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Resumen
PALABRAS CLAVES:
Derecho Canónico, Matrimonio Eclesiástico, Realidades jurídicas temporales, Facultades
de derecho.
Introducción
Es un hecho evidente que el estudio del Derecho canónico en las Facultades de Derecho
civil, encargadas de formar abogados, aparece ante los ojos, de las facultades y de juristas
profesionales, como asignatura de dudosa utilidad y eficacia, en principio nos podríamos
preguntar. ¿Qué misión puede corresponder al estudio del Derecho canónico en la
formación de un abogado profano, del hombre de las realidades jurídicas temporales?
Quizá porque no siempre se ha afrontado derechamente el problema y, en consecuencia, no
se han aportado las debidas soluciones, resulta obligado reconocer, sin la menor vacilación,
que tanto en los ambientes estrictamente universitarios como en los círculos profesionales
jurídicos el estudio del Derecho eclesiástico aparece menos apreciado —y muchas veces
menospreciado dentro del plan de estudio de las Facultades de Derecho, desde esta realidad
académica, se quiere aportar las luces para esta ciencia eclesiástica que hace parte del
derecho privado.
En este proceso de investigación no se pretende equiparar derecho canónico al derecho
Público, o al derecho privado, lo que se busca es una relación estrecha con las demás ramas
del derecho en un tema que es de vital importancia para la sociedad civil y la iglesia, como
lo es la sociedad conyugal en otras palabras el matrimonio (ISIDORO MARTIN
Catedrático de Deredio Canónico de la Universidad de Murcia )…………….
En este sentido se hace necesario que conozca la historia del matrimonio como una
institución en la sociedad colombiana, que desde sus orígenes siempre ha tenido una
connotación religiosa.
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Tipo de artículo completo.
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Jhon Jairo Soto Osorio, estudiante de IX semestre de derecho de la Universidad Católica Luis
Amigo, integrante del semillero de investigación “La Espiga del Derecho”; Leonardo Enrique Carrillo
Wilches, estudiante de IX semestre de derecho de la Universidad Católica Luis Amigo integrante
del semillero de investigación “La Espiga del Derecho”; Carlos Manuel Rodríguez Santos,
Abogado, Especialista en Derecho Administrativo de la Universidad del Rosario, Docente de
Tiempo Completo de la Universidad Católica Luis Amigó, integrante del Grupo de Investigación
Calidad de Vida de la Universidad Católica Luis Amigó, Coordinador del semillero de investigación
“La Espiga del Derecho”, Montería-Colombia, correo ceadsdirector@hotmail.com
Metodología
La Metodología que se aplicó para interpretar el sentido y alcance del art. 121 del CGP, fue
el enfoque cualitativo, cuyo tipo de estudio es el hermenéutico, que nos permitirá aplicar la
técnica de recolección de información mediante el análisis del discurso (lecturas, análisis,
interpretación de documentos), cuyas fuentes secundarias a que se recurrieron están
relacionados en la Referencia Bibliografía.
Contenido
A. Análisis del matrimonio católico como institución jurídica en la legislación colombiana.
1. BREVE RESEÑA HISTORICA.
Para el análisis histórico del matrimonio en cualquiera de sus connotaciones es necesario
conocer el origen del matrimonio en la sociedad. El matrimonio es una de las instituciones
más antiguas de la sociedad y de las ciencia jurídica, su Origen, aunque con una concepción
distinta a la actual, se remonta a la época clásica del derecho romano (para el 735 a. C.) En
la Roma de aquel entonces, era concebido como “un hecho social que se justifica y
fundamenta en la existencia y permanencia de la affectio maritalis” (González, 1989, p.);
esto quiere decir, que no se entendía como una relación jurídica sino sentimental, en
consecuencia a la deidad a los dioces, en consecuencia, esta celebración no alcanzaba
hacer un negocio jurídico. (IGLESIA CATÓLICA (1992). Catecismo de la Iglesia Católica.
2015, septiembre 1, en: Vaticano, sitio web: www.vatican.va/catechism_sp/index_sp)
Para el siglo X la Iglesia Católica inició un proceso de regulación del matrimonio y se le
atribuyó la competencia exclusive a los Obispo que eran los encargados de decidir quienes
contraian nupcias, esto se percibe con la expedición del Decreto Graciano (en el año 1140),
en el cual se estableció los fines del matrimonio para la validez el consentimiento previo de
los contrayentes seguido de la consumación a través del acto sexual.
Posteriormente, los Concilios de Letrán (1215) y de Trento (1563) en los cuales se
establece respectivamente que los esposos casados clandestinamente serian excomulgados
(aunque el matrimonio conservara validez) y la formalidad de realizarse en presencia de un
párroco (Monroy, 2001). En la Holanda del año 1580, con el propósito de que los disidentes
religiosos pudieran contraerlo, el matrimonio se estableció como una institución de derecho
civil, y, ya para la Revolución Francesa, específicamente en la Constitución de 1971, se
declaró que “la ley no reconoce en el matrimonio más que un contrato civil”; situación que
fue reafirmada en Colombia por medio de la Ley 20 de 1792 y por el Código Civil de 1886;
este último llegó al punto de solo reconocer el matrimonio civil, sin embargo, la Ley del 27
de mayo, de 1929 le reconoció los efectos civiles al matrimonio católico y el Concordato
entre el Estado y la Iglesia Católica celebrado el mismo año consagró dualidad de
regímenes. Civil y religioso (Monroy, 2001).
2) CONCEPCIÓN DE LA IGLESIA CATÓLICA
la historia de la iglesia, cuenta que en el año 313 el emperador Constantino, quien se había
convertido al Cristianismo en el 312, se reunió con Licio, el emperador de la Roma de
Oriente, y firmaron el Edicto de Milán. Este documento estableció la libertad de culto para
los cristianos y el derecho a tener posesiones (Meredith, 2005). Pese que estos en aquel
entonces eran una minoría, comenzaron a ser influyentes en el Imperio; al punto de llegar a
ser favorecidos por este y por las diversas formas de gobierno de los siguientes mil
quinientos años. Conforme con esto, la Iglesia Católica, institución por antonomasia
religiosa, empezó a influenciar el matrimonio en Roma (pues como se dijo esta institución
tenía un carácter religioso imponiendo ciertas normas para la celebración del mismo, en
palabras teologicas, los ritos y palabras juridicas las normas para contraer matrimonio, para
te tubieran la valides tanto en la forma, y la solemnidad.
Durante el Siglo X la Iglesia reguló toda la materia del matrimonio e impuso la
competencia a los nacientes tribunales eclesiásticos donde los obispos eran los encargados
de regular el recto orden. Con el paso del tiempo y la historia de la iglesia comiensan a
surgir los primeros problemas.
El priemro de eños fue determinar si el matrimonio tenía validez por la simple
manifestación del consentimiento, o, como institución natural originada en la sexualidad
humana, con la consumación a través del acto sexual entre los contrayentes. El Decreto
Graciano del año 1140 concilia las dos tesis establecimiento que el matrimonio exigía el
consentimiento previo y la posterior consumación, para considerarse valido. Los teologo y
liturgos de ese entices como lo relata la historia de la iglesai, Pedro Lombardo, teólogo y
obispo del Siglo XII con extenso recorido y trayectoria dentro del pensamiento de la
iglesia, conceptúo que el matrimonio es un sacramento que los esposos se confieren por
acto de voluntad. Subsiguientemente, el Concilio de Letrán de 1215, sancionó con
excomunión a los esposos casados clandestinamente, aunque el matrimonio continuara
siendo válido por ser un sacramento. Después, el Concilio de Trento de 1563, estableció
como formalidad del matrimonio que su celebración, es decir, la manifestación de voluntad
por el cual se iniciaba se hiciera “in facie ecclesiae”: esto es, ante el párroco de la
feligresía, dentro de este periodo se establecio como ministros del sacramento a los propios
esposos, actualmente es asi, el párroco un simple testigo (testis cualificatus).
El Catecismo de la Iglesia Católica (cuestiones 1601 a 1666) establece que el matrimonio
es un vínculo perpetuo que se inicia con la manifestación libre y voluntaria de los
contrayentes, quienes deben ser bautizados, de vivir juntos (Meredith, 2005). Aunque valga
decir que se puede anular por las causales que en cada momento histórico se depositen en el
Código de Derecho Canónico y ante la autorización del Papa. Esto quiere decir, que el
matrimonio, en la concepción católica es un sacramento, y por lo tanto perpetuo, que se
inicia con la manifestación libre y voluntaria de un hombre y una mujer in facie eclasiae (es
decir, solemne) de compartir sus vidas. Cabe destacar que en esta concepción, a diferencia
de la romana, el matrimonio es indisoluble. Así mismo, siguiendo la tradición latina,
requiere de la manifestación de voluntad libre de los contrayentes.
3) Matrimonio canónico:
Lo que buscamos en estas páginas es conocer la historia del matrimonio desde el ámbito
civil y eclesiástico, no con el fin de hacer comparaciones, o pretender decir que uno es
mejor que el otro, sino que desde este punto de vista, presentar el DERECHO CANONICO,
como una área esencial del conocimiento para el estudiante de derecho, por ello se hace
necesario hacer un recorrido histórico del matrimonio, que es donde el uno como le otro
guardan una estrecha relación, por ambos regulan el comportamiento ético y moral de los
cónyuges.
El matrimonio (del latín "mater", madre y "munus", función, es decir, función de la
madre), es, para la Iglesia católica, una "íntima comunidad de la vida y del amor conyugal,
creada por Dios y regida por sus leyes, que se establece sobre la alianza de los cónyuges",
es decir, sobre su consentimiento irrevocable. Esta definición, referida a cualquier
matrimonio, participen en él católicos o no, se concreta jurídicamente en el canon 1055,
parágrafo primero, del vigente Código de Derecho Canónico, que lo define como: “La
alianza matrimonial, por la que el varón y la mujer constituyen entre sí un consorcio dé
toda la vida, ordenado por su misma índole natural al bien de los cónyuges y a la
generación y educación de la prole, fue elevada por Cristo Nuestro Señor a la dignidad
de sacramento entre bautizados”. (CIC 1983., canon 1055).
Hasta aquí no se podría afirmar nada distinto a lo manifestado por la iglesia católica luego
de Concilio de Trento (1545, 1563), sobre el matrimonio como contrato-sacramento. San
Agustín quien fue el primero en elaborar una doctrina sobre bienes en el matrimonio: i.
bien de la prole, ii. De la fidelidad y, iii. Del sacramento o indisolubilidad. Ergo existe
una relación de subordinación o de tareas íntimamente relaciona-das entre los cónyuges
(Acedo, P. Á. 2013), si bien es cierto que los dos formas de matrimonio en Colombia
guerdan estrechas relaciones también es cierto que des el punto moral también tienen un
gran distanciamiento, el matrimonio civil se aparta del matrimonio canónico en
principio por sus reglas de formalidad y legitimación, en tanto el matrimonio canónico por
sus valores morales, éticos- religiosos, dado que la premisa es al derecho natural
divino, donde el solo hecho de contraer nupcias hace presumir que es para la eternidad, esto
quiere decir que es para la posteridad, la procreación y el respeto reciproco, puesto que
la nulidad y el divorcio en sus primeros tiempos es una figura casi que inexistente; prueba
de ello el código canónico establece para la anulación de matrimonios probar los vicios del
consentimiento, en similitud al de divorcio en materia civil, estas causales las podríamos
agrupar en: el defecto de forma, o celebrado con impedimento o con vicio de
consentimiento (CIC 1083).
En la actualidad este ordenamiento canónico aunque sigue vigente, tendríamos que decir
que ha tenido una evolución en tanto que la permite a los cónyuges, la posibilidad de la
nulidad sacramental, que es totalmente diferente al divorcio desde el ámbito y contexto
civil del matrimonio, es a partir de esta reflexión e interrogante que vemos la necesidad que
en las facultades de derecho los estudiante conozcan de derecho matrimonial canónico.
Colombia el 75% es creencias religiosas católicas arraigadas y esto hace que en Colombia
en un año concreto haya más de 1000 matrimonios, que en caminar a la realización como lo
dice el Derecho Canónico, en el canon 1055 parte inferior “al bien de los cónyuges y a
la generación y educación de la prole”, presente dificultades, que el mismo derecho
declara como vicios de nulidad, es aquí donde se hace necesario los conocimientos
fundamentales del derecho canónico para dar las respectivas asesorías canónicas.
Pues el, MITIS IUDEX DOMINUS IESUS, nos presenta una realidad, y es que ante este
nuevo ordenamiento canónico jurídico la iglesias particulares en cada región, o como
dentro de la teología eclesiológica se les llama, las diócesis que están en cabeza de los
obispos deben abrir tribunales eclesiásticos en sus jurisdicciones, esto nos lleva a
preguntarnos una vez más ¿los actúales juristas cuenta con las competencias necesarias
para asesorar en cuanto respecta de las causales de nulidad? Podrá un jurista desempeñarse
dentro de un tribunal eclesiástico, tiendo en cuenta esta razones actuales pues se hace
necesarios que en las facultades de derecho se estudie el derecho canónico.
Miremos otras realidades que también son fuente de razón para el estudio y conocimiento
del derecho canónico.
a) El Derecho canónico constituye una legislación ejemplar que ha influido además en
las leyes de todos los pueblos y que ha facilitado la inmensa obra civilizadora de la
Iglesia en todos los siglos y en todos los pueblos. Por eso los hombres de gobierno,
juristas, historiadores, filósofos y sociólogos han de conocerlo.
b) Ciertas disposiciones del Derecho canónico, especialmente las de Derecho matrimonial, son
ley vigente en algunos Estados y especialmente en Colombia donde tenemos firmado y
protocolizado el concordato, y por consiguiente han de ser conocidas por los profesionales
del Derecho.
c) Los católicos, como miembros de la Iglesia, deben conocer las leyes de ésta del mismo
modo que los ciudadanos o los miembros de cualquier sociedad deben conocer las leyes del
Estado o las normas de la entidad a que pertenecen. De esta forma podrán ejercitar mejor
sus derechos, cumplir sus obligaciones y reivindicar los derechos de la Iglesia.
Ante esta realidad conviene afrontar claramente la cuestión y plantearse el problema de la utilidad
que el Derecho canónico, como competencia fundamental en la formación del futuro abogado,
cuestión que se halla en conexión íntima con el contenido y orientación que haya de darse al estudio
del Derecho canónico en nuestras Facultades de derecho, ya que de una u otra forma comparte y
convergen ambos el estudio del matrimonio, pues si en derecho civil, hay una estructura que nos
presenta el matrimonio en todo sus contexto, pues se hace necesario estudiar también el derecho
canónico matrimonial. Conviene, pues, comprobar con toda sinceridad si el estudio del Derecho
canónico puede aportar elementos positivos a la formación del futuro abogado y, si es así, conviene
trabajar con eficacia para crear un ambiente de estima y de interés hacia el Derecho canónico,
interés y estima que hoy, por regla general, no muestran las decanaturas de derecho. (ISIDORO
MARTIN Catedrático de Derecho Canónico de la Universidad de Murcia)
Conclusión
IGLESIA CATÓLICA (1992). Catecismo de la Iglesia Católica. 2015, septiembre 1, en: Vaticano,
sitio web: www.vatican.va/catechism_sp/index_sp
(Acedo, P. Á. 2013).
(DÍAZ MORENO, 1991, pág. 185).
ISIDORO MARTIN Catedrático de Deredio Canónico de la Universidad de Murcia