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Universidad De San Buenaventura

Facultad de Humanidades y ciencias de la educación


Gestión Educativa
Docente: Natalia Alexandra Pava García
Estudiantes: Juan Sebastián Ávila Gutiérrez
Luis Guillermo Laverde Torres

Análisis sobre los procesos de autoevaluación de las instituciones educativas.

Cuando hablamos desde el campo educativo, es importante resaltar los procesos educativos que se
llevan a cabo; aún más, si se trata de autoevaluación, en donde se ha de ser objetivos y sinceros
frente a los avances que se han alcanzado, como institución, a lo largo de los años. No obstante, en
muchos de los casos comparar los procesos evaluativos implica conocer las dificultades de los
anteriores procesos, lo que lleva a una acción positiva con miras a reformar y basarse en hechos
anteriores para no caer en tales falencias. Asimismo, a pesar de las buenas intenciones que concibe
este hecho de comparar el proceso llevado a cabo con otro, también puede llegar a caer en la
limitación de innovación y aplicación de los procesos, puesto que las ideas planteadas serán réplicas
de otras que ya han sido empleadas en contextos diferentes y que, de alguna manera, al tratar de
probarse en este contexto diferente podrá llegar a presentar falencias mayores a las ya identificadas.

Según el Ministerio de Educación, “la planeación, el seguimiento y la evaluación se convierten en


herramientas básicas para garantizar que lo que haga cada integrante de la institución tenga sentido
y pertenencia dentro de un proyecto común” (Ministerio de Educación, 2010, p. 15). En este sentido,
si hablamos en términos de autoevaluación, es importante la integración de cada una de las
instancias pertenecientes al campo académico, puesto que, hacen parte del núcleo fundamental, en
el cual, se plantean objetivos comunes por desarrollar y genera. Por lo anterior, los procesos de
autoevaluación en las instituciones educativas tienen un objetivo central por el cual se ha de partir,
a saber: es un proceso fundamentado en el reconocimiento y el respeto por la diferencia y en el
interés real hacia los demás. Implica escuchar de manera genuina a los compañeros y a las personas
a las que sirve el establecimiento educativo. No puede existir una autoevaluación si solo se da desde
una perspectiva, por el contrario, la integración de los diferentes puntos pertenecientes al común
denominado institución son quienes realmente facilitan y plantean las necesidades por alcanzar en
los retos planteados.
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Por otro lado, desde el Ministerio, se busca la consolidación de un sistema de aseguramiento de la
calidad que propiciará más y mejores oportunidades educativas para la población. En este sentido,
se subrayan tres elementos básicos para lograr dicho sistema: primero, se habla de estándares
básicos, los cuales, son criterios claros y públicos que orientan el diseño de los currículos y planes
de estudio, las estrategias pedagógicas y las evaluaciones de los aprendizajes; segundo, la valoración
periódica del desempeño de los docentes y directivos da elementos para identificar sus fortalezas y
necesidades de formación para superar las dificultades; y tercero, es el mejoramiento, el cual, se
logra mediante el fortalecimiento de la capacidad de los establecimientos y centros educativos para
formular, ejecutar y hacer seguimiento a los resultados de sus planes de mejoramiento.

Por lo anterior, es importante destacar el segundo elemento, es decir, la necesidad de una


valorización periódica de desempeño. De manera reflexiva, esto que también se podría denominar
evaluación, al hacer esta evaluación durante el proceso llevado a cabo, instantáneamente puede
llegar a darse una distorsión en el método empleado. Esta distorsión, así como puede llegar a un
positivo redireccionamiento educativo, también puede denotar una inconstante e insegura
planeación de los currículos y objetivos planteados al inicio de los procesos educativos, pero, solo
de este modo, al momento de repasar los puntos planteados para lograr el fin educativo se podrán
descubrir a tiempo las falencias en las cuales se está debilitando el proceso, o, por el contrario,
podrán fortalecerse los métodos con los cuales se está logrando un efectivo proceso.

Asimismo, se ha de resaltar, de manera ordenada, el modo con el cual la autoevaluación institucional


logra desarrollarse. Por lo anterior, se entiende como un proceso en el cual, el establecimiento
educativo recopila, sistematiza, analiza y valora toda la información relacionada con el desarrollo
de sus acciones y sus resultados en cada una de las cuatro áreas de gestión. Su objetivo principal es
permitir a la institución identificar sus fortalezas y oportunidades, con lo que podrá definir y poner
en marcha un plan de mejoramiento en la siguiente etapa. Dicho esto, se ha identificar los pasos con
los cuales se quiere alcanzar tal objetivo, a saber: revisión de la identidad institucional, evaluación
de cada una de las áreas de gestión teniendo en cuenta los criterios de inclusión, elaboración del
perfil institucional y el establecimiento de las fortalezas y oportunidades de mejoramiento.

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Bibliografía
Ministerio de Educación Nacional. (2010). Guía de autoevaluación para el mejoramiento
institucional. Consultado en: http://www.mineducacion.gov.co/cvn/1665/article-91093.html el día
21 de marzo de 2020.

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