Durante la semana pasada, Fido vivió tres hechos inesperados, los cuales

marcaron su vida para siempre.

El lunes, él encontró un delicioso y jugoso hueso, que no logró comer, porque

tuvo que enterrarlo en un parque cercano al lugar donde lo encontró.

El miércoles, este persiguió a una perrita en celo durante tres horas

al igual que otros seis perros más.

Uno de ellos, el más grande y fiero, lo ahuyentó a él y a los demás

hiriéndolos en el lomo.

El viernes, regresó a buscar su hueso que había dejado enterrado,

no obstante, un inmenso camión aplastó una de las patas del can
cuando trataba de cruzar la pista.

Por esta razón tiene temor a los huesos, perros fieros y camiones.