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El Pop Art nace en Estados Unidos, como reacción artística frente al Expresionismo

Abstracto, ya que lo consideraba vacío y elitista. 


Las fuentes del pop beben de la realidad cotidiana del momento, de la cultura de masas que
nace de la industria de la reproducción; todo el mundo podía ver imágenes continuamente con
lo cual la sacralización de la obra de arte dejaba de ser algo que tan sólo se viese en los
museos.  Estos artistas intentaban buscar imágenes sencillas y reconocibles y elevarlas a la
categoría de arte.

La producción de masas y el consumismo triunfante, proporcionaron los iconos que se


multiplicarán hasta la saciedad en la obra de los llamados “artistas pop”. La experiencia
cotidiana marca las pautas de un estilo desnudo y mecanizado,  de series reproducidas y
entendibles por el espectador contemporáneo, un arte desligado del compromiso y de fuerte
carga visual, una producción artística  que enlaza directamente con el mundo de la
publicidad.
El tamaño de las obras será cada vez más espectacular, propiciando la ampliación de los
motivos que pasan a primer plano o se multiplican a lo largo de la superficie pictórica; la
expresividad queda relegada a un segundo término, manteniendo la supremacía un estilo
impersonal que retrata su contemporaneidad con sutil conformismo.
Los motivos marcan las pautas del estilo, desarrollando una temática reducida a los artículos
de consumo comercial, latas de sopa, revólveres, flores, etc. El artista como reportero dibuja
en sus obras, de temática banal  y descuidada ejecución, un universo cercano al ciudadano de
a pie, que niega el virtuosismo en ejecución en pro de la reproducción múltiple y
desinteresada.

Cualquier cosa se podía repetir y reproducir hasta el infinito, artículos y retratos de


personajes de la alta sociedad. La reproducción de la obra de arte es una de la bases de este
estilo. El retrato, como  sucedió en épocas exteriores, toma una gran fuerza. Todas las
personas relevantes ansiaban tener su propia visión pop. Delante de Andy Warhol se pusieron
Marilyn, Jacquelin Kennedy, Grace Kelly... para que dejasen constancia de su paso por la
modernidad.
mediados de los años sesenta, cuando el movimiento estudiantil expandió
sus críticas del sistema universitario a la sociedad de Alemania
Occidental, una ola de entusiasmo por el pop arrasó a la República
Federal. La idea del pop que atraía casi mágicamente a la gente no se
refería únicamente al nuevo arte acuñado por Warhol, Lichtenstein y
Wesselmann, entre otros; tenía que ver también con la música de rock, el
arte del póster, el culto a la rebeldía y el hippismo, las drogas y, en
general, cualquier manifestación de la "subcultura" y lo "subterráneo". En
otras palabras, el pop se convirtió en sinónimo del nuevo estilo de vida de
la generación más joven, un estilode vida que se rebelaba contra la
autoridad y aspiraba a liberarse de las normas impuestas por la sociedad.
A medida que se extendía la "euforia emancipatoria", sobre todo entre los
estudiantes secundarios y universitarios, el pop en su más amplio sentido
fue confundiéndose con las actividades públicas y políticas de la nueva
izquierda antiautoritaria.
En consecuencia, la prensa conservadora proclamó y condenó una vez
más la decadencia de la cultura occidental, sin molestarse en investigar si
la protesta -política o apolítica- era legítima. La crítica cultural
tradicionalmente conservadora reaccionó en el mismo sentido. Preferían
aislarse a meditar sobre Kafka y Kandinsky, la literatura experimental y el
expresionismo abstracto, y denunciaban entonces al pop art como arte de
supermercado, arte kitsch, y como coca-colonización de Europa
Occidental. Pero varias ramas de la industria y el comercio (el mercado
discográfico, pósters, películas, indumentaria) advirtieron rápidamente
que el movimiento de los jóvenes creaba necesidades que podían
explotarse económicamente. Se abrió entonces un nuevo mercado para
las serigrafías baratas y las obras gráficas de tamaño reducido. Las
minigalerías se inauguraban con tanta frecuencia como las miniboutiques.
Desde luego, los críticos de arte continuaron discutiendo si el pop debía o
no ser aceptado como una forma artística legítima.
Mientras tanto, un público de arte predominantemente joven había
comenzado a interpretar el arte pop norteameri cano más como protesta
y crítica que como afirmación de una sociedad opulenta. Vale la pena
indagar por qué esta concepción del pop como arte crítico se extendió
más en Alemania que en Estados Unidos. La fuerte tradición alemana de
la crítica cultural (Kulturkritik) tuvo sin duda algo que ver con esta
recepción dispar. Sin embargo, otro factor importante fue que la
recepción del pop coincidió en Alemania con la aparición del movimiento
estudiantil, al revés dejo que sucedió en Estados Unidos, donde el pop
precedió a la revuelta universitaria.
Cuando los artistas pop exponían mercancías o declaraban que la
producción serial de botellas de Coca-Cola, las estrellas de cine o las tiras
de historietas eran obras de arte, muchos alemanes no veían a estas
obras como reproducciones afirmativas de la realidad producida en masa.
Preferían pensar que ese arte denunciaba la falta de valores y de criterio
en la crítica artística y que pretendía salvar el vacío entre el arte alto o
serio y el bajo o frívolo.
Las obras admitían sólo parcialmente tal interpretación, pero ésta se
fundaba en las necesidades e intereses de los receptores individuales,
determinados por la edad, el origen de clase y las contradicciones de
conciencia. La interpretación del pop en tanto arte crítico se vio
alimentada en Europa por el hecho de que los artistas europeos de los
sesenta, cuyas obras eran expuestas con las del pop norteamericano,
desarrollaban un arte orientado a la crítica social.
El factor crucial fue sin embargo la atmósfera antiautoritaria y la adhesión
a las teorías culturales de Marcuse una atmósfera que proyecta un aura
de crítica social sobre muchos fenómenos culturales que resultan
absolutamente diferentes desde la perspectiva actual.

El Pop Art se divide en cuatro fases

La primera fase o pre-pop: En la cual Rauchemberg y Johns (principales exponentes) se


separan del Expresionismo Abstracto.

La fase de apogéo del "Pop-art": Su obra se basa en los años 50's y parte de las
experiencias del dibujo publicitario, el diseño y la pintura de los carteles.
Principales exponentes: Andy Warhol, Roy Lichtenstein, Claes Oldenburg, James
Rosenquist, Tom Wesselman y Robert Indiana.

La tercera fase: A mediados de los 60´s el pop americano sufre una extensión desde New
York, hasta la costa Oeste y Canadá. Más tarde también llegaría hasta Europa.

Última fase: Se podría decir que la última fase está determinada por el realismo radical y
mordaz desarrollado sobre todo en Estados Unidos, cuya mirada se dirige a las condiciones
socialistas de las ciudades.

Nacen los Hipies: La juventud que se oponía a la sociedad de consumo; consumidores de


estupefacientes, proclaman el pacifismo, su lema: "haz el amor, no la guerra".

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