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MATERIAL DE TRABAJO
Contenido
Desde tiempos muy remotos se han ido creando diversas concepciones acerca del lenguaje,
unas, vistas desde ahora, se han considerado como simples especulaciones; otras, a pesar de
no tener todavía los fundamentos teóricos necesarios se han constituido en la materia prima
para desarrollos posteriores y otras tantas, que si bien no pretenden ser explicaciones del
lenguaje, por lo menos son ejemplos que constituyen parte del valioso corpus para la
investigación lingüística.
La historia de la lingüística es un largo proceso que se inicia desde la antigüedad. Como dice
Robins (1992:21): «Los lingüistas no están solos con sus descubrimientos, sus controversias y
sus problemas. Son los herederos de más de dos milenios de la admiración que ‘la originalidad,
la belleza y la importancia del lenguaje humano’ ha producido siempre en los espíritus sensibles
e indagadores». La amplia tradición de ideas que ha conformado, a lo largo de los siglos, un
cuerpo de teorías en torno al lenguaje se inicia desde la mitología, pasa por las grandes
civilizaciones antiguas, el pensamiento de la Edad Media, el Renacimiento, los desarrollos
científicos de los siglos XVII, XVIII y XIX, hasta llegar a lo que conocemos en nuestros días.
Al decir de Lucía Tobón de Castro (1989:13): «la lingüística como toda ciencia es una
construcción de la mente humana, una creación de la humanidad y es en esa dimensión como
debemos estudiar su proceso evolutivo». Por eso, al hablar de las dimensiones alcanzadas por
la ciencia del lenguaje para explicar los procesos de producción y comprensión que se
desarrollan en la actividad comunicativa humana, conviene hacer una breve reflexión a través de
las principales civilizaciones de la Edad Antigua, pasando por la Edad Media hasta llegar a los
postulados de Guillermo de Humboldt, Ferdinand de Saussure y sus inmediatos sucesores, para
ver cómo el ser humano ha respondido sus interrogantes en torno al origen, naturaleza y
estructura de la facultad que lo hace un ser superior.
La curiosidad y la fascinación que despierta en el ser humano el hecho de ser capaz de hablar,
lo que le distingue radicalmente del resto del reino animal, ha conducido a la búsqueda de cuál
es el origen del lenguaje y cuál sería la lengua más antigua del mundo. En efecto, el interés
divino por el lenguaje, el poder que este le confiere al ser humano y la misma conciencia de la
diversidad lingüística aparece en todas las culturas, es así como son muchos los mitos y
leyendas que han tratado de explicar estas preocupaciones, considerando, en principio el
lenguaje como don de los dioses o de un Dios creador de todas las cosas.
Evocando nuevamente a Robins (1992:16): La lingüística como las otras ciencias del hombre, y
como todos los aspectos de las culturas humanas, es a la vez producto de su pasado y matriz
de su futuro. Los individuos nacen, crecen y viven en un medio determinado física y
culturalmente por su pasado, participan de ese ambiente y algunos sirven de instrumento para
efectuar los
cambios. Esta es la base de la historia humana.
Esta interesante cita nos hace tomar conciencia de reconocer, analizar y comparar los aportes
de las distintas culturas y comunidades humanas que han podido llegar a nosotros, y así evitar
el convencimiento de que la ciencia aparece por generación espontánea ( Cisneros y Silva
2010:18).
2. ¿Cómo se podría aplicar el contenido del texto leído a la situación del contexto peruano?
habla Texto 1
“[…] el lenguaje es un sistema de signos en el que solo es esencial la unión del sentido y de la
imagen acústica, y donde las dos partes del signo son igualmente síquicas. El valor de cada
signo viene determinado por sus relaciones con los demás signos del sistema”.
Texto 2
Texto 3
“El lenguaje puede ser definido, con brevedad y en sentido estricto, como el medio de expresión
del pensamiento humano. En un sentido más amplio y más libre, todo aquello que es la
manifestación del pensamiento y lo hace aprehensible, sea por el medio que sea, es llamado
lenguaje; así, decimos con bastante propiedad que los hombres de la edad media, por ejemplo,
nos hablan con las grandes obras arquitectónicas que nos legaron y que estas nos manifiestan
su genio, su religiosidad y su valor”.
Texto 4
“El don del habla y de una lengua bien estructurada son características propias de todos los
grupos humanos conocidos. Jamás se ha encontrado una tribu sin lengua y las afirmaciones en
sentido contrario son pura fantasía. Igualmente no tienen fundamento las opiniones de que
algunos pueblos poseen un vocabulario tan escaso que les permite la comunicación y han de
ayudarse de gestos (en cuyo caso sería imposible comunicarse en la oscuridad). La pura verdad
es que el lenguaje constituye un medio de comunicación y de expresión esencialmente perfecto
para todos los pueblos conocidos. De entre todos los aspectos de la cultura, es sin duda el
lenguaje el primero que ha conseguido una forma sumamente desarrollada y su perfección
esencial es la condición indispensable para el progreso de la cultura.
Todas las lenguas (vivas o muertas, escritas o sin escritura) poseen una serie de características
comunes. En primer lugar, una lengua es, antes que nada, un sistema de símbolos fonéticos que
sirven para expresar aquellos pensamientos y sentimientos que pueden ser comunicados. En
otros términos, los símbolos de una lengua son productos diferenciados del comportamiento
vocal; comportamiento que está vinculado a la laringe que poseemos los mamíferos superiores.
Hablando en teoría, podemos concebir que una cierta estructura lingüística podría haberse
sustentado en los gestos o en otras formas de comportamiento corporal. El hecho de que
apareciese la escritura (en una época avanzada de la historia de la humanidad) como trasunto
de la lengua hablada prueba que el lenguaje (..) no ha de depender necesariamente del uso de
sonidos articulados. Sin embargo, tanto la historia de la humanidad como las investigaciones
antropológicas nos muestran, con abrumadora evidencia, que el lenguaje sonoro tiene notables
ventajas sobre otras formas de simbolismo comunicativo y que estas son o bien sustitutivas del
lenguaje oral (como la escritura), o complementarias (como los gestos que acompañan al habla).
El aparato vocal que usamos en la articulación del lenguaje es el mismo para todos los pueblos
conocidos. Está formado por la laringe, cuyas cuerdas vocales pueden ser ajustadas con
notable precisión, por la nariz, la lengua, el paladar duro y blando, los dientes y los labios. Si
podemos pensar que los movimientos originales del habla se localizan en la laringe, la precisión
de las articulaciones fonéticas se debe a la acción muscular de la lengua: un órgano cuya
función primaria no tiene nada que ver con la producción del sonido, pero que hoy es
indispensable para la formación de los sonidos con que expresamos nuestras emociones (eso
que llamamos lenguaje). Es tan indispensable, que uno de los términos más comunes para
designar esta actividad lleva el nombre de “lengua”. De esta forma, el lenguaje no es
simplemente una función biológica, porque los mecanismos que se originan en la laringe han
tenido que ser complementados con las modificaciones de la lengua, los labios y la nariz para
que el “órgano del habla” pudiera funcionar. Y si el lenguaje ha podido liberarse de la
expresividad corporal directa, esto se debe, muy probablemente, a que el “órgano del habla”
está constituido por una red de actividades secundarias que no corresponden a las funciones
primarias de los órganos implicados.”
Lea detenidamente los siguientes fragmentos y los materiales sugeridos para este tema.
Texto 1
La fonología como disciplina de la lingüística, es una ciencia de carácter básico. Por ende, es
posible deslindar su objeto de estudio, precisar las tareas específicas que debe cumplir tal teoría
e indicar cuál es el método más apropiado para abordar dicho objeto y cuáles son los criterios
de adecuación que deben seguirse.
En una primera aproximación al objeto de estudio de la fonología, podríamos decir que ésta se
ocupa del estudio de un aspecto de la estructura interna de los signos verbales, de su
pronunciación. (..) La caracterización de las tareas de la fonología depende de la concepción
que se tenga sobre su objeto de estudio y de algunas consideraciones teóricas. Por ello no
todos los fonólogos se han propuesto cumplir los mismos objetivos. Siguiendo algunos
lineamientos de la Gramática Generativa Transformacional, consideramos que la fonología
debe en primera instancia, describir, explicar, y predecir, las propiedades fonológicas de los
distintos niveles de signos verbales tanto en el plano sincrónico como en el diacrónico.
Texto 2
“La morfología, definida como el estudio de las unidades y de las reglas que rigen la estructura
interna de la palabra (en la formación de nuevos temas y en la flexión del mismo tema), da
cuenta del componente morfológico de una lengua como el español y está suficientemente
perfilada respecto a las otras partes de la gramática. Sin embargo, no todo lo concerniente a la
unidad “palabra” es competencia de la morfología. La mayoría de las palabras de nuestra
lengua tienen significado léxico, cuyo objeto de estudio corresponde a la lexicología y a la
lexicografía. Por otro lado, las palabras se combinan entre sí constituyendo la unidad de rango
superior, el sintagma, de cuyo estudio se ocupa la sintaxis. Ahora bien, los subsistemas
integrantes de una lengua (concebida como un sistema complejo) se entrecruzan o superponen
de modo también complejo; la gramática, por tanto, debe plasmar los modos como se
interrelacionan tales subsistemas. Por lo que respecta a la morfología, sabemos que las
unidades léxicas, sobre las que operan las reglas morfológicas, tienen determinadas
propiedades (fonológicas, semánticas, morfológicas y sintácticas) que resultan pertinentes para
el funcionamiento de tales reglas. (..)
“En una lengua como el español, la distinción entre ´palabra´ y ´morfema´ es fundamental, dado
que la mayoría de las palabras, existentes o posibles, son ´polimorfemáticas´. La palabra
polimorfémica, como toda unidad compleja, puede ser analizada en unidades menores, que son
sus elementos integrantes. Analizar una palabra es descomponerla en sus constituyentes
inmediatos en sucesivas etapas hasta llegar a delimitar las unidades gramaticales mínimas
denominadas ´morfemas´. Así, en el análisis de blancuzcos obtenemos los morfemas blanc-uzc
o-s; en el análisis de niñitos, los morfemas niñ-it-o-s. Los morfemas están representados por
segmentos fonéticos o significantes denominados ´morfos´. Un morfema puede estar
representado siempre bajo la misma forma fonémica o morfo (ante-en antebrazo y anteojo) o
bajo distintas formas fonémicas o alomorfos´ (con- y co- en concuñado y coautor). Los
morfemas,
en cuanto constituyentes de la palabra polimorfémica son ´morfemas ligados´, esto es,
morfemas no utilizables separadamente como palabras. Los ´morfemas libres´ constituyen
necesariamente palabras monomorfémicas”.
Texto 3
Para empezar nuestro intento de encontrar dicha definición adoptaremos la siguiente estrategia:
supondremos que las oraciones son meramente cadenas no estructuradas de palabras, esto es,
puesto que podemos reconocer que las oraciones están constituidas por palabras individuales
(que pueden aislarse) parecería que una suposición absolutamente mínima sería la de que las
oraciones no son nada más que palabras concatenadas en un orden lineal: una detrás de otra.
Sí, a la luz de esta estrategia, examinamos algunas de las propiedades formales de las
oraciones, podremos descubrir rápidamente si nuestra hipótesis de la secuencia o cadena no
estructurada es defendible o si nos veremos forzados a adoptar una hipótesis que atribuya a las
oraciones una mayor complejidad.
Texto 4
a. La secuencia de sonidos en mesa tiene sentido, pero distribuida al revés, asem, no lo tiene.
¿Podríamos decir que una persona que no tuviera conocimiento de ningún hecho como los de
(1a)-(1c) domina el castellano? Probablemente, no, puesto que esa persona no sería tan
siquiera capaz de distinguir secuencias de sonidos plenamente significativas de las que carecen
de significación. Así pues, la descripción de una lengua debe contener un componente que
describa lo que los hablantes saben acerca de la semántica de su lengua. Dicho en otras
palabras, si la apelación al conocimiento que los hablantes que dominan su lengua tienen de
ella constituye un motivo suficiente para incluir un hecho fonológico o sintáctico en la gramática
de esa lengua, el mismo tipo de consideración da motivo a la inclusión de los hechos
semánticos en la gramática de esa lengua.
Pero hay una consideración más general que nos induce asimismo a incluir la semántica en la
gramática de una lengua. Una lengua se define a menudo como un sistema convencional de
comunicación, como un sistema para trasmitir mensajes. Además, la comunicación (en el
sistema) sólo llega a producirse porque ciertos sonidos (o formas) tienen ciertos significados, y,
por tanto, para caracterizar ese sistema –la lengua-, es necesario describir sus significados. De
ahí que, si una gramática describe una lengua, una parte de ella deba describir el significado y,
consecuentemente, deba contener una semántica.
Si se tienen en cuenta estas dos consideraciones, parece razonable concluir que la información
semántica constituye una parte integrante de una gramática.
Actividad 3.- De acuerdo con los textos anteriores y sus saberes previos que considere
pertinentes, desarrolle los siguientes puntos:
1. Elabore un esquema suficientemente claro en donde dé cuenta de los niveles de análisis de
la lengua. El esquema debe tener en cuenta objeto de estudio, tareas de la disciplina, aportes
conceptuales y ejemplos representativos.
2. Ejercicios de análisis.