegración de la capacidad".

En estos supuestos, la extensión es "erga omnes" a partir de su inscripción en


el Registro.

Funda esta extensión un doble motivo, o mejor, una doble manifestación de


un mismo motivo: por una parte, el carácter constitutivo de la sentencia; por
el otro, el interés público de un pronunciamiento que es la única manera de
producir un determinado cambio jurídico que afecta a la persona.

4) Extensión de la cosa juzgada e irregular constitución de la litis

Durante años la jurisprudencia, "corrigió" la extensión que se establecía en el Principio de audiencia


hoy derogado artículo 1252 CC, exigiendo para materializarla que aquellos
Según el principio de audien-
sujetos que se verían afectados por dicha extensión de la cosa juzgada (los cia, nadie puede ser condena-
litisconsortes que no litigaron) fueran incluidos como parte efectivamente. do sin ser oído y vencido en
juicio.
De no ser así, y por entender que se vulneraba el principio de audiencia, se
declaraba, incluso "ex officio", la "irregular constitución de la litis", es decir, la
existencia de un óbice que impedía dictar sentencia sobre el fondo.
© FUOC • PID_00266550 71  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

Actualmente, parece que el litisconsorcio necesario impropio se justifica en


aquellos supuestos en que la sentencia dictada respecto solo de demandante o
demandados voluntarios, y del demandado o demandados por el actor, puede
perjudicar a otros sujetos jurídicos de manera directa, así por ejemplo, si se
percibe que se está actuando en perjuicio de terceros.

Ámbito y límites objetivos

Como primera apreciación, recuérdese que, entre los elementos objetivos que
delimitan la cosa juzgada, deben citarse, en primer término, el "petitum", lo
que se pide, y la "causa petendi". Como ambos se han desarrollado cumplida-
mente al tratar del objeto del proceso, no se reiterarán ahora.

Unidos a ellos, la cosa juzgada comprende las acciones ejercitadas por el actor
en la demanda y, eventualmente, por el demandado en la reconvención.

La cosa juzgada abarca, asimismo, aquello que por lógica debe entenderse com-
prendido. O expresado en otros términos, lo que viene negado, aunque no sea
explícitamente, porque entenderlo así es imprescindible para lo decidido; por
ejemplo, cuando se rechaza la reintegración en la capacidad, se entenderá cosa
juzgada el mantenimiento de la declaración de incapacidad.

Desde esta perspectiva, son varias las cuestiones que se plantean; de entre ellas,
nos centraremos en dos: la extensión de la cosa juzgada a los razonamientos
jurídicos de la sentencia, y la extensión a las excepciones opuestas por el de-
mandado:

• Fundamentos o razonamientos jurídicos de la sentencia y cosa juzgada. La


regla general es que la cosa juzgada solo alcanza a la parte dispositiva de la
sentencia, aunque ésta debe ser interpretada, si es preciso, por los hechos
y fundamentos de derecho que le sirven de apoyo.

(134)
• Excepciones opuestas por el demandado y cosa juzgada. Se ha negado que Art. 408 LEC
las excepciones opuestas por el demandado se comprendan en la cosa juz-
gada, salvo la excepción de compensación por su peculiar naturaleza. A
este respecto, la LEC no se pronuncia, salvo en materia de compensación
y nulidad134.
© FUOC • PID_00266550 72  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

Límite temporal de la cosa juzgada

En términos generales, la tutela se solicita para el momento presente, si bien


también se quiere que se proyecte sobre el futuro (lo juzgado debe permanecer
así). En cuanto a esta proyección temporal, no obstante, es preciso matizar
en torno a determinadas especificidades: las situaciones nuevas, las reglas de
preclusión de alegaciones de hecho o de derecho y las condenas de futuro.

(135)
Unido a ello, debe discriminarse lo que constituye realmente límite temporal Por ejemplo, que aparezcan
hechos nuevos.
de la cosa juzgada (desde y hasta cuándo dura la cosa juzgada) y las circuns-
tancias, que aun relacionadas con el paso del tiempo, no son sino hechos o
situaciones que determinan otro objeto del proceso135.

Y finalmente, se ha de partir de la elemental consideración sobre la propia na-


turaleza de los derechos y acciones ejercitados, ya que no tiene igual vocación
de futuro, ni se verá afectado igual por nuevos hechos, un pronunciamiento
sobre derechos de crédito u otro sobre derechos absolutos, ni una sentencia
de condena o una constitutiva.

1) Límites temporales, situaciones nuevas y preclusión para alegar hechos

Nos situamos ahora ante la situación de dilucidar qué hechos deben conside-
rarse comprendidos en la cosa juzgada, porque aunque no se discutieron, po-
día haber sucedido así al haberse podido alegar. Es decir, qué hechos compren-
derá la cosa juzgada porque, habiendo podido alegarse, se ha dejado precluir
el momento procesal para introducirlos en el proceso. La cosa juzgada debe
afectar hasta aquel momento en el que se pudieron hacer valer cualesquiera
elementos fácticos relativos al objeto del proceso.

A la necesidad de señalar el momento procesal a partir del cual unos hechos


son relevantes para configurar una "res iudicanda", nueva y distinta de la "res
iudicata", responde el artículo 222.2 LEC.

Artículo 222.2 LEC

"Se considerarán hechos nuevos y distintos, en relación con el fundamento de las referi-
das pretensiones (demanda, reconvención y excepciones fundadas en compensación y
nulidad) los posteriores a la completa preclusión de los actos de alegación en el proceso
en que aquéllas se formularen".

¿Cómo se establece la preclusión? Para establecer la preclusión de la alegación


eficaz de hechos que no sean posteriores (o de conocimiento posterior), hay
que acudir a diferentes normas:

(136)
• en la demanda se deducirán los diferentes hechos y fundamentos jurídicos, Art. 400.1 LEC
136
sin que sea admisible reservar su alegación para un proceso posterior ;
© FUOC • PID_00266550 73  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

(137)
• a efectos de litispendencia y cosa juzgada, los hechos y fundamentos jurí- Art. 400.2 LEC
dicos aducidos en un litigio se considerarán los mismos que los alegados
en otro anterior, siempre que hubieran podido alegarse en este137;

(138)
• si acaecieran hechos nuevos de relevancia suficiente para la decisión del Alegaciones complementarias
pleito en un momento posterior a los escritos de alegaciones, o se justifican
(139)
por lo alegado por el demandado en la contestación138, podrán hacerse Art. 426 LEC

valer:
– en la audiencia previa (si ocurrieron o se conocieron en el lapso tem-
poral entre el escrito de alegaciones y la celebración de la audiencia
previa) o

– en el momento del juicio (si ocurrieron o se conocieron tras la audien-


cia previa), siempre y cuando no se alteren los fundamentos fácticos
de las pretensiones principales139;

(140)
• la preclusión definitiva comienza cuando arranca el plazo para dictar sen- Art. 286 LEC
140 141
tencia . Este plazo queda en suspenso si se acuerdan diligencias finales ,
(141)
volviendo a computarse cuando el procedimiento de tales diligencias fi- Arts. 435-436 LEC

naliza.

2) Reglas de preclusión respecto de alegaciones de elementos jurídicos

Qué sucede con los fundamentos jurídicos no aducidos pero que pudieron
aducirse: ¿quedan o no comprendidos en la cosa juzgada?

A tenor del artículo 400 LEC, la preclusión opera de manera semejante a la


expuesta respecto de los hechos, siempre y cuando tales fundamentos no sean
nuevos o de nuevo conocimiento.

10.2.5. Tratamiento procesal de la cosa juzgada

Según lo analizado anteriormente, las diferencias entre la función positiva y


negativa de la cosa juzgada conducen a que ambas reciban un tratamiento
procesal diferente.

Tratamiento procesal de la función negativa

La LEC asigna a la función negativa un tratamiento procesal a instancia de


parte. Los artículos 405.3 y 407.2 LEC señalan que el demandado (y actor re-
convenido, en su caso) pueden alegar, como excepción procesal, en la contes-
© FUOC • PID_00266550 74  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

tación a la demanda (y en la reconvención, si la hubiere) la función negativa de


cosa juzgada. Quien alegue la cosa juzgada deberá aportar la sentencia en que
funde tal alegación, como documento público relativo al fondo del asunto.

• Cabe un primer tratamiento "ex officio", en el improbable caso de que el


juez detectara la existencia de otro proceso idéntico. Si así fuera, el artículo
421.1 LEC (en la fase de audiencia previa) faculta al juez para dictar auto
sobreseyendo el proceso.

• Si la apreciación de la cosa juzgada ha sido instada por el demandado o el


actor reconviniente, en la demanda y contestación o en la misma audien-
cia previa, se dictará igualmente auto de sobreseimiento.

(142)
Si el tribunal considera inexistente la cosa juzgada, dicta auto señalando que Art. 421.2 LEC
142
la audiencia continúe para sus restantes finalidades .

(143)
Contra el auto de sobreseimiento cabe apelación, al tratarse de un auto defi- Art. 421.3 en relación con el
455 LEC
nitivo. Contra el auto que decide la prosecución de la audiencia previa, no
cabe apelación143.

Finalmente, cabrá acceder al recurso de infracción procesal del artículo


469.1.2.° LEC y eventualmente al recurso de casación, si concurren los restan-
tes requisitos al efecto (art. 477 LEC y Disposición Final 16.ª LEC).

Tratamiento procesal de la función positiva de la cosa juzgada


material

A diferencia de la función negativa, cuya alegación solo interesará al deman-


dado, la función positiva puede favorecer tanto a este como al actor del segun-
do proceso. Siendo así, puede ponerse de manifiesto tanto en el escrito de de-
manda, en la contestación o en la reconvención, en su caso, acompañándose
la sentencia en que se funde dicha función prejudicial.

(144)
La LEC excluye su examen en la audiencia previa144. Su análisis se efectuará, Art. 421.1.II LEC

por tanto, antes de dictar sentencia, recogiéndola afirmativamente o desesti-


mándola.

Será de aplicación lo expuesto respecto de los recursos de apelación y casación.

Finalmente, si no se pudo invocar la cosa juzgada a efectos prejudiciales con la


demanda o contestación o reconvención, podrá alegarse extraordinariamente
por aplicación del artículo 270.2 LEC.
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11. Medios de rescisión y nulidad de sentencias firmes

Frente a las razones expuestas en el apartado anterior como fundamento de la


cosa juzgada, es decir, la exigencia de seguridad jurídica implícita en que los
procesos deben tener un final donde se declare el derecho de forma semejante
para todos, ocurre que, en ocasiones, el ordenamiento jurídico opone otras
exigencias de justicia que conducen a rescindir o anular dicha cosa juzgada.

Estos medios rescisorios se encaminan a poner de manifiesto que la re-


solución, con independencia de su contenido final, fue alcanzada vul-
nerando alguna garantía procesal esencial. De ahí que deriven en una
resolución rescisoria, dejando la situación como si el proceso nunca hu-
biera existido.

Nuestra ley procesal contempla dos medios de rescisión de la cosa juz-


gada: la revisión y la audiencia al rebelde.

Junto con ellos, cabe analizar el llamado "incidente de nulidad de actuaciones"


que, como su propio nombre indica, constituye un medio de nulidad, o lo que
es lo mismo, de poner de manifiesto la ineficacia "ab initio", de manera que lo
rescincible es inicialmente válido, aunque su eficacia puede ser enervada, de
forma que solo será eficaz en tanto la causa de nulidad no sea declarada.

11.1. La revisión

Como medio extraordinario de rescisión de sentencias firmes, tiene los


motivos tasados y se dirige a poner de manifiesto que el fallo fue alcan-
zado injustamente.

Mal llamado recurso de revisión –denominación que se conserva en los artícu-


los 56.I.1° y 73.1 LOPJ– no es tal, sino un medio autónomo donde se ejercita
una nueva acción de impugnación.

11.1.1. Motivos de revisión

Se recogen taxativamente en el artículo 510 LEC y guardan una relación de


causa efecto entre el motivo y la sentencia, con independencia de que el con-
tenido hubiera sido el mismo.

Habrá lugar a la revisión:


© FUOC • PID_00266550 76  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

• "Si después de pronunciada [sic: la sentencia] se recobraren u obtuvieren


documentos decisivos, de los que no se hubiere podido disponer por fuerza
mayor o por obra de la parte en cuyo favor se hubiere dictado".
– Deben tratase de documentos que ya existieran durante la pendencia
del proceso anterior, es decir, han de ser recobrados después del mo-
mento procesal en que precluyó la posibilidad de aportarlos al proceso;
– es indiferente que la parte los conociera o no;
– quien demanda la revisión tiene la carga de probar que la falta de apor-
tación se debió a la fuerza mayor o resulta imputable a quien ganó el
proceso; y
– cabe cualquier tipo de documento (público o privado) siempre que
resulte decisivo.

• "Si la sentencia hubiese recaído en virtud de documentos que al tiempo


de dictarse ignoraba una de las partes haber sido declarados falsos en un
proceso penal, o cuya falsedad se declarare después penalmente".
– La falsedad debe haberse declarado judicialmente. Si la declaración de
falsedad se realizó antes de dictarse la sentencia cuya revisión se insta,
hay que acreditar que no se conocía.

(145)
• "Si la sentencia hubiese recaído en virtud de prueba testifical o pericial, y Arts. 458 y siguientes CP
los testigos o peritos hubieren sido condenados por falso testimonio dado
en las declaraciones que sirvieron de fundamento a la sentencia".
– Deberá acreditarse la sentencia de condena145, así como la relevancia
de su declaración para el contenido del fallo.

• "Si la sentencia se hubiere ganado injustamente en virtud de cohecho,


violencia o maquinación fraudulenta."

(146)
Abarca tres conductas delictivas del juez, las partes o tercero. La existencia Art. 419 y siguientes CP
146
de cohecho deberá estar declarada judicialmente . En cuanto a la violencia,
tendrá que haber sido perseguida mediante el artículo 226 LEC, lo que reduce
la causa de revisión al supuesto en que se niegue tal violencia. Finalmente, la
maquinación fraudulenta ha sido admitida por el TS en casos de ocultación
del domicilio del demandado, o cuando se ha empleado cualquier ardid que
impida el conocimiento del pleito para los demandados.

Asimismo se podrá interponer recurso de revisión contra una resolución judi-


cial firme cuando el Tribunal Europeo de Derechos Humanos haya declarado
que dicha resolución ha sido dictada violando alguno de los derechos recono-
© FUOC • PID_00266550 77  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

cidos en el Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos


y Libertades Fundamentales y sus Protocolos, siempre que la violación, por
su naturaleza y gravedad, entrañe efectos que persistan y no puedan cesar de
ningún otro modo que no sea mediante esta revisión, sin que la misma pueda
perjudicar los derechos de buena fe adquiridos por terceras personas (art. 510.2
LEC). Con este nuevo motivo se adecua nuestro ordenamiento al respeto a
las sentencias pronunciadas por el Tribunal Europeo de Derecho Humanos,
y la consiguiente eficacia de aquellas, incorporando al efecto la modificación
incorporada en la reforma de la LOPJ de 2015 (Disposición Final Cuarta).

11.1.2. Procedimiento

(147)
La competencia para conocer de la revisión se atribuye a la Sala de lo Civil Art. 56.1.° LOPJ
147
del TS .

Son partes quienes lo hubiesen sido en el proceso en que se dictó sentencia,


siempre y cuando hayan sufrido perjuicio. También interviene el MF en aten-
ción al interés público subyacente en la revisión de una sentencia con fuerza
de cosa juzgada. En el supuesto del artículo 510.2 (Tribunal Europeo de Dere-
chos Humanos), la revisión solo podrá ser solicitada por quien hubiera sido
demandante ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (art. 511 LEC).

El ejercicio de la pretensión está sujeto a prestar caución; según el artículo 513


LEC, a la demanda debe acompañarse un documento justificativo del depósito
que asciende 300 euros. La omisión de este requisito es subsanable, y será
devuelto si la revisión es estimada.

Plazos

(148)
La LEC contempla dos plazos: el primero, de cinco años, computará desde la Art. 512.1 LEC
fecha de la publicación de la sentencia que se pretende impugnar; opera con
carácter absoluto, de forma que cualquier demanda de revisión fuera del mis-
mo debe ser inadmitida148. No obstante, no será aplicable cuando la revisión
esté motivada en una sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
En este caso, la solicitud deberá formularse en el plazo de un año desde que
adquiera firmeza la sentencia del referido tribunal (art. 512.1.II LEC).

(149)
El segundo de los plazos es de tres meses a computar "desde el día que se des- Art. 512.2 LEC
cubrieron los documentos decisivos, el cohecho, la violencia o el fraude, o se
reconociera la falsedad149". La acreditación de este "dies a quo" corresponde a
quien solicita la revisión.
© FUOC • PID_00266550 78  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

Desarrollo

Si concurren los presupuestos de admisibilidad, se dictará auto de admisión de


la demanda, y solicitando el letrado de la Administración de Justicia asimismo
se remita al tribunal todas las actuaciones del pleito cuya sentencia se impug-
ne. El letrado de la Administración de Justicia emplazará a todas las partes para
que, en el plazo de veinte días, contesten a la demanda de revisión.

Los trámites seguirán los del juicio verbal, citándose a las partes para una vista,
en la que informará el MF.

Resolución y efectos

Se resuelve mediante sentencia; si es desestimatoria, la sentencia firme no va-


ría, condenándose en costas y perdiendo el depósito efectuado.

(150)
Si es estimatoria, rescinde la sentencia impugnada, manda expedir certifica- Art. 516.1 LEC
ción del fallo y de devolución del depósito al demandante, remitiéndose los
(151)
autos al tribunal del que procedan para que las partes usen de su derecho en Art. 516.1 II LEC
150
el juicio correspondiente . En este, no cabrá oponer la excepción de cosa
juzgada; sin embargo, las declaraciones hechas en la sentencia de revisión no
podrán ser discutidas151.

Esta sentencia, como se ha visto meramente rescindente, no es susceptible de


recurso alguno.

11.2. La audiencia al rebelde

Es un instituto procesal de carácter excepcional por el cual, quien ha


permanecido en rebeldía involuntaria, puede ser escuchado y solicitar
la rescisión de la sentencia firme dictada.

La rebeldía del demandado puede ser voluntaria o involuntaria. La voluntaria


tiene lugar cuando consta en autos en los que se ha podido practicar eficaz-
mente la comunicación. Cuando la rebeldía es involuntaria, por no haberse
podido localizar al demandado, la comunicación de la declaración de rebeldía
se hace por edictos, y lo mismo ocurre con la notificación de las demás reso-
luciones. Aquí sí se exige que la notificación edictal de todas las resoluciones
definitivas se publiquen en un boletín oficial. Esta es la forma para posibilitar
el acceso al proceso del rebelde involuntario.

Así pues, la sentencia dictada en rebeldía se notifica de dos maneras:

• Personalmente al demandado rebelde, a tenor de lo establecido en el ar-


tículo 161 LEC, si tiene domicilio conocido.
© FUOC • PID_00266550 79  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

• Por medio del Boletín Oficial de la Comunidad Autónoma o del BOE.

Por medio del BOCA o del BOE cuando se hallare en paradero desconocido,
salvo que se trate de procedimientos en los que la sentencia no tenga fuerza
de cosa juzgada, en los que bastará la publicidad en el tablón de anuncios de
la Oficina Judicial (art. 497.2 in fine LEC).

Esta publicación podrá ser sustituida por la utilización de medios telemáticos,


informáticos o electrónicos, conforme al artículo 236 LOPJ (art. 497.4 LEC).

La audiencia al rebelde se circunscribe a la rebeldía involuntaria y se funda-


menta en la falta de personación, ocasionada, porque no se conoció la exis-
tencia del proceso o porque, conociéndose, no se pudo comparecer por fuerza
mayor.

11.2.1. Presupuestos de la audiencia

• Fuerza mayor ininterrumpida, que impidió al rebelde comparecer en todo


momento, aun cuando hubiera tenido conocimiento del pleito por haber
sido emplazado en tiempo y forma.

(152)
• Desconocimiento de la demanda y del pleito cuando el rebelde fue citado Art. 501 LEC
por edictos y haya estado ausente del lugar donde se siguió el pleito y de
cualquier otro donde se hubiere publicado en los correspondientes boleti-
nes oficiales152 (la CA o el Estado).

11.2.2. Plazos

(153)
Existe un doble plazo153: Art. 502 LEC

1) Un plazo absoluto de dieciséis meses, de manera que trascurrido este no se


admitirá ninguna solicitud de audiencia al rebelde bajo ningún concepto.

2) Otros plazos, relativos, que varían según la forma en que se realizó la no-
tificación:

a) si la sentencia fue notificada personalmente, se tendrán veinte días a partir


de la citada notificación; y

b) si se notificó por edictos, se tienen cuatro meses a partir de la publicación


del boletín correspondiente.
© FUOC • PID_00266550 80  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

Al tratarse de plazos de caducidad, deberán ser tenidos en cuenta de oficio.

11.2.3. Procedimiento

(154)
La competencia corresponde al tribunal que hubiera dictado la sentencia que Art. 501 LEC
154
devino firme .

Son partes en el proceso todos aquellos que lo fueron en el proceso en que se


dictó la sentencia firme.

(155)
El procedimiento seguirá los trámites del juicio ordinario155. Art. 504.2 LEC

Como sucedía también en el juicio de revisión, la solicitud no suspende la Artículo 566 de la LEC

ejecución de la sentencia, salvo que resulte de aplicación el art. 566 LEC. Aplicación del artículo 566 LEC
en casos de suspensión, sobre-
seimiento y reanudación de la
11.2.4. Resolución y efectos ejecución en casos de revisión
de sentencias firmes.

Deben distinguirse, en este aspecto, dos fases:

1) el juicio rescindente, que es al que se pone fin con la resolución del juicio
ordinario, y

2) el juicio que –en el caso de sentencia estimatoria– se abre ante el juez que
debió conocer de la primera instancia.

(156)
a) La resolución sobre la audiencia al rebelde puede ser estimatoria o desesti- Art. 566.2 LEC
matoria. En el primer supuesto, la sentencia firme no varía y el solicitante es
condenado en costas. Si se hubiera suspendido la ejecución de la sentencia
156
firme, se alzará la suspensión .

(157)
Si la sentencia es estimatoria, se rescinde la sentencia firme sin condenar en Art. 506.2 LEC
costas a ninguno de los litigantes, remitiendo certificación al tribunal que co-
noció de la primera instancia157.

b) Rescindida la sentencia, comienza propiamente la audiencia al rebelde. Esta


fase se regula en los artículos 507 y 508 LEC.

La competencia corresponde al órgano de primera instancia, quien ya conoció


en su momento. Se entregarán los autos por diez días al demandado para que
solicite lo que convenga a su derecho, y, después, a la parte contraria para que,
en plazo idéntico y con previa entrega de escritos y documentos, lleve a cabo
lo propio. Los trámites siguen los del proceso que corresponda, sin que contra
su resolución quepa recurso alguno.
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11.3. La nulidad de sentencias firmes: el incidente de nulidad de


actuaciones

158 (158)
Por regla general, los vicios de los actos procesales se resuelven dentro del Nulidad, anulabilidad e irregu-
laridad.
propio proceso a través de dos medios que sirven para declarar la nulidad:

• los recursos admitidos contra la resolución de que se trate; o

• la declaración del propio tribunal de dicha nulidad, ya sea "ex officio", ya


a instancia de parte, sin que sea preciso acudir a otro procedimiento.

Ambos remedios precisan que el proceso no sea firme, de manera que una vez
ha adquirido firmeza la nulidad precisa de otro instrumento procesal: este es
el cometido atribuido al artículo 240.1 y 2 LOPJ, que se aplicará con carácter
general, no solo referido a las sentencias definitivas como es el objeto de este
apartado.

El citado tratamiento de la nulidad, una vez firme al proceso, ha sido someti-


do históricamente a varias reformas, siempre al hilo del recurso de amparo,
que había sido tradicionalmente la última vía de acceso a los tribunales para
declarar la nulidad, provocando a menudo un incremento de sus funciones
valorado como no deseable.

No por casualidad la última reforma del artículo 241 LOPJ, de 24 de mayo del
2007, se contiene en una "Disposición final": la primera, de la LO 6/2007 de
modificación de la LO 2/1979 del Tribunal Constitucional.

(159)
La nueva redacción del artículo 241.1 LOPJ mantiene los dos mandatos exis- No se admitirán, con carácter
general, incidentes de nulidad de
tentes en la reforma del 2003: la configuración del incidente de nulidad de
actuaciones.
actuaciones con carácter excepcional159; y la restricción, caso de ser inevitable,
a supuestos taxativos, sometidos además a un procedimiento que, más que un
incidente, se aproxima a un medio de impugnación de la cosa juzgada.

No es incidente porque el proceso ha terminado. Y si prospera, se rescinde


la resolución, declarando nulo lo actuado y reponiendo el procedimiento al
trámite en que se produjo la vulneración de un derecho fundamental de los
referidos en el artículo 53.2 de la Constitución.

11.3.1. Naturaleza y motivos

Unido a la función de control de los repetidos vicios procesales, se recurre al


incidente de nulidad de actuaciones, como forma de consagrar la protección
y garantía de los derechos fundamentales también a cargo de los tribunales
ordinarios, ampliando el ámbito de aplicación del incidente y las facultades
de dichos tribunales por medio del cauce contemplado en el artículo 241.1
© FUOC • PID_00266550 82  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

LOPJ; de manera que podrá accederse al mismo alegando la vulneración de


los derechos fundamentales referidos en el artículo 53.2 CE, en lugar de la in-
defensión o la incongruencia prevista hasta ahora, y los tribunales ordinarios
podrán declarar la nulidad derivada de tales infracciones.

Exposición de Motivos

"Esta ampliación del incidente de nulidad de actuaciones previo al amparo busca otorgar
a los tribunales ordinarios el papel de primeros garantes de los derechos fundamentales
en nuestro ordenamiento jurídico".

Se exige, y por ende debe acreditarse, que la vulneración no haya podido de-
nunciarse antes de recaer la resolución que ponga fin al proceso, y que dicha
resolución no sea susceptible de recurso ordinario ni extraordinario.

Dichos supuestos corresponderían al tratamiento de los vicios procesales al


que se hizo mención previa (nulidad, anulabilidad e irregularidad) y que acae-
ce dentro del proceso (recursos y/o declaración del tribunal "ex officio" o a
instancia de parte).

11.3.2. Presupuestos y plazos

(160)
La competencia para conocer del incidente se atribuye al mismo órgano juris- Arts. 241 LOPJ y 228.1 II LEC
160
diccional que dictó la resolución que hubiera adquirido firmeza .

Podrán interponer este incidente quienes hayan sido parte o hubieran debido
serlo.

Los plazos de interposición son dos:

• Uno absoluto de cinco años "desde la notificación de la resolución o sen-


tencia"; y

• otro relativo, de veinte días "desde la notificación de la resolución o, en


todo caso, desde que se tuvo conocimiento del defecto causante de inde-
fensión".

11.3.3. Procedimiento, resolución y efectos

El procedimiento, la resolución y los efectos del incidente de nulidad de ac-


tuaciones son los siguientes:

1)�Admisión�a�trámite�y�efectos

(161)
Se resuelve mediante providencia, que si es de inadmisión no será susceptible Art. 241.1 III LOPJ; art. 228.1
161 III LEC
de recurso alguno .
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Si se admite el incidente, no se suspende la ejecución. Esta regla puede excep-


cionarse, mediante acuerdo expreso, cuando de suspenderse el incidente pier-
de su finalidad.

2)�Traslado�y�alegaciones

(162)
El escrito, junto con los documentos que preceptivamente deben acompañar Arts. 241.2 LOPJ y 228.2 LEC
al mismo, caso de ser necesarios, se trasladan a las restantes parte, abriéndose
un plazo común de cinco días para que formulen sus alegaciones, que también
deberán acompañarse de los correspondientes documentos, en su caso162.

3)�Resolución,�efectos�y�recursos

Como efecto propio de toda nulidad, la resolución que estime tal nulidad re-
pondrá las actuaciones al estado inmediatamente anterior al defecto que la
haya originado, siguiendo a partir de ahí el procedimiento legalmente esta-
blecido.

Si la resolución es desestimatoria, el auto condenatorio impondrá las costas del


incidente a quien lo instó, añadiéndose una multa a 90 a 600 euros, cuando
además se aprecia la existencia de temeridad.

Sea cual sea el contenido de la resolución, contra ésta no cabe recurso alguno.
© FUOC • PID_00266550 84  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

12. Procesos declarativos ordinarios: juicio ordinario y


juicio verbal (desarrollo esquemático)

En la nueva LEC se prevén dos procesos ordinarios, el juicio ordinario y el


juicio verbal.

12.1. El juicio ordinario (esquema)

Al margen de que antes del inicio del procedimiento se soliciten diligencias


preliminares o medidas cautelares y, en apretadísima síntesis de todo lo ex-
puesto hasta ahora, cabe recordar: tras la presentación de la demanda y con-
testación, por escrito, se celebra la audiencia previa que persigue los fines se-
ñalados: llegar a un acuerdo poniendo fin al proceso; comprobar la concurren-
cia de los presupuestos procesales que permitan una resolución de fondo; fijar
definitivamente las pretensiones y determinar los hechos; y proponer prueba.
El juicio se reserva para la práctica de la prueba, la elaboración de las conclu-
siones finales y la resolución.

El juicio ordinario se puede escalonar como sigue.

1) Demanda
2) Examen demanda por el tribunal
3) Traslado de la demanda al demandado
4) Posibilidad de que el demandado interponga declinatoria
5) Contestación a la demanda
6) Reconvención y contestación a la reconvención
7) Audiencia previa
8) Sentencia
a) Diligencias finales
b) Juicio
c) Sentencia

Son de destacar los siguientes aspectos:

• Regulación legal: arts. 399 a 436 LEC;


• Finalidades de la Audiencia Previa:
– acuerdo de las partes que ponga fin al proceso
examen de cuestiones procesales
– alegaciones y pretensiones complementarias y aportación de docu-
mentos y dictámenes (arts. 426.3, 286.4, 427.4 y 338.2)
– determinación objeto del proceso (arts. 426.6, 427.1 y 2, 265.1.5.° y
428.1)
© FUOC • PID_00266550 85  Terminación del proceso: recursos y cosa juzgada. Juicio ordinario y...

– proposición y admisión prueba; señalamiento y citación para juicio


(art. 429 LEC)

12.2. El juicio verbal (esquema)

Tras la última reforma, el juicio verbal se asemeja notablemente al juicio ordi-


nario. Desaparece la demanda sucinta, salvo que no se actúe con abogado y
procurador (cuando no se actúe con abogado y procurador se podrán cumpli-
mentar unos impresos normalizados que se hallan a disposición en el órgano
judicial correspondiente).

La reforma ha supuesto un claro avance en términos de igualdad para el de-


mandante (que acudía al proceso sin conocer los términos del litigio), y aclara
aspectos relevantes como la necesidad de señalar los peritos desde el inicio, o
qué hacer ante la petición de mediación (remitiéndose al artículo 19 LEC).

El juicio verbal sigue el siguiente esquema:

1) Demanda con el contenido y forma propios del juicio ordinario, siendo de


aplicación lo dispuesto para preclusión y litispendencia. Demanda sucinta si
se actúa sin abogado y procurador (art. 437.1 y 2 LEC).

2) Acumulación objetiva de acciones sometida a los requisitos del artículo


437.4 LEC.

3) Examen y admisión de la demanda por letrado de la Administración de


Justicia o remisión al tribunal en los casos del artículo 404 LEC.

4) Contestación a la demanda, pronunciándose sobre pertinencia vista (art.


438.4 LEC).

5) Traslado al demandante, quien también se pronuncia sobre necesidad vista


(art. 438.4 LEC).

6) Reconvención (eventual), cumpliendo los requisitos del artículo 438.2 LEC.

7) Oposición crédito compensable (eventual) (art. 438.3 LEC).

8) Vista, salvo que ambas partes se pronuncien en contra o posteriormente


coincidan en que la discrepancia afecta a cuestiones meramente jurídicas (art.
438.4.II LEC).

9) Citación y efectos de la inasistencia (arts. 440 y 442 LEC).


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10) Desarrollo de la vista (acuerdos, mediación, resolución de las circunstan-


cias procesales, fijación de los hechos, proposición y práctica de prueba) (art.
443 LEC).

11) Conclusiones orales y sentencia (art. 447.1 LEC).


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Resumen

El proceso civil, por regla general, termina mediante una resolución judicial
que adopta la forma de sentencia, como declaración de voluntad del tribunal
que el conflicto planteado se resuelva en un determinado sentido.

El juez, en el orden jurisdiccional civil, no puede dictar cualquier sentencia,


sino que ésta debe cumplir ciertos requisitos internos: los fundamentales son
la exhaustividad y la congruencia. La sentencia que se dicte tiene que respon-
der fielmente a las pretensiones formuladas por las partes en sus alegaciones,
escritas u orales, y no puede conceder más de lo pedido ni una cosa distinta
(congruencia). Es más, la sentencia debe pronunciarse sobre todo lo que se ha
sometido a la consideración del tribunal (exhaustividad). No cabe olvidar que
dicha sentencia ha de contener la debida y necesaria motivación.

A lo largo de la tramitación de un proceso, pueden surgir cuestiones preju-


diciales y cuestiones incidentales, integrando las denominadas "crisis proce-
sales". Dichas cuestiones, según los casos, pueden producir la suspensión del
proceso con el objetivo de proceder a su resolución.

Nuestro ordenamiento procesal parte de la falibilidad del órgano judicial y de


la posibilidad de que la resolución definitiva cause algún perjuicio a las par-
tes. En consecuencia, articula un sistema de recursos frente a las resoluciones
judiciales:

• En primer lugar, se establece el recurso de reposición, como recurso ordi-


nario y no devolutivo. Se interpone contra resoluciones que no ponen fin
al proceso, las denominadas "resoluciones interlocutorias", y, una vez re-
suelto, no cabe interponer apelación, sino solo insistir en la eventual dis-
conformidad al recurrir la sentencia de primera instancia. También se pue-
de presentar contra las diligencias de ordenación y decretos no definitivos
del letrado de la Administración de Justicia.

• En segundo lugar, el recurso de revisión que se ha incorporado al atribuir


facultades resolutivas a los letrados de la Administración de Justicia.

• Se prevé, con carácter general, el recurso de apelación que abre una segun-
da instancia. Se reafirma como plena revisión de la resolución apelada, de
manera que un órgano superior vuelve a enjuiciar la cuestión litigiosa con
los mismos datos de que disponía el juez de primera instancia, aunque con
algunas excepciones (prueba en segunda instancia, etc.). La regla general
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es que la segunda instancia no constituye un nuevo juicio, en que puedan


aducirse toda clase de hechos o formularse pretensiones nuevas sobre el
caso.

• Finalizada la segunda instancia, cabe preparar un recurso extraordinario.


Ello solo es posible, empero, si la LEC ha declarado expresamente que la
resolución que se pretende recurrir es susceptible de ser objeto de dicho
recurso extraordinario, y si concurre alguno de los motivos tasados por la
ley. No se persigue un nuevo enjuiciamiento, a diferencia de la segunda
instancia, sino un control del procedimiento seguido en las instancias y
de la corrección jurídico-material de la sentencia.
La LEC establece dos recursos extraordinarios: el recurso por infracción
procesal y el recurso de casación. El primero se presenta cuando se preten-
da alegar algún motivo de carácter procesal; el segundo, en cambio, se in-
terpone por la existencia de alguna infracción de normas aplicables para
resolver las cuestiones objeto del proceso.

• Por último, respecto a cuestiones procesales no atribuidas al Tribunal


Constitucional, se mantiene el recurso en interés de la ley ante la Sala de
lo Civil del Tribunal Supremo. Se persigue la tan deseada unidad jurispru-
dencial para los casos de sentencias firmes divergentes de las salas de lo
civil y penal de los tribunales superiores de justicia.

Finalizada la segunda instancia y, en su caso, el recurso por infracción procesal


o la casación, la sentencia es firme y despliega una serie de efectos que nos re-
conducen al concepto de cosa juzgada. Es necesario diferenciar la cosa juzgada
formal, como efecto interno de toda resolución, de la cosa juzgada material,
como efecto externo. Comporta la imposibilidad de volver a someter a juicio
cuestiones y controversias que ya han sido resueltas mediante una sentencia
firme y, también, la vinculación de lo que se ha dictado en resoluciones firmes
anteriores, a procesos posteriores (función positiva de la cosa juzgada mate-
rial). Implica, asimismo, la exclusión de un segundo proceso sobre el mismo
objeto ya juzgado (función negativa de la cosa juzgada material).

A pesar de la firmeza de la resolución, nuestro derecho procesal prevé la po-


sibilidad de rescindir o excluir las sentencias obtenidas de manera fraudulen-
ta o delictiva, o infringiendo derechos básicos del litigante en el proceso. En
función de los distintos vicios cometidos, se establecen tres vías:

• la revisión, cuando la sentencia se ha ganado mediante fraudes, documen-


tos o testigos falsos, etc.;

• la audiencia al rebelde, si se ha condenado a un sujeto en rebeldía y este


consigue demostrar la involuntariedad de su falta de comparecencia;
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• la nulidad de actuaciones, cuando se ha producido alguna indefensión


que no pudo ser corregida en el proceso o cuando la sentencia firme sea
incongruente.

En nuestro ordenamiento procesal no existe un procedimiento único de de-


claración. Al contrario, nuestro sistema se caracteriza por la diversidad proce-
dimental. Por un lado, surge la necesidad de distinguir:

• Los procesos especiales, que sirven para substanciar litigios en materias Ved también
concretas.
Los procesos especiales se es-
tudian en otra asignatura.
• Los procesos ordinarios, que sirven para tramitar la mayoría de las contro-
versias y son objeto de estudio en la presente asignatura.

Por otro lado, se tiene que tener presente que no existe un procedimiento
declarativo ordinario único, sino dos: el juicio ordinario y el juicio verbal. El
criterio de distribución obedece, con carácter preferente, a la especialidad de
las materias y, de forma subsidiaria, a la cuantía económica del proceso. Si el
objeto del juicio se encuadra en alguna de las materias previstas en el artículo
249.1 de la LEC, se seguirá el procedimiento del juicio ordinario. Si, en cambio,
se integra en alguna de las materias establecidas en el artículo 250.1 de la LEC,
se aplican los trámites del juicio verbal. En defecto del criterio de la materia,
se debe observar la cuantía del litigio: cuando dicha cuantía supere los 6.000
euros se abre un juicio ordinario; cuando es inferior a tal cantidad, se sigue
el juicio verbal.

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