Más allá del acontecimiento

Diego Bautista Páez

¿Cuáles serán los rasgos principales (económicos, políticos, sociales y culturales) del
mundo que emergerá como consecuencia de la pandemia del Coronavirus?

La futurología hoy es tan aventurada como necesaria. Todos sabemos que el avance
mundial del Covid-19 es un acontecimiento histórico que a su paso transforma el conjunto
de nuestras vidas. Sin embargo, nos cuesta más trazar los rumbos de este cambio. Baste
recordar los sentidos opuestos que algunos de los filósofos de la pandemia adjudicaron al
virus surgido en Wuhan. Si para Giorgio Agamben conllevará un reforzamiento del estado
de excepción global; según Slavoj Žižek, puede ser un golpe mortal al capitalismo tardío.

No cabe duda que el SARS-COV2 pone en entredicho las certezas del periodo
inmediatamente precedente. Se convierte en un acontecimiento -en el estricto sentido de
Alain Badiou- pues sus consecuencias traspasan sustancialmente las causas de origen. En
ese marco podemos suponer que ciertos fenómenos y tendencias globales se recoloquen a
partir de un nuevo patrón general.

La Tormenta llegó. El parón de buena parte del sistema productivo abre la posibilidad de
que la gran transformación del siglo XXI tenga en la escasez (cuasi)generalizada su centro
de gravedad. Un posible cortocircuito en el suministro de alimentos -secuenciado por la
prexistente crisis ecológica- no se descartaría tras la puesta a prueba de los desgastados
sistemas sanitarios y laborales. El populismo de derecha, hasta ahora situado a voluntad en
los márgenes de la arena política, tendría las condiciones para situarse en el centro. La
distancia y el miedo contra el otro, devendrían cotidianidad. Escenario para que lo
monstruos de nuestra especie emerjan sin pudor.

Ante esta dosis de especulación desangelada se opone la necesidad de prospectivas que

permitan trazar hipótesis estratégicas a contracorriente, que irradien una política del
cuidado colectivo (humano y ambiental), solidaridad y repartición de riqueza para una
salida distinta del mundo post-Covid-19. Acompañemos al acontecimiento con una política
estratégica que nos permita ir más allá. Hoy que la reproducción social pone sus dinámicas
actuales en entredicho, vale apostar por una transformación en ese sentido.