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Una relectura de San Zoilo de Cáseda

Un libro de Ana Uranga Otaño aborda la construcción


de la ermita casedana, y sus casas medievales aledañas,
con un estudio basado en una disciplina arqueológica
vinculada a la arquitectura
 Aser Vidondo

23/01/2022

Siempre es posible mirar las cosas desde otro punto de vista. Cambiar el enfoque.
Escrutar otros ángulos. Y eso es lo que ha hecho la pamplonesa Ana Uranga Otaño
con la ermita de San Zoilo de Cáseda. Un imponente templo que ahora ha sido sometido
a una radiografía general basada en una disciplina arqueológica aplicada a la
arquitectura. Una investigación que, además, ha arrojado interesantes resultados,
llevando a adelantar por ejemplo la fecha en la que hasta ahora se pensaba que se habría
empezado a construir.

“Cuando visité San Zoilo por primera vez llamó mi atención por su singularidad y por el
conjunto monumental que forma con las casas que la rodean”, asegura Uranga, de 42
años y arquitecta licenciada por la Universidad de Navarra. El acercamiento se produjo
cuando buscaba un elemento de estudio para su Trabajo Fin de Máster (TFM) del
Máster de Rehabilitación y Gestión del Patrimonio Construido que realizó entre 2013 y
2014 en la Universidad del País Vasco. “Conocí la Arqueología de la Arquitectura,
disciplina que me causó gran interés, y decidí aplicarla en San Zoilo para profundizar en
el conocimiento de su historia constructiva”.

Con este trabajo data las fases de construcción de la ermita y las casas medievales
aledañas, que “fue algo paralelo”. Para la ermita ha fijado que primero se construyó la
cabecera, algo que sitúa “antes de 1316”. La nave se habría levantado en una segunda
fase (“entre 1316 y finales del siglo XIV”), quedando las bóvedas y la nueva cubierta de
lajas (antes hubo otra a dos aguas) para “el siglo XV”.

“Este método considera el edificio como un documento del que podemos hacer una
lectura estratigráfica de sus paramentos (muros y fachadas), analizar sus piedras y
estudiar la huella de las herramientas de trabajo, y así extraer conclusiones. Ir más allá
de fechar por el estilo artístico al que pertenece la ermita o por fuentes documentales.
Eso nos ha permitido concretar y adelantar la fecha de inicio de las obras hasta ahora
asumida”, asegura.
“Se sabe que los templos se empezaban a construir por la cabecera, y aquí se aprecian a
los lados de la misma unas grietas que denotan una discontinuidad, un parón
constructivo frente al resto de muros que irían después. Y como en estas fachadas
figuran escudos de piedra que, por fuentes documentales, sí remiten al año 1316,
cuando reinaba Felipe II el Largo o vivía Pedro de Olloqui, se deduce que la cabecera es
anterior, pudiendo ser incluso de finales del siglo XIII”, afirma.

HOSPEDERÍA ANEXA

Respecto del conjunto de casas medievales anexas (hubo una hospedería para
peregrinos al ser zona de paso), ha establecido hasta 6 fases constructivas, desde el siglo
XIII al XVIII. “Se puede saber cuáles de las 6 viviendas que hubo se levantaron antes
viendo qué muros se apoyan sobre otros que, lógicamente, serían anteriores. O
valorando si algún edificio, como también pasa, tiene un esquinal, lo que indica que
cuando se levantó en esa pared, a la que ahora se adosa otra, acababa la construcción”,
repasa.

El libro ‘La ermita de San Zoilo de Cáseda desde la Arqueología de la Arquitectura’, ha


sido editado por el Ayuntamiento de Cáseda con la colaboración de la Asociación
Cultural Ermita de San Zoilo. Es una “revisión actualizada a 2021” del TFM de Ana
Uranga. Suma 152 páginas y se vende a 10 euros en el Ayuntamiento. Consta de un
código QR que remite a un vídeo sobre el templo grabado con dron y editado por
Juanmi Círez.

Ermita restaurada en 2021

Tras medio año de obras de restauración y una inversión del Gobierno de Navarra de
medio millón de euros, la ermita de San Zoilo de Cáseda luce “espectacular”. Así lo
cree Luis Sola Pérez, vicepresidente de la Asociación Cultural Ermita San Zoilo.
Participó esta semana en una visita de la comisión de Cultura del Parlamento al templo
para conocer detalles de la intervención, recién terminada. Se han reformado cubierta y
fachadas, además de limpiar y rejuntar la piedra, corrigiendo problemas de filtraciones
de agua y cierto desplome de muros hacia el exterior.

El alcalde, Jesús Esparza (Agrup. San Zoilo), destaca la “buena labor” de


Construcciones Leache y considera “muy positiva” la intervención liderada por Príncipe
de Viana. Destaca también la nueva iluminación interior, que “realza las pinturas
góticas y los grafitos navales”. Consolidado el templo, resta a nivel municipal una
segunda intervención en las viviendas medievales del entorno. “En una primera fase
restauramos dos casas y en 2023 prevemos completar el resto del conjunto con 150.000
euros, optando a ayudas del PDR a través de Cederna Garalur”.

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